A-PDF MERGER DEMO UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS Y PECUARIAS ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD DEL POTENCIAL DE CAMPO LOCAL EN EL BULBO OLFATORIO DE LA RATA CHRISTIAN ANTONIO MAZÚ LEIVA Memoria para optar al Título Profesional de Médico Veterinario Departamento de Ciencias Biológicas Animales PROFESOR GUÍA: Dra. MARÍA DE LA LUZ AYLWIN OSTALÉ PROYECTO MILENIO ICM P01-007 F SANTIAGO-CHILE 2005 UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS Y PECUARIAS ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD DEL POTENCIAL DE CAMPO LOCAL EN EL BULBO OLFATORIO DE LA RATA CHRISTIAN ANTONIO MAZÚ LEIVA Memoria para optar al Título Profesional de Médico Veterinario Departamento de Ciencias Biológicas Animales PROFESOR GUÍA: Dra. MARÍA DE LA LUZ AYLWIN OSTALÉ PROYECTO MILENIO ICM P01-007 F SANTIAGO-CHILE 2005 UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS Y PECUARIAS ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA CARACTERIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD DEL POTENCIAL DE CAMPO LOCAL EN EL BULBO OLFATORIO DE LA RATA CHRISTIAN ANTONIO MAZÚ LEIVA NOTA FINAL: .......................... NOTA FIRMA Profesor guía: Dra. María de la Luz Aylwin Ostalé ................... .................... Profesor consejero: Dr. Luis Adaro Aravena ................... .................... Profesor consejero: Dr. Rigoberto Solís Muñoz ................... .................... SANTIAGO-CHILE 2005 A mi Abuelo, Dima Leiva. A mi Amigo, Francisco Contreras. Agradecimientos En primer lugar, quiero agradecer a las personas que participaron activamente en el desarrollo de esta memoria, a la Dra. Marilu Aylwin, mi profesora guía, puesto que el amor que imprime en su trabajo resulta un ejemplo a seguir, por su amistad, comprensión, apoyo y por supuesto, por los conocimientos que nos abre a todos los que hemos tenido el honor de pasar por su laboratorio. A mis compañeros de “lab” Ximena García, Verónica Lastra, Guillermo Aguilar y Christian Lopez que siempre están ahí cuando los necesito y que se han convertido en amigos de verdad. Al laboratorio del Dr. Pedro Maldonado, sus ayudantes y alumnos (Rómulo, Pepe, Ceci, Paul y Marcelo), en donde la neurociencia se HACE a mano. Quiero agradecer a mi familia por ser incondicionales en su amor y por haberme dado las herramientas que me permiten hoy patentar logros, por darme las fuerzas para enfrentar sin miedo el futuro. A mis compañeros y amigos, de curso y de trabajo, que en diferentes oportunidades hicieron sacrificios para ayudarme en este proceso. Por los turnos, las ausencias, los retrasos. A todos los que les diserté, leí párrafos o les hice digerir mi memoria. Y en especial, a Paulina Caroca, por su apoyo infinito, su paciencia sin límites y todo su amor que me ha hecho ser mejor cada día, por lo feliz que me hace estar a su lado y por estar junto a mí en este camino nuevo que ahora comienza, en el cual espero siempre poder tenerla a mi lado. IV TABLA DE CONTENIDOS Página Calificaciones II Dedicatoria III Agradecimientos IV Indice de ilustraciones y tablas VIII Resumen IX Sumary X 1 Introducción 1 2. Revisión bibliográfica 2 2.1 Generalidades del sistema sensorial olfatorio 2 2.2 Sistema olfatorio principal 3 2.3 Sistema olfatorio accesorio 4 2.4 Anatomía del sistema olfatorio principal 6 2.4.1 Epitelio olfatorio 6 2.4.2 Neurona receptora olfatoria 7 2.5 Transducción y codificación de las señales olfatorias 2.5.1 Transducción 9 2.5.2 Codificación 12 2.6 Generalidades del bulbo olfatorio 12 2.7 Anatomía del bulbo olfatorio 14 2.8 Fisiología del bulbo olfatorio 16 2.9 Electrofisiología del bulbo olfatorio 19 3. Objetivos 26 3.1 Objetivo general 26 3.2 Objetivos específicos 26 4. Materiales y método V 8 27 4.1 Animales 27 4.2 Equipos y montaje 27 4.2.1 Micromanipulador 27 4.3 Equipos de monitoreo y mantención 28 4.4 Equipos de registro 29 4.4.1 Tétrodos 29 4.4.2 Preamplificador 30 4.4.3 Amplificador con filtro de banda 30 4.4.4 Osciloscopio 31 4.4.5 Tarjetas análogo digitales 31 4.5 Metodología 31 4.5.1 Diseño experimental 31 4.5.2 Técnica anestésica 32 4.5.3 Técnica quirurgica 33 4.5.3.1 Material quirúrgico 33 4.5.3.2 Procedimiento quirúrgico 33 4.5.3.3 Registro electrofisiológico y adquisición de datos 34 4.5.3.3.1 Adquisición 34 4.6 1 Procesamiento del registro de los pot. De acción 35 4.6.2 Procesamiento del registro de los LFP 36 4.7 Análisis de datos 36 4.7.1 Análisis del LFP en relación a sus diferentes profundidades de registro con respecto al LFP en las células mitrales y en penacho. 4.7.2 Análisis del LFP asociado al ciclo respiratorio 5 Resultados 37 38 39 5.1 Implementación de los instrumentos y procedimientos necesarios para el desarrollo adecuado de los experimentos. VI 39 5.1.1 Procedimientos 39 5.1.2 Instrumentos 39 5.1.3 Reformulación del protocolo anestésico 40 5.1.4 Registro electrofisiológico 42 5.2 Análisis del comportamiento del potencial de campo local en las distintas capas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulo 42 5.3 Análisis del potencial de campo local en las distintas capas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulo a partir del registro asociado al ciclo respiratorio al momento del registro. 6 Discusión 52 55 6.1 Análisis del comportamiento del potencial de campo local en las distintas capas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulo 55 6.2 Análisis del potencial de campo local en las distintas capas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulo a partir del registro asociado al ciclo respiratorio al momento del registro. 60 7 Conclusiones 62 8 Referencias 65 VII ÍNDICE DE ILUSTRACIONES Y TABLAS Página Figura Nº 1 4 Figura Nº 2 5 Figura Nº 3 10 Figura Nº 4 11 Figura Nº 5 14 Figura Nº 6 28 Figura Nº 7 30 Figura Nº 8 35 Figura Nº 9 44 Figura Nº 10 45 Figura Nº 11 53 Figura Nº 12 57 Tabla Nº 1 41 Tabla Nº 2 43 Tabla Nº 3 47 Tabla Nº 4 50 Tabla Nº 5 51 Tabla Nº 6 54 VIII RESUMEN El bulbo olfatorio (BO) es el primer centro de integración de la actividad neuronal gatillada por la presencia de odorantes en el medio ambiente. Esta integración dentro del BO juega un rol importante en la detección y discriminación. Se ha propuesto que la actividad eléctrica oscilatoria del BO sustenta los procesos de discriminación y aprendizaje de odorantes. Sin embargo, toda la evidencia disponible apunta al efecto de los odorantes sobre la actividad del BO sin considerar el estado “basal” del BO en ausencia de odorantes. Los estímulos olfatorios inducen a una activación particular de las neuronas receptoras olfatorias, la cual modificará esta actividad basal del BO iniciando los procesos subyacentes a la detección, discriminación y percepción olfatoria. El objetivo de esta memoria fue caracterizar la actividad eléctrica oscilatoria del potencial de campo eléctrico local en ausencia de odorantes en las diferentes capas del BO. Se registro el potencial de campo eléctrico local simultaneamente con 2 tétrodos (n =10 ratas), uno fijo (capa mitral) y otro móvil (distintas capas del BO) y el ciclo respiratorio utilizando una termocupla. Mediante la transformación rápida de Fourier (FFT) se obtuvo la frecuencia y amplitud de la oscilacion predominante en forma independiente del ciclo respiratorio. Por otra parte, utilizando un espectrograma se determinó la frecuencia de la oscilación predominante en función del ciclo respiratorio. Encontramos que en ausencia de un estímulo olfatorio sólo un 30% de los registros (móviles y fijos) mostraron una actividad oscilatoria significativa correspondiente al rango de frecuencia gamma (30 – 100 Hz.), y que la potencia de esta oscilación aumenta a medida que el electrodo se mueve desde la capa glomerular a la capa granular. Más aún, esta oscilación es dependiente del ciclo respiratorio, mostrando un aumento de su potencia durante la fase inspiratoria del ciclo en ausencia de odorantes. Se concluye que hay una actividad oscilatoria gamma espontánea en al menos algunas regiones del BO en ausencia de odorantes. Más aún, estos resultados sugieren que la actividad eléctrica neuronal espontánea en el BO tiene una estructura temporal y IX que depende del ciclo respiratorio, indicando que este ciclo es una parte intrínseca de la codificación olfatoria y que todo estímulo inducido debe ser integrado en esta actividad oscilatoria. SUMMARY The olfactory bulb (OB) is the first center in the olfactory pathway where the neuronal activity triggered by the odorants present in the environment is integrated. This integration within the OB plays an important role in odorant detection and discrimination. The oscillatory electrical activity in the OB has been proposed as a mechanism that sustains discrimination and learning of odorants. However, all the available evidence has been concerned with the effect of odorants in the OB activity and no detailed studies have characterized the OB “ongoing” oscillatory activity in the absence of odorants. The olfactory stimulus induces a particular activation of the olfactory receptor neurons that will in turn modify this OB “ongoing” activity initiating the processes that underlie olfactory detection, discrimination and perception. The objective of this thesis was to characterize the oscillatory local electrical field potential in the absence of odorants all through the different layers of the OB. We registered simultaneously the local field potential in two locations using 2 tetrods (n = 10 rats), one was fix in the mitral cell layer and the other was mobile (through different OB layers). We also recorded the olfactory cycle by means of a thermocouple located in one nostril. Using the Fast Fourier Transform (FFT), we obtained the frequency and power of the predominant oscillation during the experiment. We also calculated the average spectrogram for the respiratory cycle and determined if the oscillations were modulated by respiration. We found that in the absence of an olfactory stimulus, only 30 % of the recording sites (mobile and fix), showed a significant oscillation in the gamma range (30 -100 Hz) and that the power of this oscillation increases as the electrode moves from the glomerular to the granular layer. Furthermore, the power of this oscillation increases X during the inspiratory phase of the respiratory cycle, indicating that it is modulated by the respiration in the absence of odorants. We conclude that there is a spontaneous gamma oscillation in at least some regions of the OB in the absence of odorants. Furthermore, these results suggests that the spontaneous electrical neuronal activity in the OB has a temporal structure that depends on the respiratory cycle indicating that this cycle is an intrinsic part of the olfactory coding for odorant stimulus as all olfactory stimulus induced activity should be integrated to this “ongoing” activity. XI 1. INTRODUCCIÓN El sistema olfatorio es el encargado de entregarnos información acerca del universo molecular de nuestro entorno y permite el desarrollo de actividades tales como la búsqueda de alimentos, la actividad reproductiva y el reconocimiento de las crías. Es la consecuencia evolutiva de los primeros sistemas sensoriales de los organismos más básicos existentes, puesto que persiste la necesidad de un receptor al cual se acople de manera específica a una molécula en particular. Este sistema tiene la capacidad de reconocer sustancias individuales, pero también agrupar un conjunto de éstas dentro de un mismo precepto. El sistema olfatorio consta de un conjunto de receptores ubicados en la cavidad nasal, constituido en un epitelio olfatorio, el cual para poder contactar las moléculas odorantes depende de la actividad respiratoria y su influjo de aire generado en la inspiración. La información detectada por los receptores es directa, es decir, cada célula receptora que se estimula, envía un potencial de acción a través de su axón hacia una estructura de relevo, desde la cual salen los axones neuronales que llevarán la información procesada hasta los centros superiores de respuesta. Esta estructura de relevo, denominada bulbo olfatorio, estaría encargada de la modulación de la información proveniente de los receptores y sería quien envía estos estímulos al resto de la corteza olfatoria. El bulbo olfatorio presenta una actividad eléctrica registrada a nivel celular de manera conjunta (potencial de campo local) o individual, la cual tiene un patrón oscilatorio en presencia de estímulo. Es posible que esta actividad oscilatoria sea la encargada de la modulación y también de la codificación de la información olfatoria. Pero esta oscilación no se produce solo en presencia de estímulos, es posible que exista un patrón de actividad basal, sobre el cual los estímulos olfatorios se integran. Pero nunca se ha registrado esta actividad de manera directa ni menos caracterizado en ausencia de estímulos olfatorios. 1 Por esta razón, el propósito de esta memoria es realizar una caracterización de los potenciales de campo local dentro de las diferentes capas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulos. 2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA 2.1. GENERALIDADES DEL SISTEMA SENSORIAL OLFATORIO El sistema olfatorio tiene como función la detección, identificación y discriminación de las sustancias químicas volátiles del ambiente y junto al gusto y el sistema sensitivo trigeminal, conforman los sentidos químicos. El sistema sensorial olfatorio proporciona información que es utilizada por los animales y participa en la generación de una serie de conductas de gran importancia para su supervivencia, entre los que se encuentran el reconocimiento de los individuos de la misma especie, búsqueda de fuentes de alimento y detección de potenciales depredadores. La capacidad de detectar estímulos químicos desde el medio ambiente constituye el sistema sensorial más antiguo, ya que la detección de sustancias disueltas en el medio circundante a través de la unión de estas partículas a receptores específicos está presente desde los primeros organismos unicelulares. Por otra parte, considerando los sistemas sensoriales clásicos, evolutivamente el sistema olfatorio es el sistema sensorial más antiguo y a la vez, uno de los más desconocidos en cuanto a su funcionamiento (Purves et al., 1997). Los odorantes, compuestos químicos de carácter volátil presentes en el medio ambiente, interactúan con células receptoras especializadas localizadas en el epitelio olfatorio, que finalmente transducen las señales químicas en señales neuronales que viajan hasta el sistema nervioso central donde se integra con la información proveniente de otros sistemas sensoriales dando origen a respuestas a los estímulos (Buck, 1991). La presencia de diversos receptores para odorantes particulares y el reconocimiento de mezclas de diversas moléculas odorantes como provenientes de un 2 mismo objeto hablan de la enorme capacidad de detectar, discriminar e identificar del sistema olfatorio, los cuales pueden ser captadas incluso en concentraciones muy bajas (Purves et al., 1997). La percepción de los odorantes comienza con la muestra tomada en la fase inspiratoria durante cada ciclo respiratorio. Este proceso le confiere un aspecto intermitente, es decir, la intensidad de los estímulos varía en el tiempo producto del ciclo respiratorio, estableciéndose así una dimensión espacial y otra temporal de los odorantes (Finger et al., 2000). La percepción de compuestos volátiles se realiza mediante dos sistemas que poseen estructuras similares, pero funciones diferentes. Uno, es el sistema olfatorio principal, el cual detecta, discrimina e identifica odorantes volátiles del medio ambiente, que permite al individuo desarrollar funciones básicas como la detección de su alimento. El otro sistema esta conformado por vías exclusivas asociadas a la conducta reproductiva del individuo, es decir, la detección de las sustancias feromonales para el proceso de apareamiento, el reconocimiento de sus crías y de organismos de la misma especie (Buck, 1991; Purves et al., 1997). Cada uno de estos sistemas, posee estructuras y vías definidas a los centros de integración superior asociados directamente con su función (Buck, 1991; Purves et al., 1997; Finger et al., 2000). 2.2. SISTEMA OLFATORIO PRINCIPAL El sistema olfatorio principal esta conformado por el epitelio receptor ubicado en la pared de las fosas nasales, el cual está conformado por las células receptoras olfatorias, células sustentaculares o de apoyo y las células madres que dan origen a las células receptoras olfatorias. Los axones de las células receptoras conforman el nervio olfatorio, cruzan la lámina cribosa del hueso etmoides y llegan hasta el bulbo olfatorio, la primera estructura de integración del sistema olfatorio. Desde el bulbo olfatorio, los axones de las células de proyección forman el tracto olfatorio que se proyecta a las diferentes cortezas olfatorias, donde se integra la información olfatoria dando origen a 3 las distintas conductas mediadas por el sistema olfatorio (Buck, 1991; Purves et al., 1997). (Figura Nº 1) FIGURA Nº 1 : Estructura de las células receptoras olfatorias organizadas en su epitelio y su asoociación con el bulbo olfatorio. (Buck, 1991) 2.3. SISTEMA OLFATORIO ACCESORIO El sistema olfatorio accesorio tiene como función detectar las moléculas de feromonas (Purves et al., 1997; Finger et al., 2000). Este sistema esta compuesto por un epitelio olfatorio accesorio que forma parte del órgano vomeronasal, el cual corresponde a una estructura tubular que se abre a la cavidad nasal por medio de un conducto 4 localizado en su polo anterior. El epitelio posee características similares al epitelio del sistema olfatorio principal (Finger et al., 2000). La feromonas alcanzan las células receptoras del epitelio del órgano vomeronasal mediante un bombeo generado por cambios en el volumen local que hacen variar el diámetro luminal. Los axones de las neuronas receptoras de esta estructura también forman parte del nervio olfatorio, atraviesan la lámina cribosa del etmoides y se proyectan hacia una región distinta denominada bulbo olfatorio accesorio localizado en la región dorsal y posterior del bulbo olfatorio (Finger et al., 2000). Los axones de las células de proyección del bulbo olfatorio accesorio se proyectan hacia regiones como la amígdala, y de ésta al hipotálamo, tálamo y corteza frontal (Figura Nº 2). FIGURA Nº 2 : Esquema de la organización cortical de las vías de información olfatoria. (Buck, 1991) 5 2.4. ANATOMÍA DEL SISTEMA OLFATORIO PRINCIPAL El sistema olfatorio principal detecta las sustancias químicas volátiles del medio ambiente por células receptoras olfatorias ubicadas en el epitelio olfatorio, estructura que recubre la cara interna de la cavidad nasal, Desde el punto de vista anatómico, el órgano sensorial olfatorio está compuesto por la nariz, las cavidades nasales, los cornetes nasales y el epitelio olfatorio. En la mayoría de los mamíferos terrestres, las cavidades nasales conforman dos fosas irregulares situadas por encima de la cavidad bucal, y que están separadas entre sí por un delgado tabique sagital. El techo de la cavidad nasal, está formado por el hueso frontal y atravesando la lámina cribosa del hueso etmoides descansa el bulbo olfatorio, en la fosa craneal anterior (Rouvière et al., 1994). A cada lado del tabique nasal, en las paredes laterales, existe un conjunto de masas óseas, las conchas o cornetes nasales. Estos laberintos óseos permiten la adecuada conducción del aire y de las moléculas odorantes a su paso por la cavidad nasal. Además, estas estructuras dejan entre ellos espacios o meatos que son lugares de paso del aire inspirado cuya función consiste en calentar el aire (Gartner y Hiatt, 1997). En los mamíferos terrestres, el epitelio olfatorio está ubicado en la cara interna de la cavidad nasal y posee una superficie variable según la especie, siendo de 10 cm² en el humano promedio (70 Kg) y de 20 cm² en el gato (3kg) (Buck, 1991). 2.4.1. EPITELIO OLFATORIO La cavidad nasal ósea se encuentra tapizada, por al menos, tres tipos de epitelios de revestimiento, creando distintos tipos de mucosa en distintas zonas, siendo todas ellas muy vascularizadas. Así, encontramos en la parte rostral, revistiendo la porción cartilaginosa de la nariz, la mucosa nasal, que posee un epitelio pluriestratificado plano, no cornificado con abundantes glándulas serosas y mucosas, que se continúa con el epitelio queratinizado de la piel. Los dos tercios inferiores de la cavidad nasal propiamente tal, se encuentran revestidos por mucosa respiratoria muy vascularizada de 6 color rojizo, caracterizada por un epitelio seudo-estratificado cilíndrico con cilios y numerosas células caliciformes, productoras de mucus (Gartner y Hiatt, 1997). Finalmente, distribuido en una pequeña área ubicada en el techo de la cavidad nasal se ubica el epitelio olfatorio, el cual está formado por una delgada capa celular de color amarillento, constituido por neuronas receptoras olfatorias (Purves et al., 1997). El epitelio olfatorio esta formado por varios tipos celulares. La neurona receptora olfatoria de tipo bipolar que da origen en su superficie basal a un axón amielínico por el cual viajan los potenciales de acción hacia el bulbo olfatorio conformando el nervio olfatorio, que corresponde al primer nervio craneano. En su superficie apical genera una protrusión con forma de botón que posee micro vellosidades denominadas cilios olfatorios, donde se encuentran las proteínas receptoras para las moléculas olfatorias. Los cilios de las células receptoras están embebidos en un mucus secretado por las glándulas de Bowman que regula el medio iónico, además de otorgar protección mecánica e inmunológica. Existen además otros dos tipos de células en el epitelio olfatorio, las células basales que dan origen a nuevas células receptoras olfatorias y reemplazan el epitelio en una periodicidad de entre 6 a 8 semanas y las células sustentaculares, encargadas del catabolismo de sustancias extrañas que ingresan al epitelio (Purves et al., 1997). En ratas se renueva completamente la población celular de receptores en aproximadamente 6 a 8 semanas y este proceso continúa durante toda la vida del individuo (Purves, 1999). 2.4.2. NEURONA RECEPTORA OLFATORIA En los mamíferos, se ha descrito la presencia de alrededor de 1.000 genes distintos que codifican para las proteínas receptoras a odorantes, los cuales se expresan en la membrana de las células receptoras olfatorias (Mori et al., 1999, Ressler et al., 1994; Buck, 1996). Cada célula receptora expresa un único gen para un receptor específico y éste es capaz de reconocer odorantes con regiones moleculares particulares, lo cual les permite interactuar con varios tipos de moléculas químicas que comparten un grupo químico particular. Existen receptores con mayor especificidad que se expresan en 7 el órgano vomeronasal del sistema olfatorio accesorio que está involucrado en las conductas asociadas a la actividad conductual y reproductiva (Laurent, 1999, Finger et al., 2000 ). Los receptores olfatorios pertenecen a la familia de proteínas ligadas a proteína G, poseen 7 dominios hidrofóbicos que atraviesan la membrana, sitios de unión a odorantes en el dominio extracelular de la proteína y la capacidad de interactuar con la proteína G en la región carboxilo de su dominio citoplasmático. La respuesta de las neuronas receptoras olfatorias frente a un estímulo odorante es una modulación de la frecuencia de potenciales de acción que es dependiente de la intensidad y permanencia del estímulo, además de la identidad molecular de los odorantes considerados (Purves et al., 1997). La mayoría de las respuestas de las células receptoras olfatorias frente a un estímulo químico es un aumento de la frecuencia de descarga de potenciales de acción. Si un estímulo químico permanece por largos períodos, se produce desensibilización o adaptación a los estímulos por una reducción de la frecuencia de descarga de las neuronas receptoras. El proceso de adaptación se debe al aumento progresivo del calcio intracelular por el estímulo prolongado que modula la probabilidad de apertura de los canales activados por cAMP (Duchamp-Viret et al., 1999). 2.5. TRANSDUCCIÓN Y CODIFICACIÓN DE LAS SEÑALES OLFATORIAS Los odorantes se encuentran en el espacio formado por los distintos compuestos químicos en los cuales se distinguen grupos particulares como son los aldehídos, alcoholes, ácidos carboxílicos, etc. Los odorantes, a diferencia de lo que ocurre con el sistema visual o auditivo donde las energías físicas constituyen espacios continuos, son estímulos discretos conformados por moléculas de distintos tipos a diferentes concentraciones. El proceso de discriminación olfatoria comienza con la unión de una molécula odorante a uno o varios tipos de receptores distintos ubicados en la membrana de una célula receptora olfatoria (Finger et al., 2000). 8 Se ha postulado que el sistema olfatorio genera una “representación interna” de cada estímulo específico producido por un patrón de actividad del sistema en su totalidad, más que una descomposición del estímulo en sus constituyentes. Esta representación interna debe ser capaz de separar compuestos de estructura química similar como estéreo isómeros en percepciones distintas y a la vez, lo suficientemente inclusivo para permitir reconocer odorantes químicamente parecidos como un mismo objeto perceptual (Buck, 1991). El sistema olfatorio, debe informar a los centros de integración de lo que ocurre en el medio externo, este patrón de actividad originada a partir de los receptores olfatorios genera un código de actividad que está determinado por dos características generales: un patrón espacial de activación de las neuronas y un patrón temporal de actividad de éstas, proceso en el cual se observa sincronía entre las diferentes células activadas. La actividad espacial de grupos celulares estaría asociada a la identificación particular de un odorante como un olor particular, y el patrón temporal, más bien se define como elemento adicional que podría colaborar en la identificación de los odorantes (Laurent, 1999). 2.5.1. TRANSDUCCIÓN Para lograr la detección de un odorante presente en el ambiente, es necesario que la molécula tome contacto en el epitelio olfatorio con las neuronas receptoras olfatorias, en este nivel, la molécula odorante se unirá a un receptor ubicado en la membrana de las células receptoras que lo expresan generando un cambio del potencial a través de la membrana de la neurona receptora olfatoria. Se han descrito dos vías de segundos mensajeros que median el proceso. La primera vía consiste en una proteína G específica de las células receptoras olfatorias(Golf), la cual activa a la enzima adenilato ciclasa, específica para este sistema. Esta enzima cataliza la transformación de ATP en AMP cíclico (AMPc) aumentando éste, lo que a su vez activa canales catiónicos no selectivos en la membrana de las neuronas receptoras olfatorias (NRO), permitiendo el ingreso de sodio y calcio a la célula, despolarizando así la NRO (Breer, 2003). Esta despolarización 9 de la neurona es amplificada por la apertura de canales de cloruro dependientes de calcio ubicados en el soma de estas NRO, lo que provoca una corriente de salida de iones cloruro, despolarizando aún más la neurona (Purves et al., 1997; Breer, 2003). La otra vía de segundos mensajeros estaría mediada por una proteína G diferente, la cual a su vez activa a la fosfolipasa C produciendo aumento de Inositoltrifosfato (IP3), el cual induce aumento de la concentración de calcio intracelular, generando finalmente una despolarización de la membrana. Se ha descrito una hiperpolarización de algunas de las NRO, tras la unión con determinadas dosis de odorantes, sin embargo este mecanismo no ha sido apropiadamente respaldado por investigaciones más recientes (Duchamp-Viret et al., 1999) (Figura Nº 3). FIGURA Nº 3 : Transducción olfatoria. ( Purves et al., 2001) 10 Finalmente, la despolarización de la membrana inducida por los odorantes es conducida pasivamente desde los cilios hasta la región del cono axónico de la NRO, donde modula la frecuencia de los potenciales de acción de las NRO (Laurent, 1996). Estos potenciales de acción, viajan por los axones de las NRO, que en conjunto forman los nervios olfatorios (primer par craneano), atravesando la lámina cribosa del hueso etmoides, hasta llegar al BO. Es aquí donde ocurre la primera sinápsis de esta vía sensorial, entre los terminales axónicos de las NRO y las dendritas apicales de las neuronas mitrales o en penacho, en estructuras denominadas glomérulos (Purves et al., 2001). En los vertebrados cada NRO se proyecta solo a un par de glomérulos en cada bulbo olfatorio (Laurent, 1999; Ressler et al., 1994; Vassar et al., 1994) (Figura Nº 4). FIGURA Nº 4 : Los glomérulos reciben axones de un conjunto de receptores olfatorios del epitelio que codifican una misma molécula receptora. La coloración es generada por un gen señalador acoplado al receptor específico (Purves et al., 1997). Desde el glomérulo y a través de los axones de las neuronas de proyección el potencial de acción sale del bulbo olfatorio formando en conjunto el tracto olfatorio lateral (LOT), el cual se proyecta por la parte inferior del lóbulo frontal hacia distintos lugares del encéfalo, incluyendo diversos núcleos y estructuras como son i) el núcleo olfatorio anterior, el cual conecta ambos bulbos a través de una porción de la comisura 11 anterior, ii) el tubérculo olfatorio, iii) la corteza piriforme, iv) la amígdala, y v) parte de la corteza entorrinal; Desde donde la información es relevada a la corteza orbito-frontal vía tálamo, desde la amígdala al hipotálamo y desde el área entorrinal al hipocampo. Se piensa que las vías aferentes que se dirigen a través del tálamo a la corteza orbitofrontal son las responsables de la percepción y discriminación de los olores y las vías que llegan a la amígdala e hipotálamo mediarían la respuesta emocional y motivacional como también mucho de los efectos conductuales y fisiológicos de los olores ( Buck, 1991) (Figura Nº 2). 2.5.2. CODIFICACIÓN Todas las neuronas receptoras olfatorias que expresan la misma proteína receptora y convergen en un mismo par de glomérulos en el BO permitirían elevar la sensibilidad y asegurar la detección de los compuestos, además de elevar el promedio de la señal por sobre el ruido, es decir de los olores ambientales en que uno particular está inmerso (Laurent, 1999). La respuesta al estímulo transmitida desde los receptores olfatorios sinapta con las células de proyección del bulbo olfatorio, en una estructura denominada glomérulo. En esta estructura, se realizan sinapsis recíprocas con otras neuronas inhibitorias denominadas periglomerulares y que, junto con las neuronas granulares a nivel de la capa plexiforme externa del bulbo olfatorio, tendrían una función moduladora de la intensidad del estímulo y generarían patrones temporales de actividad, los cuales serían la clave de la codificación de la señal olfatoria que posteriormente se dirige a los centros superiores corticales (Shepherd, 1992; Mori et al., 1999; Purves et al., 1997). 2.6. GENERALIDADES DEL BULBO OLFATORIO El bulbo olfatorio es la estructura en donde ocurre la primera sinapsis del sistema, donde llega el nervio olfatorio. Su función no está del todo clara, es posible que actúe como una estructura moduladora de la información olfatoria, el órgano que 12 permitiría la discriminación e identificación de diferentes odorantes por medio de su asociación particular de neuronas exito-inhibitorias y su actividad oscilatoria basal, que es proyectada a otras estructuras superiores del sistema. Se sugiere que el bulbo olfatorio sería la unidad codificadora fundamental en la olfación, estaría a cargo de organizar el espacio neural envuelto en los estados tempranos del procesamiento olfatorio (Shepherd, 1992). La capa glomerular, la cual está confinada a la superficie del bulbo olfatorio, está compuesta de una serie de estructuras llamadas glomérulos, que conforman la sinapsis entre los axones de las neuronas receptoras olfatorias y las neuronas de proyección. Existe la teoría de que en la capa gomerular existe una topografía funcional, es decir, tipos de odorantes de características similares se ubican en una misma región bulbar, similar a lo que se plantea en el epitelio olfatorio. La manera en que estas estructuras se disponen y a que receptores sinaptan es desconocida, aunque la proteína receptora podría tener un rol en la determinación en la organización de la circuitería neuronal hacia el bulbo (Mombaerts et al., 1996). Los estudios de segmentación de la topografía del epitelio olfatorio se han realizado con pocos glomérulos, por lo que esta teoría sólo es parcialmente cierta (Ressler et al., 1993). A nivel de la capa glomerular y de la capa plexiforme externa, el bulbo olfatorio posee un sistema de sinapsis éxito-inhibitorias de las células de proyección con células bulbares locales, que modifican la descarga de las células de proyección que se dirigen a los centros superiores corticales (Finger et al., 2000). Este sistema de sinapsis recíprocas es posiblemente el causal de las oscilaciones eléctricas observadas en el bulbo es decir, la red éxito-inhibitoria colaboraría con la presencia de una descarga temporal de las células bulbares. Esta actividad temporal sumada, genera un patrón oscilatorio que puede ser registrado de manera local y se denomina potencial de campo local (LFP). Por ejemplo, en insectos a este nivel se observan descargas que generan un LFP oscilatorio en el orden de los 20 a 35 Hz de frecuencia (Laurent, 1996) . 13 Esta actividad oscilatoria que modifica la respuesta generada por las células M/T hace que la información llevada a los centros superiores sea más refinada o modulada que la original proveniente de las neuronas receptoras olfatorias (Mori y Shepherd, 1994) (Figura Nº 5). FIGURA Nº 5 : Esquema de las relaciones sinápticas del bulbo olfatorio. 2.7. ANATOMIA DEL BULBO OLFATORIO El BO está localizado en el área ventro-anterior del telencéfalo homo lateral (Purves et al., 1997). Posee tamaños muy variables con respecto al resto de la masa cerebral según la especie, posee 6 capas histológicamente diferenciables: Nervio olfatorio: Conforma la primera y más superficial, rodea al bulbo desde su cara anterior y corresponde al conjunto de axones de las neuronas receptoras olfatorias. 14 Capa Glomerular: corresponde a la segunda capa, en ella se encuentran las estructuras llamadas glomérulos (alrededor de 1.800 en las ratas), que corresponden a neuropilos esféricos de aproximadamente 10-150 µm de diámetro. En estos ocurre sinapsis entre las neuronas receptoras olfatorias, que expresan un mismo receptor específico (convergen alrededor de 25.000 por glomérulo), con las dendritas de las células mitrales, en penacho (células M/T) y periglomerulares. Las células mitrales, son neuronas de forma piramidal, de un tamaño aproximado de tamaño de 40 µm. Con un área de extensión dendrítica de alrededor de 400 µm. (Rall y Shepherd, 1968). Las células en penacho son células de morfología muy similar a las células mitrales, pero que en general sus somas se encuentran más desplazados y por lo tanto no agrupados exactamente en la capa mitral (Nagayama et al., 2004) estos dos tipos celulares del bulbo olfatorio conforman las denominadas neuronas de proyección, es decir, poseen axones que se dirigen a los centros de integración encefálicos. Dentro de esta segunda capa, además existe otro grupo celular, las células periglomerulares, células de 6 a 8 µm en diámetro (Shepherd, 1998), que se encuentran asociadas a las células de proyección generando sinapsis reciprocas. La tercera capa, la capa plexiforme externa, está formada por procesos dendríticos ramificados profusamente de células granulares que sinaptan con las dendritas secundarias de las células mitrales y en penacho (Rall y Shepherd, 1968). La tercera capa, corresponde a la capa plexiforme externa, que está compuesta por la asociación sináptica de las dendritas de las neuronas de proyección y las dendritas de las células granulares. En este nivel se realiza la sinápsis recíproca entre estos grupos celulares modificando por última vez en el bulbo la señal generada en los receptores olfatorios. La cuarta capa en consideración corresponde a la capa mitral, donde se alojan los cuerpos neuronales de las células mitrales, cuyos axones se proyectan luego a centros de integración de la respuesta olfatoria en el cerebro. La quinta capa histológica, corresponde a la capa granular, formada por un conjunto de células pequeñas, de alrededor de 6 a 8 µm denominadas células granulares, 15 cuyas dendritas se extienden hacia la capa plexiforme externa, relacionándose sinápticamente con las células mitrales y en penacho extendiendo sus dendritas lateralmente entre 50 y 200 µm. Una particularidad de estas células es la carencia de axón. (Shepherd, 1998). La manera en que los receptores olfatorios dirigen sus axones al bulbo olfatorio ofrece dos teorías generales; la teoría de la proyección zona a zona y la de convergencia glomerular (Mori et al., 1999). La primera teoría, divide a los receptores olfatorios en 4 categorías de acuerdo a su expresión en el epitelio olfatorio, el receptor se expresa en una zona en particular del epitelio olfatorio, en la que las características de los odorantes que son recepcionados en esta área son similares (Mori et al., 1999). Y así se mantiene también esta correlación en torno a los glomérulos, los que se agruparán en zonas particulares de la superficie del bulbo generando un mapa de la transducción de los odorantes en el bulbo (Lagier et al., 2004). La segunda teoría, propone que existe un glomérulo específico a donde se dirigen las neuronas que expresan un receptor en particular, es decir, el mismo receptor converge en un mismo glomérulo (Mori et al., 1999). 2.8. FISIOLOGÍA DEL BULBO OLFATORIO Los axones de las células receptoras olfatorias que expresan un mismo receptor en su membrana convergen a sólo un par de glomérulos en el bulbo olfatorio generando un mapa especular simétrico (Laurent, 1999; Ressler et al., 1994; Vassar et al., 1994). Cada célula receptora olfatoria es capaz de detectar un conjunto de odorantes que contienen la estructura molecular que calza con su odotopo o molécula receptora olfatoria, por lo que cada neurona receptora posee un grupo de odorantes a los cuales responde y que conforman lo que se define por “rango receptivo molecular”(Shepherd, 1998; Mori et al., 1999). La manera en que esta conectividad se establece, como se regenera o altera su conformación de manera dinámica, lo que se define como plasticidad, constituye un tema por explorar. Se han realizado estudios en que se sugiere que la convergencia glomerular y en general el origen de la circuitería neuronal hacia y 16 desde el bulbo estaría determinada en parte por el receptor que se expresa (Belluscio et al., 2002), que la experiencia no es requerida para el establecimiento de patrones precisos de innervación aferente en el bulbo olfatorio. Más aún, en ausencia de potenciales de acción en las NRO se genera la circuitería de manera normal y que la plasticidad de la conectividad estaría determinada por la presencia de una actividad espontánea basal de las neuronas receptoras olfatorias, junto con la relación de esta actividad entre las distintas células receptoras (Yu et al., 2004). Además de esta exclusividad objetiva de los receptores olfatorios, las dendritas de las neuronas de proyección y células periglomerulares que sinaptan con los receptores olfatorios tienen la particularidad de corresponderse sólo dentro de un glomérulo en cada bulbo (Vassar et al., 1994), aproximadamente en un numero de 25 mitrales por cada uno (Purves, 1999). Esta particularidad le otorga al bulbo un carácter de especificidad en torno a su respuesta a un grupo particular de odorantes que estimulan un mismo tipo de receptor, el cual estaría determinado por su conformación estereoquímica general de la cadena hidrocarbonada además del tipo y posición del grupo principal (Mori et al., 1999). Esta razón permite argumentar entonces que cada glomérulo presenta un rango receptivo molecular diferente según la naturaleza del receptor olfatorio del cual provienen y que funciona básicamente como una unidad de detección de caracteres (Mori et al., 1999; Nagayama et al., 2004). Asociadas a estas células de proyección del bulbo olfatorio, encontramos una red celular local, la cual se asocia sinápticamente con las neuronas de proyección, estas neuronas corresponden a las células periglomerulares y granulares principalmente, estas asociaciones sinápticas son de dos tipos, por un lado, la asociación sináptica libera hacia el espacio sináptico por parte de la neurona de proyección, glutamato, un nerurotransmisor excitatorio y por parte de la neurona granular o periglomerular la liberación de GABA, un neurotransmisor inhibitorio. Es decir, existe una sinapsis dendrodendrítica excito-inhibitorias la cual tendría una función moduladora de la actividad individual y de la descarga de las neuronas mitrales y en penacho entre neuronas provenientes de glomérulos con rangos receptivos moleculares diferentes 17 (Mori et al., 1999; Purves et al., 1997; Halabisky y Strowbridge, 2003; Nagayama et al., 2004; Finger et al., 2000). Estos dos niveles de interacción mediarían una suerte de contraste entre los diversos odorantes que se encuentran en sectores glomerulares vecinos (Lei et al., 2002), lo que sugiere que el bulbo olfatorio juega un rol en el procesamiento de la información olfatoria más que conformar solo una estación de relevo (Mori et al., 1999; Halabisky y Strowbridge, 2003; Nagayama et al., 2004; Finger et al., 2000). Por estas razones expuestas anteriormente, se puede asegurar que las neuronas de proyección olfatoria responden más contrastadas o refinadas que las neuronas receptoras olfatorias (Mori y Shepherd, 1994). Además de esta modulación generada entre los diversos glomérulos del bulbo olfatorio, las neuronas de proyección probablemente sincronizan sus descargas individuales con neuronas de otros campos receptivos moleculares codificando entonces no solo en una dimensión espacial, sino que además en una dimensión temporal (Kashiwadani et al., 1999; Buck, 1991). Las células de proyección deben transportar entonces información codificada en estas dos dimensiones, tiempo y espacio de manera simultanea, para que sean leídas y decodificadas por núcleos posiblemente diferentes y ubicados en distintas estructuras del cerebro (Laurent, 1999). La actividad en la capa glomerular, en presencia de un estímulo olfatorio, consiste en patrones espaciales de activación glomerular que se correlacionan con las diferencias en concentración e identidad de los odorantes, los cuales son simétricos en ambos bulbos y similar entre animales de una misma especie. Esto demuestra, que a nivel de la capa glomerular los odorantes estarían codificados por la identidad y la intensidad de los glomérulos activados (Rubin y Katz, 1999). Pero este refinamiento no es obvio, porque el orden de respuesta no está directamente asociado a la intensidad del estímulo e incluso el patrón temporal para el mismo odorante a distintas concentraciones es distinto. (Cinelli et al., 1995) y también esta variación de patrones temporales se observa con odorantes diferentes (Laurent, 1996). Las células mitrales se proyectan a múltiples áreas olfatorias como también a 18 múltiples locaciones dentro de la corteza piriforme, es decir existe un patrón divergente desde la conectividad del bulbo olfatorio hacia los centros superiores (Finger et al., 2000). La corteza piriforme es la zona principal hacia donde llegan los axones de las neuronas mitrales y en penacho, y es en donde se realiza la siguiente sinápsis del sistema. La corteza piriforme posee 3 capas, una capa de neuropilo, una capa de células piramidales y una capa profunda compuesta de células piramidales y no piramidales. Las neuronas M/T llegan a través del tracto olfatorio lateral hasta la corteza piriforme desarrollando sinapsis excitatorias con las células piramidales y a un grupo de células activadas en retroalimentación (Finger et al., 2000). Además de proveer de las vías de salida hacia la corteza, los axones colaterales de las células piramidales crean una extensiva red de fibras asociadas excitatorias dentro de la corteza, estas células piramidales, al igual que en el bulbo, contactan con un grupo de células inhibitorias que inhiben a las propias células de proyección o a las células vecinas (Nagayama et al., 2004; Finger et al., 2000). Un aspecto importante de este circuito son las velocidades de conducción de los sistemas aferentes y de asociación. Se ha descrito que la alteración de las velocidades de conducción podría alterar la dinámica oscilatoria lo que sería relevante para el procesamiento en su dimensión temporal (Finger et al., 2000). 2.9. ELECTROFISIOLOGÍA DEL BULBO OLFATORIO El primer electroencefalograma descrito en la historia corresponde a la descripción de una actividad oscilatoria entre los 8 y 12 Hz y fue descrita por Berger en 1929. Desde ese momento, tenemos evidencias de la existencia de patrones oscilatorios en la corteza cerebral. Estudios posteriores han ido desarrollando el postulado de que la percepción, la memoria e incluso la conciencia resultan de la sincronía de redes neurales. Convirtiéndose esta actividad en el punto medio entre la actividad de unitaria de células neuronales y la conducta (Buzsaki y Draguhn, 2004). 19 El pionero en los estudios de la actividad electroencefalográfica del bulbo olfatorio fue Adrian en el año 1950, que utilizó ratas anestesiadas con uretano para el desarrollo de sus experimentos. El encontró que la estimulación generaba un incremento en el rango de descarga de algunas neuronas bulbares y la generación de una actividad sinusoidal de baja amplitud y relativamente alta frecuencia la cual denominó “actividad intrínseca” (Freeman, 1977). El sistema olfatorio de los mamíferos genera oscilaciones eléctricas del LFP en el rango entre 30 y 100 Hz (rango gamma) presente también en otras partes del cerebro como son el hipocampo, tálamo, corteza visual y corteza olfatoria (Nusser et al., 2001; Lagier et al.,2004). Estas oscilaciones se presentan junto a otra oscilación de baja frecuencia (1 a 7 Hz.) correspondiente con el ciclo respiratorio (Mori et al., 1999). Esta actividad oscilatoria se puede dar incluso entre neuronas pertenecientes a distintos glomérulos separados hasta por 500 µm. (Mori et al.,1999). Esta actividad oscilatoria comienza poco después de iniciada la inspiración y termina al comenzar la espiración (Freeman, 1977). Se ha propuesto que esta actividad es de origen local, puesto que no existen neuronas que lleven señales al bulbo en este rango de frecuencias (Eeckmann y Freeman, 1990; Mori et al., 1999). Además que se encuentran abolidas en la corteza piriforme cuando el bulbo se remueve (Bressler y Freeman, 1980; Lagier et al., 2004). Posteriormente, estudios revelaron una alta correlación del EEG con el ciclo respiratorio (Freeman, 1977). La actividad gamma del bulbo olfatorio ha sido estudiada por mas de 50 años y la oscilación beta ha atraído la atención científica recientemente ya que su origen, mecanismo y relación con gamma es desconocido. Se describe que ambas oscilaciones pueden ser inducidas por odorantes en una manera dependiente de concentración. Las dos oscilaciones son distintas y no relacionadas harmónicamente, indicando que corresponden a oscilaciones de orígenes diferentes. La oscilación gamma se encuentra sincrónica en algunos sitios y en otros no, desplazándose en fase en los diferentes sitios (Neville y Haberly, 2003). Estas oscilaciones probablemente se originan en las corrientes sinápticas de las células intermedias con respecto a las células de proyección. 20 El bulbo olfatorio emplea feedback inhibitorios laterales para distribuir la información del estimulo a través de arreglos paralelos de células mitrales y granulares. El acoplamiento eléctrico también ayuda a asegurar la coordinación apropiada de estos patrones. Estos mecanismos proveen de numerosas opciones para modulación dinámica y control de las señales en el bulbo olfatorio (Lowe, 2003). La oscilación gamma parece tener un origen local en el bulbo olfatorio y la oscilación beta es posible que desarrolle en alguna estructura posterior al tracto olfatorio lateral (TOL) puesto que al seccionar esta estructura, la oscilación beta presente en el bulbo desaparece. El sitio probable de origen se postula en la corteza piriforme. (Neville y Haberly, 2003). La función de estas oscilaciones no está claramente establecida, pero se ha observado que en entrenamiento, en los individuos estudiados se observa una disminución de la amplitud de la actividad gamma y un débil pero significativo aumento de la actividad beta oscilatoria. Cuando el entrenamiento alcanza su término, estos dos fenómenos son amplificados lo que sugiere que la actividad beta tendría una función asociada con el aprendizaje (Martin et al., 2004). Al estimular y registrar simultáneamente en distintas profundidades del bulbo olfatorio, se observa actividad oscilatoria en cada uno de los puntos de registro, esto puede indicar que existe la presencia de tres generadores diferentes o que la oscilación se expande a las diferentes capas. Las 3 señales tienen la misma dinámica en la superposición del registro y al descomponer la señal sinusoidal en sus componentes según frecuencia y magnitud (FFT, del inglés Fast Fourier Transform.) muestran que en la capa glomerular (GL) la magnitud es consistentemente mas pequeña que en la capa mitral y que la capa plexiforme externa, la cual posee los mayores valores de magnitud en relación a las demás capas. Por esta razón se define que el origen de las oscilaciones estarían generadas a partir de la capa plexiforme externa cerca de la capa mitral (Lagier et al 2004). Estudios posteriores demostraron que a través del bloqueo de la actividad sináptica interneuronal al nivel de las células granulares y periglomerulares por medio de antagonistas GABA, aumentan de manera manifiesta de la actividad de descarga 21 unitaria y una fuerte disminución de la actividad oscilatoria, otorgándole a estas células un rol importante en la producción de estas oscilaciones (Nusser et al., 2001; Lagier et al., 2004). Esta actividad oscilatoria se observa de manera mas evidente a nivel de la capa plexiforme externa, lugar en donde se ramifican las dendritas secundarias de las células granulares (Lagier et al 2004). Esta actividad sincrónica de neuronas permitiría asociar temporalmente diferentes entradas sinápticas subumbrales distribuidas espacialmente y generadas por un mismo estímulo dentro de potenciales de acción resultando una potenciación de las células M/T durante la respuesta olfatoria. Cuando dos glomérulos contiguos reciben estímulos de manera simultanea, las neuronas de proyección (M/T) estarán determinadas en su actividad por las interacciones recíprocas e interacciones inhibitorias interglomerulares (Lei et al., 2002). Los odorantes generan un mapa de activación confinada a un grupo de glomérulos o a un glomérulo simple en el bulbo olfatorio, diferentes componentes pueden conformar áreas de activación vecinas o incluso superpuestas según los glomérulos que activan. Los estímulos se perciben como un solo objeto y no como sus constituyentes por separado por lo que debe existir una vía de síntesis en el tratamiento de la información distribuida. Esta síntesis ampliamente se logra por la sincronía de áreas activadas en arreglos coherentes y es particularmente soportado por las oscilaciones gamma. Además de esta actividad de relativa alta frecuencia en el bulbo olfatorio (actividad dentro del rango gamma de frecuencia), se describe también un patrón de actividad beta, es decir entre 15 y 40 Hz., que también se observa en otros órganos sensoriales como es en la corteza visual asociándose a memoria de corto plazo. La actividad del patrón gamma es relativamente estable en cada sector del bulbo olfatorio, generando una especie de mapa, pero esta actividad puede variar según la experiencia adquirida luego de la exposición repetida al odorante especifico que la genera, asociando este patrón de actividad más a un sentido conductual que a una clasificación cualitativa química del odorante. La actividad beta de oscilación también se observa a nivel de la corteza piriforme y corteza entorrinal, observándose con mayor importancia en presencia de odorantes conductualmente relevantes. La aparición de la 22 actividad gamma y beta parecen estar comandadas a diferentes momentos pues la actividad beta se ve potenciada con la presentación de estímulos al mismo tiempo en que se reduce la importancia de la actividad gamma de oscilación (Ravel et al., 2003). Esta diferencia temporal entre las dos bandas, permiten dividir la actividad en torno al ciclo respiratorio en 3 fases, una de iniciación, una de entrada y la otra de afinamiento de la red bulbar, las cuales ocurren en el momento de inhalación, periodo intermedio y exhalación respectivamente (Buonviso et al., 2003). A partir de estos argumentos se puede establecer que existe una asociación directa entre el ciclo respiratorio y la actividad eléctrica bulbar, presentándose incluso un ajuste de fase de patrones de frecuencia asociados a momentos particulares del ciclo respiratorio. Es importante destacar que con entrenamiento o exposición anterior de un odorante, se observa un claro aumento de la actividad beta en amplitud y duración frente a una nueva exposición al estímulo (Ravel et al., 2003) Una actividad eléctrica oscilatoria de la misma frecuencia se observa en el núcleo olfatorio anterior y el núcleo amigdaloide y están altamente correlacionadas con el EEG. La actividad del BO es relativamente independiente de los otros dos núcleos, pero la oscilación en estos últimos aparentemente depende de la frecuencia observada en el bulbo, por lo que se ha propuesto que el BO comandaría la actividad eléctrica oscilatoria del núcleo olfatorio anterior y el núcleo amigdaloide (Bressler y Freeman, 1980; Lagier et al., 2004). Los mecanismos celulares para la generación y mentenimiento de la actividad oscilatoria bulbar aun están desconocidos, estudios previos sugieren distintos mecanismos: i) Retroalimentación rápida inhibitoria entre las células mitrales y en penacho (M/T) y granulares (Mori y Takagi, 1977; Eeckman y Freeman, 1990; Nusser et al., 2001; Friedman y Strowbridge, 2003). ii) Propiedades de membrana intrínsecas de las celulas M/T (Desmaisons et al., 1999). 23 iii) Oscilaciones inducidas por odorantes en los receptores olfatorios (Lagier et al., 2004). iv) Acoplamientos eléctricos entre las interneuronas (Friedman and Strawbridge, 2003). Las células M/T son la unica población neuronal que descarga espigas y oscila subumbralmente en fase con el LFP generalmente en la fase descendente de la oscilación a diferencia de las interneuronas que raramente sincronizan sus ciclos con el LFP. Se presume que las oscilaciones requieren de la acción inhibitoria proveída por las células interneuronales (granulares y periglomerulares) a través del procesamiento local, no requiriendo potenciales de acción generados en su soma (Lagier et al., 2004). La sinapsis recíproca entre células M/T y granulares y entre las células M/T y células periglomerulares, cumpliría un rol importante en la sincronía de la descarga, pudiendo facilitar la estimulación cortical, ya que hace más robusta la sumación sináptica proveniente de la descarga simultánea de varias células mitrales en la corteza. Esta actividad sincrónica podría estar determinada por la fuerza de las conexiones sinápticas dendro-dendríticas recíprocas con las células granulares que hacen puente entre dos células M/T. De ser así, las células granulares servirían de sustrato para la mediación de las uniones temporales y funcionales de las señales de diferentes receptores odorantes (Mori et al., 1999). La inhibición lateral por medio de las sinapsis dendro-dendríticas con las células granulares podría acentuar el contraste y así afinar la especificidad de células mitrales y en penacho a la respuesta a moléculas olorosas. Así, las células mitrales y en penacho resultarían más afinadas que las células receptoras en el epitelio olfatorio (Rall y Shepherd, 1968; Mori et al., 1999; Davison et al.,1999). La actividad unitaria de las neuronas mitrales es de fácil detección por el gran tamaño de estas células y las características generalmente invariables de sus espigas, que son detectadas con electrodos extracelulares. La frecuencia de descarga de las células mitrales varía en un rango de 0.1 a 3000 Hz. Las interneuronas locales inhibitorias son de tamaño muy pequeño y no poseen axones, haciendo así muy difícil medir directamente la actividad unitaria de estas células extracelularmente (Eeckmann y Freeman, 1990). 24 En el BO encontramos que los patrones de descarga de neuronas individuales, como también la sincronía de disparos de grupos de neuronas, son estímulo-específico. Es decir, cada olor parece ser representado no sólo por medio de un ensamblaje de neuronas sincrónicas, sino por una transformación progresiva y olor-específica del ensamblaje. Así, cada neurona sincroniza con muchas otras durante la presentación de un estímulo. Por esto se postula que en el sistema nervioso olfatorio la actividad se basa en una mezcla entre un patrón espacial de neuronas activadas y uno temporal por el momento en que estas se activan (Laurent, 1999). Se ha postulado que la activación de una zona del cerebro por un cierto estímulo sensorial puede producir dos tipos de fenómenos. Por una parte, clásicamente se ha propuesto que cada región del cerebro posee una actividad basal unitaria similar en su magnitud entre un momento de registro (prueba o muestreo) y otro. El estímulo produce una activación, generalmente un aumento de la descarga de algunas neuronas. La actividad basal azarosa en el LFP o EEG al ser un valor común y constante, se promedia y desaparece al superponer los distintos registros mientras que la señal generada por el estímulo que se encuentra siempre en la misma fase temporal con respecto al estímulo se suma (stimulus lock). Por otra parte, se ha postulado que la actividad basal refleja el estado del sistema nervioso y el estímulo modifica esa actividad basal reordenando la descarga sin necesariamente aumentar la energía total de la descarga basal (Makeig et al., 2002). En términos prácticos, al promediar muchos registros en presencia del estímulo, si la descarga basal se ordena con respecto al estímulo, entonces aumenta la amplitud relativa de la actividad gatillada por el estímulo, pero disminuye la actividad basal porque es azarosa. La capacidad de identificación y discriminación de los estímulos odoríferos por parte del BO está sustentada en la presencia de la actividad oscilatoria basal proveniente de las neuronas que lo conforman, la cual, alterada (independientemente del mecanismo), por el estímulo olfatorio, participa en los procesos de discriminación e identificación de los estímulos odorantes (Brody y Hopfield, 2003). La caracterización simultánea del LFP y de la actividad unitaria de las células en distintas capas del BO en 25 ausencia de estímulo, permitirá determinar el grado de sincronía y actividad oscilatoria basal y realizar comparaciones de fase de la actividad oscilatoria intrínseca de las distintas capas del BO y determinar cual es su relación con la descarga unitaria espontánea de células mitrales y en penacho. Además, posiblemente contribuirá a la determinación relativa del origen de estas oscilaciones. Finalmente, generará un patrón base para la comparación posterior con la actividad desarrollada en el bulbo en presencia de estímulo. 3. OBJETIVOS 3.1. OBJETIVO GENERAL Caracterizar el potencial de campo local en las diferentes capas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulo. 3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS • Comparar el potencial de campo local (LFP), registrado simultáneamente en dos capas distintas del bulbo olfatorio en ausencia de estímulo. • Caracterizar la actividad del LFP en ausencia de estímulo con relación al ciclo respiratorio en las diferentes capas del bulbo olfatorio. • Caracterizar la actividad unitaria de las células de la capa mitral en relación con el LFP registrados simultáneamente en ausencia de estímulos. 26 4. MATERIALES Y MÉTODO 4.1. ANIMALES Para el desarrollo de la investigación, se utilizaron ratas de la cepa Sprague Dawley machos y hembras indistintamente de pesos entre 240 y 320 g. Se decidió la utilización de esta especie por su desarrollo notable del bulbo olfatorio. Todos los ejemplares fueron obtenidos desde el bioterio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. 4.2. EQUIPOS Y MONTAJE Con el fin de desarrollar el registro de manera exacta, se utilizó un instrumento estereotáxico, el cual mantiene fija la cabeza de la rata para el registro. En este instrumento va montado un tornillo de precisión que posee carriles de precisión para su desplazamiento en los 3 ejes dimensionales, el cual se acopla a un micromanipulador. 4.2.1. MICROMANIPULADOR Para poder lograr el descenso mesurado del electrodo de control y del electrodo móvil de manera exacta fue necesario diseñar y construir este instrumento que consistió en un cilindro de acrílico el cual en su superficie superior llevó montado dos tornillos de precisión. Por dentro, contó con dos ascensores de acrílico los cuales se desplazaban cada uno por dos rieles de acero e iban sujetos a la superficie superior por medio de bandas elásticas de ortodoncia, las que permitieron que el ascensor haya sido capaz de volver a su posición original. Cada uno de estos ascensores soportó un tétrodo por medio de un perno que los sujetó por dentro del orificio por el que pasaban. Los electrodos se introdujeron desde la superficie superior del cilindro, pasando por el ascensor que los sujetó y finalmente llegaba hasta una boquilla tubular metálica de 2 mm. en la superficie basal del cilindro por el cual salía cada uno envuelto en un tubo de plástico que les permitió no pegarse entre ellos ni desplazarse lateralmente. Con este instrumento 27 preciso fué posible la manipulación independiente de los tetrodos en su desplazamiento por el eje z (Figura 6.b). 6.a 6.b 6.c FIGURA Nº 6 Esquema de 3 vistas de un tétrodo de registro (a), micromanipulador (b), y una fotografía ampliada de la punta de un tétrodo (c). 4.3. EQUIPOS DE MONITOREO Y MANTENCIÓN Las ratas fueron monitoreadas durante el proceso de registro a través de los siguientes instrumentos: Monitor EEG el cual permitió registrar la frecuencia cardiaca y sus variaciones durante el ejercicio de registro. La derivación II fue utilizada para el monitoreo. No se utilizó con fines de análisis del registro EEG por la incapacidad técnica del análisis en línea debido a la rapidez en la frecuencia promedio de esta especie, que oscila entre los 350 +40 latidos por minuto. Termocupla, la cual detecta las variaciones en la temperatura que lo rodea por medio de la variación de la impedancia una resistencia eléctrica termo sensible, y por lo tanto resulta útil para el registro de la actividad respiratoria al poner este instrumento al lado 28 de uno de los ollares de la nariz de la rata, registrando las fluctuaciones de inspiración y espiración, permitiendo el registro de los ciclos respiratorios. Para la mantención de la temperatura corporal, el paciente fue posicionado sobre una manta eléctrica calefactora que mantuvo al individuo sobre los 36° C de temperatura durante todo el procedimiento. La temperatura de la rata fue monitoreada en línea por medio de un termómetro rectal digital conectado a la pantalla de monitoreo electrocardiográfico. 4.4. EQUIPOS DE REGISTRO El equipo de registro consta de los siguientes instrumentos Tétrodos Tétrodos Preamplificador Amplificador con filtro Tarjeta análoga digital Computadores de registro 4.4.1. TÉTRODO Corresponde a una estructura formada de 4 electrodos de 12 µm de diámetro, formados de alambres recubiertos formados por una aleación de Tungsteno y Cromo entrelazados en forma de espiral con el objeto de dar mayor resistencia a la penetración del bulbo olfatorio y permitir además el certero aislamiento de las espigas generadas de 2 o más células diferentes. Estos alambres están descubiertos en uno de sus extremos (extremo receptor de la señal) y por el otro están conectados a un enchufe que les permitirá acoplarse al cable condutor que lleva las fluctuaciones eléctricas registradas primeramente a un amplificador y desde éste hacia la capturadora análogo digital del computador de registro. 29 (Figuras Nº 6.a y 6.c) ESTEREOTÁXICO AMPLIFICADOR FILTRO DE BANDAS AMPLIFICADOR + FILTRO OSCILOSCOPIO COMPUTADORES FIGURA Nº 7 : Instrumentos de registro electrofisiológico y estereotáxico. 4.4.2. PREAMPLIFICADOR La señal detectada por cada tétrodo, es llevada por un cable corto hasta un preamplificador, de tal manera que el recorrido por este cable no altere el registro por la contaminación con ruidos anexos. Este preamplificador, es un instrumento que magnifica la señal en 10 veces. 4.4.3. AMPLIFICADOR CON FILTRO DE BANDA Posteriormente la señal pasa a un amplificador que la aumenta en 10000 veces (10K) y la filtra, separándola en dos bandas de señal, una señal baja que tiene un rango desde 0 a 300 HZ y una banda alta que filtra la señal entre los 300 y los 3000 HZ de frecuencia. 30 4.4.4. OSCILOSCOPIO Posteriormente, la señal pasa a un Osciloscopio que permite visualizar la señal filtrada en línea, y permite detectar la presencia de espigas, fenómeno observado cuando el electrodo se posiciona dentro de la capa mitral del bulbo olfatorio. 4.4.5. TARJETAS ANÁLOGO-DIGITALES Las señales de alta y baja frecuencia son pasadas respectivamente a una tarjeta análogo digital cada una, lo cual permite registrar la señal en 2 computadores diferentes. Simultáneamente a este proceso, la rata se encuentra conectada a una termocupla, instrumento que permite detectar variaciones de temperatura lo cual permite obtener los ciclos respiratorios de la rata en experimentación almacenándolos a través de otra tarjeta análogo-digital en un tercer computador, el cual además es el gatillo para los otros dos computadores y es el computador que permite dar paso al registro simultáneo en los tres computadores (Figura Nº 7). 4.5. METODOLOGÍA 4.5.1. DISEÑO EXPERIMENTAL Se realizará el registro electrofisiológico a través de 2 electrodos cuádruples (tétrodos) dentro del bulbo olfatorio, uno de los cuales registrará un patrón de referencia dentro de la capa mitral del bulbo olfatorio y el otro registrará la actividad cada 200 µm en un eje vertical desde superficie a profundidad tratando de cubrir todas las capas del bulbo olfatorio. 31 4.5.2. TÉCNICA ANESTÉSICA La rata es premedicada con una asociación de acepromazina y atropina, con una inducción anestésica de ketamina, y posteriormente una mantención anestésica con uretano. Ketamina = 40 mg/K Atropina = 0.75 mg/K Acepromazina = 0.1 mg/K Uretano = 1.2-1.5 g/K Estándares quirúrgicos aprobados por el comité de bioética de la facultad de Medicina de la Universidad de Chile Protocolo CBA#079 FMUCH. Para poder realizar la cirugía de trepanación de la bóveda craneana, y exposición del bulbo olfatorio, es necesario alcanzar un plano anestésico quirúrgico en las ratas. Para esto, se utilizó una premedicación de acepromazina y atropina en dosis de 0.1mg/Kg IP y 0.75 mg/Kg. IP respectivamente, esperando un lapso de 15 minutos para la aplicación de ketamina, que fue utilizada para la inducción anestésica. El signo esperado para el comienzo de la anestesia de mantención fue la pérdida del reflejo del dolor profundo, medida a través de la aplicación de presión con una pinza en una de las articulaciones interfalángicas. Posteriormente, se inyectó Uretano, en dosis de (0.6 g/Kg., a diferencia de la dosis estipulada por Fish, 1997, ya que en dosis de 1.2g a 1.5g/Kg., la depresión respiratoria y cardiaca fue demasiado profunda, incluso a niveles en que los especímenes murieron por sobredosis aproximadamente 30 minutos luego de la inyección intraperitoneal. La diferencia obtenida se observa en la menor depresión de las constantes respiratorias y cardiacas, pero el plano anestésico se mantiene solo por alrededor de 3 horas, a diferencia de lo estipulado por Fish, quien asegura 6 horas de plano anestésico con la dosis por él sugerida. Por lo que es necesario volver a inyectar un volumen similar de anestésico cada 2.5 a 3 horas. 32 4.5.3. TÉCNICA QUIRÚRGICA 4.5.3.1. MATERIAL QUIRÚRGICO Para poder desarrollar la cirugía de trepanación de la bóveda craneana, se utilizó tijeras serratex-mayo curva, bisturí, 2 pinzas hemostáticas kelly curvas, blefarostato, cureta, taladro dremel®, pinzas style 7, pinzas style 5,Agujas de 23G como bisturí (Miltex Instrument Company). 4.5.3.2. PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO Una vez obtenido el plano quirúrgico, la rata se conecta al instrumento estereotáxico, que fija su cabeza desde el maxilar superior por medio de una prensa puesta por detrás de los dientes incisivos y por sobre el hueso nasal y desde los conductos auditivos externos por medio de dos estiletes romos, logrando posicionar la cabeza de manera simétrica y sin riesgo de que se mueva durante la cirugía y el registro. Posteriormente se realiza una incisión por la línea media longitudinal de la superficie superior de la cabeza desde 5 mm. atrás del morro nasal hasta la cisura parieto-occipital con la tijera y el bisturí. Luego se realiza la debridación del tejido muscular subcutáneo utilizando la tijera, la cureta y la pinza style 5. Una vez descubierto el tejido óseo, se fija la piel hacia los lados por medio de las pinzas kelly. Posteriormente se realiza la trepanación de la bóveda craneana utilizando el dremel® realizando un orificio circular de aproximadamente 5 mm. A cada lado de la cisura craneana longitudinal. Para sacar los trozos de hueso liberados por el dremel® se utiliza la pinza style curva. Posteriormente, para poder introducir los electrodos, es necesario realizar una incisión de la duramadre sin dañar el bulbo olfatorio expuesto. Para esto se utilizó un bisturí fabricado con una aguja de 23G doblada en su punta en bisel de manera de gancho cortante. Una vez realizado el procedimiento quirúrgico, se realiza el montaje del micromanipulador sobre la superficie del bulbo olfatorio expuesto. Con la ayuda de un micromanipulador se posicionaron en la superficie del bulbo olfatorio los dos electrodos y posteriormente se cubrieron con una solución de agar tibio 33 el cual sella el sitio de penetración aislándolo del medio externo evitando así la desecación del tejido bulbar y además sirve como soporte mecánico para la introducción de los electrodos. Finalizada la sesión de registros, todas las ratas fueron eutanasiadas mediante una inyección de 2cc de tiopental sódico al 2% intratecal lo que generó un inmediato paro respiratorio y posterior muerte del animal. Estos procedimientos fueron aprobados por la comisión de bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile código CBA#079 FMUCH. 4.5.3.3. REGISTRO ELECTROFISIOLÓGICO Y ADQUISICIÓN DE DATOS 4.5.3.3.1. ADQUISICIÓN Para realizar la adquisición, es necesario primero la amplificación de la señal procedimiento que se realiza en 2 etapas.La amplificación de la señal eléctrica se realiza primero a través de un preamplificador, el cual transforma las variaciones de corriente en voltaje y lo magnifica 10 veces en una región cercana al animal para impedir que el ruido interfiera con la señal biológica, para este objetivo, el tétrodo es conectado hasta el preamplificador por un cable. Luego la señal es amplificada 1000 veces y filtrada en forma paralela entre 30 y 300 Hz. para obtener la señal de potencial de campo local y entre 300 a 1000 Hz. para aislar la actividad de célula única. Esta señal entrará simultáneamente a 2 computadores para su adquisición y a un osciloscopio para la visualización en línea. Los registros de actividad unitaria se realizarán simultáneamente en los dos tétrodos en cada filamento teniendo en total 8 canales de registro. El osciloscopio permitirá la visualización del potencial de campo y de las espigas en un alambre de tétrodo en particular. Los registros de potencial de campo se realizarán tomando como referencia la capa mitral, el tétrodo se desplazará a diferentes profundidades del bulbo olfatorio tomando registros cada 200µm, estos registros corresponderán a las capas glomerular, plexiforme externa, mitral y granular (Figura Nº 8). 34 FIGURA Nº 8 : Esquema de registro electrofisiológico. La secuencia de puntos verticales es un ejemplo de los registro que realiza el electrodo móvil, el electrodo fijo siempre registra en el mismo punto. 4.6.1. PROCESAMIENTO DEL REGISTRO DE LOS POTENCIALES DE ACCIÓN Los potenciales de acción se adquieren desde la banda filtrada entre los 300 y los 3000 Hz. de frecuencia del espectro total por una tarjeta análogo digital, la cual permite archivar la señal a través de un programa diseñado en C++ el cual permite registrar cada canal individualmente en una ventana de tiempo que en el caso particular de estos experimento fue establecida en 2 seg. Con una frecuencia de muestreo de 29070 Hz. 35 4.6.2. PROCESAMIENTO DEL REGISTRO DEL LFP La adquisición se realizará con una tarjeta análogo digital la cual captura el espectro filtrado entre los 30 y 300 Hz de frecuencia. Y que registra con una frecuencia de 2000 Hz. El registro obtenido es procesado por otro programa el cual permite determinar los componentes de frecuencia del LFP y EEG en relación a una magnitud relativa, lo que se logra a través de una transformación rápida de Fourier (FFT), la cual consiste en un algoritmo que descompone la onda sinusoidal en sus ondas componentes y las gráfica en frecuencia versus magnitud. 4.7. ANÁLISIS DE DATOS El análisis de los registros se compone de dos etapas: Análisis del LFP registrado por el electrodo posicionado en la capa mitral (control) versus cada registro realizado por el otro electrodo a medida que se adentra en la profundidad del bulbo cada 200µm. En relación a sus componentes según frecuencia obtenidos por la transformación rápida de Fourier filtrada a 50 Hz (frecuencia de la corriente alterna domiciliaria en Chile). El análisis de la actividad del LFP asociado al ritmo respiratorio en relación a sus componentes según frecuencia y momentos de aparición. 36 4.7.1. ANÁLISIS DEL LFP EN RELACIÓN A SUS DIFERENTES PROFUNDIDADES DE REGISTRO CON RESPECTO AL LFP EN LAS CÉLULAS MITRALES Y EN PENACHO El registro del LFP consta de 40 observaciones de una duración de 2 seg. cada una. Primero, al obtener el registro de cada momento de análisis, estos valores, son procesados por la Transformación Rápida de Fourier (FFT), la cual descompone a la oscilación en sus componentes según frecuencia, a los cuales les da valores en un grado de magnitud relativa a cada observación. Estos valores obtenidos (40 por cada registro) son promediados y filtrados entre una frecuencia de 20 a 100Hz. Debido a que se estableció como valores relevantes para este estudio solo aquellos que pertenezcan a los rangos Beta y Gamma del espectro, todo valor que sobrepase al promedio por sobre 2 desviaciones estándar se considera como un valor significativo (95.4% de significancia), es decir, que existe una actividad oscilatoria importante en esa frecuencia en ausencia de estímulo y por lo tanto espontánea. Los registros promediados de las FFT, se pueden analizar dentro del mismo electrodo pues son generadas en las mismas condiciones. Para el análisis de estos registros, se obtuvo cada valor de magnitud relativa de la FFT de cada profundidad registrada en su máximo de actividad dentro de la banda gamma, la cual corresponde a un promedio de 40 ensayos y con estos valores se generó una gráfica. Esta gráfica se comparará con la recta obtenida como control, el cual se estableció como el valor de magnitud para cada promedio pero en la banda beta, a los 20Hz. Estas rectas se compararon por medio de las regresiones lineales y mostrarán si existen o no diferencias en la progresión de estos valores a medida que se desplazan por las diferentes capas del bulbo olfatorio. Para verificar que los valores que componen la recta de las magnitudes promedio a la frecuencia deseada corresponden a una variable dependiente de la profundidad, se realizará un análisis de varianza en el cual se asumirá que las diferencias son significativas si P resulta menor o igual a 0.05. Es decir, que la tendencia de las 37 magnitudes de frecuencia con respecto a la profundidad tiene una pendiente distinta de cero, es decir, existe una variación en la magnitud de esa frecuencia a medida que la profundidad varía. Se tomarán como registros adecuados para análisis posteriores solo los que no sean significativos en el electrodo fijo, tengan o no pendientes significativas en el electrodo móvil. Los registros seleccionados serán analizados por medio de un análisis de varianza para muestras repetidas no paramétrico, esta vez tomando cada valor de magnitud para cada prueba de registro agrupándolos de acuerdo a profundidad. De ser significativas las diferencias entre grupos, se realizará un análisis post ANOVA para muestras no paramétricas de Tukey, el cual determinará entre que profundidades las diferencias son significativas. Las diferencias se asociarán con la caracterización cualitativa de los registros que determina en que capa del bulbo se encuentran. Esto permitirá observar si existen diferencias significativas de magnitud entre las diferentes profundidades del bulbo olfatorio. 4.7.2. ANÁLISIS DEL LFP ASOCIADO AL CICLO RESPIRATORIO. Para este análisis es necesario el desarrollo del FFT en relación al tiempo, por lo tanto el FFT se desarrollará en ventanas pequeñas de 213 mseg. de registro, las cuales se desplazan cada 10 mseg. Obteniendo una gráfica del comportamiento de las frecuencias de oscilación con respecto al tiempo mostradas en un espectrograma. Para este objetivo se utilizará un programa desarrollado en un formato para Matlab® el cual arrojará los archivos del espectrograma. Posteriormente, otro programa, desarrollado en lenguaje C++ tomando en cuenta el momento del desarrollo de un ciclo respiratorio, superpondrá esta misma ventana de tiempo de la grafica de los FFT, mostrando así el espectrograma superpuesto al ciclo respiratorio. De esta manera será posible determinar si existe o no un comportamiento de frecuenta específica en ausencia de estímulo relacionada con algún punto del ciclo respiratorio en las diferentes capas del bulbo olfatorio. 38 5. RESULTADOS 5.1. IMPLEMENTACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS Y PROCEDIMIENTOS NECESARIOS PARA EL DESARROLLO ADECUADO DE LOS EXPERIMENTOS. 5.1.1. PROCEDIMIENTOS La realización de los experimentos de registro requirió del desarrollo de diversos aspectos claves para el éxito de la investigación. Por un lado, fue necesario perfeccionar la técnica anestésica que permitió finalmente llevar a cabo el procedimiento quirúrgico junto con el registro, sin producir sufrimiento alguno a la rata y manteniéndola estable en sus constantes fisiológicas. 5.1.2. INSTRUMENTOS Para realizar los experimentos propuestos, fue necesario fabricar los tétrodos y desarrollar el diseño y materialización del micromanipulador. La manufactura de los tétrodos requirió que los cuatro electrodos fueran similares en su impedancia. Posteriormente, se fabricó un modelo de manipulador conformado por un cilindro de acrílico que contiene en su interior dos ascensores, compuestos por una base que sustenta el tétrodo por medio de pernos y rieles tubulares de acero y bandas elásticas para ortodoncia como mecanismo de reposicionamiento de la base en su nivel inicial. Con el objeto de descender en la profundidad del tejido bulbar, al manipulador se le conectó en su cara dorsal dos tornillos de precisión, uno para cada base, los cuales dieron una libertad de movimiento mínimo de 10 µ. 39 5.1.3. REFORMULACIÓN DEL PROTOCOLO ANESTÉSICO Producto de la alta tasa de mortalidad de los especímenes observada tras la aplicación del protocolo anestésico obtenido desde la bibliografía, se reformuló la dosificación de las soluciones pre-anestésicas y anestésicas. Como resultado, los experimentos exitosos, se basaron en una dosificación preanestésica de 0.1 mg/Kg de atropina IP o SC y 0.75 mg/Kg de acepromazina IP. Posteriormente, se requirió aplicar una dosis de ketamina correspondiente al 200% de lo estimado según la bibliografía señalada, es decir un total de 60 mg/Kg I.P. para lograr un plano anestésico adecuado. Luego, se aplicó una dosis de uretano en un 33% menor a la sugerida en la bibliografía, es decir una dosis de 0.9 g/Kg IP, pero con la diferencia de que esta dosis sólo permitió un estado profundo de anestesia de alrededor de 3 a 4 horas siendo necesario redosificar con 0.3 g/Kg. IP con lo que se logró extender el plano anestésico alrededor de 2 horas más. (Tabla Nº 1) La eutanasia realizada a los ejemplares se desarrolló de acuerdo al protocolo de bioética aprobado por el consejo de bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile código CBA#079 FMUCH. 40 Tabla Nº 1 : Tabla resumen de las dosificaciones efectivas utilizadas con éxito en los experimentos. 41 5.1.4 REGISTRO ELECTROFISIOLÓGICO Para este estudio, se utilizó un total de 30 ratas, de las cuales 10 se utilizaron durante el desarrollo y prueba del manipulador y como también el perfeccionamiento de la técnica anestésica y quirúrgicaDe las 20 ratas restantes, fue posible obtener registros con los 2 tétrodos de manera adecuada para el análisis en solo 10 ejemplares, es decir, en 10 ratas se logró la obtención de al menos un registro completo de las capas del bulbo olfatorio. Estos registros completos, están compuestos de un registro de LFP, un registro de la respiración y un registro de la actividad de neurona única. De los 28 registros realizados sobre el tejido bulbar, 16 sitios corresponden a registros de la zona dorsal del bulbo, es decir con una disposición desde glomérulos hacia células granulares y 12 registros se realizaron en la zona ventral, es decir desde células granulares hacia glomérulos. El análisis del LFP se realizó mediante la transformación rápida de Fourier, en 2 niveles. En el primero se intentó caracterizar el comportamiento del registro oscilatorio a través del desarrollo de la FFT en los 2 segundos de registro. Utilizando este método, se describió la banda de frecuencia predominante y al mismo tiempo se determinaron diferencias significativas entre los patrones del LFP en las distintas capas del bulbo olfatorio. En el segundo nivel se realizó el análisis de la actividad oscilatoria asociada a un ciclo respiratorio, para evaluar una posible correlación de fase de alguna banda de frecuencia en particular con alguna fase del ciclo respiratorio natural. 5.2 ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DEL LFP EN LAS DISTINTAS CAPAS DEL BO EN AUSENCIA DE ESTÍMULO La Transformación Rápida de Fourier (FFT, del inglés Fast Fourier Transform) es un proceso mediante el cual, la señal de campo local se descompone en sus distintas frecuencias y magnitud relativa. Este proceso se realizó para todas las pruebas, de cada una de las mediciones en cada registro, para ambos tétrodos. Se logró obtener así, un 42 total de 28 registros exitosos de experimentos con tetrodos. Posteriormente, los registros de cada profundidad fueron sumados, promediados y graficados en una sola tabla con el objeto de simplificar la cantidad de datos obtenidos. (Tabla Nº 2) TABLA Nº 2 : Resumen de registros y la presencia de actividad oscilatoria según banda de frecuencia para el electrodo fijo y móvil. 43 Al analizar las curvas graficadas, se obtiene un total de 25 registros en que algún electrodo sobrepasa el umbral de 2 desviaciones estándar sobre el promedio en algún punto de la banda gamma y un total de 8 registros sobrepasan este umbral en algún punto de la curva correspondiente a la banda beta. Estos valores se consideran significativos con un nivel de confianza de 96.5%. (figura Nº 9) FIGURA Nº 9 : Ejemplo de graficos de la transformación rápida de Fourier con oscilaciones máximas en la banda gamma. Dentro de las gráficas obtenidas, observamos 4 patrones generales de comportamiento de las curvas superpuestas para un mismo electrodo en las diferentes profundidades de capas. Estos patrones se muestran en la figura número 10. En donde se observa un patrón plano sin variaciones de magnitud al avanzar en profundidad denominado patrón 1, (Figura 10.a), un patrón con máximo, pero sin variaciones de 44 magnitud entre las profundidades (patrón 2, Figura 10.b), un patrón plano, pero con variación en la magnitud (patrón 3, Figura 10.c) y por último, un patrón con máximo y variación de magnitud (patrón 4, Figura 10.d). GRAFICA TIPO 2 1000 5000 820 4000 MAGNITUD RELATIVA MAGNITUD RELATIVA GRAFICA TIPO 1 640 460 280 3000 2000 1000 100 0 12 34 56 78 100 12 34 FRECUENCIA 78 100 GRAFICA TIPO 4 GRAFICO TIPO 3 1000 1000 820 820 MAGNITUD RELATIVA MAGNITUD RELATIVA 56 FRECUENCIA 640 460 280 640 460 280 100 100 12 34 56 FRECUENCIA 78 100 12 34 56 78 100 FRECUENCIA FIGURA Nº 10 : Esquema de los diferentesd tipos de patrones expresados en las gráficas de las FFT, fueron catalogadas como tipo I (10.a), II (10.b), III (10.c) y IV (10.d). 45 Como lo muestra la tabla Nº 2, de los 28 registros fijos, 20 resultaron tener un patrón plano, es decir sin máximo y 8 mostraron máximo, ninguno variando la magnitud relativa a medida que el electrodo móvil aumentaba su profundidad recorriendo las distintas capas del bulbo olfatorio. Para el caso de los registros móviles, 4 permanecieron estables en cuanto a su magnitud, haciendo que las curvas se superpusieran sin mostrar un máximo de frecuencia evidente, 5 registros mostraron máximo sin alterar su magnitud frente al movimiento, 10 alteraron su magnitud sin máximo evidente y 9 mostraron una variación consistente con el cambio de profundidad al mismo tiempo que mostraron un máximo evidente dentro de la banda gamma. Para poder determinar si esta diferencia gradual de magnitud observada en la gráfica de la FFT es significativa en una banda de frecuencia con respecto a las otras, y si existe una diferencia notable entre el electrodo fijo y el móvil, se extrajeron los valores de magnitud para una frecuencia dentro de la banda beta (19.5 Hz) y se compararon con las magnitudes en cada profundidad en la banda gamma en la frecuencia en donde se encontraba el máximo de magnitud, cuando este se presenta o bien a 95 Hz. cuando no se observaba un máximo en la banda gamma. De esta manera, para cada electrodo se obtuvo 2 columnas de datos, una a baja frecuencia y otra de alta frecuencia, las cuales, en caso de que las observaciones resultaren en un aumento o disminución gradual de la magnitud relativa, se asemejarán a una recta. Para compararlas, se calcularon las regresiones lineales y los coeficientes de determinación de cada recta y se realizó un ANOVA entre la recta obtenida y el eje x, a fin de determinar si las diferencias de magnitud corresponden a una pendiente diferente del eje x, es decir, se compararon con una pendiente 0. Como los registros se tomaron indistintamente hacia profundidad o hacia superficie, el valor de la regresión se consideró como valor absoluto, debido a que para los fines de las comparaciones, el signo de dirección es irrelevante. De esta manera, y de acuerdo al criterio de selección ya indicado en materiales y métodos, se obtuvo los siguientes resultados resumidos en la tabla Nº 3. 46 TABLA Nº 3 Resumen de las pruebas de regresión lineal y ANOVA para seleccionar los registros aptos para el análisis posterior. 47 48 De los 28 registros obtenidos completos, 16 registros cumplieron con las condiciones para el análisis. Estos se procesaron con el objeto de determinar si existen diferencias significativas entre los grupos de pruebas para la frecuencia máxima en las diferentes profundidades. Los resultados se consideraron significativos con un p < 0.05. Al analizar los resultados según banda de frecuencia, se observa que 12 de los registros en la banda beta son significativos a medida que se altera la profundidad dentro de las capas del bulbo olfatorio y en la banda gamma, 15 registros de 16 resultaron significativos. Se observaron 4 registros que no presentaron diferencias según profundidad en el bulbo olfatorio en la banda beta y en la banda gamma. Estos resultados se resumen en la tabla Nº 4. 49 TABLA Nº 4 Resumen de los análisis de TUKEY para los ANOVA significativos según las capas usando de referencia el electrodo posicionado en la capa mitral. 50 A partir de estas significancias, se realizó una comparación de las diferencias significativas observadas estadisticamente y la clasificación visual de la diferenciación por capas realizada visualmente en el momento de la adquisición de los registros. Un ejemplo de esta clasificación se muestra en la tabla Nº 5. TABLA Nº 5 : Ejemplo de registros en los que se asocia el análisis estadístico entre las diferentes profundidades y que se contrarrestan con el análisis visual al momento del registro. En rojo, los registros estadísticamente significativos con relación a la capa mitral. 51 5.3 ANÁLISIS DEL LFP EN LAS DISTINTAS CAPAS DEL BO EN AUSENCIA DE ESTÍMULO A PARTIR DEL REGISTRO OBTENIDO PROCESADO EN VENTANAS PEQUEÑAS DE FFT ASOCIADAS AL CICLO RESPIRATORIO AL MOMENTO DEL REGISTRO. Este análisis realizado sobre el LFP registrado en ausencia de estímulo, se realizó persiguiendo posibles asociaciones de frecuencias de actividad oscilatoria del LFP y el ciclo respiratorio. Para este objetivo, se descompuso el registro oscilatorio a través de la FFT, pero esta vez en ventanas de tiempo de 213 mseg. a diferencia de las anteriores que median 2 segundos. Con una superposición de ventanas corriendo el segmento de registro cada 10 mseg. La gráfica de la FFT esta vez se realizó por medio de un código de colores que indican el valor de la magnitud relativa, otorgándole al rojo el valor más alto decayendo hacia el amarillo, verde, azul y por último negro. Con estos valores se generó una matriz gráfica de 3 dimensiones, que tiene como abscisa al tiempo y como ordenada a la frecuencia y un valor de intensidad representada por un código de colores. En la figura 9 se observan ejemplos de espectrogramas con modulación (Fig. 11a) y sin modulación ni máximo de actividad (Fig. 11b). 52 ESPECTROGRAMA CON MODULACIÓN RESPIRATORIA ESPECTROGRAMA SIN MODULACIÓN RESPIRATORIA FIGURA Nº 11 : Ejemplo de espectrogramas con y sin modulación respiratoria. De esta manera se realizó las observaciones de este tipo de gráficas obtenidas generando la tabla Nº 6. A partir de estos resultados, se observa que 29 de los 56 registros de LFP generados mediante tétrodos presentaron una actividad modulada por el ciclo respiratorio en la banda gamma, a nivel del periodo que se establece entre el comienzo de la inspiración y el inicio de la espiración (90º y 180º del ciclo respiratorio), el intervalo de frecuencias observado en la banda gamma va desde los 48 a los 98 Hz. La banda beta de frecuencia no se observa significativa de manera consistente en el tiempo. 53 TABLA Nº 6 : Resumen de los espectrogramas según frecuencias predominantes y momento del ciclo respiratorio en donde se observa la modulación. 54 6 DISCUSIÓN 6.1 ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DEL LFP EN LAS DISTINTAS CAPAS DEL BULBO OLFATORIO EN AUSENCIA DE ESTÍMULO En la figura, se observa que al realizar una descomposición del patrón oscilográfico en sus componentes de magnitud y frecuencia, existe un claro patrón en la mayoría de los registros el cual consiste en una distribución en la cual hay un máximo, que varía en función de la frecuencia, pero que es superior en magnitud al doble de la desviación estándar sobre el promedio de las magnitudes. Según este criterio, el máximo es significativo con una probabilidad de 0.035. Es interesante mencionar que estas gráficas se obtuvieron a partir de transformaciones de Fourier en ventanas temporales de 2 segundos, y posteriormente promediadas entre las registradas en el mismo sitio, es decir, lo que observamos en cada uno de estos gráficos consiste en un promedio general de 40 registros seriados en un mismo sitio. Cuando la distribución en el universo de frecuencias es azaroso, al sumar una gran cantidad de registros y luego promediarlos, el registro tiende a ser plano, a diferencia de estos, en los cuales hay una distribución que por su magnitud, se hace estable independiente de la ventana temporal en la cual se observe. Estos resultados coinciden con las observaciones de Ravel et al., 2003 y Neville y Haberly, 2003, que muestran un patrón de actividad en la banda gamma, pero es importante destacar que este patrón sólo se describe en presencia de un estímulo olfatorio, y en ausencia de odorantes no hay oscilaciones significativas. Los registros que estadísticamente muestran significancias en la actividad de la banda beta son registros que en las gráficas no muestran máximos notables, sólo se observa el registro plano, que muestra sólo ruido sin relevancia de frecuencias, por lo que la actividad estadísticamente significativa se debe a que la sumatoria de la media más 2 desviaciones estándar resulta un valor bajo y muy cercano al promedio por la escasa variabilidad. 55 Es importante destacar que se observaron 5 registros con patrones de máximo duales, es decir, con registros con máximos estadísticos en las dos bandas, pero nuevamente se refieren a registros planos en donde el orden de magnitud de la desviación estándar es muy bajo. Aunque de ser este tipo de patrones igualmente válidos, la presencia simultánea de un máximo en ambas frecuencias no sería contradictorio con las observaciones de Ravel et al., 2002, puesto que estos patrones no necesariamente coexisten en el tiempo, es importante recordar que estos registros oscilatorios muestran un promedio de 40 pruebas de 2 segundos de duración, y que la frecuencia respiratoria de las ratas anestesiadas es alrededor de 2 a 5 ciclos por segundo. Otra característica de estos resultados, consiste en el patrón variable en magnitud para cada punto de profundidad registrado. Al realizar un análisis de esta variación de magnitud por medio de la elección de una frecuencia comparativa en la banda beta (20 Hz) asociada al conjunto de valores dados por el máximo de magnitud en la banda gamma, relacionándolos a través de una prueba de regresión lineal, se observa que en los 16 registros aptos para análisis, existe un patrón consistente en su variación de magnitud en la medida en que el electrodo avanza. Esto nos muestra que existe un patrón de magnitud que va en aumento como se observa en la tabla Nº 4. Este patrón es altamente correlacionado cuando se analiza cualitativamente en forma visual (a través de la actividad de espigas en la capa mitral por ejemplo) con la significancia estadística mostrada en la tabla Nº 5. Que muestra que este aumento estaría asociado al nivel de cercanía del electrodo de registro con la capa granular y que la frecuencia de actividad a este nivel puede ser variable, pero que por lo general oscila entre los 70 y 95 Hz de frecuencia (Tabla Nº 6). 56 La diferencia entre las magnitudes relativas entre las diferentes profundidades puede sugerirse como un estimador de la actividad sincrónica celular en los diversos sitios de registro. A mayor cantidad de células reclutadas en el proceso de manera sincronizada, mayor resultan las variaciones del medio extracelular, es decir las corrientes extracelulares producto de la activación de las neuronas cercanas y por tanto, más predominante se hace esa frecuencia de descarga en particular, expresándose en una mayor magnitud para esa frecuencia en la transformación rápida de Fourier. Esto es fácil de entender utilizando la Figura Nº 12 del modelo esquemático de la asociación creciente en número de células observada, de manera radial en el bulbo olfatorio desde los glomérulos hasta las células granulares ( Rall y Shepherd, 1968). FIGURA Nº 12 : Distribución radial de la estructura de las capas internas del bulbo olfatorio (Rall y Shepherd, 1968) Esta diferencia de magnitud dista con las observaciones de Lagier et al., 2004, quienes observaron una actividad comparativamente mayor en magnitud en la capa plexiforme externa en relación a la capa granular y glomerular encontrando en esta última la más baja magnitud (Lagier et al., 2004). Hay que destacar que las observaciones de Lagier et al., se realizaron en registros en rebanadas de tejido y 57 estimuladas con potenciales eléctricos por medio de descargas y que en estas condiciones no observaron actividad rítmica en las células mitrales y en penacho, lo cual es debido probablemente a que esta actividad es estimulada posiblemente por la actividad respiratoria y no necesariamente a los estímulos. Lagier et al., 2004 sugieren que el generador de la actividad oscilatoria se gesta bajo dos posibles condiciones, por un lado debido a la existencia de generadores locales independientes y por otro, un generador único debido a que el grado de sincronía de las oscilaciones en las diferentes capas es muy alto y en este caso estaría ubicado en donde la magnitud de la oscilación es mayor, en la capa plexiforme externa, por lo que sugiere que se generaría a partir de la actividad oscilatoria producida por la red de interneuronas de dicha capa. Con respecto a los registros de electrodos fijos, se seleccionaron aquellos sitios que en que se observo estabilidad del registro indicando que el electrodo no se había movido durante la manipulación del electrodo movible. Estos registros fijos presentan actividad gamma constante durante el registro en la capa mitral, debido al criterio de selección de los electrodos viables para el análisis. La actividad beta en los patrones obtenidos por medio de la transformación de Fourier, sugieren que en ausencia de estímulos, no existe una actividad beta persistente, aunque, como el valor del magnitud relativa de la transformación de Fourier se realiza en relación al valor mas alto, es posible que, de haber actividad beta, esta podría estar siendo enmascarada por la actividad gamma. Para este objetivo sería necesario filtrar la señal para la banda beta de manera individual, procesos que se escapan de los objetivos de esta tesis. Sin embargo, podemos concluir que en ausencia de estímulo, la amplitud de las oscilaciones en la banda beta nunca sobrepasa a lo observado en la banda gama. La actividad beta estaría presente en estados de entrenamiento de las ratas, en los cuales se observa un aumento de la amplitud de la actividad beta a medida que los animales son entrenados a reconocer odorantes y ésta actividad nunca se superpone con la actividad gamma de manera temporal (Ravel et al., 2002). Si observamos el detalle de las significancias generadas a través de la prueba de Tukey (post ANOVA de muestras repetidas) entre las diferentes capas, observamos que 58 existe una agrupación de los registros según grupos de profundidades, es decir, un grupo de registros sucesivos que poseen valores de magnitud no significativos entre sí, pero que a su vez son significativos para un grupo distinto. Al relacionar y cotejar estos resultados con los observados en la clasificación visual de las capas en un sitio, a partir de la presencia de espigas o actividad unitaria de células mitrales a alta frecuencia, se observa consistencia, lo que, además de corroborar la acuciosidad de las clasificaciones visuales en el momento del registro experimental, sugiere una sectorización en capas de la magnitud de la amplitud de las oscilaciones. Estos resultados parecen consistentes tanto para la banda gamma como para la banda beta, pero es importante recordar que en la banda beta, no se advierten observaciones que posean valores de magnitud relativa mayores al promedio más dos desviaciones estándar y por tanto significativas. Por esta razón, se establece que existe una dominancia de la banda gamma, la cual es mayor significativamente en amplitud a medida que el electrodo móvil registra en capas más cercanas a la capa granular, lo cual es consistente con la clasificación visual que establece a la presencia de la actividad unitaria de células mitrales como punto de referencia. Esto puede observarse en los ejemplos de la tabla Nº 5 que muestra dos casos en que se superpone la caracterizacion visual de los registros con la respuesta al análisis post ANOVA de Tukey que determina cuales registros resultan significativos con respecto al primer registro tomado en superficie. 59 6.2 ANÁLISIS DEL LFP EN LAS DISTINTAS CAPAS DEL BO EN AUSENCIA DE ESTÍMULO A PARTIR DEL REGISTRO OBTENIDO PROCESADO EN VENTANAS PEQUEÑAS DE FFTS ASOCIADAS AL CICLO RESPIRATORIO AL MOMENTO DEL REGISTRO. Al observar los patrones de las gráficas de las ventanas de los FFT, se clasificaron estas ventanas por la existencia o no de un patrón modulado de actividad oscilatoria en una frecuencia en particular del registro o su inexistencia. Con respecto a la dinámica de la banda gamma presente en las observaciones, en el electrodo fijo, sólo 5 observaciones permanecieron con este patrón observable de manera constante y en el caso del electrodo móvil, sólo 3. Las demás observaciones muestran que el patrón aparece y reaparece al desplazarse a través de las capas del bulbo. Resta determinar si existe un patrón de oscilación en la banda gamma asociable a las diferentes capas del bulbo olfatorio. Las frecuencias en que se ubica el patrón de actividad gamma corresponden al rango entre 46 y 98 Hz, es decir, la frecuencia de actividad predominante pertenece a un rango que va desde los 78 a 98 Hz. lo que se aleja de lo observado en las FFT de 2 seg., en que el rango de frecuencias es menor. Por otra parte, no se observan oscilaciones en la banda beta en forma consistente en las distintas capas del BO, siempre aparece de manera esporádica y raramente significativa, centrándose en todos los casos a los 16 hz (Figura Nº 5). Otro punto importante de describir en este nivel, es la ubicación dentro del ciclo respiratorio en que se encuentran estos patrones de actividad modulada. En el caso de la banda gamma, se observa casi en la totalidad de los casos (n=15) entre los 90° y 180° del ciclo respiratorio, es decir, en el periodo del ciclo correspondiente al registro de la inspiración de la rata, llegando a desplazarse hasta los 270° (n=2), e incluso permanecer como una banda continua durante todo el ciclo (n=1) (Figura Nº 5). Este patrón asociado al ciclo respiratorio corrobora las observaciones realizadas por Buonviso et al., 2003, que describen la presencia de oscilaciones en la banda gamma durante la inspiración en el ciclo respiratorio. Ellos también describieron la actividad oscilatoria en la banda beta 60 desplazada de la actividad gamma y que se establece en la parte del ciclo correspondiente a la espiración. Es importante destacar que sus registros se realizaron bajo la presencia de estímulos odoríferos, que son los responsables de la expresión de actividad beta y que explicaría la ausencia de oscilaciones en la banda beta en los experimentos correspondientes a esta tesis, puesto que fueron realizados en ausencia de odorantes y en ratas sin entrenamiento. Por otro lado, en la banda gamma, la actividad modulada se encuentra en todos los casos en los 270° del ciclo respiratorio, excepto en un caso, en que se ubica en el segmento 270° a 360° y en otro, en que la mayor amplitud se ubica entre los 0° y los 90°. Al observar los 3 registros de posición en 3 electrodos distintos en que se encuentran beta y gamma presentes simultáneamente, es posible observar que nunca estas dos bandas se encuentran de manera simultánea, lo que concuerda con las observaciones de Buonviso et al., 2003. En las observaciones en que se encontraba una actividad máxima en la banda gamma de manera modulada, no fue posible observar si esta actividad aumentaba entre las diferentes profundidades del registro debido a que el programa sólo genera el patrón de colores de acuerdo a su nivel individual de significancia, por lo que entre ellos no son comparables y por lo tanto, habiendo actividad significativa modulada, en los registros que la mantengan, se observaran los espectrogramas de una manera muy similar. Los registros que expresaron una actividad oscilatoria en una frecuencia en particular de manera constante en el ciclo respiratorio se consideraron como registros con ruido o con actividad artefactual, esto se produce por ejemplo cuando no se es capaz de filtrar la actividad oscilatoria del ruido generado por la corriente de la red domiciliaria que posee un patrón de oscilación de 50 Hz. Las diferencias de máximo de frecuencia de los registros de LFP en ventanas de 2 segundos y estos registros de ventanas más acotadas, probablemente se debe a la influencia de ruido externo al sistema de registro, que por permanecer de manera constante en el momento del experimento, aparece como significativamente promediado cuando no se realiza una filtración por el ciclo respiratorio. Por esta razón algunos registros descartados de esta experiencia, mostraban una actividad oscilatoria que estaba 61 magnificada, a nivel de los 50 Hz debido a la actividad oscilatoria de la red eléctrica domiciliaria. 7. CONCLUSIONES A partir de los análisis de los potenciales de campo en las distintas capas del bulbo olfatorio de la rata, se puede concluir que existe una actividad oscilatoria en la banda gamma, la cual sufre un aumento gradual y significativo de su magnitud en el LFP entre las diferentes capas del bulbo olfatorio desde la capa glomerular a medida que se acerca el electrodo hacia la capa granular. Este aumento de la magnitud podría ser generado debido a una mayor sincronía de las células en esta región a una frecuencia de oscilación basal y espontánea que se traduce en una mayor intensidad de oscilación en relación a las demás capas del Bulbo olfatorio. La oscilación basal corresponde a frecuencias variables en los diferentes registros analizados, pero siempre dentro de la banda gamma del espectro comprobándose esta aseveración revisando las observaciones realizadas con anterioridad en el bulbo olfatorio por (Ravel et al., 2002; Neville y Haberly, 2003) Las oscilaciones en la banda gamma se observan acopladas al ciclo respiratorio generándose en el periodo de inspiración de la rata, lo que las diferencia, temporalmente, con lo registrado para la banda beta, que según estudios recientes, se presentan durante la espiración. Esta actividad beta, no fue registrada de manera consistente ni estadísticamente significativa, por lo tanto en ausencia de odorantes concluimos que no hay oscilaciones en esta banda en animales no entrenados. Se sugiere que la asociación entre inspiración y oscilación gamma podría servir como base “en espera” para la generación de una respuesta al estímulo que proviene desde los receptores olfatorios hacia el bulbo, con el objetivo de facilitar la codificación de los distintos estímulos olfatorios. La generación de esta actividad gamma podría ser generada por dos mecanismos: por medio de la activación espontánea y sincrónica de las células granulares, teoría que se apoya en la presencia de un patrón de alta magnitud a la 62 descomposición de la oscilación por medio del FFT en esta capa, y por otro lado, se podría generar por medio de factores mecánicos o de otro tipo originados en las fosas nasales debido al roce de los receptores olfatorios con el aire de entrada. La oscilación espontánea del bulbo olfatorio sugiere que por acción de las células granulares, este sistema permitiría también la regulación de la intensidad a través de la inhibición de algunos grupos celulares asociados sinápticamente a glomérulos inactivos. Es decir, la oscilación espontánea del bulbo olfatorio podría tener una función potenciadora de la señal olfatoria, generando un patrón oscilatorio sobre el cual la actividad sináptica se monta permitiendo una ordenación de la señal proveniente de la superficie sensorial. La mayor intensidad de la oscilación correspondiente a la capa glomerular podría sugerir que el origen de las oscilaciones es interno y que se gesta en esta capa, acentuándose a niveles umbrales al momento de realizar la inspiración, potenciada por factores externos como la tracción de los receptores olfatorios debido al flujo de aire inspirado. Por otra parte, la actividad en la banda beta, no resulta significativa en magnitud en individuos no entrenados y respirando aire limpio (sin odorantes), por lo que se sugiere que la presencia de actividad beta estaría asociada a la estimulación por odorantes, probablemente de manera experiencial. El registro de espigas permite realizar de manera visual y en vivo una clasificación acertada de la posición en que se encuentra un electrodo en el bulbo olfatorio, permitiendo la exploración electrofisiológica sin necesidad de realizar cortes del tejido en todos los experimentos que se realicen. La ubicación del electrodo dentro del tejido bulbar resulta eficiente si se utiliza este criterio como se demuestra a través de la alta asertividad que posee al relacionarla con los resultados del nivel de significancia estadística del análisis de Tukey. Existe una clara concordancia de actividad gamma en el LFP con relación a la presencia de espigas espontáneas en la capa mitral de manera radial a nivel del bulbo olfatorio. Así mismo existe una concordancia frente a la ausencia de actividad de las células mitrales y en penacho con ausencia de un patrón modulado o incluso relevante 63 de actividad gamma en las diferentes capas del bulbo olfatorio. Esta relación sugiere que la red de asociación sináptica se arboriza a partir de los glomérulos hasta la capa de células granulares, y que por esta razón, en los experimentos realizados, el hallazgo de actividad gamma se logró, gracias a la utilización de punto de referencia a la presencia de actividad celular mitral. La inhibición cortical producida por el anestésico permite sugerir que la actividad de la banda gamma dentro del bulbo olfatorio se gesta de manera local o anterior, descartándose su origen en centros superiores corticales. La técnica anestésica por medio de la mantención con uretano, resulta un protocolo adecuado y suficiente para su utilización en ratas para experimentación en neurofisiología por su duración en plano quirúrgico y sus beneficiosos efectos a nivel nervioso, convirtiéndose el protocolo corregido en esta tesis una herramienta que se sugiere para experimentos posteriores. 64 8. REFERENCIAS 1. ADRIAN, E. D. 1950. The electrical activity of the mammalian olfactory bulb. Electroencephalogr. Clin. Neurophysiol. 2: 377-388. 2. BELLUSCIO, L.; LODOVICHI, C.; FEINSTEIN, P.; MOMBAERTS, P.; KATZ, LC. 2002. Odorant receptor instructs functional circuitry in the mouse olfactory bulb. Nature, 419:296-300. 3. BREER H. 2003. Olfactory receptors: molecular basis for recognition and discrimination of odors. Anal Bioanal Chem. Oct;377(3):427-33. 4. BRESSLER, S. L.; FREEMAN, W. J. 1980. Frecuency analysis of olfactory system EEG in cat, rabbit, and rat. 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