“ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL SISTEMA DE COMPETENCIAS TRIBUTARIAS DE LA FEDERACIÓN, ENTIDADES FEDERATIVA Y MUNICIPIOS” AUTORES: M.C.P.C. MARIA REMEDIOS PULIDO TORRES C.P.C. MARIO JORGE TERMINEL SIQUEIROS Navojoa Sonora ANTECEDENTES Actualmente en las Entidades Federativas y los Municipios existe inequidad en la distribución de ingresos los gobiernos más cercanos a la gente carecen de recursos para responder a la problemática social en este sentido es impostergable lograr un reparto más equitativo entre la Federación, Estados y Municipios, suprimir o modificar la exclusividad impuesta a favor de la Federación para gravar las actividades económicas más importantes y establecer responsabilidades en el gasto, crédito, y deuda públicos, sentando las bases para una reforma constitucional y una Ley de Federalismo Hacendario. MARCO JURÍDICO ACTUAL Y PROBLEMÁTICA A RESOLVER. El poder o potestad tributaria aparece como una exteriorización de la soberanía del Estado. Dentro de nuestro sistema federal, al existir la posibilidad de la presencia de dos y a veces tres sujetos activos de los tributos, con potestad tributaria (aunque los Municipios la tengan limitada), se originan conflictos que no han sido adecuadamente resueltos ni por la Constitución, ni por las leyes ordinarias, De manera general señalaremos que nuestra Constitución Política no establece principios claros de distribución de competencias tributarias, sino que, por el contrario, señala un sistema complejo en el que, en principio se observa un ámbito de concurrencia tributaria, de acuerdo con el artículo 124 en relación con el 73 fracción VII, pero a la vez establece campos económicos exclusivos para la Federación y los Municipios en los artículos 73 fracción XXIX “A” y 115 fracción IV así como prohibiciones o restricciones expresas a la potestad tributaria de los estados en los artículos, 117 fracciones III, IV,V,VI,VII y 118 fracción I, de tal forma que las Entidades Federativas se veían en la disyuntiva de gravar únicamente las migajas o acudir a la doble tributación , siempre molesta para los contribuyentes. El 28 de diciembre de 1953, la primera Ley de Coordinación Fiscal, mediante la cual los Estados comenzaron a firmar convenios, en los que se comprometían a derogar sus impuestos estatales, a cambio de recibir participaciones federales. Dicha ley fue sustituida por la Ley de Coordinación Fiscal vigente a partir del primero de enero de 1980, que crea el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, con la finalidad de coordinar el sistema fiscal de la Federación con los de los Estados, Municipios y el DF, establecer la participación correspondiente a dichas entidades en los ingresos federales y distribuir entre ellos dichas participaciones. En general podemos afirmar que la Ley de Coordinación Fiscal vigente ha venido a traer indudables ventajas económicas a las Entidades Federativas, pero a la vez originó una dependencia casi total de estas hacia la Federación. Es un hecho insoslayable que más del 90% de los ingresos de los Estados provienen de las participaciones y cada día existen mayores quejas de estos a cerca de la forma de reparto. Los Estados fuertes económicamente hablando han manifestado la conveniencia de que se reparta atendiendo a la productividad de cada Entidad y a su Producto Interno Bruto; otros opinan que se incremente el 20% distribuible, por lo menos al 33%, pero la idea actual coincidente es que la reforma en este aspecto sea integral y llegue hasta las propias bases constitucionales de las fuentes impositivas y precisamente por eso se habla de redistribución de las potestades tributarias A partir del mandato del Presidente Ernesto Zedillo se comenzaron a realizar algunas reformas a la Ley de Coordinación Fiscal, con el propósito de acallar las voces de Estados y Municipios que pedían mayores ingresos. Así, desde 1998, entre otras medidas podemos señalar la aparición de los Fondos de Aportaciones o Transferencias (Ramo 33), que actualmente se integran en VII fracciones en el Art. 25 de la Ley de Coordinación Fiscal, donde destacan entre otros, el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal, el Fondo para los Servicios de Salud, y el Fondo para la Seguridad Publica de los Estados y el Distrito Federal. Después se crean las llamadas Reasignaciones de Fondos de las Dependencias Federales y las Provisiones Salariales y Económicas, todos ellos con el propósito de hacer llegar mayores recursos a Entidades Federativas y Municipios. Sin embargo no se han instrumentado en forma correcta a nuestro juicio, porque por ejemplo estas últimas medidas aparecen generalmente en el Presupuesto de Egresos en forma transitoria, sujetas como todas las partidas del presupuesto a un posible traspaso o, cuando menos, a ser suprimidas para el año siguiente. En cuanto a las Transferencias, si bien resultó adicionada la Ley de Coordinación Fiscal, los recursos que se transfieren, como lo han señalado insistentemente algunos Estados, siguen siendo federales y básicamente su cuantía la determina la Federación. Además se encuentran etiquetados, de tal manera que aun cuando la responsabilidad se le atribuya a los Estados, dichos fondos no les pertenecen como las participaciones, es decir, no puede invertirlos libremente o disponer de ellos en forma distinta. IMPACTO DE LA PROBLEMÁTICA EN LAS HACIENDAS LOCALES. En el pasado reciente el Sistema Federal Mexicano se vio limitado por las relaciones políticas asimétricas que con el paso de los años fueron favoreciendo al Poder Central en detrimento de los gobiernos estatales y municipales…la transición política obliga a dejar a un lado las practicas del centralismo que impidió a los gobiernos locales desarrollar plenamente sus capacidades institucionales”. El excesivo centralismo tributario ha tenido un impacto negativo en las finanzas de Estados y Municipios. Por lo que es necesario buscar la forma de que Estados y Municipios puedan gravar las actividades económicas mas importantes de sus regiones. La idea de la atribución de nuevas potestades en materias de tributos a favor de los Gobiernos locales y municipales es clara. Sin embargo debemos hacer un paréntesis para destacar que junto con las atribuciones vienen nuevas responsabilidades. En un artículo que leímos no hace mucho tiempo, de Jaime Jiménez , miembro del Colegio de Economistas, narraba las experiencias de tres especialistas destacados del Banco Mundial respecto al tema del Federalismo en el Mundo quienes al comentar acerca del caso de Latinoamérica señalaron lo ocurrido en Argentina, Colombia Y Brasil, donde los últimos años se han dado cambios importantes en el sentido de otorgar mayores competencias tributarias a favor de los gobiernos provinciales o “subnacionales” . Al efecto señaló que las políticas federalistas no han funcionado en estos países por que los gobiernos provinciales no estaban preparados para asumir dichas responsabilidades tributarias, creándose vacíos por falta de una disciplina fiscal de los gobiernos locales. Esto constituye solamente una llamada de atención que de ninguna manera debe hacernos desistir de la tendencia de apoyar mayores potestades tributarias locales, pero asumiendo las responsabilidades inherentes, lo cual nos lleva a la capacitación organizada y al servicio de carrera en el área de las finanzas públicas, de funcionarios estatales y municipales. Las consideraciones hechas en el párrafo anterior tienen una relación inmediata con comentarios vertidos por funcionarios fiscales federales, con anterioridad al surgimiento de la CONAGO y antes también de que se hablara de realizar una Convención Nacional Hacendaría. En una entrevista publicada en un diario local, el Jefe de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público señaló que la mayoría de los Estados tienen serios problemas de crisis. En el pasado reciente se ha señalado que los Estados no han aprovechado suficientemente su campo tributario, ya que no todos cuentan con el Impuesto Sobre Nóminas y no todos gravan con la capacidad que existe para hacerlo. Si las entidades utilizaran las bases gravables que tienen, decía, podrían obtener ingresos adicionales muy importantes en relación con las participaciones que reciben. ALGUNAS PROPUESTAS. Algo que subyace en la mentalidad de quienes convocaron a la Primera Convención Nacional Hacendaría es la necesidad de que exista un reparto más armónico y equitativo de las fuentes tributarias, que por ahora se encuentran concentradas en su mayor parte en la Federación. Desde luego opinamos que no es conveniente, en aras de lograr mayores ingresos para Estados y Municipios, abrir de nuevo la concurrencia tributaria en forma general o para aspectos como Salud, Seguridad Social, Turismo, Comercio, etc. como se ha propuesto por algunas personas, porque caeríamos en las amargas experiencias de la doble tributación. Los campos tributarios deben quedar claramente establecidos y señalarse en qué condiciones se pueden otorgar participaciones o compartir ingresos, pero de común acuerdo sin afectar a los contribuyentes. Pensamos que independientemente del capítulo hacendario que se integre a la Constitución debe existir un contrapeso en relación con las atribuciones amplísimas que se derivan de la fracción VII constitucional que faculta al Congreso de la Unión Para decretar todas las contribuciones que son necesarias para cubrir el presupuesto de egresos federal, por lo que también las Entidades Federativas deben contar con una disposición o precepto similar que podría incorporarse en el artículo 116 señalando que los Poderes Legislativos Locales, dentro de su marco competencial, podrán establecer todas las contribuciones necesarias para cubrir sus respectivos presupuestos. Por lo que se refiere a las potestades tributarias señaladas en la fracción XXIX “A” del artículo 73 a favor de la Federación, pensamos que deben conservarse, pero otorgando una participación mayor a la que señala actualmente la Ley de Coordinación Fiscal en relación con los impuestos que gravan la gasolina y derivados del petróleo, explotación forestal y producción y consumo de cerveza (punto 5º incisos c), f), g), por tratarse de impuestos muy productivos, especialmente el relativo a gasolinas y cerveza y que inciden los dos anteriores fuertemente sobre los consumidores a través de la repercusión, y en el caso de la explotación forestal para permitir a las entidades que tienen bosques y que han venido sufriendo las consecuencias del abuso de este recurso natural, por lo menos beneficiarse de alguna forma y emprender programas ecológicos, de desarrollo sustentable o de reforestación con dichos fondos. Por otra parte pensamos que las Entidades Federativas deben fortalecer su Impuesto Sobre Nominas, por constituir la fuente más importante de ingresos propios y aquellos Estados que todavía no lo tienen lo establezcan. En Tamaulipas lo tenemos desde 1977 y ha funcionado con éxito. El peligro de que pudiera dificultar o entorpecer la actividad productiva desaparece si se controlan sus tasas que deben continuar siendo proporcionales y no progresivas. Creemos que las reformas que se hicieron este año a la Ley del Impuesto al Valor Agregado y al Impuesto Sobre la Renta, en relación con los Pequeños Contribuyentes pueden ser una fuente importante de ingresos, tanto para los Estados como para los Municipios pero se requieren que todas las Entidades Federativas suscriban los convenios de coordinación a que se refieren los artículos 2 C de la ley del IVA y 139 en relación con el Único Transitorio de la Ley del ISR. Si funcionan con éxito dichos convenios, como deben funcionar se pueden pedir a la Federación que para el próximo año ceda también los ingresos de los contribuyentes del Régimen Intermedio, lo cual no significaría un sacrificio económico muy gravoso para el Gobierno Federal, a favor de Estados y Municipios. Por otra parte ya existe otra tendencia para participar a las Entidades del Impuesto Sobre la Renta en materia de enajenación de inmuebles que se concretó a partir del año anterior otorgándoseles un 5% sobre la ganancia gravable de la operación. Sin embargo la idea es que se participe totalmente el ingreso derivado de la ganancia producida por la enajenación de inmuebles, al Estado donde se encuentre ubicado dicho inmueble, tratándose de personas físicas las que actúen como enajenantes con la obligación de otorgar una participación no menor al 30% a los Municipios respectivos. Ahora bien, como sabemos que los impuestos más productivos son los impuestos al consumo aunque no siempre son los más justos, se puede pensar que si finalmente se gravan con una tasa de IVA moderado los artículos que actualmente están sujetos a tasa cero, dejándose solamente un catálogo limitado de ellos libre de gravamen, el Impuesto al Valor Agregado podría bajar su tasa general al 12% por ejemplo, de la cual se otorgaría al Estado un 2% como una participación especial, en lugar de crearse un impuesto a las ventas Finales de carácter estatal, conservando la Federación un 10% cuya disminución quedaría automáticamente compensado al aumentar el volumen de transacciones y los nuevos campo gravados. Una idea suplementaria para que las Entidades Federativas y Municipios tengan mayores ingresos es que se reforme el Decreto del 5 de marzo de 2003 que les otorgó un estímulo fiscal a tales entidades por concepto de Impuesto Sobre la Rentan a cargo de sus funcionarios y empleados. Dicho decreto estableció como estímulo para 2003 el 100% de los ingresos federales por tal concepto, devolviendo el 80% a la entidad o municipio y el 20% restante se aplicaría al Fondo General de Participaciones y/o al Fondo de Fomento Municipal, respectivamente. Sin embargo, para 2004 y 2005 los porcentajes disminuyen notablemente y esto es explicable por que se trata del cumplimiento de una obligación legal, que sin embargo no se daba en muchos casos, por lo que se podría pedir a la Federación que el estímulo otorgado en el 2003 se hiciera extensivo en 2004 y 2005 por lo menos, en los mismos porcentajes, comprometiéndose Estados y Municipios a destinar tales ingresos no a gasto corriente sino a infraestructura, equipamiento o gasto social; y el compromiso de cumplir fiel y oportunamente en los años venideros, con la retención y entero respectivos. Finalmente y complementando lo que se ha dicho acerca de la necesidad de establecer una normatividad clara y precisa en torno a los recursos que se asignan a las Entidades por concepto de Transferencias, Reasignaciones Presupuestarias, Apoyos y otros semejantes, se requiere que cuando menos tratándose de los Fondos de Aportaciones Federales (Ramo 033) que tantos dolores de cabeza le ocasionan a los estados, se permita a éstos intervenir, proponiendo las cantidades que necesitan para poder atender eficazmente la descentralización de funciones que se les encomienda en materia de Educación Básica y Normal, Salud, Seguridad Pública, etc., sobre todo si consideramos que ya los Estados adquirieron la experiencias de los últimos años en el manejo de estos rubros y tienen una idea muy clara de las sumas que se necesitan para su atención adecuada. Para terminar este apartado de propuestas consideramos que en lo relativo a los Municipios, éstos deban verificar rigurosamente que las cantidades que se les entregan por concepto de participaciones, tanto federales como estatales y las derivadas de Convenios de Coordinación o Estímulos sean las que realmente les corresponde, para lo cual deben capacitar constantemente al personal encargado de las finanzas municipales. Además deberán fortalecer los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria básicamente el Impuesto Sobre Adquisición de Inmuebles y el Impuesto Predial, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 115 fracción IV de la Constitución Política de la República y explotar mejor la amplia gama de derechos que pueden cobrar de acuerdo con sus respectivas Leyes de Ingresos Municipales. CONCLUSIONES. 1.- La ley de Coordinación Fiscal vigente ha traído indudables ventajas económicas a las Entidades Federativas y Municipios, pero ha originado una dependencia casi total de Estados y Municipios hacia la Federación. 2.- La Conferencia Nacional de Gobernadores ha puesto de manifiesto el excesivo centralismo y la necesidad de un reparto más equitativo de las fuentes tributarias. 3.- Por consiguiente es necesario que se establezcan nuevos mecanismos para otorgar mayores potestades tributarias que favorezcan a las Entidades Federativas y por ende a los Municipios. 4.- considero que junto con las nuevas atribuciones deben venir nuevas responsabilidades, por lo que el Estado y Municipios deberán estar preparados para hacer frente a las responsabilidades correspondientes, a cuya finalidad deberán capacitar a funcionarios y empleados, especialmente del área de finanzas públicas, a través del servicio civil de carrera. 5.- No es conveniente que en aras de lograr mayores ingresos para las Entidades Federativas se abra la concurrencia tributaria en forma general, pues volveríamos a la doble tributación que dejó amargas experiencias, sino que los campos tributarios deben quedar claramente definidos, señalándose en qué condiciones se pueden otorgar participaciones o compartir ingresos, sin afectar a los contribuyentes. 6.- Las Entidades Federativas, por su parte, deben fortalecer su Impuesto Sobre Nóminas por constituir la fuente más importante de sus ingresos propios, el cual deberá continuar con una tasa proporcional y no progresiva, porque desalentaría la inversión. 7.- Las impuestos tanto en I.V.A., como en I.S.R., respecto de los Pequeños Contribuyentes pueden ser una mejor fuente importante de ingresos tanto para Estados como Municipios 8.- Es necesario que en los nuevos recursos que se entregan actualmente condicionados o etiquetados (Ramo 033) se dé oportunidad a los Estados de Intervenir, proponiendo necesidades para cubrir las funciones que se le asignan. 9.- En cuanto a los Municipios, deben fortalecer sus impuestos exclusivos sobre la propiedad inmobiliaria y aprovechar la amplia gama de derechos que pueden establecer en sus Leyes de Ingresos Municipales, a través de los Congresos Locales, debiendo asimismo actualizar los padrones municipales en relación con la economía informal, al otorgar los permisos para puestos fijos y semifijos en la vía pública e integrarlos al Registro Federal de Contribuyentes. BIBLIOGRAFÍA Ley de Acceso a la Información del Estado de Sonora. Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental de México. Ley de Administración Pública Municipal. Boletines y Circulares emitidos por el Instituto de Transparencia Informativa (ITI). Boletines y Circulares emitidos por Centro de Desarrollo Municipal