Fuente: www.caballerobustamante.com.pe www.checkpoint.com.pe Derechos Reservados NOVEDADES WEB UN Vistazo A LAS ACCIONES SIN VALOR NOMINAL Héctor Jorge Gómez Bermeo (*) Voces: Ley General de sociedades – Acciones sin valor nominal – Capital social. I.Introducción Desde una perspectiva eminentemente clásica, se ha considerado que el capital social de una sociedad cumple una triple función que versa en lo siguiente: 1. Función organizativa: A través del cual se puede delimitar con precisión cuales son los derechos, obligaciones y el porcentaje de participación de cada accionista en la esfera interna de la sociedad, sea al momento de su constitución o posteriormente en algún aumento de capital. Éste tipo de determinación obedece, como bien lo ha detallado Morales(1), en la relación de riesgo-poder-beneficio que tiene todo accionista dentro de la estructura orgánica de una sociedad. En consecuencia, es a través de esta función que se puede determinar con exactitud los quórums de instalación de junta y las mayorías necesarias para la adopción de acuerdos. 2. Función productiva: Esta función se basa en la idea de que la cifra consignada en el capital social, servirá como base para el desarrollo de las actividades de la sociedad. En ese sentido, terceros podrían saber la capacidad de producción de una sociedad con el simple hecho de solo fijarse en la cifra del capital. No obstante lo señalado, esta función en la práctica ha quedado en el olvido, toda vez que las actividades que desarrolla una sociedad no solo se financian en el capital social, sino en general con todas las cuentas patrimoniales que figuran en el patrimonio neto en la sociedad como por ejemplo los resultados acumulados, reservas legales, reservas facultativas, excedentes de revaluación, capital adicional, entre otros. 3. Función de garantía frente a terceros acreedores: Esta función resulta una de las más relevantes del capital social, puesto que el capital social constituye una cifra inmovible por parte de los accionistas, ya que dentro del marco de una disolución y liquidación de la sociedad, los accionistas no podrán repartirse el haber social existente si es que previamente no han terminado de pagar a los acreedores. En ese sentido, es debido a esta función de garantía que los acreedores tienen un derecho de oposición respecto a cualquier acto por parte de los accionistas que involucre la pérdida patrimonial de la sociedad (en caso de las escisiones o fusiones) o la reducción de la cifra capital (como lo es en el caso de las reducciones de capital). Por lo mencionado, tenemos que el capital social de una sociedad juega un papel central y fundamental en lo concerniente en la vida productiva de la sociedad, tanto en el aspecto interno sobre la relación de los accionistas con la sociedad, como en el aspecto de las operaciones de la sociedad con terceros, especialmente sus acreedores. Habiendo efectuado tal precisión, tenemos que el capital social de una sociedad se divide en acciones, la cual según el artículo 82° de la Ley General de Sociedades (en adelante la “LGS”) las define en los siguientes términos: “Artículo 82.- Definición de acción Las acciones representan partes alícuotas del capital, todas tienen el mismo valor nominal y dan derecho a un voto, con la excepción prevista en el artículo 164 y las demás contempladas en la presente Ley.” Conforme lo menciona el artículo citado, las acciones son partes alícuotas del capital social y todas ostentan un mismo valor nominal; en consecuencia, tenemos que el capital social de una sociedad se encuentra conformado a través de una ecuación en que el capital social es el resultado de la cantidad de acciones emitidas multiplicado por el valor nominal de dichas acciones que hayan sido asignado por los accionistas En esta línea, las acciones, en palabras de Garrigues y Uria, “(…)representan partes alícuotas del capital social. Será nula la creación de acciones que no respondan a una efectiva aportación patrimonial a la sociedad. Dividido necesariamente en acciones el capital social, la ley quiere que cada acción represente una parte alícuota del mismo: una parte proporcional que repetida mida exactamente a su todo. Con esto no hace más que recoger la práctica uniforme y constante que señala a las acciones [como] un importe aritmético múltiplo de la cifra del capital, denominado valor nominal en diferentes artículos de la ley.(2)” Por su parte, Alejandro Bérgamode forma más específica señala que, “(…) el principio de fijeza del capital social desaparece en las acciones sin valor nominal y no es sustituido por otro mecanismo de seguridad; y asimismo según el referido autor, la estructura de la sociedad anónima se vería minada en sus cimientos si, dando carta de naturaleza a dichos títulos, se proscribiesen las saludables normas que tienden a mantener a todo trance la fijeza del capital-garantía, como las que prohíben el reparto de dividendos en caso de pérdidas, las que condenan la inflación de las aportaciones no dinerarias, y sobre todo, las que tratan de lograr el mayor equilibrio posible entre el capital y el patrimonio(3)”. En ese sentido, si el valor nominal de las acciones constituye una parte integrante de la ecuación del capital social, ¿Cómo se puede concebir la idea de la emisión de acciones sin que tenga valor nominal? ¿Dicha emisión no atentaría en contra de la función de garantía del capital social? Como reza el título del presente artículo, en esta ocasión nos centraremos en la justificación de la emisión de acciones sin valor nominal, y cómo estas acciones funcionan en el mercado, adelantándonos sobre el particular en que la emisión de estas acciones, tratan de solucionar un problema de valorización, es decir, corregir la discordancia entre el valor cotizado por las accionistas respecto del valor de lo efectivamente aportado en el mercado. De esa manera, existe una problemática en torno al valor asignado a las acciones, y el hecho que éstas no se encuentran cotizadas a un valor real, terminando en una potencial transferencia en base a un precio bajo la par, o sobre la par.(4) Ante esta situación, algunas legislaciones extranjeras han adoptado dar como alternativa la emisión de acciones sin valor nominal a efectos de evitar errores sobre la base de la valorización de los accionistas de la sociedad. II. Antecedentes de las acciones sin valor nominal Esta clase de acciones, la cual se les conoce como las no par value shares, tiene su origen en los primeros años del siglo XX en Estados Unidos, a través de la introducción en la stock corporation lawen New York en el año 1912. Su introducción en el mercado tuvo tres razones en específico: 1. Evitar problemas de valorización. Siendo que los aportes para la emisión de acciones pueden ser bienes dinerarios como no dinerarios, la sobrevalorización de los últimos generaba un impacto negativo en el mercado, por cuanto, terceros adquirientes de estas acciones –guiados Fuente: www.caballerobustamante.com.pe www.checkpoint.com.pe Derechos Reservados eminentemente por el valor nominal de éstas- eran inducidos a error en el marco de transacciones comerciales. 2. Facilidad en la colocación de títulos. Se buscaba un medio mucho ágil para la colocación de títulos en el mercado, evitándose de esta forma efectuar las formalidades de los aumentos de capital. 3. Evitar fraudes. No solo el problema de las valorizaciones de bienes no dinerarios generaba un inconveniente, sino que el mismo valor nominal de una determinada aportación no refleja el valor del mercado de las acciones; como es el caso cuando la sociedad tiene resultados acumulados en negativo (pérdida). A la fecha la introducción de la emisión de acciones sin valor nominal ha sido una alternativa en diversos países, en Latinoamérica específicamente en los países de México, y Chile, en donde su aplicación ha presentado algunos conflictos normativos que veremos más adelante, considerándose entre sus principales críticas el hecho que estas acciones pueden ser emitidas a un precio muy bajo que signifique la disminución del patrimonio neto de la sociedad en perjuicio de los acreedores societarios. III. Sobre las acciones sin valor nominal Como hemos explicado en el acápite introductorio, la LGS establece como pilar de la ecuación del capital social la valorización de las acciones emitidas; en consecuencia, debe entenderse que no se encuentra permitido una emisión de acciones que no se encuentre relacionada con una consecuente valorización nominal de dichas acciones. Por consiguiente, no existe una acción sin valor nominal. No obstante lo anterior, repasaremos brevemente la legislación mexicana, a efectos de apreciar cómo han regulado normativamente esta particular emisión de acciones. En el inciso 4) del artículo 125° de la Ley General de Sociedades Mercantiles de México, señala lo siguiente: “Artículo 125.- Los títulos de las acciones y los certificados provisionales deberán expresar: (…) IV.- El importe del capital social, el número total y el valor nominal de las acciones. Si el capital se integra mediante diversas o sucesivas series de acciones, las mencionas del importe del capital social y del número de acciones se concretarán en cada emisión, a los totales que se alcancen con cada una de dichas series. Cuando así lo prevenga el contrato social, podrá omitirse el valor nominal de las acciones, en cuyo caso se omitirá también el importe del capital social.” Las justificaciones detrás de la emisión de este tipo de acciones, resultan las mismas que fueron comentadas en el acápite introductorio: • El valor nominal no sea el valor de mercado • Se cobre una prima sobre acción para admitir a nuevos socios • Que exista discordancia entre el valor nominal y el contable No obstante, la doctrina mexicana se ha pronunciado sobre las acciones sin valor nominal, Barrera Graff, señala que su emisión “no otorgaban garantías suficientes ni protección a la sociedad que las emite, a los accionistas que las suscriben y, sobre todo, a los terceros que contratan con la sociedad, cuyos intereses, más que los de ésta y los socios mismos, son dignos de una protección adecuada”. Asimismo, continua Barrera Graff, el hecho que “las acciones no cuenten con valor nominal podría dar lugar a simulaciones, pues las acciones podrían cambiar a diestra y siniestra su valor, y ello podría ser motivo de fraudes. Una acción sin un valor nominativo sería en pocas palabras, una acción ficticia, que podría inflar o desinflar el capital social a voluntad, lo cual desembocaría en una gran inseguridad jurídica.” Sin perjuicio de ello, la regulación mexicana sobre las acciones sin valor nominal constituye un contrasentido respecto al contenido de la propia norma, por cuanto, conforme lo dispuesto en el artículo 115° de la Ley General de Sociedades Mercantiles Mexicana, se indica lo siguiente: “Artículo 115.- Se prohíbe a las sociedades anónimas emitir acciones por una suma menor de su valor nominal.” Este artículo (el cual tiene un contenido similar a nuestra ley general de sociedades) prohíbe la emisión de acciones con un valor nominal inferior al admitido; sin embargo, permite que las partes en el acto de constitución o por acuerdos de accionistas creen acciones sin un valor nominal, lo cual presenta una clara dicotomía, toda vez que la prohibición señalada en el citado artículo no ofrece excepción alguna. Para finalizar sobre la regulación mexicana sobre este extremo, Barrera Graff, parte de la premisa de que la regulación de este tipo de acciones consiste en un error teórico, “error [que] afecta a las normas que nuestra legislación destina a proteger el capital haciéndolo permanente (arts. 89, 91, 124, 133, 134, etc. L.G.S.M.); afecta también a aquellas que exigen que las acciones tengan un valor igual (art. 112), y que prohíben a la sociedad la emisión de acciones por una suma inferior de su valor nominal (Art. 115); afecta a los principios que impiden la trasmisión de las acciones no liberadas por la simple tradición (art. 117); así como a las reglas que conceden a la sociedad acción contra los socios que no paguen la integridad de su aportación (art. 118); a aquellas que otorgan a los accionistas los llamados “intereses constructivos” (art. 123); y a las que fijan reglas para amortizar solamente las acciones totalmente pagadas (art. 136 fr.II),etc., etc.(5)” IV. Concepto y beneficios de las acciones sin valor nominal Las acciones sin valor nominal deben ser entendidas como aquellas acciones emitidas por la sociedad en las cuales no ha sido establecido un valor par en la incorporación de los certificados de acciones, en el pacto social, o en el estatuto; en consecuencia, a diferencia de las acciones con valor nominal, las primeras no ostentan una valorización determinada los accionistas. No obstante, pese a la falta de consignación de la cifra de capital en cada una de las acciones emitidas, para todo efecto interno, las acciones emitidas tendrán formarán parte de la función organizacional que tiene el capital social, concepto que ya ha sido explicado en el acápite introductorio. Sin perjuicio de lo anterior, el hecho que este tipo de acciones no ostenta una valorización fijada por los accionistas, no significa que ningún órgano societario se encargará de efectuar la valorización de las mismas. En este caso es el directorio quien define el valor definitivo de este tipo de acciones. “A este respecto en los estados unidos se permite que el directorio fije el precio de las acciones sin valor nominal de acuerdo al valor que considere adecuado, teniendo en cuenta las condiciones de mercado y situación de la empresa. En ese sentido, las acciones sin valor nominal tienen la característica que su valor no está predeterminado en el pacto social, sino que puede ser establecido por el directorio o tal vez por otro órgano pertinente.(6)” En base a lo anterior, la función organizacional se plasmará una vez que el órgano societario competente se encargue de valorizar las acciones sin valor nominal, y será en base a esta valorización efectuada que se ­podrá determinar con precisión el valor de la tenencia accionaria que tenga cada titular. Otra característica relevante de mencionar en cuanto a las acciones sin valor nominal la encontramos en su contabilización, debido a que el valor de colocación de las acciones se encuentra inmerso dentro de la cuenta del capital social. Esto muestra una clara diferencia respecto a la forma en que se contabiliza las acciones de valor nominal, en donde el valor nominal se fija en la cuenta del capital social, registrándose todo exceso o montos pendientes de capitalizar en la cuenta del capital adicional. “En las acciones sin valor nominal el integro del valor de colocación de las acciones se integra a la cuenta capital, desapareciendo por tanto la cuenta de capital adicional referida a los excesos o defectos que se obtienen por la Fuente: www.caballerobustamante.com.pe www.checkpoint.com.pe Derechos Reservados emisión de acciones a la par, denominada excess of par (stated ) value. En ese sentido expresamente dispone la chapter 11 que “si la compañía emite accionessin valor nominal que no tienen un valor establecido, el valor íntegro recibido es abonado en la cuenta capital stock, y no hay necesidad para usar la cuenta capital adicional por exceso del valor par.(7)” Por lo mencionado, tenemos que existen concretamente dos características para poder identificar cuando nos encontramos frente a acciones sin valor nominal. La primera, respecto a la falta de valorización de las acciones. Cuando las acciones emitidas no tengan un valor especifico determinado por los accionistas en el pacto social o el estatuto, debemos entender que la valorización final será determinada por el directorio, o algún otro órgano que la sociedad lo apruebe para tal efecto. La segunda, versa en la forma de contabilizar las acciones; el valor de colocación forma parte integrante del capital social, desapareciendo en consecuencias cuentas de capital en tránsito como lo es el capital adicional. Sobre éste extremo, explicaremos con un poco más de profundidad en el siguiente acápite. V. Diferencias en el registro de las acciones sin valor nominal Conforme a la estructura orgánica de nuestra LGS, el valor par (léase nominal) del capital social se registra en una cuenta con la misma denominación. En ese sentido, todo exceso es registrado en una cuenta especial denominada capital adicional. Asimismo, cuando se emitan acciones sobre la par, es decir, acciones emitidas por encima de su valor nominal, estas se registran en la cuenta de “primas de emisión”; para clarificar lo mencionado nos remitimos al siguiente ejemplo: ACTIVO CAJA Y BANCOS: S/10,000 PASIVO 0 PATRIMONIO CAPITAL SOCIAL: S/ 4,000 PRIMA DE EMISIÓN: S/ 6,000 En este ejemplo tenemos a una sociedad que cuenta con un capital social de S/ 4,000, que logra vender acciones al precio de S/ 10,000 (cuatro mil considerado como precio a la par, y seis mil como exceso o prima de capital). En consecuencia, ingresa en el activo corriente el flujo correspondiente a la venta de acciones. En el caso de emisiones bajo la par (emisiones por debajo del valor nominal), a nivel general, el registro puede variar dependiendo de las cuentas patrimoniales que tengan la sociedad, pudiendo efectuar el registro con cuenta a utilidades acumuladas, reservas facultativas, reservas legales (las cuales deberán reponerse en caso sea utilizada), o incluso con cargo a otras primas de emisión. No obstante lo anterior, en nuestra legislación conforme lo establecido en el artículo 85° de la LGS(8), el registro de emisiones bajo la par debe efectuarse como una pérdida de colocación. Para efectos de graficar lo mencionado utilizaremos el mismo ejemplo, con la diferencia que la colocación de las a­ cciones emitidas ha sido por S/ 0.50 por cada acción de valor nominal de S/1 emitido: ACTIVO CAJA Y BANCOS: S/ 2,000 PASIVO 0 PATRIMONIO CAPITAL SOCIAL: S/ 4,000 PÉRDIDA DE COLOCACIÓN: (S/ 2,000) Habiendo explicado cómo funciona el registro en de acciones con valor nominal en nuestra legislación, ahora asumamos que las mismas operaciones de emisiones sobre la par y bajo la par, se registran bajo el esquema de acciones sin valor nominal: Emisión de acciones sobre la par: ACTIVO CAJA Y BANCOS: S/10,000 PASIVO 0 PATRIMONIO CAPITAL SOCIAL: S/ 10,000 Emisión de acciones bajo la par: ACTIVO CAJA Y BANCOS: S/ 2,000 PASIVO 0 PATRIMONIO CAPITAL SOCIAL: S/ 2,000 Como se podrá apreciar en ambos casos existe una perfecta identidad entre el monto del valor venta correspondiente a la emisión de las acciones, el cual se encontraría registrado en el activo, cuenta caja y bancos, respecto del capital social en cada caso en concreto. La razón de esta identidad se debe básicamente a que no existe una cifra que señale un límite mínimo al precio de emisión de acciones; por lo consiguiente, no existirá emisiones sobre o bajo la par. VI. Pertinencia sobre su regulación en nuestra legislación Como se ha podido apreciar el principal problema que genera la emisión de acciones sin valor nominal se centra en la afectación de la función de garantía que tiene el capital social, debido a la falta de una cifra que señale mínimamente cuanto será el monto que los acreedores societarios podrían afectar en casos que sus obligaciones no se encuentren debidamente garantizadas. En ese sentido, la inclusión de este tipo de acciones, debería centrarse en el cambio de un paradigma como lo es la función de garantía misma que tiene el capital social, ya que una inserción de esta clase de acciones bajo la estructura orgánica que tenemos resultaría claramente incompatible. Sobre este cambio de paradigma, Villota propone cambiar y trasladar esta función de garantía al patrimonio neto de la sociedad a efectos de que pueda emitirse acciones sin valor nominal, conforme lo precisamos en los siguientes términos: “(…). En verdad lo que sirve como garantía a favor de los acreedores es la existencia de un patrimonio neto positivo, que asegure la existencia de activos suficientes para cubrir los pasivos de la sociedad. El criterio o parámetro de referencia que se establezca para determinar el grado de protección del patrimonio neto puede ser el capital social o puede ser otro concepto que actúe en su reemplazo. En este sentido, se puede utilizar en reemplazo del capital social un coeficiente de solvencia como ha sido recogido en la Ley Accionaria de California de 1975, o un examen de solvencia como ha sido adoptado en la Model Business Corporation Act de la American Bar Association, o tal vez el que se ha propuesto consistente en la utilización de un ratio de solvencia que fije un margen o mínimo porcentaje de patrimonio neto que actúe como nueva cifra indisponible. Esta tesis que el patrimonio neto cumple una función de garantía y que se puede utilizar en reemplazo del capital social otro parámetro de referencia, abre la posibilidad que se pueda adoptar un modelo de acciones sin valor nominal, en donde se deje del lado el carácter fijo y estable de la cifra capital, permitiendo que se emitan acciones al precio que el directorio o el órgano pertinente considere adecuado, actuando como una nueva forma de protección de los acreedores la preservación de un determinado margen mínimo de solvencia del patrimonio que actúe en reemplazo de la cifra capital como nueva cifra indisponible.(9)” VII.Conclusiones PRIMERO: La emisión de acciones sin valor nominal se encuentra prohibida en nuestra legislación, ya que nuestra legislación parte de la premisa que el capital social de una sociedad cumple una función –en la práctica- bipartita, que es: una función organizacional, y una función de garantía frente a los acreedores. Fuente: www.caballerobustamante.com.pe www.checkpoint.com.pe Derechos Reservados SEGUNDO: Una acción sin valor nominal es aquella que no tiene un valor fijo determinado por los accionistas en el pacto social o el estatuto, sino que este valor es asignado por el directorio de la sociedad o en su defecto por otro órgano colegiado. Su introducción parte como justificación en el hecho de evitar fraudes e inducciones a error que la consignación del valor nominal de las acciones pueda generar en terceros. TERCERO: Debido a esta falta de valorización y la falta de una cifra que permita a los acreedores oponerse frente a cualquier cambio en el capital social de la sociedad, es que se afecta claramente la función de garantía del capital social. CUARTO: La solución para la inserción de esta clase de acciones en nuestra legislación deberá partir en modificar la función de garantía que tiene el capital social, debiéndose adoptar en su reemplazo la tesis de que la verdadera función de garantía de los acreedores parte del patrimonio neto de la sociedad y no en base al capital social. NOTAS (*) Abogado por la Universidad San Martín de Porres, con estudios concluidos en derecho corporativo por la misma universidad. Candidato a Magister en derecho civil por la Universidad San Martín de Porres. Egresado del Programa de Educación Ejecutiva (PEE) en derecho corporativo- financiero por la Universidad ESAN. Especialista en derecho contractual y derecho corporativo. Correo [email protected]. (1) MORALES GARCIA, Guillermo. Las acciones sin valor nominal en el derecho mexicano, Revista Derecho en Libertad, Monterrey, 2013. (2) GARRIGUES, Joaquín y URIA Rodrigo. Comentario a la ley de Sociedades Anónimas, Tomo I. Madrid, 1953. (3) BÉRGAMO, Alejandro. En Sociedades Anónimas (Las Acciones),En: Prensa Castellana, Tomo I, Madrid, 1970, Págs. 162-163. (4) Un claro ejemplo de lo mencionado se puede apreciar con la lectura del artículo 27° de la LGS en la que si bien existe un informe de valorización de los aportes no dinerarios, el monto asignado al referido aporte siempre corre el riesgo de ser objeto de una sobrevalorización. (5) GRAFF, Barrera. “Las Acciones sin valor nominal”, en: http://www.juridicas. unam.mx/publica/librev/rev/indercom/cont/8/dtr/dtr1.pdf. (6) VILLOTA, Marco, “La función de garantía del capital social y las acciones sin valor nominal”. http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/­12345 6789/102/VILLOTA_MARCO_ANTONIO_FUNCION_CAPITAL_SOCIAL.pdf?sequence=1. Pp.190. (7)Idem. (8) Artículo 85.- Del importe a pagarse por las acciones El importe a pagarse por las acciones se establece en la escritura pública de constitución o por la junta general que acuerde el aumento de capital. La suma que se obtenga en la colocación de acciones sobre su valor nominal es una prima de capital. Los términos y condiciones del pago de la prima y la aplicación de la misma están sujetos a lo que establezca la ley, la escritura pública de constitución o el acuerdo de la junta general. Si el valor de colocación de la acción es inferior a su valor nominal, la diferencia se refleja como pérdida de colocación. Las acciones colocadas por monto inferior a su valor nominal se consideran para todo efecto íntegramente pagadas a su valor nominal cuando se cancela su valor de colocación. (9) VILLOTA, Marco, “La función de garantía del capital social y las acciones sin valor nominal”, cfr. Op. Cit.6.