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TECNOLOGÍA PARA PRODUCIR SANDÍA CON FERTIRRIEGO
EN EL NORTE DE TAMAULIPAS
Manuel Alvarado Carrillo*
Arturo Díaz Franco*
José Ángel Morales Beltrán∗∗
RESUMEN
México se ubica en una situación inmejorable para la producción
de sandía (Citrullus vulgaris) por lo que generar tecnología para
producir esta hortaliza es de gran relevancia, ya que las
exportaciones anuales ascienden a 124 millones de dólares. En
áreas como el norte de Tamaulipas, donde se establece este
cultivo, se puede instalar un sistema de riego por goteo para
eficientar el uso del agua, dosificar el fertilizante e incrementar el
rendimiento. Es importante cumplir con algunas características
para que operen eficientemente estos sistemas. Para tener un
control de los riegos es necesario hacer uso de los tensiómetros.
La fertilización se realiza fraccionada a través del agua de riego
con la formula 130-80-110. La inyección del fertilizante se realiza
por medio de un venturi al torrente de agua principal. Es
importante el uso de abejas como insectos polinizadores (dos
colmenas/ha). Además tener un buen control de maleza, plagas y
enfermedades para lograr una óptima producción. Los
rendimientos de los híbridos recomendados oscilan entre 34 y 45
ton/ha, en siembra directa o transplante con 5000 plantas/ha La
cosecha se realiza entre los 90 y 100 días después de nacidas las
plantas.
I. INTRODUCCIÓN
México presenta gran variedad de climas y suelos, que favorecen
la producción de este cultivo en diferentes regiones y épocas del
*Investigadores de Sistemas de Producción. CERIB. INIFAP.
∗∗
Investigador de Sistemas de Producción hasta marzo, 2003.
CERIB. INIFAP.
1
año; sin embargo es necesario mejorar la calidad del fruto y los
rendimientos en la mayor parte de las áreas de cultivo, para elevar
los ingresos de los productores e incrementar nuestras
exportaciones. Los principales estados productores de sandía son:
Jalisco, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Tabasco (ASERCA, 1999).
Los rendimientos medios nacionales en temporal son de 10.5
ton/ha, mientras que en riego son de 23.3 ton/ha. Sin embargo,
existen regiones de Jalisco donde se utiliza el riego por goteo y
acolchado plástico, y los rendimientos sobrepasan las 45 ton/ha
(SAGAR, 1997). En el 2005, en Tamaulipas la superficie de sandía
fue de 895 ha y los rendimientos fueron de 37 ton/ha con riego por
goteo. Aunque existe potencial para sembrar esta hortaliza en una
superficie mayor (SIAP, 2005).
La condición actual de falta de agua para uso agrícola en el
noreste de México, la baja rentabilidad de los cultivos tradicionales
y la constante demanda de nuevas opciones de producción por
parte de los productores, han estimulado la generación de
tecnologías encaminadas a utilizar eficientemente las aguas
subterráneas y/o superficiales para riego, así como una producción
más rentable (Alvarado y Morales, 2001 y 2002). Tal es el caso de
la tecnología para producir sandía fertirrigada con goteo, que el
INIFAP, a través del Campo Experimental Río Bravo, ha adecuado
a las condiciones del norte de Tamaulipas. El objetivo de la
presente publicación es poner a disposición del técnico o productor
la tecnología de fertirriego por goteo para producir sandía.
La fertirrigación es la aplicación y dosificación del agua de riego
adicionando los fertilizantes de acuerdo a las necesidades de la
planta, con un mínimo desperdicio (Arellano et al., 2004).
Las ventajas que ofrecen estos sistemas comparados con el riego
por gravedad son:
•
•
•
Máximo aprovechamiento del agua.
Aplicaciones dirigidas de fertilizantes, con ahorro de mano
de obra, y mayores rendimientos.
La mayoría de los agroquímicos (fertilizantes, insecticidas,
fungicidas y estimulantes del crecimiento) pueden ser
aplicados a través del agua de riego.
2
II. PREPARACIÓN DEL SUELO
II.1. Limpia de terreno
Se efectúa inmediatamente después de la cosecha del cultivo
anterior con el fin de desmenuzar y distribuir los residuos y facilitar
la rotura. Se lleva a cabo con desvaradora o rastra de discos.
II.2. Rotura
El objetivo de esta práctica es voltear y aflojar el suelo para su
aireación e intemperización. Se realiza con un arado de vertedera o
discos a una profundidad de 30 cm y debe efectuarse de
preferencia tres meses antes de la siembra.
II.3. Rastreo
Sirve para desmenuzar los terrones y acondicionar el suelo para
una buena cama de siembra. Es recomendable dar dos o tres
pasos de rastra. Se efectúa con una rastra de discos a una
profundidad de 10 a 15 cm.
II.4. Nivelación
Realizar esta actividad después del último rastreo para corregir las
irregularidades del terreno, y dejarlo listo para formar camas más
uniformes.
II.5. Formación de la cama de siembra
Esta práctica tiene el propósito de preparar el terreno para drenar
los excesos de agua de las precipitaciones pluviales. Después de
nivelar, formar camas de 1.8 m de ancho con la acamadora o con
tablón sujeto en sus extremos a dos surcadores.
3
III. SIEMBRA
III.1. Fecha de siembra
Se recomienda sembrar entre el 25 de febrero y el 15 de marzo, en
el ciclo otoño-invierno, siendo este más productivo y de menor
riesgo que el de primavera-verano.
III.2. Híbridos de sandía recomendados
Enseguida se presentan los genotipos de sandía adaptados a la
región y sus características.
Cuadro 1.- Características de los híbridos de sandía para siembras
en la región norte de Tamaulipas.
Peso
Días a
Días a
Rendimiento
Híbrido
de fruto
inicio
1er.
(ton/ha)
(kg)
flor
corte
Muñeca
38
7.5
71
91
Sangría
37
8.0
68
88
Royal Star
34
6.9
71
91
Royal Jubilee
33
7.9
71
91
Royal Sweet
45
8.3
71
91
III.3. Método de siembra o transplante
a) Siembra directa. Depositar la semilla en el suelo a una
profundidad de 5 cm en seco en forma manual o mecánica,
la hilera de plantas al centro de la cama y distancia entre
plantas de 1.15 m.
b) Establecimiento por transplante. La producción de
plántulas se realiza en charolas de plástico o unicel con
sustratos comerciales como el Sunshine Mix 3®,
Cosmopeat, Florada, etc. depositando las semillas a 1 cm
de profundidad e inmediatamente después regar,
4
procurando humedecer totalmente el sustrato. Se
recomienda realizar el transplante de las charolas de
germinación al suelo, cuando las plántulas tengan de 25 a
30 días de nacidas.
III.4. Densidad de población
Con el arreglo de plantas antes descrito, se tendrá una densidad
de población estimada de 4830 plantas por hectárea. Esto se logra
con un bote de aproximadamente 0.45 kg la cual contiene 5000
semillas, considerando un mínimo de 97% de germinación.
IV. RIEGOS
IV.1. Características y operación del riego por cintilla
En algunas regiones del país, el riego por goteo es el que ha dado
los mejores resultados para producir sandía y otras hortalizas, y
con lo cual se ha logrado incrementar la producción de 15 a 30
ton/ha con calidad de exportación.
Para altos rendimientos la calidad de agua es un factor importante,
se debe considerar una conductividad eléctrica menor a los 2000
microsiemens/cm.
El diseño del sistema de riego por goteo deberá ser realizado con
asesoría de un especialista, ya que las decisiones erróneas
pueden ocasionar daños irreversibles al cultivo (Munguía, 1996). A
continuación se mencionan los componentes principales con los
que deben contar estos sistemas:
•
•
•
•
•
•
•
•
Fuente de agua
Bomba de alimentación
Sistema de filtrado
Inyector de fertilizante (vénturi o bomba inyectora)
Tubería de conducción
Tubería de distribución
Válvulas
Manómetros
5
•
•
Conectores a cintilla
Cintilla
El sistema de riego por goteo debe cumplir con las siguientes
características de operación para su óptimo funcionamiento y así
evitar distribuciones irregulares tanto de agua como de
nutrimentos:
a) Características de la cintilla de riego: Se sugiere instalar
cintilla calibre 8000 que tiene un espesor de pared de 200 micras,
lo que asegura dos ciclos de cultivo de vida útil. El gasto por gotero
generalmente utilizado es de un litro por hora (Lph) cuando el
sistema tiene un 100% de eficiencia y la separación entre goteros
de 30.48 cm con lo que así se tiene un gasto de 328 Lph en 100 m
de longitud (Fig. 1).
b) Necesidades y ubicación de la cintilla: En el sistema de
siembra propuesto, la cintilla debe ser colocada al centro de la
cama, quedando 1.8 m entre líneas por 100 m de longitud para un
total de 5555 metros lineales de cintilla por hectárea. Cada rollo de
cintilla calibre 8000 contiene 2300 m, por tal razón serán
necesarios alrededor de 2.4 rollos de cintilla para cubrir una
hectárea. Algunas veces es importante el uso de plásticos para
acolchar ya que mejora la calidad y precocidad del producto
(Ramírez, 1996a).
c) Instalación de la cintilla: La cintilla debe ubicarse en el centro
de la cama, de 10 a 20 cm de profundidad para protegerla de los
implementos de cultivo y movimiento por efecto de los vientos
fuertes; la posible obturación de los goteros por raicillas se
resolverá con la aplicación de ácidos. Esta actividad se realiza con
un implemento tipo subsuelo instalado en la barra
portaherramientas del tractor y un carrete para instalar el rollo de
cintilla.
d) Presión de operación: La presión de operación de la cintilla
debe ser de 8 a 10 libras por pulgada cuadrada (psi, por sus siglas
en ingles). El gasto de agua del sistema fluctúa según la presión, a
mayor presión mayor gasto.
6
Figura 1. Aspecto de la cintilla calibre 8000, después de la línea
distribuidora.
e) Manejo del sistema de filtrado: La presión en el sistema de
filtrado debe trabajar con una máxima de 5 libras de diferencia
entre la entrada y la salida del mismo. En la medida que este
diferencial es menor, el coeficiente de uniformidad del sistema será
mayor del 90%; lo cual quiere decir que el sistema funciona
adecuadamente. Para un mejor control se sugiere instalar
medidores de presión (manómetros), antes y después de los filtros.
f) Sistema de inyección del fertilizante: Se presentan dos tipos
de inyección, que corresponden al tipo de energía utilizada:
eléctrica y/o hidráulica. Las bombas de inyección corresponden a la
energía eléctrica e hidráulica y la primera es la recomendada para
no influir en las presiones de operación del sistema. Cuando no se
cuenta con energía eléctrica, se usan los dispositivos vénturi, los
cuales trabajan con la energía hidráulica para inyectar los
fertilizantes al sistema. Este dispositivo influye en la presión de
operación del sistema, durante el tiempo de inyección del
fertilizante, el cual tarda de 20 a 30 minutos en función a la
superficie de la sección a irrigar.
g) Detección de fallas en goteros: Para saber si los goteros se
encuentran obturados, particularmente en las áreas con estrés
hídrico, se requiere medir la cantidad de agua que emite el gotero
en un cierto período de tiempo y efectuar su comparación con la
7
original (1 Lph) y por diferencia se conoce si presenta algún tipo de
obstrucción.
h) Prevención de la obturación en goteros: Para prevenir que
los goteros se obturen, se sugiere aplicar semanalmente una
solución de ácido nítrico al 2%. Dependiendo de las dimensiones
de la sección del sistema de riego (1 a 5 ha), se prepara de 20 a 50
litros de solución, agregando por cada litro de agua 20 mL de ácido
nítrico. Esto se realiza a través del sistema de inyección al finalizar
el riego (al terminar de aplicar la solución se debe cerrar la
sección). De tal manera que la solución se distribuya y permanezca
en la cintilla. Esto se hace en cada una de las secciones regadas.
i) Drenado de la cintilla: Es necesario drenar la cintilla al término
de cada riego, con el fin de mantener el sistema libre de impurezas
y prolongar el buen funcionamiento de los goteros. Para su
drenado se destapan las puntas finales de cada línea y se deja
salir el agua libremente.
j) Ubicación de los tensiómetros: Para detectar el momento
oportuno de la aplicación del riego, se debe hacer uso de los
tensiómetros. Son dispositivos que realizan mediciones directas en
centibares (unidades de presión) de la tensión de humedad en el
suelo. Es importante el cuidado de estos instrumentos que consiste
en lavarlos por dentro y fuera para eliminar partículas adheridas al
material de porcelana poroso y evitar lecturas erróneas. Para
eliminar las burbujas de aire cuando se encuentren lleno de agua
se procede a extraerlas con una bomba de vacío.
Los tensiómetros se deben ubicar en puntos de control (de acuerdo
a la topografía y características del suelo), uno a 30 cm de
profundidad y otro a 45 cm, es necesario manejar dos puntos de
control por sección de riego o válvula de control, en lugares
estratégicos de esta. Los tensiómetros se deben colocar entre la
hilera de plantas y tomar las lecturas todos los días.
8
IV.2. Aplicación de los riegos
La demanda de agua en el cultivo varía de acuerdo a la etapa
fenológica, tipo de suelo y las condiciones del clima existentes.
Cuando el suelo está a capacidad de campo, el tensiómetro debe
marcar una lectura entre 10 y 15 centibares de tensión (según tipo
de suelo) y cuando llega a rangos de estrés de humedad para el
cultivo, marcará cerca de 70 centibares. Este último rango debe
evitarse, debido a que si se prolonga el estrés por más de dos días
consecutivos, se causaran daños irreversibles al cultivo, con la
consecuente pérdida total del cultivo.
A continuación se describen los riegos necesarios para que la
planta no presente estrés hídrico:
a) Riego de establecimiento del cultivo.
Después de la siembra se aplica el primer riego para humedecer el
área de siembra, y también para recargar el perfil de humedad en
el suelo, dando inicio con este al programa de riegos en el ciclo del
cultivo, según el tipo de suelo puede variar de 12 a 15 horas de
riego.
b) Riegos durante el desarrollo vegetativo.
En este período (primeros 50 días después de la siembra), los
riegos deben ser aplicados cuando las lecturas de los tensiómetros
fluctúen entre los 15 centibares para suelos arenosos y 30 para
arcillosos, en forma general estas tensiones se logran mantener al
aplicar tres veces por semana riegos de 2 a 3 horas, según el tipo
de suelo (menor tiempo para suelos arenosos y mayor para los
arcillosos).
c) Riegos durante el inicio de floración y la madurez
fisiológica.
Después de 50 días de la siembra (etapa de inicio de floración) las
lecturas del tensiómetro deben estar entre 10 y 20 centibares; esto
dependerá de las condiciones climáticas de la región, lo que
9
equivale a aplicar un riego por semana de 4 a 5 horas. Es
importante vigilar constantemente los tensiómetros para detectar la
oportunidad del riego (Pinales y Arellano, 2000).
V.- FERTILIZACIÓN
V.1. Fuentes de fertilización
Los fertilizantes que se utilizan en la preparación de la solución
nutritiva, deben ser compatibles, de alta solubilidad, de cierto pH
(Cuadro 2). Este último depende del tipo de suelo, si el suelo es
alcalino (pH>7) como en el norte de Tamaulipas, entonces se
utilizarán fertilizantes de reacción ácida (Covarrubias, 2003).
Es conveniente que primero se disuelvan los fertilizantes sólidos
más solubles (urea y nitrato de potasio). Generalmente se
requieren de 20 a 50 litros de agua para fertilizar una sección de
riego (superficie regada a la vez); esta solución se debe inyectar al
sistema de riego en un tiempo que puede ser de 20 a 30 minutos.
Entre más tiempo se utilice en su aplicación, más eficiente será la
distribución del fertilizante.
Cuadro 2. Efecto de la aplicación de fertilizantes en el suelo.
Fertilizantes
Efecto
Nitrato de amonio
Moderadamente ácido
Sulfato de amonio
Fuertemente ácido
Fosfato monoamónico
Fuertemente ácido
Fosfato diamónico
Moderadamente ácido
Superfosfato amónico
Moderadamente ácido
Soluciones nitrogenadas
sin amoniaco libre (nitrato de
amonio-urea)
Soluciones nitrogenadas
sin amoniaco libre (amoniaco
en nitrato de amonio)
10
Moderadamente ácido
Moderadamente ácido
CONTINUACIÓN…
Amoniaco anhidro
Moderadamente ácido
Amoniaco acuoso
Moderadamente ácido
Urea
Moderadamente ácido
Nitrato de sodio
Básico
Nitrato de calcio
Básico
Nitrato de potasio
Básico
Algunos cultivos como el melón y la sandía presentan las mayores
demandas de nitrógeno y fósforo al inicio de la floración (Valdez y
López, 1999; Pérez et al., 1999).
Generalmente una parte de los fertilizantes se aplica en presiembra
y el resto mediante la fertirrigación, que permite la aportación de
nutrimentos para el mantenimiento del cultivo.
Se sugiere que la aplicación en presiembra se realice después de
formar las camas, al centro de éstas, con una maquina
fertilizadora, aplicando 100 kg/ha de la fórmula 0-46-0. El resto de
la fertilización para llegar a 130-80-110 se realiza mediante el riego
por cintilla.
V.2. Solución nutritiva
Es aquella que se prepara con fertilizantes asimilables por la planta
en concentraciones adecuadas, para cumplir con los
requerimientos nutricionales del cultivo, de acuerdo a su etapa
fenológica.
La composición de la solución nutritiva, se debe calcular a partir de
las necesidades estimadas del cultivo, de acuerdo a la etapa de
desarrollo, del análisis de suelo y de las condiciones climáticas. En
general, la solución nutritiva contiene nitrógeno, potasio y el fósforo
en escasa proporción (Burgueño, 1999a).
11
a) Preparación de la solución nutritiva
La cantidad de cada fuente de fertilizante nitrogenado, fosforado y
potásico (Cuadro 3) que se requiere para completar cierta dosis, se
divide entre el número de riegos de dicha etapa, y se obtiene la
cantidad de kilogramos a mezclar de cada fuente de fertilizante por
riego (Burgueño, 1999b). Cuando se trata de inyectar dos o mas
soluciones de fertilizantes simultáneamente en el sistema de riego,
primero mézclelas en un recipiente transparente con capacidad de
un litro y, si se presenta turbulencia, puede que los fertilizantes
causen taponamiento en los emisores de riego. Si desea evitar
esta situación puede aplicar los fertilizantes uno a la vez, pero esto
incrementa el tiempo de inyección (Covarrubias, 2003)
Cuadro 3. Fertilizantes comúnmente empleados en los sistemas de
fertirrigación (Burgueño, 1996).
Elemento
Fuente
Nitrógeno
Urea 46%, nitrato de amonio 33%, nitrato de
magnesio (6.6% N y 9.5% MgO), nitrato de calcio
(15.5% N y 19% Ca hidrosoluble).
Ácido fosfórico 54%, fosfato monoamónico (1261-0)
Nitrato de potasio (13-0-46); fosfato
monopotásico (0-52.5-34.5).
Fósforo
Potasio
En el Cuadro 4 se presentan las recomendaciones prácticas de
inyección de fertilizantes de acuerdo a la etapa de desarrollo del
cultivo. Es importante recordar que el número de horas de cada
riego varía de acuerdo a las necesidades del cultivo y tipo de suelo
y se debe apoyar en las lecturas de los tensiómetros.
12
Cuadro 4. Programa de fertilización por inyección en el agua de
riego en etapas de desarrollo semanal del cultivo de sandía.
Desarrollo del
cultivo
Nutrientes totales
(kg/ha)
N
130
P
80
K
Dosis de inyección
(kg/ha/día)
Etapa
Semanas
N
P*
K
1
4
1.0
0.5
0.9
2
2
1.7
0.5
1.4
3
2
2.1
0.4
1.8
4
3
1.7
0.2
1.4
5
2
1.0
0.1
0.9
110
*La dosis de fósforo es de 80 kg/ha en todo el ciclo. Se aplican 46 kg en presiembra
y el resto durante el desarrollo del cultivo.
VI.-LABORES DE CULTIVO
VI.1. Inducción y amarre de flores
Para inducir a una buena floración se sugiere realizar aplicaciones
foliares con hormonas vegetales y micro-nutrientes ejemplo:
Impulsor que contiene giberalinas 500 partes por millón (ppm) +
auxinas 500 ppm + micro-nutrientes; en dosis de 0.75 a 1.0 L/ha
cuando se tenga de 3 a 5 hojas, repetir al inicio de la formación de
las guías y continuar cada 15 días hasta el último corte.
Para aumentar la polinización y amarre de fruto es necesaria la
presencia de insectos polinizadores, por lo que se recomienda
colocar antes del inicio de la floración, dos colmenas por hectárea.
VI.2. Control de Maleza
El cultivo debe permanecer libre de maleza a lo largo de su ciclo,
principalmente los primeros 50 días, ya que en esta etapa la
competencia por luz, agua y nutrimentos es mayor.
13
En la región, la sandía bajo el sistema de fertirrigación, presenta
maleza entre las hileras de plantas (calles), ya que escasamente
llegan a humedecerse, salvo con la presencia de lluvias. Por lo cual
el control se puede realizar con una aplicación inicial de herbicidas
y posteriormente con escardas manuales.
Algunos de los herbicidas más utilizados en el control químico de
maleza son:
Trifluralina (45.6%): Se utiliza, contra la maleza de hoja ancha de
semilla pequeña (quelites y verdolagas) y zacates anuales. Sin
embargo, en aplicaciones en presiembra se requiere incorporarlo al
suelo. En postemergencia aplicar aspersión dirigida al suelo entre
líneas y base de las plantas cuando estas hayan alcanzado un
estado vegetativo de 3 ó 4 hojas verdaderas, incorpore después de
la aplicación. Utilizar de 1.2 a 2.4 L/ha, según sea la textura del
suelo. La dosis menor en suelos arenosos, la dosis mayor en
suelos arcillosos.
Setoxidim (19.6%): Graminicida
sistémico postemergente,
selectivo en cultivos de hoja ancha. En gramíneas anuales utilizar
1.5 L/ha más 2.0 litros de aceite agrícola. Aplicar con buenas
condiciones de humedad ambiental y de suelo. En perennes utilizar
2.0 L/ha.
VI.3. Control de Plagas
a) Mosquita blanca (Bemisia spp.): El adulto llega a medir de 2 a
3 mm de longitud, tiene alas cubiertas por un polvo ceroso
blanquecino. Se alimentan de una gran diversidad de cultivos y
maleza durante todo el año, el adulto inverna en el envés de las
hojas y cuando asciende la temperatura se vuelven activos. Las
hembras depositan de 100 a 300 huevecillos en forma
desordenada o en semicírculos, en posición vertical en un período
de vida de 21 a 42 días. Las ninfas pasan por cuatro estadios; el
primero es de forma oval, aplanada, color verde pálido con patas y
antenas funcionando, por lo que se mueven activamente, los tres
estadíos restantes son en adulto. Estos se alimentan succionando
la savia del floema, en el envés de la hoja, causando defoliación,
14
achaparramiento y bajos rendimientos. Así mismo excretan
mielecilla que provoca el desarrollo de hongos, interfiriendo con la
fotosíntesis y la respiración (Ramírez, 1996b; Pinales y Arellano,
2000)
La plaga causa desordenes fisiológicos por las toxinas que secreta
o inyecta al alimentarse, tales como la maduración irregular del
fruto. Para su control y manejo deben utilizarse diversos métodos
que protejan al cultivo y no interfieran con su desarrollo, entre los
que se encuentran las barreras físicas, como las cubiertas
flotantes, acolchado de plástico, y bandas amarillas alrededor del
cultivo impregnado con pegamento.
Para muestrear se seleccionan 30 plantas al azar y se revisa la
tercera hoja a partir de la hoja apical en la guía principal; se revisan
dos sitios de muestreo en campos de producción menores de 20
hectáreas. Los muestreos se realizan semanalmente.
Control químico: para su control se sugiere utilizar los siguientes
productos cuando se observe de uno a tres adultos por hoja.
Endosulfan 35% C.E. en dósis de 1.5 a 2.5 L/ha.
Oxamil 24%, en dosis de 1.5 a 2.0 L/ha.
b) Mayate rayado del pepino (Acalymma trivittatum): El adulto
mide de 5 a 6 mm. Su cabeza es negra, las antenas de color café
negruzco con la base del primer segmento claro, los élitros
amarillentos con tres grandes bandas longitudinales de color negro,
inverna debajo de la vegetación nativa siempre en contacto con el
suelo, aparece cuando la temperatura es superior a los 13ºC, pero
empiezan a volar cuando las temperaturas sobrepasan los 15ºC.
Se introducen en el suelo en busca de plantas en germinación,
mastican las hojas y brotes tiernos, especialmente el tallo cerca o
debajo de la superficie, llegan a alimentarse de las flores y roen
agujeros en la corteza de los frutos. Son portadores de la marchitez
bacteriana de las cucurbitáceas, el bacilo pasa el invierno en el
intestino del mayate, quien al alimentarse inocula el patógeno en
la planta. Este insecto también es un importante diseminador del
mosaico del pepino (Pacheco, 1985; Pinales y Arellano, 2001).
Esta plaga puede controlarse con:
15
Diazinon 25% C.E. en dosis de 1.0 a 1.5 L/ha.
Metamidofos 48% C.E. aplicar 1.0 a 1.5 L/ha.
Carbaril 80% P.H. a razón de 1.5 a 2.5 kg /ha.
c) Diabrótica (Diabrotica undecimpunctata): En su estado adulto
es un escarabajo de color verde con seis manchas oscuras en
cada élitro, la cabeza y las antenas son de color negro, el daño lo
ocasiona al morder las hojas, dejando agujeros de forma irregular y
cicatrices en los frutos. Las larvas se alimentan de las raíces de las
plantas silvestres. Su mayor daño lo ocasionan cuando las
plántulas han emergido y se alimentan de las hojas cotiledóneas
hasta terminar por completo con ellas. Se puede controlar con los
mismos productos sugeridos para el mayate rayado del pepino.
d) Gusano falso medidor (Trichoplusia ni): El adulto es una
palomilla que mide de 3.0 a 3.8 cm con las alas extendidas. Las
alas exteriores son moteadas de color café oscuro, marcadas en el
centro con una mancha plateada en forma de ocho. Las larvas son
de color verde claro con manchas blancas en el dorso y a lo largo
del cuerpo, y llegan a medir hasta 3.5 cm de longitud, tienen tres
pares de patas falsas o patas delgadas cerca de la cabeza y dos
pares de patas gruesas en forma de maza después de la mitad del
cuerpo. La parte media del cuerpo carece de patas y generalmente
está doblada cuando descansa y durante cada movimiento al
desplazarse. Se alimentan de las hojas tiernas y del punto de
crecimiento, causando una seria defoliación. La presencia del
excremento delata su existencia, lo cual es muy característico,
puede haber más de dos generaciones al año (Pinales y Arellano,
2001). Para su control se sugiere utilizar los siguientes productos
cuando se observen 0.5 larvas o más por planta:
Bacillus thuringiensis 64% P.H. en dósis de 0.75 a 1.5 kg/ha.
Endosulfan 35% C.E. a razón de 1.5 a 2.5 L/ha.
Para detectar esta plaga, se utiliza el sistema absoluto que
consiste en revisar minuciosamente las plantas y registrar el
número de larvas. Es necesario muestrear plantas tanto al borde
como al centro del lote, se debe caminar en zigzag y examinar la
planta más cercana a cada 20 pasos.
16
e) Minador de la hoja (Liriomyza sp.): Son moscas pequeñas que
en su estado larvario se alimentan del tejido interno de las hojas,
formando galerías que dan el aspecto de manchas blanquecinas,
las infestaciones severas producen defoliaciones y puntos en
donde pueden desarrollarse enfermedades, esta plaga se controla
con los siguientes productos:
Cyromazina 75% pH en dosis de 0.1 kg/ha.
Abamectina 1.8%, en dosis de 0.4 L/ha.
Permetrina 340 C.E. a razón de 1.3 a 1.5 L/ha.
VI.4. Control de Enfermedades
a) Mildiú velloso (Pseudoperonospora cubensis): Los primeros
síntomas se presentan en las hojas maduras, donde se observan
unas manchas similares a las de los mosaicos, de color verde
oscuro que después cambian a amarillento y toman formas
angulares sobre el haz de la hoja, por el envés se observa un vello
blanquecino el cual constituye el micelio y las esporas del hongo.
La enfermedad es sistémica, ya que además de cubrir la hoja
afectada y provocar su muerte, avanza hacia las hojas más nuevas
de cada guía, presentándose en manchones en el lote de
producción. Las condiciones óptimas para su desarrollo son
períodos de alta humedad y temperaturas entre 16 y 22ºC. Para
prevenir su presencia es necesario destruir los residuos de la
cosecha anterior, mediante una buena preparación del suelo (Sherf
y Macnab, 1986). Se sugiere realizar aplicaciones de fungicidas
cuando las plantas empiecen a formar guías o cuando existan las
condiciones climáticas óptimas para el desarrollo de la
enfermedad, para lo cual se deben cubrir todas las partes de la
planta con aspersiones de:
1.-Clorotalonil + Oxicloruro de Cobre + Maneb C.E en dosis de 4.0
a 4.5 L/ha.
2.-Mancozeb 80 % P.H. aplicar de 2.0 a 3.0 kg/ha.
3.-Clorotalonil, 2 a 2.5 kg/ha
4.-Metalaxil (8%) + Mancozeb (80%) en dosis de 2.0 a 3.0 kg/ha
b) Alternaria (Alternaria cucumerina): Los síntomas se presentan
a la mitad del ciclo del cultivo. Las hojas superiores y en el centro
17
de la planta, presentan manchas de color café con anillos
concéntricos, las hojas se secan y caen prematuramente. En las
hojas inferiores aparecen formaciones algodonosas de color negro
o café oscuro. Cuando el ataque es severo, las plantas presentan
defoliación, afectando el rendimiento y la calidad del fruto. La
enfermedad se desarrolla con mayor rapidez bajo altas
temperaturas y alta humedad ambiental, y las esporas del hongo
son diseminadas por el viento, agua de riego, lluvia y ropa de
trabajo. Al aparecer los primeros síntomas se sugiere realizar
aplicaciones con los siguientes productos:
1.-Clorotalonil, 2.0 a 2.5 kg/ha
2.-Mancozeb 80% P.H aplicar de 2.0 a 3.0 kg/ha
c) Marchitez de la planta (Fusarium oxysporum): El hongo vive
en el suelo e infecta la raíz. Las plantas jóvenes se observan
amarillentas y pueden presentar pudriciones de raíz y
marchitamiento de una o más guías. Las hojas presentan una
coloración café de aspecto arrugado y seco. Al cortar la raíz
longitudinalmente se observan los tejidos afectados de color café o
café rojizo al igual que las porciones de tallos afectados. Este
marchitamiento es más común en plantas adultas, aunque puede
presentarse desde el inicio del desarrollo del cultivo. La
temperatura óptima para el desarrollo de la enfermedad es de 25º
C y humedad relativa alta. Para prevenir la presencia de esta
enfermedad es necesario realizar una rotación de cultivos y no
sembrar por lo menos en tres años en terrenos infestados. Así
mismo, se deben utilizar variedades resistentes a Fusarium
oxysporum (Sherf y Macnab, 1986).
d) Pudrición apical: Esta es una enfermedad fisiológica de
etiología compleja, que está relacionada con el calcio, pues la
deficiencia de este elemento durante la etapa crítica del cultivo,
origina este problema. Las puntas de crecimiento de las plantas
son más exigentes en calcio, de manera que los desordenes
relacionados con el calcio están ligados con un exceso de
crecimiento vegetativo, ya que este reduce el calcio disponible,
disminuyendo la capacidad de producción de frutos, debido a que
se encuentran en la parte final de la línea de distribución del calcio
(Biernbaum, 1998). Las aplicaciones con calcio no siempre
corrigen este problema, algunas sugerencias para esto son:
18
Evitar excesiva fertilización nitrogenada, ya que esto
desarrolla follaje abundante principalmente en las primeras
etapas de desarrollo del cultivo.
Suspender la aplicación de nitrógeno cuando el fruto se
desarrolla con rapidez, pues en esta etapa es cuando el fruto
necesita más calcio.
Evitar al máximo el estrés hídrico durante la etapa de
llenado de fruto.
Figura 2. Lote de producción de sandía en el Campo Experimental
Río Bravo.
VII.-COSECHA
No es fácil determinar cuando se debe cosechar la fruta. Sin
embargo, existen varios métodos para determinar con exactitud la
madurez y el momento oportuno de cosechar el fruto (Nichols y
Christie, 1998).
Cuando el zarcillo que crece en la axila de la hoja que da a
la fruta se seca hasta la base (si las plantas se han estresado
por sequía este método no es muy satisfactorio).
Cuando se observan unas líneas finas abultadas sobre la
cáscara a lo largo del fruto.
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Algunos cosechadores juzgan la madurez golpeando con
los nudillos el fruto y se produce un sonido seco y hueco.
La parte del fruto que esta en contacto con la tierra, se
vuelve de color cremoso y de consistencia dura.
Los frutos pierden su cubierta cerosa y se vuelven
brillantes.
Cuando los frutos alcanzan su tamaño normal del híbrido,
lo cual ocurre entre los 90 y 100 días.
La cosecha se hace manual, de preferencia por la mañana y los
frutos deben colocarse lo más pronto posible bajo la sombra para
evitar que se dañen por el sol, se requiere utilizar navajas, para
evitar que el pedúnculo se corte pegado a la fruta (dejar de 2 a 3
cm del pedúnculo pegado al fruto) para no ocasionar daños a la
planta. Los cortadores deben estar cerca de los remolques donde
se deposite el fruto, el cual se selecciona por tamaño y calidad y
posteriormente se lava y se encera. Para el mercado nacional
generalmente se envía a granel, y por lo general, para el de
exportación, se coloca en cajas de cartón donde se empacan 30 kg
(66 libras) de sandía previamente seleccionadas por calibre
(número de frutos que caben en la caja). Comúnmente se manejan
los calibres 4, 5, 6 y 8; se coloca una cama y se utiliza un
separador entre los frutos, para que no se golpeen entre ellas,
además sirve como puntal, para que la caja soporte el peso de las
cajas superiores (Clough, 1993).
VIII. AGRADECIMIENTOS
Los autores desean agradecer a la Fundación Produce
Tamaulipas, A.C y al Patronato para la Investigación Fomento y
Sanidad Vegetal (PIFSV) por el apoyo financiero al proyecto
“Validación y Transferencia de Tecnología en Fertirriego y
Ambientes Controlados” de donde se derivó este folleto. Así como
al personal de campo: Raúl Ortiz Hernández y Juan Nava Alvarado
por su gran dedicación.
20
IX. LITERATURA CITADA
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áreas pequeñas. Periódico de Fundación Produce Tamaulipas, A.C
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