NACIONES UNIDAS UNITED NATIONS ALTO COMISIONADO PARA LOS DERECHOS HUMANOS OFICINA REGIONAL PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE HIGH COMMISSIONER FOR HUMAN RIGHTS LATIN AMERICA AND CARIBBEAN OFFICE DERECHOS HUMANOS Y LUCHA CONTRA LA POBREZA Intervención de la señora Carmen Rosa Villa Quintana, Representante Regional para América Latina y el Caribe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el día de los Derechos Humanos (Santiago de Chile, 11 de diciembre de 2006) Presentación Nos reunimos hoy para conmemorar y celebrar el aniversario número 58 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En el siglo XXI la humanidad, y en particular, los derechos humanos, enfrentan grandes desafíos, entre estos, el de la situación de la pobreza que afecta a millones de seres humanos. Por ello, la señora Louise Arbour, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, decidió que este año nuestra celebración se cumpla bajo el lema La lucha contra la pobreza: obligación, no caridad. En esta oportunidad y bajo este lema reflexionaremos sobre el vínculo existente entre la realización de los derechos humanos y la reducción de la pobreza. Los derechos humanos y la pobreza La Asamblea General de la Naciones Unidas proclamó a la Declaración Universal como “el ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse”. Este ideal se funda en el reconocimiento de la dignidad humana y valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, en el compromiso de los pueblos de las Naciones Unidas para promover el progreso social y en elevar el nivel de vida dentro de un concepto amplio de libertad. En su Preámbulo, la Declaración Universal reconoce que la dignidad humana, la igualdad e inalienabilidad de los derechos constituye los pilares de la libertad, la justicia y la paz. 1 Muchos instrumentos internacionales y constituciones nacionales se han inspirado en la Declaración Universal. Esto reafirma su fuerza moral, política y jurídica. Los derechos humanos son la base de “la existencia y la coexistencia”. Hace ocho años la Alta Comisionada, señora Mary Robinson, sostuvo “que los derechos humanos nos hacen humanos. Son los principios sobre los cuales creamos el santuario de la dignidad humana.” La pobreza constituye una negación de los derechos humanos más elementales. Millones de hombres, mujeres, niños y niñas alrededor del mundo se encuentran en situación de pobreza y miseria. El Secretario General de las Naciones Unidas ha señalado, con ocasión de la conmemoración del día de los derechos humanos, que “Cada uno de nosotros debe comprender que los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos significa muy poco para los millones de personas de este mundo que viven acosadas por la enfermedad y el hambre, mientras no haya para ellas remedios efectivos. También ha dicho que “tenemos que reconocer que donde hay familias enteras luchando por subsistir con menos de un dólar al día o donde los niños mueren por falta de la atención básica que podría salvarlos, la Declaración suena falsa, en el mejor de los casos”1. La pobreza es una de las principales causas y consecuencias de violaciones de los derechos humanos, de tensiones y conflictos sociales. “La pobreza se caracteriza por factores como la discriminación, el acceso desigual a los recursos y la estigmatización social y cultural”2. La pobreza limita el desarrollo físico, intelectual y espiritual de la persona impidiéndole participar, con libertad y autonomía, en los diversos campos de la vida humana, en consecuencia se le niega a los pobres sus derechos humanos y su dignidad humana. ¿Pero, qué es en realidad la pobreza? Para dar respuesta a esta aparente simple pregunta es necesario tener una visión integral, que tome en consideración los distintos ámbitos en los que se desenvuelve la persona humana. La pobreza va más allá de la carencia de bienes materiales o la insuficiencia de ingresos. Constituye fundamentalmente la exclusión del goce de los derechos humanos. Al respecto, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los 1 Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos. 10 de diciembre de 2006. 2 Ver Naciones Unidas, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Los derechos humanos y la pobreza. Panorama General. Ginebra 2006. 2 Derechos Humanos ha señalado que “vivir en la pobreza significa que uno tiene mas probabilidades de morir a causa de enfermedades prevenibles, de tener una tasa más alta de mortalidad infantil, de no poder acceder a una educación y de carecer de vivienda adecuada”. Agrega que la pobreza se refiere también al poder: quien lo ejerce y quien no, en la vida pública y a puertas cerradas”3. Los pobres se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. Como señala el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “a veces la pobreza surge cuando las personas no tienen acceso a los recursos existentes por ser quienes son, creer lo que creen o vivir donde viven. La discriminación puede ocasionar pobreza del mismo modo que la pobreza puede ocasionar discriminación”4. Un enfoque centrado en las capacidades y los derechos, permite poner el énfasis en los aspectos cualitativos de la pobreza y no en los aspectos cuantitativos de ésta. Las capacidades hacen referencia a la libertad de las personas para decidir sobre sus desempeños y optar por las oportunidades que les permitan cumplir un papel individual o social satisfactorio para su crecimiento personal. En cuanto a los derechos se trata de los derechos económicos, sociales y culturales, que aunados a los derechos civiles y políticos se instauran como medio de protección de los individuos frente al Estado. Estos derechos se fundan bajo los principios de universalidad, indivisibilidad e interdependencia. La Alta Comisionada ha manifestado que “a menudo se percibe la pobreza como una condición lamentable pero accidental o como consecuencia inevitable de las decisiones y los acontecimientos que ocurren en otro lado o incluso como única responsabilidad de aquellos que la sufren. Un enfoque amplio de los derechos humanos no sólo ha de abordar los conceptos erróneos y los mitos que rodean a los pobres; también y más importante aún ha de ayudar a encontrar formas sostenibles y equitativas de salir de la pobreza”5. Los derechos humanos tienen por objeto asegurar la protección plena de las personas. Se puede gozar simultáneamente de derechos, libertades y justicia social6. 3 Ver Naciones Unidas, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Los derechos humanos y la pobreza. Folleto Informativo 1. Ginebra 2006. 4 La pobreza y el Pacto de Derechos Económicos Sociales y Culturales P/C.12/2001/10 4 de mayo del 2001. 5 El Día de los Derechos Humanos y la Pobreza. Louise Arbour, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos 6 Como implementar los DESC. Modos y modalidades. Ponencia de Carmen Rosa Villa en el Seminario Internacional sobre los Derechos Económicos sociales y Culturales y los Defensores de Derechos Humanos. Buenos Aires, Argentina. Noviembre 2006. 3 El Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la reducción de la pobreza. Desde la perspectiva de los derechos humanos, luchar contra la pobreza es una obligación jurídica y moral que exige de los Estados acciones concretas que le aseguren a toda su población un nivel de vida digno, a disponer de alimentación y atención médica básica, educación, vivienda, y salud sin discriminación alguna. La pobreza, la desigualdad, y la discriminación están entre los factores identificados por la Alta Comisionada como los mayores desafíos para los derechos humanos7. El vínculo entre la realización de los derechos humanos y la reducción de la pobreza es claro: “no son dos proyectos, sino dos enfoques del mismo proyecto que se refuerzan mutuamente”8. El documento Los Derechos Humanos y la reducción de la pobreza. Un Marco Conceptual9, señala que un enfoque de derechos aplicado a las estrategias de reducción de la pobreza, tiene las siguientes características: 1. El empoderamiento y habilitación de los pobres para promover sus capacidades y ampliar así “su libertad de opción y acción para estructurar sus propias vidas”. 2. La responsabilidad como un eje central en las estrategias de desarrollo y reducción de la pobreza. Rendir cuentas es una obligación para todos los actores en un proceso de desarrollo. 3. La no discriminación que exige garantizar condiciones de igualdad real para los individuos y grupos vulnerables. 4. La participación libre y activa de los pobres en la definición, la implementación, el seguimiento y la evaluación de las políticas públicas económicas y sociales. 5. El reconocimiento de los instrumentos de derechos humanos como el marco normativo. No sólo ha de tomarse en cuenta los tratados jurídicamente vinculantes a para todos los poderes del Estado. También hacen parte del mismo los compromisos adquiridos en las conferencias mundiales como la Declaración de Roma sobre la seguridad Alimentaria Mundial (1996), el Marco de Acción de Dakar aprobado en el Foro Ver PLAN DE ACCIÓN DE LA ALTA COMISIONADA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS, A/59/2005/Add.3, 26 de mayo de 2005. 8 Los Derechos Humanos y la reducción de la Pobreza. Un marco conceptual. OACDH Naciones Unidas. Nueva York y Ginebra, 2004. 9 Ibidem. 7 4 Mundial sobre la Educación (2002) y los objetivos de desarrollo establecidos en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (2000). Bajo el lema “La lucha contra la pobreza: obligación, no caridad” la Alta Comisionada pone especial énfasis en la necesidad de ver la pobreza a través del lente de los derechos humanos. Destaca que la realización de los derechos humanos, incluida la lucha contra la pobreza, es un deber, no una mera aspiración. Afirma que la pobreza, el conflicto y la inseguridad es un círculo vicioso. Al mismo tiempo señala que la solución de la pobreza debe centrarse en la habilitación de la población, especialmente de los discriminados y excluidos socialmente. La Alta Comisionada ha señalado en su mensaje por el día de los Derechos Humanos que los “Estados y la comunidad internacional tienen el deber de luchar contra la pobreza. Todos los países independientemente de su riqueza nacional, pueden adoptar medidas inmediatas para luchar contra la pobreza, basadas en los derechos humanos”, “(…)poner fin a la discriminación, mejorar la distribución de los recursos colectivos y fortalecer el buen gobierno a través de la lucha contra la corrupción y la garantía del Estado de Derecho son medidas que están al alcance de todos los Estados”. La Lucha contra la pobreza: un desafío crucial para vigencia de los derechos humanos en el Siglo XXI. En el año 2000, la Asamblea General de los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Declaración del Milenio. 189 Estados Miembros de la ONU reafirmaron la confianza en la Carta de la Naciones Unidas y en la organización creada por ella “como cimientos indispensables de un mundo más pacífico, más próspero y más justo”. En la Declaración del Mileno, los Estados proclamaron como valores básicos de carácter esencial para las relaciones internacionales en el siglo XXI, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la naturaleza y la responsabilidad común en la gestión del desarrollo económico y social en el mundo. En el mismo documento se formularon los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el año 2015. Ellos son: 1º Erradicar la pobreza extrema y el hambre. 2º Lograr la enseñanza primaria universal. 3º Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. 4º Reducir la mortalidad infantil. 5º Mejorar la salud materna. 6º Combatir el VIH/Sida, el paludismo y otras enfermedades. 7º Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. 8º Fomentar una asociación mundial para el desarrollo. 5 Todos estos Objetivos del Milenio son metas mundiales para luchar contra la pobreza extrema y la inequidad, y para continuar en la búsqueda de la realización efectiva de todos los derechos humanos. Es necesario que los Estados, a través de sus políticas sociales y económicas otorguen a los pobres condiciones que les permita su inserción en la vida política, social y económica en situación de igualdad y equidad. Pese a los esfuerzos de los países de América Latina y el Caribe para superar la pobreza, es evidente que queda aún mucho por hacer para convertir “la pobreza en historia”. El Secretario General de las Naciones Unidas ha señalado que la lucha contra la pobreza “es un desafío moral fundamental de nuestro tiempo”10, y que los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo son elementos indispensables de un mundo en el cual todas las personas puedan vivir con una libertad más amplia. Finalmente, quisiera señalar que donde quiera que pongamos nuestra mirada, veremos la pobreza, y a donde quiera que veamos a un pobre vislumbraremos en él su dimensión humana. Actuar es nuestra opción, sólo así nos haremos más humanos, más justos, y más solidarios con los pobres. Es necesario superar la retórica y hacer de los derechos humanos una realidad. Muchas gracias 10 Mensaje del Secretario General Kofi Annan por el día de los Derechos Humanos con la pobreza en el punto de mira.10 de diciembre 2006. 6