Umbral de sombras y destellos

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Umbral de sombras y destellos
Desafíos educativos de la crisis ambiental
Javier Reyes Ruiz
Gabriela Fernández Benvenutti
Joaquín Esteva Peralta
México, 2007
Umbral de sombras y destellos
Desafíos educativos de la crisis ambiental
Primera edición: 2007
D.R.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Bulevar Adfolfo Ruiz Cortines 4209, Col. Jardines en la Montaña
14210, México, D.F.
www.semarnat.gob.mx
Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable
Progreso 3, planta alta, Col. Del Carmen Coyoacán
04100, México, D.F.
http://www.semarnat.gob.mx/educacionambiental/Pages/inicio.aspx
ISBN 978-968-817-853-9
Umbral de sombras y destellos. Desafíos educativos de la crisis ambiental, se imprimió en los talleres de la
Semarnat, ubicados en Av. México 190, Col. Del Carmen Coyoacán, 04100, México. El tiraje consta
de 10 mil ejemplares.
Esto es lo que debes hacer: ama a la Tierra y al sol y a los animales,
desprecia las riquezas, da limosna a quien te lo pida,
defiende al tonto y al loco, dedica tu dinero y tu trabajo a los demás,
odia a los tiranos, discute sin preocuparte de dios,
ten paciencia e indulgencia para con la gente,
no te quites el sombrero ante nada conocido o desconocido
ni ante ningún hombre o grupo de hombres…
cuestiona todo lo aprendido en la escuela, en la iglesia o en lo libros,
desecha lo que sea un insulto para tu propia alma
y tu misma carne será un gran poema.
Walt Whitman
Como científicos, muchos de nosotros hemos tenido profundas
experiencias de admiración y reverencia ante el universo.
Creemos que aquello que se considera sagrado tiene
más probabilidades de ser tratado con respeto y desvelo.
Nuestra morada en este planeta se debería considerar
como algo sagrado. Los esfuerzos por salvaguardar y
proteger el medio natural necesitan verse imbuidos
de la visión de lo sagrado.
Al mismo tiempo, se requiere una comprensión
más amplia y profunda de la ciencia y la tecnología.
Si no acertamos a ver el problema,
dif ícilmente podremos resolverlo.
Carl Sagan
Contenido
Pág.
Presentación
7
Narración 1:
El maestro Guzmán
9
Narración 2:
Desanudando recuerdos
10
Narración 3:
Estanterías para humanos
13
Narración 4:
La demencia viaja en automóvil
16
Narración 5:
La ciudad come parcelas
19
Narración 6:
“El mar somos nosotros con sus áridos vientos y sus furiosos naufragios”
23
Narración 7:
“Yo, que voy muerta a tu entierro”
25
Narración 8:
¿Vocación de horno?
28
Narración 9:
“Lluvia que cae en hilos” 32
Narración 10: Cuadernos que tumban árboles
35
Narración 11: Ensalada de pesadilla
38
Narración 12: El desarrollo
40
Pensar en las salidas
44
Temas abordados
47
Presentación
Para facilitar la comprensión del texto se sugiere:
a) leer de corrido cada una las narraciones del profesor
Alberto Guzmán, y
b) leer por segunda vez las narraciones, pero ahora en
cada llamada (el número encerrado en un paréntesis),
leer el texto paralelo.
Fotografía: Abelardo Castillo
El maestro Alberto cuenta de manera sucinta cómo creció
en un barrio citadino; cómo la modernidad, representada en
los servicios urbanos, se incorporó a su vida. Su historia es
parecida a la de muchos profesores de educación básica,
quienes encontraron en la juventud su vocación al magisterio. Inmersos en su práctica educativa, y en los asuntos que
E
demanda la vida actual, a veces los maestros y las maestras
sta publicación tiene como intención central que el
no tienen el tiempo suficiente para reflexionar sobre los
lector perciba y analice explícitamente la vinculación
acontecimientos cotidianos, muchos de los cuales encie-
entre aspectos de la vida cotidiana, muchos inadvertidos,
rran respuestas e información importante.
y los problemas sociales y ecológicos actuales, desde una
perspectiva de la teoría ambiental, la cual implica, entre
Así, el crecimiento demográfico, la pobreza, el alto con-
otros elementos, interpretar la realidad con una postura
sumo de energía fósil, el transporte urbano, el inadecua-
crítica, interconectando en su análisis los distintos com-
do manejo del agua y de otros recursos naturales, el in-
ponentes.
cremento en el promedio de la temperatura atmosférica,
entre otros muchos, son con cierta frecuencia olvidados o
El presente trabajo se realiza alrededor de dos discursos:
desdeñados como síntomas de una problemática más grave: la crisis global.
• narraciones y reflexiones de un maestro de primaria,
Alberto Guzmán, sobre algunos asuntos de su vida, y
• elementos de carácter teórico e informativo sobre el
contexto que explican cada tema.
Desde luego, no todo es negativo, existen grupos y movimientos civiles e iniciativas gubernamentales, instituciones
educativas, profesores, individuos que realizan esfuerzos
por revertir esta crisis, realidad que debe reconocerse para
A partir de esta estructura se muestra el deterioro ambien-
obtener un análisis objetivo.
tal actual como producto, y con niveles de responsabilidad
diferenciada, de la reproducción de múltiples comporta-
La experiencia del maestro Alberto, desde su niñez hasta
mientos sociales.
su edad adulta, es una expresión individual de una socie-
dad que se ha transformado aceleradamente. Los hechos
alumnos, donde compartan los temas y las preocupacio-
que él observa y describe son el resultado de una histo-
nes abordados aquí.
ria reciente que nos encaminan a una situación crítica que
afecta a la naturaleza y a los integrantes de las sociedades
Más de 50 profesores de educación primaria revisaron la pri-
humanas. Reflexionar sobre ellos resulta imprescindible e
mera versión del presente material y junto con Lorena Martí-
impostergable. De cada una de las narraciones del maes-
nez y Elba Castro realizaron múltiples críticas y sugerencias.
tro Alberto rescataremos algunos acontecimientos o ideas
A todos ellos se les extiende un profundo agradecimiento.
para analizar y tener una comprensión más teórica y de
mayor complejidad de los problemas. El contenido de esta
El nombre de esta publicación Umbral de sombras y deste-
publicación se suma al reconocimiento de los problemas,
llos. Desaf íos educativos de la crisis ambiental hace referen-
y mediante reflexiones al final de cada texto paralelo se
cia al momento por el que estamos pasando: una encrucija-
plantean cuestionamientos que pueden contribuir a la
da donde tenemos poco tiempo para decidir si entramos de
búsqueda, desde la educación escolar, de sus soluciones.
lleno y con rapidez a la construcción de la sustentabilidad,
Cabe destacar que este material no está pensado para uti-
fundamentados en las experiencias sociales positivas, es
lizarse con los niños; está dirigido a los maestros y son
decir, en los destellos que le abren surcos al optimismo; o
ellos, con el cobijo de su propia decisión y creatividad,
bien, seguimos una inercia cargada de nubarrones y nos
quienes podrán realizar actividades apropiadas para sus
sentamos a esperar el desenlace.
Narración 1
Texto paralelo
El maestro Guzmán
Se sugiere primero leer de corrido la narración 1 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
M
i nombre es Alberto Guzmán. Soy profesor de educación primaria en una escuela pública. Desde jo-
ven me ha gustado hacer anotaciones de lo que me llama
la atención en mi vida cotidiana. No hay nada especial
en lo que escribo; nunca me he sentido personaje de novela, pero dejar constancia escrita de algunos hechos de
mi vida me ayuda a recordar, años después, y a reflexionar
situaciones que de otra manera habría olvidado (1).
Desde entonces, y para evitar que la rutina diaria sea
el sepulturero de mi ánimo, juego, junto con cierta pa-
(1) El maestro Alberto Guzmán con sus narraciones permitirá
ir haciendo algunas reflexiones sobre su vida cotidiana y la
teoría ambiental. Como decía Durkheim, toda esta vida tiene
algo de espontáneo, de automático y de irreflexivo, pero necesitamos reaccionar frente a ello pensando con conocimiento de causa, deliberando para encontrar una luz colectiva.
En este sentido, lo que cuenta el maestro Guzmán será un
insumo valioso para ligar la vida diaria con ideas del pensamiento ambientalista, el cual busca salidas a una de las crisis
más agudas por las que ha pasado la humanidad.
sión por la lectura, a atrapar escenas sueltas y fugaces, a
describirlas y guardarlas, igual que hacía de niño con las
mariposas que convertían en pasarela la barranca cercana
a mi casa. Mis amigos y yo las perseguíamos con las bolsas
tejidas de plástico (la gente las llamaba redes) que nuestras
madres usaban para ir al mandado. Cuando el movimiento
del brazo era el correcto, las mariposas quedaban atrapadas
en las paredes de la bolsa y nos llenábamos de júbilo (2). En
ocasiones el tino no era muy bueno y casi todas evadían
la red. Así, a veces conseguimos atrapar las escenas y las
imágenes de la vida en las paredes de un papel, y podemos
recurrir a nuestra propia colección de recuerdos asidos con
el alfiler de la palabra escrita.
Unos amigos ambientalistas recientemente me han pedido que les muestre algunas de mis anotaciones, pues les
comenté que las he estado releyendo en papeles sueltos que
encontré en el fondo del cajón de un viejo armario. Éstas
son las que les he entregado.
(2) El maestro Alberto hace una analogía entre guardar recuerdos y atrapar mariposas. Pero no hace ninguna alusión
a que capturar insectos u otros seres vivos sea una práctica
que atenta contra la reproducción de la vida, sin otro objetivo que la diversión o matar el tiempo. Contado como
anécdota puede constituir un buen recuerdo infantil, pero
la pregunta obligada es si el maestro Alberto, ahora en su
papel de docente, reflexionaría con sus alumnos sobre lo que
significa matar o atrapar formas de vida no humana. El daño
físico a especies vivas ha sido una práctica muy frecuente
entre los niños; hoy, frente a la crisis ambiental, resulta ineludible preguntarnos si tales comportamientos pueden seguir
pasando sin la intervención de los padres de familia y los
educadores. Desde luego estos actos individuales no son
los que provocan la crisis ambiental, hay causales, como se
verá más adelante, mucho más profundas y complejas, pero
estas acciones personales tampoco pueden ignorarse.
Reflexión
¿La escuela está enseñando a pensar (y no sólo transmitiendo consignas) a los estudiantes sobre lo que significa,
y el sentido último que tiene, que el humano se permita matar una catarina, un pájaro, una iguana, un jaguar, un
borrego, una vaca o una foca, y sobre los métodos que utiliza para ello?
Narración 2
Texto paralelo
Desanudando recuerdos
Fotografía: León David Márquez
Se sugiere primero leer de corrido la narración 2 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
R
ecién migrados a esta ciudad desde un lejano rancho,
mis padres me trajeron al mundo cuando la economía
familiar podía describirse con una palabra: ruina (1).
De niño me tocó crecer casi al mismo ritmo que mi ba-
(1) El maestro Alberto refiere, casi de pasada, que sus padres emigraron del campo a la ciudad. Este hecho, expresado
por él de manera tangencial, refleja uno de los fenómenos
sociales más complejos y significativos del pasado siglo XX,
cuando se da una importante migración campesina a la ciudad. Este proceso no fue obra de la casualidad ni se explica
solamente por la pobreza que orillaba a la migración. Se
trata más bien de un asunto complejo vinculado con la
opción de desarrollo (que tiene su germen en Europa en el
siglo XVIII) asumida por los gobiernos nacionales. Al impulsarse, como política de Estado, el arquetipo predominante
de la sociedad urbano-industrial, y al diseñarse proyectos
nacionales que privilegian el crecimiento económico, se ha
contribuido a la homogeneización cultural y la concentración urbana. Por lo mismo, los padres de Alberto, al migrar
de su rancho a la ciudad alimentaron este fenómeno. Las
grandes urbes, a diferencia de los pequeños pueblos y ranchos, han traído una marcada heterogeneidad social y económica entre sus habitantes, relaciones sociales mínimas o
precarias, una vinculación lejana, en lo físico y lo afectivo,
con elementos de la naturaleza, y muy diferentes procesos
y dinámicas económicas y comerciales.
rrio, ubicado a la orilla de un ensayo de ciudad, en aquel
entonces comprimida por arroyos, cerros y campos de cultivo (2). Estoy consciente de que en la edad madura la nostalgia por la infancia empuja a la idealización de los recuerdos, pero casi estoy seguro de que tuve una infancia feliz a
pesar de las carencias materiales, aunque acepto también
que puedo equivocarme por la simple razón de que la memoria tiene al engaño como uno de sus pasatiempos. Lo
que recuerdo con nitidez es haber hecho del matorral de la
barranca una selva exótica de día y una bodega de fantasmas por la noche; de mis hermanos y amigos, los cómplices
perfectos para espulgarle sorpresas a lo más intrascendente: escarabajos, orugas y piedras de colores se convertían
en deslumbrantes habitantes de la fantasía.
10
(2) El crecimiento de los pueblos y ciudades, y el trazo de
más vías de comunicación (denominados ambientes construidos), se han establecido sobre los ambientes naturales
(bosques, ríos, cañadas, selvas, valles, montañas) y sobre los
ambientes modificados (áreas de cultivo, de agostadero). En
muchas ocasiones, en la actualidad, este avance se percibe como menos grave porque alrededor de las ciudades ya
no hay bosques ni ríos ni cañadas en buen estado, pero de
cualquier forma se siguen desestructurando los ambientes
naturales y no en pocas ocasiones generando facturas ecológicas a futuro. Y lo peor es que la ciudadanía no reclama con
suficiente fuerza que en adelante haya un ordenamiento del
territorio riguroso que se cumpla.
Con frecuencia mis domingos consistían en salir a caminar con mis papás hasta un pequeño y ondulante arroyo
rodeado de viejos árboles (tan altos que yo me imaginaba
que por ellos se subía el Sol para llegar al cielo), cuya serenidad me parecía casi aburrida; me impresionaba el aroma
Texto paralelo
Fotografía: Abelardo Castillo
Narración 2
profundo del silencio que envolvía al paisaje, sólo interrumpido por el vocero de la modernidad que en ese entonces
era un tren (dotado de rítmicas ruedas y pitazos jubilosos)
que pasaba a unos metros del paraje. Tardábamos dos horas en llegar a ese lugar que hoy me sabe a nostalgia concentrada (3).
Este tiempo de trayecto se debía, no sólo a la distancia,
sino a que mis padres debían casi arrastrar a seis hijos de
ida, pero sobre todo de regreso. Y por suerte que ellos redujeron a casi la mitad el número de hijos en comparación
con los que tuvieron las familias de mis abuelos: una llegó
a diez y la otra pasó la docena. Ahora mis hermanos se han
(3) El maestro Alberto describe en estos párrafos un tema
que es motivo de debate: ¿los recuerdos infantiles ligados al
contacto con la naturaleza son “mejores” que los ligados a la
exposición de medios electrónicos (televisión, videojuegos,
películas)? ¿Quienes tuvieron acceso a la naturaleza en su
infancia poseen más disposición a cuidarla que quienes no
lo tuvieron? Son preguntas para las que no existe una sola
respuesta y sobre las que cabe reflexionar, pues tienen una
relación directa con la importancia de incrementar, mediante la escuela, el contacto directo de los alumnos con la naturaleza.
ido desgranando de la casa y tres viven en otras ciudades.
Fotografía: León David Márquez
Ninguno tenemos más de dos hijos (4).
Cuando me explotó la adolescencia, en las calles mal trazadas de mi barrio se concluyó el injerto que la gente del gobierno llamaba formalmente “la infraestructura básica” (5).
Así, un largo tubo cuyo extremo más lejano nunca vi nos
derramó agua potable en el patio de la casa; el suministro de
energía eléctrica se normalizó y eliminó el color paludismo a
los focos llenándolos de un brillo intenso; a la escuela donde
había estudiado la primaria le crecieron paredes de tabique y
(4) El crecimiento demográfico en el país se aceleró a mediados del siglo XX, pero a finales del mismo se redujo el
crecimiento de la población (pasó de 2.8 anual en 1980 a 1.9
en el 2000 y a 1.4 en el 2006). Esta reducción se explica por
el incremento en el nivel de escolaridad, las campañas de
control demográfico, la incorporación de la mujer al mundo del trabajo asalariado, a las transformaciones culturales
del país, entre otros factores. Sin embargo, el proceso de
movilidad geográfica siguió siendo muy intenso; el desplazamiento de una ciudad a otra, o a hacia los Estados Unidos,
es historia frecuente en las familias, pero el retorno al campo
no es nada común en ellas.
(5) Un problema permanente del crecimiento de las ciudades
mexicanas ha sido el gran número de colonias, regulares e
irregulares, y la demanda de servicios básicos: agua potable,
energía eléctrica, transporte, pavimentación, seguridad social, escuelas. Los altos niveles de demanda, la insuficiencia
de recursos, casos de corrupción gubernamental, y en ocasiones de deshonestidad de los liderazgos de los colonos,
han sido obstáculos para que este proceso sea de la mejor
manera. Y un asunto ligado con la creación de infraestructura básica es, desde luego, el impacto sobre el medio ambien11
Narración 2
Texto paralelo
Fotografía: Abelardo Castillo
te, pues, por ejemplo, se genera una mayor presión sobre las
fuentes de agua; se incrementa en el consumo de combustibles fósiles para producir energía eléctrica; se provoca un
aumento en la temperatura citadina por el crecimiento de
las áreas pavimentadas; se extrae más materia prima para la
industria de la construcción, entre otros efectos.
los pupitres llenaron el espacio de las bancas sin que a nadie
se nos atravesara la añoranza; algunas calles alcanzaron pavimento. Así, la pobreza de mi barrio estrenó sutil disfraz.
El calendario de la cocina de mi casa, sin darme tiempo
a mirar atrás, un día me puso delante de los ojos la urgencia
de pensar qué haría con mi vida. Agarré pizarrón, gis y borrador y tracé durante varios años mis estudios de maestro.
Por momentos, mientras estudiaba, tenía miedo de no
conseguir trabajo, pues la Normal era un avispero de aspi-
(6) Durante siglos, la población mundial, y México no era la
excepción, creció lentamente, pero en los últimos decenios
se ha vivido un aceleradísimo crecimiento demográfico (los
humanos hemos llegado a ser 100 veces más numerosos que
cualquier otro animal terrestre de talla equivalente), lo cual
hace constar el maestro Alberto al describir la ampliación
de la ciudad y la alta demanda de educación para millones de
ciudadanos. Este cambio se ha debido a varios y complejos
factores, tales como:
rantes a maestros, pero el país se convirtió, como decía mi
madre, en una fábrica de niños (6), y entonces hubo muchas aulas que demandaban profesores. Hace más de 30
años que doy clases, no en el barrio de mi infancia (en el
cual sigo viviendo), sino en una alejada colonia recargada
de casas, que son espejo una de las otras. Para recorrer el
trayecto hasta mi escuela necesito 40 minutos, varios pesos
y una buena dosis de repuestos de paciencia. El autobús en
su ida y vuelta consume tiempo suficiente para que mis ojos
recojan una cosecha abundante en imágenes urbanas que
se mueven entre la belleza y el horror.
Pero la agitada vida actual no le brinda mucho espacio a
la nostalgia y nos exige responder, con prisa y bien, a las
cargas laborales.
• insuficiente decremento de las tasas de natalidad;
• tránsito de una producción reducida de alimentos a una
explosión productiva en la agricultura y la ganadería, originada sobre todo por el uso intensivo de tecnología, fertilizantes químicos y plaguicidas;
• disminución de las tazas de mortalidad y el incremento
de los promedios de vida (debidos a los avances en la
medicina y a mejores controles de la salud pública facilitados por la concentración urbana);
• desaparición, al menos en las últimas décadas, de guerras de exterminio masivo en el ámbito internacional,
de las dimensiones de la primera y la segunda guerras
mundiales.
Reflexión
¿Están los profesores, apoyados en el programa escolar, contribuyendo a que las y los alumnos superen la idea de que
es solamente el crecimiento poblacional lo que está provocando el deterioro ecológico del planeta; y conduciéndolos
a un pensamiento más complejo que les permita comprender que el modelo urbano-industrial, la inequitativa relación
ciudad-campo, el consumo compulsivo de algunos sectores sociales, entre varios factores, son también causales de dicho
deterioro?
12
Narración 3
Texto paralelo
Estanterías para humanos
Fotografía: Abelardo Castillo
Se sugiere primero leer de corrido la narración 3 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
L
a escuela en la que trabajo está ubicada en una de las
orillas donde la ciudad dibuja, sin cadencia alguna, su
silueta irregular. Esta colonia se construyó sobre el paraje
que ocupaba el arroyo de mis paseos dominicales. A veces
extraño, quizá menos de lo que debía, ese arroyo de agua
fría y cristalina y esos árboles que, a diferencia del humano,
(1) El poco espacio con el que cuentan muchos departamentos y casas de los conjuntos habitacionales actuales tiene
algunas consecuencias negativas, por ejemplo, que el aparato de sonido, la televisión, las conversaciones familiares
y hasta el ruido de los vecinos y el claxón de los vehículos
que transitan por la calle impidan a los niños concentrarse
para estudiar. El problema de la contaminación por ruido
dentro de los hogares es un asunto de salud física para los
oídos de los niños (la exposición prolongada al ruido provoca
incremento en la presión sanguínea, aceleración del ritmo
cardíaco, alteraciones al sistema nervioso, estrés, ansiedad,
fatiga, entre otras consecuencias), pero también repercute
en cuestiones como el aprendizaje o el aprovechamiento escolar. Además, los niños y niñas se sientan agobiados por
la estrechez de espacios y por no contar casi nunca con
privacidad.
presumían su vejez casi con descaro. Confieso que me duele ver conjuntos habitacionales carentes por completo de la
dignidad que tenía ese rincón de la naturaleza.
Dichos conjuntos se caracterizan por el pequeño tamaño de las casas que lo conforman (1). Algunos dicen que no
son casas, sino “estanterías para humanos”, por el diseño
arquitectónico repetido. Además, generalmente la calidad
de los materiales es mala y hay una ausencia criminal de
vegetación.
A mis alumnos, su espíritu infantil y algunas comodidades, les barnizan la vida y ven la realidad mejor de lo que
es. Todavía no comprenden que la infancia, como la felicidad, es fugaz y escurridiza. Cuando ellos platican de sí
mismos pareciera que las cosas no están tan mal: tienen techo y comida, acceso a todos los servicios básicos, televisión
y aparato de sonido. Pero cuando uno los observa bien no
encuentra situaciones muy halagüeñas, pues están inmersos
(2) Como bien aprecia el maestro Alberto, la crisis ecológica
no está sola, se acompaña de: i) una profunda crisis social que tiene sumidos en la pobreza a millones de personas
(alrededor de 14 millones de niños menores de cinco años
mueren anualmente en el mundo por causas vinculadas con
la miseria; a finales del siglo XX había 60 pobres por un rico,
el doble que a mediados del mismo siglo) y en un panorama
de inseguridad pública generalizado; ii) una crisis política
por la insuficiente democracia sustantiva (la que va más allá
de lo electoral y le da al ciudadano el poder de opinar y decidir sin la intermediación de sus representantes políticos)
y la poca credibilidad en la democracia representativa, y iii)
una crisis en la psicosfera* de los individuos, caracterizada
por la erosión en los valores comunitarios y el debilitamiento
espiritual. Todo ello en conjunto conforma una crisis global,
también denominada crisis de civilización.
en un mundo que tiene como sello, al menos así lo sentimos
muchos adultos, la incertidumbre, la crisis económica, el
deterioro ecológico, la ausencia de valores comunitarios (2).
• Concepto utilizado en: Morin, E. y Kern, A. (1973), Tierra patria, Argentina,
Ediciones Nueva Visión SAIC.
13
Narración 3
Texto paralelo
Y no en pocos casos esta situación no es compensada con
(3) La sociedad actual muestra, quizá como en ninguna otra
época, una preocupante tendencia al descuido afectivo de
los niños y adolescentes por parte de sus padres, ya sea debido a problemas económicos, de convicción en su papel,
inmadurez y falta de formación para la paternidad, por pensar que con un par de horas semanales de convivencia “de
calidad” es suficiente, o por conflictos frecuentes de pareja.
Y ello repercute sustantivamente en el desempeño escolar de
los estudiantes. A la escuela, espacio privilegiado para la socialización del conocimiento, llegan niños con considerables
problemas en la socialización de sus afectos, lo que ocasiona
deficiencias de aprendizaje.
buenas relaciones familiares o con la protección paterna
Fotografía: Carlos Villaseñor
adecuada (3).
Rara vez sus familias tienen dinero para comprar libros (4)
y, si lo hubiera, adquirirlos se convertiría en un problema
por el escaso espacio de la casa. El maestro de educación
f ísica dice que ha notado cierta torpeza en algunos niños y
niñas de los primeros grados que viven en casas pequeñas,
pues se ve afectada su motricidad debido a que en el inte-
(4) El bajísimo promedio individual de lectura en México
está relacionado con una pobre cultura familiar en la que el
libro no es un objeto presente y apreciado en los hogares,
además de la falta de estímulos que la escuela debe brindar
para aumentar el gusto por leer. La Encuesta Nacional de Lectura 2006, efectuada a iniciativa del Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes (Conaculta), destaca que en México se
leen en promedio 2.9 libros al año por persona; de 108 países
investigados en el 2002, México ocupa el penúltimo lugar en
número de lectores. No es tan infrecuente como se quisiera
que los maestros o los padres de familia castiguen a los niños
¡poniéndolos a leer!
rior de sus hogares no han contado desde pequeños con el
espacio suficiente para moverse con soltura (5).
Las parejas que viven en las comunidades rurales todavía suelen tener más de cinco hijos; en cambio, la gente
de la colonia tiene dos o tres, aunque no son pocas las familias que viven también con los abuelos, quienes ahora
llegan hasta edades avanzadas. Sin embargo, a pesar de las
diferencias en el promedio de integrantes de las familias, la
comunidad rural ha crecido tan lenta como un cactus; en
cambio, a la ciudad le nacen colonias como borbotones
en un manantial de aguas termales. Y esto es consecuencia
lógica si consideramos que la población mundial ha crecido
(5) Quizás esta apreciación sea exagerada, pero resulta lógico que si en las casas no hay espacios suficientes para que
los niños ejerciten su motricidad, ésta alcance un desarrollo
menor. Pero independientemente de que el poco espacio de
las casas habitación afecte o no la capacidad motriz de los
niños, la televisión se convierte en “la puerta” de salida a la
realidad, de ahí también su papel tan relevante, y con mucha frecuencia pernicioso, en los procesos de socialización.
Aunado a ello, está el escaso tiempo y el desconocimiento de
metodologías que tienen los maestros para alentar entre sus
alumnos una visión crítica sobre los contenidos televisivos.
como si los humanos se sintieran obligados, envueltos en
una danza milenaria que combina la alegría con el tedio, a
llenar un planeta vacío: acechar selvas, rellenar barrancas,
pavimentar desiertos, inundar valles, agujerar montañas, y
14
(6) El consumo fue transitando de la adquisición de productos básicos a la compra de bienes suntuarios, hasta llegar
a ser una compulsiva expresión social que caracteriza a las
Texto paralelo
marcarlo todo con el cuño de la especie, con las banderas al
sociedades contemporáneas. El consumo constituye hoy un
elemento central en el imaginario colectivo; se vincula no
sólo al estatus económico, sino también a la salud, a la juventud, a la felicidad y a la trascendencia. De hecho, casi
toda la sociedad sueña, espera y se identifica con el mismo
tipo de bienes de consumo, y así resulta relativa la clase
social a la que se pertenece, pues todos tienen en la cabeza un ideal muy parecido, donde el confort juega un papel
central. Y es en este deseo compulsivo de consumir donde se
cimienta una importante causa de la crisis ambiental, por lo
que le implica a la naturaleza la masiva producción de bienes
y servicios.
Fotografía: Antonio Vieyra
Narración 3
viento como para olvidar que su triunfo es un fracaso.
Por lo que he oído, creo que las ciudades llegaron para
quedarse; quién puede, y sobre todo, cómo detener una expansión que tiene siglos construyéndose. Las urbes ofrecen
a sus habitantes estímulos, atractivos y sensaciones que los
pequeños poblados no tienen, y esto es espacialmente significativo para los jóvenes, quienes tienen acceso, muchas
veces a pesar de la pobreza, a un mundo de bullicios, colores, movimientos y consumo (6) que les atraen y que no
están dispuestos a perder para irse a vivir a la tranquilidad
del campo.
Reflexión
¿Los profesores promueven que los niños realicen un autoanálisis de sus situaciones personales e identifiquen
los obstáculos y facilidades que su entorno ambiental, social y familiar les presenta para sus procesos educativos?
15
Narración 4
Texto paralelo
La demencia viaja en automóvil
Fotografía: Abelardo Castillo
Se sugiere primero leer de corrido la narración 4 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
T
odos los maestros, compañeros de la escuela donde
trabajo, tienen automóvil. Están obligados a despla-
zarse largas distancias entre su hogar y el centro escolar
(1). Yo no tengo, y eso con frecuencia me hace sentir menos. Haber estudiado en la Normal para acabar yendo al
(1) El incremento en el parque vehicular es enorme: en el
mundo se suman alrededor de 15 millones de vehículos cada
año y para el 2025 se calcula que habrá alrededor de mil
millones en circulación. Esto no es gratuito, responde a cambios paulatinos en las ciudades, las cuales nacieron como
unidades de producción de bienes y servicios organizadas en
función del mercado y el poder político y de acuerdo con
los oficios y actividades de sus habitantes; con el tiempo la
organización y la distribución urbana se tornó más compleja, proceso en el que el transporte ha desempeñado un
papel fundamental. Que los trabajadores inviertan dos o más
horas para llegar a sus empleos es una clara muestra de que
las grandes metrópolis necesitan con urgencia replantear, no
sólo sus redes de comunicación, sino sus formas de ordenar y
distribuir los espacios citadinos.
trabajo en camión no parece ser una fórmula feliz en un
mundo donde el automóvil es, no sólo objeto y símbolo,
sino personaje infaltable en el repertorio de los deseos humanos (2). Conozco los problemas que los autos ocasionan
en las ciudades, aunque también lo hacen ya en los pueblos
pequeños, a los que casi todos los migrantes regresan con
vehículo, y sé también que contribuyo a un mejor ambiente usando el transporte público, pero no puedo negar que
la presión por poseer un auto propio a veces pesa como
piedra de molino. En ciudades, como la mía, donde la historia no es larga o la memoria histórica es corta, el orgullo
pareciera residir ahora en el número de automóviles que
circulan por sus calles.
Todo parece indicar que las avenidas se seguirán llenando de coches y llegará el día en que traer uno nuevo o
(2) El automóvil es un elemento central en el imaginario social actual; no sólo se ha convertido en el principal vehículo
de transporte urbano (en algunas ciudades europeas representa 80 por ciento del transporte motorizado1), sino en un
símbolo de estatus y diferenciación social muy atractivo
para un porcentaje alto de la población mundial. Este hecho
implica una enorme responsabilidad por el consumo de combustible, pues al transportarnos en automóviles particulares
el gasto es 15 veces mayor que en vehículos colectivos. En
materia de política urbana prevalece una visión que favorece los intereses de los fabricantes de automóviles sobre los
intereses públicos. Se construyen grandes obras viables, se
otorgan créditos y facilidades para la adquisición de autos y
se descuida el transporte público.
uno viejo será quizá casi lo mismo, pues nadie podrá moverse con velocidad, salvo en las carreteras… y tal vez con
detenga en esta loca carrera por forrar todos los caminos
(3) No se puede negar la importancia del transporte para la
vida hoy en día. Tampoco la irracionalidad que está detrás
de su organización y empleo. La política abrumadoramente
con metal y llantas, y rellenar la atmósfera con el repugnan-
1
el tiempo ni en ellas. Me pregunto si habrá algo que nos
te aliento de los escapes (3).
16
UNESCO (2004), Manual de educación ambiental, www.unescoeh/manual/html/
ciudades.html
Narración 4
Texto paralelo
Ayer, después de clases, iba de regreso a mi casa en un
predominante de favorecer el uso del automóvil particular
ha generado una situación que puede apreciarse en los siguientes datos:
autobús excesivamente lleno, el cual frenó de golpe y quedó
anclado en el pavimento durante veinte minutos. La fila de
carros de atrás y de adelante parecía un gusano interminable de láminas y caucho, presumiendo cientos de antenas.
Yo sentía que todos estábamos en una extraña cárcel que,
con toneladas de fierro y sin un solo barrote, nos quitó la
libertad de movernos. Muchos de los carros se mantenían
encendidos, por lo que con o sin disimulo seguían expeliendo exhalaciones turbias que luego buscaban acomodo en
algún pulmón (4). Era un espectáculo de motores roncando
con fastidio y de caras humanas desesperadas y ansiosas.
El recuerdo del cuento de Cortázar, La autopista del sur,
era inevitable: ¿llegará el momento en que los automóviles
En las ciudades, el tránsito de vehículos es la principal
fuente de contaminación atmosférica; supone prácticamente 100 por ciento de las concentraciones de monóxido de carbono y plomo, 60 por ciento de los óxidos de
nitrógeno –que contribuyen a la formación de las lluvias
ácidas– y 50 por ciento de las partículas. Así mismo, el
sector del transporte urbano es uno de los de mayor consumo energético y, por consiguiente, de las emisiones
de CO2 (bióxido de carbono), gas responsable en 50 por
ciento del efecto invernadero.2
queden por días atrapados en un congestionamiento? (5)
Fotografía: Abelardo Castillo
(4) El aire se contamina por distintas fuentes, no sólo por la
quema de combustibles fósiles para el transporte. La evaporación de solventes, las partículas suspendidas provenientes
de tiraderos de desechos, de polvo, de la defecación al aire
libre de humanos y animales, así como la quema de carbón
también lo contaminan. Todo ello lo respiramos.
El embotellamiento se debía a un accidente de tránsito muy
aparatoso, del que los pasajeros salieron ilesos (6); sin embargo, mientras llegaban los agentes de tránsito y los ajusta-
(5) La velocidad de movimiento de los automóviles en las
ciudades ha disminuido. Los vehículos automotores están
perdiendo en el medio urbano uno de sus principales sentidos: trasladar personas rápidamente de un lugar a otro.
Para la apresurada vida actual éste es un reto que deberá
resolverse, de lo contrario la contradicción generada entre
la urgencia de velocidad y el tránsito vehicular denso obligará a cambios sustanciales en las formas de organización
social.
dores de los seguros de los automóviles, ninguno de los carros involucrados podía moverse. Es decir, litros de gasolina
gastados inútilmente, decenas de horas-hombre de trabajo
pérdidas, desesperación y estrés, todo porque pedazos de
lámina de dos vehículos quedaron abolladas. En el cuidado
y la protección del costo monetario de los objetos materiales estamos perdiendo de vista dimensiones más valiosas.
Cientos de personas atrapadas en el tránsito por un par de
(6) Al maestro Alberto no le tocó ver un accidente vial fatal,
pero los heridos y muertos causados por éstos resultan muy
costosos emocionalmente para los involucrados y para sus
familiares, y en términos económicos, la sociedad pierde miles de horas de trabajo productivo y recursos para la reparación
de todo tipo de daños. Muchos accidentes están ligados a
antivalores sociales, como la irresponsabilidad, el consumo
abolladuras, muestra que algo anda mal en nuestros mecanismos de convivencia social.
2
Idem.
17
Narración 4
Texto paralelo
Fotografía: Abelardo Castillo
de enervantes, la velocidad excesiva como símbolo de machismo, la competencia agresiva contra otros conductores,
entre otros.
Lo que más me llamó la atención, pues no había reparado
en ello, es que la mayoría de los autos sólo traían un pasajero. La irracionalidad en el transporte brota por todos lados.
Pero, ¿por qué la gente desea trasladarse en su propio carro? La pregunta está de más cuando, como yo, se utiliza
cotidianamente el transporte público: camiones en pésimas
(7) El servicio malísimo del transporte público es un problema vinculado con causas multifactoriales, como una deficiente administración; la carencia de planificación urbana;
falta de estímulos gubernamentales; concentración económica y política de los servicios en pocas manos; tendencia de
los dueños a maximizar las ganancias sin importar la calidad
de la atención al usuario; círculo vicioso, pues los empresarios demandan aumento en las tarifas, pero no mejoran el
servicio y los usuarios se niegan a pagar más porque eso no
garantiza eficiencia.
condiciones, sucios y sin mantenimiento; a ratos tan lentos
que desesperan y a veces tan veloces que aterran; con horarios impredecibles; con choferes mal humorados (7). Así,
pues, no es ningún placer ser un usuario del transporte público, y si a lo anterior le agregamos que ridículamente en
el repertorio de los valores predominantes se considera que
no tener carro es sinónimo de perdedor, entonces no es
dif ícil explicar tal cantidad de automóviles rodando en las
calles. Pero la masificación en el uso del vehículo no resulta
un hecho tan democrático como se pudiera pensar, pues
entre las distintas zonas urbanas se dan también profundas
inequidades (8).
(8) En las características diferentes del tránsito entre las
zonas ricas y las pobres de la ciudad se nota cómo muchas
políticas y normas se dictan de manera discriminatoria. Por
ejemplo, la distribución del gas (por lo general excesivamente ruidosa), la circulación de sonidos ambulantes, el mal estado y lo estrecho de las calles, la ausencia de vigilancia vial,
son algunas de las situaciones típicas que pueden apreciarse
en las zonas marginadas y de clase media baja, pero no en
las residenciales. Es decir, no sólo afecta el número de vehículos, la calidad del tránsito también se convierte en un
problema en ciertas zonas urbanas.
Reflexión
Existe un entorno social y cultural favorable al automóvil privado, de hecho, los propios profesores requieren autos
para transportarse al trabajo. Sin embargo, todos entendemos que la situación no podrá sostenerse en el futuro; frente a ello, ¿qué puede hacer la educación escolarizada para revertir un problema que amenaza con asfixiar la circulación
vehicular de las ciudades y mantener un significativo aporte a la agudización de los problemas ligados al deterioro de
la atmósfera, como el cambio climático?
18
Narración 5
Texto paralelo
La ciudad come parcelas
Se sugiere primero leer de corrido la narración 5 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
(1) Perder tierras para la producción agrícola debido al crecimiento urbano parece ser, dentro de la lógica predominante,
un proceso que no pudo ni puede detenerse, ya que la alta
demanda de lotes ubicados en las inmediaciones de las ciudades genera una presión social muy fuerte y ha favorecido
enriquecimientos importantes por la especulación y venta
de los terrenos. Pero desde una lógica menos mercantilista y
pragmática, cabe preguntarse: ¿ha sido benéfico para el país
cubrir de pavimento y concreto grandes extensiones para la
producción agrícola y perderse así para siempre? ¿No es de
muchas maneras ilógico que tenga más valor económico un
metro cuadrado cubierto con cemento que uno de suelo fértil que puede producir sustento para los humanos? ¿No sería
posible pensar en otros términos de ahora en adelante?
Fotografía: Abelardo Castillo
(2) La fabricación de tabiques o ladrillos también ha generado, en algunas ciudades, la pérdida de tierra adecuada para
la producción agrícola, además de los problemas de contaminación del aire, dado que muchas veces se emplean, como
combustible, llantas viejas o basura en los hornos.
L
a colonia donde se ubica la escuela en la que trabajo
se construyó hace menos de cinco años; de hecho, las
últimas casas casi se rozan con un pequeño pueblo rural
que en mi infancia nos parecía muy alejado de la ciudad.
Dicho roce, lejos de parecer un contacto amistoso, parece
más bien provocar excoriación, pues los campesinos han
visto disminuir sus terrenos de cultivo por el crecimiento
urbano (1) o por el giro en el tipo de producción, al cambiar
la agricultura por la fabricación de tabiques (2). También
han visto amenazada el agua de un manantial, ya que las autoridades se lo quieren apropiar (3); y ni qué decir del bos-
(3) El tema del agua es muy complejo e implica distintas
aristas. En especial la cada vez más limitadas fuentes de
obtención. El crecimiento de zonas habitacionales en áreas
de bosques, humedales o de recarga de mantos acuíferos ha
provocado la crisis en la disponibilidad de este líquido. Si
bien la mayor cantidad de agua se emplea, y desperdicia, en
las actividades agrícolas, el estilo de vida y las políticas públicas
predominantes han impulsado un uso cada vez más intensivo
que, a su vez, ha conducido al apropiamiento o expropiación
de las fuentes del líquido (mantos acuíferos, ríos y manantiales principalmente) ubicadas en comunidades rurales con
el propósito de llevarla a las zonas urbanas.
que, reforestado hace décadas por sus abuelos, que ahora
es visto como fuente de leña que se sustrae sin permiso por
los habitantes pobres de la mancha urbana (4). Cualquiera
(4) Contrario a lo que se piensa, el número de hogares donde
aún cocinan con leña es muy alto, ya que otras fuentes de
19
Narración 5
Texto paralelo
podría pensar que esta amenaza viene sólo de la colonia
energía resultan inalcanzables por su alto costo. Se calcula
que en el mundo la mitad de la población, y en aproximadamente 90 por ciento de los hogares rurales, se emplean
biomasa y otros materiales (leña, residuos de podas, hojarascas) para cocinar y calentar las habitaciones.3 En México,
alrededor de 26 millones de personas emplean la leña como
principal fuente de energía.
donde está mi escuela, pero en realidad yo creo que es toda
la población urbana, que va taladrando casi silenciosamente los cimientos de las formas de producción agrícola que
antes predominaban (5).
Fotografía: Abelardo Castillo
(5) Los cambios radicales en el medio rural se deben a la transformación de las formas de producción, debido a los avances
tecnológicos y a la lógica del mercado, así como al impacto
de la relación entre el campo y la ciudad. En la actualidad, el
campo se ha despoblado, principalmente de jóvenes por la falta de oportunidades para una vida digna; la atracción de la ciudad es poderosa, y alta la desvaloración social y económica
hacia los campesinos; los pequeños y medianos productores
no pueden competir, en precios y productividad, contra la
agricultura industrial, lo que en conjunto ha desmantelado
a las comunidades rurales.
En la ciudad es frecuente escuchar frases y adjetivos despectivos sobre la gente rural, y parecemos olvidar que muchos de nuestros antepasados familiares, como es mi caso,
(6) Por fortuna existe una tendencia creciente a valorar el
importante reservorio cultural conformado por el profundo
conocimiento que las etnias han construido a lo largo de cientos, y a veces miles, de años. La academia ha empezado a
reconocer que no hay una sola forma válida de conocer la realidad, sino que distintos acercamientos a la comprensión del
mundo, considerados durante largo tiempo no-científicos,
pueden contribuir al establecimiento de vías para el manejo
sustentable de la naturaleza. Pero a la par del conocimiento
construido por las culturas indígenas está una cosmovisión
que implica un vínculo espiritual con la naturaleza; así, ensuciar un río cristalino o cazar un animal por diversión, y
no por necesidad, se consideran comportamientos sacrílegos,
formas de profanar el cimiento natural que sustenta la vida,
de violar el principio existencial de que en la naturaleza “todos somos uno”.
se vieron obligados a emigrar del campo hacia las urbes.
Este desprecio es más producto, creo yo, de una arrogancia
que refleja el desconocimiento, no sólo de los importantes
aportes productivos que los campesinos brindan a la ciu-
Sin embargo, no debemos mitificar a las culturas indígenas
ni darles la categoría de “buenos salvajes”, pues encierran
contradicciones sociales y, como cualquier grupo humano,
dad, sino de las profundas raíces y saberes que el mundo
rural posee (6).
20
3
http://www.upa-pehsu.org/cai/caic.html, página consultada en junio de 2006.
Narración 5
Texto paralelo
poseen rasgos de injusticia e inequidad, pero sus debilidades
y defectos no son tan graves, sobre todo en comparación
con el mundo occidental, como para desechar sus saberes y
enseñanzas.
Fotografía: Archivo Cecadesu
(7) El suelo es el sustrato donde crecen las plantas, pero su
importancia vital no termina ahí, además es el hábitat de millones de organismos encargados de funciones biológicas y,
también es un filtro para el agua en su recorrido de la superficie hacia los mantos freáticos. El suelo funciona como depurador, ya que contribuye, con base en distintos procesos,
a eliminar o atenuar efectos de la contaminación producida
por las actividades humanas.
Por otro lado, es curioso que los campesinos se quejan de
que sus tierras no producen mucho –“el suelo está cansado”, dijo un viejo– (7) y que deben invertir cada vez más
Cuando el suelo pierde nutrientes se requieren de 20 a 25
años para recuperarse, pero cuando se elimina la capa fértil
o el humus, debido a la erosión por viento o lluvia, entonces
se necesitan cientos de años para recuperarla. La degradación acelerada del suelo se ha convertido en un problema
de dimensiones considerables al afectar la productividad primaria. Además, hemos hecho del suelo el principal depósito
de residuos, tanto orgánicos como inorgánicos, y con ello
impactamos de forma negativa sus características físicas y
químicas, aparte de afearlo, obviamente.
para cosechar cada vez menos (8); y en contraste, que mercados y tiendas están rebosantes de productos agrícolas.
Frente a ello, por lo visto la escasez no es una palabra que
Fotografía: Abelardo Castillo
quepa en los estantes (9).
(8) Esto que señala el maestro Alberto es consecuencia de un
modelo de desarrollo rural denominado la Revolución Verde,
el cual pretendía el uso de un paquete tecnológico en el que
se empleaba semillas mejoradas, abonos químicos, pesticidas, tractores y otros aparatos tecnológicos. Mediante este
modelo se privilegiaba el monocultivo sobre las prácticas de
policultivo, consideradas más sustentables.
(9) Esta contradicción se explica, en gran medida, por la
alta producción de la agricultura empresarial, que emplea
de manera intensiva tecnología e insumos industriales. En
la segunda mitad del siglo XX la demanda de alimentos casi
se triplicó como consecuencia del aumento de la población
y del incremento, en promedio, de la capacidad adquisitiva
de diversos grupos de la sociedad. La oferta de alimentos se
ha basado en la extensión de los cultivos hacia terrenos con
21
Fotografía: Comunicación Social/Semarnat
Narración 5
Texto paralelo
pendientes, o de plano montañosos (si no se hacen obras,
como las terrazas, para la protección del suelo, no es recomendable cultivar en pendientes de más de 15 grados, pues
favorecen la erosión hídrica y eólica), y hacia los bosques,
además del citado uso intensivo de la tierra. El incremento
en la producción de cereales, por ejemplo, es resultado del
empleo de paquetes de fertilizantes químicos que sustituyeron a los métodos tradicionales de rotación de cultivos. El
suelo fértil, del que se obtienen las frutas y verduras, está
sujeto a intensos procesos de contaminación, ya que los plaguicidas y fertilizantes para la producción agrícola permanecen en los alimentos y se concentran en la tierra.
Reflexión
Con frecuencia se señala que en los libros de texto predomina un enfoque urbano, lo que implica, por un lado, menor
atención a los temas del medio rural y, por otro, insuficiente análisis de la relación ciudad-campo. ¿Compensan los
profesores, de alguna manera, esta debilidad de los libros para reforzar en sus alumnos mayor respeto y una valoración más profunda hacia las sociedades rurales?
22
Narración 6
Texto paralelo
“El mar somos nosotros
con sus áridos vientos
y sus furiosos naufragios”*
Se sugiere primero leer de corrido la narración 6 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
C
uando yo tenía 18 años vi por primera vez el mar, en
un viaje de estudios organizado en la Normal (1). A
pesar de que iba preparado para verlo, me sorprendió de
igual manera comprobar, como me lo imaginaba, que el
mar es trueno y agua, olor y misterio, oleaje que rompe
en música y en el que palpita el mundo. Su concierto de
susurrantes olas me invadió, no tanto los oídos, como el
espíritu, y ya no pude sacármelo de encima, quizás por esa
sensación inconsciente de que mi cuerpo es 70 por ciento
(1) Alrededor de 60 por ciento de los humanos viven en una
franja costera de 200 kilómetros de ancho, es decir, en 10
por ciento de la superficie de la Tierra. La densidad demográfica en las cercanías del mar puede ser un factor de catástrofes humanas si el calentamiento global ocasiona que
el agua inunde las zonas costeras, al subir el nivel por el
derretimiento de los polos. En las costas existe una mayor
actividad humana, y se ubican vitales espacios en cuanto a
flora y fauna.
agua y que tarde o temprano las mismas gotas que construyen olas, gracias al ciclo del agua, llegan a formar parte
de mí.
Desde entonces me ha dolido el trato que le hemos
dado: de cajón vacío donde, casi sin reclamos y trifulcas,
depositamos en coro silencioso nuestras miserias: basura,
pesticidas, petróleo, aguas negras, desechos de lo inimaginable (2). Tal vez cada una de sus olas puede ser bautizada con el nombre de un contaminante distinto. De todo lo
obligamos a devorar y es como si lo rellenáramos de carbones encendidos para quemarlo por dentro.
(2) En el mar concluyen los ríos; por ello, lo que se tira aguas
arriba tarde o temprano impacta el ecosistema marino. Aguas
residuales, desechos industriales, agroquímicos y suelos erosionados terminan en el mar. Sólo como ejemplo, en el Mediterráneo (uno por ciento del mar del planeta), se produce
alrededor de la mitad de la contaminación marina por la gran
producción industrial europea y los vertederos de aguas negras, especialmente en las temporadas de vacaciones. Obviamente, lo que se tira en medio del océano también termina
afectando las costas por el movimiento de las olas.
Al mar le escriben los poetas (“Soñé que el mar era una
sola palabra,/ y que yo debía pronunciar su millón de sílabas”, escribe Del Paso); lo retratan los pintores; es personaje central en películas e historias; lo admiran hasta quienes
tienen la sensibilidad en grados bajo cero, y se busca con
ansiedad como sitio favorito de descanso; pero tanto fervor
tiene los colores de la hipocresía, de la fraternidad ausente
o ambigua, del respeto guardado en la oscuridad para carcomerle sin remordimientos los recursos. A los peces marinos, por ejemplo, se les mata por toneladas; se les arrasa
como enemigos; se les convierte en mercancía vulgar capturada indiscriminadamente sin considerar su calidad de
seres que ayudan a darle sustento al humano (3).
(3) En el siglo XX se agudiza el impacto a los recursos marinos causado por el humano, debido al considerable aumento de flotas pesqueras y al avance tecnológico que permite,
entre otras cosas, ubicar los cardúmenes mediante satélites
artificiales. Existen redes de arrastre (prohibidas en los noventa) conocidas como “paredes de la muerte”, las cuales
alcanzan una longitud de 50 kilómetros y con las que se capturan anualmente miles de toneladas de especies sin valor
comercial. El calentamiento de los océanos está provocando,
por otro lado, que los cardúmenes migren hacia el norte en
busca de agua más fría, lo cual cambia la dinámica marina
con consecuencias todavía no previsibles.
*
Verso de Fernando Linero.
23
Narración 6
Texto paralelo
Con el mismo ruido que hace un gato cuando camina
(4) Los expertos calculan que el mar no puede recuperar adecuadamente su población pesquera si se sobrepasan los 100
millones de toneladas anuales, cifra que, desde la década de
los ochenta del siglo pasado, ha sido ampliamente rebasada.
sobre alfombra, la sobreexplotación de los recursos pesqueros ocasiona un serio problema de recuperación de las
especies marinas (4).
Un pescador del lugar nos contó que la zona hotelera
fue sitiando con elegancia, pero sin piedad, a los manglares
y los esteros (5). Tal vez a quienes les gustan más los pretenciosos edificios que las aguas que parecen estancadas
consideren este hecho como un avance encomiable para
traer confort y modernidad a la incómoda y rupestre orilla
del mar. Pero para la reproducción de la vida marina no
creo que sea tan encantadora la sorda invasión de cemento
Fotografía: Archivo Cecadesu
pintado de colores que alberga miles de habitaciones (6).
Desde entonces no he vuelto al mar, pero con frecuencia
me parece escuchar que se mece en los murmullos de la
lluvia.
(5) Entre los ecosistemas más frágiles se encuentran las lagunas costeras y los estuarios. El impacto humano sobre ellos
ha sido devastador. Por ejemplo, en el país sólo queda alrededor de 10 por ciento de los manglares y esteros que existían
originalmente. La pérdida de manglares tiene un alto impacto ecológico, tanto para la biodiversidad, dado que en ellos
viven innumerables especies y se reproducen otras (peces,
mariscos, langostinos) que migran hacia el mar, como para
la conservación de las costas, ya que protegen de la erosión y
facilitan la interacción entre los ríos, la tierra y el mar.
(6) La actividad turística, de una importancia económica fundamental, produce daños ecológicos severos, en virtud de que
consume una gran cantidad de energía para el transporte, genera residuos, afecta los paisajes naturales y produce aguas
negras. No obstante, cada vez hay más ejemplos que buscan
hacer compatible esta actividad económica con la protección
ambiental; los proyectos de ecoturismo, sobre todo los impulsados por los propios pobladores, se están convirtiendo en
una opción que conjunta conservación de los ecosistemas con
generación de ingresos.
Reflexión
Hoy se habla de la ciudadanía global o planetaria como una categoría que se deriva del acelerado proceso de globalización. Actuar en lo local y lo regional, pero sin dejar de pensar e intervenir en lo global, ha sido una consigna de la lucha
ambientalista. En esta línea es importante que la escuela ayude a que los alumnos, además de las fundamentales preocupaciones por el entorno inmediato, se sumen también a la lucha por el cuidado del planeta. Niños que no conozcan
el mar, pero que demanden por su conservación; alumnos que vivan cerca de la selva húmeda, pero que conozcan la
importancia y exijan la protección de la biodiversidad de los desiertos, es algo que resulta indispensable, en un mundo
globalizado, para hacer valer los derechos que da la citada ciudadanía planetaria.
¿Cómo pueden los profesores contribuir a responder a esta necesidad de las sociedades contemporáneas?
24
Narración 7
Texto paralelo
“Yo, que voy muerta
a tu entierro”*
Se sugiere primero leer de corrido la narración 7 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
E
n el último bimestre llevé a mis alumnos al zoológico de la ciudad y a un
jardín botánico. El solo contraste entre el
aula y tales espacios provocaron en ellos
ojos expansivos que beben la información
en largos sorbos visuales (1).
No puedo negar que para los niños
el zoológico y el jardín botánico son una
fiesta, un banquete a la imaginación. No sólo por el hecho
de salir de esa prisión con disfraz de pedagogía en la que hemos convertido a la escuela, sino porque por sí mismos ta-
(1) La educación ambiental propone que se debe educar a todos los miembros de la sociedad con respecto a la naturaleza
en tres sentidos: formar sobre el ambiente (conceptos, valores,
competencias y afectos que ayuden a comprender y mejorar la
situación ambiental); formar en el ambiente (complementar y
reforzar lo anterior a través del contacto directo con los ecosistemas naturales, modificados y construidos); formar para el
ambiente (que implica que todo proceso educativo tenga como
un fin prioritario la protección de los ecosistemas y el respeto
a las distintas formas de vida). Todo ello en el marco de garantizar el derecho humano a un ambiente sano.
les espacios poseen para los alumnos, sobre todo de ciudad,
una alegría manirrota por la fluida corriente de estímulos
que contrasta con la estancada monotonía de un salón de
clases (2).
Para los alumnos estas salidas les generan una sensación
de libertad y un incentivo para apreciar y conocer la naturaleza; de hecho, no dudo en lo más mínimo que de estas visitas nazcan inclinaciones ambientalistas en algunos de los
alumnos o hasta vocaciones profesionales ligadas con las
ciencias naturales. Sin embargo, para mí los animales del
zoológico parecen más espléndidas imágenes o representaciones de sí mismos que ejemplares verdaderos. Un jaguar
que no caza, un águila que no vuela, coyotes que no corren
terminan siendo como bocas que comen y hablan, gritan y
callan, pero no ríen. Los ejemplares de zoológico parecen
(2) Cada vez cobra mayor fuerza el papel y las contribuciones
educativas que pueden aportar los denominados centros de
recreación y cultura ambiental (zoológicos, jardines botánicos, áreas naturales protegidas, parques urbanos, museos,
entre otros). Más allá de su importante papel como espacios
recreativos, estos centros están favoreciendo el conocimiento y la reflexión sobre el ambiente, sus problemas y aportan
algunas soluciones prácticas concretas para éstos. En varios
de ellos existe la preocupación por vincular sus aportes en
educación ambiental con los programas escolares oficiales,
de tal manera que las visitas escolares sean más que una especie de día de campo, y complementen la formación de los
niños y, en forma práctica y vivencial, aprendan a mejorar su
relación con el medio ambiente.
animales que juegan a ser, pero que ya no son, o a los que
sólo les queda un fragmento de sí mismos. Asemejan relojes sin manecillas, es decir, sin tiempo; o a sociedades sin
memoria, es decir, sin vida. Nunca he podido definir si a
esos animales a los que les hemos acotado tanto la libertad
de su fiereza se les ha instalado en su comportamiento el
hastío por el encierro o su quietud contemplativa es el reflejo de un desdén rencoroso hacia los humanos (3).
*
Verso de Rafael Alberti.
(3) Esta sensación ambivalente del maestro Alberto refleja
una de las contradicciones de complicada solución en el ámbito de la conservación ambiental: los zoológicos y los jardines botánicos son espacios indispensables para la protección
de la biodiversidad; pero ello implica, en específico en el
caso de los animales, sacar de su contexto natural a ejemplares que resulta muy difícil sostener que no sufren el encierro
y que no pierden (por nacer y morir en cautiverio) capacidades que la vida silvestre les exige desplegar.
25
Narración 7
Texto paralelo
El jardín botánico despierta en los niños menos entu-
(4) Desde luego que la diversidad florística brinda vitales servicios a los humanos; por ejemplo, se calcula que existen alrededor de 20 mil plantas comestibles, pero sólo empleamos
para alimentarnos unas 3 mil, desaprovechando (muchas
veces por influencias culturales que empobrecen la riqueza
culinaria local o regional) el resto. Así mismo, sólo en el bosque tropical se encuentra el origen y los insumos para al menos uno de cada cuatro medicamentos que se producen en
el mundo (y lamentablemente se considera que en este tipo
de bosque la pérdida de especies es entre mil y 10 mil veces
mayor que cuando no había intervención humana). Pero no
podemos ubicar el valor de las diferentes especies en función
únicamente de su utilidad para el humano, también es importante por su valor intrínseco y por el aporte que brindan
a la reproducción de la vida en general. La relación, en este
sentido, entre el mundo de los insectos, el de las plantas y
el de los animales es muy estrecha, tanto por las cadenas
alimenticias, como por interdependencias que propician los
flujos de la vida. Entre muchos ejemplos, destaca el papel de
las aves en la reproducción de plantas. En este sentido, cabe
recordar que Darwin encontró 82 semillas distintas en las
plumas de un pájaro.
siasmo que el zoológico, pero no dejan de apreciar la serena
y vanidosa majestuosidad con la que las plantas se visten a
sí mismas, y abigarran casi rabiosamente cualquier rincón
de tierra o se cuelan a vivir en medio o debajo de las aguas.
Les invade, casi sin que opongan resistencia, esa sensación
que cuenta Mario Benedetti:
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Fotografía: Abelardo Castillo
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
A pesar de ello, uno de mis alumnos dijo: “a mí me aburre
tanta planta”; otro contestó: “¡uuuh, yo más bien creo que
son poquitas!, cuando fui a visitar a mi abuelo a Chiapas,
él me paseó por un bosque que tenía millones”. Un tercero
completó: “yo no sé si son muchas o pocas, pero para algo
(5) Los jardines botánicos y los zoológicos, lugares de recreación y cultura ambiental, se han ido convirtiendo también
en reductos de preservación de la biodiversidad. Si bien estos
espacios son relevantes para la protección de especies, resultan absolutamente insuficientes si no se protege los hábitat
donde abundan formas de vida diferente (¿de qué manera
lograr que en un ambiente distinto un árbol del Amazonas
albergue las cerca de 2 mil especies como lo hace en su hábitat natural?).
han de servir” (4). Este último tiene razón, y desafortunadamente la pérdida de la diversidad florística es tan acelerada que muchas de las especies no alcanzarán a formar
parte de los jardines botánicos (5). La silenciosa e invisible
hacha del arrasamiento ecológico que no dejamos descansar es factor clave para entender esta suicida pretensión de
alcanzar una naturaleza plenamente sometida. Es cierto
que ninguna especie puede abrazar la eternidad, pero el
humano provoca que muchas de ellas ni siquiera puedan
26
Parafraseando un viejo dicho podríamos decir que la extinción de una sola especie (más si es carismática para los humanos) se convierte en una tragedia, pero la desaparición
de miles es únicamente una estadística. Pareciera que estamos funcionando con este principio, pues la extinción de
especies a la que estamos sometiendo al planeta es brutal,
algunos científicos hablan de entre cinco y 100 especies
diarias. Y la pérdida para siempre de una planta significa
Narración 7
Texto paralelo
acariciar la mediana permanencia en el planeta. El otro día
también la desaparición de probablemente alrededor de 30
organismos que dependen de ella. Para ejemplificar lo que
significa la pérdida, inducida por el humano, de la variedad
biológica (mucha de ella todavía no conocida ni clasificada por los científicos), se dice que estamos haciendo algo
equivalente a irle quitando, en pleno vuelo, los remaches
con los que está armado el fuselaje de un avión. La pérdida de
biodiversidad hoy puede contabilizarse en términos económicos, de tal manera que, según estimaciones de científicos, en los pasados
siete años dicha pérdida ha provocado
daños económicos a México equivalentes a 10 por ciento del producto interno bruto (PIB).4
que leí en el periódico las cifras macabras del exterminio
de especies me resultó ineludible imaginarme a la sociedad
moderna declamándole a coro a la biodiversidad aquel verso de Rafael Alberti: “Yo, que voy muerta a tu entierro”.
Me gusta llevar a los alumnos al zoológico y al jardín
botánico, pues los animales y las plantas, sobre todo los
primeros, hipnotizan sus ojos y sacuden su imaginación.
Y cada uno establece con meridiana
claridad en qué jaula y jardinera ubica
sus simpatías. Quienes quedan anclados en el tigre de bengala no tienen
ojos que les alcancen para el oso polar;
quienes se inclinan por los nenúfares
sienten que los cactus rayan en la aburrición, o viceversa.
Cuando al día siguiente de la visita
regresamos al salón de clases los niños
siguen comentando lo visto en el zoológico o en el jardín botánico, a veces con cierto dejo de
nostalgia, como si hubieran dejado allá a la naturaleza toda
y ahora sólo les tocara convivir con el cemento. El aula les
parece seguramente un cajón vacío lleno de bostezos frente
al recuerdo de los animales y los abiertos jardines, como
quizás a la fauna del zoológico le parecerá estar en una pri-
Proteger la biodiversidad implica un
sistema complejo que articule esfuerzos por crear y fortalecer áreas naturales protegidas (reservas y parques que
no excluyan la interacción entre las comunidades humanas
y la naturaleza); por hacer de los zoológicos además de lugar
de esparcimiento social, centros de investigación y protección de especies animales; por ampliar y convertir los jardines botánicos en áreas de conservación e información de
las plantas.
sión tediosa que les impone el papel de ef ímeros blancos de
las miradas humanas.
4
León, G. “El colapso ambiental, riesgo cercano”, La Jornada, 24 de junio de 2006.
Reflexión
Existe en muchos adultos un discurso, con frecuencia inconciente, que parece decir “la naturaleza es lo que está
allá, lejos de la escuela y de las casas, en los bosques, en los parques nacionales, en el campo”, el cual se transmite
a los niños y les impide apreciar que la naturaleza también está en lo más inmediato. ¿No sería conveniente, en tal
sentido, que las escuelas instalaran y cuidaran ambientes, rincones, entornos ambientales donde los alumnos aprendan el amor y respeto a otras formas de vida y compartan la responsabilidad de cuidarlas; y que diseñen y pongan
en operación un “sistema ambiental”, el cual implica un esfuerzo institucional por el cuidado del agua, de la energía
eléctrica, el manejo de los residuos sólidos, entre otros aspectos?
27
Narración 8
Texto paralelo
¿Vocación de horno?
Se sugiere primero leer de corrido la narración 8 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
Fotografía: Abelardo Castillo
(1) El maestro Alberto describe el 10 de mayo como un día
caluroso. Si fuera un hecho aislado no tendría importancia,
pero este incidente es un síntoma de un fenómeno global:5
la afectación del clima por las actividades humanas. Quizás
para muchos es inadvertido porque no puede apreciarse tan
claramente como un bosque talado, un terreno lleno de basura o una presa semi-seca. Pero, ¿cómo sabemos que la atmósfera experimenta cambios causados por la contaminación
generada por las actividades humanas? El tema ha sido motivo de polémica entre los científicos, pero existen al menos
dos hechos sobre los que gira la preocupación social sobre
este problema:
S
on las 7:55 de la mañana. Es 10 de mayo. Me estoy bajando en la parada del camión más cercana a mi es-
• El cambio climático, debido a lo que se denomina “efecto
invernadero” o “calentamiento global del planeta”.6
• La disminución de la capa de ozono en la estratosfera,
y el consecuente incremento de las radiaciones del Sol
sobre el planeta.
Otros dos problemas ligados, pero por ahora de menor impacto son:
cuela. La esposa de un carpintero pasa caminando con su
hijo de la mano. Él va disfrazado de oso, con un traje
de conmoverme, sobre todo cuando las mamás acicalan a
• La “lluvia ácida”, derivada de la concentración de contaminantes en la atmósfera que provocan que la humedad
o la lluvia contengan elementos corrosivos que afectan a
las plantas, a los cuerpos de agua7 y a distintos objetos
(edificios, vehículos, entre otros).
• La “inversión térmica”, provocada por la combinación de
la temperatura, la humedad, la ausencia de vientos y la
sus niños como si el Sol girara alrededor de ellos.
5
de peluche que ya está a punto de deshidratarlo; le ruega a
su mamá ir más despacio. Veinte años celebrando el día de
la madre metido en una escuela pudieron haberme convertido, como a varios de mis compañeros, en autómata que
organiza festivales, pero hay momentos que no puedo dejar
Me llama la atención el fuerte calor que está haciendo
tan temprano; en mis primeros años de maestro no recuerdo que en esta fecha y a estas horas el clima fuera tan hostil
con la ciudad (1). Es como si el planeta estuviera dando
muestras de una irrefrenable vocación de horno, y quisiera
hacer de sí mismo su propio crematorio.
28
Se llama fenómeno global porque afecta amplias áreas del planeta o a éste en su
conjunto, sin importar dónde se ubica la fuente del problema.
6
Sobre el primero cabe destacar que existe un “efecto invernadero natural”, indispensable para la vida en el planeta, que consiste en que la Tierra retiene parte
de la radiación solar y el resto es remitida al espacio a través de “ventanas” que
tiene la atmósfera. El problema referido se da cuando esas especies de “ventanas”
no dejan salir como antes la radiación que se debería remitirse a la estratosfera.
7
En la década de los noventa del siglo pasado, por ejemplo, casi la mitad de los
lagos de Suecia estaban afectados por el ácido proveniente de las lluvias.
Narración 8
Texto paralelo
Fotografía: Fundación Xochitla
presión atmosférica que “atrapan” las emisiones contaminantes en las grandes ciudades, creando una especie de
burbuja de aire altamente contaminado.
Es un día especial en la escuela: los bailables y las declamaciones tienen lugar en el pequeño auditorio, hoy impregnado de la rotunda claridad que le regalan decenas
de focos; los niños llevan grandes envoltorios para darle
esplendor a las pequeñas manualidades que le entregarán a
sus mamás; hay kilos de platos de mudo unicel para distribuir entre todos un variado desayuno; y dos refrigeradores
En conjunto, esto ha venido a cambiar la idea de que la atmósfera es un recurso renovable, pues su capacidad de recuperarse procesando los gases emitidos por las actividades
humanas ya está resultando insuficiente.
(2) El adelgazamiento de la capa de ozono,8 grave a la altura de la Antártica y gradual en el resto del planeta, es consecuencia de los clorofluorcarbonados, los cuales provienen
principalmente de la fabricación del poliestireno (unicel), de
los gases usados en los aparatos de refrigeración y en los
aerosoles. El adelgazamiento ha ocasionado aumento en el
índice de cáncer de piel en los humanos, y ahora se ha vuelto
indispensable el uso de sombreros o gorras y, sobre todo, de
bloqueadores solares para protegerse de los rayos directos
del Sol. Sin embargo, tal protección resulta difícil que se aplique en todos los niños cuando muchas familias carecen de
recursos, hasta para cuadernos y lápices.
alquilados (2) guardan una carga casi delirante de refrescos
en botellas desechables donados por una compañía refresquera (3). Todo es una fiesta para las madres, aunque el calor no las respetará cuando se acabe todo y ellas se pongan
Fotografía: Comunicación Social/Semarnat
a limpiar la escuela (4).
(3) La educación ambiental no sólo se refiere al cuidado de
la naturaleza, sino que debe también establecer vínculos con
dimensiones tan importantes como la salud humana, pues
sería contradictorio demandar un ambiente sano para gente
enferma. En este sentido, la adecuada alimentación (que es
un principio del respeto al propio cuerpo), en la que no cabe
el consumo excesivo de refrescos y alimento chatarra, es un
motivo central para la formación de los niños. Los mecanismos de mercadotecnia por parte de las compañías refresqueras (obsequiar uniformes deportivos, dotar de infraestructura, regalar refrescos en días festivos) han favorecido la oferta
irrestricta e indiscriminada de bebidas embotelladas dentro
de las instalaciones escolares, lo cual contradice una regla
básica sobre el cuidado de la salud de los alumnos que debería defender cualquier autoridad y profesores de un centro
educativo.
8
Cabe destacar que el ozono a nivel de la superficie de la Tierra es un contaminante que afecta a los humanos, pero en las capas altas de la atmósfera es un
protector del planeta que disminuye el paso de los rayos ultravioleta del Sol.
29
Fotografía: Carlos Villaseñor
Narración 8
Los días cuando el Sol es un tizón de mediodía que no reconoce umbrales son cada vez más, y cuando los alumnos
regresan del recreo, ya casi no importa en qué temporada
del año, sueñan con ventiladores que hagan viajar en tren
expreso el aire y que les desprendan de la piel la lámina caliente que el Sol les adhirió mientras jugaban en el patio (5).
Pero mi escuela no tiene, ni en los días de fiesta como hoy,
ventiladores, aire acondicionado o espacio suficiente para
evitar el amontonamiento de cuerpos infantiles duchados
Texto paralelo
(4) Uno de los ejes en los cuales ha girado la civilización actual, y en el cual descansa una de sus manifestaciones más
críticas, es el patriarcado. En él, se ha subordinado el papel
de las mujeres, pues las oportunidades educativas, el reconocimiento laboral, la libertad para tomar decisiones, son menores que lo que se ofrece a los hombres. Por ejemplo, de los
países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico (OCDE), México sólo es superado por
Turquía en materia de discriminación educativa y laboral para
las mujeres. Que las madres de familia, el día que se les festeja
en las escuelas, sean las que hagan la comida, preparen a los
niños, ayuden a servir, y hagan la limpieza al final del festival
y de las fiestas familiares, es sólo una paradójica muestra del
tipo de reconocimiento que les otorga la sociedad patriarcal.
(5) Aquí se expresa una de las paradojas de la vida moderna
con respecto al calentamiento global: el cambio climático
agudiza las olas de calor o de frío en distintas regiones del
planeta, y para defenderse de este problema el humano emplea, quienes tienen el poder adquisitivo, tecnologías (ventiladores, aire acondicionado, sistemas de refrigeración para
alimentos, calefacción, chimeneas caseras) que implican un
uso más intensivo de energía fósil, lo que redunda en el incremento del problema.
en sudor. Imponerse al calor o al frío parece ser consigna
para las generaciones que hoy navegan en temperaturas ra-
Fotografía: Archivo Cecadesu
dicalmente cambiantes (6).
30
(6) Las temperaturas extremas y los cambios en las corrientes
marinas y los vientos acarrearían desastres relacionados con
las sequías e inundaciones, el aumento en el nivel del mar
y la pérdida de miles de especies que no se adaptarían a las
nuevas condiciones, por lo que en conjunto constituyen una
seria preocupación de los científicos y políticos. El contraste
entre el clima actual y el que había en la era preindustrial es
un indicador de que el humano está impactando seriamente
a la atmósfera. El cambio en el promedio de la temperatura
en los últimos 10 mil años no fue mayor a uno o dos grados
centígrados, pero la enorme actividad económica de la humanidad, que tiene como base el empleo de combustibles
fósiles y los altos índices de deforestación, parecen haber
modificado esta situación dado que en los últimos 100 años
la temperatura se ha incrementado entre 0.4 y 0.6 grados en
promedio, por lo que resulta urgente la atención mundial
Narración 8
Texto paralelo
Fotografía: Cervecería del Trópico
de este fenómeno. El impacto humano puede apreciarse en el
siguiente contraste: “el análisis de muestras de aire viejo,
atrapado en burbujas de aire encontradas a dos kilómetros
de profundidad en la Antártica y Groelandia, ha demostrado
que durante más de 2 mil años se había mantenido un equilibrio en las concentraciones de CO2 y CH4 y que, tan sólo en
40 años, este equilibrio se alteró drásticamente.”9
La realidad (a veces tan caprichosa como un sueño) le prescribió a la fábrica que marca el límite del barrio que redujera el tamaño de su penacho marrón de lumbre/humo,
(7) Uno de los problemas urbanos más difíciles de solucionar
es el referido a la necesaria reubicación de las zonas industriales en las ciudades. Las contingencias ambientales que se
presentan con frecuencia se deben (después del uso de los
automotores) a las descargas industriales. La contaminación
industrial, si bien ha disminuido por las medidas de control
de carácter oficial, sigue siendo un componente central en
el deterioro del aire, el agua y los suelos.
como para sumarse a la fiesta por las madres. Pero aun así
todos sabemos que en cualquier momento esa chimenea
retomará su papel de estrangulador adormilado, que lentamente va quitándoles el aire a sus víctimas (7).
9
SEP (2000), Guía de estudio. La educación ambiental en la escuela secundaria, México, Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, p. 20.
Reflexión
Como ya se planteó: ¿qué sentido tendría un medio ambiente sano con personas enfermas? La educación escolar es
uno de los espacios y vehículos imprescindibles para generar una cultura ambiental que contribuya a subsanar los
graves problemas ecológicos y sociales; sin embargo, en las escuelas con demasiada frecuencia se presenta un contrasentido: las cooperativas escolares venden a los niños los peores productos de alimentación, los cuales no sólo afectan
su salud, sino que también los deseducan en materia de cultura alimentaria. Frente a esto no se pueden entender
argumentos para que tal situación se siga repitiendo. ¿No convendría normar en todo el país (el DF ya lo hizo) este
asunto, poniendo por encima la nutrición y la salud de los niños y niñas?
31
Narración 9
Texto paralelo
“Lluvia que cae en hilos”*
Se sugiere primero leer de corrido la narración 9 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
H
oy fue un día dif ícil en la escuela. Las nubes estuvieron en contacto toda la noche con la tierra a fuerza
Fotografía: Carlos Villaseñor
Fotografía: Carlos Villaseñor
(1) El hecho de que las ciudades tengan las calles pavimentadas y cuenten, en función de su extensión, con pocos metros cuadrados de parques y jardines, provoca que el agua
de lluvia no se filtre hacia el subsuelo y más bien corra hacia
los drenajes y canales, y termine en los cauces diseñados
por los urbanistas, con ello se impide una mejor y adecuada
recarga de los mantos freáticos (3 por ciento de la lluvia va al
subsuelo, cerca de 70 por ciento se evapora y el resto escurre
por ríos y arroyos hasta el mar o los lagos).
de ráfagas de lluvia que terminaron por envolver a la ciudad en una funda de agua extendida (1). Muchos alumnos
llegaron tarde. La mañana presumió un color plomizo oscuro que se coló hasta el salón de clases y al cual burlamos
con el simple hecho de prender la luz (2).
Los niños en el aula conversaron sobre el miedo que les
dio una noche enfundada en dura oscuridad, que desparramó rayos y gritó truenos sin reposo. En la colonia donde
está ubicada la escuela se fue la energía eléctrica y las sombras se estacionaron a sus anchas e hicieron estallar la feria
de los estremecimientos infantiles.
Para no convertir el abordaje de este tema en un desfile
de fantasmas y temores, pedí a los alumnos que reflexionáramos sobre cómo se produce la energía eléctrica y cómo
sería la sociedad sin ella o sin algunos combustibles que
usamos con frecuencia, empezando por la falta que nos harían los focos que hoy estaban prendidos.
*
Verso de Pablo Neruda.
32
(2) El maestro Alberto expresa ligeramente: “con el simple
hecho de prender la luz”, lo cual es cierto en la actualidad,
pero ese “simple hecho” tiene una larga historia y muchas
implicaciones. La energía eléctrica se produce en buena medida (75 por ciento en el mundo) con combustible fósil, o
bien, con termoeléctricas o importantes obras hidráulicas y,
curiosamente, a veces nos parece que este empleo fuera una
práctica que viene de mucho tiempo atrás, pero en realidad
desde la aparición del hombre (aproximadamente hace 50
mil años) hasta la revolución industrial (hace poco más de
200 años), se usaba solamente la energía eólica (del viento)
y la metabólica (la que generan los animales y los propios
humanos). Y este par de siglos ha bastado para hacer de la
producción y consumo de energía uno de los problemas ambientales de mayor gravedad, dado que no sólo el empleo del
petróleo como combustible genera contaminación, sino desde su extracción ya presenta problemas, pues las tragedias
ecológicas están no pocas veces ligadas a los derrames ocu-
Narración 9
Texto paralelo
Contrario a lo que yo pensé, la conversación no derivó
rridos durante esta etapa (que dejan como resultado campos
agrícolas estériles, lagunas improductivas, costas sin vida).
La producción de la energía en plantas hidroeléctricas y termoeléctricas genera también problemas de contaminación
en los lugares donde se construyen.
en que la falta de energía eléctrica en las casas provocaría
televisores y radios apagados y tareas no realizadas por falta de luz; más bien los alumnos abordaron los problemas
económicos que enfrentarían sus familias. El hijo de un herrero comentó que su papá se había quedado sin trabajar
un día completo porque no tenía energía eléctrica en su
taller, y ni modo de pegar soleras con silicón; otro platicó
que su mamá, quien es cocinera, tuvo un problema con un
cliente porque no le pudo entregar a tiempo la comida para
una fiesta, pues el camión del gas no pasó, y el pollo no se
cuece con el Sol. El hijo de un funcionario del ayuntamiento recordó que su papá no pudo terminar un informe en
la computadora porque se descargó la pila y el adaptador
se descompuso, igual que el humor de su papá. A partir de
ahí, entre todos hicimos un recuento de los distintos tipos
de energías: la conclusión fue apabullante. Tenemos una
enorme dependencia de las fuentes de éstas. Y el temor a
los fantasmas fue sustituido por el miedo a que la sociedad
tenga serios problemas de energía si no desarrolla y promueve fuentes alternas para producirla, como la eólica, el
biogás u otras amigables con el ambiente.
Sin embargo, esta noche de lluvia, a diferencia de otros
años, fue fugaz visita, estrella errante. En la actual temporada casi no hubo, en palabras de Neruda, “lluvia que cae
en hilos como largas agujas de vidrio que se rompen en
los techos”. Por tanto, la recarga de las fuentes de abastecimiento de agua me imagino que se dejó ver como gota
flaca en olla grande. Esto significa que durante el estiaje, el
servicio de agua potable se estará dosificando en la ciudad.
(3) Esta situación que apunta el maestro Alberto, que por
lo demás lo nota hasta el menos suspicaz de los habitantes,
descansa en una dolorosa paradoja: lo accesible del agua potable en las colonias de clase media y alta provoca un alto
consumo que poco corresponde con el pago realizado por
el servicio, mientras que en los asentamientos más pobres
la gente debe pagar pipas para acceder al agua, practica
sumamente costosa. Esto ocasiona, entre otros factores, un
dispendio de agua por algunos grupos sociales, quienes sin escrúpulo alguno disponen de ella como si no existieran límites
y abusan de su bajo costo (que no corresponde con el costo
real que implica obtenerla, potabilizarla y distribuirla). Una
persona con un estilo de vida similar al de un estadounidense medio gasta hasta mil litros diarios, contra tres cuartas
partes de la población del mundo, que consume en promedio sólo 50 litros, o gente de algunas áreas rurales pobres,
quienes viven con cinco o 10 litros al día (más de 500
millones de personas viven en zonas donde hay escasez
crónica de agua). Cerca de 70 por ciento del consumo de
agua potable en el mundo se va en la producción agrícola
(muchas veces con alto grado de pérdidas por ineficiencias
o desperdicio en su empleo), alrededor de 20 por ciento a
procesos industriales y menos de 10 por ciento al consumo
doméstico.
Como en esta sociedad, como se dice por ahí, “hay unos
más iguales que otros”, a nombre de la equidad se dosifica
casi hasta el desabasto absoluto a las colonias populares y
en las zonas residenciales se reparte como si hubiera llovido todo el año (3).
Pero más allá de las injusticias, las autoridades y la ciudadanía dejan sentir su preocupación por el problema del
agua. Sin embargo, se trata de una preocupación bastante
extraña, pues cuando el abasto se regulariza se olvida la
escasez y la gente de nuevo usa el agua como si no faltara
nunca (4).
(4) Desafortunadamente en México se cuenta con una escasa
cultura del agua, por lo que la población no asume con congruencia en su vida diaria un hecho irremediable: el país no
se caracteriza, salvo la región sureste, por ser un territorio
con alta disponibilidad de agua. De hecho, cada cuenca hidrológica en el país tiene al menos una gran obra hidráulica
para tratar de subsanar los problemas de escasez. En sólo 45
años, de 1955 a 1999, se pasó de tener una disponibilidad
anual de agua por habitante de 11,500 m3 a 4,900, es decir,
se perdió más de la mitad.
33
Narración 9
Texto paralelo
Una llave que cierra mal, un excusado con fuga, un jar-
(5) El agua se ha considerado un recurso renovable, pues
su ciclo natural venía permitiendo hasta hace unas décadas
pensar que era posible su reutilización. Sin embargo, el uso
social de la misma se ha ido modificando de manera tan radical que los
procesos de contaminación están
provocando que el carácter de renovable ya no se pueda atribuirla tan
claramente. Al agua se contamina
con residuos domésticos, agrícolas
e industriales, con calor liberado de
las fuentes de energía, con sustancias químicas dañinas por su cantidad o toxicidad, dificultando seriamente en muchos casos devolverle
la potabilidad y que siga sosteniendo tantas formas de vida que sin ella
no pueden existir. Entre 20 y 30 mil
personas mueren diariamente en el mundo por consumir agua
contaminada.
dín regado a medio día, derrames en la tubería, automóviles y trastes lavados bajo chorros son pequeñas hemorragias donde germinan los futuros
desabastos.
El ciclo del agua, que todos los
maestros enseñamos a nuestros
alumnos, posee, vistas las cosas
hoy en día, una especie de engaño, pues lo explicamos como si
fuera perfecto y hace del agua un
recurso renovable; pero me temo
que eso ya no es tan seguro, pues
los humanos estamos interfiriendo
en uno de los procesos más vitales
para el planeta. Venimos haciendo
del agua una absurda mezcla de
vida y porquería: patos y botellas
de plástico en los lagos, peces y llantas en los ríos, ballenas
y chatarra en los mares (5).
Reflexión
Cuando predominaba la percepción social de que el agua potable era un bien abundante no había una preocupación
por administrarla con rigurosidad. Hoy, frente a la escasez y los graves problemas que en este asunto se enfrentan,
se empieza a hablar de que el agua ya no es ni siquiera un bien renovable. En este contexto, la escuela debe fortalecer entre los niños y niñas la idea de que el agua es un derecho humano y, por tanto, debe garantizarse su acceso
universal, dado que es un elemento indispensable para la vida. ¿Están los profesores atendiendo este tema como
prioridad, no como un contenido programático, sino como un nodo de reflexión que permita a los alumnos entrelazar
la preocupación ecológica con sus derechos humanos y la defensa ciudadana por los mismos?
34
Narración 10
Texto paralelo
Cuadernos que tumban árboles
Se sugiere primero leer de corrido la narración 10 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
Fotografía: Sonia Hernández
(1) En los siglos anteriores al XX transcurrían 50 años para
destruir la misma extensión de bosque que hoy sólo requiere
un año; obviamente esto no es causado por niños que descuidan sus cuadernos, sino por factores estructurales de una
sociedad que ejerce una presión desmedida sobre la masa
forestal. Pero también es cierto que con la modificación de
acciones cotidianas e individuales se puede contribuir a mejorar el ambiente. En este sentido, por ejemplo, la producción de una tonelada de papel implica el empleo de al menos
17 árboles maduros; entonces, si procuráramos el ahorro en
el uso del papel y el consumo de papel reciclado, contribuimos a disminuir la deforestación.
T
engo dos alumnos quienes son el contraste absoluto.
Daniel es una máquina de perfeccionismo y pulcritud
exasperante. Basta que cometa un pequeño error al escribir para que arranque la hoja de su cuaderno y empiece de
nuevo sin la más pequeña muestra de sufrimiento.
La extracción indiscriminada de madera (se calcula que en el
mundo se tala una hectárea de bosque cada tres segundos)
genera, como todos sabemos, afectaciones en varios sentidos: se pierde cubierta vegetal y tierra fértil, se perturba
el clima y los regímenes de lluvia, se disminuye la capacidad de infiltración de agua al subsuelo, se reduce la capacidad
de absorción de bióxido de carbono, se pierden paisajes de
belleza natural y se propicia la pérdida de otras especies por
los cambios en el hábitat (por ejemplo, la desaparición de los
bosques tropicales representa una amenaza para alrededor
de las dos terceras partes de la biodiversidad de especies del
planeta).
Eugenio es más desaliñado y torpe que potrillo recién
parido. Pierde con frecuencia sus cuadernos o se le mojan
o se le caen al lodo, y tiene por tanto que reponerlos con
frecuencia. Actúa como si su inteligencia, que es bastante,
se le hubiera envirulado de dejadez.
Por razones diferentes o características personales dis-
La pérdida de masa forestal (en las últimas décadas, por
ejemplo, se perdió la mitad del bosque tropical en el mundo,
pues de 16 millones de kilómetros cuadrados se pasó a menos
de ocho), es ocasionada principalmente por los siguientes
factores:
tintas, ambos hacen saltar entre las sillas del salón de clases, cada vez que arrancan una hoja o pierden un cuaderno,
el inconfundible rumor de un árbol que cae, envuelto en la
tristeza del suelo que lo vio ir poco a poco atravesando el
aire para regalarle a las aves un canto más alto (1).
a) Cambios de uso de suelo para la agricultura, la ganadería,
zonas habitacionales y empleo de madera para los hogares y las empresas (construcción, muebles, papel, entre
otros).
35
Narración 10
Texto paralelo
Fotografía: UNESCO
b) La migración de poblaciones pobres (producto de políticas económicas inequitativas) que se van hacia las zonas
boscosas para generar ingresos por la vía de la tumba de
árboles.
Cuando le reclamé a Daniel su actitud despilfarradora
me contestó: “más bosque se pierde en los incendios y mi
mamá dice que a las autoridades no parece preocuparles
demasiado” (2). No es nada inusual en él este tipo de respuestas, pues ya ha dicho otras veces: “la ciencia va a resolver los problemas del hambre, es más, pronto se va a
poder hacer leche sin necesidad de vacas”; “la biotecnología llenará todos los campos de productos y sobrarán los
campesinos” (3).
(2) El razonamiento de Daniel es muy frecuente; este tipo de
excusas o argumentos (“los demás destruyen, despilfarran o
descuidan más”, “el daño ecológico que yo hago es muy pequeño”) no contribuyen a generar un compromiso personal
con el cuidado de la naturaleza y una cultura ambiental en
la sociedad. Por otro lado, cabe señalar que 98 por ciento de
los incendios forestales son provocados por el humano, ya
sea por descuido (porque se extiende el fuego cuando se queman las hierbas en las parcelas antes de sembrar, porque se
dejan prendidas fogatas en las visitas a los bosques, porque
se avientan cigarrillos a la orilla de las carreteras, entre otras
razones) o con intención alevosa (cambiar el uso del suelo de
forestal a agrícola o habitacional, o para conseguir permiso
de explotación de la madera). Algunos paleontólogos afirman
que el humano tiene alrededor de 20 mil años quemando
bosques, al principio para acorralar y cazar animales y hoy
con muy variadas intenciones. Para agravar el panorama, los
árboles que quedan vivos en un bosque quemado resultan
muy vulnerables a las plagas y enfermedades.
Fotografía: Joaquín Jaubert
(3) Estas dos aseveraciones de Daniel tienen relación con un
campo muy polémico: el de la biotecnología. Por la vía de los
avances científicos será posible producir leche sin necesidad de
vacas, pues pronto máquinas que procesen agua, bióxido
de carbono, nitrógeno y minerales la podrán fabricar; ¿pero
eso no se contrapone con uno de los principios que debe retomar la humanidad: su acercamiento afectivo y convivencia
respetuosa con la naturaleza? Lo mismo con la creación de
los productos transgénicos: ¿es pertinente desarrollar tecnología y emplearla para la producción masiva de alimentos sin
saber con exactitud los efectos que puede causar sobre los
ciclos de la vida y la salud humana? Entre las tribus nómadas
que hace alrededor de 10 mil años empezaron a convertirse
al sedentarismo, y con ello a manipular de manera más sistemática a la naturaleza, y las sociedades contemporáneas
ha pasado mucho tiempo (sólo por señalar una de muchas
36
Narración 10
Texto paralelo
Fotografía: Joaquín Jaubert
diferencias: el hombre primitivo consumía alrededor de 500
calorías diarias en promedio contra más de 2,500 que consume un individuo de las sociedades actuales), pero el gran
conocimiento acumulado no necesariamente ha hecho más
sabia a la humanidad, y este tipo de cuestionamientos deben
considerarse con seriedad para definir el rumbo de los humanos y del planeta mismo.
Esta última expresión no le gustó a Pilar, otra de mis alumnas, quien es nieta de ejidatarios, y le contestó a Daniel: “los
campesinos no van a desaparecer, más bien hay que pagarles más por lo que hacen; mi abuelo dice que la gente de la
ciudad les debe pagar por cuidar el bosque, pues ayuda
a recargar de agua los lugares de almacenamiento que están
en el subsuelo y luego los de las ciudades usan casi gratis
esa agua que debería de pertenecernos. Y esos mismos árboles ayudan a limpiar el viento lleno de humo que avientan
las industrias que también están en la ciudad” (4).
(4) Esta demanda de pago que plantea Pilar a nombre de los
ejidatarios se inscribe en lo que hoy se denomina servicios
ambientales o ecosistémicos. Existen beneficios intangibles que
diferentes ecosistemas brindan a las sociedades humanas;
por ejemplo, como ya se ha dicho, un bosque bien conservado (además de los bienes tangibles que ofrece como la madera, plantas comestibles y medicinales, etc.) ayuda a procesar
las emisiones de gases contaminantes, contribuye a la recarga de los mantos freáticos, genera condiciones favorables a
la biodiversidad y aporta espacios naturales estéticos. Pero
las sociedades beneficiadas casi no crean mecanismos e instrumentos que permitan mantener en el largo plazo a los
citados ecosistemas. En este contexto resulta justo asignarle
valor económico a dichos beneficios intangibles de los ecosistemas y que, por tanto, la sociedad pague a quienes son
dueños de éstos, si los cuidan adecuadamente. A esto se le
llama, recientemente, retribución o pago por los servicios
ambientales.
Reflexión
La retribución económica y el agradecimiento a quienes son los dueños de los bosques (o de otros ecosistemas) por
lo que éstos brindan a los humanos (captura de agua, buen clima, producción de oxígeno, hábitat para la biodiversidad, entre otros) no es tema que los habitantes citadinos aborden con regularidad. En este sentido, ¿cómo la escuela
podría promover el reconocimiento a las contribuciones o servicios ambientales que brindan a los ecosistemas?
Porque si lo hace crecerá el respeto y la correspondencia hacia los ecosistemas que favorecen a la vida humana, y a
quienes los tienen en propiedad y los cuidan.
37
Narración 11
Texto paralelo
Ensalada de pesadilla
Se sugiere primero leer de corrido la narración 11 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
Fotografía: Abelardo Castillo
(1) Con la Revolución Industrial, iniciada en el siglo XVIII, se
incrementa considerablemente el uso de la energía para sostener una cultura de consumo que empezó de manera muy acelerada. Una consecuencia más de este fenómeno es el aumento
en la cantidad de desechos (entre ellos destaca el plástico,
que en apenas 50 años, y frente a su difícil degradación, ha
generado graves problemas), los cuales al mezclarse producen
la basura, que a su vez es una seria fuente de contaminación.
Desde entonces se acentúa, no tanto el deseo (porque ese seguramente ya existía), como la posibilidad de acceder a bienes
y satisfactores materiales, que se convirtieron en un eje central de la dinámica social, económica y en un fiel reflejo de los
valores humanos más presentes en la modernidad (individualismo, confort, competencia, materialismo, entre otros). En el
siglo XX el consumismo aumentó, entre otras razones, porque
la publicidad en los medios de comunicación se convirtieron en
poderosas herramientas para generar una compulsión social por
adquirir productos de todo tipo.
C
on lentitud y sin silencio, el autobús en el que regresaba a mi casa hoy pasó, como siempre, frente a un
mercado. El movimiento adentro era compulsivo. La gente
caminaba, se detenía, compraba, volvía a caminar.
A la entrada del mercado había dos grandes tambos que
no alcanzan a contener la basura. Fruta podrida, botellas de
plástico y de vidrio, cajas de cartón, latas, bolsas de polietileno, todo mezclado como una ensalada de pesadilla (1).
(2) Aún cuando en las sociedades desarrolladas la producción
de desechos es mayor que en los países en desarrollo, en estos
últimos representa un problema más grande, debido a una débil cultura ciudadana con respecto al cuidado del ambiente, a
la insuficiente legislación y normatividad, a gobiernos locales
sin la decisión y sin las capacidades técnicas, y a las deficiencias administrativas y operativas para recoger la basura.
Por si el triste espectáculo no fuera suficiente, se alcanzaba
a ver que en los corredores del mercado más basura salpicaba de fealdad un escenario que podría ser una fiesta de
aromas o un congreso de colores. Los pedazos de cartón y
los plásticos eran como sucias manchas en un rostro que ya
se impuso a ellas (2).
En contraste, me puse a pensar en los supermercados,
limpios, ordenados, sin olor de ningún tipo, perfectamente
iluminados, con productos bien empacados y con anchos
pasillos (3).
38
(3) Si bien la apreciación del maestro Alberto es cierta, cabe
señalar que este ordenado y casi impoluto mundo de los supermercados tiene un costo ambiental mayor: implica mayor uso de energía para iluminar, extraer olores, ambientar
con música, empacar cada producto, en muchas ocasiones
de manera desmedida e innecesaria, usar aparatos electrónicos como pulidoras y aspiradoras para limpiar, etcétera. En
términos de protección al ambiente, y del beneficio de los
pequeños comerciantes, el mercado popular es más favora-
Narración 11
Texto paralelo
La imagen del mercado me recordó también que en la
ble, pero presenta la desventaja de no cuidar su limpieza y
aspecto de manera suficiente.
escuela hemos enfrentado el problema de la basura (¿algún
centro escolar se salva de esto?). Yo creo que hemos sido
más o menos exitosos porque logramos que cuando termi-
Fotografía: Joaquín Jaubert
na el recreo ya no hay basura tirada en el patio (4).
Esa idea de que sin exceso de consumo no hay exceso de
basura me pareció siempre muy afortunada, pero no es fácil de eludir el deseo de comprar bienes y servicios; mucho menos cuando adquirir productos materiales es una
forma de llenar vacíos (5). Esto lo entendí cuando una de
mis alumnas presumía con frecuencia sus artículos nuevos (plumas sofisticadas, mochila de moda, ositos de peluche y otras cosas) y yo deducía que era el reflejo del amor
paterno; luego entendí, a partir de una larga conversación
con ella, que simplemente era una forma en la que su papá
compensaba el tiempo y el afecto que no le daba. Si los padres mostraran con atención y caricias el amor a sus hijos,
en lugar de con regalos, seguramente el planeta recibiría
menos desechos y mejores ciudadanos.
(4) El profesor Alberto en ese caso tiene una visión limitada
de los alcances de un proyecto de educación ambiental. Con
un proyecto de este tipo no sólo se debe enseñar al niño a no
tirar las latas vacías en medio del patio escolar, sino también
a que las ponga en el contenedor correcto; del mismo modo
debe enseñársele que el líquido, en términos de la calidad
nutricional, representa un cuchillo de palo para su salud; y
además que como persona tiene derecho a un ambiente sano
y eso lo obliga a comportarse de tal manera que garantice ese
respeto hacia los otros; también que detrás de la compañía fabricante de ese refresco están intereses económicos que, con
complicidades locales, asfixian la generación de alternativas
e impunemente están convirtiendo al mundo en el macabro
carnaval de los envases vacíos.
(5) Si el problema fuera sólo la basura, la solución, no por
ello fácil, podría ser estrictamente técnica y presentada por la
ingeniería ambiental (sistemas de recolección eficientes, reciclaje y rellenos sanitarios, entre otros), pero se trata de un
síntoma que refleja un fenómeno más complejo: el consumismo como un elemento central en la constitución e identidad
del ciudadano moderno, como un mecanismo de compensación para llenar los vacíos de la vida espiritual. De ahí que la
educación ambiental, como se plantea en el párrafo anterior,
no se limita a capacitar y habilitar a las personas a separar la
basura, sino que le implica trabajar también la interioridad
humana, lo que va más allá del comportamiento ecológico
adecuado, y pisa los terrenos de los afectos, la psicosfera, la
ética, la trascendencia, entre otros.
Reflexión
El cuidado del agua y de la energía eléctrica, la limpieza de las instalaciones, un jardín arreglado en las escuelas, son
importantes reflejos de avances nada despreciables hacia una buena cultura ambiental. Pero ello, por muy relevante
que sea, quedará sólo como elemento de escenografía si no van acompañados de procesos educativos que inculquen
en los niños y niñas deseos por la justicia social, por la equidad económica y un sólido respeto por la naturaleza. Pero
si lo primero es todavía difícil de ver en la mayoría de las escuelas, lo segundo queda como uno de los complejos
pendientes a resolver en el futuro próximo y para lo cual se requiere la competencia de las y los profesores.
39
Narración 12
Texto paralelo
El desarrollo
Se sugiere primero leer de corrido la narración 12 y luego volver a leerla,
pero ahora yendo al texto paralelo cada vez que se incluye un llamado (número).
Fotografía: Fundación Xochitla
(1) En las narraciones anteriores el maestro Alberto ha hecho algunas descripciones sobre temas relacionados con la
pobreza, la insuficiencia de la democracia electoral, la falta de equidad de género, las condiciones desfavorables de
los países pobres y los impactos ambientales de los ricos, el
arrasamiento de los ecosistemas, el desorden en el manejo
del territorio urbano, el desarrollo tecnológico predominante
poco compatible con el cuidado del ambiente, la asimetría en
las relaciones campo y ciudad. A veces no nos damos cuenta
de lo entreverado que están las cosas y de que resulta difícil
separar un problema de otro. A continuación veremos cómo
en esta última narración el maestro Alberto, al hablar sobre
una competencia deportiva, toca varios problemas tratados
en la presente publicación.
C
omo sucede en casi todas las pláticas informales, en
mis narraciones abordo sin orden ni agenda previa
(2) Esta frase supone temas como el uso intensivo de combustibles fósiles, la contaminación atmosférica, el tránsito
urbano, la calidad de vida y la ausencia de ordenamiento
territorial adecuado, que en este caso lleva a la realización de
competencias deportivas en medio de altos niveles de concentración de polución.
un tema y otro (1); sé que casi nunca llego a conclusiones o
reflexiones definitivas, lo cual no me preocupa, pues todo
tema es terreno para los acercamientos y las interpretaciones múltiples, así que continúo.
La primavera pasada participé con mis alumnos en una
olimpiada municipal, organizada en un viejo estadio al que
(3) Tal descripción implica la producción tecnológica que
aporta, sin duda, confort individual, pero que paralelamente genera el empleo de fuentes y vehículos de energía
que al desecharse provocan contaminación (en este caso las
baterías).
resulta dif ícil llegar por lo pesado del tránsito (2). Los estudiantes de un colegio particular llegaron en un autobús
de lujo, uniformados con ropa deportiva de marca muy
costosa; la mayoría traía un aparato para escuchar música
(3), algunas mamás llegaron en lujosos automóviles a ver
y untarles protector solar a sus hijos (4). Después de cada
(4) Este cuidado materno refleja, en buena medida, la necesidad de protegerse de los rayos del Sol, dado el proceso
de afectación humana a la atmósfera, el cual ha provocado
un decremento en los niveles de protección natural contra
el Sol.
prueba atlética los niños tomaban bebidas rehidratantes, al
finalizar la competencia les entregaron comida muy empaquetada (5) que por cierto prefirieron comérsela dentro del
40
(5) Este hecho muestra un ejemplo de la excesiva generación
de desechos sólidos como consecuencia de un estilo de vida
Narración 12
Texto paralelo
camión, pues tenía aire acondicionado, y a la intemperie el
que a nombre de la asepsia, la rapidez, la comodidad, la mercadotecnia, conlleva un problema ecológico creciente.
calor estaba fuerte (6).
En contraste, los alumnos de una escuela rural llegaron
en trasporte público (un tanto tarde porque se descompuso
otro autobús en el que venían) (7); no traían aditamentos
deportivos, sino su uniforme escolar; a ninguno lo vi con
aparatos de sonido; de hecho, observé que dos hermanos
(6) Se aprecia aquí el círculo vicioso entre el aumento de
temperatura en el planeta y las respuestas tecnológicas para
enfrentarlo, las cuales a su vez terminan agudizando el efecto invernadero.
se intercambiaban los zapatos cuando les tocaba competir,
pues uno traía tenis y el otro una especie de botas de montaña (8); las niñas en general traían ropa más desgastada
(7) Aquí se ve una lógica consecuencia de un servicio de
transporte público deficiente en varios sentidos.
que los niños y no recibían la misma atención que ellos (9);
al terminar la competencia algunos compraron un refresco
y un pan empaquetado (10); uno que otro sacó una bolsa de
papel con algo de comida.
(8) El problema de la pobreza que aqueja a un porcentaje
alto de la población se expresa en el bajo nivel de consumo
de bienes suntuarios, pero, sobre todo, en la carencia de
artículos básicos para una vida digna.
Fotografía: Carlos Villaseñor
(9) La inequidad de género es una de las muchas expresiones
de la injusticia social y de las marcadas debilidades en la
construcción de una ciudadanía horizontal y con igualdad
de oportunidades.
Debo señalar que la mayoría de la gente que conozco quisiera para sus hijos algo parecido a lo descrito sobre el
colegio privado. Es decir, casi todos deseamos vivir como
personaje de película americana: trabajo bien remunerado que permita un departamento cómodo ubicado en una
(10) La inequidad económica tiene como una de sus expresiones un marcado desbalance en la calidad nutricional de
la población. Los distintos niveles de poder adquisitivo, la
mercadotecnia y la insuficiente información han ocasionado
diversos problemas en la nutrición de la gente. Esto impacta
en las capacidades físicas, de atención, de concentración,
de aprendizaje de los niños y niñas, lo que no es, para nada,
una minucia.
(11) Ya se planteó que es imposible que el planeta pueda
aguantar que sus más de seis mil millones de habitantes tuvieran el mismo nivel de vida y el mismo grado de consumo
de energía que posee un ciudadano medio de los países del
primer mundo.
gran ciudad, un buen automóvil, educación privada, acceso
a centros comerciales y a diversión frecuente, viajes, y uno
que otro lujo para no aburrirse (11). ¿Sería políticamente
incorrecto decir que unos lo merecen y otros no? ¿La capacidad de trabajo o la suerte hacen la diferencia? (12). Habría
que discutirlo.
(12) El contraste entre los estudiantes del colegio privado
y de la escuela rural no se explica sólo por la capacidad
de trabajo de los padres de esos niños o, peor aún, por la
suerte, sería muy simplista hacerlo así. Detrás hay distintos factores: diferentes oportunidades, niveles educativos,
41
Narración 12
Texto paralelo
Fotografía: Carlos Villaseñor
capacidades personales, pero sobre todo un modelo que en
lo económico y en lo político favorece la existencia de tales
inequidades.
Entiendo que el problema de generar condiciones materiales y sociales más justas para toda la población y, además,
que al hacerlo no se afecte el ambiente, no es para nada algo
fácil de solucionar; asuntos económicos, políticos, culturales y ecológicos lo hacen muy complicado. Desde luego, no
soy experto en eso como para poder aportar soluciones,
Fotografía: Fundación Xochitla
pero debe haber algunas salidas (13).
Aunque con frecuencia me tropiezo con el pesimismo, me
suele levantar el gesto solidario de alguno de mis alumnos,
la frase aguda y justa de otro, la risa a coro de todo el grupo, la alegría serena de quien entiende una idea después de
mucho insistir por comprenderla. Y entonces pienso que
la especie humana, sustentada en su profundo credo en la
vida, logrará evitar que la aridez le invada por completo
el alma y podrá impedir que, por contagio, al planeta se le
recubra la piel de desiertos.
42
(13) Una opción que ha generado un alto nivel de simpatía
en el mundo es lo que se ha denominado desarrollo sustentable o que algunos autores llaman simplemente sustentabilidad. Se trata de un concepto que no está restringido al
manejo adecuado de los ecosistemas, sino que está ligado,
como bien lo intuye el maestro Alberto, a dimensiones sociales, políticas, éticas y económicas, además de las ecológicas.
En su acepción más avanzada la sustentabilidad se entiende
como una estrategia o un modelo múltiple que se tiene que
generar o adecuar a las condiciones específicas de las regiones
y de los países, desde luego sin perder de vista las implicaciones
del proceso de globalización actual. Por eso no es posible una
sola definición sobre la sustentabilidad; ésta es una idea-fuerza que conlleva la posibilidad de desplegar formas distintas
de entenderla, las cuales deberán ser confrontadas y debatidas por los actores sociales, quienes tendrán que ubicar
coincidencias conceptuales y para la acción. Es un proceso
que implica modificaciones en el camino. No es una meta
definida a priori.
Sin embargo, se puede poner el énfasis que la sustentabilidad
exige, aparte de la equidad social: las energías alternativas
para disminuir el consumo de la energía fósil; el mayor reciclamiento de los desechos generados por el modelo urbanoindustrial; la creación de tecnologías que desplacen menos a
la mano de obra humana y tengan menor impacto negativo
ecológico; los mecanismos democráticos que permitan al
ciudadano común decidir sobre su entorno inmediato para
cuidarlo o protegerlo; el diseño y aplicación de ordenamientos territoriales definidos en función de la protección ambiental y del bien común y no sólo desde la perspectiva de
las ganancias económicas; la realización de cambios legales
y normativos para que el cuidado ecológico se garantice; el
establecimiento de mecanismos económicos y fiscales que
favorezcan dicho cuidado; y los esfuerzos permanentes por
informar y educar a la población.
Fotografía: Abelardo Castillo
Fotografía: Abelardo Castillo
Narración 12
Texto paralelo
En este sentido, como señala Barkin,10 la sustentabilidad es
una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones, lo que
significa que en el mismo nivel de preocupación por proteger
la diversidad biológica, la educación ambiental para la sustentabilidad debe procurar intencionadamente la protección de
la pluralidad política e ideológica en las sociedades modernas
y abrirle cauces para que se exprese, tanto en las tribunas públicas donde se presenta el debate social como en los espacios
de participación cívica. Ello exige políticas sociales que fortalezcan las oportunidades de ingerencia en la definición del
desarrollo nacional y local de todos los sectores, aun los que
han sido desplazados por considerarse poco rentables.
En síntesis, la sustentabilidad se relaciona con el ámbito de
lo ecológico (protección de los ecosistemas), con el político
(democratización del Estado y construcción de ciudadanía)
y con el económico (equidad, oportunidades laborales, reformas fiscales ecológicas). Estos tres ámbitos implican trabajar
paralelamente otros campos como la ética, la legislación, la
educación, la ciencia y la investigación tecnológica y social.
10
Barkin, D. (2001), “Superando el paradigma neoliberal: el desarrollo popular
sustentable”, en: Delgadillo, J. (coord.) Los terrenos de la política ambiental en
México, México, UNAM/Porrúa.
Reflexión
Encontrar soluciones a los complejos problemas actuales requiere que la sociedad avance hacia un tipo de pensamiento que entienda la complejidad de la realidad, que supere las visiones parciales y disciplinares. Así, interpretar un
problema ambiental desde una perspectiva compleja implicaría no restringirlo al terreno de lo ecológico y más bien
contextualizarlo considerando las dimensiones sociales, políticas, económicas, culturales, entre otras. En este sentido, cabe preguntarse si los profesores de educación básica están contribuyendo a que los alumnos interpreten problemas concretos de la realidad pensando de manera más articulada a través de la vinculación de distintas materias.
Si no lo hacen ¿será falta de interés, de debilidades en su formación, de insuficiente capacitación o actualización, de
débil compromiso con la solución de problemas?
43
Pensar en las salidas
L
a humanidad enfrenta uno de sus momentos más crí-
Juan desde su delirio desliza la frase que debería conver-
ticos. No es el primero ni necesariamente el último.
tirse en el eslogan del ambientalismo todo: “Nadie anda
La capacidad humana para resolver los conflictos sociales
en busca de tristezas”. Por ello es preciso sentirse posi-
y ecológicos está puesta a prueba; seguramente seguirá ha-
tivamente aferrados a encontrar salidas, a cambiar de
biendo tropiezos e incertidumbre, ya que nunca han ha-
domicilio para que no nos ubique la congoja, y es que la
bido rutas hacia el paraíso. Un mundo imperfecto segui-
necesidad de desplegar esfuerzos educativos a favor del
rá siendo parte de la realidad humana. Así, al igual que a
ambiente y de los humanos desamodorra el optimismo y
quien sale a barrer la niebla, a los educadores se les injerta
evita ponerse a escribir por adelantado un epitafio decente
con frecuencia, entre el cuerpo y el aliento, esa sensación
para la tumba del planeta.
incómoda de que todo esfuerzo será inútil y la tarea es imposible de cumplir. Pero quienes se dedican a la educación
no pueden ni deben hacer fila en la ventanilla de adscripción al club de los ánimos derrotados ni permitir que el
desencanto se trasmine. Al contrario, la educación es el terreno más propicio para la esperanza y el argumento más
serio contra la inmovilidad. Siempre han existido educadores que se niegan a seguir la coreograf ía pasiva que dicta
la falsa normalidad en la que nos movemos, y saltan para
denunciar que nada es más enfermizo que quedarse estáticos. Como dice Freire, si un educador no es un poco loco
y un poco cuerdo, se paralizaría frente a la complejidad de
lo que enfrentamos.
En este momento no hay diagnósticos que sobren ni propuestas que estorben, sobre todo si están acompañadas de
la sensibilidad y el compromiso ético para enfrentar la obscena realidad, cuya alma, carne y esqueleto nos muestra la
injusticia social y el deterioro de la naturaleza. Siguen siendo bienvenidos los acercamientos que escudriñan lo que
camina mal, pero siempre y cuando sean el preámbulo de
Es cierto que este fragmento de universo donde nos tocó
propuestas que permitan avanzar.
vivir se mueve entre la oscuridad y la esperanza; y que a
veces pareciera que la vida ya no respira tan poderosa,
Juan Rulfo nos cuenta en Pedro Páramo que hasta en Co-
pero no quiere decir que el futuro sea necesariamente un
mala, ese extraño mundo donde, tal vez, la muerte hace
salto al abismo. Evitarlo depende mucho de nosotros. En
los ordenamientos territoriales y los planes de manejo, es
este contexto resulta impostergable que cada profesor se
posible encontrar fulgores de optimismo; así, Susana San
incorpore a la lucha por construir un horizonte menos
44
empañado, y ello implica asumirse como un educador ambiental que:
4) Comparte su asombro ante la confabulación del orden
y el desorden para hacer del caos fuente de la vida y el
más apasionante reto de la ciencia. Acepta que nuestro
1) A la par de su preocupación por la naturaleza, se opone
a la desmesura en el ejercicio del poder, y rechaza la servidumbre humana a la que nos ha llevado la silenciosa y
eficaz conspiración del capital.
2) No añora un pasado idílico inexistente y prefiera afrontar el reto que le significa un contexto lleno de penurias
reto no es contribuir a darle orden a la vida; es contagiar
la admiración por ella.
5) Reconoce la pequeñez y la marginalidad de la especie
humana frente a la desconocida dimensión del universo;
y defiende, paralelamente, la importancia, sin distingos,
que todo individuo posee al interior de la sociedad.
6) Cree con firmeza en los postulados centrales del ambientalismo, pero está dispuesto a repensarlos de manera permanente; no los convierte en dogma de fe ni mucho menos en catecismo; reconoce que ni el más grande
amor por la naturaleza justifica la imposición autoritaria
y acrítica de las ideas.
7) Enfrenta el riesgo de crear, y para ello hace de la autonomía y la libertad valores efectivos. Promueve una
educación parecida a como es la vida: desbordada en
expresiones y no atrapada en el aula y el reloj.
8) Ilustra, con su práctica y discurso, la idea de que el
mundo se aprende, y se aprehende, no sólo con la razón, sino también con los sentimientos; admite, por
tanto, que en el proceso de conocer, la pasión nunca
ha sido un elemento ausente. No ignora la multidimensionalidad del sujeto cognoscente y toma en cuenta a la
razón, el cuerpo, los sentimientos, la identidad, el género, la conciencia de la historia, entre otras dimensiones
humanas.
9) El buen educador ambiental asume que su labor es la
y perturbaciones, en el cual ejerza la crítica social con
de un profesional, no únicamente es un gesto de buena
espíritu positivo que le dé cabida a la reconstrucción de
voluntad, y ello exige fortalecer su competencia técnica
los rumbos de la historia.
y defender el ejercicio de sus derechos; acepta que no
3) Ayuda a interrogar los misterios de la vida sin aceptar ni
basta con el deseo de enseñar, también que es preciso
predicar verdades o certezas absolutas, y admite que no
aprender a enseñar, lo que implica estudio y disciplina.
todas las preguntas tienen hoy respuesta y que existen
10)El buen educador ambiental asume que luchar a favor
incertidumbres que probablemente sean eternas.
de la naturaleza es también un acto político, que implica
45
definir posiciones frente al mundo y mostrar que en el
sino que se abra espacios para el involucramiento de ciu-
deterioro ecológico hay niveles de responsabilidad dife-
dadanos, expertos y legos, que hagan valer sus derechos
renciados. Entiende que detrás de todo árbol talado hay
y defiendan sus aspiraciones en materia ambiental.
un campesino que lucha por su subsistencia o bien una
2) La existencia de eficientes mecanismos políticos y ciu-
compañía maderera que suma dólares en sus cuentas;
dadanos para dirimir conflictos, que eviten que las di-
y sabe, por tanto, que cuando no se marca la diferencia
vergencias en las perspectivas y percepciones ambienta-
en el tamaño de las responsabilidades, se raya, no en la
les se conviertan en animadversiones irreconciliables.
ingenuidad, sino en la complicidad.
3) Economías regionales que ofrezcan, en el marco de fir-
11)Asigna un alto valor a la estética, tanto de la naturaleza
mes políticas ambientales nacionales, empleo y generen
como la creada por las culturas humanas, pero rechaza
excedentes que puedan ser utilizados para reducir las
que la fealdad, en materia de las especies vivas, deba
inequidades sociales y enfrentar con recursos los pro-
exterminarse. Defiende un concepto de belleza amplio
e incluyente.
blemas ecológicos.
4) Vinculación efectiva entre realidad ambiental y desa-
12)Entiende la tolerancia como el respeto a la pluralidad,
rrollo científico y tecnológico, de tal manera que se en-
pero nunca como la posición cómoda del “dejar hacer,
cuentren soluciones a problemas reales y se favorezca
dejar pasar”, propia de la alcahuetería social disfrazada
el manejo planificado y técnicamente sustentado de los
de aceptación abierta a las diferencias.
ecosistemas.
13)Estimula la alegría por el bosque más que el miedo a la
5) Una cultura ambiental que fortalezca en la ciudadanía
deforestación; la admiración por la diversidad generosa
el compromiso ético y conductual con el ambiente, en
con la que se expresa la vida, más que la angustia por la
la que la reflexión sobre el modelo de producción y con-
extinción. No presenta la realidad como un peligro ni al
ambiente como una amenaza, y sí como una promesa.
14)Tiene la convicción de que la educación ambiental no
es una moda ni una sombra protectora mientras pasa
sumo predominante sea una constante social.
6) Un marco legislativo y un sistema judicial que impidan
la impunidad ambiental y fomenten el desarrollo de la
protección ecológica.
el Sol, sino un compromiso ético y una opción política
permanentes, cimentados en la búsqueda de la equidad
Cabe destacar que en materia de educación ambiental la
social y el respeto a la naturaleza.
teoría es adorno y el activismo araña la imprudencia, cuan-
15)Entiende que su labor es tan fina, esmerada, paciente y su-
do no hay una búsqueda intencionada del dinámico equili-
til como la del campesino que ordeña hormigas mieleras.
brio que implica pensar y hacer; por tanto, es necesario explorar las inagotables posibilidades que ofrece, en términos
Pero estas quince características deseables para los educado-
de reflexión y acción entrelazadas, el compromiso de abrirle
res que pretendan contribuir a solucionar la crisis ambiental
a la sustentabilidad brechas para que camine. Esto implica
serán insuficientes si no van acompañadas de otras condi-
pasar de la frontera del desencanto hacia la acción compro-
ciones indispensables para construir la sustentabilidad:
metida, desenvainar esa paciencia activa que todo educador
debe esgrimir para defender el ambiente y para construir
1) Que la toma de decisiones no quede solamente en manos de quienes poseen cargos políticos y administrativos,
46
una sociedad que haga de la justicia social un elemento indesligable de la sustentabilidad.
Temas abordados
Ética ambiental
Valores y respeto a la vida humana
Narración 1
Migración campo-ciudad
Modelo de desarrollo predominante
Inequidad social
Pérdida de parajes naturales
Crecimiento demográfico
Narración 2
Crecimiento urbano
Control demográfico
Carcterísticas de las zonas habitacionales actuales
Crisis de civilización
Contaminación por ruido
Socialización afectiva y del conocimiento
Promedio de lectura en México
Consumismo
Narración 3
Incremento en el parque vehicular y problemas de tránsito
Transporte público vs. transporte colectivo
Contaminación del aire
Automóvil y valores sociales
Inequidad social
Narración 4
Pérdida de zonas agrícolas y forestales
Agua y contaminación
Uso de leña como combustible
Relación ciudad-campo
Cultura y saberes indígenas
El suelo y contaminación
Narración 5
Modelos de desarrollo rural
Efectos del calentamiento global
Contaminación de los mares
Sobre explotación pesquera
Daños a manglares y esteros
Efectos de la actividad turística
Narración 6
47
48
Educación ambiental
Centros de recreación y cultura ambiental
Biodiversidad, pérdida y protección
Narración 7
Afectación de la atmósfera y cambio climático
Adelgazamiento de la capa de ozono
Educación ambiental
Patriarcado y problemas de género
Zonas industriales
Narración 8
Infiltración de agua a mantos freáticos
Generación de energía eléctrica
Inequidad en el acceso de agua
Cultura del agua
Narración 9
Deforestación: causas y efectos
Biotecnología
Servicios ambientales
Narración 10
Consumismo
Producción de desechos
Educación ambiental
Gasto de energía
Narración 11
Complejidad de los problemas
Desarrollo sustentable, sustentabilidad
Educación ambiental
Condiciones indispensables para la sustentabilidad
Narración 12
Pensar las salidas
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