Primer Seminario Dictum I Seminario Dictum Madrid, 4 de octubre De Derecho Mercantil d Seminarios Dictum Exposición y debate: "Reflexiones sobre la Reforma de la Ley Concursal" Prof. Dr. D. Emilio Beltrán Sánchez Director académico de Dictum Abogados, Catedrático de Derecho Mercantil de la USP-CEU Asunto profesional: “El documento público en la transmisión de participaciones sociales” Dña. Esperanza Gallego Directora jurídica de Dictum Abogados Investigación doctoral: "Las acciones rescisorias concursales en el Derecho inglés" D. Aurelio Gurrea Martínez Socio de Dictum Abogados, Abogado, Economista y Auditor. C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil Reflexiones sobre la Reforma de la Ley Concursal Emilio Beltrán Director académico de Dictum Abogados. Catedrático de Derecho Mercantil de la USP-CEU La reforma de la Ley Concursal Española 1. Del deudor: el concurso no ha de constituir un fraude ni tampoco ha de tener carácter infamante PLANTEAMIENTO 2. De los acreedores. El necesario “sacrificio”. 3. De los profesionales concursales Consideración general El problema de concepción legal - La necesidad de la reforma 1. Respecto del deudor: se le niega acudir al concurso como instrumento para la reorganización de la empresa - La reforma parcial (Real Decreto-Ley 3/2009) - Hacia la reforma integral. 2. Respecto de los acreedores: no hay incentivos para que “sustituyan” la ejecución individual por la concursal. La infrautilización del concurso de acreedores - La ineficiencia de la Ley Concursal 3. El concurso es un procedimiento lento y costoso - Las “alternativas” al concurso de acreedores La ineficiencia de la Ley Concursal 1. En la función solutoria: escaso grado de satisfacción de los acreedores ordinarios 2. En la función conservativa: prevalece la solución liquidatoria 3. El elevado coste, temporal y económico, del concurso PROBLEMAS DEL CONCURSO DE ACREEDORES El problema sociológico: la falta de “cultura” concursal LA REFORMA DE LA LEY CONCURSAL LA NECESIDAD DE MODIFICAR LAS CONCEPCIONES BÁSICAS DE LA LEY CONCURSAL - LA NECESIDAD DE UN PROCEDIMIENTO ALTERNATIVO - LA INSOLVENCIA. LA NECESIDAD DE ANTICIPAR LA APERTURA DEL CONCURSO - EL CONCURSO. LA NECESIDAD DE PROFUNDIZAR EN LA PAR CONDICIO CREDITORUM C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil - LA MAXIMIZACIÓN DEL PATRIMONIO DEUDOR: REINTEGRACIÓN DE LA MASA Y RESPONSABILIDAD DE ADMINISTRADORES LA NECESIDAD DE PROFUNDIZAR EN LA PAR CONDICIO CREDITORUM - LA EFICIENCIA DEL CONCURSO: REDUCCIÓN DE COSTES Y FINANCIACIÓN DEL CONCURSADO LAS EJECUCIONES SEPARADAS: LA DECISIÓN JUDICIAL EL PROCEDIMIENTO ALTERNATIVO LA UNIFICACIÓN DE LA GRADUACIÓN DE CRÉDITOS La conversión del “acuerdo de refinanciación” LA REDUCCIÓN DE LOS PRIVILEGIOS en un verdadero procedimiento concursal - El tratamiento de los créditos salariales Las insuficiencias de la regulación: - El privilegio de los créditos públicos - La pluralidad de vías - La falta de seriedad del acuerdo - La desaparición de los privilegios - El problema de la publicidad - El problema de las ayudas públicas a empresas LA INSOLVENCIA. LA NECESIDAD DE ANTICIPAR LA APERTURA DEL CONCURSO LA MODIFICACIÓN DEL PRESUPUESTO OBJETIVO - La deseable supresión del presupuesto objetivo del concurso voluntario: la eficacia confesoria de la solicitud del deudor. La –muy criticablesolución de la ampliación del plazo de cumplimiento del deber. - El concurso necesario. La necesidad de basar el presupuesto objetivo en la insatisfacción duradera del derecho de crédito. La flexibilización del concurso necesario en caso de ejecución infructuosa LA MEJORA DE LOS ACREEDORES INVOLUNTARIOS LA REINTEGRACION DE LA MASA REVISIÓN DE LA ACCIÓN RESCISORIA - La fijación del concepto de perjuicio (SSTS 16.9.10 Y 27.10.10) - La necesidad de atender a la existencia o no de insolvencia - La precisión del concepto de “mala fe” de la contraparte (SSTS 16.9.10 y 27.10.10) C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil LA RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES La “concursalización” de la acción social de responsabilidad La precisión del régimen de la responsabilidad concursal La “absorción” de la sanción por no promoción de la disolución. - La extensión del ámbito de aplicación LA EFICIENCIA DEL PROCEDIMIENTO - La obligatoriedad de la especialidad - Las modificaciones en el régimen jurídico LA ADMINISTRACIÓN CONCURSAL - Administrador único como regla general. - La necesidad de acreditar la formación. - La “generalización” del procedimiento LA ANTICIPACIÓN DE LA LIQUIDACIÓN EL RECONOCIMIENTO DEL MERCADO DE CRÉDITOS CONCURSALES - El nombramiento de sociedades EL PROCEDIMIENTO ABREVIADO LA FINANCIACIÓN DE LA EMPRESA CONCURSADA C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil El documento público en la transmisión de participaciones sociales Esperanza Gallego Directora jurídica de Dictum Abogados I. Consideraciones generales. 1. Siendo las participaciones derechos incorporales, los negocios que las tienen por objeto están sometidos a las <<normas sobre la cesión de créditos y demás derechos incorporales>>, esto es, a los arts. 1526 y ss. Cciv, según dispone, a mayor abundamiento el art. 120 LSC, relativo a las acciones no documentadas, que son, como las participaciones de la sociedad de responsabilidad limitada, uno de esos <<demás derechos incorporales>>. 1.1. Como es sabido, en cuanto la acción, derecho incorporal de suyo, -igual que la participación de la SL-, se incorpora al título-valor, pierde este carácter por el hecho de la unión indisoluble que eso provoca entre el derecho y el documento, adquiriendo una consistencia corpórea que hace de ella una res, un bien material. La principal consecuencia de esa incorporación consiste en que el régimen jurídico de su circulación deja de ser el propio de los derechos incorporales, para subsumirse en el específico de los títulos valores, cuya peculiaridad –que legalmente es predicable también de las anotaciones en cuenta - radica en que el ejercicio y la circulación de los derechos en ellos documentados se sustrae al régimen establecido en el Derecho Común. 1.2. Pues bien, en tanto que por disposición del art. 92.2 LSC <<las participaciones no tendrán el carácter de valores, no podrán estar representadas por medio de títulos o de anotaciones en cuenta, ni denominarse acciones>>, esto es, no pueden estar representadas por medio de soporte cartular ni informático, a diferencia de las acciones, las participaciones no pierden en ningún caso su carácter incorporal. Es decir, aunque las mismas consten en un documento, el derecho continúa siendo incorporal precisamente porque el tal documento no puede adquirir en ningún caso la consideración de título valor, de modo que la mención de aquel en este no adquiere relevancia alguna en el régimen jurídico de su circulación. En concreto, la transmisión del derecho no opera subordinada a la del documento, ni la transmisión del documento conlleva la del derecho, porque este, a diferencia de lo que sucede con la acción, no incorpora la participación, ni la representa, de donde la adquisición de esta no requiere ni la posesión de aquel, ni su transmisión. 2. En consecuencia, su régimen de circulación permanece sujeto al Derecho común de obligaciones; de modo que, tratándose de transmisión voluntaria por <<actos intervivos>>, los presupuestos de validez de los negocios que tengan por objeto participaciones sociales – salvo que el título exija uno especial- son los que prevé el art. 1261 Cciv, conforme al mecanismo que ordenan los arts. 1526 y ss, y concordantes del mismo texto legal, al tratar de la cesión de créditos y demás derechos incorporales, desarrollados, en cuanto a los requisitos de forma, por el art. 106 LSC; y, respecto a los de fondo, por los arts. 107 y 108 LSC reguladores de las restricciones a la libre transmisibilidad de las participaciones sociales. A lo C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil que ha de añadirse, para completar el proceso de adquisición, el poder de disposición del transmitente. II. Requisitos de forma. 1. La documentación pública. En cuanto a los requisitos de forma, cuando el art. 106.1 LSC dispone que <<la transmisión de las participaciones sociales, así como la constitución del derecho real de prenda sobre las mismas, deberán constar en documento público>>, induce a entender que la forma pública ha sido elevada a requisito de la validez del negocio jurídico de transmisión de participaciones; lo que es posible defender, por lo demás, en atención a consideraciones derivadas de la caracterización tipológica diseñada por la Ley para la sociedad de responsabilidad limitada. Ello no obstante del mismo precepto, y, atendiendo a razones no menos convincentes (vid. VERGEZ), es posible deducir que no hace sino corroborar, repetir, al tratar de las participaciones sociales, lo que prevén los arts. 1526, 1218 y 1280.6, todos del Cciv, al regular los requisitos formales de la cesión de créditos y demás derechos incorporales y sus efectos. Y ya que el mencionado artículo 1280.6 del Cciv. ha de ser interpretado en relación con los artículos 1278 y 1279 del mismo texto legal en el sentido de que la exigencia de forma se reduce a la facultad de las partes de compelerse al otorgamiento del documento público para obtener las ventajas que de él se derivan, habría que concluir que la LSC no ha solemnizado el negocio de transmisión de las participaciones sociales, no ha elevado la forma a requisito de validez del negocio de transmisión; sino que, siguiendo el camino trazado por los arts. 1526.1 y 1280.6 Cciv, los requisitos formales exigidos responden a una función bien de prueba, bien de eficacia frente a terceros. De otro modo, conforme al art. 1278 Cciv, el contrato será obligatorio cualquiera que sea la forma en que se haya celebrado, y ya que el art. 106.1 LSL y el art. 1280.6ª Cciv exigen documento público, eso significa, conforme al art. 1279 Cciv, que los contratantes podrán compelerse recíprocamente a llenar aquella forma desde que hubiese intervenido el consentimiento y demás requisitos necesarios para su validez; requisitos de validez que son, según he indicado arriba, los que relaciona el art. 1261 Cciv, entre los cuales no se incluye la forma (vid. en este sentido, SAP Valencia 24 septiembre 2002, SAP Sevilla de 13 diciembre 2000). Asimismo, conforme a ello, según dispone el art. 1526 Cciv, la forma pública tiene únicamente la función de permitir el perjuicio de terceros en el sentido de que respecto de ellos es oponible la cesión desde que deba tenerse por cierta la fecha del documento en que ha quedado plasmada. La cesión no documentada públicamente no es inválida, ni ineficaz ni siquiera con relación a tercero. Lo único que ocurre es que, faltando la forma pública, la adquisición del derecho por el cesionario, que se produce con independencia de ella, no será oponible a los terceros, no les perjudicará, de modo que estos pueden utilizarla en todo lo que les beneficie, pero no se les podrá oponer en lo que les perjudique. Se trata de una norma <<procesal>> que especifica un medio de prueba contra tercero de la existencia de una cesión en una determinada fecha para que los terceros acreedores del cesionario- no puedan resultar defraudados por simulación de una cesión de fecha anterior. No es una norma <<sustantiva>>, y menos un elemento contractual que les permita arbitrariamente una desvinculación libre de sus anteriores compromisos. 2. La comunicación a la sociedad. La sociedad es un tercero, pero recibe un tratamiento especial, puesto que el sentido de las normas que la protegen es el de que la cesión no le sea oponible si ella no tiene conocimiento de la misma. Así se expresa terminantemente el art. 1527 Cciv cuando dispone que <<el deudor, que antes de tener conocimiento de la cesión C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil satisfaga al acreedor, quedará libre de la obligación>>, e igualmente la LSC. En efecto, al regular el régimen general de transmisión de las participaciones, la LSC, ha puesto de manifiesto algo que resulta obvio en el propio proceso de la cesión de los derechos de crédito y demás derechos incorporales. Un primer estadio constituido por el negocio de transmisión –y otros elementos del supuesto de hecho transmisivo, sustancialmente el poder de disposición del titular-, que se refiere exclusivamente a una relación entre las partes, transmitente y adquirente, esto es, tiene carácter bilateral; y un segundo momento en que el adquirente se legitima frente al deudor cedido, es decir, la sociedad, para ejercitar el derecho correspondiente. A esta idea responde el art 106.2 LSC cuando dispone que el <<adquirente de las participaciones sociales podrá ejercer los derechos de socio frente a la sociedad desde que esta tenga conocimiento de la transmisión>>. Este precepto es tajante, pues, al indicar que, concurriendo el poder de disposición, sólo el negocio de transmisión concertado entre las partes es determinante para la adquisición de las participaciones; pues es una vez adquiridas conforme a él cuando hay que poner la transmisión en conocimiento de la sociedad y eso únicamente para que el nuevo socio pueda ejercer los derechos que derivan de su titularidad frente a la sociedad. Exactamente la misma ordenación que expresa el art. 1527 Cciv para la cesión del crédito. Parece que el conocimiento puede ser adquirido de cualquier forma. Es cierto que como del mismo depende el ejercicio de los derechos del socio por parte del adquirente, lógicamente será este el primer interesado en procurárselo, y la manera más fácil de hacerlo es mediante una comunicación a la sociedad del hecho de la transmisión. Pero en modo alguno es seguro que la Ley restrinja el conocimiento a una previa notificación del adquirente. Lo relevante, de interpretarse literalmente el precepto, es el dato de hecho de que la sociedad lo conozca, sin mayores precisiones; si bien, es necesario observar que tal conclusión no está exenta de serios inconvenientes. Es incompatible con la eventual existencia de un derecho del adquirente a decidir si desea legitimarse ante la sociedad. Y, sobre todo, con el derecho-deber de la sociedad a controlar el cumplimiento de los requisitos y formalidades que habilitan la transmisión. De otro lado, es obvio que la referencia que el art. 106.2 LSC efectúa al conocimiento por la <<sociedad>> ha de entenderse realizada a los administradores, por disposición expresa del art. 64 LSL, pues estos son los únicos que ostentan el poder de representación orgánica de la misma. La junta de socios no tiene poder alguno en este ámbito, sino que ha de limitarse a reconocer que el adquirente puede ejercer los derechos de socio desde que los administradores, como exclusivos representantes orgánicos de la sociedad, tuvieron conocimiento de la transmisión. 3. La inscripción en el Libro Registro de Socios. Según se desprende del mencionado art. 106.2 LSC, la legitimación para el ejercicio de los derechos de socio se anuda al conocimiento por la sociedad de la transmisión. Eso no obstante, el art. 104.2 LSC dispone que <<la sociedad solo reputará socio a quien se halle inscrito en el libro registro de socios>>. Por tanto, si se atiende a este último precepto, la legitimación no deriva del mero conocimiento por la sociedad, sino de un acto ulterior cual es la inscripción en el libro registro de socios. La antinomia deriva de la modificación que efectuó la actual LSC en el texto de la LSL. Se limitó a trasladar a la SL la disciplina prevista para la SA al respecto de la función asignada al libro registro de C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil acciones nominativas, sin detenerse a considerar la contradicción en que se incurriría si, a la vez, no se modificaban las normas sobre legitimación propias de la SL, que discurrían al margen del libro registro de socios. Todo ello, a pesar de que el mandato consistía en regularizar, aclarar y armonizar. En efecto, aunque el art. 27 de la LSL ordenaba llevar a la sociedad un libro registro de socios la Ley era clara al privar de toda eficacia a la inscripción de la transmisión a efectos de legitimación del nuevo socio. A diferencia de lo que sucedía en el caso de las acciones nominativas en la sociedad anónima, la inscripción en el libro registro no era determinante de la legitimación, ya que, conforme al art. 26 LSL, hoy 106 LSC, el adquirente podía ejercer sus derechos desde que la sociedad tuviera conocimiento de la transmisión. La función del libro registro de socios era, pues, puramente informativa, restringida a los propios socios que son los únicos que podían examinarlo, y probatoria para los socios y titulares de derechos o gravámenes que son quienes podían obtener una certificación de los extremos inscritos a su nombre. A estas funciones se añade ahora la de la legitimación para el ejercicio de los derechos de socio que, sin embargo, continúa, a la vez, anudada al mero conocimiento por la sociedad. A fin de salvar la contradicción se abren dos posibilidades. O bien, considerar que, como norma posterior, el art. 104.2 LSC ha derogado al art. 106.2 LSC en tanto este último reproduce la disciplina del derogado art. 26 LSL. O bien, entender que el conocimiento al que alude el art. 106.2 LSC únicamente puede derivar de la inscripción en el libro registro de socios. De cualquier modo, estimo que el sistema ha cambiado en relación con el previsto en la LSL puesto que la oponibilidad a la sociedad de la condición de socio adquirida deriva únicamente de la inscripción en el citado libro y no también del mero conocimiento por la sociedad. C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil Las acciones rescisorias concursales en el Derecho Inglés Aurelio Gurrea Martínez Socio de Dictum Abogados, Abogado, Economista y Auditor. 3.2.1. La importancia del concepto Sumario. I. INTRODUCCIÓN 3.2.2. Regalos y transacciones en las que el deudor no recibe contraprestación 1. Concepto, función y racionalidad económica de las acciones rescisorias concursales 3.2.3. Transacciones en las que el deudor recibe una contraprestación inferior: el concepto de <<undervalue>> y la valoración de la contraprestación 2. Las acciones rescisorias concursales en la Insolvency Act 1986 2.1. Tipología de acciones rescisorias 2.2. Delimitación objetiva, subjetiva y territorial de las acciones rescisorias previstas en el Derecho inglés 3.3. El <<tiempo relevante>> para la rescisión de las transacciones en un <<undervalue>> 3.3.1. Requisito temporal: el periodo sospechoso 3.3.1.1. El periodo sospechoso de dos años II. LA RESCISIÓN DE LAS DENOMINADAS <<UNDERVALUE TRANSACTIONS>> 3.3.1.2. La irrelevancia de las condiciones personales de la parte in bonis 1. Concepto y finalidad 3.3.1.3. Dies a quo: problemas y vicisitudes del comienzo del procedimiento de insolvencia 2. Evolución histórica 3. Presupuestos 3.1. Las transacciones realizadas por el deudor en un <<undervalue>> 3.1.1. Contenido y alcance del concepto de <<transacción>> 3.1.2. La necesaria intervención directa o indirecta del deudor 3.2. El concepto de <<consideration>> en el Derecho inglés 3.3.2. Requisito financiero: el estado de insolvencia del deudor 3.3.2.1. El concepto de insolvencia en el Derecho inglés 3.3.2.2. La prueba de la insolvencia A) Las particularidades de las personas relacionadas al deudor B) Los denominados <<certificados de solvencia>> C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3 I Seminario Dictum De Derecho Mercantil 4. Las excepciones al régimen general de rescisión concursal en situaciones de <<undervalue>>: las transacciones legalmente <<irrescindibles>> 3.3.1. Introducción 3.3.2. Requisito temporal: el periodo sospechoso 3.3.2.1. El periodo general de seis meses III. LA RESCISIÓN DE LAS PREFERENCIAS 1. Concepto y finalidad 2. Evolución histórica 3.3.2.2. El periodo de dos años en los casos de personas relacionadas con el deudor 3.3.2.3. Dies a quo: problemas y vicisitudes del comienzo del procedimiento de insolvencia 3.3.3. Requisito financiero: el estado de insolvencia del deudor 3. Presupuestos 3.1. El otorgamiento de preferencias sobre deudas preexistentes 3.1.1. Concepto de preferencia 3.1.2. La función de las preferencias III. EL EJERCICIO DE LAS ACCIONES RESCISORIAS CONCURSALES 3.1.3. La necesidad de existir una deuda preexistente 3.2. La necesaria influencia del acreedor IV. LOS EFECTOS DE LA RESCISIÓN CONCURSAL 3.2.1. Régimen general 3.2.2. Las particularidades de las personas relacionadas al deudor V. CONCLUSIONES 3.3. El <<tiempo relevante>> para la rescisión de las preferencias C/ Marqués de la Ensenada 14-16, planta 1ª, oficina 17 - 28004 Madrid. Tel. 913 913 399 – Fax 913 084 209 3