panorama actual de los derechos humanos de las personas de edad

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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Grupo Interdisciplinario de la CNDH
para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos
de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad y Seguimiento
a las Recomendaciones Emitidas por
Instancias Internacionales
PANORAMA ACTUAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS
PERSONAS DE EDAD:
LA SITUACIÓN DE MÉXICO FRENTE
A LOS COMPROMISOS INTERNACIONALES
ALEKSI ASATASHVILI
INÉS BORJÓN LÓPEZ-COTERILLA
(coordinadores)
MÉXICO, 2003
La investigación Panorama actual de los Derechos
Humanos de las personas de edad: la situación de
México frente a los compromisos internacionales
fue coordinada por la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y se inscribe en la serie “Panorama Actual de los Derechos
Humanos de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad”, análisis realizado por el Grupo Interdisciplinario de la CNDH para la Promoción y Protección
de los Derechos Humanos de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad y Seguimiento a las Recomendaciones Emitidas por Instancias Internacionales. Esta Comisión Nacional la publica respetando
al máximo la sintaxis y la ortografía de la misma.
Primera edición: diciembre, 2003
ISBN: 970-644-341-X
© Comisión Nacional
de los Derechos Humanos
Periférico Sur 3469,
esquina Luis Cabrera,
Col. San Jerónimo Lídice,
C. P. 10200, México, D. F.
Diseño de portada:
Flavio López Alcocer
Impreso en México
CONTENIDO
PREFACIO ..........................................................................................
9
INTRODUCCIÓN ...............................................................................
11
CAPÍTULO I. DERECHOS HUMANOS
DE LAS PERSONAS DE EDAD
1.1. Personas de edad: una mirada socioantropológica ..................
1.2. Personas de edad: visión demográfica .....................................
1.3. La problemática de los derechos humanos de las personas
de edad .....................................................................................
1.3.1. Derecho al trabajo y a la seguridad social .....................
1.3.2. Derecho a la salud ..........................................................
1.3.3. Derecho a la educación ..................................................
1.4. Desarrollo social y envejecimiento..........................................
CAPÍTULO II. DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS
DE EDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
2.1. Organismos internacionales que se ocupan del
envejecimiento .........................................................................
2.2. Desarrollo de la temática de las personas de edad en las
principales cumbres mundiales de derechos humanos ............
2.2.1. Conferencias mundiales sobre derechos humanos ........
2.2.2. El tema de las personas de edad en el seguimiento
quinquenal de las conferencias mundiales de
derechos humanos ..........................................................
2.3. ONG internacionales reconocidas por Naciones Unidas ........
[5]
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
CAPÍTULO III. PRINCIPALES INSTRUMENTOS
INTERNACIONALES EN MATERIA DE DERECHOS
HUMANOS DE LAS PERSONAS DE EDAD
3.1. Instrumentos internacionales de derechos humanos................
3.2. Desarrollo de la temática en el Sistema de Naciones Unidas ....
3.3. Instrumentos declarativos en materia de personas de edad .....
3.3.1. Plan de Acción sobre el Envejecimiento .......................
3.3.2. Los Principios de Naciones Unidas a Favor de las
Personas de Edad ...........................................................
3.3.3. Plan de Acción de Madrid .............................................
3.4. Legislación en materia de envejecimiento en América Latina
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CAPÍTULO IV. SITUACIÓN DE MÉXICO ANTE LOS
COMPROMISOS INTERNACIONALES EN MATERIA
DE PERSONAS DE EDAD
4.1. Legislación relativa a las personas adultas mayores ...............
4.1.1. Derechos civiles y políticos ...........................................
4.1.1.1. Derecho a la integridad física. Discriminación
y violencia .........................................................
4.1.1.2. Derechos y obligaciones en la familia ..............
4.1.2. Derechos económicos, sociales y culturales..................
4.1.2.1. Derecho a la salud .............................................
4.1.2.2. Derecho al trabajo .............................................
4.1.2.3. Derecho a la seguridad social ...........................
4.1.2.4. Derecho a la asistencia social ...........................
4.1.2.5. Derecho a la educación .....................................
4.1.3. Derechos de la tercera generación .................................
4.2. Legislación especializada en materia de personas adultas
mayores ....................................................................................
4.2.1. Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores en el Distrito Federal ......................................
4.2.2. Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores ..
4.2.3. Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación
4.3. Políticas públicas en favor de las personas de edad ................
4.4. Acciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
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CONCLUSIONES ...............................................................................
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PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................
ANEXOS
Anexo 1. Plan de Acción Internacional de Viena sobre
el Envejecimiento .....................................................................
Anexo 2. Los Principios de las Naciones Unidas a Favor de las
Personas de Edad ......................................................................
Anexo 3. Proclamación sobre el Envejecimiento ...........................
Anexo 4. Declaración Política de la Segunda Asamblea Mundial
sobre el Envejecimiento (Madrid, 12 de abril de 2002) ..........
Anexo 5. Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el
Envejecimiento 2002 ................................................................
Anexo 6. Recomendación de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos Núm. 155/1995 ........................................
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279
PREFACIO
La presente investigación fue coordinada por la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y se inscribe en la serie Panorama Actual de los Derechos Humanos de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad, una propuesta de análisis realizada por el Grupo Interdisciplinario
de la CNDH para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos de
los Grupos en Situación de Vulnerabilidad y Seguimiento a las Recomendaciones Emitidas por Instancias Internacionales.
Esta publicación aparece en seguimiento al primer trabajo realizado por el
grupo referido, que se dedicó al análisis del Panorama Actual de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad, y se inscribe en el marco
del cumplimiento de los objetivos del Programa de Personas con Discapacidad,
Personas que Viven con VIH/Sida y Personas de Edad con que cuenta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, bajo la responsabilidad de la
Secretaría Ejecutiva.
El propósito del Panorama Actual de los Derechos Humanos de las Personas de Edad no es realizar un análisis completo del entorno en que vive este
sector de la población mexicana, sino concretar un ejercicio multidisciplinario
que facilite a los lectores la detección y tratamiento de las diversas piezas de
un rompecabezas que caracteriza la temática propuesta.
Expresamos nuestro profundo agradecimiento por haber participado en la
integración de la presente investigación a las integrantes de las diversas áreas
de esta Institución Nacional y, de manera específica, a la maestra Marisol Melesio Nolasco, a la maestra María Eugenia Espinosa Mora (Cuarta Visitaduría General), a la licenciada Marisela Medina Tapia (Coordinación del Programa sobre Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia), a la maestra Jhenny
Judith Bernal Arellano (Dirección General de Información Automatizada), a
la licenciada Garbiñe Saruwatari Zavala (Centro Nacional de Derechos Hu[9]
10
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
manos), a la licenciada Blanca Lilia Felipe Ortega (Secretaría Técnica del
Consejo Consultivo), a la licenciada Gabriela Cuéllar Herrera y a la licenciada Ana Elena Palacios Ortega (ambas de la Secretaría Ejecutiva).
Aleksi Asatashvili
Inés Borjón
Secretaría Ejecutiva
INTRODUCCIÓN
“La vida comienza como una semilla
tirada en el surco fértil de la tierra,
germina, florece, se alarga, decrece,
pero inexorable nos pone en la senda
que va hacia la cima donde se envejece”
(Gech. 1984)
PERSONAS ADULTAS MAYORES O PERSONAS DE EDAD
Adulto mayor, adulto en plenitud, tercera edad, personas de edad o adultos mayores, senectos y ancianos son vocablos que se refieren a lo mismo, lo que
difiere es el momento histórico y político en el que se han nombrado. Este
sector de la población, como quiera que se nombre, está creciendo cada vez
más a nivel mundial por la mejora en los servicios de salud, los avances
tecnológicos y el descenso de la natalidad. Esta situación, que conlleva los
cambios demográficos, culturales y económicos, marca una situación de deterioro y vulnerabilidad en la población de personas de edad. Sólo considerando la situación de las personas de edad y del proceso de envejecimiento
a través de la lente de los derechos humanos, se pueden concebir legislaciones nacionales y políticas públicas a la medida de este sector de la población,
las cuales sean integrales para sus necesidades y les den el lugar que merecen
ocupar entre la ciudadanía.
Para lograr este objetivo y para los fines de la presente investigación, se
consideró importante utilizar vocablos precisos para no vulnerar la dignidad
de las personas mayores. Actualmente, los términos personas de edad o personas mayores son la terminología utilizada por Naciones Unidas en la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. En el presente estudio, la
utilización de estas palabras se hará sin por ello considerar que la terminolo[11]
12
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
gía usada en el país sea incorrecta. Es necesario recordar que esta publicación tiene por objeto realizar un análisis de corte internacional sobre la situación de los compromisos de México con relación a los derechos humanos
de las personas de edad,1 considerando éste el término aceptado a nivel internacional.
Personas de edad representa la traducción oficial de Naciones Unidas para
older people. Actualmente, los términos senectos o ancianos, traducción de lo
que antes se manejaba como elderly, se consideran peyorativos, por lo que
tales palabras se encuentran en desuso; sin embargo, se refieren al sector de
la población mayor de 60 años; no obstante, es importante señalar que cada
país tiene su muy particular criterio cultural, histórico o social para englobar
a este sector de la población dependiendo de la edad.
Asimismo, para los efectos del presente estudio, también es importante definir lo que se entiende por envejecimiento, pues al hacer referencia exclusivamente a personas adultas mayores, como si sólo se tratara de una etapa de
la vida a partir de una edad específica, no permitirá dar la perspectiva general de que se trata más de un proceso que de una edad en la que se vive. Concebir y relacionar los derechos humanos con el envejecimiento y no con ciertas edades avanzadas de la vida permitirá que la situación de las personas
adultas mayores sea responsabilidad de una sociedad para todas las edades y
que, a nivel individual, se pueda prever una mejor calidad de vida en los
últimos años. Se debe pensar en esta etapa durante toda una vida.
EVOLUCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
Para entrar en materia es necesario analizar la evolución de los derechos humanos a través del tiempo para luego relacionarlos con las personas de edad.
Cabe destacar que los derechos humanos son un concepto dinámico que
parten de una historicidad específica. Nacen en determinadas circunstancias,
caracterizadas a través de luchas por la defensa de nuevas libertades en contra de los viejos poderes, desarrolladas de manera gradual. El reconocimien1
Sin embargo, también se verá el uso del vocablo adulto mayor, por ser legalmente aceptado en nuestro país para nombrar a este sector de la población. Ver Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores, Diario Oficial de la Federación, 25 de junio de 2002.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
13
to de los derechos humanos aparece en el proceso de formación del mundo
moderno como respuesta a una época donde los derechos estaban disminuidos por un Estado absoluto en el contexto de la ruptura de la unidad religiosa
entre la Iglesia y el Estado.
Históricamente, la protección internacional de los grupos se puede dividir
en tres periodos: a) un periodo inicial de protección, no sistemática, consistente en la incorporación de cláusulas de protección a los tratados internacionales, particularmente en favor de las minorías religiosas; b) el sistema llevado a cabo después de la Primera Guerra Mundial en el marco de la sociedad
de las Naciones, y c) el régimen que se desarrolló en el marco de las Naciones Unidas.2
A través de la historia, los derechos fueron reclamados por pequeños grupos de la sociedad para que, posteriormente, se les reconociera como propios
de sectores más amplios de las comunidades y, finalmente, se les concediera
el carácter de plena universalidad, entendiendo ésta en el sentido de que abarcan a todos los seres humanos sin discriminación, a partir del reconocimiento
y protección de sus necesidades específicas. Este hecho se ha visto plasmado
en una serie de decretos, cartas, actas y declaraciones que comienzan a tener
una periodicidad a partir de la Revolución francesa de 1789 y que culminan
con la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de las
Naciones Unidas en 1948.
La formación moderna de la protección internacional de los derechos humanos se debe a la unión de varias doctrinas e instituciones internacionales.
Entre las primeras se pueden citar la intervención humanitaria, la responsabilidad estatal por daños a extranjeros, la protección de las minorías y el derecho
internacional humanitario; entre las segundas, el sistema de mandatos y minorías de la sociedad de las Naciones.3 El concepto derechos humanos precede a las Naciones Unidas; sin embargo, fue necesaria la fundación de ese
organismo para que la idea obtuviera reconocimiento formal y universal.
La Organización de las Naciones Unidas nació en respuesta a los hechos
suscitados en la Segunda Guerra Mundial, cuando los países vencedores decidieron organizar un foro para debatir las consecuencias de los enfrentamientos
2
Natan Lerner, Minorías y grupos en el derecho internacional. Derechos y discriminación. México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, 1990, p. 19.
3
Thomas Buergenthal, Claudio Grossman y Pedro Nikken, Manual de Derechos Humanos.
Caracas, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Editorial Jurídica Venezolana, p. 9.
14
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
bélicos e impedir que se repitieran los horribles sucesos que acababan de tener
lugar. A partir de entonces, la protección de los derechos humanos representa
para los Estados la exigencia de promover y proteger su observancia, con la
finalidad de eliminar las condiciones de desigualdad, inequidad, discriminación e injusticia social. Esta tarea no hubiera sido posible sin la colaboración
de la sociedad civil, que siempre ha sido un motor para que las declaraciones
formales de los derechos humanos se traduzcan en realidad.
En este sentido, los derechos humanos son principios, normas o reglas fundamentales para la convivencia pacífica de todos los seres humanos. Por lo
tanto, para este estudio se retomará como definición inicial de derechos humanos a aquellas prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya
realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de quienes viven en una sociedad jurídicamente organizada. Si se declaran, se respetan y se ejercen individual o colectivamente, fomentan el desarrollo integral
de los seres humanos; imponen límites, tanto al Estado como a la ciudadanía,
para que no afecten la vida, la libertad, la seguridad y la dignidad de persona
alguna, y limitan los abusos de poder y todas las formas de violencia en la sociedad.
Los derechos humanos representan uno de los fundamentos de la democracia, ya que deben ser salvaguardados sin distingo económico, social o
cultural. Sin el pleno reconocimiento y protección de los derechos de todos
los seres que integran una sociedad, los supuestos democráticos de libertad e
igualdad quedan sin un referente concreto, y la legitimidad de un régimen se
ve afectada. Sólo a través del respeto a los derechos humanos se permitirá consolidar un régimen de libertad personal y de justicia social en las instituciones
democráticas. Dentro de un Estado democrático de Derecho existe el compromiso de respetar en forma absoluta los derechos individuales para alcanzar, progresivamente, la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales.
La clasificación de los derechos humanos depende de su naturaleza, origen y contenido, respondiendo a procesos históricos que conforman diversas
generaciones a partir de las cuales han sido reconocidos jurídicamente al
interior de cada país. La división de los derechos en tres generaciones corresponde, en términos generales, a la segmentación convencional de las naciones del primer mundo (Estados liberales, democráticos y desarrollados), del
segundo mundo (Estados socialistas, autoritarios y desarrollados) y del tercer mundo (Estados en desarrollo con economías e ideologías mixtas).
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
15
El reconocimiento de las generaciones de los derechos humanos se ha dado
de manera progresiva. Bajo la concepción de la primera generación surge
la defensa de los derechos a la vida y a las libertades personales frente a las
autoridades del Estado, a quienes se les exige que se autolimiten y no vulneren los derechos individuales. Estos derechos se reconocieron por primera
vez en la Revolución francesa, cuando surgió la necesidad de oponerse a los
abusos de las autoridades, y con el reconocimiento de los derechos civiles y
políticos, los cuales se fundamentan en la libertad y en la participación política. Por lo mismo, entre estos derechos se encuentran la libertad de expresión; la libertad de asociación; la libertad de religión, y, fundamentalmente,
el derecho al voto. A partir de estos postulados surge el señalamiento de que
los hombres y las mujeres poseen iguales derechos.
La segunda generación parte del momento histórico de las revoluciones
obreras de los siglos XIX y XX y está constituida por los derechos económicos, sociales y culturales, que se rigen por el principio de igualdad a partir del
momento en que el Estado reconoce que tales derechos garantizan los bienes
sociales básicos, como son la educación, la alimentación, la protección de la
salud y el derecho al trabajo y a las pensiones, entre otros. En esta etapa, los
seres humanos exigen al Estado que cumpla con ciertas obligaciones y que
genere las condiciones necesarias para la satisfacción de las necesidades económicas, sociales y culturales de todas las personas por igual.
Finalmente, los derechos de la tercera generación emergen a partir de la
segunda mitad del siglo XX. Llamados también de “solidaridad”, abarcan
algunos “intereses difusos”4 que se inspiran en principios generales o universales, cuyo respeto reclama la humanidad. Los mismos fueron promovidos
4
En estricto sentido, los intereses difusos son aquellos que responden a las siguientes
características:
a) Cuentan con una radicación y una dimensión territorial, esto es, son portadores (consciente o inconscientemente), sujetos entre sí reunidos (o reunibles) en una dimensión
territorial.
b) Expresan una necesidad de reorganización en un determinado ámbito territorial, en forma
tal que les permite satisfacer exigencias primarias o no primarias, en tanto que este
término se entienda en el estricto sentido de materiales, de los sujetos allí asentados.
c) En ausencia de un vínculo territorial, es difuso el interés común y no general, propio de
todos los individuos componentes de un grupo y, por tanto, no implica sacrificio de alguno; es homogéneo y no heterogéneo; atendiendo a ese carácter pueden considerarse
difusos sólo aquellos que presuponen un bien susceptible de goce no separado y necesariamente conjunto, por naturaleza o por ley, por parte de un conjunto de coasociados
(ambiente, ordenamiento del territorio, etcétera).
16
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
para incentivar el progreso social, así como para elevar el nivel de vida de
los pueblos. Este tipo de derechos exige el concurso de la comunidad internacional, por eso su carácter es abstracto y su formulación se encuentra en
ciernes. Los derechos de este grupo son, entre otros, el derecho a la paz, a la
libre autodeterminación, al desarrollo, a un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado y a beneficiarse del patrimonio de la humanidad. Cabe añadir
que, pese a la difícil exigibilidad que presentan algunos de estos derechos, ya
se están sentando precedentes sobre varios de ellos, que les imprimen cada
vez mayor concreción, como las políticas y las medidas que se han emprendido para la protección de la ecología o en bienes que son patrimonio común de
la humanidad.5 Pueden invocarse por un Estado frente a otro, por una nación
ante toda la comunidad internacional y por distintos grupos de la sociedad
frente al Estado.
En opinión de Germán Bidart, la tercera generación de derechos, sin extraviar la noción de subjetividad de los derechos humanos, se refiere a un conjunto de derechos que muestra el carácter compartido y concurrente de una
pluralidad de sujetos en cada derecho en cuestión. Se trata de derechos cuya
titularidad es individual y colectiva simultáneamente y, además, dichos derechos no tienen concurrencia entre sí porque cada individuo tiene el suyo. En
cambio, en los derechos de la tercera generación, como es el derecho a la
preservación del medio ambiente, hay que decir que todas las personas que
viven en un mismo ámbito (ciudad, región) tienen subjetivamente ese derecho, pero como el bien a proteger es común, el derecho personal de cada uno
y el de todos forma una titularidad que, aun cuando sigue siendo subjetiva de
cada individuo, es, a la vez, compartida por esa pluralidad en la sumatoria
de un interés común.6
d) Finalmente, caracterizamos comprensivamente como difusos aquellos intereses que pertenecen a todos y cada uno de los que conformamos una colectividad humana, que se
nuclean en torno de un bien de la vida (lebensgüt) y que, siendo lesionados, carecen de
vías de tutela en función del desconocimiento real de aquellos que han sido afectados o
conocidos, por la falta de legitimación procesal del colectivo para hacer valer el interés
particular.
Ver María del Pilar Hernández Martínez, Mecanismos de tutela de los intereses difusos y
colectivos. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1997, p. 108.
5
Héctor Fix-Zamudio y Salvador Valencia Carmona, Derecho constitucional mexicano y
comparado. México, Porrúa, 1999, pp. 415-416.
6
Germán J. Bidart Campos, Teoría general de los derechos humanos. Buenos Aires, Astrea,
1991, p. 190.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
17
En la actualidad, algunos sectores (organizaciones sociales, religiosas y
políticas) cuestionan la universalidad de los derechos humanos, aduciendo
que la Declaración Universal de Derechos Humanos tiene un “sesgo occidental”, haciendo hincapié en el individuo, mientras que otras culturas atribuyen una importancia preponderante a los grupos sociales. Una dimensión
multicultural de los derechos humanos cuestiona la apreciación del mundo
como una forma única de civilización, porque tal apreciación imposibilitaba
el respeto del derecho a la diferencia. En cambio, la tolerancia multicultural hace efectivo el respeto de las identidades colectivas distintas, así como el
reconocimiento de los plenos derechos que les asisten. Por tal motivo, se reconoce que hay derechos que adquieren una connotación específica cuando
son exigidos por grupos en situación de desventaja social, así como que la
teoría y la práctica de los derechos humanos tienen que contrastarse con
la vigencia sociológica que tienen en la vida cotidiana.
Debido a la problemática del comportamiento social, se hace necesaria una
política integral de protección a los derechos humanos y de la dignidad humana, porque responde a múltiples causalidades y situaciones heterogéneas. Por
ello, este estudio retoma planteamientos que emergen de distintas disciplinas
como la jurídica, la sociológica, la criminológica, la médica, la antropológica,
etcétera, para el diseño de estrategias adecuadas que limiten y contengan las
probables violaciones a los mismos.
A partir de lo anterior, los derechos humanos forman parte de la política
social, que es fundamental para construir espacios de prevención de la violación de tales derechos; es decir, se requiere de políticas que tomen en cuenta
integralmente el desarrollo social y la protección efectiva de los derechos sociales, económicos, culturales y de participación política.
Los derechos humanos de las personas mayores aún no son reconocidos
en la realidad de muchos países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Las personas mayores no disfrutan, y cuando lo hacen es parcialmente,
del derecho a la alimentación, a la vivienda, al acceso a servicios de salud, al
trabajo, a la educación y a la formación y a la participación en la vida pública
y cultural, entre otros derechos. La meta final de los esfuerzos dirigidos a una
mejor y mayor promoción y respeto a los derechos humanos de las personas
de edad debe ser la plena inclusión en la vida de la sociedad, eliminando cualquier forma de discriminación.
18
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
DERECHOS HUMANOS DE LOS GRUPOS
EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
Para saber cómo se conciben los derechos humanos de ciertos grupos sociales, como pudiera ser el de las personas de edad, también conocido como
adultos mayores, es necesario analizar el concepto “grupos vulnerables”, para
determinar si es ahí donde mejor se les puede ubicar para su protección. En
nuestra opinión, la asignación como grupos denominados “vulnerables” dista mucho de formar parte de una cultura respetuosa de la dignidad y de los
derechos de todo ser humano y, por lo tanto, debe replantearse la visión en
que han sido insertos en la realidad y eliminar la noción de “vulnerabilidad”
como factor de riesgo social.
Esta opinión se basa en el hecho de que, literalmente, la definición que da
la Real Academia Española de la Lengua al término “vulnerable” proviene
del latín vulnerabilis, “que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente”, y “vulnerar”, del latín vulnerare, de vulnus, “herida”. También significa transgredir, quebrantar, violar una ley o precepto, dañar o perjudicar.
Con base en las definiciones anteriores se puede inferir entonces que nadie
está exento de estar en una situación vulnerable. ¿Por qué entonces se utiliza
solamente para designar a determinados “sectores” o “grupos” como “vulnerables” y dentro de éstos encuadrar a mujeres, indígenas, personas con discapacidad, adultos mayores y a la niñez?
Interesa, para estos fines, cuestionar el uso del concepto “vulnerable” como
adjetivo aplicado a aquellos grupos que se encuentran en situación de riesgo
social. Hay que recordar que las palabras tienen un poder propio que puede
tener, como en el caso del presente término, repercusiones ideológicas. Consecuencia de lo mismo es la discriminación que se deriva de él.
Esta aseveración involucra a diferentes categorías de análisis, tales como
las formas en que se construyen las desigualdades sociales por razón de sexo,
estrato socioeconómico, edad, discapacidad, raza o etnia, así como a los mecanismos de acceso al pleno disfrute de los derechos humanos, además de las
particularidades de la marginación social. Pero debe quedar claro que las mujeres, los niños, las personas de edad y las pertenecientes a una raza o a una
etnia no constituyen un “grupo vulnerable” porque hayan nacido o se hayan
convertido en vulnerables por las circunstancias físicas en las que viven, sino
porque las estructuras sociales determinan las condiciones de desventaja en
las que se desarrollan; por tanto, lo que debe buscarse es la modificación de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
19
estas condiciones sociales que los ubican en situación de vulnerabilidad,
puesto que son construcciones sociales susceptibles de modificarse y de resignificarse.
Desde un análisis sociológico se ha podido visualizar que detrás del término
“grupos vulnerables” existen construcciones simbólicas que responden a una
cultura dominante en cuanto a las relaciones de poder y de dominación, así
como a diversas fobias sociales, como el sexismo, el clasismo y el racismo.
Asimismo, debido a que los fenómenos sociales responden a múltiples causalidades, existen diversos planteamientos, disciplinas, metodologías y tipos
de análisis para explicarlos. No se puede reducir a una sola disciplina de
análisis toda la problemática del comportamiento social ni las posibles violaciones a los derechos económicos, políticos, sociales y culturales que acontecen en la sociedad, porque son producto de valores, de tradiciones y de actitudes heterogéneas.
En este orden de ideas, sólo trascendiendo la “vulnerabilidad” se podrá
llevar a cabo un enfoque integral de los derechos humanos, donde confluya
la visión intercultural con orientación de género y de edad. De tal modo se
podrá resignificar y revalorar todo aquello que no respeta la diversidad y la
diferencia, que homologa al género femenino con el masculino y a las culturas indígenas con la “cultura nacional”, por mencionar sólo algunos aspectos, así como todo lo que no se identifica con un modelo dominante en lo económico, político y cultural.
Para ello se propone que, desde los puntos de vista referidos, a las personas no se les etiquete como “vulnerables”, sino que se hable de factores de
vulnerabilidad y que se describa y modifique en la realidad y en el contexto
social todo aquello que afecta su calidad de vida; se diría entonces que, más
bien, existen grupos vulnerados, por lo que no tendría que justificarse la existencia de “grupos vulnerables”, puesto que todas y todos estamos expuestos
a serlo.
Siendo así, se requiere que los temas relativos a la protección, promoción y
defensa de los derechos humanos sean analizados tomando en cuenta los
factores específicos que ubican a estos grupos en una situación más vulnerable. Por lo anterior, se hace referencia a la situación de exclusión y privación
de oportunidades ocasionada por las condiciones de pobreza, falta de oportunidades laborales, desigualdades sociales y económicas, inequidades de género, etcétera. En suma, las relaciones de poder propician que se asigne el
término “vulnerables”, pues éste justifica que siempre se encuentren en “des-
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
ventaja”. Si se asume este compromiso, realmente se contribuiría a que la sociedad acepte e integre, en condiciones de igualdad, a quienes forman parte
de los grupos en situación de desventaja, pues esto debe considerarse como
una condición básica para una convivencia social incluyente y más justa.
ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO PARA EL ANÁLISIS
DE LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS DE EDAD
Y LOS DERECHOS HUMANOS
Ante lo expuesto, es fundamental dar cuenta de un panorama integral acerca
de la situación de las personas adultas mayores para, sólo así, tener la posibilidad de abordar el tema de los derechos humanos de este sector de la población. Para ello, se consideró necesario abarcar la situación de las personas de
edad a través de un enfoque integral y multidisciplinario que tratara de manera global los derechos humanos respectivos. Las personas de edad deben verse como sujetos que son diversos entre sí, con necesidades específicas a ser
cubiertas, pero con demandas en común entre quienes viven a partir de cierta
edad. Asimismo, el proceso de envejecimiento nos concierne a todos y, como
tal, a toda la población nos debe interesar estar informados al respecto.
El tema de las personas de edad o envejecimiento ha sido estudiado generalmente por disciplinas como la demografía, la medicina, el trabajo social y,
en especial, la geriatría y la gerontología.7 El derecho ha tenido poco interés
hacia este sector de la población y su problemática específica y, por algún
tiempo, sólo se ha dirigido a las personas de edad como sujetos de políticas
asistencialistas. Sólo a través de la visión de los derechos humanos reconocidos internacionalmente se ha seguido un camino más amplio.
La interdisciplinariedad ha servido para profundizar en el análisis de los
estudios de los derechos humanos, evitando una visión parcial o estática de
la problemática por la cual atraviesan los grupos en situación de vulnerabilidad. Lo anterior no es la excepción para las personas de edad. La visión re-
7
Según Ángel Alfaro Salas, la geriatría es una especialidad de la ciencia médica encargada de estudiar las enfermedades propias de la vejez, mientras que la gerontología es el estudio
a profundidad de las condiciones sociales, económicas, culturales, jurídicas, laborales, recreativas, etcétera, que presenta el sector de la población que rebasa los 60 años de edad. Ver
Ángel Alfaro Salas, Derecho a la senectud. México, Porrúa, 1999, pp. 5-6.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
21
duccionista que sólo contempla un único enfoque para explicar una situación
en específico impide abordar la realidad que viven las personas de edad de
manera amplia.
La sociedad es compleja y se compone de múltiples formas de existencia.
No comprender las distintas formas de vivir en sociedad es fuente de ignorancia y de discriminación. Concebir como diferente a quien no se nos parece sólo
limita la percepción del mundo que se tiene y evita ver la riqueza que hay en
la pluralidad de maneras de vivir y cómo todas éstas contribuyen entre sí. La
discriminación es una acción u omisión que tiene por objeto diferenciar o separar para dar un trato injusto y de inferioridad a una persona o grupo de personas por su raza, género, preferencia sexual, religión, rango socioeconómico, edad o discapacidad.
CAPÍTULO I
DERECHOS HUMANOS
DE LAS PERSONAS DE EDAD
1.1. PERSONAS DE EDAD: UNA MIRADA
SOCIOANTROPOLÓGICA
A lo largo de la historia de la humanidad se han constituido diferentes culturas con diversas formas de organización social. Es así como la concepción de
senectud varía de acuerdo con las sociedades en las que se originen. Vejez, ancianidad y tercera edad son conceptos construidos socialmente y susceptibles de modificarse. A ello se debe que en determinados momentos históricos
cambie la concepción que se tenía de quienes eran poseedores de sabiduría y
conocimiento y que ahora se les considere incapaces e improductivos y se les
maltrate.
En algunas culturas la vejez representa la sabiduría, el archivo histórico de
la comunidad. En algunas sociedades antiguas, alcanzar edades avanzadas
significaba un privilegio, una hazaña que no podía lograrse sin la ayuda de
los dioses, por lo que la longevidad equivalía a una recompensa divina dispensada a los justos.
Para otras comunidades no era la edad, sino el hecho de considerarse anciano lo que otorgaba este prestigio. Ejemplo de ello se dio en la cultura mesoamericana, en la que la persona anciana era quien había cumplido con todos los cargos de un sistema jerárquico particular8 y no quien cumplía una
edad determinada. De esta forma, quien se iniciaba como topil y concluía como mayordomo o fiscal, o en algunos casos como gobernador, podía llegar a
ser considerada una persona anciana por el sólo hecho de haber cumplido
8
Organización cultural que ha permitido a varios pueblos mantener sus estructuras religiosa, social y política bien delimitadas, además de ser una forma de iniciar la participación
individual preponderante dentro de la sociedad. A esta forma de organizarse se le denomina
comúnmente sistema de cargos o, en algunos casos, mayordomías.
[23]
24
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
toda la gama de cargos, independientemente de su edad. Por lo tanto, una
persona de 40 años podía llegar a considerarse anciana y así pertenecer a un
consejo especial de gran autoridad. Hay que señalar que tanto los cargos
como la pertenencia al consejo de ancianos son, tradicionalmente, en la mayoría de los casos, privilegio y obligación exclusiva de los varones.
Por otro lado, también existen muchas prácticas culturales que han discriminado a las personas mayores. Hasta principios del siglo pasado, en la cultura esquimal de Alaska se consideraba anciana a aquella persona que por
problemas físicos ya no pudiera contribuir con los trabajos necesarios para la
sobrevivencia del grupo familiar, y era abandonada en una barca con rumbo
hacia el mar abierto para morir.
Actualmente, en sociedades como la mexicana, los valores se están transformando debido, principalmente, a los vaivenes económicos y a la mezcla de
roles que por tradición se les viene designando a hombres, mujeres y grupos
de edad. América Latina se ha comprometido con un modelo de desarrollo
incompleto porque se ha centrado en la estabilidad macroeconómica de corto
y mediano plazos, dejando de lado problemas estructurales, entre los cuales
la equidad es el más apremiante. En lo económico, el nuevo modelo está
lleno de precisiones y novedades, y lo social ha quedado convertido en una
categoría residual. Esto ha repercutido en perjuicio de la valoración hacia
algunos grupos sociales marginados, como el caso de las personas de edad.
Como construcción cultural afectada por un tiempo histórico y una cultura
y espacio determinados, se puede comprobar que las personas de edad se
encuentran cada vez más excluidas socialmente, en particular de la toma de
decisiones políticas y de la vida en comunidad. Parte del problema es debido
a que se vive en una sociedad donde el principio neoliberal ocasiona que el
prototipo del ciudadano promedio al que van dirigidas las políticas nacionales es el hombre blanco, adulto, de edad media, heterosexual, con propiedades y económicamente productivo. Es lógico entonces que se sientan excluidos, o sin el mismo poder de decisión en la vida comunitaria, quienes se
aparten de este patrón, como las mujeres, las niñas y los niños, las personas
adultas mayores, los pueblos indígenas y las personas con discapacidad, entre otros.
Para abordar la problemática a la que se enfrentan actualmente las personas de edad en México y en muchos lugares similares alrededor del mundo,
desde una visión socioantropológica se deberán tomar en consideración tres
características relevantes que puedan ver de manera integral su forma de vida
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
25
y los obstáculos a los que se enfrentan. Estos tres elementos dan pauta a la
situación particular de cómo se vive el envejecimiento en nuestro país:
1. La complejidad de una sociedad plural. Esto es particularmente importante en cuanto a la vida urbana. Es un hecho sin precedente de mitades
del siglo XX a la fecha que la densidad poblacional haya ocasionado el
abigarramiento en grandes metrópolis de cohabitación simultánea entre
varias generaciones (subproducto del aumento de la esperanza de vida).
Tampoco, nunca antes habían morado tan cercanamente seres de las
más diversas estirpes, costumbres y creencias. De tal modo que ya no se
comparten los mismos horizontes y es cada vez más común que se presente cotidianamente el encuentro entre extraños culturales.
2. La secularización producida desde la creación de los Estados modernos
ha contribuido a una concepción más autonómica de las personas, donde se incrementa el individualismo y se fomenta la tendencia de que predominen los intereses individuales sobre los colectivos y/o familiares.
3. La ciencia y la tecnología han modificado todos los ámbitos de la vida
humana, incluso la relación con la naturaleza misma. Las nuevas condiciones de vida creadas por la tecnociencia no sólo han envejecido a los
pueblos, sino que ahora el grupo etario de mayor velocidad de crecimiento entre las sociedades democráticas neotecnológicas lo constituye la población de 85 años de edad.
Por lo anterior, se considera que para llevar a cabo un diseño de estrategias
para la protección de los derechos de las personas adultas mayores es necesario retomar la especificidad o particularidad de los derechos humanos, a partir de la cual no es la universalidad ni la homogeneidad las que determinan
los parámetros a ser tomados en cuenta. Por el contrario, es necesario establecer parámetros con base en características como las diferencias de sexo, la
edad y la condición social. Además, es fundamental que se incluya a las personas adultas mayores en el diseño y la definición de sus expectativas de vida,
para declarar sus propios derechos en forma activa.
Los derechos humanos no sólo deben dirigirse hacia las personas adultas
mayores, sino también deben ir enfocados de manera integral al proceso del
envejecimiento. Así entonces, para abordar dicho tema, debemos ver que este
proceso incluye una visión individual y otra universal. La vida cotidiana del
individuo mayor se verá afectada tanto por procesos biológicos y físicos, que
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
conllevan cambios en las funciones corporales de los individuos, como por
factores sociales y ambientales externos, que le van a dar una valoración específica de acuerdo con la comunidad en la que viva.
Es preciso considerar que en estas crisis vitales intervienen procesos biológicos, psicológicos y sociales, lo que encuadra a dos tipos de envejecimiento: el biológico y el sociogénico. El primero se refiere a los cambios que
tienen lugar en el organismo y que son característicos de las personas de
edad, tales como la disminución de la agudeza visual, de la capacidad auditiva
o del vigor físico, mientras que el sociogénico se refiere a los papeles que
impone la sociedad a las personas que envejecen, como son los prejuicios.
En primer lugar, el envejecimiento implica una serie de cambios biopsicosociales que tienen consecuencia directa en el organismo del individuo.
Las alteraciones físicas del proceso del envejecimiento se relacionan con el
deterioro de aspectos estructurales y funcionales del cuerpo que pueden implicar una serie de síntomas que, en ocasiones, se relacionan con la enfermedad. Envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, pero en ocasiones las
personas de edad son tratadas como enfermas. Esta forma unidimensional de
concebir a los adultos mayores es origen y causa de muchas formas de discriminación. No por ello se debe separar la concepción del envejecimiento con
la de la salud, pues este derecho debe ser uno de los más respetados a este
sector de la población.
En segundo lugar, la edad y el género de las personas son parte fundamental de los comportamientos que adquieren durante su vida social. El significado que asumen tiene estrecha relación con las relaciones sociales, económicas, culturales y, sobre todo, con sus capacidades físicas, biológicas o
mentales, que son heterogéneas y diferentes, por lo que dicho significado
cambia en el tiempo y en el espacio de acuerdo con las funciones y roles que
se asignan en cada momento histórico.
La concepción cultural de vejez, desde la visión occidental, implica una
serie de connotaciones negativas fundamentadas en que la persona adulta
mayor ya dejó de representar el modelo individualista promovido por el Estado moderno. Aún persiste, en muchas sociedades, la falsa creencia de que
las personas de edad están en una etapa de decadencia física y mental, cuyos
conocimientos y experiencias son obsoletos. Estos prejuicios se pueden subsanar a través del conocimiento de los derechos humanos, y evitar así los
abusos, al tomar conciencia de que una calidad de vida digna no es compatible con el maltrato y la violencia.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
27
La valoración social frente al conocimiento y a las experiencias de vida
significan distintas cosas, dependiendo del contexto social y cultural que dé
materialidad a la vida de las personas de edad. El sistema social del capitalismo industrial, con su apego al individualismo y a la productividad como
parte de la acumulación del capital, dio un giro a la valoración ancestral de
esta etapa de la vida, ya que el papel de la vejez se vio desvalorizado. La
propuesta política de la época consistió en teorías asistencialistas que, al basarse en el marco de la vulnerabilidad, van restándoles capacidades a los
sujetos a los que se dirigen y afectan la posibilidad de que participen y tomen
decisiones en los ámbitos familiar, laboral y social.
Esta lectura del proceso de envejecimiento también es susceptible de hacerse en términos de género. El hecho de analizar el proceso de envejecimiento
a partir de la perspectiva de género permite identificar cómo influye la asignación de los roles en la calidad de vida de cada persona. Además, la visión
sociológica aporta elementos para diferenciar esa calidad a partir de los condicionamientos económico-políticos, contribuyendo a una concepción integral
no sólo del género humano, sino de sus derechos humanos.
El análisis de género es importante porque no será lo mismo para una mujer envejecer en condiciones de equidad que padecer desigualdad e injusticia
social, además de la inequidad en las responsabilidades familiares. El hecho
de que las mujeres tienen una mayor expectativa de vida que los hombres implica una serie de consecuencias en sus vidas, no todas favorables. Ejemplo
de ello es el hecho de que, como adultas mayores viudas, tienen menos herramientas para sobrevivir, porque durante sus vidas han gozado de menos
educación que los varones y por haber sido menos remuneradas que ellos.
Frecuentemente, cuando logran un mejor nivel, cumplen labores diversificadas (dentro y fuera del hogar) y, si a esto se le agrega que un menor número
obtiene jubilación, se puede entender que la calidad de vida durante este
número extra de años las condene a la pobreza. Para evitar esto, es necesario
atender el ciclo de vida completo de la mujer, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad madura y la vejez, considerando que las necesidades de
cada etapa de la vida son diferentes.
Al reflexionar sobre los conceptos “feminización de la vejez y de la pobreza”, es importante calificar a esta última como una forma silenciosa de violencia que hiere profundamente los derechos humanos de las mujeres. Por
ello, es fundamental asumir el compromiso en la difusión y la defensa de los
derechos, única manera de construir una ciudadanía integral para aquellas
28
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
mujeres que puedan llegar a ser víctimas de la extrema pobreza al llegar a
una edad avanzada. Ignorar la feminización de la vejez conlleva a políticas
públicas que pretenden ser universales, pero que no toman en cuenta las particularidades sociales, biológicas y culturales.
Asimismo, los cambios en los roles de género y su concepción cultural e
ideológica, así como la actitud ético-filosófica adquieren dinámicas demográficas distintas, en cuanto a niveles de mortalidad, distribución poblacional, periodos de reproducción y procreación en la trayectoria vital de la población. La distinción entre espacios domésticos y públicos excluye los roles
masculinos tradicionales productivos y de provisión, y reproduce la asignación de los roles femeninos de procreación y cuidado de la población. Pero los
cambios sociales y los conflictos y hechos de violencia estructural —social,
institucional y familiar—, se han visto modificados.
Por otro lado, los adultos mayores varones sufren consecuencias por la
construcción social de los roles asignados a los hombres. Cabría preguntarse
si el hecho de que los varones vivan menos que las mujeres es debido a una
serie de hechos relacionados con su género. La falta de una cultura de autocuidado en los hombres conlleva, en la dinámica social, a un desprecio por
todo lo que tiene que ver con su salud física y mental; la no exteriorización de
sus problemas emocionales, la imposibilidad de expresar temor, miedo o tristeza ha impedido que logren resolver crisis existenciales y son factores que
contribuyen a poner en riesgo la salud de los varones a lo largo de su vida.
El creciente peso de las personas de edad madura y avanzada y la generalización de la supervivencia hasta dichas edades abre nuevas posibilidades
de organización social y familiar, así como diseños del ciclo vital individual.
Disminuye la preponderancia que hasta ahora había tenido el sexo como eje
en la distribución de roles y crece la importancia de la edad como criterio diferenciador.
En resumen, se sugiere que las edades jóvenes y adultas se orientan cada
vez más hacia comportamientos hasta ahora considerados masculinos, mientras las edades maduras y avanzadas experimentan una preponderancia creciente de aquellos otros hasta ahora considerados femeninos. Es ésta la
feminización de la vejez.
Es preciso acabar con la discriminación hacia las personas adultas mayores, para lo cual debemos realizar una lucha cotidiana contra toda discriminación y velar por que todas las políticas sociales y económicas respondan a las
necesidades de todas las edades y los géneros.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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Decidir por el adulto mayor y no en comunión con él produce un deterioro en su calidad de vida. La prevención se encuentra íntimamente relacionada con la participación. La sociedad debería reformular y reorientar su actual
estilo de vida en favor de este sector de la población:
• Que jubilarse del trabajo no sea sinónimo de retirarse de la vida.
• Que no se considere al trabajo como la única opción posible de ser y
hacer.
• Que las destrezas de los mayores no entren en competencia con las posibilidades de los jóvenes.
• Que se toleren la diferencia y la diversidad social.
• Que la educación sea para la vida, permanente, no sólo una preparación
para el mercado laboral.
• Que se deje de declarar y se empiece a actuar.
La dimensión del cambio demográfico es social, en el sentido de que son las
condiciones propias de cada sociedad las que determinan, en último término, cuántos años y con qué calidad va a vivir una persona mayor. De acuerdo
con este enfoque, existe una relación entre la edad cronológica de los individuos y las funciones que se asignan a los miembros de una comunidad, resultante de un sistema de racionalización del tiempo biológico, adaptado a los
distintos roles que los individuos deberían ir cumpliendo en sus etapas de la
vida como parte de ese conjunto social. Depende del concepto comunitario
en cuanto a calidad de vida de la vejez para que este sector de la población la
pueda gozar en la actualidad y de la que los niños, jóvenes y adultos puedan
gozar en un futuro.
1.2. PERSONAS DE EDAD: VISIÓN DEMOGRÁFICA
No se puede hacer referencia al proceso del envejecimiento sin un acercamiento, por más mínimo que sea, a la situación demográfica mundial.
Aunque demografía es la ciencia que tiene por objeto el estudio cuantitativo de las poblaciones humanas, de su estado y de sus variaciones o la tasa
de la población humana en una región o en un país determinado,9 el objeto de
9
El pequeño Larousse Ilustrado 1996. Buenos Aires, Larousse, 1995, p. 320.
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
la demografía —la población—, es uno de los más complejos, polémicos e
ideologizados que se puedan encontrar.
La especie humana data aproximadamente de un millón de años, pero sólo
en los últimos 50 años el número de seres humanos ha crecido más de lo que
lo había hecho en toda su historia, hasta alcanzar los más de 5,600 millones
actuales. Este proceso aún no termina y la inercia del crecimiento demográfico nos llevará, incluso bajo supuestos moderados de fecundidad, a alcanzar
los 8,000 millones en poco más de dos décadas.10
A mediados del siglo XVIII la mortalidad disminuyó sensiblemente en los
países en proceso de industrialización y, como consecuencia lógica, se presentó un crecimiento importantísimo de la población. La modernización del
trabajo agrario redujo drásticamente, además, la necesidad de trabajadores
en el campo, causando una fuerte migración, sin precedentes, de la población
rural a las áreas urbanas. Los Estados no diagnosticaron nunca el rápido crecimiento como un problema, e incluso las teorías económicas llegaron a considerar la existencia de la reserva de trabajo como un elemento necesario
para mantener bajos los costos salariales.11
Mientras el discurso gubernamental mostraba su orgullo por la alta tasa
poblacional, los individuos empezaron a modificar su comportamiento reproductivo para finales de ese siglo. Junto con las emigraciones rurales se empezaron a abrir las posibilidades de mejorar la situación individual, a través de
la limitación de la descendencia.
Para el siglo XX las explicaciones del descenso de la fecundidad hasta los
años treintas fueron muy diversas. Pero sólo cuando se relacionó la evolución
de la fecundidad con la de la mortalidad, empezó a surgir un esquema interpretativo general que daba cuenta del conjunto de observaciones. “Lo que se
observaba de manera casi sistemática es que la fecundidad siempre descendía en una especie de respuesta adaptativa, después de que lo hubiese hecho
la mortalidad. La mortalidad, por su parte, había descendido sustancialmente
en los países más desarrollados, en estrecha relación con el proceso de revolución industrial, desencadenando el proceso de transición y el rápido crecimiento observado. Por lo tanto, y de manera harto tranquilizadora, podía
comprobarse que el descenso de la fecundidad se identificaba con el grado de
10
Julia Pérez Díaz, “La política mundial de población en el siglo XX”, Centre D’Estudis
Demográfics. En www.ced.uab.es/jperez/PDFs/paper90%20.pdf, p. 1.
11
Ibid., p. 3.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
31
desarrollo y no sólo no se abocaba a la tan cacareada decadencia occidental,
sino que era uno de los síntomas de su éxito”.12
Desde esa época hasta nuestros días el panorama no es muy diferente. Es
significativo que en la actualidad nos encontramos ante un “terremoto” demográfico sin precedentes. Esto significa una transición global de altas tasas
de nacimiento y muerte, a bajas tasas de fertilidad y mortalidad. Lo anterior
ha llevado a un aumento importante del número de personas adultas mayores
alrededor del mundo.
Actualmente existen 600 millones de personas adultas mayores en el mundo, donde una de cada 10 tiene más de 60 años. De lo anterior, las previsiones
no son muy alentadoras, ya que para el 2050 se prevé que habrá 2,000 millones de personas mayores, lo que constituirá una por cada cinco. Para ese
mismo año, los demógrafos de las Naciones Unidas también prevén que 22%
de los habitantes del planeta será mayor de 60 años y “en un plazo de 50 años
[habrá], por primera vez en la historia, más personas mayores de 60 años que
niños menores de 15”.13
Estos datos deben ser considerados, tomando en cuenta que la aceleración
del envejecimiento afecta de manera diferente a algunas regiones que a otras.
En países desarrollados el número de personas de la tercera edad supera hoy
al de los niños. Asimismo, el segmento de más rápido crecimiento es el de las
personas de 80 años o más; su número es de 70 millones.14
Todos estos cambios demográficos exigen una nueva formulación de políticas públicas y su puesta en práctica. Para lograr este nuevo planteamiento
resulta necesario considerar el envejecimiento como un fenómeno que se extiende a lo largo de toda la vida e incumbe a toda la sociedad, no exclusivamente a las personas de edad avanzada.15 Parte de la clave para una mejor
vida para quienes llegan a la vejez se debe fundar en las relaciones intergeneracionales.
12
Idem.
Organización Internacional del Trabajo, “Una sociedad inclusiva para una población
que envejece: el desafío del empleo y la protección social”, documento presentado por la OIT
ante la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. Madrid, 8-12 de abril de 2002.
14
En http://www.forumageing.org/espanol/estadisticas/estadisticas.htm
15
El lema de “una sociedad para todas las edades” surge a partir de la Cumbre Mundial
sobre Desarrollo Social celebrada en Copenhague en 1995. En dicha cumbre, los Estados
miembros declararon que el objetivo principal de la integración social es que cada persona,
con sus propios derechos y responsabilidades, tenga una función activa que desempeñar.
13
32
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Desde hace siglos, las relaciones multigeneracionales han constituido la
base de la vida en familia y de la comunidad. La combinación de la experiencia y los conocimientos históricos vividos de la generación mayor y la esperanza del futuro de los más jóvenes brindan la oportunidad de unir distintas
habilidades y expectativas entre los grupos de edad. Estas relaciones deben
repercutir fundamentalmente con relación a las familias, y al derecho al trabajo, a la educación y a la salud.
En los países en desarrollo las familias desempeñan una función fundamental en las vidas de las personas adultas mayores. Esta ayuda no sólo es
con relación al apoyo que la propia familia brinda a la persona de edad, sino
también a la ayuda que estas personas proporcionan al interior del núcleo
familiar. Asimismo, cabe destacar que no siempre la ayuda entre generaciones es recíproca y que mucho de ello depende de las normas culturales que
rigen a cada sociedad. Actualmente, es cada vez más común que las personas
de edad se vean obligadas a depender de ellas mismas para satisfacer todas
sus necesidades. No sólo éste es el caso, ya que también se encuentran con
que deben hacerse cargo de familiares más jóvenes. Por lo anterior, es necesario llevar a cabo más investigaciones, además de entablar un debate público fundamentado en torno a la importancia de la solidaridad intergeneracional, a fin de estar capacitados para hacer frente a los retos que trae consigo la
sociedad multigeneracional. Durante la mayor parte del siglo XX se diseñaron las políticas relativas a la vejez teniendo en mente una sociedad joven. A
partir de ahora es imprescindible que esas políticas se dirijan hacia la adopción de acciones que tengan en cuenta la equidad generacional.
1.3. LA PROBLEMÁTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS
DE LAS PERSONAS DE EDAD
El consenso de la comunidad internacional en materia de derechos humanos
nos ha permitido redefinir una serie de derechos, en los últimos 20 años, que
no habían sido considerados por el derecho positivo vigente. A raíz de esta
dinámica, la comunidad internacional ha visto reformas significativas en las
legislaciones nacionales en materia derechos humanos. No obstante lo anterior, Naciones Unidas ha olvidado a las personas mayores en comparación
con la evolución de derechos específicos de otros grupos sociales, como el de
las mujeres, los indígenas o la niñez, por mencionar algunos.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
33
Es preocupante percibir que de los grupos en situación de desventaja, las
personas de edad son el sector menos protegido por el derecho internacional,
y las posibles repercusiones al respecto suelen tener cabida en la situación de
políticas públicas nacionales. El tema de las personas mayores ha suscitado
poco interés con relación a los derechos humanos, y cuando se ha tomado en
consideración se ha hecho de manera suplementaria entre asambleas mundiales, lo que provoca que no exista un seguimiento eficaz respecto de las políticas públicas dirigidas a las personas mayores.
Una de las principales preocupaciones que nos compete en el análisis de la
presente investigación es poder descifrar cómo se están realizando, promoviendo y protegiendo los derechos de las personas mayores, tal como están
definidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). El presente documento tiene por objeto comprobar que en el mundo las personas
adultas mayores pobres no se están beneficiando de las disposiciones de los
derechos humanos ahora vigentes bajo la DUDH y que los Principios de la
ONU a Favor de las Personas de Edad (1991) no se han traducido en convenciones o instrumentos legalmente vinculantes y, por lo tanto, no han generado acciones o monitoreos sistemáticos en las áreas de desarrollo social, derechos humanos u otros campos de la ética para orientar las políticas y prácticas
nacionales referidas a la tercera edad.
La tercera edad empezó a figurar en la ONU desde que se adoptó el Plan
de Acción Internacional sobre el Envejecimiento (1982) y el Programa para
la Tercera Edad.
A pesar de las divisiones entre los que defienden los derechos civiles y
políticos, y los que propugnan los derechos económicos, sociales y culturales, todo el “paquete” de derechos económicos, sociales, civiles y políticos es
crecientemente reconocido como interdependiente e indivisible.16 Sin embargo, pueden surgir problemas cuando se considera que algunos derechos
tienen prioridad sobre otros, y no todos los derechos internacionalmente reconocidos son culturalmente aceptados en todas partes.
1.3.1. DERECHO AL TRABAJO Y A LA SEGURIDAD SOCIAL
Es importante destacar que entre las consecuencias sociales y económicas del
envejecimiento, también se encuentran las repercusiones en materia laboral
16
Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID), Human Rights for Poor People.
Reino Unido, documento preliminar, febrero, 2000.
34
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
y, específicamente, en seguridad social. Lo anterior es debido a que en los
últimos decenios la mayoría de los países industrializados han sido testigos de una dramática reducción de la edad media de jubilación. El aumento
de la esperanza de vida y la mejora de la salud no se ha visto acompañado de
una actividad laboral más duradera, por lo que existen graves problemas en
cuanto a sistemas de seguridad social.
La edad es tanto una creación social como física.
En las poblaciones de bajos ingresos, la tercera edad está asociada con limitaciones físicas y dependencia económica. En las sociedades más prósperas, la
edad cronológica regula las leyes de jubilación y la provisión de servicios públicos. Las políticas sociales tienen que incluir la diversidad de poblaciones de
la tercera edad y responder con flexibilidad a las distintas necesidades materiales y sociales, incluyendo las diferencias de género. La fragilidad y la discapacidad no tienen por qué impedir que las personas mayores realicen contribuciones económicas y sociales.17
Los mencionados problemas se originan en cuanto a los sistemas nacionales de transferencia social, que redistribuyen los ingresos generados por la
población activa en beneficio de la población inactiva, que más que basarse
en los cambios demográficos citados tienen que ver con las relaciones de
dependencia económica.
Para evaluar la viabilidad de un sistema de pensiones es decisivo saber cuántos pensionistas debe mantener cada persona activa. Hasta ahora, los sistemas
de pensiones de los países más desarrollados no han considerado el envejecimiento demográfico como un problema mayor. Si fuera posible modificar gradualmente la edad de jubilación hasta volver al nivel del decenio de 1959 en los
próximos cinco decenios, sería posible al menos restar intensidad a las presiones demográficas provocadas por la longevidad. Por consiguiente, uno de los
desafíos principales es mitigar los efectos de una disminución del número de personas en edad de trabajar, aumentando y prolongando la participación de las
personas mayores en el mercado laboral.18
17
Help Age Internacional, El sello de una sociedad noble: derechos humanos y personas
mayores. Un documento de análisis. Londres, noviembre, 2000, p. 5.
18
Ibid., p. 6.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
35
La sociedad actual, al enfrentarse a una gran escasez de puestos de trabajo,
socialmente se considera que los mayores deben dejar su sitio a los jóvenes,
[...] a quienes se debería evitar la frustración [...] y los posibles daños sicológicos
que podría motivar el sentirse rechazados por el mundo del trabajo justo al
principio de su vida activa. En los países en desarrollo, en los que el empleo formal es muy poco frecuente, resulta difícil para los numerosos jóvenes desempleados encontrar un puesto de trabajo en el sector formal. Se piensa que si los
trabajadores de edad prolongaran su vida activa la situación sería todavía peor
[...] No obstante, el que mediante estos programas de jubilación se hayan creado puestos de trabajo para los jóvenes sigue siendo incierto. 19
En la actualidad nos enfrentamos, en varios países del mundo, a situaciones generalizadas de desempleo, las personas consideradas en edad productiva acceden a puestos de trabajo con dificultades y frente a obstáculos, sin
mencionar la falta de seguridad laboral por la desaparición de los sindicatos
y al enfrentarnos a una sociedad donde existen cada vez más contratos temporales.
1.3.2. DERECHO A LA SALUD
La definición de salud utilizada en la presente investigación refleja la amplia
definición que hace la OMS como un estado de completo bienestar físico, mental y social. Bajo este enfoque, es importante precisar que la salud debe ser
vista como uno de los derechos fundamentales a ser respetados para las personas de edad. El nivel más alto posible de salud física y mental es un derecho humano básico, por lo que se debe garantizar que las personas mayores
tengan el mismo acceso a la atención de salud que el resto de la población.
Lamentablemente, esto no siempre es así.
Para garantizar este derecho primero se debe cuestionar el supuesto de que
las personas mayores hacen uso desproporcionado de la atención de salud.
En las instalaciones de salud del Estado el acceso a medicinas esenciales y
otros servicios es a menudo negado a las mujeres y a los hombres mayores. Por
lo mismo, es lógico que las personas de edad sistemáticamente hagan hincapié sobre las dificultades que experimentan para recibir atención y la importancia de gozar de buena salud.
19
OIT, “Una sociedad inclusiva para una población que envejece...”, op. cit, p. 8.
36
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
El motivo por el cual las personas mayores subrayan lo anterior es debido
a la distancia que los separa de los centros de salud u hospitales, el costo o la
falta de disponibilidad de medicamentos esenciales y las actitudes despectivas del personal que brinda estos servicios.
Los problemas de salud específicos de la tercera edad deben ser incluidos
en las estrategias para mejorar la situación de salud general de la población
de un país. Es necesario hacer mayores esfuerzos para abordar los riesgos de
salud relacionados con el aislamiento social: abandono personal, mala alimentación, efectos de la menopausia y pérdida de la visión.
Asimismo, a nivel internacional el VIH representa una preocupación especial por sus múltiples formas de afectar la vida de las personas adultas mayores. Por un lado, no hay estadísticas en cuanto a su existencia en las personas mayores de 49 años, lo que significa que el VIH en las personas de edad
suele pasar sin detectarse o es falsamente diagnosticado como otra enfermedad. Por otro lado, la enfermedad y la muerte de familiares por causas relacionadas con el VIH/Sida han impuesto nuevas e inesperadas cargas sobre la
generación mayor en términos de atención y cuidados. La mayoría de las
personas desea ser atendida en casa, y está frecuentemente al cuidado de una
mujer adulta mayor que es pariente del enfermo.
Los debates sobre la seguridad social para personas mayores en los países
de bajos ingresos han incidido mayormente sobre los sistemas privados de
pensiones de tipo contributivo, accesibles, en teoría, para las personas que
trabajan fuera del sector formal. Sin embargo, el hecho de que en dichos sistemas los beneficios estén asociados a contribuciones, hace que no lleguen a
los pobladores más pobres quienes no ven ninguna ventaja en particular, aun
en el caso de que sí pudieran asumir las contribuciones. Incluso pensiones
mínimas marcan una importante diferencia para generaciones de familias que
viven juntas.
Los países de bajos recursos tienen que ser apoyados financiera y técnicamente para ofrecer una gama de mecanismos de protección social, incluyendo
un ingreso mínimo vital como parte integrante de sus políticas de desarrollo.
El financiamiento para el desarrollo debe considerar el contexto financiero y
de desarrollo para ofrecer la protección social adecuada y un ingreso mínimo
en la tercera edad.
Deben hacerse esfuerzos para diseñar servicios financieros a fin de apoyar
ingresos sostenibles para los más pobres en la edad mayor. Se requiere brindar especial atención a la satisfacción de las necesidades de las personas
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
37
mayores más vulnerables que carecen de medios de sostenimiento, y estimular grupos de autoayuda. Muchos de esos grupos proporcionan un importante
apoyo material y psicológico a sus miembros, pero permanecen frágiles debido a la falta de continuidad que el subsidio externo puede proporcionar.
1.3.3. DERECHO A LA EDUCACIÓN
Hay muchas ventajas del envejecimiento que normalmente no se reconocen,
como el hecho de que las personas de edad pueden aportar habilidades y experiencia al mercado laboral, a la vida pública y a la familia. Los avances
tecnológicos y las nuevas formas de organizar la sociedad pueden aprovecharlo para aumentar la participación de las personas adultas mayores en el
trabajo y hacer cambios socioeconómicos adecuados.
En los países desarrollados se ha recomendado, durante mucho tiempo, que
los adultos mayores sigan trabajando todo el tiempo que deseen o puedan
hacerlo. Esto podría tener efectos benéficos en sus ingresos, en la fuerza de
trabajo y en los planes de jubilación o de seguridad social, pero tal vez no sea
viable en las zonas rurales de los países en desarrollo. Es prácticamente imposible en los trabajos manuales más exigentes, pero en los casos en que las
personas de edad puedan seguir trabajando deben utilizarse enfoques técnicos y de organización relativos al trabajo y al retiro, que sean innovadores y
que apoyen este proceso.
El enfoque de aprendizaje permanente que ha sido planteado para volver a
capacitar y mejorar la calificación de las personas en los países desarrollados
todavía no se ha ensayado con las personas de edad del medio rural. Esta
tarea requiere grandes cambios en las políticas de recursos humanos, como
los programas de extensión agrícola, pero puede ser un estímulo a las alternativas innovadoras y creativas.
La Organización Mundial de la Salud ha promovido la idea del “envejecimiento activo”, un concepto que aspira a fomentar políticas que mantengan
activas a las personas durante el mayor tiempo posible. El envejecimiento activo, como su nombre lo indica, significa envejecer permaneciendo activo
en todo momento, ya que las personas que son miembros productivos de la
sociedad y que contribuyen a la economía son más saludables, viven más
tiempo y tienen una mejor calidad de vida. Las políticas nacionales y locales
pueden hacer mucho para dar oportunidades y ayudar a los individuos para
38
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
que envejezcan manteniéndose activos.20 La salud, el bienestar y la productividad en la vejez dependen de varios factores. Cuando el entorno es apropiado, las personas de edad tienen mayores oportunidades de disfrutar una vida
más productiva.
Como parte de los factores del entorno social que propician un envejecimiento activo se encuentran
[...] el apoyo social, las oportunidades de educación y aprendizaje permanente,
y la protección de la violencia y el abuso son factores esenciales del entorno
social que mejoran la salud, la autonomía y la productividad en la vejez. La soledad, el aislamiento social, el abuso, el analfabetismo y la falta de educación,
así como la exposición a situaciones conflictivas aumentan mucho el riesgo de
enfermedad y muerte prematura.21
Se debe fomentar la educación permanente, principalmente para las mujeres, quienes tienen menos reacceso a la educación a lo largo de su ciclo de vida.
Capacitar a las personas de edad o impartirles conocimientos sobre las tecnologías modernas para que puedan mantenerse actualizadas es una prioridad, pues
la demanda de nuevas habilidades y conocimientos los pone en situación de
desventaja, ya que la capacitación y las habilidades adquiridas en etapas anteriores de su vida se vuelven obsoletas.
La capacitación y la educación son particularmente importantes para ayudar
a las personas de edad y a los trabajadores de edad a adaptarse a las demandas
y las oportunidades en constante cambio. La educación permanente, que cada
vez es más recomendada por los expertos en política social, es un patrimonio
cultural y económico muy importante. En el concepto de educación permanente va implícito el rechazo de una sociedad estructurada en función de la edad,
en la que la educación y la capacitación se reciben únicamente en una etapa temprana de la vida.22
20
Naciones Unidas, “Un entorno seguro y propicio”, en Una sociedad para todas las
edades. Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (folleto). Madrid, Naciones
Unidas, 2002.
21
Naciones Unidas, “Mejoramiento de la salud y el bienestar en la vejez: en defensa del
envejecimiento activo”, en Una sociedad para todas las edades..., op. cit.
22
Naciones Unidas, “Trabajos dignos: inclusión y protección social”, en Una sociedad
para todas las edades..., op. cit.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
39
En el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento 2002,23
se aborda justamente el acceso al conocimiento, a la educación y a la capacitación, y se reafirma que la educación es una base indispensable para una vida
activa y plena. Se decía que se debe garantizar el acceso a la educación y a la
capacitación durante todo el curso de la vida, pues son indispensables para
conseguir la productividad de los trabajadores y de las naciones. Ésa es la
visión de la “educación para todas las edades”. Se rige con el precepto de “se
puede aprender durante toda la vida” y es la educación permanente para los
adultos mayores la que abre los espacios adecuados que les permiten el derecho a seguir aprendiendo.
En el informe “Aprender a Ser”, elaborado por la Comisión Internacional
sobre el Desarrollo de la Educación designada por la UNESCO,
[...] se hacían dos señalamientos con respecto a la educación de las personas de
edad avanzada. El primero afirmaba que la educación no debe estar dirigida
sólo a la infancia y a la adolescencia, sino que también debe enriquecer la
experiencia humana en la madurez y en la tercera edad. El segundo señalamiento estaba relacionado con la necesidad de realizar actividades que promuevan el estímulo mental de los niños en edad preescolar, hasta medidas encaminadas a preparar a los adultos de la tercera edad. 24
La educación permanente se va abriendo paso, ha ido adquiriendo relevancia, como consta en las recomendaciones hechas por la UNESCO en la Conferencia Internacional de Educación de Adultos, realizada en París en 1985.
Actualmente, los sistemas de educación abierta en México son una alternativa educativa para aprender a leer y a escribir, y cursar la primaria, secundaria y preparatoria, es decir, permiten iniciar o concluir los estudios, a través de los sistemas abiertos del Instituto Nacional para la Educación de los
Adultos para primaria y secundaria, y de la Secretaría de Educación Pública
para preparatoria; la educación de adultos no sólo debe ser vista como acumulación de conocimientos, sino debe contribuir para que el adulto, hombre
o mujer, aprenda a vivir mejor, a convivir mejor.
Sin embargo, en la educación a nivel superior, que es el nivel de instrucción con mayor rezago para los adultos mayores, hoy día encontramos im23
Ver en el apartado de Orientación prioritaria I: Las personas de edad y el desarrollo,
cuestión 4.
24
Henriette Adam y Thais Marrero, “No hay barreras para el adulto mayor”, en VI Encuentro Latinoamericano de Universidades UNI 3. Memorias. México, SNTE, 1999. p. 68.
40
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
portantes avances. Del informe “Aprender a Ser” surgió un vigoroso movimiento que dio origen a la existencia de instituciones destinadas a las personas mayores, entre ellas, las Universidades de la Tercera Edad y las Universidades Abiertas promovidas por la UNESCO, las cuales tienen significativa
presencia en los países iberoamericanos.
La idea de creación de estas instituciones tuvo como punto de partida la iniciativa de Pierre Vallas, en la Universidad de Toulouse, Francia, en el año 1972. A
su impresionante impacto y multiplicación, tanto en Francia como en diversos
países, se sumó la creación, en 1975, de la Asociación Internacional de Universidades de la Tercera Edad.25
Mejor conocidas como UNI 3,26 tienen como objetivo desarrollar programas enfocados a enfrentar, de manera especial, el problema del desarrollo
cultural, técnico, manual, idiomático y de mantenimiento físico, incluyendo
otros talleres que propicien la superación de las personas de la tercera edad,
así como fortalecer las acciones encaminadas a la convivencia, la amistad, el
crecer como individuos, la autoestima y todo aquello que tienda a mejorar la
calidad de vida y a desarrollar potenciales dormidos. Existen UNI 3 en Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Venezuela, Perú, Panamá y
México.
En 1998 se creó en Jalisco la primera Universidad para la Tercera EdadUNI 3. Un año después se discutieron, en el marco del VI Encuentro Latinoamericano de Universidades Abiertas UNI 3, que tuvo lugar en Guadalajara, Jalisco, del 23 al 27 de agosto de 1999, donde se presentaron interesantes
ideas sobre la educación para adultos. Además, otro acto similar fue organizado por la Red de Universidades Abiertas R. U. A., el DIF Jalisco y el Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación, con el nombre de IV Encuentro de
la Red Americana de Universidades Abiertas UNI 3.
Una experiencia semejante fue la que se llevó a cabo por UNI 3 Brasil, que
se remonta a 1990, con el Centro Regional de Estudios y Actividades para la
Tercera Edad (Creati). Este centro regional de la Universidad de Paso Fundo
tiene un programa que trabaja las modalidades de capacitación de recursos
humanos, en cursos regionalizados de prácticas sociales en la tercera edad y
25
Idem.
En palabras de Félix Adam, educador venezolano, “UNI 3 será un paradigma para
América”, donde el 3 son las tres edades de la vida: la niñez, la juventud y la adultez. Idem.
26
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
41
cuyo trabajo traspasó las fronteras en 1996. En unión a las UNI 3 de América
Latina avanzó en su propuesta de educación permanente no formal de adultos y, un año después, en 1997, en el V Encuentro Latinoamericano de UNI 3
se unió a este sistema de educación.
1.4. DESARROLLO SOCIAL Y ENVEJECIMIENTO
La ausencia de temas referidos a la tercera edad en los debates sobre desarrollo social y derechos humanos es algo que afecta a toda la población. A medida que se envejece se experimentan cambios físicos y la vulnerabilidad frente a las enfermedades, la discapacidad y, en ocasiones, la pérdida de facultades
físicas y mentales puede aumentar. Por lo anterior, esta situación puede provocar que se requiera más apoyo económico y social de terceros.
La pobreza de las personas mayores se traduce en condiciones precarias
de salud y nutrición, altos niveles de riesgo, problemas para generar ingresos, serias dificultades para afrontar las numerosas cargas ocasionadas por
el VIH/Sida, migración, conflicto y pérdida de propiedades, violencia y presiones psicológicas. Asimismo, la pobreza aumenta los roces y las tensiones
entre las generaciones. La exclusión de las personas mayores pobres es producto de desigualdades estructurales y del empobrecimiento progresivo. La
falta de acceso a la educación, al empleo y a la atención de la salud en etapas
previas de la vida, sumada a las barreras especiales que enfrentan las mujeres
en muchos países, las ubica en circunstancias particularmente difíciles en sus
últimos años de vida.
La situación de pobreza entre las personas adultas mayores es particularmente alarmante en Latinoamérica y el Caribe, agravado por circunstancias
como la falta de seguridad social, y aquellos que tienen recursos propios estables no alcanzan 10 % de este grupo poblacional.27
Es especialmente relevante el hecho de que en este momento América Latina y el Caribe no sean prioridad de atención para muchas de las Agencias de
Cooperación Internacional, ya que en la agenda internacional continentes como África y Medio Oriente se encuentran en una situación de mayor desven27
“Seguridad económica del adulto mayor en América Latina y el Caribe: de la Asamblea
a la Acción”, Seminario-Taller, Banco Interamericano de Desarrollo, Comité Organizador
Español, II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento. Madrid, 9 de abril de 2002. En http://
www.envejecimiento.gov.co/seguridad.htm
42
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
taja que nuestra región. Dicha exclusión es particularmente grave cuando un
gran porcentaje de la gente en nuestra zona requiere servicios de salud y
apoyo material, cuando son víctimas de discriminación por parte de la familia y el Estado, y cuando los cambios socioeconómicos y culturales son muy
rápidos y profundos.
“Los programas de desarrollo a veces asumen que las personas mayores están siendo atendidas por la familia y no necesitan ser incluidas en sus proyectos, o que no desempeñan un papel productivo”.28 En 1994, la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas lamentó que
los adultos mayores hayan llegado a ser considerados beneficiarios dependientes del desarrollo antes que contribuyentes a él. Sin embargo, en la comunidad internacional las políticas de apoyo y potenciación de las personas
mayores siguen siendo escasas y aisladas.
Las personas mayores están consistentemente entre las más pobres en todas las sociedades, y su seguridad material es, por lo tanto, una de las más
grandes preocupaciones de la vejez. Las personas mayores que viven en la
pobreza se ven a sí mismas excluidas socialmente y aisladas de los procesos
de toma de decisiones.
Generalmente, se argumenta que las redes informales de la familia y la
comunidad en muchos países en desarrollo reducen la exclusión social de las
personas mayores. Pero esto siempre ha sido contingente a factores tales como
el género y los medios materiales del individuo, más que la edad. Más aún, el
rápido cambio social y económico ha socavado la capacidad de estas redes
informales para proporcionar apoyo.
En muchas sociedades las personas mayores han ejercido roles de liderazgo
como la resolución de conflictos y la educación cultural, religiosa y de salud.
Aunque estos roles aún existen, han sido erosionados por la cambiante estructura de la familia, la migración y la aparición de una cultura dominante que da un mayor estatus a la alfabetización y a la educación formal, y se ha
desviado de las formas comunitarias de autogobierno.
Mientras las personas mayores sigan sin beneficiarse de las políticas y
prácticas de desarrollo contemporáneas y permanezcan en la pobreza crónica, los avances hacia el cumplimiento de las metas internacionales de erradicación de la pobreza se verán comprometidos. Cuando se ha vivido toda una
28
Help Age Internacional, El sello de una sociedad noble: derechos humanos y personas
mayores. Un documento de análisis. Londres, noviembre, 2000, p. 11.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
43
vida sumergido en la pobreza, es más difícil escapar de ella en la tercera
edad; es más, la pobreza se transmite a través de las generaciones. Pero este
ciclo puede romperse. El apoyo otorgado a las personas mayores rinde claros
dividendos para todas las generaciones.
A pesar de la pobreza crónica, la mayoría de las personas en el mundo en
desarrollo se mantiene a sí misma y contribuye a sus familias y comunidades,
especialmente las mujeres, responsables de criar niños en comunidades aquejadas por la enfermedad, el conflicto armado y la migración.
De acuerdo con la organización internacional Help Age Internacional, se
sugieren 10 acciones para poner fin a la discriminación:
1. Reconocer los derechos humanos de las personas mayores y los beneficios del envejecimiento de la población para el desarrollo humano.
2. Asignar a las personas mayores la parte que en justicia les corresponde
de los recursos nacionales y globales.
3. Garantizar protección social adecuada y un ingreso mínimo en la tercera edad.
4. Proporcionar atención de salud accesible y gratuita a las personas mayores.
5. Poner a disposición de la población programas de crédito, empleo, capacitación y educación, independientemente de la edad del beneficiario.
6. Eliminar la violencia contra las personas mayores.
7. Asegurar que los diseñadores de políticas escuchen e incorporen las
opiniones de las personas mayores.
8. Incluir y consultar a las personas mayores en la planificación de la ayuda de emergencia y los programas de rehabilitación después de desastres y crisis humanitarias.
9. Fijar estándares de prácticas internacionales para guiar las políticas públicas sobre el envejecimiento.
10. Respaldar a las personas mayores en su rol de cuidadoras.29
La vulnerabilidad por razones de edad y de género requiere atención especial y acciones focalizadas. El enfoque de género para el abordaje de la tercera edad reconoce las vulnerabilidades diferentes de las mujeres y los hom29
Help Age Internacional, Igualdad de trato, igualdad de derechos. 10 acciones para
poner fin a la discriminación de edad. Londres, diciembre, 2001, p. 20.
44
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
bres mayores. La mayoría de las personas adultas mayores desea seguir participando como miembros activos de sus sociedades, trabajando y viviendo
lado a lado con sus familias y comunidades. Las personas mayores, al igual
que las más jóvenes, necesitan ser motivadas a valorar sus contribuciones,
ya que las actividades domésticas y reproductivas no suelen tener repercusiones económicas.
La comunidad de naciones debe especificar de qué manera los compromisos de desarrollo internacional y derechos humanos, especialmente las Metas del Milenio y las Metas Internacionales de Desarrollo, beneficiarán a las
poblaciones actuales y futuras de personas mayores. Los países en desarrollo
y los países con economías en transición requieren asistencia internacional,
tanto financiera como técnica, para implantar la estrategia internacional de
acción sobre el envejecimiento y alcanzar las metas internacionales de desarrollo.
Asimismo, hay que recordar que es clave considerar que, a menudo, la pobreza es crónica en la tercera edad. Un enfoque holístico para combatir la
pobreza a todo lo largo del curso de la vida reconoce la naturaleza intergeneracional de la pobreza.
La evidencia sugiere que la mayoría de las personas trabaja hasta muy
avanzada edad o hasta el final de sus días, casi siempre manteniendo familias
enteras con su esfuerzo. Las personas mayores son el segmento más propenso a trabajar en el sector informal, ya que suelen ser expulsadas del sector
formal por la jubilación o la discriminación muchos años antes de concluir su
vida laboral.
Las personas mayores deben ser incluidas en el diálogo acerca de cómo
proporcionar protección social. Las personas mayores, por lo regular, son
excluidas de los programas de desarrollo y las actividades de generación de
ingresos.
Un enfoque de derechos humanos implica responsabilidad por parte de los
grupos en todos los niveles —local, nacional e internacional— y entre sectores para promover estos derechos y desarrollar una legislación efectiva que
los proteja.
CAPÍTULO II
DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS
DE EDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
Como ya se mencionó, el concepto derechos humanos precede a las Naciones Unidas, pero es importante reconocer que la fundación de este organismo
fue necesaria para que la idea obtuviera reconocimiento formal y universal.
El consenso internacional no siempre contempla la misma protección para
todos los grupos en situación de vulnerabilidad. El caso de las personas adultas mayores es especialmente importante en este sentido.
Por lo anterior, no es de extrañarse que parte de la discriminación que ha
tenido este sector de la población se origine en los primeros instrumentos
internacionales surgidos en Naciones Unidas. Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos se encuentra una falta de preocupación en cuanto a la discriminación por motivo de edad. El instrumento que se fundamenta
en el principio básico de que los derechos humanos emanan de la dignidad
inherente a cada persona, no hace referencia alguna de manera explícita a
este tipo de exclusión social basada en la edad.30 Esto tiene como consecuencia que este descuido se multiplique en el resto de los instrumentos internacionales que emanan de dicha Declaración Universal. El hecho de una omisión de esta índole significa que existen pocas posibilidades de que haya
algún instrumento internacional que vele por los derechos de las personas
de edad.
30
Ver artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se expone que
“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Aunque se podría hacer alusión a que la edad entra en la frase “cualquier otra condición”, no se
hace referencia expresa a la discriminación por razón de edad en el instrumento internacional
que ha servido de referencia a la redacción de los instrumentos posteriores.
[45]
46
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
De lo anterior se desprenden consecuencias como el hecho de que tampoco el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,31 ni el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,32 siendo los acuerdos
legalmente vinculantes más amplios de la ONU, contemplen de manera explícita a la discriminación por razón de edad. Por ello, lógicamente, si en los
instrumentos que representan los pilares de los derechos humanos modernos
no se hace alusión a la existencia de este tipo de discriminación, difícilmente
se podría tomar en consideración en instrumentos posteriores y mucho menos en las legislaciones nacionales que se basan en tales instrumentos para su
política nacional de derechos humanos.
Se debe reconocer que
[...] la prohibición de discriminación presenta rasgos jurídicos propios lo suficientemente nítidos como para percibir un tratamiento diferenciado respecto al
principio general de igualdad. Las causas típicas de diferenciación no son sólo
límites o acotaciones respecto al legislador ordinario por parte del constituyente, sino que constituyen un diagnóstico de éste sobre la realidad o peligro
de ciertos fenómenos sociales de segregación que deben evitarse y erradicarse,
que no deben prevalecer.33
No tomar en consideración a las personas de edad en estos ordenamientos
las excluye de ser titulares de garantías en el derecho positivo posterior a
derivarse de estas normas de derechos humanos.
En el presente capítulo se enunciarán los instrumentos internacionales que
protegen los derechos de las personas de edad, con el fin de utilizarlos en una
sección posterior como parámetro y marco de monitoreo de los estándares
del cumplimiento de estos derechos humanos.
31
Ver artículo 1, “Cada uno de los Estados partes en el presente Pacto se compromete a
respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos
a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. No hace mención precisa de
la diferenciación por motivos de edad.
32
Ver el artículo 2.2, “Los Estados partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier condición social”.
33
M. Rodríguez Piñeiro y M. F. Fernández López, Igualdad y discriminación. Madrid,
Tecnos, 1986, p. 72, citado en José María Añon Roig et al., Derechos humanos, casos prácticos. Valencia, Tirant lo Blanch, 1996, p. 178.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
47
2.1. ORGANISMOS INTERNACIONALES
QUE SE OCUPAN DEL ENVEJECIMIENTO
El organismo del sistema de Naciones Unidas encargado de la atención a las
políticas públicas internacionales respecto de las personas de edad es la División de Naciones Unidas para la Política Social y el Desarrollo, perteneciente
al Departamento de Política Social y Desarrollo de las Naciones Unidas.
Además, existen otros organismos de Naciones Unidas que forjan las políticas públicas internacionales en materia de envejecimiento. Por ejemplo, en
materia de salud, están la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que procuran una mejor calidad de
vida para las personas mayores.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud, a través de su Programa “Salud y Envejecimiento”, es por mucho el más amplio y comprensivo de las Naciones Unidas en esa materia. Entre sus objetivos se encuentran
las siguientes directrices:
• Buscar satisfacer las necesidades básicas de las personas mayores y
reducir la pobreza en este sector de la población.
• Enfocarse a la situación de las mujeres mayores.
• Asistir a las familias para que cuiden a sus miembros de edad avanzada.
• Promover el diálogo multigeneracional a través de una política educativa adecuada.
• Promover los derechos humanos de las personas mayores.
• Educar al público en general para el momento en que lleguen a una
etapa posterior de la vida.
Asimismo, este programa de la OMS se enfoca principalmente a varias
actividades sobre el envejecimiento, tales como la participación, la interdependencia multigeneracional, el cuidado, el asesoramiento, la sensibilización, el
intercambio de información, el mejoramiento de la imagen, la investigación,
el desarrollo y la salud (perspectivas del curso de vida, desarrollo y envejecimiento, el concepto de envejecimiento activo, el desarrollo a largo plazo de
los sistemas de salud, las tendencias de monitoreo sobre el envejecimiento y
la discapacidad). Es importante destacar que generalmente estos programas
son llevados a cabo por gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y el
sector privado.
48
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Los programas de la OMS sobre envejecimiento tienen incorporados los
siguientes instrumentos internacionales: el Plan de Acción sobre el Envejecimiento, los Principios de las Naciones Unidas para las Personas de Edad y
algunas de las resoluciones más importantes de la OMS.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud considera a las mujeres como uno de sus principales intereses en materia de personas de edad.
Asimismo, en sus programas tiene incorporados los mismos instrumentos que
la OMS.
En materia social, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) también está interesado en el tema del envejecimiento. Para ello dedica una serie de programas a los siguientes rubros: las necesidades básicas de
las personas mayores y la reducción de la pobreza, las medidas para promover el empleo y luchar contra la discriminación, la promoción de los derechos
humanos, el apoyo de actividades que creen ingresos y la educación infantil y juvenil con miras a la longevidad. La mayoría de estas acciones se está
llevando a cabo directamente por los gobiernos y la sociedad civil de los países en los que se han implantado.
Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo, que tiene como misión promover la justicia social para los trabajadores de todo el mundo mediante políticas y normas que contribuyan a mejorar sus condiciones de
trabajo y de vida, ha integrado en sus actividades la problemática de los trabajadores de edad desde hace mucho tiempo. En 1980, por ejemplo, se aprobó una “Recomendación sobre trabajadores de edad”, que tiende a proteger
sus derechos en cuanto a la igualdad de trato y a asegurar la cobertura de sus
necesidades específicas.
Más allá de la mejora de las condiciones de trabajo, la cuestión del envejecimiento de la población mundial y sus consecuencias socioeconómicas
afectan de lleno la labor de la OIT, tanto en el empleo como en la protección
social. El objetivo estratégico global de creación de “trabajo decente”, establecido por Juan Somavía, el nuevo Director General, y respaldado en la última Conferencia de la OIT, de junio de 2001, se enmarca en una perspectiva
de transformación demográfica de nuestras sociedades.
Con relación a la Asamblea Mundial del Envejecimiento, los puntos más
relevantes de atención de la OIT fueron los relacionados al ámbito del empleo:
formación continua de los trabajadores mayores; potencial de las tecnologías
de información y comunicación para la población mayor; discriminación laboral por edad; sistemas flexibles de empleo y jubilación, y, en el ámbito de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
49
la protección social, viabilidad de los sistemas de pensiones, financiación de
los gastos sanitarios y trabajadores migrantes envejecidos, junto con una preocupación transversal por las cuestiones de género y de desarrollo.
También, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) ha puesto atención a la problemática del envejecimiento y, en específico, a la población rural como un elemento decisivo del cambio demográfico de las regiones en desarrollo. Según este organismo, en función de las circunstancias socioeconómicas, el envejecimiento puede tener
repercusiones negativas o positivas en la agricultura y el desarrollo rural. En
algunas circunstancias, el envejecimiento puede intensificar la escasez de
mano de obra agrícola y agravar los problemas rurales existentes, mientras
que, por otro lado, el paso a estructuras de mayor edad también puede abrir
nuevas opciones al desarrollo rural.
Por ello, la FAO lleva a cabo estudios y brinda asistencia a los países en el
examen y la formulación de políticas y estrategias dirigidas al logro de medios de vida sostenibles. Los responsables de elaborar las políticas necesitan
conocer las oportunidades y los retos que representa el envejecimiento de la
población rural.
Según la FAO, las estrategias de desarrollo sólo pueden tener éxito si se
aprovecha el recurso que representan las personas de más edad y si se les proporciona el apoyo adecuado. Por ello, el Departamento de Desarrollo Sostenible (DS) se encarga de formular políticas, estrategias y metodologías para
fomentar la participación activa de los campesinos —hombres y mujeres—
en el desarrollo agrícola y rural. Dentro del Departamento de Desarrollo Sostenible, el Servicio de Población y Desarrollo ofrece información y asesoramiento a los Estados miembros de la FAO sobre cuestiones de población en
la medida en que dichas cuestiones se relacionan con la seguridad alimenticia y el desarrollo rural.
2.2. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA DE LAS PERSONAS
DE EDAD EN LAS PRINCIPALES CUMBRES
MUNDIALES DE DERECHOS HUMANOS
2.2.1. CONFERENCIAS MUNDIALES SOBRE DERECHOS HUMANOS
La década de los noventas se caracteriza por una intensa promoción de los
derechos humanos a través de cumbres mundiales de Naciones Unidas sobre
50
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
temas relacionados. En dicha década evolucionó el concepto de los derechos
humanos. Además, los mismos se diversificaron para incluir y proteger aspectos específicos de ciertos grupos, en especial de aquellos que estaban en
situación de desprotección, como es el caso de las personas de edad.
La Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena, Austria, del 14 al 25 de junio de 1993, fue uno de los grandes parteaguas en
cuanto a la inserción de los derechos de los grupos en situación de vulnerabilidad.
Antes de la Conferencia de Viena, con motivo del vigésimo aniversario de
la Declaración Universal de Derechos Humanos, se llevó a cabo en Teherán,
Irán, en 1968, otra conferencia como la principal actividad del Año Internacional de los Derechos Humanos, que dio como resultado la Proclamación de
Teherán.
La Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena fue una reafirmación importante de la universalidad y función central de los derechos humanos que estaban siendo vulnerados en muchas partes del mundo. Esta conferencia evaluó el progreso realizado desde la adopción de la Declaración
Universal de Derechos Humanos en 1948, e identificó los obstáculos y las
formas de superarlos.
En la Conferencia de Viena, 171 países aprobaron por consenso la Declaración y el Programa de Acción de Viena, que esboza un plan para fortalecer
la aplicación de los derechos humanos y destaca la relación entre la democracia, el desarrollo y la promoción de los mismos. En este orden, marca importantes avances, como:
• Destacar la universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales.
• Aceptar la legitimidad de la preocupación de la comunidad internacional por proteger y promover los derechos humanos.
• Reconocer la legitimidad del derecho al desarrollo.
• Destacar los derechos humanos de los grupos particularmente vulnerables, tales como mujeres, poblaciones indígenas, niños, personas con discapacidad, detenidos, víctimas de desapariciones forzosas y trabajadores migrantes y sus familias.
• Poner mayor énfasis en los derechos humanos de la mujer, instituyendo, incluso, un Relator especial sobre la violencia contra la mujer.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
51
• Señalar que la extrema pobreza y la exclusión social son una “violación
de la dignidad humana”, por lo que se deben tomar medidas para combatirla.
• Formular recomendaciones concretas para el fortalecimiento y la armonización de los órganos de derechos humanos, así como para velar por
la mejor coordinación de programas de las Naciones Unidas y supervisar la puesta en marcha del “Programa de Acción”.
En materia de personas de edad, la Declaración y el Plan de Acción de la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena sostuvo la necesidad
de dar importancia a la promoción y protección de los derechos humanos de
las personas pertenecientes a grupos que han pasado a ser vulnerables. Para
ello, en el plano nacional los Estados tienen la obligación de adoptar y mantener medidas adecuadas en materia de educación, salud y apoyo social, para
promover y proteger los derechos de los sectores vulnerables de su población
y asegurar la participación de las personas pertenecientes a esos sectores en
la búsqueda de una solución a sus problemas. También se insistió en que se
fortaleciera y afianzara una sociedad civil pluralista que protegiera a los grupos que han pasado a ser vulnerables.
Desde la perspectiva demográfica y de derechos humanos, la Conferencia
Mundial sobre Población y Desarrollo (CIPD) también aborda el tema de las
personas de edad. Esta conferencia tuvo lugar en El Cairo, del 5 al 13 de septiembre de 1994, y fue organizada por una secretaría compuesta por la División de Población del Departamento de Políticas e Información Económica y
Social y el Fondo de Población de las Naciones Unidas. La CIPD fue la conferencia intergubernamental relacionada con la población más grande jamás
llevada a cabo, pues más de 180 Estados participaron en las negociaciones
para finalizar el Programa de Acción en el área de población y desarrollo para
los siguientes 20 años.
En la conferencia de 1994 se acordó que la población y el desarrollo están
indisolublemente unidos y que dotar de mayor poder a la mujer y tomar en
cuenta las necesidades de la gente en lo relativo a educación y salud, incluyendo la salud reproductiva, son necesarios para el avance individual y el
desarrollo balanceado. Avanzar en la equidad de género, eliminar la violencia contra las mujeres y asegurar la habilidad de las mujeres para controlar su
propia fertilidad son las piedras angulares de las políticas de población y desarrollo. Las metas concretas se centraron en proveer educación universal y
52
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
cuidado a la salud reproductiva que incluya la planeación familiar, así como
en reducir la mortalidad materna e infantil.
La CIPD adoptó un Programa de Acción para los siguientes 20 años, donde se especifica un conjunto de metas precisas que todos los países se comprometen a conseguir en el área de la salud, de la mejora de la condición de la
mujer y del desarrollo social.
Los objetivos fijados fueron:
• Permitir, antes de 2015, el acceso universal a los servicios de salud reproductiva, incluyendo la planificación familiar y la salud sexual.
• Asegurar la educación primaria para todos antes de 2015 e intentar suprimir la diferencia entre las tasas de escolarización de los niños y de
las niñas en la enseñanza primaria y secundaria.
• Reducir a menos de 35 por 1,000 de nacidos vivos la tasa de mortalidad
infantil y a menos del 45 por 1,000 la tasa de mortalidad de los niños
menores de cinco años antes de 2015.
• Disminuir las tasas de mortalidad materna de 1990 a la mitad antes de
2000, y otra vez a la mitad antes del 2015.
• Elevar la esperanza de vida a 75 años o más, antes de 2015.
El Programa de Acción se realizó sobre la base del Plan de Acción adoptado
en la Conferencia Mundial de Población, celebrada en Bucarest en 1974, y
las recomendaciones adoptadas en la Conferencia Internacional sobre Población, llevada a cabo en México en 1984. También tomó en cuenta los resultados de la Cumbre Mundial para la Infancia (1990), la Conferencia de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo y la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos (1993).
En materia de personas de edad, la conferencia se acerca a la problemática que ha existido en términos demográficos y sus consecuencias sociales.
Esta conferencia precisa que la disminución de la fecundidad, combinada
con la constante reducción de la mortalidad, ha producido cambios fundamentales en la estructura por edades de la población en la mayor parte de las
sociedades, y sostiene que se han registrado aumentos de la proporción y el número de personas de edad, así como un número creciente de personas de edad
muy avanzada.
En las regiones más desarrolladas, aproximadamente una de cada seis personas tiene al menos 60 años; la proporción se acercará a una de cada cuatro
personas para el año 2025. La situación de los países en desarrollo en los que
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
53
se ha registrado una rápida disminución de fecundidad merece particular atención. En la mayoría de las sociedades, las mujeres viven más años que los hombres, ocasionando que su situación sea de mayor vulnerabilidad. El aumento
sostenido de los grupos de edad en las poblaciones nacionales, tanto en valores absolutos como con la población en edad de trabajar, tiene importantes
repercusiones en muchos países, en particular sobre la viabilidad futura de
las modalidades oficiales y no oficiales de asistencia a las personas de edad.
Las consecuencias económicas y sociales de este “envejecimiento de la población” representan, a la vez, una oportunidad y un problema para todas las sociedades. Muchos países reconsideran sus políticas a la luz del principio de
que la población de personas de edad constituye un componente valioso e importante de los recursos humanos de que dispone una sociedad. Asimismo,
intentan determinar la mejor forma de ayudar a las personas de edad con necesidades de apoyo a largo plazo.
Además de lo anterior, entre sus principales objetivos está el tema del envejecimiento, abordado por la Conferencia del Cairo con una serie de directrices:
a) Aumentar, mediante los mecanismos adecuados, la autonomía de las
personas de edad y crear condiciones que mejoren su calidad de vida y
les permitan trabajar y vivir en forma independiente en sus propias comunidades tanto tiempo como puedan o deseen.
b) Establecer sistemas de atención a la salud y sistemas de seguridad económica y social para las personas de edad, según proceda, prestando
especial atención a las necesidades de las mujeres.
c) Establecer un sistema de apoyo social, en los planos oficial y no oficial,
con vistas a aumentar la capacidad de las familias para hacerse cargo de
las personas de edad.
Asimismo, la Conferencia de El Cairo afirma que todos los niveles de la
administración que se ocupan de la planificación socioeconómica a mediano
y a largo plazos deberían tener en cuenta la proporción y el número creciente
de personas de edad en la población. Los gobiernos deberían establecer sistemas de seguridad social que aseguren una mayor unidad y solidaridad intergeneracional e intrageneracional, y que presten apoyo a las personas de edad
mediante la protección y promoción de las familias de varias generaciones y
la prestación de apoyo y de servicios a largo plazo al creciente número de
personas de edad más débiles.
54
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
La Conferencia de El Cairo se preocupa por incentivar y apoyar a la ciudadanía de los adultos mayores al promover que los gobiernos traten de aumentar las capacidades de las personas de edad para valerse por sí mismas y para
que puedan seguir participando en la sociedad. También refiere que en consultas con esas personas, los gobiernos busquen garantizar las condiciones
necesarias para que puedan llevar una vida independiente, saludable y productiva, y hagan uso cabal de las aptitudes y facultades que hayan adquirido a lo
largo de su vida en beneficio de la sociedad. Habría que reconocer y promover debidamente la valiosa contribución de las personas de edad a la familia
y a la sociedad, especialmente su función de voluntarios y de personas que
cuidan a otros.
Esta conferencia mundial profundiza de manera singular el tema de las
personas de edad y propone que, en colaboración con las Organizaciones No
Gubernamentales y el sector privado, los gobiernos deberían fortalecer los
sistemas de apoyo y seguridad para las personas de edad, tanto oficiales como
no oficiales, así como eliminar todas las formas de violencia y discriminación
contra ellas en todos los países, prestando especial atención a las necesidades
de las mujeres de edad.
A pesar del análisis que llevó a cabo la Conferencia Mundial de El Cairo
en materia de envejecimiento y la situación mundial de las personas de edad,
Naciones Unidas ubica el tema de los derechos humanos de las personas
mayores a partir de ciertos postulados emanados de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, que se llevó a cabo del 6 al 12 de marzo de 1995 en
Copenhague.
La cumbre contó con la participación de 117 jefes de Estado y de gobierno, junto con ministros de otros 69 países, quienes aprobaron documentos en
los que se comprometieron a intentar resolver los graves problemas sociales
del mundo, abordando tres cuestiones fundamentales para los Estados:
• La erradicación de la pobreza.
• La promoción del pleno empleo.
• El fomento de la integración social, especialmente de los grupos más
desfavorecidos.
La cumbre marcó el surgimiento de una voluntad colectiva de asignar al
desarrollo social una de las principales prioridades en las políticas a nivel nacional e internacional y situar a la persona humana en el centro de las actividades de desarrollo.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
55
La Conferencia de Copenhague, al hacer referencia a la situación social
existente en el mundo, establece que es cada vez mayor la incertidumbre de mucha gente, particularmente la que está en situación vulnerable, respecto de su
propio futuro y el de sus hijos, y destaca que las personas de edad pueden ser
particularmente vulnerables a la exclusión social, la pobreza y la marginación,
en todos los países.
Por lo anterior, el marco para la acción elaborado en Copenhague tuvo
entre sus prioridades mejorar las posibilidades para que los ancianos pudieran lograr una mejor vida. Esta acción se quiso desarrollar dentro del rubro
de grupos en situación de vulnerabilidad, que en ese entonces se conocía
como “grupos vulnerables”. En la Cumbre de Copenhague no se desarrollaron de manera específica, como en posteriores ocasiones, los derechos humanos de las personas de edad, sino que se incluyeron dentro del rubro de
grupos vulnerables.
Entre los compromisos establecidos por los Estados parte destacó la necesidad de la creación de un entorno económico, político, social, cultural y
jurídico que permita el logro del desarrollo social. Se mencionó que estos
esfuerzos debían incluir la eliminación del hambre y la malnutrición; el establecimiento de la seguridad alimenticia; el suministro de educación, empleo
y medios de vida; servicios de atención primaria de la salud, incluida la salud
reproductiva, el agua potable y el saneamiento; vivienda adecuada, y oportunidades de participación en la vida social y cultural. Se reconoció la importancia de dar prioridad a las necesidades y a los derechos de los grupos
vulnerables y desfavorecidos.
En la Cumbre de Copenhague se hace referencia específica a las personas de edad al reconocer la contribución de las personas de todas las edades
como iguales y decisivamente importantes para la construcción de una sociedad armoniosa, además de precisar la necesidad del diálogo entre las distintas generaciones en todos los sectores de la sociedad. Asimismo, entre los
compromisos de la cumbre destaca la urgencia de formular políticas que aseguren la protección económica y social adecuada durante la viudez, la discapacidad y la vejez.
En cuanto a las medidas para grupos en situación de vulnerabilidad, en los
compromisos derivados de esta cumbre se hace un llamado para crear políticas en el plano nacional para mejores políticas de trabajo, la plena inserción
en la economía de este grupo, así como la promoción de su integración social
basadas en la protección de todos los derechos humanos.
56
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Para el Programa de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social sólo se puede alcanzar el desarrollo social a través de la promoción y
protección de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales,
incluido el derecho al desarrollo como parte integrante de los derechos humanos. Este programa político internacional hace referencia a las personas
de edad como particularmente vulnerables a la pobreza, que representa una
barrera que dificulta el acceso a los servicios y que conlleva importantes riesgos para la salud, así como situaciones de catástrofes y conflictos.
Posteriormente a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, el tema del
envejecimiento se relacionó de manera transversal con otros rubros abordados por las cumbres mundiales. La mujer de edad, por ejemplo, así como el
papel de las mujeres en el cuidado de los ancianos, fue abordado en la Cuarta
Conferencia Mundial sobre la Mujer (también conocida como la Conferencia de Beijing), que tuvo lugar en Beijing, China, del 4 al 15 de septiembre de
1995.
En la Plataforma de Acción de la Conferencia de Beijing se establece que
en muchos países en desarrollo entre 45 y 50% de la población tiene menos
de 15 años, mientras que en los países industrializados están aumentando
tanto el número como la proporción de personas de edad. Según proyecciones de las Naciones Unidas, 72% de la población mayor de 60 años estará
viviendo en los países en desarrollo para el 2025, y, de ese total, más de la
mitad serán mujeres. El cuidado de los hijos, los enfermos y las personas de
edad son una responsabilidad que recae desproporcionadamente sobre la mujer debido a la falta de igualdad y a la distribución desequilibrada del trabajo
remunerado y no remunerado entre la mujer y el hombre.
En Beijing, el tema del envejecimiento se relacionó con la salud. El aumento de la esperanza de vida y el número cada vez mayor de ancianas implica poner atención al tema de la salud de las mujeres de edad avanzada. Las
perspectivas a largo plazo de la salud de la mujer sufren transformaciones en
la menopausia que, sumadas a afecciones crónicas y a otros factores, como la
mala nutrición y la falta de actividad física, pueden aumentar el riesgo de
enfermedades cardiovasculares y osteoporosis. También merecen una atención particular otras enfermedades asociadas con el envejecimiento y las relaciones entre el envejecimiento y la discapacidad de la mujer. Tema innovador también fue el relacionado con los derechos reproductivos de las personas
de edad, así como la afirmación de que este sector de la población es particularmente vulnerable a la violencia.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
57
Ante tal problemática, la Plataforma de Acción sugiere que los gobiernos
otorguen préstamos de apoyo a los programas de las mujeres ancianas para
que así mejoren su autosuficiencia, y para que tengan pleno conocimiento de
sus derechos y acceso al recurso jurídico contra las violaciones a los mismos.
La perspectiva que tiene la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas
sobre los Asentamientos Humanos, Hábitat II Estambul, que se llevó a cabo
en Turquía, los días 3 al 14 de junio de 1996, también es interesante. El Programa Hábitat: Plan de Acción Mundial, establece que las personas mayores
tienen derecho a llevar una vida satisfactoria y productiva para tener oportunidades de participar plenamente en sus comunidades y en las decisiones
relativas a su bienestar, especialmente a sus necesidades de vivienda. Deben
reconocerse y valorarse sus múltiples contribuciones a los procesos políticos, sociales y económicos de los asentamientos humanos. Debe prestarse
especial atención a satisfacer las necesidades de evolución en materia de vivienda y movilidad, a fin de que puedan seguir teniendo una vida plena en su
comunidad.
Además, profundiza respecto a la necesidad de favorecer la participación
efectiva y en condiciones de igualdad de todas las personas, en particular las
que pertenecen a grupos vulnerables y desfavorecidos y las que viven en la
pobreza, en todas las actividades relacionadas con los asentamientos humanos, pues ello es la base de la conciencia cívica y debe recibir el impulso de
las autoridades nacionales. El Programa Hábitat proporciona un marco que
permite a los ciudadanos asumir responsabilidad en la promoción y la creación de asentamientos humanos sostenibles. Lo anterior es especialmente importante en cuanto a promover y alcanzar las metas de un acceso universal y
equitativo a una educación de calidad, al nivel más alto posible de salud física, mental y ambiental y al acceso equitativo de todos a la atención primaria
de la salud.
2.2.2. EL TEMA DE LAS PERSONAS DE EDAD EN EL SEGUIMIENTO
QUINQUENAL DE LAS CONFERENCIAS MUNDIALES
DE DERECHOS HUMANOS
No todas las cumbres mundiales de derechos humanos en la década de los
noventas mencionaron a las personas de edad, por lo que no es de extrañarse
que los seguimientos de las que lo hicieron tampoco le dieran tanta importan-
58
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
cia al tema del envejecimiento o de los derechos de las personas de edad como
un grupo en situación de desventaja.
En el examen quinquenal de la Conferencia de Viena (Viena +5), por ejemplo, donde se establece que, a nivel nacional, el examen puede estimular un
diálogo sobre los derechos humanos entre el gobierno y la sociedad, y alentar
con ello a los distintos departamentos del gobierno a centrarse en los derechos humanos, se procura detectar los problemas existentes y la indicación
de las buenas prácticas con el fin de que tenga un impacto positivo y duradero en la evolución de la situación de los derechos humanos.
A la luz de los informes ya disponibles, Viena +5 destacó las siguientes
buenas prácticas: a) la modificación de la legislación nacional en función de
los derechos humanos; b) la ampliación de la capacidad nacional en materia
de derechos humanos, en particular estableciendo o fortaleciendo instituciones nacionales de derechos humanos (comisiones nacionales y defensores
cívicos u Ombudsman); c) la concesión de protección especial a las mujeres,
los niños y los grupos en situación de vulnerabilidad; d) el desarrollo de programas de educación en derechos humanos, y e) la adopción de planes nacionales de acción.
Sin prejuzgar las conclusiones del proceso de examen, cabe señalar que
los progresos realizados en la aplicación no atienden de manera directa a las
personas de edad.
El seguimiento quinquenal de la Conferencia Mundial de Copenhague (Copenhague +5) no se aparta mucho de las anteriores conclusiones en lo relativo a las personas de edad. Cinco años más tarde de la Conferencia de Copenhague se celebró en Ginebra un periodo extraordinario de sesiones de la
Asamblea General, donde se reafirmó la importancia de crear sociedades más
equitativas y justas, desde el punto de vista social, y centradas en el ser humano. Se acordaron nuevas iniciativas entre las que destacan las siguientes:
• La elaboración de una estrategia internacional coordinada sobre el
empleo.
• La creación de fuentes innovadoras de financiación pública y privada
para los programas de desarrollo social y erradicación de la pobreza.
• La fijación —por vez primera— de un objetivo mundial de reducción
de la pobreza, consistente en reducir a la mitad, antes de que termine
2015, la proporción de la población que vive en condiciones de extrema pobreza.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
59
Después de esta cumbre se han puesto en marcha múltiples programas y
políticas nacionales, y entre los objetivos de políticas nacionales e internacionales se ha dado prioridad al desarrollo social. Asimismo, esta cumbre ha
dado como resultado que las Naciones Unidas den una nueva orientación a
sus actividades. Desafortunadamente, en el plano de las políticas nacionales no
siempre se retoman las directrices internacionales impuestas en estos foros.
La ONU tiene la responsabilidad de acrecentar la promoción de la importancia de los temas relacionados con los grupos en situación de vulnerabilidad
con relación a la esfera del desarrollo social.
Por otro lado, el seguimiento quinquenal de la Conferencia Internacional
sobre Población y el Desarrollo (Cairo +5), cuyos resultados pudieran ser
más fructíferos en materia de personas de edad, es nuevamente decepcionante en este sentido. El Programa de Acción fue examinado por la Asamblea General, reunida en una sesión extraordinaria en junio de 1999. Al evaluar los
progresos realizados y examinar las dificultades subsistentes, se presentaron
recomendaciones y fines prácticos para alcanzar los objetivos de la conferencia en los próximos 20 años. Esta evaluación fue el resultado de un largo
proceso que implicó la participación de ONG, jóvenes, parlamentarios, gobiernos y organizaciones internacionales.
Una revisión del progreso desde la Conferencia de El Cairo ha provisto de
creciente evidencia de que su agenda, práctica y realista, a pesar de todos los
obstáculos, está siendo puesta en práctica. La revisión incluyó informes de
los esfuerzos nacionales de implantación, reuniones de expertos globales y
un foro internacional en La Haya, organizado por el Fondo de Población de las
Naciones Unidas (UNFPA).34 La revisión culminó con una sesión especial de
34
“El UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, comenzó sus operaciones en
1969 con el nombre: Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población. Originariamente, el UNFPA era administrado por el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD). En 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas asignó al
UNFPA un papel rector dentro del sistema de las Naciones Unidas en lo concerniente a la promoción de programas de población. Un año después, en reconocimiento del aumento en sus
recursos y en la escala de sus operaciones, el UNFPA fue colocado directamente bajo la autoridad de la Asamblea General, en el mismo nivel que el PNUD y el UNICEF. El Consejo de
Administración del PNUD fue designado órgano rector del UNFPA, con sujeción a la orientación normativa general impartida por el Consejo Económico y Social, que proporciona
orientación en materia de políticas y vela por la aplicación de las políticas de la Asamblea General. En 1979, la Asamblea General estableció que el UNFPA era un organismo subsidiario
de la Asamblea. En 1980, el UNFPA pasó a ser miembro pleno del Comité Administrativo de
60
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 30 de junio al 2 de julio de
1999, la cual identificó acciones clave necesarias para llevar a cabo el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo y nuevos medios para medir el progreso hacia sus metas.
Entre las medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción de
la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo,35 en el apartado
B, sobre la modificación de la estructura por edades y envejecimiento de la
población, se establece la necesidad de que los gobiernos deban:
a) Seguir examinando las consecuencias económicas y sociales del cambio demográfico y las formas en que se relacionan con las cuestiones de
planificación del desarrollo y las necesidades de las personas.
b) Hacer hincapié en la promoción del diálogo entre las generaciones mediante una mejor comunicación y apoyo mutuo.
c) Fomentar investigaciones y elaborar estrategias para resolver los problemas que plantea el envejecimiento de la población. Invertir más recursos en investigaciones que tengan en cuenta las cuestiones relacionadas con el género, así como en impartir capacitación y desarrollar la
capacidad en materia de políticas sociales y atención de la salud de las
personas de edad, especialmente las que viven en la pobreza, las mujeres de edad y los derechos humanos. Asimismo, destaca la recomendación de fomentar el papel productivo y útil que puedan desempeñar
estas últimas en la sociedad y los sistemas de apoyo que mejoren la capacidad de las familias y comunidades para atender a los miembros de
más edad, especialmente a los afectados por el VIH/Sida.
Como se puede observar, tampoco fue prioritario el tema de personas de
edad para la Conferencia de El Cairo +5. Sólo al insertar esta problemática
Coordinación (CAC), que congrega a los jefes ejecutivos de todas las organizaciones integrantes de las Naciones Unidas, a fin de coordinar la labor de todo el sistema de las Naciones
Unidas. En 1987 cambió el nombre del UNFPA, que pasó a llamarse Fondo de Población de
las Naciones Unidas, pero sus siglas permanecieron invariables”. Ver UNFPA, “UNFPA en el
sistema de Naciones Unidas”, http://www.unfpa.org/spanish/about/unsystem.htm.
35
Informe del Comité Especial Plenario del Vigésimo Primer Periodo Extraordinario de
la Asamblea General, tema 8 del programa, examen y evaluación generales de la ejecución
del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo.
Asamblea General, Naciones Unidas. A/S-21/5/Add.l. 1 de julio de 1999.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
61
dentro de los grupos en situación de vulnerabilidad se trata de manera indirecta el tema de las personas de edad. Esta conferencia reconoce la necesidad
que tienen los gobiernos de eliminar los obstáculos para promover la solidaridad entre las generaciones y aumentar el bienestar de la sociedad. Para ello,
los Estados acordaron brindar educación permanente y posibilidades de reorientación profesional a las personas adultas mayores.
En cuanto a la revisión de la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de Naciones Unidas para la Mujer, conocida como “Beijing +5”,
se hacen novedosas aportaciones relativas a las mujeres de edad.
En el apartado sobre la mujer y la salud se menciona que se han ejecutado
programas para sensibilizar a los encargados de formular políticas públicas
sobre las necesidades de contar con programas sanitarios que abarquen todos
los aspectos de la salud de la mujer durante todo su ciclo vital. Lo anterior ha
contribuido a un aumento de la esperanza de vida en muchos países; asimismo, señala que se concede una mayor atención a la salud mental, a las condiciones sanitarias en el trabajo, a las consideraciones ambientales y al reconocimiento de sus necesidades concretas.
De igual forma, en el inciso III, respecto a los problemas que afectan actualmente a la plena aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de
Beijing, en el párrafo 39 se señala que en los países con economías en transición existen problemas que deben afrontar las mujeres, como el aumento de
las necesidades de atención de las personas de edad avanzada, sin un crecimiento acorde de la infraestructura necesaria.
También señala, en su párrafo 43, respecto de las tendencias demográficas
actuales, que éstas demuestran que la disminución de las tasas de fecundidad, el aumento de la esperanza de vida y la reducción de las tasas de mortalidad han contribuido al envejecimiento de la población y al aumento de las
afecciones crónicas. Lo anterior tiene repercusiones en los sistemas de atención de la salud y lo que se gasta en ello, y en los sistemas no estructurados
de atención de la salud y la investigación. En razón de la diferencia entre la
esperanza de vida de los hombres y las mujeres, ha aumentado considerablemente el número de viudas y solteras de edad avanzada, lo cual a menudo
fomenta su aislamiento social, así como otros problemas sociales. El documento agrega que los conocimientos y la experiencia de las mujeres de edad
avanzada pueden aportar son una importante contribución a la sociedad.
Además, en el párrafo 55 se señala la necesidad de fortalecer los esfuerzos
para ofrecer acceso equitativo en esferas tales como la enseñanza, los servi-
62
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
cios sociales y la salud. Son prioridades el acceso a la educación como un
derecho para las mujeres y las niñas y el disfrute del máximo grado de salud
física y mental y de bienestar a lo largo de todo el ciclo vital a través de una
atención médica adecuada, y universalmente accesible, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva, particularmente frente a la pandemia del
VIH/Sida.
Esta conferencia reconoce que las mujeres desempeñan un papel esencial
dentro de la familia y que siguen asumiendo una parte desproporcionada de
las responsabilidades domésticas y el cuidado de los hijos, los enfermos y las
personas de edad.
En conclusión, se puede detectar que en las cumbres de derechos humanos
de la década de los noventas, las personas de edad no fueron una prioridad en
sí, sino que se desarrollaron como uno más de los grupos en situación de vulnerabilidad. Lo anterior implica que en el discurso actual de los derechos humanos poco o casi nada se ha hecho sobre los derechos de este grupo en específico; por el contrario, se ha confundido con los demás postulados con los
que se relacionan los grupos en situación de vulnerabilidad. Entonces, el
tema de los derechos humanos de las personas de edad sólo se ha desarrollado como un apéndice de otros temas desde el punto de vista de la salud, la
demografía, el desarrollo social, la pobreza, las mujeres, etcétera. Por lo tanto, se puede considerar que para la formulación de las políticas públicas nacionales sobre personas de edad sería necesario retomar fundamentalmente
algunos de los postulados de las Conferencias de El Cairo, Copenhague y
Beijing, cuyas vertientes, recordaremos, son de desarrollo social, demográficas, y de género.
Lo anterior no obsta para que el tema del envejecimiento y de las personas
de edad no haya sido desarrollado en foros especializados, tal como se abordará en el capítulo posterior en cuanto a las Asambleas Mundiales sobre el
Envejecimiento patrocinadas por Naciones Unidas. Sin embargo, el hecho de
que las principales conferencias mundiales de derechos humanos no hayan
abordado adecuadamente estos temas ha provocado que los derechos de las
personas adultas mayores no tengan el mismo peso que el de otros grupos en
situación de vulnerabilidad. Consecuencia de ello es que los derechos humanos de estas personas no han sido plenamente abordados. Estas cumbres, al
no abarcar de manera integral la problemática con la que se enfrentan las personas de edad para acceder y hacer valer sus derechos, difícilmente profundizaron en el tema.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
63
2.3. ONG INTERNACIONALES
RECONOCIDAS POR NACIONES UNIDAS
El papel de la sociedad civil fue principalmente importante a partir de la década de los noventas para el reconocimiento internacional de los derechos
humanos de grupos en situación de vulnerabilidad. Fue la fuerza de la ciudadanía la que llegó a los foros internacionales con demandas específicas de las
personas a las que representaban. Formadas en las conocidas Organizaciones
No Gubernamentales (ONG), la sociedad civil organizada se constituyó para
actuar colectivamente, de manera independiente y autónoma de los intereses
públicos, con una propuesta ética para la sociedad.
Las ONG son una aportación de Naciones Unidas, y fueron nombradas así
por estar constituidas bajo un carácter independiente de sus posturas y de su
accionar con relación a sus gobiernos.36
A través de los años, las ONG han evolucionado para adquirir diversos
enfoques de desarrollo, pero en general se orientan a trabajar con los sectores
pobres y menos favorecidos, promoviendo su desarrollo socioeconómico, asistiendo sus necesidades básicas, apoyando la defensa de sus derechos o impulsando el desarrollo de nuevos temas y núcleos sociales.
Estas organizaciones participan en diferentes sectores de acuerdo con las
necesidades latentes. Entre los temas abordados están el desarrollo, los programas educativos, el cuidado de los niños y las niñas, el medio ambiente, las
mujeres, los ancianos y las ancianas, la salud, la alimentación, el cuidado de
los animales, los derechos humanos, etcétera.
La labor independiente de las ONG ha contribuido a fortalecer el programa de trabajo de las Naciones Unidas, cuya aportación ha sido reconocida
por el organismo internacional, creando un marco para el trabajo conjunto
con ellas. Para regular o calificar dichas organizaciones existe una resolución de Naciones Unidas37 que establece los requisitos necesarios para
que exista una relación más estrecha entre las ONG y Naciones Unidas.
Los dos órganos principales de Naciones Unidas que se encargan de las
relaciones con la sociedad civil son el Consejo Económico y Social (ECOSOC)
36
Emilienne de León Aulina, La relación entre Organizaciones No Gubernamentales y
agencias de cooperación: una alianza estratégica por construir. En http://www.icd.org.uy/
mercosur/informes/2000/leon1.html.
37
La Resolución 1996/31 del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU.
64
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
y el Departamento de Información Pública (DIP). Existen más de 1,500 organizaciones asociadas en cada uno de estos órganos.
El ECOSOC es el principal órgano coordinador de la labor económica y
social de Naciones Unidas y de las instituciones y organismos especializados
que constituyen el sistema de Naciones Unidas.38 Cuando dicho órgano otorga estatus consultivo a organizaciones internacionales no gubernamentales,
ello significa el reconocimiento oficial como consultoras de las Naciones
Unidas. Al poseer este carácter, las ONG pueden enviar observadores a las
reuniones públicas del Consejo y sus órganos subsidiarios, así como expresar por escrito sus opiniones sobre los asuntos pertinentes al Consejo.
El estatus consultivo de una ONG puede ser de tres tipos:39
• El estatus general se concede a las ONG internacionales que trabajan
de modo amplio casi todos los problemas en la agenda del ECOSOC.
• El estatus consultivo especial se concede a las ONG que tienen competencia en algunas de las áreas que trata el ECOSOC.
• El estatus de la lista se concede a las ONG que el ECOSOC considera
pueden hacer ocasionalmente contribuciones útiles a su trabajo.40
Son pocas las Organizaciones No Gubernamentales reconocidas por Naciones Unidas con estatus consultivo, pero definitivamente el trabajo que han
llevado a cabo no tiene precedentes en cuanto a la atención y promoción de
los derechos humanos de las personas de edad. Por lo anterior, el ECOSOC
ha otorgado el carácter de estatus consultivo general a 10 Organizaciones No
Gubernamentales, cuatro con estatus consultivo general, una con estatus consultivo especial y cinco con estatus consultivo de lista.
Las principales organizaciones dedicadas a las personas de edad y al envejecimiento en el mundo son American Association of Retired Persons (AARP),
Help Age International de Gran Bretaña, Caritas Internationalis y la organización International Federation on Ageing (IFA), que poseen estatus consultivo
general en el ECOSOC. Las dos primeras destacan por hacer investigación de
38
ABC de las Naciones Unidas. Nueva York, Departamento de Información Pública de
las Naciones Unidas, 1998, p. 13.
39
En julio de 1996 la Resolución de ECOSOC 1996/31 revisó los arreglos para las consultas de las ONG con el ECOSOC en el citado sentido.
40
“Las ONG y el Departamento de Información Pública de Naciones Unidas”. En http://
www.un.org/spanish/aboutun/ONGs/brochure.htm.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
65
punta sobre la situación de las personas de edad y llevar a cabo ayuda comunitaria.
AARP es una organización que representa a más de 35 millones de miembros y se dedica a atender las necesidades de aquellos estadounidenses jubilados de más de 50 años de edad, proporcionando servicios para mejorar la
calidad de vida de sus miembros. La trascendencia de esta organización se basa
en el intercambio de información sobre la problemática del envejecimiento
que posee con organizaciones de todas partes del mundo vinculadas con dicho tema.
Sobresale también la fundación llamada Andrus, mediante la cual AARP
obtiene subsidios para la investigación sobre el envejecimiento y la conducción de programas de información pública y otras iniciativas educativas que
elaboran temas relacionados con la seguridad financiera y la vida de las personas con problemas de salud crónicos. Su misión, en la difusión de información masiva sobre temas relacionados con el envejecimiento y las personas de
edad, se lleva a cabo a través de la producción de dos series transmitidas en
red por la radio nacional, conocidos como Prime Time y Mature Focus; además, tienen un programa piloto para incentivar la actividad física con el objetivo de promover un envejecimiento saludable.
En el segundo caso, Help Age International es una red mundial de organizaciones sin fines de lucro, que trabaja en más de 70 países sobre temas de
práctica y de política.41 Se constituye como una organización de desarrollo
que trabaja de manera práctica impulsando proyectos de políticas públicas que promuevan una mejor calidad de vida para las personas mayores en
desventaja en todo el mundo, dirigidos hacia la protección y respeto de los
derechos humanos básicos de las personas mayores.
Para lograr su objetivo, llevan a cabo servicios para las personas adultas
mayores e investigación sobre el envejecimiento. Esta organización ofrece
atención primaria de salud, incluyendo operaciones de cataratas y trabajo de
nutrición, así como ayuda básica de vivienda y agua.
La investigación y el desarrollo de políticas que realiza Help Age International con relación a temas centrales que afectan a las personas de edad se
41
Tiene una estructura de secretarías formada por cuatro centros regionales, nueve programas nacionales y de emergencia, una representante en Bruselas y una oficina en Londres.
También trabaja en América Latina a través de un centro de desarrollo regional ubicado en La
Paz, Bolivia. El centro regional trabaja activamente con sus contrapartes en Argentina, Chile,
Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, República Dominicana y Costa Rica.
66
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
basa en aspectos que tienen que ver con la nutrición, el VIH/Sida, la violencia, el abuso y el maltrato, así como en estudios sobre la situación de los
adultos mayores.
Además de las principales organizaciones mencionadas, también juega un
papel muy importante en la promoción de los derechos de las personas de
edad la organización Caritas Internationalis. Esta organización tiene una larga trayectoria. Fue fundada en Alemania en 1900 y desde entonces han creado varias sucursales alrededor del mundo.42 Caritas Internationalis es una
confederación de 154 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social dirigido al sector más pobre de la población en 198 países y territorios, representando así una de las más amplias redes humanitarias de
todo el mundo. Se arraiga en la doctrina social de la iglesia, centrándose en la
dignidad humana.
Caritas combate la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación, y, entre sus labores más importantes está la habilitación de las personas
de edad pobres a participar plenamente en todos los asuntos que afectan sus
vidas, e intercede por ellos en los foros nacionales e internacionales.
Finalmente, la última Organización No Gubernamental con estatus de
consulta general es la Federación Internacional del Envejecimiento, conocida oficialmente como International Federation on Ageing (IFA) de Canadá.
Esta organización está formada por miembros voluntarios y se constituye por
aproximadamente 151 asociaciones que representan a personas mayores de
54 países del mundo. Entre sus objetivos se encuentra el intercambio de información y buenas prácticas entre individuos y organizaciones que trabajan
con personas mayores, para así aprender de sus experiencias.
Desde 1993 esta organización ha realizado diferentes conferencias mundiales en distintos países con temas dirigidos a las personas mayores. International Federation on Ageing no sólo posee estatus consultivo en el Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas (Comité Económico y Social),
sino también en la Organización Internacional del Trabajo (OIT); la Organización Mundial de la Salud (OMS); la Organización Educativa, Científica y
Cultural de Naciones Unidas (UNESCO); el Consejo para Europa, y en la Asociación Asiática del Sur para la Cooperación Regional (SARC).
42
Sucesivamente se crearon otras organizaciones nacionales: Caritas en Austria, en 1901;
en Estados Unidos, en 1903, y Catholic Charities, en 1910.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
67
Por otra parte, la única ONG para personas adultas que posee estatus consultivo especial en el ECOSOC es Retired and Senior Volunteer Program
International (RSVPI), de Estados Unidos. Esta organización está conformada por socios voluntarios y, como algunas de las organizaciones antes mencionadas, funciona principalmente para el intercambio de información respecto de servicios para personas de edad y sus mejores prácticas entre Estados
Unidos y otros países.
Su misión es apoyar y realizar programas para las personas mayores a
través de una red de organizaciones que utilicen las habilidades y el conocimiento que representan las experiencias de esta edad. Dentro de sus objetivos se encuentra aumentar el número de los individuos contratados activamente como voluntarios y preparar el cuerpo de prejubilados como activistas
voluntarios de la comunidad, proporcionando opciones de servicio flexibles
y oportunidades significativas del servicio.
Finalmente, las últimas Organizaciones No Gubernamentales a ser reconocidas por el ECOSOC son aquellas con estatus consultivo de lista. Como
ya se mencionó, son cinco: Help the Aged United Kingdom, del Reino Unido; International Association of Gerontology (IAG), de Canadá; International
Cremation Federation, del Reino Unido; National Council on the Aging, Inc.
(NCOA), de Estados Unidos, e International Federation of Multiple Sclerosis
Societies (MSIF), de Estados Unidos.
En el primer caso, Help the Aged tiene como misión asegurar el respeto de
los derechos de las personas mayores, trabajando con ellas para defender sus
necesidades de modo que puedan mejorar sus vidas. Este objetivo es logrado
a través de la investigación y haciendo campañas a través de las siguientes
prioridades: combatir la pobreza y reducir el aislamiento en el que viven las
personas de edad, derrotando el envejecimiento y estándares pobres.
En el segundo caso, la Asociación Internacional de Gerontología,43 fundada desde 1950, tiene como principal interés promover la investigación gerontológica en asuntos internacionales.44
43
Los miembros de IAG son organizaciones multidisciplinarias nacionales, enfocadas a
la investigación y al entrenamiento en gerontología. El IAG tiene miembros en más de 60
países en cinco regiones: África, Asia-Oceanía, Europa, Latinoamérica y Norteamérica. Hay
dos comisiones permanentes de IAG: la Red Internacional para la Prevención de Abusos contra Personas Mayores (INPEA) y el Consejo Internacional de las Organizaciones del Estudiante de Gerontología.
44
De 1997 a 2001 asesoró al Programa de Naciones Unidas sobre Envejecer en el Desarrollo, de una agenda de la investigación en envejecer para el siglo XXI; en abril de 2002, fue
68
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
La tercera organización, con carácter de lista, es la Federación Internacional de la Cremación, que principalmente se dedica a promover esta práctica.
Para ello, difunde los beneficios de este procedimiento, así como también
impulsa la liberación de restricciones legales en los países donde todavía
existen. Cuenta con cuatro comisiones económicas, regionales para África,
Europa, América Latina y Asia y el Pacífico.
También posee estatus de lista la organización National Council on the
Ageing, asociación privada de 3,500 organizaciones con centros de servicio
para personas adultas mayores. NCOA es parte de una red de más de 17,000
organizaciones, profesionales y voluntarios especializados, abastecedores de
servicio, grupos de consumidores, negocios, agencias, grupos religiosos y
organizaciones voluntarias, que tiene por objeto promover la dignidad, la
autodeterminación, el bienestar y las contribuciones para las personas mayores; entre las investigaciones que realizan se encuentran temas de salud.
Finalmente, la quinta organización con estatus de lista es International
Federation of Multiple Sclerosis Societies, formada por 42 asociaciones de
médicos con más de 100 expertos en esclerosis múltiple. Esta organización
da consultoría en cuestiones de investigación médica sobre la enfermedad, y
proporciona información y servicios profesionales a diferentes asociaciones
nacionales de esclerosis múltiple en todo el mundo. El objetivo de esta federación es eliminar la esclerosis múltiple y sus consecuencias.
Entre sus proyectos se encuentra el Centro Sylvia Lawry para la investigación de la esclerosis múltiple y, para desarrollar futuros tratamientos de
manera más rápida y a un menor costo, dicho proyecto combina la informática con las matemáticas y la medicina.
De lo anterior se desprende que las Organizaciones No Gubernamentales
más importantes en materia de tercera edad y envejecimiento siguen proviniendo de países industrializados, y que el trabajo de intercambio de información suele ser uno de los pilares de su fortaleza. Organizaciones como Help
Age y AARP tienen especial interés en países en desarrollo y aquellas regiones que viven situaciones críticas, ya sea por cuestiones de pobreza o desastres. Estos son los principales objetivos para el intercambio de experiencias.
el anfitrión en el foro de Valencia, que proporcionó la entrada experta en la Segunda Asamblea
Mundial del Envejecimiento; en 2002 el IAG estableció el Consejo Internacional de las Organizaciones del Estudiante de Gerontología (ICGSO) para aumentar la implicación de
estudiantes en gerontología mundial.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
69
Sería importante fomentar la creación de Organizaciones No Gubernamentales en México que se vieran beneficiadas de este tipo de intercambio de información con el fin de que existiera la posibilidad de ser parte de las opiniones
sobre el tema del envejecimiento en los países en desarrollo. El hecho de que
Naciones Unidas no reconozca estatus consultivo a las Organizaciones No Gubernamentales de países en desarrollo afecta, en gran medida, la visión dinámica que tiene la sociedad civil de estas regiones en cuanto al tema del
envejecimiento. Esto trae como consecuencia que las políticas sobre el envejecimiento no se vean enriquecidas por la opinión de la sociedad civil ni de
expertos nacionales ni internacionales.
CAPÍTULO III
PRINCIPALES INSTRUMENTOS
INTERNACIONALES EN MATERIA DE DERECHOS
HUMANOS DE LAS PERSONAS DE EDAD
3.1. INSTRUMENTOS INTERNACIONALES
DE DERECHOS HUMANOS
En el derecho internacional no existe un término preciso para referirse a los
instrumentos o tratados internacionales. Se utilizan como sinónimos las palabras tratados, convenios, acuerdos y protocolos. La Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados expone claramente que por tratados se debe
entender “un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos
o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular”.45
De acuerdo con Paul Reuter, un tratado es “una manifestación de voluntades concordantes, imputables a dos o más sujetos de derecho internacional
y destinadas a producir efectos jurídicos de conformidad con las normas de
derecho internacional”.46 En el presente capítulo haremos referencia a los instrumentos o tratados sobre derechos humanos, porque son la base para la legislación nacional y las políticas en esta materia.
Los principales instrumentos internacionales de Naciones Unidas sobre derechos humanos no han prestado la suficiente atención al sector de las personas de edad. Parece significativo el hecho de que la Declaración Universal
de Derechos Humanos no haga referencia a la discriminación con razón a la
edad. Indicativo de esto es que, en su segundo artículo, se nos señale expresa45
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, U. N. Doc A/CONF.39/27 (1969),
1155 U. N. T. S. 331, artículo 2, fracción 1, inciso (a).
46
Paul Reuter, Introducción al derecho de los tratados. México, UNAM, Facultad de
Derecho, FCE, 1999, p. 45.
[71]
72
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
mente la posibilidad que exista discriminación por razón de edad. Este artículo
indica que “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados
en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
Esta omisión se refleja también en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Sólo con una interpretación generalizada de este artículo
podría encuadrarse la discriminación por razón de edad al hacer referencia a
la discriminación por “otra condición” que menciona dicho artículo. No obstante, vemos que no existe instrumento alguno respecto a la discriminación
por razón de edad, lo que no es un hecho aislado, sino resultado de la ausencia de su reconocimiento en la Declaración Universal, en la cual se basan los
instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
No tomar en consideración a las personas de edad genera un gran vacío de
este tema en los ordenamientos del derecho positivo. Las garantías que se
deriven de estas normas tendrían que considerar la realidad de este sector de la
población, a fin de evitar la segregación por cuestiones de edad.
3.2. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
EN EL SISTEMA DE NACIONES UNIDAS
Si bien es cierto que las Naciones Unidas no han dado la importancia requerida al tema de los derechos humanos de las personas de edad, no se puede
decir que hayan olvidado por completo este tema. Desde 1948, la Asamblea
General ha intentado velar por los derechos humanos de este sector de la
población sin tanto éxito como el requerido. Fue precisamente en aquel año
cuando se aprobó la Resolución 213 (III) relativa al proyecto de declaración
de los derechos de la vejez. No obstante, el tema fue abordado sólo de forma
indirecta por la Asamblea y por los organismos interesados en las cuestiones
sociales. Fue hasta 1977 cuando los derechos de las personas adultas mayores se abordaron de forma directa, al hacer énfasis en que era necesario organizar una asamblea mundial sobre las personas de edad, decidiendo llevarla a
cabo en 1982. A continuación se detallarán las medidas para la atención de
las personas de edad.
Además, es necesario señalar que Naciones Unidas ha celebrado dos importantes conferencias en materia de envejecimiento, en las que se han desa-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
73
rrollado temas relativos a las personas de edad y al proceso de envejecimiento. Estas conferencias se han celebrado con un distanciamiento de 20 años: la
primera tuvo lugar en Viena, en 1982, y la segunda en Madrid, en 2002.
Como producto de cada una de ellas se generaron Planes de Acción que serán
analizados en el siguiente apartado.
También tuvieron que pasar diez años entre el primer Plan de Acción de la
Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, para que Naciones Unidas promoviera nuevamente el tema de las personas mayores. El 14 de diciembre de 1990 la Resolución 45/106, de la Asamblea General, designó el 1
de enero como el Día Internacional de las Personas de Edad. Asimismo, este
organismo solicitó contribuciones destinadas al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para el Envejecimiento, a fin de apoyar proyectos en beneficio
de las personas mayores en los países en desarrollo.
Además de estas grandes conferencias, donde el tema del envejecimiento
se ha desarrollado de manera específica, los Principios de Naciones Unidas a
Favor de las Personas de Edad destaca como el instrumento más importante
que existe para este grupo de personas. Este instrumento declarativo, aprobado en 1991, enuncia los derechos de este sector de la sociedad estableciendo
normas universales en cinco ámbitos principales: independencia, participación, atención, realización personal y dignidad. Los Principios de Naciones
Unidas a Favor de las Personas de Edad representa la aspiración de todo gobierno en cuanto a la satisfacción de tales postulados para sus adultos mayores. Este instrumento también será descrito en el siguiente apartado.
Otro instrumento declarativo sobre la materia es la Proclamación sobre el
Envejecimiento, aprobada en 1992 en una Conferencia Internacional sobre
el Envejecimiento, que tuvo lugar con motivo del décimo aniversario de la
Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. Dicha proclamación
establece la orientación general para seguir aplicando el Plan de Acción, además de proclamar 1999 como el Año Internacional de las Personas de Edad.47
Ese año tuvo como tema unificador la frase “Hacia una sociedad para todas
las edades”, y su observancia se llevó a cabo a través del estudio del tema en
cuatro dimensiones:
• La situación de las personas de edad.
• El desarrollo individual a lo largo de toda la vida.
47
DOC/A/50/114.
74
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
• Las relaciones entre generaciones.
• La relación entre desarrollo y envejecimiento de la población.
Entre los objetivos de ese año estuvo apuntar las políticas de inversión en
el desarrollo de vidas longevas y la coordinación de los efectos de la población con otras transformaciones, como la globalización y la revolución tecnológica.
Como podemos observar, la formulación de directrices en materia de personas de edad no ha sido muy prolífica. Cabe destacar que no existe siquiera
una declaración que contemple derechos de manera integral para las personas de edad, ni mucho menos una convención internacional. Aunque los Principios de Naciones Unidas a Favor de las Personas de Edad sirve de parámetro
a una serie de presupuestos para este grupo social, se puede decir que es
demasiado amplio y no abarca la problemática específica de estas personas.
Nada dice de asuntos como pobreza, seguridad social y salud que comprometa a los gobiernos de forma alguna por su índole meramente declarativa.
La misma falta de interés del Sistema Universal de Derechos Humanos respecto del tema de los derechos humanos de las personas de edad se ha visto
reflejado en los principales sistemas regionales. Lo anterior ha permitido que
en ocasiones no exista un consenso mundial con directrices mínimas para elaborar programas de trabajo político que contengan una visión de lo que se
pretende en cuanto a crear una sociedad para todas las edades.
Asimismo, destaca el hecho que se haya tardado 20 años en recobrar el interés que se tuvo en 1982 con la Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento para la celebración de la Segunda. ¿Es necesario que envejezca por
sí mismo el tema de los derechos humanos de las personas de edad para que
se desarrolle a nivel internacional?
3.3. INSTRUMENTOS DECLARATIVOS
EN MATERIA DE PERSONAS DE EDAD
Al no contar con instrumentos de carácter vinculatorio en materia de personas de edad, el presente apartado se dedicará a describir tres principales instrumentos existentes en materia internacional, en los cuales se pueden basar
los programas políticos nacionales que contemplen a las personas de edad o
al tema del envejecimiento: los Planes de Acción de las dos Asambleas Mun-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
75
diales sobre el Envejecimiento y los Principios de Naciones Unidas a Favor
de las Personas de Edad.
3.3.1. PLAN DE ACCIÓN SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
Sobresale el hecho de que el primer instrumento internacional en materia de
personas de edad sólo data de hace 20 años, siendo este el Plan de Acción
Internacional sobre el Envejecimiento (Resolución 37/51), aprobado por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en 1982. El Plan de Acción fue
adoptado por la Conferencia Mundial sobre el Envejecimiento, que tuvo lugar ese mismo año en Viena, Austria.
El citado instrumento, también conocido como Plan de Viena, pretendió
fortalecer la capacidad de los gobiernos y de la sociedad civil para dar atención al tema del envejecimiento de las poblaciones, y apunta al desarrollo
potencial y a las necesidades y dependencias de las poblaciones en general a
través de la cooperación internacional.
No obstante su objetivo original, el Plan de Acción se ajustó más a las
necesidades y circunstancias del mundo desarrollado, donde se evidenciaban
los signos más visibles de los cambios demográficos de esa época. El Plan incluye 62 recomendaciones para llevar a cabo investigaciones, recopilación
de estadísticas y su análisis, capacitación, educación y acciones específicas
en áreas como la salud y la nutrición, la protección de los consumidores, vivienda y medio ambiente, familia, seguridad social, seguridad de salario y empleo y educación.
De principio a fin, el Plan de Acción sobre el Envejecimiento destaca la
importancia de construir una sociedad para todas las edades, en donde la población que envejece pase a ser parte integrante del proceso de desarrollo a
todos los niveles.
Con vista a los preparativos de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, se realizó una encuesta entre los Estados miembros para recabar su opinión sobre los progresos realizados y los obstáculos encontrados en
la aplicación del Plan de Acción sobre el Envejecimiento, y, en general, se
concluyó que los progresos son desiguales y varían de un país a otro en función de la disparidad de los recursos disponibles, de las prioridades y de factores de otra índole.
76
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
3.3.2. LOS PRINCIPIOS DE NACIONES UNIDAS
A FAVOR DE LAS PERSONAS DE EDAD
Para dar continuidad a la preocupación por este sector de la población, en
1991 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó los Principios de
Naciones Unidas a Favor de las Personas de Edad, en su Resolución 46/91.
Este instrumento declarativo señala 18 principios englobados en cinco grandes rubros relacionados con la vida de las personas de edad, concibiéndolos
como derechos económicos y sociales. Al dividir dichos principios en cinco
áreas clave, se reflejan los principales intereses de las personas de edad. Estas directrices representan una base para diseñar programas que sean inclusivos, fundándose en valores y nuevos modelos de desarrollo.
El principio de independencia reconoce el deseo de las personas de edad de
mantener su autonomía el mayor tiempo posible, y está estrechamente vinculado al aseguramiento de su acceso a los derechos materiales básicos de alimentación, techo, agua, ingreso, educación, transporte y seguridad física.
El principio de atención reafirma el derecho de las personas de edad a ser
apoyadas, a que intervengan en la decisión sobre el tipo de atención que desean y necesitan, y a ser atendidas con consideración. Para la gran mayoría
de las personas mayores, el apoyo de la familia continúa siendo la principal
fuente de atención y cuidados en la tercera edad, y la atención institucional
de largo plazo sólo está al alcance de una mínima proporción de las personas de edad.
El principio de autorrealización reconoce que las personas mayores tienen derecho permanente a buscar oportunidades para fortalecer sus capacidades, mediante educación, capacitación, oportunidades de empleo y la oportunidad de participar en los asuntos de la comunidad.
El principio de dignidad reafirma que las personas mayores no deben ser
menospreciadas o tratadas de manera irrespetuosa. Las prácticas y conductas
ofensivas erosionan la dignidad. Las condiciones de vida difíciles y la falta de
acceso a los recursos materiales y sociales constituyen una afrenta contra la
dignidad de las personas mayores, al igual que su exclusión por razones de
edad, vulnerabilidad y discapacidad.
El principio de participación es la base de la realización de todos sus otros
derechos. Las necesidades y capacidades de las personas mayores deben ser
consideradas en la planificación y ejecución de todas las iniciativas locales,
nacionales e internacionales de investigación, desarrollo o de políticas y pro-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
77
gramas que les afectan. Su derecho a ser consultadas acerca de las decisiones
que se tomen debe ser reconocido.
Estos postulados abarcan, de manera general, derechos que deben respetarse en la vida de las personas adultas mayores, pero es necesario recordar
que su aplicación está limitada al presupuesto que los gobiernos de los Estados designen para su aplicación. Por tanto, los Estados no están obligados a
cumplir con los derechos económicos, sociales y culturales si no cuentan con
los recursos ni medios para hacerlo.
No obstante, los rubros de participación y dignidad son los únicos que
pueden considerarse dentro de los derechos civiles y políticos, entendiendo
por participación el derecho que tienen las personas de edad a colaborar activamente en la formulación y aplicación de las políticas que les conciernen, y
por dignidad el derecho que tienen para vivir una vida libre de violencia.
Por el contrario, los principios de independencia, cuidados y autorrealización, aunque son derechos en su mayoría fundamentales, se podrían considerar como meras sugerencias. Por la naturaleza del documento y de su
definición, estos derechos responden a aspectos económicos, sociales y culturales que pueden acabar siendo sólo buenas intenciones. Ejemplo de ello es
el principio de independencia, que por más que mencione el reconocimiento
respecto a que las personas de edad deben tener acceso a la alimentación, al
agua, a la vivienda, al vestuario y a la atención sanitaria adecuados, esto frecuentemente no es así para la gran mayoría de la población, menos aun para
quienes tienen más años.
Asimismo, el apartado sobre cuidados se refiere a vivir en familia, a tener
acceso a los servicios sanitarios y a disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales cuando residan en hogares o instituciones donde les
brinden cuidados o tratamiento; o el principio de autorrealización, que señala
que las personas de edad deben desarrollar plenamente su potencial a través
del acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de
la sociedad. Todos estos derechos dependen de los recursos económicos con
los que cuente el Estado para insertarlos en su agenda política, por tal motivo, difícilmente pueden hacerse valer en la realidad.
Aunque los derechos establecidos en los Principios de Naciones Unidas a
Favor de las Personas de Edad son el indicador de los derechos fundamentales de las personas mayores dentro de las legislaciones nacionales, esto no
puede ser declarado en las agendas nacionales sin antes reformular la erradicación de la pobreza en el resto de la población, ni en cuestiones como el
78
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
mejoramiento del sistema de salud o de la seguridad social, por poner algunos ejemplos. A nivel internacional, estos principios son principalmente valiosos como una serie de acciones internacionales que intentan promocionar
estos derechos.
A pesar del esfuerzo realizado por Naciones Unidas, estos principios no
son muy conocidos por la sociedad, por lo que tampoco se han aplicado o incorporado al derecho internacional de los derechos humanos. Lo anterior ha
tenido como consecuencia que las políticas públicas sobre el envejecimiento
no se hayan desarrollado de acuerdo con los estándares de los derechos humanos, y mucho menos han respondido a los compromisos internacionales en
materia de desarrollo social.
3.3.3. PLAN DE ACCIÓN DE MADRID
El Plan de Acción de Madrid, derivado de la Segunda Asamblea Mundial del
Envejecimiento, representa una síntesis de todo lo discutido en ese foro y en
sus preparativos, e incluso se retomaron algunos de los elementos que se discutieron en el foro de ONG.
La Segunda Asamblea Mundial del Envejecimiento surgió en medio de la
creciente preocupación por la rapidez y la magnitud actuales del envejecimiento en el mundo y su intensificación en los próximos decenios, especialmente en los países en desarrollo. Esta cumbre internacional tuvo lugar en
Madrid, España, del 8 al 12 de abril de 2002, y el objetivo principal de esa
asamblea fue elaborar una nueva estrategia internacional del envejecimiento para los próximos años, así como hacer un balance de los logros de los
diferentes gobiernos del mundo respecto del primer Plan de Acción Internacional sobre la materia.
El producto final de este encuentro fue una Declaración Política cuyo objetivo fue formular el Plan de Acción sobre el Envejecimiento 2002. Para la
redacción de la misma se contó con la participación de los representantes de
189 Estados miembros, entre los que destacan representantes de organismos
de Naciones Unidas, Organismos No Gubernamentales, grupos de expertos y
diversas instituciones interesadas en el tema. Esta Declaración Política maneja como principales puntos el de las personas mayores y el desarrollo, el
avance de la salud y el bienestar en el envejecimiento y la adaptación del
medio ambiente de apoyo.
Para llegar a tan importante documento se debe reconocer el trabajo previo que se llevó a cabo, destacando las aportaciones específicas del Foro de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
79
Expertos conocido como Foro de Valencia. En este congreso se reunieron cerca de 500 investigadores, educadores y profesionales y se presentaron más de
400 trabajos científicos. Además, del presente foro se derivó la Agenda de Investigación acerca del Envejecimiento-Siglo XXI, con el fin de proporcionar
a la Asamblea Mundial bases sólidas para apoyar sus deliberaciones sobre el
Plan de Acción sobre el Envejecimiento, ofreciendo, además, a la comunidad
científica, educativa y de servicios, un marco de referencia para la investigación y puesta en marcha del Plan de Acción.
El Foro de Valencia subrayó la relación entre pobreza, salud y vejez, y propuso enfoques posibles acerca de cómo enfrentar esta situación inhumana que
existe a nivel mundial, sobre todo en los países en desarrollo y con economías en transición. Se sugirió una visión renovada del envejecimiento que
considerara las realidades de un proceso biomolecular, fundamentalmente
genético, ligado a la posibilidad de alcanzar un envejecimiento y una vejez positivos, mediante cambios en el comportamiento y en las condiciones de vida,
así como la provisión de servicios y cuidados con calidad apropiada y financieramente eficaces. Además, llamó la atención sobre los procesos sociales y
económicos relacionados con el envejecimiento y los desafíos para mantener
el bienestar económico y el apoyo necesario para todos los ciudadanos en edad
mayor.
Entre otros temas clave, se presentaron datos sobre aspectos de género, el
abuso de adultos mayores, limitaciones sociales y del medio ambiente asociados con el envejecimiento y el verdadero valor de una población envejecida.
En el foro se trabajaron tres líneas prioritarias: envejecimiento y desarrollo,
salud y bienestar, y el entorno físico y social accesible y de apoyo.
En el citado foro también se presentó la Agenda de Investigación acerca
del Envejecimiento-Siglo XXI, y se solicitó a la asamblea aceptarla como una
herramienta para la aplicación y el monitoreo del Plan de Acción. Además, se
fomentó la investigación para continuar los estudios sobre políticas relacionadas con diferentes áreas del envejecimiento. La mencionada Agenda de Investigación identifica seis prioridades:
• Relaciones entre envejecimiento poblacional y desarrollo socioeconómico.
• Prácticas y opciones para mantener la seguridad económica en la vejez.
• Cambios en la estructura familiar, sistemas de transferencia intergeneracional y patrones emergentes de familia y dinámicas institucionales.
80
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
• Determinantes del envejecimiento saludable.
• Mecanismos biológicos básicos del envejecimiento y la vejez.
• Calidad de vida y envejecimiento en diferentes situaciones culturales,
socioeconómicas y ambientales.48
Todas estas sugerencias formuladas en el Foro de Valencia se vieron reflejadas en el Plan de Acción de Madrid. Este plan contiene una relación de 33
objetivos y 117 recomendaciones concretas, agrupados en tres prioridades:
• Personas mayores y desarrollo.
• Prolongación de la salud y el bienestar hasta la tercera edad.
• Entornos favorables y solidarios.
El Plan de Acción presenta la visión y los valores que deben caracterizar a
una sociedad para todas las edades. Hace un llamado a cambiar actitudes,
políticas y prácticas, de tal manera que el enorme potencial de las personas
mayores pueda ser aprovechado. El objetivo superior declarado del Plan de
Acción es asegurar que las personas, en todas partes, puedan envejecer con
seguridad y dignidad y continúen participando en sus sociedades como ciudadanos y ciudadanas con plenitud de derechos. Enfatiza el derecho de las
personas mayores al desarrollo, invoca a poner fin a la discriminación por
motivos de edad y subraya la necesidad de integrar el envejecimiento a las
agendas de desarrollo global.
Además, el Plan de Acción describe como indispensables la promoción y
la protección de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales,
incluyendo el derecho al desarrollo; el combate de la discriminación basada
en la edad y la promoción de la dignidad de la persona mayor; la integración
del envejecimiento en las agendas globales, y el reconocimiento de la capacidad de las personas mayores para contribuir a la sociedad.
En este documento, el envejecimiento se concibe como un proceso que varía de acuerdo con el tiempo y el espacio en el que se vive. De tal forma,
fuentes de situaciones conflictivas se detectan en cuanto al envejecimiento y
a su situación en los países pobres: la dependencia, la falta de infraestructura,
la discapacidad, los malos tratos y el nuevo papel que les toca desempeñar a
los adultos mayores en la sociedad.
48
En www.valenciaforum.com
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
81
Asimismo, los temas sobre mujeres, relaciones intergeneracionales, seguridad social y trabajo, financiación y financiamiento entre los países desarrollados y los menos desarrollados, y la pobreza, fueron algunas de las variables más sobresalientes de esta asamblea.
Un importante logro de esta asamblea fue dividir el análisis del envejecimiento de acuerdo con la región y su nivel de desarrollo. Esto significa que
no se incorporaron a todos los Estados dentro de un marco generalizado,
como se hizo en la Primera Asamblea Mundial. Por el contrario, se subrayó
la diferencia vivida en los países desarrollados, en desarrollo y los que tienen
economías en transición. De tal forma, se pudo observar que estos últimos
cuentan con poblaciones que envejecen con mayor rapidez, mientras que el
proceso de envejecimiento en los países desarrollados se debe, en gran parte,
a sus altos niveles de renta, a la existencia de sistemas democráticos y de derechos humanos consolidados, así como a sus sistemas de sanidad y seguridad social de protección públicos y estables. En los países desarrollados se
encuentra una menor discriminación por razones de edad, ya que los adultos
mayores ocupan trabajos de voluntarios y disfrutan de ofertas culturales cada
vez mayores.
En relación con la problemática del VIH/Sida, los países africanos señalaron la importancia de este punto para las personas mayores dentro del continente. Las personas de edad juegan un papel trascendente como cuidadores
de hijos con esta enfermedad y de los nietos que les sobreviven. Además, es
importante abordar el tema de las personas de edad que viven con esta enfermedad y que con frecuencia no se les diagnostica por confundirse con otros
padecimientos crónico-degenerativos.
La declaración surgida de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento señaló entre sus prioridades:
• El empoderamiento de las personas de edad.
• La incorporación del elemento de envejecimiento en las políticas sociales y económicas.
• La protección de personas de edad en situaciones de conflictos armados.
• La incorporación de las personas mayores en diferentes ámbitos sociales con el fin de aprender de sus experiencias e integrarse en temas sociales.
• La participación de las personas de edad en aspectos económicos, sociales y culturales.
82
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
• La necesidad de servicios básicos sociales, tomando en cuenta a las
personas mayores.
• El derecho progresivo a la salud mental y física.
• La importancia del papel de las familias, los voluntarios y las organizaciones civiles que trabajan con y para personas de la tercera edad.
• La solidaridad intergeneracional.
• El compromiso de los gobiernos para llevar a cabo el Plan de Acción
sobre el Envejecimiento con el auxilio de las organizaciones profesionales de investigación, de organizaciones de trabajadores, de cooperativas, de medios de comunicación, de instituciones académicas, religiosas y educativas.
El Plan de Acción concluye con una sección sobre ejecución y seguimiento. La idea del Plan de Acción es que sirva como una herramienta práctica
para ayudar a quienes diseñan las políticas a concentrarse en las prioridades
clave relacionadas con el envejecimiento, tanto a nivel individual como poblacional.
En conclusión, se observa que aunque el Plan de Acción de Madrid es el
documento más completo que ha sido acordado por los gobiernos de los Estados parte, es indispensable recordar que ni éste ni ninguno de los instrumentos en materia de envejecimiento son de carácter obligatorios. Por lo
anterior, aún no existen compromisos internacionales formales, legalmente
hablando, en esta materia, por los que se pueda obligar a los Estados a llevar
a cabo políticas que respeten los derechos humanos de las personas de edad.
Esto es grave, pero más grave aún es el hecho de que plataformas como el
Programa de Acción de Madrid no sean suficientemente conocidos por los
gobiernos de los Estados y, por lo mismo, no existan políticas que se dirijan
a las difíciles situaciones que atraviesan las personas de edad para hacer valer sus derechos o protegerlos de las constantes violaciones a sus derechos
humanos.
3.4. LEGISLACIÓN EN MATERIA DE ENVEJECIMIENTO
EN AMÉRICA LATINA
Independientemente del interés internacional en cuanto a las personas de edad,
algunos países han considerado necesario legislar al respecto creando la nor-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
83
mativa para su atención. En este sentido, se consideró especialmente importante para la presente investigación relacionar lo sucedido en Latinoamérica
para comparar cómo se atiende esta problemática en la región.
A continuación se hará el análisis de las legislaciones y políticas existentes en América Latina sobre las personas adultas mayores, a través de la experiencia de los siguientes países: Bolivia, Ecuador, Chile, Costa Rica, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela. Del universo analizado de leyes, destaca
que las legislaciones se dirigen en mayor parte no al envejecimiento sino a
las personas mayores de 60 hasta 65 años de edad, principalmente. De los
países señalados, no todos gozan de una legislación vigente en la materia. En
Venezuela, por ejemplo, se cuenta con un anteproyecto de ley y en Guatemala con directrices políticas.
También es notable el hecho de que rara vez se aborda la problemática de
las personas de edad de manera integral, pues, por lo general, se legisla sobre un
aspecto parcial de la vida de los adultos mayores, como puede ser vivienda,
seguridad social o, en su defecto, la creación de un órgano rector para las políticas de este sector de la población. Difícilmente son los derechos de las personas de edad el centro de dichas legislaciones.
Bajo estas características de concebir la problemática de las personas de
edad desde una vertiente única, se encuentran ejemplos como las legislaciones de Costa Rica, Ecuador y Uruguay, donde la primera sólo prevé las pensiones, la segunda hace referencia a exenciones económicas y la tercera a la
situación de las viviendas y los albergues.
Costa Rica cuenta con una ley que data de 1941, sobre vejez, invalidez y
muerte, la cual ha sido actualizada mediante una reforma en 1995, pero continúa siendo enfocada a la seguridad social. El órgano encargado de llevar a
cabo lo establecido por la ley es la Caja Costarricense del Seguro Social. Destaca, entre las prestaciones de la vejez, el hecho de que la pensión sea de 60%
del promedio de los ingresos de los 48 salarios mensuales más elevados durante los últimos cinco años de seguro. Además, se señala que si se difiere el
momento de disfrutar de la pensión, se aumentará un porcentaje mínimo de la
cantidad de la misma.
Por su parte, Ecuador tiene una Ley del Anciano, que se enfoca, de manera
predominante, a beneficios económicos, descuentos y exenciones de pagos,
como es el caso del pago de impuestos y servicios públicos y de transporte al
presentar su cédula de ciudadanía.
Además, Uruguay cuenta con un ordenamiento que se preocupa principalmente por dónde pueden vivir o permanecer las personas adultas mayo-
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
res. Su Ley Número 17.066, sobre la política general en materia de ancianidad —promulgada el 24 de diciembre de 1998 y publicada el 8 de enero de
1999—, considera que la institución encargada de velar por las personas
de edad es el sector salud y que, principalmente, se dedica a la supervisión de
hogares, residencias, centros diurnos y refugios nocturnos y servicios de inserción familiar.
Por otro lado, también existen leyes que se dirigen a las personas adultas
mayores a través de la creación de un órgano del gobierno dedicado a la creación y supervisión de dichas políticas. En Perú, el Plan Nacional para las
Personas Adultas Mayores 2002-2006 —Decreto Supremo Número 005-2002PROMUDEH—, define un marco conceptual sobre la población objetivo y
realiza un diagnóstico integral de la situación de las personas adultas mayores en ese país. Asimismo, establece principios, lineamientos y objetivos que
sirven como directrices orientadoras para su aplicación.
Sobresale el hecho que la institución responsable de llevar a cabo las políticas para las personas adultas mayores es el Ministerio de Promoción de la
Mujer y del Desarrollo Humano. Nuevamente se puede ver la decisión de
adoptar la visión de las personas de edad como un grupo en situación de vulnerabilidad que es atendido por un órgano que vela por otros grupos en esta
situación. La atención que se le presta a las personas de edad tiende a ser, de
esta forma, parcial e indirecta.
Para llevar a cabo una visión integral, este Plan Nacional ha elaborado políticas específicas en las cuales se consideran cuatro áreas que, a lo largo de
su elaboración y consulta, han sido identificadas como las más críticas: envejecimiento saludable, que a su vez contiene los temas de salud, nutrición y
uso del tiempo libre; empleo, previsión y seguridad social; participación e
integración social, y educación, conciencia y cultura sobre el envejecimiento
y la vejez. Esta división se considera favorable, ya que al identificar las prioridades para las personas de edad, se cumple con los Principios de Naciones
Unidas en Favor de las Personas de Edad.
Como muchas leyes dirigidas a un sector específico de la sociedad, la ley
de Chile prevé un órgano centrado en la formulación de políticas especializadas. La Ley del Servicio Nacional del Adulto Mayor Número 19.828, del
30 de julio de 2002, es un documento de corte administrativo que se dedica a
enumerar las funciones de esta institución, estableciendo principios como la
necesidad de evaluar y dar seguimiento a las políticas en la materia, incentivar
la participación del sector privado en la atención de las necesidades del pro-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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ceso de envejecimiento, fomentar la integración del adulto mayor en el seno
de su familia y de la comunidad, promover la inserción social de los adultos
mayores de forma que se mantengan activos en beneficio propio y de la comunidad, etcétera. Frecuentemente, este tipo de ordenamientos no especifica, de manera precisa, cómo hacerlo y terminan por ser una lista de buenos
deseos.
Aunque la formación de un instituto es una fórmula usualmente utilizada
en las legislaciones administrativas de la región para dar atención a un grupo en situación de vulnerabilidad, se considera que lo más indicado es contar
con un sólo instituto que vele por los intereses de este sector, en lugar de que
sea atendido por una institución con múltiples temas de preocupación. Este
segundo tiende a formular políticas sociales de manera general, sin atender
las especificidades de las personas de edad.
Guatemala no cuenta con una ley especializada para las personas de edad,
pero sí con el Programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia, que es administrado por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, además cuenta con
17 regímenes de pensiones pertenecientes a entidades estatales descentralizadas. No obstante, el sistema público de pensiones se caracteriza por su baja
cobertura, protegiendo, en 1997, a un total de 967 mil 511 trabajadores, que
representa 30% de la Población Económicamente Activa. Los afiliados o cotizantes aportan mensualmente una fracción de su salario, con el objetivo de
acceder, al final de su vida activa, a una pensión que les permita vivir dignamente. El programa IVS cuenta con 742,488 trabajadores de la iniciativa
privada y 96,376 pensionados; la pensión promedio en 1994 era de Q.237.00.
La baja cobertura y pensiones que no se ajustan a las necesidades de las
personas de la tercera edad son dos de los problemas que afronta el sistema
de pensiones. Diversas instituciones de investigación y consultores promueven, a través de estudios que indican el inminente colapso del sistema, la
realización de reformas estructurales al estilo de las ejecutadas en Chile en
1980.49
En Venezuela se cuenta con un anteproyecto de ley reciente, con una visión integral respecto a los derechos de las personas de edad.
Dicho anteproyecto contempla un instituto especializado en la atención de
las personas de edad como rector de la política de protección integral al adul49
Hugo Vargas, Sistema de pensiones: problemática y posibles soluciones. Dirección de
Cooperación Internacional/SEGEPLAN. En www.segeplan.gob.gt/spanish/development/
documents/18-09-30-02-pensiones.pdf
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
to mayor, y coordinado por organismos de la administración pública, Organizaciones No Gubernamentales y la sociedad civil para la aplicación de las
mencionadas políticas. Esta institución sobresale en relación con otros organismos similares sobre la materia, por contar con múltiples facultades. En
este sentido, se prevé que esta institución se encargue de velar por que las
personas de edad tengan cubiertos los derechos relacionados con la vivienda,
el trabajo, la salud y el acceso a la justicia, así como la protección contra la
violencia.50 Además de lo anterior, cuando se hace referencia a beneficios
como la obligación del Estado a organizar comedores gratuitos, su visión integral no se limita a enunciar tal derecho, sino que también añade la necesidad de contar con nutriólogos. Asimismo, en todo momento incluye la importancia de presupuestación de las personas de edad en la agenda pública.
Aunque Venezuela cuenta con un anteproyecto de ley, destaca entre la
legislación vigente de la región por su visión integral gerontológica, que no
sólo incluye las funciones de un organismo rector de las políticas para las
personas de edad, sino que desarrolla un catálogo de los derechos de esta
población.
Se puede inferir que no hay una fórmula generalizada para dar atención a
las personas de edad, y que los derechos de este grupo social difícilmente
pueden ser legislados de manera integral a través de un único ordenamiento.
No consideramos que la creación de una sola legislación sea lo más indicado
50
Ver artículo 4 del anteproyecto de la Ley Orgánica para la Protección de los Adultos
Mayores o Personas de la Tercera Edad (elaborado por la gerencia de consultoría jurídica del
instituto). “En consecuencia velará y facilitará los medios y condiciones necesarios:
— Para que sea debidamente asistido, alimentado y protegido en atención a su salud y
permitirle fácil acceso a los tratamientos y a las medicinas, dentro de un ambiente de
seguridad material y moral, por las personas a quienes legalmente corresponde, y, en
su defecto, por el Estado.
— Para que se les respeten los derechos de propiedad sobre sus bienes.
— Para que tengan acceso a viviendas permanentes, albergues o refugios provisionales,
diurnos o nocturnos, o cualquier otro sistema de atención habitacional que se le provea
al respecto.
— Para que sean gratuitos todos los procedimientos y actuaciones judiciales, administrativos o de cualquier otra especie que estén relacionados con los adultos mayores en
estado de necesidad o indefensión.
— Para que se le proteja en el seno de la familia, garantizando su seguridad material,
psíquica o moral y no sufra humillaciones ni discriminaciones.
— Para que las personas naturales o jurídicas presten servicio a los beneficiarios de esta
ley, con descuentos y tarifas especiales en todas las actividades realizadas por ellos”.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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para dar solución a los obstáculos con los que se encuentran las personas de
edad para que no sean violados sus derechos mínimos. Sin embargo, una
legislación dedicada a este grupo social no puede limitarse a una sola circunstancia que les interesa, y por ello ser considerada una ley acerca del
envejecimiento o dirigida a los ancianos. Este sector de la sociedad debe ser
atendido de manera integral y no desde una visión parcial en relación con de
sus derechos. No se puede confundir que seguridad social, vivienda o beneficios económicos, por poner algunos de los ejemplos utilizados con mayor
frecuencia, sean suficiente motivo para considerar que se está protegiendo a
las personas de edad.
Después de llevar a cabo una revisión acerca del interés de la comunidad internacional en cuanto a los derechos humanos de las personas de edad,
vemos que es escasa y lenta, aunque existen datos demográficos que nos
debieran alarmar por cómo están envejeciendo las personas y cómo la calidad de vida de este sector es cada vez más precario, la comunidad internacional no ha puesto el suficiente interés en el tema como con otros grupos
en situación de vulnerabilidad. Al no contar con instrumentos de carácter
vinculatorio y sólo tener como parámetro las directrices conocidas como Principios de Naciones Unidas en Favor de las Personas de Edad, se requiere basar
la política nacional en este instituto así como en los dos Planes de Acción
sobre el Envejecimiento derivados de las dos Asambleas Mundiales de Naciones Unidas para el Envejecimiento. Estas son guías, pero no compromisos, por lo que no siempre serán reflejadas en las agendas nacionales con el
mismo interés que si se tratara de un documento vinculatorio sobre la materia. Ante este panorama, sólo resta a los Estados, a los gobiernos y a los
organismos especializados y de la sociedad civil, velar por la promoción en
esta materia, así como ubicar el tema del envejecimiento y de las personas de
edad en las agendas internacionales con aspectos relativos a su problemática.
Ejemplo de ello es la salud, la educación, el trabajo, la vivienda, la pobreza y
el desarrollo social, además de la situación particular de las mujeres y las
relaciones intergeneracionales.
Asimismo, es importante encontrar una fórmula a nivel nacional, y en Latinoamérica, para establecer legislaciones nacionales sobre el tema del envejecimiento, que puedan tener una visión integral que contemplen como mínimo los Principios de Naciones Unidas a Favor de las Personas de Edad. Los
principios de participación, dignidad, autorrealización, independencia y cuidado de las personas de edad deben respetarse en cualquier legislación que
intente dedicarse a la protección de tales derechos humanos.
CAPÍTULO IV
SITUACIÓN DE MÉXICO ANTE LOS
COMPROMISOS INTERNACIONALES
EN MATERIA DE PERSONAS DE EDAD
La situación de México frente al crecimiento demográfico posee características similares con otros países en desarrollo. El estado de las personas de
edad es afectado por la pobreza y un sistema de seguridad social que no cubre
las necesidades de la población en general. Además, de acuerdo con las tendencias mundiales, la población está envejeciendo y se reduce la cantidad de
jóvenes, la que traerá consecuencias difíciles que deben ser atendidas por las
políticas y la legislación nacionales.
La acelerada transición demográfica de la población mexicana se caracteriza porque en los próximos 15 años este grupo de la población crecerá 73%
respecto al actual, en comparación con el resto de la población, que lo hará
en 22% en el mismo periodo.51 Cabe destacar que dicha transición “se inició en la década de los treintas con el descenso paulatino de la mortalidad y
posteriormente se acentuó, a mediados de los sesentas, con la declinación de
la fecundidad. Estos cambios han implicado profundas transformaciones en la
distribución por edades de la población. De hecho, en la actualidad transitamos de una población joven a otra más entrada en años”.52
Es importante concebir al envejecimiento demográfico en el país como un
proceso con características particulares que deben ser atendidas. La baja en
la mortalidad y el descenso en la fecundidad responde a características de los
países en desarrollo, donde dicho proceso se está llevando a cabo con mayor
celeridad que en otros países. “Los niveles de envejecimiento que a los paí-
51
Carlos Rodríguez Ajenjo, “El papel de las instituciones públicas en la atención de la
tercera edad”, en Conapo, Envejecimiento demográfico en México: retos y perspectivas, por
una sociedad para todas las edades. México, 1999, p. 58.
52
Rodolfo Tuirán, “Desafíos del envejecimiento demográfico en México”, en Envejecimiento demográfico en México: retos y perspectivas..., op. cit., p. 17.
[89]
90
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
ses europeos les tomó más de dos siglos alcanzar, en México se lograrán en
apenas media centuria”.53 Esta mayor velocidad del envejecimiento conlleva
a que en México aún no se resuelvan problemas propios del subdesarrollo
cuando ya se está entrando en la etapa del envejecimiento.
Un buen concepto del envejecimiento al que deberían dirigirse las políticas poblaciones de nuestro país podría enfocarse a características tales como
las siguientes:
• Minimizar las incidencias y prevalencias de enfermedades crónicas degenerativas e incapacidades.
• Mantener altas tasas de funcionalidad física y mental.
• Disponer de recursos materiales con independencia de su disposición y
manejo.
• Contar con una sociedad y estructura familiar que permita contactos e
intercambios de ayuda material y apoyo emocional.
• Realizar actividades productivas y satisfactorias, no necesariamente remuneradas.54
Teniendo estos parámetros en cuenta, más adelante analizaremos si la legislación y las políticas nacionales van dirigidas hacia los fines que atienden
la problemática específica del envejecimiento y el acceso que tiene la población de edad más avanzada a sus derechos.
Debe recordarse que el paso del tiempo y el incremento en la edad de las
personas no implica, de forma alguna, la disminución de sus derechos fundamentales. No se debe olvidar que la protección de los derechos humanos se
aplica a cualquier persona por el sólo hecho de serlo. Por lo mismo, los adultos mayores son titulares de todos los derechos humanos, motivo por el cual
el grado de vulnerabilidad que guardan puede ser disminuido sensiblemente
si se les respetan.
53
Roberto Ham Chande, “Conceptos y significados del envejecimiento en las políticas de
población”, en Envejecimiento demográfico en México: retos y perspectivas..., op. cit., p. 46.
54
Ibid., p. 47.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
91
4.1. LEGISLACIÓN RELATIVA
A LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES
A pesar de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra los principios de igualdad y de legalidad, esta disposición jurídica no
satisface la pretensión necesaria para los adultos mayores. Fue hasta las reformas del 14 del agosto de 2001 cuando, por primera vez, se consideró constitucionalmente la prohibición de discriminación por razón de edad.
El Estado mexicano ha llevado a cabo algunas acciones en favor de los
adultos mayores, al reconocer que son un grupo que aumenta día con día y
que comparten necesidades y requerimientos especiales y factores de vulnerabilidad; estos últimos crecen en proporción al número de años con que
cuentan. Llegar a la edad de 60 años o haberla rebasado implica ser más
susceptible a sufrir algún tipo de discriminación o conducta que afecta los
intereses de este sector. No obstante, el interés del Estado respecto a las personas adultas mayores tiene más relación con los ámbitos asistencial y de
salud que con reformas que modifiquen la calidad de vida de estas personas
de manera sustantiva.
Ante tal situación, México dirige su legislación para el beneficio de las personas de edad a través de una serie de normas dispersas en ordenamientos
legales para la población en general. Fue sólo recientemente cuando se tomó
en consideración crear una normativa específica para este sector, así como la
creación de una ley contra la discriminación que contemplara a este grupo
social con el fin de evitar que fuera discriminado. A continuación se detalla
cuáles son los derechos de las personas de edad, cómo se respetan las diferentes generaciones de los derechos humanos a través de la legislación y qué
es lo que aún falta para contemplar una mejor normativa y programas nacionales de protección a este sector en México.
4.1.1. DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS
Los derechos de la primera generación son los derechos civiles y políticos,
que garantizan las libertades individuales (de expresión, asociación, religión,
etcétera) y la participación política (fundamentalmente el derecho al voto).
Son los derechos a la libertad. A continuación se analizarán los derechos
contemplados en la legislación nacional que respetan los derechos de la pri-
92
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
mera generación, con el fin de ver en qué grado la ley protege a las personas
adultas mayores de violaciones a sus derechos.
4.1.1.1. Derecho a la integridad física.
Discriminación y violencia
La discriminación es una violación a los derechos humanos y, como tal, es contemplada por nuestra Carta Magna. La Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos precisa, desde su primer artículo, la prohibición de la discriminación por “origen étnico o nacional, el género, la edad, las capacidades
diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. Aquí vemos cómo nuestra legislación rebasa lo
establecido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y reconoce
que existe discriminación por motivos de edad, conducta que no debe permitirse. En este sentido, las legislaciones secundarias del Distrito Federal,
Aguascalientes y Chiapas también han prohibido la discriminación.
En el Distrito Federal la discriminación se considera un delito conforme el
artículo 281 bis del Código Penal. Contemplado como un delito contra la dignidad de las personas, se consideran conductas típicas las siguientes: la edad,
el sexo, el embarazo, el estado civil, la raza, el idioma, la religión, la ideología, la orientación sexual, el color de la piel, la nacionalidad, el origen o la
posición social, el trabajo o la profesión, la posición económica, el carácter
físico, la discapacidad o el estado de salud:
• Provocar o incitar al odio o a la violencia.
• En ejercicio de sus actividades profesionales, mercantiles o empresariales, negar a una persona un servicio o una prestación a la que tenga
derecho (para los efectos de esta fracción, se considera que toda persona tiene derecho a los servicios o prestaciones que se ofrecen al público
en general).
• Vejar o excluir a alguna persona o grupo de personas cuando dichas
conductas tengan por resultado un daño material o moral.
• Negar o restringir derechos laborales.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
93
Establecer como delito una conducta como la discriminación es algo loable; sin embargo, valdría la pena verificar cómo se cumple esta disposición
en la práctica. Como tipo penal, se debe mencionar que una lista enunciativa
siempre es una mala opción para castigar una conducta tan amplia como la discriminación. Las conductas típicas enunciadas en realidad son meramente
ejemplos y no una lista exhaustiva de lo que realmente puede representar la
discriminación como delito. Lo anterior excluye algunas conductas que debieran ser consideradas lo suficientemente graves como para calificarlas como
delito, y las que fueron enumeradas son demasiado generales como para hacer efectivo el cumplimiento de la pena que amerita esta violación.
Su valor simbólico puede ser demeritado por su falta de eficacia en la
práctica.
La forma más cruda de discriminación es la violencia. La violencia contra
las personas de edad reviste varias formas, que van desde muy sutiles hasta
más graves; puede ser física, psicológica, patrimonial o sexual y se puede presentar a través de una acción o una omisión. Esta violencia es considerada
como invisible en las estadísticas nacionales, por no ser reportada a las autoridades, y, en muchas ocasiones, es sufrida en silencio por las personas de
edad.
Es importante reconocer que la violencia contra las personas de edad es
generada desde la esfera más íntima de sus vidas y, como tal, es difícil llevar
a cabo una demanda o denuncia. Estas personas son especialmente vulnerables a ser víctimas de familiares o de quienes están a cargo de su cuidado, por
lo que el lugar más peligroso para ellas es el lugar donde habitan. Para la
protección de este tipo de victimizaciones se han creado leyes sobre la materia de violencia familiar en toda la República, y han surgido instituciones
para la atención a esta problemática.
En el caso del Distrito Federal existe la Ley de Asistencia y Prevención
en contra de la Violencia Intrafamiliar, pionera en su naturaleza. La misma
vincula a la Secretaría de Salud, Educación y Desarrollo Social, a efecto de
establecer acciones tendentes a erradicar la violencia en el seno de las familias y proteger a ciertos grupos en situación de vulnerabilidad, entre los que
encontramos, ineludiblemente, a una gran parte de la población adulta mayor.55 En el resto de la República existen leyes homólogas.
55
Cfr. artículo 17 de la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Intrafamiliar para
el Distrito Federal.
94
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
La trascendencia que ha tenido la concientización social acerca de la gravedad de la violencia en la familia ha ocasionado que se considere como
delito en el Código Penal Federal. El significado de que se contemple la violencia familiar como delito implica que esta acción sea sancionada con pena
de prisión a quien incurre en el supuesto previsto en el artículo 343 bis.56
Además de estas formas de violencia, cabe destacar que uno de los modos
más frecuentes del maltrato hacia las personas adultas mayores es el abandono. Esta conducta también está tipificada dentro del delito de abandono de
personas. La conducta típica comprende el abandono a la persona enferma, a
quien se tiene la obligación de cuidar (artículo 355 del Código Penal Federal). Aun para quienes no tienen una obligación directa con la persona abandonada, este ordenamiento establece, en su artículo 340, sanciones para cualquier persona que encuentre a otra en estado de peligro, abandono, herida o
inválida y omita prestarle auxilio o reportar el caso ante la autoridad correspondiente.
Existen muchas otras formas de maltrato contra personas de edad que se
pueden configurar como delitos: el fraude, el abuso de confianza, el robo
entre parientes, los delitos contra la libertad sexual y psicosexual, etcétera.
No obstante, éste no es el espacio para detallar cada una de estas conductas,
porque no se dirigen a las personas de edad de manera específica.
A pesar de ello, el hecho de que este tipo de violencia sea menos denunciado, también ha sido un problema tratado por el sector salud. Por lo mismo,
las instituciones de salud actualmente se encuentran facultadas para reportar
a las autoridades correspondientes aquellas situaciones de violencia o malos
tratos en contra de la población adulta mayor que atiende.57
Además de lo anterior, para facilitar el acceso a la justicia y evitar que las
personas de edad tengan obstáculos en el proceso penal, se cuenta con una
Ley Federal de Defensoría Pública que, en su artículo 15, fracción II, garantiza la preferencia en la prestación de los servicios de defensoría a trabajadores pensionados o jubilados.
56
La conducta típica implica el uso de la fuerza física o moral, así como la omisión grave
que, de manera reiterada, se ejerce en contra de un miembro de la familia, por otro integrante
de la misma, contra su integridad física, psíquica o ambas, independientemente de que pueda
producir lesiones.
57
Cfr. artículo 171 de la Ley General de Salud.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
95
Del mismo modo, las personas de edad que sean indiciadas por un delito,
podrán hacer valer su edad como una atenuante por la comisión del ilícito. El
Código Penal Federal, en su artículo 52, fracción V, contempla la edad como
una circunstancia a considerarse al momento de determinar la pena a cualquier persona que haya cometido un delito. La edad podrá favorecer o desfavorecer a la persona cuando se analicen sus condiciones particulares, que
también contempla el artículo 52 en comento.
4.1.1.2. Derechos y obligaciones en la familia
El ordenamiento civil en nuestro país contempla poco, o casi nada, el factor
de la edad para que se considere a una persona como un adulto mayor.58 Será
necesario acudir al ordenamiento administrativo59 que algunos estados dedican a estas personas para ver cuál es la edad que otorgará la calidad jurídica
de persona adulto mayor.
Las personas de edad no son entes aislados, hecho que ha sido muy reconocido por nuestras políticas actuales al relacionarlas de manera contundente con sus familias. Ejemplo de ello es el hecho de que la comunidad haya
precisado el peso que tiene la familia para las personas de edad y el derecho
que ésta tiene a vivir en familia antes de ingresar a alguna institución que
atienda sus necesidades.
Así como esta obligación, existen muchas otras relacionadas al hecho de
vivir o pertenecer a una familia. Lo anterior es contemplado dentro de la
rama conocida como derecho de familia, que constituye el conjunto de reglas
del derecho, de orden personal y patrimonial, cuyo objeto principal es presidir la organización, vida y disolución de la familia.60
58
La edad de 60 años es poco abordada dentro de nuestra legislación nacional. Observamos que el Código Civil para el Distrito Federal dispone que esta edad es un supuesto jurídico que toma en cuenta el artículo 448, a efecto de que los que ejercen la patria potestad puedan
excusarse del desempeño de la misma. También el artículo 511, fracción VI, permite a los que
tengan 60 años cumplidos excusarse del cargo de tutor. Para el curador se aplica el mismo
principio de acuerdo con el artículo 622.
59
Las leyes dirigidas a las personas adultas mayores en los estados expresan claramente
que a partir de la edad de 60 a 65 años se les puede considerar como titulares de derechos por
representar a este sector de la sociedad.
60
Julián Bonnecase, La filosofía del Código de Napoleón aplicada al derecho de familia.
Trad. de José M. Cajica Jr. Puebla, 1945, pp. 33 y 36.
96
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
En el derecho de familia se conocen como derechos subjetivos aquellos
que constituyen las distintas facultades jurídicas originadas por el matrimonio, el parentesco, la patria potestad o la tutela, en virtud de las cuales un
sujeto está autorizado por la norma del derecho para interferir lícitamente en
la persona, en la conducta, en la actividad jurídica o en el patrimonio de otro
sujeto. Estos derechos subjetivos familiares se clasifican en dos grandes categorías: los que son de carácter patrimonial y los que no lo son. Los primeros son susceptibles de valorarse en dinero y los segundos no.
En cuanto a los derechos de naturaleza patrimonial se encuentran el derecho a los alimentos y a la herencia en sucesión legítima. Se entiende que el
primero de ellos se relaciona con las personas de edad en lo relativo a la obligación que tienen los hijos de darles alimentos, así como los padres tienen el
deber de otorgar alimentos a sus hijos, siendo esta obligación recíproca.61
Por alimentos, el derecho civil comprende la habitación, la comida, el vestido y la asistencia médica en caso de enfermedad.
Es importante recordar que la obligación de dar alimentos a los padres es
dividida con la obligación que se tiene de otorgar alimentos a los propios
hijos. No obstante esta obligación, es significativo señalar que muchas personas evitan dichos deberes, provocando un estado de insolvencia intencional. Ha sido tan frecuente este hecho, que el Código Penal Federal lo sanciona
con pena de prisión. Por lo mismo, incurre en un delito, conocido jurídicamente como abandono de personas, el sujeto que teniendo la obligación
de dar alimentos a otra persona eluda tal obligación provocando su insolvencia.62
Además de las obligaciones que tienen los hijos con sus padres adultos mayores, también existen una serie de eximentes que la persona adulta mayor va
a tener con relación a la familia y a otras obligaciones civiles. Una de ellas es
la posibilidad de que las personas que hayan cumplido 60 años de edad puedan excusarse de ejercer la patria potestad.63 Asimismo, a cualquier persona de 60 años o más, que funja como testigo en un procedimiento civil, se le
pueda tomar declaración en su casa, si así lo determina el juzgador en razón
de la edad o por enfermedad.64
61
Artículo 304 del Código Civil Federal.
Artículo 336 bis del Código Penal Federal.
63
Artículos 448 y 511 del Código Civil Federal.
64
Artículo 358 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal.
62
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
97
En algunos estados de la República donde existen códigos familiares se
señalan una serie de disposiciones para la protección de las personas adultas mayores. Éste es el caso del Código Familiar del Estado de Hidalgo, que
precisa que los adultos mayores y las personas con discapacidad son responsabilidad del Estado. Así, se responsabiliza al gobierno para que se den las
facilidades a estas personas, a fin de que tengan una mejor forma de vida. El
código mencionado señala que la protección a las personas con discapacidad
y a los adultos mayores deberá estar a cargo, en primera instancia, de la familia, y, en caso contrario, del Estado, a través de un instituto especializado
para su asistencia.
En esa entidad también se contempla el apoyo para la construcción de unidades habitacionales donde este grupo en situación de vulnerabilidad pueda
vivir, en caso de que carezcan de familia que les brinde protección o que no
posean los medios necesarios para hacerlo. Además, ese código contempla la
obligación del Estado de contar con hospitales y médicos especializados, así
como con centros de rehabilitación con instalaciones modernas para lograr
su restablecimiento y, en su caso, proporcionar los servicios funerarios. Para
la operatividad de este proyecto se pretende crear un seguro de vida, donde el
beneficiario sea el propio Estado a fin de contar con recursos para sufragar
los gastos de este sector de la población mediante la entrega mensual de la
compañía oficial de seguros.
Por otro lado, el Código Familiar del Estado de Zacatecas reconoce los derechos de las personas adultas mayores en su artículo 728, con relación a que
los mismos tienen “derecho a la protección integral, por cuenta y a cargo de
su familia”. Asimismo, el artículo 729 indica que “El gobierno del estado
deberá dar protección social y asistencia a los niños, enfermos, desvalidos y
ancianos”. El carácter familiar del código lo aparta de ser un ordenamiento
exclusivamente de carácter civil, ya que contiene normas administrativas como las que hacen referencia a la responsabilidad del Sistema Estatal para el
Desarrollo Integral de la Familia.
4.1.2. DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES
Los derechos de la segunda generación son los económicos y sociales. Éstos
exigen una cierta intervención del Estado para garantizar los bienes sociales
básicos: educación, protección de la salud, trabajo, pensiones. Son los derechos a la igualdad.
98
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
4.1.2.1. Derecho a la salud
El derecho a la salud está consagrado en el artículo 4o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y se reglamenta a través de la Ley
General de Salud desde su aprobación en febrero de 1984. Este ordenamiento secundario, a la letra señala que “...tiene entre otros propósitos, los de
procurar el bienestar físico y mental del hombre, contribuyendo al pleno ejercicio de sus capacidades...”
Asimismo, la Ley General de Salud no sólo indica la importancia de la
prolongación de vida, sino también hace hincapié en el mejoramiento de
la calidad de vida humana.65 Es necesario destacar que de poco servirán más
años de vida, si no se disfruta de salud con calidad de vida.
Este ordenamiento dispone que el Estado es el responsable de prestar, de
manera preferente, los servicios de asistencia social a las personas adultas
mayores desamparadas y a las personas con discapacidad.66 Asimismo, se
detalla que las actividades básicas de la asistencia social para la atención a
personas adultas mayores debe llevarse a cabo en establecimientos adecuados, y que el sector salud es el encargado de la promoción de su bienestar en
la preparación para afrontar esa etapa de la vida, así como de la asistencia
jurídica y social.67
Como responsable de dar atención a las personas de edad para que mejore
su calidad de vida, se encuentra el Sistema Nacional de Salud, a través de los
servicios de salud que ofrece a toda la población, con el fin de mejorar la
calidad de los mismos, dando trato preferencial a los ancianos desamparados
y colaborando con ellos en su bienestar social con carácter preventivo, propiciando su incorporación a una vida equilibrada en lo económico y lo social.
Entre los objetivos generales68 previstos por la Ley General de Salud se
encuentran:
• El bienestar físico y mental de la persona.
• La prolongación y el mejoramiento de la calidad de vida humana.
65
Ver artículo 2o. de la Ley General de Salud.
Ibid., artículo 6, fracción III.
67
Ibid., artículo 168.
68
Idem.
66
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
99
• La protección y el acrecentamiento de los valores que coadyuven a la
creación, conservación y disfrute de condiciones de salud que contribuyan al desarrollo social.
• La extensión de actitudes solidarias y responsables de la población en
la preservación, conservación, mejoramiento y restauración de la salud.
• El disfrute de servicios de salud y de asistencia social.
• El conocimiento para el adecuado aprovechamiento y utilización de los
servicios de salud.
• El desarrollo de la enseñanza y la investigación científica y tecnológica
para la salud.
Además, esta ley señala como un servicio básico de salud la asistencia social a los grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, entre los
que se incluyen a los adultos mayores.69 Estos gozarán también de atención
preferente por cualquier forma de maltrato que ponga en peligro su salud
física y mental.70
La Ley sobre el Sistema Nacional de Asistencia Social determina que entre las atribuciones de asistencia social de la Secretaría de Salud se encuentra
la de prestar servicios de salud.71 Asimismo, esta ley establece que el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia tiene, entre sus funciones, las de operar establecimientos de asistencia social en favor de ancianos
desamparados, así como la de otorgarles asistencia jurídica y de orientación
social.72
4.1.2.2. Derecho al trabajo
Uno de los grandes logros sociales plasmado de manera ejemplar por nuestro
marco jurídico, es el derecho al trabajo. El artículo 123 de nuestra Carta
Magna proclama que toda persona tiene el derecho de contar con un trabajo
digno y socialmente útil. Tal postulado se reproduce en la Ley Federal del
69
Ibid., artículo 27, fracción X.
Ibid., artículo 171.
71
Ver artículo 10 de la Ley sobre el Sistema Nacional de Asistencia Social.
72
Ver artículo 15, fracciones VII y XII, de la Ley sobre el Sistema Nacional de Asistencia
Social, además el artículo 2, fracción VII, del Estatuto Orgánico del Sistema Nacional para el
Desarrollo Integral de la Familia.
70
100
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Trabajo como ordenamiento reglamentario del precepto constitucional en
comento, y enfatiza la prohibición a los patrones de rechazar como trabajador a cualquier persona por razón de edad.73
En una época donde no todas las personas tienen derecho a la seguridad
social por la falta de un trabajo formal, las que sí lo tienen no siempre encuentran satisfechas sus necesidades básicas por la baja cantidad de la pensión que se les otorga. Ante esta situación, muchas personas de edad aún
desean continuar en el campo laboral, no sólo por razones económicas y de
supervivencia, sino además porque les brinda la posibilidad de continuar activos e integrados a una sociedad donde el trabajo es una prioridad.
Gracias al trabajo formal, los adultos mayores pueden gozar de una serie
de beneficios que le serán de gran utilidad para transitar esa etapa de su vida
con dignidad. Así nos encontramos con:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Sistemas de ahorro para el retiro.
Seguros de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez.
Seguros de enfermedades y maternidad.
Seguros de invalidez y vida.
Pensión garantizada.
Seguro de jubilación.
Pensión de retiro por edad y tiempo de servicios.
Servicios Integrales de retiro a jubilados y pensionistas.
Indemnización global, en su caso.
Las personas de edad gozarán de los beneficios de haber trabajado y cotizado durante una larga etapa de sus vidas si ese trabajo es formal y ha cumplido con todos los requisitos que marca la ley. Sin embargo, hay que reconocer que una gran cantidad de personas en nuestro país trabajan de manera
informal y cuando llegan a una edad avanzada no tienen derecho a las prestaciones del retiro.
4.1.2.3. Derecho a la seguridad social
El Instituto Mexicano del Seguro Social es una institución que representa
el cimiento del Sistema Nacional de Salud. La Ley del Instituto Mexicano
73
Ver artículo 133, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
101
del Seguro Social establece que a través del pago de 1,250 cotizaciones semanales, las personas que hayan cumplido la edad de 65 años podrán gozar los
beneficios del seguro de vejez, entre los que encontramos el de la asistencia
médica.74 Dentro de algunos otros beneficios señalados en esta ley, el seguro
de vejez concede prestaciones como la pensión, la asistencia médica, la asignación familiar, la ayuda asistencial, entre otros, bajo la condición de que el
asegurado cuente con 65 años de edad como mínimo y tenga cotizadas 1,250
aportaciones semanales; esto es, aproximadamente, durante más de 23 años.
Otro más es el seguro por cesantía, el cual se otorga a la persona cuando es
privada de su trabajo remunerado con más de 60 años de edad.
De lo anterior, destaca la falta de precisión de esta ley en cuanto a una
edad determinada a partir de la cual se considere a una persona como adulta
mayor. Mientras el seguro de cesantía señala que es desde los 60 años, para la
concesión de beneficios se marca la de 65 años de edad.
Ante algunas ausencias de la presente ley, y para la optimización de los
servicios del IMSS, la sociedad civil se ha organizado para atender a las personas de edad. Ejemplo de ello es el Movimiento Nacional Unificador de
Jubilados y Pensionados, que ha contribuido de manera importante a que
se constituyan comisiones mixtas a fin de atender las demandas y mejorar las
condiciones de salud de los trabajadores en retiro, pensionados y jubilados.
En cuanto al caso de los funcionarios públicos, se cuenta con la Ley del
ISSSTE que señala, en algunos artículos, los beneficios en favor de las personas de edad. Por ejemplo, el artículo 30 establece los seguros de jubilación, de retiro por edad y tiempo de servicio e invalidez; de cesantía por edad
avanzada, así como diversos servicios de integración para jubilados y pensionados. Otros beneficios —que aunque no señalan textualmente a este sector de la población, son inherentes a ellos—, son el seguro de invalidez, de
muerte, el de arrendamiento o venta de habitaciones económicas para los
afiliados al instituto.
También la Ley del Seguro Social para el Ejército y Fuerza Armada Mexicana señala, muy claramente, los beneficios y prestaciones a los que tiene
derecho este sector de la población, estableciendo los requisitos de edad o
por los años que haya prestado servicio. En su artículo 103, se prevé el derecho a recibir una pensión de retiro para los militares que hayan cumplido 30
años de servicio o que hubieran alcanzado la edad límite para continuar laborando.
74
Cfr. artículo 170 de la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social.
102
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Las personas jubiladas de las Fuerzas Armadas cuentan con una mejor
condición económica que otras personas de edad, ya que los militares que
rebasen los 30 años de servicio obtienen como pensión el 100% del monto
base de sus cotizaciones, incrementándose en un 10% si reúnen más de 45
años de servicio efectivo.75 Esta ley demuestra que la edad no es una limitante
para acceder a cargos de mayor responsabilidad, sino, por el contrario, mientras más alto sea el grado del militar, el límite de edad para permanecer activo
es más amplio; por ejemplo, para individuos de tropa es de 45 años; para
tenientes de 48; capitán primero de 52; teniente coronel de 56 años, y general
de división de 65.
4.1.2.4. Derecho a la asistencia social
Por asistencia social se entiende a las “acciones tendentes a mejorar las circunstancias de carácter social, que permitan al individuo su desarrollo integral, así como la protección física y mental de personas en estado de necesidad, de protección o desventaja, hasta lograr su incorporación a una vida
plena y productiva”.76 El sector salud tiene a su cargo llevar a cabo estas
políticas conforme a lo dispuesto en el artículo 168 de la Ley General de Salud, la cual hace referencia a una serie de servicios de asistencia social. Entre
ellos se encuentra la atención a personas que, por sus carencias socioeconómicas o por problemas de invalidez, se ven impedidas para satisfacer sus
requerimientos básicos de subsistencia y desarrollo. También se refiere, en específico, al grupo de las personas de edad cuya atención es obligatoria en
establecimientos especializados para ancianos en estado de abandono o desamparo y de invalidez sin recursos, así como la promoción del bienestar del
senescente y el desarrollo de acciones de preparación para la senectud y la
prestación de servicios de asistencia jurídica y de orientación social, especialmente a menores, ancianos y personas con discapacidad.
Además de lo dispuesto por el ordenamiento de salud, existe la Ley General de Asistencia Social que rige el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. A través de sus representaciones estatales, procura que los
gobiernos proporcionen todos los servicios que requiera el desarrollo de una
familia. Esta ley protege a los adultos mayores desamparados, proporcionán75
76
Ibid., artículo 112.
Ángel Salas Alfaro, Derecho a la senectud. México, Porrúa, p. 78.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
103
doles el acceso a los servicios básicos de salud, bienestar y desarrollo, asistencia jurídica y orientación social.
Asimismo, se debe recordar que el Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia establece,77 entre sus atribuciones, promover y prestar
servicios de asistencia social. Este órgano también opera establecimientos de
asistencia social en beneficio de las personas adultas mayores desamparadas, así como presta servicios de asistencia jurídica y de orientación social a
este sector de la sociedad. Además de lo anterior, promueve, por conducto de
la Secretaría de Salud y coordinadamente con los gobiernos de las entidades
federativas y municipales, el establecimiento de centros y servicios de rehabilitación somática, psicológica, social y ocupacional.
4.1.2.5. Derecho a la educación
En nuestro país, los principios del artículo 3o. constitucional han sido el resultado de una lucha por garantizar las libertades y los derechos. La educación ha jugado un papel fundamental en la transformación de la sociedad
mexicana, pues ha sido un medio privilegiado para promover la continuidad de la cultura nacional, abrir canales de movilidad social y promover una
más equitativa distribución del ingreso.
Ya desde la Constitución de Apatzingán, la educación se consideraba como
un derecho de todos los ciudadanos. El carácter nacionalista y democrático
se incorporó con la consolidación del Estado nacional, donde también se veía
a la educación como condición para aspirar al bienestar y la justicia social.
Como uno de los principales derechos sociales, el artículo 3o. constitucional señala claramente principios que sirven de sustento para la promoción de
los derechos humanos. Lo anterior se puede destacar dentro de las características de la educación contemplada en la Carta Magna:
• La educación tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades
del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.
• Será laica, en congruencia con la libertad de creencias.
77
Artículo 2 del Estatuto Orgánico del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la
Familia.
104
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
• Será democrática, considerando la democracia como un sistema de vida
fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del
pueblo.
• Fortalecerá la conciencia nacional, atendiendo a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa
de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura.
En especial, es importante citar textualmente el inciso c, fracción II, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por su estrecha relación con la educación en derechos humanos:
[La educación] contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para
la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés
general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los
privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos.
Otro sustento de la educación y su vinculación con los derechos humanos,
es la Ley General de Educación, que en su artículo 7o., fracción VI, enfatiza:
“[La educación deberá] promover el valor de la justicia, de la observancia de
la ley y de la igualdad de los individuos ante ésta, así como propiciar el conocimiento de los derechos humanos y el respeto de los mismos”.78
A partir de los fines y principios de la educación expuestos anteriormente,
no cabe duda que acceder a la educación no es sólo adquisición de conocimientos, sino que brinda a la persona la posibilidad de mejorar su calidad de
vida y ofrece al país un mayor desarrollo productivo.79 La educación se ha
78
Diario Oficial de la Federación, “Ley General de Educación”, martes 13 de julio de
1993.
79
A nivel internacional, su sustento se encuentra en la Declaración Universal de Derechos
Humanos (ONU, 1948); la Declaración sobre el Fomento entre la Juventud de los Ideales de
Paz, Respeto Mutuo y Comprensión entre los Pueblos, de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1965); la Recomendación sobre la Educación para la Comprensión, la Cooperación y la Paz Internacionales y la Educación Relativa a los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de la UNESCO (1974); la del Comité de Ministros a los Estados Miembros
sobre la Enseñanza y Aprendizaje de los Derechos del Hombre en las Escuelas, en lo que se
refiere al ámbito Europeo (1987); la Declaración de Educación para Todos (1990), y la De-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
105
considerado incluso como un parámetro que permite evaluar el nivel de desarrollo de los países y la capacidad para integrar a los grupos en situación de
vulnerabilidad80 a las oportunidades de desarrollo que tiene el resto de la población. Esto es, la educación sirve para alcanzar una igualdad de oportunidades que les permita ejercer plenamente sus derechos humanos.
Por ello, la razón de ser del Estado es el bienestar de la población para que
todos sus integrantes cuenten con un nivel de vida digno, lo anterior debe de
ser su preocupación principal y la meta hacia donde ha de encaminar todos sus
esfuerzos. No es posible entender el crecimiento económico y el desarrollo,
si no están orientados hacia el mejoramiento constante del bienestar de la población.81
En este orden de ideas, podemos observar que en el transcurso del presente siglo, la población mexicana ha experimentado un notable avance en materia educativa.
No obstante al desarrollo educativo en el país, no se puede decir que la
situación de las personas adultas mayores sea privilegiado. El analfabetismo
y rezago educativo en que viven las personas adultas mayores es significativo, de ahí que la educación, hoy, sea vista como una necesidad de supervivencia que no debe limitarse a la educación formal, sino que continúe después de ella.
Una mirada al nivel de instrucción en México de las personas adultas mayores permitirá vislumbrar mejor los retos a nivel educativo que existen actualmente.
En 1990, de los cerca de cinco millones de personas de la tercera edad residentes en el país, 1.9 millones no tenían instrucción alguna, 1.6 millones no termi-
claración de Salamanca, de Principios, Política y Práctica para las Necesidades Educativas
Especiales (1994).
80
La vulnerabilidad está íntimamente relacionada con la capacidad que tiene una persona
o grupo para satisfacer sus necesidades básicas de salud, alimentación, vivienda y educación.
En aquellos casos en que no existe esta capacidad, la vulnerabilidad a la que están expuestos
es causa y consecuencia de una serie de situaciones que se agudizan y que siempre están
presentes, puesto que son componentes de la realidad de quienes la padecen. La existencia de
grupos en esta situación es común en todas las sociedades; sin embargo, éstos no son iguales,
pues la cultura y los valores de cada sociedad determina sus propias características.
81
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Los derechos humanos en la tercera
edad. México, CNDH, p. 5.
106
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
naron la primaria, 662 mil sólo la habían concluido y poco más de medio millón tenían algún estudio posprimario. De este grupo de población, el porcentaje de los que no poseen instrucción es de 38.9%, significativamente mayor al
que tiene la población de 15 años y más, que es del 13.4%. De hecho, casi una
de cada tres personas sin instrucción, son de la tercera edad. Los hombres de la
tercera edad se caracterizan por tener un perfil educativo superior al de las mujeres. El 35.1% del total de hombres en esta edad no poseen instrucción alguna, mientras que en las mujeres el porcentaje es de 42.2%. Asimismo, el 11.5%
de los hombres tienen alguna educación posprimaria, cuando sólo el 9.6% de
las mujeres la tienen. En cuanto a las diferencias según el sexo, el nivel de instrucción es significativamente mayor en los hombres, ya que el 7% de los de 60
años y más tienen instrucción posmedia básica, frente al 4.9% de las mujeres.
Asimismo, el 4% de los hombres tienen instrucción superior, en tanto que para
las mujeres la proporción es de 1.6%. Cabe señalar que, de la población de 60
años y más, sólo el 6% cursó instrucción posmedia básica y el 2.7% instrucción
superior.82
Como se puede observar, diversos sectores de la población son objeto de
inequidad y exclusión en materia educativa. Una revisión del perfil educativo
de la población por grupos de edad en 1990, permite notar que las generaciones más recientes tienen un mayor acceso a los niveles educativos básicos, en
relación con lo observado para las cohortes de edad más antiguas, pues el
porcentaje de analfabetismo aumenta marcadamente con la edad: “3.8% en
el grupo de 15 a 19 años, 13.2% en el de 35-29 años, 30% en el de 55-59 años
y 43.5% en el de 65 años y más”.83
En general, se puede afirmar que los hoy adultos mayores vivieron experiencias histórico-institucionales diferentes, ya que la educación gratuita y
obligatoria se estableció cuando ellos ya formaban parte de la fuerza de trabajo ocupada.
Es un hecho ampliamente conocido que todavía existen enormes rezagos
que mantienen a la población femenina en situación de exclusión social y de
marginación, como son los aspectos relativos a la educación, el empleo, los
82
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, La tercera edad en México.
XI Censo General de Población y Vivienda, 1990. México, INEGI, 1993, pp. 8-10.
83
INEGI, Perfil estadístico de la población mexicana: Una aproximación a las inequidades
socioeconómicas, regionales y de género. México, INEGI/Sistema Interagencial de las Naciones Unidas, 1995, pp. 59-60. Ver Situación de la mujer. Desafíos para el año 2000. México, Conapo, 1995, p. 73.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
107
ingresos y el estatus social de la mujer derivado de las construcciones sociales y culturales en torno a la problemática de género.
Esta situación influye en la calidad de vida de las mujeres mayores de 60
años. Recordemos que las mujeres de mayor edad han sufrido grandes obstáculos para acceder a la educación. “Alrededor del 40% de las mujeres de 60
años y más no sabe leer ni escribir, proporción que en los varones asciende a
28%. De hecho, sólo una de cada cuatro mujeres de la tercera edad tiene un
nivel de escolaridad de primaria completa o más”.84
La tasa de analfabetismo85 alcanza, en todas las edades, mayores niveles
para las mujeres que para los hombres; y conforme aumenta la edad, la brecha entre hombres y mujeres crece.
Es de notar que el incremento demográfico del grupo de personas adultas
mayores no ha sido acompañado por la creación de condiciones económicas
y sociales propicias para una vida digna durante esta etapa. El analfabetismo y la baja escolaridad son ejemplo de su desfavorable condición social. “Sin
embargo, cabe señalar que las nuevas generaciones de ancianos serán diferentes a las actuales, debido a que su educación fue mejor, pues tuvieron la
oportunidad de vivir en otro tipo de sociedad. Este hecho tendrá una importancia predominante en su adaptación y productividad”.86
Hoy en día, el reto que se presenta es establecer acciones afirmativas para
el equiparamiento de las desigualdades de este mayor número de personas
adultas mayores. Aún se está a tiempo para desarrollar acciones pertinentes
para atender a corto plazo sus necesidades y establecer las condiciones para
que tengan una mejor calidad de vida.
4.1.3. DERECHOS DE LA TERCERA GENERACIÓN
Los derechos de la tercera generación comenzaron a tener relieve a partir de
la segunda mitad del siglo XX. Son los derechos a la intimidad, a disfrutar
de un aire puro, a recibir buena información, a los del consumidor, a la protección del patrimonio, es el derecho, en general, a tener una vida de calidad.
84
Situación de la mujer..., ibid.
La tasa de analfabetismo se refiere al cociente de la población analfabeta entre la población total de 15 años y más. La tasa de analfabetismo se calculan también por edad y sexo.
86
Ma. Teresa Esquivel y Ma. Cristina Sánchez, “Condiciones de vida y política social
para la población de la tercera edad”, en Sociológica. Pobreza, condiciones de vida y políticas sociales. México, año 10, núm. 29, septiembre-diciembre, 1995, pp. 115-116.
85
108
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Son los derechos de la solidaridad. Dentro de éstos se encuentran los derechos de los grupos en situación de vulnerabilidad, entre los que están las
personas de edad. La legislación específica sobre la materia se desarrolla a
continuación en el siguiente apartado.
4.2. LEGISLACIÓN ESPECIALIZADA
EN MATERIA DE PERSONAS ADULTAS MAYORES
La situación de las personas mayores es protegida y regulada desde diversas
disposiciones legales de nuestro sistema jurídico. En las entidades de la República, Campeche fue el primer estado que publicó, en 1993, en el Periódico Oficial del estado, una ley especializada bajo el nombre de Ley de Protección a Minusválidos y Senescentes.
Sin embargo, a nivel legislativo aún falta mucho por legislar en la República mexicana, pues son pocos los estados que cuentan con una legislación
especializada sobre la materia. En este supuesto encontramos a Aguascalientes,
Baja California Sur, Campeche, Distrito Federal, San Luis Potosí y Yucatán.87
También existen casos como el de Querétaro, que aunque no cuente con una
legislación sobre la materia, desde el 5 de mayo de 2000, emitió un acuerdo
que crea la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Personas de la
Tercera Edad.
4.2.1. LEY DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS ADULTAS
MAYORES EN EL DISTRITO FEDERAL
Detallamos a continuación el caso específico de la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores en el Distrito Federal, ya que representa la
base para la creación de una ley sobre esta materia en el ámbito federal. Para
ello, es importante destacar que en el Distrito Federal existen cerca de 400
87
Ley de la Senectud del Estado de Aguascalientes, del 4 de septiembre de 2000; Ley de
los Derechos de las Personas Adultas Mayores en el Estado de Baja California Sur, del 14
de junio de 2001; Ley de Protección a Minusválidos y Senescentes para el Estado de Campeche, del 10 de noviembre de 1993; Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en
el Distrito Federal, del 7 de marzo de 2000; Ley de Protección a la Senectud para el Estado de
San Luis Potosí, del 16 de septiembre de 1997, y Ley para la Protección Social de las Personas en Edad Senescente del Estado de Yucatán, del 13 de agosto de 1999.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
109
mil personas mayores de 70 años, y de ellos, dos tercios son mujeres. El ingreso promedio de este sector es de un salario mínimo o menos, lo cual genera que sus condiciones de vida sean precarias, no obstante que más del
40% recibe una pensión de seguridad social (entre mil y tres mil pesos al
mes); sin embargo, ésta no resuelve el problema porque se limita a proteger
sólo a aquellos que se desempeñan en un empleo fijo durante la mayor parte
de su vida.88
La presente ley data del 7 de marzo de 2000 y se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal con el fin de definir los derechos de las personas
adultas mayores y proteger su cumplimiento. Asimismo, reconoce la dignidad y garantiza el disfrute de una ciudadanía plena. El decreto promulgatorio
se expidió el 10 enero del mismo año y entró en vigor al día siguiente de su
publicación en el órgano de difusión capitalino.
Por ley, en el Distrito Federal las personas adultas mayores son quienes
tienen más de 60 años de edad. El principal responsable de llevar a cabo las
políticas para las personas adultas mayores es el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, pero esta ley también considera como responsable de las políticas sociales al gobierno federal, a la familia del adulto mayor y a la sociedad
civil organizada.
Representa un gran acierto el hecho de que esta ley para adultos mayores
contemple, de manera diferenciada, a la población adulta mayor de acuerdo con las necesidades específicas por las que atraviesa. Por fortuna, esta
legislación no consideró a las personas adultas mayores como si se tratara
de un núcleo homogéneo de personas. De esta forma se permitió responder de
manera efectiva a las necesidades específicas de las personas de edad. Por lo
anterior, la ley toma en consideración a quienes son: independientes, semidependientes, dependientes absolutos y en situación de riesgo o desamparo.89
88
Resolución de carácter general en la que se exime del pago de los derechos por los
servicios médicos que presta el Gobierno del Distrito Federal a las personas que se indican,
publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 20 de marzo de 2001.
89
Personas adultas mayores: aquellas que cuentan con 60 años de edad o más y que se
encuentran domiciliadas o de paso en el Distrito Federal, contemplándose en diferentes condiciones:
Independiente: aquella persona apta para desarrollar actividades físicas y mentales sin
ayuda permanente parcial.
Semidependiente: aquella a la que sus condiciones físicas y mentales aún le permiten
valerse por sí misma, aunque con ayuda permanente parcial.
110
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Entre los principios y derechos que enuncia la ley (título Segundo), se reconocen los siguientes derechos a las personas adultas mayores:
a) A la integridad y dignidad.
b) A la certeza jurídica y familia.
c) A la salud y alimentación.
d) A la educación, recreación, información y participación.
e) Al trabajo.
f) A la asistencia social.
Es interesante ver cómo la ley no sólo establece las responsabilidades de
las Secretarías de Gobierno, sino que también precisa los compromisos que
tiene el adulto mayor con relación a su persona. De esta forma, se corresponsabiliza al Estado y al individuo por el bienestar del adulto mayor. En el
momento de redactar esta ley, se consideró de vital importancia involucrar a
la familia dentro de las políticas públicas para el adulto mayor, pues en nuestro país aún es la familia con quienes pasan el mayor tiempo posible. Al
contrario de otros países, quizá con más recursos, pero definitivamente con
un sistema de seguridad social mucho más sólido que el nuestro, el gobierno
mexicano todavía no se ha hecho cargo de llevar a cabo una asistencia más
consistente de las personas mayores.
El capítulo “Obligaciones de la Familia” reafirma los deberes que tiene la
familia con relación a la persona adulta mayor que, en gran parte, son dispuestos en otros ordenamientos legales. Ejemplo de ello es la obligación de
la familia a dar alimentos (techo, comida, ropa y sustento) a sus familiares
adultos mayores mientras cohabiten con ellos, y, en caso de no hacerlo, es
considerado un delito clasificado como abandono de familiares. Sólo podrá
suspender los alimentos mediante un aviso por escrito y con 15 días de anticipación dirigido al Instituto de Asistencia e Integración Social del Distrito
Federal. Asimismo, la familia tiene como obligación evitar actos de violencia contra la persona adulta mayor, otorgarle alimentos y fomentar la sana
convivencia en familia.
Dependiente absoluto: aquella con una enfermedad crónica o degenerativa por la que
requiera ayuda permanente total o canalización a alguna institución de asistencia.
En situación de riesgo o desamparo: Aquellas que por problemas de salud, abandono,
carencia de apoyos económicos, familiares, contingencias ambientales o desastres naturales, requieran de asistencia y protección del gobierno del Distrito Federal y de la sociedad
organizada.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
111
Gracias a esta ley se creó el Consejo Asesor para la Integración, Asistencia, Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, como un órgano honorario de consulta, asesoría y evaluación de acciones de concertación, coordinación, planeación y promoción necesarias para
favorecer la plena integración y desarrollo de las personas adultas mayores.
El capítulo “Acciones de Gobierno y Servicios”, contiene información sobre transporte, protección a la economía, descuentos, subsidios y pago de
servicios, así como el de la atención preferencial. En cuanto a la asistencia
social existe un título completo que lo desarrolla en gran medida.
Debe mencionarse que esta ley cuenta con poca aceptación por parte de la
sociedad civil organizada de y para personas de edad. Para Cáritas Bienestar
del Adulto Mayor, I. A. P., la calidad de vida para las personas de edad tiene
características muy precisas sin las cuales no se puede decir que se está cumpliendo el objetivo del bienestar de los mayores. Esta organización establece,
por ejemplo, que la vida con calidad significa comer tres veces al día alimentos
variados y nutritivos; llegar a un lugar apropiado para descansar y dormir, sin
tener la preocupación de causar molestias o de que algún día sean desalojados; es no preocuparse por carecer de dinero para pagar la luz, el gas, la renta;
es tener los recursos suficientes para contar con vestido limpio, y poder pagar para asistir a actos culturales y de diversión. De acuerdo con los criterios
de Cáritas, estos objetivos no se pueden lograr a través de la redacción de la
presente ley. Sin embargo, consideramos que quizá una legislación no sea
la panacea para el cambio de vida de un sector como el de las personas de
edad, pero es un buen intento legislar de manera integral para el bienestar. Si
una ley no es suficiente, la misma debe ser apoyada por programas políticos
que vayan en ese sentido.
4.2.2. LEY DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES
De reciente aparición es la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores publicada el 25 de junio de 2002 en el Diario Oficial de la Federación. Esta ley es un acierto, aunque tardío, por parte del gobierno mexicano
en la construcción de opciones y posibles soluciones a los problemas que enfrentan las personas adultas mayores. La presente ley pretende garantizar el
ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores y responsabilizar
de la formulación y evaluación de las políticas para este sector de la sociedad
112
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
a una institución única: el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), antes conocido como el INSEN.90
Lo valioso de esta ley es su carácter incluyente en las esferas micro y macro social, al corresponsabilizar a la sociedad, a la familia y al gobierno en el
tratamiento de la situación de las personas adultas mayores. El presente ordenamiento tiene por objeto lograr una mejor calidad de vida de las personas de
edad a través de un cambio de conciencia social, y la puesta en práctica de las
políticas y programas que garanticen los derechos de un tránsito digno de la
persona en el envejecimiento y los cuidados de la familia a las personas adultas mayores.
En materia de acciones gubernamentales, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores involucra a las secretarías de Desarrollo Social, de
Educación Pública, del Trabajo y Previsión Social, de Comunicaciones y Transportes, de Turismo, así como instituciones públicas del Sector Salud, de vivienda de interés social y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.
Al igual que en la legislación sobre la materia del D. F., en la cual se basa
esta ley, se entiende por persona adulta mayor a quienes tienen más de 60
años. Entre los principios rectores en la observación y aplicación de esta ley,
se encuentra la autonomía y autorrealización, participación, equidad, corresponsabilidad y atención preferente. La ley enumera y reconoce, además, los
siguientes derechos:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
A la integridad, dignidad y preferencia.
A la certeza jurídica.
A la salud, la alimentación y la familia.
A la educación.
Al trabajo.
A la asistencia social.
A la participación.
A la denuncia popular: toda persona, grupo social, Organizaciones No
Gubernamentales, asociaciones o sociedades, podrán denunciar, ante
los órganos competentes, todo hecho, acto u omisión que produzca o
pueda producir daño o afectación de sus derechos y garantías.
90
Para la evolución que ha sufrido el órgano del Estado dedicado a la atención y protección de las personas de edad, es necesario consultar el inciso 2 del presente capítulo, denominado “Política de México para las personas de edad”.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
113
Al analizar la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del
Distrito Federal, se puede observar que no existen grandes innovaciones,
excepto que ahora el impacto es a nivel nacional y que algunas secretarías de
Estado están obligadas a cumplir las políticas públicas para las personas mayores, a saber, las secretarías de Desarrollo Social, de Educación Pública, del
Trabajo y Previsión Social, de Comunicaciones y Transportes, de Turismo,
así como las instituciones públicas de Salud y el Sistema para el Desarrollo
Integral de la Familia.
Sin embargo, una de las novedades es que esta ley federal procura ampliar
la gama de facultades que le correspondería a cada una de las secretarías.
Entre los deberes del Estado, la sociedad y la familia, se encuentra establecido que el Estado garantizará las condiciones óptimas de salud, educación,
nutrición, vivienda, desarrollo integral y seguridad social a las personas adultas
mayores, y establecer programas para asegurar a todos los trabajadores una
preparación adecuada para su retiro.
4.2.3. LEY FEDERAL PARA PREVENIR Y ELIMINAR
LA DISCRIMINACIÓN
Existe la creencia de que el envejecimiento implica una merma de las capacidades físicas e intelectuales de las personas. Esta forma de pensar es orillada,
en gran parte, a cómo la sociedad tiende a apartar al sujeto de muchos roles y
limitarlo en el aspecto laboral, social y familiar, la cual es propiciada, precisamente, por la inactividad laboral, física e intelectual, por el olvido, la segregación y la discriminación.
La discriminación hacia las personas de edad es abordada por otra ley relacionada a este sector de la población por considerarlo un derecho vulnerado. Esta también es una ley de reciente creación y su fecha de publicación en
el Diario Oficial de la Federación fue el 11 de junio de 2003.
La presente ley consta de seis capítulos y su objeto principal es evitar y
eliminar la discriminación hacia grupos en situación de vulnerabilidad. Su
contenido se formula a través de un capítulo de disposiciones generales, seguido de otro que dispone medidas para prevenir la discriminación y un tercero que se refiere a las medidas positivas y compensatorias en favor de la
igualdad de oportunidades. Para llevar a cabo todas estas políticas contra
la discriminación, existe un cuarto capítulo que menciona las características,
atribuciones y órganos de administración y de vigilancia del Consejo Nacio-
114
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
nal para Prevenir la Discriminación. El quinto desarrolla los procedimientos
a seguir, incluyendo la reclamación, conciliación, investigación, resolución
y el procedimiento conciliatorio entre particulares; por último, el sexto hace
mención a las medidas administrativas para prevenir y eliminar la discriminación.
La definición de discriminación destaca por ser bastante completa:
[...] toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o
nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento
o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas. También se entenderá como discriminación la xenofobia y el antisemitismo en cualquiera de sus manifestaciones.91
Cabe señalar que la ley hace un paréntesis al señalar que existen conductas que no se considerarán discriminatorias,92 entre ellas se encuentran las
distinciones entre ciudadanos y no ciudadanos, entre asegurados por las instituciones de seguridad social y la población en general (fracciones I a VII
91
Artículo 4 de la citada ley.
Ver artículo 12 de la citada ley, “No se considerarán conductas discriminatorias las
siguientes:
I.
Las acciones legislativas, educativas o de políticas públicas positivas o compensatorias que sin afectar derechos de terceros establezcan tratos diferenciados con el
objeto de promover la igualdad real de oportunidades;
II. Las distinciones basadas en capacidades o conocimientos especializados para desempeñar una actividad determinada;
III. La distinción establecida por las instituciones públicas de seguridad social entre sus
asegurados y la población en general;
IV. En el ámbito educativo, los requisitos académicos, de evaluación y los límites por
razón de edad;
V. Las que se establezcan como requisitos de ingreso o permanencia para el desempeño del servicio público y cualquier otro señalado en los ordenamientos legales;
VI. El trato diferenciado que en su beneficio reciba una persona que padezca alguna
enfermedad mental;
VII. Las distinciones, exclusiones, restricciones o preferencias que se hagan entre ciudadanos y no ciudadanos, y
VIII. En general, todas las que no tengan el propósito de anular o menoscabar los derechos, y libertades o la igualdad de oportunidades de las personas ni de atentar contra
la dignidad humana”.
92
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
115
del artículo 5). Asimismo, la ley señala que no se considerarán como conductas discriminatorias aquellas que no menoscaben los derechos y libertades, ni
de atentar contra la dignidad humana.
De los grupos señalados como posibles víctimas de la discriminación se
encuentran las personas de edad. Después de prohibir un catálogo de conductas consideradas como discriminatorias, se hace referencia a las personas de
edad a través de la mención de un catálogo de medidas positivas y compensatorias para ellas. El artículo 12 enumera aquellas medidas dirigidas a las personas de edad:
I.
II.
III.
IV.
V.
Garantizar el acceso a los servicios de atención médica y seguridad
social, según lo dispuesto en la normatividad en la materia.
Procurar un nivel mínimo y decoroso de ingresos a través de programas, conforme a las reglas de operación que al efecto se establezcan.
De apoyo financiero directo y ayudas en especie.
De capacitación para el trabajo y de fomento a la creación de empleo.
Garantizar conforme a la legislación aplicable, asesoría jurídica gratuita así como la asistencia de un representante legal cuando el afectado lo requiera.
De lo anterior, se observa que a la cuestión financiera y al acceso a la salud,
al trabajo y a la justicia se le da un mayor peso. Es importante recordar que
disposiciones similares se recogen y desarrollan en otros ordenamientos, por
lo que su enumeración no depende del contenido de la presente ley de manera exclusiva.
Interesante aportación de esta ley es el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación, cuyas funciones se duplican con otras instituciones como en
el caso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. La discriminación, por sí misma, es una violación a los derechos humanos, y el objeto de la
presente ley es el mismo que el de la Ley de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos: prevenir y eliminar la violación de los derechos humanos. Además, cuenta con funciones idénticas en cuanto a la promoción e investigación de los derechos humanos y su procedimiento de quejas duplica
las funciones de la CNDH cuando se trata de aquellos funcionarios que violan los derechos humanos de los ciudadanos.
116
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
4.3. POLÍTICAS PÚBLICAS
EN FAVOR DE LAS PERSONAS DE EDAD
Como se ha examinado, la política de México para las personas de edad se
dirige como si se tratara de un grupo en situación de vulnerabilidad, confundiendo su problemática específica como si se tratara del mismo caso para
todas las personas que se reconocen dentro de este grupo vulnerable. Sin
atender a sus particularidades como personas adultas mayores, será imposible incluir un enfoque general e integral que conlleva hacer políticas para el
envejecimiento como un proceso que afecta a todos los sectores de la población. Desde esta óptica, no es de extrañarse que predominan tres vertientes
para llevar a cabo dichas políticas en México: de asistencia social, la médica
y lo que supuestamente se concibió más tarde como propia de políticas de
desarrollo social.
El primer enfoque es cubierto por el Sistema Nacional del Desarrollo Integral de la Familia, como ya se mencionó en el apartado de la legislación
sobre asistencia social. Es esta institución la que trabaja con la que en su momento estuvo a cargo de llevar a cabo directrices políticas para el beneficio
de las personas de edad (INSEN, INAPLEN o INAPAM, según sea el momento histórico del que se trate). Destaca que, a través del DIF, el gobierno
federal ha puesto en marcha programas de asistencia para adultos mayores
por medio de servicios, entre los que sobresalen la asistencia alimentaria,
albergues, campamentos recreativos, cocinas populares y campañas de concientización en torno al problema. Este tema ya ha sido suficientemente cubierto en el apartado anterior a través de la descripción de la legislación relacionada con el tema.
En el segundo caso, es necesario hacer un recuento histórico de la evolución del organismo dedicado a la atención de las personas de edad para así
evaluar su desempeño. Hay que recordar que esta institución parte de lo que
se conoció como el Instituto Nacional de la Senectud (INSEN), creado el 22
de agosto de 1979, a través del Decreto Presidencial emitido por el entonces
presidente de la República, José López Portillo. En ese entonces, el instituto
tuvo como finalidad “proteger, ayudar, atender y orientar a las personas en
edad senil, por medio de instituciones adecuadas que permitan aliviar sus
padecimientos y enfermedades, así como sus necesidades económicas más
apremiantes, cuando no cuenten ni con medios económicos suficientes ni
con los servicios de los sistemas de seguridad social y sanitaria ya estable-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
117
cidos”.93 Esta visión médica fue posteriormente reforzada, muchos años después, por la creación del Comité Nacional de Atención al Envejecimiento,
publicado por Acuerdo Presidencial el 12 de agosto de 1999, donde se creaba
una instancia especializada que apoyaba los esfuerzos en favor de la reducción de las tasas de incidencia de ciertas enfermedades de la población mayor de 60 años. Como una acción posterior, la Secretaría de Salud creó una
Cartilla de Salud gratuita para las personas mayores de esa edad, a efecto de
realizar un seguimiento del estado de salud de la persona.
Otro enfoque diferente, llevado a cabo por la institución que sustituyó al
INSEN, fue el de desarrollo social. Con la administración del presidente Vicente Fox Quesada, desapareció el INSEN para dar lugar a una nueva institución: el Instituto Nacional para las Personas en Plenitud (INAPLEN). Esta institución cambió de nombre y de funciones, pero siguió contando con el mismo
personal que la dependencia anterior.
Tuvieron que pasar más de 20 años para que el tema de las personas de
edad nuevamente figurara en las agendas políticas nacionales. El 15 de enero
de 2000, las facultades del INSEN se modificaron y se reconoció como su
nuevo objetivo el desarrollo humano integral de las personas mayores de 60
años, entendiéndose por esto, el proceso tendente a brindar empleo u ocupación a este sector de la población. También se encuentran, entre los objetivos
de esta institución, las retribuciones justas, la asistencia y las oportunidades
necesarias para alcanzar niveles de bienestar y alta calidad de vida, orientando a reducir las desigualdades extremas y las inequidades de género que aseguren sus necesidades básicas y el desarrollo de su capacidad e iniciativas
propias en un entorno social incluyente. De ser una institución dirigida hacia
el sector salud, en lo que atañe al objetivo de la primera institución, pasó a
ser un organismo mucho más preocupado por el bienestar con un enfoque de
desarrollo social.
Al concebir como su objetivo el desarrollo social, la institución dedicada a
las personas de edad perdió su independencia y se unió a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) con la entrada en vigor del Decreto Presidencial
mediante el cual esta dependencia quedaba formalmente sectorizada en
SEDESOL. Este cambio trajo aparejado el de su nombre y dejó de llamarse
Instituto Nacional de la Senectud (INSEN). Con esta regulación, el Consejo
93
Considerando del decreto de creación del Instituto Nacional de la Senectud, publicado
en el Diario Oficial de la Federación, 22 de agosto de 1999.
118
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Directivo del INAPLEN quedó entonces integrado por los titulares de las secretarías de Gobernación, de Hacienda y Crédito Público, de Educación Públicas, de Salud, del Trabajo y Previsión Social, así como por la de Desarrollo Social, quien fungiría como presidenta del mismo.
El mismo año en que el instituto pasó a formar parte de los programas de
trabajo de la Secretaría de Desarrollo Social, se volvió a modificar la denominación de INAPLEN a Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM). Esta vez, el instituto conservó su naturaleza jurídica como un
organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, con
atribuciones, objetivos y fines. Este organismo es ahora rector de la política
nacional en favor de las personas adultas mayores, cuyo objetivo es coordinar, promover, apoyar, fomentar, vigilar y evaluar las acciones públicas, estrategias y programas que se deriven de ella.
Dentro de un marco de desarrollo social y evitando el asistencialismo del
cual era parte el INSEN, la SEDESOL ha procurado desarrollar diversas acciones para favorecer las condiciones de vida de este sector. Entre las acciones del INAPAM se encuentran servicios de beneficios económicos y de descuentos. Entre ellos se encuentra la tarjeta de afiliación para la población de
60 años, a fin de que accedan a los múltiples beneficios y descuentos en
bienes y servicios en cerca de 20 mil establecimientos a nivel nacional. Entre
otras funciones de esta institución se hallan los Centros de Atención Integral,94 Clubes de la tercera edad95 y centros culturales.96 Asimismo, esta institución cuenta con asesoría jurídica gratuita y servicios de capacitación la94
En estos centros se proporcionan servicios médicos especializados en geriatría, acupuntura, audiología, cardiología, dermatología, gastroenterología, ginecología, odontología,
oftalmología, optometría, ortopedia, otorrinolaringología, psicología, reumatología, ultrasonografía, así como rayos X, estudios de laboratorio y gabinete. Esta atención se brinda a
través de sus cuatro centros de atención integral, ubicados en la ciudad de México. De manera adicional, los pacientes tienen acceso a otros servicios como: bolsa de trabajo, asesoría
jurídica y afiliación a la tarjeta, que es la puerta de entrada a todos los servicios del INAPAM.
95
Funcionan 4,607 en el interior de la República y 113 en el Distrito Federal, en los que se
atienden a personas de 60 años y más, quienes realizan actividades sociales, educativas, culturales, artísticas, recreativas, deportivas y productivas en talleres de manualidades, artesanías
y oficios, con lo que se fomenta su organización e intervención en la solución de sus problemas, además de propiciar su permanencia en la comunidad.
96
Operan cuatro en el Distrito Federal y su objetivo es brindar actividades académicas
de formación complementaria y otras opciones para incrementar el nivel cultural de los asistentes, al proporcionarles materias de formación humanística, disciplinas pedagógicas e idiomas.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
119
boral. Además, lleva acciones como campañas para revalorar al anciano y los
programas de “Chiquillas Apoyando a los Adultos Mayores”, “Abuelos en
Busca de Amigos”97 y el de “Abuelas, abuelos cuenta cuentos”.
Al evaluar la evolución de las políticas para las personas adultas mayores
con relación al desarrollo social, aún falta mucho por hacer. Quizá el hecho de
que actualmente el INAPAM pertenezca a la SEDESOL, lo relacione de una
manera más integral a las políticas de combate a la pobreza y, por ende, a la
situación de las personas de edad. Sin embargo, es notorio el hecho que los
servicios que presta el INAPAM aún no son suficientes para dar un cambio a
la política dirigida hacia este sector de la población dentro de la agenda política nacional. Más que seguir siendo un apéndice de las políticas asistenciales,
el tema de las personas adultas mayores debe ser vista a través de una perspectiva transversal y dejar de considerar que este grupo sólo es caracterizado
por ser vulnerable. Las políticas hacia este sector de la sociedad deben ir
dirigidas a verlos como ciudadanos que tienen necesidades específicas y son
ellos mismos quienes tienen que decir y actuar en demanda de que se les satisfagan sus preocupaciones y necesidades. Para ello, no sólo es necesario
cumplir el papel de un ciudadano activo, sino también deben existir canales
desde el gobierno que escuchen sus peticiones y las hagan valer.
En conclusión, es importante considerar cómo la legislación y las políticas
nacionales se enfrentan a una situación similar a la ocurrida en el sistema
internacional sobre la materia. Al carecer de poder vinculatorio los pocos instrumentos internacionales existentes, difícilmente podrá verse enriquecida la
política nacional con las experiencias y aportaciones de países con una mejor
situación de las personas de edad. No por ello se puede decir que el Estado
mexicano ha descuidado a las personas de edad en su agenda política nacional, pero sí se puede argumentar que este sector aún no representa un grupo
al que se le dedique especial atención de manera directa.
Una regulación respecto de los derechos de este sector siempre constará
de una balanza donde los derechos de la segunda generación pesarán más. El
inconveniente de llevar a cabo de manera efectiva estos derechos, es el hecho
que los mismos dependan de ser considerados dentro del erario nacional y no
siempre se consideran como prioridades tales asuntos.
97
Esta acción promueve el acercamiento entre personas de edad avanzada y jóvenes
infractores, a fin de lograr el diálogo y la transmisión de valores sociales, mediante actividades culturales, talleres artísticos y encuentros deportivos.
120
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Por lo anterior, no es de extrañarse que el tema de pobreza y personas de
edad no sea abordado por las políticas nacionales de manera eficaz, pues no
existen medidas que mejoren el limitado acceso que tienen los adultos mayores a los ingresos decentes o a los servicios de seguridad social adecuados.
Los descuentos y beneficios económicos mínimos con los que cuenta este
sector de la sociedad, aunque contribuye a la mejora de su situación económica, no son suficientes para que los mismos tengan un poder adquisitivo
adecuado para cubrir sus necesidades básicas. Las políticas de corte
asistencialista no son la respuesta, pues son medidas temporales, y en el momento en que el gobierno decida dejar de otorgarlas, no existe forma en que
las mismas se puedan demandar jurídicamente. Las personas de edad no sólo
deben ser vistas como parte de las políticas públicas, sino que deben ser
sujetos activos de las mismas. Es necesaria la promoción de consultas generales donde este sector de la población establezca cuáles son sus necesidades
y que así se le tome en cuenta, trabajando de manera conjunta entre la población beneficiada, especialistas, académicos, gobierno y sociedad civil.
4.4. ACCIONES DE LA COMISIÓN NACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS
Las instituciones nacionales de promoción y protección de los derechos humanos, son las encargadas de desarrollar las políticas y los parámetros respecto a los derechos humanos de un país. En México, la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos y las instituciones estatales de promoción y protección de los derechos humanos se encargan de esta tarea.
Los Principios de París enuncian que las instituciones nacionales tienen,
entre sus competencias y atribuciones, la promoción y protección de los derechos humanos, y de manera específica, la presentación de dictámenes, recomendaciones, propuestas e informes sobre todas las cuestiones relativas a
la protección y promoción de los derechos humanos. La Comisión Nacional
de los Derechos Humanos se encarga de examinar la legislación y los textos
administrativos en vigor, así como los proyectos y proposiciones de ley, y
hace las recomendaciones que considere apropiadas para garantizar que esos
textos respeten los principios fundamentales en materia de derechos humanos; en caso necesario, este organismo nacional recomienda la aprobación de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
121
una nueva legislación, la modificación de la legislación en vigor y la adopción de medidas administrativas o su modificación.
La naturaleza jurídica de la CNDH consiste en ser un organismo que cuenta con autonomía de gestión y presupuestaria, personalidad jurídica y patrimonio propios, y tiene por objeto esencial la protección, observancia, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos que ampara el orden
jurídico mexicano. Por lo anterior, tiene una singularidad propia al no ser ni
gobierno ni sociedad civil, las cuales suelen ser las protagonistas de la creación de las políticas públicas para grupos en situación de vulnerabilidad;
pero aún así, la CNDH es parte del Estado mexicano.
En julio de 1995, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, consciente de la problemática que enfrentan las personas con discapacidad, creó
un equipo de trabajo compuesto por personal de la Dirección General de
Quejas y Orientación, de las tres Visitadurías, de la Secretaría Técnica y de la
Secretaría Ejecutiva.98 Su finalidad es atender, en forma integral, las quejas
sobre violaciones a los derechos humanos de este grupo en situación de vulnerabilidad. El seguimiento a los trabajos emprendidos por este sector lo preside el Grupo Interdisciplinario de la CNDH para la Promoción y Protección
de los Derechos Humanos de los Grupos en Situación de Vulnerabilidad y Seguimiento a las Recomendaciones Emitidas por Instancias Internacionales.
Asimismo, la CNDH cuenta con el Programa sobre Personas con Discapacidad,
Enfermos de VIH/Sida y de la Tercera Edad.
En síntesis, la CNDH vela por los derechos de las personas de edad a
través de tres formas: la atención a quejas, la promoción y difusión de tales
derechos y mediante la colaboración con otras instituciones.
Atención a quejas por presuntas violaciones
a los derechos humanos de las personas de edad
En primer lugar, en materia de atención a quejas, este organismo nacional recibe escritos de queja presentados por personas de edad, así como por las
organizaciones que las representan. Entre los principales hechos violatorios
que se señalan en los expedientes de queja registrados, son por la negativa o
a la inadecuada prestación del servicio público de salud; la negativa al dere98
El mismo surgió a partir de lo dispuesto en el numeral 58 del documento “Compromisos con la sociedad”, publicado en la Gaceta de la CNDH en julio de 1995.
122
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
cho de petición; el incumplimiento de prestaciones de seguridad social; la
negativa de atención médica, y la dilación o negligencia administrativa en el
proceso.
La CNDH califica como violación a los derechos de las personas de edad:
1. Toda acción u omisión indebida, por la que se vulnere cualquiera de los
derechos humanos protegidos por el ordenamiento jurídico en atención
a la situación de ser persona mayor de 60 años,
2. Realizada de manera directa por una autoridad o servidor público, o
3. De manera indirecta mediante su autorización o anuencia a un tercero.
4. Son modalidades de la violación a los derechos de las personas de la
tercera edad especialmente definidos y protegidos en atención a la situación de ser senil:
a) Cualquier acción u omisión por la que un senil que al ser señalado
como presunto responsable de un ilícito o que al ser privado de su
libertad, no le sean consideradas en su favor, las excepciones aplicadas a las penas y medidas de seguridad,
b) La obstrucción o negativa a su acceso efectivo a los procedimientos
de procuración y/o administración de justicia, o
c) La obstrucción o negativa a su acceso efectivo a los servicios asistenciales, de salud y prestaciones derivadas del régimen de seguridad
social por parte del Estado.99
Según el registro de la Dirección General de Quejas y Orientación, en el
periodo de marzo de 1995 a mayo de 2003, se han contemplado como quejas
provenientes de personas de edad, 251 expedientes, los cuales fueron analizados con el fin de constatar el perfil del quejoso adulto mayor, la razón por
la que considera que se le están violando sus derechos y cuáles son las principales autoridades presuntamente responsables por dichas violaciones.
Del universo de las quejas analizadas, se pudo comprobar qué autoridades
son las que presentan el mayor número de inconformidades:
99
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Manual para la calificación de hechos
violatorios de derechos humanos. México, CNDH, Federación Mexicana de Organismos Públicos de Protección y Defensa de los Derechos Humanos, México, 1998, p. 103.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
123
a) Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con 73 quejas.
b) Dirección General de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, con 19 quejas.
c) Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del
Estado, con 19 quejas.
d) Dirección General de Prevención y Readaptación Social del Estado de
Veracruz, con 7 quejas.
Asimismo, se debe destacar que existen otras 46 autoridades presuntamente responsables que también fueron objeto de queja, pero las mismas obtuvieron menos de seis quejas cada una.
Como se puede observar, los expedientes de queja existentes son, en su
mayoría, contra las Direcciones de Prevención y Readaptación Social. Destacan las que fueron presentadas en el ámbito de la administración de justicia
y, en específico, en materia de beneficios de libertad. En el universo analizado de quejas, la solicitud de beneficios de ley, en particular la de libertad anticipada en virtud de que rebasa los 65 años de edad, apareció con una periodicidad de 19 veces.
Del análisis se desprende que la mayoría de las quejas presentadas ante la
CNDH por personas adultas mayores es en el ámbito de ejecución de sentencias. Gran parte de los quejosos alegan que no se respeta el hecho que se ha
cumplido 65 años de edad y son titulares a derechos para obtener el beneficio
de ley; en específico, la libertad anticipada. Quienes presentan con mayor frecuencia estas quejas son los varones, siendo el agraviado en 175 ocasiones del
sexo masculino y 50 del femenino. Además existe una categoría en que las
quejas se presentan de manera grupal (26 casos).
El otro motivo por el cual las personas de edad recurren a la queja, es con
relación al sector salud. Las dos causas principales son la negativa o la inadecuada prestación del servicio público de salud (15 quejas) y la negligencia
médica (7 quejas), siendo el IMSS la institución que con más frecuencia se realiza esta negativa.
Otra característica que destacó en cuanto al tratamiento de las quejas en
esta institución nacional, es la forma en que son resueltas: la orientación.
Esta forma se repitió en 124 ocasiones. Las otras formas de resolución fueron: la no competencia, la resolución en el procedimiento y aquellas que a la
fecha de esta publicación estaban en prensa, continúan siendo consideradas
como presunta violación y aún no cuentan con la resolución definitiva.
124
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
El hecho que las quejas suelan ser resueltas mediante orientación, ha ocasionado que sólo exista una recomendación en materia de personas adultas
mayores, la Recomendación 155/95. Parte de la razón por las que existen tantas orientaciones es que las quejas que se presentan no cumplen con los requisitos legales, ni contienen las características necesarias para que esta Comisión Nacional, dentro de sus funciones y atribuciones, le dé continuidad a las
mismas.
Difusión
La difusión de los derechos humanos en materia de personas adultas mayores
que ha llevado a cabo la CNDH, se ha dado a través de la organización y
asistencia a foros de discusión, capacitación, material de difusión, concursos, etcétera.
En el primer caso, cabe destacar que la difusión de los derechos de las personas adultas mayores inicia desde octubre de 1991, cuando este organismo
nacional llevó a cabo el simposio Los Derechos Humanos de la Tercera Edad,
en el que participaron representantes de distintas instituciones que atienden a
este sector de la población, destacando el Instituto Nacional de la Senectud,
el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, entre otros.
El objetivo del encuentro fue la difusión de los derechos y las prestaciones
que les son otorgados a las personas adultas mayores.
En materia de educación de derechos humanos, el tema del envejecimiento se ha desarrollado con cursos que van desde la capacitación hasta los diplomados. Los cursos y talleres de capacitación sirven para la multiplicación
de conocimientos respecto a los derechos humanos de las personas de edad,
dirigido tanto a servidores públicos como a los adultos mayores. En 1999, la
CNDH, en coordinación con la Universidad Anáhuac, campus Veracruz, dirigió el diplomado Derechos Humanos de las Personas con VIH/Sida, con
discapacidad y de la tercera edad.
Por otra parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha considerado la difusión de los derechos humanos como un elemento indispensable
para hacer valer los mismos. Por lo anterior, esta institución nacional, a lo
largo de los años, ha tenido especial interés en la publicación de textos de
lectura sencilla. Entre estas publicaciones sobresalen los folletos Principales
Derechos de la Tercera Edad y Principios de las Naciones Unidas a Favor de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
125
las Personas de Edad. Después de llevar a cabo las publicaciones referidas,
se relacionó el tema del envejecimiento con el ámbito internacional y se publicaron cinco cartillas100 sobre instrumentos internacionales, la legislación
nacional sobre la materia y la situación de las mujeres de edad en el mundo.
Una destacada publicación en materia de derechos humanos de este sector
de la sociedad fue el libro Los derechos humanos de las personas de la tercera edad, publicado en 1999.
Otras formas de difusión que ha llevado a cabo la CNDH en materia de
tercera edad, ha sido a través de concursos (de calendarios y fotografías), la
elaboración de un video titulado Los derechos humanos de la tercera edad, y
la participación de varios espacios radiofónicos con el fin de dar difusión a
estos derechos.
Además, es importante destacar los proyectos llevados a cabo por la Coordinación del Programa sobre Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia en el
2002 para promover los derechos de las personas adultas mayores. En este
sentido destacan dos programas, el primero estuvo dirigido a la difusión de
tales derechos y el segundo a la promoción y difusión de los derechos humanos y transmisión de valores de las personas adultas mayores a los menores y
jóvenes infractores que reciben tratamiento en internación denominado “De
mí para ti”.
El Programa Nacional de Promoción y Difusión de los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores tiene por objeto llegar a las personas
mayores de 60 años, con el fin de difundir el conocimiento de los derechos
humanos de los adultos mayores, favoreciendo así su respeto y ejercicio, a
nivel federal, estatal y municipal, en toda la República mexicana. Para ello,
este programa se está vinculando desde la CNDH con otras instituciones como
el INAPAM y sus delegaciones estatales, y las comisiones estatales de derechos humanos.
Por otro lado, el Programa Nacional de promoción y difusión de los derechos humanos y transmisión de valores de las personas adultas mayores a los
menores y jóvenes infractores que reciben tratamiento en internación “De mí
100
Personas de edad: principales derechos; Personas de edad: derecho a la seguridad
social y la procuración y administración de justicia; Principios de las Naciones Unidas a
favor de las personas de edad; Los derechos humanos reconocidos a nivel internacional de las
personas de edad: el respeto universal a la madurez y la Segunda Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento.
126
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
para ti” tiene por objeto la promoción y difusión de los derechos humanos de
las niñas, niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran recluidos, así como
la transmisión de valores, a fin de prevenir violaciones a dichos derechos fundamentales.
Se prevé que este programa se ejecute desde los centros de internación donde se encuentren dichos menores, compartiéndoles, mediante la transmisión de
valores de las personas adultas mayores, una cultura de respeto a sus derechos
humanos. El desarrollo social en nuestro país exige que las personas, como
parte del proceso educativo, conozcan e identifiquen sus derechos para, posteriormente, luchar por su respeto. Este proyecto es necesario, pues los menores infractores no conocen plenamente sus derechos, la forma de hacerlos
valer, ni ante qué instancias o autoridades acudir. Este segundo proyecto se
realizará por la CNDH, las comisiones estatales de derechos humanos, el
INAPAM y sus delegaciones estatales, la Secretaría de Seguridad Pública y/
o su equivalente, dependiendo de la entidad federativa de la que se trate.
Colaboración con otras instituciones
Como se ha podido comprobar, el esfuerzo conjunto entre varias instituciones siempre ha tenido buenos resultados para la promoción de los derechos
humanos. Sin duda, la constante colaboración con otras instituciones, ha enriquecido esta noble labor, ejemplo de ello fue la colaboración existente con
el entonces Instituto Nacional de la Senectud (INSEN) para llevar a cabo la
campaña Unidad Nacional contra la Violencia, la cual se realizó entre 1996 y
1997.
Esta colaboración ha tenido varios frutos, entre ellos destaca la participación en el Foro de Consulta Nacional sobre el Envejecimiento en México, convocado por el entonces INAPLEN, y la participación en la XVI Sesión Plenaria “Lo que los mexicanos hacemos”, organizado por el Instituto Nacional de
Desarrollo Social, y la VII Reunión de la Red por las Personas Mayores.
Asimismo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos participó en la
Segunda Asamblea Mundial de Envejecimiento, con el fin de intercambiar experiencias y mejores prácticas a nivel institucional y gubernamental, así como
para fortalecer la visión de los derechos humanos que adoptaran los documentos oficiales aprobados por la Segunda Asamblea.
CONCLUSIONES
A. Prevalece la falta de compromiso de la comunidad internacional
en materia de personas de edad y de envejecimiento
Se debe reconocer que la visión clásica de los derechos humanos no contempló, desde su origen, los derechos específicos para las personas de edad. La
nula especificación de la discriminación por razón de edad en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, ha traído como consecuencia la poca atención por parte del Sistema de Naciones Unidas y, por lo mismo, no existen
instrumentos internacionales integrales que velen por las personas adultas mayores de manera detallada, con suficiente peso en el derecho internacional.
Por el motivo anterior, no es de extrañarse que parte de la discriminación
que ha sufrido el tema de las personas de edad en las agendas internacionales
se haya multiplicado en otros instrumentos internacionales surgidos en el
sistema de Naciones Unidas.
B. Es necesario abordar el tema de las personas de edad a través
de una perspectiva dinámica de los derechos humanos
Sólo a través de un enfoque integral dirigido hacia el proceso del envejecimiento se podrán llevar a cabo políticas públicas efectivas sobre los derechos
humanos de las personas de edad. El diseño de políticas no debe iniciar a
partir de cierta edad, sino a lo largo del ciclo de vida. Las políticas sobre el
envejecimiento procurarán que se llegue a una edad avanzada en plenitud de
sus derechos y sus necesidades básicas. Si las personas no gozan de estos
derechos antes de llegar a la edad de 60 o 65 años, difícilmente esta población gozará de los derechos específicos. A lo largo de la presente investi[127]
128
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
gación se ha podido constatar que gran parte de las políticas reconocidas para
las personas de edad son de corte asistencialista y no resuelven las necesidades básicas de este sector.
Ubicarlas como un grupo vulnerable sin abordar las demandas propias de
las personas de edad, traerá como consecuencia que dichas políticas públicas
no sean efectivas, ni sean satisfechas las demandas y necesidades de las personas de edad. Este sector de la población tiene necesidades específicas a ser
cubiertas y no se deben ver como un grupo homogéneo cuya problemática es
la misma que la que enfrentan otros grupos en situación de vulnerabilidad.
Para integrar a los derechos humanos de las personas de edad en las agendas
políticas, debe velarse por las tres generaciones de derechos humanos con el
fin de analizar dónde existen obstáculos para el acceso a los mismos. Difícilmente veremos que los derechos civiles y políticos sean respetados íntegramente, pero su cumplimiento es mayor que el de los derechos económicos, sociales y culturales, pues éstos son los más perjudicados. Además, para
concebir los derechos de la tercera generación o de solidaridad, es necesario
que los derechos de las personas de edad sean reconocidos como un grupo social específico, para que la sociedad los respete y las personas adultas mayores puedan hacerlos valer.
C. Una forma incluyente de concebir a las personas de edad
en las agendas políticas nacionales, es apartándolas
del concepto de grupos vulnerables
Es importante dejar de considerar a las personas de edad como objetos y no
sujetos de las políticas públicas. La existencia de relaciones de poder ocasiona que se le asigne el término de “vulnerables”, pues éste justifica que siempre se encuentren en “desventaja”. Mientras las personas de edad continúen
siendo consideradas como una parte de la sociedad diferente al resto, por
calificarlas como vulnerables, difícilmente se integrarán en condiciones de
igualdad. Además, es importante concebir a las personas de edad desde una
visión que no sea estática. Así se podrá reconocer la diversidad que existe en
este grupo social, con necesidades específicas a ser cubiertas.
El concepto de la vejez es una construcción social que varía en el tiempo
histórico y el espacio geográfico. Por lo tanto, una mejor imagen de las personas de edad que redunde en su calidad de vida, debe apoyarse también en
un cambio de paradigma. Por lo anterior, se estima que para llevar a cabo un
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
129
diseño de estrategias para la protección de los derechos de estas personas, se
deben tomar en consideración parámetros con base en características como
sexo, edad y condición social, por ejemplo. Además, es fundamental concebir al grupo de personas de edad contemplando la diversidad que existe entre
sí, y no como un sector homogéneo, a fin de que se incluyan en el diseño y
definición de sus expectativas de vida y formen parte activa para declarar sus
propios derechos.
D. Sólo relacionando el envejecimiento con políticas sobre desarrollo
social, se podrá velar por una mejor calidad de vida
para las personas de edad
Los países de América Latina, entre ellos México, están pasando por diferentes etapas de desarrollo dentro de su territorio. Esta problemática es atendida
por diversas instituciones sociales correspondientes. El sistema de protección social parece ser un producto de la constelación histórica y política, así
como de las fuerzas económicas dentro de un país. Las instituciones de seguridad social en esta región fueron creadas principalmente durante mediados
del siglo XX, pero fueron influidas por las reformas neoliberales que promovían la privatización, la liberación y la desregularización durante las últimas
dos décadas.
Es necesario adoptar un enfoque transversal para incluir a las personas de
edad en las agendas de temas relacionados con su situación. Lo anterior es
particularmente pertinente en lo relativo a temas referidos al desarrollo social y derechos humanos. A medida que la población envejece, experimenta
cambios físicos, y la vulnerabilidad frente a las enfermedades, la discapacidad,
y, en ocasiones, la pérdida de facultades físicas y mentales, puede aumentar.
Por lo anterior, ante esta situación de riesgo, se requiere más apoyo económico
y social por parte de terceros. En este sentido, si se quiere proteger y mejorar
la calidad de vida de las personas de edad, es necesario abordar la problemática que conlleva la situación de pobreza y examinar las relaciones entre modernización y bienestar de las personas de edad, prestando atención a los
cambios a largo plazo en la situación de los adultos mayores y su particularidad dentro de los países en desarrollo.
130
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
E. Para respetar las directrices internacionales en materia de
envejecimiento, una política nacional deberá basarse en lo
expuesto en las cumbres mundiales sobre derechos humanos,
los Principios de Naciones Unidas a Favor de las Personas de Edad
y los dos Planes de Acción sobre el Envejecimiento existentes
Las conferencias mundiales sobre derechos humanos han trascendido por ser
justamente el espacio donde más ha evolucionado este concepto. A pesar de
lo anterior, los derechos de las personas de edad no han evolucionado a la
medida que lo han hecho otros grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Para las cumbres mundiales de la década de los noventas, por
ejemplo, las personas de edad no han sido una prioridad.
Sin embargo, dos conferencias mundiales, la de Población y Desarrollo,
de El Cairo, y la de Desarrollo Social, de Copenhague, profundizan de mejor
manera el tema del envejecimiento. La Conferencia de El Cairo se acercó más
a la problemática demográfica del envejecimiento y destacó la necesidad de
fomentar la autonomía e independencia a través del trabajo, acceso al sector
salud y sistemas de seguridad económica y social para las personas de edad.
Además, mencionó la importancia de la familia y la necesidad de establecer
un sistema de apoyo social para aumentar la capacidad de las familias para hacerse cargo de las personas de edad. Por primera vez, se contempló también
la importancia de incentivar y apoyar la ciudadanía de los adultos mayores.
La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social propone que una mejor calidad de vida redundará en la mejora del proceso del envejecimiento poblacional, y para ello es necesaria la creación de un entorno económico, político,
social, cultural y jurídico para las personas de edad. Además, es importante
recordar que el Programa de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social precisa que sólo se puede alcanzar el desarrollo social a través de la
promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.
Asimismo, los principios de participación, dignidad, independencia, cuidados y autorrealización deben ser la base para cualquier política nacional en
materia de envejecimiento, en caso de adoptar los Principios de Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad.
Las políticas para el envejecimiento deberían respetar los tres parámetros
que considera el Plan de Acción de Madrid:
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
131
• Personas mayores y desarrollo.
• Prolongación de la salud y el bienestar hasta la tercera edad.
• Entornos favorables y solidarios.
El Plan de Acción de Madrid conlleva una visión del envejecimiento mucho más apegada a los derechos humanos que la Primera Asamblea Mundial,
estableciendo como una de sus prioridades velar por el fomento de valores
que deben caracterizar a una sociedad para todas las edades y enfatizando que las personas, en todas partes, deben tener herramientas para poder
envejecer con seguridad y dignidad y continúen participando en sus sociedades como ciudadanos y ciudadanas con plenitud de derechos.
F. Persiste aún la falta de interés en América Latina para
legislar en favor de las personas de edad que comprenda
el proceso de envejecimiento de forma integral
Después de realizar una revisión acerca del interés de la comunidad internacional en cuanto a los derechos humanos de las personas de edad, vemos que
el mismo es escaso y lento. Aunque existen datos demográficos que nos debieran alarmar por cómo está envejeciendo el mundo y cómo la calidad de
vida de este sector es cada vez más precaria, la comunidad internacional no
está poniendo el suficiente interés al tema como ocurre en el caso de otros
grupos en situación de vulnerabilidad. Al no contar con instrumentos de carácter vinculatorio y teniendo sólo de parámetro unas directrices conocidas
como los Principios de Naciones Unidas a favor de las Personas de Edad,
únicamente nos resta basar las políticas nacionales en los dos Planes de Acción sobre el Envejecimiento derivados de las dos Asambleas Mundiales de
Naciones Unidas para el Envejecimiento. Estas son guías, pero no compromisos, por lo que no siempre estarán reflejadas en las agendas nacionales con el
mismo interés de haber existido un tratado vinculatorio sobre la materia. Ante
este panorama, sólo resta a los estados, al gobierno y a organismos especializados y de la sociedad civil, velar por la promoción de mayor interés en esta
materia, así como en ubicar el tema del envejecimiento y de las personas de
edad en las agendas internacionales y nacionales con temas relativos a su
problemática. Ejemplo de ello es la salud, la educación, el trabajo, la vivienda, la pobreza y el desarrollo social, además de la situación particular de las
mujeres y las relaciones intergeneracionales.
132
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Además de lo anterior, es importante encontrar una fórmula a nivel nacional, en específico en Latinoamérica, para promulgar legislaciones locales
sobre el tema del envejecimiento, que puedan tener una visión integral que
contemplen como mínimo los Principios de Naciones Unidas a favor de las
Personas de Edad. Participación, dignidad, autorrealización, independencia
y cuidado deben ser las directrices para cualquier legislación que intente dedicarse a la protección de sus derechos humanos.
G. Para abordar políticas para el envejecimiento en México,
es necesario concebir su problemática desde una visión integral
Para llevar a cabo una política demográfica específica para México, es importante ver las características que comparte nuestro país con otros países en
desarrollo. El estado actual de las personas de edad es afectado por la pobreza
y por un sistema de seguridad social que no cubre las necesidades de la población en general. La población está envejeciendo con mayor celeridad que la
alza de una situación económica en crisis. Por lo anterior, existirán cada vez
más personas de edad con una situación económicamente difícil.
Para contar con un mejor concepto del envejecimiento en México, las políticas públicas no deben dirigirse a un sector de la sociedad de determinada
edad a través de medidas asistenciales, sino que deben comprender las siguientes acciones:
• Minimizar las incidencias y prevalencias de enfermedades crónicas degenerativas e incapacidades.
• Mantener altas tasas de funcionalidad física y mental.
• Disponer de recursos materiales con independencia en su disposición y
manejo.
• Contar con una sociedad y estructura familiar que permita contactos e
intercambios de ayuda material y apoyo emocional.
• Realizar actividades productivas y satisfactorias, no necesariamente
remuneradas.
Teniendo estos parámetros en cuenta, se puede concluir que la legislación
y las políticas nacionales distan de llegar a estos fines, en gran parte por las
carencias con las que cuenta la legislación y las políticas dirigidas a las personas de edad, al no poder garantizar el cumplimiento de los derechos civiles
y políticos, económicos, sociales y culturales.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
133
La elaboración de leyes especializadas para sectores específicos de la población considerados como vulnerables, puede ser una medida política simbólica acertada. No obstante, gran parte de lo establecido y expuesto por
estas leyes tiene un carácter predominantemente político, en lugar de ser de orden jurídico. Poca trascendencia tendrá la modificación de una serie de funciones mínimas y el cambio de nombre de una institución, cuando no existe
una renovación del personal con el que se cuenta o éste no es debidamente
capacitado. Lo anterior no permite dejar una visión asistencialista a la que se
está acostumbrado, para adoptar un nuevo enfoque más relacionado con el
respeto de sus derechos como ciudadano.
Es fundamental concebir que la erradicación de la discriminación hacia
cualquier grupo en situación de vulnerabilidad, especialmente las personas
de edad, sólo se podrá llevar a cabo a través de un cambio cultural, más que
mediante una ley que cree una institución especializada duplicando funciones de varias ya existentes. Se requiere de una política transversal donde varias instituciones trabajen de manera conjunta con la sociedad civil, organismos especializados y académicas y expertos para llevar a cabo políticas
efectivas contra la discriminación hacia estos sectores de la población.
H. La legislación nacional que atiende de alguna forma las necesidades
específicas de las personas de edad, no cubre las demandas
de derechos económicos, sociales y culturales de este sector
La legislación mexicana tiene una mejor regulación respecto de los derechos
civiles y políticos, que los derechos económicos, sociales y culturales. En
este sentido, las personas de edad pueden hacer valer sus derechos de la primera generación sin tanto problema como los segundos. Es más fácil velar
por derechos que actualmente se consideran como delitos (ejemplo de ello
son la discriminación, la violencia familiar o el abandono) que aquellos que
dependen de un presupuesto específico del erario público (por ejemplo, pensiones dignas, derecho al trabajo después de la jubilación o acceso a la salud
y a medicinas). A pesar de ello, es importante reconocer que un buen marco
jurídico respecto de los derechos civiles y políticos no significa que estos
derechos sean respetados en los hechos.
Se reitera la necesidad de que sean cubiertos, a lo largo del ciclo de vida,
los derechos de la segunda generación. Sólo así se logrará una mejor calidad
de vida para quienes lleguen a la vejez. Estas personas tendrán más posibili-
134
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
dades de hacer valer tales derechos si cuentan con el respeto de dichos elementos.
I. Es fundamental fomentar la cooperación entre las ONG internacionales
en materia de envejecimiento y organizaciones de la sociedad civil
e instituciones relacionadas con el tema en nuestro país
Las Organizaciones No Gubernamentales más importantes en materia de tercera edad y envejecimiento siguen proviniendo de países industrializados. Al
tener en cuenta que el intercambio de información suele ser uno de los pilares
de su fortaleza, organizaciones como Help Age y AARP pueden servir para
fortalecer las Organizaciones No Gubernamentales sobre envejecimiento de
México. Estas organizaciones tienen especial interés en países en desarrollo y de aquellos que pasan situaciones críticas, como África, para el intercambio de experiencias e información. Sería importante fomentar la creación de
Organizaciones No Gubernamentales en México que se vieran beneficiadas
de este tipo de intercambio de información con el fin de que exista la posibilidad de ser parte de las opiniones sobre el tema del envejecimiento en los
países en desarrollo. El hecho de que Naciones Unidas no reconozca estatus consultivo a las Organizaciones No Gubernamentales de países en desarrollo,
afecta en gran medida a la visión dinámica que tiene la sociedad civil de estas
regiones sobre el tema y al poco acceso que tienen las personas de edad a que
se respeten sus derechos.
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TUIRÁN, Rodolfo, Family-related Life-course Patterns in México: a longterm perspective. Tesis de Doctorado. Universidad de Texas en Austin,
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UNESCO, Futuros posibles: 10 tendencias a largo plazo que podrían esbozar los futuros posibles de la humanidad en el siglo XXI, The New courier; 0 Publ: 2002, p. 38-59, illus.
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University of Maryland Center on Aging, http://www.hhp.umd.edu/AGING/
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ANEXOS
ANEXO 1
PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL
DE VIENA SOBRE EL ENVEJECIMIENTO*
PREÁMBULO. PRÓLOGO. I. INTRODUCCIÓN. A. Antecedentes demográficos. B. Aspectos relativos al desarrollo y aspectos humanitarios
inherentes al envejecimiento. II. PRINCIPIOS 1. III. RECOMENDACIONES PARA LA ACCIÓN. A. Metas y recomendaciones en materia de
política. 1. Recomendaciones generales en materia de política. 2. Efecto
del envejecimiento en el desarrollo. 3. Esferas de preocupación de las
personas de edad. A) Salud y nutrición. Recomendaciones 1-17. B) Protección de los consumidores ancianos. Recomendación 18. C) Vivienda y
medio ambiente. Recomendaciones 19-24. D) La familia. Recomendaciones 25-29. E) Bienestar social. Recomendaciones 30-35. F) Seguridad de ingreso y empleo. Recomendaciones 36-43. G) Educación. Recomendaciones 44-51. B. Fomento de políticas y programas. 1. Reunión y
análisis de datos. Recomendaciones 52-53. 2. Capacitación y educación.
Recomendaciones 54-59. 3. Investigación. Recomendaciones 60-62. IV.
RECOMENDACIONES PARA LA EJECUCIÓN. A. Papel de los gobiernos. B. Papel de la cooperación internacional y regional. 1. Acción a
nivel mundial. A) Cooperación técnica. B) Intercambio de información y
experiencia. C) Formulación y aplicación de directrices internacionales.
2. Acción a nivel regional. C. Examen y evaluación.
PREÁMBULO
Las naciones reunidas en la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento
Conscientes de que un número creciente de sus habitantes es de edad avanzada,
Habiendo considerado la preocupación común por el envejecimiento y, a
la luz de ello, el logro de la longevidad y el desafío y las posibilidades que ese
logro entraña,
*
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, Viena, Austria, del 26 julio al 6 de agosto de
1982. En www.redadultosmayores.com.ar/docsPDF/Bibliografia/Estudios_Org_Internac/
DRGIN_02_AsambleaMundialEnvejecimiento1982Viena.pdf.
[145]
146
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Habiendo decidido que, individual y colectivamente,
i) formularán y aplicarán políticas a los niveles internacional, regional y
nacional para realzar la vida de las personas de edad como individuos, a
fin de que, espiritual y físicamente, disfruten plena y libremente de sus
años avanzados en paz, salud y seguridad, y
ii) estudiarán las consecuencias del envejecimiento de la población sobre
el desarrollo y las del desarrollo sobre las personas de edad, con miras
a lograr la plena realización del potencial de las personas de edad y a
mitigar, mediante medidas apropiadas, cualesquiera efectos negativos,
1. Reafirman solemnemente su convicción de que los derecho fundamentales e inalienables consagrados en la Declaración Universal de Derechos
Humanos se aplican plena e íntegramente a las personas de edad;
2. Reconocen solemnemente que la calidad de la vida no es menos importante que la longevidad y que, por consiguiente, las personas de edad deben,
en la medida de lo posible, disfrutar en el seno de sus propias familias y
comunidades de una vida plena, saludable, segura y satisfactoria y ser estimadas como parte integrante de la sociedad.
PRÓLOGO
1. Reconociendo la necesidad de señalar a la atención mundial los graves
problemas que aquejan a una parte cada vez mayor de la población del mundo, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió, en su resolución
33/52, de 14 de diciembre de 1978, convocar en 1982 una Asamblea Mundial
sobre el Envejecimiento. El propósito de la Asamblea Mundial era que sirviera de foro “para iniciar un programa internacional de acción encaminado a
garantizar la seguridad económica y social de las personas de edad, así como
oportunidades para que esas personas contribuyeran al desarrollo de sus países”. En su resolución 35/129, de 11 de diciembre de 1980, la Asamblea General manifestó además su deseo de que como resultado de la Asamblea Mundial “las sociedades reaccionen más plenamente ante las consecuencias
socioeconómicas del envejecimiento de las poblaciones y ante las necesidades especiales de las personas de edad”. Teniendo presentes tales mandatos
ha sido concebido este Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
147
2. En consecuencia, el Plan de Acción Internacional deberá considerarse
como parte integrante de las principales estrategias y programas internacionales, regionales y nacionales formulados en respuesta a importantes problemas y necesidades de carácter mundial. Sus metas principales son fortalecer
la capacidad de los países para abordar de manera efectiva el envejecimiento
de su población y atender a las preocupaciones y necesidades especiales de
las personas de más edad, y fomentar una respuesta internacional adecuada a
los problemas del envejecimiento mediante medidas para el establecimiento
del nuevo orden económico internacional y el aumento de las actividades internacionales de cooperación técnica, en particular entre los propios países
en desarrollo.
3. Con arreglo a estas metas, se establecen los siguientes objetivos concretos:
a) Fomentar la comprensión nacional e internacional de las consecuencias
económicas, sociales y culturales que el envejecimiento de la población
tiene en el proceso de desarrollo;
b) Promover la comprensión nacional e internacional de las cuestiones
humanitarias y de desarrollo relacionadas con el envejecimiento;
c) Proponer y estimular políticas y programas orientados a la acción y destinados a garantizar la seguridad social y económica a las personas de
edad, así como darles oportunidades de contribuir al desarrollo y compartir sus beneficios;
d) Presentar alternativas y opciones de política que sean compatibles con
los valores y metas nacionales y con los principios reconocidos internacionalmente con respecto al envejecimiento de la población y a las necesidades de las propias personas de edad; y
e) Alentar el desarrollo de una enseñanza, una capacitación y una investigación que respondan adecuadamente al envejecimiento de la población mundial y fomentar el intercambio internacional de aptitudes y
conocimiento en esta esfera.
4. El Plan de Acción debe considerarse en el marco de otras estrategias y
planes internacionales. En particular, se reafirman en él los principios y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (resolución 217 A (III) de la Asamblea General), de los
Pactos Internacionales de Derechos Humanos (resolución 2200 A (XXI) de
148
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
la Asamblea General) y de la Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo
en lo Social (resolución 2542 (XXIV) de la Asamblea General), de la Declaración y el Programa de Acción sobre el Establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional (resoluciones 3201 (S-VI) y 3202 (S-VI) de la Asamblea
General) y de la Estrategia Internacional del Desarrollo para el Tercer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo (resolución 35/56 de la Asamblea General), así como las resoluciones 34/75 y 35/46 de la Asamblea General, en que se declara el decenio de 1980 Segundo Decenio para el Desarme.
5. Además, es necesario subrayar la importancia de los siguientes planes
mundiales de acción aprobados por la comunidad internacional, porque la
cuestión relativa al envejecimiento de los individuos y al envejecimiento de
las poblaciones tiene relación directa con el logro de sus objetivos:
a) el Plan de Acción Mundial sobre Población;101
b) el Plan de Acción Mundial para la consecución de los objetivos del Año
Internacional de la Mujer102
c) el Programa de acción para la segunda mitad del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer;103
d) la Declaración de Alma-Ata (sobre atención primaria de la salud);104
e) la Declaración de Principios de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre los Asentamientos Humanos (HABITAT);105
f) el Plan de Acción para el Medio Humano;106
101
Informe de la Conferencia Mundial de Población de las Naciones Unidas, Bucarest,
del 19 al 30 de agosto de 1974 (publicación de las Naciones Unidas, núm. de venta: S.75.
XIII.3), cap. I.
102
Informe de la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer, México, D. F.,
del 19 de junio al 2 de julio de 1975 (publicación de las Naciones Unidas, núm. de venta:
S.76.IV.1), cap. I.
103
Informe de la Conferencia Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer:
Igualdad, Desarrollo y Paz, Copenhague, del 14 al 30 de julio de 1980 (publicación de las
Naciones Unidas, núm. de venta: S.80.IV.3 y corregendum), cap. I, secc. A.
104
Organización Mundial de la Salud, Atención de salud: Informe de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Ata, Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, del 6 al 12 de septiembre de 1978, Ginebra, 1978.
105
Informe de HABITAT: Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos
Humanos, Vancouver, del 31 de mayo al 11 de junio de 1976 (publicación de las Naciones
Unidas, núm. de venta: S.76.IV.7 y corrigendum), cap. I.
106
Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, Estocolmo,
del 5 al 16 de junio de 1972 (publicación de las Naciones Unidas, núm. de venta: S.73.II.A.14
y corrigendum).
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
149
g) el Programa de Acción de Viena sobre la Ciencia y la Tecnología para el
Desarrollo;107
h) el Programa de Acción para el Decenio de la lucha contra el Racismo
y la Discriminación Racial108 y el Programa de Acción para la segunda
mitad de ese mismo Decenio;109
i) el Plan de Acción de Buenos Aires para promover y realizar la cooperación técnica entre los países en Desarrollo;110
j) el Convenio Núm. 102 de la Organización Internacional del Trabajo
relativo a la norma mínima de la seguridad social;
k) el Convenio Núm. 128 y la Recomendación Núm. 131 de la Organización Internacional del Trabajo relativos a las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes;
l) la Recomendación Núm. 162 de la Organización Internacional del Trabajo relativa a los trabajadores de edad avanzada;
m) el Programa de Acción de la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural;111
n) el Programa Mundial elaborado como consecuencia del Año Internacional de los Impedidos;112
o) la Declaración de Caracas, aprobada en el Sexto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente;113
p) la recomendación sobre el desarrollo de la educación de adultos, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, en su 19a. Reunión
(Nairobi, 1976);
107
Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ciencia y Tecnología para el
Desarrollo, Viena, del 20 al 31 de agosto 1978 (publicación de las Naciones Unidas, núm. de
venta: S. 79.II.21 y corrigendum), cap. VII.
108
Informe de la Conferencia Mundial para Combatir el Racismo y la Discriminación
Racial, Ginebra, del 14 al 25 de agosto de 1978 (publicación de las Naciones Unidas, núm. de
venta: S.79.XIV.2), cap. II.
109
Resolución 34/24 de la Asamblea General, anexo.
110
Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cooperación Técnica entre
los Países en Desarrollo, Buenos Aires, del 30 de agosto al 12 de septiembre de 1978 (publicación de las Naciones Unidas, núm. de venta: S.78.II.A.11 y corrigendum), cap. I.
111
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Informe
de la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, Roma, del 12 al 20 de
julio de 1979.
112
Véase documento de las Naciones Unidas A/36/471 Add.1, anexo, secc. II.
113
Resolución 35/171 de la Asamblea General, anexo.
150
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
q) el Convenio Núm. 157 de la Organización Internacional del Trabajo relativo al mantenimiento de los derechos a la seguridad social,
1982.
I. INTRODUCCIÓN
A. ANTECEDENTES DEMOGRÁFICOS
6. Sólo en los últimos decenios se han señalado a la atención de las sociedades nacionales y la comunidad mundial las cuestiones sociales, económicas,
políticas y científicas suscitadas por el fenómeno del envejecimiento en gran
escala. Hasta hace poco, si bien algunos individuos alcanzaban etapas avanzadas de la vida, su número y su proporción en la población total no eran muy
importantes. En el siglo XX, sin embargo, en muchas regiones del mundo se
han logrado progresos en el control de la mortalidad perinatal e infantil, una
disminución de la tasa de natalidad, mejoras en la alimentación, la atención
sanitaria básica y el control de muchas enfermedades infecciosas. Esta combinación de factores ha dado por resultado un número y una proporción cada
vez mayores de personas que llegan a etapas avanzadas de la vida.
7. Según cálculos de las Naciones Unidas, en 1950 había alrededor de 200
millones de personas de 60 o más años de edad en todo el mundo. Ya en 1975,
su número había aumentado a 350 millones. Las proyecciones demográficas
de las Naciones Unidas para el año 2000 indican que ese número aumentará
a 590 millones y que para 2025 será de más de 1.100 millones lo que significa un aumento del 224% a contar de 1975. Se prevé que durante ese mismo
periodo la población total mundial aumentará de 4.100 millones a 8.200 millones, o sea, un 102%. Por lo tanto, en 45 años más, las personas de edad
avanzada constituirán el 13,7% de la población mundial.
8. Además, cabe observar que en 1975 algo más de la mitad (52%) de
todas las personas de 60 o más años de edad vivían en los países en desarrollo. Debido a las tasas diferenciales de aumento, se prevé que para el año
2000 más del 60% de todas las personas de más edad del mundo vivirán en
países en desarrollo, y se calcula que esta proporción alcanzará casi a las tres
cuartas partes (72%) para el 2025.
9. El aumento del número y la proporción de senescentes va acompañado
de un cambio en la estructura de la población por edades. Una reducción de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
151
la proporción de niños en la población aumenta la proporción de personas
de más edad. Por consiguiente, según las proyecciones realizadas por las Naciones Unidas, en las regiones en desarrollo se prevé una reducción de la
población de menos de 15 años de un promedio de alrededor del 41% de
la población total en 1975 a un promedio de alrededor del 33% en el año
2000 y del 26% en el año 2025. En las mimas regiones, se prevé que la población de 60 o más años de edad aumentará del 6% en 1975 al 7% en el año
2000 y al 12% en el año 2025, con lo que alcanzará el nivel que tenía en las
regiones más desarrolladas en el decenio de 1950. En las regiones más desarrolladas, se prevé que la población de menos de 15 años se reducirá del 25%
en 1975 al 21% en el año 2000 y al 20% en el año 2025. No obstante, se prevé
que el grupo de 60 y más años de edad aumentará su proporción dentro de la
población total de un 15% en 1975 a un 18% en el año 2000 y a un 23% en el
año 2025. Cabe observar que estos promedios corresponden a extensas regiones y que existen variaciones considerables entre los distintos países y a
nivel subnacional.
10. De conformidad con las tablas modelo de mortalidad, en las regiones
más desarrolladas el aumento de la esperanza de vida al nacer podría significar un aumento de la esperanza de vida de aproximadamente un año a los 60
años de edad entre los años 1975 y 2025. En las regiones en desarrollo, la
proyección de este aumento alcanzaría aproximadamente 2,5 años. Por consiguiente, en el año 2025 los varones de 60 años de edad podrían esperar
vivir un promedio de 17 años más en las regiones más desarrolladas y de 16
años más en las regiones menos desarrolladas. Las mujeres podrían esperar
vivir alrededor de 21 y 18 años más, respectivamente.
11. Cabe observar que, si se mantienen las tendencias actuales, la relación
de masculinidad (esto es, el número de hombres por cada 100 mujeres) seguirá siendo desequilibrada en las regiones desarrolladas, pero con una ligera
mejora. Por ejemplo, la relación, que en 1975 era de 74 en el grupo de edades
de 60 a 69 años, será de 78 en 2025, y en el grupo de edades de más de 80 años
habrá aumentado de 48 a 53. En las regiones en desarrollo la relación será de
94 en 2025, frente a 96 en la actualidad en el grupo de 60 a 69 años, y de 73
frente a 78 en el grupo de más de 80 años, lo cual significará una ligera disminución. Así pues, en la mayoría de los casos, las mujeres constituirán una
mayoría cada vez más grande de la población de más edad. Las diferencias de
longevidad entre los sexos pueden tener algún efecto sobre las condiciones
de vida, el ingreso, la atención médica y otros sistemas de apoyo.
152
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
12. Otro aspecto importante que hay que considerar es la tendencia general en cuento a la distribución entre población urbana y población rural. En
las regiones más desarrolladas, las dos terceras partes de los ancianos vivían
en zonas urbanas en 1975, y se prevé que esta proporción aumentará a las tres
cuartas partes para el año 2000. En las regiones en desarrollo, las tres cuartas
partes de los ancianos se encontraban en zonas rurales. No obstante, la proporción de senescentes en las zonas urbanas de estos países podría aumentar
considerablemente y exceder del 40% para el año 2000. La migración puede
influir en esos cambios.
B. ASPECTOS RELATIVOS AL DESARROLLO Y ASPECTOS
HUMANITARIOS INHERENTES AL ENVEJECIMIENTO
13. Todas estas tendencias demográficas tienen consecuencias sociales importantes. El logro del desarrollo continuo exige un equilibrio adecuado entre los factores sociales, económicos y ambientales y los cambios en el crecimiento, distribución y estructura de la población. Los países deberán reconocer
y tener en cuenta sus tendencias demográficas y los cambios de estructura de
su población a fin de optimizar su desarrollo.
14. Ello exigirá un esfuerzo financiero importante por parte de los gobiernos y las instituciones internacionales interesadas. Pero la situación económica de la mayoría de los países en desarrollo no permite a éstos asignar los
medios y recursos necesarios para ejecutar su política de desarrollo.
15. Para que esos países puedan atender a las necesidades esenciales de su
población, incluidas las personas de edad, es preciso instaurar un nuevo orden económico basado en nuevas relaciones económicas internacionales
mutuamente provechosas, lo cual posibilitará la utilización justa y equitativa
de la riqueza, los recursos y las técnicas asequibles.
16. En el presente Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento
se trata tanto los problemas que afectan a los senescentes como individuos
como los problemas vinculados con el envejecimiento de la población.
17. Los problemas humanitarios son los relativos a las necesidades particulares de las personas de edad. Aunque hay muchos problemas y necesidades que esas personas comparten con el resto de la población, algunos de
ellos reflejan las características y necesidades concretas de tales personas.
Los subtemas que fueron examinados son: salud y alimentación, vivienda y
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
153
medio ambiente, la familia, bienestar social, seguridad del ingreso y empleo,
y educación.
18. Los problemas relativos al desarrollo se refieren a las consecuencias
socioeconómicas del envejecimiento de la población, que puede definirse
como un aumento de la proporción de personas de edad avanzada en la población total. En esta sección se analizarán entre otras cosas los efectos que
tiene el envejecimiento de la población sobre la producción, el consumo, el
ahorro, las inversiones y, a la vez, sobre las políticas y condiciones sociales y
económicas en general, especialmente en momentos en que aumenta la tasa
de dependencia de las personas de edad avanzada.
19. Esos problemas humanitarios y de desarrollo se examinan con el propósito de formular programas de acción a nivel nacional, regional e internacional.
20. En algunos países en desarrollo, esta tendencia a un envejecimiento
gradual de la sociedad no se ha hecho prominente aún y, por lo tanto, puede
que no atraiga la atención plena de los planificadores y de los encargados
de formular políticas e integrar los problemas de las personas de edad en el
marco de la planificación del desarrollo económico y social general y en su
acción orientada a satisfacer las necesidades esenciales de toda la población.
No obstante, como se ha indicado en la sección precedente, las proyecciones
de las Naciones Unidas indican:
a) que se prevé un aumento marcado de la población de más de 60 años en
el futuro, particularmente de las personas de 80 años o más;
b) que se prevé que, en muchos países, el aumento de la proporción de la
población de más de 60 años se manifestará en los próximos decenios y
especialmente en el primer cuarto del siglo XXI;
c) que las mujeres constituirán la mayoría de esa población de más edad y
que esa mayoría aumentará continuamente.
21. Por consiguiente, el problema del envejecimiento de las poblaciones,
con sus enormes consecuencias tanto para el desarrollo general a nivel nacional como para el bienestar y la seguridad de las personas de edad, es un
problema que habrá de preocupar a todos los países en un futuro relativamente cercano, y ya afecta a algunas de las regiones más desarrolladas del
mundo.
22. Se examinarán las medidas encaminadas al aprovechamiento óptimo
de la experiencia y los conocimientos técnicos de las personas ancianas.
154
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
23. La especie humana se caracteriza por una larga infancia y una prolongada vejez. A lo largo de la historia esto ha permitido a las personas de mayor
edad educar a los más jóvenes y transmitirles valores; esta función ha garantizado la supervivencia y el progreso del hombre. La presencia de los ancianos en el hogar, la vecindad y en todas las formas de vida social sirve aún de
lección insustituible para la humanidad. No sólo a través de su vida, sino incluso a la hora de su muerte, el anciano nos da a todos una enseñanza. Merced a la pena que sufren los supervivientes, éstos llegan a comprender que
los muertos siguen formando parte de la comunidad humana, con los resultados de su trabajo, las obras e instituciones que dejan tras ellos, y el recuerdo de
sus palabras y actos. Esto puede estimularnos a considerar con mayor serenidad nuestra propia muerte y hacernos más plenamente conscientes de nuestras responsabilidades hacia las generaciones futuras.
24. Una vida más larga proporciona a los seres humanos la oportunidad de
examinar retrospectivamente sus vidas, corregir algunos de sus errores, acercarse más a la verdad y lograr una comprensión diferente del sentido y el
valor de sus acciones. Quizá sea ésta la mayor contribución de las personas
de edad a la comunidad humana. Especialmente en esta época, después de
cambios sin precedentes que han afectado al género humano durante su vida,
la reinterpretación de su pasado por parte de los ancianos debería ayudarnos
a todos a conseguir la reorientación de la historia que urgentemente se necesita.
II. PRINCIPIOS
25. La formulación y ejecución de políticas relativas al envejecimiento son
un derecho soberano y una responsabilidad de cada Estado, que éste debe
ejercer sobre la base de sus necesidades y objetivos nacionales concretos. No
obstante, el fomento de las actividades, la seguridad y el bienestar de las
personas de edad debe ser una parte esencial de un esfuerzo integrado y concertado de desarrollo realizado en el marco del nuevo orden económico internacional, tanto en las partes desarrolladas del mundo como en las que están
en vías de desarrollo. Por ello, la cooperación internacional y regional debe
desempeñar un papel importante. El Plan de Acción Internacional sobre el
envejecimiento se basa en los principios siguientes:
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
155
a) El objetivo del desarrollo es mejorar el bienestar de toda la población
sobre la base de su plena participación en el proceso de desarrollo y de
una distribución equitativa de los beneficios de él derivados. El proceso
de desarrollo debe realzar la dignidad humana y crear igualdad entre los
distintos grupos de edad para compartir los recursos, derechos y obligaciones de la sociedad. Todas las personas, independientemente de su
edad, sexo o creencias, deben contribuir según sus capacidades y recibir ayuda según sus necesidades. En esta perspectiva, el crecimiento
económico, el empleo productivo, la justicia social y la solidaridad humana son elementos fundamentales e indivisibles del desarrollo, como
los son la conservación y el reconocimiento de la identidad cultural;
b) Diversos problemas de las personas de edad pueden encontrar su verdadera solución en condiciones de paz, seguridad y cese de la carrera de armamentos, y mediante una reorientación, hacia las necesidades del desarrollo socioeconómico, de los recursos destinados a fines militares;
c) Los problemas humanitarios y de desarrollo de las personas de edad
pueden resolverse mejor en situaciones en que no prevalezcan la tiranía
ni la opresión, el colonialismo, el racismo, la discriminación por motivos de raza, sexo o religión, el apartheid, el genocidio, la agresión y la
ocupación extranjeras y otras formas de dominación extranjera, y en
las situaciones en que se respeten los derechos humanos;
d) En el contexto de sus propias tradiciones, estructuras y valores culturales, cada nación deberá adecuarse a las tendencias democráticas y a los
cambios resultantes. Las personas de cualquier edad deben participar
en la creación de un equilibrio entre elementos tradicionales e innovadores en el logro de un desarrollo armonioso;
e) La contribución que desde el punto de vista espiritual, cultural y socioeconómico prestan las personas de edad es valiosa para la sociedad y
deberá reconocerse y fomentarse más. Los gastos relacionados con el
envejecimiento deberán considerarse como una inversión duradera;
f) La familia, en sus diversas formas y estructuras, es una unidad fundamental de la sociedad que vincula las generaciones, y deberá mantenerse, fortalecerse y protegerse de conformidad con las tradiciones y costumbres de cada país;
g) Los gobiernos y, en particular, las autoridades locales, las Organizaciones No Gubernamentales, los voluntarios individualmente y las organizaciones de voluntarios, incluidas las asociaciones de personas de edad,
156
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
pueden contribuir de manera especialmente importante a prestar a poyo y atención a las personas de edad avanzada de la familia y la comunidad. Los gobiernos deben apoyar y fomentar las actividades voluntarias
de este tipo;
h) Un importante objetivo del desarrollo social y económico es el logro de
una sociedad integrada desde el punto de vista de la edad, en la que se
haya eliminado la discriminación y la segregación por motivos de edad
y se aliente la solidaridad y el apoyo mutuo entre las generaciones;
i) El envejecimiento es un proceso que dura toda la vida y deberá reconocerse como tal. La preparación de toda la población para las etapas
posteriores de la vida deberá ser parte integrante de las políticas sociales y abarcar factores físicos, psicológicos, culturales, religiosos, espirituales, económicos, de salud y de otra índole;
j) El Plan de Acción deberá considerarse en el contexto más amplio de las
tendencias sociales, económicas, culturales y espirituales del mundo, a
fin de obtener una vida justa y próspera de las personas de edad, tanto
material como espiritualmente;
k) El envejecimiento, además de ser un símbolo de experiencia y sabiduría, puede servir también para que el ser humano se acerque más a su realización personal, de acuerdo con sus creencias y aspiraciones;
l) Las personas de edad deberán participar activamente en la formulación y aplicación de las políticas, incluidas las que les afectan especialmente;
m) Los gobiernos, las Organizaciones No Gubernamentales y todos los interesados tienen una responsabilidad especial hacia los senescentes más
vulnerables, en particular las personas pobres, muchas de las cuales son
mujeres, y las procedentes de zonas rurales;
n) Es necesario que prosigan los estudios de todos los aspectos del envejecimiento.
III. RECOMENDACIONES PARA LA ACCIÓN
A. METAS Y RECOMENDACIONES EN MATERIA DE POLÍTICA
26. En el Plan de Acción sólo se puede proponer directrices amplias y establecer principios generales sobre las maneras en que la comunidad interna-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
157
cional, los gobiernos y otras instituciones, y la sociedad en su conjunto, pueden hacer frente al problema del envejecimiento progresivo de las sociedades y a las necesidades de las personas de edad en todo el mundo. Por su
propio carácter, los enfoques y políticas más concretos deben concebirse y
enunciarse en función de las tradiciones, los valores culturales y las prácticas
particulares de cada nación o comunidad étnica por separado, y los programas de acción deben adaptarse a las prioridades y a las posibilidades materiales de cada país o comunidad.
27. No obstante, hay diversas consideraciones esenciales que son reflejo
de valores humanos generales y fundamentales, independientes de la cultura,
religión, raza o condición social, valores derivados del hecho biológico del
envejecimiento como proceso común. El respeto y el cuidado de las personas
de edad, que ha sido una de las pocas constantes en la cultura humana de
todos los tiempos y lugares, refleja una interacción fundamental entre el impulso de autoconservación y el de conservación de la sociedad que ha condicionado la supervivencia y el progreso de la especie humana.
28. El patrón en virtud del cual las personas se ven incluidas en la categoría de anciano en un momento determinado sólo en función del número de
años que han cumplido, y en el que la pérdida de la condición de personas
que trabajan puede acarrear una marginación total de la sociedad a que pertenecen, es una de las tristes paradojas del proceso de desarrollo socioeconómico
en algunos países. Este proceso estaba orientado originariamente al mejoramiento general de los niveles de vida, de salud y de bienestar de la población
en su conjunto, incluidas las personas de edad.
29. Deberá analizarse y tenerse muy presente la interacción histórica extraordinariamente estrecha entre el desarrollo socioeconómico y tecnológico
de los países industrializados desde el siglo pasado en adelante y la forma
concreta de los sistemas de seguridad para la vejez que dichos países adoptaron como parte de ese mismo proceso, y deberán examinarse otras opciones
posibles que se correspondan más con las situaciones y necesidades de los
países actualmente en desarrollo.
30. El envejecimiento es al mismo tiempo signo y resultado del desarrollo
socioeconómico tanto en sentido cuantitativo como en sentido cualitativo.
Un ejemplo importante de los efectos del desequilibrio entre los enfoques
sectoriales del desarrollo nacional e internacional en los últimos decenios ha
sido el hecho verificado de que los progresos en la medicina y en la salud
pública han ido muy por delante de los progresos simultáneos en las esferas
158
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
de la producción, la distribución de los ingresos, la formación, la enseñanza,
la vivienda, la modernización institucional y el desarrollo social en términos
generales. En este sentido, los países en desarrollo van a “envejecer”, pero
todos los sectores necesarios para asegurar un proceso de desarrollo equilibrado e integrado difícilmente pueden seguir el mismo ritmo y garantizar un
nivel de vida decoroso para las cohortes espectacularmente crecientes de
personas de edad que se prevén para dentro de unas generaciones.
1. Recomendaciones generales en materia de política
31. Las consideraciones resumidas siguientes, que se basan en las observaciones anteriores, pueden servir de directrices generales para el examen de
políticas y medidas concretas:
a) El envejecimiento gradual de las sociedades y el aumento constante del
número de las personas de edad en términos absolutos y relativos no es
ni un acontecimiento imprevisto o imprevisible, ni un resultado aleatorio de los esfuerzos hechos para lograr el desarrollo a nivel nacional e
internacional: es el resultado primero y más visible de la adopción de
un método de base sectorial para lograr el desarrollo socioeconómico
en todo el mundo, y debe ir acompañado de intervenciones igualmente eficientes en otras esferas a fin de asegurar el crecimiento equilibrado y el desarrollo integrado;
b) A fin de frenar, en una perspectiva a largo plazo, el envejecimiento colectivo, los gobiernos tal vez puedan tomar las medidas necesarias para
corregir o evitar los desequilibrios entre grupos de edad, respetando al
mismo tiempo el derecho de los ancianos a la vida;
c) Con ese fin, las políticas y medidas deben inspirarse en la firme voluntad de lograr que el proceso cuantitativo actualmente en curso adquiera
un significado y contenido cualitativo mayor a fin de asegurar que la
prolongación de la vida humana en todo el mundo vaya acompañada de
esfuerzos encaminados a conseguir que todas las personas tengan la
sensación de cumplir un fin y realizar actos positivos y a evitar que
después de cierta edad ocupen un puesto marginal y pasivo;
d) Puesto que la transición a la vejez es un proceso gradual e individual,
no obstante los límites de edad para la jubilación adoptados en la legislación de algunos países y culturas, todas las políticas y programas de-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
159
ben fundarse en el hecho de que la vejez es una fase natural del ciclo
vital, la carrera y la experiencia de una persona, y de que cada persona
suele tener las mismas necesidades, facultades y posibilidades durante
toda la vida;
e) Puesto que la mayoría de las personas pueden prever sobrevivir a la
edad de su jubilación un número considerable de años, la “preparación
para la jubilación” no debe ya concebirse como una adaptación hecha a
último momento, sino que debe proponerse como consideración para
toda la vida a partir de la edad adulta tanto a los individuos en beneficio
propio como a los formuladores de políticas, las universidades, las escuelas y los centros de trabajo industrial, los medios de información y
la sociedad en general. Esa preparación para la jubilación debe servir
de recordatorio de que las políticas relativas al envejecimiento y a las
personas de edad responden a un interés comunitario general e importante y no consisten solamente en prestar servicios a una minoría vulnerable. Por esta razón es necesaria una política general de prevención;
f) Las políticas adoptadas para enfrentar el problema que plantea una población anciana más numerosa, más activa y más sana, fundadas en el
concepto del envejecimiento de la sociedad como oportunidad que ha
de aprovecharse, benefician automáticamente a las personas de edad
en lo material y en lo no material. Análogamente, todo esfuerzo que se
haga para mejorar la calidad de la vida de las personas de edad y para
atender a sus distintas necesidades sociales y culturales aumenta su capacidad de continuar activamente presentes en la sociedad. En tal sentido, los aspectos humanitarios y de desarrollo de la cuestión del envejecimiento están íntimamente ligados;
g) Es imperioso que, al examinar la cuestión del envejecimiento, no se considere la situación de las personas de edad en forma aislada de las condiciones socioeconómicas generales que predominan en la sociedad. Es
necesario considerar a las personas de edad como parte integrante de la
población y también en relación con grupos de población como las mujeres, los jóvenes, los impedidos y los trabajadores migratorios. Las personas de edad deben ser consideradas como un elemento importante y
necesario en el proceso de desarrollo en todos los niveles de una sociedad determinada;
h) El envejecimiento se manifiesta en la población de edad activa mucho
antes que aumente el número de las personas de más de 60 años. Es
160
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
indispensable adaptar a esta situación la política laboral en conjunto y
la tecnología y las organizaciones económicas.
i) Debe al mismo tiempo reconocerse que las políticas y los programas
para las personas de edad avanzada en general y particularmente para
las que superan cierto límite —los muy ancianos— deben responder a
sus necesidades y limitaciones particulares. Las intervenciones sectoriales en las esferas de la salud y la alimentación, la vivienda, la seguridad del ingreso, las actividades sociales, culturales y de esparcimiento,
son tan necesarias para las personas de edad como para otros grupos de
población, y deben efectuarse con arreglo a los medios de que disponga
cada país o comunidad. Se reconoce que las circunstancias económicas
reinantes repercutirán en la magnitud de la aportación que pueda hacerse y en su oportunidad;
j) Las políticas y medidas destinadas a beneficiar a los senescentes deben
brindar a las personas de edad oportunidades para satisfacer su necesidad de realización personal que, en el sentido más amplio, puede definirse
como la que se alcanza mediante el logro de los objetivos, las aspiraciones personales y la realización de las posibilidades. Es importante que
las políticas y programas destinados a los senescentes promuevan oportunidades de expresión en diversas funciones que resulten estimulantes
para su propia personalidad y que supongan a su vez una aportación a la
familia y la comunidad. Los principales medios que procuran una satisfacción personal a las personas de edad son los siguientes: la participación ininterrumpida en la familia y el sistema de parentesco, los servicios voluntarios a la comunidad, el crecimiento continuo mediante
el aprendizaje escolar y no escolar, la expresión personal por medio del
arte y la artesanía, la participación en organizaciones de la comunidad y
organizaciones de personas de edad, las actividades religiosas, el esparcimiento y los viajes, el trabajo del tiempo parcial y la participación que, como ciudadanos informados, pueden tener en el proceso político.
32. Una prioridad importante de todos los países es la de cómo asegurar
que sus amplios esfuerzos humanitarios a favor de las personas de edad no
conduzcan al mantenimiento pasivo de un grupo de población cada vez mayor, marginado y desilusionado. Parece necesario que los formuladores de
políticas e investigadores, los medios de información y la opinión pública
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
161
alteren radicalmente su perspectiva para comprender que el problema del
envejecimiento no es hoy día solamente un problema de protección y prestación de servicios, pues afecta a la actividad y la participación de los ancianos
y las personas senescentes. Es muy posible que un día las propias personas de edad, con la fuerza dimanante del aumento de su número e influencia,
obliguen a la sociedad a adoptar un concepto de la vejez positivo, activo y
orientado hacia el desarrollo. La conciencia colectiva de ser anciano, como
concepto socialmente unificador, puede convertirse así en un factor positivo.
Puesto que el bienestar espiritual es tan importante como el material, todas
las políticas, programas y actividades deben elaborarse para apoyar y fortalecer el bienestar espiritual de los ancianos. Los gobiernos deben garantizar la
libertad de las prácticas religiosas, así como de la expresión religiosa.
2. Efecto del envejecimiento en el desarrollo
33. La tendencia al envejecimiento sucesivo de las estructuras demográficas,
ya sea inminente o previsible en un futuro relativamente próximo, está llamada realmente a construir uno de los principales problemas a que han de hacer
frente los esfuerzos internacionales y nacionales de planificación en los próximos decenios y en el siglo XX. Juntamente con las anteriores consideraciones de carácter general sobre la situación y los problemas del sector comunitario de las personas de edad y con el examen ulterior de las necesidades y
posibilidades particulares de los ciudadanos de edad, debe también prestarse
atención primordial al efecto vasto y multifacético que el envejecimiento de
las poblaciones ha de causar en la estructura, el funcionamiento y el crecimiento de todas las sociedades del mundo. En estas circunstancias, es probable que deba incrementarse el papel que desempeña el sector público al hacerse cargo de algunas de las funciones que actualmente desempeña la familia
en los países en desarrollo.
34. En primer lugar, es evidente que el envejecimiento, considerado tanto
en términos absolutos como en los del número relativo de las personas de
edad en una sociedad, modificará inevitablemente la estructura y la composición de la población económicamente activa. La principal manifestación de
este fenómeno será el empeoramiento gradual de la relación existente entre,
por una parte, los sectores activos y empleados de la sociedad y, por otra, los
que dependen para su sostenimiento de los recursos materiales del sector
activo. En los países que posean sistemas de seguridad social, el resultado
162
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
dependerá de la capacidad de la economía para sostener la carga acumulada
de las bases de ingreso y los beneficios de jubilación aplazados del creciente
sector de las personas de edad, juntamente con el costo restante del sostenimiento de los menores a cargo y del suministro de servicios de capacitación
y educación de los jóvenes.
35. Los cambios en las relaciones de dependencia en función del número
de las personas de edad cuyo bienestar material dependa de personas más
jóvenes, económicamente activas y asalariadas, influirán en el desarrollo de
todos los países del mundo, sean cuales fueren sus estructuras sociales, tradiciones y sistemas particulares de seguridad social. Se van a plantear problemas de carácter social en países y regiones en que las personas de edad se han
beneficiado tradicionalmente de los cuidados y la protección de sus familiares y de la comunidad local. Será cada vez más difícil mantener esas relaciones a medida que aumente el número de las personas de edad a cargo, al mismo
tiempo que experimentan un cambio radical en muchas regiones del mundo
las estructuras que tradicionalmente han suministrado protección, tales como las familias grandes.
36. Como se ha señalado anteriormente, es posible que la relación existente entre la población inactiva y la población activa llegue a mantenerse en
muchos países a un nivel próximo al actual, debido a la reducción gradual del
número de los niños y jóvenes sin empleo y a cargo, por efecto de la disminución de las tasas de fecundidad. Sin embargo, queda todavía el problema
político y psicológico vinculado a la percepción de la urgencia relativa con
que debe atenderse a las necesidades materiales y de otra índole de los grupos de la población que no participan directamente en la producción y en la
vida pública. El costo de los programas y servicios que benefician a las generaciones jóvenes puede ser más fácil de aceptar en vista de su valor como
forma de inversión para el futuro. En cambio, se tolera con menos facilidad
el costo de los programas que benefician a las personas de edad, en particular
cuando no están directamente relacionados con ahorros individuales o prestaciones vinculadas a los sueldos y ejercen una presión elevada sobre presupuestos excesivamente recargados de gastos nacionales.
37. El problema del empeoramiento de la relación existente entre la población inactiva y la población activa y, por tanto, la dificultad de garantizar incluso una seguridad material mínima a las personas de edad que tienen una
capacidad de obtención de ingresos reducida, adquirirá sin duda su forma
más crítica en las zonas rurales del mundo. Así ocurrirá particularmente en
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
163
las zonas de los países en desarrollo con una agricultura de subsistencia de escasa productividad, de las que huyen en forma creciente los sectores más jóvenes y activos de la población con destino hacia las zonas urbanas en busca
de empleo remunerado. Esta tendencia determina naturalmente que el futuro de los ancianos que quedan atrás sea aún más inseguro y, en un círculo vicioso de problemas adicionales, reduce la probabilidad de que se estimule
más la inversión pública en la agricultura y los servicios, lo cual beneficiaría
a los agricultores que quedan.
38. Hasta cierto punto este fenómeno podría considerarse parcialmente
compensado o mitigado por los fondos que remiten los jóvenes que hallan
empleo remunerado en las zonas urbanas e industrializadas. En muchos casos, la cuantía de las remesas indica no sólo un esfuerzo para ayudar a sostener a la familia, sino probablemente también una forma de ahorro para futuras inversiones, productivas o no. Para el futuro inmediato, al menos, este
fenómeno puede contribuir a aminorar los efectos del éxodo rural y suministrar un cierto nivel de seguridad material a las personas inactivas y de más
edad que quedan atrás. Pero difícilmente cabe estimar que constituya a largo
plazo una compensación segura del daño causado por la migración de la población activa joven que partió de las zonas rurales o salió del país. Es indispensable hacer esfuerzos concentrados tendientes a mejorar las condiciones
socioeconómicas que reinan en las zonas rurales, particularmente en vista
del regreso de los migrantes a su país de origen.
39. El desarrollo rural ha de considerarse la clave de la totalidad del problema del envejecimiento en grandes partes del mundo, no menos que del
progreso nacional equilibrado e integrado de los países que tienen una economía esencialmente agrícola. Hasta cierto punto, las políticas encaminadas
a aumentar la producción y la productividad en las zonas rurales, estimular la
inversión, crear las infraestructuras necesarias, introducir las tecnologías
apropiadas y suministrar los servicios básicos pueden reforzar los sistemas
generalizados de seguridad social existentes en otros países más industrializados.
40. El aumento de la longevidad de las personas, que se produce lentamente incluso en las zonas actualmente en desarrollo, constituye un recurso oculto de las economías nacionales que, de estimularse y usarse debidamente,
puede contribuir a compensar el éxodo de los jóvenes, reducir la relación de
dependencia entre la población inactiva y la población activa y sostener a los
ancianos rurales como participantes activos en la vida nacional y la producción y no como víctimas pasivas y vulnerables del desarrollo.
164
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
41. Una forma conveniente de compensar el éxodo de jóvenes hacia otros
países consistiría en aumentar la continuidad de los beneficios sociales en lo
que respecta a sus derechos de hacer aportes jubilatorios y de adoptar disposiciones favorables en lo que respecta a las transferencias financieras, cualquiera que sea la forma en que se concedan los beneficios a los trabajadores
migrantes. Esto no sólo sería justo, sino que también armonizaría con el estímulo del desarrollo de la economía del país de origen. A tal fin, deben concertarse acuerdos bilaterales y multilaterales sobre seguridad social. También
sería preciso respaldar estos esfuerzos adoptando otras medidas, especialmente, en lo que respecta a las viviendas destinadas a los repatriados. Aunque los migrantes de edad avanzada tienen las mismas necesidades que otras
personas de edad, su condición de migrantes plantea nuevas necesidades de
carácter económico, social, cultural y espiritual. Además, es importante reconocer el papel que podrían desempeñar los migrantes de más edad en apoyo de los migrantes más jóvenes.
42. En los países que tienen sistemas de seguridad social plenamente desarrollados, vinculados a límites de edad obligatorios para la jubilación, el envejecimiento general es, y continuará siendo, uno de los principales factores
estructurales que afectan a la composición de la fuerza de trabajo. Este fenómeno no se debe considerar solamente en función de sus repercusiones en los
ancianos. No sólo por efecto de sus dimensiones mismas, sino debido también a su íntima interacción con otros sectores y procesos que afectan a la
fuerza de trabajo activa, no se pueden examinar las políticas en materia de
jubilación como un hecho separado que se pueda abordar en forma aislada.
Para varios países la relación más visible es la existente entre las disposiciones adoptadas para la jubilación y los problemas de desempleo, en particular
el de los jóvenes que están a punto de ingresar en la fuerza de trabajo.
43. Mucho se ha dicho ya acerca de esa relación, y se han estudiado o
adoptado medidas gubernamentales para influir en ella en formas diversas.
Sea cual fuere la aparente prudencia de reducir los límites de edad para la
jubilación a fin de crear oportunidades de empleo para los jóvenes, difícilmente podrá verse en tal medida otra cosa que una solución parcial a plazo
breve de un problema social mediante la creación de otro, cuya duración será
además probablemente mayor. En ambos extremos de la estructura de la fuerza de trabajo deben estudiarse alternativas de mayor originalidad.
44. Por otra parte, se pueden tener en cuenta, sin un número excesivo de
mejoras administrativas y de organización, los distintos intereses y preferen-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
165
cias personales de las personas de edad mediante un sistema elástico y personalizado de planes de jubilación. En los casos en que la jubilación sea la
opción preferida pueden establecerse distintos niveles de jubilación voluntaria anticipada con beneficios reducidos, compensada mediante la prolongación del periodo de empleo de aquellos para quienes el trabajo diario sea el
principal interés y, en algunos casos, la razón principal de su existencia. Ya
se utilizan particularmente en las categorías superiores de los puestos tecnológicos y administrativos, otros mecanismos, tales como el trabajo a jornada
parcial, el empleo esporádico, los servicios de consultor, etc., que pueden
extenderse a una parte mayor de la fuerza de trabajo. Para llevar a la práctica
esta medida, se deberá prever la capacitación y el readiestramiento, así como
el desarrollo de nuevos conocimiento técnicos.
45. Las relaciones existentes entre las necesidades de empleo y de ingresos de los jóvenes y las de las personas de edad entrañan problemas particularmente difíciles para la mujer, cuyas mayores esperanzas de vida pueden
significar una vejez agravada por necesidades económicas, aislamiento y escasas perspectivas de empleo remunerado o ausencia total de ellas.
46. En los países en que hay sistemas de seguridad social basados en la
acumulación de prestaciones de jubilación, el aumento del número y la longevidad de las personas jubiladas está surgiendo ahora como un importante
aspecto de la administración de los recursos económicos nacionales y se presenta, a veces, como una congelación gradual de una parte importante de la
riqueza nacional para fines caracterizados como carentes de productividad.
Por otra parte, se reconocerá probablemente que la acumulación de fondos
de jubilación podría constituir un factor estabilizador en la economía nacional, ya que suministra fuentes de financiación a largo plazo, colocadas en
forma prudente y en gran escala, cuyo efecto en sistemas económicos de otro
modo fluctuantes puede ser beneficioso. En tales sistemas, deberá mantenerse en la medida de lo posible el poder adquisitivo de los fondos de jubilación.
47. Análogamente, la mayoría de los pagos de pensiones procedentes de
fondos de jubilación representan un ingreso aplazado de la persona jubilada.
El uso natural de las pensiones para atender a necesidades materiales inmediatas y no para efectuar inversiones inseguras a largo plazo puede constituir
igualmente un factor de estímulo en sociedades cuya salud económica depende en grado elevado del gasto y el consumo individuales.
48. En los países en que todavía no hay sistemas organizados de prestaciones de jubilación las consecuencias económicas del envejecimiento de las
166
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
sociedades son por el momento negativas en gran medida y la situación continuará probablemente siendo la misma en un futuro próximo, a menos que
se hagan esfuerzos serios y de largo alcance para transformar un problema
actual en un beneficio potencial para toda la sociedad. Las iniciativas gubernamentales para promover el desarrollo material y el bienestar social, acompañadas de una acción internacional encaminada a sostener tales iniciativas, podrían representar un esfuerzo conjunto oportuno para preparar para el futuro
a quienes se aproximan a la vejez en zonas en que las estructuras tradicionales de protección están a punto de disolverse.
3. Esferas de preocupación de las personas de edad
49. El reconocimiento de que todos los aspectos del envejecimiento están
relacionados entre sí supone la necesidad de un enfoque coordinado de las
políticas e investigaciones sobre el envejecimiento. La consideración del proceso del envejecimiento en su totalidad, así como sus interacciones con la
situación social y económica, requiere un enfoque integrado en el marco de
la planificación económica y social global. Si se hiciera demasiado hincapié
en determinados problemas sectoriales del envejecimiento, se crearía un serio obstáculo para el enfoque coordinado necesario hacia la integración de
las políticas y programas sobre el envejecimiento en el marco del desarrollo
más amplio. Aunque las recomendaciones que figuran a continuación se han
dividido bajo grandes encabezamientos, debe reconocerse que hay un alto
grado de interdependencia entre ellas.
50. Reconociendo esta interdependencia, podría prestarse especial atención a coordinar los esfuerzos preventivos para combatir lo efectos perjudiciales del envejecimiento prematuro. La prevención de los efectos desfavorables del envejecimiento prematuro del individuo, emprendida desde el
comienzo de la vida, puede lograrse mediante:
— un esfuerzo de la educación especialmente concebido para conseguir,
desde la juventud, una toma de conciencia de los cambios que se producirán a medida que avance la edad;
— la higiene general de la vida;
— la organización adecuada de los horarios y las condiciones de trabajo;
— una distribución del tiempo y de las tareas entre diversos tipos de actividades de cada persona, a fin de que el interesado pueda ejercer varias actividades distintas, a medida que avance su edad, y conseguir el
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
167
mejor equilibrio posible entre tiempo libre, tiempo de capacitación y
tiempo de actividad;
— la adaptación constante del ser humano al trabajo y, más aún, del trabajo al ser humano y modificaciones de los tipos de actividad en función de los cambios que se producen en cada individuo como consecuencia de la edad, de los que se producen en las condiciones de la
vida familiar, y de los relacionados con la evolución técnica y económica. A este respecto, el médico laboral y la educación permanente
deben desempeñar una función esencial.
51. El Consejo Económico y Social, en su resolución 1981/62, pidió al Secretario General que elaborara una serie de orientaciones generales para la protección del consumidor. Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación ha aprobado un Código de Ética para el
Comercio Alimentario Internacional y la Organización Mundial de la Salud,
un Código Internacional de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche
Materna para proteger la salud de los niños. Conviene proteger a los consumidores de edad, puesto que la salud, la seguridad y el bienestar de las personas de edad constituyen el objetivo de la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento.
a) Salud y nutrición
52. Aunque el hecho de que el número de personas de edad esté aumentando
rápidamente en todo el mundo representa para la humanidad un éxito desde
el punto de vista biológico, las condiciones de vida de los ancianos en la mayoría de los países se han ido quedando muy atrás con respecto a las de la
población económicamente activa. Ahora bien, la salud, es decir, el estado de
total bienestar físico, mental y social, es resultado de la acción recíproca
entre todos los sectores que contribuyen al desarrollo.
53. Los estudios epidemiológicos indican que las cohortes sucesivas que
llegan a la misma edad avanzada gozan de un nivel de salud cada vez más
elevado y se prevé que, a medida que tanto los hombres como las mujeres
vayan viviendo más y más años, las incapacidades más importantes puedan
acumularse en gran medida en un estrecho margen de edad inmediatamente
anterior a la muerte.
168
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Recomendación 1
Los cuidados tendientes a compensar las incapacidades, reeducar las funciones restantes, aliviar el dolor, mantener la lucidez, el bienestar y la dignidad
de las personas afectadas y que les ayuden a reorientar sus esperanzas y proyectos, sobre todo en las personas de edad, son tan importantes como los
tendientes a la curación .
Recomendación 2
La atención de las personas de edad debe ir más allá del enfoque puramente
patológico y debe abarcar la totalidad de su bienestar, teniendo en cuenta la
interdependencia de los factores físicos, mentales, sociales y ambientales.
Por consiguiente, la atención sanitaria debe hacer participar a todo el sector
sanitario y social y a las familias en el mejoramiento de la calidad de la vida
de las personas de edad. La finalidad de los esfuerzos en materia de salud, en
particular la atención sanitaria primaria como estrategia básica, debe ser permitir a las personas de edad llevar una vida independiente en el seno de sus
propias familias y comunidad durante el mayor tiempo posible, en lugar de
excluirlos y aislarlos de todas las actividades de la sociedad.
54. No cabe duda de que, con el avance de la edad, los estados patológicos
se hacen más frecuentes. Además, las condiciones de vida de los senescentes
los hacen más propensos a los factores de riesgo que pueden tener efectos
adversos para su salud (por ejemplo, el aislamiento social y los accidentes),
factores que pueden modificarse en gran medida. La investigación y la experiencia práctica han demostrado que es posible mantener la salud de los
senescentes y que las enfermedades no han de ser necesariamente elementos
básicos del envejecimiento.
Recomendación 3
Para reducir las incapacidades y dolencias de los senescentes se requieren el
diagnóstico precoz y el tratamiento apropiado, así como medidas preventivas.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
169
Recomendación 4
Deberá prestarse atención especial, en materia de atención sanitaria, a los muy
ancianos y a las personas que se encuentren incapacitadas en su vida normal,
especialmente cuando padezcan una deficiencia mental o una inadaptación
al ambiente; los trastornos mentales podrían a menudo prevenirse o modificarse por medios que no requieran colocar a los ancianos en instituciones,
tales como la capacitación y el apoyo a la familia y a los voluntarios por
asistentes profesionales, la promoción del tratamiento ambulatorio de las
enfermedades mentales, la asistencia social, los servicios de guardería y medidas encaminadas a prevenir el aislamiento social.
55. Sin embargo, algunos sectores de la población de más edad, especialmente los más ancianos, seguirán siendo un grupo vulnerable. Este grupo
necesita especialmente atención primaria cerca de sus residencias y/o comunidades, porque sus miembros pueden formar parte de los que tienen menos
movilidad. El concepto de la atención sanitaria primaria incluye el aprovechamiento del personal de los servicios sanitarios y sociales existentes, reforzado por funcionarios sanitarios de la comunidad capacitados en las técnicas sencillas de atención para las personas de edad.
56. El diagnóstico y la intervención tempranos son de fundamental importancia para prevenir enfermedades mentales en las personas de edad. Hay
que tomar medidas para atender a las personas de edad que tienen problemas
de salud mental o cuya salud mental se encuentra en peligro.
57. Cuando se requiere atención hospitalaria, la aplicación de la medicina
geriátrica permite evaluar el estado general del paciente y, mediante la labor
de un equipo multidisciplinario, elaborar un programa de tratamiento y rehabilitación orientado a facilitar pronto retorno a la comunidad, y proporcionar
allí toda atención continuada necesaria. Todos los pacientes deberán recibir
oportunamente todas las formas de tratamiento intensivo que necesiten, con miras a prevenir complicaciones y deficiencias funcionales que puedan conducir a la invalidez permanente y la muerte prematura.
Recomendación 5
Atender a los moribundos, dialogar con ellos y apoyar a sus allegados en el
momento del duelo y posteriormente requiere unos esfuerzos específicos que
170
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
van más allá de la práctica de la medicina, pero que al mismo tiempo deben
inspirarla. La necesidad de estos cuidados debe ser conocida y comprendida
tanto por las personas que los prodigan y por las familias de los moribundos
como por los propios enfermos. A este respecto, los ejemplos y las prácticas
todavía vigentes en varias culturas deben ser libremente intercambiados.
58. Un equilibrio adecuado entre la función de las instituciones y la de la
familia en la atención sanitaria de los ancianos, basado en el reconocimiento
de que la familia y la comunidad inmediata son los elementos fundamentales de un sistema de atención bien equilibrado, es importante.
59. Los sistemas existentes de servicio social y atención sanitaria para las
personas de edad resultan cada día más costosos. Hay que estudiar medios de
mitigar esta tendencia y de crear sistemas sociales conjuntamente con servicios de atención sanitaria primaria, en el espíritu de la Declaración de Alma-Ata.
Recomendación 6
La tendencia al encarecimiento de los sistemas de servicio social y atención
sanitaria deberá contrarrestarse mediante una coordinación más estrecha entre los servicios de protección social y de atención sanitaria, tanto a nivel
nacional como a nivel de la comunidad. Por ejemplo, deberán adoptarse medidas adecuadas para intensificar la colaboración entre el personal que trabaja en estos dos sectores y para impartirle una formación multidisciplinaria.
Sin embargo, dichos servicios deberán crearse teniendo presente la función
de la familia y de la comunidad, que deberán seguir constituyendo los elementos fundamentales interrelacionados de un sistema de atención bien equilibrado. Todo esto deberá realizarse sin perjuicio del mantenimiento de los
cuidados médicos y sociales corrientes destinados a las personas de edad.
60. Los encargados de prestar la atención más inmediata a las personas de
edad son a menudo las personas que están menos capacitadas o que tienen
una capacitación insuficiente para este fin. Para mantener el bienestar y la
independencia de las personas de edad mediante el cuidado de sí mismas, el
fomento de la salud y la prevención de enfermedades e incapacidades se
requieren nuevas orientaciones y aptitudes entre las propias personas de edad,
así como sus familias y los trabajadores de los servicios de sanidad y bienestar social de las comunidades locales.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
171
Recomendación 7
a) Deberá informarse a la población en general acerca de su trato con las personas de edad que necesitan cuidados. Deberá educarse a las propias personas de edad en el cuidado de sí mismas.
b) Deberá impartirse a quienes trabajan con personas de edad, en el hogar
o en instituciones, capacitación básica para sus tareas, destacando en particular la importancia de la participación de las personas de edad y de sus familias, y la colaboración entre quienes trabajan en las esferas de la salud y del
bienestar en los diversos niveles.
c) Deberá capacitarse a los médicos y a los estudiantes de profesiones que
tienen a su cargo el cuidado de seres humanos (por ejemplo medicina, enfermería, asistencia social, etc.) en los principios y las aptitudes pertinentes en las
áreas de gerontología, geriatría, psicogeriatría y cuidado de personas de edad.
61. Con demasiada frecuencia las personas de edad son personas a las que
no se pide su consentimiento. Las decisiones que afectan a los ciudadanos de
edad se adoptan con frecuencia sin su participación. Esto es así especialmente en el caso de las personas muy ancianas, muy débiles o muy incapacitadas.
Estas personas deberán ser atendidas mediante sistemas de atención flexibles
que les permitan elegir el tipo de comodidades y la clase de atención que
deban recibir.
Recomendación 8
El control sobre la vida de los ancianos no debe dejarse solamente a cargo del
personal sanitario, de asistencia social u otro personal de servicio, pues los
mismos ancianos suelen ser quienes mejor saben qué necesitan y cómo conviene que se les proporcione lo que necesitan.
Recomendación 9
Debe estimularse la participación de los ancianos en el desarrollo de la atención sanitaria y en el funcionamiento de los servicios sanitarios.
62. Un principio fundamental de esa atención prestada a las personas de
edad es que sirva para que éstas puedan llevar una vida independiente en el
seno de la comunidad durante el mayor tiempo posible.
172
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Recomendación 10
Será preciso desarrollar al máximo en la comunidad los servicios sanitarios y
conexos. Estos servicios deberán abarcar una amplia gama de servicios ambulatorios, como centros asistenciales diurnos, dispensarios, hospitales diurnos, atención médica y de enfermería y ayuda doméstica. Deberán brindarse
siempre servicios de urgencia. El cuidado en instituciones deberá corresponder siempre a las necesidades de las personas de edad. Deberá evitarse el uso
inadecuado de camas en las instalaciones destinadas al cuidado de la salud.
En especial, las personas mentalmente sanas no deberán internarse en hospitales mentales. Deben prestarse servicios de examen y asesoramiento médico
en clínicas geriátricas, centros de salud o locales de la comunidad donde se
reúnan personas de edad. Se debe contar con la infraestructura sanitaria necesaria, así como el debido personal especializado que pueda llevar a la práctica una asistencia geriátrica integral y completa. En el caso de atención
institucional, deberá evitarse la alienación del senescente de la sociedad provocada por su aislamiento, entre otras formas, alentando más la participación
de miembros de la familia y de voluntarios.
63. Tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo hay
problemas de nutrición, especialmente entre los ancianos pobres y en condición desventajosa. Otro gran riesgo a que están expuestas las personas de
edad es el de los accidentes. Para poder atenuar ese género de problemas quizá sea preciso adoptar un criterio multisectorial.
Recomendación 11
Debe perseguirse activamente el objetivo de mejorar la salud, prevenir las
enfermedades y mantener las capacidades funcionales entre las personas de
edad. Para ese fin, un requisito es la evaluación de las necesidades físicas,
psicológicas y sociales del grupo interesado. Esa evaluación promoverá la
prevención de las incapacidades, el diagnóstico temprano y la rehabilitación.
Recomendación 12
Una nutrición adecuada, apropiada y suficiente, particularmente el adecuado
consumo de proteínas, minerales y vitaminas, es esencial para el bienestar de
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
173
los ancianos. La nutrición deficiente se ve agravada por la pobreza, el aislamiento, la mala distribución de los alimentos y los malos hábitos alimentarios,
inclusive los debidos a problemas dentales. Por lo tanto debe prestarse especial atención a lo siguiente:
a) El mejoramiento de la disponibilidad de productos alimenticios suficientes para las personas de edad, mediante planes apropiados y el estímulo a los ancianos de las zonas rurales para que desempeñen un papel
activo en la producción de alimentos;
b) Una distribución justa y equitativa de los alimentos, la riqueza, los recursos y la tecnología;
c) La educación del público, incluidas las personas de edad, en la adquisición de hábitos de nutrición y alimentarios correctos, tanto en las zonas
urbanas como en las rurales;
d) La prestación de servicios médicos y odontológicos para el diagnóstico
temprano de la malnutrición y el mejoramiento de la masticación;
e) Los estudios sobre la situación nutricional de las personas de edad a nivel de la comunidad, incluida la adopción de medidas para corregir las
condiciones locales insatisfactorias;
f) La extensión hacia las comunidades de los países en desarrollo de las
investigaciones acerca de la función de los factores nutricionales en el
proceso de envejecimiento.
Recomendación 13
Deben intensificarse los esfuerzos para desarrollar la asistencia a domicilio,
a fin de prestar servicios de sanidad y sociales de alta calidad en el grado
necesario para que las personas de edad puedan permanecer en sus propias
comunidades y vivir en la forma más independiente posible durante el mayor
tiempo posible. La atención a domicilio no debe considerarse como una alternativa de la atención institucional; más bien ambas se complementan y
deben vincularse con el sistema de prestación de servicios de modo tal que
las personas de edad puedan recibir la atención más adecuada a sus necesidades y al más bajo costo.
Debe prestarse especial apoyo a los servicios de atención a domicilio, dotándolos de elementos médicos, paramédicos, de enfermería y técnicos suficientes para poder limitar el recurso a la hospitalización.
174
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Recomendación 14
Una cuestión muy importante se refiere a las posibilidades de prevenir, o al
menos aplazar, las consecuencias funcionales negativas del envejecimiento.
Muchos factores del estilo de vida pueden tener sus efectos más pronunciados durante la vejez, cuando la capacidad de reservas suele ser más baja.
La salud de los senescentes está condicionada básicamente por su estado
de salud anterior y, por lo tanto, la asistencia sanitaria durante toda la vida e
iniciada en la juventud reviste capital importancia; ello incluye la medicina
preventiva, la nutrición, los ejercicios físicos, la evitación de hábitos dañinos
para la salud y la atención a los factores ambientales, y dicha asistencia debe
continuarse.
Recomendación 15
Los riesgos que para la salud representa la acumulación de sustancias nocivas
—incluidos los elementos radiactivos y los oligoelementos, así como otros
contaminantes— adquieren mayor importancia a medida que aumenta la duración de la vida y, por consiguiente, debe ser objeto de atención e investigaciones especiales a lo largo de toda la vida.
Los gobiernos deberán promover la manipulación sin peligros de los materiales en uso, y actuar con rapidez para asegurar que los desechos resultantes de esa utilización se eliminen en forma permanente y segura de la biosfera.
Recomendación 16
Dado que los accidentes evitables representan un costo considerable, tanto
en sufrimientos humanos como en recursos, deberá darse prioridad a las medidas destinadas a prevenir los accidentes en el hogar y en la vía pública, así
como los provocados por los estados patológicos curables o por un uso inapropiado de la medicación.
Recomendación 17
Deben promoverse los intercambios internacionales y la cooperación en materia de investigación para realizar estudios epidemiológicos sobre las pautas
locales de salud y de enfermedad y sus consecuencias, además de investigar
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
175
la validez de los distintos sistemas de atención, incluida la atención propia
y la atención en el hogar a cargo de enfermeras, y en particular las formas de
maximizar la eficacia de los programas; asimismo, para investigar las exigencias de diversos tipos de asistencia y desarrollar los medios necesarios
para satisfacerlas, prestando especial atención a los estudios comparados que
se refieran al logro de los objetivos y a la eficacia relativa con respecto al
costo; y en fin, para recopilar datos sobre las características físicas, mentales
y sociales de las personas senescentes en diversos contextos sociales y culturales, incluida la atención a los problemas especiales que plantean el acceso
a los servicios en las zonas rurales y remotas, a fin de proporcionar una base
sólida para la acción futura.
b) Protección de los consumidores ancianos
Recomendación 18
Los Gobiernos deberán:
a) Garantizar que los alimentos, enseres domésticos, las instalaciones y
los equipos cumplan normas de seguridad que tengan en cuenta la vulnerabilidad de las personas de edad;
b) Promover el uso prudente de los medicamentos, los productos químicos
que se utilizan en el hogar y otros productos, exigiendo que los fabricantes coloquen en esos productos las advertencias y las instrucciones
necesarias para su empleo;
c) Pongan al alcance de las personas de edad fármacos, audífonos, prótesis dentales, anteojos y otras prótesis, para que puedan continuar una
vida activa e independiente;
d) Limiten la publicidad intensiva y otras técnicas de venta destinadas fundamentalmente a explotar los escasos recursos de las personas de edad.
Los organismos gubernamentales deberán colaborar con las Organizaciones No Gubernamentales en programas de educación del consumidor.
Se insta a las organizaciones internacionales interesadas a que promuevan
una acción concertada de los Estados miembros para proteger a los consumidores ancianos.
176
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
c) Vivienda y medio ambiente
64. Un alojamiento adecuado y un ambiente físico agradable son necesarios
para el bienestar de todo el mundo, y se acepta de manera general que la
vivienda influye mucho en la calidad de la vida de cualquier grupo de edades
de cualquier país. Una vivienda adecuada es todavía más importante para los
ancianos, en cuyo domicilio se centran prácticamente todas sus actividades.
La adaptación del alojamiento, la prestación de ayudas domésticas prácticas
concebida para facilitar la vida cotidiana de equipos domésticos bien diseñados pueden reducir la dificultad de las personas de edad, cuya movilización
se halla reducida o que padecen otras incapacidades, para continuar viviendo
en sus casas.
65. Las personas de edad enfrentan una cantidad de problemas planteados
por la circulación de los vehículos y medios de transporte. Los peatones de
edad, en especial, deben enfrentar peligros reales o imaginarios que limitan
su movilidad y su deseo de participar en la vida de la comunidad. Las condiciones en las que se realiza la circulación deben adaptarse a las personas
de edad y no a la inversa. Las medidas que se adopten y los arreglos que se
efectúen deben consistir especialmente en enseñar al público a respetar las
normas de circulación, en establecer limitaciones de velocidad, particularmente en los “establecimientos” humanos, en garantizar especialmente la
seguridad en las carreteras en el ambiente de la vivienda y en las zonas residenciales, así como en los medios de transporte.
Recomendación 19
Debe considerarse que la vivienda destinada a los ancianos es algo más que
un mero albergue. Además el significado material, tiene un significado psicológico y social que debe tomarse en consideración. A fin de liberar a las
personas de edad de la dependencia de otras personas, las políticas nacionales en materia de vivienda deben perseguir los siguientes objetivos:
a) Contribuir a que las personas de edad permanezcan en sus propios hogares mientras sea posible, mediante la restauración y el desarrollo cuando resulte posible y conveniente, mediante la reestructuración y el mejoramiento de las viviendas en sí mismas, así como su adaptación a las
posibilidades de acceso y a la utilización por parte de las personas de
edad;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
177
b) Programar y construir —en el marco de una política en materia de vivienda que prevea también el otorgamiento de financiación oficial y de
acuerdo con la iniciativa privada— viviendas para personas de edad,
que tengan en cuenta las diferentes categorías de estado civil y el grado
de autonomía de dichas personas, con arreglo a las tradiciones y costumbres locales;
c) Coordinar las políticas en materia de vivienda con las políticas encaminadas a la puesta en práctica de los servicios comunitarios (sociales, sanitarios, culturales, de esparcimiento, de comunicaciones), a fin de conceder a las viviendas destinadas a las personas de edad, siempre que
esto sea posible, una posición especialmente favorable con respecto a
las viviendas destinadas al conjunto de la población;
d) Elaborar y aplicar políticas y medidas especiales, así como prever dispositivos concebidos para permitir el desplazamiento de las personas
de edad y para protegerlas contra los peligros de la circulación;
e) A su vez, dicha política deberá estar enmarcada en la política más amplia de ayuda a las capas más desfavorecidas de la población.
Recomendación 20
La legislación y la planificación en materia de desarrollo y reconstrucción
urbanos, deberán prestar especial atención a los problemas de las personas de
edad contribuyendo a su integración social.
Recomendación 21
Debe alentarse a los gobiernos nacionales a que adopten políticas en materia
de vivienda en las que se tomen en consideración las necesidades de las personas de edad y de los que están socialmente en desventaja. Un ambiente
para vivir diseñado con miras a apoyar las capacidades funcionales de este
grupo debe formar parte integrante de las directrices nacionales para las políticas y las medidas relativas a los asentamientos humanos.
Recomendación 22
Debe prestarse especial atención a los problemas ambientales y al diseño de
un entorno para la vida en el cual se tenga en cuenta la capacidad funcional
178
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
de los ancianos y se facilite la movilidad y la comunicación mediante el suministro de medios de transporte adecuados.
El medio en que viven las personas de edad debe concebirse, con el apoyo
de los gobiernos, las autoridades locales y las Organizaciones No Gubernamentales, de forma que puedan seguir viviendo, si así lo desean, en un ambiente que les resulte familiar, y en el que su participación en la comunidad
sea prolongada y tengan la oportunidad de llevar una vida plena, normal y
segura.
Recomendación 23
La creciente proporción de delitos que se cometen en algunos países contra
las personas de edad convierte en víctimas no sólo a los directamente afectados, sino a las numerosas personas de edad que tienen temor de abandonar
sus hogares. Se debe tratar de aumentar la conciencia de los organismos encargados de hacer cumplir la ley y de los ancianos sobre la cantidad de delitos contra las personas de edad y las repercusiones de tales delitos.
Recomendación 24
En la medida en que resulte posible, las personas de edad deberán participar
en la elaboración de las políticas y programas de vivienda relativos a la población senescente.
d) La familia
66. Independientemente de su forma o de su organización, la familia es la unidad básica reconocida de la sociedad. Con el aumento de la longevidad, la
existencia de familias que incluyen cuatro o cinco generaciones es ya cada
vez más común en todo el mundo. Por otra parte, los cambios en la condición
de la mujer han reducido su función tradicional de atender a los miembros de
la familia de más edad; es necesario que la familia en conjunto, incluidos los
varones, asuma y comparta la carga de las tareas del hogar. Las mujeres ingresan en la fuerza laboral y permanecen en ella durante periodos cada vez
más largos. Muchas de las que han terminado de criar a sus hijos se encuentran ante el dilema del deseo y la necesidad de trabajar y obtener ingresos,
por una parte, y la responsabilidad de atender a los padres ancianos o a los
abuelos, por la otra.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
179
Recomendación 25
La familia es la unidad básica reconocida de la sociedad, y se deberán desplegar todos los esfuerzos necesarios para apoyarla, protegerla y fortalecerla
de acuerdo con el sistema de valores culturales de cada sociedad y atendiendo
a las necesidades de sus miembros de edad avanzada. Los gobiernos deberán
promover las políticas sociales que alienten el mantenimiento de las solidaridad familiar entre negociaciones, con la participación de todos los miembros
de la familia. Deberá también subrayarse a todos los niveles el papel y la
aportación de las Organizaciones No Gubernamentales en el fortalecimiento
de la familia como unidad.
Recomendación 26
El respaldo apropiado del sector más amplio de la comunidad, disponible
cuando y donde sea necesario, puede representar una diferencia trascendental respecto a la voluntad y capacidad de las familias de seguir cuidando a los
parientes de edad avanzada. En la planificación y prestación de servicios se
deberá tener plenamente en cuenta las necesidades de quienes prestan tales
cuidados.
67. Hay amplias pruebas del respeto que despierta toda persona de edad en
los países en desarrollo. Se advierte, empero, que el avance de la industrialización y la urbanización junto con la creciente movilidad de la fuerza laboral, están alterando ya sustancialmente el concepto tradicional sobre el lugar
y la posición que se reconocía en la familia a las personas de edad. Se ha
manifestado en todo el mundo una tendencia a que la familia deje de ser la
única fuente de atención y apoyo a las personas de edad.
Recomendación 27
Las formas de preservar la función esencial de la familia y la dignidad, la
situación y la seguridad de las personas de edad teniendo en cuenta todos los
acontecimientos internos e internacionales que puedan influir en esta situación de seguridad, son cuestiones que merecen cuidadosa consideración y
medidas, tanto por parte de los gobiernos como de las Organizaciones No Gubernamentales. Habida cuenta del mayor número de mujeres de edad y de la
proporción relativamente mayor de viudas que de viudos en todo el mundo,
180
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
deberá prestarse particular consideración a las necesidades y funciones especiales a este grupo.
Recomendación 28
Se insta a los gobiernos a que en sus actividades de planificación y desarrollo
adopten un criterio integrado respecto a la edad y la familia en el que se reconozcan las necesidades y características especiales de las personas de más
edad y de sus familias. Las personas de más edad deben ser incluidas en los
procesos de adopción de decisiones gubernamentales y de otra índole, entre
otras, en las esferas política, social, cultural y educativa y debe alentarse a
los hijos a que mantengan a sus padres.
Recomendación 29
Deberá alentarse a los gobiernos y a los órganos no gubernamentales a que
establezcan servicios sociales en apoyo de toda la familia cuando existan
personas de edad en el hogar y a que apliquen medidas especialmente destinadas a las familias de bajos ingresos que deseen mantener en el hogar a las
personas de edad avanzada.
e) Bienestar social
68. Los servicios de bienestar social pueden constituir un instrumento de la
política nacional y deberán tener como objetivo elevar al máximo la capacidad de las personas de edad para vivir en la sociedad. Dichos servicios deben
prestarse en la comunidad y abarcar toda la gama de la asistencia preventiva,
de recuperación y desarrollo para las personas de edad, a fin de permitirles
llevar una vida lo más independiente posible en su propio hogar y en su comunidad, y continuar siendo ciudadanos activos y útiles.
69. En relación con las personas de edad migrantes deberán adoptarse medidas adecuadas a fin de prestar los servicios de bienestar social de conformidad con sus características étnicas, culturales, lingüísticas y de otra índole.
Recomendación 30
Los servicios de bienestar social deberán tener por objeto la creación, promoción y mantenimiento, durante el mayor tiempo posible, de las funcio-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
181
nes activas y útiles de las personas de edad en la comunidad y para la comunidad.
70. En muchos países existe una escasez de recursos y servicios organizados de bienestar social para toda la población, especialmente en las zonas
rurales. Si bien el papel del gobierno en el suministro de esos servicios es de
suma importancia, también es muy importante la contribución de las Organizaciones No Gubernamentales.
71. En las sociedades tradicionales, las personas de edad siempre han estado en una situación privilegiada y han sido objeto de respeto, consideración,
prestigio y autoridad. Sin embargo, este orden comienza a verse perturbado por la influencia de la modernidad, que entraña el cuestionamiento de esa
situación de privilegio. Por lo tanto, conviene tomar conciencia de esos cambios y definir consecuentemente las políticas nacionales en materia de envejecimiento que permitirán evitar alguno de los problemas relativos a la vejez
que afectan a algunos países desarrollados.
Recomendación 31
Las organizaciones oficiales y no oficiales deberán tener en cuenta las necesidades especiales de las personas de edad e incluirlas en sus programas actuales y en sus planes futuros, y reconocer y fomentar, en particular, la importante función que toca a las cooperativas en la prestación de ese género de
servicios. Dichas cooperativas también podrían beneficiarse con la participación de las personas de edad en calidad de miembros plenos o consultores
expertos. Entre gobiernos y Organizaciones No Gubernamentales deberá constituirse una asociación con vistas a asegurar un enfoque integrado y de fines
múltiples para la atención de las necesidades de bienestar social de los ancianos.
Recomendación 32
Con objeto de favorecer el estrechamiento de lazos entre generaciones distintas, debe fomentarse la participación de los jóvenes en la prestación de
servicios y atención, así como en actividades para las personas de edad o con
ellas. Debe estimularse en la medida de lo posible la autoayuda recíproca
entre las personas de edad capaces y activas, así como su asistencia a sus
182
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
pares menos afortunados, del mismo modo que la participación de las personas de edad en ocupaciones del sector no estructurado a jornada parcial.
Recomendación 33
Los gobiernos deberán también esforzarse por reducir o eliminar cualquier
restricción de tipo fiscal o de índole similar que pese sobre las actividades
voluntarias y no estructuradas, así como las normas jurídicas que impidan o
dificulten el trabajo a jornada parcial, la autoayuda recíproca y el empleo de
voluntarios en la prestación de servicios junto al personal profesional o en
instituciones destinadas a los ancianos.
Recomendación 34
Dondequiera que sea necesario o inevitable proporcionar diferentes formas
de atención en instituciones para los ancianos se deberá hacer todo lo posible
para asegurar que esas personas gocen de una calidad de vida que corresponda a las condiciones que normalmente se dan en su comunidad y del pleno
respeto a su dignidad, sus creencias, sus necesidades, sus intereses y su
privacidad; debería estimularse a los Estados a definir los criterios mínimos
para asegurar una mejor calidad de la atención institucional.
Recomendación 35
A fin de facilitar la ayuda mutua de las personas de edad y aumentar su posibilidad de se oídas, los gobiernos y las Organizaciones No Gubernamentales
deberán estimular la formación y la libre iniciativa de grupos y movimientos de personas de edad, así como las posibilidades de capacitar e informar a
otros grupos de edad en materia de atención a las personas de edad.
f) Seguridad del ingreso y empleo
72. En lo que respecta al logro de los objetivos de política de seguridad,
ingreso y empleo, hay diferencias importantes entre las regiones desarrolladas y las regiones en desarrollo del mundo, y más particularmente entre los
países de economía urbana industrializada, y los países de economía rural.
Muchos de los países y regiones desarrollados han logrado satisfacer las ne-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
183
cesidades de todos mediante planes generalizados de seguridad social. En los
países en desarrollo, la seguridad del ingreso es un tema que preocupa a todos los grupos de edades, y gran parte de la población, cuando no la mayoría,
vive en el nivel de subsistencia. En varios de esos países los programas de
seguridad social suelen tener un alcance limitado: en las zonas rurales, donde
vive la inmensa mayoría de la población, esos programas son mínimos o no
existen. Por otra parte, deberá prestarse especial atención, dentro del marco
de la seguridad social y de los programas sociales, a la situación de las mujeres de edad, cuyo nivel de ingresos suele ser más bajo que el de los hombres
y cuyo empleo ha quedado a menudo interrumpido a causa de las responsabilidades que les imponen la maternidad y la familia. A la larga, convendrá
orientarse hacia el concepto del derecho propio de la mujer a la protección
social.
Recomendación 36
Los gobiernos deberán tomas las medidas necesarias para garantizar a todas
las personas de edad un nivel mínimo de recursos adecuados, y desarrollar la
economía nacional en beneficio de toda la población. Con este fin, deberán:
a) Crear o ampliar sistemas de seguridad social, a fin de que el mayor número de personas de edad puedan beneficiarse de esta protección. De
no ser ello posible deberán buscarse otros medios, como beneficios en
especie, ayuda directa a las familias y las instituciones cooperativas
locales;
b) Asegurar que el nivel mínimo de recursos permita satisfacer las necesidades esenciales de las personas de edad y garantizar su independencia.
Deberá tratarse de que las prestaciones de la seguridad social, se calculen o no teniendo en cuenta el ingreso anterior, mantengan su poder
adquisitivo. Deberán estudiarse los medios para proteger los ahorros de
las personas de edad contra los efectos de la inflación. Al determinar la
edad de jubilación, deberán tenerse debidamente en cuenta los cambios
de la estructura demográfica así como la capacidad de la economía nacional. Será necesario, al propio tiempo, esforzarse por lograr un crecimiento económico continuo;
c) En los sistemas de seguridad social, deberá procurarse que tanto los
hombres como las mujeres adquieran sus propios derechos;
184
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
d) Responder, en el marco de la seguridad social y, si es necesario, por
otros medios, a las necesidades específicas, en materia de seguridad del
ingreso, de los trabajadores de edad que se encuentren en situación para
o que sufran de una incapacidad de trabajo;
e) Deberán examinarse otras posibilidades de proporcionar ingresos e incentivos complementarios de la jubilación para que las personas de edad
desarrollen nuevas formas de ahorro personal.
73. Las dos cuestiones del derecho al trabajo y el derecho a la jubilación
se relacionan en gran medida con el tema de la seguridad del ingreso. En casi
todas las regiones del mundo las personas de edad tropiezan con dificultades
para participar en el trabajo y en las actividades económicas de la sociedad,
satisfaciendo así su necesidad de contribuir a la vida de la comunidad y de
beneficiar a la sociedad en conjunto. Es corriente la discriminación por cuestión de edad: un elevado número de trabajadores de edad avanzada no pueden permanecer en la fuerza de trabajo o reincorporarse a ella debido a perjuicios basados en la edad. En ciertos países esta situación tiende a afectar
más duramente a las mujeres. La integración de las personas de edad en los
mecanismos del desarrollo se refiere tanto a los grupos del medio rural como
a los del medio urbano.
Recomendación 37
Los gobiernos deberán facilitar la participación de las personas de edad en la
vida económica de la sociedad. Con este fin:
a) Deberán tomarse medidas adecuadas, con la participación de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, para que los trabajadores de
edad puedan, en la mayor medida posible, permanecer en un empleo en
condiciones satisfactorias y beneficiarse de la seguridad del empleo;
b) Los gobiernos deberán eliminar todo tipo de discriminación en el mercado de trabajo y garantizar una auténtica igualdad de trato en la vida
profesional. Entre los empleadores existen a veces estereotipos negativos sobre los trabajadores de edad. Los gobiernos deberán adoptar medidas para informar a los empleadores y asesorarlos en la utilización de
las capacidades de los trabajadores de edad, que siguen constituyendo
un número muy elevado en la mayoría de las profesiones. Asimismo,
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
185
los trabajadores de edad deben gozar del derecho de acceso a los programas y servicios de orientación, capacitación y colocación;
c) Deberán tomarse medidas encaminadas a ayudar a las personas de edad
a encontrar o reencontrar un empleo o un trabajo independiente, creando nuevas posibilidades de empleo y facilitando su capacitación y actualización de conocimientos. El derecho de los trabajadores al empleo
debe basarse en su capacidad para cumplir las labores de que se trate,
más bien que en su edad propiamente tal;
d) A pesar de los importantes problemas de desempleo —en particular entre los jóvenes— a los que numerosos países se ven enfrentados, convendría no rebajar la edad de la jubilación de los asalariados salvo sobre una base voluntaria.
Recomendación 38
Los trabajadores de edad como todos los demás, deberán gozar de condiciones y ambiente de trabajo satisfactorios. Cuando sea necesario se deberán
tomar medidas para prevenir los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales. Las condiciones y el ambiente de trabajo, así como los horarios y la organización de las tareas, deberán tener en cuenta las características de los trabajadores de más edad.
Recomendación 39
La manera de garantizar una protección correcta a los trabajadores, lo que
permite un mejor seguimiento de la condición de las personas de edad avanzada, es un conocimiento más profundo de las enfermedades profesionales.
Ello implica necesariamente la capacitación del personal médico en la esfera
de la medicina laboral.
En el mismo orden de ideas, una visita médica inicial en el momento de la
jubilación permitiría detectar las consecuencias de las enfermedades profesionales para el individuo y estudiar las medidas apropiadas.
Recomendación 40
Los gobiernos deberán tomas o fomentar medidas para que la transición de la
vida activa a la jubilación sea fácil y gradual, y hacer más flexible la edad de
186
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
derecho a jubilarse. Esas medidas deben incluir cursos de preparación para la
jubilación y la disminución del trabajo en los últimos años de la vida profesional, por ejemplo, modificando las condiciones, el ambiente o la organización del trabajo, y fomentando una disminución progresiva del horario de
trabajo.
Recomendación 41
Los gobiernos deberán aplicar las normas internacionales relativas a los trabajadores de edad, particularmente la Recomendación 162 de la Organización Internacional del Trabajo. Por otra parte, deberán seguir desarrollando a
nivel internacional conceptos y directrices relacionados con las necesidades
de esos trabajadores.
Recomendación 42
A la luz del Convenio Núm. 157 de la OIT, deberán adoptarse medidas relativas al mantenimiento de los derechos en materia de seguridad social, a fin
de asegurar a los trabajadores legítimamente migrantes, entre otros medios
por convenciones bilaterales o multilaterales, una protección social plena en
el país de acogida, así como, en caso de regreso al país de origen, el mantenimiento de los derechos adquiridos en la esfera de la seguridad social, particularmente en materia de jubilaciones. Igualmente, los trabajadores migrantes
de regreso a sus países deberán gozar de condiciones que favorezcan su reintegración, especialmente en materia de vivienda.
Recomendación 43
En lo posible, la acogida colectiva de refugiados por un país deberá incluir
tanto a las personas de edad como a los adultos y los niños, esforzándose por
mantener la célula familiar existente y por asegurar las medidas adecuadas
en materia de vivienda y de servicios.
g) Educación
74. Las revoluciones científicas y tecnológicas han producido la enorme expansión de conocimientos e información del siglo XX. Debido a que esas
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
187
revoluciones son constantes y progresivas se ha registrado un cambio social
acelerado. En muchas sociedades del mundo, los ancianos siguen siendo los
encargados de transmitir la información, los conocimientos, las tradiciones y
los valores espirituales. No debe perderse esa importante tradición.
Recomendación 44
Deben establecerse programas de educación en los que las personas de edad
sean los maestros y transmisores de conocimientos, cultura y valor espirituales.
75. En muchas circunstancias, la expansión de conocimientos ha venido
produciendo cierta obsolescencia de la información, lo que a su vez guarda
relación con la obsolescencia social. Dichos cambios indican que las instituciones educacionales de la sociedad deben ampliarse para dar respuesta a las
necesidades de educación durante todo el transcurso de la vida. Ese enfoque
de la educación indica la necesidad de proporcionar educación a los adultos
permanentemente, que incluya la preparación para el envejecimiento y la
capacidad de usar del tiempo en forma creadora. Además, es importante que
las personas de edad, al igual que las personas de todos los demás grupos de
edad, tengan acceso a cursos básicos de alfabetización, así como a todos los
servicios educacionales disponibles en la comunidad.
Recomendación 45
Como derecho humano básico, la educación debe proporcionarse sin discriminación contra las personas de edad. Las políticas educacionales deben reflejar el principio del derecho de los senescentes a la educación, mediante la
asignación apropiada de recursos y con programas de enseñanza convenientes. Ha de tenerse cuidado de adaptar los métodos de enseñanza a las capacidades de los senescentes, de modo que puedan participar equitativamente en
cualquier tipo de educación que se ofrezca y aprovecharla. La necesidad de
la educación continua de adultos a todos los niveles debe encontrar reconocimiento y estímulo. Habrá de tomarse en consideración el concepto de la educación universitaria para personas de edad.
76. Hay también necesidad de educar a la población en general acerca del
proceso de envejecimiento. Ello debe empezar a una edad temprana para que
188
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
perciba plenamente como un proceso natural. Nunca se insistirá bastante en
el papel de los medios de información a ese respecto.
Recomendación 46
Debe emprenderse un esfuerzo bien coordinado con participación de los distintos medios de comunicación, que destaque los aspectos positivos del proceso de envejecimiento y de los ancianos mismos. Entre otras cosas, este
esfuerzo debe incluir:
a) la situación presente y en evolución de los ancianos y sus tendencias,
especialmente en las zonas rurales de los países desarrollados y de los
países en desarrollo, para determinar las verdaderas necesidades y condiciones y dar la respuesta adecuada;
b) los efectos de la migración (interna e internacional) sobre el envejecimiento relativo de la población de las zonas rurales y su efecto en la
producción agrícola y en las condiciones de vida de esas zonas;
c) métodos para la creación de oportunidades de empleo y de condiciones
de trabajo adaptadas a los trabajadores de edad, incluida la fabricación
de equipo y herramientas sencillos que ayuden a los ancianos con pocas
fuerzas a realizar sus diversas tareas con menos esfuerzos;
d) estudios sobre la función de la educación y el envejecimiento en las
diversas culturas y sociedades.
Recomendación 47
De conformidad con el concepto de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre la educación permanente, se recomienda promover programas para personas de edad, no estructurados, basados en la comunidad y orientados al esparcimiento, con el
fin de desarrollar un sentido de autosuficiencia así como la responsabilidad
de la comunidad respecto a las personas de edad. Tales programas deben contar con el apoyo de los gobiernos nacionales y de las organizaciones internacionales.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
189
Recomendación 48
Con miras a promover una mayor participación de las personas de edad en
actividades de pasatiempo y en una utilización creadora del tiempo libre, se
insta a los gobiernos y a las organizaciones internacionales a estimular y
apoyar programas encaminados a lograr un mayor y más fácil acceso físico a
instituciones culturales tales como museos, teatros, teatros de ópera, salas de
conciertos, cines, etcétera. Por otra parte, debe pedirse a los centros culturales que organicen, para las personas de edad, y en cooperación con ellas,
cursos prácticos en materia de artesanías, bellas artes, música, etc., en que las
personas de edad puedan desempeñar funciones activas en calidad tanto de
beneficiarias como de colaboradoras de estos programas.
Recomendación 49
Los gobiernos y las organizaciones internacionales interesadas en los problemas del envejecimiento deben iniciar programas para educar al público en
general sobre el proceso de envejecimiento y sobre las propias personas senescentes. Tales actividades deben iniciarse en la primera infancia y hacer
participar a todos los grupos de edad en todos los niveles del sistema escolar
estructurado. Deberá reforzarse la función y participación de los Ministerios
de Educación en ese sentido promoviendo y facilitando la inclusión del
tema del envejecimiento en los planes de estudio, como un aspecto del desarrollo normal y de la educación para la vida del individuo, desde la edad más
temprana; se lograría así un mayor conocimiento de la cuestión y se induciría
posiblemente un cambio positivo en las actitudes estereotipadas que tienen
las generaciones actuales respecto del envejecimiento. También deben usarse para elaborar tales programas diversos conductos no estructurados y medios de información tales como radio, televisión y prensa. Se recomienda,
además, utilizar los medios de información como instrumentos para realzar
la participación de las personas de edad en actividades sociales, culturales y
educativas dentro de la comunidad, y que participen, por sí o por sus representantes, en la formulación y diseño de estos programas.
Recomendación 50
En los casos en que existan estereotipos relativos a las personas de edad, los
medios de comunicación, las instituciones educacionales, los gobiernos, las Or-
190
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
ganizaciones No Gubernamentales y los propios senescentes deberán desplegar esfuerzos tendientes a superar esa imagen estereotipada que presenta a
las personas de edad como individuos que padecen siempre de problemas
físicos y psicológicos, que son incapaces de funcionar independientemente y
que no desempeñan ningún papel ni tienen ningún valor en la sociedad. Estos
esfuerzos son necesarios para lograr una sociedad que permita la integración
de las personas de edad.
Recomendación 51
Se deberá poner a disposición de las personas de edad amplia información
sobre todos los aspectos de su vida, en forma clara y comprensible.
B. FOMENTO DE POLÍTICAS Y PROGRAMAS
77. La plena realización del Plan de Acción depende de la aplicación de todos los documentos, estrategias y planes internacionales mencionados en los
párrafos 4 y 5. Para el fomento de políticas y programas en el marco del Plan
de Acción, se insta al Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios, al
Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población,
al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, al Departamento de
Cooperación Técnica para el Desarrollo y a las comisiones regionales, así
como a los organismos especializados, instituciones y otras organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, a que presten la máxima asistencia a todos los países que lo soliciten. Asimismo, deberán utilizarse al
máximo las oportunidades de cooperación técnica entre los países desarrollados y los países en desarrollo en la esfera del envejecimiento.
1. Reunión y análisis de datos
78. Los datos sobre el sector de más edad de la población, que se reúnen mediante censos, encuestas y sistemas de estadísticas del estado civil, son fundamentales para la formulación, aplicación y evaluación de políticas y programas para los ancianos y para garantizar su integración en el proceso de
desarrollo.
79. Los gobiernos y las organizaciones que estén en condiciones de hacerlo deberán establecer una base de información más específica que la de “se-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
191
senta o más años de edad” actualmente en uso y que resulte útil para la planificación del mejoramiento de la situación de las personas de edad y la solución de los problemas que los atañen. Dicha base podría abarcar clasificaciones sociales, por edades, funcionales y económicas, entre otras.
80. Las encuestas por hogares y otras encuestas realizadas por muestreo, y
otras fuentes de estadísticas demográficas y socioeconómicas conexas suministran datos importantes para la formulación y la aplicación de políticas y
programas para los ancianos.
81. Debe proporcionarse a todos los países que lo soliciten, asistencia técnica para desarrollar o mejorar las bases de datos necesarias relativas a las
personas de edad y los servicios e instituciones que se ocupan de ellas. Dicha
asistencia debe incluir la capacitación e investigación necesarias respecto de
la metodología para la reunión, la elaboración y el análisis de los datos.
Recomendación 52
Los datos sobre el envejecimiento pueden desarrollarse sobre la base de un
sistema de codificación que proporcione a los gobiernos nacionales información tabulada por sexo, edad, niveles de ingresos, condiciones de vida, estado
de salud y grado de autonomía en el cuidado personal, entre otros datos. Tales datos podrían recogerse en censos generales, censos limitados o experimentales o en encuestas representativas. Se insta a los gobiernos a asignar recursos a esos fines.
Recomendación 53
Los gobiernos y las instituciones interesados deben establecer servicios de
intercambio de informaciones —tales como bancos de datos— en la esfera
del envejecimiento, o mejorar los existentes.
2. Capacitación y educación
82. El espectacular aumento del número y la proporción de adultos de edad
avanzada hace necesario un incremento significativo de la capacitación. Para
ello se necesita un doble enfoque: un programa internacional de capacitación
y, al mismo tiempo, programas nacionales y regionales de capacitación adaptados especialmente a la situación de los países y las regiones interesados. Al
192
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
elaborar las políticas y los programas de enseñanza y capacitación para todos
los grupos de edades, especialmente, la generación más joven, deben tenerse
en cuenta las necesidades de las personas de edad, así como las consecuencias del envejecimiento de la población en el desarrollo.
Recomendación 54
Los programas de enseñanza y capacitación deberán ser de carácter interdisciplinario, dado que el envejecimiento y el envejecimiento de la población es un tema multidisciplinario. La enseñanza y capacitación en los diversos aspectos del envejecimiento y del envejecimiento de la población no deberá
limitarse a los niveles superiores de especialización, sino que deberá impartirse
a todos los niveles. Se deberá tratar de reglamentar los servicios de capacitación y enseñanza necesarios para las diferentes funciones en la esfera del
envejecimiento.
83. Una forma muy apropiada de cooperación internacional sería la del
intercambio de especializaciones, conocimientos y experiencias entre países
en los que la estructura y la composición de la población de edad avanzada
sean similares o comparables, o con vínculos históricos, culturales, lingüísticos
o de otra índole. Además de la transferencia de especializaciones y tecnologías concretas, el intercambio de experiencias acerca de la amplia variedad
de prácticas en materia de envejecimiento puede constituir también un sector
apropiado para la cooperación técnica entre países en desarrollo. En las regiones que incluyan al mismo tiempo países desarrollados y en desarrollo
deberán investigarse intensamente las amplias oportunidades existentes de
aprendizaje y cooperación mutua en materia de capacitación e investigación.
Recomendación 55
Se insta a las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales a que
tomen las medidas necesarias para la capacitación de personal en la esfera
del envejecimiento y a que redoblen sus esfuerzos para difundir información
sobre el envejecimiento, particularmente entre las propias personas senescentes.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
193
Recomendación 56
Las organizaciones de jubilados y de ancianos deberán participar en la planificación y la realización de estos intercambios de información.
Recomendación 57
La aplicación de varias de las recomendaciones exigirá personal capacitado
en la esfera del envejecimiento. Deberán promoverse y estimularse los centros de capacitación práctica, en aquellos lugares en que ya existan las instalaciones apropiadas, para capacitar dicho personal, en particular el de los
países en desarrollo, que a su vez capacitará a otro personal. Estos centros
ofrecerán también cursos de actualización y repaso y actuarán prácticamente
como puente entre las regiones desarrolladas y las regiones en desarrollo;
estarán vinculados con los organismos y servicios apropiados de las Naciones Unidas.
Recomendación 58
En los planos nacional, regional e internacional deberá prestarse mayor atención a las investigaciones y estudios orientados a apoyar la integración de los
problemas del envejecimiento en el marco de la formulación y aplicación de
planes y políticas.
Recomendación 59
Deberá estimularse la capacitación en todos los aspectos de la gerontología y
la geriatría, y darse la debida importancia en los planes de estudio de todos
los niveles. Se insta a los gobiernos y a las autoridades competentes a que
estimulen a las instituciones nuevas o a las actuales para que presten especial
atención a la capacitación adecuada en gerontología y geriatría.
3. Investigación
84. El Plan de Acción da gran prioridad a la investigación sobre las cuestiones de desarrollo y los aspectos humanitarios del envejecimiento. Las actividades de investigación sirven para formular, evaluar y aplicar políticas y programas: a) acerca de las consecuencias del envejecimiento de la población
194
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
para el desarrollo y b) acerca de las necesidades de los senescentes. Deberá
estimularse la investigación sobre los aspectos sociales, económicos y sanitarios del envejecimiento para lograr el uso eficiente de los recursos, el mejoramiento de las medidas sociales y sanitarias, incluida la prevención del
deterioro funcional, la invalidez, enfermedad y pobreza relacionadas con la
edad, y la coordinación de los servicios necesarios para la atención de los
ancianos.
85. Los conocimientos obtenidos mediante la investigación dan una base
científica más sólida para la planificación social efectiva, así como para mejorar el bienestar de los ancianos. Se necesita más investigación para, por
ejemplo, a) disminuir las grandes lagunas de los conocimientos relativos al
envejecimiento y a las necesidades particulares de los ancianos y b) hacer
posible un uso más eficaz de los recursos que se destinan a los ancianos. Deberá hacerse hincapié en la continuidad entre la adquisición de nuevos conocimientos mediante la investigación y la aplicación intensa y más rápida de
esos conocimientos y la transferencia de los conocimientos tecnológicos con
la debida consideración de la diversidad cultural y social.
Recomendación 60
Deberán hacerse investigaciones sobre los aspectos de desarrollo y humanitarios del envejecimiento en los niveles local, nacional, regional y mundial.
Deberá estimularse la investigación, especialmente en los aspectos biológico, mental y social. Entre los temas de investigación básica y aplicada de
interés para todas las sociedades están los siguientes:
a) la función de los factores genéticos y ambientales,
b) los efectos de los factores biológicos, médicos, culturales, de la sociedad y del comportamiento sobre el envejecimiento,
c) la influencia de los factores económicos y demográficos (incluida la
migración) en la planificación de la sociedad,
d) el uso de conocimientos técnicos y especializados, saberes y posibilidades culturales de los senescentes,
e) el aplazamiento de las consecuencias funcionales negativas del envejecimiento,
f) servicios de salud y sociales para los senescentes, así como estudios de
programas coordinados y
g) capacitación y educación.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
195
Estas investigaciones deberán planificarse y realizarse generalmente por
investigadores que conozcan bien las condiciones nacionales y regionales y a
los que se dé la independencia necesaria para la innovación y la divulgación.
Los Estados y las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales deberán llevar a cabo más investigaciones y estudios relativos a las cuestiones de desarrollo y humanitarias relativas a las personas de edad y cooperar en esta esfera intercambiando estas investigaciones y estudios a fin de
proporcionar una base lógica para las políticas relativas al envejecimiento en
general.
Recomendación 61
Los estados, las organizaciones intergubernamentales y las Organizaciones
No Gubernamentales deberán estimular la creación de instituciones especializadas en la enseñanza de la gerontología, la geriatría y la psicología geriátrica
en los países en que no existan dichas instituciones.
Recomendación 62
Deberán promoverse los intercambios internacionales y la cooperación en
materia de investigación, así como la recopilación de datos en todas las esferas que tengan relación con el envejecimiento, a fin de proporcionar una base
racional para futuras políticas y medidas sociales. Deberá darse especial importancia a estudios comparados y entre distintas culturas en relación con el
envejecimiento. Se subrayarán los enfoques multidisciplinarios.
IV. RECOMENDACIONES PARA LA EJECUCIÓN
A. PAPEL DE LOS GOBIERNOS
86. El éxito de este plan de Acción dependerá en gran medida de las actividades de los gobiernos encaminadas a crear condiciones y amplias posibilidades para la plena participación de los ciudadanos, en particular las personas de edad. Con tal propósito, se insta a los gobiernos a que dediquen mayor
atención a la cuestión del envejecimiento y a que utilicen plenamente el apoyo de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, especialmente las de jubilados y personas de edad.
196
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
87. Dado que la situación de los senescentes varía considerablemente en
diversas sociedades, culturas o regiones, lo que se refleja en diferentes necesidades y problemas, cada país debe escoger su propia estrategia nacional e
identificar sus propios objetivos y prioridades dentro del Plan. Los gobiernos deberán comprometerse claramente, en todos los niveles, a tomar las medidas pertinentes para alcanzar esos objetivos y hacer efectivas esas prioridades.
88. Una importante función de los gobiernos con respecto al Plan de Acción consiste en evaluar y examinar el proceso de envejecimiento desde el
punto de vista individual y demográfico para determinar sus consecuencias
en el desarrollo a la luz de su situación política, social, cultural, religiosa y
económica.
89. Los encargados de formular políticas y estrategias nacionales para la
aplicación del Plan de Acción deberán reconocer que las personas de edad no
constituyen un grupo homogéneo, y tener en cuenta las grandes diferencias
entre las personas mayores en las diversas etapas de su vida, así como sus
correspondientes necesidades. Los gobiernos deberán atender especialmente
al mejoramiento de la situación de las mujeres de más edad, que con frecuencia son quienes se encuentran en situación más desventajosa.
90. El establecimiento de mecanismos interdisciplinarios y multisectoriales
dentro de los gobiernos puede ser un medio eficaz para asegurar que la cuestión del envejecimiento de la población se tenga en cuenta en la planificación del desarrollo nacional y que se conceda merecida atención a las necesidades de las personas de más edad y a su integración en la sociedad.
91. Estas medidas ganarán en eficacia si su preparación, ejecución y seguimiento se coordinan bien en los distintos niveles geopolíticos. Esta coordinación deberá surgir de la cooperación entre personas que ocupen posiciones de responsabilidad en todos los sectores y los representantes de los
jubilados y las personas de edad, a fin de garantizar la participación de éstos
en la adopción de decisiones que los afecten directamente, para lo cual sería
conveniente crear a nivel nacional los correspondientes órganos de planificación, programación y coordinación.
92. Algunos de los objetivos del Plan de Acción ya se han alcanzado en
ciertos países; en otros solamente podrán alcanzarse progresivamente. Además, algunas medidas, por su carácter, tardarán más tiempo en aplicarse que
otras. En consecuencia, se insta a los gobiernos a que establezcan objetivos a
corto, mediano y largo plazo para aplicar el Plan de conformidad con sus
propios recursos y prioridades.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
197
93. Los gobiernos deben, en caso necesario, conservar con una estructura
adecuada los mecanismos preparatorios establecidos a nivel nacional para la
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (o alentar la formación de otros
similares), a fin de facilitar la concepción, la ejecución y la evaluación de las
actividades recomendadas por la Asamblea Mundial.
B. PAPEL DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y REGIONAL
1. Acción a nivel mundial
94. La cooperación internacional en la ejecución del programa de acción sobre el establecimiento de un nuevo orden económico internacional y de la
Estrategia Internacional del Desarrollo para el Tercer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo, entre otras cosas, sobre la base de la coexistencia pacífica de Estados con sistemas sociales diferentes, deberá desempeñar un papel fundamental en el logro de los objetivos del Plan de Acción y
podrá adoptar la forma de una cooperación bilateral y multilateral entre los
gobiernos y o bien consistir en la utilización al sistema de las Naciones Unidas. Dicha cooperación puede consistir en asistencia directa, ya sea técnica o
financiera, en respuesta a peticiones nacionales o regionales, o bien puede
consistir en la investigación en colaboración o el intercambio de información
y experiencia.
95. Se insta a la Asamblea General, al Consejo Económico y Social y a
todos sus órganos auxiliares competentes, en particular a la Comisión de
Desarrollo Social, al Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y a otros órganos legislativos y normativos de
los organismos especializados competentes y las organizaciones intergubernamentales interesadas, a que examinen atentamente el Plan de Acción y se
aseguren de que logre el efecto debido.
96. En vista del papel que el Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Internacionales ha estado desempeñando dentro del sistema de las Naciones Unidas en
cuestiones relativas a las personas de edad, se lo deberá fortalecer a fin de
que siga funcionando como centro para las actividades en esa esfera. Con ese
propósito, se pide al Secretario General de las Naciones Unidas que dentro
de los límites de los recursos globales existentes de las Naciones Unidas,
preste debida consideración a la posibilidad de incrementar adecuadamente
198
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
los recursos para la ejecución del Plan de Acción que se efectuará fundamentalmente a nivel nacional.
97. El Comité Administrativo de Coordinación deberá examinar las consecuencias que tiene el Plan de Acción para las organizaciones del sistema
de las Naciones Unidas, con vistas a mantener el enlace y la coordinación
para la aplicación de las disposiciones del Plan.
98. En relación con la aplicación del Plan, debe mantenerse en examen
constante la necesidad de elaborar nuevas directrices en esferas de preocupación de las personas de edad.
99. Se insta a los gobiernos, a las organizaciones de beneficencia no gubernamentales nacionales y locales y a las Organizaciones No Gubernamentales internacionales a que participen en el esfuerzo conjunto para conseguir
los objetivos del Plan. Deben fortalecer sus actividades mediante la promoción del establecimiento de canales ordinarios de comunicaciones en el plano nacional y la utilización de los existentes para consultar con las personas
de edad sobre políticas y programas que afecten a sus vida. Se pide asimismo
a los gobiernos que alienten y, cuando sea posible, apoyen a las organizaciones nacionales y privadas que se ocupan de cuestiones relacionadas con las
personas de edad y el envejecimiento de la población.
100. Se invita a todos los Estados a que consideren la designación de un
“Día de los Ancianos”, de conformidad con la resolución 36/20 de la Asamblea General, de 9 de noviembre de 1981.
101. El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento deberá señalarse a la atención de los órganos competentes de las Naciones Unidas
encargados de preparar la Conferencia Mundial sobre Población (1984), de
modo que puedan tenerse en cuenta sus conclusiones y recomendaciones
cuando se preparen las propuestas para seguir ejecutando el Plan de Acción
Mundial sobre Población.
a) Cooperación técnica
102. Las Naciones Unidas, y en particular el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Departamento de Cooperación Técnica para el
Desarrollo, conjuntamente con los organismos especializados, deberán ejecutar actividades de cooperación técnica en apoyo de los objetivos del Plan
de Acción. El Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios deberá
seguir fomentando todas las actividades de cooperación y asistencia técnicas
en la esfera, y proporcionar apoyo sustantivo a tales actividades.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
199
103. El Fondo Fiduciario Voluntario para la Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento establecido por la Asamblea General en virtud de su resolución 35/129, se deberá utilizar, tal como lo pidió la Asamblea General, para
atender a las necesidades y solicitudes en rápido aumento de los países en
desarrollo y, en particular, de los países menos adelantados. Se alentará la
aportación de contribuciones voluntarias, tanto públicas como privadas. El
Fondo Fiduciario deberá ser administrado por el Centro de Desarrollo Social
y Asuntos Humanitarios.
104. Además, de conformidad con lo pedido por la Asamblea General en su
resolución 36/20, el Fondo habrá de utilizarse para promover entre los países
en desarrollo un mayor interés por la cuestión del envejecimiento y prestar
asistencia a los gobiernos, a solicitud de éstos, para la formulación y aplicación de políticas y programas relativos a las personas de edad. Deberá utilizarse igualmente para la asistencia técnica y la investigación con respecto
a las consecuencias del envejecimiento de la población y para promover la
cooperación técnica entre países en desarrollo en materia de intercambio de
información y tecnología en esta esfera.
105. El envejecimiento es un problema de población que afecta al desarrollo y que requiere que se acr3ecienten la asistencia y la cooperación internacionales y, por consiguiente, se insta al Fondo de las Naciones Unidas para
Actividades en materia de Población a que, en cooperación con todas las organizaciones encargadas de la asistencia internacional en cuestiones de población, mantenga y fortalezca su asistencia en dicha esfera, sobre todo en los
países en desarrollo.
b) Intercambio de información y experiencia
106. El intercambio de información y experiencia a nivel internacional es
un medio eficaz de estimular el progreso y fomentar la adopción de medidas para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales del envejecimiento de la población y atender a las necesidades de las personas de
edad. Algunos países con diferentes sistemas políticos, económicos, sociales
y culturales, y en distintas etapas de desarrollo, se han beneficiado del conocimiento común de problemas, dificultades y logros, y de las soluciones elaboradas conjuntamente.
107. Los seminarios y reuniones han demostrado ser sumamente valiosos,
dado que permiten el intercambio de información y de experiencia a nivel
200
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
regional e interregional; así pues, deben mantenerse. Pueden concentrarse, entre otras cosas, en el fomento de la cooperación técnica entre los países en desarrollo y el examen de la aplicación del Plan de Acción.
108. El Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios deberá coordinar las actividades de los centros regionales y subregionales de investigación y desarrollo dentro del sistema de las Naciones Unidas, fomentar la preparación de materiales de información así como el intercambio constante de
informaciones sobre los problemas y políticas referentes al envejecimiento,
la capacitación de personal y la facilitación de las actividades de cooperación
técnica entre los países en desarrollo, en colaboración con los distintos gobiernos y regiones.
109. Para el intercambio de información, es indispensable que se normalicen las definiciones, los términos y la metodología de la investigación en la
esfera del envejecimiento. Las Naciones Unidas deberán prestar a tales actividades toda la atención que su importancia merece.
110. Los organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas deberán alentar a los gobiernos y a la comunidad internacional a prestar especial atención a programas, proyectos y actividades que brinden a las personas
de más edad los conocimientos, la capacitación y las oportunidades necesarias para mejorar su situación y poder participar plena y efectivamente en el
esfuerzo total de desarrollo. Deberá prestarse especial atención a los cursos
de capacitación en tecnologías adecuadas para que las personas de mayor
edad puedan seguir trabajando en actividades agrícolas.
111. El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento deberá transmitirse a la dependencia de la Secretaría de las Naciones Unidas que esté encargada del Año Internacional de la Juventud (1985), a fin de que pueda señalar las recomendaciones y conclusiones de la Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento —especialmente en cuanto se refiera a las cuestiones intergeneracionales— a la atención de los comités de planificación nacionales que
se preocupan de formular ideas para el Año Internacional de la Juventud.
c) Formulación y aplicación de directrices internacionales
112. Las organizaciones competentes deberán llevar a cabo estudios sobre la
eficacia de las pautas e instrumentos internacionales existentes, y deberán
realizarse exámenes periódicos para determinar si siguen siendo apropiados
a la luz de las nuevas condiciones del mundo moderno y de la experiencia
reunida desde su aprobación.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
201
2. Acción a nivel regional
113. La aplicación eficaz del Plan requerirá igualmente la adopción de medidas a nivel regional, especialmente con respecto a programas. En consecuencia, en el Plan se pide a todas las instituciones con mandatos regionales que
examinen los objetivos del Plan y contribuyan a su aplicación. A este respecto las comisiones regionales de las Naciones Unidas deberán desempeñar una
función central.
114. A fin de realizar las funciones mencionadas, los gobiernos de los Estados miembros de las comisiones regionales deberán tomar medidas para
que en las actividades de su programa ordinario se tengan en cuenta los problemas relacionados con el envejecimiento.
115. Además, las comisiones regionales deberán, en el marco del examen
internacional descrito precedentemente, organizar la evaluación periódica de
los planes regionales de acción.
C. EXAMEN Y EVALUACIÓN
116. Es indispensable que las actividades de evaluación y examen se lleven a
cabo a nivel nacional, con la periodicidad que determine cada país.
117. La evaluación y el examen regionales deberán centrarse en el papel
especial que las medidas regionales pueden desempeñar y en las ventajas especiales que pueden ofrecer en las esferas de la capacitación, la investigación y
la cooperación técnica entre los países en desarrollo.
118. Se recomienda que se designe a la Comisión de Desarrollo Social
como el órgano intergubernamental encargado de realizar el examen cuadrienal
de la aplicación del Plan de Acción y de formular propuestas para actualizarlo, según procesa. Las conclusiones de tal examen sistemático deberán ser
transmitidas a la Asamblea General para su examen por conducto del Consejo Económico y Social. Para asistir a la Comisión en su labor, deberán presentarse informes periódicos sobre los progresos realizados, dentro del sistema de las Naciones Unidas en cuanto al logro de las metas y los objetivos del
Plan. El Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios deberá encargarse de la coordinación de este proceso.
ANEXO 2
LOS PRINCIPIOS DE LAS NACIONES UNIDAS
A FAVOR DE LAS PERSONAS DE EDAD*
Los Principios de las Naciones Unidas a favor de las Personas de Edad fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución
46/91) el 16 de diciembre de 1991. Se exhortó a los gobiernos a que incorporasen estos principios en sus programas nacionales cuando fuera posible. Algunos puntos salientes de los Principios son los siguientes:
•
•
•
•
•
Independencia
Participación
Cuidados
Autorrealización
Dignidad
INDEPENDENCIA
Las personas de edad deberán:
• tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de
salud adecuados, mediante ingresos, apoyo de sus familias y de la comunidad y su propia autosuficiencia;
• tener la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras posibilidades
de obtener ingresos;
• poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida dejarán de desempeñar actividades laborales;
* En www.un.org/esa/socdev/¡yop/esiyoppo.htm.
[203]
204
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
• tener acceso a programas educativos y de formación adecuados;
• tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus preferencias personales y a sus capacidades en continuo cambio;
• poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea posible.
PARTICIPACIÓN
Las personas de edad deberán:
• permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y la aplicación de las políticas que afecten directamente a su
bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones más jóvenes;
• poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades;
• poder formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada.
CUIDADOS
Las personas de edad deberán:
• poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la comunidad de conformidad con el sistema de valores culturales de cada sociedad;
• tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden a mantener
o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional, así
como a prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad;
• tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores
niveles de autonomía, protección y cuidado;
• tener acceso a medios apropiados de atención institucional que les proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental en un
entorno humano y seguro;
• poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales
cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuida-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
205
dos o tratamiento, con pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades e intimidad, así como de su derecho a adoptar decisiones sobre su
cuidado y sobre la calidad de su vida.
AUTORREALIZACIÓN
Las personas de edad deberán:
• poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su potencial;
• tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de la sociedad.
DIGNIDAD
Las personas de edad deberán:
• poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotaciones y
de malos tratos físicos o mentales;
• recibir un trato digno, independientemente de la edad, sexo, raza o procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones, y han de ser valoradas independientemente de su contribución económica.
ANEXO 3
PROCLAMACIÓN SOBRE EL ENVEJECIMIENTO*
La Asamblea General,
Habiendo convocado una conferencia internacional sobre el envejecimiento
los días 15 y 16 de octubre de 1992, con ocasión del décimo aniversario de la
aprobación del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, Aprueba
la Proclamación sobre el Envejecimiento, que figura en el anexo de la presente resolución.
PROCLAMACIÓN SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
La Asamblea General,
Observando el envejecimiento sin precedentes de las poblaciones que tiene lugar en todo el mundo,
Consciente de que el envejecimiento de la población del mundo constituye un desafío sin paralelo y a la vez urgente en materia de políticas y programas para los gobiernos, las Organizaciones No Gubernamentales y los grupos privados que tienen que velar por que se atiendan adecuadamente las
necesidades de las personas de edad y por que se aproveche adecuadamente
su potencial de recursos humanos,
Consciente también de que el envejecimiento de la población está ocurriendo en las regiones en desarrollo mucho más rápidamente de lo que ocurrió en
el mundo desarrollado,
Teniendo presente que un cambio revolucionario de la estructura demográfica de las sociedades exige un cambio fundamental en la propia organización de las sociedades,
*
Asamblea General de Nacionales Unidas, Resolución 47/5, 42a reunión plenaria, 16 de
octubre de 1992. En www.un.org/spanish/conferences/ares475.htm
[207]
208
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Abrigando la esperanza de que en el próximo decenio aumenten las asociaciones, las iniciativas prácticas y los recursos destinados al envejecimiento,
Acogiendo con satisfacción las crecientes contribuciones que aportan las
personas de edad al desarrollo económico, social y cultural,
Acogiendo asimismo con satisfacción la amplia participación en el programa de las Naciones Unidas sobre el envejecimiento,
Reconociendo que el envejecimiento es un proceso que dura toda la vida y
que la preparación para la vejez ha de iniciarse en la niñez y continuar durante toda la vida,
Reconociendo también que las personas de edad tienen derecho a aspirar
al nivel de salud más alto posible y a alcanzar ese nivel de salud,
Reconociendo asimismo que, con la edad, algunas personas necesitarán
considerables cuidados de la comunidad y de la familia,
Reafirmando el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento que
hizo suyo en su resolución 37/51, de 3 de diciembre de 1982, y los Principios
de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad, que figuran en el
anexo de su resolución 46/91, de 16 de diciembre de 1991,
Observando las muchas actividades de las Naciones Unidas que están relacionadas con el envejecimiento en el contexto del desarrollo, los derechos
humanos, la población, el empleo, la educación, la salud, la vivienda, la familia, las incapacidades y el adelanto de la mujer,
Habiendo considerado las dificultades inherentes a la aplicación del Plan
de Acción,
Reconociendo la necesidad de una estrategia práctica sobre el envejecimiento para el decenio de 1992 a 2001,
1. Insta a la comunidad internacional:
a) A que promueva la aplicación del Plan de Acción Internacional sobre el
Envejecimiento;
b) A que dé amplia difusión a los Principios de las Naciones Unidas en
favor de las personas de edad;
c) A que apoye las estrategias prácticas para alcanzar los objetivos mundiales sobre el envejecimiento para el año 2001;
d) A que apoye los continuos esfuerzos de la Secretaría por aclarar las
opciones de política mediante el mejoramiento de ]a reunión de datos,
la investigación, la capacitación, la cooperación técnica y el intercambio de información sobre el envejecimiento;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
209
e) A que vele por que en los programas ordinarios de los organismos y órganos competentes de las Naciones Unidas se trate adecuadamente el
envejecimiento de las poblaciones y por que se asignen, mediante la redistribución, recursos adecuados para esos programas;
f) A que apoye la creación de asociaciones amplias y prácticas dentro del
programa de las Naciones Unidas sobre el envejecimiento, en particular asociaciones entre gobiernos, organismos especializados y órganos
de las Naciones Unidas, Organizaciones No Gubernamentales y el sector privado;
g) A que refuerce el Fondo Fiduciario para el Envejecimiento, como medio de dar apoyo a los países en desarrollo en la labor de adaptación al
envejecimiento de sus poblaciones;
h) A que aliente a los países donantes y receptores a tener en cuenta a las
personas de edad en sus programas de desarrollo;
i) A que preste especial atención al envejecimiento en las actividades futuras, las actividades en los sectores de los derechos humanos, la familia, la
población, el adelanto de la mujer, la prevención del delito, los jóvenes y
la propuesta reunión mundial en la cumbre sobre el desarrollo social;
j) A que aliente a la prensa y a los medios de información pública a desempeñar una función central en la toma de conciencia sobre el envejecimiento de la población y las cuestiones conexas, incluidas la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad, el 1 de octubre, y la
difusión de los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad;
k) A que promueva la cooperación intraregional e interregional y el intercambio de recursos para programas y proyectos sobre el envejecimiento, incluidos programas relativos al envejecimiento durante toda la vida,
a la generación de ingresos y a nuevas formas de envejecimiento productivo;
l) A que proporcione los ingentes recursos humanos y materiales que se
necesitan ahora urgentemente para la adaptación a la llegada de la humanidad a la madurez, que puede entenderse como un fenómeno demográfico pero también como un fenómeno social, económico y cultural
sumamente prometedor;
2. Insta también a que se apoyen las iniciativas nacionales sobre el envejecimiento en el contexto de las culturas y las condiciones nacionales, de forma que:
210
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
a) Las políticas y programas nacionales apropiados para las personas de
edad se consideren como parte de las estrategias globales de desarrollo;
b) Se amplíen y se apoyen las políticas tendientes a fortalecer la función
de los gobiernos, del sector voluntario y de los grupos privados;
c) Las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales colaboren
en el establecimiento de servicios de atención primaria de la salud, la
promoción de la salud y los programas de autoayuda para las personas
de edad;
d) Se considere que las personas de edad contribuyen a sus sociedades y
no son una carga para ellas;
e) Toda la población se prepare para las etapas posteriores de la vida;
f) Las generaciones viejas y jóvenes cooperen para establecer un equilibrio entre la tradición y la innovación en el desarrollo económico, social y cultural;
g) Se elaboren políticas y programas que respondan a las características,
las necesidades y las capacidades especiales de las mujeres de edad;
h) Se dé a las mujeres de edad un apoyo adecuado y acorde con su contribución, en gran parte no reconocida, a la economía y al bienestar de la
sociedad;
i) Se aliente, a los hombres de edad a desarrollar las capacidades sociales, culturales y emocionales que tal vez no hayan podido desarrollar
durante los años de trabajo remunerado;
j) Se fomente la conciencia y la participación de la comunidad en la formulación y la aplicación de programas y proyectos con la participación
de personas de edad;
k) Se apoye a las familias en la prestación de cuidados y se aliente a todos
los miembros de la familia a cooperar en esos cuidados;
l) Las autoridades locales cooperen con las personas de edad, las empresas, las asociaciones cívicas y otras entidades para explorar nuevos
modos de mantener la integración de todas las edades en la familia y en
la comunidad;
m) Los responsables de adoptar decisiones y los investigadores cooperen
en la realización de estudios orientados a la acción;
n) Los responsables de la formulación de políticas centren la atención y
los recursos en oportunidades tangibles, más que en metas deseables
pero inasequibles;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
211
o) Se amplíe la cooperación internacional, en la medida de lo posible, en
el contexto de las estrategias dirigidas a alcanzar los objetivos globales
sobre el envejecimiento para el año 2001;
3. Decide que, contando con los recursos del presupuesto por programas
para el bienio 1998-1999 y con las contribuciones voluntarias, se observe el
año 1999 como Año Internacional de las Personas de Edad, en reconocimiento de la llegada de la humanidad a su madurez demográfica y de la promesa
que ello encierra de que maduren las actitudes y las capacidades en la esfera
social, económica, cultural y espiritual, en particular para el logro de la paz
mundial y el desarrollo en el próximo siglo.
ANEXO 4
DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA SEGUNDA
ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE
EL ENVEJECIMIENTO*
(Madrid, 12 de abril de 2002)
Artículo 1. Nosotros, los representantes de los Gobiernos reunidos en la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid,
hemos decidido adoptar un Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento para responder a las oportunidades que ofrece y los retos que plantea
el envejecimiento de la población en el siglo XXI y para promover el desarrollo de una sociedad para todas las edades. En el marco de ese Plan de Acción, estamos resueltos a adoptar medidas a todos los niveles, inclusive a
nivel nacional e internacional, en tres direcciones prioritarias: las personas
de edad y el desarrollo; la promoción de la salud y el bienestar en la vejez, y
el logro de entornos emancipadores y propicios.
Artículo 2. Celebramos el aumento de la esperanza de vida en muchas regiones del mundo como uno de los mayores logros de la humanidad. Reconocemos que el mundo está experimentando una transformación demográfica
sin precedentes y que, de aquí a 2050, el número de personas de más 60 años
aumentará de 600 millones a casi 2.000 millones, y se prevé que el porcentaje de personas de 60 años o más se duplique, pasando de un 10 a un 21%. Ese
incremento será mayor y más rápido en los países en desarrollo, donde se prevé que la población de edad se multiplique por cuatro en los próximos 50
años. Esa transformación demográfica planteará a todas nuestras sociedades
el reto de aumentar las oportunidades de las personas, en particular las oportunidades de las personas de edad de aprovechar al máximo sus capacidades
de participar en todos los aspectos de la vida
Artículo 3. Reiteramos el compromiso contraído por nuestros Jefes de Estado y de Gobierno en las principales conferencias y cumbres de las Naciones Unidas, en sus procesos de seguimiento, y en la Declaración del Milenio,
* En www.cinu.org.mx/envejecimiento/decpoledad.doc.
[213]
214
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
con respecto a la promoción de entornos internacionales y nacionales que
promuevan el establecimiento de una sociedad para todas las edades. Además, reafirmamos los Principios y las Recomendaciones contenidos en el
Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, que la Asamblea de
las Naciones Unidas hizo suyo en 1982, y los principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad aprobados por la Asamblea General en
1991, que ofrecieron una orientación sobre las cuestiones de la independencia, la participación, los cuidados, la autorrealización y la dignidad.
Artículo 3 bis. Destacamos que la mejora de la cooperación internacional
es esencial para complementar los esfuerzos nacionales encaminados a aplicar rigurosamente el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento,
2002. Por consiguiente, alentamos a la comunidad internacional a seguir promoviendo la cooperación entre todas las partes interesadas.
Artículo 4. Suprimido.
Artículo 4 bis. Suprimido.
Artículo 5. Reafirmamos el compromiso de no escatimar esfuerzos para
promover la democracia, reforzar el estado de derecho y favorecer la igualdad entre hombres y mujeres, así como promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo.
Nos comprometemos a eliminar todas las formas de discriminación, entre
otras, la discriminación por motivos de edad. Asimismo, reconocemos que
las personas, a medida que envejecen, deben disfrutar de una vida plena, con
salud, seguridad y participación activa en la vida económica, social, cultural
y política de sus sociedades. Estamos decididos a realzar el reconocimiento
de la dignidad de las personas de edad y a eliminar todas las formas de abandono, abuso y violencia.
Artículo 6. El mundo moderno posee una riqueza y una capacidad tecnológica sin precedentes y nos brinda extraordinarias oportunidades: habilitar a
los hombres y a las mujeres para que lleguen a la vejez con mejor salud y disfrutando de un bienestar más pleno; procurar la inclusión y la participación
cabales de las personas de edad en las sociedades; permitir que las personas
de edad contribuyan más eficazmente a sus comunidades y al desarrollo de
sus sociedades, y mejorar constantemente los cuidados y el apoyo prestados
a las personas de edad que los necesitan. Reconocemos que es necesaria una
acción concertada para transformar las oportunidades y la calidad de vida de
los hombres y las mujeres a medida que envejecen y para asegurar la sostenibilidad de sus sistemas de apoyo, construyendo así el fundamento de una
sociedad para todas las edades. Cuando el envejecimiento se acepta como un
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
215
éxito, el recurso a las competencias, experiencias y recursos humanos de los
grupos de más edad se asume con naturalidad como una ventaja para el crecimiento de sociedades humanas maduras, plenamente integradas.
Artículo 6 bis. Al mismo tiempo, los países en desarrollo, en particular los
menos adelantados, así como algunos países con economías en transición
tienen que superar todavía numerosos obstáculos para integrarse en mayor
medida y participar plenamente en la economía mundial. A menos que las
ventajas del desarrollo social y económico lleguen a todos los países, cada
vez más personas, en particular personas de edad de todos los países e incluso de regiones enteras, quedarán al margen de la economía mundial. Por ese
motivo, reconocemos la importancia de incluir el tema del envejecimiento en
los programas de desarrollo, así como en las estrategias de erradicación de la
pobreza, y de tratar que todos los países logren participar plenamente en el
desarrollo de la economía mundial.
Artículo 7. Suprimido.
Artículo 8. Nos comprometemos a llevar a cabo la tarea de incorporar
eficazmente el envejecimiento en las estrategias, políticas y acciones socioeconómicas, teniendo presente que las políticas concretas variarán en función de
las condiciones de cada país. Reconocemos que la perspectiva de género debe
incorporarse en todas las políticas y programas para que se tengan en cuenta
las necesidades y experiencias tanto de las mujeres como de los hombres de
edad.
Artículo 9. Suprimido.
Artículo 10. El potencial de las personas de edad es una sólida base para el
desarrollo futuro. Permite a la sociedad recurrir cada vez más a las competencias, la experiencia y la sabiduría que las personas de edad aportan, no
sólo para asumir la iniciativa de su propia mejora, sino también para participar activamente en la de toda la sociedad.
Artículo 10 bis. Destacamos la importancia de las investigaciones internacionales sobre el envejecimiento y las cuestiones relacionadas con la edad, como
instrumento importante para la formulación de políticas relativas al envejecimiento, que se basen en indicadores fiables y uniformes, preparados, entre
otras entidades, por organizaciones de estadística nacionales e internacionales.
Artículo 11. Las expectativas de las personas de edad y las necesidades
económicas de la sociedad exigen que las personas de edad puedan participar
en la vida económica, política, social y cultural de sus sociedades. Las personas de edad deben tener la oportunidad de trabajar hasta que quieran y sean
216
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
capaces de hacerlo, en el desempeño de trabajos satisfactorios y productivos,
y de seguir teniendo acceso a la educación y a los programas de capacitación.
La habilitación de las personas de edad y la promoción de su plena participación son elementos imprescindibles para un envejecimiento activo. Es necesario ofrecer sistemas adecuados y sostenibles de apoyo social a las personas
de edad.
Artículo 12. Destacamos la responsabilidad primordial de los gobiernos
de promover y prestar servicios sociales básicos y de facilitar el acceso a
ellos, teniendo presentes las necesidades específicas de las personas de edad.
A tal fin, tenemos que trabajar con las autoridades locales, la sociedad civil,
incluidas las Organizaciones No Gubernamentales, el sector privado, los voluntarios y las organizaciones de voluntarios, las propias personas de edad y
las asociaciones de personas de edad y las que se dedican a ellas, así como
con las familias y las comunidades.
Artículo 12 bis. Reconocemos la necesidad de conseguir progresivamente
la plena realización del derecho de todas las personas a disfrutar del grado
máximo de salud física y mental que se pueda lograr. Reafirmamos que alcanzar el grado más alto posible de salud es un objetivo social de suma importancia en el mundo entero, y para que se haga realidad es preciso adoptar
medidas en muchos sectores sociales y económicos aparte del sector de la
salud. Nos comprometemos a proporcionar a las personas de edad acceso
universal y en condiciones de igualdad a la atención médica y los servicios
de salud, tanto servicios de salud física como mental, y reconocemos que van
en aumento las necesidades de una población que está envejeciendo, por lo
que es preciso adoptar nuevas políticas, en particular en materia de atención
y tratamiento, promover medios de vida saludables y entornos propicios.
Favoreceremos la independencia y la habilitación de las personas de edad y
sus posibilidades de participar plenamente en todos los aspectos de la sociedad. Reconocemos la contribución de las personas de edad al desarrollo mediante su función de cuidadores.
Artículo 13. Reconocemos lo importante que es la función de las familias,
los voluntarios, las comunidades, las organizaciones de personas de edad y
otras organizaciones de base comunitaria para prestar a las personas de edad
apoyo y cuidados no estructurados, complementarios a los que proporcionan
los gobiernos.
Artículo 14. Reconocemos la necesidad de fortalecer la solidaridad entre
las generaciones y las asociaciones intergeneracionales, teniendo presentes
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
217
las necesidades particulares de los más mayores y los más jóvenes y de alentar las relaciones solidarias entre generaciones.”
Artículo 15. Los gobiernos son los primeros responsables de asumir la iniciativa de las cuestiones conexas con el envejecimiento y la aplicación del
Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002, pero es esencial
que exista una colaboración eficaz entre los gobiernos nacionales y locales,
los organismos internacionales, las propias personas de edad y sus organizaciones, otros sectores de la sociedad civil, incluidas las Organizaciones No Gubernamentales, y el sector privado. La aplicación del Plan de Acción exigirá
la colaboración y la participación de muchas partes interesadas: organizaciones profesionales, empresas, trabajadores y organizaciones de trabajadores,
cooperativas, instituciones de investigación, universitarias y otras instituciones educativas y religiosas y los medios de comunicación.
Artículo 16. Subrayamos la importante función del sistema de las Naciones Unidas, en concreto de las comisiones regionales, para ayudar a los gobiernos, a petición de éstos, a aplicar y supervisar la aplicación del Plan de
Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002, teniendo en cuenta las
diferencias que existen entre los países y las regiones desde el punto de vista
económico, social y demográfico.
Artículo 17. Invitamos a todas las personas de todos los países y todos los
sectores sociales a que, a título individual y colectivo, se sumen a nuestro compromiso con una visión compartida de la igualdad para las personas de todas
las edades.
ANEXO 5
PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID
SOBRE EL ENVEJECIMIENTO 2002*
I. INTRODUCCIÓN
1. El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento1, aprobado en la
primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Viena, ha
orientado el pensamiento y la acción sobre el envejecimiento durante los últimos 20 años, mientras se han ido plasmando iniciativas y políticas de importancia crucial. Las cuestiones relacionadas con los derechos humanos de las
personas de edad se abordaron en la formulación, en 1991, de los Principios
de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad2, en los que se proporcionaba la orientación en las esferas de la independencia, la participación,
los cuidados, la realización personal y la dignidad.
2. En el siglo XX se produjo una revolución de la longevidad. La esperanza media de vida al nacer ha aumentado 20 años desde 1950 y llega ahora a
66 años, y se prevé que para 2050 haya aumentado 10 años más. Este triunfo
demográfico y el rápido crecimiento de la población en la primera mitad del
siglo XXI significan que el número de personas de más de 60 años, que era
de alrededor de 600 millones en el año 2000, llegará a casi 2.000 millones en
el 2050, mientras que se proyecta un incremento mundial de la proporción
del grupo de población definido como personas de edad del 10% en 1998 al
15% en 2025. Ese aumento será más notable y más rápido en los países en
*
Versión oficiosa.. Esta versión se ha confeccionado en la Comisaría del Comité Organizador Español de la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento a partir de la Versión
Provisional no editada elaborada por la Secretaría de las Naciones Unidas. Como consecuencia de ello, la numeración de párrafos que aparece en esta versión corresponderá con la versión oficial definitiva del Plan de Acción y no con la numeración correspondiente a la versión
provisional no editada. La presente versión ofrece la posibilidad de contar con el texto integrado. En www.eclac.cl/celade/noticias/noticias/3/9803/plandeaccion2002.pdf
[219]
220
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
desarrollo, en los que se prevé que la población de edad se cuadruplicará en los
próximos 50 años. En Asia y América Latina, la proporción del grupo clasificado como personas de edad aumentará del 8% al 15% entre 1998 y 2025,
mientras que en África se prevé que esa proporción aumente sólo del 5% al
6% durante ese periodo, y que después se duplique para el año 2050. En el
África subsahariana, donde se sigue luchando contra la pandemia del VIH/
Sida y las dificultades económicas y sociales, el porcentaje llegará a la mitad
de ese nivel. En Europa y América del Norte, entre 1998 y 2025 la proporción de población clasificada como personas de edad aumentará del 20% al
28% y del 16% al 26%, respectivamente. Una transformación demográfica
mundial de este tipo tiene profundas consecuencias para cada uno de los
aspectos de la vida individual, comunitaria, nacional e internacional. Todas
las facetas de la humanidad —sociales, económicas, políticas, culturales,
psicológicas y espirituales— experimentarán una evolución.
3. La notable transición demográfica que se está produciendo hará que
para mediados de siglo los porcentajes de la población mundial correspondientes a viejos y jóvenes sean iguales. Según se prevé, el porcentaje de las
personas de 60 y más años en todo el mundo se duplicará entre el año 2000 y
el 2050 y pasará del 10% al 21%; se proyecta, en cambio, que el porcentaje
correspondiente a los niños se reducirá en un tercio y pasara del 30% al 21%.
En algunos países desarrollados y con economías en transición el número de
personas de edad supera ya al de los niños, y las tasas de natalidad han descendido por debajo del nivel de reemplazo. En algunos países desarrollados,
el número de personas de edad para el año 2050 será más del doble que el de
los niños. (Se espera que en los países desarrollados el valor medio de 71
hombres por 100 mujeres aumente a 78. En las regiones menos desarrolladas, las mujeres de edad no superan en número a los hombres de edad en la
misma medida que en las regiones desarrolladas, ya que las diferencias de
género en cuanto a esperanza de vida suelen ser menores. Actualmente, la
proporción media en los países en desarrollo es de 88 hombres por 100 mujeres entre las personas de 60 años y más, y se proyecta un ligero cambio de esa
cifra, que bajará a 87 para mediados de siglo.
4. El envejecimiento de la población pasará a ser una cuestión de primordial importancia en los países en desarrollo que, según se proyecta, envejecerán rápidamente en la primera mitad del siglo XXI. Se espera que para 2050
el porcentaje de personas de edad aumentará del 8% al 19%, mientras que el
de niños descenderá del 33% al 22%. Este cambio demográfico plantea un
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
221
problema importante en materia de recursos. Aunque los países desarrollados han podido envejecer gradualmente, se enfrentan a problemas resultantes de la relación entre el envejecimiento y el desempleo y la sostenibilidad de
los sistemas de pensiones, mientras que los países en desarrollo afrontan el
problema de un desarrollo simultáneo con el envejecimiento de la población.
5. Los países desarrollados y los países en desarrollo presentan otras importantes diferencias demográficas. Mientras que en los países desarrollados
la inmensa mayoría de personas de edad vive en zonas clasificadas como
urbanas, la mayoría de personas de edad de los países en desarrollo vive hoy
en zonas rurales. Las proyecciones demográficas indican que para el año
2025 el 82% de la población de los países desarrollados vivirá en zonas urbanas, mientras que menos de la mitad de la población de los países en desarrollo vivirá en ellas. En los países en desarrollo hay una mayor proporción de
personas de edad en las zonas rurales que en las zonas urbanas. Aunque es
necesario seguir estudiando la relación entre el envejecimiento y la urbanización, las tendencias indican que en el futuro habrá en las zonas rurales de
muchos países en desarrollo una mayor población de personas de edad.
6. Existen también diferencias significativas entre los países desarrollados
y los países en desarrollo en cuanto a los tipos de hogares en que viven las personas de edad. En los países en desarrollo, una gran proporción de las personas de edad vive en hogares multigeneracionales. Esas diferencias suponen
que las medidas de política serán distintas en los países en desarrollo y los
países desarrollados.
7. El grupo de personas de edad que crece más rápidamente es el de los
más ancianos, es decir, los que tienen 80 años de edad o más. En el año 2000,
su número llegaba a 70 millones, y se proyecta que en los próximos 50 años
esa cifra aumentará más de cinco veces.
8. Las mujeres de edad superan a los hombres de edad, y cada vez más a
medida que la edad aumenta. La formulación de políticas sobre la situación
de las mujeres de edad debería ser una prioridad en todas partes. Reconocer
los efectos diferenciales del envejecimiento en las mujeres y los hombres es
esencial para lograr la plena igualdad entre mujeres y hombres y para formular medidas eficaces y eficientes para hacer frente al problema. Por consiguiente, es decisivo lograr la integración de una perspectiva de género en
todas las políticas, programas y leyes.
9. Es indispensable integrar el proceso del envejecimiento mundial, que
está en curso de evolución, en el proceso más amplio del desarrollo. Las
políticas sobre el envejecimiento deben ser examinadas cuidadosamente des-
222
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
de una perspectiva de desarrollo que incluya el hecho de la mayor duración de
la vida y con un punto de vista que abarque toda la sociedad, tomando en
cuenta las recientes iniciativas mundiales y los principios orientadores establecidos en importantes conferencias y reuniones en la cumbre de las Naciones Unidas.
10. El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002, requiere cambios de las actitudes, las políticas y las prácticas a todos los niveles y en todos los sectores, para que puedan concretarse las enormes posibilidades que brinda el envejecimiento en el siglo XXI. Muchas personas de
edad envejecen con seguridad y dignidad y también potencian su propia capacidad para participar en el marco de sus familias y comunidades. El objetivo
del Plan de Acción consiste en garantizar que en todas partes la población
pueda envejecer con seguridad y dignidad y que las personas de edad puedan continuar participando en sus respectivas sociedades como ciudadanos con
plenos derechos. Sin dejar de reconocer que los cimientos de una ancianidad
sana y enriquecedora se ponen en una etapa temprana de la vida, el objeto del
Plan es ofrecer un instrumento práctico para ayudar a los encargados de la
formulación de políticas a considerar las prioridades básicas asociadas con el
envejecimiento de los individuos y de las poblaciones. Se reconocen las características comunes del envejecimiento y los problemas que presenta y se
formulan recomendaciones concretas adaptables a las muy diversas circunstancias de cada país. En el Plan se toman en cuenta las muchas etapas diferentes del desarrollo y las transiciones que están teniendo lugar en diversas
regiones, así como la interdependencia de todos los países en la presente
época de globalización.
11. El concepto de una sociedad para todas las edades, formulado como
tema del Año Internacional de las Personas de Edad, que se celebró en 1999,
tenía cuatro dimensiones: el desarrollo individual durante toda la vida; las
relaciones multigeneracionales; la relación mutua entre el envejecimiento de
la población y el desarrollo; y la situación de las personas de edad. El Año
Internacional contribuyó a promover la conciencia de esos problemas, así
como la investigación y la acción en materia de políticas, en todo el mundo,
inclusión hecha de los esfuerzos por incorporar las cuestiones relacionadas
con el envejecimiento a las actividades de todos los sectores y promover
oportunidades relativas a todas las fases de la vida.
12. En las principales conferencias y reuniones en la cumbre de las Naciones Unidas, los periodos extraordinario de sesiones de la Asamblea Gene-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
223
ral y los procesos de seguimiento y examen se han fijado metas, objetivos y
compromisos a todos los niveles con el fin de mejorar las condiciones económicas y sociales de todos. Ello establece el contexto en que deben situarse las
contribuciones e inquietudes concretas de las personas de edad. Aplicar sus
disposiciones permitiría a las personas de edad contribuir plenamente al desarrollo y beneficiarse de él en condiciones de igualdad. En todo el Plan de
Acción Internacional sobre el Envejecimiento 2002, se plantean varios temas
centrales que están vinculados a esas metas, objetivos y compromisos, entre
ellos:
a) La plena realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas de edad.
b) El envejecimiento en condiciones de seguridad, lo que entraña reafirmar el objetivo de la eliminación de la pobreza en la vejez sobre la base
de los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de
edad.
c) La habilitación de las personas de edad para que participen plena y
eficazmente en la vida económica, política y social de sus sociedades,
incluso mediante trabajo remunerado o voluntario.
d) Las oportunidades de desarrollo, realización personal y bienestar del
individuo en todo el curso de su vida, incluso a una edad avanzada, por
ejemplo, mediante la posibilidad de acceso al aprendizaje durante toda
la vida y la participación en la comunidad, al tiempo que se reconoce
que las personas de edad no constituyen un grupo homogéneo.
e) La garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de las
personas de edad, así como de sus derechos civiles y políticos, y la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación contra las
personas de edad.
f) El compromiso de reafirmar la igualdad de los sexos en las personas de
edad, entre otras cosas, mediante la eliminación de la discriminación
por motivos de sexo.
g) El reconocimiento de la importancia decisiva que tienen para el desarrollo social las familias y la interdependencia, la solidaridad y la reciprocidad entre las generaciones.
h) La atención de la salud, el apoyo y la protección social de las personas
de edad, incluidos los cuidados de la salud preventivos y de rehabilitación.
224
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
i) La promoción de una asociación entre el gobierno, a todos sus niveles,
la sociedad civil, el sector privado y las propias personas de edad en el
proceso de transformar el Plan de Acción en medidas prácticas.
j) La utilización de las investigaciones y los conocimientos científicos y
el aprovechamiento del potencial de la tecnología para considerar, entre otras cosas, las consecuencias individuales, sociales y sanitarias del
envejecimiento, en particular en los países en desarrollo.
k) El reconocimiento de la situación de las personas de edad pertenecientes a poblaciones indígenas, sus circunstancias singulares y la necesidad de encontrar medios de que tengan una voz eficaz en las decisiones
que les afectan directamente.
13. La promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, es esencial para la creación de una sociedad incluyente para todas las edades, en que las personas de
edad participen plenamente y sin discriminación y en condiciones de igualdad. La lucha contra la discriminación por motivos de edad y la promoción
de la dignidad de las personas de edad es fundamental para asegurar el respeto que esas personas merecen. La promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales es importante para lograr una sociedad para todas las edades. Para ello, la relación mutua entre las generaciones
debe cultivarse, acentuarse y alentarse mediante un diálogo amplio y eficaz.
14. Las recomendaciones para la adopción de medidas se organizan con
arreglo a tres orientaciones prioritarias: las personas de edad y el desarrollo;
fomentar la salud y el bienestar hasta llegada la vejez; y crear entornos propicios y favorables. El grado de seguridad de que gocen las personas de edad
en sus vidas depende muy considerablemente de los progresos que se hagan
en esas tres direcciones. Las orientaciones prioritarias tienen por objeto guiar
la formulación y aplicación de políticas hacia el objetivo concreto del ajuste
con éxito a un mundo que envejece, y en el que el éxito se mida en función
del mejoramiento de la calidad de la vida de las personas de edad y de la sustentabilidad de los diversos sistemas —tanto estructurados como no estructurados— en que se funda el bienestar de que se goce en todo el curso de la
vida.
15. Es indispensable incorporar la cuestión del envejecimiento a los programas mundiales. Hace falta un esfuerzo concertado para adoptar un enfoque amplio y equitativo en materia de integración de políticas. La tarea por
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
225
realizar es vincular el envejecimiento con otros marcos del desarrollo social
y económico y con los derechos humanos. Si bien las políticas concretas han
de variar según los países y regiones, el envejecimiento de la población es una
fuerza universal y tiene tanto poder para moldear el futuro como la mundialización. Es indispensable reconocer la capacidad de las personas de edad para
hacer aportes a la sociedad no sólo tomando la iniciativa para su propio mejoramiento sino también para el perfeccionamiento de la sociedad en su conjunto. Un pensamiento progresista reclama que aprovechemos el potencial
de la población que envejece como base del desarrollo futuro.
II. RECOMENDACIONES PARA LA ADOPCIÓN DE MEDIDAS
16. Incumbe a los gobiernos la responsabilidad principal de brindar liderazgo
respecto de las cuestiones relativas al envejecimiento y la aplicación del Plan
de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, pero es indispensable una colaboración eficaz entre los gobiernos nacionales y locales, los organismos internacionales, las propias personas de edad y sus organizaciones, otros sectores de la sociedad civil, incluidas las Organizaciones No Gubernamentales, y
el sector privado. La aplicación del Plan de Acción requerirá la participación
y asociación de muchos interesados: las organizaciones profesionales; las
empresas; los trabajadores y las organizaciones de trabajadores; las cooperativas; las instituciones de investigación y enseñanza y otras instituciones educativas y religiosas; y los medios de difusión.
ORIENTACIÓN PRIORITARIA I:
LAS PERSONAS DE EDAD Y EL DESARROLLO
17. Las personas de edad deben ser participantes plenas en el proceso de
desarrollo y compartir también los beneficios que reporte. No debe negarse a
nadie la posibilidad de beneficiarse del desarrollo. Los efectos del envejecimiento de la población sobre el desarrollo socioeconómico de la sociedad,
combinados con los cambios sociales y económicos que están teniendo lugar
en todos los países, crean la necesidad de adoptar medidas urgentes para
garantizar la constante integración y habilitación de las personas de edad.
Además, la migración, la urbanización, el cambio de la familia extendida a
familias más pequeñas y móviles, la falta de acceso a tecnologías que promueven la independencia y otros cambios socioeconómicos pueden margi-
226
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
nar a las personas de edad, apartándolas de la corriente principal del desarrollo, privándolas de funciones económicas y sociales significativas y debilitando sus fuentes tradicionales de apoyo.
18. El desarrollo puede beneficiar a todos los sectores de la sociedad, pero
para que la legitimidad del proceso pueda sostenerse se requiere la introducción y mantenimiento de políticas que garanticen la distribución equitativa
de los beneficios del crecimiento económico. Uno de los principios de la Declaración y el Programa de Acción de Copenhague consiste en que los gobiernos establezcan un marco para cumplir su responsabilidad con las generaciones presentes y futuras asegurando la equidad entre las generaciones.
Además, en la Cumbre del Milenio se afirmó el imperativo a largo plazo de la
eliminación de la pobreza y del cumplimiento de los objetivos sociales y humanitarios establecidos por las conferencias mundiales celebradas en el decenio de 1990.
19. Los encargados de la formulación de políticas han debido afrontar la
necesidad simultánea de introducir ajustes para tener en cuenta las consecuencias del envejecimiento de la fuerza de trabajo y mejorar al mismo tiempo la productividad y competitividad del trabajo, garantizando además la
sustentabilidad de los sistemas de protección social. En todos los casos pertinentes, habría que aplicar estrategias múltiples de reforma para dotar a los
sistemas de pensiones de una base financiera sólida.
CUESTIÓN 1: PARTICIPACIÓN ACTIVA EN LA SOCIEDAD
Y EN EL DESARROLLO
20. Una sociedad para todas las edades incluye el objetivo de que las personas de edad tengan la oportunidad de seguir contribuyendo a la sociedad.
Para trabajar en pro de la consecución de ese objetivo, es necesario eliminar
todos los factores excluyentes o discriminatorios en contra de esas personas.
La contribución social y económica de las personas de edad va más allá de
sus actividades económicas, ya que con frecuencia esas personas desempeñan funciones cruciales en la familia y en la comunidad. Muchos de sus valiosos aportes no se miden en términos económicos, como en el caso de los
cuidados prestados a los miembros de la familia, el trabajo productivo de
subsistencia, el mantenimiento de los hogares y la realización de actividades
voluntarias en la comunidad. Además, esas funciones contribuyen a la preparación de la fuerza de trabajo futura. Es necesario reconocer todas esas con-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
227
tribuciones, incluidas las del trabajo no remunerado que realizan en todos los
sectores las personas de todas las edades, y en particular las mujeres.
21. La participación en actividades sociales, económicas, culturales, deportivas, recreativas y de voluntariado contribuye también a aumentar y mantener el bienestar personal. Las organizaciones de personas de edad constituyen un medio importante de facilitar la participación mediante la realización
de actividades de promoción y el fomento de la interacción entre las generaciones.
22. Objetivo 1: Reconocimiento de la contribución social, cultural, económica y política de las personas de edad.
Medidas
a) Asegurar el pleno goce de todos los derechos humanos y libertades fundamentales promoviendo la aplicación de los convenios y convenciones de derechos humanos y otros instrumentos de derechos humanos,
particularmente en la lucha contra todas las formas de discriminación.
b) Reconocer, alentar y apoyar la contribución de las personas de edad a la
familia, la comunidad y la economía;
c) Ofrecer oportunidades, programas y apoyo para alentar a las personas
de edad a participar o seguir participando en la vida cultural, económica, política y social y en el aprendizaje a lo largo de toda la vida;
d) Proporcionar información y acceso para facilitar la participación de las
personas de edad en grupos comunitarios intergeneracionales y de ayuda
mutua y brindar oportunidades para la realización de todo su potencial;
e) Crear un entorno que posibilite la prestación de servicios voluntarios
en todas las edades, que incluya el reconocimiento público, y facilitar
la participación de las personas de edad cuyo acceso a las ventajas de
dedicarse a actividades voluntarias puede ser limitado o nulo;
f) Promover una comprensión más amplia de la función cultural, social y
económica y de la constante contribución que hacen las personas de
edad a la sociedad, incluida la del trabajo no remunerado.
g) Las personas de edad deben recibir un trato justo y digno, independientemente de la existencia de discapacidad u otras circunstancias, y ser
valoradas independientemente de su contribución económica.
h) Tener en cuenta las necesidades de las personas de edad y respetar el
derecho a vivir dignamente en todas las etapas de la vida.
228
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
i) Promover entre los empleadores actitudes favorables a la capacidad productiva de los trabajadores de edad, de manera que puedan seguir empleados, y promover la conciencia de su valor en el mercado laboral,
incluida la conciencia de sus propias posibilidades.
j) Promover la participación cívica y cultural como estrategia para luchar
contra el aislamiento social y apoyar la habilitación.
23. Objetivo 2: Participación de las personas de edad en los procesos de
adopción de decisiones a todos los niveles
Medidas
a) Incorporar las necesidades de las personas de edad y las cuestiones que
les preocupan a los procesos de adopción de decisiones a todos los niveles;
b) Estimular, en los casos en que todavía no existan, el establecimiento de
organizaciones de personas de edad a todos los niveles, entre otras cosas para representar a las personas de edad en los procesos de adopción
de decisiones;
c) Adoptar medidas para permitir la participación plena e igual de las personas de edad, en particular de las mujeres de edad, en la adopción de
decisiones a todos los niveles;
CUESTIÓN 2: EL EMPLEO Y EL ENVEJECIMIENTO
DE LA FUERZA DE TRABAJO
24. Se debe permitir a las personas de edad seguir realizando tareas remunerativas mientras lo deseen y puedan hacerlo productivamente. Por lo común
el desempleo, el subempleo y la rigidez del mercado laboral impiden que
esto ocurra, con lo que se restringen las oportunidades de los individuos y se
priva a la sociedad de su energía y sus conocimientos. Por las mismas razones, el cumplimiento del compromiso 3 de la Declaración de Copenhague de
la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, relativo a la promoción del objetivo del pleno empleo, tiene una importancia fundamental, lo mismo que
las estrategias y políticas formuladas en el Programa de Acción de la Cumbre
y las nuevas iniciativas para el crecimiento del empleo recomendadas en el
vigésimo cuarto periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
229
Es necesario que en el lugar de trabajo se cobre más conciencia de las ventajas de tener personas de edad en la fuerza de trabajo.
25. En los países en desarrollo y en los países con economías en transición, la mayoría de las personas que hoy son ancianas y siguen trabajando
forman parte de la economía no estructurada, lo que por lo común las priva
de los beneficios de unas condiciones de trabajo apropiadas y de la protección social que ofrece el sector estructurado de la economía. La esperanza de
vida en muchos países desarrollados y países con economías en transición
supera la edad fijada para la jubilación. En esos países, además, son menos
las personas que se incorporan a la fuerza de trabajo debido a la disminución
de la fecundidad, tendencia que suele ir acompañada, paradójicamente, por
la discriminación por razones de edad. Es probable que se produzca una escasez de mano de obra como consecuencia de la disminución de la reserva de
personas jóvenes que van ingresando en el mercado de trabajo, del envejecimiento de la mano de obra y de la tendencia a adelantar la jubilación. En este
contexto, es indispensable adoptar políticas para ampliar las posibilidades de
empleo, como nuevas modalidades de trabajo basadas en la jubilación flexible, los entornos laborables adaptables y la rehabilitación profesional para
personas de edad con discapacidades, de forma que las personas de edad
puedan combinar el empleo remunerado con otras actividades.
26. Los factores que afectan a las mujeres de edad en el mercado laboral
merecen una especial atención, particularmente los que afectan la participación de la mujer en el trabajo remunerado (como, entre otros, los sueldos más
bajos, la falta de desarrollo profesional debido a las interrupciones de la actividad laboral, y las obligaciones relacionadas con la atención de la familia),
su capacidad de generar pensiones y otros recursos para su jubilación. La
falta de políticas favorables para la familia en relación con la organización
del trabajo puede incrementar esas dificultades. La pobreza y los bajos ingresos durante los años productivos de las mujeres pueden ser a menudo causa
de la pobreza en la vejez. Un objetivo integral del Plan de Acción consiste en
lograr la diversidad de edades y el equilibrio de los sexos en los lugares de
trabajo.
27. Al abordar el objetivo del empleo para todos, hay que reconocer que el
empleo continuado de los trabajadores mayores no reduce necesariamente
las oportunidades de trabajo para los jóvenes y efectúa una contribución constante y valiosa al mejoramiento de la actividad y la producción económica
nacional, lo cual puede beneficiar a su vez a todos los miembros de la socie-
230
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
dad. La economía general también puede beneficiarse de otros planes para utilizar la experiencia y los conocimientos de los trabajadores de edad para capacitar a los empleados más jóvenes y nuevos.
28. En los casos en que pudiera haber escasez de mano de obra, podrían
requerirse cambios importantes en las estructuras de incentivos existentes a
fin de alentar a más trabajadores a aplazar voluntariamente la jubilación completa y permanecer en el empleo, a tiempo parcial o como empleados a tiempo completo. Las prácticas y políticas de gestión de los recursos humanos
deberían tener en cuenta y resolver algunas de las necesidades específicas de
los empleados de edad. Tal vez se requiera efectuar ajustes apropiados en el
entorno laboral y las condiciones de trabajo para asegurar que los trabajadores de edad tengan los conocimientos, la salud y la capacidad necesarios para
seguir empleados en una etapa posterior de sus vidas. Esto indica que los empleadores, las organizaciones de trabajadores y el personal de recursos humanos deberían prestar más atención a las nuevas prácticas laborales, tanto
nacionales como internacionales, que pudieran facilitar la retención y la participación productiva de los trabajadores de edad en la fuerza de trabajo.
29. Objetivo 1: Brindar oportunidades de empleo a todas las personas de
edad que deseen trabajar.
Medidas
a) Hacer que el crecimiento del empleo ocupe un lugar central en las políticas macroeconómicas, por ejemplo asegurando que las políticas del
mercado laboral tengan como objetivo fomentar elevadas tasas de crecimiento de la producción y del empleo en beneficio de las personas
de todas las edades;
b) Permitir que las personas de edad continúen trabajando mientras deseen trabajar y puedan hacerlo.
c) Adoptar medidas para aumentar la participación en la fuerza de trabajo
de toda la población en edad de trabajar y reducir el peligro de exclusión o de dependencia en una etapa posterior de la vida. Esta medida
debe fomentarse mediante políticas como, entre otras, el aumento de la
participación de las mujeres de edad, unos servicios sostenibles de atención de la salud relacionada con el trabajo, haciendo hincapié en la
prevención, la promoción de la salud y la seguridad ocupacionales para
mantener la capacidad de trabajar, y el acceso a la tecnología, el apren-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
231
dizaje a lo largo de toda la vida, la educación permanente, la capacitación en el empleo, la rehabilitación profesional y medidas de jubilación flexible, así como procurar la reintegración en el mercado de trabajo de los desempleados y las personas con discapacidades;
Hacer esfuerzos especiales para incrementar la tasa de participación de
las mujeres y los grupos en situación desventajosa, tales como las personas desempleadas desde hace mucho tiempo y las personas con
discapacidades, reduciendo con ello el riesgo de su exclusión o dependencia en una etapa posterior de la vida;
Promover iniciativas de empleo independiente para las personas de edad,
por ejemplo, alentando el desarrollo de pequeñas empresas y microempresas y garantizando el acceso al crédito a las personas de edad, en
particular sin discriminación por razones de sexo;
Ayudar a las personas de edad que ya estén realizando actividades en el
sector no estructurado a mejorar sus ingresos, su productividad y sus
condiciones de trabajo;
Eliminar los obstáculos por razones de edad en el mercado de trabajo
estructurado fomentando la contratación de personas de edad e impidiendo que los trabajadores que van envejeciendo comiencen a experimentar desventajas en materia de empleo.
Promover, según proceda, un nuevo enfoque de la jubilación que tenga
en cuenta las necesidades del empleado así como las del empleador, en
particular aplicando el principio de las políticas y prácticas de jubilación flexible al tiempo que se protegen los derechos adquiridos a las
pensiones. Entre las posibles medidas para lograr este objetivo figuran
reducir los incentivos y las presiones para una jubilación anticipada
y eliminar los desincentivos para trabajar después de la edad de jubilación.
Reconocer y tomar en cuenta las obligaciones que tiene un número
cada vez mayor de trabajadores de atender a las personas de edad de su
familia, a las personas con discapacidades a quienes padecen enfermedades crónicas, incluido el VIH/Sida, formulando, entre otras cosas, políticas favorables para las familias y que tengan en cuenta los aspectos
de género, encaminadas a reconciliar las obligaciones laborales y de
prestación de atención:
Eliminar los desincentivos para trabajar después de la edad de jubilación, por ejemplo, entre otras cosas, protegiendo los derechos adquiridos a las pensiones, los derechos a prestaciones por discapacidad y las
232
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
prestaciones de salud, de forma que no se vean afectados por el aplazamiento de la edad de jubilación.
k) Promover nuevas disposiciones laborales y prácticas innovadoras en el
lugar de trabajo encaminadas a conservar la capacidad de trabajo y
tener en cuenta las necesidades de los trabajadores a medida que envejecen, entre otras cosas estableciendo programas de asistencia a los
empleados;
l) Prestar apoyo a los trabajadores para que adopten decisiones fundamentadas acerca de los efectos financieros, para la salud y de otro tipo
que puede tener prolongar su participación en la fuerza de trabajo;
m) Promover una imagen realista de los conocimientos y capacidades de
los trabajadores de edad corrigiendo estereotipos perjudiciales acerca
de los trabajadores de edad o de los candidatos para ciertos empleos;
n) Tener en cuenta los intereses de los trabajadores de edad cuando los encargados de la formulación de políticas o de la adopción de decisiones
aprueben fusiones de empresas, de forma que esas personas no sean víctimas de desventajas, de la reducción de sus prestaciones o de la pérdida del empleo en mayor medida que sus homólogos más jóvenes.
CUESTIÓN 3: DESARROLLO RURAL, MIGRACIÓN Y URBANIZACIÓN
30. En muchos países en desarrollo y países con economías en transición hay
un pronunciado envejecimiento de la población de las zonas rurales, debido
al éxodo de los jóvenes adultos. Es posible que las personas de edad tengan
que permanecer en las zonas rurales sin contar con el apoyo familiar tradicional e incluso sin recursos financieros adecuados. Las políticas y programas
de seguridad alimentaria y producción agrícola deben tener en cuenta las consecuencias del envejecimiento en las zonas rurales. Las mujeres de edad en
las zonas rurales son particularmente vulnerables desde el punto de vista económico, especialmente cuando su función se limita a la realización de tareas
no remuneradas de atención de la familia y su propia supervivencia depende del apoyo que reciban de otros. Las personas de edad de las zonas rurales de
los países desarrollados y países con economías en transición todavía suelen
carecer de los servicios básicos, y los recursos económicos y comunitarios de
que disponen son insuficientes.
31. A pesar de las restricciones a la migración internacional lícita, las corrientes migratorias en el plano internacional han aumentado. En los países
en desarrollo y países con economía en transición, el apoyo económico, in-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
233
cluidas las remesas de los hijos que se encuentran en el extranjero, suele ser
decisivo para la supervivencia de las personas de edad y, por su conducto,
para sus comunidades y la economía local. A medida que los migrantes internacionales de decenios anteriores van envejeciendo, algunos gobiernos procuran prestarles asistencia.
32. Por lo general, el medio urbano es menos favorable que las zonas rurales a sostener la red tradicional de familias extendidas y el sistema de reciprocidad. Las personas mayores que han migrado de las zonas rurales a las
zonas urbanas de los países en desarrollo con frecuencia tienen que hacer
frente a la pérdida de las redes sociales y a la falta de infraestructura de apoyo en las ciudades, lo que puede llevar a su marginación y exclusión, sobre
todo si están enfermas o discapacitadas. En los países que tienen una larga
historia de migración de las zonas rurales a las urbanas y de expansión de
ciudades subdesarrolladas, hay una población cada vez mayor de personas
de edad que viven en la pobreza. Para los migrantes de más edad de los países
en desarrollo y países con economías en transición, el medio urbano suele
caracterizarse por el hacinamiento, la pobreza, la pérdida de autonomía económica y la escasa atención material y social que prestan los familiares que
deben trabajar fuera del hogar.
33. Objetivo 1: Mejoramiento de las condiciones de vida y de la infraestructura de las zonas rurales.
Medidas
a) Fortalecer la capacidad de los campesinos de edad proporcionándoles
acceso continuado a los servicios financieros y de infraestructura y a la
capacitación en técnicas y tecnologías agrícolas mejoradas;
b) Alentar el establecimiento y la reactivación de las empresas en pequeña
escala mediante el suministro de financiación o el apoyo a proyectos
generadores de ingresos y cooperativas rurales y mediante una diversificación económica cada vez más amplia;
c) Promover el desarrollo de servicios financieros locales, incluidos los planes de microcrédito y las instituciones de microfinanciación, en las zonas que no los tienen en cantidad suficiente a fin de alentar la inversión;
d) Promover que en las zonas rurales y lejanas la educación permanente
para adultos y las actividades de capacitación y readistramiento;
e) Conectar a las poblaciones rurales y lejanas con la sociedad y la economía basadas en los conocimientos;
234
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
f) Velar por que se tengan en cuenta los derechos de las mujeres de edad
en las zonas rurales y lejanas en relación con la igualdad de acceso a los
recursos económicos y el control sobre dichos recursos.
g) Estimular medidas apropiadas de protección social/seguridad social para
las personas de edad en las zonas rurales y lejanas
h) Asegurar el acceso universal de las personas de edad a los servicios
sociales básicos en las zonas rurales y remotas.
34. Objetivo 2: Alivio de la marginación de las personas de edad en las
zonas rurales.
Medidas
a) Elaborar y aplicar programas y prestar servicios para mantener la independencia de las personas de edad en las zonas rurales, incluidas las
personas de edad con discapacidades;
b) Facilitar y fortalecer los tradicionales mecanismos de apoyo rurales y
comunitarios;
c) Apoyar especialmente a las personas de edad en las zonas rurales que
carecen de parientes y en particular a las mujeres de edad, que afrontan
una vejez más prolongada y a menudo con menores recursos;
d) Habilitar prioritariamente a las mujeres de edad de las zonas rurales,
mediante el acceso a servicios financieros y de infraestructura;
e) Promover mecanismos innovadores de apoyo rurales y comunitarios,
incluidos, entre otros, los que faciliten el intercambio de conocimientos
y experiencias entre las personas de edad.
35. Objetivo 3: Integración de los migrantes de edad avanzada en sus nuevas comunidades.
Medidas
a) Fomentar redes sociales de apoyo a los migrantes de edad;
b) Formular medidas para ayudar a los migrantes de edad a mantener la
seguridad económica y en materia de salud;
c) Adoptar medidas de base comunitaria para prevenir o compensar las
consecuencias adversas de la urbanización, como el establecimiento de
centros de reunión para personas de edad;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
235
d) Alentar el diseño de viviendas que promuevan la coexistencia intergeneracional, cuando resulte apropiado desde el punto de vista cultural y
los individuos lo deseen;
e) Ayudar a las familias a compartir sus alojamientos con los familiares de
edad que así lo deseen;
f) Elaborar políticas y programas que faciliten, según sea necesario y de manera acorde con las leyes nacionales, la integración de los migrantes de
edad en la vida social, cultural, política y económica de los países de destino (y) que promuevan el respeto por esas personas;
g) Eliminar las barreras idiomáticas y culturales al prestar servicios públicos a los migrantes de edad.
CUESTIÓN 4: ACCESO AL CONOCIMIENTO,
LA EDUCACIÓN Y LA CAPACITACIÓN
36. La educación es una base indispensable para una vida activa y plena. En
la Cumbre del Milenio se asumió el compromiso de garantizar que, a más
tardar para 2015, todos los niños completaran la educación primaria. Una
sociedad basada en el conocimiento requiere la adopción de políticas para
garantizar el acceso a la educación y la capacitación durante todo el curso de
la vida. La educación y la capacitación permanentes son indispensables para
conseguir la productividad de los trabajadores y de las naciones.
37. Los países en desarrollo cuentan hoy con un gran número de personas
que llegan a la vejez con conocimientos mínimos de las primeras letras y la
aritmética elemental, lo cual limita su capacidad para ganarse la vida y constituye por lo tanto un obstáculo para gozar de la salud y el bienestar. En todos
los países, la educación y la capacitación permanentes son también requisitos previos para la participación de las personas de edad en el empleo.
38. Un lugar de trabajo en el que exista diversidad en cuanto a la distribución por edades crea un entorno en que las personas pueden intercambiar
técnicas, conocimientos y experiencias. Este tipo de capacitación mutua puede formalizarse en políticas y acuerdos colectivos o impartirse en forma de
prácticas no estructuradas.
39. Los cambios tecnológicos pueden contribuir a la alienación de las personas de edad carentes de educación o capacitación: un mayor acceso a la
educación en la juventud beneficiará a las personas a medida que van envejeciendo, incluso para afrontar los cambios tecnológicos. No obstante, pese a
236
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
ello, los niveles de analfabetismo siguen siendo elevados en muchas regiones
del mundo. La tecnología puede utilizarse para unir a las personas y contribuir de esta forma a reducir la marginación, la soledad y la separación entre
las edades. Por consiguiente, habría que adoptar medidas para permitir el
acceso, la participación y la adaptación a los cambios tecnológicos de las
personas de edad.
40. La capacitación, el reciclaje y la educación son determinantes importantes de la capacidad de un trabajador para cumplir su trabajo y adaptarse a
los cambios en el entorno laboral. Los cambios tecnológicos y de organización pueden hacer que los conocimientos de un empleado sean obsoletos y
reducir enormemente el valor que se asigna a la experiencia laboral acumulada previamente. Hay que hacer más hincapié en el acceso a las oportunidades
de adquirir conocimientos, educación y capacitación de las personas de edad
en la fuerza de trabajo. Es frecuente que esas personas experimenten más
dificultades para adaptarse a los cambios tecnológicos y de organización que
los trabajadores más jóvenes, particularmente cuando se tiene en cuenta el
uso cada vez más generalizado de las tecnologías de la información.
41. Objetivo 1: Igualdad de oportunidades durante toda la vida en materia
de educación permanente, capacitación y readiestramiento, así como de orientación profesional y acceso a servicios de colocación laboral.
Medidas
a) Lograr un mejoramiento del 50% en los niveles de alfabetización de
adultos para el año 2015, en particular para las mujeres, y ofrecer un
acceso equitativo a la educación básica y permanente para los adultos;
b) Alentar y promover la capacitación en primeras letras y en aritmética
elemental para las personas de edad y los miembros de más edad de la
fuerza de trabajo, incluida la alfabetización especializada y la capacitación en informática para personas de edad con discapacidades;
c) Aplicar políticas que promuevan el acceso a la capacitación y el readiestramiento de los trabajadores de edad y les alienten a seguir utilizando
los conocimientos y las técnicas adquiridos después de la jubilación;
d) Garantizar que todos puedan aprovechar los beneficios de las nuevas
tecnologías, en particular de las tecnologías de la información y de las
comunicaciones, teniendo en cuenta las necesidades de las mujeres de
edad;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
237
e) Elaborar y distribuir información adecuada para las personas de edad
con objeto de ayudarlas a afrontar las exigencias tecnológicas de la
vida cotidiana;
f) Estimular el diseño de equipo de computadoras y de materiales impresos y auditivos que tengan en cuenta los cambios en las aptitudes físicas
y la capacidad visual de las personas de edad;
g) Estimular más investigaciones que permitan determinar mejor la relación entre la capacitación y la productividad a fin de demostrar claramente a los empleadores y a los empleados las ventajas de la capacitación y la educación permanentes de las personas de edad.
42. Objetivo 2: Utilización plena de las posibilidades y los conocimientos
de las personas de todas las edades, reconociendo los beneficios derivados de
la mayor experiencia adquirida con la edad.
Medidas
a) Examinar medidas que permitan aprovechar plenamente el potencial y
los conocimientos de las personas de edad en la educación;
b) Crear, dentro de los programas educativos, oportunidades para el intercambio de conocimientos y experiencias entre las generaciones, que
incluyan la utilización de nuevas tecnologías;
c) Permitir a las personas de edad actuar como mentores, mediadores y
consejeros;
d) Alentar y apoyar las actividades tradicionales y no tradicionales de asistencia mutua intergeneracional dentro de la familia, la vecindad y la
comunidad, aplicando una clara perspectiva de género;
e) Alentar a las personas de edad que realicen tareas de voluntariado a que
aporten sus conocimientos en todas las esferas de actividad, en particular las tecnologías de la información;
f) Alentar el aprovechamiento del potencial y de los conocimientos en
materia social, cultural y educativa de las personas de edad.
CUESTIÓN 5: SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL
43. La solidaridad entre las generaciones a todos los niveles —las familias,
las comunidades y las naciones— es fundamental para el logro de una socie-
238
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
dad para todas las edades. La solidaridad constituye también un requisito
previo primordial de la cohesión social y es el fundamento tanto de la beneficencia pública estructurada como de los sistemas asistenciales no estructurados. Las cambiantes circunstancias demográficas, sociales y económicas
requieren el ajuste de los sistemas de pensiones, de seguridad social, de salud
y de atención a largo plazo a fin de sostener el crecimiento económico y el
desarrollo y garantizar el mantenimiento adecuado y eficaz de los ingresos y
la prestación de servicios.
44. A nivel de la familia y la comunidad, los vínculos intergeneracionales pueden ser valiosos para todos. Pese a la movilidad geográfica, y a otras
presiones de la vida contemporánea que pueden mantener separadas a las
personas, la gran mayoría de las personas de todas las culturas mantienen
relaciones estrechas con sus familiares durante toda la vida. Estas relaciones
funcionan en ambos sentidos, ya que las personas de edad suelen hacer contribuciones importantes tanto desde el punto de vista financiero como —lo
que es decisivo— en lo que respecta a la educación y cuidado de los nietos y
otros miembros de la familia. Todos los sectores de la sociedad, incluidos los
gobiernos, deben procurar fortalecer esos lazos. Sin embargo, es importante
reconocer que la vida junto a las generaciones más jóvenes no siempre es la
opción preferida por las personas de edad ni la mejor opción para ellos.
45. Objetivo 1: Fortalecer la solidaridad mediante la equidad y la reciprocidad entre las generaciones.
Medidas
a) Promover, mediante la educación pública, la comprensión del envejecimiento como una cuestión que interesa a toda la sociedad;
b) Considerar la posibilidad de revisar las políticas existentes para garantizar que promuevan la solidaridad entre las generaciones y fomenten
de este modo la cohesión social;
c) Elaborar iniciativas dirigidas a promover un intercambio productivo y
mutuo entre las generaciones, concentrado en las personas de edad como
un recurso de la sociedad;
d) Maximizar las oportunidades para mantener y mejorar las relaciones
intergeneracionales en las comunidades locales, entre otras cosas, facilitando la celebración de reuniones para todos los grupos de edades y
evitando la segregación generacional;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
239
e) Estudiar la necesidad de abordar la situación específica de la generación que tiene que ocuparse al mismo tiempo de sus padres, de sus
propios hijos y de los nietos;
f) Promover y fortalecer la solidaridad entre las generaciones y el apoyo
mutuo como elemento clave del desarrollo social;
g) Emprender investigaciones sobre las ventajas y desventajas de los distintos arreglos en materia de vivienda de las personas de edad, con inclusión de la residencia en común con los familiares y las formas de
vida independiente, en diferentes culturas y contextos.
CUESTIÓN 6: ERRADICACIÓN DE LA POBREZA
46. La lucha contra la pobreza de las personas de edad con miras a erradicarla
es uno de los objetivos fundamentales del Plan de Acción sobre el Envejecimiento. Aunque recientemente se ha dedicado mayor atención en todo el
mundo a los objetivos y políticas encaminados a la erradicación de la pobreza, en muchos países las personas de edad todavía suelen ser excluidas de
esas políticas y programas. En las zonas en que la pobreza es endémica, las
personas que sobreviven a una vida de pobreza suelen llegar a una vejez en
que la pobreza es cada vez mayor.
47. En el caso de las mujeres, la parcialidad institucional de los sistemas
de protección social, en particular los que se basan en una actividad laboral
ininterrumpida, intensifica la feminización de la pobreza. Las desigualdades
y disparidades entre los géneros en lo que se refiere al poder económico, la
desigual distribución del trabajo no remunerado entre las mujeres y los hombres, la falta de apoyo tecnológico y financiero para las empresas de las mujeres, la desigualdad en el acceso al capital y el control de éste, en particular
la tierra y los créditos, y en el acceso a los mercados laborales, así como
todas las prácticas tradicionales y consuetudinarias perjudiciales, han obstaculizado la habilitación económica de la mujer y han intensificado la
feminización de la pobreza. En muchas sociedades, los hogares encabezados
por mujeres, incluidas las divorciadas o separadas, las solteras y las viudas,
son particularmente vulnerables a la pobreza. Hacen falta medidas especiales
de protección social para hacer frente a la feminización de la pobreza, en
particular en el caso de las mujeres de edad.
48. Las personas de edad discapacitadas son también más vulnerables a la
pobreza que las personas de edad no discapacitadas, en parte debido a la dis-
240
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
criminación en el lugar de trabajo, incluida la discriminación ejercida por los
empleadores, y la inexistencia de condiciones para atender sus necesidades
en el lugar de trabajo.
49. Objetivo 1: Reducción de la pobreza entre las personas de edad.
Medidas
a) Reducir la proporción de personas que viven en la pobreza extrema en
un 50% para 2015;
b) Incluir a las personas de edad en las políticas y programas encaminados
a alcanzar el objetivo de reducción de la pobreza;
c) Promover la igualdad de acceso de las personas de edad al empleo y a
las oportunidades de generación de ingresos, el crédito, los mercados y
los activos de bienes;
d) Garantizar que en las estrategias de erradicación de la pobreza y en los
programas con que se aplican se tengan en cuenta expresamente las necesidades particulares de las mujeres de edad, de las personas muy ancianas, de las personas de edad discapacitadas y de las que viven solas;
e) Elaborar cuando corresponda y en todos los niveles adecuados indicadores de la pobreza relacionados con la edad y el género como medios
indispensables para determinar las necesidades de las mujeres de edad
pobres y alentar el uso de los indicadores de la pobreza existentes para
que el examen se lleve a cabo por grupos de edad y géneros;
f) Prestar apoyo a los programas innovadores encaminados a habilitar a
las personas de edad, en particular a las mujeres, para que aumenten sus
contribuciones a las iniciativas de desarrollo y se beneficien de ellas
con el fin de erradicar la pobreza;
g) Afianzar la cooperación internacional en apoyo a las iniciativas nacionales encaminadas a erradicar la pobreza en consonancia con las metas
convenidas internacionalmente a fin de lograr apoyo social y económico sostenible para las personas de edad;
h) Fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para superar los obstáculos que dificultan su participación en una economía cada vez más
mundializada a fin de prestarles asistencia en sus empeños por erradicar la pobreza, en particular la pobreza entre las personas de edad.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
241
CUESTIÓN 7: SEGURIDAD DE LOS INGRESOS, PROTECCIÓN
SOCIAL Y PREVENCIÓN DE LA POBREZA
50. Las medidas de seguridad de los ingresos y protección social/seguridad
social, requieran o no contribuciones de los interesados, comprenden tanto planes no estructurados como planes considerablemente estructurados. Forman
parte de los fundamentos de la prosperidad económica y la cohesión social.
51. Generalmente se considera que la mundialización, los programas de
ajuste estructural, las restricciones fiscales y una población de edad cuyo
número va en aumento ejercen presiones sobre los sistemas de protección
social/seguridad social estructurados. La posibilidad de mantener la seguridad de los ingresos en un nivel adecuado tiene gran importancia. En los países en desarrollo que disponen de sistemas oficiales de protección social/
seguridad social de cobertura limitada, los grupos de población son vulnerables a los efectos del mercado y a los infortunios personales, que dificultan la
prestación de apoyo familiar. En los países con economías en transición, las
transformaciones económicas han empobrecido a sectores enteros de la población, en particular a las personas de edad y a muchas familias con niños.
La hiperinflación, en los países en que la ha habido, ha quitado prácticamente todo valor a las pensiones, los seguros de invalidez, las prestaciones de
salud y los ahorros.
52. Se requieren medidas adecuadas de protección social/seguridad social
para hacer frente a la feminización de la pobreza, en particular en relación
con las mujeres de edad.
53. Promoción de programas que permitan a todos los trabajadores obtener una protección social/seguridad social básica, que comprenda, cuando
corresponda, pensiones, seguro de invalidez y prestaciones de salud
Medidas
a) Elaborar y aplicar políticas encaminadas a asegurar que todas las personas dispongan de una protección económica y social suficiente en la
vejez;
b) Esforzarse por asegurar la igualdad entre los géneros en los sistemas de
protección social/seguridad social;
c) Asegurar, cuando corresponda, que los sistemas de protección social/
seguridad social abarquen a una proporción cada vez mayor de la población que trabaja en el sector estructurado y no estructurado;
242
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
d) Examinar programas innovadores de protección social/seguridad social
para las personas que trabajan en el sector no estructurado;
e) Introducir programas para promover el empleo de trabajadores de edad
poco calificados que den acceso a sistemas de protección social/seguridad social;
f) Esforzarse por asegurar la integridad, sostenibilidad, solvencia y transparencia de los planes de pensiones y, cuando corresponda, los seguros
de invalidez;
g) Fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para superar los obstáculos que dificultan su participación en una economía cada vez más
mundializada a fin de prestarles asistencia en sus empeños por erradicar la pobreza, en particular la pobreza entre las personas de edad;
h) Proporcionar a las personas de edad servicios de información y asesoramiento sobre todos los aspectos de la protección social/seguridad
social.
54. Objetivo 2: Ingresos mínimos suficientes para las personas de edad,
con especial atención a los grupos en situación social y económica desventajosa.
Medidas
a) Considerar la posibilidad de establecer, cuando corresponda, un sistema de pensiones que no requiera aportaciones de los interesados y un
sistema de pensiones de invalidez;
b) Organizar, con carácter de urgencia, donde no existan, sistemas de protección social/seguridad social que garanticen unos ingresos mínimos a
las personas de edad que carezcan de otros medios de subsistencia, la
mayoría de las cuales son mujeres, en particular a las personas que viven solas, que en general son más vulnerables a la pobreza;
c) Tener en cuenta el nivel de vida de las personas de edad cuando se
reformen los regímenes de pensiones y los seguros de invalidez, según
corresponda;
d) Adoptar medidas para contrarrestar los efectos de la hiperinflación en
las pensiones, los seguros de invalidez y los ahorros, según corresponda.
e) Invitar a las organizaciones internacionales, y en particular a las instituciones financieras internacionales, con arreglo a sus mandatos, a pres-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
243
tar asistencia a los países en desarrollo y a todos los países necesitados
en sus esfuerzos por lograr una protección social básica, en especial
para las personas de edad.
CUESTIÓN 8: SITUACIONES DE EMERGENCIA
55. En las situaciones de emergencia, tales como los desastres naturales y
otras situaciones de emergencia humanitaria, las personas de edad son especialmente vulnerables, y ello debe reconocerse, ya que pueden estar aisladas de su familia y amigos y les resulta más difícil hallar alimento y resguardo. También pueden tener que asumir la responsabilidad principal en la
prestación de cuidados. Los gobiernos y los organismos de socorro humanitario deben reconocer que las personas de edad pueden hacer un aporte positivo en las situaciones de emergencias y promover la rehabilitación y la reconstrucción.
56. Objetivo 1: Igualdad de acceso de las personas de edad a los alimentos,
la vivienda y la atención médica y otros servicios durante y después de los
desastres naturales y otras situaciones de emergencia humanitaria.
Medidas
a) Adoptar medidas concretas para proteger y ayudar a las personas de
edad que se encuentran en situaciones de conflicto armado y ocupación
extranjera.
b) Instar a los gobiernos a que protejan, asistan y presten asistencia humanitaria y asistencia de emergencia de carácter humanitario a las personas de edad en situaciones de desplazamientos internos de conformidad
con las resoluciones de la Asamblea General.
c) Localizar e identificar a las personas de edad en las situaciones de emergencia y velar por que se tengan en cuenta sus aportaciones y factores
de vulnerabilidad en los informes de evaluación de las necesidades.
d) Crear conciencia entre el personal de los organismos de socorro sobre
las cuestiones de salud y estado físico propias de las personas de edad y
sobre las formas de adecuar a sus necesidades básicas el apoyo que se
preste.
e) Procurar garantizar que existen servicios adecuados y que las personas
de edad tienen acceso físico a ellos, así como que participan en la planificación y prestación de los servicios, según corresponda.
244
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
f) Reconocer que los refugiados de edad de orígenes culturales distintos
que envejecen en entornos nuevos y no familiares suelen estar especialmente necesitados de redes sociales y apoyo adicional, y procurar garantizar que tengan acceso físico a esos servicios.
g) Referirse expresamente a la asistencia de las personas de edad en los
planes de socorro para casos de desastre y elaborar directrices nacionales a tal efecto que incluyan la preparación para los casos de desastre, la
capacitación de trabajadores de socorro y la disponibilidad de bienes
y servicios.
h) Ayudar a las personas de edad a restablecer sus vínculos familiares y
sociales y a superar el estrés postraumático.
i) Establecer mecanismos, después de ocurridos los desastres, para impedir la explotación financiera de las personas de edad por oportunistas
con fines fraudulentos.
j) Sensibilizar sobre los abusos físicos, psicológicos, sexuales o financieros que puedan cometerse en situaciones de emergencia, prestando especial atención a los riesgos particulares que corren las mujeres y proteger a las personas de edad al respecto.
k) Alentar a que se incluya a los refugiados de edad de manera más específica en todos los aspectos de la planificación y ejecución de programas, entre otros medios, ayudando a las personas activas a ser más independientes y promoviendo la mejora de las iniciativas comunitarias
de atención de las personas muy ancianas.
l) Aumentar la cooperación internacional en aspectos como la distribución de la carga y la coordinación de la asistencia humanitaria a los
países afectados por desastres naturales y otras situaciones de emergencia humanitaria y posteriores a los conflictos de modos que fomenten la
recuperación y el desarrollo a largo plazo.
57. Objetivo 2: Posibilitar que las personas de edad hagan mayores contribuciones al restablecimiento y la reconstrucción de las comunidades y la
trama social después de las situaciones de emergencia.
Medidas
a) Incluir a las personas de edad en la prestación de socorro comunitario y
en los programas de rehabilitación, incluso definiendo los grupos de
personas de edad vulnerables y prestándoles asistencia;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
245
b) Reconocer el potencial de las personas de edad como líderes de la familia y la comunidad en materia de educación, comunicación y solución
de conflictos;
c) Ayudar a las personas de edad a restablecer su autosuficiencia económica mediante proyectos de rehabilitación que incluyan la generación
de ingresos, programas educativos y actividades ocupacionales, teniendo en cuenta las necesidades especiales de las mujeres de edad;
d) Proporcionar asesoramiento jurídico e información a las personas de
edad desplazadas y privadas de sus tierras y otros medios de producción y bienes personales;
e) Prestar una atención especial a las personas de edad en los programas y
medios de asistencia humanitaria ofrecidos en situaciones de desastre
natural y otras situaciones de emergencia humanitaria;
f) Intercambiar y aplicar, según corresponda, las enseñanzas obtenidas de
las prácticas en que se han utilizado con éxito los aportes de las personas de edad tras las situaciones de emergencia.
ORIENTACIÓN PRIORITARIA II: EL FOMENTO DE LA SALUD
Y EL BIENESTAR EN LA VEJEZ
58. La buena salud es un bien inapreciable de las personas. Del mismo modo,
para el crecimiento económico y el desarrollo de las sociedades es indispensable que la población en general tenga un nivel elevado de salud. Los beneficios de una larga vida saludable todavía no son compartidos por toda la
humanidad, como demuestra el hecho de que haya países enteros y ciertos
grupos de población que todavía tengan tasas elevadas de morbilidad y mortalidad en todas las edades.
59. Las personas de edad tienen pleno derecho a contar con acceso a la
atención preventiva y curativa, incluida la rehabilitación y los servicios de salud sexual. El pleno acceso de las personas de edad a la atención y los servicios de salud, que incluye la prevención de las enfermedades, entraña el reconocimiento de que las actividades de promoción de la salud y prevención
de las enfermedades a lo largo de la vida deben centrarse en el mantenimiento de la independencia, la prevención y la demora de las enfermedades y
la atención de las discapacidades, así como el mejoramiento de la calidad
de vida de las personas de edad que ya estén discapacitadas. Los servicios de
salud deben incluir la capacitación del personal necesaria y recursos que permitan atender las necesidades especiales de la población de edad.
246
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
60. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un
estado de completo bienestar físico, mental y social, y no meramente como la
ausencia de enfermedades o padecimientos. Llegar a la vejez gozando de buena salud y bienestar requiere un esfuerzo personal durante toda la vida y un
entorno en el que ese esfuerzo pueda tener éxito. La responsabilidad de las
personas consiste en llevar un modo de vida saludable; la de los gobiernos en
crear un entorno favorable a la salud y al bienestar incluso en la vejez. Tanto
por razones humanitarias como económicas, es necesario brindar a las personas de edad el mismo acceso a la atención preventiva y curativa y a la rehabilitación de que gozan otros grupos. Al mismo tiempo, debe disponerse de
servicios de salud concebidos para atender las necesidades especiales de las
personas de edad, teniendo en cuenta la introducción de la medicina geriátrica en los planes de estudio universitarios y sistemas de atención de la salud
pertinentes, según corresponda. Además de los gobiernos, hay otros agentes
importantes, en particular las Organizaciones No Gubernamentales y las familias, que proporcionan apoyo a los individuos para que mantengan un modo
de vida saludable al tiempo que cooperan estrechamente con los gobiernos
en la creación de un entorno propicio.
61. Actualmente se está registrando, en todas las regiones del mundo, una
transición epidemiológica consistente en que dejan de predominar las enfermedades infecciosas y parasitarias en favor de las enfermedades crónicas y
degenerativas. Sin embargo, muchos países en desarrollo y países con economías en transición deben afrontar la doble carga de combatir las enfermedades transmisibles que están apareciendo o reapareciendo, tales como el VIH/
Sida, la tuberculosis y el paludismo, y hacer frente a la amenaza creciente de
las enfermedades no transmisibles.
62. La creciente necesidad de asistencia y tratamiento de una población
que envejece exige políticas adecuadas. La falta de ese tipo de políticas puede ocasionar aumentos importantes de los costos. Las políticas que propician
la salud durante toda la vida, incluidas las de promoción de la salud y la prevención de las enfermedades, la tecnología de asistencia, los cuidados para la
rehabilitación, cuando estén indicados, los servicios de salud mental, la promoción de los modos de vida saludables y los entornos propicios, pueden
reducir los niveles de discapacidad asociados con la vejez y permitir obtener
economías presupuestarias.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
247
CUESTIÓN 1: EL FOMENTO DE LA SALUD Y EL BIENESTAR
DURANTE TODA LA VIDA
63. Fomentar la salud supone estimular a las personas a vigilar y mejorar su
propia salud. En la Carta de Ottawa para el Fomento de la Salud (1986) se
enuncian estrategias básicas para el fomento de la salud. En la Conferencia
Internacional sobre la Población y el Desarrollo (1994) se fijaron como objetivos aumentar los años de vida con buena salud, mejorar la calidad de vida
de todas las personas, reducir las tasas de mortalidad y morbilidad y aumentar la esperanza de vida. Esos objetivos pueden alcanzarse con mayor eficacia mediante la aplicación de las medidas recomendadas por la OMS para
mejorar la salud pública y el acceso a una atención sanitaria adecuada.
64. Las actividades de promoción de la salud y el acceso universal de las
personas de edad a los servicios de salud durante toda la vida son el pilar del
envejecimiento con salud. Una perspectiva que tenga en cuenta la vida entera
supone reconocer que las actividades dirigidas al fomento de la salud y a la
prevención de las enfermedades deben concentrarse en mantener la independencia, prevenir y demorar la aparición de enfermedades y discapacidades y
proporcionar atención médica, y mejorar el funcionamiento y la calidad de
vida de las personas de edad que ya sufren discapacidades.
65. Para mantener y mejorar la salud hace falta algo más que medidas encaminadas específicamente a influir en la salud de los individuos. Los factores ambientales, económicos y sociales, como el entorno físico, la geografía,
la educación, la ocupación, los ingresos, la condición social, el apoyo social, la
cultura y el género, influyen notablemente en la salud. Las mejoras que se produzcan en la situación económica y social de las personas de edad generarán
también mejoras en su salud. Pese a las mejoras introducidas en la legislación y la prestación de servicios, en muchos ámbitos todavía no se ha hecho
efectiva la igualdad de oportunidades para la mujer a lo largo de toda la vida.
Es particularmente importante para la mujer que el bienestar en la vejez se
tenga en cuenta durante toda la vida, ya que a lo largo de ésta se enfrenta a
obstáculos que tienen un efecto acumulativo para el bienestar social, económico, físico y psicológico de que goce en sus últimos años.
66. Los niños y las personas de edad son más susceptibles a diversas formas de contaminación ambiental que las personas de edades intermedias y
es más probable que los afecten incluso niveles mínimos de contaminación.
Las afecciones debidas a la contaminación ambiental reducen la productivi-
248
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
dad e inciden en la calidad de la vida de las personas que envejecen. La malnutrición y la nutrición deficiente causan también un riesgo desproporcionado a las personas de edad y pueden afectar adversamente a su salud y su
vitalidad. Las principales causas de muerte, discapacidad y mortalidad en las
personas de edad pueden mitigarse mediante medidas de promoción de la salud y prevención de las enfermedades concentradas, entre otras cosas, en la nutrición y en la actividad física, así como en el abandono del hábito de fumar.
67. Objetivo 1: Reducción de los efectos acumulativos de los factores que
aumentan el riesgo de sufrir enfermedades y, por consiguiente, la posible dependencia en la vejez.
Medidas
a) Conceder prioridad a las políticas de erradicación de la pobreza a fin
de, entre otras cosas, mejorar el estado de salud de las personas de edad,
en particular los pobres y marginados;
b) Asegurar, según corresponda, unas condiciones que permitan a las familias y comunidades proporcionar cuidados y protección a las personas a medida que envejecen;
c) Establecer objetivos, en particular en función del sexo, para mejorar el
estado de salud de las personas de edad y reducir las discapacidades y
la mortalidad;
d) Determinar los principales factores ambientales y socioeconómicos que
contribuyen a la aparición de enfermedades y discapacidad en la vejez
y hacerles frente;
e) Concentrar las actividades de promoción de la salud, la educación sanitaria, las políticas de prevención y las campañas de información en los
riesgos conocidos importantes derivados de una dieta poco saludable,
de la inactividad física y de otras formas de comportamiento perniciosas para la salud, como el hábito de fumar y el abuso del alcohol;
f) Adoptar medidas de amplio alcance para prevenir el abuso del alcohol,
reducir la utilización de productos derivados del tabaco y la exposición
involuntaria al humo del tabaco, y para ayudar a las personas de toda
edad que quieran dejar de fumar.
g) Establecer y aplicar medidas jurídicas y administrativas y organizar campañas de información pública y promoción de la salud que incluyan
campañas para reducir la exposición a los contaminantes del medio
ambiente desde la infancia y a lo largo de toda la vida.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
249
h) Promover el uso seguro de todos los medicamentos y reducir al mínimo
el uso indebido de medicamentos de venta con receta mediante la adopción de las medidas reglamentarias y educativas apropiadas con participación de la industria y de los sectores profesionales interesados.
68. Objetivo 2: Elaboración de políticas para prevenir la mala salud entre
las personas de edad.
Medidas
a) Adoptar formas de intervención temprana para impedir o posponer la
aparición de enfermedades y discapacidades;
b) Promover los programas de vacunación de adultos como medida preventiva.
c) Garantizar la disponibilidad de programas primarios de reconocimientos médicos y prevención diferenciados en función de los sexos a un
costo accesible para las personas de edad;
d) Capacitar y ofrecer incentivos a los profesionales de los servicios sociales y de la salud para que asesoren y guíen a las personas que están
llegando a la vejez sobre los modos de vida saludables y el cuidado de
la propia salud;
e) Prestar atención a los peligros resultantes del aislamiento social y las
enfermedades mentales y reducir los riesgos que plantean para la salud
de las personas de edad apoyando a los grupos de habilitación comunitaria y asistencia mutua, entre otras cosas mediante actividades de
divulgación por los pares y programas de visita de vecindarios, y facilitando la participación activa de las personas de edad en actividades
voluntarias;
f) Promover la participación de las personas de edad en actividades cívicas y culturales como estrategia para luchar contra el aislamiento social
y favorecer su habilitación.
g) Aplicar rigurosamente y fortalecer, cuando corresponda, las normas de
seguridad nacionales e internacionales dirigidas a impedir lesiones en
todas las edades;
h) Prevenir las lesiones involuntarias promoviendo una mejor comprensión de sus causas, adoptando medidas de protección de los peatones,
ejecutando programas para prevenir las caídas, reduciendo al mínimo
250
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
los riesgos, incluido el de incendios, en el hogar, y proporcionando asesoramiento en cuestiones de seguridad.
i) Elaborar, en todos los niveles, indicadores estadísticos sobre enfermedades comunes en las personas de edad que sirvan de orientación para
las políticas encaminadas a prevenir nuevas enfermedades en ese grupo
de población.
j) Alentar a las personas de edad a que mantengan o adopten modos de
vida activos y saludables que incluyan actividades físicas y deportes.
69. Objetivo 3: Acceso de todas las personas de edad a los alimentos y a
una nutrición adecuada.
Medidas
a) Promover la igualdad de acceso de las personas de edad al agua potable
y a los alimentos aptos para el consumo;
b) Lograr la seguridad alimentaria garantizando un suministro de alimentos sin riesgos y adecuado en lo referente a la nutrición tanto en el plano nacional como internacional. A ese respecto, asegurar que los alimentos y los medicamentos no se usen como instrumento de presión
política;
c) Promover una nutrición sana y adecuada desde la primera infancia, prestando especial atención a asegurar que se atienden las necesidades nutricionales particulares de los hombres y las mujeres durante toda su
vida;
d) Alentar a que se adopte una dieta equilibrada que proporcione la energía suficiente, impida la deficiencia de macro y micronutrientes, y se
base de preferencia en alimentos locales, entre otros medios, estableciendo metas nacionales sobre el régimen alimentario;
e) Prestar especial atención a las deficiencias nutricionales y las enfermedades conexas en la formulación y aplicación de programas preventivos y de fomento de la salud para las personas de edad;
f) Educar a las personas de edad y al público en general, incluidas las personas que prestan cuidados de manera no profesional, sobre las necesidades nutricionales especiales de las personas de edad, incluso en lo
relativo a la ingesta suficiente de agua, calorías, proteínas, vitaminas y
minerales;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
251
g) Promover los servicios dentales asequibles para prevenir y tratar los
desórdenes que pueden dificultar el acto de comer y causar malnutrición;
h) Incorporar información sobre las necesidades nutricionales especiales
de las personas de edad en los programas de capacitación de todos los
profesionales de la salud y de los encargados de atender a otras personas;
i) Asegurar que en los hospitales y otros centros de asistencia se proporcione a las personas de edad una nutrición y alimentos accesibles de forma adecuada y suficiente.
CUESTIÓN 2: ACCESO UNIVERSAL Y EQUITATIVO
A LOS SERVICIOS DE ATENCIÓN DE LA SALUD
70. Las inversiones destinadas a la atención de la salud y la rehabilitación de
las personas de edad prolongan sus años de actividad en goce de buena salud.
El objetivo postrero es un continuo asistencial que va desde la promoción de
la salud y la prevención de la enfermedad hasta la prestación de atención primaria de la salud, el tratamiento de enfermedades agudas, la rehabilitación, la
atención comunitaria de los problemas crónicos de salud, la rehabilitación física y mental de las personas de edad, incluidas las personas de edad con discapacidades, y la atención paliativa para las personas de edad que padecen
enfermedades penosas o incurables. La atención eficaz de las personas de
edad requiere la integración de los factores físicos, mentales, sociales, espirituales y ambientales.
71. La atención primaria de la salud es una atención esencial de la salud
sustentada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente válidos y socialmente aceptables que se ponen universalmente a disposición de las personas y de las familias en la comunidad mediante su plena participación y a
un costo que la comunidad y el país puedan mantener en todas las etapas de
su desarrollo en un espíritu de autovalimiento y libre determinación. Las personas de edad pueden tropezar con obstáculos financieros, físicos, psicológicos
y jurídicos para la utilización de los servicios de salud. Es posible, también,
que deban hacer frente a la discriminación por la edad y a la discriminación
por discapacidades relacionadas con la edad en la prestación de servicios porque tal vez se considere que su tratamiento tiene menos valor que el de las
personas más jóvenes.
72. Reconocemos la gravedad de los problemas de salud pública que afligen a muchos países en desarrollo y países menos adelantados, especialmen-
252
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
te los resultantes del VIH/Sida, la tuberculosis, el paludismo y otras epidemias. Destacamos la necesidad de que el acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC) forme
parte de las medidas nacionales e internacionales encaminadas a encarar esos
problemas”.
73. La protección de la propiedad intelectual es importante para la formulación de nuevos medicamentos. Reconocemos también las preocupaciones
relacionadas con sus efectos sobre los precios. Estamos de acuerdo en que el
Acuerdo sobre los ADPIC no impide ni debe impedir que los miembros adopten medidas de protección de la salud pública. En consecuencia, si bien reiteramos nuestra adhesión al Acuerdo de los ADPIC, afirmamos que puede y
debe interpretarse y aplicarse de una manera que sustente el derecho de los
gobiernos a proteger la salud pública y, en particular, a fomentar el acceso a
los medicamentos para todos.
74. Los gobiernos tienen la responsabilidad primaria de establecer normas de atención de la salud para las personas de todas las edades y supervisar
su aplicación y de brindar atención de la salud para las personas de todas las
edades. Las asociaciones entre el Gobierno, la sociedad civil, incluidas las Organizaciones No Gubernamentales y de base comunitaria, y el sector privado
constituyen contribuciones valiosas a los servicios y la atención de las personas de edad. Es indispensable, sin embargo, reconocer que los servicios prestados por las familias y las comunidades no pueden reemplazar a un sistema
de salud pública eficaz.
75. Objetivo 1: Eliminación de las desigualdades sociales y económicas
por razones de edad o sexo o por otros motivos, incluidas las barreras lingüísticas, a fin de garantizar que las personas de edad tengan un acceso universal
y en condiciones de igualdad a la atención de la salud.
Medidas
a) Adoptar medidas para velar por la distribución en condiciones de igualdad a las personas de edad de los recursos para la atención de la salud y
la rehabilitación y, en particular, ampliar el acceso de las personas de
edad pobres y fomentar la distribución de recursos a las zonas subatendidas, como las zonas rurales y remotas, incluido el acceso a los medicamentos esenciales y otras medidas terapéuticas a precios asequibles;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
253
b) Promover el acceso en condiciones de igualdad a la atención de salud
de las personas de edad que son pobres y también de las que habitan en
zonas rurales o remotas, entre otras cosas, mediante la reducción o eliminación de los aranceles para usuarios, el establecimiento de planes
de seguros y otras medidas de ayuda financiera;
c) Promover el acceso a medicamentos esenciales y otras medidas terapéuticas a precios asequibles;
d) Educar y potenciar a las personas de edad en la utilización y selección
eficaz de servicios de salud y rehabilitación;
e) Poner en ejecución las obligaciones internacionales de garantizar el
acceso de las personas de edad a la atención primaria de la salud sin
discriminación por razones de edad u otras formas de discriminación.
f) Mejorar el acceso de las personas de edad a la atención primaria de salud y tomar medidas para eliminar la discriminación en la atención de
salud por razones de edad y otras formas de discriminación;
g) Utilizar tecnologías tales como la telemedicina, cuando se disponga de
ellas, y la enseñanza a distancia para reducir las limitaciones geográficas y logísticas en el acceso a la atención de la salud en zonas rurales.
76. Objetivo 2: Desarrollo y fortalecimiento de los servicios de atención
primaria de salud para atender a las necesidades de las personas de edad y
promover su inclusión en el proceso.
Medidas
a) Adoptar medidas para ofrecer acceso universal y en condiciones de igualdad a la atención primaria de la salud y establecer programas comunitarios de salud para las personas de edad.
b) Respaldar a las comunidades locales en la prestación de servicios sanitarios de apoyo a las personas de edad;
c) Incluir a la medicina tradicional en los programas de atención primaria
de salud cuando ello resulte apropiado y beneficioso;
d) Impartir a los trabajadores de atención primaria de salud y a los trabajadores sociales nociones básicas de gerontología y geriatría;
e) Alentar, en todos los niveles, las disposiciones e incentivos para movilizar a las empresas comerciales, especialmente a las empresas farmacéuticas, a fin de que hagan inversiones en investigaciones encamina-
254
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
das a descubrir medicamentos que se puedan distribuir a precios asequibles para curar las enfermedades que afligen en particular a las personas de edad en los países en desarrollo, e invitar a la Organización Mundial de la Salud a que considere la posibilidad de mejorar las alianzas
entre los sectores público y privado en materia de investigaciones sobre
la salud.
77. Objetivo 3: Instituir un continuo de atención de la salud para atender a
las necesidades de las personas de edad.
Medidas
a) Formular mecanismos reglamentarios en los niveles pertinentes para
establecer normas apropiadas de atención de la salud y la rehabilitación
de las personas de edad;
b) Aplicar estrategias de desarrollo comunitario para hacer una evaluación
sistemática de referencia de las necesidades básicas con destino a la planificación, ejecución y evaluación de los programas de salud locales. Esa
referencia debería incluir aportaciones de las personas de edad.
c) Mejorar la coordinación de la atención primaria de salud, la atención a
largo plazo y los servicios sociales y otros servicios comunitarios;
d) Apoyo a la prestación de atención paliativa1 y su integración en la atención general de la salud. A este fin, formular normas sobre capacitación
y atención paliativa y alentar los enfoques multidisciplinarios de todos
los proveedores de servicios de atención paliativa.
e) Promover el establecimiento y la coordinación de una gama completa
de servicios de atención continua, incluidos los de prevención y promoción, atención primaria, cuidados intensivos, rehabilitación, atención
de enfermedades crónicas y atención paliativa, de modo que los recursos se puedan desplegar con flexibilidad para atender a las variables y
cambiantes necesidades de salud de las personas de edad.
f) Establecer servicios gerontológicos especializados y perfeccionar la
coordinación de sus actividades con los servicios de atención primaria
de salud y los servicios de asistencia social.
78. Objetivo 4: Participación de las personas de edad en el desarrollo y
fortalecimiento de los servicios de atención primaria de salud y de atención a
largo plazo.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
255
Medidas
a) Incluir a las personas de edad en la planificación, la ejecución y evaluación de los programas de atención de la salud y rehabilitación;
b) Educar a los profesionales de salud y asistencia social para que incluyan plenamente a las personas de edad en la adopción de las decisiones
relativas a su propia atención;
c) Fomentar la autoasistencia de las personas de edad y aprovechar al máximo sus ventajas y capacidades en los servicios sanitarios y sociales;
d) Integrar las necesidades y percepciones de las personas de edad en la
formulación de la política sanitaria.
CUESTIÓN 3: LAS PERSONAS DE EDAD Y EL VIH/SIDA
79. El diagnóstico del VIH/Sida en las personas de edad resulta difícil porque los síntomas de la infección pueden confundirse con otros síndromes de
inmunodeficiencia que se dan en las personas de edad. Éstas pueden experimentar un riesgo mayor de infección por el VIH sólo porque en general no son
destinatarias de campañas de información pública y, en consecuencia, no reciben educación sobre cómo protegerse de la enfermedad.
80. Objetivo 1: Mejorar la evaluación de los efectos del VIH/Sida sobre la
salud de las personas de edad, tanto para los infectados como para las personas de edad que atienden a familiares infectados o sobrevivientes.
Medidas
a) Garantizar y ampliar la compilación de datos sobre el VIH/Sida a fin de
que se pueda evaluar el alcance de la infección por el VIH/Sida en las
personas de edad;
b) Prestar especial atención a las personas de edad que cuidan a pacientes
del VIH/Sida, incluso mediante la compilación de datos cuantitativos y
cualitativos sobre el estado de salud y las necesidades de las personas
de edad que prestan esa atención.
81. Objetivo 2: Proporcionar información adecuada, capacitar para la prestación de cuidados y proporcionar asistencia médica y apoyo social a las personas de edad infectadas por el VIH/Sida y a quienes les brindan cuidados.
256
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Medidas
a) Modificar según corresponda las estrategias de salud pública y prevención en función de la epidemiología local. La información relativa a la
prevención y los riesgos del VIH/Sida destinada a la población general
debe atender a las necesidades de las personas de edad;
b) Capacitar a las personas de edad que atienden a otras para ayudarles a
prestar una atención eficaz y al mismo tiempo reducir al mínimo los
posibles efectos adversos sobre su propia salud y bienestar.
c) Velar por que las estrategias de tratamiento y apoyo reconozcan las necesidades de las personas de edad infectadas por el VIH/Sida.
82. Objetivo 3: Fortalecimiento y reconocimiento de la contribución de las
personas de edad al desarrollo cuando brindan cuidados a los niños con enfermedades crónicas, incluido el VIH/Sida, y cuando sustituyen a los padres.
Medidas
a) Examinar los efectos económicos del VIH/Sida en las personas de edad,
especialmente cuando brindan cuidados, según lo acordado en la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/Sida;
b) Introducir políticas para proporcionar apoyo en especie, atención de la
salud y préstamos a las personas de edad que atienden a otros para ayudarlos a responder a las necesidades de hijos y nietos, de conformidad
con la Declaración del Milenio;
c) Promover la cooperación entre los organismos públicos y las Organizaciones No Gubernamentales que trabajan con niños, jóvenes y personas
de edad en las cuestiones relacionadas con el VIH/Sida;
d) Alentar la realización de estudios para comprender mejor y destacar la
contribución de las personas de edad al desarrollo económico y social
en todos los países, en particular los afectados gravemente por el VIH/
Sida, y divulgar esas comprobaciones con la mayor amplitud posible.
CUESTIÓN 4: CAPACITACIÓN DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS
DE SALUD Y DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
83. Existe en todo el mundo una necesidad imperiosa de ampliar las oportunidades educacionales en geriatría y gerontología para todos los profesiona-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
257
les de la salud que atienden a personas de edad y de ampliar los programas
educacionales sobre la salud y las personas de edad dirigidos a los profesionales del sector de servicios sociales. Las personas que atienden a otros en un
contexto no estructurado necesitan también tener acceso a la información y
capacitación básica en la atención de personas de edad.
84. Objetivo 1: Mejorar la información y la capacitación de los profesionales y paraprofesionales de salud y servicios sociales sobre las necesidades
de las personas de edad.
Medidas
a) Iniciar y promover programas de educación y formación para los profesionales de la salud y de los servicios sociales y de las personas que
atienden a otros en un contexto no estructurado respecto de los servicios y la atención para las personas de edad, incluidas la gerontología y
geriatría, y apoyar a todos los países, en particular a los países en desarrollo, en estas actividades;
b) Instituir programas de educación continuada para los profesionales de
la salud y los servicios sociales con la mira de aplicar un enfoque integrado de la salud, el bienestar y la atención de las personas de edad, así
como de los aspectos sociales y psicológicos del envejecimiento;
c) Ampliar la educación profesional en gerontología y geriatría, incluso
haciendo esfuerzos especiales para ampliar la matrícula de estudiantes
de geriatría y gerontología.
CUESTIÓN 5: NECESIDADES RELACIONADAS
CON LA SALUD MENTAL DE LAS PERSONAS DE EDAD
85. En todo el mundo, los problemas de la salud mental se cuentan entre las
causas principales de discapacidad y de reducción de la calidad de la vida. Es
evidente que los problemas de salud mental no son un resultado inevitable
del envejecimiento, pero el envejecimiento de la población hace prever un
aumento importante del número de personas de edad que padecen enfermedades mentales. Muchas veces, las pérdidas y los cambios de distinto tipo
que se sufren en la vida pueden dar lugar a una serie de trastornos de salud
mental cuyo diagnóstico, de no ser el adecuado, puede ocasionar un tratamiento equivocado del paciente, la falta de tratamiento o un internamiento
innecesario desde el punto de vista clínico.
258
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
86. Las estrategias para hacer frente a esas enfermedades incluyen la medicación, el apoyo psicosocial, los programas de formación con un enfoque
cognitivo, la formación de los familiares y profesionales que cuidan a los
enfermos y las estructuras especiales de atención en régimen interno.
87. Objetivo 1: Desarrollo de servicios amplios de atención de la salud mental que comprendan desde la prevención hasta la intervención temprana, la
prestación de servicios de tratamiento y la gestión de los problemas de salud
mental de las personas de edad.
Medidas
a) Formular y aplicar estrategias nacionales y locales destinadas a mejorar
la prevención, la detección temprana y el tratamiento de las enfermedades mentales en la vejez, con inclusión de los procedimientos de diagnóstico, la medicación adecuada, la psicoterapia y la capacitación de
los profesionales y demás personas que atienden a los ancianos;
b) Formular, de ser necesario, estrategias eficaces para elevar el nivel de
calidad de la evaluación y el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer
y otros trastornos relacionados en las primeras etapas de su manifestación. Esos trastornos deben investigarse partiendo de una base pluridisciplinaria en que se vean atendidas las necesidades de los pacientes, los
profesionales de la salud y las personas que cuidan a los enfermos.
c) Ofrecer programas para ayudar a las personas que padecen de la enfermedad de Alzheimer o enfermedades mentales debidas a otras causas
de demencia a vivir en sus hogares hasta tanto sea posible y a subvenir
a sus necesidades de salud;
d) Formular programas de apoyo a la autoayuda y prestar servicios de cuidados temporales para los pacientes, sus familias y otras personas que
presten asistencia;
e) Formular programas de terapia psicosocial para contribuir a la reintegración de los pacientes dados de alta de los hospitales;
f) Organizar una gama completa de servicios continuados en la comunidad para prevenir el internamiento innecesario.
g) Crear servicios y establecimientos que ofrezcan seguridad y tratamiento y que promuevan la dignidad personal para atender las necesidades
de las personas de edad que sufren trastornos mentales.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
259
h) Promover la divulgación de información sobre los síntomas, el tratamiento, las consecuencias y el pronóstico de las enfermedades mentales.
i) Prestar servicios de salud mental a las personas de edad que residen en
establecimientos de atención a largo plazo
j) Impartir formación permanente sobre la detección y evaluación de todos
los trastornos mentales y la depresión a los profesionales de la salud
CUESTIÓN 6: LAS PERSONAS DE EDAD Y LAS DISCAPACIDADES
88. La incidencia de la disminución de la capacidad y la discapacidad aumenta con la edad. Las mujeres de edad son particularmente vulnerables a la
discapacidad en la vejez debido, entre otras cosas, a las diferencias entre los
géneros por lo que respecta a la esperanza de vida y la propensión a las enfermedades, así como a las desigualdades por razón de sexo que han sufrido
durante su vida.
89. Los efectos de la disminución de la capacidad y la discapacidad se ven
agravados con frecuencia por los estereotipos negativos acerca de las personas con discapacidades, que pueden causar que se minusvalore su capacidad
y que las políticas sociales no les permitan hacer efectivas todas sus posibilidades.
90. Las intervenciones propiciatorias y los entornos favorables para todas
las personas de edad son indispensables para promover la independencia y
habilitar a las personas de edad que tienen discapacidades para que participen plenamente en todos los aspectos de la sociedad. El envejecimiento de
las personas con problemas cognitivos es un factor que debe tenerse presente
en los procesos de planificación y adopción de decisiones.
91. Objetivo 1. Mantenimiento de una capacidad funcional máxima durante toda la vida y promoción de la participación plena de las personas de edad
con discapacidades.
Medidas
a) Garantizar que en los programas de trabajo de los organismos encargados de las políticas nacionales y la coordinación de programas sobre
discapacidades se preste atención a las cuestiones relativas a las personas de edad con discapacidades;
b) Formular políticas, legislación, planes y programas nacionales y locales, según convenga, para tratar y prevenir las discapacidades en que se
260
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
tenga en cuenta el sexo y la edad, así como los factores sanitarios, ambientales y sociales;
c) Proporcionar servicios de rehabilitación física y mental para las personas de edad con discapacidades
d) Formular programas de base comunitaria para impartir educación sobre
las causas de las discapacidades e informar sobre la forma de prevenirlas o sobrellevarlas durante toda la vida;
e) Crear normas y entornos propicios para las personas de edad con el fin
de contribuir a impedir la aparición o el empeoramiento de las discapacidades;
f) Promover la construcción de viviendas para personas de edad discapacitadas en que se reduzcan los obstáculos y se potencien los estímulos
para llevar una vida independiente, y, siempre que sea posible, hacer
accesibles a las personas de edad con discapacidades los espacios, transportes y otros servicios públicos, así como los locales y servicios comerciales que utilice el público en general.
g) Estimular que se ofrezca rehabilitación, cuidados adecuados y tecnologías de asistencia a las personas de edad con discapacidades a fin de
satisfacer su necesidad de servicios, apoyo y plena integración en la
sociedad.
h) Promover, de conformidad con el derecho internacional aplicable, en particular los acuerdos internacionales que hayan sido objeto de adhesión,
que los productos farmacéuticos o las tecnologías médicas sean accesibles para todos sin discriminación, incluidos los sectores más vulnerables de la población, y sus precios sean asequibles para todos.
i) Alentar y facilitar la creación de organizaciones de autoayuda de las
personas de edad con discapacidades y las personas que les cuidan.
j) Alentar la receptividad de los empleadores respecto de las personas de
edad con discapacidades que siguen siendo productivas y capaces de realizar un trabajo remunerado o voluntario.
ORIENTACIÓN PRIORITARIA III: CREACIÓN DE UN ENTORNO
PROPICIO Y FAVORABLE
92. El fomento de un entorno propicio para el desarrollo social fue uno de los
objetivos principales convenidos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social. Ese objetivo fue reafirmado y fortalecido en el vigésimo cuarto perio-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
261
do extraordinario de sesiones de la Asamblea General, dedicado al desarrollo
social. El compromiso incluía un marco de condiciones esenciales, tales como
sistemas políticos participatorios, transparentes y responsables, y el buen
gobierno en los planos nacional e internacional, como se estipula en la Declaración del Milenio; el reconocimiento de la naturaleza universal, indivisible, interdependiente e interrelacionada de todos los derechos humanos; el
aumento de la asistencia externa a los países en desarrollo mediante la asistencia oficial para el desarrollo y el alivio de la deuda; el reconocimiento de
la importante interacción entre las políticas ambientales, económicas y sociales; un mejor acceso de los países en desarrollo y los países con economías en transición a los mercados de los países desarrollados; y la reducción
de las consecuencias adversas de las perturbaciones financieras internacionales. La realización de esos y otros aspectos de un entorno propicio, junto
con el crecimiento económico y el desarrollo social al que contribuyen, hará
posible el logro de los objetivos y políticas convenidos en el presente Plan de
Acción.
93. La movilización de recursos nacionales e internacionales destinados al
desarrollo social es un componente esencial para la aplicación del Plan de
Acción Internacional sobre el Envejecimiento. Desde 1982 se presta una atención cada vez mayor a las reformas encaminadas a promover la utilización
eficaz y eficiente de los recursos existentes. Sin embargo, las deficiencias en
la generación y recaudación de los ingresos nacionales, sumadas a los nuevos problemas de los servicios sociales y los sistemas de protección social
como consecuencia, por ejemplo, de cambios demográficos y de otros factores, hacen peligrar la financiación de los servicios sociales y los sistemas de
protección social en muchos países. También se acepta cada vez más que la
creciente carga de la deuda a que se enfrentan los países en desarrollo más
endeudados es insostenible y constituye uno de los obstáculos principales
para que se pueda progresar en el desarrollo sostenible centrado en las personas y en la erradicación de la pobreza. Para muchos países en desarrollo, así
como países con economías en transición, el excesivo servicio de la deuda ha
limitado gravemente su capacidad de promover el desarrollo social y proporcionar servicios básicos.
94. Observamos con preocupación las estimaciones actuales de una terrible escasez de los recursos necesarios para lograr los objetivos de desarrollo
convenidos internacionalmente, incluidos los contenidos en la Declaración
del Milenio de las Naciones Unidas. El logro de los objetivos de desarrollo
262
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
convenidos internacionalmente, incluidos los contenidos en la Declaración
del Milenio, exige una nueva asociación entre los países desarrollados y en
desarrollo. Nos comprometemos a adoptar políticas saneadas, a llevar a cabo
una buena administración a todos los niveles y a aplicar el principio de legalidad. También nos comprometemos a movilizar recursos nacionales, a atraer
corrientes internacionales, a promover el comercio internacional como motor del desarrollo, a aumentar la financiación internacional y la cooperación
técnica para el desarrollo, la financiación sostenible de la deuda y el alivio
de la deuda externa, y a mejorar la coherencia y consistencia de los sistemas de
comercio, financieros y monetarios internacionales.
95. Son también indispensables los compromisos de fortalecer las políticas y programas con el objeto de crear sociedades inclusivas y cohesionadas
para todos —hombres y mujeres, niños, jóvenes y personas de edad—. Sean
cuales fueren las circunstancias en que se encuentren las personas de edad,
todas ellas tienen derecho a vivir en un entorno que realce sus capacidades.
Si bien algunas personas de edad necesitan un alto grado de atención y apoyo
físicos, la mayoría quieren seguir siendo activas y productivas, incluso mediante actividades voluntarias, y son capaces de hacerlo. Es necesario adoptar políticas que habiliten a las personas de edad y respalden sus aportaciones
a la sociedad. Esto incluye el acceso a los servicios básicos, tales como el
agua potable y los alimentos adecuados. Es necesario, también, adoptar políticas que fortalezcan el desarrollo y la independencia durante toda la vida y
presten apoyo a las instituciones sociales sobre la base de los principios de la
reciprocidad y la interdependencia. Los gobiernos deben desempeñar una
función primordial en la formulación y aplicación de políticas que promuevan un entorno propicio de esa índole y al mismo tiempo hagan participar a la
sociedad civil y a las propias personas de edad.
CUESTIÓN 1: LA VIVIENDA Y LAS CONDICIONES DE VIDA
96. Para las personas de edad, la vivienda y el entorno son particularmente
importantes debido a factores como la accesibilidad y la seguridad, la carga
financiera que supone mantener un hogar y la importante seguridad emocional y psicológica que brinda el hogar. Es un hecho reconocido que una vivienda satisfactoria puede ser beneficiosa para la salud y el bienestar. También es importante que, siempre que sea posible, las personas de edad tengan
la posibilidad de elegir debidamente el lugar donde quieren vivir, factor que
es preciso incorporar a las políticas y programas.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
263
97. En los países en desarrollo y en algunos países con economías en transición se está produciendo un envejecimiento demográfico rápido en un marco
de urbanización constante, y un número cada vez mayor de personas que está
envejeciendo en las zonas urbanas carece de vivienda y servicios asequibles.
Al mismo tiempo, un gran número de personas está envejeciendo en soledad
en las zonas rurales y ya no en el entorno tradicional de la familia extensa.
Abandonadas a sus propios medios, a menudo carecen de transporte adecuado y de sistemas de apoyo.
98. En los países desarrollados, las zonas edificadas y el transporte adecuado para las personas de edad son también causa de creciente preocupación. Las nuevas zonas residenciales suelen estar pensadas para familias jóvenes que cuentan con medios de transporte propios. El transporte es
problemático en las zonas rurales porque las personas de edad, a medida que
van envejeciendo, dependen más del transporte público, que suele ser deficiente en esas zonas. Por otra parte, algunas personas de edad tal vez sigan
viviendo en casas que ya no pueden mantener después de que sus hijos han
dejado el domicilio familiar o después de la muerte del cónyuge.
99. Objetivo 1: Promover el envejecimiento en la comunidad en que se ha
vivido, teniendo debidamente en cuenta las preferencias personales y las posibilidades en materia de vivienda asequible para las personas de edad.
Medidas
a) Promover el desarrollo de comunidades en que se integren las distintas
edades;
b) Coordinar los esfuerzos multisectoriales que se realicen para apoyar el
mantenimiento de la integración de las personas de edad con sus familias y comunidades;
c) Alentar las inversiones en infraestructuras locales como las de transporte, salud, sanidad y seguridad, concebidas en apoyo de comunidades
multigeneracionales;
d) Instaurar políticas y apoyar iniciativas dirigidas a facilitar el acceso de
las personas de edad a los bienes y servicios;
e) Promover la asignación equitativa de viviendas sociales a las personas
de edad;
f) Vincular la vivienda asequible con los servicios de protección social
para lograr la integración de las condiciones de alojamiento, la atención
a largo plazo y las oportunidades de interacción social.
264
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
g) Promover el diseño de viviendas adaptadas a la edad de sus habitantes y
accesibles, y garantizar la facilidad de acceso a los edificios y espacios
públicos;
h) Proporcionar a las personas de edad, a sus familias y a las personas que
las cuidan información y asesoramiento, de modo oportuno y eficaz,
sobre las opciones de que disponen en materia de vivienda;
i) Garantizar que en las viviendas destinadas a las personas de edad se
tengan suficientemente en cuenta sus necesidades de asistencia y culturales;
j) Promover la creciente variedad de opciones existentes en materia de
vivienda para las personas de edad.
100. Objetivo 2: Mejoramiento del diseño ambiental y de la vivienda para
promover la independencia de las personas de edad teniendo en cuenta sus
necesidades, particularmente las de quienes padecen discapacidades.
a) Velar por que en los nuevos espacios urbanos no haya obstáculos a la
movilidad y el acceso;
b) Promover el uso de tecnología y de servicios de rehabilitación concebidos para propiciar una vida independiente;
c) Diseñar alojamientos y espacios públicos que satisfagan la necesidad
de disponer de viviendas compartidas y multigeneracionales;
d) Ayudar a las personas de edad a conseguir que sus viviendas estén libres de obstáculos a la movilidad y el acceso.
101.
Objetivo 3: Mejorar la disponibilidad de transporte accesible y
económicamente asequible para las personas de edad.
Medidas
a) Mejorar la disponibilidad de servicios eficientes de transporte público
en las zonas rurales y urbanas;
b) Facilitar el crecimiento de las nuevas formas de transporte público y
privado en las zonas urbanas como las empresas y servicios basados en
la vecindad;
c) Promover el adiestramiento y la evaluación de los conductores de edad,
el diseño de carreteras más seguras y de nuevos tipos de vehículos que
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
265
tengan en cuenta las necesidades de las personas de edad y de las personas con discapacidades.
CUESTIÓN 2: ASISTENCIA Y APOYO A LAS PERSONAS
QUE PRESTAN ASISTENCIA
102. La asistencia a quienes la necesitan, ya sea prestada por personas de
edad o destinada a ellas, corre a cargo principalmente de la familia o la comunidad, especialmente en los países en desarrollo. Las familias y las comunidades también desempeñan una función fundamental en la prevención, la
atención, el apoyo y el tratamiento para las personas afectadas por el VIH/
Sida. Cuando quienes prestan asistencia son personas de edad, deben tomarse medias para ayudarles, y cuando son esas personas las que reciben la asistencia, es necesario establecer y reforzar los recursos humanos y las infraestructuras de salud y sociales como medida ineludible para lograr unos servicios
eficaces de prevención, tratamiento, asistencia y apoyo. Este sistema asistencial debe estar respaldado y reforzado por políticas públicas a medida que aumenta la proporción de población necesitada de esa asistencia.
103. Incluso en los países que cuentan con políticas de asistencia estructurada bien formuladas, los vínculos intergeneracionales y el sentimiento de
reciprocidad hacen que la mayor parte de la asistencia que se presta siga
siendo no estructurada. La asistencia no estructurada tiene un carácter complementario y no sustituye a la asistencia profesional. En todos los países se
considera que lo ideal es envejecer en el seno de la propia comunidad. Sin
embargo, en muchos la atención familiar no remunerada está creando nuevas
tensiones económicas y sociales. Hoy se reconoce, en particular, el costo que
representa para la mujer, que sigue prestando la mayor parte de la asistencia
no estructurada. Las mujeres que la prestan deben soportar el costo financiero de una contribución reducida a los regímenes de pensiones debida a sus
ausencias del mercado laboral, a la pérdida de oportunidades de ascenso y a
sus menores ingresos. También deben afrontar el costo físico y emocional de
las tensiones resultantes de intentar compaginar las obligaciones laborales
con las domésticas. Esa situación reviste una dificultad especial para las
mujeres con hijos que deben atender también a personas de edad.
104. En muchas partes de África, la pandemia del VIH/Sida ha obligado a
mujeres de edad que ya viven en circunstancias difíciles a asumir la carga
adicional del cuidado de hijos y nietos con VIH/Sida y de nietos a los que el
266
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
sida ha dejado huérfanos. En un momento en que es más normal que los hijos
adultos se ocupen de los padres que envejecen, muchas personas de edad se
encuentran con la inesperada responsabilidad de atender a sus hijos enfermos o de convertirse en los únicos padres de sus nietos.
105. En los dos decenios últimos, la atención comunitaria y el envejecimiento en el seno de la propia comunidad han pasado a ser un objetivo de las
políticas de muchos gobiernos. En ocasiones el motivo subyacente ha sido
financiero, porque, partiendo del supuesto de que las familias prestarán la
mayor parte de la atención, se espera que la asistencia comunitaria cueste
menos que la residencial. Si no se les presta una ayuda suficiente, los miembros de la familia encargados de atender a las personas de edad pueden verse
superados por esa carga. Además, aun en los casos en que existen sistemas
estructurados de asistencia comunitaria, éstos suelen carecer de la capacidad
suficiente porque tienen escasos recursos y están mal coordinados. En consecuencia, la asistencia residencial puede ser la solución preferible para las
personas de edad enfermas y para los encargados de atenderlas. Dada la multiplicidad de aspectos que presentan estas cuestiones, es conveniente disponer de diversas soluciones económicamente asequibles que abarquen desde
la asistencia familiar hasta la institucional. En última instancia, la participación de las personas de edad en la evaluación de sus propias necesidades y la
supervisión de la prestación de los servicios es decisiva a la hora de optar por
la solución más conveniente.
106. Objetivo 1: Ofrecer asistencia y servicios continuados, de diversas
fuentes, a las personas de edad y apoyo a las personas que prestan asistencia.
Medidas
a) Tomar medidas para proporcionar asistencia comunitaria y apoyo a la
atención familiar;
b) Mejorar la calidad de la asistencia y el acceso a la asistencia comunitaria a largo plazo que se presta a las personas de edad que viven solas, a
fin de prolongar su capacidad para vivir con independencia como posible alternativa a la hospitalización y al ingreso en residencias de ancianos;
c) Apoyar a los encargados de prestar asistencia impartiéndoles capacitación, suministrándoles información y utilizando mecanismos psicológicos, económicos, sociales y legislativos;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
267
d) Tomar medidas para garantizar la prestación de asistencia a las personas de edad que no dispongan de apoyo no estructurado, hayan dejado
de tenerlo o no lo deseen;
e) Facilitar el estudio comparativo de los sistemas de asistencia de distintas culturas y contextos;
f) Formular y aplicar estrategias para atender las necesidades especiales
de las personas de edad que prestan asistencia a personas con discapacidades cognitivas;
g) Establecer y aplicar normas y mecanismos para garantizar la calidad de
la asistencia prestada en contextos estructurados.
h) Organizar sistemas de apoyo social, estructurados y no estructurados, a
fin de potenciar la capacidad de las familias para cuidar a las personas
de edad en el ámbito familiar, incluyendo, en particular, la prestación de
apoyo y servicios a largo plazo al número creciente de personas de edad
que tienen una salud delicada;
i) Potenciar, mediante las medias convenientes, la independencia de las
mujeres y hombres de edad y crear condiciones que promuevan su calidad de vida y les permitan trabajar y vivir de forma independiente en su
propia comunidad tanto tiempo como sea posible o como ellos deseen;
j) Promover la prestación de asistencia comunitaria y el apoyo a la atención familiar tomando en consideración la distribución equitativa entre
las mujeres y los hombres de las responsabilidades de los cuidados
mediante medidas para lograr una mejor compaginación de la vida laboral y familiar.
107. Objetivo 2: Apoyo a la función asistencial que desempeñan las personas de edad, particularmente las mujeres de edad.
Medidas
a) Estimular la prestación de apoyo social, los servicios para aliviar la carga de trabajo, el asesoramiento y la información con destino a las personas de edad que se ocupan de atender a otros y a los familiares bajo su
cuidado.
b) Determinar formas de ayudar a las personas de edad, especialmente las
mujeres de edad, que prestan asistencia a otros y atender sus necesidades sociales, económicas y psicológicas particulares;
268
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
c) Fortalecer el papel positivo de los abuelos en la crianza de sus nietos;
d) Tener en cuenta, en los planes de prestación de servicios, el número cada
vez mayor de personas de edad que proporcionan asistencia a otros.
CUESTIÓN 3: ABANDONO, MALTRATO Y VIOLENCIA
108. El abandono, el maltrato y la violencia contra las personas de edad pueden adoptar muchas formas —física, psicológica, emocional, financiera— y
se producen en todas las esferas sociales, económicas, étnicas y geográficas.
El proceso del envejecimiento entraña la reducción de la capacidad de recuperarse, por lo que las personas de edad que han sido víctimas de malos tratos
pueden no llegar a recobrarse nunca del todo, física o emocionalmente, de la
experiencia sufrida. El efecto de la experiencia traumática puede verse agravado por el hecho de que la vergüenza y el miedo producen una renuencia a
pedir ayuda. Las comunidades deben trabajar unidas para prevenir los malos
tratos, el fraude al consumidor y los delitos contra las personas de edad. Es
necesario que los profesionales reconozcan los riesgos de abandono, maltrato o violencia por parte de los encargados, profesionales o no, de atender a
las personas de edad en el hogar o en contextos comunitarios o institucionales.
109. Las mujeres de edad corren mayor riesgo de ser objeto de maltrato
físico y psicológico debido a las actitudes sociales discriminatorias y a la no
realización de los derechos humanos de la mujer. Algunas prácticas tradicionales y costumbres perjudiciales se traducen en malos tratos y violencia contra las mujeres de edad, situación que suele verse agravada por la pobreza y
la falta de acceso a la protección de la ley.
110. La pobreza de la mujer se relaciona directamente con la ausencia de
oportunidades económicas y autonomía, la falta de acceso a los recursos económicos, incluidos el crédito, la tenencia de la tierra y la herencia, la falta de
acceso a la educación y los servicios de apoyo, y su participación mínima en
los procesos de adopción de decisiones. Asimismo, la pobreza puede poner a
la mujer en situaciones en que es vulnerable a la explotación sexual.
111. Objetivo 1: Eliminación de todas las formas de abandono, abuso y
violencia contra las personas de edad.
Medidas
a) Sensibilizar a los profesionales y educar al público en general, valiéndose de los medios de difusión y campañas de concienciación, sobre la
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
269
cuestión de los abusos contra las personas de edad y sus diversas características y causas;
b) Abolir los ritos de viudez que atentan contra la salud y el bienestar de
las mujeres;
c) Promulgar leyes y establecer medidas legales para eliminar los abusos
contra las personas de edad;
d) Eliminar las prácticas nocivas tradicionales que afectan a las personas
de edad;
e) Promover la cooperación entre el gobierno y la sociedad civil, incluidas
las Organizaciones No Gubernamentales para hacer frente al mal trato
de las personas de edad, entre otras cosas, desarrollando iniciativas comunitarias;
f) Reducir al mínimo los riesgos que entrañan para las mujeres de edad
todas las formas de abandono, maltrato y violencia, creando en el público mayor conciencia de esos fenómenos, y protegiéndolas de ellos, especialmente en situaciones de emergencia;
g) Alentar a que se sigan investigando más amplia de las causas, naturaleza, magnitud, gravedad y consecuencias de todas las formas de violencia contra las mujeres y los hombres de edad y dar amplia difusión a las
conclusiones de las investigaciones y estudios.
112. Objetivo 2: Creación de servicios de apoyo para atender a los casos
de abuso y mal trato contra las personas de edad.
Medidas
a) Establecer servicios para las víctimas de malos tratos y procedimientos
de rehabilitación para quienes los cometen;
b) Alentar a los profesionales de la salud y de servicios sociales y al público en general a que informen sobre los casos en que se sospeche la
existencia de malos tratos a personas de edad;
c) Alentar a los profesionales de la salud y de servicios sociales a que
informen a las personas de edad que puedan haber recibido malos tratos
de la protección y apoyo de que disponen;
d) Incluir en la capacitación de las profesiones asistenciales la forma de encarar los casos de maltrato a las personas de edad;
e) Establecer programas de información para prevenir a las personas de
edad del fraude contra los consumidores;
270
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
CUESTIÓN 4: IMÁGENES DEL ENVEJECIMIENTO
113. Una imagen positiva del envejecimiento es un aspecto esencial del Plan
de Acción Internacional sobre el Envejecimiento 2002. El reconocimiento de
la autoridad, la sabiduría, la dignidad y la prudencia que son fruto de la experiencia de toda una vida ha caracterizado normalmente el respeto con que se
ha tratado a la ancianidad en el curso de la historia. En algunas sociedades, a
menudo se desatienden esos valores y se representa a las personas de edad
desproporcionadamente como remoras para la economía, debido a sus crecientes necesidades en materia de servicios de salud y apoyo. Aunque el goce
de la salud en los años de la vejez es, naturalmente, una cuestión cada vez
más importante para las personas de edad, la concentración de la atención
pública en la magnitud y el costo de los servicios de atención a la salud, las
pensiones y otros servicios ha promovido una imagen negativa del envejecimiento. Las imágenes que destacan el atractivo, la diversidad y la creatividad
de las personas de edad y su contribución vital a la sociedad deben competir
con ella por despertar la atención del público. Las mujeres de edad se ven
particularmente afectadas por los estereotipos engañosos y negativos: en lugar de representarlas de manera que reflejen sus aportaciones, sus puntos
fuertes, su inventiva y sus calidades humanas, suelen ser representadas como
débiles y dependientes, lo que refuerza las prácticas excluyentes a nivel nacional y local.
114. Objetivo 1: Mayor reconocimiento público de la autoridad, la sabiduría, la productividad y otras contribuciones importantes de las personas de
edad.
Medidas
a) Elaborar y promover ampliamente un marco normativo donde exista
una responsabilidad individual y colectiva de reconocer las contribuciones pasadas y presentes de las personas de edad, procurando contrarrestar mitos e ideas preconcebidas y, por consiguiente, tratar a las personas de edad con respeto y gratitud, dignidad y consideración;
b) Alentar a los medios de difusión de masas a promover imágenes en que
se destaquen la sabiduría, los puntos fuertes, las aportaciones, el valor y
la inventiva de las mujeres y los hombres de edad, incluidas las personas de edad con discapacidades;
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
271
c) Alentar a los educadores a que reconozcan e incorporen en sus cursos
las aportaciones hechas por las personas de todas las edades, incluidas
las personas de edad;
d) Alentar a los medios de difusión a trascender la presentación de estereotipos e iluminar la diversidad plena de la humanidad;
e) Reconocer que los medios de difusión son precursores del cambio y
pueden actuar como factores orientadores en la promoción del papel
que corresponde a las personas de edad en las estrategias de desarrollo,
incluso en las zonas rurales;
f) Facilitar las aportaciones de las mujeres y hombres de edad a la presentación de sus actividades y preocupaciones por parte de los medios de
difusión;
g) Alentar a los medios de difusión y a los sectores público y privado a evitar la discriminación por razones de edad en el empleo y presentar imágenes positivas de las personas de edad;
h) Promover una imagen positiva de las aportaciones de las mujeres de edad
a fin de aumentar su autoestima.
III. APLICACIÓN Y SEGUIMIENTO
115. La aplicación del Plan de Acción sobre el Envejecimiento, 2002 requerirá una acción sostenida en todos los niveles a fin de responder a los cambios demográficos que se producirán y de movilizar las capacidades y energías de las personas de edad. Requerirá una evaluación sistemática a fin de
responder a nuevos desafíos. Además hay una necesidad crítica y permanente de asistencia internacional para ayudar a los países en desarrollo a aplicar
políticas relativas al envejecimiento.
116. La aplicación del Plan de Acción exige, entre otras cosas, una concepción política, económica, ética y espiritual del desarrollo social de las personas de edad basada en la dignidad humana, los derechos humanos, la
igualdad, el respeto, la paz, la democracia, la responsabilidad mutua y la cooperación y el pleno respeto de los distintos valores religiosos y éticos y contextos culturales.
272
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
MEDIDAS EN EL PLANO NACIONAL
117. Los gobiernos tienen la responsabilidad primordial de aplicar las recomendaciones generales del Plan de Acción Internacional. Una primera medida
necesaria para que la aplicación del Plan sea un éxito es incorporar el envejecimiento y los problemas de las personas de edad a los marcos nacionales de
desarrollo y las estrategias nacionales de erradicación de la pobreza. Se procederá simultáneamente a la renovación de los programas, la movilización
de recursos financieros y el desarrollo de los recursos humanos necesarios.
En consecuencia, los progresos en la aplicación del Plan dependerán de que
se establezca una colaboración eficaz entre los gobiernos, todos los integrantes de la sociedad civil y el sector privado. En consecuencia, los progresos en
la aplicación del Plan dependerán de que se establezca una colaboración eficaz entre los gobiernos, todos los integrantes de la sociedad civil y el sector
privado, así como un entorno propicio basado, entre otras cosas, en la democracia, el imperio de la ley, el respeto de todos los derechos humanos, las libertades fundamentales y el buen gobierno a todos los niveles, incluidos los
niveles nacional e internacional.
118. Es importante el papel que cumplen las Organizaciones No Gubernamentales de apoyo a los gobiernos en la aplicación, evaluación y seguimiento
del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento.
119. Habrá que promover mecanismos institucionales de seguimiento del
Plan de Acción, lo que incluye, según proceda, la creación de organismos
encargados del envejecimiento y comités nacionales. Los comités nacionales
sobre el envejecimiento con representantes de los sectores pertinentes de la
sociedad civil, especialmente organizaciones de personas de edad, pueden
aportar contribuciones muy valiosas y servir como mecanismos nacionales
de asesoramiento y coordinación sobre el envejecimiento.
120. Entre otros elementos decisivos de la aplicación se cuentan la existencia de organizaciones eficaces de personas de edad; la realización de actividades educacionales, de capacitación e investigación sobre el envejecimiento; y la reunión de datos nacionales y su análisis, como la compilación de
información desglosada por sexo y por edad para la planificación, supervisión y evaluación de políticas. También es valiosa la supervisión independiente e imparcial de los progresos de la aplicación que puedan llevar a cabo
instituciones autónomas. Los gobiernos, y también la sociedad civil, pueden
facilitar la movilización de recursos por las organizaciones que representan y
apoyan a las personas de edad aumentando los incentivos.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
273
121. Reconocemos que la mundialización y la interdependencia están
abriendo nuevas oportunidades mediante el comercio, las inversiones y las
corrientes de capital, y los avances en la tecnología, incluida la tecnología de
la información, para el crecimiento de la economía mundial, el desarrollo y
el mejoramiento de los niveles de vida en el mundo entero. Al mismo tiempo,
persisten graves problemas, inclusive graves crisis financieras, la inseguridad, la pobreza, la exclusión y la desigualdad en el seno de las sociedades y
entre ellas. Los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados, así como algunos países con economía en transición, siguen encarnando obstáculos considerables para lograr una mayor integración y la plena
participación en la economía mundial. A menos que los beneficios del desarrollo social y económico se extiendan a todos los países, un número cada
vez mayor de personas de todos los países e incluso regiones enteras permanecerán marginadas de la economía mundial. Debemos actuar en este momento a fin de superar esos obstáculos que afectan a los pueblos y a los
países y hacer realidad el pleno caudal de posibilidades que se presentan para
beneficio de todos.
122. La mundialización ofrece oportunidades pero plantea problemas. Ante
esos problemas y oportunidades los países en desarrollo y los países con
economía en transición se enfrentan con dificultades especiales. El proceso
de mundialización debe basarse en la equidad e incluir a todos; hay una gran
necesidad de formular y aplicar políticas y medidas en los planos nacional e
internacional, con la plena y activa participación de los países en desarrollo y
los países con economía en transición para ayudarlos a superar esos problemas y aprovechar esas oportunidades.
MEDIDAS EN EL PLANO INTERNACIONAL
123. A fin de complementar las actividades nacionales en pro del desarrollo
es indispensable mejorar la cooperación internacional para apoyar a los países en desarrollo, los países menos desarrollados y los países con economías
en transición a aplicar el presente plan, reconociendo al mismo tiempo la
importancia de la asistencia y del suministro de asistencia financiera. Entre
otras cosas.
• A fin de complementar las actividades nacionales en pro del desarrollo,
reconocemos la necesidad urgente de mejorar la coherencia, la gobernabilidad
y la consistencia de los sistemas monetarios, financieros y comerciales inter-
274
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
nacionales. Para coadyuvar a ese propósito, subrayamos la importancia de
que se siga mejorando la gestión de la economía mundial y se siga fortaleciendo el liderazgo de las Naciones Unidas en el fomento del desarrollo. Con
la misma finalidad, deberían fortalecerse las actividades a nivel nacional para
mejorar la coordinación entre los ministerios e instituciones pertinentes. Del
mismo modo, deberíamos promover la coordinación de las instituciones internacionales en materia de políticas y programas y la coherencia a los niveles operacional e internacional para satisfacer las metas de desarrollo de la
Declaración del Milenio de un crecimiento económico sostenido, la eliminación de la pobreza y un desarrollo sostenible.
• Es necesario sostener la importante acción internacional en marcha para
reformar la arquitectura financiera internacional dándole mayor transparencia y garantizando la participación efectiva de los países en desarrollo y los
países con economías en transición. Uno de los principales objetivos de la
reforma es mejorar la financiación para el desarrollo y la eliminación de la pobreza. Subrayamos también que asumimos el compromiso de promover sectores financieros internos sólidos, que hagan una contribución esencial a las
actividades nacionales de desarrollo, como importante componente de una
arquitectura financiera internacional que preste apoyo al desarrollo.
• Instando a actuar rápidamente y en forma concertada para tratar eficazmente los problemas de la deuda de los países menos adelantados, los países
en desarrollo de bajos ingresos y los países en desarrollo de ingresos medios
en forma integral, equitativa, orientada hacia el desarrollo y durable mediante diversas medidas nacionales e internacionales encaminadas a que su deuda
sea sostenible a largo plazo, lo que incluye, según proceda, los mecanismos
ordenados existentes de reducción de la deuda, tales como la permuta de deuda por proyectos.
• Reconoce que se necesitará un aumento sustancial de la AOD y otros
recursos para que los países en desarrollo alcancen las metas y objetivos de
desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los que figuran en la
Declaración del Milenio.
• Insta a los países desarrollados que aún no lo hayan hecho a que adopten
medidas concretas para alcanzar el objetivo de destinar el 0,7% del producto
nacional bruto (PNB) para los países en desarrollo y el 0,15% del PNB de los
países desarrollados a los países menos desarrollados y alienta a los países en
desarrollo a que consoliden los progresos logrados para utilizar eficazmente
la AOD a fin de alcanzar sus metas y objetivos de desarrollo.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
275
124. Una mayor cooperación internacional con una orientación definida y
un compromiso efectivo de los países desarrollados y los organismos internacionales de desarrollo harán posible y reforzarán la aplicación del Plan.
Se invita a las instituciones financieras internacionales y a los bancos regionales de desarrollo a examinar y reajustar sus procedimientos de concesión de préstamos y subsidios para garantizar que se reconozca a las personas
de edad como un recurso para el desarrollo y se las tenga en cuenta en las
políticas y proyectos como parte del esfuerzo por ayudar a los países en desarrollo y países con economías en transición a aplicar el Plan de Acción.
Del mismo modo, es importante que los fondos y programas de las Naciones Unidas se comprometan a incorporar la cuestión del envejecimiento a sus
programas y proyectos, incluso a nivel nacional. También es sumamente importante el apoyo de la comunidad internacional y los organismos internacionales de desarrollo a las organizaciones dedicadas concretamente a promover la capacitación y la creación de capacidad en materia de envejecimiento
en los países en desarrollo. Otras prioridades para la cooperación internacional sobre el envejecimiento deben incluir intercambios de experiencias y prácticas óptimas, investigadores y resultados de la investigación y reunión de datos
para apoyar la elaboración de políticas y programas según proceda; la institución de proyectos generadores de ingresos, y la difusión de información.
125. La Junta de Jefes Ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas para
la coordinación debería incluir en su programa la aplicación en todo el sistema del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002. Los centros de coordinación que se establecieron en el sistema de las Naciones Unidas como parte de los preparativos para la Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento deberían mantenerse y reforzarse. Habría que mejorar la capacidad institucional del sistema de las Naciones Unidas para cumplir sus
obligaciones en lo referente a la aplicación del Plan.
126. En su carácter de centro de coordinación sobre el envejecimiento del
sistema de las Naciones Unidas, la actividad primordial del programa sobre
envejecimiento del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales consistirá en facilitar y promover el Plan, lo que incluirá: la formulación de directrices para el desarrollo y la aplicación de políticas; la promoción de medios
de incorporar las cuestiones relativas al envejecimiento a los programas de
desarrollo; el diálogo con la sociedad civil y el sector privado; y el intercambio de información.
127. A las comisiones regionales de las Naciones Unidas les corresponde
la responsabilidad de traducir el Plan en planes de acción regionales. Igual-
276
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
mente, deben prestar asistencia a las instituciones nacionales que lo solicitan
para la aplicación y supervisión de las medidas que adopten en relación con
el envejecimiento. El Consejo Económico y Social podría fortalecer la capacidad de las comisiones regionales al respecto. Asimismo deberían apoyarse
las actividades de las Organizaciones No Gubernamentales regionales encaminadas a desarrollar redes para promover el Plan.
INVESTIGACIÓN
128. Es preciso promover y desarrollar una investigación integral, diversificada
y especializada sobre el envejecimiento en todos los países, en particular en
los países en desarrollo. La investigación, inclusive la reunión y el análisis
de datos en que se tengan en cuenta la edad y el género, ofrece un fundamento esencial para la adopción de políticas eficaces. Una de las tareas principales del componente de investigación del Plan de Acción es facilitar, según
proceda, la aplicación de las recomendaciones y medidas definidas en el Plan.
La disponibilidad de información fiable es indispensable para identificar
nuevos problemas y adoptar recomendaciones. Para facilitar la oportuna adopción de políticas, también es necesario elaborar y utilizar, según proceda,
instrumentos prácticos y completos de evaluación como indicadores clave.
129. También se necesita investigación internacional sobre el envejecimiento en apoyo a la adopción de políticas sobre el envejecimiento y al éxito
operacional del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002.
De esta forma se ayudaría a promover la coordinación internacional de la
investigación sobre el envejecimiento.
SUPERVISIÓN, EXAMEN Y ACTUALIZACIÓN
EN EL PLANO MUNDIAL
130. Para que el Plan consiga mejorar la calidad de vida de las personas de
edad es fundamental que los Estados Miembros efectúen un examen sistemático de su aplicación. Los gobiernos, en colaboración con otros interesados,
pueden decidir las formas de examen adecuadas. Convendría que los Estados
Miembros compartieran los resultados de este examen periódico.
131. La Comisión de Desarrollo Social se encargará del seguimiento y la
evaluación de la ejecución del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002. La Comisión integrará en su labor las distintas dimensiones
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
277
del envejecimiento de la población consideradas en el actual Plan de Acción.
Los exámenes y las evaluaciones serán de importancia crítica para un seguimiento eficaz de la Asamblea y sus modalidades deben decidirse a la brevedad posible.
ANEXO 6
RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN NACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS NÚM. 155/1995*
Síntesis: La Recomendación 155/95, expedida el 20 de diciembre de 1995, se
dirigió al licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud, y se refirió al caso de los ancianos de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”.
La queja que se presentó en la CNDH fue motivada por los maltratos y
abusos físicos a los que eran sometidos algunos ancianos de dicho asilo por
parte de varios empleados del mismo.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos acreditó que efectivamente
existían irregularidades en el trato que miembros del personal de enfermería,
trabajo social e intendencia daban a los ancianos internos, ya que obligaban a
algunos de ellos a bañarse con agua fría, les tiraban sus pertenencias y los maltrataban físicamente. Igualmente se acreditó la violación a disposiciones internas del asilo, ya que no se realizan estudios nutricionales, lo que redunda
en una mala e insuficiente alimentación de los ancianos; faltan medicamentos en el centro; no se cuenta con ambulancia para casos de emergencia; no se
practican actividades recreativas en el exterior, y en general la construcción
donde se encuentra instalado el asilo no tiene las características adecuadas
para que pueda funcionar correctamente, tales como pasamanos, rampas en
lugar de escalones, etcétera.
Se recomendó iniciar una investigación administrativa en contra de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo; de la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera, y de la trabajadora de intendencia Josefa Frayle Sánchez, separándolas del contacto con los ancianos hasta en tanto terminara la investigación
y aplicándoles, en su caso, las sanciones correspondientes. Asimismo, se recomendó iniciar una investigación interna para esclarecer y corregir las cau* En www.cndh.org.mx.
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
sas del alto índice de defunciones registradas en el asilo durante 1995, y
tomar todas las medidas administrativas necesarias para el correcto funcionamiento del centro, tales como abastecimiento de medicamentos, trabajos
arquitectónicos, estudios nutricionales, contratación de personal, obtención
de ambulancia y la realización de actividades recreativas externas.
México, D.F., 20 de diciembre de 1995
Recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos Núm.
155/95, relativa al Caso de los ancianos de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”
Lic. Julio Sánchez Vargas,
Director General del Instituto Nacional de la Senectud,
Ciudad
Muy distinguido Director General:
La Comisión Nacional de Derechos Humanos, con fundamento en el artículo
102, apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 1o.; 6o., fracciones II y III; 15, fracción VII; 24,
fracción IV; 44; 46 51 de la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ha examinado los elementos contenidos en el expediente CND/122/95/
DF/1739, relacionados con la queja interpuesta por el licenciado Francisco
Javier Gil Castañeda, y vistos los siguientes:
I. HECHOS
A. Esta Comisión Nacional de Derechos Humanos recibió, el 24 de marzo de
1995, el escrito de queja interpuesto por el licenciado Francisco Javier Gil
Castañeda, Presidente de la Red de Derechos Humanos “José Antonio Simón
Zamora”, A. C.
En el escrito de queja, el licenciado Gil Castañeda expresó que los agraviados son personas de la tercera edad albergados en la Unidad Gerontológica
“Refugio Pacheco de López Portillo”, y que los servidores públicos que trabajan en el lugar atienden con hostilidad a los ancianos que habitan en el
lugar, así como los familiares que acuden a visitarlos; que el 20 de mayo de
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1994, la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo trasladó violentamente a
la señora Dolores González Márquez de su habitación al baño, y encontrándose aún vestida la arrojó al agua fría, por lo cual sufrió un ataque de taquicardia, resultándole también moretones en los brazos ; que esta enfermera en
compañía de la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera, ha impedido a la
señora Martha Madrigal Goerne realizar una actividad apostólica con los
ancianos; que en una ocasión, con motivo de la visita de la Delegada del Departamento del Distrito Federal en Benito Juárez, estas personas tiraron a la
basura algunas pertenencias de los albergados, así como medicamentos propiedad de los mismos; que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo ha
sido cambiada de otras unidades gerontológicas de este Instituto por haber
incurrido en hechos similares a los narrados.
B. Radicando el expediente de queja, le fue asignado el número CNDH/122/
95/DF/1739 y, durante el proceso de su integración, se giró el oficio 10852
del 21 de abril de 1995, dirigido al licenciado Julio Sánchez Vargas, Director
General del Instituto Nacional de la Senectud, mediante el cual se le solicitó
un informe respecto de los hechos constructivos de la queja, al que se acompañaran todos aquellos documentos que estimara pertinentes a efecto de este
Organismo Nacional pudiera normar mejor su criterio, documento en el que
se especificara si efectivamente la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo
ha incurrido en situaciones similares a las que se narran, en otras instituciones de este Instituto; a la vez, se solicitó indicara si la alimentación proporcionada a los albergados en la citada Unidad Gerontológica era suficiente, de
buena calidad y apropiada a los agraviados.
C. Mediante el oficio SAJ-013/95, del 3 de mayo de 1995, el licenciado
Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud, obsequió la información que le fue solicitada, a la que acompañó diversas constancias, de las que más adelante se hará su correspondiente análisis y
estudio.
D. El 26 de abril de 1996, esta Comisión Nacional recibió una ampliación
a la queja presentada por el licenciado Francisco Javier Gil Castañeda, Presidente de Red de Derechos Humanos “José Antonio Simón Zamora”, en la
cual expresó que la señora Mercedes Villalpando Guerrero fue maltratada
por la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, quien la tiro de una silla
causándole fracturas en el coxis, encontrándose actualmente la señora Villalpando en estado grave de salud.
Que un segundo incidente ocurrió con el señor Luis Alcaraz Aceves, persona que también fue agredida por la referida enfermera, quien sin motivo
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aparente le sacó sus ropas de sus cajones y se la tiró al suelo; que después de
tal hecho, a la hora del desayuno, el señor Luis Alcaraz Aceves no quiso
desayunar, encendiendo un cigarro dentro de la cocina, procediendo la enfermera Solano a decirle que no se permitía fumar en ese lugar, en tanto que la
enfermera Solano sí fuma dentro de las instalaciones, saliendo el señor Alcaraz
molesto del lugar y dirigiéndose al jardín, lugar donde se cayó y sufrió una
fractura en una pierna.
E. Con motivo de la ampliación de queja, se giró el oficio 14632, del 17 de
mayo de 1995, dirigido al licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General
del Instituto Nacional de la Senectud, mediante el cual se notificó la ampliación de queja y a la vez se solicitó proporcionar un informe respecto de los
hechos constitutivos de la ampliación de la misma, y que acompañara al mismo todos aquellos documentos que estimara pertinentes a efecto de que este
Organismo Nacional pudiera normar mejor su criterio, en especial, copia legible y completa de los expedientes clínicos de los senectos Tranquilina Arteaga Anaya, Mercedes Villalpando Guerrero y Luis Alcaraz Aceves, en el que
se incluyeran, de ser posible, toda la documentación referente a los servicios
que brindan las diversas unidades de esa Institución, en las que, de ser el caso,
hayan sido atendidos los senectos.
F. Mediante el oficio SAJ-016/95, del 31 de mayo de 1995, el licenciado
Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud, obsequió la información de que le fue solicitada con relación a la ampliación de queja, a la que acompañó diversas constancias, de las que más adelante se hará su correspondiente análisis y estudio.
G. Los días 17 y 18 de mayo de 1995, un visitador adjunto de esta Comisión Nacional llevó a cabo la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de
López Portillo”, donde pudo entrevistarse con el encargado de la Unidad, el
doctor Rodolfo Ávila Lombera, y con varios de los ancianos albergados en la
citada Unidad, cuyo resultado se analizará más adelante.
H. Los días 18 de mayo y 19 de junio de 1995, se llevaron acabo reuniones
entre miembros de esta Comisión Nacional de la Senectud, en las que se pudo
comprobar la preocupación e interés mostrado por el citado Instituto con
relación a los hechos motivo de la queja, expresando su disposición en lograr
la mejor solución en el presente caso.
I. Se sostuvieron varias pláticas con una persona que pidió se guardara en
reserva de su nombre, quien rindió su testimonio, en relación con los hechos
que se investigaban, cuyo resultado se analizará más adelante.
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J. El 24 de julio de 1995, se recibió en esta Comisión Nacional un escrito
firmado por la licenciada Cecilia Juárez Cervantes, de la Red para la Defensa
de los Derechos Humanos “José Antonio Simón Zamora”, A. C., al cual acompaño con copia de un escrito de la señora Daisy Alfaro, albergada en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, quien relató que
debido a un padecimiento inmunológico y hemático, sus defensas y leucocitos
son bajos, por lo que le es necesaria una dieta especial, ya que no debe ingerir
alimentos lácteos, grasos ni irritantes por causarle trastornos gastrointestinales,
y que a pesar de plantear su problema no la han atendido debidamente, señalándole que “aquí no es restaurante a la carta” por lo que no le sustituye la
alimentación por otra comida cuando se trata de alimentos que le irritan el
estómago, hecho que, según su dicho, la llevó a adquirir un herpes por desnutrición; que al ver esta situación la doctora María Teresa Maldonado ordenó
una dieta hiperproteínica, ya que el herpes que padece lleva más de un mes;
que en cuanto la doctora Maldonado tomó vacaciones le suspendieron la dieta y le dijeron que comprara sus alimentos cuando la dieta no le gustara; que
por falta de agua caliente ha tenido que comprar un calentador de agua y por
falta de agua un bote para poder bañarse.
K. Por lo anterior esta Comisión Nacional giró el oficio 22859, del 1 de
agosto de 1995, mediante el cual se solicitó al licenciado Julio Sánchez Vargas,
Director General del Instituto Nacional de la Senectud, tomara la medida
cautelar consistente en que la nutrióloga de ese Instituto elaborara un estudio
a cada uno de los albergados en la Unidad Gerantológica “Refugio Pacheco
de López Portillo”, en el que se determinara específicamente las necesidades
nutricionales de cada uno de los senectos.
L. En respuesta, esta Comisión Nacional recibió, el 3 de agosto de 1995, el
oficio SAJ-035/95 de la misma fecha, firmado por el licenciado Julio Sánchez
Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud, mediante el
cual aceptó adoptar la medida cautelar que se le solicitó.
M. De la información recabada por esta Comisión Nacional de desprende
lo siguiente:
i) De las constancias que acompañó el quejoso, destacan las copias simples de las notas de enfermería relativas a la atención que fue brindada a la
señora Dolores González Márquez los días 20 al 22 de mayo de 1994, en las
que se acento lo siguiente:
—Que el 20n de mayo de 1994, la enfermera del turno nocturno asentó en
su reporte que la señora Dolores González Márquez le manifestó que la
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
enfermera del turno matutino de nombre “Beatriz” le agredió para obligarla a bañarse, empujándola y arrojándole agua estando aún vestida.
—El reporte del 21 de mayo de 1994 se asentó que todo lo anterior fue en
presencia de “trabajo social”, son la firma de “Beatriz”.
—En el reporte del 22 de mayo de 1994, el doctor “Luna Romero” asentó
que la señora Dolores González Márquez se encontraba llorosa y se
quejaba de haber sido agredida por la enfermera al llevarla a bañar,
presentando hematoma en el brazo izquierdo adematizado e inflamado.
ii) De el informe rendido por el licenciado Julio Sánchez Vargas, Director
General del Instituto Nacional de la Senectud, se desprende que, con base en
la acta administrativa que se instrumento en contra de la auxiliar de enfermería Beatriz Eugenia Solano Arévalo y las trabajadoras sociales Rosa Aurora
Martínez Mata y Silvia Sandoval Rivera, ese Instituto negó los hechos motivó de queja; que el 13 de febrero de 1995, la Delegación Política del Departamento del Distrito Federal en Benito Juárez realizó una visita a la Unidad
Moras del Instituto Nacional de la Senectud, por lo que previo a la misma, se
realizó un reacomodo en las habitaciones de los ancianos con el fin de ordenar sus cosas, siendo falso que hubiera arrojado a la basura las pertenencias
de los albergados; que era falso que la enfermera Beatriz Eugenia Solano
Arévalo haya sido cambiada varias veces de distintas unidades gerentológicas, pues ha sido cambiada en una sola ocasión de la Unidad Nebraska a la
Unidad Moras con motivo del servicio; en relación con los hechos relacionados con la señora Dolores González Márquez, de la nota médica de la doctora
Araceli Nájera aparece que atendió a la mencionada señora y que no le apreció dato alguno relativo a malos tratos o que presentara moretones o cualquier otra alteración que pudiera derivar del trato dado por dicha enfermera;
que la alimentación proporcionada a los albergados es suficiente, balanceada
y de buena calidad, tal y como se desprende del menú nutricional que se les
da en forma variable; asimismo, acompañó las siguientes constancias:
—Acta administrativa, del 26 de abril de 1995, iniciada con motivo de los
hechos motivo de queja, en las que aparecen las declaraciones de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, la afanadora Josefa Frayle
Sánchez y las trabajadoras sociales Rosa Aurora Martínez Mata y Silvia Sandoval Rivera.
—La enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo negó los hechos que se
imputaron, manifestando que era falso el señalamiento en el sentido de
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que haya bañado con agua fría a la señora Dolores González Márquez,
ya que esta persona no quería bañarse, pues a la señora Dolores González
Márquez “le gustaba bañarse a jicarazos”, que la médico de la unidad
realizó una exploración física a la senecta, en la que se asentó que no
tenía moretones; que el señor Pedro Valdez le daba la misma atención
general de enfermería y lo ayudaba a pararse de la cama, y como
deambulaba con dificultad, lo ayudaba a cambiarse de seis a diez pasos
hasta el sitio donde le proporcionaba sus alimentos, dándole el desayuno y la comida en la boca; que la señora Tranquilina Arteaga Anaya le
daba la atención general de enfermería, la bañaba y le daba el desayuno
y la comida en la boca, siendo falso que la haya bañado con agua fría, y
que nunca a lastimado de manera física o psicológica a persona alguna; que el 22 de octubre de 1994 se llevó acabo una obra teatral en el
albergue, y que como a las 18:45 horas se dio cuenta de que los senectos
estaban abondonando el lugar donde se estaba llevando la obra, viendo
que la señora Martha Madrigal estaba reuniendo a los ancianos, preguntándole que quién era y por qué se encontraba en el lugar, ya que la
hora de la visita se terminaba a las 18:00 horas, diciéndole a la señora Madrigal que era más importante la comunión que les iba a dar que
la obra teatral y que no podía ajustarse a horario alguno; que es falso
que haya tirado a la basura los objetos personales de los albergados
y que nunca ha cambiado de lugar de trabajo por causas que afecten a
los senectos, si no que el único cambio que ha tenido fue por motivo del
servicio, pues así se lo hicieron saber.
—La afanadora Josefa Frayle Sánchez señaló que era falso que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo bañara a la señora Tranquilina
Arteaga Anaya con malos tratos o con agua fría y que le consta esta situación porque ella fue ese día a trabajar y en ocasiones ayuda a las enfermeras a bañar a los senectos.
—La trabajadora social Silvia Sandoval Rivera señaló que el día que se
llevo a cabo una presentación teatral, se enteró, a través de la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo, que la señora Martha Madrigal se había internado en las Instituciones de la Unidad Gerantológica “Refugio
Pacheco de López Portillo” después de la hora de visita, por lo que le
dijo a la señora Madrigal que no era hora de visita y que respetara el
trabajo de los representantes de obra, manifestándole dicha persona que
no podía sujetarse a los horarios y que la palabra de Dios era más im-
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
portante; que no es cierto que se hayan tirado las pertenencias de los
senectos ese día que la Delegada Política del Departamento del Distrito
Federal visitó el albergue, ya que lo único que hicieron fue un reacomodo
de los objetos de los senectos en presencia de ellos mismos.
—La trabajadora social Rosa Aurora Martínez Mata señaló que era falso
que haya tirado objetos de los senectos, ya que el día que señala la
señora Madrigal en que ocurrieron los hechos ella se encontraba de
vacaciones y que la citada persona no la conoce.
—Escrito el 23 de enero de 1995, firmado por el licenciado Alejandro
Favila Pineda, jefe del Departamento de Relaciones Laborales del Instituto Nacional de la Senectud, en el que se autorizó a la trabajadora
social Rosa Aurora Martínez Mata a tomar su primer periodo vacacional del 1 al 14 de febrero de 1995.
—Memorándum, del 12 de mayo de 1994, firmado por el doctor Alejandro Martín Guerra, Subdirector de las Unidades Gerontológicas, por el
que comunicó al licenciado Emilio A. Abreu Santos que la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo pasaba a laborar de la Unidad Nebraka
a la Unidad Moras del Instituto Nacional de la Senectud a partir del 13
del mismo mes y año, por necesidades del servicio.
—Nota de atención médica, el 24 de mayo de 1994, firmada por la doctora
Araceli Nájera Gallego, en la que señaló que la señora Dolores González
Márquez se vale por sí misma y que el “...viernes se suscitó un problema con la nueva enfermera que no quería bañarse por lo que lo hizo con
mucha dificultad descubriendo en la parte superior de la glándula
mamaria presentaba micosis sangrando...”
—Nota de atención médica, el 22 de marzo de 1995, firmado por el doctor
Rodolfo Ávila Lombera, en la que se asentó que la señora Tranquilina
Arteaga Anaya, de 93 años de edad, falleció a consecuencia de un paro
cardiorrespiratorio no traumático.
—Memorandúm, del 26 de abril de 1995, firmado por el doctor Rodolfo
Ávila Lombera, médico encargado de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, dirigido al doctor Alejandro Martín
Guerra, quien señaló que su primera función al tomar posesión como
encargado de la Unidad de Moras fue la de investigar los hechos señalados por la señora Dolores González Márquez, llegando a la conclusión con base en los testimonios de las trabajadora social Rosa Aurora
Martínez Mata y la doctora Araceli Nájera Gallego, que no había tal
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agresión, y que las equimosis que la señora tenía habían sido producto
de fricciones constantes que ella misma se efectuaba en sus muñecas
(lugar donde existían las equimosis después de tres meses de ocurridos
los hechos denunciados), y que se realizan reacomodos de las pertenencias de los senectos sin que se prive a los albergados de los mismos.
—Memorándum, del 28 de abril de 1995, firmado por el doctor Alejandro
Martín Guerra, Subdirector de las Unidades Gerontológicas, dirigido al
doctor Óscar M. Adán Guerrero, Director de Asistencia del Instituto
Nacional de la Senectud, mediante el cual se informó que no se han tenido quejas de senectos o de familiares de los mismos relacionados con
los maltratos o trato hostil en contra de persona alguna; que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo ha cubierto incapacidades en diferentes albergues y el cambio a la Unidad Moras se debió a que había
quedado vacante el turno de la mañana en esa unidad; que el aprovisionamiento de los alimentos, medicamentos y artículos de limpieza son
entregados en forma semanal.
—Copia certificada del menú nutricional proporcionado a las Unidades
Gerontológicas del Instituto Nacional de la Senectud del 12 al 18 de
mayo de 1995, en el que la única distinción que se hace en relación al
menú que corresponde a las personas que sufren diabetes.
iii) En la ampliación de la información, el licenciado Julio Sánchez Vargas,
Director General del Instituto Nacional de la Senectud, señaló que este instituto no cuanta con elementos de prueba con los que pudiera acreditar alguna
“determinación” en la relación laboral de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, por lo que en términos de las declaraciones vertidas en una
acta administrativa que se le instrumentó, negó los hechos de la ampliación
de queja; que respecto de los señores Luis Alcaraz Aceves, Tranquilina Arteaga
Anaya, Mercedes Villalpando y Dolores González Márquez, éstos recibieron
atención médica y de enfermería en tres turnos que corren de las 07:00 a.m. a
las 07:00 a.m. del día siguiente cada uno, y que cuando los senectos requieren de atención especializada acuden a los consultorios que tiene ese Instituto en Concepción Beistegui número 13 de esa ciudad; que la enfermera Beatriz Solano fue cambiada de adscripción, por lo que actualmente se encuentra
prestando servicios en el Departamento de Investigación Geriátrica; que la
alimentación que se brinda a los albergados es seleccionada y balanceada, en
términos de los menús señalada por los dietistas de la Institución; asimismo,
acompañó la siguiente documentación:
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—Expediente laboral de la enfermera Beatriz Eugenia Arévalo, en el que
consta que la citada persona ingresó a laborar en el Instituto de referencia del 1 de enero de 1993; que fue cambiada de adscripción de la Unidad Nebraska a la Unidad Moras del propio Instituto el 13 de mayo de
1994, trabajando en la Unidad Geratológica “Refugio Pacheco de López
Portillo” hasta el 16 de mayo de 1995, fecha en la que entró a laborar al
Departamento de Investigación Geriátrica del Instituto Nacional de la
Senectud.
—Expediente laboral de la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera, en
el que consta que la citada persona no presenta problema alguno en su
relación laboral con el Instituto Nacional de la Senectud desde su ingreso a la fecha.
—Expediente laboral de la trabajadora social Rosa Aurora Martínez Mata,
en el que consta que la citada persona no presenta problema alguno en
su relación laboral con el Instituto Nacional de la Senectud desde su
ingreso a la fecha.
—Expedientes clínicos de los señores Luis Alcaraz Aceves, Dolores González Márquez, Tranquilina Arteaga Anaya y Mercedes Villalpando Bedolla, de los que un perito médico de esta Comisión Nacional hizo el
análisis correspondiente.
—Acta administrativa del 16 de mayo de 1995, levantada con motivo de
los hechos de la ampliación de queja, en la que aparece la declaración
de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, quien refirió que la
última ocasión que atendió a la señora Mercedes Villalpando Bedolla
fue el 11 o 12 de abril del año en curso; que desde mediados del mes de
abril su compañera, Luz María Santillán, se encargó de la citada persona, ya que la cambiaron a la planta baja del inmueble donde se localiza
la Unidad Gerontológica, por la que ya no tuvo relación directa con la
citada albergada; que el señor Luis Alcaraz Aceves no tuvo ningún problema por algún cigarro, ya que el citado senecto sí desayunó y después
se retiró a realizar labores, y que como una hora después la cocinera
Consuelo Orozco le gritó para que le ayudara a levantar al señor Alcaraz
Aceves, ya que se había caído en el jardín.
—Declaración de la testigo María Consuelo Orozco Morales, cocinera de
la Unión Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, quien
refirió, con relación a los hechos motivó de la ampliación de queja, que
el día en que sufrió el accidente el señor Alcaraz, ella se encontraba en
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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la cocina del albergue; que se dio cuenta de que el señor Luis Alcaraz
Aceves se cayó solo, al salir de la cocina y no había nadie con él; que
entonces llamó a la enfermera Beatriz Solano Arévalo, quien lo revisó y
le dijo que tenía una probable factura, por lo que no debía ser movido.
—Declaración de la testigo Noemí Morquecho, quien refirió el 11 o 15 de
abril de 1995 se presentó a trabajar y se percató de que la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo se encontraba en la parte alta del inmueble del albergue, la enfermera checaba el turno que le dejaron, dándose cuenta de que la enfermera del turno de la tarde había faltado a
trabajar, por lo que la señora Mercedes Villalpando se encontraba “sucia”, pues no la habían aseado por falta de personal el día anterior, por
lo que la testigo ayudó a colocar a la señora Villalpando en la silla de
baño para que se aseara, sin que hubiera sido tirada o maltratada, ni
tampoco sufrió golpe alguno.
—Memorandúm, del 29 de mayo de 1995, dirigido al licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud,
firmado por el doctor Alejandro Martín Guerra, Subdirector de Unidades Gerontológicas del propio Instituto, mediante el cual le informó
que esa subdirección presta los siguientes servicios: medicina general,
cardiología, dermatología, ortopedia, gastroenterología, audiología, ginecología, psicología, gabinete de Rayos x, gabinete de ultrasonido y laboratorio de análisis clínicos.
—Memorandúm, del 26 de mayo de 1995, dirigido al licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud,
firmado por el doctor Alejandro Martín Guerra, Subdirector de las Unidades Gerontológicas del propio Instituto, mediante el cual le informó
sobre los menús proporcionados a los albergados de las Unidades Gerantológicas del Instituto, en el que señaló que la alimentación es proporcionada por medio de diez menús rotativos en forma semanal, conteniendo cada uno de ellos entre 1,800 y 2,000 calorías por persona,
siendo variables según las necesidades y gusto de los senectos, variando las raciones según la enfermedad que presenten los ancianos, por
ejemplo “diabetes, hipertensión, obesidad, etcétera”.
—Carta del 22 de mayo de 1995, firmada por la señora Francisca Riveroll
viuda de Larrión, mediante la cual señaló que tenía una impresión favorable de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo en cuanto a su
desempeño profesional, pues la notó preocupada por el estado de salud
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
de los senectos a su cuidado, entre los cuales se encontraba la madre de
la señora Rioveroll.
—Carta del 31 de mayo de 1995, firmada por la señora Bertha Mariscal
Arteaga, quien extendió un reconocimiento al Instituto Nacional de la
Senectud, en especial al personal que labora en la Unidad Moras del propio Instituto por la labor que desempeñan, misma con la que fue favorecida su madre, la señora Tranquilina Arteaga Anaya.
iv) Acta circunstanciada, del 17 de mayo de 1995, en la que un visitador
adjunto de esta Comisión Nacional hizo constar que se constituyó en la Unidad Gerantológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, en donde entrevistó
al doctor Rodolfo Ávila Lombera, encargado de la unidad, a quien se solicitó mostrara el expediente clínico de la señora Dolores González Márquez, a
fin de cotejar las copias de las notas de enfermería con sus originales, ya que
habían desaparecido y no sabía qué destino habían tenido; asimismo señaló
en relación con la señora Mercedes Villalpando Bedolla, que esta persona
estaba afectada de osteoporosis, y que sufría una degeneración en los huesos
y que al fallecer contaba con 104 años de edad, por lo que era falso que
hubiera sufrido una factura y que ésta fuera provocada por la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, mostrando al visitador adjunto de esta Comisión Nacional las radiografías que se tomaron a la citada persona.
v) Acta circunstanciada, del 18 de mayo de 1995, en la que se hace constar
que se entrevistó ala azar a varios de los senectos albergados en la Unidad
Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, en la que señalaron los
siguiente:
—La señora Esther Aguirre Sánchez, de 76 años de edad, quien en relación con los hechos motivo de queja, manifestó que a ella no le han
molestado, ya que no necesita de las enfermeras ni de las trabajadoras
sociales, pues quien la atiende médicamente es el Instituto Mexicano
del Seguro Social; que no se da cuenta de lo que sucede con las demás
personas, ya que ella se encuentra en la parte de arriba del inmueble y
las personas que necesitan más ayuda se encuentran en la planta baja;
que conoce a la señora Dolores González Márquez y se enteró que la
enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo la bañó con agua fría, pero
que no vio los hecho y se enteró de ellos a través de comentarios que
surgieron dentro del albergue; que es falso que a los albergados les ha-
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yan tirado sus objetos personales a la basura, ya que algunas personas
meten alimentos en sus habitaciones y como se les olvidan, el lugar se
llena de insectos; que en relación con los alimentos que les dan en esa
institución, son de buena calidad y suficientes, y que en caso de que alguno no pueda comer algo no se lo suplen con nada; que conoció a la
señora Tranquilina Arteaga Anaya, persona que como no podía caminar se encontraba en la parte de abajo, por lo que se percató de como la
trataron; que la señora Mercedes Villalpando Bedolla tenía 104 años de
edad cuando murió, ya que se encontraba muy mal de salud y que por
eso falleció y no por mal trato; que no sabía si el señor Luis Alcaraz
Aceves había tenido problemas con la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, lo que sabía era que esta persona se cayó de las escaleras y
se fracturó una pierna; por otra parte, mencionó que en esa institución
no les están proporcionando implementos de limpieza como jabón, pero
que a ella no le afecta porque cuando cobra suspensión paga sus gastos; que ya no los sacan a pasear pues le dicen que no hay presupuestos
para arreglar los camiones que están descompuestos; que en relación
con el agua, ésta les falta, ya que en ocasiones no hay presión y no sube el
agua a los tinacos de arriba de las casas; que ese día no había agua porque estaban arreglando la cañería de la casa; que el problema del agua
lo tienen cada vez que hace mucho calor; que no existe horario para
bañar a los ancianos que no pueden valerse por sí mismos, ya que en las
noches las enfermeras bañan a los senectos, y si no hay agua, las enfermeras del día siguiente, que entran a trabajar a las 08:00 horas, los bañan, y en su caso, las personas que se valen por sí mismas pueden bañarse a cualquier hora, siempre que haya agua.
—Carmen Hurtado, de 85 años de edad, quien en relación con los hechos
motivo de queja, manifestó que no le consta nada; que la alimentación
es buena y suficiente; que el trato que le dan es bueno y que su ropa de
vestir y cama están limpias.
—Aurora Perozo Rentería, de 85 años de edad, quien en relación con los
hechos motivo de queja, manifestó que Beatriz Eugenia Solano Arévalo
nunca lo trató mal; que no sabe si a Dolores González Márquez la trató
mal; que a ella la bañaron con agua fría en una ocasión por la mañana;
que Beatriz Eugenia Arévalo era muy buena con ella y la bañaba a jicarazos por que a ella le gustaba; que a la señora Tranquilina Arteaga no
sabe qué le pasó; que conoce al señor Luis Alcaraz Aceves por que es su
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amigo y no sabe si le tiraron la ropa; que la comida que le dan es buena
pero a veces no puede comer algo pero se lo sustituyen por otra cosa;
que el trato que le dan a sus compañeras es bueno y que no sabe qué le
sucedió a la señora Mercedes Villalpando.
—María Calderón, de 83 años, quien en relación con los hechos motivo
de queja manifestó que a ella le trato bien la enfermera Beatriz Eugenia
Solano Arévalo, ya que ella siempre a tratado al personal con respeto y
las a obedecido como a sus superiores; que en relación con los hechos
ocurridos a sus compañeras Mercedes Villalpando, Tranquilina Arteaga
Anaya y Dolores González Márquez, no se dio cuenta de nada, ya que
ella se encuentra en la parte de arriba y esas personas se encontraban en
la parte de abajo; que la comida molida que le dan le gusta, ya que no
puede comer comida sólida; que la bañan con agua caliente y no dejan
que la bañen con agua fría, ya que si no hay caliente, se espera hasta
ocho días hasta que haya agua caliente.
—María de la Luz Vázquez León, de 86 años de edad, quien en relación
con los hechos motivo de queja, manifestó que la enfermera Beatriz
Eugenia Solano Arévalo trataba mal a los ancianos y que a ella, últimamente, la había tratado muy bien; que en ocasión la inyecto y le hizo un
moretón; que a las ancianitas que no querían bañarse la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo las llevaba casi a rastras; que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo era una persona que no se conmovía
del dolor ajeno; que en una ocasión la declarante le dijo a la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo que trataba a las personas con mucha violencia; que a Tranquilina Arteaga Anaya la jaloneó la enfermera
Beatriz Solano y casi se la llevó a rastras a bañar, lo mismo que a Mercedes Villalpando, ya que esta última, al parecer, de un golpe se puso
muy mal; que la citada enfermera y la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera tiraron a la basura muchas cosas, como trajes de los señores
y hasta zapatos nuevos, en lo particular, a ella le tiraron todo, hasta
ropa; que esto ocurrió en una sola ocasión; que la orden que les dieron
a esas personas era tirar comida; que el doctor Rodolfo Ávila Lombera
tuvo que sacar las cosas de la basura y ponerlas a la vista de las personas para que cada quien reclamara sus cosa; que al señor Luis Alcaraz
Aceves le tiraron sus cosas, como trajes; que a Dolores González Márquez la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo le aventó agua y le
causó moretones, pero que no sabe si era agua fría o caliente; que en
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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relación con la señora Tranquilina Arteaga Anaya, se enteró que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo se la llevó casi a rastras a bañar y
que intervino otra enfermera del turno de la mañana y se la quitó, diciéndole que ella la iba a bañar; que respecto a Mercedes Villalpando, supo
que la enfermera Beatriz Solano la dejó caer, ya que esta última es una
persona muy brusca; que en relación con Pedrito Valdez, la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo lo regañaba, ya que no comía bien pues
era invidente; que le contaron que a Mercedes Villalpando la levantó de
la cama y la dejo caer y así le lesiono la columna; que esto último se lo
dijo una de las enfermeras pero no recuerda cual. que se dio cuenta que
cuando la enfermera Beatriz Solano le daba de comer a la señora Tranquilina Arteaga Anaya, le decía “...abra la boca, nada más está hablando...”; que el problema de la señora Dolores González Márquez ocurrió
hace como un año, cuando se encontraba la doctora Nájera de encargada; que la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera y la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo se acoplaron muy bien e hicieron lo que
quisieron; que en relación al agua, existen deficiencias ya que tienen ya
que tienen el problema de que no hay agua caliente sólo fría y que en el
baño de la planta alta sólo sale agua caliente y últimamente han tenido
problema con ella; que la atención médica que les brindan es mala, ya
que le dicen que no tienen medicinas; que los paseos que tenían se cancelaron a partir de que entró el actual “Presidente” y aún hasta los medicamentos le han faltado; que respecto de la lavandería, ya no trabajan
las lavadoras y se tienen que lavar en el lavadero, donde estaba tapado
el desagüe y se llenaba de agua la azotea, por lo que tenían que pasar a
través de ladrillos hasta los lavaderos.
—María del Carmen Fernández Soto, quien señaló ser maestra, en relación con los hechos que se investigaban se manifestó que en una ocasión la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera la sacó de la cocina y
la arrastró; que de esto se dio cuenta un señor de nombre Salvador y que
al parecer es abogado; que a la trabajadora social Silvia Sandoval ya la
quitaron.
—Adalberta Ayala Cisneros, de 73 años de edad, quien en relación con los
hechos que se investigaban manifestó que a ella no le han tratado bien
en el albergue; que tuvo conocimiento de que iban a bañar a un señor y
la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo y la trabajadora social Silvia Sandoval lo hicieron enojar, ya que le sacaron su ropa, y el señor
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
temblaba de coraje y se fue a la parte de abajo del inmueble, donde se
resbaló y se lastimó un pie; que la trabajadora social al parecer se llamaba Rosa Aurora Martínez Mata; que esos hechos ocurrieron hace un
mes aproximadamente; que se enteró que la enfermera Beatriz Solano
metió y bañó con agua fría a las señoras Tranquilina Arteaga Anaya y
Dolores González Márquez; que escucho algunos comentarios en el
sentido de que a la señora Mercedes Villalpando la había aventado la
enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo y así le lesionó la columna;
que en relación con la alimentación, mencionó que es buena, salvo las
salchichas, que les hacen daño; que sí han tenido problema con el agua,
ya que en ocasiones la bomba no sirve y no se las surten; que la atención médica es buena; que la lavandería está muy mal, porque las lavadoras no sirven y este problema va para más de un año; que no han
salido de paseo a ninguna parte durante el presente año, ya que les dicen que las unidades están descompuestas y no hay presupuesto para
arreglarlas; que en relación al señor Pedro Valdez, esta persona fue bien
atendida, ya que se dio cuenta de que la bañaban y no vio que fuera
maltratado.
—Enriqueta Granada Sánchez, de 76 años de edad, quien en relación con
los hechos motivo de queja, manifestó que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo siempre fue buena para manejarlos; que no sabe si a
algunas de sus compañeras las bañaban con agua fría, ya que existe el
problema de que en ocasiones no hay agua caliente en la planta alta, y
que en la planta baja sólo hay agua fría al igual que en los lavaderos; que
los hechos en relación con la señora Dolores González Márquez no son
ciertos, porque las personas que pueden bañarse solas lo hacen, y las
que no las bañan las enfermeras; que si en alguna ocasión las bañaron
con agua fría, considera que esto no se debió a mala atención, ya que en
ocasiones se acaba el agua caliente y entonces tienen que enjuagarlas
con agua fría, ya que a ella le a tocado esa situación; que en relación a la
señora Mercedes Villalpando, no tuvo conocimiento de los hechos; que
la comida la considera buena y suficiente, y que la dietista llega y dice
qué van a comer y es lo que les sirvan; que los paseos que brindaba el
instituto ya no los tiene; que Mercedes Villalpando, se cayó varias veces y se lastimó la columna y que las lavadoras están descompuestas
desde hace varios meses.
—Víctor Manuel Monroy, de 81 años de edad, quien en relación con los
hechos que se investigaban, manifestó que la atención que les han brin-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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dado es dispareja, ya que hay épocas en las que son malas y en las que
son buenas; que acababan de pasar una época mala y actualmente tienen muchas carencias; que actualmente ya no los sacan a pasear como
antes, ya no les traen películas, no tienen medicamentos, pues falta hasta una aspirina o un pedazo de algodón; que las enfermeras son gentes
preparadas pero que han ido a trabajar a ese lugar personas que no saben tratar a los senectos como la enfermera Beatriz Eugenia Solano
Arévalo, quien era muy brusca en su trato y grosera; que se pudo percatar del trato que le dio la enfermera Beatriz Solano a la señora Tranquilina
Arteaga Anaya, ya que, escucho los gritos que daba y posteriormente
supo que la estaba bañando con agua fría, lo que después le provocó
una pulmonía; que a la señora Mercedes Villalpando no la atendía debidamente, ya que no le hacía caso, y después de media hora llegaba y
le daba jalones, diciéndole que sí creía que ella era la única a la que
atendía; que se entero que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo
le echo agua en la cara y en el cuerpo y trató bruscamente a la señora
Dolores González Márquez, que en relación con las trabajadoras sociales, era una situación terrible la que se vivía, ya que se la pasaban dando
órdenes y lo último que hicieron fue tirarles cosas personales, a él le
tiraron un peine, un calzador, libros y otras personas varias cosas, entre
ellas, una rasuradora y ropa, mismos objetos que sacaron de la basura;
que cuando no había sindicato las cosas eran diferentes; que el mismo
doctor Rodolfo Ávila Lombera sacó varias cosas de la basura, hasta un
radio; que estos hechos ocurrieron hace 4 o 5 meses; que en relación al
señor Luis Alcaraz Aceves, las trabajadoras sociales y la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo se ensañaron con él, pues aún le sacaron dinero de su buró; que en general todo es deficiente y anteriormente
existía un administrador que era el que tomaba cuenta de todas las necesidades, pero que a partir del sindicato todo cambió; que la alimentación es muy deficiente, ya que a veces en la noche les dan una gelatina
o un café con leche y un pan del que venden en bolsas de plástico, y esto
es a las 19:00 horas y vuelven a comer hasta el día siguiente a las 08:00
horas; que en ocasiones hace un platillo pero quienes no pueden comerlo no lo comen y se quedan sin alimento, ya que no lo sustituyen con
nada.
—Josefina Reyes Ibarra, de 75 años de edad, quien en relación con los
hechos motivo de queja, manifestó que la alimentación que recibe es
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
buena; que la tratan muy bien; que la enfermera Beatriz Eugenia Solano
Arévalo era una persona muy buena; que no supo que esa enfermera tratara mal a Tranquilina Arteaga Anaya; que a Dolores González
Márquez no la trató mal, ya que no es cierto que las bañaba con agua
fría; que la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera se portaba mal,
porque cuando llegó a ese lugar agarró su ropa en su presencia, se midió
una bata que estaba nueva, la cual ya no se la entregaron, que después
ya dispusieron de ninguna; que Beatriz Solano y Silvia Sandoval Rivera, le sacaron la ropa a las personas que se encontraban en el albergue,
revisando sus pertenencias, amontonando sacos, pantalones, petacas y
mantas; que no han sacado a pasear a los albergados, ya que les dicen
que están descompuestos los camiones; que la lavandería está mal,
ya que las lavadoras no sirven y las señoritas que trabajaba ahí se encargan de lavar en los lavaderos.
—Salvador Villada Gómez, de 80 años de edad, quien con relación con
motivo de queja, manifestó que el cuidado que le dan es malo, porque
no los atienden como quieren, pues no le tienen la tolerancia suficiente,
les hace falta la comida, hay maltrato de palabra, pues son “...duros con
nosotros...”, que la alimentación es muy poca y sin variar la misma,
quedándose siempre con hambre; que la dietista al parecer hizo su programa anual y que ellos tienen que comer lo mismo todo el año, ni aún
en fechas especiales les cambian el menú; que esa situación no se había
presentado antes y ahora la encuentra debido a la poca atención que le
tienen al anciano y la falta de respeto a los mismos; que en relación a
la enfermera Solano Arévalo, esa persona se portaba muy mal, ya que
a los senectos “Nina Mercedes y Pedrito” se los acabó, pues a Tranquilina
Arteaga Anaya le metía en boca un “menjurje” y como se le salía de la
boca le daba de “manazos”, “coscorrones” y la jalaba del cabello; que
no saben si a esa persona la bañaba con agua fría; que a Pedro Valdez en
una ocasión lo empujó, pasó de nuevo y lo volvió a empujar y en la
tercera ocasión que iba a empujarlo, el declarante le dio un puntapié en
la espinilla a la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo para que no
empujara a “Pedrito”; que a Tranquilina Arteaga Anaya, en una ocasión
la sacó, la agarró de un pie, la arrastro por toda la rampa de la parte de
abajo, dio la vuelta y la aventó en la puerta de la entrada; que después
fue a buscar a la señora a “la señora de la cocina” y ésta se quitó a la
enfermera; que no recuerda el nombre de la persona de la cocina que
ayudó a Tranquilina Arteaga Anaya.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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vi) Del testimonio rendido por una persona, quien se solicitó se mantuviera en reserva su nombre, ante un visitador adjunto a esta Comisión Nacional, se
desprende que le consta que a la doctora Araceli Nájera, anterior encargada
de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, ocultaba
muchas de las cosas que ocurrían en ese lugar, ya que ella se dio cuenta del
maltrato de que fue objeto la señora Dolores González Márquez, pues la médico encargada de la unidad autorizó a la enfermera Beatriz Solano para que
bañara al señora Dolores González Márquez, y como ésta se resistía, la jaló
fuertemente del brazo; que de esto no se dio cuenta en forma directa, pero
que después se lo comento la señora Dolores González Márquez; que la señora Tranquilina Arteaga Anaya contaba con 97 años de edad cuando falleció
y se encontraba muy delicada de salud, y que en una ocasión la enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo estuvo jalando a una persona y la baño con
agua fría, por lo que considera que tal vez, a consecuencia de este baño falleció, además de que la ponían de rodillas para vestirla, por lo que entra una
fuerte corriente de aire, y de que esos hechos se dio cuanta el señor Víctor
Manuel Monroy; que la señora Tranquilina Arteaga fue objeto, en varias ocasiones, de malos tratos por parte de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, quien la jalaba y la trataba con brusquedad; que el señor Pedro Valdez
contaba con 95 años de edad al fallecer, y la enfermera Beatriz Solano lo
jaloneaba para que caminara, cuando esta persona por su avanzada edad no
podía moverse con agilidad; que en una ocasión el doctor Rodolfo Ávila
Lombera, encargado de la Unidad, se percató de la forma en que la enfermera
Beatriz Solano jalaba al señor Pedro Valdez y le ordenó que lo dejara, procediendo él a ayudarlo a bajar las escaleras; que la señora Mercedes Villalpando,
escuchándose un ruido como cuando se cae una persona y entonces se escuchó el llanto de esa señora, quien al parecer sufrió fracturas en sus huesos y
desde entonces no pudo sentarse más, para después ir decayendo poco a poco
hasta su muerte; que los maltratos que la enfermera Beatriz Solano iban dirigidos inicialmente a los senectos, como prótesis, dinero, ropa y medicamentos, ya que en compañía de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo y la
señora Josefa Frayle realizaba estos actos, siendo cierto que el señor Salvador Villada Gómez le quitaron trajes y ropa en una Notaría Pública le había
regalado; dieta que prepara un dietista, quien señala los alimentos que deben
comer los albergados, y que en ocasiones los alimentos no vienen completos,
por lo que a los senectos se les da los que se tiene, a pesar de que hay personas como el señor Salvador Villalda Gómez que no quedan satisfechos con la
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
comida, pues ésta se da en forma igual para todos, sin considerar las necesidades alimenticias de cada persona, pues la cena a las 19:00 horas y en ocasiones les dan únicamente un café con un pan y tienen que desayunar hasta
las 09:00 horas del día siguiente, por lo que se dejan de que la alimentación
es insuficiente; que no se cuentan con los medicamentos más elementales, ya
que en ocasiones piden un analgésico y no lo proporcionan las enfermeras ni
los médicos a los que les corresponde guardia del fin de semana no se presentan a laborar y las enfermeras no las pueden encontrar, a pesar de que dejan
un número telefónico para ser localizados, y por último señaló que en esa
Unidad las condiciones de arquitectura no son buenas, ya que tienen que
deambular los ancianos por el inmueble, el cual no cuenta con las condiciones necesarias para senectos de edad avanzada, pues resulta que existen escaleras y no rampas, siendo difícil para algunos de ellos poder levantar las piernas para subir un escalón.
vii) Dictamen médico emitido, el 22 de agosto de 1995, por un médico
forense de esta Comisión Nacional, en el que señaló, después de analizar los
expedientes clínicos de los senectos Luis Alcaraz Aceves, Tranquilina Arteaga
Anaya, Mercedes Villalpando Bedolla, Natalia Caso Hoyos y Dolores González Márquez lo siguiente:
1) TRANQUILINA ARTEAGA ANAYA, de 92 años de edad, cuya evolución se observó desde 1994 a 1995, y según su expediente:
A partir del 5 de julio de 1994, fue imposible saber qué le pasaba
debido a su estado demencial; presentaba deambulación asistida.
En nota del 6 de julio de 1994 se asentó que “no se asea, ni se cambia
de ropa a petición de la enfermera Beatriz”.
El 7 de julio de 1994 se percibe miccionada y con escara en cresta
ilíaca izquierda abierta y sangrando; en ese momento se inicia su cambio de posición de cada dos horas.
En notas del 9 y 19 de julio de 1994 se refiere que no tienen curación
de la escalera y se le detecta otra en fosa ilíaca derecha.
En nota del 11 de julio de 1994 se señaló que la escara estaba infectada.
En nota del 12 de julio de 1994 se le encuentra muy incoherente y
aunque se quiere parar, queda muy a la orilla de la cama.
El 18 de julio de 1994 se asentó que se le encuentra incoherente y
orinada, con la curación majada, y se afirma “que no se cubre escara
por no haber gasa estéril”; se ignora su evolución.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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El 19 de julio de 1994 se refiere que se recibe a la senecta a costa del
lateral afectado y presenta adematización de los miembros inferiores y
palpebral agudizado del lado derecho .
El 15 de diciembre de 1994 se registró que presentaba escaras por
decúbito en la articulación coxefemoral y en la rodilla y tobillo derechos, los cuales se reportaron totalmente cicatrizadas el 13 de febrero
de 1995.
El 8 de enero de 1995, la paciente reporta dolor en el miembro inferior izquierdo donde presenta un hematoma al nivel del tocánter; en los
días siguientes, se le encuentra adematizada en forma generalizada, siendo la última nota que así lo reporta la del 7 de febrero del mismo año.
El 22 de marzo de 1995, presenta decaimiento general, con candidiásis
oral y estertores broncoalveolares; a las 18:00 horas de ese día, el “doctor Ávila” recibió una llamada de la enfermera de turno a través del
localizador, reportándole que la señora Arteaga tenía signos vitales casi
imperceptibles, razón por la cual le indicó que le aplicara flebocortid
diluido I.V. 500 mg lentamente y se le diera oxigenoterapia; sin embargo, falleció por paro cardiorrespiratorio a las 19:30 horas del mismo 22
de marzo, expidiéndose inmediatamente el certificado de defunción, en
el cual se establecieron como causas de muerte las insuficiencias renal
cronológica y cardiaca global, con una evolución de 10 y 20 años, respectivamente.
2) MERCEDES VILLALPANDO BEDOLLA, edad 86 años, cuya evolución se observó desde 1986 a 1995, y según expediente:
En 1986, ingresó con absceso en la región glútea derecha debido a
una inyección mal puesta y con diagnóstico de osteoartritis degenerativa
y antecedentes de insuficiencia cardiaca crónica, con taquicardia y dificultad para respirar, la cual era manejada con isosorbide; por electrocardiograma, se le detectaron signos de extrasístoles supraventriculares.
En 1987, presenta rinitis, bronquitis, infección de un pie, lipotimias;
registrándose que deambula con dificultad debido a la pérdida casi total
de la visión y de la osteoartrosis que presentaban y de la osteoartrosis
que presentaba .
En 1988, fue transferida de la unidad de Cuauhtémoc a la Unidad
Moras, observándose constantemente estados depresivos.
Para 1989, ya presentaba incontinencias urinaria de un año de evolución; durante este año se le diagnosticó lumbalgia con compresión
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
radicular posible de tercera y cuarta vértebras lumbares del lado derecho, estado confusional con alucinaciones de tipo visual, sobre todo
por las noches, y diabetes mellitus descompensada; el 8 de enero de ese
año sufrió un traumatismo cuando su hijo la sujetó para evitar que cayera, razón por la cual se le dio interconsulta en Xoco, donde le diagnosticaron contusión simple en hemitórax izquierdo; el 7 de noviembre de
1989, sufrió al caerse un traumatismo en las regiones frontal, nasal y
paranasal, encontrándosele hematoma; cabe aclarar que en su estancia
interinsituacional presentó bronquitis aguda, colitis, impactación fecal,
infección de vías urinarias, úlcera en tobillo izquierdo, candidiásis bucal, gastristis erosiva y hernia hiatal complicada con estenosis de origen péptico; el 19 de diciembre del mismo año, presentó traumatismo
de tres días de evolución en la ceja derecha, con una herida de cuatro
centímetros en el músculo frontal, la cual se saturó.
En 1990, fue revisada por cardiólogos del Insen y continuó con
extrasístoles ventriculares.
El 30 de julio de 1993, presentó bronconeumonía, hablándose con el
doctor Martín Guerra para que fuera trasladada a Urgencias “pero no
hay ambulancia”, razón por la cual se evitaría un ataque de oxígeno
“porque el que se encuentra que no sirve”.
En nota del 28 de enero de 1994, se refiere que presenta aplastamiento de vértebras, por lo que no pude caminar o deambular
Durante 1995: según nota de enfermería del 13 de abril, la paciente
sufrió una caída, refiriendo dolor lumbar continuo e inflamación en la
región lumbosacra, con desviación; en nota de enfermería del 15 de
abril de 1995 se refiere que la señora Villalpando sufrió una caída, lastimándose la zona afectada, presentando dolor agudo; el 17 del mismo
mes y año se le tomó una radiografía de columna dorso-lumbaren la que
se detectó escoliosis lumbar izquierda con aplastamiento de la primera
y segunda vértebra, en esta última se percibió un verdadero estallamiento con presión que motivó desplazamiento de sus restos hacia ambos
lados, observándose que el cuerpo vertebral lumbral había osteolitos en
los extremos y osteoporosis generalizada, concluyéndose que se trataba
de lesiones antiguas de osteoartrosis hipertrófica lumbar en vértebras
osteoporósicas; el 30 de abril de 1995 se refiere a que la paciente se desviste constantemente y se quita el pañal y las cobijas; en nota de enfermería del 15 de mayo de 1995 se dice que sufrió caída en el turno ante-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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rior, presentando varios golpes en antebrazo derecho, en la región costal, en ambas rótulas, en la fosa ilíaca y en el glúteo derecho, cabe aclarar que ni el expediente ni las notas médicas hacen mención de esta
caída; a las 14:00 horas del 16 de mayo del mismo año, se le tomó un
electrocardiograma, donde se encontraron datos de insuficiencia cardiaca
con extrasístoles ventriculares y bloqueo completo de la rama del haz
de his, canalizándose con soluciones parenterales y aplicándosele esteroides; a las 16:00 del mismo 16 de mayo, presentó paro cardiorrespiratorio, con diagnóstico de insuficiencia cardiaca global, la cual se registró en la nota de enfermería del mismo día.
3) DOLORES GONZÁLEZ MARQUEZ, de 85 años de edad, cuya evolución se observó desde 1986 a 1995, y según su expediente:
En 1973 se le diagnosticó insuficiencia coronaria, hipertensión, deterioro de la memoriaanterógrada y retrógrada, insuficiencia cardiaca, angina de pecho, atopatía degenerativa, bronquitis aguda y colitis; razón
por la cual tomaba varios tipos de medicamentos, como son: isosorbide,
nifedipina, bredón, ventolín y antibióticos.
Desde 1990, refiere la trabajadora social Silvia Sandoval Rivera en
sus notas, que la paciente participa poco en las actividades del albergue, lo que justifica con su problema cardiaco; según la trabajadora social, esto es mentira, pues las actividades que se promueven son de tipo
manual; además asegura que las relaciones que la paciente tiene con el
personal son buenas sólo cuando se le permite hacer lo que ella quiere,
si no se muestra constantemente agresiva, manipula a sus compañeras,
se torna burlona y constantemente se niega a bañarse.
El 24 de mayo de 1994 se presentó un problema entre el paciente y la
nueva enfermera debido a que la primera no quería bañarse, a pesar de
lo cual lo hizo con mucha dificultad; durante el baño, la enfermera se
percato de que la señora González tenía en la glándula mamaria una
micosis sangrando que le abarcaba parte del tórax y en la “que ella se
aplicaba limón”, razón por la cual se dio un tratamiento específico. Cabe
señalar que durante su estancia en la Unidad Gerontológica “Refugio
Pacheco de López Portillo”, la paciente presenta resistente (sic) a toda
exploración médica, se queja de todo y no se lleva bien con la mayoría
de sus compañeros.
El 20 de agosto de 1994 se refiere que presentaba equimosis en ambos brazos que, según la paciente, son producto del trato con brusquedad que se le dio en el mes de mayo, es decir, tres meses antes.
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
El 9 de marzo de 1995, la propia paciente se provoca una herida en el
tobillo al bañarse y tallarse con la piedra; razón por la cual se le envía a
Insen, donde se le satura la herida con dos puntadas.
El 18 de marzo de 1995, nuevamente es enviada al Insen por presentar cianosis peribucal y disnea.
El 20 de marzo de 1995, al regresar de consulta en el ISSSTE, presenta herida en la región palpebral izquierda, la paciente aseguró haber
sido golpeada por una varilla arrojada por un camión al regresar a la
Unidad Moras; en consecuencia, se le realiza curación.
En abril de 1995 se reporta a la paciente con problemas de adaptación, pues se queja constantemente del personal, de sus compañeros, de
su habitación, de la comida que siempre se siente mal y pide que se le
deje morir, que se le cambie de habitación y no convive con nadie.
4) LUIS ALCARAZ ACEVES, de 77 años de edad, cuya evolución se observó desde 1988 a 1995, y según expediente:
Paciente que constantemente presenta catarros, cuya terapia ocupacional es jugar cartas con sus compañeros, además, es fumador crónico.
En nota de 1989 se refiere que cuando a salido con permisos para tramitar su pasaporte, ha regresado en estado de ebriedad; se le diagnosticó rinitis y bronquitis crónica.
El 20 de diciembre de 1990, ingresó a las instalaciones médicas del
Departamento del Distrito Federal por presentar fractura basicervical
de cadera derecha, realizándosele hemiartroplastía, además, tomaba
ativán de un miligramo.
El 10 de abril de 1995, sufrió una caída al estar de pie, razón por la
cual se le traslado al Instituto Nacional de Ortopedia, donde fue operado nuevamente por fractura diafisiaria de fémur derecho, evolucionado
ya desorientado; en nota de enfermería se refiere que esta caída la tuvo
al salir del jardín, pero no se anota ninguna otra relevancia.
El 14 de mayo de 1995, el paciente presenta herida cicatrizada con
focos de infección.
El 19 de mayo de 1995 se reporta que no coopera en su rehabilitación
y presenta dificultad para deambular.
El 24 de junio de 1995, en compañía de un visitador adjunto de esta
Comisión Nacional, se realizó al paciente exploración física, encontrándolo desorientado en espacio y tiempo, con signos vitales dentro de
la normalidad y excoriaciones en vías de cicatrización cubiertas con
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
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costra hemática y mielicérica, algunas con secreción purulenta de coloración verdosa-amarillenta en los tercios proximales y medios de las
caras anteriores de ambas piernas; además, no presentaba flexión de
una de las rodillas debido a la prótesis metálica de cadera derecha y a la
varilla intramedular en fémur con saliente intrarticular de la rodilla que
le impide la flexión por llegarle a la espina tibial; también se le diagnosticó depresión crónica.
5) NATALIA CASO HOYOS, de 87 años de edad, que falleció a las 17:40
horas del 30 de abril de 1995, estableciéndose en el certificado de defunción como causa de muerte; un choque cardiógeno de cuatro horas;
la enfermedad de Alzheimer de un año de evolución; arteriosclerosis
de quince años de evolución y desnutrición de tercer grado de un año de
evolución.
Del dictamen médico se destacan las siguientes conclusiones:
[...]
10) Por la edad avanzada de los pacientes albergados en la institución
analizada y la multiplicidad de enfermedades que presentan, se establece un pronóstico desfavorable e intervalos de tiempo variables
para cada uno.
11) Lo anterior con base a la cronosidad de sus enfermedades, a la tendencia a la invalidez y a las complicaciones que pueden llevarlos a
la muerte.
12) Por otro lado, en esta edad aumenta el riesgo de presentar caídas,
dado los cambios en su deambulación, la reducción del control
muscular, la rigidez musculoesquelética, las alteraciones visuales,
el aumento de la inestabilidad, el balanceo al caminar, la alteración
de los reflejos postulares y de la audición, como sucedió en algunos
pacientes de estudio.
13) Aunando a lo anterior, existen factores predisponentes que determinan las caídas, tales como: alteraciones mecánicas (osteoporosis, coxartrosis y otros); factores ambientales (camas demasiado altas, pisos
resbaladizos, ausencia de barandillas en las escaleras, escalones demasiado altos y estrechos y otros), y los factores yatrogénicos (uso
de medicamentos).
14) Considero que el lugar donde se encuentran los senectos deben de
ser reacondicionado, pues no cuenta con los elementos y modificaciones indispensables para evitar el riesgo de que presenten caídas.
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
15) Tampoco se refiere a los planes de entrenamiento para los pacientes, tales como: caminar sin obstáculos, subir y bajar escaleras, sentarse y levantarse de las sillas e incluso aprender a levantarse del
suelo después de una caída y otros, lo anterior con base en que existe poco personal de dicha institución.
16) Aun cuando se tuvo a la vista las dietas en el documento enviado a
este Organismo Nacional, considero que con relación a las múltiples enfermedades que presentan los albergados, al deterioro implícito de su dentadura o al uso de prótesis y medicamentos que
predisponen a molestias durante la masticación, deben de ser
reconsideradas e incluso posiblemente selectivas de acuerdo al caso
que se trate.
17) No se refiere en ninguna de las notas médicas, ni del expediente en
forma general, la existencia dentro de la institución de un fisioterapista que en este caso es obligatorio tenerlo, ya que la rehabilitación sirve para compensar. dentro de los limites máximos, los síndromes invalidantes que presentan con mayor frecuencia las personas
de edad avanzada.
18) Aun a pesar de que se hayan enviado los análisis psicológicos del
personal de enfermería, considero que éste debe tener un real concepto de lo que se presenta la vejez, el conocimiento de los cambios
físicos y de la situación social alterada en forma brusca de los ancianos.
19) El buen funcionamiento de estas unidades gerontológicas debe estar enmarcado por un trabajo de equipo, interdisciplinario, en comunicación con otras instituciones, lo cual se encuentra en este caso.
20) Cabe aclarar que debido a las declaraciones funcionales, psíquicas
y sociofamiliares de los ancianos, éstos requieren atención médica
constante, por lo que al no contar con la Unidad Gerontológica con
el personal médico de planta necesario, se hace uso de las vistas
médico-domiciliarias e incluso de atención urgente o inmediata en
otras instituciones, todo lo cual eleva los costos de los misma.
22) En el caso de Tranquilina Arteaga Anaya, resulta contradictorio que
haya fallecido sin haber sido asistida por un médico, ya que éste
tuvo que ser llamado por localizador de acuerdo al expediente clínico; lo cual demuestra que esta Institución no cuenta con personal
en los diferentes turnos que se requiere.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
305
23) En la nota del 6 de julio de 1994, esta paciente no fue aseada ni
cambiada de ropa por orden de la enfermera Beatriz Solano; en otra
ocasión se recibe miccionada y con escara en cresta ilíaca izquierda, la cual se encuentra abierta y sangrando, corroborándose una actitud negligente por parte de la misma.
24) Es inconcebible que de acuerdo al tipo de pacientes albergados en
esta Institución, no se cuenta en ocasiones con gasa estéril para
cubrir las lesiones y con ambulancias para realizar traslados, dadas
las patologías de base que presentan.
25) En el caso de la señora Mercedes Villalpando Bedolla, se refiere
que no servía el tanque de oxígeno que se requería para el manejo
de su cuadro de bronconeumonía y que uno de los médicos no se
percató de la caída descrita en las notas de enfermería (15 de mayo
de 1995), pues al fallecer al día siguiente, éste no correlacionó dicho evento con las causas reales de la muerte.
26) También resulta contradictorio que el certificado de defunción de
Natalia Caso Hoyos haya sido expedido por un médico al parecer
ajeno a la institución donde falleció, y cuya ubicación estaba fuera
de la Unidad Gerantológica.
27) El alto índice de defunciones de la unidad analizada durante el presenta año, fundamenta una investigación exhaustiva y detallada en
cuanto al manejo de los pacientes para destacar a su vez una presunta responsabilidad profesional del personal que labora en dicha
unidad.
28) Si bien es cierto que la presentación de equimosis y escaras de decúbito tienen relación con los cambios de la piel y la fragilidad capilar, también lo es que de acuerdo a estos parámetros el personal que
labora en esta Institución debe tener presentes estos riesgos e implementar programas preventivos para evitar estas complicaciones.
29) Sin embargo, se establecen que existen deficiencias en los servicios
y en el inmueble de esta unidad gerontológico, que han repercutido
directamente en el manejo de cada uno de los pacientes.
viii) Acta circunstanciada del 24 de octubre de 1995, en la que se hace
constar que se realizó una entrevista al doctor Rodolfo Ávila Lombera, médico encargado de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, quien señaló a un visitador adjunto de esta Comisión Nacional que no
306
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
contaba con una dieta específica cada uno de los albergados en esa unidad
gerontológia, ya que la dieta se las enviaban, y que no se les había realizado
una dieta especial a cada uno; que las dietas estaban divididas una para los
albergados en general y otra para quienes padecían diabetes, además de que a
quienes no podían deglutir, se les proporcionaban papillas. Asimismo, se hizo
constar que el visitador adjunto esperó hasta que les brindaron sus alimentos
a los senectos, los cuales eran de buena calidad y cantidad, sin que ninguno
de ellos protestara por la alimentación.
II. EVIDENCIAS
En este caso las constituyen:
1. Escrito de queja recibido en esta Comisión Nacional, el 24 de marzo de
1995, firmado por el licenciado Francisco Javier Gil Castañeda, presidente
de la Red de Derechos Humanos “José Antonio Simón Zamora”, A. C.
2. Oficio SAJ-013/95, del 3 de mayo de 1995, firmado por el licenciado
Julio Sánchez Vargas, Director General del instituto Nacional de la Senectud, mediante el cual rindió el informe solicitado y acompañó la siguiente documentación:
—Acta administrativa, del 26 de abril de 1995, que se instrumentó en contra de la auxiliar de enfermería Beatriz Eugenia Solano Arévalo y las
trabajadores sociales Rosa Aurora Martínez mata y Silvia Sandoval
Rivera.
—Memorándum, del 12 de mayo de 1994, firmado por Alejandro Martín
Guerra, Subdirector de Unidades Gerontológicas, por el que comunicó
al licenciado Emilio A. Abreu Santos que la enfermera Beatriz Eugenia
Solano Arévalo pasaba a laborar de la Unidad Nebraska a la Unidad
Moras del Instituto Nacional de la Senectud .
—Nota de atención médico del 24 de mayo 1994, firmada por la Doctora
Araceli Nájera Gallego, en la que señaló que la señora Dolores González
Márquez se vale por sí misma y que tubo un problema con la Enfermera
Beatriz Eugenia Solano Arévalo.
—Copia certificada del menú nutricional proporcionado a las Unidades
Gerontológiacas del Instituto Nacional de la Senectud del 12 a 18 de
mayo de 1995.
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
307
3. Escrito de Ampliación de queja recibido en esta Comisión Nacional, 26
de abril de 1995, firmado por el licenciado Francisco Javier Gil Castañeda,
Presidente de Red de Derechos Humanos “José Antonio Simón Zamora” A. C.
4. Oficio SAJ-016/95, del 31 de mayo 1995, firmado por el licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud,
al que acompañó los siguientes Documentos:
—Expedientes clínicos de los senectos Luis Alcaraz Aceves, Tranquilina
Arteaga Anaya, Mercedes Villalpando Bedolla, Natalia Casos Hoyos y
Dolores González Márquez.
—Expedientes laborales de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo,
y de las trabajadoras sociales Silvia Sandoval Rivera y Rosa Aurora
Martínez Mata.
—Acta administrativa, del 16 de mayo de 1995, iniciada en contra de la
enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, en la que ésta negó los hechos que se le imputaron en la ampliación de queja.
5. Actas circunstanciadas de fechas 17 y 18 de mayo de 1995, firmadas por
un visitador adjunto de esta Comisión Nacional, asentando que se realizaron
visitas a la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”.
6. Escrito firmado por la licenciada Cecilia Juárez Cervantes, de la Red
para la Defensa de los Derechos Humanos “José Antonio Simón Zamora”,
A. C., al que acompaño copia de un escrito de la señora Daisy Alfaro, albergada en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, quien
refirió falta de alimentación especial y deficiencias en los servicios prestados
en la Unidad Gerontológica mencionada.
7. Oficio 22859, del 1 de agosto de 1995, girado por esta Comisión Nacional al licenciado Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional
de la Senectud, mediante el cual le solicitó adoptar una medida cautelar con
relación a los hechos expuestos por la licenciada Cecilia Juárez Cervantes,
de la Red para la Defensa de los Derechos Humanos “José Antonio Simón
Zamora”, A. C.
8. Oficio SAJ-035/95, del 3 de agosto de 1995, firmado por el licenciado
Julio Sánchez Vargas, Director General del Instituto Nacional de la Senectud, mediante el cual aceptó adoptar la medida cautelar que se le solicitó.
9. Dictamen médico del 22 de agosto de 1995, emitido por un médico legista de esta Comisión Nacional de Derechos Humanos, del que se destaca la
308
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
responsabilidad institucional del Instituto Nacional de la Senectud y profesional de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo en atención de los
senectos albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López
Portillo”.
10. Acta circunstanciada, del 24 de octubre de 1995,, firmada por un visitador adjunto de esta Comisión Nacional, en la que se asentó que se realizó
una visita a la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”.
III. SITUACIÓN JURÍDICA
El 24 de marzo de 1995, esta Comisión Nacional recibió el escrito firmado de
queja firmado por el licenciado Francisco Javier Castañeda, Presidente de la
Red de Derechos Humanos “José Antonio Simón Zamora”, A. C., en que
denunció presuntas violaciones a los Derechos Humanos cometidas en agravio de los senectos albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco
de López Portillo”.
A la fecha, las autoridades del Instituto Nacional de la Senectud, preocupados e interesados por los hechos motivo de la queja, determinaron separar
a la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo de todo contacto con los
senectos, hasta que esta Comisión Nacional resolviera el presente expediente
de queja.
Las instalaciones y servicios que presta en el Instituto Nacional de la Senectud en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo” se
encuentran en el mismo estado desde que la Comisión Nacional realizó la
visita a dicho inmueble.
IV. OBSERVACIONES
El análisis de los hechos y evidencias recabadas, permiten a esta Comisión
Nacional llegar a la conclusión de que existen irregularidades en el trato que
se brinda a la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”,
que afectan a los Derechos Humanos, con base en las siguientes consideraciones:
a) De las constancias que integran el presente expediente de queja, se aprecia
que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo se le imputa haber incurri-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
309
do en irregularidades dentro del servicio que prestó en la Unidad Gerontológica
“Refugio Pacheco de López Portillo”, ya que como se desprende de los diversos testimonios rendidos por algunos senectos albergados en la citada
unidad, dicha persona a tratado en forma violenta y desconsiderada a algunos
de ellos, principalmente a quienes no pueden valerse de sí mismos, pues según las declaraciones, los senectos Pedro Valdez, Tranquilina Arteaga Anaya
y Mercedes Villalpando Bedolla, fueron objeto de malos tratos por parte la
citada enfermera, quien los jaloneaba para que caminaran con mayor rapidez, a pesar de las enfermedades que sufrían, o bien, no los atendía como era
correcto, pues les daba de comer en la boca con agresividad, pues debe tenerse en cuenta que por la situación particular de cada uno de ellos, éstos no
podían valerse por si mismos, por lo que tal conducta podría ser constitutiva
de responsabilidad administrativa.
Cabe destacar que si bien es cierto existen testimonios recabados por este
Organismo Nacional, en los que afirman que no hubo malos tratos por parte de la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, también es cierto que
diversas personas afirman lo contrario, es decir, que les consta que dicha
enfermera realizó actos violentos en contra de algunos de los senectos albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, por
lo que dada la gravedad de los hechos denunciados deberán investigarse hasta sus últimas consecuencias y, en su caso, determinar si existió responsabilidad por parte de la citada servidora pública e imponer las sanciones que procedan; declarando para el efecto a todos aquellos senectos albergados, así
como al personal que labora en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco
de López Portillo”, ya que de acreditarse tales conductas se estarían vulnerando las disposiciones contenidas en el Reglamento Interno de Albergues y
Residencias del Instituto Nacional de la Senectud, instrumento jurídico que a
pesar de no haber pasado por las instancias legales correspondientes a fin de
que se le otorgue la validez y alcance jurídico de una ley, sí es de observancia
dentro del citado instituto, por artículos 1 y 5, del capítulo VIII del Reglamento en cita, que a la letra señalan:
Artículo 1. La función principal del adscrito a los albergues y residencias diurnas del Insen es el cuidado del anciano, procurando el desarrollo armónico de
sus facultades y aptitudes.
[...]
Artículo 5. El personal del albergue o residencia diurna está obligado a tratar a los ancianos albergados o residentes con respeto y afecto.
310
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Asimismo, se violaría la disposición contenida en el artículo 1 del capítulo
XII, apartado 16, 19 y 20 del Reglamento Interno de Albergues y Residencias
del Instituto Nacional de la Senectud, que a la letra señalan:
Artículo 1. Son obligaciones del área de enfermería:
1. [ . . . ]
16. Ayudar a los ancianos a su traslado de ambulancia e higiene corporal, si
así lo requiere.
[...]
19. Ayudar a los ancianos en actividades de terapia ocupacional, arreglo de
vestidos, etcétera, si así lo requieren.
20. Ayudar a los ancianos a tomar sus alimentos si así lo requieren.
Por otra parte, del dictamen médico emitido por un perito de esta Comisión Nacional, se desprende que la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo
incurrió en responsabilidad profesional, ya que sin motivo aparente ordenó,
según nota del 16 de julio de 1994, que la señora Tranquilina Arteaga Anaya no fuera no fuera aseada ni cambiada de ropa, por lo que se recibió, en el
siguiente turno de enfermería, miccionada y con escara en cresta ilíaca izquierda, la cual se encontraba abierta y sangrando.
No pasa desapercibido esta Comisión Nacional el hecho de que esta conducta se imputa a la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo está prescrita, en términos de lo indispuesto por el artículo 78 de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos; sin embargo, por la gravedad
de esos actos, y a raíz de que se realizaron en contra de una senecta, deberá
dejarse constancia en su expediente y prevenir en el futuro hechos como el
señalado. En cuanto a las demás conductas referidas y acontecidas en el presente asunto, deberán hacerse las investigaciones correspondientes con profundidad y, en su caso, imponer las sanciones que correspondan.
b) De igual manera, de los testimonios rendidos por los senectos albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, se
desprenden hechos violatorios a Derechos Humanos cometidos por la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, la trabajadora social Silvia Sandoval
Rivera y de la trabajadora de intendencia Josefa Frayle Sánchez, que según
declararon los agraviados, tiraban sus pertenencias personales a la basura
incluso, sacaban dinero de los cajones y se los llevaban, por lo que se hace
necesario que este Instituto realice una investigación exhaustiva a fin de determinar la responsabilidad en que pudieran incurrir dada la naturaleza de los
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
311
hechos narrados, ya que de acreditarse que se cometieron, se destacaría ante
la presencia de un hecho tipificado como delito, que en su caso debe ser
denunciado a la autoridad Ministerial correspondiente.
c) También a acreditado ante esta Comisión Nacional que los senectos
albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, no cuentan con un estudio nutricional individual, lo que se traduce en
una mala alimentación, ya que algunos de ellos se quejaron ante un visitador
adjunto de este Organismo Nacional de la alimentación que les dan es insuficiente, y que cuando no pueden ingerir los alimentos porque les hacen daño,
no se los substituyen con algún otro. Asimismo, es importante acotar que la
alimentación que se brinda debe realizarse tomando en cuenta las comodidades físicas y de salud de cada uno de los albergados en la citada Unidad Gerontológica. Al respecto, el personal médico de esta Comisión Nacional, quien
tuvo a la vista las dietas que se proporcionan en este Instituto, consideró que
las mismas, por las múltiples enfermedades que presentan los albergados, el
deterioro implícito predisponen a molestias durante la masticación, deben
ser consideradas e incluso selectivas de acuerdo al caso que se trate, ya que
como se señaló en el capítulo de hechos del presente documento, la señora
Daisy Alfaro requiere de una dieta especial, la cual, según se apuntó, le fue
proporcionado en un primer momento, pero cuando salió de vacaciones la
doctora se la designó, se le suspendieron.
Asimismo, el 24 de octubre de 1995, el doctor Ávila Lombera, encargado
de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, hizo mención a un visitador adjunto de este Organismo Nacional que no contaba con
los estudios nutricionales de cada uno de los senectos albergados en dicha
unidad gerontológica, ya que las dietas que se les proporcionaban seguían
siendo las mismas, con la diferenciación con las personas con diabetes y las
que requerían comer papilla por no poder deglutir; lo anterior, a pesar de
haber sido solicitado al Instituto Nacional de la Senectud como medida precautoria.
Se hace necesario, entonces, que ese Instituto realice un estudio nutricional
de cada uno de los senectos albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio
Pacheco de López Portillo”, ya que no se acreditó que no se contara con el
mismo, pues resulta necesario para un mejor nivel de vida de los albergados
en esas instalaciones y que se cumpla con el artículo 1 del capítulo IV, apartado 2 del Reglamento Interno de Albergues y Residencias del Instituto Nacional de la Senectud, que a la letra dice:
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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Artículo 1. Son derechos de los albergados :
[...]
2. Recibir una alimentación sana, balanceada, suficiente y adecuada dentro de
los horarios establecidos en el albergue.
d) El hecho de que el Instituto Nacional de la Senectud no cuente con implementos sanitarios indispensables, tales como gasas estériles para atender
las necesidades de los albergados en la Unidad Gerontológica “Refugio
Pacheco de López Portillo”, es una seria deficiencia en el servicio que presta,
pues se asentó en una nota de enfermería que no había ese implemento sanitario para cubrir lesiones; asimismo, en las constancias aportadas se de destacó que en una ocasión el tanque de oxígeno estaba averiado, además de que
no se cuenta con ambulancias para el traslado de los senectos que así lo requieran a la unidades hospitalarios de segundo o tercer nivel, pues dadas las
patologías que presentan algunos de los senectos, en algún momento se podría requerir el vehículo con carácter de urgente.
También a quedado acreditado ante este Organismo Nacional que existen
deficiencias en la cantidad y calidad de fármacos que deben ser administrados a los ancianos del albergue dadas sus múltiples enfermedades, en ocasiones no se les proporcionan los medicamentos que requieren por falta de
los mismos, así como que ese Instituto se ha abstenido en proporcionar a los
albergados de la unidad gerontológica en cuestión, los implementos sanitarios que requieren para cubrir sus necesidades de limpieza; esto con base a
los testimonio recabados por esta Comisión Nacional, en los que los senectos
manifestaron que no les proporcionan jabón para su aseo.
e) Por otra parte, esta Comisión Nacional ha acreditado que las instalaciones de Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo” no son
aptas para el fin que se les destina, es decir, la configuración arquitectónica
del inmueble fue hecha para casa habitación u otros usos, pero no para albergar a personas de la tercera edad, pues no cuenta con adecuaciones estructurales, no sólo para mayor comodidad de los senectos albergados, si no por su
propia seguridad, ya que los pisos cuentan con escalones y no con rampas; la
escalera que sube a la planta alta del inmueble no cuenta con barandilla en
ambos lados; los escalones son demasiado altos para personas que en ocasiones sufren de problemas de cambio en la marcha, reducción en el control
muscular, instalación de rapidez musculoesquelética, alteraciones visuales,
aumento en la inestabilidad y balanceo al caminar de la audición, lo que
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
313
aumentando a la falta de adecuaciones del inmueble, aumenta el riesgo de que
los senectos presenten caídas y, por consecuencia, sufran lesiones, que agregado a las patologías múltiples que algunos presentan, pueden ser de muy serias consecuencias.
También resulta que el suministro de agua no es cubierto en forma satisfactoria, ya que mencionaron los albergados entrevistados que éste es deficiente, pues en ocasiones no sirve la bomba de agua y por ello no se cubren
las necesidades del citado líquido desde los tinacos de la azotea, resintiendo la escasez de agua en su aseo personal, pues no pueden lavar su ropa o
su cuerpo, además de que en ocasiones no cuentan con agua caliente para su
baño diario, pues según argumentaron, las instalaciones hidráulicas se encuentran defectuosas, o bien, los calentadores de agua no funcionan, obligándolos a que calienten el agua en las estufas de la cocina de esa unidad gerontóloga.
También merece especial mención de que algunas de las camas de los senectos son demasiado altas, pues como se pudo apreciar en las visitas realizadas a las instalaciones de las mencionada unidad gerontológica, los pies de
los senectos, mientras se encuentran sentados, no alcanzan el sueldo, lo que
aumenta el riesgo de caídas que, como ya se señaló, pueden producir serias
consecuencias en el estado de salud de los mismos.
f) Es importante también destacar que el Instituto Nacional de la Senectud
se encuentran en la obligación de prestar ciertos servicios de recreación de
los albergados de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, tales como que se les lleve a pasear a los autobuses con que cuenta este
instituto, ya que según manifestaron los agraviados en la entrevista que se les
realizó, tienen mucho tiempo de no llevarlos de paseo a algún sitio de recreo,
como son parques o museos, así como proyectarles películas, obligación que
se encuentra contemplada en el artículo 1o., capítulo IV, apartado 4 del Reglamento Interno de Albergues y Residencias Instituto Nacional de la Senectud, que la letra dice:
Artículo 1. Son derechos de los albergados:
1. [ . . . ]
4. Concurrir, previa anuencia del médico encargado de la unidad, a los paseos, eventos culturales y otro tipo de esparcimiento proporcionado por el
Insen.
314
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
g) En lo referente a la atención de salud, se pudo apreciar en uno de los
expedientes clínicos, la falta de atención del médico de la unidad, pues en el
caso de la señora Tranquilina Arteaga Anaya, esta persona falleció sin ser
asistida por un médico, pues se le llamo por localizador, siendo que debió
contarse en la unidad con uno que atendiera a los selectos albergados debido
a las patologías que presentan; esta situación también fue expuesta en los testimonios rendidos ante este Organismo Nacional, ya que se señaló que en ocasiones no se cuenta con médico de guardia en fines de semana, pues los que
son asignados para el servicio no se presentan a laborar, concretándose a
proporcionar un número telefónico para ser localizados, lo cual implica una
falta de cumplimiento al artículo 1, apartado 1 del capítulo IV del Reglamento Interior de Albergues y Residencias del Instituto Nacional de la Senectud,
que a la letra dice:
Artículo 1. Son derechos de los albergados:
1. Recibir atención médica, psicológica y de terapia ocupacional por parte del
personal del asignados.
De la información recabada por este Organismo Nacional se aprecia también que no se cuenta con fisioterapia, por lo que se hace necesario que se
cuente con el personal capacitado en esta labor.
h) Se hace necesario precisar, también, que en las investigaciones llevadas
acabo en esta Comisión Nacional no se acreditó que la muerte de los senectos
Luis Alcaraz Aceves, Tranquilina Arteaga Anaya, Mercedes Villalpando Bedolla y Natalia Casos Hoyos se deba a malos tratos inferidos por la enfermera
Beatriz Eugenia Arévalo u otra persona de la citada institución, esto con base
en el dictamen médico emitido por esta Comisión Nacional; sin embargo,
se hace necesario que el Instituto Nacional de la Senectud lleve a cabo una
investigación médico-administrativa, debido al alto índice de funciones presentadas durante el presente año para que, en su caso, se descarte una posible
responsabilidad por deficiente atención personal que labora en la ya mencionada unidad gerontológica, o bien, se adopten las medidas necesarias a fin de
preservar la vida y el desarrollo armónico funcional de los senectos, en todo
lo humano y técnicamente posible.
Esta Comisión Nacional hace mención de la especial importancia que tuvo
en el Instituto Nacional de la Senectud en el presente caso, en el que siempre
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
315
mostró su mejor disposición para lograr la solución más adecuada al caso
planteado, coadyuvando en las diligencias practicadas por este Organismo
Nacional y aportando todos los elementos que prueban que fueron requeridos, enviando a funcionarios del propio Instituto para que colaboraran en las
tareas realizadas por este Ombudsman Nacional a fin de que se protegiera,
ayudara, atendiera y orientara a las personas de edad senil que se encuentran
en la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”.
Para esta Comisión Nacional es claro que el Instituto Nacional de la Senectud deberá ser apoyado presupuestalmente por la Secretaria de la Salud,
cuyo titular es Presidente del Consejo de este Instituto, a fin de canalizar los
recursos mínimos indispensables para hacer las adecuaciones necesarias al
inmueble donde se encuentra la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de
López Portillo”, así como para el abastecimiento de los insumos indispensables para prestar el servicio en las mejores condiciones de dignidad de personas albergadas.
De acuerdo con lo expuesto, esta Comisión Nacional de Derechos Humanos formula respetuosamente a usted señor Director General del Instituto
Nacional de la Senectud, las siguientes:
V. RECOMENDACIONES
PRIMERA. Se sirva dar vista a la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud, para que se inicie un procedimiento de investigación, en términos de lo
dispuesto por el artículo 64 de la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, en el que se reciba el testimonio de todos los senectos
albergados de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, así como de su personal, con el objeto de determinar las posibles responsabilidades en que hubieran incurrido la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo, la trabajadora social. Sandoval Rivera y la trabajadora social de
intendencia Josefa Frayle Sánchez, respecto de las irregularidades y deficiente atención brindada a los senectos de la Unidad Gerontológica “Refugio
Pacheco de López Portillo”, que fueron expuestos en el cuerpo de la presente
Recomendación, separándolas del contacto con los senectos hasta en tanto se
resuelve el procedimiento administrativo que se alude; de resultar procedente se apliquen las sanciones correspondientes; asimismo, respecto de los hechos imputados a la enfermera Beatriz Eugenia Solano Arévalo que aconte-
316
COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
cieron durante el año 1994, deberá dejarse constancia en su expediente, como
antecedente.
SEGUNDA. Se sirva girar sus instrucciones a fin de que se inicie un procedimiento interno médico-administrativo de investigación, a fin de determinar las causas del alto índice de funciones registradas durante el mencionado
año en la citada unidad gerontológica, para que, en su caso, se descarte una
posible responsabilidad profesional del personal que labora en la ya mencionada unidad gerontológica, o bien, se adopten las medidas necesarias a fin de
preservar la vida y el desarrollo armónico funcional de los senectos albergados, imponiendo las medidas que sean necesarias para corregir posibles irregularidades.
TERCERA. Se sirva girar sus instrucciones a fin de que se inicien los trámites administrativos correspondientes tendientes a realizar los trabajos arquitectónicos necesarios en las instalaciones de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco de López Portillo”, para que se prevea una adecuada funcionalidad
de las mismas acorde con las necesidades de los albergados, adoptando las
medidas de seguridad indispensables para evitar en lo posible accidentes dentro
del inmueble, proveyendo las instalaciones hidráulicas y mecánicas para el
suministro de agua, adecuado a los requerimientos de los albergados.
CUARTA. Se sirva girar sus instrucciones a fin de establecer los medicamentos y recursos médicos necesarios a la Unidad Gerontológica “Refugio
Pacheco de López Portillo”, con el objeto de que la atención de los senectos
sea adecuada y oportuna y, así, evitar en lo posible las complicaciones y
disminuir la morbimortalidad que prevalece.
QUINTA. Se sirva girar sus instrucciones a fin de que se realice un estudio
nutricional de cada uno de los senectos albergados en la Unidad Gerontológica
“Refugio Pacheco de López Portillo”, en el que la nutrióloga de esa institución, tomando en cuenta los padecimientos de cada uno de los albergados,
determinen la dieta que deben de llevar, así como las necesidades alimenticias de cada uno de ellos, proporcionándoselos de acuerdo a las patologías
que presentan en cada caso.
SEXTA. Se sirva girar sus instrucciones a fin de que se realice un estudio
sobre las necesidades de personal en la Unidad Gerontológica “Refugio
Pacheco de López Portillo”, con el objeto de que se incremente la plantilla
laboral y se cubra en servicio en forma adecuada las 24 horas del día, impartiéndoles además cursos, con la finalidad de que el personal que actualmente
presta sus servicios en esta institución adquiera mayores conocimientos so-
PANORAMA ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
317
bre la responsabilidad que implica el cuidado de senectos. Asimismo, se prevea la necesidad de contar con equipo médico suficiente en buen estado, y de
una ambulancia en la citada unidad gerontológica para el traslado de pacientes graves, o bien, se celebre un convenio con alguna de las Instituciones del
sector salud para que les brinde el servicio de ambulancia cuando así se requiera, en forma expedita.
SÉPTIMA. Se sirva girar sus instrucciones a sin de que se realicen los
paseos de los que los senectos de la Unidad Gerontológica “Refugio Pacheco
de López Portillo” disfrutaban, con la misma regularidad que tenían, a fin de
dar cabal cumplimiento al Reglamento Interno elaborado por ese Instituto.
OCTAVA. La presente Recomendación, de acuerdo con lo señalado en el
artículo 102, apartado B, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, tiene carácter de pública.
De conformidad con el artículo 46, segundo párrafo, de la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, solicito a usted que la respuesta sobre
la aceptación de esta Recomendación, en su caso, nos sea informada dentro
del término de quince días hábiles siguientes a esta notificación.
Igualmente, con el mismo fundamento jurídico, solicito a usted en su caso,
las pruebas correspondientes al cumplimiento de la Recomendación se envíen a esta Comisión Nacional dentro de un término de quince días hábiles
siguientes a la fecha en que haya concluido el plazo para informar sobre la
aceptación de la Recomendación.
La falta de presentación de pruebas dará lugar a que se interprete que la
presente Recomendación no fue aceptada, por lo que la Comisión Nacional
de Derechos Humanos quedará en libertad de hacer pública precisamente
esta circunstancia.
Atentamente
El Presidente de la Comisión Nacional
Rúbrica
Panorama actual de los derechos humanos de las personas de edad: la situación de México frente a los compromisos internacionales, editado por la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos, se terminó de
imprimir en diciembre de 2003 en los talleres de OFFSET UNIVERSAL, S. A., Calle 2, núm. 113, col. Granjas San Antonio, C. P. 09070, México, D. F. El tiraje
consta de 2,000 ejemplares.
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