RUTA: CAMINANDO AL ACEBAL DE ABIADA Distancia: 11 km Tipo de recorrido: circular Dificultad: baja Lugar de salida/llegada: Abiada Duración: 3 horas. Objetivos: Conocer el entorno de la red fluvial de la zona. Mostrar el valor ecológico de los bosques de la zona Ideas clave: El origen del Ebro, la magia en la naturaleza, árboles emblemáticos, robledales y hayedos en el entorno del Guares, el acebal, el abedul como especie pionera. Desarrollo de la ruta. En esta ruta hablaremos de la importancia del río del Guares como principal afluente del río Híjar, este último afluente y origen del rio Ebro, también hablaremos de la antigua cultura de pastores campurrianos y la huella que esta cultura ha dejado en nuestros días. Pasearemos junto al río Guares, atravesando diversidad de especies arbóreas, hasta llegar al hermoso rincón del pozo la Ureña. La salida se realiza desde la localidad de Abiada, situada en la ribera del río protagonista de nuestra ruta, el Guares. Abiada está a una altura de 1.065 metros sobre el nivel del mar, y se sitúa en la zona más occidental del Valle de Campoo. Este pueblo está situado en “la Joyanca” valle glaciar que comprende los pueblos más altos de la comarca: La Lomba, Entrambasaguas, Mazandrero y en el que nos encontramos ahora, Abiada, pequeño pueblo que pertenece a la Hermandad de Campoo de Suso, segundo municipio de Cantabria por extensión, solo por detrás de Valderredible, ocupando casi todo el Valle del Híjar. Comentamos a los participantes que el protagonista de la ruta es el río Guares, principal afluente del río Híjar, origen del río Ebro. Tradicionalmente se ha situado el Nacimiento del Ebro en Fontibre; pero, los manantiales conocidos como “Fuentona” y “Fuentonucas” en realidad varias surgencias de aguas procedentes del Río Híjar, que se han ido filtrando y encuentran en Fontibre una salida al exterior. El río Híjar nace en Alto Campoo, en Pico Tres Mares, que recibe este nombre porque de él surgen tres ríos que a su vez van a desembocar a los tres mares que bañan la Península Ibérica: el río Híjar (protagonista de nuestra ruta) desemboca en el Mediterráneo, el Pisuerga, afluente del Duero, en el Atlántico y el río Nansa en el Mar Cantábrico. El punto de inicio de la ruta es el pueblo de Abiada, concretamente saldremos de la plaza. Tomamos un camino que lleva al puente, y al salir de este, vemos dos caminos, nosotros tomamos el camino de la derecha, hasta llegar a otro cruce de caminos donde cogemos el de la izquierda, y continuamos .Caminamos por la carretera, hasta el lugar donde está la Cagiga de Sopeña, donde realizaremos nuestra primera parada. Las paradas son: 1- Árboles rivales 2- El Pico Aguijón 3- Las cabañas 4- El Acebal 5- El Abedular 6- El Ebro, la unión de las aguas PARADA 1. Árboles rivales “Nos encontramos delante de la Cagiga de Sopeña, con fama de ser la cagiga más bonita de Cantabria, por sus dimensiones y su copa perfectamente equilibrada de 40 metros de envergadura, y perímetro de 6,3 metros. Se trata de un roble centenario que figura en las guías de árboles monumentales y se encuentra a un kilómetro de otro roble centenario conocido como “el abuelo” en la Hoz, pueblo vecino de Abiada. Estos dos árboles protagonizan una simpática “rivalidad” entre estos dos pueblos, que presumen ambos de roble centenario.” En esta parada, les invitaremos a utilizar clave dicotómica de árboles para identificar la especie, tras lo que retomaremos el camino hacia el acebal. Al seguir, nos encontramos un cruce de 3 caminos, de los cuales cogemos el de la derecha y avanzando unos metros nos encontramos otro cruce de dos caminos donde cogemos el de la derecha para ascender por un camino a través del que llegaremos a una portilla metálica que tenemos que pasar. Tras pasar esta portilla, llegamos a un cruce en el que tomamos el camino principal (ignoramos el camino derecho). Ascendemos, haciendo una doble curva, hasta llegar a un nuevo cruce donde tomamos el de la derecha, donde encontramos otros dos caminos de los cuales vamos a tomar el de la derecha. Avanzamos unos metros y nos encontramos un nuevo cruce donde cogeremos el de la derecha, pasamos otra portilla y seguimos el camino marcado. Continuamos por la senda, y antes de llegar a la zona conocida como la Prá, echamos la vista a la derecha hacia una loma, donde podemos ver el pico Aguijón, conocido entre los campurrianos como “Cantu Tescoru”. Donde vamos a realizar nuestra segunda parada. PARADA 2: EL PICO AGUIJÓN “Las tribus celtas divinizaban los accidentes geográficos, costumbre heredada por los romanos, pasando a ser asumida a su vez por muchos pueblos, sobre todo por los de cultura pastoril, hasta llegar a nuestros días. Si miramos hacia la derecha podemos ver el pico Aguijón, conocido entre los campurrianos como Cantu Tescoru, y fue, una peña idolatrada a lo largo de muchos siglos y lugar de brujería. El nombre de Canto Tescoru nombre proviene del latín “tesca, tescorum”, que significa lugar en el que se toman lo augurios, o se practica la “heteromancia”: que es el arte de adivinar el porvenir por el vuelo de las aves. En este lugar se practicaba la adivinación del porvenir basándose en el vuelo de las aves. En el Canto Tescoru se posaban y lo sobrevolaban diversos pájaros (según la época del año) tales como grajos, cuervos, cernícalos, aguiluchos, milanos… Cuentan los campurrianos, que en esta peña, nuestros antepasados podían pronosticar fenómenos meteorológicos a través del vuelo y los lugares donde se posaban estas aves. Sin duda, los campurrianos son los que más saben de la historia de estos parajes, como vamos a descubrir también en la siguiente parada.” Seguimos la senda, donde nos encontramos una bifurcación en la que tomamos la senda izquierda, para adentrarnos en los terrenos del río guares, y comenzamos a adentrarnos en la zona de “la Prá”. Seguimos caminando para coger pronto un camino marcado por el ganado a mano derecha. Continuamos por este sendero y llegamos al entorno de los invernales de Sopeña donde vemos dos invernales grandes con corralada y muchas cabañas. Seguimos caminando para encontrar más adelante la cabaña de las Bercolojas, donde vamos a realizar una parada. PARADA 3: LAS CABAÑAS “En todo el Valle de Campoo, podemos ver cientos de cabañas pastoriles. Como hemos visto a lo largo del camino, la mayoría están en buen estado, aunque como también vamos a observar un poco más adelante, otras están en ruinas. Todas estas cabañas tienen sus curiosidades. Algunas, hace años, estaban surtidas de leña y víveres. Esta cabaña que estamos viendo, recibe el nombre de “la Bercoloja”, construida en el año 1939, y podemos ver en la puerta un humorístico escrito que seguramente se dirige a algún presunto pirómano: "Cuidar la cabaña que es de todos y a quien queme la puerta, que ponga otra, ¡he dicho!". Ahora bien, cuentan los más ancianos de Abiada, que hace muchos años, esta cabaña la ocupó una chica joven que solamente bajaba al pueblo cuando la era necesario suministrarse de alimentos en la cantina, y que apenas hablaba más de lo necesario, con una apariencia misteriosa. Rumoreaban que solamente salía de noche, en dirección a Brañavieja, (por un camino que vamos a ver más adelante), hasta que un día, los habitantes de Abiada vieron como se la llevaba detenida una pareja de la Guardia Civil con orden de llevarla a Barcelona. Los campurrianos de la Joyanca, nunca supieron el por qué, reconociendo que viven en parajes aislados, lejanos de los pueblos, que también han servido como lugar de escondite para muchos fugitivos.” Seguimos caminando y vemos la de Calgosío, que está bastante deteriorada. Continuamos por esta pista, para llegar al acebal de Abiada, donde realizaremos otra parada. Cuando pasamos un pequeño puente de hormigón, seguimos y nos encontramos dos caminos que llevan al acebal; cogemos el de la derecha, entramos en este, y avanzamos un poco para realizar una parada. PARADA 4: EL ACEBAL “Nos encontramos en un bosque de acebos. El acebo es un arbusto de porte arbóreo, que puede llegar a superar los 10 metros de altura y vivir 500 años, como podemos ver en este entorno, en el que ya parecen auténticos árboles. Sus hojas son perennes, de forma elíptica, muy duras y con espinas que en los bordes que tienen función protectora: las hojas de la parte más baja del acebo tienen más pinchos que las de la parte alta del árbol. ¿Sabéis por qué? Es la forma que tienen de protegerse de depredadores. Así los herbívoros encuentran pinchos en las ramas más accesibles. Otra peculiaridad del acebo es que existen ejemplares machos y ejemplares hembra, y solamente las hembras dan fruto, que es de color rojo y tamaño de un guisante. El acebo, es un árbol que nos podemos encontrar bastante en esta zona, ya que durante los duros inviernos de la comarca campurriana tiene una importancia vital para la fauna del lugar: cumple una función protectora sirviendo de lugar de protección sobre todo para pequeños pájaros (la temperatura en su interior puede alcanzar unos grados más que fuera), y a partir del otoño da sus frutos los cuales servirán como alimento para todo tipo de animales. En este acebal, sobre un suelo barrizal de la época explanada glaciar, brotan las primeras aguas del río Guares, llamado también “Calgosio” en el Acebal. Este regato del Guares recién formado aquí, recibe primero las escorrentías del paso de la cuenca glaciar de la Horcá. Ya cerca del prado Nestosa, que nos encontraremos al final del acebal, se unen a esta corriente glaciar del Guares el arroyo Cuencajén, seguidamente de otras aguas menos importantes. Destacar que los acebos no suelen formar habitualmente bosques, más bien suelen acompañar en el sotobosque a otras especies como los robles. Es por ello que este lugar tiene un encanto especial y un valor inigualable. Pero no es el único “bosque” especial en la zona, en la siguiente parada, vamos a descubrir uno más. ” Continuamos por nuestro camino, y al llegar al final del acebal, el sendero rodea “Prao Nestosa”, un enorme y magnifico prado de pasto pegado al río Guares. (mirar) atravesamos el prado, y llegamos a una zona conocida como “los tubos”, que tiene vistas al famosos refugio Tajahierro que sube a Brañavieja, pero no vamos a tomar este camino que va a Brañavieja vamos a tomar el camino que sigue por el cauce del río Guares, vamos a hacer un brusco giro hacia la izquierda, siguiendo las marcas de pintura, y vamos a comenzar a bajar en un entorno bastante boscoso, y vamos a pasar por un abedular, donde haremos otra parada. PARADA 5: EL ABEDULAR “Nos encontramos en el abedular del río Guares o Tisuerra: normalmente, lo más común en las laderas norte es encontrar hayedos, pero en este caso, en la cabecera del río Guares, crece un abedular de gran interés. El abedul es un árbol rústico y pionero. ¿A qué nos referimos con esto? Este árbol es capaz de brotar en las condiciones más extremas, aguantar fríos inviernos, crecer ras un incendio o brotar sin apenas suelo. Es un árbol caducifolio, sus hojas son más o menos triangulares, y la característica más destacable de éste árbol es la corteza blanca plateada, lisa y con alguna raya horizontal aislada. Su tronco es recto, aunque en varias ocasiones, como podemos observar aquí, suele estar inclinado a un lado, a menudo por estar expuesto al viento. Este abedular, forma un prebosque de hayedo. En él, podemos observar especies sueltas de hayas, robles, servales de cazador o tejos. “ Continuamos la bajada por un hayedo, y a la salida de éste, nos encontramos con un puente viejo donde nos encontramos con la llamativa cascada del Pozo de la Ureña, zona en la que debemos de ser cuidadosos y no debemos acercarnos mucho al salto del agua. PARADA 6: EL EBRO, UNIÓN DE LAS AGUAS “Como podemos observar, aquí el río Guares se desliza y desploma de forma muy rápida formando esta magnífica cascada, lugar conocido como Pozo de la Ureña. Como vemos, el agua aquí se encajona entre dos piedras que se aprovechan desde antiguo como bastamento de este puente. A partir de aquí, el Guares continúa descendiendo hasta alcanzar el pueblo de Abiada, donde recibe agua del arroyo de las Fuentes, el cual baja aguas de la ladera de Pico Liguardi. A este regato, en su parte baja se le une el manantial de Sopeña, que brota bajo un peñón junto al bello prado de Sopeña. El río Guares desemboca en el Híjar (del que hemos hablado al inicio de la ruta), atravesando como hemos visto unos espacios biológicos de gran valor: abedules, acebos, robles y hayas. La confluencia de estos dos ríos se efectúa en el Puente de Riaño. Desde esta confluencia en los bonitos puentes de Riaño y Entrambasaguas, el río Híjar continúa después con un caudal duplicado, por el aporte del río Guares. Ya unidos, ambos siguen su camino hacia el Mediterráneo.” DESPEDIDA Cruzamos el puente que cruza una pista por la que seguimos para llegar de nuevo al pueblo de Abiada, punto de partida de nuestra ruta. Agradecemos su participación y les invitamos a participar en el resto de rutas y actividades de la Red de Centros.