Decrecimiento. Consumo y consumismo

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Esquema del taller de decrecimiento
La crisis financiera está agudizando las contradicciones entre capitalismo y democracia;
entre el desarrollismo y los límites de nuestro planeta.
Estamos ante una crisis del modelo de civilización, que tiene diferentes caras,
económica, ecológica y de cuidados.
Crisis Económica:
-
La lógica del capitalismo pone por delante los beneficios a las necesidades de las
personas, el objetivo fundamental es producir más capital para obtener más
beneficio; si ello resuelve o no necesidades humanas o si destruye el medio
ambiente carece de importancia.
-
Aumento de las desigualdades sociales: A partir de la II GM hasta mediados de
los setenta se logro (gracias a la lucha del movimiento obrero y a un alto
crecimiento económico pequeños cambios sociales,
disminuyendo las
desigualdades económicas (en los países ricos) y se produce un crecimiento del
estado de bienestar.
-
“Este modelo de bienestar se construyó explotando a los países del Sur y a costa de que
la reproducción social siguiese relegada de forma invisible al espacio privado
doméstico y relegó a las mujeres a un papel social secundario (el pleno empleo era
para los hombres blancos del Norte y los buenos salarios eran salarios familiares”. (ESK)
-
Este proceso de reparto de la riqueza entro en crisis a finales de los setenta con
los gobiernos neoliberales de Reagan y Thatcher. Las diferencias sociales y de
renta volvieron a incrementarse iniciándose una contrarreforma ultra liberal
donde el estado aparece como una traba a la creación de riqueza junto a los
sindicatos y a las políticas redistributivas planteadas por la socialdemocracia. Este
proceso ha sido muy desigual en función de cada país, pero la ofensiva neoliberal
ha intentado implementar sus políticas en todo el mundo. Donde más éxito ha
tenido es en la desregularización del las leyes sobre el capital financiero y la
apertura sin trabas a los intercambios económicos mundiales. Hoy su éxito está
en la implantación de políticas de austeridad para que los países paguen su
deuda externa y ofertarla como la receta para salir de la crisis.
-
La pobreza ha aumentado en todos los países de la UE. En Euskadi hemos
sobrepasado el 10% de personas empobrecidas
-
N/S, la brecha entre países ricos y pobres no ha dejado de crecer desde el
colonialismo. Una cuarta parte de la población vive con menos de dos dólares
diarios y la gran mayoría sin servicios públicos gratuitos. La miseria significa en
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muchos casos desnutrición, agua no potable y una esperanza de vida muy por
detrás de los países enriquecidos. El hambre que empezó a decrecer a niveles
relativos a principios de siglo (pero no absolutos) ha vuelto a crecer, hoy mil
millones de personas padecen de desnutrición en el mundo.
No parece que los países emergentes (BRIC) vayan a significar ningún cambio en las
políticas, su comportamiento es similar o peor que el de los países ricos en sus relaciones
con los países empobrecidos.
-
Crisis del sistema financiero. El capital financiero ha crecido sin precedentes,
hoy la acumulación de capital es más rápida con la especulación que con la
producción. Las medidas que el capitalismo ha tenido ante la crisis (recortes
sociales, ajustes, apoyo a la banca,… nos ha llevado a una crisis sin precedentes:
paro, decrecimiento “capitalista”… en realidad son las mismas medidas que
tomaron en las crisis de la deuda de los países empobrecidos y que tenían como
objetivo el pago de esta no resolver los problemas de los estados y su población.
Crisis de los cuidados
Definimos los cuidados como todas las labores necesarias para el mantenimiento de la
vida, los cuidados son por tanto materiales y afectivos.
-
“La ignorancia de la interdependencia entre seres y los cambios en la organización de
los tiempos que aseguraban la atención a las necesidades humanas y la
reproducción social también ha provocado lo que se denomina “crisis de los
cuidados”. (ESK)
Reparto sexista:
- El binomio heteropatriarcal impone un reparto del trabajo donde las tareas de
cuidados son realizadas por las mujeres. Pese a los numerosos cambios sociales
(cambios en los modelos de familia tradicional, igualdad legal entre hombres y
mujeres, derechos de las personas homosexuales,…) la gran mayoría de
cuidados siguen realizándose por mujeres. Este es un trabajo invisible, no existe
en los manuales de economía y por lo tanto no se valora pese a ser una parte
fundamental del trabajo que se realiza en la sociedad y si se contase tendría un
porcentaje muy alto del PIB.
-
“La posibilidad de que las mujeres sean sujetos políticos de derecho se percibe como
algo vinculado a la consecución de independencia económica a través del empleo.
Sin embargo, el trabajo doméstico no es un trabajo que pueda dejar de hacerse y el
paso de las mujeres al mundo público del empleo no se ha visto acompañado por
una asunción equitativa del trabajo doméstico por parte de los varones.
Dado que es un trabajo del que depende el bienestar de muchas personas y que no
puede dejar de hacerse y que los hombres no se responsabilizan de él, las mujeres
acaban asumiendo dobles o triples” (ESK)
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-
Cuidados N/S (huella de cuidados), muchas veces la parte de cuidados que no
han realizado las personas de los países ricos las han realizado mujeres de los
países del Sur, por ello hablamos de esa huella de cuidados entre el Norte
enriquecido y el Sur empobrecido.
-
Los cuidados en el sistema público y comunitario-asociativo. Los cuidados
deben ser una opción de cada persona no una imposición, debería haber, por
tanto, un sistema público de calidad que se hiciese cargo de ellos. Necesitamos
una sociedad con una vida asociativa más rica que sirva para hacer de los
cuidados una tarea social y comunitaria.
-
“Los recortes sociales en sanidad, en los salarios, en la ley de dependencia, los
desahucios... los servicios públicos que se dejan de cubrir y que afecta a las
necesidades vitales de las personas son soportados por los hogares. Y los hogares
lo forman mayoritariamente familias heteropatriarcales donde las mujeres asumen
habitualmente las necesidades de cuidados extras derivadas de los recortes
Crisis Ecológica:
La crisis ecológica es, sobre todo, una crisis de escasez. De materias primas, de energía,
de tierra, de agua y de aire no contaminado para mantener el ritmo de crecimiento que
necesita el capitalismo y también, pero en menor medida para extender el modelo de
consumo a todos los países. La humanidad ya supera en un 50% su capacidad de
regenerar los recursos naturales que utilizamos y asimilar nuestros residuos.
-
Huella ecológica, como ejemplo de medición del impacto del desarrollo actual
nos sirve para comprobar la insostenibilidad del sistema, hoy necesitaríamos casi
dos tierras para que toda la población mundial pueda consumir como lo
hacemos en Euskadi. Necesitamos consumir menos, de otra forma. Por ejemplo
tenemos que cambiar nuestros hábitos de consumo de carne reduciendo su
ingesta, una proteína animal cuesta entre 7 y 15 veces más hectáreas que una
vegetal para ser producidas.
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Cambio climático, las diversas cumbres de Río y otras no han servido para tomar
medidas reales contra la producción de CO2, el aumento de temperatura
continua y sus efectos si no cambiamos las cosas serán catastróficos para miles
de millones de personas, sobre todo en los países empobrecidos.
-
Pico del petróleo el modelo energético basado en recursos fósiles (petróleo y
carbón) no renovables lleva, si continuamos consumiendo a este ritmo, a que en
un futuro cercano alcancemos el pico del petróleo (para algunas corrientes ya se
llego en el 2006) (donde la demanda de combustible es mayor que la oferta).
Prepararse para el pico del petróleo significa reducir su consumo y cambiar la
producción de energía fósil por energía renovable además de reducir el consumo
global de energía.
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-
Superpoblación. La población mundial no puede crecer de modo infinito. Desde
principios del siglo veinte a finales la población se multiplico por cuatro (de 1.500
millones de personas a 6.000 millones), no podemos decir cual es el numero
asumible para el planeta no deja de ser una decisión “política” decidir que, por
ejemplo, nos corresponde la mitad de la biomasa a los seres humanos y al resto
de los animales la otra mitad.
El decrecimiento:
El decrecimiento sostenible se basa en decrecer en lo económico (producción,
consumo,…) para preservar el medio ambiente y hacerlo de forma sostenible
socialmente para que las personas no sufran en esa transición y que sea de forma
justa e igualitaria. Podríamos hablar también de acrecimiento, para quienes no
creemos que el crecimiento sea posible de manera permanente. El decrecimiento
parte de que en un sistema finito (la tierra) el crecimiento no puede ser infinito.
Cuanto antes tómennos conciencia de ello más tiempo tendremos para poner las
bases para hacer del decrecimiento un sistema sostenible socialmente y justo.
Tampoco es justo ni razonable proponer el decrecimiento por el decrecimiento
sino no va ligado a mejorar la vida de las personas.
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¿Qué necesidades tenemos y como cubrirlas?
Para medir la felicidad o el buen vivir el PIB no sirve, el IDH es mejor pero
insuficiente. El PIB mide la riqueza global de un país o de un territorio, pero no
mide como está repartida esa riqueza, que bienes están socializados, que
intercambios comunitarios hay, que bienes de la naturaleza son destruidos,
cuánta agua se gasta o cuanto aire se contamina, cuantas horas trabaja la
gente,…una sociedad con una gran vida comunitaria de apoyo mutuo frente a
otra donde estuviesen monetarizadas todas las relaciones seria más pobre a
nivel de PIB. El Índice de Desarrollo Humano es un indicador mejor pero sigue
dejando la vida comunitaria al margen además de los factores arriba indicados.
Los estudios sobre felicidad nos dicen que más allá de cubrir con holgura las
necesidades elementales a mayor PIB no hay mayor felicidad, son necesario otros
elementos, además de los materiales para definir el buen vivir.
-
La autoproducción de productos (ecológicos o no) es importante. Por ejemplo
hacerte un yogurt evita envases y transportes y comprarlo (aunque sea
ecológico) consume envases y transporte. Una manzana procedente de la
agroindustria chilena y comprada en Cataluña consume una cantidad de energía
cuatro veces superior a la del caso ecológico y local (fundamentalmente por los
14.000 Km. que hace en barco y transporte de viaje).
-
Hay que impulsar la relocalización económica, pero los pequeños movimientos
de revitalizar lo local basados en la buena voluntad de los colectivos neorrurales
sin cambiar la lógica del mercado no son el objetivo pues chocaran siempre con
el capitalismo. Hay que cambiar este por un modelo que tenga como objetivo las
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necesidades de las personas y no la búsqueda del beneficio, acabar con el
capitalismo es un objetivo radical del decrecimiento.
Trabajo:
Tipos de trabajo necesarios. Es necesario definir que trabajos son necesarios
para nuestra felicidad, cuales son necesarios y cuales no.
Reparto del trabajo. El informe de 21 horas es una propuesta realista dentro del
sistema para repartir el trabajo entre todas las personas para trabajar todas y
trabajar menos pudiendo dedicar más tiempo a lo que deseemos hacer.
Evidentemente no es una propuesta para ahora pero nos señala el camino
paras exigir la reducción de jornada y el reparto del trabajo.
El sindicalismo y el mantenimiento de los puestos de trabajo como objetivo
(ej. minería de carbón). El sindicalismo está condicionado por la defensa de los
puestos de trabajo, esto es entendible porque acabar con un puesto de trabajo
no necesario socialmente o medioambientalmente insostenible significa dejar
en el paro y en una situación muy grave (hoy mas con la crisis que tenemos) a
las personas. Por eso es necesario establecer estrategias que propongan la
transición de esos puestos de trabajo a otros necesarios contando con la
participación de las personas que trabajan. En lo concreto apoyar a los mineros
en su lucha pero plantear un proceso de transición donde participe toda la
comunidad. Por eso es necesario defender un decrecimiento sostenible
socialmente.
Trabajo/empleo. Establecer la renta básica universal (como la plantea por
ejemplo ESK). La renta básica universal no es la panacea frente a los problemas
de exclusión y desigualdad de las personas sin empleo pero es un elemento
fundamental para que todas las personas reciban lo suficiente para seguir
viviendo con dignidad. Así como es necesaria una Renta mínima se debería
instaurar una renta máxima para todas las personas.
-
Que queremos: poner en el centro a las personas, la sostenibilidad de la vida
frente a la acumulación de capital y los beneficios del capitalismo.
Un sistema basado en los benéficos es inmoral e injusto. Podemos poner mil
ejemplos, en el caso del hambre no faltan alimentos simplemente las personas
pobres no pueden pagarlos y están condenadas por ser pobres a la desnutrición y a
las consecuencias de esta. Además gran parte de los alimentos son desperdiciados
en los países ricos y se pierden, terminando en la basura. Poner en el centro a las
personas significa visibilizar los cuidados y repartirlos, poner los medios para que
todas las personas sean felices,…
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Las 8R.
Para hacer frente a la desmesura del sistema el movimiento del decrecimiento
propone aplicar las ocho “R”:
Revaluar. Sustituir los valores dominantes por otros más justos. Por ejemplo,
solidaridad frente a egoísmo, cooperación frente a competencia, goce frente a
obsesión por el trabajo, local frente a global, etc.
Re conceptualizar. Modificar nuestras formas de conceptualizar la realidad,
evidenciando la construcción social de la pobreza, de la escasez, etc.
Encaminado sobre todo a la nueva visión que se propone del estilo de vida, calidad
de vida, suficiencia y simplicidad voluntaria.
Reestructurar. Adaptar el aparato de producción y las relaciones sociales en función
de la nueva escala de valores.
Relocalizar: Es necesario la producción y el consumo a escala local.
Esto disminuiría el consumo en trasporte.
Redistribuir. Hay riqueza suficiente para cubrir las necesidades de todas las
personas, es necesario repartir la riqueza entre todas las personas. El principal
enemigo de la redistribución es el capitalismo.
Reducir. Hacer lo posible para disminuir el impacto que tienen en la biosfera
nuestras maneras de producir y consumir, además de limitar los horarios de trabajo y
el turismo de masas.
Reutilizar Es necesario potenciar hacia bienes durables y que puedan ser reparados
y conservados.
Reciclar:
Se trata de alargar el tiempo de vida de los productos para evitar el consumo y el
despilfarro.
Latouche propone otras alguna otra R
”Otros “R” para el hemisferio Sur: Romper con la dependencia económica y cultural con
respeto al Norte. Retomar el hilo de una historia interrumpida por la colonización, el
desarrollo y la globalización. Reencontrar y Reapropiarse de una identidad cultural
propia. Reintroducir los productos específicos olvidados o abandonados y los valores
“antieconómicos” ligados al pasado de esos países.
Recuperar las técnicas y saberes tradicionales. Conseguir el Reembolso de la deuda
ecológica y Restituir el honor perdido.”
Se pueden proponer alguna otra R más como Resistir frente a la política de recortes
sociales y civiles o Recomponer los lazos comunitarios y sociales
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Decrecer en que y donde.
“Existen sectores que claramente deben crecer (rehabilitación energética de la edificación,
agroecología, los vinculados a los circuitos cortos de comercialización, transporte público,
servicios sociocomunitarios relacionados con los cuidados, energías renovables, educación y
sanidad, etc.). Sin embargo hay otros que deben disminuir o desaparecer porque son
dañinos; las transiciones justas que protejan a las personas que trabajan en esos sectores
deben ser apoyadas colectivamente y ser objeto de prioridad política, pero no se puede seguir
ahondando la crisis estructural. Cuanto más se profundice, más difícil será salir de ella.”(ESK)
-Los países empobrecidos necesitan crecer en servicios, en sanidad, en educación,…
pero ni necesitan crecer como lo hemos hecho en el Norte ni es posible por los recursos
que tenemos en el planeta. Crecer respetando los límites del planeta es un reto que
tenemos. Así mismo en los países enriquecidos no todo el mundo debe decrecer lo
mismo, las clases sociales consumen de forma diferente, no es la misma huella ecológica
la que deja quien tiene sesenta coches (la familia real) que quienes viajan siempre en
autobús, quien viaje siempre en avión que quien no ha pisado un aeropuerto en su
vida,…
-El decrecimiento sostenible debe ser las dos cosas, decrecer en la economía
(producción, consumo, transporte,…) respetando el medio ambiente y hacerlo de forma
sostenible socialmente acabando con las desigualdades sociales. Hay suficiente riqueza
para que todas las personas del mundo vivamos bien, hay que repartirla y
evidentemente el capitalismo es el enemigo a batir en este reparto. La crisis ha
evidenciado que la política la dirigen las grandes fortunas, como ha demostrado la
socialdemocracia se les puede coger parte del pastel y como demuestra esta crisis esos
logros siempre están supeditados a la relación de fuerzas. La única forma de lograr un
reparto justo de la riqueza es que el pastel sea de todas las personas y no de unas pocas.
-
Descolonizar el imaginario, cambiar el chip del consumo. Durante mucho
tiempo consumir más era vivir mejor, pero hoy en las sociedades ricas el
consumo mayoritario no nos ha llevado a vivir mejor y si a acercarnos a los limites
del planeta. No necesitamos tener siete marcas de yogur, consumir kiwis de
Nueva Zelanda o un coche por persona para vivir bien. Pero no es fácil definir y
consensuar que necesitamos y como lograrlo, será un trabajo difícil y largo.
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Notas sobre consumo y consumismo
Abogar por el decrecimiento como alternativa al modelo capitalista hoy imperante en
nuestra sociedad, conlleva la reducción de horas de trabajo, y también reducción salarial.
Pero esta no se puede llevar adelante sin reducción del consumo, sin reducción de las
necesidades materiales a las que nos tiene encadenados el sistema de mercado
capitalista, en el cual vivimos.
El consumismo es consustancial a la existencia misma del mercado y del capital , está
unido a la lógica de su existencia ( cuanto mas se produzca y se venda mayores serán las
ganancias) y esta obligación de crecimiento sin límite está causando daños e impactos
irreversibles en el planeta: El cambio climático avanza sin que haya una reducción real de
las emisiones de CO2, la biodiversidad se reduce de forma significativa, muchos recursos
se agotan sin que se encuentren sustitutos, el acceso al agua no contaminada es cada vez
mas difícil. El consumismo es causante de la desmedida producción de residuos sólidos
urbanos y hoy en día las basuras constituyen un problema ambiental muy grave, porque
contaminan las aguas, el aire, los ecosistemas donde se vierten y la salud de los
ciudadanos-as y además suponen un despilfarro de los recursos económicos y materiales,
desde su producción hasta su destrucción (solo en EEUU se dejan en la basura 23 millones
de ordenadores cada año¡¡¡). Además una parte de la humanidad se enriquece a costa de
devastar los territorios de los que depende la supervivencia de la otra.
La ideología dominante, el sistema capitalista promueve el consumismo porque lo
necesita para que el sistema se siga manteniendo de modo que se sustituyen las
identidades locales por una identidad global basada en el consumo. Como resultado, las
sociedades del Norte están formadas por individuos cada vez más hedonistas,
individualistas, despreocupados y egoístas.
Dado que este sistema económico es insaciable en cuanto a la acumulación de capital se
refiere, el límite en el consumo no lo marcan las necesidades de los consumidores y
consumidoras, sino su capacidad de gasto y endeudamiento. El consumo se convierte en
un fin en si mismo, en una medida de cumplimiento de proyectos vitales en esta
sociedad contemporánea. En este sentido el modelo de consumo de los países del Norte
es insostenible en su esencia en un planeta de recursos limitados.
Ante el consumismo, Carlos Taibo nos dice que “hay razones sobradas para sostener que
de la misma manera que debemos acabar con el trabajo asalariado, tenemos que hacer
otro tanto con el consumo “(1):No se trata solo de abogar por un consumo responsable
(que también) sino que “ ya que no hay en el planeta lugar para siete mil millones de
consumidores, debemos obligatoriamente reducir sensiblemente nuestros hábitos al
respecto, tanto más cuanto que los habitantes del Norte rico consumimos 10 veces más
energía que los pobladores del Sur, 14 veces mas papel, 18 veces mas productos
químicos,….”y así una lista interminable, que es necesario revertir.
Son 3 los procesos decisivos a la hora de entender este irrefrenable deseo de consumo,
que sin embargo no nos hace más felices ni colma nuestras satisfacciones: El numero
uno es la publicidad. La publicidad nos hace desear lo que no tenemos y depreciar
aquello de lo que ya disfrutamos, nos crea una insatisfacción permanente. Es
significativo conocer que el gasto en publicidad solo se ve superado por el gasto en
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defensa, a nivel planetario, por lo que no es difícil concluir que estamos supeditados-as a
las leyes del mercado, a la lógica de sus necesidades (no de las nuestras) y estamos
“colonizados” por los mercados. El segundo puntal en este proceso del consumismo es
el crédito, el sistema crediticio, que permite entrar en espirales de crisis y consumir de
lo que no se dispone. El tercer puntal del consumismo es la caducidad programada
que obliga a sustituir rápidamente muchos bienes, a consumir sin límite y si esta
máxima es lógica en el marco de las necesidades del capitalismo choca frontalmente con
la situación de los límites de recursos escasos del planeta.
Todo lo dicho anteriormente nos lleva a abogar sin paliativos por la reducción drástica del
consumo de recursos y producción de basuras en nuestras sociedades sobredesarrolladas.
Se hace necesario reflexionar sobre nuestra manera de vivir, comprar, usar y tirar y
cuestionar el conjunto de valores que sustentan el sistema económico actual. Se trata
asimismo de construir nuevos paradigmas de comportamiento que incorporen la idea de
decrecer en la capacidad de producir y consumir: vivir mejor con menos, así como idear
alternativas para satisfacer las necesidades sin pasar necesariamente por gastar dinero. Se
trata de apoyar alternativas que establezcan criterios que aporten coherencia práctica a la
crítica política. Criterios como: cerrar los ciclos de la materia, consumir y producir residuos
en función de las capacidades naturales, centrar la producción y el consumo en lo local,
basar la obtención de energía en las energías renovables, acoplar nuestra velocidad a los
de los ecosistemas, aplicar el principio de precaución. Se trata de de saber cómo y por
quién han sido producidas y distribuidas las cosas que consumimos. De saber si hay una
justa distribución del beneficio en toda la cadena o si esta es demasiado larga para ser
sostenible.
Ante la crisis que recorre el planeta, el discurso oficial busca una única opción: Reactivar
el consumo como vía para retomar la senda del crecimiento infinito. Esta huida hacia
adelante viene dada por la necesidad de las elites económicas dominantes de perpetuar
un sistema que les permita concentrar la riqueza. Por todo ello urge la búsqueda de
alternativas y nuestra propuesta se sustenta en crear un estilo de vida que apueste por
recuperar el valor de lo colectivo, de la sencillez, la diversidad, lo duradero y lo lento. Un
modelo donde la construcción de la cultura y la identidad no se basen en la adquisición
de bienes de consumo. En este sentido el ejercicio de un consumo crítico, consciente y
responsable requerirá de una transformación de la conciencia colectiva, de la aplicación
de nuevos criterios para la toma de decisiones de compra, de acciones políticas que
promuevan un cambio del sistema y de la potenciación de aquellas alternativas que
rompan con el paradigma del crecimiento económico y del máximo beneficio en el
mínimo plazo (2).
1.- Carlos Taibo, página 56, en el libro “En defensa del decrecimiento”.
2.- Maria González Reyes, página 203 y siguientes del libro “Claves del ecologismo
social”. Ediciones Libros en Acción
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