199-2011 Amparo Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de

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199-2011
Amparo
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las ocho
horas y cincuenta y tres minutos del día veintisiete de mayo de dos mil once.
A sus antecedentes el escrito firmado por la señora Griselda Rafaela Lemus de
España, junto con la documentación anexa, por medio del cual pretende evacuar la
prevención que le fue formulada, referida a deficiencias que presentaba la demanda por ella
incoada.
Antes de emitir el pronunciamiento correspondiente, es necesario formular las
consideraciones siguientes:
I. Por medio de la resolución pronunciada a las ocho horas y cincuenta y ocho
minutos del día 27-IV-2011 se previno a la demandante en mención que señalara con
exactitud: (a) las actuaciones definitivas cuya constitucionalidad objetaba, debiendo tener
en cuenta, para tales efectos, que los procesos de amparo deben incoarse, por regla general,
contra aquellos actos de carácter definitivo que aparentemente lesionen derechos
fundamentales; (b) cuáles eran los derechos fundamentales de carácter procesal,
comprendidos dentro del debido proceso, que estimaba le habían sido conculcados y los
derechos constitucionales de carácter material que estimaba transgredidos, así como los
motivos por los que consideraba que cada uno de ellos había resultado lesionado como
consecuencia de las actuaciones que finalmente impugnara; (c) la forma en que fueron
realizadas las notificaciones durante la sustanciación del juicio iniciado en su contra
debiendo anexar –en lo posible− copias de las actas de emplazamiento así como de la
sentencia condenatoria pronunciada en el citado proceso; y (d) quien ostentaba la propiedad
equivalente al restante cincuenta por ciento del inmueble a subastar, debiendo establecer si
dicha persona también fue demandada en el citado proceso y, en tal supuesto, debía ilustrar
si en tal calidad se le efectuaron los actos procesales de comunicación, la forma en que
estos se realizaron y si este sujeto tuvo la oportunidad de intervenir u oponerse a la
pretensión.
II. Ahora bien, al intentar evacuar la prevención indicada, la señora Lemus de
España manifiesta que “…el tribunal [S]egundo de lo Civil de esta jurisdicción, ordenó la
venta en [p]ública [s]ubasta [de] un inmueble, del cual [es] copropietaria, omitiendo en el
proceso respectivo notificar[le] y emplazar[le], violando así el [a]rtículo [11] de la
[C]onstitución, lo cual no [le] permitió ejercer el derecho de audiencia, privándo[le] por
completo del derecho a ser oída y vencida con arreglo a las [l]eyes…”.
Asimismo, asevera que la vulneración a su derecho de audiencia se configuró, en
tanto que, la autoridad demandada obvió “…darle cumplimiento al [a]rtículo 205 del
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Código de Procedimientos Civiles, ya que no fu[e] emplazada conforme a la ley, omitiendo
con ello una etapa procesal importante…”.
Finalmente, la peticionaria acota que actualmente es la poseedora del inmueble a
subastar y aclara que “… el juicio objeto de [la] controversia [contra el que reclama] es un
Juicio Sumario de Partición [J]udicial, promovido por la tercera beneficiada señora
Amanda Esperanza Martínez de Pimentel, quien es la heredera del copropietario que
aparece en la escritura de compraventa…”.
III. Esbozado lo anterior, corresponde analizar si los alegatos planteados por la
peticionaria logran subsanar las observaciones que le fueron formuladas en el auto de
prevención antes relacionado.
1. En primer término, es necesario acotar que, a pesar de habérselo requerido, la
citada pretensora ha omitido indicar los actos concretos y de carácter definitivo que
pudieron haber afectado su esfera jurídica, debido a que, en este punto, la demandante
simplemente se ha limitado a reiterar la supuesta falta de emplazamiento atribuida al Juez
Segundo de lo Civil de esta ciudad en el proceso de Partición Judicial al que alude en su
escrito, sin señalar o identificar en forma precisa cuál es el acto concreto y de carácter
definitivo que pretende impugnar por medio de este proceso constitucional.
De acuerdo con lo anterior, la peticionaria no ha logrado identificar, en realidad, la
actuación o actuaciones específicas que encerrarían la presumible afectación al derecho
fundamental que aduce le fue vulnerado, situación que se vuelve necesaria, puesto que, para
que la promoción del proceso de amparo se verifique sin óbice procesal alguno y que, por
tanto, este finalice por medio de una sentencia de fondo, es imprescindible que el acto
contra el cual se reclama, entre otras cosas, haya sido fijado con exactitud.
A causa de lo afirmado, se concluye que el punto de la prevención que le fue
formulada a la señora Lemus de España, referido a que señalara las actuaciones contra las
cuales reclamaba, no ha sido atendido.
2. En segundo lugar, se advierte que la demandante −pese al requerimiento
efectuado− simplemente reitera, tal y como lo indicó en su demanda, que el derecho
constitucional que ha resultado vulnerado con la actuación que atribuye al Juez Segundo de
lo Civil de San Salvador es su derecho de audiencia, omitiendo expresar razonamiento
alguno dirigido a afirmar o a descartar la posible transgresión de otros derechos
constitucionales.
Y es que, los argumentos esbozados en su demanda –al menos de forma preliminar−
parecían indicar que además del derecho de audiencia, podrían haber resultado conculcados
otros derechos constitucionales –de índole procesal y material− como resultado de las
actuaciones que atribuía a la autoridad demandada.
Sin embargo, de lo expuesto en el escrito analizado, se observa que la demandante
no especifica ninguna alegación tendiente a solventar la aludida inconsistencia, motivo por
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el cual tampoco se han despejado las imprecisiones relativas a dicho extremo de su
pretensión.
3. En tercer lugar, se observa que la peticionaria ha omitido poner de manifiesto −de
acuerdo a la información que consta en el proceso de Partición Judicial− la forma en que
fueron realizadas las notificaciones tanto el emplazamiento como de la sentencia definitiva
durante la sustanciación del proceso en el que fue demandada.
En tal sentido, es menester acotar que la prevención estaba orientada a que la
peticionaria expusiera −conforme a la información que constaba en el expediente judicial y
al cual tiene acceso como parte del referido proceso− la manera en que dichos actos se
habían efectuado y además, se le solicitaba que en lo posible anexara copias de dichas actas
a efecto de documentar las referidas actuaciones.
Sin embargo se advierte que los requerimientos antes aludidos no han sido
establecidos por la demandante, en tanto que solamente señaló que “… las únicas
notificaciones [se realizaron] introduciendo bajo la puerta la resolución que señala la venta
en pública subasta y [que] el día [27-IV-2011], dos días antes de la subasta, dejaron bajo la
puerta una copia del cartel en el que se avisa al público la referida venta…”.
Por ello, debe hacerse notar que las razones que motivaron la prevención en este
punto particular persisten, pues los argumentos expuestos no esclarecen las dudas relativas
a la manera en que dichos actos de comunicación se realizaron en el proceso
correspondiente ni han sido respaldados con la incorporación de la documentación
pertinente. En virtud de ello, esta Sala carece de elementos suficientes como para suplir o
dilucidar oficiosamente la irregularidad anotada en los párrafos que anteceden y, por tanto,
subsisten las imprecisiones inicialmente señaladas.
A raíz de lo anterior, tampoco este punto de la prevención ha sido satisfecho en los
términos en que le fue solicitado a la parte actora de este amparo, por lo que también
corresponde declarar la inadmisibilidad de la demanda que ha sido planteada por ella.
IV. Según lo antes expuesto, se infiere la falta de aclaración o corrección
satisfactoria de la prevención por parte de la señora Griselda Rafaela Lemus de España, lo
que produce la declaratoria de inadmisibilidad de la demanda, según lo prescribe el artículo
18 de la Ley de Procedimientos Constitucionales.
Y es que el supuesto de la disposición en comento no puede entenderse únicamente
referido a la presentación en tiempo del escrito con el que se pretende evacuar la
prevención o a subsanarla parcialmente, pues aquel implica, además, que mediante este se
corrijan efectivamente todas las deficiencias de la demanda que son advertidas
liminarmente, situación que no ha sido satisfecha en el caso cuyo estudio se realiza.
No obstante lo anterior, es conveniente acotar que dicha declaratoria no impide que
la interesada pueda formular nuevamente su queja, siempre que se cumplan los requisitos
legales y jurisprudenciales para tal efecto.
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Por tanto, con fundamento en las consideraciones expuestas en los párrafos
precedentes y de conformidad con la disposición legal antes relacionada, esta Sala
RESUELVE:
1. Declárese inadmisible la demanda presentada por la señora Griselda Rafaela
Lemus de España, en virtud de las razones expuestas en los considerandos III y IV de este
proveído.
2. Notifíquese.
---J. B. JAIME---F. MELÉNDEZ---J. N. CASTANEDA S.---E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.--RUBRICADAS.
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