Sindicalismo y falange

Anuncio
Sindicalismo y Falange
CONFERENCIA PRONUNCIADA EN LA SEDE DE FALANGE ESPÑAOLA DE LAS JONS EN
VALLADOLID EL SÃBADO 24 DE ENERO DE 2009
SINDICALISMO Y FALANGE
En primer lugar daros las gracias por asistir y agradeceros el esfuerzo de desplazaros hasta aquÃ-,
únicamente para escucharme y esperamos que para aprender un poco más acerca del
nacional−sindicalismo.
Agradecer también a la Jefatura Provincial de FE de las JONS de Valladolid la confianza que ha depositado
en mÃ-, para ofreceros esta conferencia.
Antes de empezar, me gustarÃ-a haceros una serie de confesiones que estimo necesarias. La verdad es que
cuando me ofrecieron dar esta conferencia sentÃ- realmente miedo y os explico el por qué.
Miedo, ya que desde que llevo militando en la Falange, han sido muchas las personas que se han sentado en
esta silla para ofrecer al resto de los asistentes toda su sabidurÃ-a y su buen hacer. Todas estas personas que
he podido escuchar aquÃ- me han ayudado mucho para entender lo que es este Movimiento y a la vez me han
quedado asombrados por la ola de conocimientos que me han transmitido.
Sinceramente, yo no poseo tal cantidad ingente de sabidurÃ-a y conocimientos y tampoco estoy capacitado
para daros una conferencia extensa y compleja.
Únicamente mi intención es tratar de explicaros el cómo el sindicalismo se introdujo como una
exhalación en el movimiento falangista, como herramienta para conseguir una verdadera justicia social en la
sociedad española.
Para no extender mucho la conferencia, me he permitido el incluir personajes del falangismo que tuvieron
mucho que ver en el sindicalismo rebelde de nuestro movimiento, pero obviamente no están todos los que
me gustarÃ-a incluir. Únicamente me ceñiré en los personajes que más importancia tuvieron en el
sindicalismo falangista.
PRIMEROS AÑOS DEL SINDICALISMO FALANGISTA
El 14 de marzo de 1931 aparece el Manifiesto polÃ-tico de la Conquista del Estado de Ramiro Ledesma
Ramos. En el aparecen 17 puntos, pero destacamos los siguientes por su contenido sindicalista:
• Estructuración sindical de la economÃ-a. PolÃ-tica económica objetiva.
• Expropiación de los terratenientes. Las tierras expropiadas se nacionalizarán y serán entregadas
a los municipios y entidades sindicales de campesinos.
Podemos decir que en marzo del 31, Ramiro Ledesma Ramos, ve en el sindicalismo una solución veraz a
todos los problemas del obrero español y a su vez como solución a los problemas que padecÃ-a España.
Igualmente podemos asegurar que el Nacionalsindicalismo empezaba a nacer en ese año, reflejado en las
páginas del semanal La Conquista del Estado.
Muchos investigadores e historiadores aseguran que hubo relaciones de La Conquista del Estado con el
1
anarcosindicalismo, concretamente con la CNT.
Los únicos que hoy en dÃ-a pueden presumir de que poseen datos de una posible relación entre el nacional
sindicalismo y el anarco sindicalismo en los primeros años de los años 30, son José LuÃ-s Jerez Riesco,
autor de varios libros, entre ellos (y a mi juicio los mejores) serÃ-an, el Madrid de la Falange y La Falange
en Argentina, donde a finales de año, nos anunciaba que habÃ-a escrito un libro y que estaba apunto de
editarse.
Y por otro lado el escritor, periodista y Director de la Revista Sindicalismo y ex presidente de la C.T.I.
(Confederación de Trabajadores Independientes) Don Ceferino Maestú Barrio. Esta persona hace varios
años y coincidiendo con el 30 Aniversario del FES (Frente de Estudiantes Sindicalistas), pronunció una
conferencia en la Universidad Complutense de Madrid, organizada por Falange Española Independiente,
donde analizaba las supuestas o posibles, orgánicas e ideológicas entre varias personas ligadas al nacional
sindicalismo con colaboradores y afiliados anarco sindicalistas, principalmente de la CNT.
En resumen viene a decir lo siguiente (Copiado de su Conferencia):
Todos los asistentes sabemos todos los entresijos que tuvo el nacimiento de las JONS primero en 1931 y de
Falange en 1933 y su posterior fusión en 1934 naciendo Falange Española de las JONS, comandada
principalmente por José Antonio Primo de Rivera, Onésimo Redondo Ortega, Julio Ruiz de Alda y
Ramiro Ledesma Ramos.
Pero veamos el nacimiento y progreso de la CNT. Tras un proceso de maduración de la manifestación
obrerista del anarquismo, se constituye la Federación Regional Española en 1870, para posteriormente en
1881 crear la Federación de Trabajadores de la Región Española, para finalmente en 1911 (septiembre),
llegar al Congreso constitutivo de la Sindical que ha llegado hasta nuestros dÃ-as.
La CNT, como todo movimiento obrero europeo, se vio atraÃ-da por la leyenda de la Revolución
Soviética y pensó hacer lo mismo en España, junto con la UGT. Fueron realmente significativas las
huelgas generales que se produjeron en los años de la MonarquÃ-a, para aprovecharse de la crisis polÃ-tica
reinante y del Desastre de Marruecos, aunque finalmente no dieron el resultado deseado.
Cuando los comunistas rusos ponen encima de la mesa la creación de la III Internacional Obrera, la CNT, el
PSOE y la UGT, envÃ-an observadores a Moscú para que remitieran posteriormente a sus camaradas,
informes de lo acontecido en la capital rusa. IrÃ-a Ãngel Pestaña por la CNT y por el PSOE y la UGT,
Fernando de los RÃ-os.
Ambos a su regreso, mostraron su asombro y rechazo ante el carácter antidemocrático, dictatorial y
represor de las libertades individuales y colectivas del sistema ruso y los informes fueron claramente
negativos ante dicha Internacional. Ante estos hechos Nin y MaurÃ-n se van de la CNT para liderar
posteriormente el POUM y por parte socialista tras ratificar su fidelidad a la II Internacional, provocó una
escisión donde parte de las Juventudes Socialistas constituirÃ-an el Partido Comunista Español.
La CNT, perseguida y encarcelada durante toda la MonarquÃ-a, vio un atisbo de luz al nacer la II República
ya que la mayorÃ-a de los encarcelados saldrÃ-an de prisión. Después de muchos años la CNT podrá
realizar un Congreso ideológico, eligiendo casualmente el Teatro de la Comedia, en el que se definirÃ-a la
confrontación directa con la República y la exigencia de una Reforma Agraria.
Ramiro Ledesma Ramos siguió muy de cerca el desarrollo del Congresos, donde se vio seducido por la
pasión y capacidad de los anarcosindicalistas, rechazando de plano la II República, recientemente nacida.
Ramiro Ledesma vio claramente en ese Congreso, dos posiciones realmente enfrentadas. SerÃ-an por un lado,
2
los anarquistas, representados por Buenaventura Durruti y los sindicalistas por el ya mencionado Ãngel
Pestaña.
Fue posteriormente, cuando Ãlvarez de Sotomayor (ex secretario de la CNT de Madrid) se va a las JONS
junto otros compañeros, Mientras a Falange Española ingresaba Camilo Olcina (Ex secretario de la CNT
en el sector de la telegrafÃ-a de la Marina Mercante y Delgado de la Federación Internacional).
Posteriormente entrarán en las JONS debidas a las tensiones de dicho Congreso, Sinforiano Moldes,
Guillén Salaya, Olaya y Llorente en Madrid. Mientras en Valladolid entrarÃ-a Gutiérrez Palma.
Con la unión en 1934 de Falange y JONS, ellos dos, Olcina y Sotomayor, encabezan el sindicalismo obrero,
siendo Ãlvarez de Sotomayor el primer Jefe Nacional de las CONS.
Ramiro, antes de estos contactos con la CNT declaraba en uno de sus escritos:
En el verano de 1931, la única fuerza disconforme con el Gobierno de la República, que podÃ-a
representar para esta un verdadero peligro, era la CNT. Las fuerzas sindicalistas revolucionarias se
disponen encarnar ese coraje hispánico. Hay, pues que ayudarles. En esta batida fecunda contra los pacatos
elementos demo liberales de la burguesÃ-a, les corresponde el puesto de honor y la responsabilidad de
dirigir el blanco de las batallas. Todos los grupos auténticamente revolucionarios del paÃ-s deben abrir
paso a la acción sindicalista, que es en estos momentos, la que posee el maximun de autoridad, fuerza y
prestigio. A ella le corresponde pues, los trabajos que se encaminen a la dirección de un movimiento de
honda revolución social. El sindicalismo revolucionario está informado por un afán fortÃ-simo de
respetar las caracterÃ-sticas hispanas, y debe destacarse como merece, este hecho frente a las traiciones de
aquellos grupos proletarios que no tienen otro bagaje ideológico que el que se les da en préstamo por el
extranjero. Nosotros ayudaremos al sindicalismo revolucionario, y lo proclamamos, hoy por hoy, el único
capacitado para dirigir un ataque nada sospechoso a las instituciones mediocres que se agruparán en torno
a la polÃ-tica demo liberal de los burgueses.
Cabe destacar que en 1933, en plena crisis interna de la CNT, Ãngel Pestaña, decide abandonar sus filas y
crear el Partido Sindicalista.
Una vez celebradas las elecciones donde las derechas se hacen con el poder, las CONS empieza a movilizarse,
sobre todo en Madrid y Valladolid, donde gracias a estas protestas, el goteo de varios sindicalistas de otras
organizaciones hacia las filas de las CONS es constante. Cabe destacar a GarcÃ-a Vara, lÃ-der del sindicato
de Artes Blancas de la UGT (que posteriormente fue asesinado por sus excompañeros a la salida de una
reunión con trabajadores de las CONS en la sede de la Cuesta de Santo Domingo), Juan Orellana, destacado
dirigente del sindicato comunista de hostelerÃ-a de Sevilla y el primero en la lista por el PCE en las
elecciones en la capital andaluza. Igualmente entra Manuel Mateo, ex secretario de agitación y propaganda
del PCE en Madrid o Matorral Secretario de las Juventudes Comunistas.
Ya en 1935, finalmente serÃ-a cuando en Málaga, Sevilla y en Barcelona se intentó el dialogo entre la
Falange y la CNT. Diego Abad de Santillán, una de las figuras más destacadas de la FAI escribÃ-a en sus
Memorias:
El fundador de la Falange se habÃ-a dirigido a Ãngel Pestaña, pero este no estaba en condiciones de
hacer llegar a la CNT sugerencias en este sentido. Sospecho que fuera Pestaña quien facilitara mi nombre
a José Antonio. Anteriormente ya se habÃ-a tenido un primer encuentro desagradable con los falangistas
en Barcelona, donde Zalabardo representaba a la CNT. Peo la policÃ-a nos descubrió y se detuvo a
Zalabardo, lo que dio motivo a las iras de varios camaradas suyos, que quemaron el quiosco que regentaba,
en represalia por esa reunión y a él también se le buscaba para aplicarle el castigo correspondiente por
la supuesta traición.
3
Finalmente opté por rechazar esa reunión, aunque en todos los sitios donde les fue posible, la Falange
llegó a pactos o acuerdos con la CNT, como en Sevilla o Barcelona o el caso de Málaga donde la
intervención falangista en la lucha armada entre la FAI y el Partido Comunista por el control de la CNT,
provocó una escisión que se estaba encuadrando en la falange en Julio de 1936.
Ante la negativa de Diego Abad, a José Antonio le quedaba la única esperanza: Ãngel Pestaña. A
través de Camilo Olcina, se supo de las conversaciones entre ambos, la primera totalmente casual, en un
tren con dirección a Barcelona, coincidiendo con un mitin en la Ciudad Condal.
Sin embargo esa no podrÃ-a ser su primer entrevista sino la segunda, ya que se tiene constancia de una
primera entrevista de José Antonio con Pestaña en Barcelona antes de la publicación del Manifiesto del
Partido Sindicalista y en presencia del también falangista Luys Santamarina.
Toda esta serie de reuniones se agotaron a finales de 1935, cuando el Partido Sindicalista formó parte del
Frente Popular.
Del mismo modo la CNT formarÃ-a parte de ese Frente Popular, aunque en el semanario ARRIBA publicaba
sendos mensajes a la militancia de la CNT: Obrero de la CNT, la Falange te llama y no con voces de sirena.
Te dice la verdad. Abandona las filas de esos sindicatos que perdieron su apoliticismo al ir en unión con los
que te han perseguido. Abandona esas filas y ven a las nuestras.
Ante esta situación y ante la incipiente Guerra Civil se pierden todo tipo de contactos. Con todo esto he
querido demostrar las uniones en anarco sindicalistas y falangistas. No uniones organizativas, pero si en
cambio transvases de varias personas afines a la CNT, que mas tarde serÃ-an las cabezas sindicalistas de
Falange Española de las JONS, como el caso de Sotomayor y Olcina.
El 25 de octubre del 31 desaparece el semanal LA CONQUISTA DEL ESTADO, pero se anuncia la
creación de las JONS, de la mano de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma. TenÃ-an bastante en común
desde el punto de vista sindicalista, ya que por su parte Ramiro entendÃ-a los sindicatos como células
reales de la vida social que son la mejor garantÃ-a contra el paro, la crisis y la anarquización de la vida
económica, mientras Onésimo afirmaba: para que todo hombre apto encuentre trabajo dignamente
remunerado y para que nadie se vea privado de la posibilidad de elevar su condición según sus medios y
para que el campo sacuda las cadenas de la hegemonÃ-a burguesa, el sindicalismo se pone a servicio de los
españoles.
Desde 1932 las JONS, iniciaron una pequeña actividad propagandÃ-stica, aunque muy limitada por la
oposición republicana y los escasos medios de lo que se disponÃ-a, en la que se defendÃ-a una revolución
en todos los ordenes: nacional, social y sobre todo sindical.
En Valladolid, el primer sindicato consista nació de la mano de Gutiérrez Palma y MartÃ-nez de Bedoya.
Al estar clausurado el local de las JONS de Valladolid, se vieron obligados a alquilar un nuevo local, situado
en la C/ Duque de Lerma, propiedad de una sociedad de conductores de automóviles. En esa reunión se
acordó denominar al grupo Sindicatos Nacional Sindicalistas Autónomos e Independientes. Dentro de este
sindicato se crea el sindicato de chóferes con 50 afiliados, el de camareros con 27, más tarde el de oficios
varios y la construcción y al cabo de unos meses, se habÃ-an constituido 20 sindicatos.
También hay cierto éxito en el campo castellano. Gracias a la labor de Juan Miso Mantilla, Félix
Santiago y VÃ-ctor Gómez Ayllón, propiciaron la creación de sindicatos en Trigueros del Valle,
Cabezón de Pisuerga, Corcos de Aguilarejo, Cigales, Villalba de los Alcores y Mucientes y se propició la
elaboración de los estatutos de la Federación Sindical Agraria.
Por otro lado, Onésimo Redondo entra en contacto en Valladolid con el "Sindicato de Cultivadores de
4
Remolacha de Castilla la Vieja". Onésimo reorganizó el Sindicato de arriba abajo, dándole impulso y
carácter convirtiéndole en poco tiempo en una de las entidades más poderosas y mejor dirigidas,
consiguiendo romper el monopolio que tenÃ-a la industria azucarera hasta entonces y que afectaba a los
intereses de los agricultores. Onésimo hizo ganar nada más y nada menos que 20.000.000 de pesetas de la
época a agricultores de Palencia y Valladolid.
Incluso los sindicatos jonsistas se atreven a proponer medidas a los problemas que tenÃ-a el campo
castellano, como hicieron con el caso del cultivo del trigo. Y que dice asÃ-: páginas 259 a 262. ¿Fascismo
en España? de Ramiro Ledesma Ramos.
Los sindicatos jonsistas tuvieron cierto éxito en la provincia vallisoletana a causa de las promesas de
trabajo que hacÃ-an a los obreros parados, por las presiones que ejercÃ-an sobre los empresarios para que
diesen trabajo a sus afiliados y por el plan de previsión social que establecieron por el cual a cambio de una
pequeña cantidad, los obreros afiliados recibÃ-an asistencia médica y jurÃ-dica de la organización. Sin
embargo y a pesar de estas mejoras sustanciales en la vida del obrero, muchos sindicalistas fueron detenidos,
por pertenecer a dicho sindicato y muchos de sus mandos sufrieron cárcel.
Tendremos que esperar hasta 1933, cuando los grupos jonsistas comienzan a crecer, para que su actividad
sindical se intensifique. Su propaganda iba orientada a atraer estudiantes y obreros que en ese tiempo se
organizaban en los llamados Sindicatos Autónomos.
Mientras en ese año, se fundaba Falange Española en el Teatro de la Comedia, con José Antonio Primo
de Rivera al frente. Antes de Octubre de 1933, ya José Antonio crea el Movimiento Sindicalista Español
(MES) allá por el mes de junio, y anteriormente tiene un despacho, donde ejerce su profesión de abogado.
Estaba situado en la Calle Alcalá Galiano, 8 durante los años 1932 al 1935 y le sirvió como centro de
reunión de amigos, camaradas y ya asesoraba a varios obreros.
Falange Española ya cuenta con el sindicalismo como punto fuerte de su programa polÃ-tico porque
pretende la creación de un Nuevo estado basado en la familia, el municipio y el sindicato o gremio
profesional, como queda reflejado en el nº 9 de los puntos programáticos de la Falange. Dice asÃ-:
Punto nº 9: Concebimos a España, en lo económico, como un gigantesco sindicato de productores.
Organizaremos corporativamente a la sociedad española mediante un sistema de sindicatos verticales por
ramas de producción, al servicio de la integridad económica nacional.
Igualmente aparece en sus órganos de expresión, como el diario FE. Es un mensaje inicial, dirigido a los
obreros, donde ya se exponÃ-a la fibra social y revolucionaria de Falange Española, clave de su existencia,
en el cual, entre otras cosas, decÃ-a:
Por eso Falange Española impondrá antes que nada:
1º El estado sindicalista; es decir, la única forma de Estado en que los sindicatos obreros intervienen
directamente en la legislación y en la economÃ-a, sin confiar sus intereses a los partidos polÃ-ticos
parasitarios.
2º La distribución de trabajo remunerado justamente a todos los hombres, ¡No más hombres parados!
3º El seguro contra el paro forzoso, contra los accidentes y contra la vejez.
4º La elevación del tipo de vida del obrero, hasta procurarle no sólo el pan, sino el hogar limpio, el solaz
justo y los lugares de esparcimiento que necesita una vida humana.
5
Sin duda alguna, las similitudes sindicalistas entre Falange Española y las JONS, facilitaron la unión de los
dos grupos en marzo de 1934 en Valladolid. Desde finales de julio del mismo año, los falangistas buscaron
encuadrar a sus obreros afiliados en la Central Obrera Nacional Sindicalista, conocida como CONS. El
sindicato nació en Madrid, bajo la dirección de Sotomayor y Olcina.
La actividad sindical desarrollada por los falangistas en estas fechas estaba orientada a la propaganda y la
agitación social, como medios para darse a conocer y para atraer el mayor numero de afiliados posible, que
muchas veces venÃ-an de sindicatos marxistas o anarquistas, como la UGT o la CNT o del propio Partido
Comunista, como es el caso del sindicalista Manuel Mateo, que llegarÃ-a a ser Secretario General de las
CONS.
Todas aquellas actividades de propaganda se traducirÃ-an en detenciones o incluso la muerte de algún
sindicalista.
Fue muy sonada en ese año una acción llevada a cabo por los falangistas en la Casa del Pueblo de Madrid,
situada en la Calle de Góngora. A mediodÃ-a del 17 de abril de 1935, la Escuadra 16 de la Falange, dirigida
por Alfonso Tudela, colocaron en el balcón de la Casa de Pueblo, que hacÃ-a veces de sede de UGT, una
enorme bandera de la Falange y tiraron pasquines de la Falange y las CONS. Se organizó un gran revuelo,
pero no hubo detenidos por parte falangista.
Desde los primeros momentos, la Falange planteó la creación de un sindicalismo revolucionario, el
Sindicalismo Vertical, que se alejarÃ-a de los modelos surgidos dentro del socialismo y el capitalismo.
Ambos modelos habÃ-a propiciado el enfrentamiento de las clases sociales, tiñendo de sangre los
comienzos del siglo XX. Por eso, José Antonio creÃ-a necesaria la eliminación de las clases sociales y de
las relaciones de trabajo impuestas por el capitalismo como medida para solucionar esos conflictos. En este
cambio el Sindicato Vertical jugaba un papel fundamental ya que representaba la alternativa a la lucha de
clases al vincular todos los elementos de la producción en un mismo órgano.
AsÃ- según José Antonio nacerÃ-a una nueva sociedad en la que el esfuerzo de todo un pueblo se
dirigirá, no a defender las ganancias de unos cuantos, sino a mejorar la vida de todos y donde el más
beneficiado serÃ-a el trabajador. Para ello, los sindicatos eran despojados de toda tendencia clasista y de lucha
ya que no serÃ-an más órganos de representación, sino de actuación, de participación, y de ejercicio.
Siguiendo estas premisas, durante 1934, los falangistas implantaron en diferentes ciudades españolas, un
proyecto sindical provisional basado en dos centrales: una dirigida a los obreros (CONS) y otra a los
empresarios (CENS). Este modelo se entendÃ-a como un paso previo para la creación de los Sindicatos
Verticales, ya que no constituyen una creación definitiva. Son una organización preparatoria de la que se
está estudiando para dar cumplimiento al punto nueve de nuestra doctrina. O sea, que proporcionarán los
elementos que han de nutrir a los definitivos Sindicatos Verticales por ramas de la producción.
José Luis de Arrese justificarÃ-a la implantación de CENS y CONS diciendo que: han sido y son
necesarias porque mientras no se llegue a la total implantación del nuevo sistema no podemos tener
dispersos a los elementos de la producción y porque, naturalmente, no estaba en nuestras manos empezar
con una implantación pura, sino evolutiva de nuestro sistema. Pero cuando se llegue a la organización
definitiva, ni habrá CENS ni habrá CONS, sino que todo será una piña conjunta de patronos, técnicos
y obreros reunidos.
La creación de la CENS, respondÃ-a al deseo de someter a la clase empresarial y patronal como paso previo
del Sindicato Vertical, lo mismo que tratarÃ-a de hacer con los obreros en las CONS.
La CENS se fundamentaba en la ideologÃ-a de Falange Española de las JONS sobre todo en el punto 9º
que repudiaba en la lucha de clases. Según sus estatutos, las principales funciones sindicales eran la
6
protección de los intereses morales y económicos de todos los empresarios afiliados, ayudar a los obreros
incorporados al movimiento nacionalsindicalista, estudiar el mejoramiento de la producción, buscar una
solución amistosa de los conflictos de trabajo, asÃ- como promover una serie de fines sociales:
mutualidades, cooperativas de todas clases, instituciones de asistencia social, previsión y socorro
profesional, individual o colectivamente considerados, instruir enseñanza profesional, desarrollando la
educación moral y nacional y organizando exposiciones o concursos para el fomento de la producción y la
cultura en general.
El sindicalismo falangista iba poco a poco adquiriendo importancia en las calles, sobre todo durante octubre
de 1934, ya que habÃ-a convocada una huelga por los sindicatos marxistas, y siguiendo su pensamiento
contrario a las huelgas y al enfrentamiento de clases, fueron de los pocos obreros que acudieron a su puesto de
trabajo.
DÃ-as antes de esta huelga hubo una intensa campaña falangista en contra de la huelga y dirigida a los
trabajadores del campo. Se repartieron varias octavillas en pueblos y ciudades con el siguiente texto:
Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, que nunca ha estado, ni estará, contra
un movimiento sindical−obrero, declara guerra abierta a esta huelga polÃ-tica anti−española y
anti−proletaria, organizada por los que manejan a las masas de trabajadores como instrumentos de su
medro personal.
¡Obreros del campo! No permitáis que os paguen jornales de hambre. Pero no permitáis tampoco que
vuestros jefes os impongan huelgas de hambre.
Por España, por los obreros, con FE de las JONS ¡Contra la huelga!
Tras la huelga, los obreros falangistas fueron despedidos. A partir de este suceso las CONS crean una Bolsa
de Trabajo. Ello motivó un aumento de afiliados que se tradujo en la aparición de nuevos sindicatos
obreros: oficios varios, ferrocarriles, banca, panaderos, transportes, obreros del pan, o artes gráficas, este
sindicato llegó a tener 647 afiliados.
EL PAPEL DE LOS SINDICATOS FALANGISTAS DURANTE LA GUERRA CIVIL
Tras las elecciones de 1936 los sindicatos falangistas fueron prohibidos, aunque con el comienzo de la Guerra
Civil renacieron con fuerza. En la explicación de esta avalancha de nuevos afiliados debemos tener en cuenta
que los afiliados a FE de las JONS eran obligados a sindicarse y en 1936 el falangismo creció de
sobremanera.
Durante la Guerra Civil, el sindicalismo falangista trabajaba principalmente en dos objetivos: solventar el paro
obrero y la escasez de vivienda. En este sentido, en el terreno laboral, se crearon oficinas de colocación, las
cuales gestionaban las demandas de trabajo de otras ciudades para obreros en paro. Se consiguieron algunas
mejoras salariales y puso en funcionamiento la AsesorÃ-a JurÃ-dica para resolver los conflictos sociales y
laborales existentes.
En el problema de la vivienda, en algunas ciudades como el caso de Salamanca en el año 1937, se plantean
proyectos para la creación de barriadas obreras, muchas de las cuales estaban orientadas a afiliados y a
empleados del Sindicato, lo cual servÃ-a de acicate para la sindicación.
También las CONS desarrolló algunas actividades de carácter benéfico, como la creación de ayudas
para los ciudadanos de Madrid durante la guerra, se hicieron reconstrucciones de ciudades y edificios,
cooperativas obreras de consumo, Mutualidades Obreras Nacional Sindicalistas de Asistencia Médico
Farmacéutica., peticiones de donaciones de libros para Universidades, bibliotecas o estudiantes más
7
necesitados, la entrega de regalos para los hijos de los afiliados en Navidad, repartos de cupos alimentarios o
la creación de Cajas de Socorro y Paro.
Por último en otras localidades se desarrollan iniciativas con el fin de controlar y orientar el tiempo libre de
los trabajadores; asÃ- en 1938 en Palma de Mallorca, por ejemplo, se fundan las Escuelas de Trabajo
Nacional Sindicalistas que desarrollaban una intensa actividad en las horas libres en tres direcciones: la
educación cultural, fÃ-sica y asistencia social. Igualmente en León con fines similares funcionaba la
sección de descanso.
Cabe destacar el crecimiento espectacular de las centrales en Madrid, durante 1937. En este año existÃ-an
sindicatos de hostelerÃ-a y similares, industria del pan y similares, dependientes y mozos del comercio,
metalurgia, artes gráficas, alimentación, prensa, lácteas, Bellas Artes. AsÃ- hasta un total de 35 sindicatos
en pleno rendimiento. Aún asÃ- según los propios testimonios falangistas no se llegaban a 5000 afiliados,
de los que quedarÃ-an apenas 500, después de acabada la guerra, victimas de asesinatos, torturas o
fusilamientos.
Con la promulgación del Fuero del Trabajo y del Decreto de 21 de abril de 1938 se dio paso al inicio de la
Organización Sindical Vertical. El desarrollo de este nuevo modelo junto con la desaparición de los
principales artÃ-fices de los sindicatos falangistas del panorama nacional, sobre todo a partir de 1942, hizo
que las Centrales de Obreros y Empresarios Nacional Sindicalistas comenzaran a ser discriminadas y a veces
duramente criticadas, para posteriormente caer en el olvido.
EL SINDICALISMO DURANTE EL FRANQUISMO
Durante el Franquismo y lo digo desde un punto de vista personal, el sindicalismo en particular y el
falangismo en general sigue viviendo en la persona de José Luis de Arrese.
Nace en Bilbao en 1905 y muere en Corella (Navarra) en 1986. Arquitecto de profesión.Â
En 1933 se afilió a la Falange Española en la que desarrolló una importante labor doctrinal.
La guerra civil le sorprendió en Madrid donde fue detenido, pero logró refugiarse en la embajada de
Noruega y pasar a la zona nacional. En ella fue nombrado gobernador de Málaga en 1939. Fue
condenado a muerte (cambiado a dos años) en Sevilla por apoyar a Hedilla en contra del Decreto de
Unificación.
Ejemplo de falangista de la primera hora, decidió aplicar el nacional sindicalismo dentro del Régimen
Franquista, donde estuvo de Ministro de la Vivienda durante 3 años (de 1957 a 1960), con magnÃ-ficos
resultados.
Sin duda De Arrese, es la persona que más aportó doctrinalmente a la Revolución Social del Nacional
Sindicalismo y sin duda lo plasmó durante la Dictadura de Franco.
Para que os hagáis una idea de toda su sabidurÃ-a en materia sindicalista, os procedo a leer el Capitulo
XXIII de una de sus obras maestras: La Revolución Social del Nacional Sindicalismo. Se titula la
Organización Sindical del Nacional Sindicalismo (Página 147).
El SINDICALISMO FALANGISTA EN LA ACTUALIDAD
Hoy en dÃ-a, el único sindicato que ha tomado el relevo de ese Sindicalismo Revolucionario, que querÃ-an
nuestro Jefes, sin duda alguna, ha sido la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
8
Durante los años 80, 90 y hasta el 2003 hicieron una gran labor sindical, sobre todo en la Comunidad de
Madrid. En esta Comunidad se lograron encuadrarse en la UNT varios sindicatos, como serÃ-a por ejemplo,
Sindicato de camareros, hostelerÃ-a, taxistas o loteros.
Cabe destacar que la UNT hasta el 2003 ha firmado el Convenio colectivo de las Administraciones de
LoterÃ-a, pero por una extraña ley, por la cual UGT y CCOO, al ser los sindicatos mayoritarios, aunque no
posean representación alguna, tienen la potestad de negociar los convenios colectivos. De esa forma tan poco
elegante echaron a la UNT de tantos y tantos años de sindicalismo en ese sector.
Igualmente en Leganés en la multinacional ERICSSON, se obtuvo en varias ocasiones (y durante 20
años) representación sindical en esa empresa junto CCOO y UGT.
En 2003, se decide autoliquidar el sindicato, ya que durante la última decada la representación de UNT se
vió fuertemente mermada. De este modo se hizo una cena de despedida y con lo que sobró (unas 30.000
pesetas) se donó a una sociedad benéfica.
Durante el 2008, Jorge Garrido San Román decide reflotar el proyecto de la UNT, del que tengo el honor de
participar. De tal manera el 1º de mayo de 2008 comienza una nueva andadura para el sindicalismo
falangista. Durante el escaso tiempo en el que se está trabajando, cabe destacar la aceptación de nuestro
sindicato, debido a la incapacidad y acobardamiento de los sindicatos mayoritarios. Es más, la mayorÃ-a de
nuestros afiliados no pertenecen ni siquiera a FE de las JONS, y viene cada vez más gente de sindicatos
como USO, CCOO o incluso de la CNT.
Mediante esta mini−conferencia, he querido reflejar cómo el sindicalismo revolucionario se implantaba en
nuestro Movimiento y cómo desde el primer momento se hizo protagonista total de nuestra lucha diaria. Sin
el sindicalismo, no hay falangismo; sin falangismo no existirÃ-a nuestro Movimiento. Ese Movimiento que
está llamado a ser la solución total y definitiva de todos los males que sacuden a España.
Hoy más que nunca, tenemos que relanzar ese sindicalismo que querÃ-an nuestros Jefes.
La palabra Nacional−Sindicalismo está formada por 2 palabras. En los últimos años nos hemos dedicado
en exclusiva a lo Nacional, que es lo ideal y lo deseable, pero los falangistas siempre hemos pecado de olvidar
la otra parte del falangismo que es el Sindicalismo. Hagamos un compromiso con nuestro Movimiento, para
que el Sindicalismo se equipare a lo Nacional y veréis cómo tarde o temprano conseguiremos una nación
fuerte y justa.
De nosotros, solamente de nosotros, depende el logro y el éxito de este sindicalismo justo y a la postre
lograr nuestra deseada Revolución Nacional−Sindicalista.
Muchas Gracias
9
9
Descargar