Sigmund Freud y el Psicoanálisis

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Sigmund Freud: El Psicoanálisis.
1.-Introducción
Freud no pretendÃ−a crear una teorÃ−a psicológica completa, pero llegó a elaborar un sistema que
explicaba la psicologÃ−a del hombre en su totalidad. Comenzó estudiando el trastorno mental y luego se
preguntó por sus causas. Logró formular una teorÃ−a psicológica que abarcaba la personalidad normal y
anormal, y que incidÃ−a en todos los campos del saber: la sociologÃ−a, la historia, la educación, la
antropologÃ−a y las artes.
2.-Biografia
Nació en Austria el 6 de mayo de 1856. Criado en el seno de una familia judÃ−a, a los cuatro años se
trasladó a Viena donde transcurrió su vida hasta 1937, dos años antes de su muerte.
Desde joven sintió la vocación de investigador, concretamente por todo lo relacionado con la fisiologÃ−a.
Estudió medicina y biologÃ−a en la Universidad de Viena y se especializó en neurologÃ−a clÃ−nica. En
1885, pasó un año en ParÃ−s, en el hospital de la Salpêtrière, donde trabajó con Charcot, momento en
que su carrera da un giro total y comienza a interesarse por el psiquismo humano. Charcot estaba trabajando
en las enfermedades nerviosas funcionales, especialmente en la histeria, a través de tratamientos
hipnóticos.
Entre 1896 y 1900, ya en Viena de nuevo, elabora el método y los conceptos básicos del psicoanálisis.
Posteriormente, aplica sus teorÃ−as psicoanalÃ−ticas a la interpretación global de la personalidad. En 1911,
las teorÃ−as freudianas se extienden a Norteamérica, en donde se funda la Asociación PsicoanalÃ−tica
Americana.
En 1937 tuvo que salir de Austria por la invasión nazi y refugiarse en Londres, fue nombrado en Londres
miembro extranjero de la Royal Society, y dos años después, en 1939, murió vÃ−ctima de un cáncer
de mandÃ−bula.
3.-Teoria: El Psicoanálisis
Por definición, el psicoanálisis, es una teorÃ−a que se basa en el estudio de los procesos mentales
inconscientes y en la permanencia de los impulsos instintivos reprimidos y sirve como método de
exploración y tratamiento de ciertas enfermedades nerviosas o mentales.
Pero empecemos desde el principio.
En la década que va desde 1887 a 1897, Freud comenzó a estudiar en profundidad las alteraciones de sus
pacientes histéricos y, como consecuencia, en ella se formulan los primeros rudimentos del psicoanálisis.
Las investigaciones iniciales surgieron de la colaboración de Freud con Joseph Breuer, y posteriormente en
mayor medida de sus propios estudios y desarrollos teóricos independientes.
Freud no inventó exactamente el concepto de mente consciente versus mente inconsciente, pero desde luego
lo hizo popular.
La mente consciente es todo aquello de lo que nos damos cuenta en un momento particular: las percepciones
presentes, memorias, pensamientos, fantasÃ−as y sentimientos.
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Cuando trabajamos muy centrados en estos apartados es lo que Freud llamó preconsciente, algo que hoy
llamarÃ−amos “memoria disponible”: se refiere a todo aquello que somos capaces de recordar; Aquellos
recuerdos que no están disponibles en el momento, pero que somos capaces de traer a la consciencia.
La parte más grande estaba formada por el inconsciente e incluÃ−a todas aquellas cosas que no son
accesibles a nuestra consciencia, incluyendo muchas que se habÃ−an originado allÃ−, tales como nuestros
impulsos o instintos, asÃ− como otras que no podÃ−amos tolerar en nuestra mente consciente, tales como las
emociones asociadas a los traumas.
3.1.-Estructura del aparato psÃ−quico
Principalmente a partir de 1923, Freud desarrolla su modelo estructural del aparato psÃ−quico, con la
publicación de una obra clave titulada “El Yo y el Ello”. Desde un punto de vista estructural, el aparato
psÃ−quico está dividido en tres regiones denominadas ello, yo y superyó.
Ello:
Esta parte la formarÃ−a la sensibilidad de las personas ante las necesidades corporales. El sistema nervioso
como Ello, traduce las necesidades del cuerpo a fuerzas motivacionales llamadas pulsiones o deseos, y a esta
traslación de necesidad a deseo es lo que se ha dado a conocer como proceso primario.
El Ello tiene el trabajo particular de preservar el principio de placer, el cual puede entenderse como una
demanda de atender de forma inmediata las necesidades, por lo que el Ello no es más que la representación
psÃ−quica de lo biológico.
Yo:
El Yo se apoya en la realidad a través de la consciencia, buscando objetos para satisfacer los deseos que el
Ello ha creado para representar las necesidades orgánicas. Esta actividad de búsqueda de soluciones es
llamada proceso secundario o pensamiento lógico.
Funciona de acuerdo con el principio de realidad, el cual estipula que se “satisfaga una necesidad tan pronto
haya un objeto disponible”.
Entendido como un subsistema de la personalidad el Yo tiene una serie de funciones principales:
• Control y regulación de las pulsiones: El Yo desarrolla la capacidad de retrasar las demandas de
deseos del Ello por lo que asegura la integridad de la persona y ejerce como mediador entre el Ello y
el mundo exterior.
• Relación con la realidad: El carácter de esta relación con el mundo exterior puede ser dividido
en tres componentes:
-El sentido de la realidad: en el que un niño cobra conciencia de la realidad de sus propias sensaciones
corporales.
-La comprobación de la realidad: se refiere a la capacidad del Yo para evaluar y juzgar objetivamente el
mundo exterior que depende de la memoria y de la percepción.
-La adaptación a la realidad: se refiere a la capacidad del Yo para utilizar los recursos de la persona con el
fin de elaborar soluciones adecuadas basadas en los juicios anteriores.
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• Relaciones de objeto: Es la capacidad para establecer relaciones mutuamente satisfactorias.
• Funciones defensivas del Yo: Freud consideró que la represión era sinónima de la defensa, ya
que la represión va dirigida a los impulsos o pulsiones.
Superyó:
Es una instancia represora con función de censor con respecto al yo.
Freud considera la conciencia moral, la autoobservación y la formación de ideales, como funciones del
Superyó.
Se define clásicamente como el heredero del complejo de Edipo, al formarse por la interiorización de las
exigencias y prohibiciones parentales.
En el mito de Edipo Rey, el héroe, Edipo, se casa con su madre, Yocasta, y mata a su padre, Layo, sin saber
que lo son. Al desvelarle el oráculo el parentesco, se castiga sacándose los ojos y huye de Tebas guiado por
su hija AntÃ−gona.
Partiendo de este mito, Freud formula el complejo de Edipo como el desarrollo de sentimientos ambivalentes
(positivos y negativos) del niño hacia su padre. En él ve a la vez un ideal, al que imitar, y un rival, en la
fuerte atracción que experimenta por su madre.
Freud demostró que las operaciones del superyó eran principalmente de carácter inconsciente.
3.2.- Pulsiones de Vida y Pulsión de muerte
Recordemos que las pulsiones no son más que necesidades del cuerpo traducidas a fuerzas motivacionales.
Al principio se refirió a estas pulsiones como pulsiones de vida que perpetuan la vida del sujeto
motivándole a buscar, entre otras cosas, comida, agua y sexo. Y a la energÃ−a de estas pulsiones la llamó
libido que proviene del latÃ−n "yo deseo”.
Más tarde en su vida, Freud empezó a creer que las pulsiones de vida no explicaban toda la historia. La
libido es una cosa viviente; el principio de placer nos mantiene en constante movimiento. Y la finalidad de
todo este movimiento es lograr la quietud, estar satisfecho, estar en paz, no tener más necesidades. Se
podrÃ−a decir que la meta de la vida, bajo este supuesto, es la muerte. Freud empezó a considerar que
“debajo” o “a un lado” de las pulsiones de vida habÃ−a una pulsión de muerte. Empezó a defender la idea
de que cada persona tiene una necesidad inconsciente de morir.
la vida puede ser un proceso bastante doloroso y agotador. Para la gran mayorÃ−a de las personas existe
más dolor que placer, algo, por cierto, que nos cuesta trabajo admitir. La muerte promete la liberación del
conflicto.
Freud se refirió a esto como el principio de Nirvana. Nirvana es una idea budista usualmente traducida
como “Cielo”, aunque su significado literal es “soplido que agota”, como cuando la llama de una vela se
apaga suavemente por un soplido. Se refiere a la no-existencia, a la nada, al vacÃ−o; lo que constituye la meta
de toda vida en la filosofÃ−a budista.
En ocasiones esta pulsión se representa de forma más directa como el suicidio y los deseos de suicidio. Y
en otros momentos, tal y como Freud decÃ−a, en la agresión, crueldad, asesinato y destructividad.
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3.3.-Los Estadios
Para Freud la pulsión sexual es la fuerza motivacional más importante. Observó que en distintas etapas de
nuestra vida, hay diferentes partes de la piel que nos dan mayor placer. Basándose en observaciones
postuló su teorÃ−a de los estadios psicosexuales.
-La etapa oral se establece desde el nacimiento hasta alrededor de los 18 meses. El foco del placer es la boca.
Las actividades favoritas del infante son chupar y morder.
-La etapa anal se encuentra entre los 18 meses hasta los tres o cuatro años de edad. El foco del placer es el
ano al retener y expulsar.
-La etapa fálica va desde los tres o cuatro años hasta los cinco, seis o siete. El foco del placer se centra en
los genitales. La masturbación a estas edades es bastante común.
-La etapa de latencia dura desde los cinco, seis o siete años de edad hasta la pubertad, más o menos a los
12 años. Durante este perÃ−odo, Freud supuso que la pulsión sexual se suprimÃ−a al servicio del
aprendizaje, aunque cerca de un cuarto de ellos continúan también con la etapa fálica.
-La etapa genital empieza en la pubertad y representa el resurgimiento de la pulsión sexual en la
adolescencia, dirigida más especÃ−ficamente hacia las relaciones sexuales.
Estas etapas constituyen una verdadera teorÃ−a de perÃ−odos que la mayorÃ−a de los freudianos siguen al
pie de la letra, tanto en su contenido como en las edades que comprenden.
3.4.- La ansiedad
La ansiedad es un estado o condición emocional que define la conducta de un individuo en un momento
determinado o de forma continua, y que se refleja habitualmente en la evitación de objetos, estÃ−mulos o
circunstancias de algún modo temidas. Esta condición emocional se encuentra Ã−ntimamente relacionada
con la emoción básica de miedo.
Freud habló de tres tipos de ansiedades:
La primera es la ansiedad de realidad, la cual puede llamarse en términos coloquiales como miedo.
La segunda es la ansiedad moral y se refiere a lo que sentimos cuando el peligro no proviene del mundo
externo, sino del mundo social interiorizado del Superyo. Es otra terminologÃ−a para hablar de la culpa,
vergüenza y el miedo al castigo.
La última es la ansiedad neurótica. Esta consiste en el miedo a sentirse abrumado por los impulsos del
Ello. “Neurótico” es la traducción literal del latÃ−n que significa nervioso, por tanto podrÃ−amos llamar a
este tipo de ansiedad, ansiedad nerviosa. Es este el tipo de ansiedad que más interesó a Freud y nosotros le
llamamos simple y llanamente ansiedad.
3.5.-Tratamiento psicoanalÃ−tico
La terapia de Freud ha sido la más influyente de todas, a la vez que la parte más influyente también de
su teorÃ−a. Vamos a ver algunos de sus puntos más importantes:
Atmósfera relajada:
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La persona debe sentirse libre de expresar lo que quiera. La relación terapeútica es una relación social
única en la que la persona no debe sentirse juzgada. De hecho, el terapeuta practicamente desaparece. Ayuda
a esta situación un diván cómodo, luces tenues y paredes insonorizadas.
Asociación libre:
La persona puede hablar de cualquier cosa. Con una buena relajación, los conflictos inconscientes
inevitablemente surgirán al exterior. Si nos detenemos aquÃ− observamos una similitud entre esta terapia y
el soñar pero con la diferencia de que en la terapia, existe un terapeuta que está entrenado para reconocer
ciertos aspectos o pistas de problemas y sus soluciones que la persona pasa por alto.
Resistencia:
Cuando la persona intenta cambiar de tema, o su mente se le queda en blanco, se duerme, llega tarde o falta a
una sesión, indica que hay una resistencia por parte de la persona, que a través de sus asociaciones libres,
está cercano a contenidos inconscientes que vive como amenazantes.
Análisis de los sueños:
Mientras dormimos, presentamos menos resistencia a nuestro inconsciente y nos permitiremos algunas
licencias, de manera simbólica, que florecerán en nuestra consciencia. Estos deseos del Ello proveen a la
persona y al terapeuta de mayores pistas. Muchas formas de terapia usan los sueños en sus prácticas, pero
la interpretación freudiana es distinta en tanto tendencia a hallar significados sexuales en ellos.
Paráfrasis:
Una paráfrasis es un desvÃ−o del discurso verbal. Muchas veces este acto supone una invasión directa de
contenidos inconscientes o del Ello, llamado también “lapsus linguae”. Freud creÃ−a que estos fallos o
desvÃ−os también sugerÃ−an pistas para llegar a conflictos inconscientes. También se interesó por los
chistes que sus clientes contaban. De hecho, creÃ−a que cualquier cosa que dijera el paciente significaba algo,
aunque no siempre.
Transferencia:
La transferencia ocurre cuando la persona proyecta sentimientos sobre el terapeuta que tienen que ver con
otras personas importantes. Freud entendÃ−a que la transferencia era necesaria en la terapia para traer a la luz
aquellas emociones reprimidas que habÃ−an estado causando problemas al paciente por tanto tiempo. Por
ejemplo, uno no puede sentirse verdaderamente rabioso si no existe una persona con la que estarlo.
Contrariamente al pensamiento popular, la relación entre el terapeuta y la persona a tratar en la teorÃ−a
freudiana es muy cercana, aunque se establece de manera que no pueda traspasar unos lÃ−mites.
4.-Conclusiones
El psicoanálisis en sus comienzos, e incluso en la actualidad, ha sido una doctrina que ha despertado grandes
pasiones, a favor y en contra. Entre las crÃ−ticas que se han hecho a la teorÃ−a de Sigmund Freud, la
principal ha sido la falta de objetividad de la observación y la dificultad de derivar hipótesis especÃ−ficas a
partir de la teorÃ−a.
A pesar de ello, su trabajo congregó a un amplio grupo de seguidores. Entre ellos Adler y Jung, que se
fueron alejando de los postulados de Freud y crearon su propia concepción psicológica.
No cabe duda de que el psicoanálisis fue una revolución para la psicologÃ−a y el pensamiento de la
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época y ha servido como base para el desarrollo y proliferación de una gran cantidad de teorÃ−as y
escuelas psicológicas.
5.-Bibliografia
Enciclopedia universal Micronet
http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/freud.htm
http://www.monografias.com/trabajos7/trapsi/trapsi.shtml
http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=647
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