igla 1 UNIUER5Iflfl li sm i UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA "GASTROENTERITIS BACTERIANA" TESIS Q uepara obtener el Título de: MÉDICO CIRUJANO Presenta: GENARO ABINADALDO CORTÉS HERNÁNDEZ DIRECTOR DE CONTENIDO TEMÁTICO: DR. RAFAEL CANO ORTEGA DIRECTORA METODOLÓGICA: MTRA. PAULA MONTANO TEJEDA XALAPA, EQUEZ., VER. MAYO 2006 Dedicatorias A mis padres Por brindarme su apoyo y fortaleza. A mis hermanos, Por darme confianza para triun1r. A mis amigos (as) Por los buenos momentos. Índice Introducción --------------------------------------------------------1 Fisiopatología--------- ----- - -------- -----------------------------------5 Etiopatologia------- --------- ------------ --------- -------------------------------_7 Clasificación-------------------------- -----------------------------------------12 Etiología---------------------------------------------------------------------14 Bacterias---------------------------------------------------------------------15 - ------------- - Diagnostico----------------------- -------------------------------------------23 ---------------------------------------25 ----------------------------------Diarrea por fármacos-----------------------------------------------------------30 Diarreaen niños----------------------------- --------- --------- ----------31 Gastroenteritis en el anciano-------------------------------------Diarrea adquirida en Hospital---------------------------- -------------35 Toxiinfección alimentaría----------------------------------------------------37 Diarrea en la infección por HIV ---------------------------------------------38 Pruebas diagnosticas ------------------------------------------------------------41 Tratamiento de urgencia -- --- ---- --- — ----------------- _-----------------43 Antibióticos--------------------------------------------------------------45 Conclusión-----------------------------------------------------------48 Referencias bibliográficas----------------------------------------------------51 INTRODUCcION. El intestino como un ecosistema. Un ecosistema puede ser definido como un lugar geográfico donde coexisten los constituyentes vivos y los inertes. El tubo digestivo, responde bien a esta definición. El número de microorganismos presentes en la porción final del tracto gastrointestinal humano es de aproximadamente 1011 bacterias por gramo de contenido. Esta microflora es el resultado de interacciones entre bacterias, huésped y medio externo y tiene una importancia fundamental en el individuo sano así como en el enfermo. Su desarrollo se inicia en el momento del nacimiento y después continúa un proceso lento y gradual que se completa en vanos años. La microflora colónica de los niños alimentados con leche materna, contiene un alto porcentaje de bifidobacterias. Con el transcurso de los años después de interrumpir este tipo de alimentación, el número de bifldobactenas comienza a disminuir. Los componentes de la flora intestinal varían de una persona adulta a otra ya que dependen del medio en el que habita el ser humano, de su alimentación y M patrimonio genético del de cada individuo. El ácido gástrico y el flujo peristáltico normal del intestino delgado limitan la población bacteriana del tracto gastrointestinal alto. El intestino delgado es una zona de transición entre el estomago y el colon, en el se produce una transición gradual de la flora Gram-positiva a una población Gram-negativa. Esta flora varia según el segmento intestinal, por si misma no produce alteraciones, constituyendo un verdadero cultivo autorregulable. Hay dos tipos de flora intestinal: la flora residente o autóctona y la pasajera o transitoria. La primera se adhiere a las células epiteliales de la mucosa, son microorganismos fijos que se multiplican con rapidez, que están bien adaptados y son estables e inocuos. La flora pasajera no se fija al epitelio ni se establece en el intestino y esta formada por los microorganismos no patógenos procedentes de la porción superior del tubo digestivo, los alimentos y el medio ambiente. Algunos de los efectos de la flora intestinal son: - La modificación cualitativa del intestino. - Su papel sobre la degradación de los nutrientes. - La síntesis de vitaminas - La producción de ácidos grasos volátiles y la reabsorción de metabolitos bacterianos. - Síntesis de aminas activas y poliaminas. - El papel sobre los productos de secreción endógena. - La producción de gases. - La acción sobre el metabolismo de los xenobioticos. Existen ciertas características propias de la microflora colónica en donde predominan las bifidobacterias entre las que encontramos la producción de ácidos grasos de cadena corta y de ácido láctico como producto de la fermentación de los carbohidratos, que disminuyen el pH en el colon creando un medio donde las bacterias potencialmente patógenas no pueden crecer y desarrollarse. También producen las llamadas bacterocinas, que actúan como antibióticos e inhiben a las bacterias patógenas. La estimulación del Sistema inmune, especialmente el intestinal y la capacidad de sintetizar algunas vitaminas del complejo B. Las infecciones persistentes en el tracto intestinal causan perdidas apreciables de Inmunoglobulinas, linfocitos y otras células y moléculas efectoras así como, nutrientes que conllevan al organismo a una inmunodefidencia secundaria, esto desarrolla un ciclo que causa el deterioro severo del indMduo. Las inmunodeficiencias secundarias son asociadas frecuentemente a enfermedades diarreicas, estas alteraciones desestabilizan de forma temporal o permanente algunos componentes de la inmunidad e incrementan la susceptibilidad a las infecciones. La malnutrición aumenta los procesos infecciosos y específicamente las diarreas infecciosas que aumentan la frecuencia de infecciones en la mucosa y una disminución de la motilidad intestinal que constituye la perdida de una de las características funcionales más importantes para el control de la proliferación bacteriana. El sobrecrecimiento de bacterias en el tracto intestinal produce una disminución de la formación de la micela, el aumento de ácidos biliares produce un incremento en la permeabilidad de la mucosa, permitiendo la absorción de macromoléculas incluyendo los antígenos foráneos y toxinas. La actividad mitótica de las células crípticas disminuye retardando la producción, migración y maduración de los enterocitos y se produce un mecanismo de reparación defectuoso en la mucosa intestinal. 2 La superficie de la mucosa intestinal tiene mecanismos de defensa que discriminan adecuadamente entre la flora comensal, la simbiótica y los patógenos exógenos. El tubo digestivo es estéril al nacimiento, pero se coloniza desde las primeras horas de la vida. El desarrollo de una flora intestinal equilibrada es de importancia primordial ya que la flora determina parcial, aunque significativamente, el bienestar general y la salud del huésped 1,2. Los microorganismos que forman parte de la flora del colon pertenecen a un ecosistema muy complejo formado por bacterias anaeróbicas bacterias aeróbicas o más exactamente, por bacterias "potencialmente anaeróbicas". Más de 400 tipos diferentes de bacterias, pertenecientes a más de 200 cepas diferentes, componen este ecosistema 1. El número de bacterias en el intestino es unas diez veces más que el número de células humanas. La flora dominante contiene más de 108 bacterias anaeróbicas por gramo de heces (bacteroides, eubacterium, bifidobacterium, peptostreptococcus, etc.). En la mayoría de los humanos, la flora dominante está compuesta por unas diez especies. La flora subdominante tiene 105 a 108 bacterias por gramo de heces, principalmente colibadlli, streptococci y lactobacilli. Las infecciones gastrointestinales y la administración de antibióticos, por vía oral o endovenosa, alteran el equilibrio de la flora intestinal. La atención hacia la flora natural autóctona y la atención especial para mantener la flora intestinal, son parte de las recientes tendencias enfocadas al bienestar general y las condiciones saludables de vida, en las que la alimentación sana y bien equilibrada ocupa un lugar central. La gastroenteritis aguda es un cuadro inflamatorio intestinal de etiología generalmente infecciosa, manifestado por diarrea, a la que con frecuencia se asocian nauseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre. En los países no desarrollados de Africa, Asia y Hispanoamérica, produce entre 5 y 10 millones de muertes anuales. En los países industrializados, la diarrea aguda constituye una de las causas más frecuentes de consulta médica. En niños y ancianos, debido a que presenta mayor morbimortalidad, constituye una de las causas más frecuentes de ingresos hospitalarios. En Estados Unidos un promedio de 220.000 menores de 5 años, son hospitalizados cada año y aproximadamente 300 niños menores de 5 años mueren al año por esta causa. En menores de 3 años se estima una incidencia media de 1.3 a 2.3 episodios /niño/año, con unos costes directos de dos mil millones de dólares /año. Aunque generalmente se manifiesta de forma aislada, puede presentarse de forma epidémica como en los brotes en hospitales o residencias, o en las toxiinfecciones alimentarias. En estos casos representa un problema de salud pública y puede colapsar los Servicios Sanitarios. La adecuada selección de los grupos de riesgo y la valoración dínica, permitirá la ordenación adecuada de la asistencia en estas situaciones. 3 Su causa, con frecuencia desconocida, es generalmente infecciosa, pero puede ser tan variada como origen tóxico, farmacológico, alimentario, o ser manifestación de enfermedades del aparato digestivo o sistémico. Su espectro de gravedad varía extraordinariamente, desde una simple molestia o inconveniencia hasta la afectación sistémica que puede producir la muerte por deshidratación, incluso en horas. Generalmente su curso es autolimitado. En los casos más graves un tratamiento adecuado y precoz, permite reducir considerablemente su mortalidad. En los niños, ancianos, viajeros, pacientes hospitalizados, pacientes con infección por VIH, tratados con antibióticos, y con toxiinfección alimentaria, presenta ciertas peculiaridades por lo que se expondrán de forma individualizada. Aunque existe un síndrome de diarrea crónica no se tratará en este capítulo y puede consultarse en otras referencias. 4 FISIOPATOLOGIA. ABSORCIÓN Y SECRECIÓN INTESTINAL DE LÍQUIDOS. El tracto gastrointestinal secreta cada día unos 7 litros de líquido, los cuales son reabsorbidos en su mayoría, quedando solo unos 200 g de agua en las heces. En la diarrea ocurre un desequilibrio entre la absorción y secreción intestinal de líquidos, como consecuencia del cual aumenta el volumen de las deposiciones. Se considera diarrea el cambio en el hábito intestinal, por el que en lugar de una deposición cada día o pocos días, aparecen vanas deposiciones al dia y de consistencia líquida. En sentido estricto diarrea es el aumento del peso diario de las heces por encima de los 200g. , asociado con frecuencia, con el aumento del número y fluidez de las deposiciones. En el intestino la absorción de agua se asocia a la de iones Na. Por mecanismo activo y pasivo, el sodio se transporta junto con el doro y la glucosa. El agua sigue a los anteriores para mantener la osmolaridad intracelular. Estos mecanismos, dependen en gran parte de los gradientes de Na a través de la membrana apical de las células epiteliales intestinales, producido por la bomba ATP asa de Na/K, localizada en la membrana. El K se absorbe por un mecanismo adicional, intercambiándose por iones H+ y Ca++. Puesto que en la mayor parte de las diarreas, el mecanismo de cotransporte de Na+ y glucosa permanece íntegro, el tratamiento de rehidratadón por vía oral, con la administración de una solución de sodio y glucosa, permite no sólo el aporte de iones y nutríentes sino además, la reposición hídrica de forma más eficaz que con la ingestión de sólo agua. • Además de la función absortiva, el intestino tiene una función secretora. El doro se secreta en las criptas intestinales y por un mecanismo pasivo, le siguen el Na+, K+, y agua. El CO3H- se secreta en el duodeno, intestino delgado, bilis y páncreas. En el intestino dista] el CO3H- es el ión dominante, lo cual, probablemente a través de un mecanismo de intercambio, facilita la conservación de doro. Los mediadores neurohormonales influyen en la absorción-secreción de agua y iones en el intestino delgado. Secretina, serotonina, calcitonina, colecistocinina, glucagon y sustancia P, estimulan la secreción, además del péptido intestinal vasoactivo VIP y las prostaglandinas. • El movimiento del colon es el principal regulador de la función absortiva y secretora, a la vez que condidona la flora bacteriana, que tiene una importancia fisiológica esencial. En el ciego y colon ascendente se realiza la mayor parte de la 5 absorción, y en él tienen fugar movimientos antiperistálticos, por lo que el contenido intestinal se almacena mucho tiempo, mientras que en el colon transvero y descendente los movimientos peristálticos impulsan el contenido fecal en sentido distal. Al igual que en el intestino delgado, en el colon existe un mecanismo de absorción de Na, pero en el colon la absorción es por un mecanismo activo dependiente de la ATP asa de Na+/K+, y no se acompaña de cotransporte de aniones, ni de intercambio de cationes. El transporte de iones y la motilidad, están regulados por mecanismos neurológicos y no neurológicos. El estímulo parasimpático aumenta el penstaltismo y la secreción de iones, mientras que el estímulo adrenérgico, aumenta la absorción de iones e inhibe la estimulación colinérgica. La llegada de heces al recto, produce una distensión aguda del mismo, que inicia el mecanismo de la defecación. La contracción del esfínter anal externo por un mecanismo de control voluntario del músculo estriado, es capaz de retrasar la defecación de modo voluntario. La relajación simultanea de ambos esfínteres interno y externo, permite la evacuación de las heces. La maniobra de Valsalva, que aumenta la presión intraabdominal de forma voluntaria, es junto con la distensión rectal por las heces, el factor clave en la dinámica de la defecación. ETIOPATOGENIA. La diarrea aguda casi siempre se debe a infección. . Estas infecciones se adquieren a su vez en la mayoría de las ocasiones a través del agua, de los alimentos, por la vía fecal-oral, y persona a persona como ocurre en las toxiinfecciones alimentarías y en la diarrea del viajero. Otras veces es por vía aérea como en la gastroenteritis vira¡ en los niños. Otras, son el sistema inmune del sujeto o los desequilibrios de la flora intestinal, los que favorecen la aparición de cuadros infecciosos intestinales como ocurre en la diarrea secundaria al tratamiento con antibióticos o en la diarrea de los pacientes con infección por HIV. 1 tipo de gastroenteritis, su gravedad y frecuencia de presentación dependen de factores ambientales, propios del paciente, y microbianos.(Tabla 1). FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PRESENTACION DE GASTROENTERITIS. 1.Factores ambientales Estacionalidad Hospitalización, residencias guarderías, grupos. 2. Factores del huésped • Especie • Edad • Hábitos higiénicos • Acidez gástrica • Motilidad intestinal • Flora bacteriana intestinal • Inmunidad intestinal 3. Factores microbianos Toxinas • Factores de virulencia: • -fijación • -invasividad o -otros 7 FACTORES AMBIENTALES. La convivencia de los niños en guarderías, de adultos en hospitales y de ancianos en residencias, permite la difusión de factores causales de gastroenteritis. La estancia de niños y adultos y su agrupación en campamentos, restaurantes, barcos, es determinante de muchas toxiinfecciones alimentarias. La incidencia estacional, se observa en invierno en los brotes epidémicos de shighella y rotavirus, y en verano por adenovirus y salmonella. La incidencia estacional de brotes epidémicos de cólera o E. cali enterotoxigénico, se relaciona con factores climáticos, y factores ambientales que favorecen la diseminaciónpatogeniddad de los factores causales, típicamente en verano o en invierno. FACTORES DEL HUESPED. La existencia de factores específicos individuales del huésped, explica el que siendo los agentes causales ubicuos, sólo se den casos de aparición selectiva de la enfermedad dentro de una parte de entre los expuestos a estos agentes .Entre las características del paciente son importantes: la edad, los hábitos higiénicos, y las enfermedades asociadas o tratamiento farmacológico que afecten a la función gástrica, a la flora y a la inmunidad intestinal. El desarrollo de la enfermedad depende de factores propios de la especie. Muchos animales son portadores asintomáticos de salmonella, campylobacter y shigella, al no tener los receptores intestinales específicos necesarios para el desarrollo de la enfermedad. En algunos casos los factores patogénicos ej.: factores de fijación y colonización de E. col,, son específicos para las especies. Los recién nacidos están protegidos por las condiciones de la leche materna sin contaminantes bacterianos y con factores de protección asociada a ciertos componentes como la lactofemna o gammaglobutinas. En el momento del destete es cuando suele darse la diarrea con más frecuencia. En los niños las características del epitelio intestinal, la flora bacteriana, y el que los receptores específicos para las toxinas o adhesinas microbianas sean regulados durante el desarrollo, condiciona la susceptibilidad a ciertas infecciones en la infancia. En sujetos con edad avanzada, son frecuentes las alteraciones de la motilidad intestinal, y la aclorhidna, circunstancias, que favorecen las infecciones intestinales. Los hábitos higiénicos condicionan Ja cantidad de gérmenes ingeridos, siendo el inóculo un factor condicionante de la aparición de sintomatología, según los agentes. Los hábitos alimentarios son también importantes en la aparición de de la gastroenteritis vehiculizadas en cierto tipo de alimentos. 8 Acidez gástrica. La barrera gástrica reduce de forma significativa la cantidad de bacterias que pasan al intestino. En los pacientes con adorhidna, gastrectomizados o con el uso de antagonistas de receptores H2, y omeprazol la dosis infectante es, según el germen de que se trate, entre 3 y 10.000 veces menor que en sujetos normales. La frecuencia de multiplicación entérica de una cepa de vacuna de shigella, es tres veces mayor, tras la ingesta de bicarbonato sodico. El moco, la acidez gástrica y la motilidad intestinal actúan de forma conjunta, como factores protectores. La motilidad intestinal desempeña un triple papel: en la absorción de líquidos, en la regulación de la flora bacteriana normal y en la reducción del número de patógenos. La administración de anticolinégicos, reduce la absorción de suero fisiológico en un 20% en condiciones experimentales. La administración de fármacos que inhiben la motilidad intestinal aumenta el sobrecredmento bacteriano, aumenta el período de eliminación de los gérmenes. Por el contrario las deposiciones abundantes contribuyen a la eliminación de los patógenos. Flora bacteriana normal. La microflora entérica normal desempeña un papel relevante en la protección frente a la invasión por gérmenes patógenos y en el mantenimiento de las funciones fisiológicas del intestino. Está compuesta en un 99.9% por microorganismos anaerobios (1011 /g de heces normales) en su mayor parte bacteroides y menos por dostridium, peptoestreptococos y peptococos. Los aerobios están formados por E. coli io 7 /g de heces normales y en menor proporción por klebsiella, proteus y enterococos. La sustitución o desequilibrio de esta flora, por alteraciones de la motilidad, antibióticos o quimioterapia da lugar a un aumento de las susceptibilidad de adquirir infecciones intestinales nosocomiales. Incluso en gastroenteritis vira¡, se ha sugerido que aparecen desequilibrios de la flora bacteriana. En el brote de salmonelosis de Illinois en 1985, la probabilidad de adquisición de la enfermedad fue del 30% en sujetos pretratados con antibióticos, rente a 6% en no tratados. La flora intestinal normal interviene en el mantenimiento de un pH ácido y en la producción de ácidos grasos volátiles, así como en la actuación de forma sinérgica con los mecanismos del huésped que impiden la fijación de los patógenos a las células intestinales, como mecanismos de defensa ante la infección entérica. 9 Inmunidad intestinal. La inmunidad intestinal depende de elementos celulares y humorales. A la existencia de factores individuales no identificados, relacionados con el receptor para las toxinas, se ha atribuido la diferente respuesta ante la exposición a bacterias toxigénicas. Ciertos patógenos inducen una respuesta en las células epiteliales intestinales, con elevación de segundos mensajeros como el caldo. Los pacientes neutropénicos tienen un aumento de las probabilidades de sufrir una infección intestinal por gram negativos, estomatitis o enteritis necrotizante. Las infecciones gastrointestinales en sujetos con infecciones por HIV, severas y comunes, son un ejemplo de la importancia de los mecanismos inmunes en la protección frente a la gastroenteritis. Los anticuerpos intestinales desempeñan un papel frente a tos antigenos bacterianos y pueden ejercer efectos bactericidas o neutralizantes. Las enfermedades con déficit de inmunoglobulinas se han relacionado con ciertas infecciones intestinales. Ciertos patógen os son capaces de degradar la IgA, uno de los mecanismos de defensa intestinal. La leche humana confiere protección frente a las infecciones, a través de la acción de la lactofemna, lisozima, lactosa y otros componentes. FACTORES MICROBIANOS. La capacidad de un microorganismo para producir diarrea, está mediada por diversos mecanismos. 1. secreción de toxinas capaces de fijarse al epitelio intestinal e inducir la liberación de mediadores con capacidad secretora (AMPC, GMPc, eicosanoides). 2. Capacidad de adherirse al epitelio intestinal produciendo invasión y destrucción celular. 3. mecanismo mixto toxigénico e invasivo. 4. inducción de respuesta inflamatoria en la mucosa intestinal. Las bacterias de una misma especie pueden, según la cepa de que se trate, ser un componente de la flora intestinal normal, o por el contrario producir distintas patologías. Esto se debe a la existencia de diversos factores de virulencia, que puede expresarse, o no, según cada caso. Por otra parte, bacterias de diferente especie, a veces dan lugar a síndromes similares, debido a que los factores de virulencia están codificados genéticamente en los cromosomas, los fagos o en los plásmidos y pueden ser transmitidos entre bacterias, tanto de la misma como de diferente especie. 10 Entre los factores de virulencia bacteriana controlados por los mecanismos antes mencionados están: la resistencia a antibióticos, la producción de toxinas, la capacidad de invasión sobre las células intestinales, y los rasgos de adherenciaagregación bacteriana sobre el epitelio intestinal. El ejemplo más ilustrativo de diferente patogenicidad en una misma especie bacteriana, debido a la expresión de estos factores de virulencia, esta en el E. Coli. Este puede ser: 1. un componente de la flora intestinal normal 2.un componente de la flora urinaria normal 3. Enterotoxigénico (ETEC) al expresar alguno de los tres tipo de toxina termoestable (STEC), termolábil similar a la del vibrio cholerae (LTEC) o similar a la toxina de la Shigella o verotoxina (SLT), 4. Entero invasivo (EIEC) al expresar un mecanismo de adhesión local S. Productor de enterocolitis hemorrágica (EHEC), al expresar entero y citotoxinas, 6. Enteropatogénico (EPEC) al expresar factores de adherencia celular, local (LA) o de adherencia y borramiento (AE), 7. Enteroagregativo (EAEC), 8. Con factor de adherencia difusa (DAEC). De la gran variabilidad que existe a su vez dentro de cada uno de estos grupos, da una idea el que por ej. Dentro de los EHEC, aunque predomina el serogrupo 0157:1-17, existen unos 50 serogrupos que cursan con similares características clínicas. Toxinas. Las toxinas producidas por los gérmenes patógenos intestinales son de tres tipos: enterotoxinas, citotoxinas y neurotoxinas. Las enterotoxinas producen hipersecreción líquida a nivel intestinal. Las citotoxinas producen necrosis y destrucción celular intestinal. Aunque la primera se ha relacionado con la diarrea no inflamatoria y la segunda con la inflamatoria, no siempre es así. Al menos puede ocurrir en la misma infección dos fases, con ambos tipos de diarrea en varias fases evolutivas. Factor de fijación. La capacidad de los patógenos para causar enfermedad depende no sólo de la producción de toxinas, sino a veces de la capacidad de fijación a las células intestinales e invadir la mucosa. Se han identificado varios factores: 1. CFA antígeno factor de colonización. 2 Algunos gérmenes como EPEC muestran una secuencia de fijación y borramiento (AE) localizada 3. Una adherencia agregativa (AA) y adherencia difusa (DA) 11 Invasividad y otros factores. Es la capacidad de no solo fijarse a las células epiteliales sino de invadirlas y destruirlas. Otros factores son la motilidad, quimiotaxis y producción de mucinasa. También la destrucción selectiva de las células absortivas, permaneciendo indemnes las secretoras, reduciendo la capacidad absortiva CLASIFICACION. Se puede hacer por la duración, mecanismo de producción (TABLA 2), o por la forma de presentación (TABLA 3). En cuanto a la duración de la sintomatología, se considera diarrea aguda la que dura 7-14 días y crónica si 2-3 semanas. Los casos leves autolimitados duran solo 2-3 días. Atendiendo al mecanismo de producción, la diarrea ser: no inflamatoria o secretora, inflamatoria, osmótica, por motilidad intestinal alterada, o facticia .. El interés de la clasificación está en que implica diferentes agentes etiológicos, lugar de la afectación intestinal y manejo terapéutico. La diarrea no inflamatoria o secretora está mediada por toxinas que activan los mecanismos secretores intestinales. Es de características líquidas, acuosa y sin productos patológicos; se relaciona con las toxinas tipo enterotoxina y el prototipo es la que produce el cólera. Es la de espectro más severo por la grave y rápida depleción de volumen que puede llegar a producir. La diarrea inflamatoria o disentería está producida por bacterias invasivas o parásitos, o bien por citotoxinas; es un proceso destructivo y la afectación se localiza predominantemente en el colon. Puede haber proctitis en casos de enfermedades de transmisión sexual. Cursan con fiebre, dolor abdominal, y heces con sangre, moco y leucocitos; pero este síndrome clásico solo aparece en el 40% de los casos. En el resto los síntomas dominantes son diarrea inflamatoria, dolor abdominal y fiebre con más frecuencia que en los gérmenes no invasivos. En ocasiones algunas diarreas inflamatorias como son Ja producida por Sh, rhe/la o E. cali enterohemorrágico, comienzan con diarrea acuosa para luego convertirse en hemorrágica, cuando el germen invade la mucosa. El recuento de leucocitos en heces se considera positivo si es superior a 3 leucocitos por campo en 4 o más campos. . Los leucocitos en heces se ven no solo en procesos Infecciosos, sino también en enfermedad inflamatoria intestinal, colitis isquémica o por radiación. 12 LI LI En las diarreas crónicas se suelen dar otros mecanismos de producción como la diarrea osmótica, o facticia. La diarrea osmótica se debe a la presencia de substanias no absorbidas en la luz intestinal; ocurre en síndromes de mala absorción. La diarrea secundaria a motilidad intestinal alterada, se debe a tránsito acelerado; ocurre en enfermedades neurológicas o en colon irritable o por estrés psicológico. La diarrea facticia es la que se debe al abuso de laxantes. TABLA 2 MECANISMOS FISIOPATOLOGICOS DE LA DIARREA. Inflamatorio Secretor Osmotico Motilidad intestinal alterada Facticia. TABLA 3 FORMAS DE PRESENTACION DE LA DIARREA INFECCIOSA. 1.NO INFLAMATORIA O SECRETORA • Producida por enterotoxinas o tóxicos • Heces acuosas abundantes • Aumento de secreción intestinal 2.INFLAMATORIA O DISENTERIA • Producida por dtotoxinas o gérmenes invasivos • Heces hemorrágicas con pus y moco. • Aumento de secreción intestinal y/o absorción alterada • Leucocitos en heces. 13 ETIOLOGIA. La diarrea aguda casi siempre es de causa infecciosa .También puede estar producida por intoxicaciones, fármacos, nutrición entera¡, por impactación fecal o por situaciones de estrés psicológico o físico después de grandes esfuerzos. Asimismo puede ser manifestación de enfermedades del aparato digestivo, como isquemia intestinal aguda. Finalmente la diarrea aguda puede ser la primera manifestación o el principio de un cuadro de diarrea crónica secundario a tumores intestinales, hipertiroidismo, intestino irritable. A continuación se exponen los principales agentes infecciosos, tóxicos y fármacos, que producen gastroenteritis aguda. Los agentes infecciosos son los de mayor relevancia. VIRUS. Los rotavirus y virus norwalk son con diferencia de entre los virus, los agentes más frecuentes. Otros tipos como adenovirus, astrovirus, enterovirus, coronavirus y caticMrus, también pueden producir gastroenteritis. Rotavirus. Los rotavirus son virus descritos inicialmente en animales, y que en 1973 fueron descritos en Australia, Inglaterra y Canadá en humanos. . La literatura inicial les dio nombres como reovirus, orbivirus, duovirus y virus de la gastroenteritis infantil. Como resultado de su aspecto de rueda, se sugirió el término rotavirus. Se transmiten por vía fecal oral o persona a persona. La infectividad aumenta después de la exposición a pepsina y tripsina, por eliminación de la cubierta de la partícula L para convertirse en partícula D. Los rotavirus comparten un antígeno común, además del antígeno específico del serotipo. La mayor parte de las infecciones con Síntomas se producen en niños de menos de 5 años de edad. Producen cuadros estacionales "diarrea de invierno", pero se han descrito brotes en guarderías y residencias de ancianos. Cursa con diarrea, vómitos, fiebre Síntomas de vías respiratorias y deshidratación. Se ha desarrollado una vacuna segura y eficaz RRV-TV (Rhesus-Human Reassortant Rotavirus Vaccine).Virtualmente todos los niños menores de 4 años han sido infectados, lo que justificaría la vacunación universal. La RRV-TV previene el 49% de todos los episodios, el 808/o de los muy severos y el 100% de la enfermedad con deshidratación. 14 Virus Norwalk. EL virus Norwalk fue el primer virus relacionado con la gastroenteritis. . El agente Norwalk se descubrió en un brote en Norwalk, Ohio 1968 y fue identificado en 1972. El virus Norwalk y los virus relacionados o "símil-Norwalk", se conocen en la literatura como virus estructurados pequeños y redondos (small round SLVCtUt& vinises -SRSV), para diferenciarlos de otros virus pequeños redondos -SSV. Suelen producir cuadros epidémicos autolimitados y breves, más leves que los rotavirus. Producen un cuadro de instauración rápida de náuseas, vómitos diarrea, retortijones y cefaleas, con una duración de 24-48 h. Al estar vehiculizado en aguas, vegetales o mariscos crudos, se ha descrito en guarderías, campamentos, residencias, cruceros, transporte aéreo. También en brotes epidémicos, N. York 1982, con 1017 casos secundarios a la ingestión de almejas y ostras contaminadas. Se encuentra en concentraciones bajas en las heces diarreicas y es de difícil cultivo en vivo, lo que dificulta su identificación. Es resistente a agentes externos, manteniéndose infeccioso después de exposición a pH 2.7 por 3 horas, o éter al 20% por 24 horas o calentamiento a 600C por 30 minutos. Greenberg y col encontraron que el 50-80 % de los adultos en países desarrollados tenían anticuerpos. La exposición en los adultos produce unos anticuerpos e inmunidad a corto plazo, mientras que la inmunidad a largo plazo parece estar mediada por un mecanismo independiente del anticuerpo. Para la identificación se ha empleado microscopía electrónica, ELISA, aglutinación con látex, y técnicas de PCR. BACTERIAS. Staphylococcus aureus. La gastroenteritis por Staphylccxiis aureus es una toxi infección alimentana.Está mediada por varias enterotoxinas y produce un cuadro con frecuencia autolimitado de nauseas y vómito, dolor abdominal y diarrea; raramente aparece fiebre. El Staphylococus aumus prolifera en alimentos proteináceos con refrigeración inadecuada, especialmente en pastelería, o ensaladillas. En esas condiciones, produce una toxina termoestable preformada, que una vez ingerida causa la secreción intestinal de agua y iones. No se absorbe en el intestino por lo que no produce inmunización. Las cepas que lo producen con más frecuencia son la A y con menos frecuencia B, C, D, E, pero no la F. No existe riesgo de 15 transmisión secundaria, y no es necesario eliminar los estafilococos ingeridos. El diagnóstico se hace por cultivo del vómito o las heces. BaciHus cereus. La toxiinfecdón alimentaria por Sad/lus cereus, produce dos tipos de síndromes: emético o diarreico autolimitados. El primero es más común y ambos son de escasas horas de duración. El síndrome emético esta producido por una toxina preformada y termoestable, al igual que el estafilococo, especialmente presente en el arroz frito de la cocina china. Las esporas están presentes en muchos alimentos y son resistentes al calor. En el proceso de preparación del arroz, es el período de enfriado postcocción para evitar la aglomeración del arroz, lo que permite la producción incluso con bajas dosis contaminantes de 1000 bacterias /g, de una toxina, que resiste a 120 0C más de 90 mm. y por tanto el procesado para frito posterior. Es un polipéptido de bajo peso molecular y resistente a la pepsina y tripsmna. El síndrome diarreico por el contrario, está producido por la ingestión de alimentos inadecuadamente refrigerados. Resulta de la esporuladón del organismo ¡ti vivo y de la producción de una enterotoxina diferente de la anterior, la cereulina que es un dodecapéptido termolábil. Es preciso una mayor dosis contaminante del orden de 5.000.000 de BCJg para producir el síndrome. Tras 8-16 horas de incubación, necesarias para la producción de la toxina, aparece una diarrea acuosa, retortijones, rara vez aparecen vómitos o fiebre y el cuadro dura unas 36 h. De forma excepcional se ha descrito fallo hepático fulminante, con tasas séricas elevadas de cereulina. Pueden producirse además otras toxinas cuyos efectos no están bien establecidos. El tratamiento es sintomático. Clostridium perfringens. El aostridium perfringens es un bacilo gram positivo anaerobio formador de esporas, que forma parte de la flora intestinal. , Tras la ingestión de alimentos contaminados por cepas toxigénicas, tiene lugar la producción en vivo de una enterotoxina, que produce una diarrea acuosa no inflamatoria Se manifiesta por dos síndromes, el primero producido por Clostjidium perfr,ngens tipo A, propio de países desarrollados y cuadro clínico autolimitado, que no precisa tratamiento. Se debe al almacenamiento a temperatura ambiente de alimentos. Las esporas presentes en vegetales y carnes no cocinadas, germinan en los alimentos cocinados, si se mantienen después durante un período de tiempo de más de 2 h entre 15 y 650 C. 16 Aunque el C/ostridium pe,fringens se multiplica con rapidez, es preciso una dosis muy alta de gérmenes 10 para que exista infección. Es la producción de toxina lo que produce los síntomas. La tasa de ataque en individuos expuestos es de un 50%. Los Síntomas aparecen entre 8 y 24 horas post-ingesta y duran 12- 24 h. Hay diarrea y dolor epigástrico en 92 y 81 % respectivamente, siendo menos frecuentes los vómitos y fiebre. El diagnóstico se hace por la identificación en los alimentos sospechosos de más de 105 gérmenes, por la identificación de más de 106/g esporas en heces del paciente o por aislamiento del mismo serotipo en alimentos y heces. La enterotoxina es un polipéptido termolábil de pm 35 kd, que produce alteraciones metabólicas y del transporte en las células cultivadas El segundo tipo de cuadro clínico ocurre en áreas tropicales, produce un cuadro muy grave de enterocolitis necrotizante.El aostñdium perfringens tipo C produce una enteritis necrotizante conocida como pig-bel en Nueva Guinea. En la 2a Guerra Mundial se dio entre prisioneros alemanes y noruegos malnutridos con el nombre de Dambrand. Esta producido por la beta toxina del serogupo C en alimentos (cerdo) cocinados insuficientemente. La beta toxina se inactiva normalmente por efecto de las proteasas, pero en mainutridos, o cuando se ingieren inhibidores de las proteasas, produce una necrosis coagulativa transmural de la pared intestinal. Produce una mortalidad del 40% por perforación intestinal. El síndrome persiste en N. Guinea por la ingesta en fiestas rituales, de cerdo con boniatos, que contienen un inhibidor natural de la tripsina, aunque se ha identificado en otros países tropicales. SalmoneHa. La salmonellas pueden producir vanos síndromes: enteritis autolimitada, fiebre tifoidea o fiebre entérica, bacteriemia sin enfermedad metastásica diseminación, gastroenteritis, o portador asintomático. Lo más frecuente es la salmonelosis no tifoidea y es lo que se trata en este capítulo. La salmonella no tifoidea es la causa más frecuente de toxinfecdón alimentaria en USA. .Los animales son el reservono natural de la salmonella; se encuentra en animales domésticos, tortugas y en humanos .Se transmite habitualmente por alimentos contaminados aunque puede hacerlo por vía intravenosa o por material médico contaminado. Se transmite a través de la ingesta de pollos, carne de vaca o cerdo, teche, huevos, ensaladas y pasteles, quesos y alimentos preparados. Los huevos pueden transmitir la infección por estar contaminada la cáscara por heces, pero es a través de la contaminación 17 transovánca al estar contaminada la dara, como se ha producido el aumento de la infecciones en los últimos 10 años. El brote de mayores dimensiones tuvo fugar en Illinois en 1985, con 150.000 personas afectadas por la ingesta de leche pasteurizada semidescremada. El aumento de la incidencia y la aparición de cepas resistentes, se ha relacionado con el uso de dosis subterapeúticas para favorecer el crecimiento de los animales y con el uso liberal de antibióticos en humanos. Entre los factores que la favorecen están: edad inferior a 5 años, reducción de la motilidad intestinal, alteración de la flora intestinal, adorhídrica, uso de antiácidos, gastrectomía, infección HIV, enfermedades linfoproliferativas y diabetes. Aunque antes se consideraba que el inóculo infeccioso mínimo era 106 Se considera que 1000 bacterias son suficientes para producir gastroenteritis. La patogénesis no es bien conocida, los organismos invaden la mucosa de intestino delgado y grueso, y además producen una enterotoxina que aumenta los niveles de AMP cíclico del enterocito, inhibiendo la reabsorción de sodio y aumentando la secreción neta de de doro. Existen factores adicionales de virulencia no identificados. La dínica habitual es dirrea, fiebre y escalofríos, en ocasiones también nauseas, vómitos y retortijones. No suele haber leucitosis. En heces se observan leucocitos y hematíes, pero es raro ver sangre macroscópica. El hemocultivo es positivo en 5-10% y aun más en la infección por HIV. La evolución es autolimitada con desaparición de la fiebre en dos días y de la diarrea en una semana. La indicación de tratamiento antibiótico en casos de salmonelosis potencial se basa en el juicio clínico. Se hace en presencia de bactenemia o de afectación del estado general. En cambio debe iniciarse el tratamiento antibiótico sin dudar en neonatos, ancianos, o adultos con enfermedad de células falciformes, HIV o cáncer. No se recomienda el tratamiento rutinario con betalactámicos o cotrimoxazol, ni tampoco con quinolonas ya que aumentan las resistencias bacterianas y puede contribuir a la prolongación de la persistencia de la salmonella en las heces y, en algunos pacientes, a las recaídas. Shigelia. Una característica relevante de la Shigelia es que el inóculo infeccioso mínimo es muy bajo, ya que la ingestión de sólo 10 bacterias puede producir Síntomas. Debido a esto la vía más frecuente de transmisión es persona a persona, o fecal-oral en los niños, pero puede transmitirse a través de alimentos contaminados. La clínica es indistinguible la de E. col! entero-hemorrágico. Ambos comparten varias proteínas de membrana que se relacionan con la virulencia. La patogénesis de la shigeliosis está relacionada con las propiedades enteroinvasivas de la bacteria, así como con las de la enterotoxina. Producen la diseminación a 18 enterodtos adyacentes, apoptosis de los macrófagos, y lesión de las células endoteliales en la lámina propia, que producen anemia hemolítica microangiopática e insuficiencia renal secundaria en el síndrome hemolítico urémico. La shigelosis puede producir síndrome hemolítico urémico, megacolon tóxico, prolapso rectal, enteropatía pierde proteínas, convulsiones, reacción leucemoide y síndrome de Reye. El diagnóstico se hace por cultivo en sangre o en heces. El tratamiento con antibióticos sólo está indicado en disentería severa, infección en niños o en edad avanzada o en brotes en instituciones por S. flexneliL Aunque puede emplearse ampicilina están, apareciendo cepas multiresistentes por el uso indiscriminado de antibióticos. Puede emplearse cotrimoxazol o quinolonas. Campylobacter. Las diferentes especies de Campylobacter están ampliamente distribuidas como comensales en los animales domésticos y salvajes. El síndrome clínico es de una gran variabilidad. Habitualmente produce un cuadro de 12-24 h de duración con pródromos de fiebre, cefalea y malestar, seguido de retortijones y diarrea, que se resuelve en 5- 7 días. La fiebre puede ser baja o en picos altos de 40 0c. La diarrea puede ser acuosa o francamente hemorrágica. Puede afectar al yeyuno o al ileon y colon. Para su diagnóstico, cuando se sospeche, deben emplearse medios de cultivo especiales, ya que no crece en los medios de cultivo habituales. Se ha utilizado un test con técnica PCR, rápido y sin falsos positivos ni falsos negativos, aunque aun no ampliamente probado. El tratamiento habitualmente es sintomático. Listeria monocytogenes. nionocytcgenes es una causa frecuente de gastroenteritis. Se aísla con frecuencia en los alimentos y en las heces de personas sanas 1-10%, aunque no se conocen claramente ni la dosis infecciosa, ni las características del huésped que se asocian con la gastroenteritis no invasiva. • La Lite,i Produce un cuadro de diarrea, fiebre, cefalea, mialgia y retortijones. En el pasado la toxiinfección por L monocytcgenes, se caracterizaba por gastroenteritis invasiva severa; en los últimos años han aparecido brotes con fiebre y gastroenteritis sin progresión a enfermedad invasiva. En un brote debido a ingestión de leche con chocolate, que afectó a 45 personas, el período de incubación fue 20 h, la mayoría tuvo una evolución benigna y sólo 4 precisaron hospitalización. .La listena no se detecta en coprocultivos rutinarios. Para su diagnóstico tanto en la forma invasiva como no invasiva, puede emplearse un test serológico para anti-listeriolisina O. 19 D Vibrio cholerae. Se adquiere a través de agua o alimentos contaminados, precisándose un dosis contaminante muy elevada. Se manifiesta por diarrea profusa acuosa, pudiéndose eliminar vanos litros de heces al día - diarrea coleriforme- por lo cual puede aparecer rápidamente deshidratación, acidosis por pérdidas fecales de bicarbonato, e hipokaliemia. Si no se procede a rehidratación agresiva intravenosa y oral, puede aparecer shock e insuficiencia renal. Se trata con tetracidinas y cotrimoxazol. Vibrio parahemoliticus. La gastroenteritis por Vibrio parahemo/yticus, ocurre típicamente en los meses estivales por el consumo de marisco. Tras un periodo de incubación de 12 horas de promedio (entre 2 y 24 h), produce un cuadro entre moderado y severo de: diarrea acuosa, con retortijones, nauseas y vómitos, y en un 25% fiebre y tiritona. En casos raros con mayor patogenicidad puede ser invasivo y dar diarrea hemorrágica. La patogenicidad está en relación con una hemolisina termoestable. En brotes epidémicos tiene una tasa de ataque de 50%. Es importante el tratamiento de rehidratadón, no estando clara la utilidad de los antibióticos. Pueden, en casos severos, emplearse las tetracidinas. Yersinia enterocolitica. Los reservorios naturales son los animales como cerdos y vacas, por lo que las toxiinfecciones están relacionadas con la ingesta de carne y productos lácteos. Se multiplica a 4°C por lo que la refrigeración adecuada aún de carne cruda, no evita el riesgo. La cocción adecuada y la pasteurización eliminan eficazmente el microorganismo. La dosis de inóculo infeccioso mínimo es probablemente de La infección por Versinia produce además de diarrea acuosa, adenitis mesentérica, que simula con frecuencia a la apendicitis. Un 30% de los casos de diarrea se complican con eritema nodoso y poliartritis. La artritis progresa a S. de Reiter o espondilitis anquilosante en sujetos con halotipo HLA-1327.La patogénesis se relaciona con la capacidad para invadir la mucosa del ileon terminal y producir una diarrea no inflamatoria. La yersinia produce proteínas como la Invasina, que fcilitan la entrada en las células. Posteriormente emigra desde los enterocitos a los ganglios linfáticos por mecanismos no conocidos. La Versinia produce una enterotoxina termoestable similar a la del E. cv/ienteroinvasivo, pero se cree que no tiene un papel importante en relación con la diarrea, ya que se produce en cantidad máxima a 220c y no a 370C. 20 Escherichia coli. Las Esdiericlila co# son enterobacteriáceas, clasificadas según el serotipo basado en la existencia de anticuerpo contra el antígeno O (lipopolisacándo), antígeno H (flagelo) o antígeno K (polisacárido). Aunque el serotipo es útil para la investigación epidemiológica, se han identificado genes relacionados con la virulencia, para los que existen pruebas sensibles basadas en el DNA. Estos genes median la expresión de diversos factores, como son los apéndices proteináceos llamados fimbrias, relacionados con la adherencia a las células del epitelio intestinal. Estos genes son parcialmente homólogos con los de otras especies como Yersinia enteirtco/ítica. Según que expresen de los factores de virulencia o no ,el E. coli, puede ser un componente de la flora intestinal normal, o por el contrario ser patógeno. Según el mecanismo patogénico, recibe diversos nombres: enteropatogenico (EPEC), enterohemorrágico (EHEC), enterotoxigénico (ETEC) , enteroinvasivo (EIEC), enteroagregativo (EAEC), de adhesión difusa (DAEC). El enteropatogénico (EPEC) y enterohemorráagico (EHEC) expresan unas proteínas, similar al de la Yeiwía que median la adherencia a las células epiteliales y borran los microvilli. El enteroinvasivo (EEC) invade las células epiteliales debido a la posesión de un plásmido, y no precisa la disrupción de los microvilli. Los seres humanos son el reservorio para todas las cepas que producen diarrea, con la excepción del EHEC, cuyo reservono es el ganado. EPEC puede darse en brotes epidémicos en residencias. EHEC se encuentra predominantemente en países desarrollados y produce el síndrome hemolítico urémico. En cambio la diarrea del viajero está producida a partes iguales por ETEC Y EPEC. EEC es raro y relacionado con la transmisión por los alimentos. La forma de diseminación es fecal oral a través de alimentos o aguas contaminadas. El E. cali enterotoxigénico es raro en países desarrollados. Es uno de los-E. ccli que produce diarrea del viajero. Produce diversas enterotoxinas: toxina lábil LT, toxina estable ST, y Shiga-Uke toxinas SLT o verotoxinas VT. La LT es similar a la toxina del cólera y las verotoxinas similares a las de la Shfgella. Es poco virulento, precisando de un inóculo elevado 108. Tras un período de incubación de entre 12 h y días, produce un cuadro de diarrea acuosa, moderada, con nauseas, vómitos y retortijones, que suele autolimitarse en 4 ó 5 días. El E. colide adherencia difusa, está poco caracterizado, existiendo dudas de su patogeniadad, siendo de baja virulencia. En los niños mal nutridos de países no desarrollados, produce un cuadro leve con heces de volumen y aspecto casi normal. 21 El E. CbIi enteropatogénico, produce diarrea del viajero en proporción similar al ETEC. Como éste, precisa de un inóculo elevado 10 6 - 1010 tras un período de incubación de 24 horas, aparece diarrea de moderada a severa, que en niños puede ser persistente. Expresa proteínas que producen adherencia y borramiento en el epitelio intestinal. El E. coli enterohemorrágico, parece que tiene su reservorio natural en el ganado, en el que no produce síntomas por no tener receptores celulares específicos. Se han registrado brotes epidémicos en residencias, escuelas y restaurantes, secundarios a la ingestión de carne y productos lácteos. El EHEC fue identificado en 1982 en un brote de enterocolitis hemorrágica, secundaria la ingestión de hamburguesas, en Oregon y Michigan. Una tercera parte de los afectados tenían un E. Q//serotipo 0157:1-17, que se adhiere y destruye el epitelio M colon, sin invadir la submucosa. Produce enterotoxinas relacionadas con las de la shigellosis, (shigella-like toxina SLT 1 y 2) con un modo de acción idéntico. Desde entonces se ha reconocido como causa de diarreas hemorrágicas asociadas a síndrome hemolítico-urémico, o a púrpura trombótica trombocitopénica, aunque existen unos 50 serotipos más que producen esta enfermedad. Los primeros casos se presentaron con diarrea hemorrágica, dolor abdominal intenso y hemorragias parcheadas y edema en el colon, con poca a nula fiebre y sin leucocitos en heces. Posteriormente se ha comprobado que tras un período de incubación de 3-4 días, aparece diarrea acuosa, que tras 1-2 días, se convierte en hemorrágica en más del 90%. Son frecuentes las nauseas, vómitos, fiebre, distensión y dolor abdominal. Los leucocitos en heces aparecen en el 45%, y también se observa leucocituna, proteinuna y cilindros leucocitanos. La mortalidad aunque baja, se asocia con la presentación de síndrome hemolíticourémico y púrpura trombótica trombocitopénica, pero en un brote en una residencia fue de 19155 por la severidad del cuadro en pacientes de edad avanzada. El diagnóstico es difícil al no encontrarse el germen en las heces en las fases iniciales de la enfermedad. Para su cultivo deben utilizarse como screening el cultivo en agar MacKonkey, realizándose el serotipo de los E. co/Lsorbitol negativos. Se han desarrollado sistemas de diagnóstico para detección de la toxina SLT en heces, pero no se usan de forma rutinaria. Los antibióticos no se han mostrado eficaces para reducir los Síntomas ni el riesgo de complicaciones. El tratamiento es sintomático. El — Cb/i enteroinvasivo, es raro y se transmite por vía fecal-oral o alimentos o aguas contaminadas. Invade las células del epitelio intestinal, debido a la expresión de un plásmido, sin precisar la disrrupción de los microvilli. 22 Clostridium botulinum. El aostridium botulinum adquirido a través de los alimentos causa la mitad de los caso de botulismo, el resto es de las heridas o infantil. Se debe a la preparación inadecuada de conservas domésticas, aunque se han dado casos por ajos conservados en aceite no refrigerados, cebollas salteadas y ensalada de patatas. Clásicamente produce una parálisis flácida descendente. Otros síntomas son fotofobia y visión borrosa (90%), disfagia (76%) debilidad (58%) nauseas y vómitos (56%) y disfonía (55%); en la exploración se encuentra insuficiencia respiratoria, debilidad muscular, ptosis palpebral, pupilas dilatadas, sequedad de boca, hipotensión ortostática. Los síntomas se desarrollan 18-24h. Tras la ingesta y progresan a lo largo de días o semanas. El diagnóstico diferencial incluye S. Guillain -Barré, miastenia gravis, accidente cerebrovascular, intoxicación, reacción a fármacos o poliomielitis. Clostridium difficile. El aostñdium difflaie es un enteropatógeno, que infecta a la cuarta parte de los pacientes hospitalizados en EU, muchos de los cuales desarrollan diarrea y colitis. La infección suele ocurrir después de la administración de antibióticos o quimioterapia. Produce un amplio espectro de síndromes desde el portador asintomático hasta la colitis seudomembranosa con megacolon y perforación intestinal. El nombre de C. difflci/e hace referencia a las dificultades que hubo en su inicio para realizar su aislamiento microbiológico. Hoy existen medios selectivos y aunque es fácil de cultivar, su diagnóstico y tratamiento plantea numerosos problemas al clínico, y es la primera causa de infección nosocomial en algunos hospitales. PATOGENIA. La diarrea por Clostridium difflaie es una enfermedad mediada por toxinas. Se producen dos toxinas: enterotoxina (A) y citotoxina (B). Los serotipos A y B son toxigénicos y se aíslan en niños y adultos con diarrea. La enterotoxina o toxina A es el principal factor patogénico y fue descrita en 1977. Produce secreción de fluidos, inflamación y liberación de citocinas. En el colon se observan seudomembranas, rodeadas de mucosa normal, pero en casos muy evolucionados pueden ser confluentes. EL C/ostñdium diffid/e es un bacilo gram positivo anaerobio formador de esporas. Las esporas son ubicuas, resistentes al calor y permanecen en el ambiente durante meses, aunque raramente colonizan el intestino a menos que se altere la flora intestinal por el tratamiento con antibióticos. 23 El mecanismo por el cual alteran la flora intestinal no se conoce pero un requisito es la desaparición de los bacteroides. Los bacteroides, por otra parte reaparecen cuando desaparece el C. diffici/e. El tratamiento con bacteroides liofilizados elimina el C/ostikiium de la flora de los pacientes con infección recurrente por C. difflc//e. Aunque la infección por C. dífficile se ha descrito con más frecuencia con determinados tipos de antibióticos, puede ocurrir con cualquiera de ellos. Paradójicamente se han descrito casos de colitis seudomembranosa secundaria a tratamientos con metronidazol y vancomicina, precisamente los indicados habitualmente para el tratamiento de la colitis seudomembranosa. Por otra parte la colitis seudomembranosa fue descrita sin relación con los antibióticos en 1893, en una mujer joven tras gastrostomía. No se conoce la causa por la cual ante la infección algunos pacientes desarrollan la enfermedad y otros no, probablemente los factores no identificados existentes en el huésped, relacionados con el receptor para la toxina o mecanismo inmunes, sean más importantes que los factores microbiológicos. Clínica. La colitis seudomembranosa no es un cuadro exclusivo del aostridiun cuando se debe a éste, entre varios días y 3 semanas tras el inicio del tratamiento antibiótico por cualquier causa, comienza un cuadro de diarrea acuosa y retortijones, tenesmo, náuseas y vómitos. Aunque puede haber sangre en las heces la existencia de abundante sangre obliga a descartar otros cuadros. Puede haber leucodtosis y alteraciones ¡ónicas. El 50% tienen leucocitos en heces. La presencia de seudomembranas detectadas por rectoscopia, en un paciente con diarrea y que está recibiendo antibióticos es patognomónico de colitis seudomembranosa. La ausencia de seudomembranas en el recto no excluye el diagnóstico. La colonoscopia debe reservarse para los casos sin diagnóstico. En los casos severos con megacolon, después de una fase de diarrea, pueden desaparecer las deposiciones por la atonía del colon, al tiempo que se instaura un cuadro con dolor abdominal y distensión, fiebre, leucocitosis y deshidratación. El cuadro puede estar enmascarado en pacientes de edad avanzada y que han recibido antidiarreicos. Formas leves. Cursa con 2 o 3 deposiciones y molestias leves. Es rara la distensión abdominal, como la fiebre y leucocitosis. En la rectosigmoidoscopia puede haber lesiones inflamatorias parcheadas. 24 Portadores asintomáticos. Los estudios realizados en los años 80, en clínicas ambulatoria y unidades de recién nacidos, revelaron que el 50 % de los niños sanos estaban colonizados transitoriamente por cepas toxigénicas de aoszwdium dfffidlle.Generalmente la demostración por cultivo o prueba de toxina en las heces de un neonato no es una indicación de enfermedad. Es muy frecuente que los pacientes hospitalizados que reciben antibióticos se infecten por C. diffidile, y aunque la mayoría de ellos no desarrollan síntomas, si que se convierten en excretores. Aquellos portadores de serotipos toxigénicos a menudo no son transferidos a residencias asistidas por el riesgo que suponen para otros pacientes. Muchos que han sufrido colitis permanecen luego como portadores asintomático, pero cuando reciben de nuevo antibióticos, desarrollan de nuevo la diarrea. Diagnóstico. Los criterios diagnósticos deben incluir la existencia de diarrea y además uno de los dos criterios: evidencia en heces del microorganismo, sus toxinas o ambos y visualización endoscópica de datos característicos. En cuanto al método de laboratorio idóneo existe una gran confusión. A pesar de existir numerosos métodos, la mayoría de los fiables, por su complejidad, solo son utilizables en estudios epidemiológicos. Por el contrario los de aplicación más sencilla muestran una baja sensibilidad, por lo que no deben usarse como prueba única. El método de referencia es la detección de citotoxina B en heces mediante la demostración de efecto atopático sobre un cultivo celular. Las dificultades inherentes al mismo, hacen que no se utilice o esté disponible rutinariamente en la mayoría de laboratorios. Por este motivo, se recurre a técnicas como la detección de la toxina por aglutinación por látex, que es rápido y sencillo, pero no diferencia cepas toxigénicas y no toxigénicas y da falsos positivos con otras bacterias, por lo que sus sensibilidad es baja. Con la técnica de ELISA, que también es fácil y rápido en laboratorio, ocurre que es específico pero la sensibilidad es muy variable y según el método, oscila entre 63-98%, por lo que al igual que la técnica de aglutinación por látex, no debe usarse como prueba única. Los nuevos métodos que utilizan la presencia de marcadores genéticos para las toxinas A y B: immunoblot, CBH, MIPA, SDS-PAGE, REA., consiguen aumentar la especificidad y sensibilidad. El aislamiento de C.difflcile mediante el uso de medios de cultivo selectivos, es el más sensible, pero en cambio no es especifico al no diferenciar cepas toxigénicas de no toxigénicas, o colonización de infección. 25 Tratamiento. A pesar del tratamiento, las recaídas son frecuentes. Este se basa en la supresión del tratamiento antibiótico, y realizar tratamiento antibiótico específico con metronidazol o vancomicina. Prevención. Los mayores problemas se plantean en hospitales y residencias. Se recomienda la política de no realizar medidas de aislamiento estricto, a menos que no se disponga de pañales o medidas de contención que impidan la diseminación. Se recomiendan las medidas universales de protección, especialmente el lavado de manos entre el staff, y el mantenimiento de un alto índice de sospecha, para su identificación e inicio precoz del tratamiento con antibióticos. La mayoría de los pacientes presenta un cuadro autolimitado tras la supresión de los antibióticos. Una de las medidas importantes de prevención es la identificación de los pacientes de riesgo. Aquellos bajo tratamiento antibiótico tienen un riesgo 10 veces mayor de desarrollar síntomas. Por ello se recomienda el uso juicioso de antibióticos para el tratamiento de cualquier patología, durante los episodios de brotes de diarrea nosocomial. PARASITOS. Entamoeba hystolytica. En países en vías de desarrollo se producen entre 35 y 50 millones de casos anuales. La infección puede ser asintomática y se transmite vía fecal-oral o anal como enfermedad de transmisión sexual. Cursa con diarrea sanguinolenta abundante. Como complicación rara (5%) aparecen quistes en diferentes localizaciones, preferentemente en hígado. El tratamiento es con metronidazol, teracidinas, emetina o iodoquinol. Giardia lambía. Puede adquirirse por medio de aguas, alimentos contaminados o través de persona a persona. Los quistes de Giardia son muy infecciosos, sólo 10-25 quistes pueden causar la infección aunque solo 25-50% de los expuestos desarrollan síntomas. Produce un cuadro de distensión abdominal, náuseas, diarrea y anorexia, después de un período de incubación de 1-3 semanas. 26 a Para su diagnóstico existe un test para detección de antígeno en heces que es difícil al producirse la evacuación solo eventualmente. El tratamiento es con clorhidrato de quinacrine o con furazolidona. Cryptospondium. Es un protozoo identificado en humanos en 1976. Actualmente es responsable de infecciones en pacientes inmunodeprimidos, niños en guarderías y en viajeros. La prevalencia en casos de diarrea es del 1-8 %. Se han dado brotes epidémicos masivos con 403.000 casos de diarrea, por contaminación de la red de agua, en Milwaukee en 1993. Cursa con diarrea acuosa, sin sangre macroscópica. Puede haber náuseas, vómitos, fiebre y dolor abdominal. Se identifica con tinción ácido-resistente en heces. Con curso benigno y autolimitado en sujetos sanos, media de 9 días (entre 1 y 55), no precisa tratamiento. Tiene sin embargo una evolución complicada con importante morbimortalidad en sujetos inmunodepnmidos como en la infección por HIV, por lo que en estos últimos se trata con paromomicina. TOXICOS. Intoxicación por ciguatoxina. Es una neurotoxina de las algas que llega, a través de la cadena alimentaria en el mar, a unos 400 tipos de peces en aguas tropicales y subtropicales. Se cree que es producida por el dinofiagelado Gambierdiscus toxicus. No altera el color ni el sabor de los pescados contaminados. Tras la ingesta de pescado, y unas 6 horas después (entre 2 y 50 horas), aparecen síntomas gastrointestinales y neurológicos: náuseas, vómitos, diarrea acuosa, dolores abdominales, parestesias, sabor metálico, visión borrosa, fotofobia, mialgias, y sensación de frío-calor. Excepcionalmente aparece parálisis de pares craneales o parálisis respiratoria. Tiene un curso autolimitado, con duración media de los Síntomas de 8 días, pero pueden quedar alteraciones sensoriales durante meses. No se ha registrado ninguna muerte en los 335 casos informados en el CDC entre 1983 y 1987. Intoxicación por escómbridos. Algunos pescados de la familia de Scombridae y Scombersocidae, como el atún, bonito, caballa, si son ingeridos tras conservarse inadecuadamente refrigerados, producen un síndrome similar al de la reacción a la histamina. 27 El sabor del pescado es amargo, picante o metálico. La identidad de la scombrotoxina es debatida. Se ha supuesto que la gran cantidad de histidina que poseen estos pescados, si no se mantienen refrigerados, puede decarboxilarse a histamina, o bien que otros componentes pueden facilitar la absorción de esta histamina. Los síntomas comienzan entre 10 mm. y 3 horas tras ingesta con rubor, cefalea, mareo, náuseas, vómitos y diarrea. Remite en 1-6 horas. De forma excepcional puede haber shock o dificultad respiratoria, pero la mayoría de los casos no precisan un tratamiento agresivo. El diagnóstico se hace por la demostración en el pescado sospechoso de histamina superior a lOOmg/g. La sintomatología mejora con antihistamínicos antagonistas Hl o 1-12. Intoxicación por setas. Aunque los hongos pueden producir varios síndromes, el más común son nauseas, vómitos dolor abdominal y vanos Síntomas neurológicos. La mortalidad en algunas especies es muy elevada, en la Amanita phalloides alcanza 20-50% por fallo hepático y renal, precisando transplante hepático en los casos más severos. Metales pesados. La sintomatología procede de la irritación gástrica secundaria a metales como cobre, zinc, hierro o estaño. La causa de la ingestión suele ser la ingestión de alimentos o bebidas contenidas en recipientes o canalizadas en conducciones de esos metales, al tratarse de bebidas carbonatadas o de pH ácido, de forma que los metales quedan en solución. Lo típico son los recipientes galvanizados que contienen alimentos como limonada o frutas y las conducciones de sistemas de refrigeración para las bebidas gaseosas. Los Síntomas más frecuentes son: náuseas, vómitos, dolor abdominal, calambres y sabor metálico, que comienza entre 5-60 mm. Tras la ingesta. El cuadro generalmente es autolimitado en horas. El cadmio y zinc causan mialgias; el cadmio además sialorrea. Intoxicación por crustáceos. Existen tres tipos de síndromes en la intoxicación por moluscos y crustáceos: parálisis, neurotoxicidad y encefalopatía. Los tres ocurren por la contaminación de los moluscos por los dinofiagelados tóxicos de las mareas rojas. La intoxicación con parálisis se produce debido a la producción de saxitoxina por algas de las especies Protogonyaulax tamarensis y Protogonyaulax catenella, las cuales son ingeridas por mejillones u ostras. 28 El cuadro comienza 30 mm. tras Ja ingesta, con parestesias náuseas y vómitos, y en casos severos, parálisis respiratoria. El síndrome neurotóxico es producido con parestesias, sensación de frío-calor, náuseas, vómitos, ataxia unas 3 h tras ingesta. No hay parálisis. La encefalopatía por moluscos, se identificó en Canadá en 1987. En un brote epidémico, 107 personas presentaron náuseas, vómitos, diarrea y cefalea. La toxina es el ácido domóico, que emula a algunos neurotransmisores como el ácido glutámico y kaínico. Hubo 4 fallecimientos y otros presentaron déficit severos de memoria. Aunque no se han vuelto a producir más casos, los moluscos son estudiados en Canadá por cromatografía HPLC para descartar la contaminación por ácido domóico. Síndrome por monoglutamato sádico. El monoglutamato sádico, es un aditivo alimentario que se usa como potendador del sabor. La ingestión de cantidades superiores a 2-5 g, con el estómago vacío, produce un síndrome con quemazón y tirantez de la piel, náuseas y cefaleas. El comienzo es precoz y cede espontáneamente en 4 horas. Se conoce como el síndrome del restaurante chino, porque éste produd:o se usa en la cocina china. Enfermedades sistémicas, digestivas o misceláneas. Diversas enfermedades sistémicas pueden comenzar con Síntomas digestivos, como la listenosis, triquinosis, hepatitis A, brucelosis, infecciones estreptocodcas, síndrome eosinofilia-mialgia y el síndrome del aceite tóxico, hipertiroidismo. Entre los digestivos tumores intestinales, enfermedad inflamatoria intestinal, obstrucción intestinal y la isquemia mesentérica pueden debutar con diarrea aguda. Las alergias alimentarias producen un cuadro de diarreas crónicas. 29 DIARREA POR FARMACOS. La relación de fármacos que producen diarrea es muy amplia, ya que cualquier fármaco puede producirla,. De entre ellos merecen consideración especial los antibióticos y por otra parte la nutrición enteral. Antibióticos. De la diarrea relacionada con fármacos es la que tiene mayor entidad. Es de origen infeccioso sea por C. diffia/e o por otros microorganismos, aunque excepcionalmente puede ser por reacción adversa a fármacos mediada por otro mecanismo. La diarrea por C.d/fiche, se trató anteriormente de forma especifica (ver en etiología). Su causa está en el desequilibrio inducido por el uso de antibióticos, sea por vía oral o parenteral, sobre la flora intestinal normal. En el caso de ocurrir durante la hospitalización o estancia en residencias, es la flora propia de este ambiente la que determina la probabilidad de adquisición de determinados patógenos. La incidencia de la diarrea asociada a antibióticos no es bien conocida, pero se estima en un 10%, y el germen causal no suele identificarse. Aunque el más frecuente es el Clostridium diffich/e, éste, sólo llega identificarse en 20-30 % de los casos; en el resto se han identificado otros como C. pe,fringens, E. coli y virus. Los casos de diarrea asociada a antibióticos, tienen una evolución con buena respuesta a la supresión del antibiótico. Nutrición Enteral. La diarrea relacionada con la nutrición entera¡ se presenta en un 10-25% de los pacientes sometidos a este tratamiento. En cuanto al mecanismo de producción, puede deberse a causas osmóticas, cuando se utilizan fórmulas con elevada osmolandad o con lactosa. Rara vez puede deberse a contaminación bacteriana de la bolsa de nutrición, pero lo más frecuente, es que sea por factores no relacionados con la dieta, como es el caso M tratamiento antibiótico, que muchos de estos pacientes reciben por vía entera¡ o parenteral. La primera medida que se aconseja, en este caso, es la supresión del antibiótico si es posible, y además la reducción del aporte o interrupción durante unas horas, adición de lactofílus, cambio a dieta oligomenca o dieta con fibra soluble o el tratamiento con metronidazol. Finalmente, en casos severos si no se controlan en 3-5 días, es preciso pasar a Nutrición Parenteral. SITUACIONES ESPECIALES. A continuación se tratan diversos aspectos en situaciones, que por el mecanismo de producción, aspectos epidemiológicos o características del huésped tienen un origen, manejo o características que justifican su consideración de forma especial. DIARREA EN LOS NIÑOS. En los niños, con respecto a los adultos varía la frecuencia relativa de los síntomas y las secuelas de la diarrea de origen infeccioso, aunque estén expuestos a los mismos agentes que los adultos: Virus, bacterias y parásitos patógenos. Los niños sufren la gastroenteritis con más frecuencia y gravedad que los adultos debido a características de su sistema inmune, y desarrollo del aparato digestivo. Por otra parte las repercusiones son mayores, al implicar la suspensión de la nutrición, un retraso en el crecimiento. De forma inversa, los niños con mainutrición, cuando adquieren una gastroenteritis, presentan una sintomatología más prolongada.Los agentes más frecuentes son rotavirus, Campylobacter y Sa/monel/a. Los rotavirus causan la mayoría de las diarreas en los niños, con diferencia sobre cualquier otro agente. En USA es el patógeno identificado con más frecuencia en niños hospitalizados. Por contra, en los adultos, la infección por rotavirus es típicamente asintomática o solo produce ligeros síntomas. La presentación típica es después de un período de incubación de 48-72 h. de forma brusca con vómitos y diarrea acuosa, aún cuando puede haber sangre oculta en heces o hematoqueda. Es frecuente la fiebre y síntomas respiratorios. La diarrea prolongada con persistencia de los Síntomas entre 2 y 8 días suele causar deshidratación. El diagnóstico se hace generalmente por ELISA. Los resultados negativos deben interpretarse con precaución. El tratamiento se basa en la rehidratación oral, tan eficaz como la parenteral en casos leves y moderados; y en la reintroducdón precoz de la alimentación con leche o alimentos, lo cual acorta la duración de la diarrea. Los antidiarreicos no se recomiendan por los efectos secundarios potenciales, especialmente en niños pequeños. Para su prevención existe una vacuna eficaz. 31 GASTROENTERITIS EN EL ANCIANO. La diarrea es frecuente en el anciano y, aunque infravalorada, puede tener consecuencias fatales. Como indica Bennett " Quizá se subestimen las repercusiones que pueden tener en un organismo frágil, el efecto de vanas horas de hipotensión secundaria a diarrea intensa. Siendo en ellos frecuentes las enfermedades asociadas, la hipotensión puede poner en marcha insuficiencias orgánicas o infarto, que sean, induso una vez corregida la diarrea, la causa la muerte. Ocurre en la comunidad en forma de casos aislados y en instituciones, en este último caso de forma epidémica. De la incidencia en la comunidad da una idea el que en un informe del Centro de Control de Enfermedades (CDC) sobre 28.538 gastroenteritis, entre 1979-87, el 51 % ocurrieron en mayores de 75 años. El aumento fue estacional tanto en niños como en ancianos, lo que sugiere un origen infeccioso. En otro informe sobre 87.181 hospitalizaciones, la gastroenteritis estaba entre las tres primeras causas como diagnóstico al alta. Sobre 514 fallecimientos, el 85% fue en mayores de 60 años. La arterioesclerosis les predispone a mayor morbilidad y secuelas como efecto de la deshidratación. Un informe de la OMS, indica un aumento en la mortalidad de un 400% en japoneses de más de 75 años, lo que justifica que se realicen esfuerzos para identificar a los agentes etiofogicos. Las principales medidas son: 1) investigación. 2) implementar medidas contra la diseminación de patógenos, en instituciones como centros de día, hospitales. 3) inicio precoz de la rehidratadón oral.4) en el futuro de perfeccionarán las vacunas entéricas, contra patógenos específicos. Aunque la edad, no es en sí un factor de riesgo, se asocia con otros factores concomitantes que sí lo son. Entre estos factores están la estancia en residencias, mayor uso de medicamentos, y la mayor incidencia de neoplasia e isquemia mesentérica que en adultos más jóvenes. Se ha identificado la edad como factor de riesgo por ej. Para Clostridnum difficile, ya que los ancianos, están expuestos con más facilidad a C. difficile y a E. coli toxigénico. En los ancianos hay también mayor incidencia de Salmonella y Campytobacter. Contribuyen, aunque no se haya establecido su importancia relativa, los siguientes factores: 1) la alteración del sistema inmune con la edad. 2) la aclorhidna. 3) la alteración en la motilidad del colon. Por otra parte si bien en el anciano, se mantiene las cifras de leucocitos totales y subpoblaciones, no es así para otras pruebas inmunológicas, más sofisticadas. 32 Aunque la mayoría mantiene una secreción ácida normal, un 10-20% tienen adorhidria, gastritis atrófica, aclorhidna funcional por el uso de Anti H2 o inhibidores de la H/K Al? asa. Las alteraciones de la motilidad del colon se deben a estreñimiento, enfermedad neuromuscular, AVC, diabetes, artenoesderosis microvascular, y predisponen para la colonización por enteropatógenos. Los cambios en la flora intestinal con la edad, podría ser factor de riesgo, pero se necesitan más estudios que lo confirmen. Diarrea en residencias. En la sociedad occidental el número de personas de edad avanzada que viven en residencias, aumenta progresivamente. Más de 2 millones de personas viven en residencias en USA. Esto es en sí un factor de riesgo identificado para gastroenteritis, debido a las siguientes circunstancias: los trabajadores suelen compartir su jornada de trabajo en hospitales, es alta la tasa de reingresos de residentes procedentes de hospitales, son frecuentes las actividades en grupo fomentadas como actividad socializadora, y las visitas, existen numerosos casos de incontinencia fecal-oral, todo lo cual favorece la diseminación de patógenos. Los casos secundarios a otras causas exógenas como tratamiento con fármacos sobre todo los antibióticos, y nutrición entera¡, son muchos menos. El primer informe que alertó en este sentido, fue el ocurrido en 1970 en Baltimore, Maryland. En una institución con 148 residentes y 66 empleados, desarrollaron en 9 días diarrea, náuseas, vómitos y fiebre, en un 72% y 29% respectivamente. Las pruebas fueron positivas para Salmonella en 25 y 17 respectivamente. La investigación no localizó el foco. Fallecieron 25 personas (24%).En los registros M CDC entre 1981 y 1987, se recogen 122 brotes. La incidencia de brotes por institución y año fue entre el 8 y 12%. Evaluación en el anciano. El objetivo de la evaluación es iniciar el tratamiento antes de que la deshidratación sea dínicamente manifiesta. Se centrará en la historia clínica antes que en el coprocultivo, reservado para casos severos o prolongados o estudios epidemiológicos. La historia de dirigirá a identificar causas medicamentosas o, causas no infecciosas como enfermedad inflamatoria intestinal, o isquemia intestinal, que pueden desarrollarse por primera vez en su vida, en el anciano. En la exploración es de gran interés el identificar a aquellos con cambios significativos en el estado mental o con dolor abdominal, que impedirá la rehidratación oral y exigirá la evaluación en el hospital. 33 . Los signos clínicos de deshidratación observables en el adulto sano y en el niño, son, eri el anciano, inexistentes, impracticables o no fiables. La pérdida de elasticidad de la piel y la sequedad de la lengua puede ser efecto de la edad avanzada o de la medicación. La hipotensión ortostática suele ser no explorable por dificultades técnicas secundarias a limitación de la movilidad, o no valorable por interferencia con alteraciones neurológicas, cardiovasculares o medicamentosas. La exploración abdominal en cambio, es mucho más interesante. La identificación de resistencia y distensión obliga a descartar otros cuadros frecuentes como obstrucción intestinal, apendicitis o isquemia mesentérica. El megacolon tóxico por C. difficile puede presentarse sin diarrea. El tacto rectal puede mostrar impactación fecal o ser útil para una prueba de sangre oculta. Las pruebas de sangre oculta negativas, no eliminan la posibilidad de diarrea invasiva. Al igual que ocurre con los signos clínicos, los datos de laboratorio habituales, que en el adulto sano resultan útiles, son, en el anciano, no fiables. Por ejemplo, el hematocrito puede estar normal en un anciano deshidratado como efecto de una anemia anterior. El nivel de creatinina sérica puede ser normal, al ser los niveles habituales muy bajos, debido a la pérdida de masa muscular y mainutridón. . La elevación de la urea sérica o la relación BUN/creatinina, son sólo indicadores brutos de depledón de volumen intravascular. La determinación de la densidad específica del plasma es útil, pero no disponible, de urgencia, en muchos laboratorios. Quizá el test de laboratorio menos útil para la valoración de un caso aislado de diarrea sea el coprocultivo; debe reservarse para casos con fiebre elevada, sospecha de sepsis, pacientes con HIV. No es adecuado el indicar un coprocultivo, solo porque un paciente, en una residencia, presenta una deposición diarreica, ya que las pruebas realizadas habitualmente, no suelen identificar al agente en casos aislados. En cambio el realizar un test de Clostridium diffidle en heces, es mucho más probable que dé el diagnóstico. Un 10-20% de los heces examinadas en laboratorios, dan resultado positivo para C. diffidle en la mayoría de los laboratorios. Las técnicas endoscópicas, utilizadas con frecuencia para el estudio de la diarrea severa, lo son mucho menos, desde que se ha generalizado el uso de la prueba rápida para C. diffidte en heces. Las técnicas endoscópicas quedan reservadas para casos persistentes o recurrentes o sin diagnóstico con pruebas menos invasivas. 34 DIARREA ADQUIRIDA EN EL HOSPITAL. Generalidades. Generalmente tiene mayores repercusiones que la diarrea en la comunidad, debido a que se da en pacientes con peor estado general y enfermedades intercurrentes. Por otra parte aumenta la estancia hospitalaria, exponiendo al paciente al riesgo de la infección nosocomial. En USA, según el National Nosocomial Infections Study, la incidencia oscila entre 0.6-313/100 admisiones. La incidencia real es diffcil de precisar debido a que no se registran la mayoría de casos leves y autolimitados, y que muchos de ellos no se consideran de origen infeccioso como los secundarios a medicación o nutrición enteral. Generalmente, la definición más aceptada es la diarrea de nuevo comienzo, al menos tras 72 h. de hospitalización, siempre que los síntomas representen un cambio en el hábito intestinal normal del paciente, con al menos 2-3 deposiciones dianas, durante más de 2-3 días. La incidencia oscila en adultos entre 3 -281100 ingresos, según el servido y prevalencia de ciertos patógenos en cada hospital. De entre los niños son los prematuros y los menores de 5 años, los de mayor riesgo. De entre los adultos, el grupo que destaca es el de los ancianos. En mayores de 70 años, la incidencia es M 17-311100, y tienen la mayor mortalidad (21 -83 %). Causas. Como en otras situaciones, la principal causa de diarrea noscomial es infecciosa; era en los 80 la Salmonefla, en los 90 ha dejado paso al aostridium difficile en los adultos y a los rotavirus en los niños. La diarrea en el hospital puede deberse también a otras infecciones, medicación, nutrición entera¡ o enfermedades crónicas. La presencia de diarrea al ingreso suele deberse a infecciones adquiridas en la comunidad o a agudizaciones de enfermedades crónicas, como enfermedad inflamatoria intestinal. La diarrea que ocurre durante la hospitalización se debe a causas infecciosas con mayor probabilidad a medida que se alarga la estancia en el hospital. 35 Epidemiología. La diarrea en los pacientes hospitalizados, con frecuencia refleja los cambios de esta misma enfermedad en la comunidad, siguiendo a la misma en cuanto a brotes estacionales. Por otra parte tiene sus peculiaridades, al darse de forma endémica por ej. En la infección por C. diffiale. Los factores de riesgo para diarrea nosocomial son: edad, estancia hospitalaria, compañeros de habitación, antibióticos, factores múltiples. Mientras que en los niños, no se encontrado relación entre estancia hospitalaria y diarrea, en el caso de los adultos existe una relación directa, al ser mayor la probabilidad de exposición a los agentes etiológicos, por contacto personal o con el medio, además de ser mayor la probabilidad de tratamiento de riesgo como antibióticos. La posibilidad de adquirir infección por C. difficile aumenta con un compañero de habitación infectado (RR=1..73, 95%CI=1.15-2.55) aunque todos los antibióticos pueden producir diarrea nosocomial, los que presentan mayor incidencia son los que tienen amplio espectro y que incluye anaerobios ( cefalosporinas, penicilina y clindamicina), sin embargo en la mayoría de los casos no se ha determinado el agente etiológico solo 20-30%, aunque cuando se logra ,el más común es el C. difficile y en segundo lugar la Salmonella, aunque esto varía con el tipo de institución, tipo de pacientes y tipo de brote epidémico. También la incidencia de varia con la estancia hospitalaria. Importancia. En los adultos la diarrea aumenta la estancia hospitalaria en un promedio de días, y en los niños en 18 días y en el anciano se ha descrito aumento de la 8 estancia hospitalaria hasta en 36 días. Urna describe que un 33% de los pacientes con diarrea desarrollan infección nosocomial después de 5.4 días, en comparación con aquellos que no tenían diarrea con una incidencia de IN del 7%. La asociación de aumento de la mortalidad y diarrea nosocomial fue descrita en 1982,en pacientes con transplante de médula ósea, con incremento de la mortalidad en 3 veces, en aquellos con diarrea. Control de los brotes. En el hospital en donde los patógenos puede ejercer con mayor facilidad sus efectos ya que se unen la existencia de cepas resistentes a los antibióticos, con la existencia de reservonos y la de huéspedes especialmente debilitados. Para llevar a cabo su acción es preciso que se den tres condiciones: la excreción del patógeno, el acceso a la cadena de transmisión y la disponibilidad de huéspedes susceptibles. 36 A diferencia de V. cholerae o E. coti, los microorganismos como virus, Shigelia, Campylobacter, Giardia, Cryptosporidium y quizá C. difficile, tiene unas dosis infectivas muy bajas del orden de 10 a 1000 organismos. Las posibilidades de supervivencia del germen en medio adverso también son importantes. Las esporas de C. difflcile puede vivir 6 meses en las superficies. Los rotavirus pueden vivir 25 días en las superficies y 7 meses almacenados. La transmisión indirecta es la forma más frecuente (56%) de diseminación en el hospital, a través del personal o de los compañeros de habitación. La transmisión directa lo es en 22% y en otro 22% no se identificó la forma de transmisión. También dependiendo la forma de transmisión de pueden emplear medidas eficaces para su control entre las que están: énfasis en las medidas de lavado de manos, uso de guantes y de medidas de prevención entérica. Los virus son de más difícil control debido a la resistencia a los productos comerciales para desinfección (68%) y la escasez de fármacos antivirales, se emplearán las medidas tradicionales de lavado de manos, guantes y medidas de barrera. TOXIINFECCION ALIMENTARIA. Las toxiinfecciones alimentarías son un problema infravalorado. En Estados unidos los 18.335 casos anuales registrados por el CDC, solo representan una mínima parte de los totales, con frecuencia no registrados y estimados en 12.6 millones/año .Las tasas no han disminuido significativamente en la última década. En Europa existe un incremento notable, alcanzando por ejemplo dimensiones de epidemia en los años 80 para la Salmonel/a enteritidis, y la amplia difusión en los 90 de E. CbIi 0 157. Se calcula que en Europa sólo se declaran un 10% de los brotes de enfermedades de origen alimentario. España se adhirió en 1983 al Programa Europeo de Vigilancia y Prevención de Enfermedades Trasmitidas por Alimentos. En Andalucía hubo entre 1991-95, 9.705 afectados, de los cuales 1232 hospitalizados (12.7%), con 11.7 casos por brote. El agente causal, solo se confirmó en el 45-52%. Las toxiinfecciones alimentarias pueden clasificarse por su etiología o por la presentación clínica. Según TIN11NALLI en los alimentos pueden encontrarse tóxicos, microorganismos, y toxinas. Además puede haber una respuesta anómala M huésped o intolerancia alimentaria. Con todo, el 90% de todas incluidas infecciosas y no infecciosas, están producidas por: salmonella, shigelia, staphylococus y dostridium perflingens. En Andalucía entre 1991 y 1995 la gran mayoría fueron por salmonella, stafilococos y brucella o de origen desconocido. 37 Los estudios epidemiológicos revelan cambios ocasionales en estos perfiles, como en el brote de 1991 en Osaka, donde hubo 4700 casos, por alimentos de un cattering contaminados por astrovirus. Aparte de por su etiología, la clasificación por la forma de presentación clínica es una forma de clasificación para su identificación. Los principales síndromes son: nauseas y vómitos, diarrea no inflamatorias, diarrea inflamatoria, síntomas neurológicos y afectación sistémica miscelánea. Además de los estudios de laboratorio y los Síntomas, la historia clínica da a veces la clave diagnostica. El tratamiento casi siempre es sintomático. DIARREA EN LA INFECCION POR HIV. La diarrea es una de las manifestaciones más frecuentes de la infección por HIV, en las fases precoces, intermedias y finales de la infección, afectando a más M 50% de estos pacientes. Las pruebas diagnosticas deben realizarse de forma dirigida. La respuesta terapéutica es escasa, o inexistente para algunos patógenos, y por otra parte surgen resistencias a los tratamientos conocidos. En los pacientes produce un importante deterioro del estado general y mainutrición, por lo que debe realizarse la rehidrataaón por vía parenteral y de forma agresiva para reemplazar las pérdidas, junto con nutrición entera¡ o parenteral y tratamiento antimicrobiano de forma sistemática. DIARREA DEL VIAJERO. La diarrea del viajero, es una enfermedad infecciosa intestinal, que aparece en los viajeros internacionales que, procedentes de países desarrollados, llegan a países en desarrollo. El mantenimiento de los métodos higiénicos habituales en los primeros, hace que los viajeros no estén habituados, ni hayan desarrollado sistemas de defensa específicos, frente a los patógenos a los que se ven expuestos al cambiar a un medio con deficientes condiciones sanitarias. Al entrar en contacto con los virus, bacterias y protozoos, presentes en agua y alimentos contaminados, desarrollan diversos tipos de infecciones gastrointestinales, cuya principal manifestación es la diarrea aguda, con nauseas y vómitos. 38 Por lo general es una enfermedad leve, que aparece a los 2 o 3 días de la llegada. Sin tratamiento suele tener una duración de 3 o 4 días, con 4-5 deposiciones diarreicas/día, retortijones, malestar y nauseas. En solo unos pocos persiste 1 semana y es excepcional que dure más de 1 mes. Las medidas preventivas se basan en la formación en hábitos higiénicodietéticos. El aforismo" hiérbelo, cocínalo, pélalo o no lo comas " es universal. Las precauciones se refieren, por tanto, no solo al agua, frutas, mariscos o carne, sino a cualquier alimento como helados, incluso al hielo que se añade a las bebidas. Se recomienda por tanto beber sólo agua o bebidas embotelladas, refrescos, vino o cerveza y comer sólo alimentos cocinados y que no necesiten refrigeración para su conservación. La profilaxis puede hacerse con salicilato de bismuto! 6h o con doxiciclina, cotrimoxazol, o quinolonas, pero no siempre es eficaz. EL tratamiento inicial se basa en el empleo precoz de rehidratación oral, una dieta con carbohidratos complejos y baja en azúcares y en el uso de sales de bismuto 2 g/4h. Como medidas adicionales están el cotrimoxazol o quinolonas. No se recomienda el uso de antidiarreicos como loperamida o difenoxilato. Los antibióticos están indicados en caso de sospecha de Shighella, por fiebre y tiritona, o por la aparición de afectación sistémica, o por la persistencia de la sintomatología durante más de 48 h tras el tratamiento inicial antes recomendado. En caso de diarrea prolongada deben usarse pruebas en heces para Entamoeba, Giardia o Strongiloides. DIAGNOSTICO. Para el enfoque ante un caso de diarrea aguda, se debe en primer lugar valorar la gravedad y a continuación realizar un diagnóstico etiológico. Según nos encontremos en la comunidad, en Servicio de Urgencias Hospitalarias o en Unidad de Cuidados Intensivos, estos apartados tendrán ciertas peculiaridades en el diagnostico y tratamiento, por lo que se tratan mas adelante. VALORACION DE LA GRAVEDAD. EL objetivo de la valoración clínica es la distinción entre los casos leves, benignos y autolimitados de los casos con gastroenteritis dínicamente importante. En la mayoría de las ocasiones, no obstante, no es necesario ningún tipo de valoración diagnóstica ni tratamiento específico, salvo rehidratadón en su caso. Hay que tener en cuenta que según los tipos de diarrea las pérdidas hídricas pueden alcanzar entre 10 y 200 ml/Kg. peso corporal /día, lo cual supone un 20% M peso corporal que puede constituir una situación de emergencia. Los factores a identificar para una valoración correcta son: 1. gravedad de la enfermedad 2. Duración de la diarrea 3. Contexto epidemiológico, en el que aparece el caso 4. Situación del huésped en cuanto a inmunidad y defensas. En primer lugar se debe delimitar lo que se considera como diarrea: de acuerdo con los criterios establecidos, deposiciones de más de 200 g, casi siempre líquidas y aumento de la frecuencia. Se ha de distinguir de la seudodiarrea o aumento del número de deposiciones que aparecen en proctitis o de la incontinencia. Por otra parte, se valorarán los signos siguientes: sensación de sed intensa, sequedad de mucosas, y disminución de la diuresis. En una primera evaluación serán elegidos como potencialmente graves a los que presenten alguno de los siguientes signos: signos de deshidratación importante con sensación de sed o reducción de diuresis; diarrea sanguinolenta; dolor abdominal; o fiebre elevada. En la exploración física se consideran como datos que confirma la sospecha de severidad establecida en la anamnesis, los siguientes: obnubilación o disminución del nivel de conciencia, sequedad de mucosas, hipotensión ortostática, en la exploración del abdomen la presencia de resistencia, dolonmiento o signos de peritonitis. Se consideran criterios de hospitalización: diarrea hemorrágica, signos de toxicidad sistémica (obnubilación), fiebre alta, deshidratación severa, distensión abdominal. Por otra parte hay que considerar que algunas infecciones como Salmonella, Sb,ie/Ia, Yersinia y E. coli enterohemorrágico, pueden complicarse con afectación de otros órganos o sistemas: síndrome hemolítico urémico, púrpura trombótica trombocitopenica, síndrome de Reiter, pericarditis, glomerulonefritis. En cuanto a la duración de la diarrea, la persistencia de la sintomatología durante 4o5 días es un rasgo de severidad, por asociarse a microorganismos más virulentos. Entre los aspectos epidemiológicos, tienen interés desde el punto de vista diagnóstico las situaciones de: diarrea nosocomial, diarrea del viajero infección por HIV, toxiinfecdón alimentaria, que han sido tratadas en los apartados correspondientes. Para ello se determinara en la anamnesis los siguientes aspectos, que permiten una orientación diagnóstica. IJ Por la situación inmune y defensas del huésped, pertenecen a grupos de alto ne1go: los niños, sobre todo los menores de 5 años, los adultos con edad avanzada, o la coexistencia de enfermedades crónicas. PRUEBAS DIAGNOSTICAS Se realizan para valorar la afectación general y para el diagnóstico específico en los casos severos o de riesgo. Las pruebas rutinarias de laboratorio son las necesarias para valorar el estado de hidratación y sus repercusiones sobre el equilibrio ácido-base y la función renal. Para el diagnóstico etiológico, la exploración inicial en una diarrea es la determinación de leucocitos en heces con la tindón de Wright o azul de metileno. Permite la orientación diagnóstica de diarrea inflamatoria, como la de Salmone/la, Shigelia, E. cvii enteroinvasivo, Versinia o Entamoeba. Los test específicos para el diagnóstico etiológico no están indicados en todas las situaciones, y en general tienen poca utilidad práctica, salvo para estudios epidemiológicos. Debido a la complejidad de los estudios para virus y parásitos, y incluso para las bacterias,, salvo para las de determinación rutinaria como Sa/mofle//a, Sh,re//a o Campylobacter, se recomienda consultar con el microbiólogo, ya que un informe del tipo"negativo" o "no patógenos entéricos", tiene escaso valor, teniendo en cuenta las limitaciones de las técnicas rutinarias, y la gran variedad o complejidad de las específicas. La orientación, por tanto se hará en primer lugar por la anamnesis y exploración, para distinguir entre diarrea inflamatoria y no inflamatoria, y para determinar la gravedad de la situación. Como norma general los pruebas específicas solo se realizarán en los casos en las que las mismas afecten al manejo o al pronóstico. Las pruebas de laboratorio utilizadas en las gastroenteritis son Los más habituales son el coprocultivo, el examen de parásitos, tinción de heces y test de toxina de C. dhWak. A pesar de la aplicación de las pruebas diagnósticas el 20-40 % de las gastroenteritis quedan sin diagnóstico etiológico, debido entre otros factores a las dificultades por excreción intermitente más bien que continua en las heces, a la sensibilidad de las pruebas, y a las dificultades para la toma y procesamiento adecuado de las muestras. 41 Coprocultivo. Los coprocultivos se encuentran entre los test más caros y a la vez menos informativos entre los realizados para evaluar al paciente con diarrea. Se ha calculado que el coste de cada coprocultivo de rutina por resultado positivo es de 950 -1200$. Los organismos entéricos mueren si no se cultivan con rapidez. Por otra parte se encuentran en heces, en un número significativo sólo en los tres primeros días de diarrea. Tras esos días, la positividad de los cultivos disminuye del 10.9% al 1.5%, excepto para C. difficile, por lo que solo se aconseja por motivos plausibles epidemiológicos o clínicos. Se puede obtener una muestra de heces por tacto rectal o con una torunda. Una vez obtenida debe procesarse o introducirse en medio de cultivo. Si se mantienen a temperatura ambiente los enteropatógenos suelen morir mientras prolifera la flora comensal. Si no se procesan, debe mantenerse la muestra refrigerada o en medio de cultivo.Muchos enteropatógenos precisan de medios de cultivo específicos, mientras que la mayoría de laboratorios solo utilizan de forma rutinaria los métodos adecuados para aislar Salmonel/a, Sbighel/a y Campylobacter. En caso de sospecha de cualquier otro microorganismo como C. d,ffiaie, E. coli, Aeromonas o Vibrio, debe se, para que se procese en medio selectivo. Algunos microorganismos precisan temperatura o medio anaerobio específicos. Otros deben procesarse en medio microaerofilo como Campylobacter yeyun/. Examen de parásitos. Los parásitos pueden detectarse en el examen microscópico de una extensión; debido a que pueden no detectarse en una prueba, se recomienda enviar vanas muestras, aunque no existen datos en cuanto al número óptimo de éstas. La identificación de los mismos precisa de considerable experiencia en el procedimiento. Toxina de C.d/fiche A diferencia del coprocultivo, la prueba para toxina de Clost'idium diffldlle, es menos costosa y da un índice elevado de prueba positiva cuando se indica en caso de uso de antibióticos, quimioterapia, estancia en residencias u hospitalización reciente. 42 Biopsia y aspirado duodenal En diarreas prolongadas, tras ingesta de agua no potable,u otros factores de riesgo sugerentes, se explora en busca de huevos o parásitos, si hay sospecha de &laidia, Strong//o/des, C,yptospoñd/um o Isospora Be/h. Sigmoidoscopia y colonoscopia Se indica raramente y en situaciones de síntomas de proctitis (tenesmo, rectorragia), pacientes con prácticas sexuales para descartar Sh/ghel/a, Campylobacter, G,a,r/ia, o aostridium, diarrea asociada a antibióticos cuando no se diagnóstica el C diffidle por otros medios como determinación de toxina en heces y en casos de disentería que no mejoran en diez días con el tratamiento. Se realizan pruebas para estudio histopatológico y cultivo. TRATAMIENTO DE URGENCIA. El tratamiento de urgencia se basa en la rehidratación; otro aspecto complementario es la dieta. Los antibióticos y antidiarreicos tienen sus indicaciones específicas y en ocasiones son ineficaces o están contraindicados. REHIDRATACION. Es el principal elemento terapéutico, ya que en la mayoría de los casos al ser cuadros autohmitados, permiten sobrellevar la enfermedad sin mayores consecuencias, si se mantiene un adecuado nivel de hidratación durante unos días. En los casos leves y moderados puede realizarse por vía oral. En las situaciones leves, el tratamiento puede realizarse en el domicilio, y no es necesario emplear soluciones específicas, aunque se recomienda que sean soluciones que contengan sodio y glucosa, con el fin de aprovechar el mecanismo de cotransporte en la absorción de agua- sodio- glucosa- aminoácidos. Pueden emplearse agua e infusiones, refrescos sin cafeína, zumos o soluciones para rehidratadón en deportes. Estas soluciones de alto contenido energético no deben emplearse en grandes cantidades para niños de corta edad, puede producir el "squash dnnking syndrome" anorexia, diarrea, no ganancia de peso. 43 En los casos moderados, deben utilizarse soluciones específicas, como la de la OMS, que contiene sodio, glucosa, bicarbonato, y potasio en cantidades similares a las que ocasionan las pérdidas intestinales. La solución de la OMS se prepara en un litro de agua, con 20 g de glucosa, 3,5g de CI Na, 2,5g de bicarbonato sodico y 1,5 de CIK. Aunque haya nauseas, la reintroducción de pequeñas cantidades como 1 cucharada cada 10 mm., y luego pequeños sorbos, es de gran ayuda. En caso de deshidratación moderada, pero con persistencia de los vómitos, también deben recibir rehidratación IV. En los casos severos debe utilizarse la vía parenteral. Hay que tener en cuenta que según los tipos de diarrea las pérdidas hídricas pueden alcanzar entre 10 y 200 ml/Kg. peso corporal/ día, lo cual supone para un niño de 20 Kg. de peso corporal, unas pérdidas de hasta 4 1, y para un adulto más de 14 1, lo cual supone un 20% del peso corporal. Una deshidratación de esta magnitud y que ocurre en horas, puede constituir una situación de emergencia, y aunque en el contexto general de las gastroenteritis es excepcional, no lo es en las diarreas colenformes. Para los pacientes con deshidratación severa, (pérdida de peso > 10% o alteraciones del sensorio) se precisa rehidratación parenteral. El Ringer lactado es el deseable para reposición de volúmenes elevados. Como alternativa puede utilizarse una combinación con la adición a una solución de Cl Na hiposalino, de bicarbonato y CIK. Como regla general en deshidratación severa recibirán 100 ml/kg (unos 7 l para un adulto) rápidamente en 4-6 horas o en 2-4 horas si hay shock. En deshidratación moderada la cantidad es 50-75 ml/Kg.. En casos de deshidratación severa, se usará la solución OMS que tiene una composición similar a la de las perdidas gastrointestinales, mientras que los refrescos , además de contener cantidades insuficientes de Na y bicarbonato tienen una osmolaridad elevada lo cual puede agravar las pérdidas hídricas. AUMENTAQON En general debe mantenerse la ingesta durante los episodios de diarrea. Induso en los casos con nauseas y vómitos, debe mantenerse, en cuanto sea posible, aunque sean pequeños sorbos de líquidos, que ayudan en la rehidratación. Contrariamente a la creencia popular, la ingesta de alimentos no agrava la diarrea, no prolonga la evolución de la enfermedad y es una fuente de calorías para contrarrestar el estado hipercatabólico asociado a la diarrea. En los niños que no estén deshidratados deben continuar con una dieta adecuada a su edad. Los niños que estén deshidratados, también deben recibir una alimentación adecuada en cuanto hayan sido rehidratados. Más del 80% de los niños con diarrea, toleran la leche entera, que puede emplearse, si se vigilan los signos de malabsorción. 44 En los adultos, sin embargo, deben evitarse la leche ,los alimentos que contengan lactosa, cafeína, frutas que no estén maduras, y fármacos que produzcan diarrea. Se toleran bien los carbohidratos complejos arroz, cereales, patata, las carnes magras, y algunas frutas, en una dieta algo más amplia que la clásica dieta BRAT (bananas, arroz, manzana y tostadas). ANTIBIOTICOS. Los antibióticos, están indicados raramente en la diarrea infecciosa a pesar de la existencia de invasión e inflamación. De hecho el tratamiento antibiótico debe evitarse en la mayoría de los casos, ya que puede prolongar la duración de la excreción fecal de gérmenes y por tanto la contaminación, y favorece la aparición de resistencias. La mayoría de los casos se resuelve por los mecanismos de defensa del huésped. No obstante el tratamiento antibiótico está indicado en las situaciones, en las que ha demostrado claramente: reducción de la excreción fecal de gérmenes, resolución de infecciones que amenazan la vida, reducción de la duración en diarrea prolongada, aceleran la recuperación. Además de en estos casos el tratamiento antibiótico se recomienda en ancianos, colitis seudomembranosa, infecciones por protozoos y enfermedades de transmisión sexual, pacientes con disentería y siempre que haya afectación del estado general o sospecha de bactenemia. AlITIDIARREICOS. En general no deben emplearse los antidiarreicos en la diarrea inflamatoria, con heces sanguinolentas, ya que puede empeorar o prolongar el cuadro. No se recomiendan los anticolinérgicos por los efectos secundarios. Los absorbentes como caolín y pectina, disminuyen la fluidez de las heces, pero no su contenido en agua, ni el volumen total de las mismas, por lo que solo son efectivos en el tratamiento de los síntomas. De entre los antidiarreicos que pueden utilizarse para el alivio de los síntomas en caso de persistencia o severidad de los mismos tras 24-48 horas, es de elección el subsalicilato de bismuto. Este tiene propiedades antisecretoras, aumenta la reabsorción de agua y sodio, contrarresta la acción de las enterotoxinas y tiene propiedades bactericidas. 45 Los derivados de los opiáceos como la loperamida y difenoxilato de atropina, inhiben la motilidad intestinal y aumentan la absorción de sodio y agua, disminuye el número de deposiciones y los retortijones, pero deben utilizarse con precaución en la diarrea inflamatoria, ya que pueden producir empeoramiento o prolongación M cuadro. PROBIOTICOS. Se han empleado Lactobacillus, bifidobacterias y Sacharomyces boulardi en la diarrea, con resultados favorables tanto para la prevención en situaciones de riesgo como para el tratamiento, aunque el nivel de evidencia de eficacia, no permite recomendar su uso rutinario. Se ha empleado Lactobadulus case¡ en gastroenteritis vira¡ infantil, con acortamiento de la fase de diarrea. NUEVOS TRATAMIENTOS. Se ha utilizado inhibidores del calcio/calmodulina,-zaldaride-para el tratamiento de la gastroenteritis, inmunoglobulinas, y oligoscaridos unidos a un soporte inerte. Pero es en la profilaxis y en el desarrollo de nuevas vacunas en lo que existe un futuro más inmediato. ACTITUD DIAGNÓSTICO TERAPEUTICA EN LA COMUNIDAD. La gran mayoría de las diarreas leves y moderadas pueden ser tratadas en la comunidad, habitualmente con rehidratación oral y sin precisar antibióticos y excepcionalmente con antidiarreicos. Los casos que siguiendo los criterios mencionados anteriormente, reúnan criterios de gravedad en la amnamnesisexploración, diarreas persistentes, o con pertenencia a grupos de riesgo, serán derivados para su valoración en Servicios de Urgencias hospitalarias. ACTITUD DIAGNÓSTICO TERAPEUTICA EN SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIAS. Las gastroenteritis agudas junto con las infecciones respiratorias, son unas de las causas más frecuentes de consulta médica en urgencias hospitalarias. Precisarán atención especial aquellas que haya sido remitidas reuniendo criterios de gravedad o riesgo. Se prestará especial atención a aquellos con criterios de severidad moderados, procediendo a la observación durante unas horas en el mismo centro, atendiendo sobre todo a la eficacia de la rehidratación oral, aunque esta observación puede realizarse en domicilio siempre que se comprenda por los familiares la necesidad de vigilancia y reevaluación, incluso en horas. 46 Tras realizar una historia dirigida según lo descrito, lo primero será proceder a rehidratación parenteral si es necesario con control de presión venosa central en los casos severos, hasta lograr la estabilización hemodinámica, la normalización de la diuresis, la mejoría en el deterioro del estado general y la normalización progresiva de las alteraciones iónicas, incluido equilibrio ácido base. Una gran mayoría de casos, tras rehidratación parenteral en 6-12 h pueden ser dados de alta, si toleran la rehidratación oral y no tienen otros factores de gravedad añadidos. Seguidamente y con elementos diagnóstico disponibles, se hará una distinción entre las diferentes etiologías de la diarrea aguda. Merece distinción especial la identificación de isquemia mesentérica u obstrucción intestinal ya que precisaran alertar al cirujano, y quizá intervención quirúrgica urgente. En caso de diarrea infecciosa, se tomarán medidas de aislamiento tipo barrera enfermera/paciente, se tomará hemocultivo si se sospecha bacteriemia y coprocultivo si reúne las condiciones mencionadas en el apartado de diagnóstico. En general se procederá al ingreso hospitalario si la diarrea infecciosa reúne los criterios de gravedad ya desde su comienzo, o bien si persiste la situación de riesgo tras observar la evolución durante unas horas. GASTROENTERITIS EN CUIDADOS INTENSIVOS. La gastroenteritis como motivo de ingreso es excepcional en cuidados intensivos. Sólo ocurre cuando ésta se asocia con complicaciones graves como insuficiencia renal, sepsis, o más raramente por afectación orgánica severa como efecto de la hipotensión mantenida, como es el caso de agudización de isquemia miocárdica o intestinal, en edad avanzada. La diarrea es notoriamente engorrosa, causa molestias significativas para el paciente, médicos y enfermeras, y aumenta la dependencia del paciente. La diarrea durante la estancia en cuidados intensivos, es frecuente en pacientes tratados con antibióticos, antiácidos, lactulosa, nutrición entera¡ o en la fase de resolución del fleo. Las medidas habituales como interrupción del tratamiento con fármacos productores de diarrea, no suele ser factible. Si no responde a la administración de lactobadlus, dieta con fibra dietética soluble, o una pauta de metronidazol o vancomicina para C. diffidle, es preciso la interrupción/reducción de la nutrición entera¡, y si la situación se prolonga durante vanos días, se iniciara nutrición parenteral. El uso de sonda rectal, con balón, de forma intermitente, permite en casos severos aliviar el problema durante uno o dos días. 47 CONCLUSION. La Orgahizadón Mundial de la Salud estima que cada año se presentan 1,300 millones de episodios de diarrea en niños menores de cinco años en países en desarrollo (Africa, Asia, exduida China, y América Latina), que ocasionan 4 millones de muertes, relacionadas en el 50-70% con deshidratación, lo que las ubica dentro de las principales causas de defunción en estos países. La mayoría de los niños que sobreviven quedan con algún grado de desnutrición y los desnutridos, no sólo padecen con mayor frecuencia de diarrea, sino que los episodios son más graves. El tercer gran problema asociado a las diarreas, en niños mayores, es el ausentismo escolar o laboral. Las encuestas en hogares efectuadas en México en 1991 y 1993, estimaron la incidencia anual de episodios de diarrea/niño en 4.5 y 2.2, respectivamente, lo que equivale a más de 13 millones de casos menos entre esos años. Glass y col. estimaron una frecuencia de 6.5 a 11.5 episodios durante los primeros cinco años de vida de los niños en Estados Unidos de Norteamérica, con 325 a 425 defunciones cada año constituyendo la causa más frecuente de muerte prevenible a esa edad. En 1993 se informaron en México 6,748 defunciones por diarrea en menores de cinco años. Su ocurrencia es preponderante en el área rural (69.4%). El 64.5% se registra en población no derechohabiente, 71.3% con atención médica previa y 62.5% en el hogar. De acuerdo al mes de ocurrencia, hasta el año 1992, las muertes por diarrea mostraron un patrón muy similar a la variación estacional de estas enfermedades, con elevación de la mortalidad a partir del mes de mayo hasta llegar a un punto máximo durante junio-septiembre. Sin embargo, a partir de 1993 se observó disminución de la mortalidad en los meses de primavera-verano, que dejó al descubierto incrementos en los meses de enero y diciembre Los agentes etiológicos más frecuentes son, en orden decreciente, virus, bacterias y parasitos. Los virus son la causa principal de las diarreas deshidratantes en niños menores de dos años, siendo los rotavirus del grupo A, serotipos G1 y G3, los responsables de la mayoría de los episodios. La diarrea osmótica que ocasionan se debe a que lesionan en forma focal las células de las vellosidades del intestino delgado, disminuyendo la producción de las enzimas encargadas de la absorción de la lactosa, entre otros disacándos, lo que aumenta la osmolaridad en la luz intestinal y produce mayor secreción de agua que se pierde a través de las heces. 48 Sin embargo, las células de las criptas encargadas de reparar las vellosidades lesionadas, migran para substituirlas en un periodo de 24 a 72 horas, con lo que desaparece la diarrea. Las enterobactenas, como Escherichia coli, Salmonella sp, Shigella, Campylobacter jejuni y Vibno cholerae 01, producen diarrea a través de diversos mecanismos: 1. Liberación de enterotoxinas (y . cholerae 01, E. col¡ enterotoxigénica) que estimulan la adenilciclasa y aumentan la secreción intestinal de agua, sodio y cloro; 2. Enteroinvasión (E. coli enterohemorrágica) con disolución de la mucosa y del borde en cepillo y 3. Proliferación intracelular, previa invasión de la mucosa (ShigeHa) con aparición de sangre en las evacuaciones, paso de microorganismos a la circulación sanguínea (bacteremia) y algunas veces sepsis. Shigelia dysenteriae, produce además enterotoxinas que estimulan la secreción de agua y sodio en el intestino delgado y neurotoxinas que causan manifestaciones neurológicas, desde convulsiones hasta estado de coma. En los dos últimos decenios ha sido posible documentar el papel de otros patógenos como Campylobacter y Yersinia. Asimismo, se ha avanzado en los mecanismos fisio-patogénicos de las infecciones producidas por algunos tipos de Escherichia coli, aostridium difficile, Salmonefla y Aeromonas hydrophila. Algunos parásitos producen diarrea sanguinolenta (Entamoeba histolytica) o diarrea prolongada (Giardia lambía). El mecanismo de producción de diarrea es a través de enteroinvasión (E. histolytica) o enteroadhesión (G. lambía), en donde el daño más grave es de carácter nutricional. El reservorio de los agentes de las diarreas infecciosas es el hombre, exceptuando el caso de Salmonella que es de origen animal. La fuente de infección es la materia fecal del hombre infectado, sintomático o asintomático, siendo este último más peligroso ya que no presenta datos clínicos que permitan identificarlo; en el caso de algunos virus, las secreciones nasofaríngeas pueden ser el origen. La infección genera inmunidad específica, la cual es de duración prolongada en la etiología vira¡ y más corta en la bacteriana. El mecanismo de transmisión clásico es el ciclo ano-boca, entendido éste como la salida del agente infeccioso con la materia fecal y su ingestión, casi siempre a través de las manos contaminadas o de fomites. Otro mecanismo de transmisión frecuente es la ingestión de alimentos contaminados o de agua, otras bebidas o hielo, no sometidos a algún proceso de purificación. Algunos factores de riesgo en el huésped son: el estado nutricional (círculo vicioso diarreadesnutrición-diarrea); enfermedades previas de tipo anergizante (sarampión); ablactadón temprana o ausencia de alimentación al pecho materno; saneamiento deficiente (carencia de agua potable, fecalismo); falta de educación y hábitos higiénicos; ignorancia o patrones culturales adversos (suspensión de alimentos, no 49 aceptación de medidas sanitarias y de manejo oportuno del paciente), y económicos (limitantes a la incorporación de obras de saneamiento, adquisición de nutrientes y búsqueda de atención médica). Cuando el paciente presenta diarrea con otras complicaciones diferentes a la deshidratación, debe ser atendido de preferencia en un hospital con recursos materiales y humanos adecuados. En todo caso complicado, se deberá tratar simultáneamente la deshidratación utilizando los planes descritos previamente. Es conveniente, cuando se cuente con el recurso, solicitar exámenes de laboratorio y gabinete para complementar y basar el diagnóstico. Las complicaciones más frecuentes son las siguientes: a) Fiebre persistente, mayor de 38.5°C. b) Diarrea de más de 14 días de evolución (diarrea de evolución prolongada). c) Desnutrición grave (de III grado), con pérdida de 40% o más del peso que corresponda al paciente, de acuerdo a su edad y sexo. d) Presencia de otras patologías: ¡leo, sepsis, convulsiones, insuficiencia renal aguda, etc. e) Evacuaciones con moco y sangre (disentería). En todas las gastroenteritis la rehidratación oral de líquidos en forma precoz es una medida muy importante para prevenir la deshidratación o revertirla si se ha instalado. Con sólo una adecuada rehidratación, muchas de las gastroenteritis tienen una buena evolución, sin que se necesite agregar otro tipo de tratamiento. En los cuadros mas severos, a veces es necesario incluir sales de rehidratación oral, o sueros por vía endovenosa. El aporte de las calorías necesarias por día debe tenerse siempre presente; en los lactantes debe continuarse con el amamantamiento; en los niños mayores la leche será diluida con agua durante los primeros biberones. En los adultos es recomendable la ingestión de alimentos blandos y fraccionados en pequeñas raciones, evitando las verduras y frutas con mucha fibra. Los medicamentos específicos para eliminar los microorganismos, varían según cual fuera el agente causal. Los antibióticos deben prescribirse cuando la infección es de origen bacteriano: los más utilizados son la amoxicilina, cotrimoxazol, dprofioxadna, tetraciclinas, entre otros; todo depende del tipo de bacteria responsable del cuadro. 50 REFERENCIAS BIBUOGRAFICAS. 1. Álvarez Calatayud G, Manrique Martínez 1, Benito Fernández 3, Pou Fernández 1.Eds. Manual de Rehidratadón Oral. 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Los antibióticos, están indicados raramente en la diarrea infecciosa a pesar de la existencia de invasión e inflamación. De hecho el tratamiento antibiótico debe evitarse en la mayoría de los casos, ya que puede prolongar la duración de la excreción fecal de gérmenes y por tanto la contaminación, y favorece la aparición de resistencias. La mayoría de los casos se resuelve por los mecanismos de defensa del huésped. No obstante el tratamiento antibiótico está indicado en las situaciones, en las que ha demostrado claramente: reducción de la excreción fecal de gérmenes, resolución de infecciones que amenazan la vida, reducción de la duración en diarrea prolongada, aceleran la recuperación. Además de en estos casos el tratamiento antibiótico se recomienda en ancianos, colitis seudomembranosa, infecciones por protozoos y enfermedades de transmisión sexual, pacientes con disentería y siempre que haya afectación del estado general o sospecha de bacteriemia. ANTIDIARREICOS. En general no deben emplearse los antidiarreicos en la diarrea inflamatoria, con heces sanguinolentas, ya que puede empeorar o prolongar el cuadro. No se recomiendan los anticolinérgicos por los efectos secundarios. Los absorbentes como caolín y pectina, disminuyen la fluidez de las heces, pero no su contenido en agua, ni el volumen total de las mismas, por lo que solo son efectivos en el tratamiento de los síntomas. De entre los antidiarreicos que pueden utilizarse para el alivio de los síntomas en caso de persistencia o severidad de los mismos tras 24-48 horas, es de elección el subsalicilato de bismuto. Este tiene propiedades antisecretoras, aumenta la reabsorción de agua y sodio, contrarresta la acción de las enterotoxinas y tiene propiedades bactericidas. 45 Los derivados de los opiáceos como la loperamida y difenoxilato de atropina, inhiben la motilidad intestinal y aumentan la absorción de sodio y agua, disminuye el número de deposiciones y los retortijones, pero deben utilizarse con precaución en la diarrea inflamatoria, ya que pueden producir empeoramiento o prolongación del cuadro. PROBIOTICOS. Se han empleado Lactobacillus, bifidobacterias y Sacharomyces boulardi en la diarrea, con resultados favorables tanto para la prevención en situaciones de riesgo como para el tratamiento, aunque el nivel de evidencia de eficacia, no permite recomendar su uso rutinario. Se ha empleado Lactobadllus case¡ en gastroenteritis vira¡ infantil, con acortamiento de la fase de diarrea. NUEVOS TRATAMIENTOS. Se ha utilizado inhibidores del calcio/calmodulina,-zaldaride-para el tratamiento de la gastroenteritis, inmunoglobulinas, y oligoscaridos unidos a un soporte inerte. Pero es en la profilaxis y en el desarrollo de nuevas vacunas en lo que existe un futuro más inmediato. ACTITUD DIAGNÓSTICO TERAPEUTICA EN LA COMUNIDAD. La gran mayoría de las diarreas leves y moderadas pueden ser tratadas en la comunidad, habitualmente con rehidratación oral y sin precisar antibióticos y excepcionalmente con antidian-elcos. Los casos que siguiendo los criterios mencionados anteriormente, reúnan criterios de gravedad en la amnamnesisexploración, diarreas persistentes, o con pertenencia a grupos de riesgo, serán derivados para su valoración en Servicios de Urgencias hospitalarias. ACTITUD DIAGNÓSTICO TERAPEUTICA EN SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIAS. Las gastroenteritis agudas junto con las infecciones respiratorias, son unas de las causas más frecuentes de consulta médica en urgencias hospitalarias. Precisarán atención especial aquellas que hayan' sido remitidas reuniendo criterios de gravedad o riesgo. Se prestará especial atención a aquellos con criterios de severidad moderados, procediendo a la observación durante unas horas en el mismo centro, atendiendo sobre todo a la eficacia de la rehidratación oral, aunque esta observación puede realizarse en domicilio siempre que se comprenda por los familiares la necesidad de vigilancia y reevaluaaón, incluso en horas. 46 CONCLUSION. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año se presentan 1,300 millones de episodios de diarrea en niños menores de cinco años en países en desarrollo (África, Asia, excluida China, y América Latina), que ocasionan 4 millones de muertes, relacionadas en el 50-70% con deshidratación, lo que las ubica dentro de las principales causas de defunción en estos países. La mayoría de los niños que sobreviven quedan con algún grado de desnutrición y los desnutridos, no sólo padecen con mayor frecuenda de diarrea, sino que los episodios son más graves. El tercer gran problema asociado a las diarreas, en niños mayores, es el ausentismo escolar o laboral. Las encuestas en hogares efectuadas en México en 1991 y 1993, estimaron la incidencia anual de episodios de diarrea/niño en 4.5 y 2.2, respectivamente, lo que equivale a más de 13 millones de casos menos entre esos años. Glass y col. estimaron una frecuencia de 6.5 a 11.5 episodios durante los primeros cinco años de vida de los niños en Estados Unidos de Norteamérica, con 325 a 425 defunciones cada año constituyendo la causa más frecuente de muerte prevenible a esa edad. En 1993 se informaron en México 6,748 defunciones por diarrea en menores de cinco años. Su ocurrencia es preponderante en el área rural (69.4 0lo). El 64.5% se registra en población no derechohabiente, 71.3% con atención médica previa y 62.5% en el hogar. De acuerdo al mes de ocurrencia, hasta el año 1992, las muertes por diarrea mostraron un patrón muy similar a la variación estacional de estas enfermedades, con elevación de la mortalidad a partir del mes de mayo hasta llegar a un punto máximo durante junio-septiembre. Sin embargo, a partir de 1993 se observó disminución de la mortalidad en los meses de primavera-verano, que dejó al descubierto incrementos en los meses de enero y diciembre Los agentes eliológicos más frecuentes son, en orden decreciente, virus, bacterias y parásitos. Los virus son la causa principal de las diarreas deshidratantes en niños menores de dos años, siendo los rotavirus del grupo A, serotipos Gi y G3, los responsables de fa mayoría de los episodios. La diarrea osmótica que ocasionan se debe a que lesionan en forma focal las células de las vellosidades del intestino delgado, disminuyendo la producción de las enzimas encargadas de la absorción de la lactosa, entre otros disacándos, lo que aumenta la osmolaridad en la luz intestinal y produce mayor secreción de agua que se pierde a través de las heces. 48 Sin embargo, las células de las criptas encargadas de reparar las vellosidades lesionadas, migran para substituirlas en un periodo de 24 a 72 horas, con lo que desaparece la diarrea. Las enterobacterias, como Escherichia col¡, Salmonella sp, Shigella, Campylobacter jejuni y Vibno cholerae 01, producen diarrea a través de diversos mecanismos: 1. liberación de enterotoxinas (y . cholerae 01, E. coli enterotoxigénica) que estimulan la adenilciclasa y aumentan la secreción intestinal de agua, sodio y cloro; 2. Enteroinvasión (E. coli enterohemorrágica) con disolución de la mucosa y del borde en cepillo y 3. Proliferación intracelular, previa invasión de la mucosa (Shigella) con aparición de sangre en las evacuaciones, paso de microorganismos a la circulación sanguínea (bacteremia) y algunas veces sepsis. Shigella dysentenae, produce además enterotoxinas que estimulan la secreción de agua y sodio en el intestino delgado y neurotoxinas que causan manifestaciones neurológicas, desde convulsiones hasta estado de coma. En los dos últimos decenios ha sido posible documentar el papel de otros patógenos como Campylobacter y Yersinia. Asimismo, se ha avanzado en los mecanismos fisio-patogénicos de las infecciones producidas por algunos tipos de Escherichia coli, Clostridium difficile, Salmonella y Aeromonas hydrophila. Algunos parásitos producen diarrea sanguinolenta (Entamoeba histolytica) o diarrea prolongada (Giardia lambía). El mecanismo de producción de diarrea es a través de enteroinvasión (E. histolytica) o enteroadhesión (G. lambía), en donde el daño más grave es de carácter nutricional. El reservorio de los agentes de las diarreas infecciosas es el hombre, exceptuando el caso de Salmonella que es de origen animal. La fuente de infección es la materia fecal del hombre infectado, sintomático o asintomático, siendo este último más peligroso ya que no presenta datos clínicos que permitan klentiflcarlo; en el caso de algunos virus, las secreciones nasofaríngeas pueden ser el origen. La infección genera inmunidad específica, la cual es de duración prolongada en la etiología Vira¡ y más corta en la bacteriana. El mecanismo de transmisión clásico es el ciclo ano-boca, entendido éste como la salida del agente infeccioso con la materia fecal y su ingestión, casi siempre a través de las manos contaminadas o de fomites. Otro mecanismo de transmisión frecuente es la ingestión de alimentos contaminados o de agua, otras bebidas o hielo, no sometidos a algún proceso de purificación. Algunos factores de riesgo en el huésped son: el estado nutricional (círculo vicioso diarrea- desnutrición-diarrea); enfermedades previas de tipo anergizante (sarampión); ablactación temprana o ausencia de alimentación al pecho materno; saneamiento deficiente (carencia de agua potable, fecalismo); falta de educación y hábitos higiénicos; ignorancia o patrones culturales adversos (suspensión de alimentos, no 49 aceptación de medidas sanitarias y de manejo oportuno del paciente), y económicos (limitantes a la incorporación de obras de saneamiento, adquisición de nutrientes y búsqueda de atención médica). Cuando el paciente presenta diarrea con otras complicaciones diferentes a la deshidratación, debe ser atendido de preferencia en un hospital con recursos materiales y humanos adecuados. En todo caso complicado, se deberá tratar simultáneamente la deshidratación utilizando los planes descritos previamente. Es conveniente, cuando se cuente con el recurso, solicitar exámenes de laboratorio y gabinete para complementar y basar el diagnóstico. Las complicaciones más frecuentes son las siguientes: a) Fiebre persistente, mayor de 38.5°C. b) Diarrea de más de 14 días de evolución (diarrea de evolución prolongada). c) Desnutrición grave (de III grado), con pérdida de 40% o más del peso que corresponda al paciente, de acuerdo a su edad y sexo. d) Presencia de otras patologías: ¡leo, sepsis, convulsiones, insuficiencia renal aguda, etc. e) Evacuaciones con moco y sangre (disentería). En todas las gastroenteritis la rehidratación oral de líquidos en forma precoz es una medida muy importante para prevenir la deshidratación o revertirla si se ha instalado. Con sólo una adecuada rehidratación, muchas de las gastroenteritis tienen una buena evolución, sin que se necesite agregar otro tipo de tratamiento. En los cuadros mas severos, a veces es necesario incluir sales de rehidratadón oral, o sueros por vía endovenosa. El aporte de las calorías necesarias por día debe tenerse siempre presente; en los lactantes debe continuarse con el amamantamiento; en los niños mayores la leche será diluida con agua durante los primeros biberones. En los adultos es recomendable la ingestión de alimentos blandos y fraccionados en pequeñas raciones, evitando las verduras y frutas con mucha fibra. Los medicamentos específicos para eliminar los microorganismos, varían según cual fuera el agente causal. Los antibióticos deben prescribirse cuando la infección es de origen bacteriano: los más utilizados son la amoxialina, cotrimoxazol, dprofloxadna, tetraciclinas, entre otros; todo depende del tipo de bacteria responsable del cuadro. 50 REFERENCIAS BIBUOGRAFICAS. 1. Álvarez Calatayud G, Manrique Martínez 1, Benito Fernández 3, Pou Fernández 3. Eds. Manual de Rehidratadón Oral. 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