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CAMERON Y OBAMA: UNA RELACIÓN ESPECIAL, ESENCIAL Y NECESARIA
Alfredo Crespo Alcázar
Ldo. en Ciencias de la Información y en Ciencias Políticas.
Investigador Agregado del Instituto de Estudios Riojanos (IER)
Autor de “Cameron. Tras la senda de Churchill y Thatcher”1
El encuentro mantenido en Londres entre Barack Obama y David Cameron el pasado
mes de mayo supuso un ejemplo de que la relación bilateral con mayor pedigree sigue
vigente aunque entre ambos líderes no haya el grado de simbiosis que caracterizó a los
binomios Ronald Reagan-Margaret Thatcher y George W. Bush-Tony Blair. En este
sentido, a fin de evitar críticas relacionadas con un posible distanciamiento con
respecto a Estados Unidos, David Cameron ha otorgado puestos de responsabilidad en
el gabinete a consumados atlantistas como Liam Fox (Defensa) y William Hague
(Exteriores).
De Washington 2010…
El Presidente norteamericano respondía a la visita que David Cameron efectuó el
pasado mes de julio a la Casa Blanca, dos meses después de ganar las elecciones y
formar el gobierno de coalición con los liberales-demócratas de Nick Clegg. En aquella
ocasión la agenda bilateral contenía temas susceptibles de generar controversia entre
las partes (como el affaire de British Petroleum y las dosis de populismo con que
Obama lo gestionó), sin olvidar que el Primer Ministro había sido crítico durante el
1
Editado por Siníndice, Logroño, 2011, 164 págs.
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periodo 2005-2008 con las políticas neoconservadoras patrocinadas por George W.
Bush (especialmente con los conceptos de “eje del mal” o “choque de civilizaciones”)
sin que ello implicara antiamericanismo por su parte. Como ejemplo de esta tesis en
Washington afirmó que “esta alianza no está sostenida por nuestros lazos históricos, es
una asociación voluntaria que sirve a nuestros intereses nacionales. No soy ningún
soñador de las relaciones especiales, me interesa más la profundidad de esas
relaciones”2.
Ambos mandatarios expusieron su deseo de abandonar Afganistán en 2015 una vez
que el país asiático esté en condiciones de dotarse de su propia seguridad. También
tuvo protagonismo estelar la crisis económica, si bien en este punto, las soluciones
adoptadas por uno y otro difieren substancialmente, de tal manera que el
norteamericano apuesta por el keynesianismo mientras que el británico, siguiendo el
modus operandi de Margaret Thatcher 30 años atrás, se decanta por las denominadas
“medidas impopulares” centradas, esencialmente, en el necesario recorte del gasto
público.
…. A Londres 2011
Si en Washington las cuestiones de economía y las comerciales coparon el
protagonismo, en Londres han sido las relacionadas con la seguridad las que han
tenido ese rol. En efecto, durante este último año el panorama internacional se ha
visto alterado por la irrupción de una serie de desafíos como Yemen, Siria, Túnez y,
especialmente, Libia. Por ello, Obama y Cameron repasaron la trayectoria histórica de
la “relación especial”, no de modo descriptivo, sino para ilustrar que juntos lograron
hacer un mundo más seguro, especialmente frente a la tiranía del comunismo.
Entonces, años 80, apostaron por unos valores (libertad, democracia o dignidad
humana) que no sólo no han perdido su vigencia hoy en día sino que son los que
deben guiar la forma de encarar los retos del siglo XXI.
2
El País, 20 de julio de 2010.
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En el tema de Libia, Obama y Cameron han mostrado sintonía de pareceres algo que
no se reduce a apoyar militarmente a la oposición a Gadaffi, sino que va más allá. En
efecto, el objetivo final es que el régimen de aquél sea historia y que el pueblo libio
determine qué tipo de sistema político quiere para el futuro, el cual no deberá ser
producto de la imposición de los aliados, cuya misión se centrará en que la transición
se haga conforme al respeto de los derechos y libertades.
Bajo el gobierno de David Cameron, Reino Unido ha mostrado una vez más que es el
principal socio de Estados Unidos. Así, pese a las dificultades, especialmente de
carácter económico, que conlleva una operación militar como la de Libia, fue quien
primero dio su apoyo a los rebeldes libios y lo hizo mediante una política exterior (el
liberal-conservadurismo) que apoya los derechos humanos y el binomio democraciaEstado de Derecho y que en empresas complejas como Libia ha buscado el apoyo de
los Estados árabes moderados.
Conclusión
La frialdad, nunca antagonismo, que se apreció en el encuentro de Washington fue
debida a dos factores interrelacionados: por un lado, por la prioridad concedida a la
economía y por otro lado, porque las cuestiones de seguridad se referían a asuntos
heredados (Afganistán). En el meeting de Londres, por el contrario, hemos percibido
una apuesta decidida por la special relationship ahora definida como essential
relationship. La aparición de escenarios conflictivos y problemáticos la hacen más
necesaria que nunca.
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