18 V I DA E L NORT E - Domingo 10 de Julio del 2011 perfIlesehIstorIAs Editora: Rosa Linda González [email protected] María Luisa Medellín E s fácil que algunos niños se asusten e incluso lloren cuando su instructor se muestra enérgico al corregir con voz potente sus brazadas o la forma de patalear en la piscina. Hasta los mismos papás detrás del muro de cristal por el que observan las evoluciones de sus hijos podrían angustiarse, aunque no entren a consolarlos, ya que una de las reglas es no intervenir. Sin embargo, los pequeños pronto comprenden que lo que intenta José Urueta Flores es que no se distraigan y que desde un principio se muevan con soltura en el agua. Entonces las cosas cambian. Entienden que si hay que dar lo mejor, su entrenador sabe ser exigente, pero también dejará un tiempo para jugar y relajarse, como cuando choca sus manos con ellos y finge que son tan fuertes como para lanzarlo casi a media alberca. Este nadador olímpico de Munich 72 y Montreal 76 lleva ya 20 años al frente del Aquatic & Fitness Center Urueta, por donde han pasado más de 5 mil alumnos, infantes en su mayoría, quienes al entrar a la oficina del club por vez primera se sorprenden con las medallas de su maestro. Aún más cuando sus papás les cuentan que él fue a las Olimpiadas, y que en esas fotos de la pared está con el Presidente del País, que abanderó a los competidores que fueron a representar a México. CON DISCIPLINA OLÍMPICA Competidor en Munich 72 y Montreal 76, José Urueta Flores es un nadador que desde hace 1 20 años contagia su amor por este deporte a los pequeños Claudia Susana Flores De la escuela de este tritón entran y salen decenas de pequeñines acompañados de su mamá o papá. Algunos llegan con gorra y goggles puestos. Otros lucen su bata de baño con personajes de caricatura. Los padres se sientan a esperarlos en un área con sillas de plástico contigua a la piscina techada y los vestidores, mientras un cuarteto de entrenadores o más divide en grupos a los chicos. “Es la temporada más concurrida, porque los papás quieren que sus hijos aprendan a nadar antes de vacaciones; ésa es la primera razón por la que los traen, pero siguen viniendo al comprobar que tienen buena técnica o que otras personas se sorprendieron de que a tan corta edad nadaran tan bien”, comparte José, atento desde la oficina a que las clases empiecen puntuales, que los entrenadores reúnan a su grupo y que los padres recojan a los niños al terminar la sesión, para lo cual emite un peculiar silbido. Esta escuela, al sur de la Ciudad, es un sueño que este hombre atlético, de 55 años, piel blanca algo tostada y cabello canoso, había postergado. Nacido en el Distrito Federal, aunque su tono es más norteño que del centro del País, se había enfocado en su carrera deportiva y luego a ejercer la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, que cursó en la Universidad de Arlington, Texas. Pero a finales de los 80, cuando viajó a Monterrey para entrenar a un grupo de nadadores del Tec, rumbo a la justa olímpica de Seúl 88, se enamoró, contrajo matrimonio con María Josefa Villanueva y decidió echar raíces aquí. “La escuela es algo que él tenía en mente y cuando se dio la oportunidad en 1991 nos involucramos desde la volanteada, las labores de oficina, y nuestros hijos: José, Elena y Jimena, crecieron en la alberca”, ríe María. “Mi esposo disfruta mucho enseñar a los niños y tiene buen ojo para exigirles cuando sabe que pueden dar más. Mis hijos, por ejemplo, están en competencias nacionales. Actualmente los d Los niños aprenden las técnicas de natación de un atleta de calidad olímpica como es José Urueta Flores. entrena Humberto Sánchez, ya que aunque él quisiera hacerlo, no dispone de alberca olímpica para las prácticas”. José, de 18 años, acaba de obtener el quinto lugar nacional en 200 metros nado mariposa; Jimena, de 14, el tercero en 200 metros dorso; y Elena, de 17, quien ya se retiró de la natación, llegó a quedar en quinto sitio, en dorso. “Ha tenido alumnos que ahora son parte de su equipo de entrenadores, o que se fueron a un club que maneja afiliados, como Ema y Sandra Alanís, que participaron en Centroamericanos. “También Marión y Pamela Altamirano, que después de competir en natación pasaron a la selección de water polo, donde representaron a México en varios Juegos Centroamericanos y que compiten para una universidad de Nueva York, becadas”. 2 En la familia de Pepe, como lo llaman, acostumbraban salir los fines de semana a casas de campo de amigos y familiares. Él cuenta que un tío tenía una finca con alberca, en Cuernavaca, y en una ocasión su hermano Alberto se cayó al agua y se estaba ahogando, así que su pa- pá se aventó con todo y ropa y lo rescató. “Éramos seis chiquillos tremendos y ahí el vio la necesidad de enseñarnos a nadar”, platica divertido el entrenador, tras el escritorio de la oficina de su centro acuático. Después, don Alberto Urueta y Septién, quien ya falleció, compró una acción en el Club Asturiano, donde Raúl Porta comenzó a entrenar a Pepe junto con otros niños. “Yo tendría 8, 9 años, y en mis competencias de principiante gané. Luego estuve en intermedios, avanzados, entré al preequipo, luego representé al club. “Tuve la fortuna de que del Asturiano trajeran a Takeshi Miara, de Japón, con técnica muy depurada. Ya para entonces yo hacía un promedio de 5 kilómetros de nado y seguí incrementando la distancia. Fui dando tiempos topes y calificando para eventos zonales y regionales”. El primer campeonato nacional de Urueta llegó cuando tenía 10 años. Obtuvo el sexto lugar, y tanto él como su familia estaban felices. Con emoción recuerda que empezó a crear un montón de sueños en su cabeza, y al año si- guiente en otro nacional, alcanzó el segundo puesto que le dio el pase para los Juegos Centroamericanos de San Juan Puerto Rico, su primera experiencia internacional. “Esa vez no pasé a finales y me prometí que iba a mejorar”, narra llevándose la mano a la barbilla. Edelmira Flores, su mamá, quien vive en la Ciudad de México, narra vía telefónica que desde que José era adolescente, unos entrenadores americanos hablaron con su esposo para que le permitiera ir a vivir a Estados Unidos, con el propósito de entrenarlo, pero no aceptó. “Era muy chico. En cambio, iba a competencias a todas partes y ganaba. Siempre fue muy entrón e incluso cuando había pleitos entre los muchachos en la escuela, de inmediato intervenía”. 3 Uno de los episodios que marcó la vida de José fue el ver ganar la medalla de oro a Felipe “El Tibio” Muñoz, en los 200 metros pecho, durante las Olimpiadas de México 68; una hazaña que quedó inscrita en la historia del deporte del País. Como su papá trabajaba para el Gobierno consiguió pases para Inglés Francés y/o 7 en sólo Te invita este domingo 10 de julio a conocer el programa más avanzado para el aprendizaje DE F I N I T I V O de un idioma garantizado SEMANAS (Método utlilizado por el Ejército Israelí) Técnicas de instrucción programada y procesos de automatización Instant Response Teaching Systems Ginebra Suiza Jean Piaget, Pavlov, Skinner A todos los niveles APROVECHA NUESTRA PROMOCIÓN DE VERANO COMUNÍCATE HOY MISMO Programa sólo para personas con interés real y urgentes de dominar un idioma 8333-2526 Y no sólo él, sino su hermana Leonor también estuvo en Munich. Ella participó en nado de pecho. “Para mí la Olimpiada fue un sueño hecho realidad, aunque no sentí tanta presión porque antes habíamos ido a varios torneos internacionales y tratábamos a muchos alemanes, italianos, franceses. “La tragedia fue el llamado ‘Septiembre Negro’, del que fuimos testigos en parte, donde extremistas palestinos asesinaron a un grupo de atletas israelíes, después de tomarlos como rehenes y de que un plan para rescatarlos fallara”. José recuerda que habían acabado las competencias de natación y después de una fiesta en la discoteca El Submarino Amarillo, él acompañó a unas gimnastas suizas a su villa. Para regresar a su departamento debía bajar unas escaleras y atravesar una explanada, pero cuando descendía vio a dos hombres a los lados de la escalera con un pasamontañas y maletines a sus costados. “Estaba oscuro. No sabía de qué se trataba y me fui por otro lado. Al entrar a mi recámara empecé a oír como cohetes, pero pensé que eran deportistas que venían de otras fiestas. Me dormí y a eso de las cinco de la mañana llegó mi entrenador y nos avisó que no podíamos andar solos y que lleváramos el gafete. “Para entonces, los palestinos tenían presos a los israelíes y luego supimos que los asesinaron. Se entristeció mucho el ambiente. Faltaba poco para la clausura que fue oscura y muy rápida. Terrible”. 5 En el ínter del 70 al 76, José estuvo en tres Juegos Panamericanos, en dos campeonatos mundiales, en 11 copas latinas, en otros Centroamericanos y varias competencias internacionales. En 1975 la revista Swimming World lo rankeó en el onceavo lugar del mundo en la especialidad de 200 dorso y al año siguiente, en Montreal 76, se situó en el puesto 21, entre ochenta y tantos nadadores. “Recuerdo que la mitad del escenario de la alberca olímpica estaba llena de banderas de México. ¿De dónde salieron?, no sé, pero fue increíble”. La mamá de José dice sentirse orgullosa de que su hijo representara al País en las Olimpiadas. “Además, por 10 años no hubo quien le bajara el campeonato nacional en nado dorso, y eso no cualquiera”. varios de los eventos, entre ellos el de natación. “Todos en la Alberca Olímpica de la Ciudad de México estábamos emocionadísimos. Escuchar el himno nacional, ver a ‘El Tibio’ dar la vuelta olímpica, no, no, no. Ahí crecieron todas mis ilusiones. Le dije a mi papá que yo quería ir a la siguiente Olimpiada y me dijo: ¡échale ganas!, tú vas a ir. “De siete noches de la semana, mínimo seis me soñaba arriba de un avión, con el uniforme de México, pero también me preparé mucho”, recalca inclinando el torso hacia adelante y apoyando los antebrazos en el escritorio. En el centro acuático UrueRelata que tuvo una competa, Érick González, uno de tencia nacional en la que logró el los instructores, platica que segundo lugar y, luego, él era de los niños que al VIDEO con otros nadadores viaprincipio le temían al enjó a una serie de eventos FOTOGALERÍA trenador. en Santa Clara, Califor- elNorte.CoM “Es que si no te sania. Ahí conoció a Mark le algo, no se rinde hasSpitz, que en la Olimpiata que lo hagas, y te exida del 72, a la que José asistió, ga- ge. Con él avanzas muy rápido. Es nó siete medallas de oro. muy disciplinado. “En Santa Clara di el tiem“Yo fui su alumno desde los 3 po tope para Munich 72. Me en- años, estuve después en competrenaba Ronald Johnson, quien tencias locales. Me salí a los 12 y a preparó a “El Tibio” en Méxi- los 15 años regresé como entrenaco 68. De hecho, Felipe y yo éra- dor. Ahora estoy estudiando Mermos compañeros y se llevaba muy cadotecnia”. bien con nosotros, aunque era 5 ó Raúl Salazar, quien desde que 6 años mayor que yo. Fue siempre abrió la escuela inscribió a sus himi prototipo de atleta”. jos a las clases de natación, dice que la diferencia entre esta y otras En Munich 72 y con 16 años, escuelas, es que él no sólo enseña José se posicionó en el tre- una técnica de sobrevivencia, sino que les transmite sus conocimienceavo sitio en 200 metros nado dorso, entre más de 70 na- tos, su experiencia olímpica y mudadores, y en las pruebas elimi- chos otros valores. “Además se ha hecho de muy natorias uno de sus contrincantes fue el alemán Roland Mathes, buenos maestros que él mismo ha entrenado y busca desarrollar quien se llevó el oro y retuvo por campeones”. 11 años el campeonato mundial en José dice que a los alumnos, esa especialidad. igual que a sus hijos, les insiste en Él recuerda entre risas que que sueñen mucho, porque todo su papá le prometió un coche si está a su alcance si no quitan el iba a las Olimpiadas, pero no lo dedo del renglón. cumplió. “Yo lo hice, así empezó todo. “Ni se lo reclamé, pero es algo Tenía un sueño y se hizo realidad”. que no se me olvida”. 6 4 Se hace la invitación a pacientes con: Depresión Crónica a participar en un estudio de investigación clínica* para conocer la ecacia de un medicamento experimental para mejorar los malestares generados por la depresión. Los Lo s pa pac pacientes c deben ser mayores de 18 años may y estar tomando tomand medicamentos antidepresivos. Para más informes favor de llamar al 8401-6525 8882-3995 Lunes a viernes de 8:00 a 14:00 Hrs. *Permiso Cofepris: CAS/OR/01/CMN/113300410B0009-0810/2011.