NÚMERO 2 3 . 6 DE AGOSTO DE 1 8 Í 3 . Este p e r i ó d i c o , al cual se suscribe en Salamanca á 4 rs. a l mes en las l i b r e r í a s de D . J u a n J o s é M o r a n y X>. D o m i n g o B l a n c o , y 5 r s . fuera franco de porte en las principales d e l r e i n o , se p u b l i c a r á una vez cada semana. En la colocación de los pensamientos debe haber claridad y unidad. La claridad es indispensable, porque lo que no se entiende no puede agradar ni persuadir ni enseñar. En valde el n u Orden de los peMAtamienton. men mas fecundo apurará todos los tesoros de Ya en otro articulo hemos elogiado la obra la f antasía para presentar ricos y variados cuadel Señor liermosilla, titulada Arte de hablar dros , si una claridad sencilla no los embelleen prosa y verso, y lo recordamos ahora para ce é ilustra ; el libro se caerá de las manos y insistir en nuestro pensamiento , porque esta- el alma hará es uerzos impotentes para penemos en la convicción de que es una de las que trar en las obscuras regiones á que un escrimas honran la literatura española del siglo X I X tor Gongórino pretenda elevarnos. Puede aconá pesar de las amargas censuras de sus detrac- tecer muy bien que todos los pensamientos sean lores y de los lunares de que se hallan exentas claros, y sin embargo el pasa je en que se e n pocas composiciones. ííallamos empero un va- cuentren, sea obscuro c ininteligible. Por eso cío en su tratado de los pensamientos, que no la claridad en la colocación es tan esencial cose suple con algunas ideas que se encuentran mo la claridad de los pensamientos. desparramadas en diferentes capítulos. DesLa unidad es casi tan necesaria como la clapués de haber recorrido las cualidades que los ridad : porque si los pensamientos no tienen un pensamientos literarios deben tener para no ser mismo íin y no se dirigen á él en derechura, el objeto de censura, y las formas de que suelen entendimiento se distrae, y el lector sin plan, revestirse, hubiera sido conveniente decir a l - sin una idea fija y á merced de las diferentes go acerca del orden de su colocación, y es de impresiones que le asaltan por vias opuestas, lastimar que liermosilla con su talento y buen ni hallara instrucción en la enseñanza , ni persentido no haya ilustrado esta materia. No es suasión en la elocuencia ni placer en la poesía. nuestro ánimo entrar en largos pormenores El alma se abalanza tras todo lo nuevo y soracerca de este importantísimo asunto; no ha- prendente por su variedad; empero aun en remos mas que algunas indicaciones, porque esa misma agitación que csperimenla, es consno nos permite otra cosa el estrecho ámbito de tante en sus miras, y no se satisface mas que con concepciones acabatias v completas. Cuan un periódico. De nada sirven la belleza ni la sublimidad do sin satisfacer su deseo de investigar y de de los pensamientos cuando se hallan disloca- aprender , se la fuerza á saltar de pensamiendos y confundidos sin trabazón ni concierto. to en pensamiento , no se logra mas que canPor eso debe haber órden en su colocación: á sarla y llenarla de tedio y de indiferencia. Por la manera que un ejército disperso puede ser unidad entendemos el enlace y armonía que víctima de una fuerza mezquina, y si marcha deben tener todos los pensamientos de un padisciplinado y bajo la dirección de jefes de i n - saje ó de una obra para conseguir el lin que teligencia y de valor es capaz de arduas e m - se propone el que habla ó escribe. presas, del mismo modo los pensamientos sin Para que haya claridad en la colocación de enlace no conducen á ningún íin , y puestos o r - los pensamientos es necesario: l.0que los que denadamente conseguirán los objetos que el es- sirvan para ilustrar á otros, se antepongan á los que deban ser ilustrados; 2.° que se d i s t-ri'.or ú orador se proponen. — 1 78 — triísuyan m párrafos' á i f e r c n i c s los que se pro- ría de guerras y turbaciones, de crímenes y despoinen diversos ñ m » ; j'3.atpíe siempre CJHÍC gracias , esa larga serie de calamidades cuya se» asetjmUle, e l |wnis«mí<m;t€)* posferieo' sea isarraeion se decofrai «ro» el nenabre de historia, v m coiiseeuendai taas. 6 menos imíuedíaSa del eí Jrtimo alribulítdo baila Tin consuelo al pen«|Rie le precede.. sar que í a humanidad Fta ido perfeccionándose La unidad se tognvrá :. I.0, áeseehando los. coiRrtarBtetKcente era nsedioi de tanta desventura, |>cnsaui¡entos iuapoi-lUTro»,. y 2.°' poniendo t o - semejante á la nave qise por mu mar proceloso dos en el lugar en. que produ/ean mas- efecto», camina firme apro>xinWíi«dosc al puerto á desy que sea por consiguiente mas. á próposi to1 pa- pecho de olas y huracanes. Esta es una iey que, ra, conseguir elfi»qase se propone el escritor. nos demuestra patenSemente la hístoríaí cuanEstá tase intínaantenle enlazada la unidad con to al hombre y sus ideas se refiere es necesala eferidad;, que cuando la primera se interrum^- riamente progresivo : la ciencia , la poíítíea, la pserJa seguiída desaparece. Porque sin unidad organizaeío» social, todo* se fea ido mejorando,., ¿cómo es posible que ni aun el entendimiento porque e l progreso1 es un» condición precisa mas vasto sea capaz de comprender mn todo de la existencia de ta especie humana. Nosocompuesto de partcsünconexas qute con; su m u l - tros, mu p&émtm concebir otra COK» , porque á ti pilcad a é incongruente variedad tüvideu la aten>- nuestro entender el género tíunsano qptet vive eion hacia m i l pantos distintos y no dc^an ai aJ- en medio del tiempo,.reopuiede nsenios de r e jaa n i tiempo- para ¿uzgar m para, conservar un cibir el impulso de este , y sus misBsas condireeuserdloí'í ciones de movilidad y transición.. AjetBos de E n esita úlíima época en (ftre la literatura se querer sondear los ocultos d e s í g » o s de la F r o fia visto arrastrada por el irresistible empuje videncia, no nos atrevemos á decir dónde está «íe la poMtíea, se ha creído que era lícito h o - puesto e l término á la marcha humana, cuándo llar todas ta» reglas deli buen gusto porque la ha vesoelto Dios decir á la ciencia del hombre affitigüetiad tas íuibia respetado. INinguna sin de aqui no pasarás .. embargo se* ha iw'radb con tanto desden como* Lo eícrto es empero qrase el mdilviéua,. la f a ia qne? prescribe la unidad de los pensaniienilios.. m t l m , y la*sociedad'f. eso* tres elementos d é l a Hombres eminentes, de erudición; y de genio civilización han progresado maravillosamente no han temido distraer el á n i m o , debilitar las desde los mas remotos tiempos á que la memosmpresiones que de otra manera habrían sido ria-de los sucesos alcanza. Fácil nos fuera hafuerte», y hacer oscuras sus. obras por no sacri- cer un cotejo de la situación del salvage l u ficar el placer de mostrar m » vastos c o n o c i - chando cuerpo á cuerpo con una naturaleza i n mientos ó. de Itectr su talento descriptivo.. grata ski otras? armas* que* so» brazos,, y el homÁ la; elaridadi y a la rniMaé se pueden r e d u - bre para quien ni los; astros han tenido ocultos cir todas las- dotes; qise éetoea exigirse en la co- sus, secretos, ni el aire, al parecer íneoercible, locación dé tos; pcnsamíeratosr. L a naturalidad, ha podido librarse de su yugo ;-del hombre que ía oportunidad y la. verdad se refieren- á tos pen- no contento con surcar los mares proyecta r e a samientos mismos y no. al órden en que han de lizar las fábulas de la antigüedad mas diestro, «oloearse. Mas difícil es lograr ere los escritos y afortunado que í c a r o . Mas el objeto» que ere. Siteraríos la unidad que la claridiad; porque este artículo- BOS hemos, propuesto,, no» nos conpara alcanzar esta basta, solo u n esmero dete- siente" digresiones' estéritesi y declamatorias. nido y elí estudio, de las; reatas-,, al paso que Nuestro objete es insinuar qjroe' la organizapara diaruaiidad á una composicíore es necesa— ción política de las sociedades modernas no es í i o no. pequeño) talento y penetrarse bien del el término de su perfección, que es solo un asunto- sobre que se habla ó escribe.. Por eso» estado transitorio, y que cada progreso1 p r e d i aon tantas las obras qvse* carecen de ella y tare ce otro; y ©tro»,, siempre por fortuna ere benefipocas, las que ITenareeompfetanaeute sre objeto.. cio del pueblb', entendiendo por esta palabra el '—ScmtimgQ' Dvsgo- Madraza~ conjunto dfe* todos tos- individuos que la; sociedad componen.. Del estad*) montaraz á la teocracSa, de esta á la unidad fuerte de la monarquía, de aqui Awi«mMLSaSsíS r. especSalMieiste eia l a or- á la superioridad moral de la aristocracia , y ék la arisloeraoia á las oberanía. popular Hama<UlUiifljilil«t® Bfc l?«5í i í . a « a... da demoeraseKK hay una no interrumpida serie de Des-pue» ffe &aBeT reeoEraí» esa T-aata-. gaíe— mejosasv La rituaciore del indi viduo) que ñ a p£M^ 179 — los trances de l a dominación consa- que con ninguna raion de mediano peso p u e grada p o r l a teocracLa, de l a esclavitud civil, de combatirse; derecho que si se desconoce de l a ser\idumbre feudal, hasta el estado de seria preciso negar á la familia la facultad de nuestros dias ; la de la familia emancipada de administrar sus intereses; porque lo qi e á esla tiránica v opresora ley de las castas; la de ta se concede , ¿cómo negarlo al concejo f o r l a sociedad que no reconoce va otra sobera- mado por la aglomeración de las familias , á la nía que la del espíritu humano , ¿ n o son por provincia formada por ia asociación de los conventura palpables é indisputables muestras de cejos , y á la nación que es el conjunto de las esa acción « o interrumpida que de grado en provincias? Claro es por consiguiente que lo grado va elevándonos por la escala de la per- que nosotros llamamos soberanía poptUar es fección? De ello estamos nosotros persuadidos, una idea clara, sencilla y perceptible, una idea v este convencimiento es de los mas consola- que nada tiene de común con las apasionadas dores que tenemos- Nos toca sin embargo de- declamaciones de los filósofos que la han c o n cir , que la mejora de nuestra actual organiza- vertido en una cuestión parecida á las visiones ción política y social no la esperamos de i m - fantasmagóricas , grande y aterradora de lejos, premeditados vuelcos ; ha de ser el producto sutil é impalpable de cerca. del constante trabajo de la inteligencia humana, Algún i lustre publicista ha dicho que la propov sus triunfos serán seguros, por lo mismo que sición de la soberanía del pueblo encerraba un han de ser lentos y pacíficos como el trabajo de principio de ateísmo; contestaremos con las sila carcoma que roe y desmorona los envejeci- guientes palabras de otro escritor no menos ilusdos edificios. ¿Y cuál será la forma de esa nue- tre. «Si por el contrario no fuese el pueblo sobeva organización? no nos arrojaremos osada- rano , esto es , naturalmente libre , vendríamos mente á esponerla , porque en vez de presu- á llegar al estremo de negar el principio en que mirnos profetas , nos contentamos con el papel reposa la existencia de la familia , y de sostener de observadores , y con manifestar en tono de que la tierra y sus pobladores pertenecen de duda nuestro juicio. justicia á ciertos hombres en cuyo arbitrio está Sin embargo, los anales de la humanidad y disponer de ellos , doctrina realmente atea y los hechos que á nuestra vista han pasado y pa- digna de execración eterna por el germen de san, el aspecto que los pueblos europeos, j e - c r í m e n e s , desórdenes y calamidades que en sí fes de la civilización, presentan , marchando de encierra.» triunfo en triunfo y sobreponiendo siempre los Reducidos en este artículo á la esposiciou intereses generales á todos los demás, y ese rápida de algunos principios generales, no enafán, ese desasosiego que en todos se nota, traremos en el desarrollo de todas las conseacreditan suficientemente que nuestro actual es- cuencias de ellos. Advertiremos no obstante tado es solo transitor io, así como respectivamen- que ese derecho de administrarse á sí mismos te l o han sido en diversas épocas la teocracia, las familias , los pueblos , las provincias y las la monarquía pura, y la aristocracia. Nuestro naciones escluye enteramente el funesto sisestado es fuera de toda duda transitorio ; las tema de centralización, propio del imperio m i constituciones modeladas al ejemplar de la i n - litar de Bonaparte ; y aürmaremos que no es glesa son una prueba de ello. En ellas se ve necesario tal sistema para que haya unidad, efnque el combate de los principios que en abier- lace y concierto entre las diversas partes de los ta lucha están desde el principio de las socie- estados; para que se hermanen el órden y la dades no ha cesado todavía , aunque vaya l l e - libertad palabras que contienen en sí todo lo vando el pueblo la mejor parte; se ve por fin que es justo, que forman el problema cuya reque no ha habido mas que una tregua , una solución aun no está terminada , y que nosotransacción, y esa tregua, esa transacción com- tros creemos ver en la realización de nuestras ponen en sustancia nuestras constituciones. ideas. Organizadas bajo esta base las adminisEl gran paso que tienen que dar ahora las traciones locales y provinciales, no por eso hav sociedades es el hacer que sea efectivo el dere- que temer que se rompa ó debilite la unidad cho inherente á la familia, al pueblo, á la p r o - política del estado aunque origine parciales d i vincia y á la nación , de adminislrar respecti- ferencias , porque la semejanza absoluta no vamente sus intereses particulares y sus inte- forma mas que una aparente y material unidad. reses comunes. En esto es en lo que á nuestro Repetiremos , pues , por conclusión , que el entender consiste la soberanía del pueblo, en el movimiento continuamente progresivo es una derecho de administrarse á sí mismo; derecho ley de cuya obediencia no puede emanci— sado p o r — 1S O pnrsc la humanidad ; que nuestras institucio- ce variables; veinte estíos h ú m e d o s , diez j nes polílicis se modilican á cada paso , y seis secos y diez y nueve variables; y once c o r r e n á trasfonnarse e n otras que afiancen otoños húmedos , once secos y diez y nueve lq niayo7- liherlad y el mayor árdrn posible. variables. Llama húmeda la estación que tiene Kuipero no olvidemos que esto ha de s e r ohra dos meses húmedos. del tiempo y dol le;:to, tranquilo y no interSe sabe que cuando los inviernos y primarumpido trabajo de la inteligencia: ¡ojalá que veras tienen sequedad , unos y otras suelen solo á nu-rced de este poder se estableciera, ser de naturaleza fria , y que suelen ser caliensin dar ocasión á luchas y trastornos que tal vez tes cuando son estaciones húmedas. Los estíos aceptamos por necesidad , pero que siempre de y otoños son calientes cuando son secos, y fríos ploraremos! Por lo demás esta es u n a verdad cuando son húmedos. indisputable «la sociedad humana, conmovida Un otoño húmedo y un invierno dulce s o n en sus cimientos , desecha las antiguas institu- generalmente seguidos de una primavera fria y ciones como un vestido usado , y procura cons- seca que retarda mucho la vejetacion. tituirse bajo nuevas f o r m a s . » — A . G i l Sanz. Si en el eslió caen muchas lluvias h a y que esperar un invierno rigoroso. Cuando las g r u - . lias y otras aves emigradoras adelantan su v i a de otoño hay que temer un invierno de la S I Í ; \ O S INDICADORES Y PRONÓS- je misma naturaleza. Cuando llueve abundantemente e n mayo l l o TICOS D E L O S M E T E O R O S ( 1 ) . verá poco en setiembre. Cuando sopla el viento S. E . durante el esEn obsequio de nuestros labradores y de tío ú o t o ñ o , y la temperatura es demasiado lodos los curiosos que tienen afición á conocer fria para la estación, hay que aguardar mulas variaciones del temporal, vamos á presen- cha lluvia , señaladamente si el barómetro lar el compendio de lo que la meteorología ha baja. Las tempestades violentas y redobladas y l a s adelantado en este punto. grandes lluvias producen Una especie de crisis en la atmósfera, que constituyen tiempo fijo DEL TIEMPO E N GENERAL. bueno ó malo. Invierno lluvioso presagia año estéril: otoño REGLAS DEL TIEMPO SEGUN EL CÁLCULO DE LAS PROBABILIDADES, DEBIDAS AL DOCTOR KIRWAN. rigoroso anuncia invierno de muchos vientos. 1. a Cuando no ha habido tempestad antes ni después del equinocio de primavera , el eslío siguiente es generalmente seco , á lo menos cinco veces sobre seis. 2. a Cuando una tempestad venida del Oriente tiene lugar en el segundo tercio de mayo, e! estío siguiente es seco cuatro veces sobre cinco. 3. a Lo mismo acaece si tiene lugar una tormenta en el último tercio del mismo mes. 4. a Cuando una tormenta venida del Occidente tiene lugar al principio del último tercio de marzo. el estío es generalmente húmedo cinco veces sobre seis. También ha encontrado el doctor Kirwan en cuarenta y un años de observaciones seis primaveras húmedas, veinte y dos secas y tre- í l ) F.stá tomado este a r t í c u l o de !a M e t e o r o l o g í a de B a v l v i l e M c i i i e u x , escrita en f r a n c é s , é ifn¡>icsa en 1842. SIGNOS SACADOS DEL BARÓMETRO. E l mercurio desciende cuando la atmósfera se dispone á la lluvia , y sube cuando torna e l buen tiempo. Cuando baja e l mercurio e n tiempo caliente amenaza tempestad ; si sube e n invierno es señal de frió: si continua subiendo en medio del frió es señal de nieve: si baja durante e l frió es señal de deshielo. Cuandob a j a súbitamente en medio de u n recio tempor a l , no será este de larga duración; tampoco lo será e l bueu tiempo si sube repentinamente : asi como promete buen tiempo continuo cuando el mercurio insiste e n subir durante e l mal tiempo, y mucha lluvia cuando insiste en descender durante e l buen tiempo. En general el mercurio se mantiene alto en años y estaciones secas, bajo e n los años y estaciones húmedas , mas elevado e n el infierno que e n estío , y sus variaciones son mas g r a n des e n el tránsito de una estación seca á una húmeda; v tanlo niiivores, cuanto mas tem— — 1 81 — Sacados de los animales. Cuando las aves pcstuosa haya de ser esta y mas sujeta á huraacuáticas so reúnen sobre la ribera y se pelean, canes, sobre todo en la maraña ; cuando las aves salSIGNOS DEL TIEMPO. vajes vuelan muy altas, y se dirigen en bandaSacados de los animales. Cuando en una das hácia el Oeste , y las aves del género cuerbotella que contiene media libra de agua , y vo aparecen con frecuencia en los aires, ó r e que esté vacía en una cuarta parte de su capa- tozan sobre las riberas del mar y de los rios. cidad, se coloca una sanguijuela, se observa El retorno del alción á la mar , y la salida de que si esta se mantiene en el fondo y arrolla— los topos de sus agujeros anuncian la cesación a a en espiral, hace buen tiempo : húmedo si del viento. Cuando los peces saltan mucho fuesube á la superficie del agua: viento si se pone ra del agua es señal de tempestad, pero si los inquieta : si se agita mucho y se mantiene fue- delfines retozan sobre su superficie durante la ra del agua sobreviene tormenta : si durante tormenta es señal de que esta finaliza. el invierno permanece en el fondo de la vasija hay tiempo frió: y que si en la misma estaSIGNOS DEL FRIO Y DEL HIELO. ción sube á la embocadura de la botella suele nevar. También sirve una rana verde. La aparición prematura de las aves salvajes Deducidos de las fases de la luna. Toaldo y de otras de paso ; la reunión de las avecillas ha observado que la probabilidad de cambiar- en bandadas; el esplendor del disco lunar; da se el tiempo es, durante la luna nueva , como agudeza de sus puntas después del cambio de. seis á uno ; durante la luna llena , como cinco luna ; el soplar el viento del Norte ó del Esle á uno, y durante los dos cuartos como dos y después del cambio de luna; el vivo centelleo medio á uno. de las estrellas; la acumulación de pequeñas nubes inquietas hácia el Norte; la finura de los copos de nieve mientras la nubes se amontonan METEOROS A É R E O S . como rocas. Se ha observado constantemente que los frios en otoño son seguidos de lluvias. SIGNOS DE VIENTO. Los estíos húmedos y frios , y los otoños suaves Sacados del sol. Cuando el sol sale pálido son indicios de inviernos rigorosos; también y sigue rojo , cuando su disco parece muy los dan la abundancia de frutos pomáceos , la grande , cuando conserva color sangriento, ausencia de gusanos en las bellotas, los frutos cuando está pálido y rodeado de círculos os- muy gruesos y la multitud de agallas en la t r i curos ó de bandas encarnadas, cuando parece bu de las encinas. cóncavo. Sí parece dividido, ó está acompañado de un parhelio ó sol falso, suele sobreveSIGNOS DE DESHIELO. nir grande tempestad. La caida de la nieve en gruesos copos mienSacados de la luna. Cuando parece muy gruesa , cuando tiene color de sangre , cuando tras sopla el viento del Sur; los crugidos del sus puntas son muy agudas y negruzcas, y hielo; el sol como bañado de agua; lo obtuso cuando está rodeada de un circulo claro y r o - de los cuernos de la luna; la versatilidad del jizo. Si el círculo es doble ó parece roto es i n - viento, ó el soplar del Sur. Se ha observado dicio de tempestad. Hay casi siempre variación que si octubre y noviembre son frios y nevosos , enero y febrero son suaves. de viento en la luna nueva. Sacados de la atmósfera. Cuando las nubes SIGNOS DE SEQUEDAD. huyen ligeramente, y aparecen súbitamente al Sur ó al Oeste , y están encendidas , asi como también el cielo , especialmente á la mañana, Un hermoso tiempo durante siete ú ocho dias todos estos , decimos, son indicios de viento. no dejando de soplar suavemente el viento del Á veces una escasa lluvia acaba con un fuerte Sur. Cuando llueve mucho en febrero suele viento. Pueden mirarse como signos de! fin de suceder lo mismo en primavera y estío; pero un viento recio las intermitencias largas entré1 si es seco este mes, suele ser seca la temporai! (triadas c o n borrascas. Cuando la tempestad da siguiente. Dicen que si relampaguea desha sido anunciada por coronas en el sol ó en pués de Y c i n t é y cuatro horas de un hermoso la luna, se ha observado que yiéaü dei lado t n n p o es S(ñaí de sequedad; y que si r e mas C i c u t ü de ellüé. kfEpágtiea aLtcs lo es de grande humedad. — 182 — observar que si llueve mucho en la última SIGNOS DE L A S ESTACIONES MAL SANAS. semana de febrero y en la primera do marzo, y el Iris aparw^o con frecuencia , deben aguarUn invierno seco y frío con viento del Sur, darse primavera y estío húmedos. y una primavera lluviosa son seguidos .comunCuaudo aparece el Iris después de grandes mente de muchas eníprmed.ade« en el estío: lluvias denota serenidad; sí aparece doble prolo mismo sucede con los grandes calores sin mete por de pronto buen tiempo , y mas tarde viento en la primayera ; lo mismo suele suce- lluvias: en el otoño promete buen tiempo por der cuando las raíces de las legumbres .tienen dos dias. Después de una aurora boreal suele un gusto fastidioso después de haber reinado haber ocho ó diex días de buen tiempo, sin lluvia el viento Sur, y cuando exisiten en [Se fioncluirá.) el aire muchos átomos infectos: ó, en í'm, cuando se mulliplican mucho los reptiles , Jas r a nas , las moscas, los grillos , langostas etc. METEOROS ACUOSOS, SIGNOS » E LLUVIA Y BÍJEN TIEMPO, Sacados de l a atmósfera. Todo el mundo sabe que cuando sopla el viento y el tiempo está nublíido suele llover lyego;; pero no sou tan comunes jas obscrvaeiojipssiguientes : sue^ le llover cuando ias nubes so amontonan eomo rocas unas sobre otras? cuando vienen del Sur y cambian á menudo do dirección, y caando son numerosas á| Nord-Esjle por l.a tarde. Se ha notado también gue cuando son negras y vienen del Egte an^náan lluvia por la noche, asi como la anuu^au por Ja magaña cuando vienen deí O&s&p.. (cuando se parecen las nubes á vellones de 1 aua son indicio de iínyia h Los dos ó tres días:; y SÍ se acumulan hacia el Mediodía venidas del Sud-Oeste , lo son de b o r rasca , es decir, de viento y lluvia por Ja noche(aiando ha llovido mucho en un país cercano al. en que uno habita , particularmente en el estío, so forman muchas capas de nubes, í o cual denota lluvia de poca duración, Tambíeu es do escasa duración la lluvia cuando el cielo está cubierto de nubes á la maftaua, y él aire pérmanece tranquillo y los rayos del sol penetran las nubes. Lo que llaman cielo empedrado después de salido el sol promete buen día, pero también anuncia lluvia temprana. Cuando la lluvia empieza una hora ó dos antes de. salir el sol denota buen m o d í o - d í a ; pero si llovieso una hora d e s p u é s , se ha observado que suelo llover todo el dia. Sacados del arco I r i s . El Iris después de gran sequedad denota lluvias fuertes y súbitas; si domina en ól el color verde la lluvia sola; si el rojo lluvia y viento; si parece roto t e m pestados ; si á Modiodia mucha lluvia ; si aparece al Occidente llu's ias v truenos. Se ha creído Régriimcsn «le las jppc|M*iBÍ«io«c». Existen relaciones entre las ideas que deben existir también entre tas palabras que las represeníaB « que han sido espresadas en las lengwas de dos maneras diferentes, por la d e c l i nación y por las preposiciones. La primera conocida en las lenguas antiguas lia caído en desuso en las modernas. Breve sin embargo, concisa j elegante da á los idiomas griego y latino inmensas ventajas sobre los actuales por su variedad , armonía y belleza. También los a n t i guos conocieron las proposiciones ; poro íue— ron mas parcos en su uso y no bay en sus obras tantas palabras cortas, faltas de sonoridad y de cadesacia como en las de nuestros escritores. Es muy común asegurar que las preposiciones rigen a} nombre; mas á poco que en este asunto se medite, se verá que las preposiciones no llevan los nombres en pos de sí porque los r i j a n , sino porque son un medio de que se vab n oirás palabras para espresar la de pendencia en que respecto de ellas están constituidos Jos nombres. Régimen es para la voz que rige, la necesidad que tiene de llevar otra en pos de s í , para que complete su significación , y para la regida la dependencia en que se halla respecto de la regente. Si se examinan todos los casos en que los nombres van p r e cedidos de preposición se verá que esta no es mas que un medio de régimen, y que la voz regente es la que precede á la preposición. Cava de J a a n : en este ejemplo no es la preposición de la que rige á J u a n , porque la relación que se quiero espresar existo entre Juan y c a p a , y la palabra de signilica solo ta naturaleza de la relación que une las otras dos. Pedro murió por la pascua: aquí la palabra regente es m u rió v la regula pascua, limitándose las luucio- — 183 — ncs de la preposición por á espresar que la relación de tiempo es la que enlaza las dos voces entre q\ne se ce»lo<í». En «ni»íest|í»tci\i afro» ejemplos observaríaM m siempre lo rísís-mo, pon|tte esi»nda á c s l í n i m l» preposición para espres»r reUkd'evte»^ e» eonseettenci» precisa el qac baya dos palabras que estén retaeiosiadía» enlre s í , y de la* CÍ5.(t— íes una necesite » I» otra pasra coTÉSpíetar su sígmfíeaeíon, Ctíando tremo» dlieho» que las palabras regidas compíetsrs la sígnífteacion de las regentes, no queremos^ dar á entender que estas no es— presariarí nada »ín aquellas, porque es i n d u dabíe que la ve* capa significa una cosa de la que formamos una idea clara sin necesidad de añadir á quaen pertenece. Nuestro propósito c* qne para espresar una Mea determinada, qpite no' queremo» qme se con-fenda con otra y que para ser entendida ha menester de una que la completé, se necesita de erdfaxario no s o lo ía palabra que la espresa direetamente, sí—' no también que redondee sw significación. Hay ademas algunas: voces que no servirián para nada sin otras- que llevan en pos- de s í , tal 0$ propenso que necesita siempre isna pafafea es^presa ó tácita que la sirva de c'oinpfementov Las relaciones- que hay entre las ideas m u casi innumerabíes', por eso parecerá estraño qwe siendo reducido el núanero de las preposiciones conocida» en las lewgtias' {yftedbn servir de medio (fe régimen^ ó lorcgó®' «s»lo mism o , sean capaces de espresaslas íodas. Pero desaparecerá fácífmente la estrañeza', si consideramos que hay preposición qwe tiene veinte significaciones distintas y que' varíande sentido según la diversa posición que ocupa. Ademas n o leñemos la fortuna de que'nuestras lenguas sean tan ricas m üao¡ comp-lete como era preciso para que f u e s e n u » espejo fiel de las ideas. Itesgraciadamente tropezamios todos los dias coi» esa escasez deplferable que aboga la imaginación y quita la exactitud al entendimiento Concfuiremos con lo que hemos dicho ya^: es un error decir que las preposiciones rigen los nombres; no son mas que un medio de régimen de que se vale la palabra regente para anirse con la regida.—Santiago Diego Ma— irazo.- m m m m. u m m DE LOS TEMPLARIOS. Poco fi/me quediS el principado de íerusa- len después que en 15 de julio de 1099 cayó esta ciudad , santificada por los hechos y pasión de Cristo , en poder de los cruzados, cuyo jefe Gofredo de JíouiHon debe especialmente su i n nlortaJídad al Genio del Tasso. En vez de fundbr tm gobierno fuerte y vigoroso capaz de sostener vícloriosamenle í» fúcb» con el poder agareno, dividiéronse tos eirmaém en pequeño» estados, y í» disG©rdía no fardó mucho en señorearse del ánimo inculto y mal sufrido de aquello» guerreros. Así es que fos erísfí^uos vivían en una continua y peligrosa conlíeuda, hasta el estremo de haber sido preciso que ios religioso», cuyo primer instituto fue el socorrer á los enfermos y heridos , tomasen la* a r mas y se convirtiesen en soldados. Este fue el orfgen que por el año de 1118 tuvo la milicia d é l o s templarios yts&mhre que toffirarou por tener su convento en el sitio que en o í r o tiempo fuera el templo de Salomón. Aquellos homlwres,- á un tiempo anacoreta» y soldados , tenian por divisa una cruz roja con dos traviesas sobre manto blanco , y en breve la cruz roja se b&o temiMe en los combates, é inspiró recelos á los potentados ^ i r la inmensa- opulencia que llegó á atcaflzar fa órden. Nada tiene pues de entraño eí que ía vida licenciosa del soldado contaminase las virtudes del religioso, y que1 ía ambición y el orgullo campeasen en lugar de la humiídad y pobreza de que debieran hacer gala los caballeros deí templo. Fuese efecto de personales resentimientos, ó afición á las riquezas de aquella órden,-lo cierto es que su ruina estaba resuelta én eí ánimo de Felipe el Hermoso , rey de Francia^ Dos foragidos encarcelados por sus CFÍmenes, Squin de FloriaM y NofSófcmiplario apóstata,. solicitaron su ittdMto actuando á los templarios, y esto solo basló para que en v i r t u d de una ó r den secreta fuesen fuestes en prisión todo» los de aquel reino el Í3* die octubre del 13094.. Ofeervóse en Francia lo que despüe» entre nosotros se hizo con ía no menos temible m i l i cia de fos jesuítas *. en u n mismo día se mandó abrir un {diego cerrado , y aquel pliego o r d e naba la rigorosa prisión de los templarios. Delitos nunca oídos , análogos solo á la rudeza de tos tiempos , eran Tos- que se les imputaban; decíase que renegaban de Cristo- y de ía V i r gen , que esearneeian la sagrada señal de la redención , que con reprobados cultos adoraban un ídolo de tre» cabezas , y que'desenfrenados en la torpeza eran entre ellos comunes ciertos' vic ios que ni aun referir es decoroso. No es yas preciso eu nuestros dias emprender la defensa —1S i - estas ... ^ remos solo las 'iras del mismo crédulo Mariana. «Nece— . ..no es que conleseinos, dice, que las r i q u e zas con 'que se engrandecieron sobremanera fueron causa de su perdición , sea por haberse eon lauta sobra de deleites amortiguado en ellos aquella nobleza de virtudes y valor con que dieron cabo á tan esclarecidas hazañas asi en el mar como en la tierra , sea que el pueblo a r diese de envidia por ver su pujanza, y los p r í n cipes por esta vía quisiesen gozar de aquellas riquezas.» Siguióse la causa con rigor, habiendo el papa Clemente V . examinado personal— menté sesenta y dos caballeros; y'por ú l t i m o , después de haber sujetado á tormentos á mas de ciento, fueron quemados en París c i n cuenta y nueve, cutre ellos el gran maestre J. Mola y , de quien se asegura que en el m o mento de sufrir aquel tremendo suplicio p r o testó ¡a inocencia de la órden. La persecución se hizo general, llegando también á los templarios que en nuestro pais tenían doce conventos con numerosos pueblos y riquezas. En Aragón acudieron á las armas para defenderse, sucumbiendo por último en la plaza de M o n zón. En Castilla fueron citados á juicio , y venlilaila su causa en un concilio celebrado en míe i! ra ciudad de Salamanca al que asistieron el arzobispo de Sántiago y los obispos de L i s boa , de la Guardia, de Zamora, de A v i l a , de Ciúuad-Rodrigo, de Plasencia, de Mondoñedo, de Astorga , de Tuy y de Lugo , fueron por unánime acuerdo absueltos. Sin embargo, la estincion de la órden fue llevada á cabo. Parte de sus bienes se dieron á los caballeros de R o das , y en España á los de Calatrava. Asi terminó aquella órden poderosa, que merced á la persecución que sufrió y t tmblen á sus hechos, ha dado margen á que tal vez se la presente con novelescos colores. ¿Cuál fue la verdadera causa de su ruina? No la encoutr¿imos nosotros en esos vergonzosos escesos que se la atribuyen y que juzgamos exagerados aunque cierto sea que la relajación cundiese en las lilas de aquella milicia. Cayeron porque su época era pasada, porque nacidos en el suelo de la Palestina, junto al sepulcro de Cristo, allí debieron perecer también. Destinados á defender aquella santa jova , ¿qué venían á hacer en estos remotos países? A mezclarse en las ^•ingríentas contiendas de los reyes y de los pueblos , á formar una sociedad independiente y poderosa en medio de sociedades habitualmente conmovidas, á aumentar asi los elementos de desurden. Por eso los revés, que trabajaban ya por constituir la unidad monárquica , destruyeron la órden como uno de los obstáculos que se les oponían. Su caída, pues, fue justa en este concepto , porque no ^ran ya provechosos á la causa de la civilización, porque su misión se había terminado, y esa es la vida de todas las instituciones. Su caida fue justa, si bien los detalles de la ejecución fueron inicuos. — ^1. G i l Sanz. En la librería de Moran se hallan de vem las obras siguientes : El Ben Ezra , Venida del Mesías en gloria j majestad , cinco tomos , 90 rs. Torono , historia de España , 130 rs. Las M i l y una noches , Cuentos árabes , 40 cuadernos. E l Quijote , lujosa edición, con 800 grabados. Historia de Napoleón, igual edición , con 500. Gil Blas , igual á las dos anteriores, con otro» 500 grabados. Biblioteca infantil, 12 tomos, en 16. E l Abuelo, obra dedicada á la instrucción do la infancia. Noches de Torcuato Tasso, un tomo en 8.° Nuñez , Ciencia social, un tomo en 4 . ' Nuñez Taboada , Dicionario francés español y español francés, dos tomos, 60 rs. Hay también un gran surtido de libros e n blanco, rayados, de todos tamaños, á precios arreglados, y un surtido de papel de todas las fábricas del continuo de España, y de varias del antiguo, todo muy arreglado. SALAMANCA: IMPRENTA I>K MORAS- uu