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Gestión Pública
Alto rendimiento en
las Administraciones
Públicas: la tercera vía
para gestionar la crisis
Elena Tedín
Socio de Accenture.
A lto r en d i mi en to en la s Ad m i n i s t ra c i o n e s P ú bl i c a s : l a t e rc e ra v í a pa ra ge s t i o n a r l a cr i si s
Las organizaciones públicas se enfrentan actualmente a una difícil
disyuntiva: responder a las mayores exigencias en el servicio por parte de
los ciudadanos con una cantidad de recursos cada vez más limitada por
efecto de la crisis económica que afecta a todos los sectores, incluido el
sector público. Los planes de austeridad y contención del gasto que se están
poniendo en marcha son necesarios pero no suficientes. No obstante, existe
una tercera vía para avanzar hacia un modelo más barato y más eficiente:
transformar la forma de trabajar aplicando al sector público técnicas que
permiten conseguir “más resultados con menos” en cualquier dimensión de
la actividad humana, también en el sector público.
L
a crisis en los mercados mundiales ha colocado
a la mayoría de los segmentos de la Administración Pública en una situación casi insostenible, ya
que determinadas tendencias, como el envejecimiento de la población y el consiguiente aumento de los
costes de la sanidad coinciden con la disminución de
los ingresos procedentes de los impuestos, que se
han estancado o reducido, al tiempo que los programas de estimulación económica basados en gasto
público están perdiendo fuerza.
Ante esta situación, a simple vista parece que a los
gobiernos sólo les quedan dos alternativas: aumentar
impuestos o realizar recortes de gasto o de servicios.
El camino hacia la eficiencia en el gasto público
comienza por los programas de austeridad, que
conllevan la contención de gasto y la optimización
del catálogo de servicios; estos programas consiguen
resultados importantes en los primeros años de
aplicación, pero cada vez resulta más complicado
seguir reduciendo más y más.
Sin embargo, existe una tercera alternativa que hasta
ahora no se está contemplando: mejorar el servicio
público al mismo tiempo que se reducen los costes.
Es el momento de plantear soluciones diferentes e
innovadoras que consigan un ahorro estructural con
resultados significativos y que se consolidan en el
tiempo a través de la transformación de los servicios.
Una parte importante de esta transformación proviene del cambio de la forma de trabajar, un nuevo
abril 2012
modelo operativo. La prueba la podemos encontrar
ya en casi todos los niveles de muchos gobiernos de
todo el mundo, que han sido capaces de reducir sus
costes operativos hasta un 20 %.
Las organizaciones públicas pueden perseguir este
objetivo como complemento al necesario recorte de
presupuestos, de modo que se pueda seguir avanzando en la eficiencia del gasto manteniendo, e
incluso incrementando, la calidad de los servicios
clave; basta con que identifiquen las actividades y
los programas ineficientes, eliminen lo que les
sobra e implanten programas racionalizados, capaces de obtener más resultados con menos. Con
todo ello, no solo se reducen los gastos, sino que
también mejora el servicio y la capacidad de respuesta.
Esta tercera opción implica innovar para transformar
y es un ingrediente clave dentro de la fórmula del
alto rendimiento, del que se han beneficiado gobiernos de todo el mundo y en todos sus niveles: estatal,
regional y local.
Aspirar al alto rendimiento en el
sector público
Los directivos y responsables de organismos públicos
pueden lograr espectaculares avances en este objetivo si se les proporcionan un contexto y una dirección
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geS tió n P úblicA
los programas de austeridad
consiguen resultados
importantes en los primeros
años de aplicación, pero cada
vez resulta más complicado
seguir reduciendo más y más
global para superar los desafíos más difíciles. Se trata
de responder a preguntas como las siguientes:
• ¿Por qué es importante el alto rendimiento dentro
del sector público?
• ¿Compensan realmente las ventajas obtenidas
frente a las dificultades que se plantean?
• ¿Cuáles son los cambios que permitirán obtener
“más con menos” con mayor probabilidad?
• ¿Cómo pueden los organismos del sector público
innovar de una forma rentable?
• ¿Cómo pueden los gobiernos reducir costes y
aumentar su capacidad de respuesta ante las
necesidades de los ciudadanos?
El alto rendimiento es la capacidad de mejorar continuamente la productividad de la empresa y contribuir
al cumplimiento de su misión a un coste fijo. Nuestra
experiencia nos ha demostrado que una forma probada de alcanzar ese objetivo es mediante una sólida
estrategia. Las bases principales para afrontar ese
desafío son tres: la excelencia operacional, la agilidad,
y el capital humano y la cultura. La combinación de
estos tres componentes puede crear la anatomía del
rendimiento capaz de generar las capacidades diferenciadoras que necesitan los organismos públicos si
desean operar en sus mayores niveles de eficiencia.
Con una orientación adecuada, el camino hacia el
alto rendimiento se puede alcanzar de manera
mucho más fácil de lo que habitualmente imaginan
muchos organismos públicos. Resulta totalmente
realista aspirar a mantener o incluso mejorar los
niveles de servicio y reducir, al mismo tiempo, entre
un 10 % y un 20 % los presupuestos. Técnicas proba-
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das como lean six sigma pueden allanar el camino
para alcanzar el alto rendimiento.
El sector público tiene mucho que aprender de las
innovaciones de procesos iniciadas por las empresas
privadas que todos los días compiten por sobrevivir a
las turbulentas fuerzas de los mercados. En el caso de
las Administraciones Públicas, se encuentran con
clientes (contribuyentes y otras agencias gubernamentales) cada vez más exigentes. Saben lo que es posible,
sobre todo en términos de prestación de servicios, por
la experiencia de las empresas privadas más eficientes. Y buscan resultados similares en calidad y una
mayor productividad por parte de las entidades del
sector público. Además, en el actual contexto de restricción de gasto, se hace imprescindible poner foco
en la mejora de la eficiencia para poder seguir prestando los servicios cada vez con menos recursos.
Existe, de hecho, un creciente número de ejemplos
que demuestran que los organismos públicos son
capaces de ofrecer un mejor servicio con menos recursos de los que empleaban hasta ahora.
En definitiva, se trata de ofrecer un apoyo a los responsables de estos servicios públicos para crear velocidad, agilidad y eficiencia, además de mostrar cómo se
crean las bases para trasladarse a un nivel más elevado
de rendimiento desde cualquier nivel donde se encuentre actualmente una organización del sector
público. El objetivo es ayudar a las organizaciones del
sector público a generar resultados en tiempos de
crisis con un 10 % o 20 % menos del esfuerzo del que
emplean para obtenerlos hoy, mientras mantienen e,
incluso, mejoran sus niveles de servicio.
¿Es realista un objetivo de ahorro
de entre un 10 % y un 20 % en la
gestión pública?
Esta aspiración puede sonar algo ambiciosa para
algunos escépticos. Sin embargo, en realidad se trata
de una cifra bastante conservadora que representa el
impacto acumulado de diversas iniciativas de mejora. Por separado, las diferentes áreas pueden albergar expectativas de ahorro mucho mayores.
Por ejemplo, el Servicio Murciano de Salud creó en
el año 2009 una Unidad de Aprovisionamiento
Integral para la centralización de las compras y la
logística de materiales sanitarios y no sanitarios
harvard deusto business review
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para toda la Región de Murcia (Servicio Murciano
de Salud). Con esta iniciativa se ha centralizado de
forma progresiva, en un plan a tres años, el 85 % de
la compras de material sanitario y no sanitario, así
como la logística del servicio, desde una plataforma
logística central a todos los puntos de consumo del
Servicio Murciano de Salud, abarcando nueve gerencias (11 hospitales, 77 centros de salud, 189
consultorios, 27 USAP y 44 residencias). La puesta
en marcha de esta unidad ha proporcionado unos
ahorros anuales en compras de 15 millones de
euros, lo que supone un 12 % sobre el volumen en
compras, y de 4,5 millones de euros en logística por
reducción de inventario, además de la liberación de
espacio en hospitales y la reducción de necesidades
de personal.
Principios para aumentar la
creación de valor
El Institute for Health and Public Service Value de
Accenture ha estudiado organizaciones del sector
público con el fin de identificar los principios operacionales y estratégicos que aseguran la creación de
valor para los ciudadanos. La combinación de esta
investigación con la experiencia en ayudar a las
empresas del sector privado a crear valor para los
accionistas ha permitido identificar algunos ingredientes clave para crear organizacioCuadro 1
nes de alto rendimiento.
Enfocarse en los resultados y
centrarse en los ciudadanos
Una organización necesita ofrecer a
sus usuarios los “resultados adecuados”. Asignar bien su presupuesto,
establecer programas que reflejen
realmente las prioridades de sus
clientes.
Por ejemplo los funcionarios de
Francia están trabajando para reducir las demoras de los trámites de
inmigración y nacionalización. Los
funcionarios públicos querían contar con un proceso de home office que
los candidatos extranjeros encontraran más fácil de utilizar. Además,
necesitaban un enfoque más coherente para las setenta agencias fran-
abril 2012
cesas que gestionan las solicitudes. Con la colaboración de Accenture, el Ministerio del Interior ha llevado
a cabo un programa de renovación para identificar,
ordenar e implantar proyectos de mejora. Todo ello ha
permitido mejorar la eficiencia y el tiempo de prestación del servicio al menos un 20 % y hasta un 32 %
(los índices varían en función de las medidas adoptadas en los diferentes entornos de trabajo). La mejora
de las cargas de trabajo ha reducido los niveles de
estrés entre los empleados del ministerio y también
ha aumentado la coherencia y la satisfacción de los
candidatos (una señal inequívoca del éxito de un
enfoque que se centra en resultados y en ciudadanos).
Fortalecer las capacidades diferenciadoras
para conseguir la misión de su organización
Las organizaciones públicas de alto rendimiento están
comprometidas con el desarrollo de capacidades
diferenciadoras que den soporte a los servicios o
productos esenciales que proporcionan. Al mismo
tiempo, son conscientes de cómo pueden minimizar
los esfuerzos en las actividades no prioritarias. Este
ejercicio es fundamental a la hora de optimizar gastos
y transformar la forma de prestar los servicios.
Consip es una empresa propiedad del Departamento
del Tesoro italiano cuya misión es fomentar, promover
y ofrecer innovación en la Administración Pública, así
como el aprovechamiento de las oportunidades ofreci-
La anatomía del rendimiento
capacidades
diferenciadoras
Anatomía
del rendimiento
El tercer elemento
impulsor
1. excelencia
operacional
2. Agilidad
3. capital humano
y cultura
enfocado a
resultados y centrado
en ciudadanos
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das por las TIC y el mercado. Es la agencia responsable
de la contratación para el desarrollo de contratos de
suministros de productos y servicios de las entidades
de la Administración italiana. En los últimos estaba
experimentando una disminución del rendimiento en
la gestión de la contratación, especialmente el aumento de la duración del proceso de contratación, dificultando el alcance de objetivos generales de la empresa.
Por este motivo, decidió llevar a cabo una iniciativa
encaminada a mejorar la eficiencia a través de la implantación de metodología lean six sigma. La implementación de estas soluciones ha proporcionado
reducciones del 30 %-40 % en las fases de desarrollo
de contratos afectados por las iniciativas de mejora.
Además, Consip experimentó una mejora sustancial
en la calidad general del proceso en términos de reducción del esfuerzo y defectos o retrabajos, así como un
cambio cultural del equipo de Consip que, después de
un período de difusión, está trabajando con el enfoque
y soluciones desarrolladas durante el proyecto mostrando un cambio significativo en su trabajo diario.
Contar con una anatomía del rendimiento
sólida
La anatomía del rendimiento proporciona a una
organización los elementos necesarios para generar
resultados excepcionalmente buenos, es decir, con
los más altos niveles de calidad y productividad, y
también otorga la agilidad necesaria para responder
a los cambios en las necesidades y prioridades.
Los componentes esenciales de una
anatomía del rendimiento para la
gestión pública
Existen tres componentes que forman la anatomía
necesaria para que una organización alcance el alto
rendimiento. Estos tres componentes son la excelen-
Minimizar los esfuerzos en las
actividades no prioritarias es un
ejercicio fundamental a la hora
de optimizar gastos y
transformar la forma de prestar
los servicios
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cia operacional, el desarrollo de agilidad y la creación
de una cultura y un capital humano de apoyo.
Componente 1. Excelencia operacional
Esta expresión se suele asociar con el objetivo de
adoptar una metodología determinada de mejora
continua. Algunos términos relacionados con mejoras de procesos son lean six sigma, lean transformation y la reingeniería de procesos. Utilicemos la
expresión “excelencia operacional”, en su sentido
más amplio, para hacer referencia a la forma de
maximizar resultados con el mismo coste.
La comparación entre valor y coste se hace cada vez
más importante en el sector público. Los directivos y
líderes se encuentran bajo una constante presión
para decidir dónde y cómo asignar mejor sus recursos. En las organizaciones gubernamentales, las
decisiones de inversión y gasto se complican a menudo debido a requisitos reguladores que imponen
la forma en la que se asignan los fondos. Además, en
el contexto actual, los constantes recortes conllevan
un continuo replanteamiento de las prioridades de
gasto y del alcance de las iniciativas. Todo ello aumenta la presión sobre los líderes de estas organizaciones a la hora de tomar decisiones adecuadas que
conduzcan a resultados favorables dentro de los
límites de financiación.
Algunas de las características clave que presentan las
organizaciones que alcanzan la excelencia operacional son las siguientes:
• Comprenden y comunican lo que es importante. Poseen un sentido claro de su misión, han
identificado a sus clientes (las personas y grupos
que utilizan sus servicios o productos), y se han
esforzado por conocer en profundidad todo aquello a lo que los clientes conceden más valor.
• Evalúan constantemente su propio rendimiento. Han identificado los indicadores vinculados a
objetivos estratégicos y operacionales, y supervisan los indicadores periódicamente para evaluar
los avances y las deficiencias.
• Asocian las iniciativas de mejora con las prioridades estratégicas.Las iniciativas de mejora
en cada nivel se encuentran asociadas a las prioridades estratégicas; cada iniciativa impulsa la
ejecución de objetivos estratégicos acordados.
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Cuadro 2
Ventajas de la excelencia operacional
Eficacia
Eficiencia
Ventas
primarias
Mejora en la calidad
Mejora en la velocidad
Mayor velocidad de proceso
Menores costes operativos
Ventajas
secundarias
Aumento de la satisfacción del cliente
Mayor enfoque en el cliente
características aumentadas o mejoradas
Menor complejidad
Mayor fiabilidad
Mayor flexibilidad
Mayor sostenibilidad
Productividad mejorada
Rendimientos mejorados
Eficiencia del ciclo de procesos mejorada
Productividad en la toma de decisiones
mejorada
gestión de archivos mejorada
Menores riesgos y mayor certidumbre de los
resultados
Así, por ejemplo, la Agencia de Transporte Metropolitano de Nueva York consiguió ahorrar 40
millones de dólares en el año 2010 mediante la
eliminación de 141 de 280 proyectos, lo que le
permitió enfocar sus recursos en sus grandes
prioridades.
Trabajar orientado a conseguir la excelencia operacional presenta muchos efectos secundarios ventajosos.
Pensemos en el entrenamiento que los corredores
practican para mejorar sus tiempos en una carrera
de cinco kilómetros. Necesitan realizar una serie de
“mejoras operacionales”: practicar zancadas más
eficientes, controlar su respiración y desarrollar
mejores técnicas de carrera. A medida que realizan
estas mejoras observan ventajas adicionales como un
mejor tono muscular, pérdida de grasa, disminución
del ritmo cardiaco en reposo, menores tiempos de
recuperación, etc. Dichos beneficios a largo plazo
son los que acompañan al cumplimiento de su objetivo de reducir el tiempo en las carreras de cinco kilómetros.
resultado). La organización realiza una encuesta para
averiguar qué es lo que más valoran los ciudadanos, e
identifican que es una respuesta más rápida tras la
comunicación de los hechos. Tras determinar una
amplia gama de posibles acciones para aumentar
dicha velocidad de respuesta (un resultado orientado a
los ciudadanos) la organización introduce mejoras
operacionales para disminuir sistemáticamente el
tiempo de respuesta. Dichas iniciativas conducen a
una mayor satisfacción de los ciudadanos, lo que
representa un efecto secundario de la cadena que
empezó con un enfoque estratégico y desemboca en
un resultado orientado a los ciudadanos.
Componente 2. Agilidad
A medida que el mundo crece en complejidad e interconexión, crecen también las presiones sobre la agili-
De igual manera, las organizaciones gubernamentales de alto rendimiento alcanzan la excelencia operacional por caminos secundarios. Además de la ventaja directa de proporcionar resultados actuales con
una mayor eficiencia y eficacia, muestran la excelencia de ejecución en otros aspectos.
Consideremos el caso de una organización de seguridad pública que intenta disminuir la delincuencia (un
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en la base de la anatomía del
rendimiento se encuentra el
capital humano, es decir, las
personas, la cultura, las
capacidades y las actitudes
dad (responder rápidamente a las nuevas exigencias
en constante evolución). Los desafíos pueden presentarse sin avisar. La agilidad permite a una organización adaptarse, cambiar e innovar con rapidez.
Son muchos los desafíos conocidos a los que deben
enfrentarse las organizaciones del sector público y
que, pese a todo, todavía no logran predecir. Las
organizaciones gubernamentales de alto rendimiento poseen la capacidad para responder rápidamente a
corto plazo y planificar los cambios que pueden
ocurrir en un horizonte más lejano.
El ejército de Estados Unidos ofrece un excelente
ejemplo de organización que domina la agilidad a la
hora de equipar a sus soldados. Tras los despliegues
en Irak y Afganistán, los soldados y mandos del
ejército identificaron rápidamente modificaciones y
mejoras en sus equipamientos (es decir, conjuntos
de activos necesarios para una unidad de combate,
incluyendo blindados, armas, piezas de repuesto,
etc.). Los rápidos cambios que se producían en las
condiciones de los campos de batalla exigían la capacidad de cambiar la combinación de activos de cada
equipamiento a una gran velocidad.
Sin embargo, las operaciones tradicionales estaban
todavía centradas en el largo plazo y no eran las
adecuadas para servir en el corto plazo a las necesidades cambiantes de los soldados en el campo de
batalla. Para responder a estas necesidades, el ejército creó el Rapid Equipping Force (REF), dirigido a
colaborar con los soldados y los oficiales en situaciones de combate. Al funcionar como organización
separada con sus propios procesos y su propia
financiación, la REF pudo proporcionar exactamente los equipos adecuados para satisfacer las necesidades críticas de los soldados en el momento adecuado. La REF abordó estos problemas con una
rapidez inimaginable. La organización está convirtiendo lo que comenzó siendo un activo para la
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agilidad a corto plazo en un activo para la agilidad a
largo plazo que beneficiará al ejército durante muchos años.
Componente 3. Capital humano y cultura
En la base de la anatomía del rendimiento se encuentra el capital humano, es decir, las personas, la
cultura, las capacidades y las actitudes.
Muchos líderes del sector público se enfrentan actualmente a un gran dilema. Deben equilibrar la
disciplina necesaria para satisfacer su actual misión
en un entorno de reducción de costes con una perceptiva de innovación para conocer las oportunidades del futuro. Sin embargo, los desafíos no terminan aquí. Los líderes también deben crear un entorno donde las personas puedan prosperar profesionalmente, tanto ahora como en el futuro. Todos los
empleados necesitan tener la oportunidad de desarrollar nuevas capacidades y competencias, así como
de aumentar la conexión con sus clientes.
La forma de medir el rendimiento tanto de procesos
como de personas es un gran paso hacia la creación
de una fuerza laboral preparada para el futuro y una
cultura centrada en prioridades estratégicas y en la
satisfacción de las preferencias de los clientes.
Unos objetivos sólidos e indicadores de rendimiento establecen las bases para identificar cómo está
operando la organización y en qué aspectos puede
mejorar.
El capital humano responde a indicadores y objetivos de rendimiento que se encuentran alineados
con los objetivos estratégicos, supervisados y recompensados por el liderazgo. Las personas reaccionan positivamente cuando conocen cómo su
propio trabajo contribuye a alcanzar los objetivos
más ambiciosos.
En el caso del sector público en España esta es una
asignatura pendiente. El marco del Estatuto Básico
del Empleado Públicorepresenta una oportunidad
para abordar una gestión más profesionalizada de
este colectivo, el desarrollo de planes de carrera y una
gestión por objetivos, que acompañe a una transformación hacia un nuevo modelo de gestión orientado
a resultados. La capacidad de medir y la metodología
que permita evaluar indicadores y objetivos de rendimiento serán fundamentales para avanzar hacia
nuevos modelos.
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Ha llegado el momento de actuar
Todo el mundo sabe cuáles son actualmente los
grandes desafíos para los gobiernos y los organismos
del sector público en todos sus niveles. Hay una
reducción generalizada de los presupuestos en todos
los departamentos. Y las prioridades están cambiando continuamente.
El sector público ha sido invadido por la “nueva
normalidad”: una situación en la que los presupuestos nunca serán tan boyantes como fueron en el
pasado, donde el lema de “hacer más con menos” ha
sido sustituido por un llamamiento interminable de
“mejorar la productividad” o de “hacer incluso más
con incluso todavía menos”. Dada la realidad de la
“nueva normalidad”, limitarse a mantener el statu
quo ya no es una opción. El cambio es una constante,
la capacidad de reaccionar con rapidez es una habilidad esencial para sobrevivir.
Para alcanzar el alto rendimiento, los gobiernos y las
organizaciones del sector público deben aclarar qué
resultados desean alcanzar y qué es lo que harán o
dejarán de hacer para conseguir dichos resultados.
Deben proporcionar cuantos más servicios les sea
posible a los contribuyentes, y deben hacerlo con una
eficacia y eficiencia similares a las de las mejores empresas del mundo.
La necesidad de alcanzar el alto rendimiento es
ahora más importante que nunca para las organizaciones del sector público. Como consecuencia, muchas de ellas están intentando transformar sus áreas
de negocio para lograr mayores eficiencias. Así,
introducen iniciativas de innovación para encontrar
formas de mejorar la eficiencia operacional y los
niveles de servicio. Y analizan las herramientas que
potencian la rentabilidad en el sector privado para
potenciar el alto rendimiento en el sector público.
abril 2012
es el momento de plantear
soluciones diferentes e
innovadoras que consigan
ahorros estructurales a la vez
que transforman el sector
público en tiempos de crisis
El camino hacia la eficiencia en el gasto público en
España no ha hecho más que empezar, muchas de
nuestras Administraciones Públicas han avanzado
en la austeridad y el control del gasto, pero sigue
existiendo sin duda recorrido de mejora en términos
de eficiencia. Es el momento de plantear soluciones
diferentes e innovadoras que consigan ahorros estructurales a la vez que transforman el sector público
en tiempos de crisis, los aceleradores del cambio
serán fundamentales para el éxito de esta necesaria
transformación.
«Alto rendimiento en las Administraciones Públicas: la tercera vía
para gestionar la crisis». © ediciones Deusto. Referencia n.O 3922.
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