Análisis de Leyes en torno a la Absoluta Penalización del

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Análisis de Leyes en torno a la
Absoluta Penalización del
Aborto en El Salvador.
Los casos Beatriz y Sonia
Claudia Mena Quintanar
Instituto de Estudios de Latinoamérica
Trabajo de Examen 15 hp
Estudios de Latinoamérica (180 hp)
Ciclo de Otoño 2013
Supervisor: Maria Luisa Bartolomei
Analysis of Laws related to The Absolute Criminalization of Abortion
in El Salvador. The cases of Beatriz and Sonia
Examinador: Magnus Lembke
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Análisis de Leyes en torno a la Absoluta
Penalización del Aborto en El Salvador.
Los casos Beatriz y Sonia
Claudia Mena Quintanar
Resumen
El presente estudio es un análisis de los casos Beatriz y Sonia que ejemplifican la problemática de la
violación al derecho de la autonomía del propio cuerpo de la mujer cuando se aplica la absoluta
penalización del aborto en El Salvador y se analizan los aspectos en los cuales dos leyes, que
garantizan los derechos de la mujer, entran en discordancia con dicha penalización. Como
fundamento teórico se exponen las nociones de la autonomía del cuerpo, los derechos de la mujer y se
hace una breve discusión en torno al conflicto moral que existe entre el derecho a la vida del
nasciturus.
Se parte de la hipótesis de que la penalización del aborto es una violación de los derechos de la mujer
y las preguntas principales de la investigación son ¿Cuáles son los derechos humanos de las mujeres
que pueden ser violentados cuando se aplica dicha penalización? y ¿Cuáles son las contradicciones
entre la penalización del aborto y la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación
contra las Mujeres y Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres? Para el
análisis y la interpretación del material se hace uso del Método de Estudio de casos y el Análisis de
Contenido Cualitativo. Se concluye, entre otras cosas, que la penalización del aborto es una norma
que reproduce valores discriminativos y de dominación que subordinan a la mujer.
Palabras Claves
El Salvador, Aborto, Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva, Autonomía, Género, Código Penal.
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Índice
Capítulo I. Introducción. ........................................................................ 4
1.1 Presentación. ............................................................................................... 4
1.2 Objetivos ..................................................................................................... 5
1.3 Preguntas de Investigación ............................................................................ 5
1.4 Metodología y Material Empírico ...................................................................... 5
1.5 Limitaciones ................................................................................................. 8
1.6 Disposición ................................................................................................... 9
Capítulo II. Marco Teórico .................................................................... 10
2.1 Introducción ................................................................................................10
2.2 Presentación de Conceptos ............................................................................10
2.3 Autonomía ..................................................................................................11
2.4 Derechos Sexuales y Reproductivos ...............................................................13
2.5 Aborto ........................................................................................................16
Capítulo III. Marco Contextual ............................................................. 20
3.1 Introducción ................................................................................................20
3.2 Salud Sexual y Reproductiva en El Salvador (SSR) ...........................................20
3.3 Mortalidad Materna ......................................................................................24
3.5 Leyes contra la Discriminación hacia las Mujeres en El Salvador .........................28
Capítulo IV. Casos Beatriz y Sonia ........................................................ 33
4.1 Introducción de Casos. .................................................................................33
4.2 BEATRIZ .....................................................................................................33
4.3 SONIA ........................................................................................................37
Capítulo V. Análisis ............................................................................... 40
5.1 Introducción. ...............................................................................................40
5.2 Efectos de la Penalización del Aborto sobre Derechos Humanos de Beatriz y Sonia
.......................................................................................................................40
5.3 Aspectos contradictorios entre penalización del Aborto y Derechos de la Mujer en
Legislación Salvadoreña. ....................................................................................45
5.4 Conclusiones ...............................................................................................48
Bibliografía ....................................................... ¡Error! Marcador no definido.
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Capítulo I. Introducción.
1.1 Presentación.
En El Salvador se instauró la absoluta penalización del aborto en todas sus formas en el Código Penal
en el año 1998. Después de haber sido lícito el aborto terapéutico, ético y eugenésico entre los años
1973 y 1997, varias investigaciones afirman que las mujeres han sufrido graves consecuencias por
causa de dicha ley, debido a que se ejerce coercitivamente y vulnera los derechos de las mujeres
salvadoreñas. En el 2012 El Salvador cerró con una tasa de mortalidad materna de 42.0 por cada 100
mil nacidos vivos (según el Ministerio de Salud Pública Salvadoreño (MINSAL 2013: 4) y según la
Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico en El
Salvador (Agrupación 2013:10). Una de las principales causas de la mortalidad materna es
precisamente la penalización del aborto. Esto no se debe únicamente al peligro de los abortos
clandestinos, sino que también a la elevadísima tasa de suicidio de mujeres embarazadas que en el
2011 representó la tercera causa de muerte materna (Agrupación 2013:10).
Según varias investigaciones, la absoluta penalización del aborto en El Salvador, desde un enfoque de
derechos humanos, puede situar a la mujer, por lo general de escasos recursos, en una situación de
riesgo, vulnerabilidad y desigualdad.
El presente estudio presenta dos casos de la vida real en los cuales dos mujeres han sido víctimas de
violaciones a sus derechos humanos por causa de la penalización del aborto. También se presentan y
analizan las formas en que dicha penalización es discordante con leyes nacionales que protegen y
garantizan los derechos de la mujer.
Se plantea la perspectiva de la penalización del aborto en El Salvador vista como una forma de
violencia contra las mujeres, basándose en dos casos reales. También se presentan los fundamentos
teóricos de la autonomía del cuerpo que dan una visión de las implicaciones que la criminalización del
aborto ejerce sobre los derechos humanos de las mujeres desde una perspectiva de género.
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1.2 Objetivos
El objetivo del presente estudio es exponer y analizar dos casos de la vida real en los cuales la Ley de
Penalización del Aborto, en su implementación concreta, ha implicado serias violaciones a los
derechos humanos de las mujeres en El Salvador.
Dichos casos son los de Beatriz y Sonia, se
pretende presentar el desarrollo del proceso legal, sus implicaciones y los efectos que estos tienen
sobre los derechos y las vidas de las dos mujeres.
Se pretende hacer un análisis de la penalización del aborto en El Salvador que se implementó en el
Código Penal en 1993 y los aspectos en que ésta penalización se contradice otras dos leyes que
garantizan los derechos de la Mujer en El Salvador. Dichas leyes son la Ley de Igualdad, Equidad y
Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres, Decreto No. 645, 2011 y la Ley Especial
Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, Decreto N 520, 2011.
La hipótesis de esta investigación es que la penalización del aborto consiste en una violación de los
derechos de la mujer garantizados por las leyes: Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la
Discriminación contra las Mujeres y Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las
Mujeres.
1.3 Preguntas de Investigación
Se plantean las siguientes preguntas de investigación:
¿Cuáles son los derechos humanos de las mujeres que pueden ser violentados cuando se aplica la ley
de la penalización del aborto en El Salvador?
¿Cuáles son las contradicciones entre la penalización del aborto y las leyes, antes mencionadas, que
garantizan otros derechos humanos de la mujer y cómo se ven reflejadas estas contradicciones en los
casos de Sonia y Beatriz?
1.4 Metodología y Material Empírico
La metodología de la presente investigación es un estudio cualitativo de casos múltiples. La razón por
la cual se hace uso de esta metodología es, entre otras, porque según Battacherjee en Social Science
Reasearch: Principles, Methods and Practices expone que, (traducido al español del inglés por la
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autora) “el estudio de caso puede ayudar a derivar una interpretación más rica, contextualizada y
auténtica de un fenómeno de interés mejor que cualquier otra metodología por su habilidad de
capturar un amplio abanico de intereses de información contextual” (Battacherjee 2012:93). Es de
suma importancia para esta investigación, hacer uso de una metodología que permita profundizar en
las causas, consecuencias y las aplicaciones de las leyes que se presentan en la vida cotidiana de las
mujeres en El Salvador debido a que únicamente a través de un análisis de este tipo, se puede reflejar
la realidad social en toda su complejidad.
La razón por la cual se hará uso de casos múltiples, específicamente dos casos, es porque según Robert
K. Yin (Yin 2007:76) afirma en su obra “Estudios de Casos: Diseño y Aplicación” que, “Un diseño de
caso único es vulnerable (o débil)… las conclusiones analíticas que se deducen de dos casos
independientes, como dos experimentos serán más sostenibles que los que derivan de un solo caso
único o un solo experimento… Si a pesar de las distintas circunstancias se llega a las mismas
conclusiones a partir de los dos casos, el resultado sería significativamente más generalizable que el
resultado que se puede obtener de un solo caso” (traducción del inglés al español por la autora).
Los casos que se investigarán serán los de “Beatriz” y “Sonia” a las cuales se les llama así para no
publicar sus nombres, aunque han sido casos que han recibido mucha difusión en El Salvador. “Sonia
T” es una mujer proveniente de un área muy pobre de El Salvador, donde no hay hospitales y la
atención médica es escasa. Al sufrir de un parto prematuro y no asistido en el 2005, es llevada de
urgencia a una unidad de salud en la cual el doctor la denuncia a la policía por aborto. Sonia es
condenada a 30 años de prisión acusada de homicidio agravado. El caso no tuvo mucha publicidad y
“Sonia T” permaneció en prisión durante siete años (Comité de las Naciones Unidas de los Derechos
Humanos 2010:14).
“Beatriz” es el caso de una joven de 22 años que sufre de Lupus Eritematoso Sistemático y se
encuentra en estado de embarazo en el cual el feto presenta anencefalia (Recurso de Amparo 20136000-145). Dicho padecimiento del feto es incompatible con la vida extrauterina y consiste en un alto
riesgo de muerte materna por lo cual se presenta un recurso de amparo a la Corte Suprema de Justicia
de El Salvador. El caso fue extremadamente mediatizado y varios organismos internacionales se
pronunciaron ante la negligencia del Estado salvadoreño para salvarle la vida a Beatriz (El Faro 29
Mayo 2013:1).
La razón por la cual se seleccionan estos dos casos es por sus similitudes y diferencias. Lo que ambos
tienen en común es que se trata de situaciones en que la mujer ha sido despojada de su derecho a la
autonomía del cuerpo, aspecto teórico fundamental de este estudio. La diferencia es que en el caso de
Beatriz hubo una movilización extrema de sectores de la sociedad salvadoreña así como
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organizaciones internacionales que se pronunciaron para que ella pudiera realizarse un aborto y
salvarle la vida.
En el caso de Sonia, la movilización de la mayoría de los sectores de la sociedad, especialmente el
sector de salud pública y el sector de justicia, consistió en discriminar a Sonia, privarla de su libertad
y violar su derecho su derecho a un juicio justo así como sufrir el estigma de la sociedad, porque se le
acusaba de haberse provocado un aborto que al final resultó haber sido un aborto espontáneo
(Comunicado de Prensa 16.08.2013). La razón por la cual se considera que estos dos casos aportan
un valor a la investigación es porque se cree que en ambos casos la sociedad se apodera de la
autonomía de ambas mujeres por razones completamente opuestas pero siempre en circunstancias en
las cuales ellas no pueden tomar sus propias decisiones y en las cuales estas decisiones son
determinantes en sus vidas.
La fuente de información sobre los casos se basa en la recopilación de datos de la Agrupación
Ciudadana por
la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico en El Salvador
(Agrupación), que ha sido la representante legal de ambas mujeres en sus procesos judiciales.
También se hará uso de reportajes del periódico digital El Faro debido a que éste ha realizado notas en
estilo de crónicas del caso Beatriz y ellas están basadas en investigaciones a fondo y entrevistas con
Beatriz.
El estudio de casos se combina con un “Análisis de Contenido Cualitativo” (Bryman 2002: 361)
(traducido del inglés al español por la autora), porque se considera necesario hacer una observación de
las leyes nacionales que pretenden garantizar los derechos de las mujeres y con las cuales la
penalización del aborto se contradice. La investigación es esencialmente un estudio cualitativo porque
se hará un análisis a partir de la interpretación de la autora basándose en fundamentos teóricos de
aspectos sociales del ser humano, como la anatomía, los derechos de la mujer y las leyes. Según Alan
Bryman, autor de “Social Rearch Methods”, se pueden realizar investigaciones científicas basándose
en documentos como fuentes de datos y para que un documento tenga validez para estudiarse
científicamente tiene que tener credibilidad, ser auténtico, representativo y estar lleno de significado
(Bryman 2002: 361). Las leyes salvadoreñas enfocadas en los derechos a la mujer y la parte del
Código Penal que trata el tema del aborto, son los tipos de documentos que se utilizan como fuentes de
datos. Las leyes antes mencionadas que se analizarán en el presente estudio son las siguientes:
- Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres. Decreto No. 645,
2011.
- Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres. Decreto N 520, 2011.
- Código Penal de El Salvador, Artículo 133, 1993.
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La razón por la cual se escogen estas leyes es porque establecen cuales son los derechos de la mujer en
El Salvador y hasta cierto punto se contradicen con la Ley de Penalización del Aborto por lo tanto es
importante analizar en cuales aspectos y de qué forma se contradicen.
Para este estudio se desarrollan, conceptos, definiciones y significados que se consideran apropiados
de autores expertos en temas como la autonomía de la mujer, el feminismo y los derechos humanos de
las mujeres y el aborto.
La parte teórica se basa en los fundamentos de la autonomía por lo cual se ha escogido la obra de
Gerald Dworkin “Theory and Practice of Autonomy” (1988) (traducción del inglés al español por la
autora) y la de Marcela Lagarde “El Feminismo en mi Vida” (2012) para presentar la teoría de los
derechos humanos de la mujer. La razón por la cual se ha escogido a Dworkin como un autor
principal es porque en su obra se analiza el concepto de autonomía del ser humano desde una
perspectiva filosófica, con todas sus implicaciones y complejidad. Se explica que la autonomía se
trata de una noción más que un concepto y aborda las distintas perspectivas desde las cuales se ha
estudiado dicha noción por varios filósofos. Dworkin intenta explicar por qué y bajo qué condiciones
se debería de restringir la autonomía de las personas y cómo las políticas públicas deberían de incidir
en ello (Dworkin 1988:13).
Lagarde, por su lado, en su obra “El Feminismo en mi Vida”, expone en qué consiste la identidad del
feminismo y la construcción de la mujer desde una perspectiva de género (Lagarde 2012). También se
enfoca en los derechos humanos como una herramienta para el feminismo que sirve de fundamento
para erradicar la violencia de género. Lagarde también se enfoca en la exclusión de las mujeres en los
ámbitos de poder y explica cómo la mujer no figuraba como sujeto cuando se crearon los derechos
humanos un poco antes del modernismo.
1.5 Limitaciones
La limitación más significativa en este estudio es el acceso a la información del caso de “Sonia T” que
se debe a que no fue un caso tan mediatizado. A diferencia del caso de Beatriz, con el cual se cuenta
con datos oficiales de su proceso judicial, pronunciamientos de organismos internacionales, notas y
artículos periodísticos, etc. en el caso de “Sonia T”, solo se cuenta con información secundaria emitida
por organizaciones feministas y algunos medios de comunicación.
Se considera una limitación el hecho de no realizar la investigación en El Salvador por la falta de
acceso a entrevistas con expertos en la temática a estudiar y a las damnificadas. A pesar de lo anterior,
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mientras el caso de Beatriz se llevó a cabo, la autora de esta investigación realizó una práctica laboral
en el Fondo de Población de las Naciones Unidas en el primer semestre del año 2013 y una de las
funciones del trabajo fue hacer un monitoreo de medios sobre el caso Beatriz diariamente, por lo cual
se obtuvo cierto dominio sobre el tema.
1.6 Disposición
El presente estudio consiste en 4 capítulos, el primero es titulado introducción, el segundo es el marco
teórico, el tercero el marco contextual, el cuarto los casos Beatriz y Sonia y el quinto el análisis. La
introducción trata de introducir al lector en la temática, presentar los objetivos y preguntas de
investigación así como la metodología y las limitaciones de la investigación. En el segundo capítulo
que es el marco teórico se comienza por mencionar brevemente las definiciones de conceptos
importantes en la investigación. Se presentan las temáticas de la autonomía y sus fundamentos, los
derechos sexuales y reproductivos y el aborto.
El marco contextual está basado en las leyes de El Salvador que tienen que ver con los derechos de la
mujer y la penalización absoluta del aborto. Se comienza por introducir la situación actual de El
Salvador en cuanto a la salud sexual reproductiva, la mortalidad materna y estadísticas sobre casos de
mujeres procesadas por aborto. También se hace una presentación de dos leyes que establecen los
derechos de la mujer y de los artículos del Código Penal que establecen la penalización del aborto.
El último capítulo consiste en el análisis de los dos casos y se analiza las implicaciones del proceso
legal al cual Beatriz y Sonia fueron sometidas. También se presenta brevemente la incidencia que
tuvieron otros sectores de la sociedad en el resultado final de los procesos legales. Finalmente en
dicho capítulo se analizan ambos casos y se presentan las conclusiones.
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Capítulo II. Marco Teórico
2.1 Introducción
Los conceptos teóricos presentados en este estudio se basan en trabajos realizados por los autores
Gerald Dworkin y Marcela Lagarde.
Dworkin hace, en su obra,
The Theory and Practice of
Autonomy (1988) (traducido al español por la autora como La Teoría y Práctica de la Autonomía),
una descripción o caracterización del concepto de autonomía y Lagarde en “El Feminismo en mi
Vida” (2012) describe la forma en que el aborto se debe concebir como uno de los derechos
comprendidos dentro de los derechos a la salud sexual y reproductiva. Es importarte entender la
vinculación que existe entre la autonomía de las mujeres y los derechos humanos para ver claramente
la gravedad que implica la penalización del aborto y poder comprenderlo como una violación de los
derechos de la mujer y todas sus repercusiones sociales y físicas.
El tema central de este estudio consiste en concebir la penalización del aborto como una forma de
violencia contra las mujeres. Al exponer y desarrollar el concepto de la autonomía se define cual es el
aspecto, o derecho, que se está violentando al penalizar el aborto y también se puede demostrar con
más claridad la relación que existe entre el derecho a la autonomía con el derecho a la libertad. Al
analizar los derechos humanos y los derechos a la salud sexual y reproductiva como los presenta la
autora Lagarde en su obra, se establecen los fundamentos en que se basan las demandas de un marco
jurídico con enfoque de género que reclama la igualdad de derechos y libertades entre hombres y
mujeres (Lagarde 2012).
2.2 Presentación de Conceptos
Para interpretar más fácilmente ciertos conceptos se presentarán a continuación definiciones breves del
diccionario de la Real Academia de Española (RAE: 2013) y otras fuentes y que serán desarrollados
más a fondo durante el estudio. Se considera importante proveer una breve definición para quienes
nunca han tenido conocimiento de ciertos términos (RAE: 2013).
Autonomía: Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie. (En el caso del aborto se
puede formular que: es la condición de la mujer que es libre de realizarse un aborto).
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Aborto: Interrupción del embarazo por causas naturales o deliberadamente provocadas. Puede
constituir eventualmente un delito.
Código Penal: Texto legal que define los delitos y las faltas, sus correspondientes penas y las
responsabilidades de ello derivadas.
2.3 Autonomía
¿Por qué quienes “toman decisiones” bajo presiones coercitivas deben considerarse como seres
autónomos?
La frase anterior ha sido tomada del epílogo del libro La Teoría y Práctica de la Autonomía de Gerald
Dworkin (Dworkin 1988:368) quien será uno de los autores principales y del cual se basará gran parte
del marco teórico del presente estudio. Dicha frase trata de describir en qué consiste la problemática
de penalizar el aborto, es decir, cómo pueden las mujeres considerarse, hasta cierto punto, libres, si son
obligadas a llevar a cabo embarazos forzados, por imposición de la ley.
El termino autonomía viene del griego “auto” (sí mismo) y “nomos” (ley) y fue utilizado para hacer
alusión al Estado de Grecia. Se consideraba una ciudad como autónoma cuando sus ciudadanos tenían
la capacidad de crear sus propias leyes sin estar bajo el control de ningún otro poder (Dworkin
1988:12).
La autonomía es un concepto esencial para describir y analizar el tema del aborto debido a que es la
base para fundamentar, responsablemente, el aspecto moral en que entra en discusión al abordarlo, sin
recurrir a doctrinas o convicciones simplistas.
La autonomía se ha estudiado desde varias perspectivas. Cuando el autor Gerard Dworkin hace un
pequeño recuento de las perspectivas de filósofos que han trabajado dicho tema, como por ejemplo
John Rawls, Thomas Scanlon, Robert P. Wolf y Ronald Dworking, describe que la autonomía tiene
un aspecto en común que todos comparten y es que el concepto de la autonomía ha surgido como una
idea matriz en la “filosofía moral aplicada y especialmente en la biomedicina. Los debates en torno al
consentimiento informado y su existencia se tratan de la autonomía del paciente (Dworkin 1988:4).
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El consentimiento informado se trata de que, en la medicina, los médicos tienen que obedecer a la
voluntad del paciente en cuanto a sus decisiones y en cuanto a su propio cuerpo.
Dworkin cita a Immanuel Kant en su obra para describir que “la moral autónoma es una combinación
de libertad y responsabilidad; es una sumisión a leyes que uno mismo ha hecho para sí mismo. El
hombre autónomo, en la medida en que es autónomo, no es sujeto de la voluntad de otros” (Kant
1988:5). La frase anterior intenta aclarar un poco más la noción de la autonomía, explicando que la
persona humana tiene sus propias convicciones e ideales que rigen su comportamiento, y su grado de
autonomía reside en su capacidad de poder actuar según esas convicciones sin interferencia de los
ideales o convicciones de otras personas o de la mayoría.
Dworkin explica que los humanos son seres naturalmente autónomos y que esta autonomía se da en la
medida en que es capaz de decidir lo que piensa así como de realizar y justificar sus actos a partir de
ese pensamiento.
Esa autonomía también consiste, en su posibilidad de liberarse de ciertas
imposiciones que se le aplican a las personas en diversas circunstancias de la vida así como en su
capacidad de decidir cuál es su “moral individualidad” (Dworkin 1988:5)
La penalización del aborto es un problema de desigualdad de género que se puede explicar a través de
la noción de la autonomía. Según Dworkin, “actuar autónomamente es actuar desde principios que
nosotros hubiéramos consentido o aprobado como seres libres y equitativamente iguales” (Dworkin
1988:6). Esto, aplicándolo a la problemática de este estudio, implica que la penalización del aborto es
la expresión de un principio generado por una gran cantidad de personas en la sociedad que
desaprueba el aborto, pero que se obliga a ser materializado en las mujeres, por lo cual, es una
vulneración a la libertad de la mujer y la posiciona en un lugar desigual al hombre ante la ley. “Yo, y
yo solamente, soy en últimas instancias responsable por las decisiones que tomo y soy en ese sentido
autónomo” (Dworkin 1988:6).
Lo que varios autores tienen en común sobre la autonomía es que es una característica de las personas
y una cualidad deseable de tener. Los problemas que pueden surgir al tratar de definir la noción de la
autonomía pueden ser varios, es precisamente por eso que se hace uso del término noción y no
concepto. Definir conceptos filosóficos que tienen un alto grado de complejidad implica despojarle
esa complejidad y por eso el autor decide hacer una caracterización del concepto en vez de definirlo
(Dworkin 1988:7).
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2.4 Derechos Sexuales y Reproductivos
Según Lagarde la norma jurídica de la sexualidad que se ejerce sobre la autonomía y libertad sexual de
las mujeres se encuentra en peligro en la modernidad, debido a que el feminismo ha fundamentado que
la sexualidad femenina no está al servicio de otros ni bajo dominación y se han puesto las bases para
que las mujeres se apropien de su sexualidad. Pero no fue hasta en 1994 cuando en la Conferencia
Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo la salud sexual y reproductiva fue reconocida
“como asunto de salud pública, base del acceso al desarrollo y derecho fundamental de las mujeres. Se
establecieron garantías a la maternidad elegida, así como para la atención sanitaria de las mujeres y el
acceso al aborto y la contracepción, como sustento del derecho a la libre determinación sobre el propio
cuerpo” (Lagarde 2012:505)
En el año 2011 el Relator Especial de las Naciones Unidas, Anand Grover, realizó un informe sobre
“El Derecho de toda Persona al Disfrute del más Alto Nivel Posible de Salud Física y Mental”. En
dicho informe describió que “la determinación de un Estado a tener conductas que sancionan y su
priorización en su persecución, corresponde a la mayor expresión de poder de un Estado: la de
sancionar conductas que no admite, pues las considera incorrectas, o dañinas para otros individuos o la
sociedad. No obstante, el poder sancionatorio de un Estado para regular conductas tiene un límite: la
dignidad humana y el efectivo goce de los derechos humanos” (Naciones Unidas, 2011:7). Según
Herrera y Landa la criminalización absoluta del aborto es un claro ejemplo de donde ese límite se
traspasa y donde el Estado intenta apropiarse del control de las vidas y decisiones de las mujeres y su
salud como, por ejemplo, cuando se prioriza la vida del no nacido sobre la vida de la mujer (Herrera y
Landa 2011:71).
Se considera que durante la historia, las mujeres han tenido más obligaciones y deberes que derechos
en el marco jurídico y se ha tratado de intervenir en dicho marco para establecer nuevos derechos, lo
cual ha contribuido al proceso de democratización del Estado. A través de los derechos humanos se
puede ampliar la democracia y los derechos de los excluidos como en el caso de las mujeres (Lagarde
2012:92).
Lagarde expresa en su obra que en diciembre de 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas
emitió la “Declaración sobre la Eliminación de Violencia contra la Mujer” y en su primer artículo
define a la “violencia contra la mujer” de la siguiente forma: “todo acto de violencia basado en la
pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
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sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada” (Lagarde
2012:185).
Ese mismo año la ONU emitió la Declaración Internacional sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer y en su introducción expresa que “…la violencia contra la mujer constituye una
manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han
conducido a la dominación de la mujer, y que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos
sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación -respecto del
hombre” (Lagarde 2012:191).
Al igual que las declaraciones antes mencionadas existe la Convención de Belem do Pará, 1996
(Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer) y otras
que defienden el derecho de la mujer a una vida libre de violencia y que han propiciado en algunos
países desarrollar un marco legal para establecer leyes nacionales que garanticen este derecho.
Lagarde sostiene que los movimientos de mujeres y feministas han defendido la integridad y la
libertad de las mujeres con el apoyo de la “concepción filosófica y ética de los derechos humanos” lo
cual ha legitimado su esfuerzo. Este aporte consiste en la tesis que reconoce a los seres humanos tanto
hombres como mujeres como equivalentes y sujetos de derechos humanos (Lagarde, 2012:189).
A pesar de eso, según Lagarde, en muchos países dado el subdesarrollo socioeconómico, las entidades
estatales y no gubernamentales así como diversos sectores de la sociedad, son regidas por hombres de
mucho poder, que defienden y conservan su “derecho” a discriminar, oprimir y violentar a las mujeres
(Lagarde 2012:186).
Desde sus inicios, el feminismo ha enfatizado en su crítica que las mujeres no han formado parte de la
toma de decisiones en el contrato social en el cual los seres humanos acuerdan cuáles son sus derechos
y sus obligaciones y principalmente no lo han hecho a partir de su condición de mujer y todas sus
implicaciones. Esto ha permitido la creación de leyes en las cuales se ve reflejada la discriminación de
género (Lagarde 2012:302). El feminismo ha procurado visibilizar la violencia en todas sus formas y
se han hecho avances como por ejemplo con la formación de los Tribunales Mundiales Sobre
Violaciones de Derechos Humanos de las Mujeres, Viena (1993), El Cairo (1994), Copenhague (1995)
y Beijing (1995), y en los cuales se ha trabajado en identificar la violencia de género como una
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violación a los derechos humanos (Lagarde 2012:191).
Se trata de tribunales organizados por
movimientos feministas en ocasión a las conferencias mundiales de las Naciones Unidas.
La Plataforma de Acción de la Conferencia Mundial de Beijing en 1995 aborda en su declaración la
necesidad de establecer, de acuerdo a las condiciones especiales de cada país, condiciones que
permitan la erradicación de la violencia contra las mujeres para es desarrollar la democracia y la paz.
Esto implica que se deben enlazar los esfuerzos y trabajar conjuntamente los sectores civiles,
gubernamentales y organismos internacionales para impulsar políticas con perspectiva de género
(Lagarde 2012:192).
Las leyes que surgieron a partir de ese esfuerzo, especialmente en algunos países de Latinoamérica,
fueron enfocadas a la violencia intrafamiliar y se limitan al derecho de familia. De esta forma se limitó
el planteamiento de la de violencia de género que se presenta en las relaciones sociales reducida al
ámbito familiar. Esto implica que la protección a las mujeres depende de su estado civil y hasta cierto
punto de la perseverancia de la familia, es decir que estas leyes no abarcan toda la dimensión de la
violencia de género y no se enfocan en combatir las causas de dicha violencia para prevenirla sino en
ser reactivas en vez de proactivas (Lagarde 2012:192). Según la autora de este estudio, se considera
que, la relación que existe entre esta temática con los derechos sexuales y reproductivos es que, desde
un punto de vista de derechos, ha existido y existe, en Latinoamérica, la concepción de que la
violencia contra la mujer no puede ser ejercida sobre el cuerpo de la mujer de forma sexual o
reproductiva, o en el caso de que lo sea, no se refleja en un marco legal, por lo cual no existen leyes
que las protejan en ese aspecto. Las leyes se limitan a protegerlas de la violencia intrafamiliar
únicamente.
El problema de erradicar la violencia de género cuando está inmersa en la estructura social es que,
como se mencionaba anteriormente, dicha violencia también está inmersa en las relaciones políticas,
por lo tanto se requiere de varias dimensiones de política para eliminarla. La violencia jurídica no
reside únicamente en el Estado que ejerce la coerción sino que también en sus protagonistas los cuales
frecuentemente fomentan el machismo, miedo, daño e impunidad (Lagarde 2012:223).
La violencia de género se vuelve impune cuando las instituciones que deben de garantizar la seguridad
de las mujeres reproducen comportamientos y patrones discriminativos hacia las mujeres y se les da
un trato autoritario y violento a los ciudadanos. La multidimensionalidad de las políticas y leyes
consiste en hacer transformar esta institucionalidad violenta y crear mecanismos que incidan en las
15
percepciones de los individuos que trabajan en las instituciones, crear políticas y leyes que puedan
encarar y solventar todas las formas de violencia de género así como sus causas e implicaciones y
normar la actitudes de quienes administran posiciones o realizan funciones públicas, consiste en
atender todas las manifestaciones de la violencia. (Lagarde 2013: 224) La autora de esta tesis
considera que es importante exponer, como fundamento teórico, la concepción de Lagarde que
presenta la violencia como algo multidimensional y que abarca varios ámbitos como el político,
jurídico y de servicios públicos debido a que lo expone como una razón por la cual se vuelve legítima
la omisión del derecho a salud sexual y reproductiva de las mujeres en el ámbito de salud pública.
Lagarde define a la “Democracia Genérica” desde la perspectiva feminista como la transformación de
las leyes desde una perspectiva de género, y explica que “La perspectiva de género como recurso
analítico implica observar la violencia como mecanismo reproductor del poder que crea desigualdades
de género entre mujeres y hombres, así como de relaciones de dominación de género, control
impedimentos, desventajas y daños para las mujeres y a la par, enormes poderes de género de los
hombres” (Lagarde 2012:201). Esto se relaciona con la penalización del aborto y la salud sexual y
reproductiva en el sentido en que las violencia multidimensional, de la que se habla en el párrafo
anterior, que se ve reflejada en el ámbito jurídico es un mecanismo reproductor de poder que crea
desigualdades de género, aplicándolo a este estudio la penalización del aborto vendría siendo un
reproductor de desigualdad de género que se manifiesta en el las violaciones a los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres.
2.5 Aborto
Morena Herrera y Ana Landa (2011), salvadoreñas expertas en el derecho al aborto en El Salvador,
consideran que el Estado en El Salvador aunque sea laico según la Constitución, implementa políticas
y reglamentos que están impregnados de ideas religiosas y las presenta como universales. Esta es una
forma de darle legitimidad a políticas discriminativas contra la autonomía de la mujer (Herrera y
Landa 2011:71). Cuando se criminaliza el aborto se determina en qué medida las mujeres pueden
tomar parte de sus decisiones en cuanto a la vida sexual y reproductiva y es el único caso en el cual el
Estado obliga a una persona a actuar con ella misma contra su propia vida, porque en el caso de que el
embarazo sea riesgo de muerte, el derecho a la vida del no nacido tiene más valor que el de la mujer.
Por lo anterior la concepción de la democracia y libertad quedan expresadas en la ley de forma difusa.
Además el derecho a la intimidad es desigual cuando una mujer tiene que encarar públicamente un
16
proceso judicial por aborto y las actuaciones del hombre quedan limitadas al espacio privado (Herrera
y Landa 2011:71).
La concepción de la democracia, libertad e intimidad no están expresadas de forma clara en la
sociedad debido a que la penalización del aborto determina en qué medida las mujeres pueden tomar
parte en las decisiones fundamentales que les afectan, el grado de libertad que tienen para decidir su
vida sexual y su vida reproductiva.
“El derecho a la intimidad no se ejerce bajo las mismas
condiciones entre mujeres y hombres debido a que la mujer es obligada a asumir las consecuencias de
sus decisiones, en cuanto a su salud sexual y reproductiva, en el ámbito público”. Dicha afirmación se
refiere a las mujeres que son juzgadas y denunciadas por aborto (Herrera y Landa 2011:71).
Es importante establecer que, según Herrera y Landa, la penalización del aborto también es un
problema de justicia social. Cuando se persigue a una mujer, por lo general de escasos recursos, a
través del sistema judicial y de salud, debido a que los doctores son los que denuncian a las mujeres
que sospechan que se han realizado aborto, es porque la mujer no tiene posibilidades de acceder a
servicios de salud en los cuales se provee la asistencia integral, ética y justa como en el sector privado
sino que tiene que recurrir a establecimientos públicos donde la atención es discriminativa (Herrera y
Landa 2011:72).
Según Herrera y Landa “Los argumentos esgrimidos por las posiciones penalizadoras se basan en
algunos compromisos internacionales firmados por El Salvador en materia de derechos humanos e
infancia, así como en suponer un conflicto de bienes entre el derecho a la vida del feto o el derecho de
la madre a su libertad sexual, considerado éste un bien secundario” (Herrera y Landa 2011:72). La
autora de este estudio considera que el conflicto de bienes al cual se refiere Herrera y Landa, es un
ejemplo de cómo la libertad y autonomía sexual de las mujeres se degrada a un nivel inferior al
derecho a la vida del feto y por ende la mujer es incapaz de ser dueña de su propio cuerpo.
Los sectores que han promovido las políticas públicas que garantizan el derecho al aborto lo han
planteado desde un nivel moral a favor del “derecho a decidir”, entendido como el derecho específico
e individual de las mujeres y consecuentemente “absoluto y fundamental, al cual no se puede
sobreponer el interés social” pero es importante destacar que la dificultad más grande ha sido que los
derechos de la mujer “no son tema de preocupación pública” (Herrera y Landa 2011:73). Los sectores
que tienen posturas progresistas en El Salvador y están comprometidos con la democratización del
Estado no consideran que los derechos de la mujer, específicamente los sexuales y reproductivos, sean
17
valores democráticos sino que se consideran como una parte secundaria de los derechos a la salud que
tiene menos importancia (Herrera y Landa 2011:73). Según la autora de este estudio, considera que lo
expresado por Herrera y Landa anteriormente se relaciona con la autonomía del cuerpo de la mujer en
el sentido de que el derecho a la autonomía no es reconocido por la sociedad y tampoco jurídicamente
como un derecho humano.
Discusión entre posiciones a favor y en contra de la penalización del aborto
Como se mencionaba anteriormente la Constitución Política de El Salvador reconoce como persona al
ser humano desde el momento de la concepción (Art. 1. Constitución Política de El Salvador 1983:1).
Según Morena Herrera y Ana Landa, en El Salvador existen dos grupos predominantes que se
pronuncian a favor de la penalización del aborto, dichos grupos son la “Jerarquía de la Iglesia
Católica” y la “Fundación Sí a la Vida”. El Arzobispado de San Salvador y la Conferencia Episcopal
(formada por Obispos de la Provincia Eclesiástica de El Salvador), que se consideran la autoridad más
alta de la Iglesia Católica en El Salvador, se han comunicado con la Asamblea Legislativa de El
Salvador a través de cartas en las cuales expresan que el Protocolo Facultativo de la CEDAW
(Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer) atenta contra
la vida debido a que promueve el aborto (Herrera y Landa 2011:19). Dicho Protocolo Facultativo fue
firmado en el año 2001 pero no se ha ratificado el Protocolo Opcional que reconoce al competencia de
la CEDAW.
Durante el desarrollo del caso “Beatriz” la Conferencia Episcopal de El Salvador emitió un
comunicado de prensa titulado “Consideraciones Morales y Legales de la Conferencia Episcopal de El
Salvador, sobre el Caso Beatriz” (La prensa Gráfica 28 de Abril 2013). En dicho comunicado se
destacan las siguientes ideas principales que fundamentan la defensa a la vida del nasciturum:
-Dios es el dueño de la vida desde su comienzo hasta su fin y nadie más tiene el “derecho de matar a
un ser humano inocente”.
-Se debe de proteger el derecho a la vida de la persona desde el primer momento de su existencia.
-La Constitución Política de El Salvador establece que el ser humano es “persona” desde el momento
de la concepción, por lo tanto el feto tiene los mismos derechos que cualquier otra persona, niño o
adulto, y estos deben ser reconocidos por la sociedad y por la “autoridad política”. Los derechos del
18
feto no son “subordinados” al de los de las personas nacidas, y no son “concesión de la sociedad o del
Estado; pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona en virtud del acto creador que
la ha originado.”
-“La malformación o enfermedad hereditaria de un feto no equivale a una sentencia de muerte y éste
debe de ser atendido médicamente como otro ser humano” (La prensa Gráfica 28 de Abril 2013).
-La Constitución Política de El Salvador reconoce al nasciturus como persona y nadie debe de violar
la constitución, el nasciturus es una vida inocente y el aborto es un crimen.
La Fundación Si a la Vida es una ONG liderada por Regina Cardenal que representa “Human Life
International” (Vida Humana Internacional) y Alianza Latinoamericana para la Familia. Dichos
organismos son de ideología Opus Dei y en El Salvador su trabajo es a través de la comunicación en
medios de prensa escrita entre otros (Herrera y Landa 2011:19).
Según el jurista Hugo Mata, entrevistado en la obra de Herrera y Landa (Herrera y Landa 2011:19),
las posiciones penalizadoras del aborto consideran que “el derecho a la vida no es un derecho de la
mujer, sino un derecho de toda la sociedad pero y ese derecho de toda la sociedad es discutible ya que
vulnera un derecho individual propio, el de la mujer a disponer de su propio cuerpo” (Herrera y Landa
2011:19). Según Mata, un principio moral no debe de destruir un derecho individual aunque sea un
acuerdo de toda la sociedad, debido a que en un mundo liberal de derecho fracasaría el sistema de
derechos humanos.
Ante el conflicto entre el derecho a la vida del feto y el derecho de la mujer a decidir sobre su propio
cuerpo, el Catedrático de Filosofía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Carlos
Molina Velázquez, sostiene que abortar no es un crimen debido a que a diferencia de las mujeres
embarazadas, los embriones no son personas. Dicho catedrático sostiene que el acto de asesinar
consiste en “privarle de la posibilidad de realizar sus intereses” cosa que no poseen los embriones. Por
eso es que la afirmación de que “la vida humana debe ser protegida desde la concepción no constituye
ningún juicio moral evidente, ya que no habría intereses que proteger, incluso no estaría claro si habría
alguien a quien deberíamos estar protegiendo” (Herrera Landa 2011:19).
19
Capítulo III. Marco Contextual
3.1 Introducción
Dado que este es un estudio de casos, el marco contextual es de suma importancia debido a que una
perspectiva amplia sobre el tema en cuestión permite realizar un análisis más objetivo. El presente
capítulo pretende dar una visión de la situación salvadoreña en cuanto a la salud sexual y reproductiva,
la mortalidad materna, la penalización del aborto y las leyes que garantizan los derechos de las
mujeres en El Salvador.
3.2 Salud Sexual y Reproductiva en El Salvador (SSR)
El 9 de agosto del 2013 entró en vigencia y se publicó en el Diario Oficial de El Salvador la “Política
de Salud Sexual y Reproductiva” realizada por el Ministerio de Salud de El Salvador. La política tiene
como objetivo principal “promover el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, la salud
sexual y reproductiva y sus determinantes en el ciclo de vida” (Diario Oficial Tomo No 396 No 149
2013:12). En El Salvador es la primera vez en la historia que se crea una política de SSR con enfoque
de género pero a pesar del avance, dicha política no menciona el aborto que fue penalizado en el año
1993.
Para exponer los conceptos relacionados con los Derechos Sexuales y Reproductivos, a continuación
se expondrán las definiciones de Sexualidad Humana, Salud Sexual, Salud Reproductiva y Derechos
Sexuales y Reproductivos. La fuente de dichas definiciones proviene de la Política de Salud Sexual y
Reproductiva de El Salvador (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013). Se considera importante
presentarlas literalmente debido a que son las definiciones que el Estado ha establecido sobre la Salud
Sexual y Reproductiva y reflejan sus alcances y limitaciones en El Salvador lo cual será importante
tener en cuanta para el análisis.
Sexualidad Humana: “La sexualidad se define como una forma de expresión integral de los seres humanos,
vinculada a los procesos biológicos, psicológicos y sociales. Es la vivencia subjetiva dentro de un contexto
sociocultural concreto del cuerpo sexuado. Es parte integral de la vida humana y eje del desarrollo. La
sexualidad constituye un aspecto inherente a las personas durante todo el transcurso de su vida. Es fuente de
placer, de bienestar enriquecedor en lo personal, con honda repercusión en lo emocional, familiar y social. Por
todo ello, el derecho al disfrute de la sexualidad, es un derecho humano inalienable, como el derecho a la vida,
a la libertad, a la equidad y a la justicia social, a la salud, a la educación y al trabajo” (Diario Oficial Tomo No
396 No 149, Antecedentes 2013:42).
Salud Sexual: "La salud sexual es la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico,
psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad. La salud sexual se observa en las expresiones libres y
responsables de las capacidades sexuales que propician un bienestar armonioso personal y social,
enriqueciendo de esta manera la vida individual y social. No se trata simplemente de la ausencia de disfunción o
20
de enfermedad o de ambas. Para que la salud sexual se logre es necesario que los derechos sexuales de las
personas se reconozcan y se garanticen (OMS/OPS y Asociación Mundial de Sexología 2000). De estos
conceptos surge el doble enlace existente entre salud y sexualidad. No se concibe el logro de la salud integral de
las personas sin el desarrollo pleno y armónico de su sexualidad. Tampoco es posible su ejercicio pleno y
satisfactorio, si existen situaciones que afectan la salud de las personas en el plano somático, psicológico y
social” (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, Antecedentes 2013:42).
Salud Reproductiva: "La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de
mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus
funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida
sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuando y con
qué frecuencia..."(Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, Cairo 1994). El concepto de la Salud
Sexual y Reproductiva va más allá de la reproducción y la sexualidad, incorpora el marco ético de los derechos
humanos y las desigualdades de género” (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, Antecedentes 2013:43).
Derechos Sexuales y Reproductivos: En el marco de los derechos humanos, los derechos sexuales, incluyen los
derechos de todas las personas a: Decidir de manera libre y responsable sobre todos los aspectos de su
sexualidad, incluyendo el promover y proteger su salud sexual; libres de discriminación, coacción o violencia en
su vida sexual y en todas sus decisiones sexuales, esperar, exigir igualdad, consentimiento completo, respeto
mutuo y responsabilidad compartida en las relaciones sexuales. Los derechos reproductivos incluyen los
derechos individuales y de las parejas a: decidir libre y responsablemente el procrear o no, el número de
hijos/as, el momento de tenerlos, a que intervalo hacerlo, con quien y tomar decisiones sobre la reproducción
libre de discriminación, coacción y violencia. Tener la información, educación para alcanzar el estándar más
alto de salud sexual y reproductiva (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, Antecedentes, 2013:43).
Ésta política reconoce que anteriormente los servicios de salud sexual y reproductiva (SSR) han
existido para garantizar la salud de la mujer en el proceso de reproducción. La idea central de la nueva
política es crear atención primaria de salud con enfoque intersectorial, integral e integrado a lo largo
del ciclo de la vida. Es decir que esta atención debe ser brindada no solamente a las mujeres sino que
también se reconoce que los hombres tienen derecho a la SSR, además se toman en cuenta todas las
determinantes que afectan la SSR.
A continuación se presentarán, en formato de tablas, cifras que describen la situación actual de El
Salvador en cuanto a población, SSR, mortalidad materna y procesamientos por el delito de aborto.
Dichos datos provienen del Ministerio de Salud Pública de El Salvador y del VI Censo de Población y
V de Vivienda, cifras oficiales, 2008.
Tabla 1. Aspectos Demográficos según Censo 2007
Superficie
20,935 km2
Población
5,7,113 habitantes
Densidad
309 habitantes por Km2
(Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013:40)
21
Como se puede observar en la tabla 1 la población en El Salvador es una de las más densas del mundo,
por lo tanto es de gran importancia el tema de la salud sexual y reproductiva porque ésta determina la
densidad poblacional.
Es importante establecer que los datos en este estudio provienen del Ministerio de Salud Pública, por
lo tanto se debe de asumir que son cifras provenientes del sector público de la salud al cual asiste
únicamente personas de escasos recursos y la clase media trabajadora de El Salvador (Diario Oficial Tomo
No 396 No 149, 2013:40).
La SSR en El Salvador, históricamente, ha estado enfocada en aspectos biológicos basándose en que
eran únicamente las necesidades de la mujer, limitadas a aspectos de maternidad las que tenían que ser
atendidas por la SSR. Tenían únicamente un enfoque reproductivo de la sexualidad. También se
excluían a los grupos de otras orientaciones sexuales que no fueran heterosexuales (Diario Oficial
Tomo No 396 No 149, 2013:40).
Tabla 2. Situación de Salud Sexual y Reproductiva en La Niñez
Mortalidad infantil (menor de un año)
16 por 1000 nacidos (más de la mitad corresponde a
mortalidad neonatal que tiene menos de 27 días de nacido).
Mortalidad neonatal a los 7 días de nacidos
80%
(Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013:40)
La autora de este estudio ha considerado importante destacar los índices de la mortalidad materna
como un aspecto importante del marco contextual relacionado con la SSR en El Salvador así como la
mortalidad neonatal debido a que, según la Política de SSR (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013:40),
existe una relación entre ambas y la penalización del aborto en El Salvador. En el apartado de
mortalidad materna se desarrollarán sus causas y se explica la influencia directa que tiene la
penalización del aborto sobre ellas.
Tabla 3. Situación de Salud Sexual y Reproductiva en Adolescencia
Primera relación sexual mujeres menores 15 años
21.8%
22
Primera relación sexual mujeres entre 15 y 19 años.
68.9%
Tasa de fecundidad en mujeres entre 15 y 19 años
89 por 1000 mujeres
Porcentaje de adolescentes con experiencia de embarazo a
los 15 años
8.4%
Porcentaje de adolescentes con experiencia de embarazo a
los 19 años
43.3%
Porcentaje de mujeres entre 15 y 19 años que tiene al menos
un hijo.
18%
Porcentaje de mujeres entre 15 y 19 años que han tendido la
primera relación sexual con hombres 10 o más años mayores
que ellas.
13.5%
Inscripciones prenatales de mujeres adolescentes
36%
Atención de partos en adolescentes
29.1% (En este grupo el 11% correspondió a muertes
maternas).
(Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013:41)
Se considera pertinente exponer las cifras de la situación de la Salud Sexual y Reproductiva en la
Adolescencia debido a que reflejan el contexto de acceso a la salud de las mujeres al exponer los
índices de la población de asisten a ella. También se considera, según la opinión personal de la autora
de este estudio, que es importante exponer las cifras de mujeres menores de edad que han tenido su
primera relación sexual con hombres 10 o más años mayores que ellas, debido a que se puede
considerar como abuso sexual la relación entre una niña de 15 años con un hombre de 25 o más años,
lo cual por ende refleja una forma de subordinación de la mujer ante el hombre y refleja el contexto en
que vive la mujer en El Salvador. También es importante destacar que El Ministerio de Salud reportó
que la primera causa de muerte materna en adolescentes fue la auto infligida, en muchos caso
relacionados con embarazos no deseados (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013:41.
23
Tabla 4. Situación de Salud Sexual y Reproductiva en Mujer la Adulta
hijos por mujer
2.5
Edad media de primera unión conyugal
20 años
mujeres entre 15 y 44 años que usan métodos de
planificación familiar
72.5% (De este porcentaje el 40% usa métodos temporales y
Fuentes de anticonceptivos
56.6% proviene del Ministerio de Salud Pública (MSP)
Inscripción precoz a atención prenatal
76.8% (de ese solo el 69.9% cumple con 5 controles).
Atención de parto hospitalario
84.6% (de estos el 24.9% es cesárea)
Control posparto
52.8%
32.4% permanentes).
(Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013:41)
Se considera que la tabla cuatro es importante para reflejar el contexto de la Salud Sexual y
Reproductiva en El Salvador debido a que se puede observar que existe un alto índice de descontrol en
la atención prenatal y un bajo índice de uso de métodos de planificación familiar, así como en el caso
de los adolescentes, existe un bajo acceso a la salud sexual y reproductiva.
3.3 Mortalidad Materna
Según los antecedentes de la Política de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud de El
Salvador, en el año 2011” la tercera causa de mortalidad en mujeres entre 20 a 59 años fue el VIH y
Sida. De las 6 primeras causas de morbilidad cinco de ellas están relacionadas con el embarazo, parto
y puerperio” (Diario Oficial Tomo No 396 No 149 2013:41).
Las principales causas de las muertes maternas en El Salvador son por hipertensión y hemorragias
postparto. También existen las muertes maternas por causas “indirectas”, dicha denominación se debe
a que la muerte no es por causa del propio embarazo en sí, sino que por razones asociadas con el
24
embarazo y otro problema de salud pre-existente al embarazo. Las principales causas son las “auto
infligidas (las causas auto infligidas son las que son causadas por la misma mujer, en ciertos casos por
para provocar abortos de embarazos no deseados a través de engerimiento de tóxicos), cardiopatías,
lupus eritematoso sistemático, neumonía, cáncer o insuficiencia renal” (Diario Oficial Tomo No 396
No 149 2013:41).
En la publicación “Excluidas, perseguidas y encarceladas” de la Agrupación Ciudadana para la
Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico en El Salvador (Agrupación) se afirma
que según estimaciones de la Unidad de Información, Monitoreo y Evaluación del Ministerio de Salud
de El Salvador (Agrupación 2013:10) entre enero del 2005 y diciembre del 2008 se registraron 19,290
abortos, debido a que el aborto es penalizado, se ha hecho una estimación y los datos no pueden ser
comprobados. El suicidio también es una causa de muerte materna en El Salvador especialmente en
adolescentes. El 57% de las muertes maternas en niñas y adolescentes son por causa de suicidio
(Agrupación 2013:22).
3.4 Penalización del Aborto en El Salvador
Según la Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra la Mujer sus Causas y
Consecuencias 2004, es de extrema importancia que el acceso a los servicios de salud sexual y
reproductiva, como lo es el aborto, sea garantizado para solucionar el problema de violencia contra las
mujeres (Agrupación 2013:21). Se considera como un problema de violencia debido que al no tener
acceso al aborto las mujeres son víctimas de discriminación, opresión y dominio, por no poder decidir
sobre sus propios cuerpos, por estas sometidas a leyes que las obligan a llevar a cabo embarazos
forzosos y porque su salud sexual y reproductiva está determinada por una prohibición al aborto que
viola los derechos humanos de las mujeres. También el Comité Internacional para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer (Comité CEDAW 2008) y el Comité Internacional de Derechos
Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (CDESC 2007) se han pronunciado para
expresar la necesidad del Estado Salvadoreño de tomar medidas para encarar las dificultades al acceso
de servicios de salud sexual y reproductiva especialmente en zonas rurales donde viven personas de
escasos recursos (Agrupación 2013:21). El Salvador firmo en el año 2001 el Protocolo Facultativo de
la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer pero no
ha ratificado el Protocolo Opcional de dicha convención (CEDAW).
25
Cuando se habla de las dificultades al acceso de servicios de salud sexual y reproductiva se refiere
también al acceso al aborto, que en vez de ser un derecho está penalizado en El Salvador. En el
artículo 133 del Código Penal de El Salvador (Código Penal art. 133 1993:37) se estipula que quien se
provoque o provoca a alguien un aborto, será condenado a prisión por un máximo de ocho años. Esta
ley fue aprobada en 1993 y a pesar de que anteriormente el aborto terapéutico, ético y eugenésico era
permitido. Se denominaba aborto Eugenésico cuando se provocaba el aborto por causa de que la vida
de la madre corría peligro por el embarazo o cuando el feto tenía malformaciones congénitas, el
aborto Ético se realizaba cuando la madre había sido víctima de violación, estupro, o incesto en fin
cuando era producto de un delito y se le denomina terapéutico al que se le realizaba a la mujer que
padecía de enfermedad mental (Herrera y Landa 2011:13).
La penalización del aborto en el Código Penal de El Salvador consiste en 5 artículos que describen en
qué consisten las conductas que se pueden sancionar y cómo se aplicará esa sanción. Los artículos son
los siguientes:
Art. 133. Aborto consentido y propio: “Se refiere a que la persona que El que provocare un aborto con el
consentimiento de la mujer o la mujer que provocare su propio aborto o consintiere que otra persona se lo
practicare, serán sancionados con prisión de dos a ocho años”.
Art. 134. Aborto sin consentimiento: “El que provocare un aborto, sin consentimiento de la mujer, será
sancionado con prisión de cuatro a diez años. En la misma pena incurrirá el que practicare el aborto de la
mujer, habiendo logrado su consentimiento mediante violencia o engaño”.
Art. 135. Aborto agravado: “Si el aborto fuere cometido por médico, farmacéutico o por personas que
realizaren actividades auxiliares de las referidas profesiones, cuando se dedicaren a dicha práctica, será
sancionado con prisión de seis a doce años. Se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el
ejercicio de la profesión o actividad por el mismo período”.
Art. 136. Inducción o ayuda al aborto: “Quien indujere a una mujer o le facilite los medios económicos o
de otro tipo para que se practique un aborto, será sancionado con prisión de dos a cinco años. Si la persona
que ayuda o induce al aborto es el progenitor, la sanción se aumentará en una tercera parte de la pena
máxima señalada en el inciso anterior.”.
Art. 137. Aborto culposo: “El que culposamente provocare un aborto, será sancionado con prisión de seis
meses a dos años el aborto culposo ocasionado por la propia mujer embarazada, y la tentativa de ésta para
causar su aborto no serán punibles.”.
26
Es importante destacar que se han procesado a 68 mujeres por Homicidio Agravado durante el período
del 2000 al 2011 en El Salvador siendo estos casos relacionados con abortos. Es decir que existe la
posibilidad de que en el proceso judicial la pena sea más severa debido a la estigmatización generada
por los operadores de salud, policía y el sistema judicial (Agrupación 2013:86). La discriminación
contra la mujer está impregnada de las conductas las personas, especialmente en el sector público,
donde existe la concepción de que el aborto es un crimen abominable y prejuicios de que la mujer que
se provoca un aborto es una asesina. Esa mentalidad permite que el personal en los establecimientos
de servicios de salud y en el sector de justicia carezcan de sensibilidad hacia las mujeres y se les
sancione más severamente (Agrupación 2013:86).
También es importante destacar que la criminalización del aborto tiene un “impacto desproporcionado
en las mujeres en situación de más vulnerabilidad, por encontrarse en situación de pobreza, sin acceso
a educación, y por ser mujeres jóvenes” (Agrupación 2013:8). En El Salvador, las mujeres son
generalmente denunciadas por el delito de aborto cuando asisten a servicios de salud pública, en el
sector privado de la salud, el secreto profesional es respetado, por lo tanto quien sufre el impacto de la
penalización del aborto es la mujer pobre, según investigaciones de la Agrupación “La mayoría de las
mujeres procesadas por aborto se encuentran en situación de pobreza” (Agrupación 2013:14).
Es importante también exponer que en la Constitución Política de la República de El Salvador, se
establece en el primer artículo que se “reconoce como persona humana a todo ser humano desde el
instante de la concepción”. Dicho decreto fue aprobado el 16 de febrero de 1999 (Art. 1. Constitución
Política de El Salvador 1983:1).
A continuación se presentan dos cuadros que exponen la situación jurídica y las resoluciones del
proceso judicial de mujeres acusadas por el delito de aborto y otros delitos relacionados con el
Mujeres Procesadas por aborto o delitos conexos 2000-2011
Aborto Consentido y Propio
Homicidio Agravado
Abandono y Desamparo de
Persona
Total de Denuncias
68
60
1
129
(Agrupación 2013:47)
27
Resoluciones Judiciales de Mujeres Procesadas por Aborto y Delitos Conexos 2000-2011
Rebeldía
Sobreseimiento
Definitivo
Suspensión
Condicional
Absolución
Procedimiento
Abreviado
9
33
3
31
10
Aborto
Consentido
y Propio
13
Homicidio
Agravado,
tentativa
4
Homicidio
Culposo
Homicidio
Agravado
ND
3
19
4
(Agrupación 2013:47)
Es importante destacar que ambos cuadros reflejan que existe una vinculación, en el proceso judicial
de mujeres acusadas de cometer aborto, cuando se les imputa el crimen de homicidio al haber
cometido aborto.
3.5 Leyes contra la Discriminación hacia las Mujeres en
El Salvador
En El Salvador se adoptaron dos leyes recientemente que han establecido los derechos de las mujeres
y que hasta cierto punto contradicen el código penal, indirectamente, en cuanto al aborto, porque se
afirma que las mujeres tienen derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva y otros derechos
relacionados, pero en ninguna parte aparece que el aborto sea uno de ellos. Dichas leyes son la Ley
Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, Decreto No. 520 del año 2011 y
la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres, Decreto No. 645
del año 2011. Teniendo en cuenta que es de suma importancia que las leyes sean interpretadas al pie
de la letra, en las siguientes descripciones de estas dos leyes se harán citas textuales de varios aspectos
importantes de las mismas.
Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres. Decreto No. 520,
2011.
La Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres consiste en la recopilación
de las distintas expresiones o formas de violencia que surgen en la sociedad y que deben ser
sancionadas. El Estado Salvadoreño especifica cuáles son los derechos que debe garantizar para
prevenir estos distintos tipos de violencia. Es importante destacar que esta ley, a diferencia de lo que
menciona Lagarde en cuanto a que varias políticas Latinoamericanas protegen a la mujer de la
violencia de género en el ámbito familiar únicamente (Lagarde 2012:192), es integral porque se enfoca
28
en combatir ciertos aspectos estructurales en la cultura Salvadoreña que contribuyen a alimentar las
desigualdades entre los géneros. Es decir que no se circunscriben solo al ámbito familiar.
Se basa inicialmente en el Decreto Legislativo No. 430 del año 1995 en el cual la Asamblea
Legislativa de El Salvador ratificó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer “Convención Belem do Pará”.
Con dicha ratificación el Estado
Salvadoreño se compromete a “incluir en su legislación interna normas civiles y administrativas…para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer” (Decreto No. 520, 2011). En dicha ley se
establece que es necesario crear mecanismos legales para detectar y prevenir la violencia contra las
mujeres así como proteger, proveer atención, reparación y sanción para erradicar y enfrentar dicha
violencia. También se establece en esta ley que se “interpretará y aplicará en concordancia con la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”
(Decreto No. 520, 2011:7).
El objetivo de dicha ley consiste en la capacidad del Estado de “establecer, reconocer y garantizar el
derecho de las mujeres a una vida libre de violencia… a fin de proteger su derecho a la vida,
integridad física y moral, libertad, la no discriminación, la dignidad, la tutela efectiva, la seguridad
personal, la igualdad real y la equidad” (Decreto No. 520, 2011:2).
También se define, en esta ley, que el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia significa
que las mujeres deben de vivir en una sociedad donde no sean víctimas de actos o comportamientos de
discriminación y en donde deben de ser estimadas de modo que los estereotipos que contribuyen a
nociones de inferioridad y subordinación de la mujer no existan (Decreto No. 520, 2011:3).
Este
derecho incluye el respeto a la “vida y su integridad física, psíquica y moral”, dignidad, libertad,
seguridad e igualdad entre otros.
La Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, tiene como fundamento
que se provea a las mujeres atención diferenciada, que se les dé favorabilidad a mujeres que se
encuentran en situación de violencia, que dicha atención se pueda integrar entre las distintas
Instituciones del Estado y que sean intersectoriales para que puedan ser dirigidas a distintos sectores
de la sociedad entre otros.
Es importante destacar, debido a la temática de este estudio, que algunos aspectos que se definen en
esta ley pueden interferir y contradecir la penalización del aborto en el Código Penal. Uno de esos
29
aspectos es el que se define como Violencia Simbólica, “son los mensajes, valores, íconos o signos
que transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones
sociales que se establecen entra las personas y naturalizan la subordinación de la sociedad” (Decreto
No. 520, 2011:7). El análisis de ésta contradicción se desarrollará más adelante en el estudio.
Otro aspecto de esta ley que es importante destacar debido a que también puede suponer una
contradicción con la penalización del aborto es la modalidad de Violencia Institucional que se define
como “toda acción u omisión abusiva de cualquier servidor público que discrimine o tenga como fin
dilatar, obstaculizar o impedir el goce y disfrute de los derechos y libertades fundamentales de las
mujeres al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar, sancionar y
erradicar las manifestaciones, tipos y modalidades de violencia conceptualizadas en esta ley” (Decreto
No. 520, 2011:7).
Ley de Igualdad Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres. Decreto No.
645, 2011.
La Ley de Igualdad Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres consiste en
“garantizar la igualdad real y efectiva de las mujeres y hombres sin ningún tipo de discriminación en el
ejercicio y goce de los derechos consagrados legalmente” (Decreto No. 645, 2011:3). También
establece en su primer artículo que “la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW, prohíbe la discriminación, de derecho o de
hecho, directa o indirecta, contra las mujeres… y que este compromiso, expresa la voluntad política
del Estado de hacer de la igualdad y la erradicación de la discriminación contra las mujeres, una
exigencia fundamental de sus actuaciones en las iniciativas públicas y privadas” (Decreto No. 645,
2011:2). Es importante señalar que aunque el Estado de El Salvador firmó el Protocolo Facultativo de
la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (en el
2001), no ha ratificado el Protocolo Opcional de dicha convención con lo cual se obligaría al Estado
Salvadoreño a “reconocer la competencia del Comité de la CEDAW para recibir y considerar
comunicaciones del comité” (CEDAW).
La Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres también
establece en su primer artículo que las “leyes, normas que aún mantengan disposiciones de exclusión y
disminución de los derechos y capacidades jurídicas de las mujeres, se consideran discriminatorias a
los efectos de la presente ley” (Decreto No. 645, 2011:2). En el siguiente capítulo se analizará en
detalle porqué este aspecto de la ley es contradictorio con la penalización del aborto.
30
Otra característica importante de esta ley es que establece en el artículo 4 “Alcances de la Ley” que es
indispensable que el Estado cree condiciones para alcanzar la igualdad de mujeres y hombres en todos
los ámbitos y “la eliminación de los factores que impiden desarrollar sus capacidades para tomar
decisiones sobre su vida sin limitaciones derivadas de patrones culturales discriminatorios” (Decreto
No. 645, 2011:2). También establece que la ley tiene entre sus ámbitos de aplicación el político y en
el mismo artículo se estipula que dicha ley tiene que realizar acciones para “armonizar las leyes” para
que estas no entren en conflicto con los principios de “igualdad, no discriminación y los derechos
entre mujeres y hombres” (Decreto No. 645, 2011:4).
En esta ley se define como igualdad “El derecho de las y los ciudadanos a recibir, por parte de las
instituciones del Estado, igual respeto, trato y protección de los derechos y garantías consagrados en la
Constitución y en las leyes secundarias; así como, en las disposiciones incluidas en las Convenciones
y Tratados Internacionales ratificados por El Salvador” (Decreto No. 645, 2011:4). También define
como “Equidad a las acciones que conducen a la igualdad” y a la No Discriminación como la
“prohibición de la distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por
resultado menoscabar o anular el ejercicio por las mujeres, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en todas las esferas con independencia de sus condiciones socio económicas, étnicas,
culturales, políticas y personales de cualquier índole” (Decreto No. 645, 2011:5).
Es importante destacar que esta ley cuenta con el artículo 26 llamado “Igualdad y no Discriminación
en la Atención a la Salud integral y a la Salud Sexual y Reproductiva”. Dicho artículo está centrado en
que el Estado debe de hacer uso de la transversalización de la igualdad y no discriminación, como
“objetivo fundamental” para cualquier tipo de actividad pública en salud (Decreto No. 645, 2011:14).
Entre otros derechos, establece que el Estado está obligado por la Constitución a garantizar el derecho
a la salud, entre otros a la atención de la salud sexual y reproductiva y el derecho a una atención
integral.
El inciso “D” del artículo 26 es de suma importancia debido a que se puede interponer con la
penalización del aborto en el sentido de que establece que el Ministerio de Salud debe “Garantizar
servicios de salud de calidad durante la etapa de fertilización, implantación, embarazo, parto y
puerperio a todas las mujeres, sin discriminación de ningún tipo, incluyendo la garantía de atención a
usuarios/as que acudan a los establecimientos de salud en busca de atención oportuna, por problemas y
situaciones que pongan en riesgo la continuidad del embarazo” (Decreto No. 645, 2011:14).
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Resumen
Las leyes abordadas en este capítulo, en resumen, tratan de definir en qué consiste la violencia contra
la mujer y sus distintas modalidades, en qué consiste la discriminación contra la mujer y establece los
lineamientos por los cuales se debe de establecer instaurar la igualdad y equidad de género. La Ley
Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres se enfoca en identificar los
derechos que el Estado debe de garantizar para proteger a la mujer y vida, integridad, libertad,
dignidad, seguridad, igualdad y equidad. La Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la
Discriminación contra las Mujeres se enfoca en estableces los derechos de la mujer relacionados con la
igualdad y equidad. Además establece que el Estado debe de crear mecanismos para “armonizar” las
leyes de El Salvador de modo que no exista en el marco jurídico normas que promuevan la
discriminación.
32
Capítulo IV.
Casos Beatriz y
Sonia
4.1 Introducción de Casos.
Los casos de Beatriz y Sonia tratan del proceso judicial que se llevó a cabo para juzgar a Sonia por el
delito de aborto y para permitir a Beatriz realizar un aborto. Dichos casos serán expuestos en tres
partes, para lograr contextualizar lo mejor posible el seguimiento que se le dio a los hechos desde
distintas perspectivas. Las tres partes de los casos de Beatriz y Sonia consistirán en antecedentes,
proceso legal y resolución y pronunciamientos.
4.2 BEATRIZ
Antecedentes
Beatriz Adriana García Cortez nació en el año 1992 (actualmente tiene 23 años) en un cantón de El
Salvador situado en la ciudad de Jiquilisco del Departamento Usulután. La palabra “cantón” se refiere
a un territorio habitado por poblaciones de escasos recursos donde el acceso de medios de transporte
puede ser escaso así como el acceso de servicios de agua potable y electricidad (El Faro 2013:1).
Beatriz fue diagnosticada de Lupus Eritematoso cuatro años atrás y esta fue la causa por la cual padece
de artritis reumatoide y nefropatía lúpica. Durante su primer embarazo, por el cual tuvo su primer y
único hijo, en el año 2012, la enfermedad le causo a Beatriz crisis lúpica, preeclampsia grave, crisis
hipertensiva, y un post parto con atonía uterina (Recurso de Amparo 2013-6000-147:1). Dicho
embarazo fue de alto riesgo pero según especulaciones del periódico electrónico El Faro, a pesar de las
recomendaciones de los médicos de esterilizarse, su pareja intervino en su decisión de no hacerlo y
ella sostuvo que quería tener más hijos (El Faro 2013:1).
El pasado 2 de Marzo del 2013 Beatriz acudió al Hospital Rosales de El Salvador debido a que había
interrumpido su tratamiento de la enfermedad de lupus que padecía y esto le había causado llagas en
las manos. La razón por la que dejó de tomar sus medicamentos fue porque sospechaba estar
33
embarazada nuevamente, lo cual confirmo ese mismo día en el hospital. Poco después se determinó
que el feto que Beatriz llevaba en su vientre era anencefálico, es decir que no es viable en la vida
extrauterina debido a que consiste en la ausencia de cerebro, por lo general los niños con dicha
condición nacen muertos o mueren a pocas horas después de haber nacido (Recurso de Amparo 20136000-147:1).
Por lo anterior y por el alto riesgo de muerte materna que implica el embarazo con dichas condiciones
los médicos determinaron que era necesario realizarle un aborto. Sin embargo en El Salvador, se
considera que la interrupción del embarazo, antes de las 20 semanas de embarazo, es un aborto y está
penalizado. Después de las 20 semanas de embarazo se le llama técnicamente “parto prematuro” y no
es penado por la ley (El Faro 2013:1).
Proceso Legal y Resolución
El 15 de Abril del 2013 Beatriz, era una mujer de 22 años de edad que tenía 18 semanas de embarazo
con un feto anencefálico, y padecía de la enfermedad Lupus Eritematoso Sistemático. Debido al alto
riesgo de muerte materna que implicaba esta condición durante el embarazo, la Agrupación Ciudadana
para la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico interpuso un Recurso de Amparo
ante la Corte Suprema de Justicia para que se le permitiera a Beatriz realizarse un aborto y al mismo
tiempo se hizo una demanda contra el Director Jefe de la Unidad Jurídica y al Jefe del Servicio de
Perinatología del Hospital Nacional de Maternidad por no velar por la vida de Beatriz que estaba en
riesgo (Recurso de Amparo 2013-6000-147:1).
En el análisis técnico que la Ministra de Salud remitió al Presidente de la Corte Suprema de Justicia en
referencia al Recurso de Amparo que interpusieron los representantes legales de Beatriz ante la Corte
Suprema de Justicia de El Salvador, se afirma que el feto no podría sobrevivir y que la enfermedad de
Beatriz, a medida que avance el embarazo, será cada vez más grave por lo cual es necesario que se le
haga un aborto mientras el embarazo no está avanzado. También sostiene que los riesgos de una
interrupción del embarazo ya avanzado implicarían hemorragia obstétrica grave, agravamiento del
lupus, empeoramiento de falla renal, pre eclampsia grave, crisis hipertensiva, hemorragia cerebral,
trombosis arterial y venosa, trombo embolismo pulmonar, infecciones post parto y alto riesgo de
muerte materna (Recurso de Amparo 2013-6000-147:4).
Ante la demanda, el Comité Médico del Hospital de Maternidad presentó al Juez de la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia un acta en la cual se especifica que este caso fue
34
presentado anteriormente a la Procuraduría General de la República, quien sostuvo que no debería de
existir oposición para que le garantizara el derecho fundamental a la vida de Beatriz y se le pide al
tribunal que se pronuncie al respecto de las contradicciones que existen entre las opiniones de la
Procuraduría General de la República y la Junta de Protección de la Niñez y Adolescencia. También
pide que se determine la legalidad sin ambigüedades de la forma en que los médicos deben proceder
ante la necesidad de proteger la vida del niño no nacido de conformidad a los artículos 214, 215, 222,
226, 227, de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia y la vida de Beatriz a la vez
(Recurso de Amparo 2013-6000-147:8). Dicha ambigüedad que existe en cuanto al derecho a la vida
del “niño no nacido” fue la causa por la cual se recurre al Juez de la Ley de Protección Integral de la
Niñez y Adolescencia.
Durante sus deliberaciones, la Sala de lo Constitucional pidió al Instituto de Medicina Legal que
realizara exámenes y diera un informe sobre el estado de salud de Beatriz. Dicho acontecimiento fue
extremadamente criticado debido a que dilataba el proceso en el cual la vida de Beatriz corría peligro y
además no se consideraba que los médicos del Instituto de Medicina Legal fueran especialistas en la
materia pertinente (El Faro 29 Mayo 2013:1).
Las conclusiones del Instituto de Medicina Legal fueron que “el riesgo de vida de Beatriz no es
inminente, sino una posibilidad a futuro”.
Manifestaron que la paciente podría seguir con su
tratamiento y en observación y en el caso de sufrir una crisis se podría intervenir (El Faro 29 Mayo
2013:1).
Basándose en el informe del Instituto de Medicina Legal, de los cinco magistrados de la Sala de lo
Constitucional cuatro denegaron el Recurso de Amparo. Los magistrados Sidney Blanco, Belarmino
Jaime, y Salomón Padilla quienes votaron en contra sostuvieron que “En nuestro ordenamiento
jurídico, la vida constituye un derecho inherente a toda persona, sin excepción alguna, cuyo ámbito de
protección se extiende, incluso, hasta el momento de la concepción” (El Faro 29 Mayo 2013:1). El
magistrado que emitió un voto concurrente, que significa que comparte la decisión final pero no sus
argumentos, fue Rodolfo González (El Faro 29 Mayo 2013:1).
González sostuvo que “se declare no ha lugar el amparo porque se admitió bajo la idea de que al
momento de iniciar el amparo había un peligro inminente de muerte pero luego se estableció que no es
inminente, sino eventual, futuro y no necesariamente de muerte sino de complicaciones para el
embarazo o el parto” (la expresión “no ha lugar” significa que se rechaza). Dicho Magistrado también
35
expresa en la sentencia que considera que es necesario que se haga una “regulación que establezca el
proceder en estos casos” (El Faro 29 Mayo 2013:1).
El Magistrado Gonzalo Meléndez, ex presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) quien emitió el voto disidente, sostuvo que “la sentencia debió declarar que los médicos han
violado su deber de actuar, pues no debían esperar “autorización” de la Sala de lo Constitucional para
hacer lo que estimaran conveniente para proteger el derecho a la vida de Beatriz”. También explica
que “Mi voto disidente no implica, por lo tanto, que esté de acuerdo con la práctica del aborto de la
madre; sino más bien, con la defensa de la vida de ambos, tal como lo ordena la Constitución y el
derecho internacional” (El Faro 29 Mayo 2013:1).
Pronunciamientos
Durante y después del proceso legal, varias entidades se pronunciaron para que el Estado Salvadoreño
interviniera a favor de la vida de Beatriz y algunas entidades se pronunciaron en contra. Entre las
entidades que estaban a favor de realizarle el aborto a Beatriz estaba el Ministerio de Salud, Amnistía
Internacional, las Naciones Unidas en El Salvador, la Comisión Nacional de Bioética, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la propia Agrupación Ciudadana para la
Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico que también fue quien proveyó la
representación legal a Beatriz (Resolución CIDH 2013: Asunto B.1.).
La resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fue la que más atención
recibió debido a que emitió medidas provisionales respecto de El Salvador por el caso de Beatriz
(Resolución CIDH 2013: Asunto B.1.). La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sometió
a la CIDH una solicitud de medidas provisionales para que el Estado de El Salvador cumpliera con
“adoptar de manera inmediata las medidas necesarias para proteger la vida, integridad personal y salud
de B., ante el urgente e inminente riesgo de daño irreparable derivado de la omisión en realizar el
tratamiento indicado por el Comité Médico del Hospital Nacional Especializado de Maternidad… en
su Resolución de medidas provisionales establezca que la realización de dicho tratamiento no puede
ser demorada por trámites o resoluciones administrativas o judiciales y que establezca en su resolución
que el cumplimiento inmediato y efectivo de las medidas provisionales que ordene, no puede acarrear
ejercicio alguno del poder punitivo del Estado” (Resolución CIDH 2013: Asunto B.1.).
Dicha
solicitud hacía referencia a los artículos 63.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
27 del Reglamento de la CIDH (Resolución CIDH 2013: Asunto B.1.).
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, solicitó al Estado Salvadoreño información sobre
la situación de Beatriz el 22 de abril y el 29 del mismo mes la Comisión solicita al Estado Salvadoreño
que adopte las medidas necesarias para salvaguardar la vida de Beatriz. El 26 de abril la Sala de lo
Constitucional de El Salvador informó a la Comisión que “no modificó la medida cautelar adoptada
debido a la situación estable de B” (El Faro 29 Mayo 2013:1). El 9 de mayo la Comisión reiteró al
Estado Salvadoreño las medidas cautelares y durante ese mes se realizaron varias diligencias de ese
tipo entre la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y los representantes de Beatriz.
El 20 de mayo los representantes de Beatriz solicitaron que se elevara la solicitud de medidas
provisionales a favor de Beatriz ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos lo cual se llevó a
cabo el 29 de mayo a 25 semanas de embarazo de Beatriz (El Faro 29 Mayo 2013:1).
El 3 de junio después de la intervención de la CIDH se le sometió a Beatriz a una cesárea y dio a luz a
una niña que falleció cinco horas más tarde (El Faro 3 Junio 2013:1). Es importante destacar que
técnicamente Beatriz ya se encontraba a 25 semanas de embarazo y en dicho lapso de tiempo ya se le
puede realizar un “parto prematuro” lo cual no es penado en El Salvador.
Los pronunciamientos realizados por las entidades nacionales e internacionales anteriormente
mencionadas, sostuvieron todas como mensaje principal, que se interviniera a Beatriz para
salvaguardar su salud. Las únicas entidades que se pronunciaron en contra del aborto a Beatriz,
algunos a través de campos pagados en prensa escrita, fueron representantes de la Fundación “Si a la
Vida”, Asociación de Bioética de El Salvador, Red Familia y el Arzobispado de San Salvador (La
prensa Gráfica 28 de Abril 2013).
4.3 SONIA
Antecedentes
Sonia Tabora, originaria del Cantón Buena Vista en el Departamento de la Libertad de El Salvador
tenía 20 años de edad cuando quedó embarazada en el año 2004. Decidió mantener su embarazo en
secreto debido a que podría perder su trabajo de empleada doméstica en la capital de El Salvador y
además porque su relación con la pareja ya había terminado (Comunicado de Prensa 16.08.2013). El
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19 de febrero del 2005, Sonia, con 7 meses de embarazo, regresa a su casa y a horas de la noche
comienza a sentir dolores abdominales, por lo cual sale de su casa para dirigirse a los baños que en los
cafetales donde ella vive se encuentran a varios metros de las viviendas. Camino a los baños, Sonia,
en medio del monte, tuvo que parir sin la asistencia de ninguna persona. Después de varias horas su
hermana y su padre la encontraron en estado de shock y sangrando excesivamente por lo cual la
trasladaron a una Unidad de Salud, debido a que en el campo no hay hospitales (Comunicado de
Prensa 16.08.2013).
En la Unidad de Salud, el Dr. Mauricio Ernesto Flores Morales, sostuvo que le “había sacado la
verdad” a Sonia cuando ella le explicó lo que había sucedido y en ese mismo momento llamó a la
policía informando que Sonia se había provocado un aborto. El mismo día el Dr. Flores, se trasladó al
lugar de los hechos y encontró el feto sin vida (Comunicado de Prensa 16.08.2013).
Proceso Legal y Resolución
Dos días después de los acontecimientos del parto de Sonia Tabora, el 24 de febrero, la Fiscalía
General de la República solicitó, cuando Sonia aún se encontraba en la Unidad de Salud “detención
formal por homicidio agravado” (Comunicado de Prensa 16.08.2013) y se ordenó su detención.
También se le exigió a la familia de Sonia que desenterrara los restos del feto para realizar pruebas de
ADN y registrarla en la Alcaldía del municipio a pesar de que ya había sido enterrada y a pesar de que
no se había determinado si Sonia había dado a luz a un feto vivo o muerto (Comunicado de Prensa
16.08.2013).
El 10 de agosto del mismo año se sentenció a Sonia a 30 años de prisión por Homicidio Agravado. El
defensor público que debió haber defendido a Sonia, únicamente procedió a rebajar la pena a
Homicidio Culposo. Dicho abogado omitió indagar sobre la falta de pruebas y no “interpuso Recurso
de Casación” para anular la sentencia (Comunicado de Prensa 16.08.2013).
El día 21 de Agosto del 2012 la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto
Terapéutico, Ético y Eugenésico presentó un “Recurso de Revisión de Sentencia de la resolución
condenatoria dictada” al mismo que la juzgo siete años atrás, el Tribunal de Sentencia de Sonsonate
(Comunicado de Prensa 16.08.2013). Se citó a una Audiencia en dos ocasiones que fueron canceladas
debido a que la “unidad de traslado de reas” no trasladó a Sonia Tabora al Tribunal. El Procurador
para la Defensa de los Derechos Humanos tuvo que intervenir para que la Unidad de Traslado de Reos
del Occidente en Santa Ana trasladara a Sonia al Tribunal (Comunicado de Prensa 16.08.2013).
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Los alegatos que el abogado de Sonia presentó ante el Tribunal el 30 de julio del 2012 fueron la falta
de pruebas debido a que “no se realizó autopsia para determinar si la criatura nació viva o muerta”
(Comunicado de Prensa 16.08.2013), una acusación de abandono también se rebatió debido al estado
de shock en el cual se encontraba Sonia después del parto. Además alegó que la según los informes, el
feto nació con pérdida de sangre. El 4 de agosto se dio la lectura del fallo de la sentencia en la cual se
ponía en libertad a Sonia pero “no admitió la demanda de indemnizarla por el error judicial que le
costó 7 años de su vida” (Comunicado de Prensa 16.08.2013).
Pronunciamientos
A pesar de que el caso de Sonia no tuvo una gran cobertura por parte de los medios de comunicación,
excepto en breves noticias aisladas de prensa escrita, en el 2010 se realizó un reporte que el Gobierno
del El Salvador dirige al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre las Violaciones
de los Derechos de la Mujeres debido a la Penalización Absoluta del Aborto en el Salvador. Dicho
reporte fue avalado por las organizaciones Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto
Terapéutico, Ético y Eugenésico, Ipas, Madre y Women’s link World Wide y se nombró a Sonia
Tabora como una de las 4 mujeres que estaban condenadas por Homicidio Agravado y Homicidio
Culposo en El Salvador.
Resumen
Lo que tienen en común los casos de Beatriz y Sonia es que el Estado, el sistema de salud pública y el
sistema de justicia, entre otros, han sido quienes han tomado las decisiones, después de un largo
proceso mientras ambas mujeres han padecido de un estado de salud crítico. Estas decisiones han sido
tomadas sin ninguna consideración a la voluntad de ambas mujeres y vulnerando muchos derechos
humanos. A pesar de esas similitudes, existe la gran diferencia contradictoria entre ambos casos que
es que una de ellas quiere abortar y la otra no lo hizo.
39
Capítulo V. Análisis
5.1 Introducción.
El análisis de los casos que se realiza en este capítulo está basado en los fundamentos teóricos, los
objetivos y las preguntas de investigación que se que se presentaron en el primero y segundo capítulo
de este estudio. Ejemplo de lo anterior es la autonomía del cuerpo y los derechos humanos de la
mujer. En términos generales se analizarán los efectos que la penalización del aborto puede tener
sobre los derechos de las mujeres y específicamente los derechos de Beatriz y Sonia. También se hará
un breve análisis de los aspectos en que la legislación de la penalización del aborto se contradice con
otros derechos reconocidos jurídicamente para las mujeres en El Salvador. Para comenzar se analizará
cómo se ha violentado la autonomía del cuerpo de Beatriz y Sonia y también se desarrollaran los
aspectos del derecho a la Salud Sexual y Reproductiva que ha sido violentado en los dos casos. Los
conceptos teóricos que se utilizarán en el análisis son la anatomía del cuerpo relacionada con el
derecho a la libertad y el derecho a la Salud Sexual Reproductiva.
5.2 Efectos de la Penalización del Aborto sobre los
Derechos Humanos de Beatriz y Sonia
Violación a la Autonomía del Cuerpo de Beatriz
Como se menciona en el primer capítulo del marco teórico sobre la autonomía, el consentimiento
informado se trata de la obligación del médico de obedecer la voluntad del paciente (Dworkin 1988:4).
A diferencia del caso de Sonia, en el caso de Beatriz se estableció que tanto ella como los médicos
tenían la intención de realizarle un aborto y la razón por la cual no se pudo llevar a cabo fue la
incertidumbre, de parte de los doctores, de violar la ley que prohíbe el aborto debido a que dicha ley se
aplica tanto al que se lo provoca a sí mismo como a quien lo provoca a otra persona (Código Penal art.
133 1993:37).
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A pesar de que los doctores estaban de acuerdo con Beatriz, eso no implica que la autonomía de
Beatriz no haya sido completamente suprimida en cuanto a la decisión de decidir sobre su cuerpo y, en
este caso especial, sobre su vida debido a que los doctores no pudieron proceder con el aborto por
razones jurídicas. Cuando se les interpuso una demanda quienes decidieron no proceder con el aborto
fue, en términos generales, el Estado Salvadoreño (El Faro 29 Mayo 2013:1).
Como lo explica Dworkin en su obra, Beatriz fue “sujeto de la voluntad de otros” (Dworkin 1988:5) y
la posibilidad de ella de llevar a cabo acciones basadas en sus propias convicciones e ideales fueron
sustituidas por la imposición de llevar a cabo acciones basadas en principios generados por otras
personas, en este caso el Estado Salvadoreño.
Se considera que la penalización del aborto es una ley basada en principios de una sociedad en la cual
los derechos a la autonomía de la mujer ni si quiera son visibles en la legislación salvadoreña, excepto
en las dos recientes leyes que se han expuesto en este estudio y a pesar de eso no se establece la
autonomía del cuerpo de la mujer claramente como un derecho. En las nuevas leyes expuestas en este
estudio se nombra el derecho a la autonomía económica de la mujer. Únicamente en la Política de
Salud Sexual y Reproductiva se nombran dos veces el derecho a la autonomía y la libertad sexual de la
mujer, una para describir el significado del derecho a la salud sexual y reproductiva y la otra ocasión
para establecer un objetivo de la política. Lo anterior, es decir, las leyes que se han abordado en este
estudio, como se menciona en el marco teórico de forma no literal, lo explica Lagarde como la norma
jurídica de la sexualidad que se ejerce sobre la autonomía y libertad sexual de las mujeres que se
encuentra en peligro en la modernidad (Lagarde 2012:505). En otras palabras, la penalización del
aborto es la ley, o norma jurídica que se ejerce, opresivamente sobre la autonomía del cuerpo de la
mujer cuando se le impide tomar la decisión de tener o no hijos, entre otros aspectos.
Por lo tanto las concepciones y normas de esa sociedad y de ese marco jurídico son impuestas a las
mujeres a pesar de que violen sus derechos, ya que en teoría, estos no son derechos de ellas u opciones
personales. Como se explica anteriormente en el marco teórico de este estudio, la falta del derecho a la
autonomía del cuerpo de la mujer permite que la libertad de la mujer sea vulnerada y que la mujer
tenga un lugar desigual ante la ley, como lo describe Lagarde remitiéndose a al concepto de violencia
de la Declaración Internacional sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, “la violencia
contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a
una situación de subordinación -respecto del hombre” (Lagarde 2012:191). Por lo tanto se considera
que la ley de penalización del aborto es una norma que sirve como mecanismo social que subordina a
la mujer y por ende puede causar violencia contra la mujer.
41
Violación al Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva de Beatriz y Sonia
Se considera que, de acuerdo a las afirmaciones de Herrera y Landa, mencionadas en el apartado del
aborto en el marco teórico de este estudio, la penalización del aborto es completamente contradictoria
con el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres (Herrera y Landa 2011:71). Esto se debe
a que el concepto de Salud Reproductiva, estipulada en la Política de Salud Sexual y Reproductiva de
El Salvador (Diario Oficial Tomo No 396 No 149 2013:12), dice “…la salud reproductiva entraña la
capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria, sin riesgos, y de procrear, y la libertad para
decidir hacerlo o no hacerlo, cuando y con qué frecuencia…”. Por lo anterior se considera que el
derecho a la Salud Sexual y Reproductiva en El Salvador es imposible de garantizar plenamente en El
Salvador por causa de la penalización del aborto. Si una mujer tiene que llevar a cabo un embarazo
debido a la imposición de la ley a pesar de que no es su voluntad ni su decisión procrear, entonces está
llevando a cabo un embarazo forzado.
Tampoco se puede vivir una vida sexual satisfactoria debido a que sin derechos de salud reproductiva
siempre se corren riesgos de embarazo o de otro tipo, dichos riesgos los corren especialmente las
mujeres de escasos recursos que no han recibido educación sexual o que viven en entornos donde son
violentadas sexualmente. También se establece en el concepto de Salud Sexual de dicha política que
“No se concibe el logro de la salud integral de las personas sin el desarrollo pleno y armónico de su
sexualidad” (Diario Oficial Tomo No 396 No 149, 2013). Por lo tanto se considera que si el Estado
Salvadoreño y su sistema de salud no pueden garantizar la salud ante estos riesgos, la vida sexual no
se puede disfrutar plenamente.
En el caso de Sonia, la violación al derecho a la Salud Sexual y Reproductiva se refleja principalmente
en la falta de servicios de salud que la obligó a ella llevar a cabo un parto no asistido. Como se
menciona en el marco teórico de este estudio, según Herrera y Landa, la penalización del aborto
también es un problema de justicia social cuando mujeres de escasos recursos, o no tienen
posibilidades de acceder a la salud o tienen que ingresar a un sistema de salud en el cual la asistencia
es discriminatoria (Herrera y Landa 2011:72). En el sistema de salud pública el servicio es en muchos
casos de menor calidad y no tan integral como el privado. En el sector privado de la salud es más fácil
para los doctores respetar el secreto profesional debido a que no existe un control estricto del Estado.
Al ser Sonia denunciada por un doctor, fue víctima no solamente de perjurio sino que también fue
víctima de la opresión que describe Lagarde cuando explica que “los gobiernos, instituciones y
42
organizaciones civiles, militares y religiosas de diversos países y sus poderosos hombres, defienden su
derecho a oprimir y violentar a las mujeres” (Lagarde 2012:186). Las acciones ejercidas sobre Sonia
son el reflejo de la forma en que la discriminación hacia la mujer está inmersa en el comportamiento
de las personas y en la cultura, esto se manifiesta tanto en el comportamiento del personal de
asistencia en salud como en las leyes del aborto. En el caso de Sonia este comportamiento
discriminativo fue llevado a cabo antes, durante y después de su sentencia debido a que fue
discriminada en los siguientes aspectos:
-
Discriminada por ser pobre y no tener acceso a la salud.
-
Discriminada por el doctor y el personal del sistema de salud que la atendió y la denunció sin
pruebas.
-
Discriminada por el Tribunal de Sentencia que la condenó a homicidio culposo sin tener
suficientes pruebas.
-
Discriminada por el personal de la Unidad de Traslado de Reos que se negó a llevarla a la
audiencia.
En resumen, Sonia fue víctima de la discriminación contra la mujer que es fomentada de un marco
legal y una ley de penalización del aborto que contribuye a seguir reproduciendo conductas,
comportamientos y normas que violentan los derechos de las mujeres. En el caso de Sonia se
violentaron, entre otros, sus derechos a la salud, a la dignidad, a un juicio justo y finalmente a su
libertad.
Violaciones a otros Derechos de Beatriz y Sonia
En el caso de Beatriz se refleja claramente la aseveración de Herrera y Landa cuando afirman que
“cuando se criminaliza el aborto… El Estado obliga a una persona a actuar con ella misma contra su
propia vida” (Herrera y Landa 2011:71). Es decir que al llevar a cabo un embarazo forzado como lo
hizo Beatriz, antes de poder tener el “parto prematuro”, ella fue obligada a que su propio cuerpo
atentara contra su propia vida, cuando se podía haber evitado si se hubiera cumplido con su voluntad
de abortar, es decir, si hubiera tenido en cuenta y una elección libre del derecho a la autonomía de su
propio cuerpo.
43
Según la Declaración sobre la Eliminación de Violencia contra la Mujer (1993), la violencia contra la
mujer es “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener
como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas
de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida
pública como en la vida privada” (cita en Lagarde 2012:185). Por lo anterior se puede deducir que
tanto Beatriz como Sonia fueron víctimas de este tipo de violencia. El aspecto de “pertenencia al sexo
femenino” se puede reflejar, en el caso de Beatriz, cuando la ley de penalización del aborto le despoja
el derecho a la vida a Beatriz en el sentido en que su salud y su vida depende inicialmente del difuso
derecho a la vida del no nacido según la ley, y después depende de los doctores y por último depende
de las decisiones que tomarán los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Los derechos de
Beatriz estuvieron en dominio de ellos. Dicha violencia solo puede ser ejercida sobre la mujer por ser
mujer.
En el caso de Sonia, este tipo de violencia se ve reflejada cuando todo un sistema sanitario, legal y
penitenciario se unió para privarla de su libertad durante siete años.
Aquí se puede reflejar la
“pertenencia al sexo femenino” cuando Sonia no tuvo la más mínima posibilidad de defender su
derecho a la libertad y dicho sistema dispuso de ella a antojo violando varios de sus derechos y
causándole daños irreparables. Sonia fue dominada por un sistema que la sometió a sufrimiento y la
trató como un ser inferior. Se considera que esto es un reflejo de la “pertenencia del sexo femenino”
debido a que la discriminación por el aborto solamente puede ser aplicado a la mujer por sus
características biológicas pero principalmente, como se menciona anteriormente, porque en el contexto
jurídico salvadoreño, la mujer se encuentra en una posición de subordinación ante el hombre.
Sonia, especialmente, fue víctima y ejemplo claro de lo que Anand Grover describe en su informe,
antes mencionado, cómo “la determinación de un Estado a tener conductas que sancionan y su
priorización en su persecución, corresponde a la mayor expresión de poder de un Estado: la de
sancionar conductas que no admite, pues las considera incorrectas, o dañinas para otros individuos o la
sociedad. No obstante, el poder sancionatorio de un Estado para regular conductas tiene un límite: la
dignidad humana y el efectivo goce de los derechos humanos” (Naciones Unidas, 2011:7).
Con lo
anterior se quiere expresar que el sistema de justicia que condenó a Sonia, no tuvo en ningún momento
consideración por su bienestar, salud y derechos, sino que priorizó en ejercer su poder en contra de
ella, desde el momento en que se presentó al establecimiento de salud hasta que se exigió que la
trasladaran de la cárcel, es decir en todo momento y se logró movilizar todo un conglomerado de
entidades Estatales para hacerlo, lo cual refleja el poder sancionatorio de un estado que no tienen
límites, y que no tiene respeto por la dignidad y los derechos humanos.
44
5.3 Aspectos contradictorios entre la penalización del
Aborto y los Derechos de la Mujer en Legislación
Salvadoreña.
En este apartado se intentan presentar las contradicciones que existen entre los derechos de la mujer en
otras legislaciones reconocidas en El Salvador y la prohibición del aborto. A pesar de que se
considera que dicha ley es discriminativa en sí misma porque está basada en normas morales que
disminuyen una gran cantidad de derechos de las mujeres, se considera importante destacar los
elementos en discordancia con la propia legislación salvadoreña y otras leyes existentes sobre los
derechos de las mujeres.
En la “Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres” se define como
Violencia Simbólica a “los mensajes, valores, íconos o signos que transmiten y reproducen relaciones
de dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entra las
personas y naturalizan la subordinación de la sociedad” (Decreto No. 520, 2011:7). Por lo tanto se
considera que la ley de penalización del aborto consiste en un valor que reproduce una relación de
dominación y discriminación. Se ha demostrado en este análisis que la dominación ejercida sobre la
mujer se ve reflejada claramente cuando la vida de las mujeres es determinada por las decisiones de
otros sobre las de ellas, en el caso de Beatriz se ve reflejada la dominación y en el caso de Sonia se ve
más reflejada la discriminación y ambos casos se observa subordinación. Esto se considera porque la
dominación, según el concepto de violencia de CEDAW se da por las relaciones de poder desiguales
entre el hombre y la mujer y la ley que penaliza el aborto se considera un reflejo de la dominación del
cuerpo de la mujer debido a que esta no puede hacer con él lo que ella quiera, es decir que su cuerpo es
dominado por las normas de la sociedad y leyes. Como se menciona anteriormente, esto es posicionar
a la mujer en un lugar de subordinación respecto al hombre, el nasciturus y en la sociedad en general.
La misma ley anteriormente citada establece que existen distintas “modalidades de violencia” y una de
ellas es la Violencia Institucional que se define como: “toda acción u omisión abusiva de cualquier
servidor público que discrimine o tenga como fin dilatar, obstaculizar o impedir el goce y disfrute de
los derechos y libertades fundamentales de las mujeres al disfrute de políticas públicas destinadas a
prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar las manifestaciones, tipos y modalidades de
violencia conceptualizadas en esta ley” (Decreto No. 520, 2011:7).
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Como se mencionó anteriormente se considera que la Violencia Simbólica presentada en esta ley se
puede ver reflejada en la penalización del aborto debido a que reproduce valores de dominación,
discriminación y subordina a la mujer y por lo tanto, la Violencia Institucional también es reproducida
al ejercer la penalización del aborto debido a que no solo permite sino que obliga al servidor de salud
pública, a que reproduzca valores y relaciones de dominación y discriminación hacia las mujeres. Por
lo anterior se puede determinar que la penalización del aborto implica tanto violencia simbólica como
violencia institucional de acuerdo a esta “Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para
las Mujeres” (Decreto No. 520, 2011:7).
El artículo 26 llamado “Igualdad y no Discriminación en la Atención a la Salud integral y a la Salud
Sexual y Reproductiva” de La Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las
Mujeres (Decreto No. 520, 2011:7), establece que el Estado debe de garantizar el derecho a la salud y
la atención integral de salud sexual y reproductiva. Se considera que la penalización del aborto es
incompatible con este artículo debido a que el aborto, como lo mencionan Herrera y Landa (Herrera y
Landa 2011:72), no figura como un derecho de salud sexual y reproductiva sino que es un crimen y
cuando una mujer de escasos recursos recurre al servicio de salud pública es discriminada y
denunciada porque no puede acceder a servicios de salud privada donde la asistencia sí es integral y
donde sí se pueden realizar abortos seguros.
El inciso “D” de dicho artículo también se considera contradictorio con la penalización del aborto
debido a que establece que el Ministerio de Salud debe “Garantizar servicios de salud de calidad
durante la etapa de fertilización, implantación, embarazo, parto y puerperio a todas las mujeres, sin
discriminación de ningún tipo, incluyendo la garantía de atención a usuarios/as que acudan a los
establecimientos de salud en busca de atención oportuna, por problemas y situaciones que pongan en
riesgo la continuidad del embarazo” (Decreto No. 645, 2011:14). Se considera que la penalización del
aborto es contradictoria con este inciso porque que si el Ministerio de Salud debe de garantizar
servicios de calidad durante todas las etapas del embarazo incluyendo el puerperio, esto conlleva a que
debe de tomar en cuenta la salud de la mujer después del embarazo, y si el embarazo en sí significa un
riesgo a la salud de la mujer, el Ministerio de Salud debe de proveer atención para prevenir esos
riesgos, incluso si esta atención o servicio implica la realización de un aborto.
Esta misma Ley tiene como objetivo “establecer, reconocer y garantizar el derecho de las mujeres a
una vida libre de violencia… a fin de proteger su derecho a la vida, integridad física y moral, libertad,
la no discriminación, la dignidad, la tutela efectiva, la seguridad personal, la igualdad real y la
equidad” (Decreto No. 520, 2011).
Se considera que la penalización absoluta del aborto es
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incompatible con esta ley principalmente porque cuando la vida de una mujer está en riesgo, el
derecho a la vida del no nacido tienen más valor que el de la mujer y también se considera que la
protección a la integridad física y moral, libertad, dignidad e igualdad real no se puede llevar a cabo
cuando la penalización del aborto obliga a los establecimientos de salud pública a reproducir valores
que discriminan a las mujeres, que les despojan de su dignidad y su libertad y que las posicionan en un
nivel desigual y subordinado dentro de la sociedad.
La Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres (Decreto No.
645, 2011) establece en al artículo 4 que es indispensable “la eliminación de los factores que impiden
desarrollar sus capacidades para tomar decisiones sobre su vida sin limitaciones derivadas de patrones
culturales discriminatorios”. Debido a que como, se mencionó anteriormente, se considera que la
penalización del aborto está basada en normas reproductoras de valores discriminativos, dicho artículo
se considera incompatible con la penalización del aborto. También porque no se le permite a la mujer
tomar decisiones en cuanto a su salud sexual y reproductiva así como la cantidad de hijos que quiere
procrear.
47
5.4 Conclusiones
En este capítulo se exponen puntualmente las conclusiones generales del estudio realizado. El
desarrollo de dichas conclusiones ha sido analizado en el capítulo anterior. A continuación se
presentaran las conclusiones que corresponden a la primera pregunta de investigación que es la
siguiente:
¿Cuáles son los derechos humanos de las mujeres que pueden ser violentados cuando se aplica la
ley de la penalización del aborto en El Salvador?
Se concluye que la penalización del aborto, en sí misma, es discriminatoria porque implica la
violación a diversos derechos humanos. Dichos derechos son:
-Derecho a la vida: La vida del nasciturus y la de la mujer tienen el mismo valor y, por ley, la mujer
puede morir si la vida del nasciturus entra en riesgo.
-Derecho autonomía del cuerpo: Las mujeres no pueden decidir si puede abortar o no, si quieren o
no tener hijos, la cantidad de hijos que quieren tener, lo cual, por ende, tiene repercusiones en su
libertad sexual.
-Derecho a la justicia: El personal de asistencia en la salud pública y otras entidades estatales están
obligadas, por ley, a señalar y denunciar a una mujer por aborto y pueden ser condenadas a cárcel por
homicidio basándose en prejuicios discriminatorios.
-Derecho a la salud: Al no haber derecho al aborto, que es considerado como un servicio de salud
sexual y reproductiva, se pone en riesgo la salud de la mujer y esto puede implicar que muera.
-Derecho a la libertad (sexual): Las consecuencias que pueden existir al tener un embarazo no
deseado no permiten a la mujer disfrutar de una sexualidad plena.
-Derecho a la igualdad: Los derechos, antes mencionados, que son violentados por la penalización
del aborto, sitúan a la mujer en un lugar desigual ante la ley y por lo tanto implica que se viola el
derecho de la mujer a la igualdad.
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A continuación se presentaran las conclusiones que corresponden a la segunda pregunta de
investigación, el análisis de cómo se reflejan las contradicciones entre las leyes se desarrolla en el
capítulo anterior.
¿Cuáles son las contradicciones entre la penalización del aborto y las leyes, “Ley de Igualdad,
Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres”, Decreto No. 645, 2011 y la
“Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres”, Decreto N 520,
2011, que garantizan otros derechos humanos de la mujer y cómo se ven reflejadas estas
contradicciones en los casos de Sonia y Beatriz?
Se concluye que:
-La penalización del aborto es incompatible y contradictoria con la “Ley de Igualdad, Equidad y
Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres”, Decreto No. 645, 2011 y la “Ley Especial
Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres”, Decreto N 520, 2011, porque es una
norma que reproduce valores de discriminación que subordinan a la mujer debido a que promueven
conductas que consisten en la privación de los derechos de la mujer.
-La “Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres” define a la Violencia
Simbólica como los aspectos que transmiten y reproducen relaciones de discriminación en las
relaciones sociales. La penalización del aborto promueve y obliga al personal de las entidades
públicas de salud y justicia, entre otras, a reproducir conductas discriminatorias contra las mujeres al
denunciarlas y condenarlas por haber abortado, lo cual se refleja por ende en la sociedad al ser estas
mujeres estigmatizadas y tratadas como asesinas.
-La Violencia Institucional establecida en la “Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia
para las Mujeres” consiste, entre otros aspectos, en la “…acción abusiva del servidor público que
discrimine o tenga como fin obstaculizar el goce de los derechos y libertades fundamentales de las
mujeres… al disfrute de políticas públicas que prevengan, atiendan, investiguen, sancionen y
erradiquen las manifestaciones, tipos y modalidades de violencia”. Dado que está establecido que la
Política de Salud Sexual y Reproductiva es una política que tiene el fin de “promover el ejercicio de
los derechos sexuales y reproductivos, la salud sexual y reproductiva y sus determinantes en el ciclo
de vida” y el aborto es determinante en el derecho a la salud sexual y reproductiva, la ley de
penalización del aborto es contradictoria con la “Ley Especial Integral para una Vida Libre de
Violencia para las Mujeres” y con la Política de Salud Sexual y Reproductiva.
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- La Ley de Igualdad Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres consiste en
“garantizar la igualdad real y efectiva de las mujeres y hombres sin ningún tipo de discriminación en el
ejercicio y goce de los derechos consagrados legalmente”. Se concluye que dicha ley es contradictoria
con la penalización del aborto porque el derecho a la vida de la mujer, que se supone que es
consagrado legalmente, se violenta cuando la mujer muere por no poder realizarse un aborto y además
se considera que la igualdad no es garantizada dado que sólo una mujer puede estar sometida a peligro
de muerte por falta del acceso al aborto.
- Ley de Igualdad Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres es contradictoria
con la penalización del aborto porque establece que es de la voluntad política del Estado de El
Salvador hacer de la “igualdad y la erradicación de la discriminación contra las mujeres, una exigencia
fundamental de sus actuaciones en las iniciativas públicas y privadas” y, como lo establece en su
primer artículo, lo hace de conformidad con la CEDAW. Dado que la CEDAW define a la violencia
contra la mujer como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como
las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en
la vida pública como en la vida privada”. La penalización del aborto se contradice porque no
reproduce la igualdad sino que fomenta la discriminación y la dominación, causa daño físico y
sicológico para la mujer y en últimas instancias causa la privación de la libertad de la mujer cuando se
condena a cárcel por aborto.
-Dado que la Ley de Igualdad Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres se
fundamenta en los principios de la CEDAW y teniendo en cuenta su definición de violencia, se
concluye que debido a los diversos derechos que son violentados por causa de la penalización del
aborto, ésta es una forma de violencia jurídica que obliga a la sociedad a discriminar a la mujer.
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Bibliografía
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