LA RUTA DEL MUDÉJAR TUROLENSE

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LA RUTA DEL MUDÉJAR TUROLENSE
Teruel: la tierra de las torres, la cerámica y el ladrillo. Basta con recorrer la
provincia de Teruel y comprender que el arte mudéjar que atesora en cada rincón es
fruto de una sabia mezcolanza entre la cultura cristiano-medieval y la hispanomusulmana que hicieron en este arte su joya más preciada. Esta ruta turística pasa
por los monumentos mudéjares más importantes de la provincia de Teruel y trata de
ofrecer una aproximación a la expresión artística más auténtica de la España
medieval, por su singularidad, colorido y belleza.
Los mudéjares: concepto, economía y costumbres
El suelo turolense ha sido ocupado según las épocas por diversas culturas.
Una de ellas fue la musulmana, dejando una profunda huella incluso después de la
conquista cristiana. Esta marca dejada por los mudéjares se ha hecho visible en la
ciudad de Teruel a través de sus notables monumentos.
Se denominaba mudéjar al musulmán español que permaneció en territorio
cristiano después de la conquista cristiana, bajo el control y protección de los
monarcas aragoneses, durante la Edad Media. Los mudéjares vivían congregaron en
comunidades o aljamas, o bien, desligados de éstas como siervos.
A los mudéjares se les posibilitó seguir practicando la religión islámica en
libertad, hablar su propio idioma y mantener sus tradiciones. Por tanto, la pervivencia
de la cultura islámica en todas sus expresiones fue garantizada con los mudéjares.
Tras cuatro siglos de convivencia entre mudéjares y cristianos no hubo graves
problemas de entendimiento, la tolerancia imperó entre ambas comunidades, salvo por
la obligatoriedad del bautismo y la conversión al cristianismo de los pobladores
mudéjares por un edicto de 1525. Se llamaron moriscos a los mudéjares que fueron
obligados a bautizarse, siendo Carlos I el que ordenó el bautismo de los mudéjares
aragoneses.
Se dedicaban especialmente a la agricultura de regadío, trabajando huertas,
vegas y terrazas de laderas de montañas, y, a la artesanía, destacando en oficios
como curtidores, trajineros, barqueros, borceguineros (es un tipo de calzado), albañiles
o alfareros.
Los mudéjares fueron parte importante de la población en Aragón, conviviendo
pacíficamente en la mayoría de los territorios, también en la provincia de Teruel. A
finales de la Edad Media encarnaban el 12 por ciento de la población de la Corona de
Aragón.
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En el caso de Teruel la Morería se situaba dentro de las murallas, una
ubicación excepcional dentro de las provincias aragonesas, pues en la mayoría de los
casos el barrio musulmán se encontraba extramuros.
Con la Inquisición hostigando a la población morisca se acaba por
transformarlos en enemigos del estado y de la religión. Fue Felipe III (II de Aragón)
quien finalmente decretó la expulsión de los moriscos de Aragón en 1610. Desde este
momento tanto la agricultura como la artesanía se vieron afectadas, pues el trabajo en
estos dos sectores estuvo desempeñado básicamente por los moriscos. La expulsión
de los moriscos supuso para el reino aragonés un gran empobrecimiento, por los
motivos antes expuestos.
El Arte Mudéjar
El arte mudéjar es un estilo que se desarrolla solamente en los reinos cristianos
de la Península Ibérica y que se desarrolla entre los siglos XII y XVI, aunque continúa
tanto en España como en América durante los siglos XVII y XVIII, e incluso, reaparece
como neomudéjar en los siglos XIX y XX. Es lo que se entiende como “metaestilo”,
pues convive a la vez que se desarrollan otros estilos.
Es un nuevo estilo, distinto del musulmán y del cristiano, realizado por moros
sometidos. Aceptado por los cristianos, que reconocen en este arte una nueva forma
de expresión del musulmán español. El mudéjar conserva, de esta forma, su
personalidad propia y así lo refleja no sólo en la técnica constructiva y decoración, sino
también en lo relativo a espacios y modelos urbanísticos y arquitectónicos, destacando
por su relación entre lo cristiano y lo musulmán.
Esta mezcolanza cultural hace que a nivel artístico y urbanístico se produzcan
diferentes adaptaciones, así, los alcázares cristianos se transforman en palacios
reales; las mezquitas se convierten en catedrales y las ciudades se occidentalizan
pero conservando determinadas peculiaridades mudéjares en calles, plazas y casas.
Surge, por tanto, un estilo mestizo, que mezcla los estilos románico, gótico y
renacentista cristianos con el estilo musulmán.
Su origen parece ser del siglo XII y aparece por primera vez en la ciudad
leonesa de Sahagún, situada en el Camino de Santiago. Aquí pudieron trabajar
numerosos alarifes de Toledo que impusieron su estilo sobre el resto.
Una de las causas del origen de este estilo arquitectónico pudo ser la carencia
de canteras de piedra próximas a los lugares donde se tenía previsto construir un
edificio. Otra causa pudo ser la economía en los materiales utilizados, de origen más
pobre.
El término “arte mudéjar” lo definió Amador de los Ríos, en 1859, en un
discurso emitido en la Academia de Bellas Artes de San Fernando sobre “El estilo
mudéjar en arquitectura”.
Características generales del Arte Mudéjar
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Los materiales más empleados son el ladrillo en los muros y pilares, la
madera en los techos y el yeso y la cerámica en la decoración.
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-
La cerámica vidriada supone el sello de identidad del mudéjar turolense.
Las técnicas utilizadas en la cerámica vidriada mudéjar, pintada en blanco,
azul y verde son:
o
o
o
Alicatado: técnica en la que se agrupan trozos de cerámica vidriada
cortados de diferente forma y tamaño. Cada pedazo es de un solo
color y combinados de diferente manera forman un conjunto de
características similares al mosaico.
Cuerda seca: técnica que consiste en reproducir el dibujo en la
baldosa, perfilar todos los contornos con aceite de linaza,
manganeso o grasa, y rellenar cada zona de color con esmalte.
Tiene la particularidad con respecto a las demás en que las
diferentes partes del dibujo quedan en relieve.
Arista (o Cuenca): en este caso, la diferenciación de colores se hace
levantando aristas (pequeños relieves) en cada pieza.
-
La decoración dominante es a base de figuras geométricas, como rombos y
paños de sebka.
-
Se producen juegos de luces y sombras al incidir la luz en los elementos
ornamentales de los muros o de la cerámica vidriada. Produciéndose un
efecto de claroscuros, intensificado con la cerámica vidriada. El sentido
corresponde al de la vida y el movimiento.
-
Los arcos más utilizados son el de herradura, el lobulado y el arco ciego,
por lo general, enmarcados a modo de alfiz.
-
Las torres que se utilizan en forma de campanarios, alminares o torrespuerta imitan de alguna forma a la Giralda.
-
La planta del edificio suele ser de una sola nave, rectangular y unida a un
ábside. Todo ello colocado mirando a oriente.
-
La cabecera de los edificios, por lo general, está rematada con bóveda de
cuarto de esfera al igual que en el arte románico.
-
La decoración de los muros de ladrillo exteriores es compleja y refinada,
formando verdaderas “puntillas” de ladrillo a base de frisos de esquinillas,
espinas de pez y rombos.
-
La decoración de los muros del ábside, tanto del interior como del exterior,
está formada por arcos superpuestos, combinados con otros arcos en el
interior de casetones, arcos mixtilíneos, arcos de herradura entrecruzados y
lacerías.
-
Las naves se rodean de muros de materiales pobres, formados por
mampostería con hileras de ladrillo.
-
Las cornisas se sustentan con filas superpuestas de ladrillos a sardinel, en
esquina o cortados en perfil de nacela.
-
Los vanos utilizados son de medio punto o apuntados, empleando
constantemente los ajimeces con mainel central.
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-
Las cubiertas originales de las naves son de madera par y nudillo, es decir,
sistema estructural de cubierta que carga por igual sobre todo el muro, sin
concentrar pesos, y por tanto, exigir contrafuertes específicos.
-
Sorprendentes artesonados (alfarjes) que muestran motivos geométricos,
humanos y animales con policromía de colores tierra, rojo, azul y amarillo.
-
La portadas están formadas por filas de arquivoltas planas de ladrillo, en
forma de arco de medio punto o apuntado. Apoyadas sobre impostas de
ladrillos cortadas en forma de nacela. Las portadas suelen estar
recuadradas por un alfiz y completan la decoración de las puertas
diferentes frisos decorativos situados en la parte superior, algunas en
esquinillas.
-
Las torres-campanario suelen estar construidas con un primer cuerpo a
base de mampostería encintada y rematada por uno o varios cuerpos con
decoración a base de arcos de medio punto o apuntados, con frisos de
esquinillas y rematados por alfiz. Muchas torres aragonesas suelen ser
torres-puerta.
El mudéjar aragonés: Patrimonio de la Humanidad
El bello y singular mudéjar aragonés destaca por su colorido y vivacidad y
prueba de ello es la declaración del conjunto mudéjar de Teruel como Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO en 1986. En el año 2001 fueron añadidos a la lista de la
UNESCO otros monumentos mudéjares aragoneses. El inventario de monumentos
que figuran en esta declaración es el siguiente:
o
o
o
o
o
o
o
o
o
o
Torre, techumbre y cimborrio de la Catedral de Santa María de Mediavilla de
Teruel.
Torre e iglesia de San Pedro de Teruel.
Torre de la iglesia de San Martín de Teruel.
Torre de la iglesia del Salvador de Teruel.
Ábside, claustro y torre de la Colegiata de Santa María de Calatayud.
Iglesia parroquial de Santa Tecla de Cervera de la Cañada.
Iglesia de Santa María de Tobed.
Restos mudéjares del Palacio de la Aljafería de Zaragoza.
Torre e Iglesia parroquial de San Pablo de Zaragoza.
Ábside, parroquieta y cimborrio de La Seo de Zaragoza.
La importancia de este legado patrimonial figura descrito en la UNESCO de la
forma siguiente:
“El desarrollo en el siglo XII del arte Mudéjar en Aragón es consecuencia en las
condiciones políticas, sociales y culturales particulares que prevalecieron en España
después de la Reconquista. Este arte, influido por la tradición islámica, refleja también
los varios estilos europeos contemporáneos, particularmente el gótico. Presente hasta
el inicio del siglo XVII, está caracterizado por un uso extremadamente refinado e
inventivo del ladrillo y de azulejos esmaltados en arquitectura, especialmente en los
campanarios de iglesias.
La justificación de esta declaración está apoyada en el criterio IV de la misma
organización, que dice:
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Criterio IV. Por ser un ejemplo excepcional de un tipo de edificio, conjunto
arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra un periodo significativo en historia
humana.
Ruta por el mudéjar turolense
Esta ruta pasa por los monumentos de la provincia de Teruel relacionados con
el arte mudéjar:
o Torre, techumbre y cimborrio de la catedral de Santa María de
Mediavilla (Teruel)
La torre de la Catedral de Teruel es la pieza más antigua de todo el
conjunto, siendo construida en el 1257. De la torre destaca el arco
abierto apuntado del primer piso, que la convierte en una torre-puerta.
Tiene planta cuadrada y tres cuerpos ornamentados con azulejos, arcos
entrecruzados murales, ventanas abocinadas, ajimeces, esquinillas y
frisos de baquetones de cerámica vidriada verde y blanca. Culmina el
conjunto de la torre una linterna octogonal del siglo XVII.
La techumbre es una de las joyas más importantes de todo el arte
mudéjar. Se trata de un artesonado con armadura de par y nudillo, es
decir, un sistema estructural que reparte el peso por igual, sustenta la
parte superior de la nave y fortalece la estructura. Data del siglo XIV. Su
decoración está basada en temas geométricos, vegetales y epigráficos
que muestran un claro influjo musulmán. Plasma escenas de guerra;
escenas de caza; pasajes bíblicos; escudos nobiliarios; instrumentos
musicales; diferentes vestuarios; y personajes muy variados como
damas y caballeros, campesinos, santos y reyes, obispos y nobles,
moros y cristianos, Jesucristo y escenas de la pasión. Mide 32 metros
de longitud, por 7,76 de ancho y dada su importancia se ha venido a
llamar la “capilla sixtina” del arte mudéjar español.
El cimborrio situado sobre el crucero es obra de Martín de Montalbán,
construido en 1538. Siguiendo la decoración del resto de elementos
mudéjares, utiliza igualmente el ladrillo en diferente disposición:
esquinillas en dientes de sierra, al tresbolillo y haciendo rombos.
Terminan la decoración exterior diferentes ventanas ajimezadas con
decoración plateresca. Forma un prisma octogonal con contrafuertes en
los ángulos y grandes ventanas en los paños.
o Torre e iglesia de San Pedro (Teruel)
Es una iglesia del siglo XIV, aunque su torre es del siglo XIII. La iglesia
es de estilo gótico aunque, el interior del templo posee una decoración
modernista neomudéjar realizada por Pablo Monguió Segura a
principios del siglo XX. Es una iglesia de una sola nave con cinco
tramos, capillas laterales entre los contrafuertes y bóvedas de crucería.
Los elementos mudéjares más representativos son su torre-puerta (una
construcción casi idéntica a la torre de la catedral) con decoración a
base de arcos entrecruzados murales en el primer tramo, ventanas
inferiores muy abocinadas con arcos de medio punto románicos y
ajimeces en la parte superior. El otro elemento mudéjar es la cabecera
en cuyos muros se repite la decoración a base de arcos entrecruzados
de estilo almohade. Completa el conjunto la vistosa decoración de
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cerámica verde y cobriza y las torrecillas superiores. En 1555 se
encontraron los restos momificados de Isabel de Segura y Juan
Martínez de Marcilla (Los amantes de Teruel) en el subsuelo de una de
las capillas laterales, siendo a partir de ese momento dedicada a los
Amantes. Actualmente el mausoleo de los Amantes de Teruel se
encuentra contiguo a la iglesia donde se narra la historia de estos
personajes envueltos en la leyenda de un amor romántico y donde se
pueden ver sus dos bellos sepulcros.
o
Torre de la Iglesia de San Martín (Teruel)
La iglesia de San Martín tiene su origen en 1196, pero el templo actual
es fruto de una reforma del siglo XVII en estilo barroco. Cuenta con tres
naves, girola y bóveda de cañón. Su torre es la única representación
mudéjar del templo. La torre fue construida entre 1315 y 1316 y al igual
que el resto de sus hermanas se trata también de una torre-puerta que
abre un arco apuntado en la parte baja para dar paso una calle bajo su
bóveda. Es de planta cuadrada con refuerzo de cantería en forma de
talud en los laterales. La torre imita la estructura de un minarete
almohade, completando su estructura con una recargada decoración,
más compleja que la de las torres de Santa María y San Pedro, a base
de arcos ciegos entrelazados, ajimeces, ladrillo resaltado y cerámica
vidriada.
o
Torre de la Iglesia de San Salvador (Teruel)
Esta torre se levantó a principios del siglo XIV y su estructura la forman
dos torres, una envolviendo a la otra: una exterior, de ladrillo, y otra
interior, de mampostería, encajando entre ambas las escaleras de
acceso al campanario. Se trata una vez más de una torre-puerta, en
este caso con bóveda de crucería. Es una torre prácticamente gemela a
la de San Martín cuya decoración es a base de cerámica esmaltada
verde y blanca, decoración de ladrillo resaltado formando estrellas de
ocho puntas, friso de arcos mixtilíneos y arcos lobulados entrecruzados.
o
Torre de la Iglesia de La Merced (Teruel)
La iglesia de La Merced data del siglo XVI, por tanto, el último ejemplo
que remata la arquitectura mudéjar en Teruel. Esta torre no es
completamente mudéjar ya que su tercer cuerpo es barroco,
consecuencia de una ampliación posterior. Por tanto, la torre consta de
tres cuerpos: el inferior de planta cuadrada; el intermedio, ligeramente
retranqueado, de planta ochavada, equilibrados vanos y acentuando la
decoración cruces de múltiples brazos formando rombos, arcos ciegos y
una vez más ladrillos resaltados formando diferentes figuras; y por
último, el cuerpo superior, es de planta octogonal rematado por un
chapitel apiramidado.
o
Torre de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora (Albalate del
Arzobispo)
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Esta iglesia fue construida en el siglo XVI (1581-1589) sobre los restos
de una anterior, de la que sólo se conservan los tres cuerpos de la torre.
Por tanto, el único resto mudéjar que se conserva es su torre, cuyo
primer cuerpo alberga en su interior el baptisterio y es de planta
cuadrada, en tanto que los cuatro restantes cuerpos son de planta
octogonal, con machón en el centro del segundo y el tercero y huecos el
cuarto y el quinto. El último piso se añadió en el siglo XVII y su remate
en el siglo XX. Presenta la típica decoración mudéjar a base de rombos
y esquinillas en ladrillo resaltado, con troneras de medio punto.
o
Torre de la Capilla del Castillo (Albalate del Arzobispo)
El castillo de Albalate del Arzobispo es del siglo XIII y XIV, siendo en su
momento la sede de los arzobispos de Zaragoza, que eran los señores
del lugar. El único elemento mudéjar destacable del conjunto es la torre
de la iglesia, edificada en el siglo XVI. Se trata de una torre campanario
de planta octogonal, con dos cuerpos construidos en ladrillo. El primer
cuerpo es ciego y está decorado únicamente con esquinillas en dientes
de sierra, el segundo cuerpo está formado por ventanas en arco de
medio punto doblado, con decoración de esquinillas dispuestas al
tresbolillo entre sencillas impostas a base de ladrillo a sardinel. Remata
el conjunto una cornisa sobre ménsulas en forma de pirámide invertida.
o
Torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Allueva)
Es una iglesia gótico-renacentista del siglo XVI. Construida bajo la
advocación de Nuestra Señora de la Asunción. Su torre mudéjar está en
el lado de la Epístola y consta de dos cuerpos. El primer cuerpo está
construido en mampostería con las esquinas de sillería. El segundo
cuerpo es de ladrillo, de planta octogonal, con pilastras entre las que se
abren arcos de medio punto, alojando en algunos de estos vanos las
campanas, y, en otros, con decoración de triángulos a modo de
piqueras de palomar. Remata la torre con coronamiento de bola de
cantería.
o
Torre de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (Burbáquena)
Se trata de una iglesia barroca del siglo XVII, construida en sillar
combinado con ladrillo. En el ángulo nororiental se eleva su torre
mudéjar de ladrillo, del siglo XVIII, que combina la planta cuadrada con
la octogonal y aparece rematada por un chapitel bulboso. La planta de
los dos primeros cuerpos es cuadrada, de ladrillo y cantería. El primero
cuerpo es ciego, el segundo con vanos de medio punto entre pilastras.
Los tres cuerpos siguientes son octogonales, el tercero y el cuarto
muestran vanos de medio punto en paños cóncavos, entre pilastras y el
último es un pequeño cuerpo ciego cuyos paños tienen recuadros con
elementos decorativos de ladrillo.
o
Torre de la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora
(Báguena)
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La iglesia es una obra barroca del siglo XVII realizada en mampostería y
cantería. Su torre es uno de los más bellos ejemplos del mudéjar
aragonés. Consta de cinco cuerpos, el inferior de cantería y los
superiores de forma octogonal, de ladrillo. Está decorada mediante
pilastras en los ángulos y discreto entablamento de separación de pisos.
Muestra vanos de medio punto y óculos, además de una decoración a
base de esquinillas, cruces de múltiples brazos formando rombos que
alojan cruces internas, lacerías o arquillos, líneas verticales de ladrillo,
medallones o incluso símbolos cristianos.
o
Torre de la Ermita de la Virgen del Campo (Camarillas)
Esta torre pertenece a un conjunto histórico-artístico en el que se
distribuyen en torno a un patio abierto, la ermita vieja, la ermita nueva y
otras construcciones secundarias. La ermita vieja, que es donde está la
torre mudéjar, data del siglo XIV y es de estilo gótico. Adosada a la
cabecera por el exterior se encuentra la torre mudéjar de ladrillo,
edificada en el siglo XVI. Presenta decoración de arcos ciegos de medio
punto doblados, pilastras en los ángulos, óculos, ladrillo resaltado y
cerámica vidriada azul y blanca.
o
Torre de la Iglesia de Santa Elena (Godos)
Esta iglesia inicia su construcción en 1567 y finaliza en 1632. Más tarde,
en el 1770 fue parcialmente reconstruida. Destaca de todo el conjunto
su imponente torre mudéjar de planta octogonal, de tres cuerpos y
contrafuertes en las esquinas. Los dos primeros cuerpos se distribuyen
de forma similar: un antepecho, el cuerpo intermedio y un entablamento
en la parte superior recorriendo todo el contorno de la torre. El tercer
cuerpo está decorado con óculos enmarcados por rombos y una sencilla
cornisa en ladrillo aplantillado y una franja de esquinillas. Posiblemente
los dos primeros cuerpos fueron construidos en la segunda mitad del
siglo XVII, y el tercer cuerpo en la segunda mitad del siglo XVIII.
o
Iglesia parroquial de Santa María la Mayor (Híjar)
Es un ejemplo de arquitectura religiosa mudéjar construida en la primera
mitad del siglo XIV. Posteriormente sufrió varias remodelaciones en el
siglo XVI y XVIII. La fábrica es de ladrillo a soga y tizón con decoración
exterior en la parte del ábside a base de friso de rombos en la parte
superior del muro. El alero que corresponde a la etapa mudéjar está
decorado con canecillos de ladrillo en voladizo.
o
Ermita de la Virgen de los Dolores (Jabaloyas)
Es una obra gótico-mudéjar del siglo XVII. Presenta una nave con
cubierta de madera, cabecera poligonal con bóveda estrellada
presentando pequeños restos de policromía y espadaña a los pies.
o
Torre de la iglesia de Santo Domingo (Lechago)
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La iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos de Lechago es una
edificación barroca de mampostería. Su construcción tuvo lugar entre
1676 y 1681. Es un templo de tres naves cubiertas por bóvedas vaídas
y crucero cubierto con cúpula sobre pechinas. Al lado de la cabecera se
encuentra su torre-campanario de planta octogonal. Dicha torre sólo
conserva actualmente dos de sus tres cuerpos originales. Se apoya
sobre un pedestal cuadrado de mampostería. La típica decoración
mudéjar corre a cargo de ladrillo en esquinilla, pilastras en los ángulos y
arcos dobles ciegos.
o
Iglesia parroquial de Santiago (Montalbán)
Esta iglesia se construyó entre los siglos XIII y XIV. Su estructura inicial
es a base de piedra de sillar típica del gótico aunque pasa
posteriormente a construirse en ladrillo como es lo típico del mudéjar
aragonés. Se trata de un templo de una sola nave muy amplia, tres
tramos, ábside heptagonal y capillas entre los contrafuertes tanto de la
nave como de la cabecera. Uno de los elementos más interesantes del
exterior es la magnitud de los contrafuertes, rectangulares en la nave y
octogonales en el ábside, además, destaca la galería de apariencia
militar que fluye sobre las capillas laterales, abierta al exterior por
huecos apuntados. Su torre campanario está formada en realidad por
dos torres, la principal y una torrecilla secundaria apoyada en la
principal que cobija la escalera de acceso a la misma. Cabe resaltar la
delicada decoración mudéjar de todo el conjunto, en especial, la de la
parte superior del templo. Destaca la decoración a base de recuadros
anudados por lazos curvos en la cabecera, las cerámica vidriada en
blanco y verde, los paños de rombos, las esquinillas de ladrillo, la
cerámica de cruces heráldicas, los fustes, las hiladas de ladrillos
dispuestas al tresbolillo, los frisos a base de estrellas de ocho puntas,
los platos cerámicos azules, los óculos, los ladrillos dispuestos a
sardinel, las ménsulas en forma de pirámide invertida y las espigas.
o
Torre de la Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora
(Muniesa)
Es el tesoro y símbolo de Muniesa. La bellísima torre mudéjar de
Muniesa corresponde al siglo XVI y se levanta a los pies de la Iglesia de
Nuestra Sra. de la Asunción que con sus 55 metros es visible desde
cualquier punto de la ciudad. Es de planta octogonal, cinco cuerpos de
ladrillo sobre base de cantería, basando su decoración en esquinillas y
rombos junto con la cerámica vidriada. El interior, al igual que en
algunas de las torres que ya se han mencionado, sigue la estructura del
alminar musulmán, es decir, torre externa con machón central interior
hueco y entre ambos las escaleras que recorren toda la torre.
o
Torre de la Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora
(Navarrete del Río)
La torre de la iglesia de la Asunción de Navarrete del Río es su
elemento más sobresaliente, data del siglo XVI, se encuentra situada en
9
el lado suroccidental y tiene planta cuadrada en sus dos primeros pisos
y octogonal en el último. Su construcción es a base de piedra de sillar
en el primer cuerpo y los cuerpos restantes de ladrillo. La decoración del
primer y segundo cuerpo está formada por arcos de medio punto
doblados, imposta corrida, aspas, medallones con bustos de yeso y
cornisa doble de ladrillo aplantillado. En el tercer cuerpo predomina la
decoración a base de pilastras en las esquinas, frontón, vanos
doblados, torreoncillos en los ángulos, aspas, ménsulas de ladrillo,
cerámica vidriada, ladrillos en esquinilla y otros motivos típicamente
cristianos como hornacinas rematadas con frontones triangulares,
cruces latinas de pie y óculos con bustos de personajes.
o
Torre de la Iglesia antigua (Olalla)
Es la única pieza que queda de la antigua iglesia construida en el siglo
XIV. Esta torre data del siglo XVI, tiene cinco cuerpos, el primero de
base cuadrada y los cuatro siguientes de planta octogonal. El primer
cuerpo se distribuye en dos plantas, con una ventana circular en cada
una de ellas, un gran arco cegado con mampostería y decoración en los
laterales a base de rombos de ladrillo y en las esquinas piezas de
cantería molduradas. El segundo cuerpo está decorado con un zócalo
de ladrillo con ilustración a base de rombos entrecruzados y pilastras en
las esquinas en forma de aspas. En el tercer y cuarto cuerpo sobresalen
las cornisas dobles con friso. El quinto cuerpo, después de la
restauración realizada, se completó con el chapitel que lo culmina una
veleta.
o
Carpintería (puertas y techumbre) de la ermita del Santuario de la
Virgen de la Fuente (Peñarroya de Tastavins)
Se construyó en el año 1653. Destaca como elemento mudéjar más
importante su techumbre a dos aguas, de madera, que descansa sobre
recios arcos diafragma de separación de tramos. Esta techumbre está
provista de seis vigas longitudinales, presentando en la parte central un
panel a manera de harneruelo, decorado con artesones, conchas, lazos
de cuatro formando estrellas de ocho puntas combinadas con cruces,
labrados de madera al modo ataujerado y sobrepuesto, pinturas de
elementos geométricos y vegetales, escudos y cruces de Calatrava etc.
También son importantes sus puertas que están armadas sobre
robustos bastidores, con decoración de tracería, que combinan
tetrafolios con estrellas de ocho puntas.
o
Torre de la Iglesia de San Bartolomé (Peralejos)
La construcción más importante de esta ciudad es la iglesia de San
Bartolomé, una construcción gótica de los siglos XVI y XVII. El elemento
más emblemático, sin lugar a dudas, es su bella torre mudéjar del siglo
XVI. Esta torre tiene planta octogonal con decoración a base de
esquinillas en dientes de sierra, cruces y azulejería incrustada de
diferentes colores.
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o
Torre de la Iglesia Parroquial de San Martín (San Martín del Río)
La monumental iglesia parroquial de San Martín data del siglo XVI,
siendo su estructura gótico-renacentista. Su esbelta torre, sin embargo,
es de manufactura mudéjar, construida hacia 1606, aunque su parte
superior es fruto de una ampliación de época barroca. Se trata de una
imponente torre octogonal colocada sobre una base de piedra,
decorada con pequeños torreones con cerámica vidriada azul que
delimitan el basamento de la torre. Tiene cuatro pisos mudéjares
divididos por los pertinentes cornisamentos. Los elementos
ornamentales utilizados son renacentistas adaptados por los
constructores al modo mudéjar. El último tramo, barroco, está decorado
con óculos y ladrillos colocados al tresbolillo, y corona el conjunto un
chapitel cónico decorado con cerámica esmaltada.
o
Torre de la Iglesia de San Cristóbal (Torrecilla del Rebollar)
Data del siglo XVII. Tiene fábrica de mampostería y tres naves, la
principal con bóveda de medio cañón con lunetos, y en la naves
laterales bóvedas de arista. La torre campanario se alza a los pies del
templo, en el lado del evangelio. Proyectada siguiendo los cánones del
arte mudéjar, consta de tres cuerpos, de cantería y ladrillo. La
decoración a base de motivos geométricos utiliza diferentes formatos de
ladrillo para dibujar distintas figuras.
o
Torre de la Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora
(Valdealgorfa)
Construida durante el siglo XVIII. Destaca su impresionante torre de
estilo mudéjar. Se trata de una torre de ladrillo, asentada sobre piedra
de sillería y fechada también en el siglo XVIII. Destaca por su belleza y
decoración; el cuerpo inferior es de planta cuadrada y de cantería,
pasando a la planta poligonal y al ladrillo en los siguientes. Los motivos
decorativos a base de ladrillo la configuran como una torre barroca con
elementos mudéjares.
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