27/04/2015 Tirada: 74.369 Categoría: Económicos Difusión: 47.770 Edición: Suplemento Audiencia: 182.000 Página: 4 AREA (cm2): 715,3 OCUPACIÓN: 66,9% V.PUB.: 9.355 NOTICIAS PROPIAS ESTRATEGIAS i CRECIMIENTO Cómo convertirse en una sociedad anónima Pasar de sociedad limitada (SL) a sociedad anónima (SA) puede resultar esencial para el crecimiento de una pyme. Le ayudará a captar inversores e incluso a tener una mejor imagen. Un aumento del número de socios o el incremento del capital para captar nuevos inversores son dos de las circunstancias que pueden impulsar a una pyme a cambiar su forma jurídica y convertirse en una sociedad anónima (SA). La mayoría de las pequeñas firmas optan por ser una sociedad limitada (SL). Esta modalidad les suele resultar más ventajosa porque, entre otros aspectos, el capital inicial mínimo que se exige para constituir la empresa es inferior. Sin embargo, lo que nace como una pequeña compañía familiar puede empezar a tener nuevas necesidades durante su crecimiento y hará que le compense cambiar su forma legal. Una de las principales diferencias entre ambas posibilidades es que la cantidad inicial para la creación de la SL es de 3.000 euros y la de la SA es de 60.000 euros. Sin embargo, en este caso sólo es obligatorio desembolsar de golpe un 25% de esa cantidad. El resto del capital se podrá ingresar en diferentes plazos, según lo fijado en los estatutos sociales. Entre las pymes, son las compañías medianas, aquellas que cuentan entre 50 y 250 empleados y facturan entre 10 y 50 millones de euros, las que suelen contar con el apellido de sociedad anónima. Con el cambio la firma podrá disfrutar de una serie de actividades que están reservadas para este tipo de organizaciones. Por ejemplo, uno de los requisitos para entrar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) creado para las pequeñas empresas, es presentarse con esta forma jurídica. “Poder realizar acciones que están reservadas por la ley a las SA, como cotizar en Bolsa, es una de las razones por las que suele resultar interesante esta operación. Otro motivo es querer dar una mejor imagen, aunque no se trate de un criterio objetivo, ante entidades bancarias o el capital riesgo”, explica Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas. L En la sociedad anónima se valora más el capital, dividido en acciones, que cada miembro y sus características personales. Por eso, resulta adecuada para compañías en las que se prevea una participación de un gran número de socios. También lo es para aquellas en las que se vaya a producir una gran movilidad de capital. Dreamstime Alba Casilda. Madrid DIFERENCIAS ENTRE LAS DOS FORMAS JURÍDICAS Sociedad anónima (SA) Sociedad limitada (SL) Ventajas K Permite un desembolso parcial del capital inicial. K Mayor libertad en el régimen de transmisión de acciones. Se puede desconocer quiénes son los accionistas. K Mayor control y rigurosidad sobre el funcionamiento de los consejos de administración. K Se puede recurrir a financiación por medio de la promoción pública de suscripción de acciones o los mercados de valores. K Mejor imagen, a priori, frente a entidades bancarias y de capital riesgo. K Capital inicial de 3.000 euros íntegramente desembolsado. K Puede ser sociedad unipersonal. K Régimen jurídico más flexible y menos riguroso. K Menor coste económico de mantenimiento. K Menor necesidad de informes de expertos independientes para adopción de determinados acuerdos. Inconvenientes K Mayores costes de funcionamiento, control más rígido y más exigencias de cumplimientos legales. K Mayor capital social inicial, que es de 60.000 euros. K Mayores restricciones en cuanto a la transmisibilidad de participaciones sociales. K Necesidad de identificación de los socios. Fuente: Consejo General de Economistas. L La pyme deberá estudiar los costes que va a suponer el cambio. Tendrá que hacer frente a los gastos de notaría, del registro mercantil y de asesoría necesaria durante la operación. Los costes son variables y dependerá del balance de la compañía en el que se evalúa la situación de la sociedad. L Se debe constituir en junta general de socios en la que hay que presentar una serie de documentos como, por ejemplo, un balance de la compañía sobre los seis últimos meses, un archivo en el que se justifiquen los aspectos jurídicos y económicos de la transformación y, a veces, también un informe auditor, tras pasar un El tiempo para realizar la transformación suele ser de tres a cinco meses El cambio puede ayudar a dar una mejor imagen ante las entidades bancarias análisis de las cuentas. Finalmente, se tendrá que inscribir en el registro y notificar el cambio a la Agencia Tributaria. L “Como sociedad anónima, la compañía debe ser más rigurosa y tener un mayor control sobre el funcionamiento de algunas áreas, como los órganos de administración. El coste de mantenimiento de este tipo de empresas, por tanto, va a ser mayor”, concluye el experto. Aunque su imagen en el mercado mejore, tendrá que hacer frente a nuevos requisitos legales y administrativos. El plazo medio para esta transformación suele ser de tres a cinco meses.