Universidad de Colima “LA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD EN EL RÉGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES.” Tesis que para obtener el grado de: Maestro en Fiscal Presenta: TEODORO REYES FONG Asesor: M.F. MARTÍN ÁLVAREZ OCHOA Colima, Col.; Septiembre de 2004. DEDICATORIA. Gracias a Dios, por darme salud y las condiciones necesarias para poder lograr mis metas en la vida. Dedico este trabajo a mis Padres, quienes con su apoyo y orientación han moldeado y logrado en mí, la persona que hoy soy. A mis hermanos Omar, Xitlali, Adrian y Oscar, quienes han motivado a que logre mis metas, siendo este trabajo de investigación una de ellas. Por la invaluable confianza que mis Tíos Teresita, Sergio, Trinidad y David, han depositado en mí, y quienes siempre me han brindado su cariño y apoyo, gracias. A las dos estrellas que guían mi existir; Alida, mi compañera de vida, gracias por tus desvelos, motivación y apoyo incondicional que me has dedicado, para que hoy pueda terminar este trabajo de investigación y lograr cuanto me he propuesto en la vida; te amo; y Jazmín mi hija, pues con tu llegada a este mundo colmaste de dicha y felicidad el hogar en que vivimos, y has sido la inspiración que me ha impulsado a llevar a cabo el presente trabajo; te amo pequeñita. Agradezco también a todos los maestros que a lo largo de mi vida, han contribuido con sus esfuerzos para mi formación escolar. Gracias, Martín mi asesor en el presente trabajo y amigo de hace años por el tiempo, orientación y dedicación, que me has brindado. “LA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD, EN EL REGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES” RESUMEN La ley del impuesto sobre la renta presenta una irregularidad doctrinal por desatención al principio constitucional de equidad y proporcionalidad, porque el régimen intermedio de actividades empresariales únicamente se aplica a personas físicas con actividades empresariales, excluyendo del mismo a aquellas cuyos ingresos provienen de la prestación de servicios profesionales. En el régimen de actividades empresariales y profesionales de la ley del impuesto sobre la renta, con las mismas disposiciones se regulan ambos tipos de actividades, se entiende que los dos sujetos son jurídicamente iguales para determinar el pago del impuesto, y por ello se les imponen obligaciones similares, así se presenta la violación al principio Constitucional de equidad y proporcionalidad, puesto que en un régimen se permite que tributen ambos grupos y en el otro se excluye a uno de ellos. El objetivo de este trabajo es demostrar la falta de observancia a dicho principio Constitucional en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales. ” INFRINGEMENT TO THE CONSTITUTIONAL START OF PROPORTIONALITY AND EQUITY FOR THE INTERMEDIATE REGIMEN OF THE PHYSICS PEOPLE WITH MANAGEMENT ACTIVITIES ” SUMMARY The law of the income tax presents a doctrinal irregularity by neglecting the constitutional start of proportionality and equity because the intermediate regimen of management activities is applied only on physics people with management activities, excluding those people whose incomes come from by offering professional services. In the regimen of professional and management activities of the income tax law, professional and management activities are regulated with the same dispositions, it is understood that both moral and physical people, are legally equal to determine the payment of taxes, and that is why similar obligations are imposed, this is the way in how the start constitutional of equity and proportionality are infringed, since in a regimen both groups are permitted to pay and in the other group one of them is excluded. The goal of this work is to prove the lack of observance to such constitutional start in the intermediate regimen of the physical people with management activities. INDICE INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 1 METODOLOGÍA................................................................................................................. 3 CAPITUO I.- CONCEPTO Y NATURALEZA DEL DERECHO FISCAL 1.1 Objeto del derecho fiscal .................................................................................................. 9 1.2 Justificación del derecho fiscal......................................................................................... 12 1.3 Definición de derecho fiscal ............................................................................................. 15 1.4 La legalidad tributaria....................................................................................................... 17 1.5 Principio de Constitucionalidad ....................................................................................... 19 1.6 Fuentes del derecho fiscal................................................................................................. 22 CAPITULO II.- PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES EN DERECHO FISCAL 2.1 Clasificación ..................................................................................................................... 37 2.2 Principio de obligatoriedad............................................................................................... 39 2.3 Principio de generalidad ................................................................................................... 40 2.4 Principio de vinculación con el gasto público .................................................................. 42 2.5 Principio de proporcionalidad y equidad.......................................................................... 42 2.6 Principio de legalidad ....................................................................................................... 58 CAPITULO III.- REGÍMENES DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y PROFESIONALES 3.1 Régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales .................... 59 3.2 Régimen de las personas físicas con actividades empresariales y profesionales ............. 98 CAPITULO IV.- CASO PRACTICO 4.1 Régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales .................... 122 4.2 Régimen de las personas físicas con actividades empresariales y profesionales ............. 124 CAPITULO V.- INCONSTITUCIONALIDAD DEL REGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES. 5.1 La violación al principio Constitucional de proporcionalidad y equidad......................... 126 CONCLUSIONES ................................................................................................................ 129 SUGERENCIAS ................................................................................................................... 130 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 132 INTRODUCCION Un pilar fundamental del derecho fiscal está constituido por el llamado principio de Constitucionalidad, el cuál, en términos generales, implica una sumisión a las características esenciales del orden jurídico que nos guía, puesto que no basta con que la relación jurídicotributaria se rija por lo que previa y expresamente determine la ley aplicable, sino que esta ley debe encontrarse además fundada en los correspondientes preceptos Constitucionales, o al menos, debe evitar contradecirlos. Dicho en otras palabras, siempre debe existir una evidente subordinación de la norma fiscal hacia la Constitucional que demuestre que se ha dado cumplimiento al expedir la primera, a las reglas que derivan de la jerarquía normativa. Los principios de proporcionalidad y equidad, cuya significación conceptual es de la mayor importancia para determinar los lineamientos esenciales de nuestro sistema tributario en general, aparecen consignados en la parte final de la fracción IV del artículo 31 Constitucional, que señala que los obligados a contribuir a los gastos públicos deben hacerlo de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes. De esta forma el elemento de proporcionalidad y equidad mira fundamentalmente a la generalidad de la obligación, en estos términos, cuando la ley no es general, ya sólo por ello es desproporcional e inequitativa; dicho de otra manera, el principio de proporcionalidad y equidad está constituido por la igualdad, esto significa que para el debido acatamiento del principio, las leyes tributarias deben otorgar el mismo tratamiento a todos los sujetos pasivos que se encuentren colocados en idéntica situación, sin llevar a cabo discriminaciones indebidas y, por ende, contrarias a toda noción de justicia. Dentro de este contexto, el principio de equidad va a significar la igualdad ante la misma ley tributaria de todos los sujetos pasivos de un mismo tributo; los que, en tales condiciones, deben recibir un tratamiento idéntico en lo concerniente a hipótesis de causación, de ingresos gravables, deducciones permitidas, plazos de pago, etc. En esencia, la equidad atiende a la igualdad en la regulación de todos los elementos integrantes del tributo o contribución, con excepción de las tasas, cuotas o tarifas. 1 De esta forma, para personas físicas que realizan actividades empresariales, la ley del impuesto sobre la renta dispone un “régimen intermedio” de causación del impuesto sobre la renta. Por éste pueden optar los empresarios cuyos ingresos en el ejercicio inmediato anterior no hubiesen sido superiores a 4 millones de pesos, brindándoles ciertas facilidades; siendo esto totalmente violatorio del principio Constitucional de proporcionalidad y equidad por excluir del mismo a las personas que obtienen ingresos por la prestación de un servicio personal independiente. La ley del impuesto sobre la renta presenta una irregularidad doctrinal por desatención al principio Constitucional de equidad, porque el régimen fiscal únicamente se aplica a las personas físicas con actividades empresariales, excluyendo del mismo a las personas físicas cuyos ingresos provienen de la prestación de servicios profesionales. Por tal motivo, al permitir la citada ley tributar en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales sólo a los empresarios y no a los profesionistas se configura la violación al principio Constitucional de equidad. Además si los sujetos pasivos son tratados desigualmente probablemente evadirán el pago de sus impuestos, trayendo como consecuencia un desequilibrio en el gasto social. De esta manera se considera necesario demostrar la violación al principio Constitucional de equidad en el régimen intermedio de las actividades empresariales y proponer una modificación a la redacción del artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta, justificándose totalmente esto porque al demostrar la violación al principio Constitucional de proporcionalidad y equidad, será necesario proponer la citada modificación al artículo 134 de la ley citada. Esta modificación que se propone a un articulo de la ley del impuesto sobre la renta, es importante porque permitirá que los profesionistas con poca capacidad económica y administrativa se puedan ir incorporando a las cadenas de comercialización de servicios; evitando que las pesadas cargas tributarias de otros regímenes fiscales, conlleven a una falta de interés en las actividades profesionales o posiblemente a la evasión del mismo impuesto. 2 METODOLOGÍA Toda investigación debe realizarse con base a una metodología que marque los lineamientos a seguir en cualquier etapa de la investigación, con el fin de asegurar la calidad y validez de la misma. La metodología seguida en el presente trabajo de investigación, es la que señala el libro metodología de la investigación de Hernández Sampieri, Fuentes Collado y Baptista Lucio, el cual establece las siguientes etapas para el desarrollo de todo trabajo de investigación: A. Concebir la idea a investigar. B. Plantear el problema de investigación. C. Elaborar el marco teórico. D. Definir el tipo de investigación. E. Establecer las hipótesis. F. Recolectar los datos para la investigación. G. Analizar los datos de la investigación. H. Presentar los resultados. 3 A.- CONCEBIR LA IDEA A INVESTIGAR. La idea a investigar se obtuvo a través de la aplicación del método deductivo partiendo de datos generales y por medio del razonamiento lógico, se dedujeron diversas alternativas. En la presente investigación la idea a investigar se concibió del análisis realizado de los principales problemas que se generan de la aplicación de la ley del impuesto sobre la renta, y la necesidad de investigar algunas figuras que aun cuando están dentro del marco de la legislación fiscal afectan a algunos grupos de contribuyentes, violando los principios de proporcionalidad y equidad, además de establecer cargas y obligaciones difíciles de cumplir ya que la aplicación de las leyes fiscales se ha vuelto muy compleja e ilegal, afectando así la seguridad jurídica de los contribuyentes. Del análisis de la problemática anterior, se determinó como tema de investigación la inconstitucionalidad en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales. El tema anterior, fué sometido al marco conceptual, jurídico, geográfico e histórico, y se determinó como tema del trabajo de investigación el denominado: “LA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD, EN EL REGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES” B.- PLANTEAR EL PROBLEMA DE INVESTIGACION. El problema de investigación, se planteó, al establecer los objetivos de estudio, las preguntas de investigación y la justificación del trabajo. 4 El objetivo general de esta investigación es demostrar la violación al principio constitucional de proporcionalidad y equidad en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, los planteamientos de este trabajo a investigar, pueden resumirse en las siguientes preguntas de investigación. ¿Quiénes pueden optar por tributar en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales de la ley del impuesto sobre la renta? ¿Cuál fue la exposición de motivos para la creación del régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales? ¿El régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, cumple con los principios de proporcionalidad y equidad de nuestra Constitución? En respuesta a los planteamientos antes descritos, se considera justificable el desarrollo de este trabajo de investigación porque al demostrar la violación al principio Constitucional de proporcionalidad y equidad, en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, será necesario proponer la citada modificación al artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta, esta modificación que se propone a un articulo de la ley citada es importante por que permitirá que los profesionistas con poca capacidad económica y administrativa se puedan ir incorporando a las cadenas de comercialización de servicios; evitando que las pesadas cargas tributarias de otros regímenes fiscales, conlleven a una falta de interés en las actividades profesionales o en la probable evasión del impuesto. C.- ELABORAR EL MARCO TEORICO. La elaboración del marco teórico, consiste en sustentar teóricamente el estudio, para ello se debe analizar y exponer las teorías, los enfoques teóricos, las investigaciones y los antecedentes en general que se consideren válidos para el correcto encuadre del estudio. 5 En la elaboración del marco teórico, se llevo a cabo la revisión de la literatura correspondiente y posteriormente la adopción de una teoría o desarrollo de una perspectiva teórica. En la revisión de la literatura se extrajo y recopiló la información necesaria que interesa para el trabajo de investigación, y de esta forma se obtuvo una perspectiva teórica de la legislación fiscal. La literatura revisada es la que aparece al final del presente trabajo de investigación, misma que sirvió de soporte para el desarrollo del mismo. D.- DEFINIR EL TIPO DE INVESTIGACION. De acuerdo a la fuente, la investigación a realizar, es documental, ya que es necesario analizar la información plasmada en las leyes, el análisis que de la misma hacen los autores y fiscalistas consultados. Atendiendo al tipo de investigación, esta es una combinación de un estudio deductivo correlacional, pues los datos que se obtengan serán el resultado del análisis deductivo que se haga de los documentos, para posteriormente correlacionarlos. E.- ESTABLECER LAS HIPÓTESIS. Las hipótesis, son explicaciones tentativas del fenómeno investigado formuladas a manera de proposiciones. Este trabajo de investigación es documental, y con el análisis realizado no se pretende demostrar lo que está plasmado en las leyes fiscales sino profundizar en una investigación que 6 lleve a una propuesta de reforma en la legislación fiscal, respecto a las deficiencias analizadas, por lo tanto no se establecen hipótesis a probar. Lo anterior, no limitó el desarrollo de la investigación pues de manera general se definieron como problemas a investigar, los problemas legales que existen en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales. Del problema general enunciado, se deriva el problema especifico de violación al principio Constitucional de proporcionalidad y equidad en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales. F.- RECOLECCION DE DATOS PARA LA INVESTIGACION. En la recolección de datos, se utilizaron los libros, revistas e información obtenida de internet. De los datos obtenidos se analizo su confiabilidad tomando en cuenta la forma de cómo esos mismos datos son tratados por diferentes autores expertos en la materia, así como su validez considerando el contenido especifico de los datos recopilados. Por su importancia se observaron y analizaron los datos plasmados en las leyes fiscales vigentes en este ejercicio y también la evolución que han tenido dichas leyes en el transcurso del tiempo. Los libros y revistas sirvieron para comparar los diferentes criterios, mismos que formaron parte fundamental en esta investigación y un elemento indispensable en la conclusión de la misma. 7 G.- ANALIZAR LOS DATOS DE LA INVESTIGACION. El análisis de los datos se llevó a cabo utilizando cuadros concentradores, donde se anotaron los problemas motivo de análisis de esta investigación. El análisis de cada problema se hizo de la siguiente forma: 1) Clasificación de la información recopilada; 2) Vaciado de la información a los cuadros concentradores; 3) Análisis y comparación de la información en los cuadros concentradores; 4) Deducción del análisis soportada en el marco teórico y 5) Elaboración de las conclusiones. H.- PRESENTAR LOS RESULTADOS. Esta etapa consistió en presentar el propio trabajo de investigación, el cual es el producto del análisis de los datos, tratando de hacerlo con claridad y sencillez. En este trabajo, se describe el estudio realizado, la forma como se realizó, los resultados y las conclusiones que se obtuvieron. 8 CAPITULO I.- CONCEPTO Y NATURALEZA DEL DERECHO FISCAL. 1.1 OBJETO DEL DERECHO FISCAL. El derecho fiscal es una disciplina muy compleja en su aplicación, pues produce la sensación de que sólo unas cuantas mentes privilegiadas tienen acceso a ella, y por lo mismo, gran cantidad de estudiantes universitarios se limitan únicamente a acreditar la materia, que forma parte de su plan de estudios, y en cuanto a optar por una especialización son pocos los que se interesan en ello. Esta disciplina por lo cambiante en sus preceptos, frecuentemente es tratada con poca importancia por los que se dedican al estudio jurídico. El Estado para llevar a cabo las actividades que le son propias, requiere de recursos financieros, mismos que por razones de orden lógico deben provenir en su mayor parte de los ciudadanos o gobernados, que son los que directamente se benefician con las obras y servicios de interés público. La relación Estado-gobernados es de carácter eminentemente económicosocial, puesto que si el Estado necesita de recursos económicos para implementar las funciones públicas, lo justo y apropiado es que tales recursos deban generarse casi totalmente de las aportaciones proporcionales derivadas de los ingresos o utilidades obtenidas por los ciudadanos que, gracias a estos satisfactores sociales, cuentan con las oportunidades adecuadas para llevar a cabo sus actividades productivas. La justificación de los tributos dentro de una economía se basa en la existencia de una doble necesidad, primero la que se garantice a la sociedad la satisfacción de una amplia gama de carencias lo cual no es posible lograr a través de los mecanismos usuales del mercado, oferta, demanda y precio; y por otra parte el Estado como organización política asume tales necesidades para su cometido estatal, tomando esas necesidades como públicas para así poder asegurar la provisión de los bienes y servicios que satisfagan las necesidades sociales, dicho de otra manera lo vinculan con el problema del financiamiento para el gasto social que garantice los recursos económicos necesarios. 9 Por ello el Estado toma una política no de convenciones sino de detracciones, pues esta es la única vía que le garantiza la suficiencia de los recursos, a través de medios coercitivos de una parte de la riqueza generada por los gobernados. La detracción como tal, no puede actuar sobre la riqueza general de la sociedad en su conjunto, sino que en forma prudente debe actuar sobre cada individuo en lo particular, con base en una cuidadosa elección a fin de que tal sacrificio sea considerado por cada gobernado como algo social y éticamente tolerable. La relación Estado-gobernados en cuanto a los servicios públicos tiene una gran importancia en los tiempos actuales, así lo señala Harold M.Sommers (1970): Durante los últimos siglos, el alcance de los gastos públicos ha tendido a aumentar constantemente. Las funciones tradicionales del Estado de salvaguardar a sus súbditos por medio de fuerzas policiacas y del ejercito, y de proveer un mínimo de servicios de tipo social, han dejado su lugar a un concepto mucho más amplio de las funciones del Estado. Es cierto que existen aún diferencias de opiniones muy fuertes acerca del grado en que el gobierno debe influir en la determinación del nivel de empleo y de la actividad económica. Sin embargo, el crecimiento de los servicios de salubridad pública, el auxilio de los desocupados, la provisión de elevadas normas educacionales, son indicadores de la actitud más moderna hacia las actividades gubernamentales. Todavía el gobierno intervendría sólo en los sectores que no tienen interés para la iniciativa privada, pero como estos sectores son tantos, aun el Estado más celoso de no interferir con la iniciativa privada tendría un campo de acción sumamente amplio para sus actividades. (P. 41). Esto muestra la gran relevancia que los estudiosos del derecho y de la economía otorgan al derecho fiscal; y es en este orden de ideas, que la relación bipartita a través de la cual los particulares se desprenden de parte de su riqueza o ganancia para contribuir a los gastos públicos debe ser meramente jurídica, es decir, debe encontrarse regulada por leyes. De 10 lo contrario, se caería en la arbitrariedad y discrecionalidad, ya que el Estado, con su pretexto y necesidad de bienes y recursos, podría fácilmente someter a la población a toda clase de confiscaciones sin otra causa que su libre albedrío y capricho. Remontándonos a la historia, encontramos un magnifico ejemplo; en Francia y en Rusia ambas absolutistas de los siglos XVI y XVII, todo habitante que no perteneciera a la nobleza estaba obligado a comprar al año una cantidad determinada de kilogramos de sal, fuera o no a utilizarla por concepto de “impuesto sobre la sal” (Lincoln, W. Bruce, 1981, p.42) con el fin de mantener los recursos necesarios para el gasto público. La legalidad financiera basa su origen en lo siguiente, la soberanía fiscal afecta los derechos de los ciudadanos como son, libertad y propiedad, mismos que pueden ser intervenidos por la administración financiera del Estado si existe una disposición legitima para ello; de este modo única y exclusivamente a través de la ley puede garantizarse que la necesaria vinculación económica entre el Estado y sus gobernados se desenvuelva en un marco de equidad. En este sentido la norma jurídica debe actuar a manera de un enunciado indicativo y limitativo. Es decir, por una parte debe indicar cuáles son las facultades o atribuciones del Estado y cuáles son las obligaciones de los particulares; y por la otra, hasta dónde llega la autoridad del poder público y cuáles son, los derechos de los contribuyentes quienes se oponen a la autoridad gubernamental, y los medios y procedimientos legales para ejercitar esos derechos que la Constitución otorga a todo gobernado. En efecto, el derecho fiscal tiene por objeto estudiar y analizar las diversas normas jurídicas que regulan la relación en virtud de la cual el Estado exige de los gobernados sometidos a su autoridad la entrega de determinadas prestaciones económicas para sufragar los gastos públicos, razón por la cual no es concebible que un asunto tan delicado como este pueda permanecer ajeno a la normatividad jurídica, en un país que aspira vivir en un estado de derecho, si a fin de cuentas, el contribuir al sostenimiento de los gastos públicos significa para el gobernado un sacrificio que indudablemente repercutirá en su nivel de vida, lo menos que puede exigirse es que previamente a dicha contribución existan leyes que de manera general, abstracta e impersonal establezcan su naturaleza, alcances, límites y consecuencias, para que el contribuyente sepa a qué y hasta dónde está obligado. 11 1.2 JUSTIFICACIÓN DEL DERECHO FISCAL. Todo conjunto de normas jurídicas se divide en dos partes, derecho objetivo y derecho subjetivo, el primero es el conjunto de normas que imponen obligaciones pero a su vez conceden derechos, en tanto que el segundo es lo que una norma permite, es decir, la posibilidad de omitir o hacer algo lícitamente. Por tanto en el derecho objetivo si no se cumple con la obligación se responde con una sanción, mientras que en el derecho subjetivo si no se cumple con la obligación no se responde de ninguna forma, el individuo es libre de decidir si hace algo o deja de hacerlo. El derecho se clasifica de la siguiente manera: 1. Objetivo: es el que si no se cumple con los mandatos se tiene una sanción, y se divide en: A. Público: el cual se subdivide en las siguientes ramas: a) Derecho constitucional b) Derecho administrativo c) Derecho financiero d) Derecho fiscal: conjunto de normas jurídicas que regulan la actividad del fisco en relación con los gobernados. e) Derecho presupuestario 12 B. Privado: mismo que se subdivide en las siguientes ramas: 1. Derecho mercantil 2. Derecho civil 3. Derecho procesal 2. Subjetivo: es el que se haga o no determinada cosa, no tiene sanción y se divide en: A. Público: es el que tiene la persona por el hecho de serlo. B. Privado: es el respeto al otro. C. Político: es el que se tiene cuando se actúa en calidad de ciudadano El derecho fiscal encuentra su justificación ya que actualmente el Estado cuenta con medios externos de captación de recursos para financiar su gasto, como empréstitos y las emisiones de bonos de deuda pública, lo cierto es que esos recursos no son lo suficientes para solventar todas las obligaciones del gobierno y por ello se tiene que recurrir a una captación de recursos internos, es decir, en un aumento de las contribuciones que los ciudadanos en general se encuentran obligados a aportar al Estado, precisamente para su sostenimiento. Esta claro que el hombre es un ser esencial y predominantemente social, pues dos de sus cualidades distintivas, que permiten además diferenciarlo de las otras criaturas que habitan la tierra, la inteligencia y el lenguaje, sólo pueden ejercitarse a través de la vida en sociedad. Es así como desde sus más remotos orígenes el hombre buscó la compañía de sus semejantes para poder subsistir y progresar. En un principio, el hombre integró comunidades nómadas que, al no poseer un asiento fijo, dificultaron enormemente el establecimiento de una auténtica vida social, no obstante, aun en aquellos conglomerados primitivos es factible advertir los primeros rudimentos de lo que posteriormente serían el Estado y el derecho. A pesar de su 13 condición nómada, aquellas primitivas comunidades requirieron de un jefe o guía al que por fuerza tuvieron que dotar de un cierto poder y autoridad, y, asimismo, tuvieron que desarrollar algunas normas obligatorias de convivencia, pues es otra verdad evidente que, paralelamente con su instinto social, el ser humano generó una notable capacidad autodestructiva como especie y como individuo, que perdura, debidamente perfeccionada, hasta nuestros días, basta con ver los noticieros. Después de varios siglos de nomadismo, caracterizados por una notable lucha de sobrevivencia en medio de un ambiente hostil y repelente, el hombre, mediante el descubrimiento de la agricultura, decide establecerse en sitios fijos que ofrecen una mayor seguridad y mejores condiciones de vida. Es así como, generalmente a orillas del mar, de ríos o lagos, surgen las primeras ciudades que con el tiempo se transformarían en las capitales de grandes imperios y naciones. Posteriormente surge el sedentarismo lo que ocasiono nuevos problemas, pues si bien es cierto que la vida en un solo lugar ofrece indudables perspectivas, entra las que destaca el poder dedicarse libre y tranquilamente a actividades productivas, también es cierto que para poder subsistir, cualquier asentamiento humano debe proveer y satisfacer una serie de necesidades básicas, que al afectar a todos los miembros de una población revisten el carácter de tareas colectivas; en esas condiciones los primeros núcleos sedentarios decidieron que, a fin de poder aprovechar plenamente las ventajas que este nuevo método de vida social les ofrecía, era conveniente asignar al poder público ya constituido una nueva tarea, la satisfacción de las necesidades colectivas. Tarea que vino a sumarse a las antiguas funciones nómadas de dirección de grupo, defensa e impartición de justicia. Con el pasar de los años, las que fueron tareas muy sencillas como construcción de calles y edificios destinados a la función pública, evolucionaron enormemente hasta convertirse en los modernos servicios de comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas; de transportación colectiva, de agua potable, drenaje y alcantarillado; de regulación del crédito y la banca, y muchos otros más, pero que exigen al Estado un gran esfuerzo y sobre todo un gasto social elevado. Por ende la decisión de encomendar al Estado todas estas funciones trajo como resultado la obligación de proporcionarle los medios y recursos apropiados para ello, fue así como se pensó que si gracias a la satisfacción de las necesidades colectivas los miembros 14 de una comunidad podían dedicarse cómodamente a la realización de actividades productivas, lo correcto sería que parte de las riquezas o ganancias que obtuvieran los ciudadanos fueran a las arcas del erario público para cubrir el costo total de los servicios públicos, mismos que serían en beneficio colectivo. De esta forma la existencia de la relación jurídico-tributaria se justifica pues al pasar del nomadismo a la vida sedentaria, para poder dedicarse con mayor facilidad a actividades fundamentalmente lucrativas, el conglomerado social obligó a sus componentes a sacrificar una parte de sus ganancias obtenidas para allegar al gobierno de los fondos económicos necesarios para la satisfacción de todas las necesidades colectivas, sin cuya atención ningún núcleo social puede subsistir. 1.3 DEFINICIÓN DEL DERECHO FISCAL. Su raíz la encontramos en la palabra fiscum, que en latín significa bolsa o cesto, su nexo con nuestra disciplina procede del particular sistema de recaudación impositiva puesto en práctica en Roma; la organización familiar y social de esta civilización se encontraba basada en un sistema patriarcal, el cual obligaba al denominado pater familias, a asumir una serie de funciones, mismas que las debería realizar a nombre de su familia, entendida ésta última en sentido amplio, esposa, hijos, nueras, yernos, nietos y esclavos. Entre las funciones a que se encontraba obligado el pater familias estaba la de llevar un libro diario, en el que de manera detallada debía anotar todos los ingresos y gastos de la familia, dicho libro servía para calcular y determinar los impuestos con los que anualmente debía contribuir para el sostenimiento de su imperio. Una vez al año se presentaban los recaudadores en su domicilio, revisaban el libro y le notificaban la cantidad que debía pagar, misma que era cubierta en ese instante, mediante el deposito de su importe en la abertura que tenia el cesto, este cesto era llevado por el recaudador adherido al brazo y bien sellado. Lo anterior dio origen a que popularmente se les 15 llamara a los recaudadores fiscum, y la palabra se utilizó indistintamente para identificar al órgano del gobierno encargado de la recaudación de los impuestos, o bien a la función del propio Estado que tiene por objeto obtener recursos económicos de sus gobernados para cubrir los gastos sociales. Por ende en la actualidad el término derecho fiscal se refiere al conjunto de normas jurídicas que regulan la actividad del fisco, entendiéndose por este último al órgano del Estado encargado de la determinación, liquidación y administración de los tributos. De esta forma resulta evidente que el derecho fiscal sólo puede ser considerado como una rama del derecho público, puesto que la naturaleza de la relación jurídico-tributaria está caracterizada por un vínculo establecido entre dos sujetos de distinta categoría, por una parte el Estado como entidad soberana y por la otra los contribuyentes como particulares subordinados a la autoridad que del primero emana. El contenido fundamental del derecho fiscal esta constituido por normas jurídicas, y por encima de ellas existen una serie de principios rectores que, a manera de guía señalan e indican las características fundamentales a las que debe encontrarse sujeta la relación jurídicotributaria. Estos principios constituyen los cimientos de nuestra materia, y deben ser tomados en cuenta por el legislador al elaborar el contenido de las normas jurídico-tributarias, pues son los que imprimen a la ley tributaria el sello de justicia, de equidad y legalidad. Son principios que a través de varios siglos los especialistas han diseñado para convertir al derecho fiscal en un instrumento del estado de derecho, y que en una u otra forma se han incorporado a la gran mayoría de las Constituciones Políticas del mundo occidental, entre ellas la nuestra, lo que hace que sean de mucho mayor importancia que las normas jurídicas ordinarias, ya que sus enunciados generales deben encontrarse reflejados en el detalle de cada norma jurídica, si es que se desea estructurar un verdadero ordenamiento fiscal. El derecho fiscal se resume como un conjunto de normas que regulan la relación del Estado con los ciudadanos que resultan obligados a contribuir con una parte proporcional de sus ingresos, al sostenimiento del primero. 16 1.4 LEGALIDAD TRIBUTARIA. El derecho fiscal es un conjunto de leyes de orden público, y por ello toda actividad fiscal debe encontrarse enmarcada por la ley. El principio de legalidad tributaria es la base del derecho tributario, puesto que actúa como una importante limitación del poder público y como una protección de derechos de los ciudadanos; pues si bien otorga a los funcionarios públicos la facultad de exigir a los ciudadanos el pago de contribuciones o el despojo de una parte de sus ingresos o riqueza generada para el sostenimiento del Estado, también puede prestarse para la comisión de toda clase de abusos e injusticias en contra de los mismos. Por ello es muy importante que de antemano existan leyes muy precisas y hago hincapié en este termino, que delimiten los actos de los funcionarios públicos, y a la vez permitan a los ciudadanos conocer hasta que punto el poder público, puede llevar a cabo sus acciones, impidiendo con ello el desarrollo de conductas abusivas, deshonestas y discrecionales, por parte de la autoridad. La obtención de los medios para el reparto de los costos de producción de los bienes y servicios públicos entre los integrantes de una sociedad, tales como seguridad, educación, salud, etc., se lleva a cabo con la obtención de los tributos, mismos que relacionados con el tema de la justicia, significa que esa obtención no puede hacerse de cualquier manera, sino que conforme a la forma y modo que la justicia lo apruebe. El principio de legalidad tributaria tiene su fundamento en la fracción IV del artículo 31 Constitucional, al establecer que es obligación de los mexicanos contribuir al gasto público tanto de la Federación, Distrito Federal, Estado y Municipio en que residan, “de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). En otras palabras, sólo se está obligado al pago de contribuciones cuando al menos los elementos fundamentales de éstos: sujeto, objeto, base, tasa o tarifa, estén contenidos en una ley. Y las leyes sólo las dictan los órganos legislativos, no la autoridad administrativa. 17 De acuerdo a lo señalado en el párrafo anterior, encontramos que: 1. Todo acto de los ciudadanos obligados a contribuir al gasto público, debe estar subordinado a la ley, debiéndose abstener de actuar en contra de ella. 2. La ley es el elemento rector del ejercicio del poder, pues regula, faculta y limita los actos que las autoridades administrativas pueden llevar a cabo en el ejercicio de sus funciones públicas, eliminando con ello la arbitrariedad de las autoridades fiscales o la determinación de impuestos imprevisibles e injustos. 3. La ley, si bien es cierto, que faculta a las autoridades, también faculta a los ciudadanos para actuar y cumplir con sus obligaciones, bajo el abrigo de esta, dando con ello seguridad jurídica para que los ciudadanos puedan conocer en forma cierta como contribuirán para el gasto público. La siguiente tesis jurisprudencial, ayuda a entender la definición de legalidad tributaria: .....examinando atentamente este principio de legalidad, a la luz del sistema general que informa nuestras disposiciones constitucionales en materia impositiva y su evolución racional e histórica, se encuentra que la necesidad de que la carga tributaria de los gobernados esté establecida en una ley no significa tan sólo que el acto creador del impuesto deba emanar de aquel poder que, conforme a la Constitución del Estado, está encargado de la función legislativa, ya que así se satisface la exigencia de que sean los propios gobernados, a través de sus representantes, los que determinen las cargas fiscales que deben soportar, sino fundamentalmente que los caracteres esenciales del impuesto y la forma, contenido y alcance de la obligación tributaria, estén consignados de manera expresa en la ley, de tal modo que no quede margen para la arbitrariedad de las autoridades exactoras ni para el cobro de impuestos imprevisibles o a título particular, sino que el sujeto 18 pasivo de la relación tributaria pueda, en todo momento, conocer la forma cierta de contribuir para los gastos públicos del Estado, y a la autoridad no queda otra cosa sino aplicar las disposiciones generales de observancia obligatoria, dictadas con anterioridad al caso concreto de cada causante. Esto, por lo demás, es consecuencia del principio general de legalidad, conforme al cual, ningún órgano del Estado puede realizar actos individuales que no estén previstos y autorizados por disposición general anterior, y está reconocido por el Artículo14 de nuestra ley fundamental. Lo contrario, es decir, la arbitrariedad en la imposición, la imprevisibilidad en las cargas tributarias y los impuestos que no tengan un claro apoyo legal, deben considerarse absolutamente proscritos en el régimen constitucional mexicano, sea cual fuere el pretexto con que pretenda justificárseles. (Semanario judicial de la Federación, quinta época, tomo LXXXI, p. 6374). En síntesis el principio de legalidad opera como una balanza que busca el justo y adecuado equilibrio entre los dos sujetos que normalmente intervienen en la relación jurídico-tributaria, al sujetar la acción tanto del fisco como de los contribuyentes al cumplimiento de un régimen legal específico, cuyo contenido debe ser eminentemente equitativo. Es por ello que representa la piedra angular en la que el derecho fiscal se sustenta. Es decir, el principio de legalidad significa que la ley debe establecer o definir cuáles son los elementos de la obligación tributaria, como son: sujeto, objeto, base, tasa o tarifa; pues de lo contrario quedarían al arbitrio de la autoridad hacendaria. 1.5 PRINCIPIO DE CONSTITUCIONALIDAD. Este principio justifica y complementa al de legalidad. Es un principio que basa su existencia en una norma suprema que es la Constitución. El grado máximo en las leyes 19 corresponde a la Constitución, pues es esta la que tiene respecto a las normas que le son inferiores, dos propiedades: una de regular su creación y la otra de establecer preceptos que deben ser respetados por las normas inferiores. Es la Constitución la norma que establece los principios fundamentales de todo el orden jurídico a manera de enunciados generales, lo que significa que las normas inferiores que derivan de ella no pueden, bajo ninguna circunstancia, contradecirla o alterar el sentido de esos enunciados. Siempre que se inicie el estudio de un tema, lo primero que se debe hacer es analizar su origen Constitucional, para evaluar su contenido, pues de no existir la necesaria adecuación entre su regulación normativa y lo que la Constitución disponga en ese sentido, tal regulación, resultara carente de validez jurídica. En resumen las leyes fiscales, para resultar válidas y aplicables deben adecuarse, a los principios fundamentales, pues en caso contrario, los gobernados que resulten afectados por sus disposiciones pueden demandar su inconstitucionalidad a través de los medios correspondientes. Es por ello que resulte normal que las cuestiones fiscales sean motivo de preocupación de los contadores públicos que intervienen con anterioridad al surgimiento de problemas; no son raros los casos en que estos profesionistas, al estar en contacto constante con las normas jurídicas tributarias, se sientan estimulados a iniciar el estudio de la licenciatura en derecho. Algunos trabajos de investigación sirven para despertar en los contadores la inquietud por enriquecer su conocimiento técnico con el análisis jurídico de los problemas que constituyen su ocupación habitual. Todo contador público debe poder hacer una correcta interpretación de la fracción IV del artículo 31 Constitucional, el principio de proporcionalidad, separado y diferenciado de equidad, se estructura dentro de nuestro derecho fiscal atendiendo a los siguientes elementos primordiales: 20 1. La capacidad económica de los ciudadanos, a fin de que cada uno de ellos contribuya cualitativamente en función de dicha capacidad. 2. Una parte justa y adecuada de los ingresos, utilidades o rendimientos percibidos por cada causante como factor determinante para fijar la base gravable. 3. Las fuentes de riqueza disponibles y existentes en el País, entre las cuales deben ser distribuidas en forma equilibrada todas las cargas tributarias, con el objeto de que no sean sólo una o dos de ellas las que la soporten en su totalidad. Sobre este punto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación a definido interesantes enfoques sobre este controversial tema de la proporcionalidad. De esta manera, la siguiente tesis cuyo titulo es “PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD TRIBUTARIAS. FALTA DE, DEPENDE DE CIRCUNSTANCIAS GENERALES”, plantea que para determinar si una contribución cumple con estos requisitos no procede analizar la situación económica particular del quejoso, sino la falta de estos requisitos Constitucionales, transcribo una parte de lo que dice esa Tesis, “...depende de circunstancias generales. El carácter desproporcionado o inequitativo de una contribución únicamente puede derivar, por la propia naturaleza de la ley fiscal que la establece, de su relación con el conjunto de los sujetos pasivos” (Semanario judicial de la Federación, 8ª. época, tomo III, tesis 13/89, p. 32). De lo anterior se deduce que la falta de proporcionalidad de una contribución no deriva del impacto económico del tributo en cada contribuyente en lo individual, sino del impacto general que la disposición legal que lo contiene causa. Es frecuente que al impugnarse una norma tributaria como violatoria del principio de proporcionalidad, se expresen argumentos y se aporten pruebas en relación al impacto desproporcional que produce en el quejoso la aplicación de tal precepto. Sin embargo, conforme a los criterios a que se alude, dada la generalidad de la ley, lo que la puede hacer inconstitucional por el motivo mencionado es que a todos los contribuyentes que sean sus destinatarios les produzca ese impacto desproporcionado y no sólo que eso se dé en cuanto a uno de ellos. 21 El principio de equidad, se define como el que establece que las leyes tributarias deben otorgar un tratamiento igualitario a todos los contribuyentes de un mismo tributo en todos los aspectos de la relación jurídico tributaria, con excepción de lo relativo a las tasas o tarifas, las cuales deberán de tomar en cuenta criterios de progresividad. La equidad se refiere a que frente a una situación jurídica fiscal, todos los contribuyentes o grupos de los mismos, pueden adquirir las mismos obligaciones y derechos. Otro principio importante en materia fiscal es como ya se menciono con anterioridad, el principio de legalidad, en el cual se entiende que la autoridad hacendaria no puede llevar a cabo acto alguno o realizar función alguna dentro del ámbito fiscal, sin encontrarse previa y expresamente facultada para ello por una ley aplicable al caso; por otro lado los contribuyentes sólo se encuentran obligados a cumplir con los deberes que previa y expresamente les impongan las leyes aplicables y exclusivamente pueden hacer valer ante el fisco los derechos que esas mismas leyes les otorgan. De ahí surge la importancia de una adecuada interpretación de la ley fiscal. 1.6 FUENTES DEL DERECHO FISCAL. Al hablar de fuentes del derecho fiscal, se hace alusión a los procedimientos encaminados a la creación y estructuración de las normas jurídico tributarias, el término fuente se refiere al sitio en donde tiene su origen, y desde las disposiciones jurídicas al sitio en que ha salido de la vida social para formar el derecho. El Estado como tal, es el único creador del orden jurídico, y por ende la fuente del derecho se define como los procedimientos o procesos para la creación de las normas jurídicas. 22 Las fuentes formales del derecho fiscal son las siguientes: 1. La Constitución. 2. La ley. 3. Los reglamentos. 4. Los decretos-ley. 5. Los decretos-delegados. 6. La jurisprudencia. 7. Los tratados internacionales. 8. Las circulares y criterios de las autoridades fiscales. 1.6.1 LA CONSTITUCIÓN. La piedra angular de todo el orden jurídico fiscal es la Constitución, pues de ella derivan las normas restantes que lo componen, las que para ser validas, deben ajustarse en todo a sus principios. La Constitución es pues la fuente primaria del derecho fiscal, ya que va a proporcionar los lineamientos fundamentales y básicos en los que deberán basarse la legislación fiscal. La Constitución no solo es la fuente del derecho fiscal, sino de todo el derecho como tal, ya que aquella, determina la estructura del Estado, la forma de gobierno, la competencia de los órganos constitucionales y administrativos, los deberes y derechos de los gobernados. 23 Además una parte importante de los preceptos constitucionales, así como algunas de las garantías individuales, mantienen una referencia a diversos aspectos del orden fiscal. Así pues en primer término está la Constitución y en segundo lugar las leyes, pues en la primera aparecen consignados los principios rectores del orden jurídico-fiscal. En relación con esto el artículo 133 de nuestra Carta Magna dice: Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que puedan haber en las constituciones o leyes de los Estados. (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). 1.6.2 LA LEY. La ley es en el derecho fiscal, la fuente formal más importante, ya que para que tengan validez, absolutamente todas las relaciones del ámbito tributario deben encontrarse previstas y reglamentadas por una ley. La creación de las leyes en nuestro derecho, se encuentra fundamentado en los artículos 71 y 72 de nuestra Carta Magna, mismos que para la formación de leyes en materia fiscal establece algunos lineamientos de sumo interés. El proceso legislativo tiene su origen en la presentación ante los órganos del poder público encargados de legislar, de un proyecto de iniciativa de ley, el cual deberá ser estudiado, revisado, valorado, reformado, adicionado para, por último sea aprobado o rechazado. Dicha función se encuentra encomendada al Congreso de la Unión, mismo que se encuentra dividido en dos cámaras, la de diputados y la de senadores. 24 Los diputados son los representantes del pueblo, dependiendo de ello a cada Entidad Federativa le corresponde un mayor o menor número, según la densidad de su población. En cambio los senadores son los representantes de las Entidades Federativas ante el Gobierno Federal, por ello cada Entidad únicamente tiene derecho a elegir solo dos senadores, independientemente de su densidad o dimensiones geográficas. Toda iniciativa de ley, como regla general se presenta indistintamente ante cualquiera de las cámaras, la cámara que recibe la iniciativa, se denomina cámara de origen, en tanto la otra se le denomina cámara revisora. Toda iniciativa de ley que se desea convertir en un nuevo texto legal, debe estar lo más completa que sea posible, pues aunque las cámaras legisladoras pueden introducirle reformas y adiciones que juzguen convenientes, quien presenta el proyecto está obligado a efectuar un trabajo profesional, como si él fuera el único y verdadero legislador. Y más aun tratándose de leyes fiscales, en donde por su especial contenido, no es fácil contar con diputados y senadores con los conocimientos y la preparación adecuada para sugerir reformas y adiciones atinadas. Conforme a lo establecido en nuestra Carta Magna en especifico en su artículo 71, el derecho para iniciar leyes en nuestro país corresponde a: 1. El presidente de la República. 2. A los diputados y senadores al Congreso de la Unión y 3. A las legislaturas de los Estados. Estas iniciativas de leyes fiscales pueden provenir de cualquiera de estos tres órganos. Hablando en materia fiscal, objeto de estudio en el presente trabajo de investigación; el artículo 72 de nuestra Constitución establece una importante excepción al señalar que: 25 La formación de las leyes o decretos puede comenzar indistintamente en cualquiera de las dos Cámaras, con excepción de los proyectos que versaren sobre empréstitos, contribuciones o impuestos, o sobre reclutamiento de tropas, todos los cuales deberán discutirse primero en la Cámara de Diputados. (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). Esto significa que en la formación de leyes fiscales, la cámara de diputados será siempre la cámara de origen, y la de senadores la revisora, por lo que todas la iniciativas de ley en materia fiscal deberán presentarse primero en la cámara de diputados. Una vez que la iniciativa de ley tributaria es presentada ante la cámara de diputados o cámara de origen, se inicia el debate camaral, que puede conducir a su aprobación como a su rechazo definitivo dentro del período de sesiones en que se haya dado a conocer. El texto del artículo 72 de nuestra Constitución, establece las reglas generales que norman la conducción del debate y discusión en las cámaras, siendo como sigue: 1. Una vez que el proyecto de ley fiscal es aprobado en la cámara de diputados, pasa para su discusión a la de senadores o cámara revisora, y si en esta última se aprueba, se enviará al Ejecutivo para su publicación. Si algún proyecto de ley se desechara en su totalidad por la cámara de senadores, volverá a la cámara de diputados con las observaciones que se hubieran hecho. Si examinado nuevamente, fuera aprobado volverá a la cámara de senadores, la cual deberá tomarlo de nuevo en consideración, y si lo aprueban pasará al Ejecutivo para su publicación. Pero si lo rechazaran de nuevo, no podrá volver a presentarse en el mismo período de sesiones. 2. Si fuese desechado en parte el proyecto de ley fiscal, modificado, o adicionado por la cámara de senadores, la discusión de la cámara de diputados será únicamente sobre lo desechado, reformado o adicionado sin poder alterarse los artículos aprobados. 26 3. Si las reformas o adiciones hechas por la cámara de senadores se aprobaran por la mayoría absoluta de los votos presentes en la cámara de diputados, se pasará todo el proyecto al Ejecutivo, para que sea publicado. Pero si las reformas o adiciones hechas por la cámara de senadores, fuesen reprobadas por la mayoría de votos en la cámara de diputados, volverán a aquélla para que tome en consideración las razones de ésta, y si por mayoría absoluta de votos presentes se desecharen en esta segunda revisión dichas reformas o adiciones, el proyecto, en lo que haya sido aprobado por ambas cámaras se pasará al Ejecutivo para su publicación. 4. Sin embargo, si la cámara de senadores insistiere por la mayoría absoluta de votos presentes, en las reformas o adiciones al proyecto de ley, todo el proyecto no volverá a presentarse sino hasta el siguiente período de sesiones, a no ser que ambas cámaras acuerden, por la mayoría absoluta de sus miembros presentes, que se expida la ley sólo con los artículos aprobados y que se reserven los reformados o adicionados para su examen y votación en sesiones siguientes. Todo proyecto de ley desechado por la cámara de diputados, no podrá volver a presentarse en las sesiones del año. 5. Todas las votaciones de ley serán nominales. Un debate camaral en estos términos permite, un proyecto democrático, y la oportunidad de revisar todo el contenido y efectos de un proyecto de ley fiscal, a fin de que al ser aprobado pueda resolver los problemas sociales o económicos del país, para el cual fue propuesto. En cambio las discusiones apresuradas sólo conllevan a situaciones injustas e inoportunas rectificaciones, que lo único que consiguen es el rechazo social por la falta de cuidado de los legisladores. Una vez que es aprobado por ambas cámaras, la iniciativa de ley fiscal, debe pasar al Ejecutivo para su promulgación y publicación. No obstante, el Presidente de la República cuenta con diez días para manifestar su rechazo o aceptación, presentándose en el primer caso el veto y en el segundo la sanción la cual puede ser expresa o tácita. 27 El veto presidencial es la oposición o la formulación de reformas o adiciones por el Ejecutivo a un proyecto de ley que fue aprobado por el Congreso de la Unión, y el procedimiento para llevarlo a cabo es el siguiente: 1. El proyecto de ley desechado por el Ejecutivo, será devuelto, con las observaciones, a la cámara de diputados. 2. El proyecto devuelto deberá ser discutido por dicha cámara, y si fuere aprobado por las dos terceras partes del total de votos, pasará a la cámara de senadores, si en ésta fuera sancionado por la misma mayoría, el proyecto tendrá en carácter de ley y se enviará de nuevo al Ejecutivo para su promulgación y publicación. 3. En caso de que el proyecto no alcanzara la mayoría requerida en cualquiera de las dos cámaras, el veto presidencial habrá surtido efecto, y la misma no podrá volver a presentarse en el mismo período de sesiones. En cuanto a la sanción o aprobación de un proyecto de ley por parte del Ejecutivo enviado por el congreso, puede adoptar dos formas, sanción expresa o sanción tácita, la primera de ellas se da cuando el Presidente manda promulgar y publicar una ley, porque está de acuerdo con ella o porque su rechazo u observaciones han sido desestimadas por las dos terceras partes de los miembros de ambas cámaras; la segunda se presenta cuando el Ejecutivo deja que transcurra el plazo de diez días hábiles sin devolver con observaciones el proyecto de ley fiscal a la cámara de diputados. La promulgación y publicación de una ley, constituyen los actos a través de los cuales el Ejecutivo da a conocer a los gobernados una ley aprobada por el Congreso de la Unión y sancionada por él mismo. Diferenciando ambos términos tenemos que, la promulgación es el acto a través del cual el Ejecutivo reconoce solemnemente que una ley ha sido aprobada conforme al proceso de ley establecido en la Constitución, en tanto que la publicación es el hecho material de plasmarla en el Diario Oficial de la Federación para que de esa forma pueda 28 ser conocida y obedecida a su entrada en vigor, por los gobernados que se ubiquen en las situaciones legales correspondientes. Por otra parte para que una ley fiscal sea obedecida debe estar firmada por el secretario de despacho, encargado del ramo que corresponda, a esto se le denomina refrendo ministerial; el objetivo del refrendo es vincular a los Secretarios del Estado con los actos del Presidente de la República. Así pues, las leyes fiscales que fueron aprobadas por el Congreso de la Unión, sancionadas y promulgadas por el Ejecutivo Federal, refrendadas por el Secretario de Hacienda y Crédito Público y publicadas en el Diario Oficial de la Federación, reúnen los requisitos para entrar en vigor. De acuerdo con esto en nuestro sistema jurídico son dos las formas que se siguen en cuanto a la iniciación de la vigencia de leyes, el sucesivo y el sincrónico. El primero se encuentra regulado por el Código Civil para el Distrito Federal en materia común, y para toda la República en materia Federal en su artículo tercero el cual especifica que las leyes, reglamentos, circulares o cualesquiera otras disposiciones de observancia general, obligan y surten sus efectos tres días después de su publicación en el periódico oficial; y en los lugares distintos al lugar donde se publique el periódico oficial, se necesitará un día más por cada cuarenta kilómetros de distancia o fracción superior a la mitad. En tanto que el segundo se refiere a que las leyes entran en vigor en un día determinado en todo el país, pero con una condicionante, de que esa fecha sea posterior al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Como en la actualidad se cuentan con medios de comunicación que inmediatamente en que las leyes fueron publicadas, sean conocidas en todo el país, la primera de las formas citadas esta fuera de uso al menos en lo que a la materia fiscal se refiere, y por esta misma razón, el Código Fiscal de la Federación en su artículo séptimo establece que las leyes fiscales, sus reglamentos y las disposiciones administrativas de carácter general, entrarán en vigor en todo el país el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, a menos que en ellas se estipule otra fecha posterior. 29 La ley es la fuente formal del derecho fiscal, pues sin aquella la autoridad no puede llevar a cabo acto alguno dentro del ámbito fiscal, y los gobernados sólo se encontraran obligados a cumplir con lo que las leyes fiscales les impongan, ya sea tratándose de derechos o de obligaciones, pues si la autoridad hacendaria actuará al margen de la ley se caería en posibles abusos por parte de las autoridades. 1.6.3 LOS REGLAMENTOS ADMINISTRATIVOS. Por otra parte los reglamentos administrativos desempeñan un importante papel dentro del derecho fiscal, pues son un complemento de la ley. Y a este respecto nuestra Constitución le da facultades al Presidente de la República para que sea este quien expida los reglamentos que sean necesarios para la exacta observancia de las leyes fiscales. Pues las leyes fiscales por su misma naturaleza solo contienen principios y enunciados de carácter general, sin entrar en detalles, ni contemplar particularidades relacionadas con su futura aplicación. El reglamento es el conjunto de normas jurídicas expedidas por el Presidente de la República con el único propósito de desarrollar más ampliamente los principios y enunciados generales contenidos en las leyes; esto implica que la facultad de expedir reglamentos es una atribución exclusiva e indelegable del Presidente de la República, pues es en él en quien recae la tarea de promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión; por otro lado el objetivo de un reglamento es el de facilitar el campo de aplicación de las leyes aprobadas por el Congreso, por ello no puede concebirse un reglamento sin una ley previa y menos aun que, el reglamento vaya más allá de la ley reglamentada, puesto que ello significaría que el Presidente de la República estaría usurpando la función legislativa y no proveyendo en la esfera administrativa a la exacta observancia de las leyes emanadas del Congreso. Esto significa que un reglamento, no puede modificar, alterar o suprimir las situaciones jurídicas previstas en la ley reglamentada y menos aun crear o establecer situaciones jurídicas no previstas en la propia ley. 30 Los reglamentos administrativos constituyen una relevante fuente formal del derecho fiscal, ya que al ser su función operar como un complemento de la ley, coadyuvan al mantenimiento del principio de legalidad tributaria. La Constitución otorga al Congreso de la Unión la función de depositario del poder Legislativo del Estado, al impedir que el Presidente legisle; sin embargo nuestra Carta Magna establece una excepción a esta norma fundamental, al establecer que el Ejecutivo pueda legislar ante un grave estado de emergencia que amenace la paz pública y el orden social, mediante la adopción de medidas eficaces que permitan la solución inmediata de los problemas que la hayan provocado, e implica la suspensión temporal de los procedimientos normales de expedición y aplicación de las leyes, para aplicar una legislación de excepción, cuya vigencia se vera limitada a la duración del propio estado de emergencia. El Congreso Federal, que es un cuerpo colegiado eminentemente deliverativo, está descalificado, por razones obvias, para el cumplimiento de esta apremiante tarea, ya que no sería posible sujetar la emisión de leyes de emergencia al complejo proceso legislativo, basado en los debates camarales, pues esa legislación de emergencia tiene que provenir de un órgano dotado de amplias capacidades de decisión y ejecución, ya que de otra forma, el Estado no contaría con los medios y elementos para restaurar rapidamente la estabilidad y la paz públicas. En estas condiciones, es el Presidente de la República el órgano máximo de acción, decisión y ejecución. De modo que ante la declaratoria de un período de emergencia se darían en el País las siguientes consecuencias jurídicas: 1. La disolución temporal del Congreso Federal. 2. La suspensión en todo el País o en un lugar determinado, de la totalidad o parte de las garantías individuales que establece nuestra Constitución. 3. El otorgamiento al Ejecutivo de facultades extraordinarias para legislar. 31 A las leyes que el Presidente de la República expida durante estos periodos de emergencia se les llama decretos-ley, en función a que revisten la forma de un decreto Presidencial y a que su contenido es el propio de un acto legislativo, pero su vigencia solo estará limitada a la duración del período de emergencia. 1.6.4 LOS DECRETOS-LEY. Los decretos-ley no son una fuente del derecho fiscal, pero ello no significa que deba desatendérseles, pues si en algún momento se llega a decretar un estado de emergencia en nuestro País, los decretos-ley serían la fuente formal más importante de nuestro derecho fiscal. Otro tipo de decretos que la propia Constitución faculta al Presidente para expedir, son los decretos-delegados, en los cuales el Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso Federal para aumentar, disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación, expedidas por el Congreso, y para crear otras, así como para restringir y para prohibir las importaciones, las exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos, cuando lo estime urgente, a fin de regular el comercio exterior, la economía nacional, la estabilidad de la producción nacional, o de realizar cualquier otro propósito, en beneficio del País; sometiendo a la aprobación del Congreso el uso de la facultad que le esta concedida al enviar el presupuesto fiscal de cada año. Estos decretos se distinguen de los decretos-ley, en que, los decretos-delegados se expiden sin que medie una declaratoria de suspensión de garantías individuales y los cuales se refieren a determinadas materias relacionadas con el comercio exterior y con la economía nacional. 32 1.6.5 LOS DECRETOS-DELEGADOS. Los decretos-delegados son los que de forma Constitucional autorizan al Presidente de la Republica, para emitir normas con la misma fuerza de una ley, pero solo por tiempo limitado y para determinados objetos solamente. Estos decretos constituyen una importante fuente del derecho fiscal en nuestro País, pues vemos muy a menudo estos en materia de estímulos fiscales. Así el artículo 131, segundo párrafo de nuestra Carta Magna establece, que el Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso de la Unión para aumentar, disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación expedidas por el propio Congreso y para crear otras, así como para restringir y para prohibir las importaciones, las exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos cuando lo estime urgente. Transcribo lo que la Constitución establece al respecto: El Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso de la Unión para aumentar, disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación expedidas por el propio Congreso, y para crear otras, así como para restringir y para prohibir las importaciones, las exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos, cuando lo estime urgente, a fin de regular el comercio exterior, la economía del país, la estabilidad de la producción nacional, o de realizar cualquiera otro propósito en beneficio del país. El propio Ejecutivo, al enviar al Congreso el presupuesto fiscal de cada año, someterá a su aprobación el uso que hubiese hecho de la facultad concedida. (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). 33 1.6.6 LA JURISPRUDENCIA. Otra de las fuentes formales del derecho fiscal Mexicano es la jurisprudencia, la cual es la interpretación habitual que llevan a cabo los tribunales con motivo de la resolución de los casos que son sometidos a su jurisdicción, que por disposición legal, se convierte en precedente de obligatoria observancia para fallos posteriores. Esto es que todo tribunal, para la solución de los casos que le competen, debe efectuar una interpretación de la ley que va a aplicar, analizando su contenido y precisando las consecuencias jurídicas de las hipótesis normativas que contiene; también es factible que las interpretaciones que se someten a los órganos jurisdiccionales se repitan, y si por ley se dispone que los criterios interpretativos así establecidos se apliquen de manera uniforme para la solución de casos similares que en el futuro lleguen a presentarse, se crea jurisprudencia. Cuando se crea jurisprudencia, por disposición de ley, obliga como criterio interpretativo de la ley para casos comunes, tanto al órgano jurisdiccional que la sentó como a los tribunales jerárquicamente inferiores. Los conflictos de la relación jurídico-tributaria demandan la existencia de criterios definidos y uniformes, que proporcionen a los actores de esta relación bases firmes que de antemano les permitan delimitar sus derechos y obligaciones. Las leyes y reglamentos, a pesar de su extensión y abundancia en número, muchas veces no resuelven los variados problemas que su aplicación en casos concretos suelen provocar, de esta forma la jurisprudencia surge como medio directo de solución de una gran cantidad de conflictos en los que la ley contiene planteamientos inexactos o resulta obscura o en el peor de los casos contradictoria. En materia fiscal los tribunales del fuero Federal que están autorizados para fijar jurisprudencia, son: la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados de Circuito en materia administrativa y el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. La jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se establece de dos tipos: la del Pleno y la de las Salas; nuestro máximo Tribunal se integra por dos salas dotadas 34 cada una de ellas de competencia diferente, la primera sala conoce de las materias penal y civil, y la segunda conoce de las materias administrativa y laboral, estas salas a su vez están compuestas por cinco ministros cada una de ellas, más un presidente que no forma parte de ninguna de ellas. Así en materia fiscal existe jurisprudencia del pleno y de la segunda sala, pues esta la que conoce de las materias administrativa y laboral. El fin que persigue la jurisprudencia es el de sentar criterios firmes y uniformes en la interpretación de la Constitución, leyes, reglamentos y tratados internacionales, por ello no puede considerarse inmutable y perpetua, pues la evolución misma del derecho en algún momento dado puede ocasionar que los juzgadores varíen sus tesis preestablecidas. Es decir, solo se necesita que se presente una tesis contradictoria para que desaparezca tanto la jurisprudencia del pleno como la de las salas. 1.6.7 LOS TRATADOS INTERNACIONALES. Otra fuente formal del derecho son los tratados internacionales, que son los acuerdos entre dos o más Estados en el ámbito internacional, para solucionar problemas comunes a ambos. Pero para que estos tratados internacionales puedan alcanzar efectos obligatorios, se necesita que cada Estado que interviene los incorpore a su legislación interna y los publique como si fueran leyes de rango Constitucional. Por ello nuestra Constitución establece que los tratados que estén de acuerdo con la misma, y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán también Ley Suprema en toda la República. 1.6.8 CIRCULARES Y CRITERIOS. Las circulares y criterios derivan del reglamento, y es una disposición de carácter meramente administrativo, estos son expedidos por los funcionarios superiores de la 35 administración pública Federal, es decir, por los Secretarios de Estado o directores generales; a diferencia de los reglamentos que solo pueden ser expedidos por el Presidente de la República. Las circulares y criterios son disposiciones administrativas, que contienen puntos de vista o interpretaciones internas de la dependencia que las emite, ya sea para que sean seguidas por los funcionarios de las citadas dependencias o para que sean del conocimiento de los ciudadanos en general; también a través de ellos se comunican acuerdos y decisiones tomados por las dependencias administrativas. Las circulares y criterios lo que buscan, es asegurar el buen funcionamiento de la organización administrativa, a este respecto a continuación transcribo lo que el código fiscal de la Federación señala: Artículo 35.- Los funcionarios fiscales facultados debidamente podrán dar a conocer a las diversas dependencias el criterio que deberán seguir en cuanto a la aplicación de las disposiciones fiscales, sin que por ello nazcan obligaciones para los particulares y únicamente derivarán derechos de los mismos cuando se publiquen en el Diario Oficial de la Federación. (Código fiscal de la Federación). 36 CAPITULO II.- PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES EN MATERIA FISCAL. 2.1 CLASIFICACION. Un cimiento fundamental del derecho fiscal es el principio de Constitucionalidad, lo cual constituye una subordinación al orden jurídico que nos rige, ya que la relación jurídicotributaria no solo se basa por lo que determine en forma expresa la ley aplicable, sino que debe encontrarse fundada en los preceptos Constitucionales o no contradecirlos. Los elementos que guían el orden jurídico-fiscal, son los principios que en materia tributaria consigna la Constitución, estos principios Constitucionales deben ser respetados en todo momento, pues de lo contrario no serían constitucionales y carecerían de validez jurídica, lo cual posibilita a los afectados para interponer el juicio de amparo y de esta forma evitar que les sea aplicada cualquier ley que contravenga los principios que la Constitución contiene. La finalidad de llevar la materia fiscal a un marco jurídico específico, es que la autoridad conozca el alcance a que pueden llegar las funciones o atribuciones recaudatorias, y a su vez los límites de los deberes impuestos a los contribuyentes; pues si las normas jurídicas confieren derechos y obligaciones a los contribuyentes por un lado, por el otro de igual manera otorgan a la autoridad facultades y limitantes para actuar en ejercicio de sus funciones públicas. Ahora bien, las leyes poseen distinta jerarquía, siendo necesario distinguir la importancia de cada una de ellas, para poder determinar cual debe aplicarse primero. De esta forma el primer rango esta ocupado por las normas Constitucionales, las cuales tienen como función expresar las bases fundamentales del orden jurídico, siendo el punto de apoyo de todo el orden normativo. Por ello el resto de las leyes deben basarse y no contradecir en ningún sentido los ordenamientos Constitucionales, pues de otra forma propiciaría contradicciones y desvíos dentro de un mismo orden normativo. La Constitución es calificada como “ley fundamental” y como “ley suprema”, porque proporciona los principios jurídicos esenciales 37 del derecho positivo y representa la norma superior a la cual debe subordinarse el resto de la legislación nacional. De esta manera resulta de gran importancia conocer los principios tributarios que se desprenden de nuestra Constitución para poder valorar en la legislación fiscal tanto Federal como Estatal, vicios de inconstitucionalidad. Las leyes fundamentales, deben procurar a la vez el bien del Estado y la protección de los ciudadanos. Así el artículo 36 del decreto Constitucional para la libertad de la América Mexicana, expedido en 1814, contuvo la siguiente expresión de Don José María Morelos y Pavón “las contribuciones públicas no son extorsiones, sino donaciones de los ciudadanos para la seguridad y la defensa”. El texto contenido en la fracción IV del artículo 31 de la Carta Magna vigente, establece lo que a continuación se transcribe: “Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos: II. Contribuir para los gastos públicos así de la federación como del Estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”. De la fracción IV del artículo 31 constitucional, se desprenden los siguientes principios: a) Principio de obligatoriedad. b) Principio de generalidad. c) Principio de vinculación con el gasto público. d) Principio de proporcionalidad y equidad. 38 e) Principio de legalidad. 2.2 PRINCIPIO DE OBLIGATORIEDAD. Este principio vinculado al principio de generalidad, significa que toda persona que se ubique en alguna de las hipótesis normativas previstas en una ley tributaria mexicana, tiene la obligación de cubrir el tributo; los tributos llamados también contribuciones son ingresos tributarios que el Estado requiere para el gasto social; Por ello, una vez que se ha consagrado su existencia normativa a través de la expedición de una ley que reúna los requisitos Constitucionales, la autoridad fiscal estará facultada para hacerlos efectivos mediante el uso de sus atribuciones coactivas. El principio de obligatoriedad en materia fiscal se entiende no como la existencia de un simple deber a cargo de los contribuyentes, sino como una auténtica obligación pública, de cuyo incumplimiento pueden derivarse severas penas para los particulares. El contribuir al sostenimiento de los gastos públicos no es, una donación o una aportación voluntaria, se trata de un verdadero sacrificio económico que las circunstancias imponen a los gobernados con el objeto de que puedan contar con una serie de servicios públicos y obras de beneficio común, sin los cuales la vida social sería imposible. Nuestra Constitución establece que esta permitido la adjudicación de los bienes de los particulares a favor del Estado cuando el objetivo de dichos actos sea el pago de créditos fiscales, es decir, la propia Constitución , al mismo tiempo que establece el principio de obligatoriedad como un deber ciudadano de orden público, otorga al Estado las facultades jurídicas para velar por su plena vigencia y su cabal cumplimiento. 39 2.3 PRINCIPIO DE GENERALIDAD. Todo tributo para resultar válido y eficaz debe encontrarse basado en una norma jurídica aplicable, es por ello que los tributos o contribuciones participan de las características esenciales del acto que las origina: la ley. Para poder entender mejor el concepto de generalidad vamos a hacer una comparación entre este concepto y el de uniformidad. Así, una ley es general cuando se aplica, sin excepción, a todas las personas que se ubiquen en las diferentes hipótesis normativas que la misma establezca, o sea, a todos aquellos sujetos que se coloquen en los correspondientes supuestos normativos. En cambio, una disposición es uniforme cuando su aplicación debe ser por igual y sin distinciones de ninguna especie a toda persona que se coloque bajo la potestad de quien la emita. De lo anterior se desprende que el concepto de uniformidad denigra el sentido común, y es por ello que esta desterrado del derecho, es por eso que las normas se expresan en disposiciones de carácter general solamente. El principio de generalidad tributaria debe expresar que sólo están obligados al pago de los tributos todas las personas, físicas o morales, que por cualquier circunstancia se ubiquen en alguna de las hipótesis normativas establecidas en las leyes fiscales, realizándose por consiguiente el hecho generador de los tributos. A este respecto, Flores Zavala Ernesto (1974), señalo que: El principio de generalidad no significa que todos deben pagar impuestos, sino que todos los que tienen capacidad contributiva paguen algún impuesto. Sin embargo, este principio puede también aplicarse a cada impuesto individualmente considerado, y entonces debe interpretarse en el sentido de que el impuesto debe gravar a todos aquellos individuos cuya 40 situación coincida con la que la ley señala como hecho generador del crédito fiscal, sin excepciones (p. 179). Por otra parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en jurisprudencia que: Es carácter constante de las leyes, que sean de aplicación general y abstracta; es decir, que deben contener una disposición que no desaparezca después de aplicarse a un caso previsto y determinado de antemano, sino que sobreviva a esta aplicación y se apliquen sin consideración de especie o de persona, a todos los casos idénticos al que previenen, en tanto que no sean abrogadas. Una ley que carece de esos caracteres va en contra del principio de igualdad, garantizado en el artículo 13 constitucional y aun deja de ser una disposición legislativa, en el sentido material, puesto que le falta algo que pertenece a su esencia. (Semanario Judicial de la Federación, apéndice, tesis 17, 1ª. parte, p. 58) El término que señala de la siguiente manera: son obligaciones de los mexicanos; significa que toda persona que se coloque en cualquiera de las hipótesis contenidas en las leyes fiscales expedidas por el Estado Mexicano, queda obligada a contribuir a los gastos públicos, de acuerdo a su capacidad contributiva. Lo anterior, no significa que los extranjeros residentes en México o residentes en el extranjero, pero que obtienen ingresos gravables de fuente de riqueza ubicada en territorio nacional, no deban pagar ningún tributo al Estado Mexicano, pues el sujeto pasivo de un tributo es cualquier persona física o moral, nacional o extranjera, que se coloque en la situación de hecho generador. Independientemente de lo expresado en el párrafo que antecede, no es aceptable que los extranjeros colocados en las situaciones de hecho, estén liberados de pagar contribuciones 41 en México, pues esto sería una discriminación para los Mexicanos y un tratamiento injustificado para los extranjeros que explotan nuestras fuentes de riqueza. 2.4 PRINCIPIO DE VINCULACION CON EL GASTO PUBLICO. Este principio establece una obligación para el Estado, pues como bien lo señala nuestra Carta Magna, son los ingresos tributarios los que deberán costear los servicios públicos que el Estado presta, por lo que tales servicios deben representar para el particular un beneficio equivalente a las contribuciones efectuadas, ya que resultaría ilógico e infundado que el Estado exigiera en forma permanente de sus súbditos, una serie de contribuciones sin entregarles nada a cambio. 2.5 PRINCIPIOS DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD. 2.5.1 ANTECEDENTES. Los principios que vamos a tratar, son de suma importancia y con base en ellos se determinan los lineamientos esenciales de nuestro sistema tributario; estos principios aparecen en la parte final de la fracción IV del artículo 31 Constitucional, el cual señala que los obligados a contribuir a los gastos públicos deben hacerlo “.....de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). El precepto anterior, es una repetición de lo que disponía la fracción II del artículo 31 de la Constitución Política de 1857. Ni el diario de debates del congreso Constituyente 1856-1857, o el relativo a 19161917, muestran el sentido en que debe tomarse la proporcionalidad y la equidad. 42 El análisis de los principios Constitucionales de proporcionalidad y equidad es uno de los puntos más debatidos dentro de nuestro derecho fiscal, debido a que unánimemente se considera que la principal característica que toda ley debe poseer es la de establecer contribuciones o tributos que sean precisamente proporcionales y equitativos. En la opinión de Arrioja Vizcaíno Adolfo (2000): No ha sido tarea sencilla precisar con exactitud cuándo un tributo es proporcional y equitativo, ya que las opiniones llegan a diferir, en ocasiones radicalmente. Inclusive, para empezar, existen discrepancias en cuanto a si se trata de dos principios o de uno solo. Discrepancias perfectamente explicables porque, aun cuando el texto constitucional emplea el disyuntivo “y” (“Proporcional y equitativa”) y no el alternativo “o”, si se parte del supuesto, no comprobado pero bastante probable, de que nuestros legisladores constituyentes estuvieron directamente influenciados por Adam Smith y de que el concepto de equidad evoca ante todo una idea de igualdad, se llega a la conclusión de que en realidad los Principios de Proporcionalidad y Equidad equivalen a uno solo, puesto que Smith de manera expresa sostuvo que, “En la observancia o en la omisión de esta máxima (la de Proporcionalidad) consiste lo que llamamos igualdad o desigualdad de imposición”. (p. 255). Sergio F. de la Garza, coincide con este último razonamiento, criticando la separación entre proporcionalidad y equidad, porque “en realidad no es posible hacerla sin llegar a resultados absurdos” (De la Garza, Sergio F., 1976, p. 275). Por el contrario, José Rivera Pérez Campos, antiguo ministro de nuestro máximo tribunal, afirma exactamente lo contrario, y llega a proponer criterios de diferenciación entre 43 los conceptos de referencia. Diferenciación que, es plenamente aceptada por la jurisprudencia de la Suprema Corte, que dice: De acuerdo con el Artículo 31, fracción IV, de la Carta Magna, para la validez constitucional de un impuesto se requiere la satisfacción de tres requisitos fundamentales: primero, que sea proporcional; segundo que sea equitativo, y tercero, que se destine al pago de los gastos públicos. Si falta alguno de estos requisitos, necesariamente el impuesto será contrario a lo estatuido por la Constitución, ya que ésta no concedió una facultad omnímoda para establecer las exacciones que, a juicio del Estado, fueren convenientes, sino una facultad limitada por esos tres requisitos. (Semanario Judicial de la Federación). 2.5.2 ANALOGÍA DE PROPORCIONALIDAD. 2.5.2.1 DELIMITACIÓN CONCEPTUAL DE LO DEBIDO Aristóteles decía que todas las ciencias se clasifican según su Género-Sujeto, es decir, según su objeto de estudio. En relación con el derecho tres son las características del objeto de estudio: 1. Es algo esencial. 2. Se capta intuitivamente. 3. De él se predica pero es impredicable. 44 La debitud es algo muy esencial al derecho; la debitud es en todos los casos siempre, es decir, no se da en alguno sí y en alguno no. Así la necesidad origina al derecho, y por ende el derecho tiene que satisfacerse. Esas necesidades e inclinaciones responden a la naturaleza humana, surgen de ella y en ella se asientan. Por ello el derecho se fundamenta en las necesidades del hombre o de la naturaleza humana. Si el hombre puede poseer cuanto se le presenta a su inteligencia y a su voluntad todas las cosas le son debidas, pero la distribución de las cosas que hay en la naturaleza no puede ser arbitraria, mucho menos irracional, pues esto ocasionaría una inadecuada distribución de los recursos o su extinción en manos de unos cuantos, con lo cual se hace necesaria una administración que tome en cuenta además de un reparto equilibrado, los méritos de la persona, éste es el proceder racional que el derecho debe regular. Tomando en consideración estos dos factores se tiene la certeza de darle a cada quien lo que le corresponde, es decir, lo que le es debido. El principio de debitud es lo esencial en el derecho, esta debitud debe de buscarse en el ejercicio jurídico tanto en el hacer normativo como en la solución de conflictos. La creación de las leyes por parte del legislador es producto de una cierta intuición que no es del todo completa, pero la aplicación de la norma a la realidad concreta que pretende regular depende de un razonamiento lógico, en el que la guía permanente es el principio de debitud. Lo debido está por necesidad en todo lo que llamamos jurídico, esa debitud se da proporcionalmente en los actos concretos, es decir, para que haya debitud, debe haber también un acto. En el derecho, el objeto de estudio se encuentra fundamentado en todo lo debido por naturaleza, razón por la cual todos los actos o convenios entre los hombres se encuentran justificados en lo que es debido a todos por igual, pero a cada uno de manera distinta. El objeto del estudio del derecho, pertenece al orden de las cosas prácticas porque a diferencia de otras, su resultado no es un producto sino una acción que repercute directamente, al grado de transformar, en el hombre su interioridad; porque la razón, en el caso de las acciones libres, actúa con una operación inmanente, que permanece en el mismo sujeto, pues 45 trata acerca de lo que es correcto para los hombres, y por lo mismo, no puede actuar como algo mecánico, sino como algo a lo que llamamos moral. Es así que en el derecho el legislador y la autoridad, son responsables de las decisiones que toman tanto en la elaboración de las leyes, en el caso del primero, como en la aplicación de éstas, en el caso de la segunda. Por ello se exige que la actuación del poder político y sus decisiones estén justificadas, es decir, que no respondan a una voluntad caprichosa y variable sino que estén fundamentadas en reglas previamente establecidas que obedezcan a criterios valorativos en los que se tome en cuenta la dignidad de las personas y el resguardo de las cosas que le son debidas. Sólo así puede hablarse de un progresivo aumento de seguridad y, paralelamente de una disminución de la arbitrariedad. El derecho es una ciencia práctica, que se encuentra basada en principios. En el derecho la vinculación entre todo lo existente por naturaleza y los individuos a los cuales regula el derecho, ha de ser de manera proporcional, es decir, dar lo justo debido, del todo, entendiéndose como todo, a los elementos de la naturaleza; según corresponda a cada una de las partes. Esta proporcionalidad no sólo debe estar orientada al perfeccionamiento de la sociedad en general, sino también de cada uno de sus integrantes, pues las ciencias prácticas también deben poner de manifiesto cómo se perfeccionan los individuos. Una parte importante del perfeccionamiento humano se alcanza con el orden social, de tal suerte, que la justicia esta en función de los demás, y no en función de uno mismo; es en esta interrelación con los demás en donde el hombre alcanza su plenitud. La justicia es una virtud que mira a los demás y consiste en obrar según la analogía de proporcionalidad entre las cosas que se reparten, se distribuyen o se intercambian. La justicia es una virtud por la cual se dice que el justo practica intencionadamente lo justo y que lo distribuye entre sí mismo y otros, o entre dos, no de manera que él reciba más de lo bueno y el otro menos, y de lo malo al contrario, sino proporcionalmente lo mismo e igualmente si la distribución es entre otros dos, de ahí que en el derecho lo debido sea lo que determina proporcionalmente la acción justa en cuanto que tienen en común una misma razón significada que es lo debido. 46 El fundamentar los actos y decisiones que intervienen en el ejercicio jurídico, en un principio previo llamado debitud, mismo que antecede a cualquier formulación normativa, se debe a que se encuentra inmerso en el orden dado por naturaleza. Lo justo por naturaleza o aquello en lo que se concentra lo debido, es la igualdad entre iguales, es decir, de lo que se trata es de considerar lo semejante y lo no semejante como tal en función de un mismo principio, dicho en otra manera, es que todas las cosas son para el hombre y a él le están debidas de manera natural todas las cosas que son por naturaleza. El reconocimiento de un mismo principio no significa que el reparto natural de las cosas sea igual para todos sino que esto depende de las circunstancias. Se trata de una distribución proporcional y en cuanto tal es diversa porque hace referencia a cosas diversas, que a su vez guardan una relación de semejanza con su principio esencial. La proporcionalidad es algo que tiende más a la diversidad que a la unidad. Es precisamente en el reconocimiento de la multiplicidad de las cosas que se dicen debidas en función de las características de cada individuo, es decir, la proporcionalidad significa dar a iguales cosas iguales y a desiguales cosas desiguales Arrioja Vizcaíno, Adolfo (2000): Es muy importante destacar que Adam Smith utiliza la palabra “proporción”, queriendo con ello significar que para que un sistema tributario resulte justo y equitativo no basta con que quienes más ganan contribuyan en forma cuantitativamente mayor que las personas que ganan menores ingresos, sino que es necesario que esa mayor aportación económica se haga en forma cualitativa. (p. 211). Los tributos que se basan en el principio de proporcionalidad son aquellos cuya base gravable se determina mediante tarifas progresivas, como la ley del impuesto sobre la renta. 47 El término cualitativo, se entiende en cuanto a la proporcionalidad, que un tributo para que en verdad sea proporcional, deberá afectar los patrimonios de los contribuyentes desigualmente en función de sus respectivas capacidades económicas; es decir, el efecto fiscal deberá ser cualitativamente mayor en el caso de contribuyentes que obtengan ingresos elevados y cualitativamente menor tratándose de contribuyentes con ingresos menores. El principio de proporcionalidad atiende fundamentalmente a los porcentajes de contribución al exigir una tributación porcentual más elevada en el caso de ganancias altas y porcentualmente más reducida en los casos de ganancias pequeñas; por ello las contribuciones a tasa o porcentaje fijo se consideran contrarias a este principio. Un ejemplo de lo anterior, es cuando dos contribuyentes, quienes ganan $50.00 y $100.00 respectivamente, se les aplica la misma tasa impositiva del 5 %, y el que gana $100.00 contribuirá cuantitativamente hablando, más que el que gana $50.00, porque no lo hacen en forma cualitativa, ya que en ambos casos el impacto fiscal será exactamente el mismo; pues equivaldrá al 5 % de la ganancia obtenida. Por el contrario, si el que gana $50.00 se le aplica la tasa del 5 % y al que gana $100.00 se le aplica la tasa del 8 %, se hará en forma cualitativa, cumpliendo de está manera la máxima de proporcionalidad. El derecho positivo analiza la forma de aplicación de lo justo y debido según la naturaleza de lo equitativo. 2.5.2.2 CONSIDERACIÓN DE LO DEBIDO EN LA ELABORACIÓN DE LAS LEYES. Lo debido en el aspecto jurídico, reviste una gran importancia, debiendo el legislador partir del principio de que existe un orden dado por naturaleza, que es debido al hombre y a partir de esto elaborar las normas jurídicas cuya estructuración no se limita a recoger las datos ofrecidos por la experiencia sino que, en la mayoría de las ocasiones, su labor es auténticamente creadora en la medida en que trata de conformar la realidad de acuerdo con 48 ciertas pautas normativas, cuya función es la de servir de elemento de transformación. Sin embargo, la creación de las leyes está condicionada por una serie de factores que determinan el proceso. Uno de ellos es que la realidad no se impone de modo absoluto, sino que puede ser articulada de forma distinta y en muchas ocasiones dar origen a inconsistencias entre la norma y los fines u objetivos que se pretenden alcanzar. Cuando se produce una inadecuación así, puede hablarse de un conocimiento insuficiente de la realidad por parte de quien elabora las leyes y de una falta de reconocimiento de lo que es esencial en las circunstancias concretas sobre las que versa la ley. La formación de leyes, tiene como fin el bienestar colectivo de la comunidad para la cual fueron creadas, empleando una serie de medios para poder lograr ese fin. La inadecuación entre los medios previstos por el legislador y la consecución de los fines, da como resultado que las leyes se conviertan en instrumentos ineficientes y en la mayoría de los casos provocan un efecto contrario al deseado por el legislador, siendo necesaria la modificación de la norma. De lo anterior se concluye que el legislador actúa muchas veces sobre la realidad social como si fuera un campo de pruebas o experimentación; cuando comprueba que el medio elegido para la consecución del fin no es el más apropiado cambia el sentido de las leyes. Si lo debido quedara en segundo plano en la formulación de las leyes, entonces la voluntad del legislador sería la protagonista en el proceso de creación de las normas jurídicas. El legislador, que entre más normas elabore, ignorando o desconociendo lo debido natural, más confusiones o lagunas materiales originará, ocasionando con ello que el bienestar social se distorcione. Por ello el legislador al diseñar o elaborar leyes debe considerar siempre valores absolutos, siendo lo debido el más importante de ellos, y la materialidad de la norma es lo que manifiesta la naturaleza de lo debido. Las decisiones tomadas por el legislador en la elaboración de normas, condicionan el contenido de las mismas. Las leyes son la justificación de las decisiones. La decisión implica siempre un proceso de individualización en el que las prescripciones generales y abstractas, contenidas en la norma, se actualizan respecto de conductas concretas y sujetos determinados. 49 El derecho tiene como herramienta el lenguaje, el cual se compone de signos y de procesos lógicos en virtud de los cuales logra ser vehículo de expresión del pensamiento. Así las leyes vigentes y la falta de justicia que el ciudadano experimenta continuamente por parte de la autoridad encargada de la elaboración y de la aplicación de las mismas, que inciden en su vida y sus bienes, son en gran medida debidas a argumentaciones jurídicas que posiblemente se identifiquen con un procedimiento formal en su formación, pero que en algunos casos carecen de verdad, es decir, son legales pero injustas. Las formas lógicas del razonamiento jurídico, harán evidentes las múltiples formas de ilegitimidad y de injusticia, ocasionadas por la no adecuada relación de los modelos lógicos en el tratamiento de los casos concretos, para los cuales las leyes fueron creadas. La lógica puede ser de dos tipos: 1. Formal. 2. Material. La primera trata de las condiciones o leyes para que el pensamiento sea correcto o válido; la segunda sobre las leyes para llegar al pensamiento verdadero. De esta manera no es lo mismo pensamiento válido que pensamiento verdadero. Por ejemplo, la frase todo lo no esta prohibido está permitido, significa que todo lo permitido se puede hacer aunque no sea correcto, esta afirmación supone que lo que no está prohibido se puede hacer aunque sea incorrecto. Esta argumentación es válida en un sentido, porque las reglas de la lógica se cumplen, sin embargo, en otro sentido es falsa porque no es verdad que todo lo que no está prohibido se pueda hacer, pues existen actos que en sí mismos son malos. Para elaborar leyes justas, hay que considerar un orden que sirva como parámetro o medida para delimitar lo que es debido. 50 El concepto de equidad, es uno de los elementos más importantes en el discernimiento de lo que le corresponde a cada cual según la cosa o según la persona, de lo que es el derecho en sí. Así, lo justo y lo equitativo son lo mismo, sin embargo, lo que genera confusión es que lo justo se interprete, en ocasiones, exclusivamente como lo legal, y no como una corrección de la justicia legal. Es decir, lo equitativo es lo que soluciona el conflicto que se presenta cuando el orden pactado no contempla una nueva circunstancia. 2.5.3 PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD. La proporcionalidad es la correcta disposición entre las cuotas, tasas o tarifas previstas en las leyes tributarias y la capacidad económica de los sujetos pasivos por ellas gravados. Cabe afirmar que el principio de proporcionalidad significa que los sujetos pasivos deben contribuir a los gastos públicos en función de sus respectivas capacidades económicas, aportando a la hacienda pública una parte justa y adecuada de sus ingresos, utilidades o rendimientos, pero nunca una cantidad tal que su contribución represente prácticamente el total de los ingresos netos que hayan percibido, pues en este último caso se estaría utilizando a los tributos como un medio para que el Estado confisque los bienes de sus ciudadanos. Dicho en otras palabras, el principio de proporcionalidad implica, por una parte, que los gravámenes se fijen en las leyes de acuerdo con la capacidad económica de cada sujeto pasivo, de manera que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en forma cualitativamente superior a las de medianos y reducidos recursos; y por la otra, que a cada contribuyente individualmente considerado, exclusivamente la ley lo obligue a aportar al fisco una parte razonable de sus percepciones gravables. Es por eso que los únicos tributos que se ajustan a este principio son los que se determinan a base de tarifas progresivas, ya que dichas tarifas son precisamente las únicas que garantizan que a un ingreso superior corresponda, en términos cualitativos, una contribución mayor. De ahí que en aquellos regímenes fiscales en los que se desea velar por la debida 51 vigencia del principio que nos ocupa, se proscriba toda posible existencia de impuestos a tasas o cuotas fijas, pues ello implica que quienes más ganan contribuyen cuantitativamente en mayor volumen que los que menos ganan, pero sufriendo ambos tipos de contribuyentes idéntica afectación patrimonial. Cosa que desde luego no sucede cuando se establecen tarifas porcentuales progresivas, como es el caso, para citar un ejemplo de derecho comparado, del sistema fiscal italiano, que se rige por un inteligente principio consignado en el artículo 53 de la respectiva constitución política, en los siguientes términos: todos son llamados a concurrir a los gastos públicos en razón a su capacidad contributiva. El sistema tributario se inspirará en criterios de progresividad. La idea de igualdad en las cargas tributarias, no significa que todas las personas, sin distinción, cubran la misma cuota proporcional al fisco, puesto que sería éste un principio de desigualdad; por otra parte es indispensable tratar de manera desigual a quienes son distintos y de manera igual a quienes son iguales. La observancia o inobservancia del principio de proporcionalidad conducen a la igualdad o desigualdad de imposición; estos criterios de igualdad o desigualdad, deben entenderse de la siguiente manera: 1. Existe igualdad en la imposición o tributación cuando a causantes con ingresos distintos se les grava en proporción a su capacidad económica, aplicándoseles tarifas basadas en porcentajes diferenciales. 2. Por el contrario, habrá desigualdad en la tributación cuando a sujetos pasivos que posean diferente capacidad económica se les apliquen tarifas basadas en cuotas, tasas o porcentajes fijos. Todas las utilidades de los individuos de una sociedad vienen a deducirse en último término de dos distintos elementos, como son, la utilidad misma y los salarios. Todo tributo, asimismo, viene finalmente a pagarse por alguno o todos de estos dos elementos. 52 Todo tributo debe incidir sobre un ingreso, una utilidad o un rendimiento, ya que el primer presupuesto lógico e indispensable para que un ciudadano pueda contribuir a la riqueza de su Nación, radica en que previamente haya generado su propia riqueza. El principio de proporcionalidad implica no sólo el que cada ciudadano debe contribuir al sostenimiento del Estado en una proporción lo más cercana posible a su capacidad económica, sino también de manera muy importante el que los tributos incidan cualitativamente y por igual sobre todas las fuentes de riqueza disponibles en el país. Lo anterior significa, que las contribuciones deben establecerse además, en función de lo que cada individuo gana, en proporción a todos los ingresos gravables existentes. De manera que, dentro de una correcta planeación del orden jurídico-fiscal del país, si se quiere cumplir con este elemento, es deber del legislador el distribuir proporcionalmente las cargas tributarias entre todas las fuentes de riqueza de que se disponga, a fin de no hacerlas incidir sobre una en particular, porque a pesar de que individualmente los tributos se estructuren para gravar a sus destinatarios proporcionalmente a sus respectivas capacidades económicas, si en lo general, se incumple con lo que esta máxima preceptúa, el sistema vulnerará de cualquier forma el principio de proporcionalidad. En nuestro país en la actualidad, se desatiende al principio de proporcionalidad; pues en México contamos con fuentes de riqueza como son la industria, comercio, prestación de servicios, agricultura, ganadería y pesca. Sin embargo, prácticamente la totalidad de las cargas tributarias, se acumulan sobre la industria, comercio y prestación de servicios, en tanto que las restantes la ganadería, agricultura y pesca, demandan y reciben generosas exenciones y subsidios, que se traducen en mayores gravámenes fiscales para las primeras fuentes de riqueza citadas, elevando al mismo tiempo el gasto público de la Nación. El principio de proporcionalidad, consiste en que la carga impuesta a cada ciudadano no debe fijarse solamente en función a su capacidad económica, sino que su impacto patrimonial debe incidir sobre una porción razonable de su ingreso, utilidad o rendimiento, es decir, un tributo no debe absorber la totalidad o una parte sustancial de las percepciones de un 53 contribuyente, ya que en tal caso, lejos de resultar proporcional, se convierte en un acto confiscatorio por medio del cual el Estado llega a apoderarse de gran parte del patrimonio de los contribuyentes o de una porción significativa del fruto legítimo de su trabajo. Un gravamen concebido en estos términos desalienta el esfuerzo y la producción, traslada al gobierno el resultado de la creatividad personal, desestimula el ahorrro y la inversión, nulifica la inventiva personal y las posibilidades de desarrollo y, a final de cuentas, cancela toda perspectiva razonable de crear riqueza, puesto que a nadie le interesa trabajar y esforzarse solamente para que el Estado se quede con la parte más importante de los recursos obtenidos a través de ese trabajo. De esta forma, el principio de proporcionalidad se interpreta como la observancia, por parte de cualquier sistema tributario inspirado en ideales de justicia, en gravar cualitativamente mediante tasas porcentuales de tipo diferencial a quienes posean una mayor capacidad económica, a fin de que el impacto patrimonial que sufran sea más elevado que el que tengan que soportar los ciudadanos de mediana o menor capacidad económica; distribuir por igual las cargas públicas entre todas las fuentes de riqueza gravable disponibles en una Nación en un momento dado, con el fin de que el peso de la contribución nacional no recaiga exclusivamente sobre una o varias de estas fuentes y finalmente establecer tasas tributarias que incidan sobre una porción razonable del ingreso, utilidad o rendimiento obtenidos por cada ciudadano, sin que tal incidencia implique, la confiscación de la totalidad o parte del patrimonio o del producto legítimo del trabajo y del esfuerzo del ciudadano. En síntesis, el principio de proporcionalidad aparece estrechamente vinculado con la capacidad económica de los contribuyentes, la que debe ser gravada diferencialmente conforme a tarifas progresivas para que en cada caso el impacto patrimonial sea distinto no sólo en cantidad, sino en lo tocante al mayor o menor sacrificio, reflejado cualitativamente en la disminución patrimonial que proceda, la que debe corresponder a su vez, a los ingresos obtenidos. 54 Finalmente, no debemos perder de vista un tercer aspecto. El principio de proporcionalidad, debe considerarse en relación a la economía general de un país, de tal manera que las cargas tributarias se distribuyan, justa y adecuadamente, entre las fuentes de riqueza disponibles y existentes. Es decir, no basta con que se grave a los ciudadanos en función de sus respectivas capacidades económicas; es además necesario que los gravámenes se repartan equilibradamente entre las diversas fuentes de riqueza, con el objeto de que no sean una o dos las que preferentemente sostengan al fisco. En resumen, una correcta interpretación de la fracción IV del artículo 31 Constitucional, el principio de proporcionalidad separado y diferenciado del de equidad se estructura dentro de nuestro derecho fiscal atendiendo a los siguientes elementos primordiales: 1. La capacidad económica de los ciudadanos, a fin de que cada uno de ellos contribuya cualitativamente en función a dicha capacidad. 2. Una parte justa y adecuada de los ingresos, utilidades o rendimientos percibidos por cada causante como factor determinante para fijar la base gravable. 3. Las fuentes de riqueza disponibles y existentes en el País, entre las cuales deben ser distribuidas en forma equilibrada todas las cargas tributarias, con el objeto de que no sean sólo una o dos de ellas las que la soporten en su totalidad. 2.5.4 PRINCIPIO DE EQUIDAD. Equidad es en la opinión de Serra Rojas Andrés (1974) “una igualdad de ánimo, un sentimiento que nos obliga a actuar de acuerdo con el deber o de la conciencia, más que por los mandatos de la justicia o de la ley” (p. 773). 55 Por otro lado, conforme a su acepción aristotélica, la equidad significa la aplicación de la justicia a casos concretos, la cual se obtiene tratando igual a los iguales y en forma desigual a los que no se encuentran en igualdad de circunstancias. El principio de equidad está constituido por la igualdad. Esto significa que para el debido acatamiento del principio, las leyes tributarias deben otorgar el mismo tratamiento a todos los sujetos pasivos que se encuentren colocados en idéntica situación, sin llevar a cabo discriminaciones indebidas y, por lógica, contrarias a derecho. Dicho de otra manera, el principio de equidad va a significar, la igualdad ante la misma ley tributaria de todos los sujetos pasivos de un mismo tributo; los que, en tales condiciones, deben recibir un tratamiento idéntico en lo concerniente a hipótesis de causación, de ingresos gravables, deducciones permitidas, plazos de pago, obligaciones establecidas, etc.; debiendo únicamente variar las tarifas tributarias aplicables de acuerdo con la capacidad económica de cada contribuyente. En esencia la equidad atiende a la igualdad en la regulación de todos los elementos integrantes del tributo o contribución, con excepción de las tasas, cuotas o tarifas. Es decir, la norma jurídico-tributaria no debe establecer distinciones concediendo, por ejemplo, menores obligaciones a unos contribuyentes que a otros, sancionando con diferente severidad el mismo tipo de infracción, etc.; cuidándose tan sólo, en acatamiento del principio de proporcionalidad, de que las tarifas, cuotas o tasas impositivas contengan diferencias porcentuales, a fin de que cada quien contribuya según el volumen de ingresos, utilidades o rendimientos gravables que perciba. En resumen la proporcionalidad es el principio en virtud del cual todas las leyes tributarias, por mandato constitucional, deben establecer cuotas, tasas o tarifas progresivas que graven a los contribuyentes en función de su verdadera capacidad económica; afectar fiscalmente una parte justa y razonable de los ingresos, utilidades o rendimientos obtenidos por cada contribuyente individualmente considerado; y distribuir equilibradamente entre todas las fuentes de riqueza existentes y disponibles del País, el impacto global de la carga tributaria, a fin de que la misma no sea soportada por una o varias fuentes en particular. La equidad es el 56 principio en virtud del cual, por mandato Constitucional, las leyes tributarias deben otorgar un tratamiento igualitario a todos los contribuyentes de un mismo tributo en todos los aspectos de la relación jurídico-fiscal como son la hipótesis de causación, objeto gravable, fechas de pago, gastos deducibles, sanciones, obligaciones, etc.; con excepción del relativo a las tasas, cuotas o tarifas, que deberá encontrarse inspirado en criterios de progresividad. De otra manera, la equidad tributaria significa que los contribuyentes de un mismo impuesto deben guardar una situación de igualdad frente a la norma jurídica que lo establece y regula. Después de todo lo anteriormente señalado, vamos a comparar en un tabla las diferencias que existen entre estos dos principios constitucionales: Principio de Equidad. Principio de Proporcionalidad. 1.- Atiende a la capacidad económica de los 1.- Se refiere específicamente al problema de contribuyentes y a la correcta distribución de igualdad de los causantes ante la ley. las cargas fiscales entre las fuentes de riqueza existentes en una nación. 2.- Está vinculado con la economía general 2.- Se relaciona con la posición concreta del del País. contribuyente frente a la ley fiscal. 3.- Atiende fundamentalmente a las tasas, 3.- Se ocupa de los demás elementos del cuotas o tarifas tributarias. tributo, con exclusión precisamente de las cuotas, tasas o tarifas. 4.- Debe inspirarse en criterios progresividad. de 4.- Se basa siempre en una noción de igualdad. 5.- Persigue la implantación de la justicia en 5.- Es por excelencia, la aplicación de la todo el sistema tributario nacional. justicia a casos concretos. 6.- Busca la desigualdad, a fin de afectar 6.- Implica tratar igual a los iguales y en económicamente en mayor medida a las forma desigual a los colocados en situación de personas de mayores ingresos que a las de desigualdad. medianos y reducidos recursos. 7.- Existe en función de la percepción de 7.- Exclusivamente trata de que se encuentren ingresos, utilidades o rendimientos y en obligados a determinada situación los que se 57 Principio de Proporcionalidad. Principio de Equidad. función de la existencia de fuentes de riqueza hallen dentro de lo establecido por la ley y de gravables. que no se encuentren en esa misma obligación los que están en situación jurídica diferente. 8.- Regula la capacidad contributiva de los 8.- Atiende preferentemente a las hipótesis ciudadanos. normativas de nacimiento y plazo para el pago de las contribuciones. 9.- Se vincula directamente con el entero de 9.- Se relaciona con la regulación justa y las contribuciones necesarias para sufragar los adecuada del procedimiento recaudatorio en gastos públicos. sí. 10.- Opera en atención a la capacidad 10.- Sólo opera con respecto a las personas contributiva de cada contribuyente, lo que que al ser sujetos pasivos de un mismo tributo, motiva que los que tienen mayores bienes deben tener igual situación frente a la ley que económicos paguen mayores tributos. lo establece, en todas las facetas de su regulación, con excepción de la relativa a sus respectivas capacidades económicas. 2.6 PRINCIPIO DE LEGALIDAD. El principio de legalidad tributaria, consiste en que sólo se está obligado al pago de contribuciones cuando al menos los elementos fundamentales de éstos: sujeto, objeto, base, tasa o tarifa, estén contenidos en una ley. Las leyes sólo las dictan los órganos legislativos, no la autoridad administrativa. 58 CAPITULO III.- REGÍMENES DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y PROFESIONALES. 3.1 REGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES. La ley del impuesto sobre la renta en su título IV el cual se refiere a las personas físicas, capítulo II de los ingresos por actividades empresariales y profesionales, sección II del régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, dispone este nuevo régimen de causación del impuesto sobre la renta, en este pueden tributar exclusivamente los empresarios. La explicación de la creación de este régimen especial de tributación, se señalo en la exposición de motivos de la iniciativa de ley miscelánea: Con el objeto de facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales a cargo de las personas físicas con actividades empresariales, cuya capacidad administrativa es reducida en virtud de los bajos ingresos que obtienen, se propone establecer un régimen fiscal intermedio para estos contribuyentes. Resulta de gran importancia destacar que el régimen de contribuyentes intermedios que se propone en la Nueva Ley del Impuesto sobre la Renta, no se encuentra limitado a contribuyentes que realicen operaciones con el público en general. Es decir, estos contribuyentes podrán emitir comprobantes con los requisitos que para las deducciones y los acreditamientos establecen las disposiciones fiscales. De esta manera, el régimen intermedio podrá ser aplicado para que las personas físicas con actividades empresariales se incorporen en las cadenas de integración y comercialización de productos. 59 3.1.1 SUJETOS DEL REGIMEN. El artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta dice: Los contribuyentes personas físicas que realicen exclusivamente actividades empresariales, cuyos ingresos obtenidos en el ejercicio inmediato anterior por dichas actividades no hubiesen excedido de $4’000,000.00, aplicarán las disposiciones de la Sección I de este Capítulo y podrán estar a lo siguiente: I. Llevarán un sólo libro de ingresos, egresos y de registro de inversiones y deducciones, en lugar de llevar la contabilidad a que se refiere la fracción II del artículo 133 de esta Ley. II. En lugar de aplicar lo dispuesto en el tercer párrafo de la fracción III del artículo 133 de esta Ley, podrán anotar el importe de las parcialidades que se paguen en el reverso del comprobante, si la contraprestación se paga en parcialidades. III. No aplicar las obligaciones establecidas en las fracciones V, VI y XI del artículo 133 de esta Ley. En este régimen pueden tributar los contribuyentes personas físicas que realicen exclusivamente actividades empresariales, cuyos ingresos obtenidos en el ejercicio inmediato anterior por dichas actividades no hubiesen excedido de $ 4’000,000.00 Conforme a lo dispuesto por el artículo 16 del Código Fiscal de la Federación se entiende por actividades empresariales las siguientes: 1. Las comerciales que son las que de conformidad con las leyes federales tienen ese carácter, y no están comprendidas en los incisos siguientes. 2. Las industriales entendidas como la extracción, conservación o transformación de materias primas, acabado de productos y la elaboración de satisfactores. 60 3. Las agrícolas que comprenden las actividades de siembra, cultivo, cosecha y la primera enajenación de los productos obtenidos, que no hayan sido objeto de transformación industrial. 4. Las ganaderas que consisten en la cría y engorda de ganado, aves de corral y animales, así como la primera enajenación de sus productos, que no hayan sido objeto de transformación industrial. 5. Las de pesca que incluyen la cría, cultivo, fomento y cuidado de la reproducción de toda clase de especies marinas y de agua dulce, incluida la acuacultura, así como la captura y extracción de las mismas y la primera enajenación de esos productos, que no hayan sido objeto de transformación industrial. 6. Las silvícolas que son las de cultivo de los bosques o montes, así como la cría, conservación, restauración, fomento y aprovechamiento de la vegetación de los mismos y la primera enajenación de sus productos, que no hayan sido objeto de transformación industrial. A este respecto el código de comercio considera en su artículo 3 lo siguiente: Se reputan en derecho comerciantes: I. Las personas que teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, hacen de él su ocupación ordinaria. Lo anterior significa que para que una persona pueda tributar en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales debe tener primero capacidad legal para ejercer la actividad del comercio y segundo que esta actividad sea algo ordinario en sus ocupaciones. En el párrafo anterior ya analizamos quienes pueden ejercer el comercio, ahora vamos a ver cuales son estos actos que el mismo código de comercio considera como tales. 61 El artículo 75 del código de comercio establece: La ley reputa actos de comercio: I. Todas las adquisiciones, enajenaciones y alquileres verificados con propósito de especulación comercial, de mantenimientos, artículos, muebles o mercaderías, sea en estado natural, sea después de trabajados o labrados; II. Las compras y ventas de bienes inmuebles, cuando se hagan con dicho propósito de especulación comercial; III. Las compras y ventas de porciones, acciones y obligaciones de las sociedades mercantiles; IV. Los contratos relativos a obligaciones del Estado u otros títulos de crédito corrientes en el comercio; V. Las empresas de abastecimientos y suministros; VI. Las empresas de construcciones y trabajos públicos y privados; VII. Las empresas de fábricas y manufacturas; VIII. Las empresas de transportes de personas o cosas, por tierra o por agua, y las empresas de turismo; IX. Las librerías y las empresas editoriales y tipográficas; X. Las empresas de comisiones, de agencias, de oficinas de negocios comerciales y establecimientos de ventas en pública almoneda; XI. Las empresas de espectáculos públicos; XII. Las operaciones de comisión mercantil; 62 XIII. Las operaciones de mediación en negocios mercantiles; XIV. Las operaciones de bancos; XV. Todos los contratos relativos al comercio marítimo y a la navegación interior y exterior; XVI. Los contratos de seguros de toda especie, siempre que sean hechos por empresas; XVII. Los depósitos por causa de comercio; XVIII. Los depósitos en los almacenes generales y todas las operaciones hechas sobre los certificados de depósito y bonos de prenda librados por los mismos; XIX. Los cheques, letras de cambio o remesas de dinero de una plaza a otra, entre toda clase de personas; XX. Los valores u otros títulos a la orden o al portador, y las obligaciones de los comerciantes, a no ser que se pruebe que se derivan de una causa extraña al comercio; XXI. Las obligaciones entre comerciantes y banqueros, si no son de naturaleza esencialmente civil; XXII. Los contratos y obligaciones de los empleados de los comerciantes en lo que concierne al comercio del negociante que los tiene a su servicio; XXIII. La enajenación que el propietario o el cultivador hagan de los productos de su finca o de su cultivo; XXIV. Las operaciones contenidas en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito; XXV. Cualesquiera otros actos de naturaleza análoga a los expresados en este código. 63 En caso de duda, la naturaleza comercial del acto será fijada por arbitrio judicial. Lo anterior quiere decir que cualquier persona física con capacidad legal para ejercer los actos de comercio listados anteriormente puede tributar en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, siempre y cuando no excedan sus ingresos la cantidad de $4,000,000.00 en el ejercicio inmediato anterior. 3.1.2 CONTABILIDAD. Las obligaciones que los contribuyentes de este régimen fiscal tienen que cumplir son la de llevar en un solo libro el registro de sus ingresos, egresos y sus inversiones y deducciones, mismo que de acuerdo con el código fiscal de la federación se entiende como contabilidad simplificada. Veamos lo que a este respecto establece el código fiscal federal: Artículo 32 del código fiscal de la federación, cuando en las disposiciones fiscales se haga referencia a contabilidad simplificada, se entenderá que ésta comprende un solo libro foliado de ingresos, egresos y de registro de inversiones y deducciones. Dicho libro deberá satisfacer como mínimo los requisitos previstos en las fracciones I y II del artículo 26 de este reglamento. Artículo 26 del reglamento del código fiscal de la federación, los sistemas y registros contables a que se refiere la fracción I del artículo 28 del código, deberán llevarse por los contribuyentes mediante los instrumentos, recursos y sistemas de registro y procesamiento que mejor convenga a las características particulares de su actividad, pero en todo caso deberán satisfacer como mínimo los requisitos que permitan: I. Identificar cada operación, acto o actividad y sus características, relacionándolas con la documentación comprobatoria, de tal forma que aquellos puedan identificarse con las distintas contribuciones y tasas, incluyendo las actividades liberadas de pago por la ley. 64 II. Identificar las inversiones realizadas relacionándolas con la documentación comprobatoria, de tal forma que pueda precisarse la fecha de adquisición del bien o de efectuada la inversión, su descripción, el monto original de la inversión y el importe de la deducción anual. Lo dispuesto por la ley del impuesto sobre la renta y el código fiscal federal, se refiere a que los contribuyentes de el régimen intermedio, podrán llevar su contabilidad en forma simplificada consistente en un solo libro, pero dicho libro deberá como mínimo poder identificar cada operación, acto o actividad y sus características, relacionándolas con la documentación comprobatoria, de tal forma que puedan identificarse con las distintas contribuciones y tasas, refiriéndose no solo a las gravadas sino también a las que están exentas de pago por la ley; además se deben de identificar las inversiones realizadas, relacionándolas con la documentación comprobatoria en donde se precise la fecha de adquisición del bien o de efectuada la inversión, su descripción, su monto original, así como su deducción anual. Si los contribuyentes obtienen ingresos en dos o más Estados de la República Mexicana, sus registros deberán efectuarlos por separado en la proporción que corresponda al ingreso en cada Entidad Federativa de que se trate, a este respecto el artículo 168 del reglamento de la ley del impuesto sobre la renta señala lo siguiente: Para los efectos del artículo 134, fracción I de la ley, los contribuyentes que obtengan ingresos en dos o más Entidades Federativas, deberán registrar por separado los ingresos, egresos, inversiones y deducciones, en la proporción que corresponda a la actividad realizada en cada Entidad Federativa. La contabilidad simplificada y la documentación relacionada con el cumplimiento de las disposiciones fiscales, deberán conservarse durante cinco años en el domicilio fiscal que para tal efecto tengan manifestado en el registro federal de contribuyentes, dicho tiempo es el plazo en el que se extinguen las facultades de las autoridades fiscales, y se cuenta a partir de la fecha en que se presentaron o debieron haberse presentado las declaraciones con ellas relacionadas, a este respecto el código fiscal de la federación establece lo siguiente: 65 Artículo 30 del código fiscal de la federación, las personas obligadas a llevar contabilidad deberán conservarla en el lugar a que se refiere la fracción III del artículo 28 de este código a disposición de las autoridades fiscales. Las personas que no estén obligadas a llevar contabilidad deberán conservar en su domicilio a disposición de las autoridades, toda documentación relacionada con el cumplimiento de las disposiciones fiscales. La documentación a que se refiere el párrafo anterior de este artículo y la contabilidad, deberán conservarse durante el plazo en el que de conformidad con el artículo 67 de este código se extingan las facultades de las autoridades fiscales, contado a partir de la fecha en que se presentaron o debieron haberse presentado las declaraciones con ellas relacionadas. Tratándose de contabilidad y documentación correspondiente a actos cuyos efectos fiscales se prolonguen en el tiempo, el plazo de referencia comenzará a computarse a partir del día en que se presente la declaración fiscal del último ejercicio en que se hayan producido dichos efectos. Cuando se trate de la documentación correspondiente a aquellos conceptos respecto de los cuales se hubiera promovido algún recurso o juicio, el plazo para conservarla se computará a partir de la fecha en que quede firme la resolución que les ponga fin. Cuando al inicio de una visita domiciliaria los contribuyentes hubieran omitido asentar registros en su contabilidad dentro de los plazos establecidos en las disposiciones fiscales, dichos registros sólo podrán efectuarse después de que la omisión correspondiente haya sido asentada en acta parcial; esta obligación subsiste inclusive cuando las autoridades hubieran designado un depositario distinto del contribuyente, siempre que la contabilidad permanezca en alguno de sus establecimientos. El contribuyente deberá seguir llevando su contabilidad independientemente de lo dispuesto en este párrafo. Los contribuyentes con establecimientos, sucursales, locales, puestos fijos o semifijos en la vía pública, deberán tener a disposición de las autoridades fiscales en dichos lugares y, en su caso, en el lugar donde almacenen las mercancías, su cédula de identificación fiscal expedida por la secretaría de hacienda y crédito público, o la solicitud de inscripción en el 66 registro federal de contribuyentes o copia certificada de cualesquiera de dichos documentos, así como los comprobantes que amparen la legal posesión o propiedad de las mercancías que tengan en esos lugares. No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, los contribuyentes que en los lugares señalados en el citado párrafo tengan su cédula de identificación fiscal o la solicitud de inscripción en el registro federal de contribuyentes o copia certificada de cualesquiera de dichos documentos, y el aviso de apertura a que se refiere el artículo 27, penúltimo párrafo de este código, no estarán obligados a tener a disposición de las autoridades fiscales en esos lugares, los comprobantes que amparen la legal posesión o propiedad de las mercancías, en cuyo caso deberán conservar dichos comprobantes a disposición de las autoridades en su domicilio fiscal de acuerdo con las disposiciones de este código. El artículo 67 del código fiscal de la federación, señala que las facultades de las autoridades fiscales para determinar las contribuciones omitidas y sus accesorios, así como para imponer sanciones por infracciones a dichas disposiciones, se extinguen en el plazo de cinco años contados a partir del día siguiente a aquel en que: I. Se presentó la declaración del ejercicio, cuando se tenga obligación de hacerlo. En estos casos las facultades se extinguirán por ejercicios completos, incluyendo aquellas facultades relacionadas con la exigibilidad de obligaciones distintas de la de presentar la declaración del ejercicio. No obstante lo anterior, cuando se presenten declaraciones complementarias el plazo empezará a computarse a partir del día siguiente a aquel en que se presentan, por lo que hace a los conceptos modificados en relación a la última declaración de esa misma contribución en el ejercicio. II. Se presentó o debió haberse presentado declaración o aviso que corresponda a una contribución que no se calcule por ejercicios o a partir de que se causaron las contribuciones cuando no exista la obligación de pagarlas mediante declaración. 67 III. Se hubiere cometido la infracción a las disposiciones fiscales; pero si la infracción fuese de carácter continuo o continuado, el término correrá a partir del día siguiente al en que hubiese cesado la consumación o se hubiese realizado la última conducta o hecho, respectivamente. IV. Se levante el acta de incumplimiento de la obligación garantizada, tratándose de la exigibilidad de fianzas a favor de la Federación constituidas para garantizar el interés fiscal, la cual será notificada a la afianzadora. El plazo a que se refiere este artículo será de diez años, cuando el contribuyente no haya presentado su solicitud en el registro federal de contribuyentes, no lleve contabilidad o no la conserve durante el plazo que establece este código, así como por los ejercicios en que no presente alguna declaración del ejercicio, estando obligado a presentarlas; en este último caso el plazo de diez años se computará a partir del día siguiente a aquel en que se debió haber presentado la declaración del ejercicio. En los casos en que posteriormente el contribuyente en forma espontánea presente la declaración omitida y cuando ésta no sea requerida, el plazo será de cinco años, sin que en ningún caso este plazo de cinco años, sumado al tiempo transcurrido entre la fecha en que debió presentarse la declaración omitida y la fecha en que se presentó espontáneamente, exceda de diez años. Para los efectos de este artículo las declaraciones del ejercicio no comprenden las de pagos provisionales. El plazo señalado en este artículo no está sujeto a interrupción y sólo se suspenderá cuando se ejerzan las facultades de comprobación de las autoridades fiscales a que se refieren las fracciones II, III y IV del artículo 42; cuando se interponga algún recurso administrativo o juicio; o cuando las autoridades fiscales no puedan iniciar el ejercicio de sus facultades de comprobación en virtud de que el contribuyente hubiera desocupado su domicilio fiscal sin haber presentado el aviso de cambio correspondiente o cuando hubiere señalado de manera incorrecta su domicilio fiscal. En estos dos últimos casos se reiniciará el cómputo del plazo de caducidad a partir de la fecha en que se localice al contribuyente. El plazo de caducidad que se suspende con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación antes mencionadas inicia con la notificación de su ejercicio y concluye cuando 68 se notifique la resolución definitiva por parte de la autoridad fiscal. La suspensión a que se refiere este párrafo estará condicionada a que cada seis meses se levante cuando menos un acta parcial o final, o se dicte la resolución definitiva. De no cumplirse esta condición se entenderá que no hubo suspensión. No será necesario el levantamiento de dichas actas, cuando iniciadas las facultades de comprobación se verifiquen los supuestos señalados en las fracciones I y II del artículo 46-A de este código. En todo caso, el plazo de caducidad que se suspende con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación, adicionado con el plazo por el que no se suspende dicha caducidad, no podrá exceder de diez años. Tratándose de visitas domiciliarias y de revisión de la contabilidad en las oficinas de las propias autoridades, en que las mismas estén sujetas a un plazo máximo de seis meses para su conclusión y dos ampliaciones por períodos iguales, el plazo de caducidad que se suspende con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación, adicionado con el plazo por el que no se suspende dicha caducidad, no podrá exceder de seis años con seis meses. Los contribuyentes, transcurridos los plazos a que se refiere este artículo, podrán solicitar se declare que se han extinguido las facultades de las autoridades fiscales. 3.1.3 COMPROBANTES DE INGRESOS. Los contribuyentes del régimen intermedio entre sus obligaciones se encuentra la de expedir y conservar los comprobantes que acrediten los ingresos percibidos, los cuales conforme a los dispuesto por el artículo 29-A del código fiscal federal deben de reunir los requisitos siguientes: 1. Contener impreso el nombre, domicilio fiscal y clave del registro federal de contribuyentes de quien expida el comprobante. En caso de que el contribuyente tenga 69 más de un local o establecimiento, deberá señalar en los comprobantes que expida el domicilio del local o establecimiento en el que se expidan los mismos. 2. Contener impreso el número de folio. 3. Lugar y fecha de expedición. 4. Clave del registro federal de contribuyentes de la persona a favor de quien se expida el comprobante. 5. Cantidad y clase de mercancías. 6. Valor unitario consignado en número e importe total consignado en número o letra, así como en su caso, el monto de los impuestos que en los términos de las disposiciones fiscales deban de trasladarse. 7. Contener impresos los datos de identificación del impresor, los cuales de acuerdo a la resolución miscelánea en la regla 2.4.7 inciso C son: registro federal de contribuyentes, nombre, domicilio y en su caso el número telefónico del impresor; así como la fecha de autorización en la página de internet del sat, con letra de tamaño no menor de tres puntos. 8. Contener impresa la leyenda “la reproducción no autorizada de este comprobante constituye un delito en los términos de las disposiciones fiscales”, también con letra no menor de tres puntos. 9. Contener impresa la cédula de identificación fiscal con clave única de registro de población, reproducida en tamaño de 2.75 x 5 cms., sobre la impresión de la cédula, no podrá efectuarse anotación alguna que impida su lectura. 70 10. Contener impresa la fecha de impresión, ya que estos deberán ser utilizados en un plazo máximo de dos años, contados a partir de la fecha de impresión. 11. Contener la leyenda preimpresa “efectos fiscales al pago”. Si la contraprestación que ampare el comprobante se cobra en una sola exhibición, se deberá indicar el importe total de la operación. Si la contraprestación se cobra en parcialidades, en el comprobante se indicará el importe de la parcialidad que se cobra en ese momento; por el cobro de las demás parcialidades que se reciban se podrá anotar al reverso del comprobante el importe de las parcialidades que se pagan. 3.1.4 OBLIGACIONES EXCLUIDAS. Los contribuyentes del régimen intermedio podrán no cumplir con las obligaciones de: 1. formular un estado de posición financiera y levantar inventario de existencias al 31 de diciembre de cada año, de acuerdo con las disposiciones reglamentarias respectivas. Cuando el contribuyente inicie o deje de realizar actividades empresariales, deberá formular estado de posición financiera referido a cada uno de los momentos mencionados. 2. En la declaración anual que se presente determinar la utilidad fiscal y el monto que corresponda a la participación de los trabajadores en las utilidades de la empresa. 3. Obtener y conservar la documentación comprobatoria, tratándose de contribuyentes que celebren operaciones con partes relacionadas residentes en el extranjero. 71 3.1.5 INGRESOS ACUMULABLES POR ACTIVIDADES EMPRESARIALES. El segundo párrafo del artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta señala los siguiente: Para los efectos de este artículo, se considera que se obtienen ingresos exclusivamente por la realización de actividades empresariales cuando en el ejercicio inmediato anterior éstos hubieran representado por lo menos el 90% del total de sus ingresos acumulables disminuidos de aquellos a que se refiere el capítulo I del título IV de esta ley. De lo anterior podemos concluir que una persona física que en el ejercicio fiscal obtenga ingresos acumulables por la realización de actividades empresariales del 90 % o más restándole a los mismos los ingresos por salarios, si puede tributar en el citado régimen fiscal. Por el contrario si sus ingresos representan menos del 90 % esta persona física no podrá tributar en el citado régimen fiscal. Como ingresos acumulables por la realización de actividades empresariales, además de los señalados anteriormente, se consideran los siguientes: 1. Tratándose de condonaciones, quitas o remisiones, de deudas relacionadas con la actividad empresarial, así como de las deudas antes citadas que se dejen de pagar por prescripción de la acción del acreedor, la diferencia que resulte de restar del principal actualizado por inflación, el monto de la quita, condonación o remisión al momento de su liquidación o reestructuración, siempre y cuando la liquidación total sea menor al principal actualizado y se trate de quitas, condonaciones o remisiones otorgadas por instituciones del sistema financiero. En el caso de condonaciones, quitas o remisiones de deudas otorgadas por personas distintas a instituciones del sistema financiero, se acumulará el monto total en dichas condonaciones, quitas o remisiones. 72 2. Los provenientes de la enajenación de cuentas y documentos por cobrar y de títulos de crédito distintos de las acciones, relacionados con las actividades empresariales. 3. Las cantidades que se recuperen por seguros, fianzas o responsabilidades a cargo de terceros, tratándose de pérdidas de bienes del contribuyente, afectos a la actividad empresarial. 4. Las cantidades que se perciban para efectuar gastos por cuenta de terceros, salvo que estos últimos sean respaldados con documentación comprobatoria a nombre de aquel por quien se efectúa el gasto. 5. Los derivados de la enajenación de obras de arte hechas por el contribuyente. 6. Los intereses cobrados derivados de la actividad empresarial, sin ajuste alguno. 7. Las devoluciones que se efectúen o los descuentos o bonificaciones que se reciban, siempre que se hubiese efectuado la deducción correspondiente. 8. Los ingresos obtenidos por la enajenación de activos afectos a la actividad del contribuyente, ya que los mismos están obligados a deducir las erogaciones efectivamente realizadas por la adquisición de activos fijos, gastos y cargos diferidos totalmente en un solo ejercicio. 9. Los ingresos determinados presuntivamente por las autoridades fiscales, en los casos en que proceda conforme a la ley, se considerarán ingresos acumulables cuando en el ejercicio de que se trate el contribuyente perciba preponderantemente ingresos por la realización de actividades empresariales. Para tal efecto, se considera que el contribuyente percibe ingresos preponderantemente por actividades empresariales, cuando estos últimos representen en el ejercicio de que se trate o en el anterior, más del 50 % de los ingresos acumulables del contribuyente. 73 Los contribuyentes de este régimen fiscal acumulan los ingresos en el momento en que efectivamente los cobren, considerándose efectivamente percibidos cuando se reciben en: 1. Efectivo. 2. Cheque. 3. Bienes. 4. Servicios. Aun cuando correspondan a anticipos, depósitos o a cualquier otro concepto, sin importar el nombre con el que se les designe. Tratándose de ingresos provenientes de condonaciones, quitas o remisiones, de deudas relacionadas con la actividad empresarial, que se dejen de pagar por prescripción de la acción del acreedor, se considerarán efectivamente percibidos en la fecha en que se convenga la condonación, quita o remisión, o en la que se consume la prescripción. Y en el caso de la enajenación de bienes que se exporten, se acumulará el ingreso cuando efectivamente se perciba, pero en el supuesto de que no se perciba dentro de los doce meses siguientes posteriores en que se realice la exportación, el ingreso se acumulará transcurrido el citado plazo. 74 3.1.6 MAQUINAS REGISTRADORAS DE COMPROBACIÓN FISCAL. El párrafo tercero del artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta establece lo siguiente: Los contribuyentes a que se refiere esta sección que en el ejercicio inmediato anterior hubiesen obtenido ingresos superiores a $1’750,000.00 sin que en dicho ejercicio excedan de $4’000,000.00 que opten por aplicar el régimen establecido en esta sección, estarán obligados a tener máquinas registradoras de comprobación fiscal o equipos o sistemas electrónicos de registro fiscal. Las operaciones que realicen con el público en general deberán registrarse en dichas máquinas, equipos o sistemas, los que deberán mantenerse en todo tiempo en operación. Los contribuyentes del régimen intermedio cuyos ingresos en el ejercicio inmediato anterior hayan sido superiores a $1,750,000.00 estarán obligados a contar con: 1. Maquinas registradoras de comprobación fiscal, o 2. Equipos o sistemas electrónicos de registro fiscal. Las operaciones que se realicen con el público en general deberán registrarse en las citadas maquinas, equipos o sistemas, mismos que deberán mantenerse en todo tiempo en operación. La contabilidad, se entenderá que se integra por los sistemas y registros contables, por los registros, cuentas especiales, libros y registros sociales, por los equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal y sus registros, así como por la documentación comprobatoria de los asientos respectivos y los comprobantes de haber cumplido con las disposiciones fiscales. 75 La resolución miscelánea fiscal publicada el 31 de marzo de 2003 y la cual tiene vigencia de un año, es decir, hasta el 30 de marzo de 2004, pero que a través de la XII resolución de modificaciones a la miscelánea fiscal 2003 mediante su artículo segundo se prorrogo su vigencia hasta el 30 de abril del mismo año; en su regla 3.31.1 señala que para los efectos de los dispuesto por el artículo 134, tercer párrafo de la ley del impuesto sobre la renta, serán aplicables las disposiciones contenidas en los artículos 29-A al 29-K del reglamento del código, siendo las siguientes: Los contribuyentes que de conformidad con la ley estén obligados a tener maquinas de comprobación fiscal, así como quienes adquieran directamente de fabricantes o importadores máquinas registradoras de comprobación fiscal, deberán cumplir con las obligaciones que el código fiscal de la federación establece en relación con dichas máquinas, para lo cual observarán lo siguiente: 1. Registrar en dichas máquinas el valor de los actos o actividades que realicen con el público en general. 2. Expedir los comprobantes que emitan dichas máquinas, respecto de los actos o actividades señalados en la fracción anterior. 3. Tener en operación las citadas máquinas. 4. Cuidar que cumplan con su finalidad, y proporcionar y conservar la información de su funcionamiento, para lo cual deberán: a) Llevar y conservar un libro de control de reparación y mantenimiento por cada una de sus máquinas; b) Solicitar al centro de servicio del fabricante o importador de quien proceda la máquina, su reparación en caso de descompostura y los servicios de mantenimiento, para lo 76 cual, la Secretaría publicará en el Diario Oficial de la Federación, la lista de los centros de servicio de cada uno de dichos fabricantes o importadores; c) Permitir la reparación y el mantenimiento de la máquina por el personal técnico del centro de servicio del fabricante o importador de que se trate; d) Cumplir, si sólo utiliza una máquina de comprobación fiscal en el establecimiento de que se trate y durante el tiempo en que exista imposibilidad de utilizarla, con lo siguiente: d.1. Registrar el valor de los actos o actividades que realicen con el público en general, en forma manual, mecanizada o electrónica. d.2. Conservar la tira de auditoría de las operaciones que se registren en máquina distinta a la de comprobación fiscal. d.3. Formular un reporte global diario. d.4. Expedir comprobantes con todos los datos de los que emitan las máquinas registradoras de comprobación fiscal, excepto los relativos al número de registro y al logotipo fiscal. Si el contribuyente utiliza varias máquinas registradoras de comprobación fiscal, durante el tiempo que dure la imposibilidad de utilizar alguna, operará sólo con las otras. 5. Presentar los avisos y conservar los registros o tiras de auditoría que contengan el número consecutivo de las operaciones y resumen diario de ventas, así como la demás información que exijan las disposiciones fiscales, incluido el aviso de pérdida de la máquina que deberán rendir a la autoridad administradora al día siguiente a aquel en que ocurrió el hecho o tuvo conocimiento del mismo. 77 6. Tener en lugar visible de sus establecimientos una leyenda que indique que utilizan máquinas registradoras de comprobación fiscal y que facilite al público solicitar el comprobante de las operaciones respectivas. Los contribuyentes que directamente adquieran máquinas registradoras de comprobación fiscal, en caso de pérdida o descompostura de imposible reparación de dichas máquinas, o de descompostura de su memoria fiscal, estarán obligados a sustituirlas por otras de iguales características. Cuando un contribuyente tenga necesidad de utilizar varias máquinas para registrar los actos o actividades que realice con el público en general, todas ellas deberán ser de comprobación fiscal, por lo que se deberán proporcionar o, en su caso, adquirir en el número que corresponda. Las máquinas registradoras de comprobación fiscal deberán tener por lo menos, las siguientes características: I. Memoria fiscal que conserve en forma permanente los siguientes datos: a) Clave del registro federal de contribuyentes, número de registro de la máquina y logotipo fiscal, mismos que se registrarán al iniciar el contribuyente el uso de la máquina. Estos datos deberán ser impresos por la máquina en el encabezado de la información que proporcione la memoria fiscal, y b) El valor total de los actos o actividades del día, así como el monto total del impuesto al valor agregado que se hubiera trasladado en su caso y el número consecutivo de reportes globales diarios. Dicha memoria deberá permitir, exclusivamente, acumulaciones consecutivas crecientes sin posibilidad de cancelación o corrección. 78 La memoria fiscal deberá estar fijada al armazón de la máquina en forma inamovible y contar con un elemento de seguridad aprobado por las autoridades administradoras que garantice que no serán borrados o alterados los datos que contiene. Cuando la memoria fiscal sea desconectada o alterada, la máquina registradora de comprobación fiscal deberá tener un mecanismo que impida su funcionamiento. II. Un dispositivo de seguridad que impida el acceso a los componentes internos de la máquina y que garantice la inviolabilidad de las memorias, fiscal y de trabajo. Dicho dispositivo deberá ser aprobado por la Secretaría, previamente a que la misma apruebe el modelo de la máquina. III. Emitir comprobantes que reúnan los siguientes requisitos: a) Nombre, denominación o razón social y clave del registro federal de contribuyentes de quien los expida; b) Valor total de los actos o actividades realizados y número consecutivo del comprobante, y c) Número de registro de la máquina, logotipo fiscal y fecha de expedición. Estos comprobantes podrán contener la cantidad y clase de mercancía o la descripción del servicio proporcionado. IV. Memoria de trabajo que expida un reporte global diario que formará parte de la contabilidad del contribuyente y que contenga la siguiente información: a) Fecha, nombre, denominación o razón social del contribuyente, domicilio fiscal, clave de registro federal de contribuyentes, número de registro de la máquina y logotipo fiscal; 79 b) Valor total de los actos o actividades realizados, así como el monto total del impuesto al valor agregado que se hubiera trasladado, debiendo además hacer la separación de los actos o actividades por los que debe pagarse el impuesto a las distintas tasas, de aquellos por los cuales la ley libera de pago; c) Valor de los descuentos, rebajas, bonificaciones o devoluciones efectuadas, así como de las correcciones realizadas antes de la expedición del comprobante respectivo, y d) Número consecutivo de los comprobantes expedidos a que se refiere la fracción III. V. Tener adherida en un lugar visible, una etiqueta en la que el fabricante o importador señale sus datos de identificación, la denominación comercial del modelo, el número de registro de la máquina y la leyenda "máquina registradora de comprobación fiscal fabricada conforme al modelo aprobado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público". Si la máquina registradora de comprobación fiscal presenta alguna descompostura que impida su correcto funcionamiento, el contribuyente solicitará la reparación por escrito al centro de servicio autorizado, dentro del día siguiente al en que dejó de funcionar. En caso de que sólo utilice dicha máquina en el establecimiento de que se trate, procederá a hacer los registros correspondientes en forma manual, mecanizada o electrónica y si utiliza varias continuará el registro en las otras. El centro de servicio autorizado deberá atender la solicitud del usuario de la máquina dentro de los tres días siguientes al de la solicitud. Cuando a juicio del técnico de servicio, una máquina registradora de comprobación fiscal presente alguna descompostura de imposible reparación, dará aviso inmediato al fabricante o importador, el que ordenará al centro de servicio se confirme este hecho dentro de los siguientes tres días. Con la confirmación, el técnico de servicio hará la anotación respectiva en el libro de control y comunicará la situación al contribuyente, en tanto que el 80 fabricante o importador dará aviso a la autoridad administradora para que proceda a la cancelación del registro de la máquina. El contribuyente estará obligado a conservar los registros, reportes y demás información que se hayan registrado por la máquina, así como la memoria fiscal correspondiente, cumpliendo para ello con las medidas de protección que señale la secretaría. Cuando la descompostura corresponda a la memoria fiscal o ésta agote su capacidad de registro, el técnico de servicio se abstendrá de repararla, dará aviso en los términos del tercer párrafo y se procederá conforme a lo señalado por el mismo. El contribuyente que por cualquier circunstancia sufra la pérdida de su máquina registradora de comprobación fiscal, presentará aviso a la autoridad administradora correspondiente dentro del día siguiente al en que tuvo conocimiento del hecho, comunicándolo también al centro de servicio autorizado. En caso de que sólo tenga dicha máquina en el establecimiento de que se trate, procederá a hacer los registros correspondientes en forma manual, mecanizada o electrónica. Si utiliza varias máquinas en el mismo establecimiento, continuará el registro en las otras hasta que se realice la sustitución. Cuando la máquina registradora de comprobación fiscal presente alguna descompostura de imposible reparación, cuando la memoria fiscal se descomponga o agote su capacidad de registro, o en caso de pérdida de la máquina, el contribuyente que adquiera máquinas registradoras de comprobación fiscal directamente de los fabricantes o importadores, deberá sustituirla en un plazo de 60 días contados a partir de la fecha en que el técnico de servicio asentó en el libro de control la imposible reparación o descompostura de la memoria fiscal, o a partir del siguiente día al en que el propio contribuyente tuvo conocimiento de la referida pérdida, y en el caso de que sólo cuente con una máquina en el establecimiento de que se trate, procederá a hacer el registro del valor de sus actos o actividades con el público en general, en forma manual. Si utiliza varias máquinas registradoras de comprobación fiscal en el establecimiento, continuará el registro en las otras hasta que se realice la sustitución. 81 No obstante todo lo mencionado en párrafos anteriores y conforme a la regla 3.31.6 de la resolución miscelánea fiscal para 2003, los contribuyentes que tengan obligación de acuerdo a la ley de utilizar máquinas registradoras de comprobación fiscal o equipos o sistemas electrónicos de registro fiscal, y que no realicen operaciones con el público en general podrán no tener las citadas máquinas. El cuarto párrafo del artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta dispone lo siguiente: El servicio de administración tributaria llevará el registro de los contribuyentes a quienes corresponda la utilización de máquinas registradoras de comprobación fiscal así como de los equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal y éstos deberán presentar los avisos y conservar la información que señale el reglamento de esta ley. En todo caso, los fabricantes e importadores de máquinas registradoras de comprobación fiscal, equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal, deberán conservar la información que el servicio de administración tributaria determine mediante reglas de carácter general. Las obligaciones que los fabricantes o importadores de máquinas registradoras de comprobación fiscal, equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal, tienen son las siguientes: 1. Deberán obtener la aprobación por modelo o modelos y registro de las mismas, para lo cual además deberán haber acreditado, previamente, los siguientes requisitos: I. Obtener de las autoridades competentes el reconocimiento de que cada uno de los modelos de máquinas registradoras que se proponga fabricar o importar, reúnen los requisitos y características de fabricación y funcionamiento establecidos por la norma oficial mexicana de calidad expedida conforme a la ley federal sobre metrología y normalización, para ser consideradas de comprobación fiscal. 82 II. Contar con registro de fabricante o importador otorgado por la propia secretaría, una vez aprobados el modelo o modelos de cada máquina registradora de comprobación fiscal que se proponga fabricar o importar y sus correspondientes dispositivos de seguridad. III. Contar con el suficiente personal técnico para la reparación y mantenimiento de las máquinas cuyos modelos sean aprobados por la propia secretaría. 2. La aprobación y registro de las máquinas, estará sujeta a que éstas tengan las características que les señala el reglamento del código fiscal de la federación y se ajusten a los modelos y dispositivos de seguridad aprobados por la secretaría de hacienda y crédito público, así como que el fabricante o importador cumpla con lo siguiente: I. Mantener la debida proporción entre el personal técnico de servicios para reparación y mantenimiento y el número de máquinas registradas que correspondan al modelo o modelos aprobados. II. Proporcionar el servicio de reparación y mantenimiento de las máquinas registradoras de comprobación fiscal que enajene y las que la secretaría le señale, provenientes de otro fabricante o importador al que se haya dejado de aprobar y registrar máquinas. III. Colocar en el dispositivo de seguridad, el sello fiscal, y solicitar a la autoridad administradora el número de registro que corresponda a cada máquina registradora que presente para su aprobación. IV. Señalar un número de registro a cada técnico de servicio con que cuente para la reparación y mantenimiento de las máquinas a las que deba mantener en correcto funcionamiento. V. Presentar declaración informativa ante las autoridades administradoras, dentro de los 20 días siguientes al final de cada trimestre, de las enajenaciones realizadas en ese período 83 y de las altas o bajas, nombres y números de registro de los técnicos de servicio encargados de la reparación y mantenimiento. VI. Avisar a la autoridad administradora de la alteración o remoción del sello fiscal y de la imposible reparación o de la descompostura o agotamiento de la memoria fiscal de una máquina a la que deba prestar los servicios de reparación y mantenimiento, al día siguiente de conocido el hecho por el técnico de servicio. El fabricante o importador será responsable de que los técnicos de servicio le informen oportunamente de los hechos mencionados en el párrafo anterior. La secretaría publicará en la página de internet del sat www.sat.gob.mx, los nombres de los fabricantes o importadores a quienes les haya otorgado registro y aprobado modelos de máquinas registradoras de comprobación fiscal. De conformidad con la resolución miscelánea fiscal para 2003, específicamente en la regla 3.31.9 señala que: los fabricantes o importadores de equipos electrónicos de registro fiscal, deberán conservar como parte de su contabilidad, por los equipos electrónicos de registro fiscal que hubieren enajenado, la siguiente información: 1. Nombre, denominación o razón social y clave del registro federal de contribuyentes del adquirente de la máquina. 2. Marca, modelo, número de serie o licencia, de la máquina registradora enajenada. 3. Domicilio en el que se hubieran entregado, así como, en su caso, el equipo en el que se hubiera instalado. 4. Fecha de enajenación y entrega. 5. Fecha en que hubiera efectuado la reactivación fiscal de la máquina registradora. 84 6. Nombre de los técnicos responsables de cada centro de servicio, así como las altas y bajas registradas. 3.1.7 EJERCICIOS FISCALES IRREGULARES. Los contribuyentes que inicien actividades podrán optar por tributar en este régimen fiscal cuando cumplan con lo siguiente: 1. Estimen que sus ingresos en el ejercicio de inicio de actividades no excederán de $4,000,000.00 2. Realicen exclusivamente actividades empresariales. Cuando en el ejercicio de inicio de actividades el contribuyente realice operaciones por un periodo menor a 12 meses, para determinar si sus ingresos no excederán a la cantidad señalada en el punto 1, procederán de la siguiente manera: Ingresos obtenidos en el periodo irregular. % Número de días que comprende el periodo. = Ingreso promedio diario. X 365 días. = Resultado. En caso de que el resultado que se obtenga exceda de $4,000,000.00, en el ejercicio siguiente no se podrá tributar en este régimen fiscal. 85 A este respecto el artículo 135 primer párrafo de la ley del impuesto sobre la renta dispone lo siguiente: Los contribuyentes a que se refiere el artículo 134 de esta ley, que inicien actividades, podrán optar por lo dispuesto en el mismo, cuando estimen que sus ingresos del ejercicio no excederán del límite a que se refiere dicho artículo. Cuando en el ejercicio citado realicen operaciones por un periodo menor de doce meses, para determinar el monto a que se refiere el primer párrafo del citado artículo, dividirán los ingresos manifestados entre el número de días que comprende el periodo y el resultado se multiplicará por 365 días; si la cantidad obtenida excede del importe del monto citado, en el ejercicio siguiente no se podrá ejercer la opción a que se refiere el artículo 134 de esta ley. Por ejercicio fiscal el código fiscal federal en su artículo 11 dispone lo siguiente: Cuando las leyes fiscales establezcan que las contribuciones se calcularán por ejercicios fiscales, éstos coincidirán con el año de calendario. Cuando las personas morales inicien sus actividades con posterioridad al 1o. de enero, en dicho año el ejercicio fiscal será irregular, debiendo iniciarse el día en que comiencen actividades y terminarse el 31 de diciembre del año de que se trate. Lo anteriormente señalado aplica también para personas físicas, cuando inicien sus actividades con posterioridad al 1º. de enero. 86 3.1.8 ACTIVIDADES EMPRESARIALES EN COPROPIEDAD. También las personas físicas que realicen actividades empresariales mediante copropiedad, podrán tributar en el régimen intermedio, siempre que cumplan con los requisitos siguientes: 1. La suma de los ingresos de todos los copropietarios por las actividades empresariales que realicen a través de la copropiedad, sin deducción alguna, no exceda en el ejercicio inmediato anterior de $4,000,000.00. 2. El ingreso que en lo individual le corresponda a cada copropietario por la copropiedad, sin deducción alguna, adicionado a los intereses obtenidos y a los ingresos derivados de ventas de activos fijos propios de la actividad empresarial del mismo copropietario, en el ejercicio inmediato anterior, no hubiera excedido de $4,000,000.00. Transcribo a continuación lo que el artículo 135 en su segundo párrafo establece al respecto: Asimismo, será aplicable la opción a que se refiere el artículo 134 de esta ley cuando las personas físicas realicen actividades empresariales mediante copropiedad y siempre que la suma de los ingresos de todos los copropietarios por las actividades empresariales que realicen a través de la copropiedad, sin deducción alguna, no excedan en el ejercicio inmediato anterior de la cantidad establecida en el primer párrafo del artículo citado y siempre que el ingreso que en lo individual le corresponda a cada copropietario por dicha copropiedad, sin deducción alguna, adicionado de los intereses obtenidos y de los ingresos derivados de ventas de activos fijos propios de su actividad empresarial del mismo copropietario, en el ejercicio inmediato anterior, no hubieran excedido del límite a que se refiere el mismo artículo. 87 Se consideran intereses conforme a lo dispuesto por el artículo 9 de la ley del impuesto sobre la renta, cualquiera que sea el nombre con el que se les designe, a los rendimientos de créditos de cualquier clase. Entendiéndose, entre otros, por intereses: 1. Los rendimientos de la deuda pública, de los bonos u obligaciones, incluyendo descuentos, primas y premios. 2. Los premios de reportos o de préstamos de valores. 3. El monto de las comisiones que correspondan con motivo de apertura o garantía de créditos. 4. El monto de las contraprestaciones correspondientes a la aceptación de un aval, del otorgamiento de una garantía o de la responsabilidad de cualquier clase, excepto cuando dichas contraprestaciones deban hacerse a instituciones de seguros o fianzas. 5. La ganancia en la enajenación de bonos, valores y otros títulos de crédito, siempre que sean de los que se colocan entre el gran público inversionista. En las operaciones de factoraje financiero, se considerará interés la ganancia derivada de los derechos de crédito adquiridos por empresas de factoraje financiero. En los contratos de arrendamiento financiero, se considera interés la diferencia entre el total de pagos y el monto original de la inversión. Cuando los créditos, deudas, operaciones o el importe de los pagos de los contratos de arrendamiento financiero, se ajusten mediante la aplicación de índices, factores o de cualquier otra forma, inclusive mediante el uso de unidades de inversión, se considerará el ajuste como parte del interés. 88 También se dará el tratamiento de intereses, a las ganancias o pérdidas cambiarias, devengadas por la fluctuación de la moneda extranjera, incluyendo las correspondientes al principal y al interés mismo. A la ganancia proveniente de la enajenación de las acciones de las sociedades de inversión en instrumentos de deuda a que se refiere la ley de sociedades de inversión. La ley del impuesto sobre la renta considera como inversiones los activos fijos, los gastos y cargos diferidos y las erogaciones realizadas en periodos preoperativos. Se considera activo fijo al conjunto de bienes tangibles que utilicen los contribuyentes para la realización de sus actividades y que se demeriten por el uso en el servicio del contribuyente y por el transcurso del tiempo. La adquisición o fabricación de estos bienes tendrá siempre como finalidad la utilización de los mismos para el desarrollo de las actividades del contribuyente, y no la de ser enajenados dentro del curso normal de sus operaciones. Gastos diferidos son los activos intangibles representados por bienes o derechos que permitan reducir costos de operación, o mejorar la calidad o aceptación de un producto, por un periodo limitado, inferior a la duración de la actividad de la persona moral. También se consideran gastos diferidos los activos intangibles que permitan la explotación de bienes del dominio público o la prestación de un servicio público concesionado. Cargos diferidos son aquellos que reúnan los requisitos señalados en el párrafo anterior, excepto los relativos a la explotación de bienes del dominio público o a la prestación de un servicio público concesionado, pero cuyo beneficio sea por un periodo ilimitado que dependerá de la duración de la actividad del contribuyente. Erogaciones realizadas en periodos preoperativos son aquellas cuyo fin es la investigación y el desarrollo relacionados con el diseño, elaboración, mejoramiento, empaque o distribución de un producto, así como con la prestación de un servicio; siempre que dichas 89 erogaciones se realicen antes de que el contribuyente enajene sus productos o preste sus servicios en forma constante. El código civil federal en su artículo 938 señala lo que se considera como copropiedad, estableciendo al respecto que la copropiedad se da cuando una cosa o un derecho pertenecen a varias personas. Considerándose iguales, salvo estipulación en contrario, las proporciones correspondientes a los integrantes de la copropiedad, tal y como lo establece el artículo 942 del mismo ordenamiento. 3.1.9 DEDUCCION DE INVERSIONES. En lo que respecta al artículo 136 de la ley del impuesto sobre la renta veamos lo que la exposición de motivos de la ley del impuesto sobre la renta en su párrafo 6 señala: Cuando se trate de personas físicas que realizan actividades empresariales con ingresos anuales de hasta 4 millones de pesos, podrán deducir sus inversiones en activos fijos conforme los paguen. Además, se plantea se sujeten a obligaciones de registro más sencillas. Las obligaciones de registro más sencillas que señala el párrafo 6 de la exposición de motivos mencionada, ya los analizamos en párrafos anteriores, por lo que ya no tocare este punto. Por lo que respecta a las inversiones distintas de automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones y remolques, se deducirán en un solo ejercicio, en el momento en que sean efectivamente erogadas. En caso de que las inversiones se paguen a plazos, la deducción procederá por el monto de las parcialidades efectivamente pagadas en el mes o en el ejercicio que corresponda; asimismo cuando el monto de los intereses que en su caso se paguen por financiamiento no se puedan separar de cada parcialidad o mensualidad, la deducción se aplicará sobre el monto total de la parcialidad, sin incluir el IVA, en cuyo caso, los intereses no podrán deducirse, con 90 la finalidad de no hacer doble vez la deducción de los citados intereses. Transcribo a continuación el artículo 136 primer párrafo de la ley del impuesto sobre la renta. Los contribuyentes a que se refiere el artículo 134 de esta ley, en lugar de aplicar lo dispuesto en el artículo 124 de la misma, deducirán las erogaciones efectivamente realizadas en el ejercicio para la adquisición de activos fijos, gastos o cargos diferidos, excepto tratándose de automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones y remolques, los que deberán deducirse en los términos de la sección II del capítulo II del título II de esta ley. La deducción la podrán efectuar en un solo ejercicio, en el momento en que sean efectivamente erogadas, a excepción de las inversiones de automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones y remolques, los cuales se deducirán aplicando el por ciento máximo autorizado sobre el monto original de la inversión, es decir, se deducirán en varios ejercicios vía depreciación. Las inversiones en automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones y remolques, se deducirán mediante la aplicación en cada ejercicio, del por ciento máximo autorizado, sobre el monto original de la inversión, empezando a deducirse, a elección del contribuyente, a partir del ejercicio en que se inicie su utilización o desde el ejercicio siguiente. El por ciento de deducción se aplicará sobre el monto original de la inversión, aun cuando ésta no se haya pagado en su totalidad en el ejercicio en que proceda su deducción; cuando no se pueda separar el monto original de la inversión de los intereses que en su caso se paguen por el financiamiento, el por ciento se aplicará sobre el monto total, en cuyo caso, los intereses no podrán deducirse, pues de ser así, estaríamos efectuando doble vez la deducción de los intereses. En el caso de que las inversiones se paguen a plazos, la deducción solo se efectuará por el monto de las parcialidades efectivamente pagadas en el mes o en el ejercicio que corresponda. 91 3.1.10 DEDUCCIONES AUTORIZADAS. Los contribuyentes personas físicas que tributen en el régimen intermedio a las actividades empresariales podrán efectuar las deducciones siguientes: 1. Las devoluciones que se reciban o los descuentos o bonificaciones que se hagan, siempre que se hubiese acumulado el ingreso correspondiente. 2. Las adquisiciones de mercancías, así como de materias primas, productos semiterminados o terminados, que se utilicen para prestar servicios, bienes o enajenarlos. 3. Los gastos, entre los que se pueden citar los siguientes: a) Sueldos y Salarios. b) Honorarios a profesionales. c) Renta del local donde fabriquen, enajenen sus productos o presten sus servicios. d) Gasolina y mantenimiento de equipo de transporte. e) Luz y teléfono. f) Papelería y artículos de escritorio. g) Aportaciones al infonavit, SAR y jubilaciones por vejez. h) Impuesto predial. 92 4. Los intereses pagados derivados de la actividad empresarial sin ajuste alguno, así como los que se generen por capitales tomados en préstamo, siempre y cuando tales capitales hayan sido invertidos en los fines de dicha actividad. 5. Las cuotas pagadas al imss, incluso cuando éstas sean a cargo de los trabajadores. 6. Las inversiones tales como: 3.1.11 • Maquinaria. • Mobiliario y equipo de oficina. • Equipo de computo. • Equipo de transporte. ACTIVIDADES AGROPECUARIAS EN EL REGIMEN INTERMEDIO. A través de disposiciones transitorias de la ley del impuesto sobre la renta para 2002 en su artículo segundo, fracción LXXXVI, se dispuso que los contribuyentes que tributen en el régimen intermedio, y que se dediquen exclusivamente a actividades agrícolas o ganaderas y que adquieran terrenos a partir del 1º. de enero de 2002, cuyo uso sea para actividades agrícolas o ganaderas, y que los utilicen únicamente para dichos fines, podrán deducir el monto original de la inversión de los mismos, de la utilidad fiscal que se genere por tales actividades en el ejercicio en que se adquieran y en los tres ejercicios inmediatos siguientes hasta agotarlo, siempre que dichos terrenos se utilicen exclusivamente para las labores agrícolas o ganaderas durante el periodo citado. A este respecto la resolución de facilidades administrativas para el 2003 en su regla 1.12 señala que se cumple con el requisito de uso, siempre que en la escritura correspondiente que se realice ante notario público, se establezca la leyenda de que “el terreno de que se trate 93 ha sido y será usado para actividades agrícolas o ganaderas, que se adquiere para su utilización en dichas actividades y que se deducirá en los términos del artículo segundo fracción LXXXVI de las disposiciones transitorias de la ley del impuesto sobre la renta para 2002”. 3.1.12 PAGOS PROVISIONALES ESTATALES. En la exposición de motivos de la ley del impuesto sobre la renta para el 2003, se señalo lo siguiente: En materia de coordinación fiscal, el Ejecutivo Federal a mi cargo ha propuesto a ese H. Congreso de la Unión, diversas modificaciones con el objeto de permitir a las Entidades Federativas administrar el impuesto sobre la renta correspondiente al régimen intermedio de las actividades empresariales, de pequeños contribuyentes y por la enajenación de terrenos y construcciones. En este sentido, con el fin de hacer congruentes las modificaciones propuestas en la iniciativa que se presenta a la ley de coordinación fiscal con las Entidades Federativas, el Ejecutivo Federal a mi cargo ha estimado conveniente proponer a esa Soberanía que los contribuyentes que tributen en el régimen intermedio, efectúen un pago mensual a la tasa del 5% aplicable a la utilidad fiscal determinada de conformidad con el artículo 127 de la ley del impuesto sobre la renta. Dicho pago se enterará en la Entidad Federativa donde el contribuyente obtenga sus ingresos. Es importante señalar que dicho pago mensual no generara una carga adicional a los contribuyentes, en virtud de que éstos podrán acreditar dicho impuesto contra los pagos provisionales determinados en el mismo mes de conformidad con el artículo 127 de la ley. En el régimen de pequeños contribuyentes, se propone que los contribuyentes puedan efectuar pagos mensuales del impuesto, los cuales se deberán enterar en las Entidades 94 Federativas donde obtengan sus ingresos, siempre que dichas entidades celebren convenio de coordinación para administrar dicho impuesto. Asimismo, se propone que el servicio de administración tributaría y, en su caso, las Entidades Federativas que administren el impuesto, puedan ampliar los periodos de pago tomando en consideración la rama de la actividad o la circunscripción territorial de los contribuyentes. De igual forma, el Ejecutivo Federal estima conveniente que los contribuyentes que obtengan ingresos por la enajenación de terrenos o construcciones, efectúen un pago por cada enajenación, aplicando la tasa del 5% sobre la ganancia obtenida en los términos del capítulo IV del título IV de la ley del impuesto sobre la renta, ante las oficinas de las Entidades Federativas. Dicho pago podrá acreditarse contra el pago provisional que se efectúe en los términos del artículo 154 de la ley, con lo cual no se genera carga adicional alguna a los contribuyentes. A este respecto en la ley del impuesto sobre la renta en el año 2003 se adiciono un artículo con el numeral 136-Bis y el cual establece que los contribuyentes del régimen intermedio deben efectuar pagos mensuales mediante declaración que presentarán ante las oficinas autorizadas de la Entidad Federativa en la cual obtengan sus ingresos. El pago mensual a que se refiere este artículo, se determinará conforme a lo siguiente: Ingresos acumulables del periodo _ Deducciones autorizadas del periodo = Base gravable x 5 % Tasa de impuesto estatal = Pago provisional determinado _ Pagos provisionales anteriores = Pago provisional estatal 95 Mediante disposiciones transitorias para el ejercicio 2003, en su artículo segundo, fracción IX, se señala que no será aplicable lo dispuesto en el artículo 136-Bis de la ley del impuesto sobre la renta, en aquellas Entidades Federativas que no celebren convenio de coordinación para administrar dicho impuesto, ni en aquellas Entidades Federativas donde se dé por terminado dicho convenio. No obstante lo señalado en párrafos anteriores, conforme a la resolución de facilidades administrativas para el ejercicio fiscal de 2003 se dispuso en la regla 1.6 que los contribuyentes dedicados a las actividades agrícolas, silvícolas, ganaderas o de pesca, que cumplan con sus obligaciones fiscales en los términos del título IV, capítulo II, secciones I o II de la ley del impuesto sobre la renta, podrán realizar pagos provisionales del impuesto sobre la renta en forma semestral. Tratándose de las retenciones del impuesto sobre la renta que se efectúen a terceros, por el ejercicio de 2003, podrán enterarlas en los mismos plazos en los que realicen sus pagos provisionales del impuesto sobre la renta. Los contribuyentes del párrafo anterior que opten por realizar pagos provisionales del impuesto sobre la renta en forma semestral, deberán presentar en el mismo plazo la declaración correspondiente al impuesto al valor agregado. Otra facilidad que tienen estos contribuyentes es la referida en la regla 1.11 de la misma resolución de facilidades administrativas para el 2003, consistente en la reducción del 50 % del impuesto sobre la renta a su cargo, inclusive en los pagos provisionales del mismo impuesto. El pago provisional mensual estatal, se podrá acreditar contra el pago provisional de la federación determinado en el mismo mes conforme a lo dispuesto por el artículo 127 de la ley del impuesto sobre la renta; en caso de que el impuesto determinado conforme al artículo 127, sea menor al pago provisional mensual estatal, los contribuyentes únicamente enterarán el impuesto que sea menor, es decir, el determinado conforme al artículo 127 a la Entidad Federativa correspondiente. 96 Cuando los contribuyentes tengan establecimientos, agencias o sucursales, en dos o más Entidades Federativas, efectuarán los pagos provisionales mensuales en cada Entidad Federativa considerando para su determinación los ingresos que reciban en cada Entidad Federativa, es decir, si obtiene un contribuyente ingresos en Colima y en Jalisco, determinara con los ingresos de Colima el pago provisional a enterar en Colima y con los ingresos de Jalisco el pago provisional a enterar en Jalisco. Además los pagos provisionales estatales, también serán acreditables contra el impuesto del ejercicio. 97 3.2 REGIMEN DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y PROFESIONALES. 3.2.1 SUJETOS DEL REGIMEN. En este régimen pueden tributar las personas físicas que realicen actividades empresariales o la prestación de servicios profesionales, entendiéndose por actividades empresariales las que señala el artículo 16 del código fiscal de la federación, mismas que ya analizamos en párrafos anteriores; para definir los conceptos de actividades empresariales y servicios profesionales el artículo 120 de la ley del impuesto sobre la renta, dispone lo siguiente: Se consideran Ingresos por actividades empresariales, los provenientes de la realización de actividades comerciales, industriales, agrícolas, ganaderas, de pesca o silvícolas. Y como ingresos por la prestación de un servicio profesional, las remuneraciones que deriven de un servicio personal independiente y cuyos ingresos no estén considerados como ingresos por salarios. 3.2.2 INGRESOS ACUMULABLES. Se consideran ingresos acumulables por la realización de actividades empresariales o por la prestación de servicios profesionales los siguientes: I. Tratándose de condonaciones, quitas o remisiones, de deudas relacionadas con la actividad empresarial o con el servicio profesional, así como de las deudas antes citadas que se dejen de pagar por prescripción de la acción del acreedor, la diferencia que resulte de restar del principal actualizado por inflación, el monto de la quita, condonación o remisión, al momento 98 de su liquidación o reestructuración, siempre y cuando la liquidación total sea menor al principal actualizado y se trate de quitas, condonaciones o remisiones otorgadas por instituciones del sistema financiero. En el caso de condonaciones, quitas o remisiones de deudas otorgadas por personas distintas a instituciones del sistema financiero, se acumulará el monto total en dichas condonaciones, quitas o remisiones. II. Los provenientes de la enajenación de cuentas y documentos por cobrar y de títulos de crédito distintos de las acciones, relacionados con las actividades a que se refiere este capítulo. III. Las cantidades que se recuperen por seguros, fianzas o responsabilidades a cargo de terceros, tratándose de pérdidas de bienes del contribuyente afectos a la actividad empresarial o al servicio profesional. IV. Las cantidades que se perciban para efectuar gastos por cuenta de terceros, salvo que dichos gastos sean respaldados con documentación comprobatoria a nombre de aquél por cuenta de quien se efectúa el gasto. V. Los derivados de la enajenación de obras de arte hechas por el contribuyente. VI. Los obtenidos por agentes de instituciones de crédito, de seguros, de fianzas o de valores, por promotores de valores o de administradoras de fondos para el retiro, por los servicios profesionales prestados a dichas instituciones. VII. Los obtenidos mediante la explotación de una patente aduanal. VIII. Los obtenidos por la explotación de obras escritas, fotografías o dibujos, en libros, periódicos, revistas o en las páginas electrónicas vía internet, o bien, la reproducción en serie de grabaciones de obras musicales y en general cualquier otro que derive de la explotación de derechos de autor. 99 IX. Los intereses cobrados derivados de la actividad empresarial o de la prestación de servicios profesionales, sin ajuste alguno. X. Las devoluciones que se efectúen o los descuentos o bonificaciones que se reciban, siempre que se hubiese efectuado la deducción correspondiente. XI. La ganancia derivada de la enajenación de activos afectos a la actividad, salvo tratándose de los contribuyentes a que se refiere el artículo 134 de esta ley; en este último caso, se considerará como ganancia el total del ingreso obtenido en la enajenación. Los ingresos determinados presuntivamente por las autoridades fiscales, cuando en el ejercicio de que se trate el contribuyente perciba preponderantemente ingresos que correspondan a actividades empresariales o a la prestación de servicios profesionales. Se considera que el contribuyente percibe ingresos preponderantemente por actividades empresariales o por prestación de servicios profesionales, cuando dichos ingresos representen en el ejercicio de que se trate o en el anterior, más del 50% de los ingresos acumulables del contribuyente. Considerandose como ejercicio fiscal cuando, éstos coincidan con el año de calendario. Cuando las personas morales inicien sus actividades con posterioridad al 1o. de enero, en dicho año el ejercicio fiscal será irregular, debiendo iniciarse el día en que comiencen actividades y terminarse el 31 de diciembre del año de que se trate. Lo anteriormente señalado aplica también para personas físicas, cuando inicien sus actividades con posterioridad al 1º. de enero 100 3.2.3 MOMENTO DE ACUMULACIÓN DEL INGRESO. Los ingresos se consideran acumulables en el momento en que sean efectivamente percibidos. Los ingresos se consideran efectivamente percibidos cuando se reciban: 1. En efectivo. 2. En bienes. 3. En servicios. Aun cuando dichos ingresos correspondan a anticipos, a depósitos o a cualquier otro concepto, sin importar el nombre con el que se les designe. De igual manera se considera percibido el ingreso cuando el contribuyente reciba títulos de crédito emitidos por una persona distinta de quien efectúa el pago. Cuando se perciban en cheque, se considerará percibido el ingreso en la fecha de cobro del mismo o cuando los contribuyentes transmitan los cheques a un tercero, excepto cuando dicha transmisión sea en procuración. También se entiende que es efectivamente percibido el ingreso cuando el interés del acreedor queda satisfecho mediante cualquier forma de extinción de las obligaciones. A este respecto se dijo lo siguiente en la exposición de motivos de la ley miscelánea para el 2002: Respecto del régimen de actividades empresariales de las personas físicas, el incorporarlas a un sistema de tributación homólogo al de personas morales ha generado la aplicación de una tasa única, distorsionando con ello las decisiones sobre el esfuerzo laboral y 101 la acumulación del capital humano, sin que los instrumentos para fomentar el ahorro interno y la capitalización productiva hayan brindado los resultados deseados. Además, la falta de instrumentos eficientes que fomenten la reinversión de utilidades para el desarrollo de los pequeños empresarios, ha generado que este sector de contribuyentes emprendedores vean limitada su participación en los mercados nacionales o extranjeros, al encontrarse en una situación de desventaja competitiva ante las economías a escala que generan y benefician a las medianas y grandes empresas. El impacto que el régimen fiscal de las personas físicas con actividades empresariales tiene en los pequeños empresarios, se ha convertido en un factor determinante en la falta de integración de éstos en las cadenas productivas. Por lo anterior, se considera que un régimen adecuado para las actividades empresariales que desarrollen las personas físicas, debe fundarse en base flujo para que el impuesto se cause hasta el momento en que se obtenga el ingreso y no cuando éste se devengue. Este régimen en base flujo se debe aplicar a todas las personas físicas, sin importar el origen del ingreso. Con ello, se elimina la homologación del régimen aplicable a las personas físicas con actividades empresariales con el de personas morales, haciendo más equitativo el régimen y eliminándose una serie de obligaciones a las que hoy se encuentran sujetos. Respecto al ingreso acumulable recibido en especie el artículo 17 del código fiscal de la federación establece lo siguiente: Cuando se perciba el ingreso en bienes o servicios, se considerará el valor de éstos en moneda nacional en la fecha de la percepción según las cotizaciones o valores en el mercado, o en defecto de ambos el de avalúo. Lo dispuesto en este párrafo no es aplicable tratándose de moneda extranjera. 102 Cuando con motivo de la prestación de un servicio se proporcionen bienes o se otorgue su uso o goce temporal al prestatario, se considerará como ingreso por el servicio o como valor de éste, el importe total de la contraprestación a cargo del prestatario, siempre que sean bienes que normalmente se proporcionen o se conceda su uso o goce con el servicio de que se trate. Como títulos de crédito la ley general de títulos y operaciones de crédito señala que son los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna. Tratándose de los ingresos por condonaciones, quitas o remisiones, éstos se considerarán efectivamente percibidos en la fecha en que se convenga la condonación, la quita o la remisión, o en la que se consume la prescripción. En el caso de enajenación de bienes que se exporten se deberá acumular el ingreso cuando efectivamente se perciba. En el caso de que no se perciba el ingreso dentro de los doce meses siguientes a aquél en el que se realice la exportación, se deberá acumular el ingreso una vez transcurrido dicho plazo. El artículo 12 del código fiscal de la federación establece que cuando los plazos se fijen por mes o por año, sin especificar que sean de calendario, se entenderá que en el primer caso el plazo concluye el mismo día del mes de calendario posterior a aquel en que se inició y en el segundo, el término vencerá el mismo día del siguiente año de calendario a aquel en que se inició. En los plazos que se fijen por mes o por año cuando no exista el mismo día en el mes de calendario correspondiente, el término será el primer día hábil del siguiente mes de calendario. 103 3.2.4 DEDUCCIONES AUTORIZADAS. El artículo 123 de la ley del impuesto sobre la renta establece que las personas físicas que obtengan ingresos por actividades empresariales o servicios profesionales, podrán efectuar las deducciones siguientes: 1. Las devoluciones que se reciban o los descuentos o bonificaciones que se hagan, siempre que se hubiese acumulado el ingreso correspondiente. 2. Las adquisiciones de mercancías, así como de materias primas, productos semiterminados o terminados, que utilicen para prestar servicios, para fabricar bienes o para enajenarlos. No serán deducibles conforme a esta fracción los activos fijos, los terrenos, las acciones, partes sociales, obligaciones y otros valores mobiliarios, los títulos valor que representen la propiedad de bienes, excepto certificados de depósito de bienes o mercancías, la moneda extranjera, las piezas de oro o de plata que hubieran tenido el carácter de moneda nacional o extranjera ni las piezas denominadas onzas troy. 3. Los gastos. 4. Las inversiones. La ley del impuesto sobre la renta considera inversiones los activos fijos, los gastos y cargos diferidos y las erogaciones realizadas en periodos preoperativos, cuyo concepto se señala a continuación: Activo fijo es el conjunto de bienes tangibles que utilicen los contribuyentes para la realización de sus actividades y que se demeriten por el uso en el servicio del contribuyente y por el transcurso del tiempo. La adquisición o fabricación de estos bienes tendrá siempre como 104 finalidad la utilización de los mismos para el desarrollo de las actividades del contribuyente, y no la de ser enajenados dentro del curso normal de sus operaciones. Gastos diferidos son los activos intangibles representados por bienes o derechos que permitan reducir costos de operación, o mejorar la calidad o aceptación de un producto, por un periodo limitado, inferior a la duración de la actividad de la persona moral. También se consideran gastos diferidos los activos intangibles que permitan la explotación de bienes del dominio público o la prestación de un servicio público concesionado. Cargos diferidos son aquellos que reúnan los requisitos señalados en el párrafo anterior, excepto los relativos a la explotación de bienes del dominio público o a la prestación de un servicio público concesionado, pero cuyo beneficio sea por un periodo ilimitado que dependerá de la duración de la actividad de la persona moral. Erogaciones realizadas en periodos preoperativos, son aquellas que tienen por objeto la investigación y el desarrollo, relacionados con el diseño, elaboración, mejoramiento, empaque o distribución de un producto, así como con la prestación de un servicio; siempre que las erogaciones se efectúen antes de que el contribuyente enajene sus productos o preste sus servicios, en forma constante. Tratándose de industrias extractivas, estas erogaciones son las relacionadas con la exploración para la localización y cuantificación de nuevos yacimientos susceptibles de explotarse. Las inversiones únicamente se podrán deducir mediante la aplicación, en cada ejercicio, de los por cientos máximos autorizados por la ley del impuesto sobre la renta, sobre el monto original de la inversión, con las limitaciones en deducciones que, en su caso, establezca esta ley. Tratándose de ejercicios irregulares, la deducción correspondiente se efectuará en el por ciento que represente el número de meses completos del ejercicio en los que el bien haya sido utilizado por el contribuyente, respecto de doce meses. Cuando el bien se comience a utilizar después de iniciado el ejercicio y en el que se termine su deducción, ésta se efectuará con las mismas reglas que se aplican para los ejercicios irregulares. 105 El monto original de la inversión comprende, además del precio del bien, los impuestos efectivamente pagados con motivo de la adquisición o importación del mismo a excepción del impuesto al valor agregado, así como las erogaciones por concepto de derechos, cuotas compensatorias, fletes, transportes, acarreos, seguros contra riesgos en la transportación, manejo, comisiones sobre compras y honorarios a agentes aduanales. Tratándose de las inversiones en automóviles el monto original de la inversión también incluye el monto de las inversiones en equipo de blindaje. Cuando los bienes se adquieran con motivo de fusión o escisión de sociedades, se considerará como fecha de adquisición la que le correspondió a la sociedad fusionada o a la escindente. El contribuyente podrá aplicar por cientos menores a los autorizados por esta ley. En este caso, el por ciento elegido será obligatorio y podrá cambiarse, sin exceder del máximo autorizado. Tratándose del segundo y posteriores cambios deberán transcurrir cuando menos cinco años desde el último cambio; cuando el cambio se quiera realizar antes de que transcurra dicho plazo, se deberá cumplir con los requisitos que establezca el reglamento de esta ley. El por ciento de deducción de inversiones a que se refiere el párrafo anterior podrá cambiarse una sola vez en cada periodo de cinco años para cada bien de que se trate. Cuando no hubieran transcurrido cinco años como mínimo desde el último cambio, podrá cambiarse nuevamente por una sola vez, cuando el contribuyente no haya incurrido en pérdida fiscal en el ejercicio en el cual efectúa el cambio o en cualquiera de los últimos tres anteriores a éste, siempre que el cambio no tenga como efecto que se produzca una pérdida fiscal en el ejercicio de que se trate. Las inversiones empezarán a deducirse, a elección del contribuyente, a partir del ejercicio en que se inicie la utilización de los bienes o desde el ejercicio siguiente. El contribuyente podrá no iniciar la deducción de las inversiones para efectos fiscales, a partir de que se inicien los plazos a que se refiere este párrafo. En este último caso, podrá hacerlo con posterioridad, perdiendo el derecho a deducir las cantidades correspondientes a los ejercicios 106 transcurridos desde que pudo efectuar la deducción conforme a este artículo y hasta que inicie la misma, calculadas aplicando los por cientos máximos autorizados por esta ley. Cuando el contribuyente enajene los bienes o cuando éstos dejen de ser útiles para obtener los ingresos, deducirá, en el ejercicio en que esto ocurra, la parte aún no deducida. En el caso en que los bienes dejen de ser útiles para obtener los ingresos, el contribuyente deberá mantener sin deducción un peso en sus registros. Los contribuyentes ajustarán la deducción determinada en los términos de los párrafos primero y sexto de este artículo, multiplicándola por el factor de actualización correspondiente al periodo comprendido desde el mes en que se adquirió el bien y hasta el último mes de la primera mitad del periodo en el que el bien haya sido utilizado durante el ejercicio por el que se efectúe la deducción. Cuando sea impar el número de meses comprendidos en el periodo en el que el bien haya sido utilizado en el ejercicio, se considerará como último mes de la primera mitad de dicho periodo el mes inmediato anterior al que corresponda la mitad del periodo. La deducción de las inversiones se sujetará a las reglas siguientes: I. Las reparaciones, así como las adaptaciones a las instalaciones se considerarán inversiones siempre que impliquen adiciones o mejoras al activo fijo. En ningún caso se considerarán inversiones los gastos por concepto de conservación, mantenimiento y reparación, que se eroguen con el objeto de mantener el bien de que se trate en condiciones de operación. II. Las inversiones en automóviles sólo serán deducibles hasta por un monto de $300,000.00. 107 Lo dispuesto en esta fracción no será aplicable tratándose de contribuyentes cuya actividad consista en el otorgamiento del uso o goce temporal de automóviles, siempre y cuando los destinen exclusivamente a dicha actividad. III. Las inversiones en casas habitación y en comedores, que por su naturaleza no estén a disposición de todos los trabajadores de la empresa, así como en aviones y embarcaciones que no tengan concesión o permiso del Gobierno Federal para ser explotados comercialmente, sólo serán deducibles en los casos que reúnan los requisitos que señale el reglamento de esta ley. En el caso de aviones, la deducción se calculará considerando como monto original máximo de la inversión, una cantidad equivalente a $8,600,000.00. Tratándose de contribuyentes cuya actividad preponderante consista en el otorgamiento del uso o goce temporal de aviones o automóviles, podrán efectuar la deducción total del monto original de la inversión del avión o del automóvil de que se trate, excepto cuando dichos contribuyentes otorguen el uso o goce temporal de aviones o automóviles a otro contribuyente, cuando alguno de ellos, o sus socios o accionistas, sean a su vez socios o accionistas del otro, o exista una relación que de hecho le permita a uno de ellos ejercer una influencia preponderante en las operaciones del otro, en cuyo caso la deducción se determinará en los términos del primer párrafo de esta fracción, para el caso de aviones y en los términos de la fracción II de este artículo para el caso de automóviles. Las inversiones en casas de recreo en ningún caso serán deducibles. IV. En los casos de bienes adquiridos por fusión o escisión de sociedades, los valores sujetos a deducción no deberán ser superiores a los valores pendientes de deducir en la sociedad fusionada o escindente, según corresponda. V. Las comisiones y los gastos relacionados con la emisión de obligaciones o de cualquier otro título de crédito, colocados entre el gran público inversionista, o cualquier otro título de crédito, se deducirán anualmente en proporción a los pagos efectuados para redimir dichas obligaciones o títulos, en cada ejercicio. Cuando las obligaciones y los títulos a que se refiere 108 esta fracción se rediman mediante un solo pago, las comisiones y los gastos se deducirán por partes iguales durante los ejercicios que transcurran hasta que se efectúe el pago. VI. Las construcciones, instalaciones o mejoras permanentes en activos fijos tangibles, propiedad de terceros, que de conformidad con los contratos de arrendamiento o de concesión respectivos queden a beneficio del propietario y se hayan efectuado a partir de la fecha de celebración de los contratos mencionados, se deducirán en los términos señalados. Cuando la terminación del contrato ocurra sin que las inversiones deducibles hayan sido fiscalmente redimidas, el valor por redimir podrá deducirse en la declaración del ejercicio respectivo. VII. Tratándose de regalías, se podrá efectuar la deducción, únicamente cuando las mismas hayan sido efectivamente pagadas. Los por cientos máximos autorizados, tratándose de activos fijos por tipo de bien son los siguientes: I. Tratándose de construcciones: a) 10% para inmuebles declarados como monumentos arqueológicos, artísticos, históricos o patrimoniales, conforme a la ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos, que cuenten con el certificado de restauración expedido por el instituto nacional de antropología e historia o el instituto nacional de bellas artes. b) 5% en los demás casos. II. Tratándose de ferrocarriles: a) 3% para bombas de suministro de combustible a trenes. b) 5% para vías férreas. 109 c) 6% para carros de ferrocarril, locomotoras, armones y autoarmones. d) 7% para maquinaria niveladora de vías, desclavadoras, esmeriles para vías, gatos de motor para levantar la vía, removedora, insertadora y taladradora de durmientes. e) 10% para el equipo de comunicación, señalización y telemando. III. 10% para mobiliario y equipo de oficina. IV. 6% para embarcaciones. V. Tratándose de aviones: a) 25% para los dedicados a la aerofumigación agrícola. b) 10% para los demás. VI. 25% para automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones y remolques. VII. 30% para computadoras personales de escritorio y portátiles; servidores; impresoras, lectores ópticos, graficadores, lectores de código de barras, digitalizadores, unidades de almacenamiento externo y concentradores de redes de cómputo. VIII. 35% para dados, troqueles, moldes, matrices y herramental. IX. 100% para semovientes, vegetales, máquinas registradoras de comprobación fiscal y equipos electrónicos de registro fiscal. X. Tratándose de comunicaciones telefónicas: a) 5% para torres de transmisión y cables, excepto los de fibra óptica. 110 b) 8% para sistemas de radio, incluyendo equipo de transmisión y manejo que utiliza el espectro radioeléctrico, tales como el de radiotransmisión de microonda digital o analógica, torres de microondas y guías de onda. c) 10% para equipo utilizado en la transmisión, tales como circuitos de la planta interna que no forman parte de la conmutación y cuyas funciones se enfocan hacia las troncales que llegan a la central telefónica, incluye multiplexores, equipos concentradores y ruteadores. d) 25% para equipo de la central telefónica destinado a la conmutación de llamadas de tecnología distinta a la electromecánica. e) 10% para los demás. XI. Tratándose de comunicaciones satelitales: a) 8% para el segmento satelital en el espacio, incluyendo el cuerpo principal del satélite, los transpondedores, las antenas para la transmisión y recepción de comunicaciones digitales y análogas, y el equipo de monitoreo en el satélite. b) 10% para el equipo satelital en tierra, incluyendo las antenas para la transmisión y recepción de comunicaciones digitales y análogas y el equipo para el monitoreo del satélite. 5. Los intereses pagados derivados de la actividad empresarial o servicio profesional, sin ajuste alguno, así como los que se generen por capitales tomados en préstamo siempre y cuando dichos capitales hayan sido invertidos. Se consideran intereses, cualquiera que sea el nombre con que se les designe, a los rendimientos de créditos de cualquier clase. Se entiende que, entre otros, son intereses: los rendimientos de la deuda pública, de los bonos u obligaciones, incluyendo descuentos, primas y premios; los premios de reportos o de préstamos de valores; el monto de las comisiones que correspondan con motivo de apertura o garantía de créditos; el monto de las 111 contraprestaciones correspondientes a la aceptación de un aval, del otorgamiento de una garantía o de la responsabilidad de cualquier clase, excepto cuando dichas contraprestaciones deban hacerse a instituciones de seguros o fianzas; la ganancia en la enajenación de bonos, valores y otros títulos de crédito, siempre que sean de los que se colocan entre el gran público inversionista, conforme a las reglas generales que al efecto expida el servicio de administración tributaria. De conformidad con el código civil federal el interés legal es del nueve por ciento anual; y el interés convencional es el que fijan los contratantes, y puede ser mayor o menor que el interés legal; pero cuando el interés sea tan desproporcionado que haga fundadamente creer que se ha abusado del apuro pecuniario, de la inexperiencia o de la ignorancia del deudor, a petición de éste el juez, teniendo en cuenta las especiales circunstancias del caso, podrá reducir equitativamente el interés hasta el tipo legal. 6. Las cuotas pagadas por los patrones al instituto mexicano del seguro social, incluso cuando éstas sean a cargo de sus trabajadores. La documentación relacionada con las deducciones señaladas anteriormente, deberá conservarse durante el plazo de cinco años, contado a partir de la fecha en que se presentaron o debieron haberse presentado las declaraciones con ellas relacionadas. Los contribuyentes de este régimen fiscal determinarán la deducción por inversiones aplicando lo dispuesto anteriormente. Para estos efectos, los por cientos de deducción se aplicarán sobre el monto original de la inversión, aun cuando ésta no se haya pagado en su totalidad en el ejercicio en que proceda su deducción. Cuando no se pueda separar el monto original de la inversión de los intereses que en su caso se paguen por el financiamiento, el por ciento que corresponda se aplicará sobre el monto total, en cuyo caso, los intereses no podrán deducirse. 112 Los contribuyentes de este régimen, que únicamente presten servicios profesionales y que en el ejercicio inmediato anterior sus ingresos no hubiesen excedido de $840,000.00, podrán deducir las erogaciones efectivamente realizadas en el ejercicio para la adquisición de activos fijos, gastos o cargos diferidos. Lo dispuesto en este párrafo no será aplicable tratándose de automóviles, terrenos y construcciones. 3.2.5 REQUISITOS DE LAS DEDUCCIONES. Las deducciones autorizadas, deberán reunir los siguientes requisitos: I. Que hayan sido efectivamente erogadas en el ejercicio de que se trate. Se consideran efectivamente erogadas cuando el pago haya sido realizado en efectivo, mediante traspasos de cuentas en instituciones de crédito o casas de bolsa, en servicios o en otros bienes que no sean títulos de crédito. Tratándose de pagos con cheque, se considerará efectivamente erogado en la fecha en la que el mismo haya sido cobrado o cuando los contribuyentes transmitan los cheques a un tercero, excepto cuando dicha transmisión sea en procuración. Igualmente, se consideran efectivamente erogadas cuando el contribuyente entregue títulos de crédito suscritos por una persona distinta. También se entiende que es efectivamente erogado cuando el interés del acreedor queda satisfecho mediante cualquier forma de extinción de las obligaciones. Cuando los pagos a que se refiere el párrafo anterior se efectúen con cheque, la deducción se efectuará en el ejercicio en que éste se cobre, siempre que entre la fecha consignada en la documentación comprobatoria que se haya expedido y la fecha en que efectivamente se cobre dicho cheque no hayan transcurrido más de cuatro meses. Se presume que la suscripción de títulos de crédito, por el contribuyente, diversos al cheque, constituye garantía del pago del precio o de la contraprestación pactada por la actividad empresarial o por el servicio profesional. En estos casos, se entenderá recibido el 113 pago cuando efectivamente se realice, o cuando los contribuyentes transmitan a un tercero los títulos de crédito, excepto cuando dicha transmisión sea en procuración. Tratándose de inversiones, éstas deberán deducirse en el ejercicio en el que se inicie su utilización o en el ejercicio siguiente, aun cuando en dicho ejercicio no se haya erogado en su totalidad el monto original de la inversión. II. Que sean estrictamente indispensables para la obtención de los ingresos por los que se está obligado al pago de este impuesto. III. Que se resten una sola vez, aun cuando estén relacionadas con la obtención de diversos ingresos. IV. Que los pagos de primas por seguros o fianzas se hagan conforme a las leyes de la materia y correspondan a conceptos deducibles o que en otras leyes se establezca la obligación de contratarlos y siempre que, tratándose de seguros, durante la vigencia de la póliza no se otorguen préstamos por parte de la aseguradora, a persona alguna, con garantía de las sumas aseguradas, de las primas pagadas o de las reservas matemáticas. V. Cuando el pago se realice a plazos, la deducción procederá por el monto de las parcialidades efectivamente pagadas en el mes o en el ejercicio que corresponda, excepto tratándose de las deducciones de inversiones. VI. Que tratándose de las inversiones no se les dé efectos fiscales a su revaluación. VII. Que al realizar las operaciones correspondientes o a más tardar el último día del ejercicio, se reúnan los requisitos para cada deducción en particular. Tratándose únicamente de la documentación comprobatoria que reúna los requisitos que señalen las disposiciones fiscales relativas a la identidad y domicilio de quien la expida, así como de quien adquirió el bien de que se trate o recibió el servicio y que los pagos cuyo monto exceda de $2,000.00, se efectúen mediante cheque nominativo del contribuyente, tarjeta de crédito, de débito o de servicios, o a 114 través de los monederos electrónicos que al efecto autorice el servicio de administración tributaria, excepto cuando dichos pagos se hagan por la prestación de un servicio personal subordinado, ésta se obtenga a más tardar el día en que el contribuyente deba presentar su declaración. Además, la fecha de expedición de la documentación comprobatoria de un gasto deducible deberá corresponder al ejercicio por el que se efectúa la deducción. 3.2.6 PAGOS PROVISIONALES. Los contribuyentes de este régimen fiscal, efectuarán pagos provisionales mensuales a cuenta del impuesto del ejercicio, a más tardar el día 17 del mes inmediato posterior a aquél al que corresponda el pago, mediante declaración que presentarán ante las oficinas autorizadas. El pago provisional se determinará restando de la totalidad de los ingresos obtenidos en el periodo comprendido desde el inicio del ejercicio y hasta el último día del mes al que corresponde el pago, las deducciones autorizadas correspondientes al mismo periodo y, en su caso, las pérdidas fiscales ocurridas en ejercicios anteriores que no se hubieran disminuido. Al resultado que se obtenga conforme al párrafo anterior, se le aplicará la tarifa del artículo 113 de la ley del impuesto sobre la renta, sumando las cantidades correspondientes a las columnas relativas al límite inferior, límite superior y cuota fija, que en los términos de dicho artículo resulten para cada uno de los meses del periodo a que se refiere el pago provisional de que se trate, y que correspondan al mismo renglón identificado por el mismo por ciento para aplicarse sobre el excedente del límite inferior. Contra el pago provisional determinado, se acreditarán los pagos provisionales del mismo ejercicio efectuados con anterioridad. Quienes en el ejercicio obtengan en forma esporádica ingresos derivados de la prestación de servicios profesionales y no obtengan otros ingresos gravados, cubrirán como pago provisional a cuenta del impuesto anual, el monto que resulte de aplicar la tasa del 20% 115 sobre los ingresos percibidos, sin deducción alguna. El pago provisional se hará mediante declaración que presentarán ante las oficinas autorizadas dentro de los 15 días siguientes a la obtención del ingreso; quedando relevados de la obligación de llevar libros y registros, así como de presentar declaraciones provisionales distintas de las antes señaladas. Los contribuyentes a que se refiere el párrafo anterior, deberán presentar declaración anual y podrán deducir únicamente los gastos directamente relacionados con la prestación del servicio profesional. 3.2.7 ACTIVIDADES EN COPROPIEDAD. Cuando se realicen actividades empresariales a través de una copropiedad, el representante común designado determinará, la utilidad fiscal o la pérdida fiscal, de dichas actividades y cumplirá por cuenta de la totalidad de los copropietarios sus obligaciones fiscales, incluso la de efectuar pagos provisionales. Para el impuesto del ejercicio, los copropietarios considerarán la utilidad fiscal o la pérdida fiscal que se determine, en la parte proporcional que de la misma les corresponda y acreditarán, en esa misma proporción, el monto de los pagos provisionales efectuados por dicho representante. A este respecto el código civil federal considera en su artículo 938 que hay copropiedad cuando una cosa o un derecho pertenecen pro-indiviso a varias personas. De acuerdo con el código fiscal de la federación el cual señala en su artículo 26 fracción II que serán responsables solidarios con los contribuyentes las personas que estén obligadas a efectuar pagos provisionales por cuenta del contribuyente, hasta por el monto de estos pagos. 116 3.2.8 CONCEPTO DE UTILIDAD FISCAL Y UTILIDAD GRAVABLE. La utilidad fiscal del ejercicio se determinará disminuyendo de la totalidad de los ingresos acumulables obtenidos por las actividades empresariales o por la prestación de servicios profesionales, las deducciones autorizadas, ambos correspondientes al ejercicio de que se trate. A la utilidad fiscal así determinada, se le disminuirán, en su caso, las pérdidas fiscales determinadas conforme a este artículo, pendientes de aplicar de ejercicios anteriores; el resultado será la utilidad gravable. Cuando los ingresos obtenidos en el ejercicio sean menores a las deducciones autorizadas en el mismo, el resultado será la pérdida fiscal de ese ejercicio. La pérdida fiscal ocurrida en un ejercicio podrá disminuirse de la utilidad fiscal determinada, de los diez ejercicios siguientes, hasta agotarla. El monto de la pérdida fiscal ocurrida en un ejercicio, se actualizará multiplicándola por el factor de actualización correspondiente al periodo comprendido desde el primer mes de la segunda mitad del ejercicio en el que ocurrió y hasta el último mes del mismo ejercicio. La parte de la pérdida fiscal de ejercicios anteriores ya actualizada pendiente de aplicar contra utilidades fiscales se actualizará multiplicándola por el factor de actualización correspondiente al periodo comprendido desde el mes en el que se actualizó por última vez y hasta el último mes de la primera mitad del ejercicio en el que se aplicará. El artículo 9 del reglamento de la ley del impuesto sobre la renta señala que se calculara hasta el diezmilésimo el factor de actualización señalado en el párrafo anterior. Cuando sea impar el número de meses del ejercicio en que ocurrió la pérdida fiscal, se considerará como primer mes de la segunda mitad, el mes inmediato posterior al que corresponda la mitad del ejercicio. 117 Si el contribuyente no disminuye en un ejercicio la pérdida fiscal ocurrida en ejercicios anteriores, pudiéndolo haber hecho, perderá el derecho a hacerlo posteriormente hasta por la cantidad en que pudo haberlo efectuado. El derecho de disminuir pérdidas fiscales es personal del contribuyente que las sufre y no podrá ser transmitido por acto entre vivos ni como consecuencia de la enajenación del negocio. En el caso de realizarse actividades empresariales, sólo por causa de muerte podrá transmitirse el derecho a los herederos o legatarios, que continúen realizando las actividades empresariales de las que derivó la pérdida. Las pérdidas fiscales que obtengan los contribuyentes por la realización de estas actividades, sólo podrán ser disminuidas de la utilidad fiscal derivada de las propias actividades. 3.2.9 ISR ACREDITABLE CONTRA EL IMPUESTO AL ACTIVO. El impuesto sobre la renta del ejercicio que se haya determinado; en la proporción que representen los ingresos derivados de la actividad empresarial del ejercicio respecto del total de los ingresos obtenidos por el contribuyente en dicho ejercicio, será el que se acreditará contra el impuesto al activo del mismo ejercicio y será el impuesto sobre la renta causado para los efectos de determinar la diferencia que se podrá acreditar adicionalmente contra el impuesto al activo. Este procedimiento también será aplicable para determinar el impuesto que se podrá acreditar contra los pagos provisionales del impuesto al activo. 118 3.2.10 OBLIGACIONES FISCALES DE LOS CONTRIBUYENTES. Los contribuyentes de este régimen fiscal, tendrán las siguientes obligaciones: I. Solicitar su inscripción en el registro federal de contribuyentes. II. Llevar contabilidad de conformidad con el código fiscal de la federación y su reglamento; tratándose de personas físicas que únicamente presten servicios profesionales, llevar un solo libro de ingresos, egresos y de registro de inversiones y deducciones, en lugar de la contabilidad a que se refiere el citado código. III. Expedir y conservar comprobantes que acrediten los ingresos que perciban, mismos que deberán reunir los requisitos establecidos en el código fiscal de la federación y su reglamento. Los comprobantes que se emitan deberán contener la leyenda preimpresa "Efectos fiscales al pago". Estos comprobantes deberán de reunir los siguientes requisitos: 1. Contener impreso el nombre, denominación o razón social, domicilio fiscal y clave del registro federal de contribuyentes de quien los expida. Tratándose de contribuyentes que tengan más de un local o establecimiento, deberán señalar en los mismos el domicilio del local o establecimiento en el que se expidan los comprobantes. 2. Contener impreso el número de folio. 3. Lugar y fecha de expedición. 4. Clave del registro federal de contribuyentes de la persona a favor de quien se expida. 5. Cantidad y clase de mercancías o descripción del servicio que amparen. 119 6. Valor unitario consignado en número e importe total consignado en número o letra, así como el monto de los impuestos que en los términos de las disposiciones fiscales deban trasladarse, en su caso. 7. Número y fecha del documento aduanero, así como la aduana por la cual se realizó la importación, tratándose de ventas de primera mano de mercancías de importación. 8. Fecha de impresión y datos de identificación del impresor autorizado. Los comprobantes a que se refiere este artículo podrán ser utilizados por el contribuyente en un plazo máximo de dos años, contados a partir de su fecha de impresión. Transcurrido dicho plazo sin haber sido utilizados, los mismos deberán cancelarse. La vigencia para la utilización de los comprobantes, deberá señalarse expresamente en los mismos. Los contribuyentes que realicen operaciones con el público en general deberán expedir comprobantes simplificados. Cuando la contraprestación que ampare el comprobante se cobre en una sola exhibición, en él se deberá indicar el importe total de la operación. Si la contraprestación se cobró en parcialidades, en el comprobante se deberá indicar además el importe de la parcialidad que se cubre en ese momento. Cuando el cobro de la contraprestación se haga en parcialidades, por el cobro que de las mismas se haga con posterioridad a la fecha en que se hubiera expedido el comprobante a que se refiere el párrafo anterior, los contribuyentes deberán expedir un comprobante por cada una de esas parcialidades, el cual deberá contener los requisitos previstos en las fracciones I, II, III y IV del artículo 29-A del código fiscal de la federación, así como el importe de la parcialidad que ampare, la forma como se realizó el pago de la parcialidad y el número y fecha del documento que se hubiera expedido con anterioridad. IV. Conservar la contabilidad y los comprobantes de los asientos respectivos, así como aquéllos necesarios para acreditar que se ha cumplido con las obligaciones fiscales. 120 El plazo por el que se debe de conservar la contabilidad señalada en el párrafo anterior es de cinco años, conforme lo establece el código fiscal de la federación en su artículo 67. V. Los contribuyentes que lleven a cabo actividades empresariales deberán formular un estado de posición financiera y levantar inventario de existencias al 31 de diciembre de cada año, de acuerdo con las disposiciones reglamentarias respectivas. Cuando el contribuyente inicie o deje de realizar actividades empresariales, deberá formular estado de posición financiera referido a cada uno de los momentos mencionados. VI. En la declaración anual que se presente determinarán la utilidad fiscal y el monto que corresponda a la participación de los trabajadores en las utilidades de la empresa. Para los efectos de determinar la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas, la renta gravable a que se refiere el inciso e) de la fracción IX del artículo 123 de la constitución política de los estados unidos mexicanos y de los artículos 120 y 127 fracción III de la ley federal del trabajo, será la utilidad fiscal que resulte de conformidad con el artículo 130 de la ley del impuesto sobre la renta. En el caso de que el contribuyente obtenga ingresos por actividades empresariales y servicios profesionales en el mismo ejercicio, deberá determinar la renta gravable que corresponda a cada una de las actividades en lo individual. VII. Llevar un registro específico de las inversiones por las que se tomó la opción de deducción inmediata 121 CAPITULO IV.- CASO PRACTICO 4.1 REGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES. Determinación del impuesto sobre la renta del ejercicio fiscal 2004. Datos: 1. Ingresos acumulables por actividades empresariales obtenidos en el ejercicio fiscal 2004. $ 2,000,000.00 2. Deducciones autorizadas efectuadas en el ejercicio fiscal 2004. $ 800,000.00 3. Adquisiciones de activo fijo durante el ejercicio fiscal 2004. $ 500,000.00 Equipo de computo 100,000.00 Adquirido el 01-enero-2004 Mobiliario y eq. de oficina 200,000.00 Adquirido el 01-enero-2004 Maquinaria y equipo 200,000.00 Adquirido el 01-enero-2004 122 Desarrollo: + = = x = + = = DETERMINACION DEL IMPUESTO Ingresos acumulables por actividades empresariales Deducciones autorizadas Deduccion de activo fijo art. 136 LISR Base gravable Limite inferior Excedente s/limite inferior Tasa aplicable Impuesto marginal Cuota fija Impuesto determinado Subsidio fiscal Impuesto a cargo + x = + = DETERMINACION DEL SUBSIDIO Impuesto marginal Porciento aplicable Subsidio marginal Cuota fija Subsidio determinado 2,000,000 800,000 500,000 700,000 106,983 593,017 33% 195,696 18,408 214,103 37,066 177,037 195,696 0% 37,066 37,066 123 4.2 REGIMEN DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y PROFESIONALES. Determinación del impuesto sobre la renta del ejercicio fiscal 2004. Datos: 1. Ingresos acumulables por actividades empresariales y profesionales obtenidos en el ejercicio fiscal 2004. $ 2,000,000.00 2. Deducciones autorizadas efectuadas en el ejercicio fiscal 2004. $ 800,000.00 3. Adquisiciones de activo fijo durante el ejercicio fiscal 2004. $ 500,000.00 Equipo de computo 100,000.00 Adquirido el 01-enero-2004 Mobiliario y eq. de oficina 200,000.00 Adquirido el 01-enero-2004 Maquinaria y equipo 200,000.00 Adquirido el 01-enero-2004 124 Desarrollo: + = = x = + = = DETERMINACION DEL IMPUESTO Ingresos acumulables por actividades emp. y prof. Deducciones autorizadas Deduccion de activo fijo art. 124 LISR Base gravable Limite inferior Excedente s/limite inferior Tasa aplicable Impuesto marginal Cuota fija Impuesto determinado Subsidio fiscal Impuesto a cargo + x = + = DETERMINACION DEL SUBSIDIO Impuesto marginal Porciento aplicable Subsidio marginal Cuota fija Subsidio determinado 337,402 0% 37,066 37,066 + x = x = DETERMINACION DE LA DEPRECIACION FISCAL Equipo de computo Porcentaje de depreciacion Depreciación contable Factor de actualización INPC JUN-04/INPC ENE-04 Depreciación fiscal 100,000 30% 30,000 1.0084 30,252 + x = x = Mobiliario y equipo de oficina Porcentaje de depreciacion Depreciación contable Factor de actualización INPC JUN-04/INPC ENE-04 Depreciación fiscal 200,000 10% 20,000 1.0084 20,168 + x = x = Maquinaria y equipo Porcentaje de depreciacion Depreciación contable Factor de actualización INPC JUN-04/INPC ENE-04 Depreciación fiscal 200,000 10% 20,000 1.0084 20,168 Total de depreciación fiscal del ejercicio 2,000,000 800,000 70,588 1,129,412 106,983 1,022,429 33% 337,402 18,408 355,809 37,066 318,743 70,588 125 CAPITULO V.- INCONSTITUCIONALIDAD DEL REGIMEN INTERMEDIO DE LAS PERSONAS FÍSICAS CON ACTIVIDADES EMPRESARIALES. 5.1 LA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD. Como se ha explicado en párrafos anteriores en la ley del impuesto sobre la renta, específicamente en la sección II denominada régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales únicamente se aplica a las personas que obtengan dichos ingresos, excluyendo del mismo a las personas físicas cuyos ingresos provienen de la prestación de servicios profesionales. Por otra parte en la sección I de la misma ley, se gravan a dos grupos de personas, empresarios y profesionistas, quienes conforme a la citada ley son considerados jurídicamente iguales, y por ello se les imponen las mismas obligaciones fiscales en ese régimen fiscal mencionado. Es por ello, que al permitir la ley del impuesto sobre la renta tributar en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, solo a los empresarios y no a los profesionistas se configura la violación al principio constitucional de equidad y proporcionalidad. Esto se aprecia ya que en el régimen de las personas físicas con actividades empresariales y profesionales, se les imponen las mismas obligaciones bajo un mismo régimen a los dos grupos de sujetos; y en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales solo se permite tributar a los empresarios, excluyendo a los profesionistas. Lo anterior se demuestra, de la siguiente manera: 1. En una misma sección de la ley del impuesto sobre la renta, se gravan con las mismas disposiciones legales a los dos grupos de personas empresarios y profesionistas. 126 2. Estos dos grupos de personas son considerados por los legisladores, jurídicamente iguales, es por ello que se les imponen las mismas obligaciones legales. 3. Por otro lado bajo un régimen de tributación especial, solo se permite tributar a las personas con actividades empresariales. 4. La violación al principio de equidad y proporcionalidad, se da en este momento, pues si ambos grupos de contribuyentes, conforme a la ley del impuesto sobre la renta son considerados en un régimen fiscal iguales desde el punto de vista jurídico, en el otro régimen especial no es así. Afectando con ello a los profesionistas mediante consecuencias jurídicas distintas. En la exposición de motivos de la iniciativa de ley miscelánea para 2002 se señalo lo siguiente: Con el objeto de facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales a cargo de las personas físicas con actividades empresariales, cuya capacidad administrativa es reducida en virtud de los bajos ingresos que obtienen, se propone establecer un régimen fiscal intermedio para estos contribuyentes. Este régimen intermedio será aplicable para quienes en el ejercicio inmediato anterior hubiesen obtenido ingresos por actividades empresariales inferiores a $4´000,000.00. Los contribuyentes que se ubiquen en los supuestos para tributar en el régimen intermedio, en lugar de llevar la contabilidad en los términos del código fiscal de la federación, podrán llevar exclusivamente un libro de ingresos, egresos y de registro de inversiones y deducciones. 127 Asimismo, no estarán obligados a proporcionar información sobre sus principales clientes y proveedores, ni de operaciones realizadas con partes relacionadas. Además, con el objeto de fomentar el crecimiento económico de los contribuyentes afectos a este régimen, se propone que los mismos deduzcan las inversiones en la misma forma en que deducen las compras y los gastos, es decir, en el momento en que sean efectivamente erogados. Resulta de gran importancia destacar que el régimen de contribuyentes intermedios que se propone en la nueva ley del impuesto sobre la renta, no se encuentra limitado a contribuyentes que realicen operaciones con el público en general. Es decir, estos contribuyentes podrán emitir comprobantes con los requisitos que para las deducciones y los acreditamientos establecen las disposiciones fiscales. De esta manera, el régimen intermedio podrá ser aplicado para que las personas físicas con actividades empresariales se incorporen en las cadenas de integración y comercialización de productos. 128 CONCLUSIONES. Considero que no solo los empresarios pueden tener reducida capacidad administrativa, en virtud de sus bajos ingresos como fue señalado en la exposición de motivos de la iniciativa de ley miscelánea para 2002, sino también los profesionistas que inician sus actividades como tales, pueden verse en las mismas circunstancias, pues son bastantes los estudiantes que egresan de las universidades con la ilusión de encontrar un ambiente laboral prospero y seguro, mismos que al enfrentarse a la realidad fuera de las aulas se dan cuenta de que la situación es difícil y requiere de grandes esfuerzos y sacrificios para poder alcanzar un nivel competitivo, pues la demanda de servicios es mucha pero también lo es la oferta que hay de los mismos; y para que estos nuevos profesionistas puedan competir con la globalización que ya en nuestros días alcanzo nuestro país, deben de recibir por parte del Gobierno ciertos estímulos o al menos hacerles más cómoda la forma de tributar para que puedan alcanzar un nivel económico competitivo aceptable a las demandas del mercado. En el capitulo IV vemos un claro ejemplo con el caso practico ahí mostrado pues mientras en el régimen intermedio de las personas físicas con actividades empresariales, se les permite llevar a cabo la deducción de inversiones en forma inmediata en el mismo ejercicio con ciertas restricciones, dando ello como resultado que el pago del impuesto del ejercicio sea de $ 177,037.00; en el régimen de las personas físicas con actividades empresariales y profesionales no lo es así en función de los ingresos obtenidos en el ejercicio, ya que estos rebasan los $ 840,000.00, y el pago del impuesto de ejercicio es de $ 318,743.00; siendo el impacto económico diferente en ambos casos; pues ambos grupos de contribuyentes tienen los mismos ingresos y las mismas deducciones pero no el mismo beneficio fiscal. Los legisladores al elaborar la ley del impuesto sobre la renta no tomaron en cuenta que no solo los empresarios tienen bajos ingresos, sino también algunos profesionistas, mismos que necesitan estímulos para poder irse incorporando a las cadenas de comercialización de servicios, y así poder alcanzar un nivel más competitivo. 129 SUGERENCIAS. Se sugiere una rectificación al artículo 134 de la ley del impuesto sobre la renta, para proponer una reforma a la ley y posteriormente hacerla llegar a los representantes del congreso de la unión para su análisis y aprobación, para quedar como sigue: Los contribuyentes personas físicas que realicen actividades empresariales y profesionales, cuyos ingresos obtenidos en el ejercicio inmediato anterior por dichas actividades no hubiesen excedido de $4,000,000.00, aplicarán las disposiciones de la sección I de este capítulo y podrán estar a lo siguiente: I. Llevarán un sólo libro de ingresos, egresos y de registro de inversiones y deducciones, en lugar de llevar la contabilidad a que se refiere la fracción II del artículo 133 de esta Ley. II. En lugar de aplicar lo dispuesto en el tercer párrafo de la fracción III del artículo 133 de esta Ley, podrán anotar el importe de las parcialidades que se paguen en el reverso del comprobante, si la contraprestación se paga en parcialidades. III. No aplicar las obligaciones establecidas en las fracciones V, VI, segundo párrafo y XI del artículo 133 de esta ley. Los contribuyentes a que se refiere esta sección que en el ejercicio inmediato anterior hubiesen obtenido ingresos superiores a $1’750,000.00 sin que en dicho ejercicio excedan de $4’000,000.00 que opten por aplicar el régimen establecido en esta sección, estarán obligados a tener máquinas registradoras de comprobación fiscal o equipos o sistemas electrónicos de registro fiscal. Las operaciones que realicen con el público en general deberán registrarse en dichas máquinas, equipos o sistemas, los que deberán mantenerse en todo tiempo en operación. 130 El servicio de administración tributaria llevará el registro de los contribuyentes a quienes corresponda la utilización de máquinas registradoras de comprobación fiscal así como de los equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal y éstos deberán presentar los avisos y conservar la información que señale el reglamento de esta Ley. En todo caso, los fabricantes e importadores de máquinas registradoras de comprobación fiscal, equipos y sistemas electrónicos de registro fiscal, deberán conservar la información que el servicio de administración tributaria determine mediante reglas de carácter general. 131 BIBLIOGRAFIA • Arrioja Vizcaíno, Adolfo. (2000). Derecho fiscal. (25ª. ed.). México: Themis. • Código de comercio. (2000). (6ª. ed.). México: ISEF. • Código fiscal de la Federación. (2004). (29ª. ed.). 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