1 242-2009 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de

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242-2009
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las nueve
horas y treinta y dos minutos del día siete de mayo de dos mil diez.
A sus antecedentes el escrito firmado por el señor Ángel Gabriel Doño Morales,
mediante el cual hace uso de la audiencia que le fue conferida con el objetivo que se
pronunciara sobre la posibilidad de decretar el sobreseimiento de este proceso de amparo.
Previo a continuar con la tramitación del presente proceso, se estima necesario
efectuar las siguientes consideraciones:
I. 1. Mediante resolución emitida por este Tribunal a las ocho horas con cuarenta y
un minutos del día 2-XII-2009, se admitió la demanda presentada, la cual se circunscribió
al control de constitucionalidad de las siguientes actuaciones: (a) la resolución pronunciada
por el Juez Tercero de lo Civil de esta ciudad, a las quince horas con cincuenta y cinco
minutos del día 18-XI-2008, dentro del juicio ejecutivo clasificado bajo el número de
referencia 873-EC-2000, a través de la cual se ordenó la venta en pública subasta de los
bienes embargados en dicho juicio tomando como base el valúo efectuado por los peritos
nombrados con anterioridad y se señaló para ello las once horas del día 27-XI-2008; (b) la
resolución emitida por esa misma autoridad judicial, el día 27-XI-2008, mediante la cual se
declaró sin lugar la solicitud de nulidad formulada por el apoderado del ahora demandante;
y c) la resolución proveída a las diez horas con siete minutos del día 23-II-2009, por medio
de la cual se adjudicaron en pago los inmuebles embargados a favor de la asociación
ejecutante.
Dicha admisión se debió, principalmente, a que con dichas resoluciones la autoridad
demandada presuntamente habría vulnerado los derechos constitucionales de audiencia,
defensa –como manifestaciones concretas del debido proceso–, seguridad jurídica,
igualdad, petición y propiedad del peticionario. Del mismo modo, sobre la base de lo
anterior, se decretó la suspensión de los efectos del acto reclamado, todo ello mientras se
mantuviesen las circunstancias apreciadas liminarmente para la adopción de tal medida
precautoria.
2. Ahora bien, en el informe justificativo que le fue requerido a la autoridad
demandada de conformidad a lo establecido en el artículo 26 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales, ésta expresó que: “… en resolución pronunciada por la Cámara Segunda
de lo Civil de la Primera Sección del Centro a las catorce horas con treinta minutos del día
[9-X-2009], en el recurso de revisión en la ejecución de sentencia ejecutoriada […], ese
Tribunal declaró nulo todo lo actuado a partir […] del auto en que se ordena la venta en
pública subasta de los bienes embargados, específicamente en lo concerniente al
nombramiento de oficio de los peritos valuadores de tales bienes raíces, declarándose en
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consecuencia nul[a] […] la adjudicación en pago de [esos] bienes raíces a la parte
actora…” (resaltado suprimido).
3. De la misma forma, con el objeto de salvaguardar el derecho de defensa del
pretensor, se le concedió audiencia para que se pronunciara sobre la posibilidad de decretar
el sobreseimiento en este amparo por concurrir la causal contenida en el artículo 31 número
5 de la Ley de Procedimientos Constitucionales.
Así, se advierte que en el escrito por medio del cual el peticionario hace uso de la
audiencia conferida, relacionado al inicio de este proveído, éste manifiesta que: "… [s]i
bien es cierto ese Tribunal declaro [sic] nulo todo lo actuado a partir del auto en que se
ordena la venta en pública subasta de los bienes embargados, específicamente en lo
concerniente al nombramiento de oficio de los peritos valuadores […] [y] la adjudicación
en pago de esos bienes raíces a la parte actora […], el Juez no ha enviado el oficio
respectivo al Registrador de la Propiedad Raíz e Hipotecas, por lo que no existe una
indudable cesación de los efectos de la actuación u omisión impugnada, existiendo todavía
los efectos del acto reclamado, ya que los inmuebles adjudicados en pago se encuentran en
la misma situación jurídica [en] que estaban después de la venta en pública subasta…".
II. Determinados los argumentos planteados por la parte actora y los alegatos
esgrimidos por la autoridad demandada, es necesario exteriorizar brevemente los
fundamentos jurídicos en que descansará la presente decisión.
Tal como ha sostenido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, desde épocas de
nuestra antigua "Ley de Amparos" (1950), se establecía la imposibilidad material de entrar
a juzgar el caso planteado cuando los efectos del acto reclamado ya habían cesado o
desaparecido, por ser un elemento constitutivo indispensable del objeto de la pretensión de
amparo. En efecto, en el artículo 31 de dicha ley se prescribía atinadamente que el amparo
era improcedente: "(…) 4°. Cuando han cesado los efectos del acto reclamado (…)";
precisamente por carecer de objeto un desenvolvimiento procesal ulterior.
En nuestra actual Ley de Procedimientos Constitucionales se retoma esta
imposibilidad de juzgar el caso planteado cuando han cesado los efectos del acto
reclamado, con la variante que se establece como causal de sobreseimiento. En efecto, el
artículo 31 del citado cuerpo normativo establece que: "El juicio de amparo terminará por
sobreseimiento en los casos siguientes: (…) 5°) Por haber cesado los efectos del acto
reclamado (…)".
Con esto, entiende esta Sala, no se quiso decir que este supuesto sólo puede ser
sujeto de sobreseimiento; todo lo contrario, habrá que interpretar que, si bien se puede
terminar anormalmente un amparo en aquellos casos en que el cese se descubra en
posteriores etapas del procedimiento o cuando hayan cesado los efectos hasta con
posterioridad a la admisión de la demanda, también pueda ser que, habiendo terminado los
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efectos antes de la promoción del amparo, este vicio sea percibido in limine litis y,
consecuentemente, ser sujeta la demanda a un rechazo a través de la figura de la
improcedencia.
La jurisprudencia de este Tribunal así lo ha establecido en innumerables ocasiones,
cuando afirma, por ejemplo, que el proceso constitucional de amparo carece de objeto y
termina anormalmente cuando han cesado los efectos del acto reclamado, cese producido
por la no subsistencia –en la prosecución del proceso– del sustrato fáctico de la pretensión
que lo originó. Y es que, tomando en consideración que la base para darle trámite al
proceso de amparo es la configuración de una pretensión constitucional que ataca
actuaciones u omisiones administrativas o jurisdiccionales, cuando esta base se destruye
por desaparecer el sustrato fáctico lógico de las pretensiones, es decir, cuando desaparecen
las actuaciones, omisiones, o sus efectos, el proceso de amparo ya no tiene razón de ser, ya
no existe la posibilidad de terminarlo normalmente a través de la sentencia de fondo o
definitiva, debiendo, consecuentemente, rechazarse la demanda a través de la figura del
sobreseimiento.
III. Establecidos los argumentos jurídicos que servirán como base a la presente
decisión, corresponde ahora concretar las anteriores nociones en el caso objeto de estudio.
Al respecto, del informe justificativo rendido por el Juez Tercero de lo Civil de esta
ciudad puede advertirse que, mediante resolución proveída a las catorce horas con treinta
minutos del día 9-X-2009 por la Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del
Centro, al haber conocido del recurso de revisión de la ejecución de la sentencia definitiva
ejecutoriada en el juicio ejecutivo civil clasificado bajo la referencia número 873-EC-2000,
se declaró nulo todo lo actuado a partir del auto en que se ordena la venta en pública
subasta de los bienes embargados, declarándose, en consecuencia, nulo el auto de
adjudicación en pago de los bienes pertenecientes a la parte actora, actos que constituyen el
objeto de control en este proceso de amparo.
La anterior circunstancia también ha sido reconocida por el peticionario al expresar
en el escrito mediante el cual evacua la audiencia conferida que: "… ese Tribunal declaro
[sic] nulo todo lo actuado a partir del auto en que se ordena la venta en pública subasta de
los bienes embargados […] declarándose […] nula la adjudicación en pago de [los] bienes
raíces a la parte actora…", lo anterior a pesar de argumentar que los inmuebles adjudicados
en pago se encuentran en la misma situación jurídica previo a esa declaratoria de nulidad.
En razón de lo antes apuntado, es importante señalar, por un lado, que la omisión de
enviar el correspondiente oficio al Registrador de la Propiedad Raíz e Hipotecas por parte
de la autoridad demandada, no constituye un acto material cuya ausencia impida la cesación
de los efectos de los actos impugnados por el impetrante, de tal forma que aquélla no puede
dotar en ningún sentido de eficacia jurídica a las actuaciones que fueron anuladas por una
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autoridad judicial y, por otro, que la inexistencia de esas actuaciones judiciales y sus
efectos trae como consecuencia la desaparición de la base fáctica de la pretensión incoada
por el demandante, lo cual impide sostener los parámetros que inicialmente dieron lugar a
su admisión.
En consecuencia, a partir del análisis de los argumentos esbozados por la autoridad
demandada y por el actor, se ha comprobado que, en el presente caso, han cesado los
efectos de los actos impugnados, siendo dicha circunstancia, tal como se ha apuntado
anteriormente, causal de sobreseimiento dentro de la tramitación de este tipo de procesos,
de conformidad a lo estipulado en el artículo 31 número 5 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales.
Por tanto, con base en las consideraciones señaladas y la disposición legal antes
citada, esta Sala RESUELVE:
1. Sobreséese el presente proceso de amparo, en virtud de las razones expuestas en
el presente proveído.
2. Déjase sin efecto la medida cautelar adoptada, dictada por resolución de las ocho
horas con cuarenta y un minutos del día 2-XII-2009.
3. Notifíquese.
---F. MELÉNDEZ---J. N. CASTANEDA S.---E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E.
SOCORRO C.---RUBRICADAS.
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