Respuestas de los órganos jurisdiccionales en cuanto al envío de la

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
PRIMERA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
M17/2013
12 (doce) de septiembre de 2013 (dos mil trece)
Por lo expuesto y fundado se resuelve:
PRIMERO.- Esta Sala resultó competente para conocer y resolver los recursos de apelación interpuestos por el Ministerio
Público, la diversa víctima ELIMINADO y por el defensor del sentenciado ELIMINADO.
SEGUNDO.- Resultaron inatendibles por una parte e infundados por otra los agravios expresados por la representación
social; los de la víctima ELIMINADO fundados por una parte fundados e infundados por otra; y los expresados por el
defensor particular de ELIMINADO resultaron infundados; y esta Sala sí encontró agravio que hacer valer a su favor.
TERCERO.- Se modifican los resolutivos segundo, tercero, cuarto y quinto de la sentencia condenatoria dictada el 17
(diecisiete) de mayo de 2013 (dos mil trece) por el Juez Especializado en Justicia para Menores infractores de la capital,
a ELIMINADO por la conducta tipificada como delito de secuestro simulado, dentro de la causa 112/2012, para quedar
como sigue:
“[...] SEGUNDO.- ELIMINADO es penalmente responsable en la comisión de la conducta tipificada como secuestro
simulado por el artículo 14, primer párrafo, en relación con el inciso a), fracción I, del artículo 9 de la Ley General para
Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro; 8 y 9, párrafo primero, del Código Penal Federal; cometida
en agravio de ELIMINADO y ELIMINADO.
TERCERO.- Por la comisión en la conducta tipificada como secuestro simulado se impone a ELIMINADO la medida
de amonestación.
CUARTO.- Por la comisión en la conducta tipificada como secuestro simulado se impone a ELIMINADO la medida
de la reparación del daño, que será regulada en ejecución de sentencia, a favor de ELIMINADO y ELIMINADO, la
que deberá ser de manera solidaria con los que resulten sentenciados en la causa.
QUINTO.- Por la comisión en la conducta tipificada como secuestro simulado se impone a ELIMINADO la medida de
tratamiento consistente en el internamiento definitivo por el término de 1 (un) año 3 (tres) meses, debiéndose
computar el tiempo que ha permanecido en internamiento preventivo, esto es, a partir del 2 (dos) de julio de 2012
(dos mil doce), en que se llevó a cabo su detención.”
CUARTO.- Quedan intocados los demás puntos resolutivos de la sentencia apelada.
QUINTO.- Con copia certificada de esta resolución devuélvase el expediente al juzgado de su origen y en su oportunidad
archívese el toca.
SEXTO.- Notifíquese, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por mayoría de votos de las magistradas licenciadas ELIMINADO y ELIMINADO y con voto en contra de la
magistrada licenciada ELIMINADO, lo resolvieron y firmaron las señoras magistradas que en este asunto integran la
Honorable Primera Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia del Estado, ésta última integrante de la Segunda Sala del
propio tribunal, por haberse excusado el magistrado licenciado ELIMINADO, siendo ponente la primera de las nombradas
y secretario de estudio y cuenta el licenciado ELIMINADO, con secretaria de acuerdos que autoriza licenciada
ELIMINADO. DOY FE.
Voto particular de la magistrada licenciada ELIMINADO.
VOTO PARTICULAR
El que emite la Magistrada ELIMINADO, integrante de la Segunda Sala del Supremo Tribunal de Justicia en
el Estado quien, ante la excusa del Magistrado ELIMINADO, se integra a la Primera Sala del propio tribunal para resolver
el Toca número M17/2013, relativo al recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público, el Abogado defensor del
menor ELIMINADO y la ofendida ELIMINADO, en contra de la Sentencia Condenatoria que se dictó al menor referido el
17 diecisiete de Mayo del año 2013 por el Juez Especializado en Justicia para Menores de la Capital, por la conducta
tipificada como el delito de Secuestro Simulado, dentro del proceso penal número 112/2012, emitiendo dicho voto por
disentir con los argumentos planteados en el proyecto presentado por la Magistrada ELIMINADO, de conformidad con las
consideraciones y argumentos que a continuación me permito enunciar:
Una vez analizado el proyecto que se puso a consideración de la suscrita, manifiesto que difiero con el
sentido del mismo en cuanto a que resuelva respecto del fondo del asunto y se modifique la sentencia recurrida
imponiendo condena al menor ELIMINADO, ya que del análisis de los autos, se advierten violaciones a las normas que
rigen el procedimiento que lo dejaron en estado de indefensión, en transgresión a los principios de exacta aplicación de la
Ley, debido proceso y de certeza jurídica; resultando estos motivos suficientes para ordenar su reposición, atento a lo
dispuesto por los artículos 1, 14, 18 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 392 del Código de
Procedimientos Penales aplicados de manera supletoria a la Ley de Justicia para Menores del Estado conforme a su
artículo 4º, además de lo dispuesto en los diversos numerales 1, 2 fracción IV, 8 fracciones I y VI, así como el 57 de dicho
ordenamiento, según las consideraciones que a continuación se exponen.
En primer término, se estima pertinente precisar que el artículo 361 del Código de Procedimientos Penales
señala que uno de los objetos del recurso de apelación es examinar si en la resolución recurrida no se aplicó la ley
correspondiente o se aplicó inexactamente. Además el diverso numeral 392 del Ordenamiento en cita determina que, si el
Tribunal de Alzada encuentra que hubo violación manifiesta del procedimiento que haya dejado sin defensa al procesado,
que no haya sido combatida debidamente por el defensor, podrá suplir su deficiencia y ordenar que se reponga dicho
procedimiento.
Por otra parte, el párrafo cuarto del artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
determina, entre otras cosas, que la Federación, los Estados y el Distrito Federal establecerán, en el ámbito de sus
respectivas competencias, un sistema integral de justicia que será aplicable a quienes se atribuya la realización de una
conducta tipificada como delito por las leyes penales y tengan entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años de
edad, en el que se garanticen los derechos fundamentales que reconoce la Constitución para todo individuo.
Además, en lo conducente, el artículo 14 de nuestra Constitución determina que a ninguna ley se dará
efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna, que nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho y
que, en los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena
alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.
Bajo estas premisas, una vez llevado a cabo el análisis de las constancias que integran los autos del
expediente del cual deriva la apelación, en especial respecto del pliego acusatorio emitido por el Agente del Ministerio
Público adscrito al Juzgado de origen en contra de ELIMINADO por el delito de Secuestro Simulado, se aprecia que
dichas conclusiones son deficientes al no haber sido formuladas conforme a lo estatuido por los artículos 322 y 323 del
Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, aplicado supletoriamente a la Ley de Justicia para Menores del
Estado, ya que dichos preceptos son claros en señalar:
“Artículo 322.- El Ministerio Público al formular sus conclusiones, hará una exposición breve de los hechos
y de las circunstancias peculiares del procesado, propondrá cuestiones de derecho que se presenten y citará las leyes,
ejecutorias o doctrinas aplicables. Dichas conclusiones deberán precisar si procede o no la acusación.”.
“Artículo 323.- En el primer caso de la parte final del artículo anterior, deberá fijar en proposiciones
concretas los hechos punibles que atribuye al acusado, solicitar la aplicación de las sanciones correspondientes,
incluyendo la reparación de los daños y perjuicios cuando proceda, citando las leyes aplicables al caso. Estas
proposiciones deberán contener los elementos constitutivos del delito, los conducentes a establecer la responsabilidad
penal del acusado, así como las circunstancias que deban tomarse en cuenta para la individualización de la pena o
medida.”.
En ese sentido, se comparte el criterio estipulado en el proyecto únicamente en relación a que, en la
sentencia apelada, no se aplicaron las leyes con las cuales debía juzgarse el caso concreto, en razón de que con fecha
27 veintisiete de Febrero del año 2011 dos mil once, entró en vigor la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos
en materia de Secuestro, reglamentaria de la fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos misma que, en sus artículos transitorios, determina la forma en que esta sería implementada, su
ámbito de competencia y las bases para su aplicación e incorporación al marco jurídico mexicano; delimitando además la
aplicación de las disposiciones relativas a los delitos de secuestro previstas en los Códigos Penales locales, a los hechos
realizados durante su vigencia y hasta la entrada en vigor de dicho decreto. Lo anterior, como lo ilustra la tesis aislada
número, II.2o.P.29 P (10a.), de la Décima Época, emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2,
materias Constitucional y Penal, Pagina 1269, bajo el rubro y texto: “LEY GENERAL PARA PREVENIR Y SANCIONAR
LOS DELITOS EN MATERIA DE SECUESTRO. ES APLICABLE TANTO PARA LOS ILÍCITOS COMETIDOS EN EL
ÁMBITO LOCAL COMO LOS DEL FUERO FEDERAL. El catorce de julio de dos mil once, se publicó en el Diario Oficial
de la Federación el decreto de reforma al artículo 73, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en el que se otorgó facultades al Congreso de la Unión para expedir una ley general en materia de secuestro.
En la exposición de motivos que dio origen a esta reforma, se precisó que la finalidad era unificar el tipo penal y la
sanción correspondiente, así como establecer las bases generales de una política criminal para combatir ese ilícito y los
instrumentos o herramientas que podrían utilizar tanto la Federación como las entidades federativas; que el delito de
secuestro seguiría siendo de competencia local, investigado, perseguido y sancionado por autoridades de dicho orden.
En el mismo sentido, en la tesis aislada del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro "LEYES
GENERALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL.", se precisó que las "leyes generales" son
aquellas que pueden incidir válidamente en todos los órdenes jurídicos parciales que integran al Estado Mexicano, y que
no se trata de leyes federales (aquellas que regulan las atribuciones conferidas a determinados órganos con el objeto de
trascender únicamente al ámbito federal), de modo que, una vez promulgadas y publicadas, deben ser aplicadas por las
autoridades federales, locales, del Distrito Federal y municipales. Así, de una interpretación teleológica y sistemática de
los artículos 73, fracción XXI de la Constitución Federal, 1o., 2o., 23 y quinto transitorio de la Ley General para Prevenir y
Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, es factible concluir que esta última, es una de las denominadas "leyes
generales", expedidas por el Congreso de la Unión, con la finalidad de unificar los tipos penales en materia de secuestro,
sus sanciones, las medidas de protección, atención y asistencia a ofendidos y víctimas, la distribución de competencias y
formas de coordinación entre los órdenes de gobierno; de observancia general en toda la República, tanto a nivel federal
como local; y solamente, en atención al artículo 23 de la mencionada ley, en algunos casos corresponde a la Federación
investigarlo y sancionarlo, y en los restantes, a las autoridades del fuero común, pero sin duda, es aplicable para los
delitos cometidos en materia de secuestro, tanto en el ámbito local como federal.”.
Sin embargo se estima que el hecho de que las conclusiones acusatorias de la Fiscalía en relación al delito
de Secuestro Simulado, se funden en lo dispuesto por el artículo 135 ter del Código Penal del Estado, genera
incertidumbre y falta de certeza jurídica para el acusado respecto de la norma que resulta exactamente aplicable al caso
concreto, la conducta que se le atribuye y las sanciones que le resultarían aplicables en caso de demostrarse su
responsabilidad, dejándolo así en completo estado de indefensión.
Lo anterior en razón de que, la Constitución Federal, los Tratados Internacionales y la Ley de Justicia para
Menores en el Estado, entre otras normas, determinan una exacta aplicación de la ley, así como la garantía de un debido
proceso en cualquier acto de autoridad que afecte los intereses del imputado, como en el caso es su libertad, en el que
se deben observar o cumplir los requisitos que la propia ley contempla para que esa afectación quede enmarcada dentro
de la legalidad en aras del interés público inherente al proceso penal y, en general, a la persecución de los delitos, por lo
que si el sentido del fallo no se justifica atendiendo los requisitos legales exigidos por el caso, en base en la normatividad
aplicable, se transgreden los principios a los que se hace alusión.
Ahora bien, mi disentir consiste en que, dentro del proyecto aprobado por la mayoría, se entra al estudio del
fondo del asunto y se dicta una condena en base a preceptos legales que no fueron invocados ni precisados dentro de
las conclusiones acusatorias emitidas por la Representación Social, dejando así al menor acusado en estado de
indefensión, toda vez que el hecho de que la citadas conclusiones no reúnan los requisitos señalados por los artículos
322 y 323 del Código de Procedimientos Penales, hace que no puedan ser consideradas como de acusación, toda vez
que únicamente cumplen con cuestiones formales pero no de fondo. Por lo que, por una parte, se estima que dictar una
sentencia subsanando las conclusiones deficientes de la fiscalía violentaría las normas del procedimiento y vulneraría las
garantías de legalidad y seguridad jurídica previstas en los artículos 14 y 16 Constitucionales, al coartar el derecho del
procesado a una adecuada defensa (por no tener la posibilidad de dar contestación puntual al pedimento acusatorio) y,
por otra, no se puede considerar que la consecuencia sea el dictado de una sentencia absolutoria, dada la prevalencia
del interés social que busca que las conductas delictivas sean sancionadas en base a procedimientos basados en la
legalidad, según lo sustenta la tesis de Jurisprudencia número XX.2º.J/4 de la Novena Época, emitida por el Segundo
Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XIX, Mayo
de 2004, bajo el rubro y texto: “ VIOLACIÓN A LAS NORMAS DEL PROCEDIMIENTO PENAL. SE CONSTITUYE SI EL PLIEGO
ACUSATORIO DEL MINISTERIO PÚBLICO NO CONTIENE LOS REQUISITOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 320 DEL CÓDIGO
DE PROCEDIMIENTOS PENALES Y EL JUEZ DEL PROCESO OMITE PROCEDER EN TÉRMINOS DEL NUMERAL 323 DEL
PROPIO CÓDIGO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIAPAS). De una interpretación armónica y sistemática de los artículos 319,
320, 322 y 323 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Chiapas, se llega al conocimiento, por una parte, de que
una vez concluida la etapa de instrucción el Juez del proceso pondrá a la vista del agente del Ministerio Público la causa penal, para
que éste formule sus conclusiones dentro del término que para tal efecto establece el citado ordenamiento legal; y, por otra, que tal
actuación es válida sólo si reúne los requisitos a que se refiere el numeral 320 del ordenamiento legal en consulta, a saber: a) Que
contenga una exposición sucinta y metódica de los hechos a partir de los cuales se realizan las proposiciones de derecho; b) Que se
citen las leyes, ejecutorias o doctrinas aplicables; y, c) Que finalice en propuestas concretas. Por ello, en el pliego de acusación el
agente del Ministerio Público deberá fijar la pretensión de cómo debe dictar el órgano jurisdiccional la sentencia, para así dar la
oportunidad al procesado de refutar sus acusaciones; además, precisará por qué los hechos en que apoya su acusación son
punibles, para lo cual tendrá la obligación de señalar los preceptos legales del código represivo para el Estado que contemplan la
conducta activa u omisiva que el acusado llevó a cabo o dejó de hacer y con qué medios de prueba se actualiza cada elemento que
integra la figura delictiva que a título doloso o culposo se atribuye al acusado, así como la responsabilidad de éste en su comisión;
también deberá definir si el justiciable es autor o copartícipe del ilícito penal que se le reprocha, y en qué fracción del artículo 11 del
Código Penal para la entidad se ubica la conducta del acusado. Las conclusiones que no contengan tales requisitos no pueden ser
consideradas como de acusación, pues en todo caso sólo serán válidas para estimar cumplidas las cuestiones formales, pero no
serán suficientes en cuanto al fondo, por no reunir los requisitos a que se refiere el citado numeral 320 y, por tanto, atendiendo a lo
que dispone el artículo 323 del mismo código, el Juez de origen debe mandar el proceso y las conclusiones al procurador general de
Justicia del Estado para que confirme o modifique el pliego acusatorio del representante social, ya que de no proceder en tales
términos se conculcan las normas del procedimiento, con lo que se vulneran las garantías de legalidad y seguridad jurídica
contempladas en los artículos 14 y 16 constitucionales, al impedirle al procesado contestar el pedimento de acusación y así acceder
a una adecuada defensa. Sin que la anterior omisión implique su absolución en la comisión del delito que se le atribuye, en virtud de
que la sociedad tiene interés en que se sancionen las conductas delictivas, además, porque la protección del ofendido o la víctima
está elevada a rango constitucional.
Así también siendo ilustrativa, la tesis aislada numero II.3o.P.17 P (10a.) emitida por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, en materia Constitucional, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta,
Libro XXII, Julio de 2013, Tomo 2, Pag. 1359, bajo el rubro y texto: “ CONCLUSIONES
DEFICIENTES DEL MINISTERIO PÚBLICO. EL ARTÍCULO 259 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL
ESTADO DE MÉXICO, ABROGADO, AL DISPONER QUE EL JUEZ LAS ENVIARÁ JUNTO CON EL PROCESO AL PROCURADOR
GENERAL DE JUSTICIA O AL SUBPROCURADOR QUE CORRESPONDA PARA QUE LAS SUBSANE, NO ES
INCONSTITUCIONAL NI INCONVENCIONAL, PORQUE NO VULNERA EL DERECHO AL DEBIDO PROCESO NI LOS
PRINCIPIOS QUE LOGRAN SU EFECTIVIDAD. El artículo 259 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México,
abrogado, no es inconstitucional ni inconvencional en tanto que no vulnera el derecho al debido proceso ni los principios que logran
su efectividad; ello, porque de la exposición de motivos de dicho numeral y del diverso 258, se advierte que el legislador quiso
brindar seguridad jurídica al inculpado y a su defensa para que conocieran de manera clara y precisa la formulación de
proposiciones concretas contenidas en el pliego acusatorio, para estar en aptitud de contestarlas y, posteriormente, formular las
propias, logrando con ello un verdadero debate en aras de respetar el principio de contradicción que tienen las partes en el proceso
penal. En ese sentido, el que el citado artículo 259 disponga que el Juez enviará las conclusiones deficientes junto con el proceso al
procurador general de justicia o al subprocurador que corresponda para que las subsane, no se traduce en una invasión de
actividades del Juez hacia el Ministerio Público, pues el juzgador no es quien formula el pliego acusatorio, ni orienta a aquél respecto
a la forma en que debe hacerlo, o con qué pruebas debe realizarlo, pues lo único que le solicita es que cumpla con la obligación que
la ley le impone de realizar correctamente su función, en la elaboración del pliego de acusación, de manera que ello no vulnera el
interés de la sociedad que busca se sancionen las conductas delictuosas y no se deja en estado de indefensión al procesado y a su
defensa para que conozcan con exactitud de lo que se acusa y puedan responder a ello; máxime que el debido proceso a favor del
procesado no implica otorgarle una ventaja indebida al capitalizar procesalmente un error del Ministerio Público al presentar
conclusiones imprecisas, sino proteger el interés de la sociedad de que no queden impunes conductas delictivas por errores técnicos
del órgano que los representa; ello, aunado a que ningún interés particular puede estar por encima del interés general de evitar la
impunidad.” .
Bajo estas premisas, la suscrita considera que, ante la deficiencia de las conclusiones de la Fiscalía, lo
procedente es declarar sin efecto jurídico la sentencia dictada a ELIMINADO por la conducta antisocial tipificada como
delitos de Secuestro Simulado, con fecha 17 diecisiete de Mayo del año 2013 dos mil trece, por el Juez Especializado en
Justicia para Menores de la Capital del Estado, dentro del Proceso especial número 112/2012 y, en su lugar, ordenar la
reposición del procedimiento a partir del proveído mediante el cual se tuvieron por recibidas las conclusiones acusatorias,
para efecto de que:
1.- Se dicte proveído en el que se declaren deficientes las conclusiones acusatorias del Ministerio Público.
2.- De conformidad con los artículos 324 y 325 de la Ley Procesal Penal, se envíen a la brevedad y previa
notificación personal del auto respectivo, las conclusiones, junto con las constancias del proceso, al Procurador General
de Justicia del Estado, haciendo de su conocimiento las deficiencias y omisiones que se observan en relación a las
mismas, para que dentro del término legal que le asiste, las confirme, revoque o modifique, atendiendo a que, si
transcurrido el plazo legal no se recibe respuesta, se entenderá que han sido confirmadas.
3.- Contestada la vista o una vez agotado el término legal, se continúe el procedimiento conforme a lo
dispuesto por los artículos 326, 327 y 336 del Código de Procedimientos Penales aplicado de manera supletoria a la Ley
de Justicia para Menores del Estado hasta dictar sentencia conforme a derecho.
Debiéndose considerar para tales efectos que el párrafo segundo del artículo 170 de la Ley de Justicia para
Menores en el Estado que determina que: “La reposición del juicio deberá celebrarse por un juez distinto del que emitió la
sentencia.”.
En mérito de lo anterior, por las razones ya expresadas, manifiesto, en parte, mi disentimiento con el
proyecto aprobado por la mayoría que modifica la sentencia sujeta a revisión, a fin de ser congruente con el criterio que,
como ponente, sustenté dentro del Toca Especial de apelación tramitado en la Sala de mi adscripción bajo el número
16/2013, el cual se relaciona con el mismo proceso penal 112/2012 del Juzgado Especializado para Menores, por lo que
hace al diverso menor coacusado ELIMINADO. --------------------------------------------------------------------------------------------------
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