amor y deber a un tiempo

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AMOR I DEBER TOP°,
COMEDIA EN TRES ACTOS Y EN YERSO,
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DON RICARDO MOSQUENA.
SEVILLA.
i-cargo de Den Flancirwo Lis Va/quir„
calle de las Sierpes, número 5.
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1855.
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COMEDIA EN TRES ACTOS Y EN
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SEVILLA
—
Imprenta de
La Publieidad,
cargo de D. Francisco Ui y Vaaguei,
calle de las S i erpes, número 5.
1853:
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madlid)
Esta comedia se puso por primera vez en
escena en el Teatro de San Fernando de Sevilla, ã beneficio de la señorita Doña María
Menendez, en la noche del 10 de Marzo de 4 855.
Esta comedia es propiedad de su Editor.
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le la Fundación Juan March (Madrid)
AL DISTINGUIDO ACTOR
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Biblioteca de la Fundación Juan Márch (Madrid
JISONA( EL
Isabel .
Eloita Fernando Luis
Pon Ramon.
hoiia Maria. Pascual. ACTORES.
Señorita Menendez.
Señora Cairon.
Sr. Parreño.
Sr García Muñoz.
Sr. Lozano.
Señora Muñoz.
Sr. Fernandez.
Accion en $ev d
. la eu, una fonda: 1.855..
Biblioteca de la Fundación Juan Manir (Madrid)
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1.5
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Decoracion cerrada.—El Teatro representa sala decentemente amueblada ; dos puertas laterales y una en
el fondo.
(Por izquierda y derecha debe entenderse siempre la del
espectador.)
ESCENA PRIMERA.
PASCUAL, Y DOÑA MARTA
(entrando)
Buenos dias, doña Marta,
¡teneis algo que mandarme?
D.° Mar. Que hagais el favor de darme
.Pasc.
el importe de esta carta. (Se la dci.).
(Guardándosela.)
Es para mi amo? á ver.
D.' Mar. Dadme al instante el dinero,
que esta, aguardando el cartero;
y acaso tendrá, que hacer.
Pase.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Quereis con prisa venir,
v yo estoy con mucha calma.
p . a Mar. 'No me exaspereis el alma,
Pues no empeceis a gruñir.
l'ase.
.D. a Mar. Pues gruñiré.
No liareis tal,
Pase.
pues si empezais á gruñir,
os hago al punto salir,
me llamo Pascual.
pa Mar. como
No faltara mas que eso.
Si soy capaz, lo vereis.
Pase.
ßa Mar. Toda la vida sereis
un pedazo de camueso.
Ea, señora doña Marta,
Pase.
¡quereis marcharos de aquí?
no respondo de mi;
teneis mi paciencia harta.
Altiva estais de mañana,
y vais luego á conseguir,
el que os haga yo salir
bien ó mal, por la ventana.
11. a Mar. ¡Pues me gusta! ¿así quereis
en mi casa ya mandar?
antes habeis de pensar
que conmigo os las vereis.
Que como ama de casa
y señora de lo mio,
tengo yo mi poderío
y nadie se me propasa.
Pase.
Pase.
pa
(Con ironía.)
Señora... vaya, lo creo.
Mar. Viuda de un hombre honrado
que en la oficina de Estado,
obtuvo siempre su empleo.
Siendo todo un caballero
sin orgullo y sin tontera;
muchos de muy noble esfera,
le quitaban el sombrero.
Y no una, sino mil veces,
sin que quiera yo alabarle,
me contó que iban á hablarle
los condes y los marqueses:
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madtid)
sí, señor; que sepais quiero,
que era un destino decente.
¿Era tal vez intendente?
Pase.
1). a Mar. No señor, que era... portero.
(Riendo.)
Pase.
Ja... ja... ja... ¡qué tontería!
Con tantos rodeos á fé,
yo por lo menos pensé
que archipámpano seria.
¡Portero... quién lo pensara!
que toda su obligacion
era estarse de planton
al lado de una mampara.
«Pasar podéis adelante,
ahora no se puede entrar,
su escelencia en despachar
no tardará ni un instante.»
Y esta monserga aprendida,
mil veces la repitió,
y así el infeliz pasó
todo el resto de su vida.
Si alguno me lo dijera
aunque la verdad diria,
yo nunca creer podria
que hubieseis sido portera.
.° Mar. Estais ensartando ahí
barbaridades de aplomo.
Es, señora, que yo tomo
Pase.
las cosas con frenesí.
D. Mar. Pero, en fin, despácheme,
que me están dentro aguardando,
y yo aquí estoy esperando...
¿Y qué la detiene, que?
Pase.
. a Mar. El dinero de la carta.
Pase. Es verdad, se me olvidaba,
¿y cuánto es lo que costaba,
me dijo, señora Marta?
1). a Mar. ¿Ignorais que tengo doña?
Pase.
Pues para completa ser,
solo os faltaba tener
ciertos puntos de gazmoña.
Y yo tengo un buen remedio,
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=8=-L
con el cual sin mas tardar...
h • . Mar. Pero, en fin, ¿me quereis dat
los nueve cuartos y medio?
Pase.
(Empujándole.)
Tomad, y marchaos en paz.
h.. Mar. Pero, sefior, ni tampoco...
Pase.
(Vase por el foro derecha.)
(De volver á un hombre loco
es esta vieja capaz.)
(Se du eje á la primera puerta de la derecha que representa
ser la de la habitacion de don Fernando, tí tiempo que este
sale de ella.)
ESCENA SEGUNDA.
PASCUAL Y DON FERNANDO.
Dime Pascual, ¿con quién era
la trifulca que has tenido,
que tanta bulla has metido?
Con quién? con la pupilera.
Pase.
Fern.
Conque ello siempre lo rnismo
ella empeñada en charlar,
y tú en hacerla callar:
Pase. Señor, si es un sinapismo
Entró, y empezó á gruñir,
yo la dejé regañar,
mas me empezó á atolondrar;
y se acabó por reñir.
Fern.
¿Quieres hacerla callar
apesar de su tontera?
Si señor, ¿de qué manera?
Pase.
Fern.
Comiénzala á enamorar.
Pase.
Por Dios que no soy tan rucho;
aunque no sea ningun sabio.
Mira que se por su labio,
Fern.
que ella te adora á ti mucho.
T yo tengo comprendido
que si te logras casar,
con el tiempo has de llegar),
ä ser soberbio marido:
Fern.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Pase.
Fern.
Pase:
Fern.
Pase.
Fern.
fien pudiera ser que yo...
mas con ella no me caso;
primero mi vida paso
soltero, pues nó que nó.
Va y a, no digas tonteras,
que' no las he de creer;
si tú lograras cojer
su mano, ¿que mas quisieras/
Ya se ve, su merced toma
las cosas siempre de chanza,
y así contento, se alcanza
pasar la vida de broma.
Tienes razon, ¿que he de hacer?
Estar alegre, contento,
y de pesares exento,
dejar la vida correr.
Pero me gusta el mirarte
lo enfadado que te pones,
y los planes que propones,
si se trata de casarte.
No es el casarme, selior,
la idea que á mi me asusta;
al contrario, que me gusta:
¿hay otro estado mejor?...
Vaya, si doy en pensar
del matrimonio en los goces...
Calla Pascual, no conoces
lo que puede acarrear.
¿Cuando mejor está, un hombre,
que cuando libre se mira?
puede alcanzar cuanto aspira:
¡matrimonio! pues si el nombre
solamente hace pensar
la empresa que uno acomete,
y el yugo á que se somete,
cuando se llega á casar.
Destituye el matrimonio
de algun rato de placer,
y bien podrás conocer,
que es el infierno s el demonio.
Pues cuando uno es soltero,
loada le dá que pensar,,
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=.11)==
.y‘selo trata en cuidar
Pase.
Fern.
Pase.
Fern.
Pase.
que el en todo, es el primero-.
Tiene pérdidas, quebrantos,
nada le llega á la ropa,
y en el fondo de una copa,
se enjugan todos sus llantos.
Si la muger es coqueta,
¡Jesu—Cristo, Dios me asistal
No hay hombre que la resista,
ni poder que la someta.
Si es un tanto gastadora,
que es de todos el peor daño,
con lo que se vive un año,
dará fin en una hora.
Nada, Pascual, no te cases,
pues es la mayor locura;
hecho ya, no tiene cura;
con que mira lo que haces.
Sí señor, pero se ve
bajo un punto el matrimonio,
que habrá de ser el demonio
segun lo pintais, porqué...
Pues ya se me iba ä olvidar
que hoy el cartero ha venido,
y que una carta ha traído
para vos.
Y ä mas tardar
Te se hubiera ya olvidado.
No señor, tengo memoria.
Puedes tener esa gloria.
Pero en fin, ya no hay cuidado,
(.Dcitadosela
y os la entrego.
Fern. Bien, ä ver,
No te se vuelva ä oh idar,
pues que me puedes causar
un perjuicio tal vez.
Ahora podré retirarme,
Pase.
pues creo no vais a salir.
Fern.
Cuando me vaya á vestir...
Podrá su merced llamarme.
Pase.
(Veise por la primera puerta de la derecha.)
BIlioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
ESCENA TERCERA.
DON FERNANDO.
A la verdad que no sé
de quién esta carta sea;
mejor sera que la lea
y así de duda saldré.
(Leyendo.)
Madrid, junio etc.
"Mi querido amigo:
"Mañana sale de esta con direccion á Sevilla, nues"tro amigo Luis Pantojame ha prohibido te de noticia
"de su marcha, pues creo quiere sorprenderte, pero.
"yo te lo aviso por si quieres que sea él el sorprendido.
"El dia 12 debe llegar á esa. Adios, tu amigo, Rafael."
Carambola, pues no es nada,
no es esto grano de anis;
mi antiguo amigo Luis,
mi bravo y fiel camarada.
Pues á fe que vamos poco,
á divertirnos los dos;
lä cuantas hijas de Dios,
vamos á hacerles el coco!'
El siempre tan calavera,
de genio tan animado;
si el pobre no ha variado,
es un solemne tronera.
Voy al instante a salir
pues que esperarlo es muy justo;
con qué placer con qué gusto,
lo tendré que recibir.
Pienso que aún no habrá venidos
¡Oh cuanta dicha es la mial
ESCENA CUARTA.
FERNANDO É ISABEL.
(Que aparece por la segunda puerta de la,derecha.,)
Qué contento, qué alegria!
¡Alié es lo que te ha sucedido?
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
fern.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
hab.
fern.
Adios, mi prima querida,
znie preguntas qué ha pasado?
nada, chica, que ha llegado
un amigo, y es debida
esta alegría en conciencia,
al placer que esperimento.
Debes estar muy contento.
Tras cinco arios de ausencia,
figúrate si he de estado,
que han pasado sin poder...
un placer voy á tener
v erdadero al escontrarlo.
Pues desde luego te doy,
la enhorabuena cumplida.
Mil gracias, prima querida,
merezco me la des hoy.
Verás lo guapo que es,
hecho todo un elegante,
con las damas muy galante,
con los hombres muy cortes.
Te dicen en esa carta...
Que puesto en camino queda.
Creeré que leerse pueda,
y que tu gozo comparta.
No existe dificultad.
Dispensa si puedo ser
importuna, soy muger,
y tengo curiosidad.
Es verdad, es el prurito
de cuantas gastais enagua,
arderíais en una fragua,
ó llevaríais sambenito
sin causaros cortedad,
p Of satisfacer siquiera
ese punto, esa tontera,
que Ilamais curiosidad.
No se puede remediar;
con el bello sexo nace.
Sí, pero ello se hace
necesario á mas tardar.
(Da la carta cí Isabel.)
Biblioteca de la Fundación Juan
March •
=13.
algunas veces que n i ...
Pero en fin, deja que lea.
Y por qué no empiezas? sea;
¿Acaso te estorbo yo?
Y
Isab.
Fern.
(Isabel lee.)
hab.
¡Cuánto tendremos que hablar
del tiempo que ha trascurrido!
¿pero por qué habrá querido
su venida así ocultar?
No esti gio se sobrecoja
cuando se encuentre.., me rio...
(¡Qué es lo que miro, Dios mio,
llega don LUIS de Pantoja!)
(Dejando caer la caria.)
Feria,
Qué es eso, prima ¿quizás
te has puesto mala?
hab. No es nada,
me siento algo mareada,
ello pasándose irá.
Hace aquí tanto calor...
Fern.
Calor aquí? no la siento:
en fin, reposa un momento;
quizás pase; estás peor?
hab.
No, primo, gracias, estoy
algo indispuesta, no es nada.
Fern.
Puede que estés aliviada
cuando vuelva.
hab.
Sí, me voy
un momento ä descansar.
Fern.
Y entonces podré tener
un inefable placer,
si te puedo presentar
á mi amigo: fuerza es ir
recibirlo en verdad.
hab.
(Oh qué horrible realidad,
todo se va á descubrir!)
Fern. Mas no tardaré en volver,
pues pronto debe llegar,
mientras, podrás descansar;
Isab.
con que adios.
Hasta mas ver.
(Fase por la segunda puerla de la derecha.)
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=14=-ESCENA QUINTA.
FERNANDO Y PASCUAL.
Pues señor, á fe que no
siento el calor que marea,
puede que mi prima sea
mas sensible que no yo. (Llama.)
(Sale Pascual por la primera puerta de la derecha,.)
Pase.
Señorito.
Mi sombrero;
Fern.
(Entra Pascual y lo saca al momento.)
voy al instante á salir;
si alguno llega á venir,
que me espere, pues yo infiero
muy pronto la vuelta dar;
ademas la señorita...
Pase.
¿Acaso me necesita?
Fern.
No, pero debes cuidar
de ella, pues que se siente
no muy buena; has comprendido?Pase.
Todo quedará cumplido
como vos deseais.
Fem.
Corriente.
(Vase por el foro derecha.)
Fern.
ESCENA SESTA.
PASCUAL.
Que repentina mudanza
se ha obrado en mi señorita?
Esta mañana tan buena,
y ahora me dice mi amo,
que se siente algo indispuesta.
Voy á ver no se le ofrezca
alguna cosa, y tengamos
motivos para quimeras.
Mas ella viene hacia aquí:
¡qué pálida, qué agitada!
Que será? Por vida de..„
Ellioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
ESCENA SÉTIMA.
Pascual.
I ISABEL.
(la cual aparece por la Je9unda puerta de la derecha ron
prectpilacion.)
Isab.
Se fué tu amo?
Pase.
Se fue.
Hace mucho?
hab.
Pase.
Hace un momento,
hab.
(Cómo, Dios mio, el tormento
de verlo soportaré!)
Déjame sola, Pascual.
Pasc.
Señora.
hab.
No necesito
de tí.
Pasc. Mas el señorito
me dijo que os sentíais mal,
y por tanto me encargó
que os cuidase... y he sentido—
hab.
Gracias, Pascual; un vahído,
ya todo se me pasó,
no fue nada.
Pase.
Desearé
sigais mejor, señorita;
si acaso me necesita...
hab.
Descuida, te llamaré.
(Väse Pascual por el foro derecha.)
ESCENA OCTAVA.
ISABEL, DESPU ES PASCUAL.
hab.
Ya es imposible impedir
que á mi despecho me vea,
y es menester qus yo sea
quien sepa mejor fingir.
¡Cuán débil muger he sido!
comprendo nunca me amó,
pues quien tan presto olvidó,
nunca el amor ha sentido.
13ffilioteca de la Fundación Juan Mara (Madrid)
I 6---=
Solo en llorarle pensé
mi vida triste pasando,
porque iba siempre adorando
el recuerdo de su fe.
Mas ya que atróz desengaiio
viene mi calma á turbar,
mi llanto tendré que ahogar,,
y fingir para mi daik.
¡Calma dije! ¡Cuándo, cuándo
gozo ese dulce placer?
no, que ha tiempo el padecer
vá mi existencia acabando.
Mi juventud entre flores
alegre un tiempo rió,
mas luego ¡ay Dios se tornó
en mar de acerbos dolores.
Yo arrancaré por mi nombre
su fementido disfraz,
y haré ver, que no es capaz
de sentimientos de hombre.
En lucha vamos á estar,
lucha cruel, insaciable,
diránnie que soy culpable,
mas al fin debo luchar. (Llama.)
(Aparece Pascual por el foro derecha ,)
Pase.
Se6orita zhabeis llamado?
hab.
Sí tal, pues te necesito;
cuando venga el seflorito
me avisarás de contado.
Pase.
Descuidad que así lo haré.
hab.
Cuidado con un olvido.
Pase.
Apenas haya venido
don Fernando, avisaré.
(Vdse babel por la segunda puerta de la derech4
ESCENA NOVENA.
PASCO AL.
Qué triste está mi seilora!
ella tan buena y hermosa,
de aquí se marcha llorosa;
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
algun pesar la devora.
Y en verdad que esto me irrita,
y que me causa algun tedio;
algun pesar, no hay remedio
dije á mi sellorita.
(Vcise por el foro derecha, á tiempo que don liamon sale por
la primera puerta de la inuierda.)
ESCENA DÉCIMA.
DON RAMON.
que noche tan mala!
Vaya una noche infernal;
yo que pensaba dormir
quince horas ti algo mas,
no haber logrado un instante
el sueño reconciliar.
El tal viaje inc ha hecho
por lo visto mucho mal.
Ya se ve, ¿no habla de hacerme
segun estaba la mar?
Y eso que soy buen marino,
sin que esto sea vanidad,
y que hago mis escursiones
ä Rota, ä Puerto Real:
y en ellas demuestro siempre
que no me impone la mar.
l'ero ayer, aquello era
un horrible temporal,
que yo pensé no quedaba
quien lo pudiese contar.
lo aseguro que el tal viaje
jamás se inc olvidará.
¡Cuánto sufrir, carambola!
y eso de Cádiz no mas
que venimos, que si fuera
de Lima, Ó de Panamá;
buena la hubiera pasado:
mas ya que pude lograr
Jesus
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
hallarme en puerto seguro
con toda felicidad,
nunca mas he de embarcarme,
por tierra siempre he de andar.
ESCENA UNDÉCIMA.
DON RAMON Y ELOISA.
(La cual aparece por la segunda puerta de la izquierda.)
D. Rala. Adios sobrina, buen dia;
¿has descansado, qué tal?
Eloisa. Perfectamente, inuy bien.
1). Ram. Yo ni los ojos pegar
he podido en esta noche.
Es mucha fatalidad
no haber logrado un momento,
en que poder descansar.
Eloisa. Mucho lo siento.
No se...
11. Rara.
mas pienso que aun pertinaz
hoy me atormenta el mareo.
Eloisa. Tal os podeis figurar?
D. Ram. Pues no lo digo de broma,
que aun me parece que VII
pasando de pronto hoy
cuanto me atrevo á mirar...
Es cosa rara.
Si á fé,
vamos, que ya pasará,
no seais tan quejumbroso.
D. Ram. Yo quejumbroso? No tal.
Mas que aun esté mareado
no lo debes estrafiar;
ya se ve, viajando siempre
con tanta velocidad...
Bien supo lo que se hizo
quien con tal utilidad,
logró aplicar el vapor
al modo de navegar.
Pues ya verás como queda
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=19=
esta invencion muy atrás,
cuando caminos de hierro
lleguen la España á cruzar.
Mucho entonces viajaremos,
pues que una gloria será,
comer por la tarde en Cádiz;
é irse ä Francia a cenar.
Eloisa. Creo que vos exagerais...
D. Ram. Si es tal su velocidad
que emplean en cuarenta leguas
diez minutos nada mas.
Yo nunca he visto ninguno,
mas se lo be oido contar,
á varios amigos míos
que son bocas de verdad.
Eloisa. Ah! pues si ellos lo han dicho
no lo debemos dudar;
pero hablemos de otra cosa.
D. Ram. Como quieras, tú dirás.
Eloisa. Por egemplo, de Luis.
O. Ram. Ah picarilla, qué tal;
ya se ve, cuando una jöven
vá su enlace á efectuar,
de que otra cosa ha de hablarse
sino del novio, bien vä:
con que ese caballerito
hoy aquí debe llegar?
Eloisa.
Así me ha escrito, señor.
D. Ram. Por supuesto que yo creo
que ä Luis escrito habrás,
que ä la fonda de la Estrella
veniamos á parar.
Eloisa. Pues no habia de hacerlo? es claro.
h. Ram. Muy bien, hija, bien está.
Eloisa. Dejarla que llegase
y no nos pudiese hablar.
D. Ram. No te parece que tarda
la diligencia algo ya,
pues dicen llega temprano;
y creo van las diez á (lar.
Eloisa. Mandé á preguntar ha POCO,
y respondieron que están
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=.20=
los caminos infernales,
y que bien podrá tardar
un par de horas lo menos.
na311. Pues mira, mejor será
que te arregles y vayamos
una vueltecita ä dar,
pues tiempo largo tenemos
mientras llega, ¿no es verdad?
Eloisa. Como gusteis.
Pues iremos.
P. Ram.
Eloisa. Voime al instante a aviar.
P. Ram. No tardes mucho, ¿me entiendes?
Eloisa. Un momento nada mas.
(Se dirile á la segunda puerta de la derecha.)
p . Ram. Y hazme el favor de traerte
mi sombrero para acá.
ESCENA DUODÉCIMA.
DON RAMON, DEs p ucs DOÑA MARTA.
P. Ram. Qué buena es esta muchacha!
toda es bondad, todo amor;
la quiero como si fuera
una hija mia; pues no?
si encuentro en ella un cariño
tan dulce y consolador!... (1.lama.)
Pobrecilla, ¡quien pensara
cuando huérfana quedó,
que yo por fin lograria
verla casada! El Señor,
quiera su gracia prestarles,
y sean felices los dos.
p. A Mar. (Que aparece por et foro del echa.)
Habéis llamado?
Si fé;
P. ime.
Voy ahora mismo á salir,
y as deseara advertir
una cosa.
pa Mar.
Decid que.
P. itam. Que tal vez vendrá á buscarme
un amig,o á quien espero,
'ioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
1
que vos le digais quiero,
haga el favor de esperarme.
Pienso muy pronto volver;
por lo tanto si viniere,
suplicadle que se espere
un momento.
D.' Mar.
Mas saber
su nombre me falta ahora.
D. Ram. D. Luis Pantoja.
D.' Mar.
Ya sé;
está bien, se lo diré.
D. Ram. Que no se olvide, señora, (Pausa corta.)
.D. 8 Mar. (Con aire compungido.)
Si supierais lo que advierto
cuando os miro, don Ramon,
vaya, si no es aprension:
¿no lo acertais?
No lo acierto.
D. Ram.
D•a Mar. Pues si es un parecido
que yo misma inc engañara;
no hay duda, teneis la cara
de mi difunto marido.
D. Ram. (Asustado.)
Doña Marta, pues á fe...
D. Mar. Lo que escuchasteis, señor.
D. Ram. ¿Quereis hacerme el favor
de callar?
pa Mar.
Os contaré...
D. Ram. Yo no quiero saber nada.
D. a Mar. Cómo fue mi casamiento.
D. Ram. Tratais de darme tormento?
Eloisa.
(Saliendo.)
Tio, ya estoy aviada.
D .' Mar. ¡Cuánto con el he perdido!
D. Ram. Pues aprieta, que ya escampa.
Ð. a Mar. Lo dicho, sois una estampa
del pobre de mi marido.
D. Ram. Pues no es mala la mania
que al fin os viniera á dar.
D -a Ma r. ¡Av! si me haceis recordar...
O. !km. Vámonos pronto, hija mia.
(Iáse con Eloisa precipitadamente por el foro izquierda.)
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
ESCENA DÉCIMA TERCIA.
DOÑA MARTA.
Válgame Dios qué señor
tan poco curioso ä fé!
querer ignorar las cosas
que bien pudiera saber:
jamás mi difunto esposo
pudo pensar como él:
muy al contrario, sabia
sin curioso parecer,
la vida y milagros siempre
de todo el barrio, porqué
aun cuando no preguntase,
su amigo don Ezequiel
el zapatero de junto,
labia de hacerle saber
cuanto pasära en Madrid.
Y así mi marido fue
una gacetilla andando
mientras vivió. Pero qué
estruendo tan grande es este?
Veamos quién podrá ser.
(Se dirtje d la puerta del foro.)
ESCENA DÉCIMA CUARTA.
DICHA,
Luis, FERNANDO.
(Que entran por el foro szquierda.)
Doña Marta, desearé
pues que tenemos que hablar...
D . Mar. Yo no quiero incomodar;
si estorbo me marchare.
Justamente, yo quisiera
Fern.
nos dejaseis ä los dos.
D . Mar. Está bien, queden con Dios,
(pues me gusta la manera....)
(Vase por el foro derecha.)
Fern.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Fern.
Luis.
Fern,
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
.1.24? 8
Pero chico, ven acá,
dame otro abrazo, ¡por vida!
loco estoy con tu venida,
tanto tiempo por allá!
Mucho me alegra al venir
encontrarte, amigo mio.
(Pues señor, que siga el ho;
veremos cómo salir.)
¡Cuánto tiempo, Luis querido,
sin vernos hemos estado,
cinco años se han pasado
y nada de tí he sabido.
Ni yo tampoco de tí,
nada he logrado saber.
Pues en fin, cómo ha de ser?
ä bien que ya estás aquí.
al cabo de tantos años,
sorprenderme pretendías;
mas burlaron mis espías
tu silencio, y tus amaños.
Apenas te decidiste
ä abandonar á Madrid,
que una carta recibí.
Una carta recibiste?
En la cual se me decia
tu venida.
To no acierto...
Pues bien claro está por cierto,
que yo no adivinaria.
(Cariñoso cuanto cabe
estar conmigo denota;
sin duda que ni una jota,
de lo que ha pasado sabe.)
A puesto ä que estás pensando
por donde pude saber...
Pues bien me puedes creer,
que no lo acierto, Fernando.
Quien me lo escribió
fue Rafael.
No creí
que un amigo obrara así,
y mas diciéndole yo...
Bffilioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=24
Fern.
17, hizo
hizo
Luis.
¿No habia de hacer,
en escribir? por supuesto,
(como que si no es por esto,
no me vuelves mas ä ver.)
Mas yo me hubiera alegrado
sorprenderte á mi llegada,
y no que estando anunciada,
de tal placer me he privado.
En fin, dejemos aqui
este asunto.
Como quieras:
Pues que deseo me digeras
lo que haya sido de ti.
Continuamente viajar
parando muy poco eil tierra,
y estar en continua guerra
con los vientos y la mar.
Ahí tienes mi 41a entera.
Ir ya has concluido?
Sí.
Pues te juro que creí,
que mas divertida fuera.
Esto se llama contar
los lances con laconismo.
Pero por Dios, si yo mismo
no los puedo recordar.
¿Contigo tu estrella ingrata
supongo que no habrá. sido?
No por cierto.
¿Has ascendido?
Soy capitan de fragata.
Lo celebro.., pues es nada.
Gracias, chico.
Lo merece.
grano de anís te parece
ser capitan de la armada?
ahora dime ¿que has tenida
que hacer en Madrid?
De oficio
fui a un asunto del servicio,
que ya dejo concluido.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
bien.
Biblioteca de la Fundación Juan Mara
(Madrid
=25
He logrado real licencia,
v ya me vés por aquí.
Fern.
Me alegro, mas vale así,
que viva la independencia.
Luis.
Y tú que has hecho, Fernando?
Fern.
Yo, muy poco, una friolera,
logré acabar mi carrera
y ser abogado, cuando
mis pobres padres faltaron;
yo comenzé ä trabajar,
y al fin logré asegurar
lo que al morir me dejaron.
Un pequeño capital,
fué Luis lo que heredé;
pero yo lo acrecenté
con mi trabajo, y no mal
la fortuna me ha tratado.
Aseguré el porvenir,
y así podernos vivir,..
Luis.
Por ventura Le has casado?
Fern.
Que disparate! yo no;
solo el pensar me amedrenta;
es una jöven parienta,
que huérfana se quedó;
y viéndose desvalida
en un pais apartado,
se vino aquí, y a mi lado;
pasa dichosa su vida.
Y una hermana de mi padre,
que es ya señora mayor,
la cual nos tiene un amor,
como si fuera una madre.
Luis.
¿Entonces, que me dirás,
pues ya tu opinion hé oído,
cuando sepas que he venido
a:" casarme nada mas?...
Fern.
Calla por Dios! ¿tú casarte?
¿que has hecho de tus ideas?
vamos, Luis, te chanceas.
Luis. Creo no debiera admirarte.
Pues señor, ä no estar loco,
no hay remedo, es imposible
'-',Ilioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
que una empresa tan terrible
se acometa.
Luis. Poco á poco,
que bien podrás conocer
que al hallarme decidido,
bien meditarlo he debido
pienso razón tener.
Nada, Luis, ya lo he dicho;
Fern.
tu estas loco de remate,
y has de hacer un disparate
satisfaciendo un capricho.
Luis. Pues en (in, sea lo que sea,
nada pod r á. ya arredrarme;
he decidido casarme.
Fern.
Haces bien, sigue tu idea.
Luis.
Ayer mi novia ha debido
llegar de Cádiz aqui.
Fern.
Y aquí os casareis?
Luis.
Así
lo tenemos convenido.
En la fonda de la Estrella
me escribió la encontrare:
¿dónde esa fonda hallaré?
Fern.
Pues hombre, ,si estás en ella.
Luis.
Conque están aquí?
Fern.
No se.
¿No sabes tú si han venido?
Luis.
t'era.
Nada de ello he sabido;
espera preguntaré. (Llama.)
ESCENA CECINA QUINTA.
DICLIOS Y PASCUAL
Pase.
Fern.
Pase.
Luis.
l'ase.
por el foro, deretha,
Me llamasteis?
Dime, ¿has visto,
si ha venido aquí a parar
una jóven que de Cádiz
ha debido a y er llegar?
Una jóven?
Justamente.
¿Ayer larde? Si señor,
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Fern.
Pase.
Luis.
Pase.
Luis.
Fern.
Pase.
Luls.
Pase.
Luis.
Pase.
Luis.
Fern.
dos huéspedes se que llegaron
de Cádiz en el vapor.
Bien; ¿pero tu has conocido?...
Yo vi por casualidad,
que el uno era titia jóven,
v el otro un señor de edad.
Mas sabeis cómo se llaman?
Lograr pude la ocasion
de saber que el caballero
se llamaba don Ramon.
Pues ya no hay duda, son ellos.
Me alegro que hayan venido.
(Seiialando los aposentos de fa izquierda.)
Ese es su cuarto, señor.
Y están en él?
Han salido.
Mas sabeis si tardaran?
Yo, señorito, no se.
Pues entonces, mientras vuelven
aquí los esperaré.
Es lo mejor que hacer puedes,
pues quizá no tarden ya.
(A Pascual.)
Anuncia á la señorita
mi llegada.
Pase.
Bien está.
( Vise por la segunda puerta de la derecha.)
ESCENA DÉCIMA SESTA.
Ihemos
á lsA p m, que saldrd acompañada de Pascual, el cual
cruza la escena y se
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
hab.
t)c't por
el foro.
Ahora Luis, it mi prima
q uiero presentarte, ven.
Como quieras, ya lo sabes,
tu gusto siempre es mi ley.
Mas espera, que ella viene,
ya verás qué linda es.
(Santo Dios, qué es lo que miro!
no es ella?)
(Cielos, es MI)
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Fern.
hab.
Fer.
Luis.
Isab.
Fern.
L u is
hab.
Luis.
Fern.
hab.
Fern.
Luis.
Fera.
hab.
BIlinteca
Te sientes algo mejor?
Gracias, primo, ya estoy bien.
Entodces permitirás,
pueda tener el placer
de presentarte á mi amigo.
(Se saludan.)
(Pues de este berengenal
yo no se como saldré.)
(Con intencion.)
Celebro aquesta ocasion
en que puedo conocer,
un amigo á quien Fernando
tanto aprecia.
Ira se ve,
suponte si nos querremos,
amigos de la nifiez,
v igualmente celebro
el ener hoy el placer
de ofreceros mis respetos,
y ponerme á vuestros pies:
deseando me tengais
por vuestro amigo.
Creed
Don Luis, que os agradezco...
Tal afecto merecer
sera para mi una gloria.
(i en verdad que finje bien;
cualquiera diria que hoy
me ve por primera vez.)
Dejando los cumplimientos,
tomemos asiento, pues
no hay razon que nos obliguc
estar hablando de pié.
(Se sientan.)
(iYa es necesario apurar
la copa del padecer!)
Ahora nos vas á contar
cuanto pasa.
Sobre qué?
¿Sobre que? seble tu enlace.
(Con precipitation.)
Sois casado?
de la Fundas
sin
ladlid)
Luis.
Fern.
Luis.
Isab.
Fern.
Luis.
hab.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
Lo seré.
Dice se encuentra resuelto,
y vä ä casarse.
Así es.
(Ah Dios mio! aun no es bastante,
cuanto mi falta lloré!)
Ayer vino su futura
de Cádiz; (cl Luis.) celebraré
que me concedas mas tarde,
de presentarme el placer.
Descuida que en cuanto llegue,
ä ella te presentaré.
Y esa pa y en es de Cádiz?
Si señora, de allí es.
Vaya Luis, me parece
mentira, que te he de ver
casado.
Pues no lo dudes,
que muy pronto lo estaré:
y tú en pasando algun tiempo
te habrás de casar tainhien.
Calla por Dios y no pienses
que tal disparate haré;
se me figura mejor
dejar la vida correr
siendo soltero.
Te engañas.
Quizás Luis estaré
engañado; mas te digo
que casado no he de ser.
El estado de soltero
se me figura que es,
el mejor que el hombre puede
en el mundo apetecer.
Tú lo miras de ese modo;
yo jamás te negaré
que el ser casado, acarrea
ciertos cuidados: mas es
á la par tan alhagüeño
el hallar tina muger,
que goce al par que nosotros
y nos consagre su fé.
7ffilioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Isab.
Luis.
Isab.
'Luis.
Fern.
hab.
Fern.
Luis.
Isab.
Fern.
Luis.
Fern.
Luis.
hab.
Luis.
Fern.
Isab.
Si chico, pero con todo,
no me podrás convencer.
(Con inteneion.)
Por Dios Fernando, el señor
habrá pensado muy bien,
las ventajas que le ofrece
el casarse.
Claro es.
Y yo en verdad te aseguro,
que soy de igual parecer,
y que si al fin es dichoso,
en ello un placer tendré.
(Que tenga yo que fingir,
su opinion defender!) Señorita, yo agradezco...
En Im Luis, ya lo ves
como mi prima te alienta,
siendo de igual parecer:
conque cásate al momento,
y tú me dirás despues.
¿Y qué te habrá de decir,
sino que es feliz?
Bien, bien.
(Parece que vá tomando,
ya en el asunto interés.
Fernando todo lo ignora,
con que adelante.) Seré
muy feliz.
Así lo creo.
Dime Luis, ¿has estado
en la Habana alguna vez?
Varias veces, pero siempre
el tiempo muy corto fué.
nunca á mi prima viste?
Jamás tuve ese placer.
(Pluguiera que fuese cierto!)
(Por desgracia así no fue!)
¿Y habeis estado en la Habana
mucho tiempo?
De allí es,
Aun no hace mas que año y medio,
que mi patria abandone.
Biblioteca de la Fundacion Juan March (Madrid)
=--31=
ESCENA CECINA SETIMA.
DICHOS, DON RAMON Y ELOISA.
1). Ram. Vamos á ver; y qué tal
te parece lo que has visto?
Perfectamente:
(Reparando en Luis.)
Mirad
¿no es Luis?
Calla, y es cierto
D. Ram.
D. Luis, venid acá.
Lurs.
(Saludando.)
D. Ramon, bella Eloisa,
ahora acabo de llegar.
Ram. Venga un abrazo apretado:
¿qué tal viaje, qué tal?
(Se abrazan.)
Eloisa. (Con sorpresa.)
(iFernandol)
Fern. Id.
(¡Eloisa!
isepamosdisimular!)
D . Ram. (ci hab.) Señorita á vuestros pies;
(d Fern.) caballero... (Quién será?)
Luis.
Eloisa, permitidme
el que os pueda presebtar
á mi amigo don Fernando
de 1a Cruz y Fuencarral,
abogado v residente
en Sevill a. ha tiempo ya.
(Aparte á Fernando.)
(Pago tu presentacion.)
Fern.
(á, Luis.) Gracias, chico, (no va mal .)
Señorita, yo celebro
el poderos presentar
mis respetos.
Eloisa.
Muchas gracias;
yo acepto vuestra amistad:
zy esta jóven? me figuro
que vuestraesposa será.
Fern.
No señora, es prima mia.
Eloisa. Mucho me alegro encontrar
Eloisa.
'alioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
en ella una amiga.
hab.
Gracias.
¡es tu rivaU
P. Ram. Y yo, señor D. Fernando,
tengo un placer al lograr
ofrecerle mi respetos
unidos á mi amistad.
Ramon de los Carvajales,
resido en Cádiz, y allá,
mi casa y cuanto poseo
á sus órdenes está.
Fern.
Gracias, señor D. Ramon:
me honrará vuestra amistad,
y podeis si en algo os sirvo
sin cumplimientos mandar.
D. Ram. (La prima de D. Fernando
es lindísima en verdad;
siento se me alegra el alma
contemplándola no mas.)
Pues señor, salimos antes
una vueltecita á dar,
pues nos dijeron se encuentran
hoy los caminos muy mal,
y que lo menos dos horas
tardariais en llegar.
¡Pero cual es mi sorpresa,
al veros por aquí ya!
zEstareis cansado?
Luis.
Un poco.
.D. Rana. Ya se vé, eso es natural,
es el viaje muy largo,
y no se debe estraüar.
Pero veo se há molestado
por ser en todo puntual,
habiendo venido á vernos
aún antes de descansar.
Luis.
Podeis creer don Ramon,
que todo ha sido casual;
y asi vereis que he venido
aun sin de trale mudar.
Este amigo que sabia
mi llegada...
Biblioteca de la Fundación Juan Maith (Mac'
r•-n••mem~.9nnn••
__
Bien está...
Ram.
Luis.
Al parador de las postas
frian al instante á esperar,
y á esta fonda me condujo
donde os he podido hallar;
con que ya vereis que ha sido__
11 . Ram. Como digisteis, casual.
Peru.
(Ella se casa tambien;
y ä se olvidó, bueno vä,
y habrá pícaro que crea
que guardan fidelidad!)
D. Ram. (A Luis.)
Yo supongo que estareis
Don Luis parando .acá.
Luis.
No señor, pues ya he mandado
aposento preparar
en el parador de postas.
D. Ram. Otra cosa es eso ya;
si así lo teneis dispuesto
no tengo que replicar.
Pero lo que es por lo menos
ä almorzar se quedará.
Tern.
Sí, Luis, lo que es ä eso
pienso que no te opondrás.
.D. Ram. Y pues que en mesa redonda
podemos todos estar,
Fern.
Accediendo ä nuestros ruegos
ä todos complacerás.
Luis.
Si os emperrais, no me oponga.
1). Ram. Nada, nada, dicho está,
y por lo tanto yo opino
debemos ir para allá,
pues yo con el tal paseo
he hecho ganas de almorzar.
Eloisa. Pues iremos.
Fern.
(Ofreciendo el brar;o ti Eloisa.)
Señorita,
perrnitireis...
Eloisa. (Aceptando.)
Luis.
Si en verdad.
(Pues señor, no hay mas remedio,
lo mejor, disimular.)
131lioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
(Ofreciendo el braco 6 Isabel.)
tendré el honor? señorita.
(Aceptando.)
hab.
Agradezco don Luis...
(Con dolor.)
(¡Sufre y muere, corazon,
ya has empezado á fingir.)
(Se dirigen todos al foro.)
FIN DEL ACTO PRIMERO,
31lioteca
laich (Mati
©ffle
ce
5
ACTO SEGUNDO.
ESCENA PRIMERA.
FERNANDO Y LUIS,
que aparecen por el foro izquierda.;
Sabes Luis que es muy bella
la muger que ha cautivado
tu corazon; bien pensado,
creo serás feliz con ella.
Es mi amor correspondido
Luis.
y espero que será así.
Fern.
(Si te quiere lo que á mí,
vive Dios que estás lucido.)
Pues entonce, û no dudarlo,
es casarse lo mejor;
en habiendo mútuo amor,
es perder tiempo pensarlo.
Luis. ¡Ah Fernando! esa muger
es mi estrella protectora;
feliz he sido hasta ahora,
feliz con ella he de ser.
Yo la adoro con pasion,
y en ello mi dicha fundo,
con amor ciego y profundo
nacido del corazon.
¿De que le sirve al mortal
Fern
• ';Ilioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Fern.
Luis.
Fem.,
pasar su vida no amando,
si va en su pecho agotando-,
del, amor el manantial!
¿Cuan grato no es el tener
con quien disfrutar la vida?'
Tener á la su y a unida
la existencia de otro ser.
I. solo por él vivir,
y por él solo pensar;
con él es dulce gozar,
con él es grato sufrir.
Ese lazo seductor
que une el hombre á la muger,
es la vida, es el placer,
es el lazo del amor.
¡El amor! ¿quien describirlo
podrá sin amar creer?
para el amor comprender,
es necesario sentirlo.
Sabes Luis, que te miro
enamorado de veras.
Fernando, di lo que quieras,
por ella solo respiro.
Y ya que hallé la ocasion
de ser feliz cual deseo,
ningun otro medio veo,
y obedezco al corazon.
Mas los hombres como tú,
que quieren aparentar
poder vivir sin amar,
eso es darse á Belcebú.
Si en verdad; mas el que amó
solo una vez en el mundo
con amor tierno y profundo,
nunca olvida que adoró.
Y si en vez de un alma pura.
que su cariño pagase,
encontró quien le engañase
con una falaz ventura;
nunca piensa por mi vida
volver otra vez á amar;
porque encuentra sin cesar,
Biblioteca de la Fluidatión Juan March (Madrid)
.37=.
brotando sangre la herida:
Segun te vas esplicando
Luis.
¿has amado alguna vez?
En eso la razon ves,
Fern.
que esté de amor renegando&
Y cómo nada me has dicho?
Luis.
no creí reserva tal;
väh, no era cosa formal:
un pasatiempo, un capricho:
No, Luis, fué una pasion
Fern.
vérdadera como pura;
yo adoraba una criatura
que robónie el corazon.
Ciego de amor la adoré,
y en su amor, necio creia,
¡ah Luis! yo no veia
que era mentida su fé:
Olvidarla lié procurado,
y nunca posible ha sido,
¡mucho enverdad la he querido!'
¡siempre la hubiera adorado!
¿Pero por qué he de traer
este recuerdo á la mente?.
nada, juré solamente
nunca volver ä querer.
Y ya ves que mi promesa
trato siempre de cumplir;
que mande he de conseguir
al corazon, la cabeza.
Luis. Pues con eso has de volver
otra vez, Fernando, ä amar,
aun tienes que tropezar...
Fern.
¿Con quién?
Luis.
Con esa.muger.
Y entonces me pienso yo,
que será ä tu amor sensible:
Eso es ya cosa imposible,
Fern.
esa muger, se casó.
Luis.
Pues mira, sigue un consejo
que en este punto he de darte;
procura por el guiarte,
que en amor soy perro viejo.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Busca una buena muger
y conságrale tu amor;
si te quiere, es lo mejor;
si nó, hasta mas ver.
andaré yo por ahí,
Fern.
cual un santo en procesion,
ä ver si hallo un corazon
que se interese por mi?
Pues está bueno el consejo;
no te des mucho á pensar...
Luis.
Voy ahora á saludar
á mi futura, y te dejo.
Adios, Luis, hasta luego.
Fern.
Nos volveremos á ver;
Luis.
tú no quieres comprender
de los amores el juego.
(Vase por la segunda puerta de la izquierda.) .
t
ESCENA SEGUNDA.
FERNANDO.
"Busca una buena muger
y conságrale tu amor;"
es el consejo mejor
que este me puede ofrecer.
¿Yo otra vez volver a amar?
No pienses eso, Penando;
una vez ciego adorando
no te supieron pagar;
y sol® en premio alcanzaste
de tu amor y tu ternura,
una ficticia ventura
(le la muger que adoraste.
Olvidar has pretendido
aquel recuerdo fatal,
pero otra vez por mi mal,
hoy la suerte nos ha unido.
¡Y su acento seductor
otra vez escucharé!
Hoy al fin estinguire
la existencia de mi amor.
Biblioteca dala Fundación Juan March
1
ESCENA TERCERA.
dirige d la segunda puerta de la derecha
tiempo que sale ISABEL por ella.
FERNAND O se
Fern.
hab.
Fern.
hab.
ci
¡Ah! Isabel ¿tú por aquí?
celebro mucho encontrarte;
iba ahora mismo ä buscarte,
pues necesito de ti.
Ha ocurrido alguna cosa?
Dímelo pronto, Fernando.
Mas que veo! estás llorando,
muy palida, temblorosa.
Que es esto, prima querida?
¿por qué lloras de ese modo?
(IDebo callar y sufrir!)
No tengo nada Feruando;
estaba ä solas llorando
como pudiera reir.
Suele en la mente vagar
el recuerdo de un placer,
y gozamos con poder
en él tan solo pensar.
Mas otras veces agita
profundo pesar al alma,
el cual destruye la calma
y la existencia marchita:
como el placer al gozar,
es necesario reir;
tambien al crudo sufrir
es necesario llorar.
Ora á mi mente agitaba
recuerdo triste y funesto,
Fernando, y solo por esto,
mis lágrimas derramaba:
sola en mi amarga alliecion,
copioso llanto vertia,
pero este llanto, salia
del fondo del corazon.
(¡Ah infeliz; mal que te cuadre
debes callar y morir!)
31lioteca
de la Fundación Juan
March (Madlid)
Fern.
hab.
Fera.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
¿Mas la causa del sufrir?
Pensaba en -mi pobre madre_
Ella al morir me llamó
junto á su lecho de muerte,
y al hablarme de esta suerte
sus brazos ¡ay! me tendió.
"Sola ya sin mi presencia
te quedas, y sin consuelo;
yo velaré desde el cielo
por tu qnerida existencia.
No mi dolor tan profundo
fuera al morir, mas reparo
que sola ya y sin amparo
dejo una hija en el mundo.
-Vive feliz; y si un dia
llegas un hombre á encontrar
que te conduzca al altar,
se buena madre, hija mia."
Solo la amarga afliccion,
reinaba en aquel retiro,
y con su último suspiro
recibí su bendicion.
(¡Pobre Isabel; cuál la amaba !1
vamos, enjuga ese llanto
¿a que es afligirse tanto?
Ah Fernando! la adoraba.
¿Es preciso conformarse,
acaso cuando no hay medio,
es el único remedio,
en el dolor apurarse?
Bien Fernando, yá mi alma
ahoga su sentimiento,
vá en vez del crudo tormento,
luce en mi rostro la calma.
Quiero que vivas tranquila,
no quiero verte llorar.
hab.
(Desentendiéndose.)
Fern.
hab.
¿No me ibas á preguntar
una cosa?
Si.
Pues dila.
¿Recuerdas dijo Luis,
Fern.
ibliotec;
(Madrid)
hab.
Fern.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
hab.
Fern.
que en casándose seria
muy dichoso, y se tendria
por el hombre mas feliz?
To lo dudo, mas pudiera
engañarme mi razon,
y asi saber tu opinion
sobre este asunto quisiera.
Pues mi pobre parecer,
es que ha de sedo Fernando,
y mucho mas, adorando
como adora a esa muger.
Esa Isabel no es razon;
mucho á Luis he tratado,
y sabe siempre lo he hallado
voltario de corazon.
Ademas, y esto me inquieta
aunque bien pudiera errar,
me he llegado á figurar
Eloisa algo coqueta.
Muy pronto veo que has formado
juicio de esa muger.
Que quieres, mi parecer
podrá estar equivocado.
No has visto tú por ventura
cuanto aparentan quererse?
mejor pudiera creerse
raya su amor en locura.
En verdad poco he tratado
Eloisa, y aun asi,
puedo creer para mi
que es como yo la he juzgado.
Una Viven inocente,
que como piensa Luis,
habrá de hacerlo feliz.
No lo niego enteramente.
Pero en fin, saber queda
si has podido conocer
si ama mucho esa muger
Luis.
Me engañada
si no sucediese así.
Puede que tengas razon;
6
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=42=
• con que segun tu opinion
se adoran ,con frenesí?
7sab.
Yo por lo menos lo creo
y pienso no•me equivoco;
ni encuentro razon tampoco
de lo contrario, pues veo....
'Fem. Yo en el almuerzo observé
á Luis, y lo he encontrado
pensativo, preocupado,
que nada dijo.
hab.
Yo á fé
verlo al contrario he creido,
Lo has observado bastante?
Fern.
Sí, y lo he encontrado galante,
Isab.
enamorado y rendido.
Pues entonces al creer
Fem.
que preocupado se hallaba,
me engañé.
Tal vez pensaba
hab.
en su dicha.
Podrá ser.
Fern.
Pero en fin vamos callando
pues allí le veo venir,
no se vaya á presumir
que estamos de él hablando.
ESCENIMUARTA.
que aparecen por la .segundis
puerta de la izquierda.
D. Rana. Nada, mañana os casals
y queda todo arreglado.
(Cielos! que dice!)
hab.
Fernando.
Luts.
Fern.
Adios, Luis.
Enterado.
O. Ran
quedais de todo.
(Reparando en Isabel.)
(Que veo!)
Luis.
*Señorita, á vuestros pies.
1). Ram. Servidor vuestro. (Qué linda!)
Vas á salir?
Fern.
>caos,
LUIS Y DON RAMON,
de la Fundación Juan March (Madrid)
Luis.
Asi es.
D. Rana. Tratamos que se efectúe
mañana su casamiento,
y en busca vá del notario.
Fern.
Pues aguárdate un momento
y te acompaño: ¿me esperas?
Luis.
¿Por qué no?
Fern.
Vuelvo al instante.
(Vase por la primera puerta de la derecha.)
Luis.
(Pues señor, de pié he caido:
siga el enredo adelante.)
(Queda pensativo.)
D. Ram. (En verdad que voy sintiendo
que esta chica me interesa;
si yo le dijese algo
aunque fuera de sorpresa.)
hab.
(Por qué permites Dios mio
vuelva á encontrar mi verdugo?'
mas place á tu voluntad,
sufra de mi suerte el yugo!)
Fera.
(Saliendo.)
Conque vámonos, Luis?
por mí no hay ya detencion.
Luis.
Señorita!
Isab.
Caballero!
Fem .
Hasta luego D. Ramon.
(Vanse Fernando y Luis por el foro izquierda.)
ESCENA QUINTA.
D.
RAMON É ISABEL.
D. Ram. Vayan con Dios; está loco
el tal Luis por casarse;
ya se vé, lleva un prodigio
en hermosura y donaire.
Pienso que habran de estar sie mpre,
tan rendidos, tan amantes.
hab.
D. Ramon, celebraré
que sean muy felices.
D. Ram.
Si,
habrán de serio, los dos
il-)lioteca de la Fundación Juan Mara (Madrid)
se quieren con frenesí.
Conocereis que en habiendo
un amor mutuo y constante,
serán felices dos seres
con su pasion. (Adelante.)
Si señor, mas ..aorno siempre
hab.
no se dice la verdad.
D. Ram. Entonces amar, señora,
es una fatalidad.
Pues de ese número hay,
hab.
D. Ramon, muy larga cuenta.
D. Ranz. (Preciso es tener valor,
la ocasion se me presenta.)
Continuamente en el inundo
estamos ejemplos viendo,
pues uno ü otro se cansa
de estar el amor fingiendo.
Y entonces cuando se ven
de tanto fingir cansados,
en vez de hallarse felices
solo se ven desgraciados.
No comprendeis el amor
mi manera, señora?
No sabré que responderos
hab.
pues no he amado hasta ahora.
D. Ram. ¿No haheis amado? parece
cosa en verdad imposible;
¿acaso para el amor
pudisteis ser insensible?
Poseéis unos encantos
tan bellos y seductores...
(Ya me pasé á la seccion
de los cumplidos y flores.)
Gastar no debeis conmigo
Isabel.
las lisonjas, D. Ramon.
D. Ram. Solo os digo lo que siente
señora mi corazon.
Jamás de lisonjas vanas
para con vos usaré.
(Sigo adelante, bien va.)
Pues no comprendo el por qué.
Isabel.
D. Ram. Porque ese semblante bello
tec,e la Fundación Juan March (Madlid)
,,,,ermcesir,—mipmmnusameMW
IGI.
lisonjas vanas no inspira,
sino un amor verdadero
en el mortal que os admira.
Me vais ä dar que pensar.
Isabel.
D. Ram. Muy bien, pensad en buen hora.
(Pues señor, cuanto me resta
de golpe lo suelto ahora.)
Si por cierto, solamente,
inspira amor el miraros.
Creedme. sera una dicha
para un amante adoraros.
Y escuchar entusiasmado,
de vuestros labios de rosa,
sintiendo de amor el fuego
una frase cariñosa.
Isabel. D. Ramon, vos delirais.
D. Ram. No deliro, es la verdad
si presento ä vuestros ojos
tan sublime realidad.
Sabedlo, pues que ya es tiempo;
vuestros encantos señora
hirieron de amor el alma
de un infeliz que os adora.
Qué dichoso habrá de ser
si le pagais su pasion,
la calma le volvereis
ä su amante corazon.
Ah señora! por piedad
escuchad su ardiente ruego,
ved que su pecho se abrasa
de amor en intenso fuego.
(Gracias ä Dios va lo dije.)
Isabel. D. Ramon vo no os comprendo...
D. Ram. (Ahora sí que me lucí.)
(Confuso.)
Yo señorita.., no entiendo...
Isabel.
Pues no acabais de decir?
D. Ram. Si... yo dije...
haba.
Esplicad que. .
D. Ram. En fin, meditad lo dicho,
mas tarde me esplicaré.
(l'ase por la primera puerta izquierda.)
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
ESCENA SESTA.
ISABEL.
¡Dios mio, qué podrá ser
lo que hace un instante oi!
¡qué misterio existe aquí,
que no acierto á comprender!
habla de amor, de un mortal,
que ciegamente me adora,
¡por qué me parece ahora
mi falta mas criminal?
¿Porqué ante mi vista veo
porvenir mas desgraciado?
¿Bastante aún no be llorado
Ja culpa de un devaneo?
Vienen á hablarme de amor,
ä mi, que tanto he querido,
cuando el amor solo ha sido
de mi desgracia el autor.
Engañada por un hombre
le entregué mi corazon,
y hoy sin tener compasion
le dá á otra muger su nombre.
Olvidarlo deberia
y nunca volver á verlo,
pero en vez de aborrecerlo
por él mi vida daria.
ESCENA SÉTIMA.
"IDBEL
Eloisa.
Eloisa,
que aparece por la segunda
puerta de la izquierda.
Y ELOISA,
(Qué agitacion!) Isabel
(Ah Eloisa!) no creí
os liallärais por aqui.
(Habrá escuchado que infiel,
ese hombre me engañara!)
(La encuentro triste, llorosa,
¿no será tal vez dichosa?
la buidación Juan March (Madrid)
sí yo averiguar lograra!)
cómo tan sola?
Isabel.
Un momento
hará que del lado mio,
se ha marchado t uestro
Eloisa. Lo celebro.
Isabel.
Yo lo siento.
Eloisa. Podré saber el por qué?
Entre otras cosas hablando,
Isabel.
nos ibamos ocupando...
Eloisa. Acaso de mi?
Isabel.
Si á fé.
Vuestro tio me encomiaba,
el tierno amor que Luis
os profesa.
Eloisa.
Soy feliz
con su amor:
Isabel.
(Bien lo pensaba!)
Con que tanto os ama?
Eloisa.
Si.
Isabel.
(Procuraré averiguar!)
Eloisa. Bien os puedo asegurar
muestra delirio por mi.
Yo supongo que ya hará
Isabel.
largo tiempo que trat ais
Luis.
Eloisa.
No lo creals,
dos años hace no mas.
Dos años no mas decís?
hab.
Eloisa. Ese tiempo justamente,
en un baile casualmente,
conociera yo á Luis.
Mucho conmigo bailó
y de mil cosas tratamos,
y sin saber cómo, hablamos
de la materia de amor.
Entonces me declaró
su pasion, su fe constante
Isabel.
(Se olvidaba!)
Eloisa.
Y anhelante
amarme siempre juró.
Yo sus palabras oi,
•
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
4.8.=
y observé sin vanidad
que estaba hablando verdad,
y á amarle me decidí.
Desde entonces, Isabel,
ni un solo punto ha dejado
de amarme, y siempre he hallado
un amigo bueno en el.
Nunca motivo me dió
porqué pudiera agraviarme,
y asi demuestra adorarme
Isabel.
(Sufriendo su olvido yo!)
Sois en verdad mu y dichosa,
pero aun sereis mas feliz,
cuando escucheis á Luis,
da ros el nombre de esposa.
Que es muy grato a. la muger
verse de un hombre querida,
Eloisa. Y mucho mas, si va unida
la dicha con el placer.
Amarnos siempre juramos
v ni una nube siquiera,
turbó la paz hechicera
que hace ya tiempo gozamos.
Ciego me adora Luis,
y me hará feliz amiga.
Quiera Dios que asi prosiga,
Isabel.
(;hay muger mas infeliz!)
Ya que coa voz franca he sido,
Eloisa.
sedlo vos conmigo ahora.
Isabel.
No puedo serio señora,
pues que jamás he querido.
Eloisa. Dispensadme, aunque respeto
vuestra respuesta señora,
que piense quereis ahora
guardar tal vez un secreto.
Vos tambien habreis amado,
v quizás amando esteis:
(Von sentimiento y en ademan de irse.)
os ruego me disculpeis,
siento el haber preguntado...
Isabel.
(Con fuego.)
No Eloisa no os vayais,
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
tened compasion de mi,
yo debo deciros sí,
mi desgracia.
Delirais.
Eloisa.
Acaso sois desgraciada?
Isabel. Siempre señora lo he sido,
amargo llanto he vertido,
en mi atliccion desolada.
Eloita. Pero Isabel ¿qué os sucede,
de qué desgracia me hablais?
decidmela, no temais.
babel. Mi alma temer no puede.
Yo arrostraré el porvenir
como el pasado arrostré,
y si es preciso sabré,
con mi desgracia morir.
Eloisa. Tanto sufrís Isabel?
Si, Eloisa por mi mal.
Isabel.
Eloisa. T esa desgracia fatal?
Es un pasado cruel.
Isabel.
Yo dichosa no vivia,
y lágrimas derramaba,
pero al par me consolaba
un destello de alegría.
Yo tambien cual ves he amado
con frenesí delirante,
pero en vez de un pecho amante,
solo un ingrato he encontrado.
Un hombre juróme amor,
é insensata le escuché,
pero mentida su fe,
trocé mi dicha en dolor.
Con su infame proceder,
perdí Eloisa, la calma,
y desde entónces mi alma,
solo sabe padecer.
Su imagen desoladora
no se aparta ni un momento
de mí, y en crudo tormento
paso la vida, señora.
La esperanza de alegria
que mi pecho alimentaba
'7
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=50=
era mi bien, pues pensaba
que á verlo no volveria.
pero mi suerte cruel
dispuso que lo encontrase,
que mi pecho apurase,
¿le mi desgracia la hiel.
,Luego á ese hombre fatal,
habeis visto? (Desdichada!)
j,v ni una palabra, nada?...
Ni una sola por mi mal.
Isabel.
No ha mucho que á mi dolor
insultó su indiferencia.
Eloisa. Es un hombre sin conciencia.
Es un hombre sin honor.
Isabel.
Porque es mentira, no existe
del hombre en el corazon
ese honor, que con baldon
goza en la muerte del triste.
Y que viendo padecer
su víctima desolada,
arrostrando su mirada,
encuentra en ello un placer.
¡Qué es la muger! pobre flor,
en el desierto nacida,
únicamente mecida,
por las auras del amor.
Si encuentra un ser que la adora,
su amor le consagrara,
y tranquila gozara
su existencia bienhechora.
Mas si torpe ingratitud
de su amor el premio ha sido,
en la noche def olvido
dormirá en el atahud.
¡Pobre Isabel! consolaos,
Eloisa.
no penseis tan tristemente.
Ni un instante de mi mente
Isabel.
puedo apartarlo.
Callaos
Eloisa.
por piedad, que desgarrais
mi corazon al pensar,
que un hombre pudiera hallar,
Bffilioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=51=
cual ese por quien llorais.
Ah Eloisa! Prometedme
Isabel.
que á nadie revelareis
mi secreto, y si podeis,
por amor compadecedme.
Eloisa. Perded cuidado Isabel,
del pecho nunca saldrá,
y por mi, nadie sabrá
ese pasado cruel.
Solo quisiera poder
el conocer ä ese hombre,
decidme os ruego su nombre.
¡Su nombre quereis saber!
Isabel.
Tened de mi compasion,
callad por piedad, callad,
yo no puedo, respetad
el llanto del corazon.
Eloisa. Pero por que es ocultarlo?
no teneis confianza en mi?
solas estamos aquí,
ninguno podrá escucharlo.
No me atrevo, es imposible.
Isabel.
Eloisa. Pero por qué amiga mia?
Porque á mi mente traerla
Isabel.
ese recuerdo terrible.
To debo olvidarlo, si,
porque mi vida envenena,
yo debo ahogar ¡ay! mi pena,
y olvidarme que l¿ vi.
Es un secreto su nombre
que por mi jamás sabreis.
Eloisa. Pero por Dios, no lloreis,
no hablemos mas de ese hombre.
Isabel.
(Con resolucion.)
¿Quereis oir (desdichada!)
su nombre? (Conteniéndose.) No puede ser,
básteos tan solo saber,
que vivo muy desgraciada.
(17isise precipitadamente por la segmula puerta de la
derecha.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
ESCENA OCTAVA.
ELOISA.
¡Pobre Isabel! compasion,
cáusame oir sus cuitas,
sus ilusiones marchitas
mataron su corazon.
Solo sufrir y llorar
y de recuerdos vivir,
es su triste porvenir,
nunca la dicha gozar.
Mucho á ese hombre ha querido
su corazon inocente,
cuando llora amargamente
su ingratitud y su olvido.
ESCENA NOVENA.
ELOISA Y FERNANDO ,
por el foro izquierda.
(Gracias á Dios que llegué.)
Ah Eloisa! ¡vos aquí?
Eloisa. ¿Qué tiene de estraño? si,
¿os admirasteis?
Fem.
No á fé.
De tal cosa no me admiro,
pero al entrar, he estrailado
el baberos encontrado
en absoluto retiro.
¿Ha salido don Ramon?
¿Mi prima está en su aposento?
.floisa. Hace cosa de un momento
se marcha á su habitacion.
D. Ramon se halla escribiendo
en su cuarto, y yo salí
á pasar un rato aquí,
porque me estaba aburriendo.
Fern.
Entónces señora mia
tengo gran satisfaccion,
al encontrar la ocasion
Fern.
131lioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
en que haceros compañia.
(Torna un sillon y se sienta junto d Eloisa.)
Eloiga
Fern.
Eloiga.
Fern
Eloi3a.
Fern.
Elmsa.
Fern.
Eloisa.
Acaso molestia os cueste
el quedaros, yo pensaba...
No señora, deseaba
un instante como este.
Y no pienso por mi parte,
desperdiciar la ocasion,
(quede á un lado la pasion,
v procedamos con arte.)
Ni yo tampoco os diré
que apreciarla no debais,
sabed que ä cuanto digais
al fin yo contestaré.
No creais voy ä deciros
quejas de amor que pasó,
ni menos que pienso yo
esplicacion en pediros.
Que vos al obrar así
con entera libertad,
me demostrais la verdad
de que no pensais en mí.
Pues yo por cierto no veo
qué tenga esto de estrafio,
ni es para vos un engaño
que me case.
Lo deseo,
Y mucho mas conociendo
como conozco á Luis.
¿Habré de ser muy feliz
con su amor? ya lo estoy siendo;
Pero veo que venimos
un cierto punto ä tocar,
que pienso se debe hallar
muy lejos del que partimos.
Yo no encuentro amiga mia,
en qué apartarme he podido.
Habeis hä poco ofrecido
que ni una queja os oiria.
Y segun mi parecer
porque lo estais ya diciendo,
creo que al fin vá viniendo
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=54.
.lo eontrario á suceder.
Todeis estar muy agena
Fem.
de ese cuidado, -he venido,
porque daros he querido,
señora la enhorabuena.
Que otra fuera mi intencion
hayais pensado, lo siento,
y la prueba, que alimento
otra acendrada pasion.
(Miento como un desalmado,
-pero en fin ¿qué habré de hacer,
prestar mi brazo á torcer?)
Eloi3a. IT yo que os hacia casado!
No señora, aun no lo soy.
Fern.
Eloisa. ¿Conque aun no estais decidido?
A mi futura he pedido
Fern.
y a. serio muy pronto voy.
(Sigo mintiendo, adelante;
no haya miedo ni aprension.)
Eloisa. ¿Y aun es vuestro corazon
cual otro tiempo constante?
Fern.
Veo que haceis referencia
un tiempo que ya pasó,
al tiempo que miro yo
con mayor indiferencia.
Cuando uno es jáven, es cierto
que á todo le dá importancia;
jura amor, jura constancia,
y cuanto jura no acierto.
Mas luego que ya pasó
esa edad de los placeres,
en amar á las mugereS
su corazon se cambió.
Eloisa. ¿Conque así se vá cambiando
en el hombre el corazon?
pienso que os falta razon
en lo que decís, Fernando.
Que el hombre tambien addia
con frenesí, pienso yo,
jóven, con él adoró,
con él tal vez ama ahörä.
Sufre mil 'srim Ilese4atios,
BIlioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
á amar,
porque todo á no dudar
han de enseñarlo los años.
Vos pensareis de ese modo;
Fern.
mas segun mi parecer,
el hombre se llega á hacer
desconfiado de todo.
Sabeis que hallasteis en mi
un corazon que os amaba,
mas digo, que os adoraba
con ardiente frenesí...
Que erais vos mi bien, mi vida,
pero que en vez de pagarme,
quisisteis solo engañarme
con una pasion fingida.
La causa de mis desvelos
este pago mereció.
Eloisa. Y quien, decid, os mandó
tener infundados celos?
Sabeis muy bien que millones
de veces os convencí,
pero dudasteis de mi,
y cortamos relaciones.
Que es muy duro á la muger
sin una causa fundada,
para poder ser amada
mil celos desvanecer.
Bien, bien, será lo que quiera,
Fern.
mas saheis que mi intencion...
Eloisa. Mudar de conversacion
me parece mejor fuera.
(Pues señor, se ha rebentado
Fern.
la mina, cual no esperaba.)
Eloisa. ¿Y Luis dónde quedaba,
cuando aqui habeis regresado?
Me dijo que volveria
Fern.
muy pronto.
Pues no ha venido.
Eloisa
Quizás se habrá entretenido.
Fern.
Eloisa. Que hacer no dudo tendria.
(Mirando al retó y levantándose.)
Fern.
Las doce, dispensad...
y ellos le enseñan
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=56.
Qué?
Fern.
Si. me retiro sefiora,
tengo que hacer ä esta hora
pero pronto volveré.
Que olvideis cuanto os he dicho...
L'Iota. En olvidarlo confio,
que fué vuestro amor y el mio
un pasagero capricho.
Amad pues sin prevencion
vuestra futura, Fernando,
idle siempre profesando
una sincera pasion:
y dudar no dehereis
Si curasteis vuestros celos,
que de ese amor y desvelo
el premio al fin hallareis.
esta prueba de interés
que os demuestro en cuanto os digo
no olvideis.
Fern.
(Con pum.)
Eloisal
(Con calma.)
Amigo
don Fernando, hasta despues.
(Fernando ia tonte;la un momento con efus ion, y des pues
3e vci rápidamente por el foro izquierda.)
ESCENA DÉCIMA.
ELOISA.
¡Ya se fué! ¡Cuánta emociou
al escucharlo sential
en sus palabras veia
los restos de una ilusion.
Amor que el pecho al sentir
en él su ventura viera,
y que en el alma imprimiera
grato recuerdo al partir.
Recuerdo que á presentar
viene ä mi mente el pasado,
venturoso y anhelado
para nunca mas tornar.
\ON
ek_
z
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
s>,
_eles
NA°
.57.
Mas él inc ha dicho que adora
ä otra muger con ternura,
sepa labrar su ventura
sea feliz en buen hora.
fluye pensamiento triste,
no ofusques, no, mi razon,
que ya para el corazon
ese Fernando no existe.
ESCENA UNDÉCIMA.
Dori RAMON que sale por la primera puerta de la
izquierda, des pues Luis, por el foro izquierda.
ELOISA, Y
D. Raro. Sobrina
¿tú por aquí?
pensé que juntas estäbais.
Eloisa. Isabel cuando Ilegábais
se ha separado de mí.
D. Ram. Acaso vä de mi huyendo?
Eloisa. Que penseis tal cosa estraño,
D. Rara. No chica, yo no me engaño.
bien se lo que voy diciendo.
A ti te faltan nociones
en este asunto, y por eso
lo estrañas, mas te confieso
que tengo mis pretensiones.
A Isabel hä poco rato
que ä solas aquí le hablé,
y sin mas, me declaré
para su amor candidato.
Eloisa. Ja, ja, ja, qué bueno fuera,
con razon debo admirarme.
D. Ram. ¿No puedo yo enamorarme
lo mismo que otro cualquiera?
Eloisa. ¿Y ella por fin aceptó
•
vuestro amor?
Me lo figuro,
D. Rana.
mas lo que yo te aseguro,
que ni dijo si, ni no.
•
Yo mi pasion le pinte,
con esos vivos colores
que pintan los trovadores
8
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
AP7.3111
Ja constancia de su fe.
Pero ya al finalizar
la lengua se me trabó,
y todo se concluyó
por tenerme que marchar.
Eloisa. ¿Sin que nada os respondiese?
qué buen lance habeis jugado.
D. Ram. ¿Y en trance tan apurado
qué quenas tú que hiciese?
En fin, al tiempo dejemos
el caso, y no discutamos,
de modo igual no pensamos.
Eloisa. Pues á otra cosa pasemos.
¿Me quereis acompañar
á las tiendas?
Ram.
Donde quieras.
Eloisa. A comprar unas frioleras.
D. Ram. Voyme al instante a. aviar.
¿Nada tienes que ponerte?
Eloisa. Escepto el sombrero, no.
D. Ram. Pues voy a arreglarme yo
y tu sombrero á traerte.
( Vase por la segunda puerta de la izquterda.)
Eloisa. Valgame Dios! me he quedado
fria la nueva al saber,
mas ¿quién pudiera creer
que mitin se ha enamorado?
Cincuenta años y pico,
y aun dice casarme quiero
Ram. (Saliendo.)
Aquí tienes el sombrero,
los guantes, y el abanico.
¿Qué tal? ya estoy aviado,
¿no estoy bien?
Eloisa.
Perfectamente,
sobre todo, negligente
cual sienta á un enamorado.
¿Conque vamos?
.D. Ram.
Hija mia,
tus órdenes estoy,
y por darte gusto voy
qué se yo, hasta dónde iría:
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
=59.
(Aparece Don Luis.)
¡Don Luis!
No os detengais
Lurs.
por mi, si vais á
D. Bat». No tal, si podeis venir
con nosotros si gustais.
Eloisa. D. Luis no os molesteis,
Es para mi, gran favor...
Luis.
Eloisa. Quedaos 'es lo mejor
que nuestra vuelta espereis.
Como gusteis.Eloisa.
Luis.
Eloisa. (Siempre rendido y amante.)
.D. liara, Para volver al instante
vamos á ir muy de prisa.
(l'Use con Eloisa por el foro izquierda.),
ESCENA DUODÉCIMA.
DON LUIS, TESPUES PASCUAL.
Ahora que solo me quedo
vamos a reflexionar:
á Isabel ä no dudar
hablarle debo si puedo.
Ella podrá derrocar
mis ensueilos de improviso,
y hacerle ver es preciso
que es necesario callar.
(Llama y aparece Pascual por el foro derecha.)
D. Luis, ¿habeis llamado?
Pase.
¿Y tu amo?
Luis.
Aun no ha venido.
Fase.
Si su prima no ha salido
Luis.
pásale al punto recado:
dile que hablarla deseo.
(Vase Pascual por /a segunda puerta de la derecha.)
Luis,
Corazon, ahora valor,
que no sucumba tu amor
á un antiguo devaneo!
No pierdas tu calma. no,
ni el porvenir te amedrente,
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
que arrostrar debe el presente
qaien el pasado arrostró.
ESCENA TRICESINA.
Luis i
ISABEL, que
aparece por la segunda puerta de /o de-ralla. Pascual se vet por el foro derecha.
(Prestadme fuerzas, Dios mio
para poder soportar...)
Que si os pude incomodar
me dispensareis confio.
Isabel.
No D. Luis, no penseis
que me incomode tal cosa;
de escuchar estoy ansiosa
lo que decirme q uereis.
Luis.
(¡Este supremo momento,
es tan cruel para mi!)
Isabel.
Por si dura mucho, aquí
podemos tomar asiento.
(Isabel se sienta en el sofá. Luis coje un sillon y se sienta
junto d ella.)
Luis.
Isabel, dispensareis
si acaso vuestra atencion
molestase.
Isabel.
En conclusion
espero que os espliqueis.
Luis.
No dejo de conocer
lo que os habreis admirado,
al saber que he variado
señora, de parecer.
Creo que pensareis de mi
tal cual os plazca mejor;
mas os juro por mi honor,
no pensé veros aquí.
Conozco que á vuestros ojos
muy culpable habré de ser.
(Esto se llama tener
que caminar por abrojos!)
Pero Isabel, vo confio
en que vos cdmprendereis
mi situacion, y sabreis
Luis.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Machid)
.61
eerdonar mi desvarío.
hab.
Luis.
hab.
Luis.
hab.
Luis.
Sabeis en fin, que casarme
debo con otra mager,
y creo que mi parecer
no querreis contrariarme.
Mi palabra está empellada,
y á ella no puedo faltar.
(¡Es imposible encontrar
mager mas desventurada!)
(Levanicindose.)
¡Mas que están mis ojos viendo!
¿ese llanto que verteis?
Ah Luis! vos no sabeis
lo que yo estoy padeciendo.
Yo no puedo soportar
este cruel desengaño:
no querais pues con mi daño
vuestra ventura labrar.
Tened de mi compasion,
no querais atormentarme;
ni goceis con humillarme
al celebrar esa union.
Que á otra muger adorais
vuestro labio profirió:
no puede querero2., no,
cual esta á quien olvidais.
(¡Siento que mi corazon
se conmueve á mi pesar!)
Isabel, dejadme hablar
conocereis la razon.
No, Luis, no os disculpeis;
la causa de mi dolor,
es aquel fingido amor
que olvidar jamás podreis.
Yo en aquella idealidad
de vuestro amor ¡ay gozaba!
jamás pensé me aguardaba
tan horrible realidad.
Señora teneis razon;
y jamás os negare,
que hubo un tiempo en que os ame
con todo mi corazon.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
-62—
Nunca mi amor he fingid4
pues os amé con ternura;,
os amé, con la locura
mayor que amar he podido.
Bien sabeis que al separarnos.
nunca olvidares juré,
mas la suerte adversa fué,
jamas volvió a juntarnos,
to pensé que ya olvidado
de vos, por siempre seria;
y á la pasion que existia
otro amor ha relevado.
Amarnos ya no es posible,
y así, tratad de olvidar
ese amor, porque es faltar
á mi palabra, imposible.
No creais que amor os pido,
poco me debe importar
que no me pueda ya amar
quien cual vos, perjuro ha sido..
Vuestro amor no quiero, no,
pero un nombre le debeis
a. esta muger, que sabeis
euánto por vos padeció.
Yo por vos sacrifiqué
calma, placer y ventura,
sabeis con cuánta ternura
siempre constante os amé.
(Con delirio.)
¡Mas qué digo! desvarío,
el nombre que me debeis,
á otra muger no dareis,
porque ése nombre es ya mio._
Silencio, Isabel!
Luis.
Isabel.
No, no,
dejad que pueda alegrarme,
me hareis feliz con amarme
tanto como os amo yo?
Luis.
Isabel callad, callad,
no vuestro amor recordeisl
Isabel. Ohl cuán dichosa me hareis
con vuestro amor/
Biblioteca de la Fundación Juan March @ladra..
Luir.
hab.
¡Por 'piedad!
Y al recordar el pasado
lleno de'encan tos y amores,
podré olvidar los 'rigores
que por mi amor he llorado.
(Frenético.)
Luis.
De ese pasado terrible
ni una palabra di reis;
vuestra suerte sufrireis,
porque amarnos no es posible.
Mas siento pasos, callad.
(Se dirije (lb puerta del foro.)
"Ellos son!
hab.
(rDesventurada
sufre infeliz resignada!)
Luis.
No lloreis mas por piedad.
hab.
¡Compasion, que delirante
siento perder mi razon!
(Cogiendo á Isabel por el brazo con aire vioionio.)
Luis.
¡Aunque sufra el corazon,
muestre la calma el semblante!
(Isabel cae desplomada en el sofá y queda como aterrada.)
ESCENA CUARTIGESINA.
DICHOS, ELOISA, FERNANDO Y DON RAMON, con un paquete
que deja sobre una mesa. Luis permanecerá en la escena confuso, e' Isabel fuertemente conmovida.
Luis.
¿Tan pronto de vuelta?
Si,
algo de prisa se ha andado;
vá que no habeis aguardado
mucho tiempo?
Luis.
Mas creí.
Eloisa.
(Se sienta junio á ella.)
Isabel
Isab.
(Disimulando.)
Amiga ruia.
Flojea. No pensé veros aquí.
hab.
A hacer á Luis salí
un rato de compañia.
Yo os agradezco el favor.
D..Ram.
Bffilioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
-64—
[A Luis] ¡Tenemos ya todo listo?
Ram.. (Reparando en Isabel.)
:Fern.
(Toma, toma, no habla visto
al objeto de mi amor.)
(A Pernando.)
Luis.
Ya todo se halla arreglado.
Eloisa.
(A Isabel.)
Mucho tenemos que hablar.
Solo me rio de pensar...
D. Ram. (Me siento volcanizado.)
Fem.
Luis.
Fern.
Luis.
(A Luis.)
¡Estás al fin decidido?
Si
Pues te debes casar,
y confieso que pensé
que de parecer mudaras.
¡Que tal Fernando pensaras!
D. Ram. (Aparte á Isabel.)
Ah señora, os amaré!
Don Ramon...
hab
D. Ram.
No es de estraliar
que os declare mi pasion;
tomé mi resolucion
y siempre os habré de amar.
(N'arcadas muestras de disgusto de Isabel. Don Ramón al
notarlas se dirije á Luis.)
Don Luis, por fin se vi6
al notario, qué tenemos?
Que esta tarde firmaremos
Luis.
el contrato.
Bien sé yo
Ram.
que andais listo de verdad.
Mucho que hacer no he tenido.
Luis.
D. Ram. Eloisa ¿tú has nido?
si no hay dificultad...
(Yo no puedo soportar
hab.
este tormento, Dios miot)
Eloisa. (Levantándose y acercándose á tos demás.)
Como vos dispongais, tio,
vos lo teneis de arreglar.
(No puedo mas, imposible;
hab.
no puedo ya resistir,
Mioteca de la Fundación Juan Maith (Madrid) .
=65=
es preferible morir
á esta situacion horrible.)
(Desde este momento hasta el fi nal del acto la accion debe ir
muy rápida.)
Luis, Luis! por piedad,
(Con desesperacion.)
Eloisa! cornpasion,
o destruyais mi ilusion
con tan cruel realidad.
Eloisa. Pero Isabel ¿qué teneis?
(Levantándose.)
Isabel.
Ah, no me atrevo á decirlo!
Yo sola sabré sufrirlo,
pero por Dios, no os caseis.
I). Ram. ¡Pobrecilla!
Luis.
(Me perdió,
es mucha casualidad!)
Luis!
Isabel.
¡Callad por piedad!
Luis.
No puedo callarme, no.
Isab.
Yo vuestra infame traicion
he de hacer ver.
Eloisa.
(11h qué idea!)
Fern.
(A Luis con indignacion.)
Me dirás lo que esto sea!
Eloisa. Esplicaos por compasion.
(¡Tremenda fatalidad!)
Luis.
Eloisa. Pero por Dios, Isabel.
Isabel.
Ese contrato cruel
no firmareis por piedad.
Sabed al fin que ese hombre
os engaña.
D. Ram.
¿Qué decís?
Eloisa.
Isabel.
Que nunca podrá Luis
daros señora su nombre.
Eloisa. (Con ansiedad.)
¿Mas qué razon hay que exija
9
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Isabel.
vengais mi calma á turbar?
(Fuera de si.)
¡Porque no os podeis casar
con el padre de mi hija/
(Movimiento de sorpresa en los actores , Eloisa dá un grito,
é Isabel cae desmayada en brazos de I). Ramon.
FIN DEL ACTO SEGUNDO.
Biblioteca de la
ición Juan l‘larch (Madrid)
Aceere
ACTO TERCERO.
ESCENA PRIMERA;-
Al levantarse el telon aparece Eloisa sentada es el sofá, don
Ramon de pié junto á ella.
D. Ram. Tranquilízate, muger,
por Dios no te aflijas tanto;
vamos enjuga ese llanto,
da tregua á tu padecer
Conozco que tu pesar
debe ser grande, hija mia;
tu corazon no creia
tal desengaño encontrar.
Lima. Y yo pensé que me amaba
y sus promesas creí;
iquien me dijera, ay de mi,
que con su amor me engañaba!
Yo que tan solo con él,
pensé la dicha gozar;
en vez de dicha, encontrar
un desengaño cruel.
BIlioteca de la Fundación Juan Manch (Madi-Y
=68
.D. .Ram. Eloisa, calma, calma
ese tormento.
Eloisa.
No, no,
tambien sufrir debo yo
crudos tormentos del alma.
D. Rara. Vamos, por Dios, hija inia:
yo quisiera... pues... decirte;
si no temiera afligirte
crée que tarrlien Horaria.
No pensemos mas en él
olvidarlo debes todo;
¿si te apuras de ese modo,
cual debe estar Isabel?
Eloisa. Isabel, desventurada!
¡oh cuán triste es padecer!
pero existe otra muger
que es mas que yo desgraciada.
Mipena debo ocultar
y mi tormento sufrir;
¡oh si! yo sabré reir,
¡reir debiendo llorar!
Mas debo olvidarlo, si,
debo tan solo pensar
en ver si puedo aliviar
la pena que siento aquí.
(Seiialando al corazon.)
Yo quiero ver á Isabel,
quiero calmar su dolor,
que sepa ya que mi amor
no es de ese hombre cruel.
Ram. ¿Mas si su pena á calmar
no alcanzara tu desvelo?...
Eloisa. Al menos, tendrá en consuelo
quien la acompañe á llorar.
Deseo estar sola un instante,
quiero pensar...
Ram.
Hija rnia...
Eloisa. Os lo ruego.
Ram.
(¡Quién diria
que la engañaba inconstante!)
(Vcise por la primera puerta de la izquierda.)
BIlioteca
lación Juan n,...urcit (Madrid
.......•nn••••emesa.
.69.
ESCENA SEGUNDA.
ELOISA, Y FERNANDO que
aparece por la primera mitre\
de la derecha.
Fern.
(Aquí tambien se derrama
llanto debido al dolor,
¡cuán triste es un sinsabor
en un corazon que ama!)
Eloisa.
Don Fernando,
vos por aquí, le Isabel?
Fern.
Tambien padece.
Eloisa.
¡Y por el.
por él estará llorando!
Pero Eloisa, calmad
Fern.
vuestro dolor, no penseis...
Eloisa. Fernando, vos no sabeis
lo que en mi alma...
Fern.
Pensad
que yo tambien como vos
siento el alma desgarrada,
viendoos de accion tan malvada
ser las victimas las dos.
Ese hombre infame y villano
á una inocente engalló,
y á otra su amor le juró
y hoy le ofreciera su mano;
no tuvo, no, compasion
de mentir y de engañar,
sabiendo que iba á matar
un amante corazon.
Mas os juro por mi nombre
le he de obligar á elegir
entre dejar de existir,
unirse á ella.
• Ese hombre!
Eloisa.
El os ha hecho infeliz
Fern.
con ti n desengaño horrible;
mi situacion es terrible.
Elote& Pues bien, buscad ä Luis,
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que venga aquí en el momento,
de hablarle ya estoy ansiosa,
(iprocure hacerla dichosa,
y sufra yo mi tormento!)
Que venga, si, yo lo ansío,
que pueda ahora mirar
el llanto que derramar
nos hace su desvarío.
Yo necesito verter
Fern.
hasta la última gota
de su sangre, no se agota
con menos mi padecer.
Porque ambiciono vengar
dos ultrajes juntamente,
el de mi prima inocente
y el vuestro.
Podeis pensar
Eloisa.
en mi engallo?
Si, en los dos.
Fern.
En la lucha hay confianza
y abrigo aun la esperanza
que habrá de ayudarme Dios.¡Ah si! su ayuda reclamo,
quiero vencer solamente
por vengar á la inocente,
y á la rouger á quien amo.
Eloisa. ¿Qué habeis dicho?
Nada, nada,
Fern.
quise tan solo decir
que no os puedo ver sufrir,
porque siento aquí grabada
en mi pecho la memoria
de un tiempo que ya pasó,
en que mi alma gozó
de una dicha transitoria.
Vos que fuisteis para mi
ángel puro que adoré,
zpensais que acaso podré
olvidar lo que sentí?
Jamás, jamás, mi dolor
se aumenta y mi padecer,
viendo sufrir la muger
á quien rindiera mi amor.
Ellioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
Mi vida por enjugar
ese llanto que verteis.
Eloisa. Fernando
Vos no debeis,
Fern.
seiiora, mas que olvidar.
Olvidad pues, que os amé,
que fuisteis mi bien, mi vida,
que abristeis profunda herida
en mi pecho, que gocé
rindiéndoos una pasion
que por mi mal aceptasteis,
y que luego desgarrasteis
sin piedad mi corazon.
yo infeliz no he olvidado
que mi amor un tiempo os la
(Señalando al corazon.)
yo siento un volean aquí,
que me hace ser desgraciado.
Eloisa. (Ah corazon generoso,
cuán tarde lo he comprendido!)
Eloisa, hubiera sido
Fern.
con vuestro amor tan dichoso!
Eloisa. Fernando, callad por Dios.
Cuando feliz podia ser,
Fern.
solo me resta el placer
de vengaros á las dos.
Eloisa. Ved el llanto que derramo;
Fernando, no os batireis.
(Con pasion.)
Fern.
Eloisa.
Eloisa.
Aunque me odieis,
vuestra existencia reclamo.
ESCENA TERCERA.
DICHOS Y DON RAMON ,
que aparece por la primera puerta de
la izquierda.
D. Bam. Eloisa.
(Don Ramon.)
Fern.
D. Bam. Bija mia, te aseguro
que al ver tu cruel apuro
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se me parte el corazon.
Eloisa. Tranquilizaos, ya logré
acallar mi sentimiento,
ya no sufro, fué un momento
que pasara, á Luis veré
tranquila.
Mas por ventura
I). Ram.
á Luis pretendes ver?
Eloisa. Si en verdad.
Tu padecer
D. Ram.
se aumentará, ¡qué locura!
Don Fernando, ¿no os parece
que Eloisa hará muy mal
en ver á ese hombre fatal
que mi pecho ya aborrece?
Esa es mi opinion, seüora.
Fern.
Eloisa. Pues bien, dejadme á mí hacer,
es preciso, lo he de ver.
D. Ram. Pero hija...
Sin demora
id á buscarlo, Fernando.
Fern.
Pero Eloisa ¿no veis
que luego quizás lloreis
lo que ahora estais deseando?
Eloisa. No por cierto, yo lo quiero;
id al momento por él.
Pero Eloisa...
Fern.
Isabel
lo reclama:
Mas yo infiero
ya que piensas á Luis ver,
que ni una sola disculpa
le escucharás, pues su culpa...
Eloisa. Yo sabré lo que he de hacer.
Id á su casa, buscadle
con afan, y no dudeis
que al fin 'Fernando hallareis
á ese hombre.
Si, contadle
I). Ram. lo que está pasando aquí.
Eloisa. Ni una palabra por Dios:
traedlo tan solo vos,
D. Ram.
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lo demás me toca á mi.
Os juro le buscaré.
Fern.
Elozsa. Así Fernando confío,
Fern.
vá en ello el sosiego mio.
Con él aqui volveré.
(Váse por el foro izquierda.)
ESCENA CUARTA.
DON RAMON Y ELOISA.
Vamos, ya ves que á buscarlo
vá. Fernando en el instante,
ya lo has llorado bastante,
procura pues olvidarlo.
No es justo que sin razon
por un triste desengatio,
quieras labrando tu dallo
aflijir tu corazon.
Eloisa. Muy bien me parece, tio,
lo que decís, mas deseo
que lo olvideis, pues ya veo
no pensais cual yo.
D. Ron. Me rio.
En fin, si tú lo has de ver
que un tiempo habrá de llegar
en que no te has de acordar
ni aun de Luis.
Eloisa.
Podrá ser.
Mas ya que en su amor creí
y por él pierdo la calma,
decidme, ¿podrá mi alma
olvidar lo que sufrí?...
1). Ram. Que yo otro tanto diera
no causaria admiracion,
pues declaré mi pasion
á Isabel, ¡quién lo creyera!
Cuando lo pienso hija mía...
Eloisa. ¿acaso aun podeis pensar
en su amor?
Déjame hablar;
1). Ranz.
D. Ram.
10
Biblioteca de la Fundacion Juan Mara (Madrid)
no es eso lo qu-77
qt=71a
decir, pero contemplando
el engaño tan cruel,
la desgracia de Isabel,
la situacion de Fernando,
quisiera en fin hija mía,
poder hacerla feliz
para mengua de Luis,
y por lograrlo...
Diria
que habeis tomado el asunto
vuestro cargo señor,
dejadme y es lo mejor
que aclare sola este punta.
O. Ram. En nada inc meteré
y sola habré de dejarte,
quiera Dios que te des arte.
Eloma. Yo todo lo arreglaré.
Que una muger engañada
su deber no ha de olvidar,
y debe siempre aliviar
la que es mas desgraciada.
D. Ram. Por lo demás, volveremos
a Cádiz á procurar
este presente olvidar,
y por fin lo olvidaremos.
Allí a mi lado hija mia
volverás dichosa á ser,
y tornará á aparecer
en tu rostro la alegría.
Las penas del corazon
cuesta mucho el desterradas,
pero debe mitigarlas
con sus luces la razon.
(¡Quién lo pensara de él,
un enlace deseado
y despues de concertado!...)
Eloisa. Anhelo ver á Isabel,
muereis vos mismo avisarle?
Hacedla al punto venir.
D. Ram. ¿Mas qué le habré de decir?
Decidla que quiero hablarle.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
D. Rato. Voy al punto, mas te pido
no la vayas ä decir,
por qué se pueda aflijir
tras lo mucho que ha sufrido.
Eloisa. Descuidad, yo le hablaré
sin afligirla...
D. Ram.
Consiento,
voy ä avisarle al momento.
Eloisa. Yo su pena calmaré.
(rase D. Rarnon por la segunda puerta de la derecha.)
ESCENA QUINTA.
ELOISA.
Yo debo sacrificar
cuanto esperé de ventura,
por hacer vuelva ä gozar
dulce calma y bienestar
esa infeliz criatura.
Es un sagrado deber
que me impone la razon,
debo cumplirlo, ha de ser,
aunque tenga que perder
la dicha del corazon.
Poco me debe importar
el porvenir que me espera,
con tal que logre alcanzar
con su ventura brindar
ä la infeliz que sufriera.
Frente ä frente arrostraré
la presencia de ese hombre;
yo misma le mostraré
su falta, y le obligaré
ä darle a Isabel su nombre.
No debe arredrarme nada,
y alcanzar al fin espero
sea feliz la desdichada,
porque una accion tan malvada
no es digna de un caballero.
Biblioteca de la . andación Juan March (Madrid)
=76=
ESCENA SESTA.
ELOISA, DON RAmorr ISABEL, que
aparecen por la segunda
puerta de la derecha.
I). Ram. No debeis tan apurada
estar, hermosa Isabel.
(iYa se ve, pensando en él!)
Eloisa. (¡Infeliz, cuán desgraciada!)
Isabel.
Isabel.
(Con desaliento.)
(¡Yo no me atrevo!)
Eloisa. (Con ansiedad.)
Venid, venid á mis brazos,
ya que nos unen los lazos
del sufrimiento.
Isabel.
(¡No debo!)
Eloisa. Suframos juntas las dos
nuestra desgracia.
Isabel.
(Con vehemencia y arrojándose en brazos de
Eloisa.)
¡Si, si,
tendreis compasion de mi!
Eloisa. (Con conviccion.)
¡Y confiemos en Dios!
D. Ram. (Pues seüor, esto está visto
no puedo ver padecer,
dejo mi llanto correr
y mi afliccion no resisto.)
'N.o os debeis así apurar
que yo á vuestro lado estoy:
(no puedo mas, yo me voy,
me van sinó á ver llorar.)
(Vcise por la primera puerta de la izquierda.)
ESCENA SÉTIMA.
ELOISA ISABEL.
Eloisa. Solas nos hemos quedado,
pobre tio, tambien llora,
Bffilioteca de la Fundac__.
siente en su alma,
seflora,
con nosotras lo pasado.
(Reanimándola.)
Valor, Isabel, valor,
no os dejeis así llevar
de vuestra pena, calmar
debierais vuestro dolor.
babel.
Quisiera poder tener
ese valor, mas no puedo;ante la desgracia cedo,
soy una débil muger.
Eloisa. No por cierto, amiga mia,
pensar así no debeis,
pues que tal vez llegareis
ser feliz algun dia.
Eloisa, no es posible,
Isabel.
yo no puedo , feliz ser.
Eloisa. Tal vez llegue á suceder
lo que Ilamais imposible.
Isabel.
¡Yo volver á ser feliz!
me es imposible creerlo:
¡con qué pudiera yo sedo!
Eloisa. Con el amor de Luis.
Isabel. Con su amor! vana quimera,
cuando al ver que me aborrece
aun mas mi desdicha crece,
cómo ser feliz pudiera!
Además, su corazon
no es ya mio, lo sabeis;
vos infundido le habeis
una acendrada pasion.
¿Qué pues me resta esperar?
pasar sufriendo mi vida,
y entre pesares sumida
siempre mi pena llorar.
¡cuán amarga es la existencia
de la muger que adoró!
¡Cuan triste si solo halló
á su amor indiferencia!
Eloisa. Pues bien, confiad en mí,
comprendo vuestro pesar,
y me he propuesto aliviar
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
.78=
vuestra desgracia.
habel.
Sí, sí,
yo todo es lo contaré:
¡cuánto he sufrido, Dios miel!:
Elóisa. Hablad Isabel, confio...
Iiabel.
Ah Eloisal sf hablaré.
Nacida en la Habana fuí,
y los hermosos abriles
de mis años juveniles
dichosa gozara allí.
Crecí cifrando su encanto
en mí lós que el ser me dieron,,
¡mas ayl bien pronto vertieron,
mis ojos, amargo llanto.
Mi padre á quien adorara
con ese amor filial,
puro, sincero, ideal,
la muerte me lo robara.
Quedé al lado de mi madre
en su viudéz afligida,
y cuidando de su vida
llorara siempre á mi padre.
Llegué á esa edad de placer,
en que sueña el corazon
abrigando una ilusion,
un mundo de gloria ver.
A esa edad en que atesora
el corazon la ventura,
á esa edad que sin tristura
aparece seductora.
En la que goza el mortal
hallando su dicha pronta,
porque su alma se remonta
un mundo bello, ideal.
En que siempre el corazow
con entusiasmo palpita,
y en que gozando se agita
en alas de la ilusion.
Sentí en mi pecho el amor
y adoré con frenesí;
nunca, Eloisa creí
causara hoy mi dolor. (Llora.)
Biblioteca de la Fundación Juatt March (Madrid,
f- lotan. ( Coa ternura)
Proseguid.
Pues bien, hallé
Isabel.
a. ese hombre que me habló
de su amor, y lo creyó
mi pecho insensato.; amé.
Pero ame con tal locura
y con tan grande pasion,
que no hallaba el corazon
lejos de ese hombre Ventura.
Mas el fingiendo en mi daño
un amor puro y sincero,
faltando á ser caballero
me estuvo engañando un año.
Murió mi madre, v quedé
sola en el mundo, «Eloisa;
pero ã mi suerte sumisa
sobre su tumba llore.
Tambien sobre ella impío
Luis se atrevió it jurar,
mi triste llanto enjugar,
y unir su destino al mio.
Mas perjuro al separarnos
partió sin decirme adios,
y desde entonces los dos
no volvimos á encontrarnos.
Abrirse una nueva herida
en mi corazon sentí.;
(Con delirio)
fuí madre! y entonces vi
que era engañada, vendida.
.En aquel trance fatal
maldije mi triste. suerte,
llamé en mi ausilio á la muerte,
yno me oyó por mi mal.
viéndome aislada, pensé
venir aquí con Fernando,
y mis planes realizando
mi pais abandoné.
Sin esperanza, perdida
la calma del corazón,
y creyendo en mi afliccion
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
'no hallar á ese hombre en la vida.
Mas hoy la suerte ha querido
colocarnos frente á frente;
¡debe sufrir el 'presente
quien tanto tiempo ha sufridol
Eloisa. ¡Cuán desgraciada!
Señora,
hab.
en la desgracia nací,
siempre con penas viví
para mi suerte en mal hora.
Eloisa. No os atlijais, Isabel;
muy desgraciada habeis sida,
mucho llanto habeis vertido
por ese hombre cruel.
Mas creed que ese dolor
que vuestra alma lacera,
se ahuyentara, y placentera
gozareis calma y amor.
Que un hombre podrá rendido
prometer constancia y fe;
si lo sintió, creedme que
sabrá cumplir lo ofrecido.
Su promesa pienso yo
hab.
no sabrá jamás cumplir;
quien supo falso fingir,
torpemente engañó.
Eloisa. INal que á sus miras le cuadre,
cumplira, fiaos en mí;
¿existe esa hija?
(Con vehemencia.)
hab.
Sí,
y esa hija... pide un padre/
Eloisa. (Con decision.)
Lo tendrá, sereis dichosa,
lo prometo.
¿Qué decís?
hab.
Eloisa. Que al fin os dará Luis
el dulce nombre de esposa.
Que si torpe os engañó
su palabra os cumplirá.
(Con dolor.)
hab.
iy quién ¡ay! le obligará?
Biblioteca de la Fundación Juan Mala (Madrid)
81 =_—_Elotsa. ¿Quién ha de obligarlo? yo.
Isabel.
(Con alegria y como no acertando á creerla.)
Vos, Eloisa! ¿qué he oído?
vuestro pecho no le ama?
fi:Misa. Una voz que al cielo clama,
ese amor ha destruido.
Isabel.
(Con efusion.)
Al), Eloisa generosa!
vuestro noble corazon...
Eloisa. Hallará su galardon
si logro Yeros su esposa.
Enjugad ya vuestro llanto,
calmad vuestro padecer,
gozad, gozad el placer,
y ahu y entad vuestro quebranto.
Isabel.
¡Ah, Eloisa! no sabré
pagar vuestra abnegacion;
mas siempre en mi corazon
gravada la llevaré.
Eloisa. Un recuerdo solamente
quiero de mi conserveis.
Os juro que vivireis
Isabel.
en mi pecho eternamente.
ESCENA OCTAVA.
que aparece por la primera puerta de
la izquierda leyendo un legajo.
0. Ram. Justos, cincuenta quintales:
veinte y treinta son cincuenta;
pues señor, esta es la cuenta,
me equivoque, están cabales.
Eloisa. Mi tio.
.D. Ram.
Adios, sobrina.
Eloisa. ¿Me veníais ya buscando?
D. Ram, Paseaba repasando
los productos de una mina.
(A Isabel.)
Señorita, yo ambiciono
que si ignorando el secreto
pude ser algo indiscreto,
me perdoneis,
DICHAS Y DON RAMON,
11.
Biblioteca de la Fundación Juan Match (Madrid)
=_—_ 82 =—_
Isabel. Os perdono.
Don limen, todo olvidado
queda desde este momento.
1). Ram. A eterno agradecimiento
quedare siempre obligado.
(Y en verdad, que linda es!)
Espero que no creais. .
Isabel.
Eloisa.
1). Itata.
¿Ya os marchais?
Isabel.
Un momento, hasta despues.
Elaisa. Si no os molesta, tendria
una gran satisfaceion...
D. Ram, Sepamos en conclusion...
Eloisa. En hueros comparna.
Isabel.
Tanta bondad...
No por cierto,
Eloisa.
tengo en ello sumo gusto.
D. Ram. Y además, nada hay mas justo.
(A Eloisa.)
(Mucho cuidado le advierto.)
(iDescuidad!)
O. Ilaen.
(Pero ya ves...)
Etoisa. ¿Conque vamos?
isa b1.
Si gustais...
D. Itam. Espero hasta que volvais;
id con Dios.
haba.
Hasta despues.
(Vánse por la segunda puerta de la derecha.)
ESCENA NOVENA.
DON RAMON.
Yo no s‘..: cómo arreglar
podrá mi sobrina esto,
mas ella se lo ha propuesto
y creo lo habrá de lograr:
en fin, no debo ocuparme
de este asunto, ¿quien me manda
tomar parte en la demanda?
me ha prohibido en él mezclarme.
Bililioteca de la Fan&
• Mala
(Madrid)
Allá ella se componga;
pues lo nuestro concluyó,
no habré de prohibirle yo
que á sujcapriclio disponga.
ESCENA DÉCIMADON RAMON, Y LUIS
por el foro izquierda.
D. Ram. D. Luis, vos por aquí!
me estraiia por vida tuja—
Luis.
¿Pensabais que no vendria?
D. Ram. En verdad no lo creí.
Pues no pensé que tuviérais
la sangre fria suficiente,
para mirar frente á frente
a= la muger que ofendiérais.
Os suplico Don Ramon,
Luis.
suprirnais reconvenciones.
D. Rara. Me asisten fuertes razones,
y me oireis.
.
(Con sufrimieuto.)
Luis.
()qué si tuacion!)
D. Ram. Que aunque me cause dolor
recordar lo que ha pasado,
diré que os habeis portado
como un hombre sin honor.
Que si supisteis fingir
una muger adorar,
debierais solo pensar
vuestra promesa en cumplir.
Y á ninguna otra muger
brindar vuestro amor debiérais,
pues que ligado estuvierais
con un sagrado deber.
Pero vos, hombre sin alma
engahando torpemente,
un corazon inocente
lograsteis robar la calma.
Luis.
D. Ramon, fuerza es sufrir
vuestros dicterios, lo sé.
D. Ram. Yo jamás retractaré
Bffilioteca de la Fundación Juan Mairli (Ma drid
lo que acabo de decir.
T tened bien entendido
pues que al fin se os conoció,
que todo entre vos y 3o,
D. Luis, ha concluido.
Ahora os quiero aconsejar,
que pues del llanto lertido
la causa solo haheis sido,
debeis el llanto enjugar.
(Kise por la primera puerta de la izquierda.)
ESCENA UNDÉCIMA.
LUIS.
¡Qué verguenza! Sufriré
de Isabel -el menosprecio!
es preciso; a. todo precio
su ventura labraré.
Esa muger ha sufrido
por mis locos desvaríos!
;Corazonl préstame brios,
pues que la culpa has tenido.
¿Por que si un tiempo la amaste
con acendrada pasion,
por que sin tener razon„
aquel amor olvidaste?
Allá en mi mente forje
de ensueños rico tesoro:
mis ilusiones de oro
hoy derrocadas miré.
Esa mano que guiando
va, al mortal desde la cuna,
depárame la fortuna
mi grave falta espiando.
(Con decis ion .)
Y aunque mi suerte lo exija
la espiaré constantemente,
seré feliz, solamente
entre mi esposa y nai hija. -
Biblioteca de la Fundación Juan March Odiad/1E;
ESCENA DUODECIMA.
LUIS, Y ELOISA
que aparece por la segunda puerta de la
derecha.
Eloisa. Caballero ¡vos aquí!
¡Estratlareis mi venida?
Luis.
Eloisa. En verdad, como la ida
fué tan rápida, creí
que no pensarais volver
tras la escena que ha pasado.
Luis.
Sentiré que hayais pensado...
Eloisa. Todo puede suceder;
que de un hombre que faltar
se ha propuesto á toda fe,
si acaso lo imaginé,
todo se debe esperar.
Eloisa zhabeis podido
Luis.
formar de mi esa opinion?
¡qué digo! teneis razon,
muy grande mi culpa ha sido.
Vos debereis despreciar
al hombre que os prometió
adoraros, y olvidó
una falta remediar.
Isabel en su alliccion
mi nombre maldecirá,
y vuestra alma podrá
despreciarme con razon.
Eloisa. Solo desprecio merece
quien como vos se ha portado,
y por desgracia menguado
su proceder aparece.
¡Eloisa!
Luis.
No podré
Eloisa.
escuchar ni una disculpa;
grande ha sido vuestra culpa
Mas yo espiarla sabré.
Luis.
Eloisa. Debeis espiarla, si;
que esa infeliz ha sufrido
sendos pesares, y ha sido...
Biblioteca de la Fundación Juan Mara (Madrid)
Muy desgraciada por mí.
Pero yo sabré enjugar
ese llanto.
Si, Luis;
debeis hacerla feliz,
y su desgracia ahuyentar.
Ved que la mano de' Dios
irnpediros ha podido
que mas culpable hayais sido
uniéndoos aquí á los dos.
¿Que si un enlace os ligara
ä otra mugerl qué seria
de esa infeliz? moriría
echándoos su muerte en cara!
Y pucs que otro camino
os puede feliz hacer,
no os debereis oponer
á lo que manda el destino.
Yo vuestro engaño os perdono
L ui..
Podeis perdonar mi error!
Eloisa. De haberme fingido amor
na os guardo ningun encono.
Elozsa. A remediar el presente
os debe solo alentar,
grande, la idea de pensar
sois padre de esa inocente.
Y pues su madre prolija
para vos la conservaba...
Luis.
Eloisa, No ignoraba
la existencia de esa hija!
Eloisa. (Con admiracion)
¿Su padre ignorar podia
su existencia?
Luis.
Ciertamente,
á saberlo, á esa inocente
jamás abandonaria.
Elozsa. Será verdad?
De su lado
Luis.
ignorándolo partí;
jamas pensé que por mí
fuera otro ser desgraciado.
Eloita. Bien, Luis, encuentro en vos
del deber el sentimiento.
Luis.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
(Aparece Isabel por la segunda puerta derecha y vci acercándose sin ser notada, demostrando con su aecion la alegria que
esperimenta oyendo á Luis.)
Luis.
Eloisa.
Luis.
hab.
Yo aplacaré su tormento,
Siendo felices las dos.
Y ese pasado fital
echad en completo olvido,
Eloisa, mucha ha sido
mi ingratitud por mi mal.
Os juro hacerla dichosa,
y mi falta al espiar,
podré la dicha encontrar...
(Con estrtma(ia alegria.)
En los brazos de tu esposa.
ESGZNA TRIGÉSIMA.
DICHOS É ISABEL.
Luis.
hab.
Luis.
hab.
Luis.
Isab.
Luis.
hab.
Luis.
Isabel!
Luis!
Perdon!
cuanto este instante anhelaba.
en el tan solo encontraba
la dicha mi corazon.
Luis, Luis, olvidemos
del dolor el sufrimiento.
Feliz, dichoso momento
en que á la vida volvemos.
La v2nda logro alcanzar,
ve' de mis ojos caida.
Una muger ofendida
solo anhela perdonar.
ylsabe,l, me dais la vida
y vuestro daño he causado;
al Ein me habeis perdonado.
Todo mi alma lo olvida.
¿Y mi hija, donde está?
yo quiero verla, estrecharla
contra mi seno,.colmarla
de Ventura, gozará
ec.a de la Fundación Juan
March (Madrid)
=88—
mi alma tanta alegria,
tanta dicha al conseguir
poderla amante decir,
¡yo soy tu padre, hija mial
hab.
Es mi gloria, mi delirio,
por ella solo he vivido,
su arror no mas ha podido
consolarme en mi martirio
Luis.
Siempre dichosa en hacerla
mi Ventura cifraré_
¿cuando, Isabei la veré?
hab.
Esta noche hahreis de verj.
Eloisa. (Dios miol al fin me otorgais
ver cumplido mi deseo!)
(Llevándose el pañuelo á los ojos.)
hab.
Ah señora! mas qué veo?
Eloisa, vos Ilorais?
Luis.
Mi engañoso proceder
llanto os cuestalEloisa.
No por cierto;
estas lágrimas que vierto;
lagrimas son de placer.
Siento mi alma gozar
al veros por siempre unidos,
y que los males sufridos
lograi3 al fin ahuyentar
hab.
Señora, vuestra virtud
en mi pecho gravaré,
y en él os consagraré
una eterna gratitud.
Eloisa.
Isabel, y vos Luis,
ocupa ros no debeis...
Luis.
Ah señora! vos me habeis
hecho por siempre feliz.
ESCENA CUATRIGÉSINA.
DICHOS Y FERNANDO,
Fern
Luis.
que entra precipitadamente por el foro
izquierda.
Al fin aun no lo he encontrado
Fernando!
BIliotora de la Fundacion Juan March (Madiid)
89 -=
¡Vos por aqui!
Fern.
¿y á presentaros así,
de este modo habeis osado?
vuestra conducta es odiosa.
Eloisa. Calmaos por Dios, Fernando
y ved que os está escuchando
la que es de Lnis esposa..
Fern.
¡Como! ¿su esposa decis?
Eloisa. Si por cierto; ha 'conocido
su falta, y arrepentido
la ha remediado
Luis!
uis!
Elotsa. Ya consiguió su perdon.
Fern.
Y tú, Isabel has podido?...
¡Ah Fernando! no ha sabido
hab.
negárselo el corazen.
Con que es cierto!
Fern.
LUi3.
Conseguí
el perdon de lo pasado;
si ella olvidar ha logrado,
tainbien lo espero de ti.
Yo perdonar tal ofensa!
Fern.
no espereis de mi tal cosa.
Eloisa. En ver á Isabel dichosa
hallareis la recompensa.
Fern.
Eloisal....
Eloisa.
En conclusion,
tambien lo debo exigir
hab.
Si de algo puede servir
para vos mi intereesion.
Seré Fernando feliz
si tu perdon alcanzando
mis penas voy olvidando.
(Con efusion.)
Ven á mis brazos, Luis.
(Se abrasan)
Elmsa. Bien, Fernando
Luis.
Amigo mio!
Fern.
Olvidemos el pasado.
Eloisa. (Con firmeza.)
(Ya su ventura hé labrado:
¡corazon en tí confío!)
Fern.
12
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
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ESCENA DÉCIMA QUINTA.
Dicuos Y
1). RAMON,
que aparece por la primera puerta de
la izquierda)
Dliam. Abrazadost, que ventura!
al (in pudi , teis lograr!
Fern:
Si D. Ramon, olvidar
podemos la desventura:
D. Ram. (A Luis.)
..
Remediasteis?
Luis.
Si por ciei.tö:
hab.
Pudo su error conocer.
Luis.
Para curnplir un deber
mi corazon no está yerto.
Feria.
(C9n pasion.)
Eloisà.
D. Fernando.
Fera.
Al ver que os sacrificais,
ambiciono que sepais
que os estoy ciego adorando.
Así lo ha'queridó Dios.
¿Mas á olla inuger no amaba
vuestro pealo?
.0s engañaba;
Fern.
esa mOger ér;iis vos,
Eloisä. (Con entocion.)
¡Ah Fernando, amadme si,
¡cuán dichosá aun puedo serl
la llama siento nacer
del fuego cine existió aquí.
Fern.
Si Eloisa! la ventura
ele me volveis á brindar,
sabré por siernpre pagar
con mi amor y ini ternura'.
Esta es Luis la muger
que inspiró mi corazon.
Luis.
Y la amabas?
Con pasion,
'que es amarla mi placer.
isub.
ly tal 'silencio hás guardadó
__,era de la Funda(
zh (Madrid)
91
que nadie ni aun sospechar...?
gern.
.A ello me pudo obligar
considerarme olvidad&
P. Ram. Sed felices, sed dichosos;
y amaos siempre con ternura,
gozad de calma y ventura
y sed ejemplo de esp)sos.
Y ya sin mas contratiempo
podremos dicha gozar,
unidos al realizar
amor y deber un tiempo.
FIN.
cemuaaci
LL n07:11C/A ZE HLZRIZ,
'Examinada por el Sr. Censor de turno, y de
'conformidad con su dictamen puede representarse.
eenanibee.
Biblioteca de la Fundación Juan March (Madrid)
T-19-Mos
Amor y deber a un tiempo : comedia e
Mosquera, Ricardo.
1073971
I1 1I
1111
1
RiblintAra PJM
Bffiliot2ca
March (Madrid)
1
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1
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