LA SALUD EN RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD FÍSICA

Anuncio
LA SALUD EN RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD FÍSICA
La salud es un concepto muy amplio que abarca todas las funciones del orga-nismo,
tanto físicas como psíquicas. La salud es un estado de la persona en que presenta un
equilibrio entre el organismo y su funcionamiento, el entorno y las necesidades que
éste le genera. Es muy conocida la frase que define la salud como algo más que la
ausencia de enfermedades.
La salud es un derecho del individuo, acordado entre todos los organismos
internacionales, y está regulado en la legislación de los Estados (por ejemplo, en la
Constitución española). Este derecho le permite a la población exigir una prevención
adecuada por parte de los poderes del Estado y una atención adecuada y al alcance de
todos. También, sin embargo, la salud es un deber que obliga a seguir unas normas de
prevención de accidentes y de enfermedades, a respetar el entorno y a prestar ayuda
a los demás, si es necesario.
1,1 Hábitos perjudiciales para la salud
Los hábitos que perjudican la salud son innumerables y, principalmente, derivan de la
ausencia de hábitos saludables. Cabe nombrar, sin embargo, dos tipos de hábitos, muy
corrientes en la vida diaria, que perjudican notablemente la salud.
a) Los hábitos tóxicos
Se le llama hábito tóxico al consumo habitual de sustancias que causan una reac-ción
estimulante, sedante o narcótica. Según su grado de consumo, estas sus-tancias crean
adicción y dependencia y perjudican el sistema nervioso o el apa-rato digestivo, como
es el caso del tabaco, el alcohol, los tranquilizantes o las drogas, entre otras. El
dopaje, en la práctica de actividad física, es un tipo de hábito tóxico que está
penalizado por la legislación deportiva.
b) Los defectos de postura
Cada persona tiene una forma característica de moverse, de estar de pie, de ca-minar
o de estar sentada, que se conoce como postura corporal, y es tan perso-nal como
nuestra firma. El esqueleto y, en general, todo el aparato locomotor, a pesar de ser
una estructura muy resistente, puede estropearse fácilmente si se ve sometido a
tensiones excesivas o a posturas incorrectas de forma continua. Estos hábitos
perjudicia1es para la salud reciben el nombre de defectos de postura.
En la vida diaria: en las actividades diarias, como dormir, realizar tareas
domésticas, sentarse o levantar o levantar objetos pesados, se adoptan posturas, a
menudo muy incorrectas, que se mantienen durante muchas horas. Observemos ahora,
en las ilustraciones siguientes, los defectos de postura más habituales y las
respectivas posturas correctas.
b) Hábitos alimentarios
Los hábitos alimentarios hacen referencia a una de las necesidades básicas de] cuerpo
humano: la alimentación. Sabes que las necesidades del cuerpo humano, por lo que se
refiere a la actividad física, son, además de estructurales y regu-ladoras para el
correcto funcionamiento del organismo, energéticas. En general, mantener unos
hábitos alimentarios correctos ayuda a prevenir enfermedades, permite el buen
funcionamiento de todos los órganos, aparatos y sistemas del organismo, y
proporciona la energía necesaria para practicar actividad física.
c) La práctica de actividad física
Como aprendiste en lo largo de la ESO, un factor importantísimo para mante-ner la
salud es la práctica de actividad física. También sabes que esta actividad, para ser
saludable, debe adecuarse el la persona que la realiza, a su edad, a su estado de salud
y al nivel de condición física que presenta. Pero la actividad físi-ca, aun siendo
adecuada, comporta cierto riesgo de sufrir accidentes. Para evi-tar en lo posible los
accidentes, hay que seguir unas normas de prevención en relación con la actividad y,
para disminuir las consecuencias, hay que conocer los primeros auxilios más básicos.
(UD N°8)
REVISION
BIOMECANICA:
Ejercicios contraindicados y
alternativos en Educación Física
Victor J. P érez B altar
Especialista en Medicina Deportiva.
Prf. Enseñanza Secundaria en el I.F.P. Xinzo de Limia - Oreuse
El trabajo que se presenta, de una forma eminentemente gráfica, está basado en el
conocimiento de las formas de actuación de las cadenas cinéticas musculares y
articulares en el movimiento corporal.
En esta revisión se plantean ejercicios de fuerza; resistencia a la fuerza y
flexibilidad comúnmente realizados en las sesiones de Educación Física y que,
biomecánicamente, son incorrectos. Igualmente se plantean alternativas adecuadas
para el trabajo de las distintas zonas interesadas.
Dentro de la profunda renovación que está experimen-tando nuestra asignatura, a
nivel de nuevas actividades, conocimientos y promoción de hábitos de salud dentro de
la etapa educativa en la que estamos, debemos reflexionar de una forma crítica hacia
los objetivos a conseguir y de la metodología a usar.
Con respecto a esta última, y siempre teniendo en cuenta como objetivo principal el
conocimiento por parte del alumno de la actividad física como un medio para el
cuidado del cuerpo, sería conveniente replanteamos perió-dicamente si las técnicas
utilizadas son las correctas desde el punto de vista de la Salud y, en este trabajo
incluso podrían incluirse, desde e1 punto de vista del Rendimiento, conceptos tantas
veces enfrentados.
La mejora en el rendimiento motor apreciable por las baterías de tests ¿se
corresponden con una mejora de la salud individual? Posiblemente no; de todas formas
el tra-bajo que se presenta hace referencia a técnicas de ejecu-ción
biomecánicamente incorrectas tanto desde el punto de vista de la Salud como del
Rendimiento
Bibliografía básica de estudio
ALTER, M..: "Los estiramientos". Enciclopedia General del Ejercicio, 2. pp: 126-131.
Barcelona 1990
AMERICAN ACAD.OF PEDIATRICS. COMMlTTE OF SPORTS MEDICINE: "Weight
training aní! weighllif-ting: Infonnation for lhe pediatrician", Physician am\ Sports
Medicine 11: pp;: 157-161. 1983
BRADY TA y colJ'Weight training-rclatcd injuric_. in lhe high school athlete".
American J .Sports fVh:d, 1O, pp 1-5. 1982
CAILUET. R.:"Low back pain Syndromc" Davis Co"ed. 4, Philadelphia¡ 1988
DE VIS, J y PErRO, c.: "Nuevas perspectivas curricu-lares en Ed.Fisica: La salud y los
juegos modificados", INDE, pp 69.75. Barcelona 1992
. ,HEJNA, WF y col.: "Prevention of sports injuries in high'schoól through strength
training". Nacional Strength and Conditioning Association Journal, 4. pp 28-31,1982
IHARA, H Y NAKAYAMA, M.:"Dynamic joint con-trol training for knee 1igament
injuries" Am, J. Sports Med,,14, pp.309. 1986
JACKSON, DW y LOHR, Ff.:"Cervica1 spine inju-ries", Clinics in sports medicine, vol
,S, n° 2, Philadelphia, 1986
MARIN, B.:"Aspectos fisiopatológicos de la actividad fJ sica y el deporte". Libro de
Ponencias del IV Congreso Nacional de las- RR.M.de Medicina, pp.75-135, Oviedo
J987
NIVELON. J.L. y BOGGIO, V.:"Les in di cation s et contreindications des activites
physiques chez I'enlant" ,Rev. Intern.Pediat 126, pp.27-32, 1982
PEREZ CASAS, A Y BENGOECHEA, M. E,:"Anatomía Funcional del Aparato
Locomotor: Biomecánica de la Pelvis". Ed, Paz Montalvó, pp. 147-149, Madrid, 1978 '
REILLY, T.:'The concept measurement aild develop-ment of flexibility". Sports
Fitness ans Sports Injuries, Faber&Faber, pp,61-69, Londres 1981
.
RIANS, CB.:"Strength training for prepubescent males: Is it safe?" Am, 1. Sports
Med. 15, pp.483-489., 19R7
ROVERE. G.D.:"Low back raiD in athletes", Sports
rv1edicine. 15( 1). pp-I 05-116. 1987
WEl..TMAN. A.:"Weight training in prepubera1 chil-drcn: physiologic benefit and
potential damage", Advances in Pediatric Sports Science 3, pp-1O1-129. 1989
CONTRAINDICACIONES DE ACTIVIDADES FÍSICAS. CONCLUSIONES.
Existen ejercicios que, por sus repercusiones negativas o por la probabilidad de
producir lesiones a corto o a largo plazo, se les denomina" ejercicios contraindicados",
y existen otros que, por discrepancias en cuanto a sus posibles repercusiones
negativas, se les conoce como" ejercicios polémicos".
CONCLUSIONES:
1.- Cualquier tipo de estiramiento con rebote debe evitarse. Es muy difícil controlar la
extensión del rebote y, por lo tanto, existe un alto riesgo de lesión en el músculo o
ligamento. Es preferible utilizar los estiramientos estáticos en los que el músculo se
estira lentamente manteniendo el estiramiento hasta donde se note una ligera tensión
y mantener 20-30 segundos.
2.- Hay que evitar la hiperflexión a nivel de la articulación de la rodilla.
3.- Realizaremos los abdominales con las rodillas flexionadas, espalda totalmente en
contacto con el suelo, evitando colocar las manos entrelazadas en la nuca.
4.- Hay que evitar los movimientos rápidos e incontrolados de la zona cervical, círculos
con el cuello, hiperextensión del cuello...
5.- Evitar aquellos ejercicios en los que el tronco quede a favor de la gravedad con el
único apoyo en la zona lumbar
LA POSTURA:
CONSIDERACIONES
PREVENTIVAS, HIGIÉNICAS Y EDUCATIVAS
Julio A. Herrador Sánchez Licenciado en Educación Física y profesor del I.E.S. Antonio Muro de Puerto Real (Cádiz) Pedro A.
Latorre Román Licenciado en Educación Física y profesor asociado en la Universidad de Jaén Mª Luisa Zagalaz Sánclzez
Catedrática de Escuela Universitaria. Universidad de Jaén
Los educadores físicos además de la responsabilidad de educar integralmente a
nuestros alumnos/as, tenemos la posibilidad de descubrir y prevenir una serie de
alteraciones y anomalías del aparato locomotor, que una vez detectadas y tratadas a
tiempo, van a suponer una mejora futura en la calidad de vida de los individuos, siendo
el médico-ortopeda el encargado de corregir estos defectos posturales y anomalías
ortopédicas.
A su vez como promotores directos de la salud, es conveniente aportar una serie de
normas tanto para la vida cotidiana como para la actividad físico-deportiva incidiendo
en aspectos ergonómicos y creando hábitos posturales correctos que eviten patologías
y lesiones o agraven las enfermedades ya existentes. Es preciso el estudio de la
estructura locomotora de nuestros alumnos/as para la correcta aplicación del
currículo además de una adecuada selección y orientación deportiva.
LA POSTURA
La postura hace referencia al conjunto de relaciones existentes entre el organismo
entero, las distintas partes del cuerpo y el ambiente que le rodea. Deriva de la
reali-dad anatómica y funcional, resultante de tres aspectos: anatómico,
neuromuscu1ar y psicomotor.
El tono muscular va ser el principal factor que deter-mine el equilibrio postural, así
como indican Kendall,s y cols (2000), el desequilibrio muscular modifica el
alinea-miento e implica un estado de tensión locomotora. Adoptar una correcta
postura como hábito es esencial para el bienestar del sujeto, así los problemas
posturales cróni-cos pueden dar lugar a malestar, dolor y hasta incapacidad.
A veces las posturas de los niños de edad escolar se califican mediante normas
absolutas, es decir, línea imagi-naria desde el lóbulo, acromion, trocánter y cabeza del
peroné, pero hay que decir que establecer un modelo pres-crito, es ignorar el hecho
de que la postura es una cuestión individual. No existe una postura mejor para todos
los individuos. Cada persona debe aceptar el cuerpo que tiene y' sacar el mejor
partido posible de él (Ávila, 1989).
Para cada individuo, la mejor posición es aquella en que los segmentos del 'cuerpo
están equilibrados en la posición de menor esfuerzo y máximo sostén, intentando en la
medida de lo posible proteger las estructuras de soporte del cuerpo contra los
traumatismos o deformacio-nes progresivas.
Wasmund y cols. citados por Legido (1996), constatan un incremento de los trastornos
posturales en los escola-res, así al inicio del colegio el 52% de los alumnos pre-sentan
debilidades posturales, cifra que baja al 16% en años posteriores, sin embargo,
aparece una nueva entidad clínica como son las deformaciones posturales, en un 49%
de los escolares.
Habrá que incidir en corregir ciertas pautas de conduc-ta o hábitos de la vida
cotidiana y de la práctica deportiva, evitando desalineaciones posturales perjudiciales
y lesio-nes a largo plazo; para ello el educador-entrenador deberá tener en cuenta los
distintos factores y elementos que determinan una buena postura y de equilibrio.
FACTORES DETERMINANTES DEL EQUILIBRIO POSTURAL
El equilibrio postural está garantizado fundamental-mente por el dominio de la
posición pélvica, todo ello sin dejar de tener en cuenta que la base de sus tentación en
bipedestación, implica un adecuado control de los pies e incluso y como apunta
Monfort (2000),la musculatura del tronco es la primera en activarse cuando se
producen dese-quilibrios en el tren inferior.
El tronco se halla en movilidad y control en virtud a la acción de la musculatura de la
faja abdominal y dorsal que permiten mantener una posición erguida, por lo que el
raquis se puede asimilar con el mástil de un velero que está sujetado a una cubierta,
en este caso la cintura pélvica, a través de un sistema de tensores musculares.
En el equilibrio postural van a intervenir de manera decisiva los grupos musculares que
controlen fundamen-talmente los movimientos de anteversión y retroversión de la
pelvis, así Kendall,s y col s (2000), indican que cual-quier movimiento de basculación
pélvica lleva consigo movimientos de las caderas y de la región lumbar; por lo que los
grupos musculares implicados en el equilibrio pélvico están compuestos por los
abdominales( recto anterior del abdomen y oblicuos externos) que junto a los
múscu-los isquiotibiales y glúteos proporcionan la retroversión pélvica, y por otro lado
los músculos flexores de la cadera (tensar de la fascia lata, recto anterior, psoas
iliaco y sar-torio) y extensores del tronco (dorsal largo, iliocostal) que producen la
anteversión pélvica.
La musculatura erectora lumbar, aductores, psoasiliaco y tensor de la fascialata es
una musculatura tónica, es decir como indica Casasola (2000) de gran resistencia a la
fatiga y presenta una función de mantenimiento del esque-leto, en cambio los
abdominales son un grupo muscular fásico, es decir cuya función es dar movilidad al
esquele-to y por lo tanto se fatiga antes.
Casasola (2000) indica además que en una persona sana debe existir un equilibrio
entre la elasticidad de los grupos musculares tónicos y el tono o fuerza de los
fási-cos, lo que va a permitir una postura correcta.
La actividad diaria proporciona un óptimo e incluso algunas veces excesivo tono
muscular en la musculatura antigravitatoria (cuadriceps y extensores de espalda),
teniendo en cuanta la progresiva disminución de elastici-dad de la musculatura
isquiosural y de la espalda, el traba-jo de elasticidad de ésta así como el
fortalecimiento ade-cuado de la pared abdominal es esencial para garantizar un
adecuado equilibrio postural.
La basculación lateral de la pelvis durante la marcha y la carrera es garantizada por
los grupos mus-culares homólogos de cada lado (abductores, tensar de la fascia lata,
glúteo mayor y mediano, obli-cuos del abdomen, aductores etc.), cuando existe
disimetría de piernas, este equilibrio se ve comprometi-do, afectándose directamente
el raquis. La maniobra de Trendelen-burg es una prueba diseñada para valorar la
estabilidad postural de la pelvis en el movimiento de basculación lateral. Cuando la
muscula-tura abductora de la pierna pierde o disminuye su capacidad funcional, se
anula la contención pélvica pro-duciéndose un exagerado movimiento lateral al situarse
en apoyo monopodal, circunstancia objetivable cuando la línea imaginaria que une las
dos crestas iliacas se inclina en dirección a la pierna elevada.
En el siguiente gráfico podemos observar los grupos musculares implicados en el
control de los movimientos de la cadera
Evidentemente todos los movimientos pélvicos produ-cirán modificaciones en la
posición del centro de gravedad que implicará correcciones posturales añadidas a nivel
de las extremidades inferiores y tronco.
Perece ser que el alineamiento óptimo de la columna lum-bar en relación con la pelvis
es de ligera retroversi6n para así aproximar el centro de gravedad hacia el eje de
empuje y pro-porcionar un mejor transporte de fuerzas (Dubois 1985).
Por último, en el control postural. hay que tener en cuenta aspectos básicos
relacionados con el equilibrio, como son:
- Base de sustentación.
- Localización del centro de gravedad.
- Proyección perpendicular del centro de gravedad sobre la base de apoyo.
- Control neuromuscular a través de los centros de pre-sión plantares.
- Alteraciones fisiológicas del oído y vista.
ALTERACIONES POSTURALES
Según Martínez y col s (1995), durante el crecimien-to, aparecen diversas
alteraciones de los ejes normales de la columna vertebral y rodillas, que sin embargo
son fisio-lógicas en la evolución del niño/a a edades tempranas, aunque cuando estas
alteraciones persisten o se mantienen, las denomina desaxaciones. Añade además que
debido a las características del aparato locomotor del niño/a, sus-ceptible a las
presiones y tracciones, determinaría que la actividad física implica una sobrecarga al
mismo; si esta sobrecarga se realiza de manera incorrecta, dichas altera-ciones
posturales podrían empeorar, aunque si la ejecución de los ejercicios está bien
orientada, se pueden corregir ciertas alteraciones, siempre y cuando la aplicación de
las fuerzas se lleven a cabo en el momento y lugar adecuado.
Las posibles desviaciones y anomalías de la postura tanto en el plano frontal como
sagita!, que se pueden pre-sentar de fondo más habitual en el medio escolar son de
dos tipos: Las anomalías ortopédicas y los trastornos estructurales de la columna
vertebral.
Roaf (1981), indica que las deformidades y trastornos de la columna vertebral, ya se
conocían en los tiempos prehistóricos. Aunque no es hasta 1741 cuando el catedrá-tico
de medicina parisino Nicholas Andry emplea por pri-mera vez el vocablo «ortopedia»,
término que deriva del griego; «Orto» (recto) y «país» (niño).Poco antes de su muerte,
publica «La ortopedia o el arte de prevenir y de corregir las deformidades corporales
en niños». Para hacer más comprensible el texto, muestra en su libro la imagen de un
árbol atado a una estructura sólida para que creciera recto, añadiendo que estas
medidas o actuaciones pueden ser puestas en práctica con facilidad por los pro-pios
padres, y por los que se
dedican a la educación de los niños/as, (Adamns,1981 ).
Las alteraciones postura-les más frecuentes las pode-mos dividir en anomalías
ortopédicas (pie plano, pie valgo, pie cavo), genu varo, genu valgo, genu flexum, genu
rectuvatum, coxa ante-versa, cúbito varo, cúbito valgo, escápula alada, tórax en quilla
y hendido) y trastor-nos estructurales de la colum-na vertebral (escoliosis,
des-viaciones laterales, hipercifo-sis, hiperlordosis, cifolordosis y rectificaciones).
CONSIDERACIONES EDUCATIVAS: EDUCACIÓN POSTURAL
Un elemento clave y determinante para un correcto desarrollo de la condición física
para la salud es el trabajo de la higiene y educación postural, así creemos que la
homeostasis postural es un elemento imprescindible para la prevención de lesiones, la
eficacia y rendimiento depor-tivo, para la correcta orientación deportiva y por su
puesto para la salud general del individuo. Por tanto, considera-mos que la condición
física para la salud debería englobar los siguientes aspectos:
1. Resistencia cardiorrespiratoria.
2. Fuerza y resistencia muscular.
3. Elasticidad muscular.
4. Composición corporal.
5. Educación, reeducación e higiene postural
El equilibrio postura! es pieza fundamental de uno de los componentes del
entrenamiento deportivo como es el llamado entrenamiento invisible, compuesto entre
otros elementos por la nutrición, las ayudas ergogénicas, el sueño, las medidas de
recuperación, etc., y que muchas veces por ignorancia o por su incorrecta
manipulación, no, es tenido en cuenta en las planificaciones deportivas.
El equilibrio postural es fundamental antes, durante y después del proceso de
formación deportiva al ser un ele-mento de selección y orientación deportiva
imprescindible en la correcta ejecución y manipulación de los medios y métodos de
entrenamiento así como parte esencial en la llamada higiene postural a tener en
cuenta en las activida-des cotidianas.
En este sentido, la educación, reeducación e higiene postural son parte importante del
desarrollo de la condición física para la salud, así el trabajo del resto de componentes
de ésta influye en la correcta postura. Al reducirse el peso graso mediante el
'trabajo de resistencia cardiovascular, sobre todo de la región abdominal, se
disminuye la posibilidad de padecer hiperlordosis lumbar al reducirse el
adelantamiento del centro de gravedad, a la vez que es un medio de profilaxis contra
el genu varo, por otro lado, el desarrollo de la musculatl1ra para vertebral y de la faja
abdominal es también beneficioso para la homeostasis postural, y por último, el
incremento de la elasticidad isquiosural protege al individuo contra los dolores de
espalda.
Según Cantó y Jiménez (1998), las piezas claves para la educación postural se basan
en tres pilares fundamentales: Concienciación corporal, fle-xibilización y
fortalecimiento muscular.
En la siguiente fotografía podemos observar como una niña de apenas 2 años,
espontáneamente y de forma natural flexiona las rodillas y las caderas para coger un
objeto del suelo.
Brennan ( 1992 ), indica que los adultos son conscien-tes, que deben flexionar las
rodillas al agacharse cuando realizan esta acción, pero eso no basta, ya que es preciso
flexionar además las caderas como 10 hacen los niños/as. Aunque como dice Drake
(1992), esta acción se ve facilita-da en los niños pequeños, puesto que poseen mayor
flexibilidad en sus caderas, rodillas y tobillos, capacidad que perdemos en buena parte
a lo largo de los años.
Estas apreciaciones nos indican que debemos comen-zar la educación postural desde
edades muy tempranas, intentando reforzar este tipo de acciones y evitando que se
asienten como hábitos posturales erróneos difíciles de atajar una vez consolidados.
Así, la etapa escolar es la mejor edad para enseñar unos buenos hábitos, tanto por ser
la edad de crecimiento de las estructuras óseas, como por la facilidad de aprendizaje
en este periodo de la vida.
La educación postural, ha sido durante muchos años una preocupación constante por
parte de diferentes empre-sas, sindicatos y compañías de seguros, motivada por el
elevado coste económico que supone las bajas laborales por lumbalgias, ciáticas,
dorsalgias, cervialgias, etc, sufridas por los trabajadores, con el consecuente gasto
econó-mico que ello genera. Ante esta situación se han creado las llamadas "escuelas
de la espalda", que se encargan de informar, para prevenir las dolencias de espalda,
sobre todo en algunos sectores o especialidades como la enfermería, donde un manejo
o transporte erróneo de los enfer-mos supone un riesgo potencial para la columna
vertebral.
La propagación en nuestra sociedad de dolores lumba-res, así como su frecuencia y
repercusiones sociales y sanitarias deberían impulsar en los organismos e
instituciones tanto públicos como privados, la creación de planes de prevención y
promoción de la salud del raquis, iniciándose estos en la edad escolar.
A nivel general el trabajo de Educación y Reeducación Postural situado dentro del
bloque de contenidos "el cuer-po: imagen y percepción" debe ir orientado según los
siguientes objetivos:
- Tomar conciencia del propio cuerpo, sus partes y su relación con el entorno.
- Fortalecimiento de la musculatura postural y antigravitatoria (erectores del
tronco, faja abdominal, cuadriceps, glúteos, etc.)
- Desarrollar la expresión corporal.
- Mejorar la coordinación muscular (interintramuscular).
- Trabajar la higiene postural en las diferentes posturas
de la vida cotidiana.
- Valorar la estática postural. .
- Trabajar de equilibrio estático y dinámico.
Podemos incluir en las clases de Educación Física sesiones de Acrosport, para la
toma de conciencia corporal, tonificación muscular y flexibilización, utilizando espejos
con el fin de mejorar la percepción en los alumnos/as en la alineación de los
diferentes segmentos corporales, insistiendo fundamentalmente en las zonas de
seguridad de los diferentes apoyos y procurando eliminar hiperextensiones lumbares,
para evitar lesiones de la columna vertebral o en su caso agravarlas.
PRUEBAS DE ANÁLISIS DE LA ESTÁTICA POSTURAL
Existen múltiples métodos para valorar tanto la postura correcta o defectuosa, como
la alineación ideal de las diferentes extremidades del cuerpo humano (Kendall y co1s.,
2000).
Para la valoración de la estática postural disponemos de un gran número de pruebas e
indicadores tanto objeti-vos como subjetivos, como son: Test de la plomada, espe-jos,
cinta métrica, topografía de Moiré, inclinómetros ,pan-talla con cristal cuadriculado,
podoscopios, pedígrafos, goniómetros, cifómetros, gibómetros, angulaciones
marca-das en una radiografía, pizarra cuadriculada, rotulador dermográfico, test de
Adams, desniveles o asimetrías (de hombros, pélvicas y de rodillas), disimetría de los
miem-bros inferiores, pliegues cutáneos suprailiacos, cúspide cifótica marcada en la
flexión del tronco, desgaste de la parte interna o externa de la suela del calzado, etc.
En la clase de Educación Física podemos utilizar el test de la plomada, rotulador
dermográfico (para señalar las apófisis espinosas y el tendón de Aquiles), pizarra
cuadriculada y espejos que son unos métodos de medición bas-tante sencillos de poner
en práctica, económicos y no tan sofisticados como los empleados en los centros de
rehabilitación y ortopedia.
Las observaciones de posibles alteraciones de la columna vertebral (hiperlordosis,
hipercifosis, cifolordosis, escoliosis),como de las rodillas y píes, se explorarán en el
plano frontal y sagital. Como sucede en todo tipo de pruebas existe un modelo
estandarizado en el que nos, basaremos para la medición del alineamiento postural
está-tico. En el test de la plomada debemos pm1ir de un punto fijo de referencia, y
éste se encuentra en la base de los pies. En una imagen lateral, el punto de referencia
fijo estaría localizado por delante del maléolo externo, y en una obser-vación
posterior el punto de referencia se encuentra en el punto medio entre los talones.
Atendiendo a Kendall y cois, (2000) no seria fiable la prueba si tomáramos el punto de
referencia en el lóbulo de la oreja o en el hueso occipital, dependiendo de si la
observación es lateral o posterior, puesto que la posición de la cabeza no es fija.
Siguiendo a Kendall y co!s, (2000) presentamos un modelo de ficha que utilizamos con
nuestros alumnos/as para la valoración de la alineación corporal ideal tanto en la
columna vertebral como de las rodillas y pies, teniendo en cuenta los siguientes
parámetros o modelos estándar para cada una de las regiones anatómicas valoradas.
COLUMNA VERTEBRAL.
 Visión Posterior-Plano Frontal:
- Alineación Correcta o ideal: La línea de plomada se encuentra en el punto intermedio
entre los talones, conti-nua por la sínfisis del pubis, línea interglútea, apófisis
espinosas de las vértebras y hueso occipital. La cuerda divide al esqueleto en dos
mitades (derecha e izquierda) debiendo ser éstas simétricas.
- Escoliosis: Cuando no coincide la línea de plomada con las apófisis espinosas de la
columna vertebral, marcadas previamente con un rotulador dermográfico. A esta
observación, añadiremos las anteriormente descritas como son la medición en la
pizarra cuadriculada de los desnive-les o asimetrías de hombros, caderas y rodillas y
el Test de Adams, donde se aprecia la protusión de la escápula.
 Visión Lateral-Plano Sagital:
- Alineación correcta o ideal: Cuando la línea de plo-mada se encuentra ligeramente
por delante del maléolo externo, anterior al eje de la articulación de la rodilla, a
tra-vés del trocánter mayor del fémur, de los cuerpos verte-brales lumbares, del
acromion del hombro, cuerpos de las vértebras cervicales y lóbulo de la oreja.
- Hipercifosis: La prueba para detectar esta alteración consiste en hacer que el
sujeto flexione el tronco desde de pie, y observar si aparece una "giba" o cúspide
cífótica, es decir comprobar cifosis dorsal aumenta.
- Tanto en la hiperlordosis, como en la cifolordosis la línea de plomada se encuentra
por detrás de la articulación de la cadera y en algunos casos por detrás de la
articula-ción del hombro.
PELVIS
- Anteversión pélvica: macizo glúteo prominente y abdomen recogido,
- Retroversión pélvica: glúteos planos y abdomen pro-minente.
RODILLAS
 Visión anterior-Plano frontal:
- Alineación correcta o ideal: Las rótulas miran direc-tamente hacia delante.
- Genu Varo: Los pies se encuentran juntos y las rodillas separadas.
- Genu Valgo: Las rodillas están juntas y los pies separados.
 Visión lateral-Plano sagita l.
- Alineación correcta o ideal: La línea deja plomada pasa ligeramente por delante del
eje de la articulación de la rodilla.
- Genu Rectuvatum: La extensión de la rodilla sobre-pasa los 0°, por lo que la línea de
plomada pasa por delan-te de la articulación de 1a rodi11a
PIES

Visión posterior- Plano frontal
- Pie Plano: Si la línea de plomada no coincide con el eje posterior del pie, formado por
el tendón de Aquiles y el calcáneo (línea de Helbing), marcados previamente con un
rotulador dermográfíco.
- Pie valgo: desviación del eje longitudinal a través del astrágalo y el calcáneo con
relación a la pierna, con protusión del maléolo interno.
 Visión lateral:
- Pie plano: Hundimiento del arco plantar en apoyo del pie.
- Pie cavo: Exagerado arco plantar.
BIBLIOGRAFÍA
DAMS. J.C. (1986). Manual de ortopedia. Barcelona: Toray
A VILA, F. (1989). Higiene y precauciones para la práctica del deporte sujetos con
alteraciones ortopédicas no invalidantes. En: Educación para la .salud en la práctica
deportiva escolar. Málaga: Unisport,
BRENNAN, R. (1 992}. La técnica de Alexander Posturas sanaspara la salud.
Barcelona: Plural.
CANTO, R. Y .JIMÉNEZ, J. (1998). La columna vertebral en la edad escolar. La
postura correcta prevención y educación. Madrid: Gymnos.
CASASOLA, J. (2000). Pruebas funcionales en las clases de Educación Física. Actas
del Segundo Congreso Internacional de Educación Física: Educación Física y Salud
(pp.399-407).
FETE-UGT. Jerez.
DRAKE, J. (1991). Postura Sana. Barcelona: Martínez Roca. DUBOIS, M. (1985).
Ajuste postural e impulso. Educación Física de Base. Dossier n° 3. ALEFUCL. Madrid:
Gymno.
KENDALL, F., KENDALL, E., GEISE, F. (2OOO). Músculos pruebas. Funciones y dolor
postural. Madrid: Marbon.
MITOS Y CREENCIAS ERRÓNEAS ACERCA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA
Y EL DEPORTE (II): EFECTOS PERJUDICIALES PARA LA SALUD Y
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN DOCENTE PARA SU
ERRADICACIÓN
Pedro Ángel López. Miñarro
Licenciado en Educación Física por la Universidad de Granada
Jesús Medina Casaubón
Doctor en Educación Física
Los mitos o creencias erróneas son comunes en todos los ámbitos relacionados con la
actividad física y el Deporte (ámbito educativo, recreativo, competitivo...) debido a
múltiples causas o hechos que los mantienen. .
El principal problema de esta realidad radica en los efectos negativos que generan los
procedimientos o prácticas que se basan en tales creencias. Efectos negativos muy
concretos, que afectan a distintos sistemas y aparatos del organismo
(cardiocirculatorio, respiratorio, articular...), especialmente a largo plazo, y que
provocan una ulterior disminución de la calidad de vida.
Por tanto, se hace necesario ya no sólo conocer la descripción de las conductas que
definen el mito, sino también cuáles son sus efectos sobre la salud. De este modo se
podrá crear conciencia de la necesidad de analizar estos mitos, con las causas que 105
generan para actuar sobre el/as, por medio de estrategias de intervención docente,
de modo que puedan ser erradicados.
INTRODUCCIÓN
En la primera parte de este artículo titulado "Mitos y creencias erróneas acerca de la
actividad física y el depor-te: descripción" (López y Medina, 1999) se describieron los
diferentes mitos que se han observado con frecuencia en el mundo de la actividad
física y el Deporte, en relación con la salud:
1. El mito de que cualquier ejercicio físico o deporte es adecuado para la salud.
2. El mito de que sudar abundantemente es adecuado para perder peso.
3. El mito de que las agujetas desaparecen tomando bicarbonato o agua con
azúcar.
4. El mito de que el flato es provocado por la ingestión de líquidos antes o
durante la actividad.
5. El mito de la pérdida localizada de grasa abdominal con ejercicios
abdominales o que cualquier ejercicio es válido para perder peso.
6. El mito de que el ejercicio provoca hambre y se ingieran más alimentos.
7. El mito del consumo de proteínas para aumentar la masa muscular.
8. El mito de consumir azúcar antes del ejercicio aumenta el rendimiento.
9. El mito de que la aplicación de cremas termogénicas son adecuadas para
calentar.
10. El mito de los abdominales inferiores y superiores.
El fundamento del estudio de todas estas creencias se establece por cuanto
existen asociaciones de carácter negativo muy significativas entre la conducta
errónea y sus efectos a corto y largo plazo, cuya permanencia en la sociedad actual
debe ser atajada desde el propio ámbito de la Educación Física, ya que se supone un
medio efectivo para que la información llegue a numerosas personas.
Así, a continuación se describen cuáles son los diferentes efectos nocivos que
presentan cada uno de los mitos, junto a la conducta correcta que habría que asociar a
cada uno de ellos, apoyada en estrategias de intervención docente para dotar de
significatividad a esta tarea. Con ello pretendemos que todos estos mitos se conozcan
en todos los ámbitos de la actividad física y el deporte, y se conozcan algunas medidas
para intentar erradicarlos.
JUSTIFICACION DE LA NECESIDAD DE ERRADICAR ESTOS MITOS
Todos estos mitos con su supervivencia sólo pueden acarrear problemas desde el
punto de vista de la salud, pues cada uno de ellos tiene una acción directa o indirecta
sobre sistemas funcionales a los que someten a situaciones de estrés y una
degradación palpable a largo plazo.
El mito, es en definitiva, un camino hacia la instauración de hábitos de ejercicio físico
y deportivos que resultan terriblemente nocivos para la salud. Efectos que se
establecen en plazos diferentes según del que se trate. Así ciertos mitos que tienen
un potencial negativo a corto plazo y sus efectos son evidentes durante y después de
la práctica inadecuada (por ejemplo los efectos de la deshidratación): por otro lado,
otra serie de mitos ofrecen efectos a medio y largo plazo, por lo que quedan
mediatizados por el paso del tiempo, ya que aparecen pasados un tiempo
considerablemente largo (por ejemplo el consumo excesivo de proteínas. repetición de
abdominales desaconsejados. etc.).
Así pues, aquellos que tienen efectos a corto plazo permiten una asociación entre el
efecto negativo y la conducta que la causa. De esta forma, el ejecutante puede ser
consciente de que lo que ha realizado no es adecuado para la salud:
Por el contrario, aquellos que aparecen a largo plazo, no permiten esta conducta
asociativa, puesto que ésta se repite con asiduidad, y cuando aparece su efecto nocivo
asociado, tiene una solución bastante problemática.
Sólo es posible luchar contra esto fomentando la adopción de hábitos de ejercicio
físico y deportivos basados en conductas apropiadas en base al objetivo y en base a
las características del organismo que las va a asumir.
Así pues, a continuación detallaremos cuáles son los perjuicios y alternativas a cada
uno de los mitos que se describieron anteriormente:
El mito de que cualquier ejercicio físico, o actividad deportiva es adecuada para
la salud
La creencia de que cualquier ejercicio es adecuado para potenciar la salud o
mantenerla, conlleva el uso en muchas ocasiones de actividades, ejercicios, deportes,
que tienen un efecto negativo sobre aquella, y el resultado deseado no se produce. El
problema nace en cuanto estas personas inician el ejercicio sin ninguna recomendación
por parte de profesionales de la Actividad Física y el Deporte, a los que raramente se
acude cuando son ellos los que deberían establecer la metodología (en cuanto tipo.
intensidad. duración y frecuencia del ejercicio físico) a seguir para lograr el objetivo
deseado.
Así mientras el sujeto realiza una actividad a la que atribuye efectos beneficiosos, va
acumulando una serie de estímulos que no son adecuados para sus sistemas funcionales
y lo único que logra con esa actividad es una degradación de estructuras a largo plazo,
de la cual nunca será consciente (Dibujo 1).
El mito de que aumentando el nivel de sudoración se puede perder peso
El uso de la sudoración intensa para conseguir pérdida de peso es una técnica
comúnmente utilizada. Algunas medidas al ser utilizadas para provocar reducción de
peso (sauna. por ejemplo) pueden crear un problema de salud (Brotons. 1992). Se
trata de un método peligroso y nunca recomendable, porque se crea un gran peligro de
deshidratación, que es la resultante de una cascada de alteraciones fisiológicas que
llegan a provocar la muerte si no se toman las precauciones adecuadas. Además, la
práctica de ejercicio bajo altísimas temperaturas, con ropas de abrigo o plásticos es
una ayuda suplementaria para producir el temido golpe de calor, que puede llegar a
producir la muerte (Dibujo 2) Con estas ropas la transpiración (evaporación del sudor,
refrescamiento por medio de las corrientes de aire) no se produce y se aumenta
peligrosamente la temperatura hipotalámica.
La deshidratación durante el ejercicio físico causa alteraciones significativas de 1as
funciones corporales que implican los sistemas cardiovascular, termorregulador,
metabólico y endocrino (Gónzalez-Alonso y Coyle. 1 998).
El funcionamiento de todos los órganos y sistemas del organismo requieren agua, Es
fundamental para los procesos de termorregu1ación y resulta imprescindible para
diversas funciones mecánicas al actuar como lubrificante, por ejemplo, de las
articulaciones o como medio que disminuye el roce en el movimiento de las vísceras
(Delgado y cols.. 1997). Así también la deshidratación provoca que se presenten
carencias de iones específicos como el sodio y/o el potasio, que provocan la aparición
de intensos calambres musculares, y provoca la disminución del volumen plasmático.
A pesar de que no contiene calorías ni aporta nutrientes a la dieta, el agua es
necesaria para la vida. Sirve como mecanismo de transporte para nutrientes, gases y
productos de desecho, interviniendo también en las funciones corporales de
regulación de la temperatura. Y un organismo mal hidratado será incapaz de soportar
las grandes temperaturas originadas por el esfuerzo (Marcos Becerro. 1994:
González-Alonso y Coyle. 1998).
Pérdidas de cifras entre 3 a 6 litros de agua por el sudor, alterarían las funciones
termorreguladoras y cardiovasculares del organismo. Si la temperatura alcanza o
supera los 41° C las células pueden ser dañadas, y sí son afectadas las del cerebro
puede sobrevenir la muerte,
Una actitud preventiva será necesaria para evitar los riesgos derivados de la
hipertermia y la deshidratación. Esta actitud preventiva se fundamentará en aquellas
pautas que permitan tolerar mejor el calor y retrasar la deshidratación, así como
reponer adecuadamente el líquido perdido. Así pues, desde un punto de vista
estrictamente fisiológico, el régimen óptimo de reposición hídrica durante el ejercicio
en el calor es aquel en el que se reponen por completo las pérdidas de agua a través
del sudor.
Es necesario entrenar por las mañanas y/o por las tardes en las horas menos
calurosas, y especialmente por la sombra, vistiendo prendas blancas y porosas que
permitan la evaporación.
Los profesionales sanitarios tendrán que tener un comportamiento expectante ante
aquellas personas que se lanzan a la práctica de ejercicio físico en días calurosos sin
estar aclimatadas y sin hacerlo progresivamente (Martín, 1995),
Con cualquiera de estas prácticas, en cualquier tipo de persona, lo único que se
consigue es someter a un gran estrés al organismo ya que el agua perdida debe ser
recuperada. El peso acuoso perdido en exceso se recupera al beber después del
ejercicio, cuando se restablece el equilibrio hidromineral. En cambio tales
manipulaciones pueden producir estados de deshidratación, de sobrecarga
cardiovascular o renal. Algunas de dichas situaciones como el golpe de calor o
hipertermia pueden ser muy peligrosas e incluso mortales.
Así pues, cualquiera de las medidas citadas para aumentar la sudoración están
absolutamente contraindicadas. Los medios a utilizar deben atender a la combinación
de medidas como la dieta hipocalórica y la práctica de ejercicio físico, teniendo en
cuenta la adaptación a largo plazo que necesita el organismo para conseguir una
pérdida de tejido graso.
El mito de que las agujetas son provocadas por el
ácido láctico
El desconocimiento de la génesis de las coloquialmente denominadas agujetas, ha
llevado a que 1os alumnos no conozcan realmente sus causas, y por tanto, no sepan
evitarlas ni hacerlas desaparecer cuando aparecen. Hasta hace unos años, se
consideraba que el ácido láctico era un mero “producto de desecho” de la glucólisis, y
responsable directo de una gran variedad de “males” de los deportistas, como las
temidas agujetas. Es común, la ingestión de productos alcalinos (bicarbonato) o agua
con azúcar, en un intento de combatir la acidez que teóricamente provocaría las
agujetas, cuando es bien conocido que no es esta la causa que las provoca, y por tanto,
la ingestión de tales sustancias no es más que un placebo.
Hoy día se conoce la relación directa entre el grado de molestias y la cantidad de
trabajo excéntrico realizado, así como entre la intensidad y la duración del ejercicio.
El hecho de que el dolor muscular sea más intenso después de las contracciones
excéntricas respecto a las demás es un hecho ya demostrado, desechando el resto de
teorías, la de los cristales de lactato especialmente.
Si el lactato fuese el responsable de las
agujetas, cómo explicar las mayores
sensaciones de dolor con las
contracciones excéntricas, cuando las
isométricas y las concéntricas son las que
generan mayor cantidad de lactato.
La contracción excéntrica en la que se
produce una elongación del músculo
simultánea a la contracción, para una
misma carga de trabajo, utiliza mucho
menos oxígeno, y se reclutan menos
unidades motoras, por lo cual va a ser
menor el número de fibras que soportan
la carga y por lo tanto será mayor la
tendencia a lesionarse su unión con el
tejido conectivo (Dibujo 3).
La alternativa más correcta consiste en evitar aquellos ejercicios que generan las
"agujetas", como correr, saltar, etc... Ya que en estas actividades las contracciones
excéntricas son muy numerosas y de gran intensidad. Hay que dosificar los esfuerzos
de una manera progresiva y gradual. Se trata, por tanto, de una medida preventiva. En
el caso de que las agujetas se hayan instaurado, se hace necesario repetir el mismo
ejercicio que las provocó, pero a menor intensidad, pues ya existe cierta adaptación a
tal ejercicio y se han de evitar otros ejercicios ante los cuales no existe adaptación y
que pueden provocar mayor dolor post esfuerzo tardío.
El mito de que el flato es provocado por la ingestión de agua antes de o durante
la práctica de ejercicio físico
A la hora de realizar ejercicio, el flato es una alteración común, asociada
erróneamente a una ingestión de agua durante la realización del ejercicio. Esta
asociación conlle-va la abolición de la ingestión de agua, con el peligro de
deshidratación y procesos patológicos asociados.
Las teorías que explican la aparición del dolor de cos-tado, coloquialmente conocido
como flato son diversas: contracción del bazo, problema intestinal de tipo mecáni-co,
calambre del músculo diafragmático, fenómeno con-gestivo vascular. Queda
clarificado que la ingesta de agua no es una causa real de este fenómeno.
La aproximación lógica es detener el ejercicio. Las demandas metabólicas de los
músculos respiratorios dis-minuirán inmediatamente, y el flujo sanguíneo a los
mús-culos será suficiente. Aconsejar que no se trate de hacer esfuerzos con "flato",
y en caso de que este problema se repita con regularidad iniciar una investigación
diagnósti-ca (Sánchez. 1992).
El mito de que cualquier ejercicio físico o deporte produce pérdida de peso
El uso de cualquier tipo de ejercicio para adelgazar, conlleva no alcanzar tal pérdida
de peso. No lograr el obje-tivo, provoca que la persona abandone el programa de
ejer-cicio, al ser ineficaz, se sumerja en el sedentarismo, el cual se asocia a diversas
patologías que disminuyen la calidad de vida (Dibujo 4). De este modo, si la gente
abandona prematuramente la actividad física, los beneficios potenciales del ejercicio
físico nunca se logran.
Para perder peso es necesario instaurar programas de ejercicio basado en un tipo de
ejercicio muy concreto (aeróbico, donde intervengan grandes grupos musculares, a
una intensidad moderada, de 3 a 5 sesiones a la semana, e incluso diariamente con un
día de descanso). Y ello por-que la grasa sólo puede utilizarse como fuente de energía
predominante en condiciones aeróbicas (Terrados. 1992).
Y por otra parte debe realizarse una programación de objetivos, a cumplir por fases,
siguiendo las etapas adaptativas del organismo cuando se trata de pérdida de peso, y
siempre clarificado que el programa que se inicia se esta-blece a largo plazo.
El mito de la pérdida localizada de
tejido adiposo, centrado en la pérdida
de grasa abdominal con la realización de
ejercicios abdominales
La creencia de la posibilidad de lograr
una pérdida localizada de grasa
mediante el ejercicio está muy extendida cuando se trata de la grasa abdominal. El
uso de ejer-cicios abdominales con el fin de lograrlo es común. Si bien una potencia
abdominal es beneficiosa para la salud, no es posible que se genere una pérdida
localizada de grasa mediante esta metodología. Además, el ejercicio más utili-zado es
el "Sit-up" o elevación completa de tronco, ejer-cicio que implica especialmente al
Psoas Ilíaco, con todos sus efectos nocivos sobre la salud de las estructuras
lum-bares (Dibujo 5).
Es necesario establecer con claridad la falsedad de cualquier método o medio que
promete una pérdida locali-zada de grasa. Para disminuir la adiposidad troncular
(localizada en el abdomen) es necesario realizar ejercicio físico aeróbico, donde
intervengan grandes grupos muscu-lares, a una intensidad moderada y evolucionar de
unas 3 sesiones semanales hasta una práctica casi diaria. Junto a ello se recomienda
una dieta hipocalórica donde el balan-ce de nutrientes esenciales no sea deficitario.
El mito de que la práctica de ejercicio físico aumenta la sensación de hambre
La idea de que hacer ejercicio provoca un aumento de la sensación de hambre es
común (especialmente en grupos de población con sobrepeso y obesidad) y real en
cier-tos casos (cuando la intensidad del ejercicio es elevada), El desconocimiento de
la metodología apropiada para produ-cir una pérdida de peso, conlleva la presencia de
esta idea, y a veces, el abandono del hábito de ejercicio físico con todos los perjuicios
que el sedentarismo lleva consigo.
Para evitarlo es necesario informar de que un ejercicio aeróbico a una intensidad que
se sitúe en el primer umbral ventilatorio, no produce un gran descenso de la glucemia,
y por el contrario estimula la lipólisis (utilización de trigli-céridos como fuente
energética), logrando el objetivo propuesto siempre a medio y largo plazo.
Y es que un descenso en la glucemia estimula el centro del hambre del hipotálamo y se
aumenta la ansiedad por ingerir alimentos. Por el contrario con el ejercicio aeróbi-co
se utilizan en mayor medida los depósitos de triglicéridos (grasas), y hay un exceso de
éstos en el organismo no hay necesidad de reponerlos, por lo que no se estimulará el
centro del hambre (Dibujo 6).
El mito del consumo de proteínas comerciales para aumentar su masa muscular
El gran consumo de proteínas para aumentar la muscu-lación, especialmente a través
de productos farmacoló-gicos y dietéticos, se ha extendido en la actualidad en los
gimnasios. El consumo de suplementos de aminoácidos, en forna de bebidas, polvos o
pastillas, está relativamente extendido en algunos colectivos de deportistas
(culturistas, halterófilos, y en aquellos interesados en ganar peso y masa muscular en
general).
Se trata de un negocio rentable que
nace del descono-cimiento de las
posibilidades de generar grandes daños
renales con tal consumo exagerado, que
sobrepasa las recomendaciones diarias
de proteínas. Además, no es beneficioso
para el deportista consumir cantidades
excesivas de proteínas (Terrados.
1992), pues ni la masa muscu-lar ni el
rendimiento físico parecen aumentar
necesaria-mente por consumir dictas
hiperprotéicas (López Chicharro y cols..
1995).
La comercialización de estos productos
(de elevado precio en general) estaría
basada en la idea de que las moléculas
de aminoácidos se absorberían más
rápidamen-te por el intestino que las
proteínas. Mas, por el contrario, las proteínas de la dieta se absorben rápidamente
por el organismo, mientras que estas soluciones de altas concentraciones de
aminoácidos atraen agua hacia el intestino, pudiendo provocar molestias
gastrointestinales (López Chicharro y cols.. 1995).
La dieta con un alto nivel de proteínas puede ser poten-cialmente peligrosa. Las dietas
hiperprotéicas pueden crear grandes problemas metabólicos de degradación con
perjuicio para la salud ya que las proteínas no se almace-nan. La relación de una dieta
hiperprotéica con algunos tipos de cáncer y lesiones renales es evidente (Terrados.
1992) (Dibujo 7). Aquí tenemos una gran tarea que la edu-cación nutricional debe
corregir.
Es necesario erradicar estas ideas y concienciar que una dieta adecuada aporta los
niveles de proteínas suficientes para aquellos que buscan la musculación. Se trata de
ingerir una dieta variada y correctamente balanceada en cuanto aporte de
aminoácidos esenciales, tanto en calidad como en cantidad. Una buena combinación o
suplementación de aminoácidos procedentes de alimentos de origen vegetal permite
obtener un correcto aporte proteico (Delgado y cols.. 1997).
El mito de que consumir azúcar antes del ejercicio aumenta el rendimiento
Algunas personas tienen por costumbre ingerir preparados de glucosa y sacarosa
usualmente justo antes del ejercicio y durante el mismo. Deberían conocer que
cuan-do se ingiere esta glucosa se libera insulina en sangre que se encarga de
compensar el exceso de glucosa en sangre. Así la glucosa entra en las células y el
organismo queda desprovisto de reservas de hidratos de carbono por la hipo-glucemia
reactiva, llegando a un estado de fatiga. Durante un ejercicio realizado poco tiempo
después de una ingesta rica en hidratos de carbono simples existe el riesgo de que los
niveles de insulina en sangre se eleven, y produzcan una hipoglucemia, con lo que los
depósitos de energía dejan de estar disponibles.
De igual modo, el consumo de bebidas excesivamente azucaradas antes del ejercicio
(durante los 30 minutos pre-vios al mismo) disminuye el rendimiento debido a una
hipoglucemia reactiva. Esta hipoglucemia no es más que la ausencia de disponibilidad
de glucosa para el músculo, y por lo tanto un rendimiento mucho menor.
Los azúcares simples producen aumentos bruscos en la glucemia seguidos de
descensos también acentuados, lo que favorece el agotamiento del glucógeno.
Paradójicamente las reservas de glucógeno comienzan a vaciarse con mayor rapidez
cuando se ingieren previamente al ejercicio bebidas azucaradas. El hecho de ingerir
azúcares simples antes del esfuerzo provoca un acusado incremento de la glucemia a
los cinco o diez minutos de su ingestión, lo que conduce a una liberación de la insulina
desde el páncreas que provoca una hipoglucemia ya que la glucosa se moviliza hacia las
fibras musculares para la síntesis de glucógeno.
Sin embargo con la fructosa la elevación de la gluce-mia es menor y tal elevación es
sólo de un 20-30% del pro-ducido por la glucosa, sin producir además la elevación en
los niveles de la insulina. Así se permitirá que los niveles de glucemia sean estables
durante el ejercicio.
La elevada secreción de insulina provocada por una rápida absorción de glucosa,
determina un aumento en el número de células capaces de captar dicho monosacárido,
lo que puede conducir a una situación de hipoglucemia reactiva, y paradójicamente,
precipitar la aparición de la fatiga si el individuo desarrolla una actividad
media-namente intensa (Villegas y Zamora. 1991 ).
Cuando se trata de ingestión de hidratos de carbono, debemos tener presente que el
objetivo no es aumentar exa-geradamente los niveles de la glucemia sanguínea, sino
mantenerla en una situación normal. Pero si se desea ingerir hidratos de carbono
antes del ejercicio deben hacerse utili-zando aquellos que son complejos
(polisacáridos especial-mente, exceptuando aquellos con alto contenido en fibra. que
pueden producir molestias gastrointestinales), ya que evitan la gran subida de los
niveles de insulina en sangre, e ingerirlos entre los 40 minutos y 1 hora previa al
ejercicio.
El mito de que las cremas con efecto termogénico son adecuadas para calentar la
musculatura
Cuando se opta por suprimir un calentamiento activo (mediante ejercicios activos) por
uno pasivo, hay unos efectos negativos que se deberían tener presentes.
En primer lugar, la inadaptación al gesto, y la falta de especificidad al movimiento
determina un rendimiento de menor calidad. Además, la ausencia de tareas activas
deter-mina una mala predisposición psicológica hacia la actividad, porque el
calentamiento no sólo debe entenderse como una preparación fisiológica, sino también
psicológica.
En segundo lugar, es posible que el uso de estas cremas pueda generar problemas y
alteraciones de la piel (en la epidermis y en la dermis), reacciones alérgicas a ellas, e
incluso una menor eficacia de las glándulas sudoríparas.
El mito de los abdominales inferiores versus abdominales superiores
La dicotomía abdominales inferiores/superiores está altamente superada, puesto que
hoy día se conoce con cer-teza, que la zona superior se contrae de forma más
poten-te que la inferior en todos los ejercicios (López Calbet y López Calbet. 1995:
Sarti y cok. 1996). El hecho de utili-zar ejercicios para el fortalecimiento inferior,
conlleva el uso de ejercicios abdominales desaconsejados, al generar un gran daño
para la columna lumbar por el estrés que comportan.
Los ejercicios realizados con las piernas extendidas y mediante una acción de flexión
de caderas, con o sin carga, son los grandes representantes de los ejercicios
destinados al fortalecimiento abdominal inferior. La gran palanca que forman las
piernas provocan que el músculo Psoas Ilíaco se contraiga con gran potencia y
provoque una ante-versión de la pelvis, produciendo así una hiperextensión en la
columna lumbar que incrementa el estrés en ésta y genera efectos nocivos a medio y
largo plazo (López Calbet y López Calbet. 1995).
Hoy día, una vez superada la dicotomía inferior-superior, ésta ha sido sustituida por
una dicotomía didáctica en la selección de los ejercicios y que tiende a una diferencia
en base al segmento que se moviliza: tronco y piernas.
Ya se elija un ejercicio de movilización de piernas o tronco, se logra estimular el recto
anterior del abdomen de una forma globalizada, y deberían utilizarse una serie de
ejercicios aconsejados que no tienen los efectos nocivos descritos anteriormente. Así
se pueden usar los enrollamien-tos parciales (Sarti y co1s.. 1996), en los que sólo se
levan-tan las escápulas del suelo (Dibujo 8), pues son adecuados y efectivos para la
musculatura abdominal, y aún más impor-tante, más seguros para la zona lumbar. Un
hecho corrobo-rado en el estudio de Axler y McGill (1997) donde el enrollamiento
permitía las menores cargas compresivas.
También se viene presentando como una buena alter-nativa el ejercicio de
enrollamiento de cintura pélvica hacía el tórax (Reverse Sit-up) (Lindsey y
Corbin.1989). Desde la posición de de cúbito supino con rodillas y cade-ras en flexión
de 90 grados, se enrola la pelvis sobre el abdomen mediante un movimiento de
retroversión, llevan-do las piernas hacia el tórax sin ayudarse mediante impul-so de
los miembros inferiores (Dibujo 9). Las manos se apoyan sobre el vértex de la cabeza
y ésta no se despega del suelo (Sarti y cols.. 1996). Así se despega un poco la región
glútea de la superficie de apoyo, estando la zona lumbar en todo momento apoyada y
protegida.
En este ejercicio movilizando piernas se elimina gran parte de la tensión del músculo
Psoas ilíaco, y permite una completa contracción de la musculatura abdominal,
evi-tando los efectos nocivos de la flexión de caderas con rodillas extendidas.
CAUSAS DE LA PREVALENCIA DE
MITOS
Estos mitos o creencias erróneas son debidos a múlti-p1es causas e influencias, que
nacen desde distintas fuen-tes, que se caracterizan por distorsionar la realidad, y se
analizan a continuación,
1. El desconocimiento de las bases biológicas de los procesos de aporte de energía
durante el ejercicio físico,
2. Los programas de televisión de gran audiencia, Ejemplo: un programa televisivo
donde un comentario del presentador relaciona el ácido láctico con la posterior
aparición de agujetas: en una teleserie uno de los personajes se toma un vaso de agua
con azúcar para quitarse las posibles agujetas que le pueden salir tras hacer ejercicio.
3. Dibujos animados: donde por ejemplo se observa como la sauna provoca una fuerte
pérdida de peso.
4. Anuncios de productos en televisión, como los apara-tos para fortalecer abdomen y
perder peso en la barriga, electroestimuladores, cremas, etc. La búsqueda de la salud
va mucho más allá de la obtención de un cuerpo perfecto, que es el que intenta vender
la televisión. Lamentablemente, los medios de comunicación ofrecen a menudo
mensajes distorsionados, que conducen a que muchas jóvenes que quieren parecerse a
su estrella cinematográfica preferida, acudan a ejercicios y dietas para alcanzar una
delgadez que va en contra de la salud.
5. Anuncios de productos proteicos en gimnasios y her-bolarios, que prometen el
aumento de masa muscular.
6. La generalización de efectos por causas que no han sido controladas
experimentalmente, o en cuya investiga-ción no se han controlado adecuadamente las
variables extrañas.
7. Asociaciones incorrectas debido al desconocimiento de los principios del
entrenamiento enfocado a la salud. Por ejemplo, correr a gran intensidad provoca
hambre, y por tanto, no sigo haciendo ejercicio porque engorda.
8. Insuficiente transmisión de conceptos claves sobre salud.
9. Existencia de profesionales no especialistas, de dudosa preparación científica, que
lanzan teorías sobre fenómenos que desconocen totalmente, evocando ideas
totalmente inadecuadas.
10. Ausencia de una verdadera competencia docente que abarca dimensiones tales
como la falta de formación científica y la actualización docente.
11. Existencias de multitud de entrenadores poco for-mados que establecen
relaciones incorrectas.
12. Falta de una rápida divulgación de los resultados de investigaciones rigurosas para
ser comunicadas a los pro-fesionales docentes y del entrenamiento para que éstos los
asuman en su trabajo.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN DOCENTE PARA ERRADICAR LOS MITOS
SOBRE E.F. Y DEPORTE
El profesor de E.F. debe ser consciente de la importan-cia y las consecuencias que
estos mitos pueden tener a medio y largo plazo para la salud de sus alumnos, por lo
que está obligado a incluir su tratamiento en el desarrollo de la programación de aula.
Ante los resultados negativos que la prevalencia de estos mitos pueden tener en el
ámbito de la E.F y el Deporte, presentamos a continuación una propuesta de
intervención docente con el objetivo de ofrecer al profesor de E.F. una serie de
posibilidades que le sean útiles en su práctica docente y, que le permitan erradicar
esos mitos de los comportamientos y hábitos deportivos de sus alumnos.
Las posibilidades que ofrecemos para que el profesor de E.F. aborde estos mitos en su
clase son las siguientes:
l. Cuando el profesor de E.F. desarrolle algún conteni-do en el que conozca que exista
alguno de los mitos expuestos anteriormente, deberá mostrar a sus alumnos a través
de la práctica la forma correcta e incorrecta y com-paradas, de modo que cuando
éstos tengan que enfrentar-se a este mito en algún contexto diferente lo
reconocerán, lo rechazarán y sabrán cual es la actuación correcta en esa situación.
2. La descripción de estos mitos, sus efectos perjudi-ciales para la salud y la
actuación correcta en cada una de esas situaciones, aparezca en las fichas de trabajo
y libros o cuadernos del alumno.
3. Mostrar a los alumnos un vídeo en el que se recojan todas estas equivocaciones, sus
consecuencias para la salud y la actuación correcta en cada situación, acompaña-do de
las explicaciones y aclaraciones del profesor ante las preguntas de los alumnos.
4. Trabajos de la asignatura de E.F. en los que un grupo de alumnos profundiza sobre
alguno de estos temas. A tra-vés de la técnica de grupo "Debate Dirigido" (Medina
Casaubón. 1997) se consigue que el resto de la clase tam-bién profundice y además,
provocaremos el intercambio de ideas y experiencias entre los diferentes alumnos.
5. A partir de alguna publicación (periódico, revista, libro. etc.) relacionada con alguno
de estos mitos, llevamos el artículo a clase y lo repartimos entre todos los alumnos.
Mediante la técnica de grupo conocida como "Phillips 66" (Medina Casaubón. 1997)
provocaremos el debate entre los alumnos y, en poco tiempo conseguiremos conocer la
opinión de cada uno de ellos y llegar a algunas conclusio-nes generales.
6. Trabajo de observación. Conocidos los mitos por los alumnos, sus consecuencias
para la salud y la actuación correcta en cada situación, el profesor les encargará que
observen en gimnasios y entrenamientos de equipos si existe alguno de estos mitos.
Así, los alumnos serán cons-cientes de que existen, favoreciéndose que los mismos
ten-gan una actitud crítica ante estos mitos.
Finalmente, indicar que en los Centros de Especialización del Profesorado (CEP.), dada
la creciente importancia que está adquiriendo la E.F. para la salud, deberían realizarse
cur-sos para actualizar al profesorado de E.F. sobre estos temas, sus peligros,
actuación correcta en cada situación e interven-ción docente más adecuada para
erradicarlos. Además, estas instituciones deberían incentivar la creación de
seminarios permanentes en los que se abordaran estos temas, con el obje-tivo de
seguir profundizando e innovando sobre los mismos.
CONCLUSIONES
Existe un convencimiento de que la práctica habitual de ejercicio físico introduce a la
persona en un nuevo esti-lo de vida y reporta consecuencias positivas para la salud.
Sin embargo, algunas de estas prácticas se escapan de esta realidad y no reportan
más que consecuencias negativas. Por tanto, se deberían explicar los beneficios del
ejercicio y desarticular los mitos sobre el ejercicio físico en la ense-ñanza secundaria
con la finalidad de acallar con ello y crear una conciencia crítica que los analice t
rechace.
Es necesario favorecer la conciencia crítica en el alu-nado mediante experiencias
reflexivas teóricas y prácticas, de forma que puedan analizar y problematizar los
tópicos relacionados con el ejercicio físico y la salud.
Es fundamental luchar contra el continuo bombardeo de información sobre la
actividad física a que se ve some-tido el usuario en diferentes medios, y que provocan
una transmisión de conceptos, ideas, procedimientos y actitu-des fuera de toda lógica
científica.
Y para ello, el profesional de la Actividad Física y el Deporte debe tener un amplio
conocimiento sobre estos mitos y su influencia sobre la salud.
Descargar