A. y S. t.230 p.464-471 - Poder Judicial de la Provincia de Santa

Anuncio
Reg.: A y S t 230 p 464-471.
En la ciudad de Santa Fe, a los diecisiete días del mes de marzo del año dos mil
nueve, se reunieron en acuerdo los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la
Provincia, doctores Daniel Aníbal Erbetta, María Angélica Gastaldi, Rafael Francisco Gutiérrez,
Mario Luis Netri y Eduardo Guillermo Spuler, con la presidencia del titular doctor Roberto Héctor
Falistocco, a fin de dictar sentencia en los autos "PROVINCIA DE SANTA FE contra BIANCHI,
Catalina Malaguti de y/o quien en definitiva resulte propietario sobre EXPROPIACIÓN" (Expte.
C.S.J. nro. 105, año 1995). Se determinó el orden de votación conforme al estudio de los autos:
señor Ministro doctor Spuler y, en orden sucesivo, señores Ministros doctores Gutiérrez,
Falistocco, Erbetta, Gastaldi y Netri; y que las cuestiones a resolver son: PRIMERA: ¿qué
indemnización corresponde fijar por los inmuebles expropiados? SEGUNDA: ¿qué
pronunciamiento corresponde?.
A la primera cuestión, el señor Ministro doctor Spuler dijo:
I. La Provincia de Santa Fe promueve demanda de expropiación contra Catalina
Malaguti de Bianchi y/o quien resulte propietario, de las fracciones de terreno que se describen
como: 1) ubicada en calle Ongamira entre calles Palestina y La Cumbre - Parcela 1 - Zona
Urbana - Sección 13 - Manzana 507 - Municipio de Rosario - Lotes nros. 1, 2, 3 y 4 (manzana D)
y cuyas medidas según plano de mensura n° 89.697/76 son las siguientes: 42,58 mts. de frente
por 28,14 mts. de fondo, lindando con calle Ongamira al Este, con calle Palestina al Sur, con calle
La Cumbre al Norte y demás lotes al oeste, encerrando una superficie total de 1.198,20 m2.
Superficie individual: lote 1: 212,90 m2; lote 2: 386,20 m2; lote 3: 386,20 m2 y lote 4: 212,90 m2; y
2) ubicada en calle Ongamira entre calles La Cumbre y Avda. Irigoyen - Parcela 1 - Zona Urbana Sección 13 - Manzana 498 - Municipio de Rosario - Lotes nros. 1, 2, 3 y 4 (manzana B) y cuyas
medidas según plano de mensura n° 89.697/76 son las siguientes: 42,58 mts. de frente por 28,14
mts. de fondo, lindando con calle Ongamira al Este, con calle La Cumbre al Sur, con Avda.
Irigoyen al Norte y demás lotes al oeste, encerrando una superficie total de 1.198,20 m2.
Superficie individual de cada lote: lote 1: 212,90 m2; lote 2: 386,20 m2; lote 3: 386,20 m2 y lote 4:
212,90 m2.
Indica que el dominio se encuentra inscripto en el Registro General de la Propiedad de
la ciudad de Rosario bajo el Número 57.558, Tomo 304 A, Folio 819, de fecha 10.01.1967 y
empadronado para el pago del impuesto inmobiliario bajo las partidas números 716.544/0011
(lotes de la Manzana 507) y 716.544/0009 (lotes de la Manzana 498).
Señala que por ley 10.076 (del 24.9.1987) se declaró de interés general y sujetos a
expropiación los inmuebles necesarios para la transferencia, por parte del Poder Ejecutivo, del
dominio de los mismos a los ocupantes de las “Villas de Emergencia”.
Para ello, dice, el Poder Ejecutivo mediante sus órganos competentes confeccionó de
acuerdo a la documentación agrimensural, aerofotográfica y censal, obrante en los archivos del
“Plan Logros de un Ordenamiento Territorial Estable” (L.O.T.E.), los planos de los inmuebles
afectados, entre los que se encuentran los de propiedad de la demandada.
Relata que de conformidad con las disposiciones legales vigentes procedió, por medio
de la Junta Central de Valuación, a determinar el valor real y actual de los bienes, ofreciéndolo en
pago a la propietaria a los efectos de cumplimentar el avenimiento expropiatorio, el cual no
prosperó por cuanto la misma aceptaba el valor estimado, pero condicionando el convenio de
avenimiento a que no se deduzca suma alguna por parte de la Provincia o los entes autárquicos
descentralizados de ésta por impuestos, tasas, contribuciones o cualquier otro tributo.
A raíz de ello, sigue diciendo, mediante decreto 2613/94 se facultó a Fiscalía de Estado
para promover la presente acción expropiatoria y se depositó en la cuenta judicial número
270.784/09 de la Agencia Tribunales del Banco de Santa Fe S.A. a la orden de esta Corte y para
estos autos, la suma de pesos ochenta y cuatro mil ochocientos ochenta con cincuenta centavos
($ 84.880,50), que se da en pago a la parte accionada.
Peticiona, en suma, se haga lugar a la demanda y en consecuencia se declare
transferidos a su favor los inmuebles afectados, se tenga por consignada la suma indicada y se
impongan las costas de conformidad a lo estipulado en los artículos 33 y 49 inc. b) de la ley 7534.
En fecha 2.6.1995 comparecen los herederos de la demandada y solicitan se libre
orden de pago por la suma consignada por la actora (fs. 24/25).
En fecha 14.6.1995 la expropiante toma posesión de los inmuebles aludidos,
dejándose constancia de que en los mismos no existen mejoras y que se encuentran libre de
ocupantes (f. 44).
Requerido, mediante proveído de f. 26, que se acompañen los libres deuda de los
terrenos expropiados a los fines de librar la correspondiente orden de pago, la parte expropiada
manifiesta su oposición a tal exigencia por cuanto considera que se produce un menoscabo de la
“indemnización justa” que le corresponde percibir atento a no ser “sujeto imponible ni titular de los
inmuebles gravados”; solicitando -no obstante- que se libre la correspondiente orden de pago por
la suma que exceda el importe reclamado tanto por la Provincia (Impuesto Inmobiliario) como por
la Municipalidad de Rosario (Tasa General de Inmuebles), depositándose el monto restante en
plazo fijo hasta tanto se resuelva la cuestión planteada (fs. 77/78).
En fecha 15.5.1996 se dispuso la transferencia de la suma de $ 37.680,50 a una
cuenta a la orden del Juzgado en donde se tramita el juicio sucesorio de la demandada,
reteniéndose y depositándose a plazo fijo la suma de $ 49.647,08 (f. 204).
A fojas 207/220 los expropiados contestan la demanda.
En su escrito de responde señalan que -tal como lo expresa la Provincia- la
expropiación de los inmuebles comenzó con el dictado de la ley 10.076; que en el mismo
momento en que la ley les fue notificada se convirtieron en “Expropietario”; y que los avatares que
debieron soportar dependieron exclusivamente de la culpa, negligencia e incumplimiento de las
obligaciones por parte de la expropiante.
En este sentido, afirman que la estimación del monto indemnizatorio recorre un trámite
administrativo de avenimiento con intervención y valuación de la Junta Central de Valuación y que
cada vez que se los requería a una audiencia a los fines de lograr el avenimiento expropiatorio, el
mismo se frustraba atento a la inestabilidad del valor de la moneda y a la lentitud de los
organismos provinciales en los respectivos trámites administrativos, lo que ocasionaba la
imposibilidad de llegar a un acuerdo en relación al valor indemnizatorio.
Agregan que en octubre de 1993 se logra llegar a un avenimiento, aceptándose un
valor indemnizatorio menor al de plaza “el que se condicionó al no pago de impuestos”; que dicho
acuerdo se logró por la suma de $ 84.880,50; y que recién en enero de 1995 la Provincia contó
con el dinero necesario para el pago de la indemnización.
Expresan que en el escrito de aceptación se hizo reserva de derechos para pedir el
pago de los intereses por el tiempo transcurrido desde que “...pasaron de la condición de
propietarios a la de ‘expropietarios’, desde la fecha del avenimiento y desde la fecha del pago”, lo
que se reclama en la presente instancia.
Además, continúan diciendo, solo han podido percibir un 40 por ciento de la suma
acordada y depositada, atento a la exigencia -de parte de este Tribunal- de la presentación de los
certificados de libre deuda correspondientes.
Entienden que el único representante del Estado provincial es Fiscalía de Estado y
que, en la demanda, dicho organismo no realiza ninguna cuestión ni pretensión de pago de
impuestos y tasas respecto de los inmuebles expropiados, por lo que “...la Corte, no puede en
nuestra opinión y con todo respeto transformarse en una nueva cabeza del Estado Poder
Función”.
Añaden que aceptan el monto consignado por la expropiante en la demanda, pero
reclaman los intereses correspondientes en virtud de no haber podido disponer de la
indemnización en tiempo y forma, como así también, los daños y perjuicios ocasionados por las
retenciones que se les han hecho para el eventual pago de impuestos.
Plantean, asimismo, la inconstitucionalidad de la normativa mediante la cual se
efectuaron dichas retenciones.
En cuanto a la problemática impositiva planteada, señalan que con el mismo dictado de
la ley expropiatoria, el sujeto expropiado pierde el uso y goce del bien por lo que no puede
arrendarlo, dividirlo, trabajarlo, ni explotarlo y, como consecuencia de ello, deja de ser sujeto
pasivo de los tributos que recaen sobre el mismo.
Agregan que la Provincia tuvo la posesión material de los inmuebles “ipso iure” con el
dictado de la ley expropiatoria, por lo que, a partir de ese momento, dejaron de ser propietarios de
los inmuebles expropiados encontrándose exentos del pago de los impuestos y tasas
correspondientes.
A fojas 223/225, la Provincia contesta el traslado corrido en relación con la pretensión
del pago de intereses y de los daños y perjuicios.
Allí expresa, por un lado, que la solicitud de pago realizada por los expropiados en
estas actuaciones del importe depositado en la demanda, implica que el pago de la indemnización
acordada se ha realizado, por lo que el dinero depositado dejó de pertenecer a la expropiante,
quedando en cabeza de los expropiados la adopción de las medidas correspondientes a los fines
de resguardar el poder adquisitivo de esos valores, debiéndose por tal motivo rechazarse la
petición de los intereses.
Por otra parte, en cuanto al reclamo de los daños y perjuicios ocasionados por las
retenciones realizadas por esta Corte, señala que el pago del impuesto es una exigencia fiscal
que debe ser verificada -aún de oficio- por el Tribunal y que éste ha actuado de conformidad con
lo establecido en el artículo 105 (hoy 111) del Código Fiscal provincial.
Entiende, asimismo, que dicha retención no puede constituir base para una
reclamación de daños y perjuicios, por cuanto se trata de una actividad lícita fundada en una
carga que el contribuyente debe soportar.
A foja 226 se abre la causa a prueba.
En fecha 10.12.1997 (f. 277) se dispuso una nueva transferencia al juicio sucesorio de
la demandada por la suma de $ 28.010,89, reteniéndose y depositándose en plazo fijo la suma de
$ 27.666,33.
A foja 291, la Administración Provincial de Impuestos informa que lo dispuesto en el
artículo 21 de la ley 11.697 (condonación de deudas que, en concepto de Impuesto Inmobiliario,
registren los inmuebles expropiados o en proceso de expropiación incluidos en las Leyes nros.
9982, 10.076, 10.421, 10.578, etc.) resulta plenamente aplicable a la presente causa.
En fecha 27.11.2000 se libra orden de pago por la suma de $ 5.542,95 para el pago de
la Tasa General de Inmuebles (f. 315); y habiéndose cumplimentado el mismo se libera el saldo
restante de $ 22.123,38 (12.3.2001, f. 336) mediante transferencia al juicio sucesorio de la
demandada.
A foja 343 se clausura el período probatorio y se dispone el pase de los autos a la
Comisión de Tasaciones, la que presenta su dictamen a foja 389 (Acta nro. 356).
Agregados los alegatos de las partes -fs. 400/406 y 408/409- y diligenciados los oficios
dirigidos al Registro General de la Propiedad a los fines de actualizar los
informes
correspondientes, se llaman “autos” para sentencia (f. 432). Consentida dicha providencia, queda
la causa en estado de ser resuelta.
II. Primeramente debe señalarse que, no obstante la ley invocada por las partes en sus
escritos de demanda y contestación de demanda, de las constancias de la causa surge que la
norma que declaró de utilidad pública y sujetos a expropiación a los inmuebles expropiados fue la
ley 9982, del 14.11.1986 (art. 1, inc. II, ap. 1 c), teniendo la misma como objetivo la transferencia
por parte del Poder Ejecutivo del dominio de los inmuebles correspondientes a los ocupantes de
las “Villas de Emergencia”.
Aclarado lo anterior, debe señalarse que la acción expropiatoria se sustenta en normas
constitucionales y legales, y a su procedencia no se opone la parte expropiada. Corresponde,
pues, hacer lugar a la misma.
Asimismo, cabe destacar que la parte demandada tampoco cuestiona la suma ofrecida
como indemnización por la Provincia.
En este sentido, señala en su contestación de demanda que ya en sede administrativa
ha manifestado su conformidad con el monto indemnizatorio ofrecido por la Provincia y que
ascendía a la suma total de $ 84.880,50 (aunque condicionando el acuerdo al no pago de
impuestos adeudados) y que también acepta la suma consignada en la demanda por dicha
cantidad, reafirmando su consentimiento con la misma al alegar de bien probado.
Así pues, corresponde fijar en la suma de $ 84.880,50, el valor objetivo de los
inmuebles expropiados a la fecha de toma de posesión (14.6.1995); y, atento a que la Provincia
ha depositado dicha suma al deducir la demanda de expropiación (15.3.1995) siendo aceptada la
misma por la parte expropiada, no deberá depositar -en consecuencia- diferencia alguna en
concepto de indemnización.
III. Procedente la acción y fijada la indemnización por los terrenos expropiados, la
cuestión litigiosa en la presente causa se circunscribe al reclamo de la expropiada de los
intereses devengados por no poder disponer del dinero en tiempo y forma, como así también, a la
petición de que se reconozca que no le correspondía el pago de los impuestos y tasas que
gravaban los lotes expropiados desde el momento de la notificación del dictado de la ley
expropiatoria, declarándose la inconstitucionalidad de la normativa por la cual se realizaron las
retenciones para el pago de los mismos.
III.a. En relación a los intereses, la parte demandada entiende que la Provincia le debe
abonar aquellos devengados “...por el tiempo transcurrido desde que mis mandantes pasaron de
la condición de propietarios a la de ‘expropietarios’, desde la fecha del avenimiento y desde la
fecha del pago”.
Al respecto, debe señalarse que -tal como se dijera en los puntos precedentes de este
decisorio- la expropiante consignó al iniciar la demanda de expropiación (15.3.1995) la suma de $
84.880,50, por considerarla el valor real y actual de los lotes expropiados.
A foja 25 (2.6.1995) los herederos de la demandada solicitaron que se libre orden de
pago por dicho monto “a cuenta de mayor cantidad, si correspondiere”, a lo cual se les requirió
-entre otras cuestiones- que “deberá acompañar libre deuda del bien expropiado” (f. 26).
Conforme surge del precedente de esta Corte “Provincia de Santa Fe contra Bobbio”
(A. y S. T. 45, pág. 217), no mediando aceptación de parte del interesado, “el dinero no deja de
pertenecer a la expropiante, y a ésta incumbe solicitar las medidas que en resguardo de su poder
adquisitivo puedan corresponder”.
Pues bien, tal criterio, en su aplicación concreta al caso, implica que, producida la
aceptación expresa de los expropiados en relación al monto depositado, las sumas respectivas
dejaron de pertenecer a la expropiante, por lo que a aquéllos sólo les restaba retirarla -previo
cumplimiento de lo requerido mediante el proveído de f. 26-, o bien, adoptar las medidas
tendentes a resguardar el poder adquisitivo de esos valores -como se hizo en autos- (criterio de
A. y S. T. 99, pág. 298; T. 102, págs. 386 y 390; T. 103, pág. 389).
En fecha 14.6.1995 la Provincia tomó posesión de los referidos inmuebles y, tal como
se analizó en el punto II, mediante este decisorio se fija como valor objetivo de los terrenos
expropiados a dicha fecha la suma total de $ 84.880,50.
De lo precedentemente expuesto se colige que no le asiste razón a la parte
demandada en cuanto a su pretensión de intereses, por cuanto la expropiante ya había
consignado en la demanda la suma que, a fin de cuenta, resulta ser aceptada por la expropiada
como indemnización por los lotes expropiados, es decir, con anterioridad a la toma de posesión la
Provincia ha abonado el monto indemnizatorio establecido y consentido por la demandada, no
debiendo depositar -como consecuencia- ningún saldo pendiente por ese concepto, ni tampoco
interés alguno atento a la falta de mora de la Administración.
A mayor abundamiento, debe destacarse que la expropiada ya ha percibido dicha
indemnización -con más los intereses devengados por el plazo fijo- tal como lo demuestran las
transferencias dispuestas en fechas 15.5.1996 (f. 204), 10.12.1997 (f. 277) y 12.3.2001 (f. 336)
-salvo la cantidad que ha sido utilizada para el pago de la Tasa Municipal-; y el hecho de no haber
sido efectivizada la misma en “tiempo y forma” solo se debió a la reticencia de la parte expropiada
en el pago de los gravámenes que recaían sobre dichos inmuebles hasta la fecha en que ha sido
desposeída por la Provincia, circunstancia esta que será analizada seguidamente.
III.b. La problemática impositiva que se presenta en la presente causa, en la cual se
cuestiona por inconstitucionalidad el artículo 111 del Código Fiscal provincial (t.o. Decreto
2350/97), reside en el hecho de que la parte demandada entiende que dejó de ser propietaria de
los inmuebles expropiados desde el momento en que ha sido notificada de la ley expropiatoria y
que desde allí no es sujeto pasivo de los impuestos y tasas que recaen sobre dichos lotes.
Agrega que con el dictado mismo de la ley expropiatoria, el sujeto expropiado pierde el
uso y goce sobre los inmuebles, no pudiendo disponer de los mismos atento a que la Provincia ha
asumido la posesión material de los terrenos “ipso iure” desde ese momento.
El artículo 111 del Código Fiscal provincial (t.o. Decreto 2350/97) dispone -en lo
atinente a la presente causa- que “Los Escribanos Públicos y autoridades judiciales que
intervengan en la formalización de actos que den lugar a la transmisión del dominio o constitución
de derechos reales sobre inmuebles objeto de los presentes gravámenes están obligados a
asegurar el pago de los mismos que resultaren adeudados, quedando facultados a retener de los
fondos de los contribuyentes que estuvieran a su disposición las sumas necesarias a ese efecto”.
En suma, la demandada no se opone al pago de los impuestos que garantizan la
aplicación del artículo 111 del Código Fiscal, sino que sostiene que esa norma es inconstitucional
en la medida que exige el ingreso de los tributos cuando la titular de los inmuebles se encuentra
desposeída de los mismos, por lo que para resolver la cuestión aquí planteada se debe
determinar si es correcta la posición de la expropiada en cuanto entiende que perdió la posesión
de los inmuebles desde la notificación de la ley expropiatoria.
Desde esta óptica, la pretensión de la parte expropiada -se adelanta- debe ser
desestimada.
En efecto, el pago de los impuestos -sostiene A. W. Villegas (“Régimen Jurídico de la
Expropiación”, pág. 321, Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1973)- corresponde al poseedor,
quien debe cargar con ellos mientras esté en posesión del bien; con posterioridad son a cargo del
expropiante. La toma de la posesión, sea provisional o definitiva, determina al obligado.
Debe destacarse que de las constancias de autos no surge acreditado que la Provincia
haya tomado posesión de los bienes expropiados con anterioridad al 14.6.1995 (fecha de toma de
posesión -f. 44-).
El dictado de la ley expropiatoria y su notificación a la propietaria de los bienes
sometidos a utilidad pública, no implica que el ente territorial desde ese momento asuma la
posesión de los mismos, siendo necesario para ello un acto administrativo o judicial idóneo a tal
fin por el cual la Administración provincial se haga cargo de la posesión y se desplace de la
misma a la expropiada.
De ninguna manera podrá considerarse que el dictado de dicha ley limite a la
propietaria respecto de la posibilidad de ejercer plenamente los derechos que sobre los bienes
afectados le asiste.
Es más, este Tribunal ha señalado -A. y S. T. 123, pág. 308- que la sanción de la ley
que declaró de interés general a un bien, siquiera alcanza a los fines de que el propietario pueda
exigir la expropiación (cfr. A. W. Villegas, op. cit., pág. 442), sino que es necesario que medien
conductas de la Administración Pública que impliquen desposeer al expropiado, ocupar el bien, o
impedir el libre ejercicio y la disponibilidad plena del propietario sobre la propiedad afectada (G.
Bidart Campos, “El Derecho Constitucional de la Libertad”, Tomo I, pág. 356, Ediar, Bs. As.,
1989), lo que no ha sido demostrado en el caso.
También afirmó el Tribunal que la sola sanción de la ley expropiatoria, así como -según
se ha visto- no autoriza al propietario a la promoción del juicio, tampoco vincula a la
Administración respecto de la determinación de efectivamente expropiar, y, en su caso, del
momento en que se consumará la afectación del bien y la expropiación.
Así pues, recién debe tenerse como asumida la posesión por parte de la Provincia con
la toma de posesión -efectuada en la presente causa- realizada por la Oficial de Justicia en fecha
14.6.1995, en cumplimiento de un mandato judicial.
Es a partir de ese momento que la parte expropiada fue efectivamente desposeída de
los inmuebles y desde allí cesan todas sus obligaciones tributarias sobre los mismos, quedando a
su cargo las existentes hasta esa fecha.
Lo precedentemente expuesto, deja sin sustento el planteo de inconstitucionalidad
efectuado, como así también los cuestionamientos a las retenciones oportunamente dispuestas
por esta Corte para el pago de los referidos gravámenes.
III.c. Las costas serán impuestas a la parte expropiada atento lo dispuesto en el
artículo 49, inciso 3, apartados a y b, ley 7534.
Así voto.
A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Gutiérrez, el señor Presidente doctor
Falistocco y los señores Ministros doctores Erbetta, Gastaldi y Netri expresaron idénticos
fundamentos a los vertidos por el señor Ministro doctor Spuler y votaron en igual sentido.
A la segunda cuestión, el señor Ministro doctor Spuler dijo:
Atento el resultado obtenido al tratar la cuestión anterior, corresponde hacer lugar a la
acción expropiatoria y, en consecuencia, declarar transferido a favor de la actora los inmuebles
expropiados. Fijar la indemnización total, al 14 de junio de 1995 (fecha de toma de posesión), en
la suma de $ 84.880,50 y tener por cumplimentada la misma con el monto consignado en la
demanda. Costas a la parte expropiada.
Así voto.
A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Gutiérrez, el señor Presidente doctor
Falistocco y los señores Ministros doctores Erbetta, Gastaldi y Netri dijeron que la resolución que
correspondía adoptar era la propuesta por el señor Ministro doctor Spuler y así votaron.
En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Corte Suprema de Justicia
de la Provincia RESOLVIÓ: Hacer lugar a la acción expropiatoria y, en consecuencia, declarar
transferido a favor de la actora los inmuebles expropiados. Fijar la indemnización total, al 14 de
junio de 1995 (fecha de toma de posesión), en la suma de $ 84.880,50 y tener por cumplimentada
la misma con el monto consignado en la demanda. Costas a la parte expropiada.
Registrarlo y hacerlo saber.
Con lo que concluyó el acto, firmando el señor Presidente y los señores Ministros por
ante mí, doy fe.
Fdo.: FALISTOCCO-ERBETTA-GASTALDI-GUTIÉRREZ-NETRI-SPULER- Fernández
Riestra (Secretaria)
Descargar