Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 INVESTIGACIÓN BÁSICA O CLÍNICA USO DEL COLGAJO FRONTONASOORBITARIO PARA DISMINUIR LA FRECUENCIA DE COMPLICACIONES EN PACIENTES SOMETIDOS A RESECCIÓN CRANEOFACIAL J. F. CARRILLO*, M. A. CELIS**, A. M.ª CANO***, J. L. BARRERA*, B. RIVAS LEÓN**** *DEPARTAMENTO DE CABEZA D.F. MÉXICO.**SERVICIO Y DE CUELLO. DIVISIÓN DE CIRUGÍA. INSTITUTO NACIONAL NEUROCIRUGÍA. DIVISIÓN M MÉXICO, D.F. MÉXICO. ***DEPARTAMENTO MÉXICO. ****DEPARTAMENTO DE DE DE DE CANCEROLOGÍA. MÉXICO, CIRUGÍA. INSTITUTO NACIONAL PATOLOGÍA. INSTITUTO NACIONAL CIRUGÍA RECONSTRUCTIVA. DIVISIÓN DE DE DE CANCEROLOGÍA. CANCEROLOGÍA. MÉXICO, D.F. CIRUGÍA. INSTITUTO NACIONAL DE CANCEROLOGÍA. MÉXICO, D.F. MÉXICO. RESUMEN A ntecedente: La resección de neoplasias malignas que invaden la base de cráneo anterior se realiza mediante resección craneofacial (RCF), con resultados aceptables tanto en tasas de complicaciones, como de resultados oncológicos. Sin embargo, todavía existen series cuya morbilidad se eleva hasta un 40% y en que las defunciones llegan al 5%. Se ha realizado un estudio retrospectivo para evaluar los resultados, en términos de morbilidad, mortalidad, estética y función resultantes de un colgajo óseo frontonasoorbitario (FNO). Métodos: El colgajo FNO fue usado en 28 pacientes consecutivos, que se presentaron al servicio de Cabeza y Cuello de 1992 a 1999, en el Instituto Nacional de Cancerología de la Ciudad de México y se combinó con una rinotomía superior para la resección en bloque del com- plejo etmoidal en los últimos 12 casos. El 89% de estos pacientes presentaban neoplasias malignas. Resultados: En esta serie hubo una defunción (3%) y la morbilidad global fue de 35%. Funcional y estéticamente, los resultados fueron de buenos a excelentes. Un 76% presentó sobrevida libre de enfermedad a los 2 años, y 41% la mantuvo por 5 años. Conclusión: La RCF constituye un método seguro para el tratamiento de las neoplasias que afectan el piso anterior de la base del cráneo; la movilización de un colgajo FNO hace disminuir las cifras de complicaciones y promete una óptima exposición para las resecciones en bloque de los tumores que invaden el complejo etmoidomaxilar, sobre todo cuando se combinan con una rinotomía superior. El resultado obtenido tuvo un impacto positivo en la calidad de vida. PALABRAS CLAVE: Cirugía de la base del cráneo. Resección craneofacial. Abordaje transbasal. Rinotomía superior. Neoplasias de la base del cráneo. ABSTRACT USE OF MEDIAN FRONTO-NASO-ORBITAL FLAP IN ORDER TO DECREASE THE INCIDENCE OF COMPLICATIONS IN PATIENTS UNDERGOING CRANEOFACIAL RESECTION B ackground: Resection of malignant neoplasms invading the anterior cranial base is performed with craniofacial resection (CFR) with acceptable results in complication rates and oncologic outcomes. However, still there are series with major morbidity in up to 40% of patients, and mortality of 5%. A retrospective study was performed to evaluate the results in terms of morbidity, mortality, function and aesthetics using a median fronto orbital flap (MFOF). Methods: The MFOF was used in 28 consecutive patients who presented to the Head and Neck Service from 1992 to 1999, in the Instituto Nacional de Cancerología, Mexico City, and was combined with a superior rhinotomy for en bloc resection of the ethmoid complex in the last 12 cases. 89% of patients had malignant neoplasms. Results: 1 death occurred in this series (3%) and the global morbidity was 35%. Aesthetics and function were good to excellent. Percentages of tumor-free survival for malignant lesions was 76% and 41% at 2 and 5 years follow up, respectively. Conclusion: CFR is a safe approach for treatment of neoplasms of the anterior skull base. MFOF mobilization decreases complication rates and gives superb exposure for en bloc resection of tumors invading the ethmoidomaxillary complex specially when combined with a superior rhinotomy. A positive impact on quality of life was obtained. KEY WORDS: Skull base surgery. Craniofacial resection. Transbasal approach. Superior rhinotomy. Skull base neoplasms. Correspondencia: Dr. José F. Carrillo. C/ Selva, 45, apt. 401. Edificio Omega. Colonia Insurgentes Cuicuilco CP 04530. México, D.F. México. E-mail: [email protected]. mx Fecha de recepción: 15-12-2001 Fecha de aceptación: 28-5-2002 Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 585 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. F. CARRILLO ET AL. USO DEL COLGAJO FRONTONASOORBITARIO INTRODUCCIÓN La cirugía de base de cráneo anterior ha sido adoptada como una seria alternativa en las últimas décadas, porque se ha comprobado con el tiempo una considerable disminución, tanto en términos de morbilidad, que va de un 40 al 50%, como de mortalidad, en el rango de un 5 al 10% al usar este procedimiento, como se ve en las series más extensas que han sido reportadas hasta hoy1-3. Sin embargo, aún estas cifras son significativas para el paciente y el cirujano que tienen que enfrentarse a este procedimiento, ya que los resultados oncológicos han sido cuestionados por diferentes estudios, que reportan una media de sobrevida del 30 al 60% a los cinco años de seguimiento1, 3. En este punto, y a pesar de los aparentemente significativos avances con respecto a los reportes iniciales4, algunos autores5 han manifestado sus dudas con respecto a la mejoría en sobrevida obtenida con estos procedimientos, especialmente en los casos de tumores con un alto grado de malignidad, o con invasión extensa que limitan el papel de la resección craneofacial (RCF) a la de simple paliativo. Por lo tanto, y aunque parece que la cirugía del piso anterior de la base del cráneo tiene un efecto positivo en cuanto a sobrevida6, hay un aspecto que importa tener presente, y es el de disminuir tanto como sea posible los riesgos de complicaciones quirúrgicas para poder brindar, al menos, una mejor calidad de vida a los pacientes afectados por estas neoplasias. Las complicaciones ciertamente importantes que se encuentran con mayor frecuencia en estas cirugías son las que implican fístula de líquido cefalorraquídeo (FLC), neumoencéfalo7-9, y también cambios en el nivel de conciencia resultado de trauma cerebral1. Se han ideado técnicas para diminuir la cantidad de tracción10, 11 que se aplica al parénquima cerebral y también para obtener una mejor visión de la fosa anterior durante y después del procedimiento de resección, para lograr que ésta sea de calidad óptima en bloque y también para que la reconstrucción sea de mayor calidad y seguridad. En este trabajo evaluamos una serie de pacientes que fueron sometidos a una RCF con una modificación en el abordaje frontonasoorbitario (FNO) de la técnica subcraneal descrita por otros autores12,13, que se combinó frecuentemente con una rinotomía superior; presentamos un estudio puntualizado, tanto del rango de complicaciones y de mortalidad, así como de los resultados funcionales y estéticos obtenidos. Se analizan además los porcentajes de recurrencia y sobrevida de este 586 grupo de enfermos como se ha comentado ya en series anteriores1, sin realizar un análisis estadístico, dada la heterogeneidad de diagnósticos histológicos y extensiones de las cirugías realizadas. MATERIAL Y MÉTODOS Desde 1992 hasta 1999 se sometió a 28 pacientes a RCF como tratamiento para neoplasias invasivas cercanas a la base anterior del cráneo o directamente provenientes de ese sitio. Estos tumores se localizaban en: senos paranasales, fosas nasales, complejo etmoidal, nasofaringe, piso orbitario y silla turca. A todos los pacientes se les sometió a visualización endoscópica de la cavidad nasal y de la nasofaringe, y se obtuvo diagnóstico histológico previo a la intervención en todos los casos, excepto uno con diagnóstico presuncional de angiofibroma. En todos los pacientes se realizó valoración de enfermedad metastásica, previo al manejo quirúrgico, el cual consistió en exámenes de funcionamiento hepático, radiografía de tórax y rastreo óseo, en los casos de neoplasias altamente malignas. En todos los casos se llevó a cabo una tomografía axial computarizada (TAC), y únicamente en los 10 casos en los cuales se sospechaba por el estudio de TAC cercanía a las estructuras neurovasculares o afección extensa del parénquima cerebral, se practicó resonancia magnética (RM). Técnica quirúrgica El paciente es colocado en posición supina con el cuello ligeramente extendido e inmovilizado con un sujetador de herradura Mayfield. Se preparan los sitios donadores de injerto: el muslo para la fascia lata y/o piel y el abdomen para un posible colgajo libre de recto abdominal. Se efectúa tricotomía en una superficie de 2 centímetros de ancho del cuero cabelludo a lo largo de la línea de incisión bicoronal. Se efectúa tarsorrafía bilateral para protección de ambos ojos. Después de esto se preparan las áreas quirúrgicas con una solución de yodo (Betadine) y se administran a través de una línea intravenosa, 30 minutos antes de practicar la incisión, antibióticos profilácticos (ceftazidine o clindamicina). No se administra rutinariamente manitol y en ningún caso insertamos catéter de drenaje subaracnoideo preoperatorio. La cirugía se inicia con la porción craneal del procedimiento. Se practica una incisión bicoronal que abarca la fascia epicraneal y el pericráneo, el Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA colgajo se levanta y es llevado hacia un plano inferior, hasta que se identifican los bordes de la sutura frontonasal y la cresta supraorbitaria en ambos lados (Fig 1). Se tiene cuidado de preservar los vasos supraorbitarios localizados en sus respectivas escotaduras óseas, por ser estructuras esenciales para vascularizar el colgajo de galea pericraneo. En forma lateral se incide radialmente sobre la región temporal y este corte se profundiza para disecar por debajo el músculo temporal y de esta forma evitar lesionar la rama frontal del nervio facial. De este modo se desprende parcialmente de sus inserciones craneales y junto con el colgajo pericraneal se cubre con tiras húmedas y se deja preparado para una etapa posterior en la reconstrucción, si fuera necesario. Enseguida se lleva a cabo una craneotomía bifrontal, que se inicia con dos orificios de trépano, de los cuales uno se sitúa en la glabela, y el otro 8 cms más arriba sobre la línea media. Se practican otros dos orificios lateralmente colocados en la porción inferolateral del hueso frontal. Los orificios son unidos con ayuda de cortes practicados con una sierra Midas Rex para obtener un segmento de hueso frontal que se extrae tras cuidadosa disección previa, tanto de la dura como del seno longitudinal superior. La dura es disecada intracranealmente hasta el plano anterior de la crista galli. Posterior a esto se lleva a cabo la disección periorbitaria con separación de las paredes media superior y lateral de la órbita y del aparato nasolagrimal y con la conservación de los ligamentos mediocantales. Bilateralmente se hace un corte sagital de hueso, que va desde la muesca supraorbitaria hacia atrás, hasta llegar al nivel de la crista galli y hacia abajo hasta el nivel de la fosa nasolacrimal; otro corte atraviesa el nasion y finalmente se practica un corte vertical por medio de un osteotomo, frente a la crista galli teniendo cuidado de incluir la pared posterior del seno frontal en el colgajo FNO, a menos que exista sospecha de que esté invadido por el tumor. Las osteotomías laterales y coronal son unidas con cortes axiales y se extrae el segmento de hueso frontonasoorbitario (Fig. 2), preservando la dura sobre el área etmoidal. Una vez extraído se continúa la disección en el área cribiforme seccionando fibras de los nervios olfatorios y de los ligamentos durales. Esta disección continúa hasta el plano esfenoidal, con retracción mínima del cerebro gracias a la visualización óptima brindada por la remoción del segmento FNO. Si se detecta invasión dural o cerebral, éste es el tiempo para resecarla, cuidando de proteger los bordes de tejido sano con cotonoides, llevando a cabo la disección lateral, excindiendo extensiones de la neoplasia como sea necesario. La fase transfacial de la cirugía se inicia con una rinotomía lateral o incisión de Weber Ferguson. No usamos una técnica de "degloving" en casos de neoplasias malignas. En los últimos 12 casos hemos usado una técnica similar a la descrita por Biller y col14, en la cual se practica una incisión de rinotomía superior transversa (Figs. 3 y 4), que si es necesario puede conectarse con una incisión contralateral de piel a lo largo del surco nasogeniano. La disección del saco nasolagrimal y del conducto se completa y se llevan a cabo osteotomías bilateralmente a lo largo del proceso frontonasal del maxilar, acordes a la extensión del tumor, que puede llegar a requerir desde una maxilectomía media hasta una más extensa en el lado afectado, con resección del proceso pterigoideo, del paladar y/o exenteración de la órbita si es necesario. Se desprende la pirámide nasal del septum (Figs. 2 y 4), ya que previamente los huesos de la nariz han sido divididos durante el proceso del colgajo FNO un centímetro por debajo de la sutura frontonasal y se desplaza la nariz caudalmente para permitir una amplia visualización del etmoides, del esfenoides y de ser necesario del clivus y extensión nasofaríngea de la lesión. Es el momento de practicar la sección del septum nasal, conservando la mayor cantidad posible de cartílago dorsal para evitar el colapso nasal. Se extrae la muestra y se tiene cuidado especial de obtener estudios transoperatorios del borde y del área quirúrgica. Se da especial atención a la raíz del proceso pterigoideo en su unión esfenopterigoidea donde se practican legrado y fresado hasta donde sea necesario para llegar a márgenes quirúrgicos negativos. Una vez completada la resección se comienza la reparación de la dura en el área cribiforme con un injerto de fascia temporal para defectos menores de 3 centímetros de diámetro o un injerto de fascia lata para déficits mayores. La reparación de la dura se realiza con sutura de nylon de 5-0 en forma ininterrumpida para obtener un cierre impermeable, en todos los casos. El colgajo de galea pericraneo se diseca hasta que sea capaz de llegar al plano esfenoidal donde se practican perforaciones que permitan fijar el injerto al hueso. En el mismo nivel y alrededor del área cribiforme se colocan suturas de anclaje en la dura, para completar la inmovilización del injerto y alrededor de la craneotomía se colocan suturas para suspensión dural. El colgajo FNO vuelve a colocarse en su sitio después de la resección de la pared posterior del seno frontal y se inmoviliza con suturas de nylon. En los últimos 6 casos se ha obtenido un reposicionamiento exacto con miniplacas de titanio. El col- Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 587 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. F. CARRILLO ET AL. USO DEL COLGAJO FRONTONASOORBITARIO Tabla 1: Casos clínicos No. Edad años Sexo Diagnóstico Procedimiento Quirúrgico Estadio Clínico 1. 2. 48 63 M M Adenocarcinoma Carcinoma epidermoide SEE 84 meses SEE 36 meses 45 38 51 65 35 28 65 71 41 45 81 57 38 28 28 M M F M M M M M F M M M M M F Hemangioma cavernoso Condrosarcoma Carcinoma adenoideo quístico Carcinoma epidermoide Carcinoma epidermoide Rabdomiosarcoma Carcinoma epidermoide Carcinoma basocelular Displasia fibrosa Osteosarcoma Carcinoma basocelular Carcinoma epidermoide Osteosarcoma Osteosarcoma Condrosarcoma 18. 55 M Melanoma 19. 20. 21. 22. 18 64 59 52 M M M F Angionasofibroma Esthesioneuroblastoma Esthesioneuroblastoma Adenocarcinoma 23. 19 F Mixoma maligno 24. 28 F Carcinoma epidermoide 25. 26. 30 50 F F Estesioneuroblastoma Carcinoma epidermoide 27. 52 M Carcinoma epidermoide 28. 70 M Carcinoma epidermoide Colgajo FNO, Max. medial izq, Etm, Esf. Colgajo FNO, Max Total Izq, EO, Etm, Esf, Rinotomía Sup. rotación músculo Temporal. Colgajo FNO, Max. medial derecha, Etm. Colgajo FNO, Max. medial Izq. Etm, Esf. Colgajo FNO, Max. Total, Etm, Esf, rotacion músculo temporal. Colgajo FNO, Max. Total, Etm, Esf, rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Max.Total, EO, Etm, Esf, rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Max.Total, Esf, Etm, EO, colgajo recto abdominal. Colgajo FNO, Max. Total, EO, Etm, Esf, rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Max. medial, Etm, Esf. Colgajo FNO, Max. Medial, Etm, Esf, fresado de colgajo FNO. Colgajo FNO, Max. Total, Etm, Esf, EO, rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Max. Medial, Etm, Esf. Colgajo FNO, Max. medial Etm, Esf, Rinotomía Superior. Colgajo FNO, Max. Total, EO, Esf, Etm, rotación de músculo temporal. Colgajo FNO, Max. Total, Etm, Esf. EO, rotación músculo temporal. Abordaje transbasal supraorbitario (Derome), EO, Esf, Etm, Rinot. Sup, Max. Sup, rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Max.Total, Etm, Esf, resección pterigoides, rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Max. Medial, Etm, Esf, resección pterigoides. Colgajo FNO, Max.Total, Etm, Esf, laceración de aci. Colgajo FNO, Max. Medial, Etm, Esf. Colgajo FNO, Max. Total, Rinot. Sup, Etm, Esf, resección FIT, resección de pterigoides, rotación de músculo temporal. Colgajo FNO, Max. Total, Rinot.Sup, Etm, Esf, resección FIT, resección de pterigoides, rotación de músculo temporal Colgajo FNO, Max. Total, Etm, Esf, resección FIT, resección de pterigoides, rotación de músculo temporal. Colgajo FNO, Rinot. Sup, Max. medial, Etm, Esf. Colgajo FNO, Rinot. Sup, Maxilotomía, Etm, Esf, Nasofaringectomía, resección pterigoides, resección FIT. Colgajo FNO, Rinot. Sup, Max.Total, EO, resección pterigoides, resección FIT, Rotación músculo temporal. Colgajo FNO, Rinot. Sup, Max. Total, EO, resección pterigoides, resección FIT, colgajo recto abdominal. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. SEE 60 meses V+E 60 meses SEE 60 meses. SEE 60 meses SEE 60 meses M+E 6 meses MSEE 60 meses M+E 36 meses SEE 72 meses M+E 48 meses MSEE 48 meses SEE 60 meses M+E 12 meses M+E 36 meses SEE 36 meses SEE 36 meses SEE 60 meses Muerte 3er día POP M+E 6 meses SEE 36 meses SEE 48 meses SEE 38 meses MSEE 36 meses SEE 48 meses M+E 12 meses M+E 8 meses SEE=Sin evidencia de enfermedad. M+E= Muerto por enfermedad; MSEE= Muerto sin evidencia de enfermedad; V+E= Vivo con enfermedad; Max.= Maxilectomía; EO =Exenteración Orbitaria; Etm=Etmoidectomía; Esf=Esfenoidectomía; Rinot. Sup= Rinotomía Superior; FNO=frontonasoorbitario; FIT=Fosa infratemporal, aci=arteria carótida interna. gajo frontal bilateral se reposiciona con las técnicas quirúrgicas acostumbradas y las minutas de hueso recuperado de las trepanaciones se restituyen en los orificios de trépano. No se practica reconstrucción de hueso en el piso del cráneo a excepción de los casos en que se haya resecado una cantidad considerable del colgajo FNO, a causa de la extensión del tumor. En este caso el 588 arco supraorbitario y la pirámide nasal pueden ser reconstruidos con hueso obtenido de la tabla interna del colgajo frontal. En los casos en que se ha llevado a cabo exenteración orbitaria, puede elegirse para el sostén y aislamiento de las estructuras del cerebro y las secreciones nasofaríngeas entre un injerto pediculado del músculo temporal y un colgajo libre de recto abdominal que Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA permite dar volumen y cubierta cuando ésta se requiere. Nosotros preferimos la reconstrucción con colgajo libre en los casos de exenteración orbitaria y radiación previa. Todos los demás casos se han reconstruido injertando músculo temporal que puede ser obtenido con cortes laterales alternados para llegar fácilmente al lado contralateral y al techo de la nasofaringe y el clivus. Se coloca un injerto libre de piel encima del músculo temporal, y en la superficie interna del colgajo facial, y las incisiones de piel se cierran con la técnica habitual, dejando un empaque nasal, 4 días por lo menos. No utilizamos fibrina, y se realiza una TAC al tercer día del postoperatorio como control. El paciente permanece en la UCI, al menos por 48 horas y después de éstas es trasladado a hospitalización si no se presenta compromiso neurológico clínico ni por tomografía. La evaluación de estética, funcionamiento y dolor se llevó a cabo de acuerdo con una modificación del cuestionario de calidad de vida diseñado en la Universidad de Washington15. RESULTADOS Entre febrero de 1992 y mayo de 1999, 28 pacientes fueron sometidos a RCF por medio de la técnica arriba descrita. La edad de los pacientes iba desde los 16 hasta los 72 años, lo que da una media de 52 años. En la Tabla 1 aparece una descripción detallada de las características del paciente, procedimientos y condición actual de los enfer- mos. Los diagnósticos histológicos se describen en la tabla 2. La pérdida de sangre durante el procedimiento varió entre 300 y 1500 cc con una media estimada de 780 cc que fue repuesta con la infusión de sangre y derivados de plasma. El procedimiento quirúrgico tuvo una duración media de 7,5 horas (rango de 5 hasta 10,5 horas). La estancia hospitalaria varió de 6 a 25 días con una media de 9 días, incluyendo los 2 días de permanencia en la unidad de cuidados intensivos. Hubo un caso de muerte operatoria (3%), debida a infarto cerebral subsecuente a una oclusión de la carótida al nivel esfenoidal. Las complicaciones se describen en la tabla 3. Se encuentran clasificadas como leves o temporales cuando no se presentó déficit clínico permanente y no hubo necesidad de procedimientos quirúrgicos posteriores o de hospitalización prolongada. Las complicaciones severas se refieren a casos en los que había un déficit permanente y/o que requirieron cirugía adicional. La complicación postquirúrgica más frecuente, fue diplopia en tres pacientes de las cuales sólo una fue permanente (3%), en un paciente que presentaba un extenso osteosarcoma maxilar. Hubo tres casos de fístula oroantral que se resolvieron con la fabricación de una prótesis adecuada. En dos pacientes se presentó neumoencéfalo, de los cuales uno requirió de traqueostomía para sobrevivir, pero el otro caso fue asintomático y se resolvió totalmente aplicando empaque nasal. También se presentaron dos casos de meningitis, de los cuales uno fue asintomático y se resolvió con tratamiento con antibióticos; el otro estaba asociado a un absceso epidural y requirió de dre- Tabla 2: Histología Tumor No Benignos: Displasia fibrosa Hemangioma cavernoso Angionasofibroma 1 1 1 Malignos: Carcinoma epidermoide Carcinoma basocelular Adenocarcinoma Carcinoma adenoideoquístico Estesioneuroblastoma Melanoma 9 2 2 1 3 1 Sarcoma: Osteosarcoma Mixoma maligno Condrosarcoma Rabdomiosarcoma 3 1 2 1 Total 28 Tabla 3: Complicaciones en Cirugía Craneofacial Complicación N % I. Morbilidad mayor y/o permanente Fístula oroantral Diplopia permanente Neumoencéfalo, meningitis, absceso epidural, compromiso intelectual Dehiscencia de la herida craneal 6 3 1 1 21 II. Morbilidad menor o temporal* Diplopia transitoria Dacriocistitis Quiste de retención en antro maxilar Fístula Meningitis asintomática. Neumoencéfalo asintomático Ataques (epilepsia) 4 2 2 2 1 1 1 1 1 14 *Un paciente pudo presentar una o más complicaciones. Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 589 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. F. CARRILLO ET AL. USO DEL COLGAJO FRONTONASOORBITARIO naje quirúrgico y antibióticos. Uno de los pacientes tuvo obnubilación mental, y en otro se desarrolló una fístula de líquido cefalorraquídeo (FLC) que se hizo evidente al sexto día de practicada la RCF, y que se manejó con drenaje subaracnoideo. Un paciente previamente radiado y operado con antecedente de reconstrucción con placa de metilmetacrilato antes de la operación presentó dehiscencia de la herida, requirió nuevo cierre y aplicación de un injerto de piel. La reconstrucción de defectos fue realizada predominantemente con colgajo muscular pediculado de temporal (en 14 pacientes); a dos se les sometió a reconstrucción con injertos libres, por presentar déficits de substancia extensos, derivados de exenteración de la órbita y terapia previa por radiación. Se aplicaron dos colgajos libres de recto abdominal con curso postoperatorio satisfactorio y sin complicaciones. La evolución de los pacientes, de acuerdo con el diágnostico de malignidad, puede verse en la tabla 4 donde conviene destacar que de 25 pacientes con tumores malignos, un 76% presentaba sobrevida libre de enfermedad a los dos años y 41,6% a los cinco años. En cuanto a los tumores benignos, la sobrevida es de 100%. En la tabla 5 se muestra la evolución de los pacientes con tumores malignos divididos de acuerdo al diag- nóstico histológico en carcinomas de células escamosas vs no escamosas, así como la sobrevida libre de enfermedad. De la totalidad del grupo con tumores malignos, 7 recibieron radioterapia preoperatoria y los otros 18 postoperatoria. Para los pacientes con terapia de radiación postoperatoria el porcentaje de sobrevida libre de tumores fue: a los dos años de 94% y de 50% a los cinco años. Para los que la recibieron preoperatoriamente fue de 28,5% a los dos años y de 0% a los cinco. En la tabla 6 se ilustra la evolución de los pacientes de acuerdo con la invasión de la dura y los porcentajes de supervivencia libre de enfermedad a los dos y a los cinco años de seguimiento son de 66,6% y de 16,6%, respectivamente, en contraste con los porcentajes de 100 y 83%, respectivamente, en los pacientes sin invasión dural. A 22 pacientes con posibilidad de ser evaluados, se les aplicó el cuestionario sobre calidad de vida, partiendo de una modificación del diseñado por la Universidad de Washington, que incluye preguntas sobre dolor, habilidad para desempeñar funciones básicas (deglución, lenguaje) y también sobre su capacidad para socializar y desempeñar trabajos. Esta investigación fue encomendada a estudiantes de medicina a los 18 meses de seguimiento. En las tablas 4 y 5 se pueden ver los re- Tabla 4: Evolución clínica de acuerdo a diagnóstico histológico de malignidad SEE Maligno Benigno ME VE MSEE MO 2a 5a 2a 5a 2a 5a 2a 5a 19 3 5 3 5 0 3 0 0 0 1 0 0 0 3 0 TOTAL 2a 5a 1 0 25 12 3 3 28 15 SEE: Sin evidencia de Enfermedad; ME: Muerto por enfermedad; VE: Vivo con Enfermedad; MSEE Muerto sin evidencia de Enfermedad. MO: Muerte Operatoria; a: años. Tabla 5: Porcentajes de sobrevida libre de enfermedad en pacientes con lesiones malignas escamosas vs no escamosas SEE Ca Células esc. Ca células no esc. 2a 7 12 ME 5a 3 2 2a 2 3 VE 5a 0 3 2a 0 0 MSEE 5a 0 1 2a 0 0 MO 5a 1 2 0 1 TOTAL 2a 9 16 25 5a 4 9 12 Esc.: escamosas. SEE: Sin evidencia de Enfermedad. ME: Muerte por enfermedad. VE: Vivo con enfermedad. MSEE: Muerto sin evidencia de enfermedad. MO: Muerte operatoria. Sobrevida libre de enfermedad en pacientes con carcinoma de células escamosas a 2 y 5 años: 77,7% y 75%. Sobrevida libre de enfermedad en pacientes con carcinoma de células no escamosas a 2 y 5 años: 75% y 25%. 590 Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA Tabla 6: Evolución de acuerdo a invasión de la dura SEE Dura + Dura – 2a 12 7 ME 5a 1 5 2a 5 0 VE 5a 3 0 MSEE 2a 0 0 5a 1 0 2a 0 0 MO 5a 1 1 1 0 TOTAL 2a 18 7 25 5a 6 6 12 SEE: sin evidencia de enfermedad; ME: Muerto por enfermedad; VE: Vivo con enfermedad; MSEE: Muerto sin evidencia de enfermedad; MO: Muerte operatoria; a: años. Tabla 7: Estética y Función en 22 pacientes con seguimiento a 18 meses Parámetros Dolor No Dolor Menor Mayor 22 (100%) 0 0 Estética facial Sin cambio de apariencia 11 (50%) Compromiso estético menor 8 (36%) Compromiso estético importante 3 (14%) A) Masticación y deglución Sin cambios Bebe líquidos y come alimentos blandos 20 (91%) 2 (9%) Presenta dificultad para la masticación de alimentos blandos 0 B) Lenguaje Sin cambios 22 (100%) Se comunica solo con familiares 0 Lenguaje incomprensible 0 C) Actividad Laboral Sin cambios 9 (41%) Parcial 9 (41%) Jubilado 4 (18%) D) Recreación Sin cambios 10 (45,4%) Actividad limitada 8 (36,3%) Limitada al hogar 4 (18%) Función: sultados sobre presencia de dolor, funcionamiento básico y estética, de los cuales los referentes a funcionamiento básico son muy buenos (91 a 100% de los casos) mientras que los que enfocan habilidad para socializar y trabajar son buenos en aproximadamente 40% de los casos. La estética es buena en un 50% de los casos. DISCUSIÓN Smith presentó en 1954 un caso de resección craneofacial por carcinoma4. Una serie aportada por Ketcham en 196316 y otra que se debe a Terz en 198017 demostraron que el procedimiento era posible, tanto en términos de técnica quirúrgica, como de morbilidad y mortalidad y también de aumento en las perspectivas de vida para los pacientes a quienes se les aplicaba. Algunos autores franceses, como Derome11, crearon el concepto del abordaje frontobasal, basándose en las técnicas reconstructivas para el tratamiento de la craneoestenosis. Posteriormente, en la década de los ochenta, Cophignon y Raveh describieron el acceso transbasal para reducir el margen de tensión y retracción sobre el parénquima cerebral por medio de la movilización del colgajo mediofrontoorbitario10, 12. Existen pocos datos para evaluar anatómicamente las áreas quirúrgicas de la fosa craneal anterior que quedan expuestas en una RCF18. Al remover la barra supraorbitaria se obtiene una exposición extensa que puede evitar muchas complicaciones en la RCF sobre todo si se maneja con profundo conocimiento de la exacta anatomía microquirúrgica19. La porción intracraneal de la técnica de RCF que hemos usado es similar a la descrita por Cophignon y otros autores que la han nombrado abordaje subcraneal12, 13. Sin embargo, la movilización caudal que nosotros llevamos a cabo normalmente en nuestros pacientes, resulta Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 591 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. F. CARRILLO ET AL. USO DEL COLGAJO FRONTONASOORBITARIO Figura 1. Esquema que muestra el diseño básico del colgajo frontonasoorbitario y la craneotomía frontal. más limitada que la de la técnica descrita por Cophignon y lo usual es que la combinemos con un manejo transfacial para obtener una mejor visualización y exposición del tumor y las estructuras afectadas con el fin de completar adecuadamente la resección en bloque. Existen casos como los de Raveh12 en los cuales el abordaje transbasal es usado como porción única de manejo, sin embargo, en los casos en los que el tumor se extiende por debajo hacia el paladar y lateralmente a las fisuras pterigopalatinas, la exposición resulta limitada. A mayor abundamiento, muchos de los tumores malignos de nuestros pacientes presentaron considerables extensiones laterales hacia el techo de la fosa infratemporal y el abordaje exclusivamente neuroquirúrgico significaba un riesgo para el paciente en términos resultantes de morbilidad y resultados oncológicos al resultar muy limitado el campo de exposición de las estructuras neurovasculares, con la posible fragmentación del tumor y dificultad para evaluación de los márgenes. Además, las complicaciones postoperatorias podrían verse aumentadas, tal y como expondremos más adelante. Se ha criticado el uso de la RCF y la morbilidad que conlleva, e incluso se ha llegado a sugerir que su práctica rutinaria sea abandonada5. 592 Figura 2. Disección del colgajo frontonasoorbitario y rinotomía superior, con posibilidad de extensión a una maxilectomía medial y/o total. La morbilidad y mortalidad subsecuentes a la RCF han disminuido consistentemente, ya que los niveles de morbilidad fluctúan entre el 21 y el 44% de los casos y los de mortalidad van del 3 al 7,6%; en nuestra serie la morbilidad mayor es de 21% y la mortalidad del 3%. Esta amplia variación es multifactorial, con selección de pacientes, la evaluación integral de la extensión del proceso neoplásico con estudios de imagen, y la naturaleza benigna o maligna del tumor como los más importantes20, 21. Entre las complicaciones más serias y frecuentes que se mencionan en diferentes estudios 7,8,9 aparecen infección de la herida, la osteomielitis y el absceso epidural, con índices que fluctúan entre el 4 y el 54%. La infección está asociada con contaminación bacteriana ocasionada por la ruptura de la barrera intracraneal de la fosa craneal anterior. La administración de antibióticos profilácticos es de rutina en los diferentes trabajos. Para dismi- Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA Figura 3. Se muestra colgajo frontonasoorbitario levantado en un caso clínico. nuir esta contaminación, se ha propuesto cerrar la dura tan pronto como sea posible9. Nosotros cerramos la dura en cuanto la muestra quirúrgica ha sido removida en bloque, protegiendo el cerebro con cotonoides. Solamente tuvimos que enfrentar dos casos de meningitis, de los cuales uno resultó ser asintomático. El otro estuvo asociado con un absceso epidural causado por un defecto en la reconstrucción de la fosa craneal anterior, en un paciente que había recibido con anterioridad 50 Gy de radioterapia para un carcinoma de células escamosas. Teóricamente el absceso epidural, la meningitis y la infección de la herida deberían ser más frecuentes tras la intervención transfacial a causa de la persistente contaminación en las primeras horas o días; sin embargo, en trabajos como el de Mc Cutcheon et al22, donde se comparan los índices de morbilidad entre las operaciones combinadas y las exclusivamente intracraneales, no se encuentran diferencias de consideración en la aparición de infecciones. De hecho aparece co- mo más frecuente el hematoma postoperatorio y el daño cerebral bifrontal en aquellos pacientes a los que se sometió únicamente a un procedimiento intracraneal. Podría explicarse esto diciendo que la considerable contaminación proveniente de las secreciones nasales y faríngeas es inevitable aún en una intervención exclusivamente neuroquirúrgica a causa de la localización del epicentro y extensión del tumor. Tal parece que lograr una adecuada y minuciosa reparación de la dura y su cierre viene a ser más importante que evitar la parte transfacial del procedimiento. En nuestras intervenciones esto se ha logrado con un colgajo pediculado pericraneal, al que se refuerza en los defectos mayores a 4 cms con un colgajo pediculado de músculo temporal. Algunos autores como George23 también han usado la técnica subcraneal combinada con el abordaje transfacial para la resección de tumores malignos con buenos resultados en lo que se refiere a sobrevida y a bajas tasas de morbilidad, mientras que series24 recientes han ofrecido resul- Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 593 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J. F. CARRILLO ET AL. USO DEL COLGAJO FRONTONASOORBITARIO Figura 4. Disección de colgajo de rinotomía superior y exposición de tumor transfacial (en este caso una maxilectomía total y exenteración orbitaria fueron realizadas en forma simultánea). tados oncológicos cuestionables cuando se usa un procedimiento subcraneal sólo para resección de tumores malignos, hechos que dan apoyo a nuestro abordaje particular para estos tumores. Cuando se realiza exenteración orbitaria y/o se ha administrado radioterapia preoperatoria, el uso de un colgajo libre debe ser considerado. La frecuencia con la cual los colgajos libres son utilizados posteriormente a una resección craneofacial puede ser tan alta como un 45%. En nuestra serie se realizó colgajo libre en sólo 2 pacientes con exenteración orbitaria y déficits extensos de piel, que habían recibido radioterapia preoperatoria. En el resto de casos creemos que el colgajo FNO combinado con un procedimiento extracraneal dio una exposición superior para reparar la dura, así como para colocar el colgajo pericraneo anclado a la dura sobre un área extensa de la fosa craneal anterior. En el mismo orden de ideas, las fístulas de LCR que han sido presentadas en diferentes series con una frecuencia de 18 a 24% se encontraron en sólo 3% de nuestros casos. Creemos 594 que las variantes en técnica quirúrgica descritas son esenciales para explicar esta baja frecuencia. Otra complicación relacionada con la reconstrucción de la fosa craneal anterior es el neumoencéfalo, el cual varia en frecuencia de 6 a 35% en las diferentes series. Algunos autores27 creen que el neumoencéfalo empeora con el drenaje lumbar y que el exceso en drenaje debe ser evitado. Otros21 proponen que el colgajo pericráneo crea un mecanismo de válvula que permite la entrada de aire sin salida. Nosotros dejamos rutinariamente un tapón nasal por 4 días y evitamos el drenaje subaracnoideo como rutina. Se produjeron dos casos de neumoencéfalo en nuestra serie, uno se resolvió dejando el taponamiento nasal sin movilizar 3 días más y otro caso requirió una traqueostomía temporal. Una de las principales complicaciones encontradas en algunas series1 es la confusión mental, la cual se relaciona con retracción del lóbulo frontal y trauma durante la cirugía. De 12 a 14% de casos han sido reportados con cambios en la per- Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 585-596 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA sonalidad21. Nosotros solamente hemos tenido un paciente con cambios en la personalidad y con convulsiones que puedan ser relacionados con trauma quirúrgico, aspecto que viene a poner énfasis en el papel que puede tener el uso del colgajo FNO para evitar daños al parénquima cerebral. Dado que los diagnósticos histológicos son heterogéneos y que el período de seguimiento ha sido relativamente corto, no conviene llegar a conclusiones o evaluaciones definitivas en cuanto a resultados oncológicos, pero los porcentajes de sobrevida libre de enfermedad de un 71% a los 2 años, y de 46% a los 5 que hemos observado en procesos malignos, parecen apuntar un papel importante a estos procedimientos para el pronóstico final, lo cual también ha sido confirmado en diferentes series1,4 con cifras semejantes. En nuestro trabajo, cuando hemos comparado los porcentajes de sobrevida libre de enfermedad entre los casos de carcinomas de células escamosas y los de neoplasias de células no escamosas, hemos observado mejores resultados en los porcentajes de sobrevida de los enfermos afectados por tumores de células escamosas. Aunque estos resultados tienen un sesgo, dada la naturaleza retrospectiva del estudio y la variedad en extensión e histología de las lesiones, así como la relativa brevedad del seguimiento, es posible que indiquen un papel más importante para el pronóstico final en lo referente a tamaño, localización y calidad de resección de las lesiones, que la que se pueda atribuir a la histología en este subgrupo de pacientes en particular. Las diferencias de porcentajes de sobrevida entre pacientes con radioterapia post y preoperatoria son muy amplios y conviene darles particular consideración, aún cuando una posible explicación podría ser que los pacientes que habían recibido tratamiento preoperatorio estuvieran afectados por un tumor más avanzado, lo cual obligó al clínico a administrar un tratamiento neoadyuvante. En nuestro grupo de pacientes la invasión dural se ve relacionada con una sobrevida más corta, situación que ha sido también comprobada por otros auto- res 8, 28, lo que indica más que nada una mayor agresividad del padecimiento en estas circunstancias dada la conocida resistencia de la dura a ser invadida por patología maligna. Finalmente, dado que la sobrevida e intervalo libres de enfermedad son sumamente difíciles de evaluar por los obstáculos ya descritos, los análisis estadísticos deben ser aplicados en estudios multiinstitucionales y/o metaanálisis para solucionar el efecto de cohortes pequeñas y heterogéneas que resultan de la presentación relativamente poco frecuente de los casos. Es importante valorar la calidad de vida posterior a la operación, cuando se somete a los pacientes a manejos tan extensos. Nosotros hemos utilizado una modificación al cuestionario sobre calidad de vida propuesto por la Universidad de Washington, porque nos ha parecido de mayor fiabilidad y más aceptable y válido que el índice y perfil de impacto de enfermedad en el área de cabeza y cuello, de Karnofsky. En nuestro grupo de pacientes el porcentaje de sobrevida de tumores malignos después de 2 años es del 71%. Al ser analizado este aspecto en el marco de los buenos resultados que hemos obtenido con respecto a funciones básicas (más del 90% pueden alimentarse y hablar sin mayor dificultad) y la capacidad para trabajar y socializar (renglón donde también son importantes los resultados estéticos) que supera al 50% de los casos, creemos que por medio de la resección craneofacial se brinda un lapso de vida considerable y valioso y una mejor calidad de vida al aliviar al paciente del dolor, la infección y las perturbaciones funcionales producidas por la enfermedad. En conclusión, el abordaje subcraneal que permite llevar a cabo el colgajo FNO brinda una excelente exposición para la remoción más segura de tumores malignos, sobre todo si se combina con un procedimiento transfacial, como la rinotomía superior. Las técnicas de reconstrucción se practican en forma expedita y con un riesgo muy bajo de fracaso, ayudando así al paciente a continuar con una buena calidad de vida posterior. 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