Sumario - Poder Judicial de Corrientes

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TEMAS:
Patria potestad: Privación. Sentencia equiparable a definitiva a los fines del recurso
extraordinario. Guarda: Judicialización. Juicio de guarda preadoptiva y de
adopción: Reglas procesales. Inobservancia: Sanciones de nulidad. Prescindencia
del consentimiento del progenitor: Garantía de defensa. Debido proceso. Menor:
Menor en riesgo. Desamparo: Concepto. Requisitos. Rol del juez en la determinación
de las causas. Adopción plena. Procesos: Dilación. Ril: Incorrecta aplicación de la
ley.
Sentencia civil N° 40 de fecha 16 de mayo de 2013; expediente Nº LP2 5488/1,
“A. A. E. S/ PREVENCION”.
FUERO: Civil
HECHOS:
La Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de la ciudad de
Corrientes mantuvo la sentencia del anterior grado que declaró el estado de
desamparo material y moral de un menor, decretó su adoptabilidad y otorgó la
guarda con fines de adopción, en virtud de la imposibilidad de la progenitora de
ejercer el rol de madre por afecciones psiquiátricas con pronóstico de evolución
incierto. Calificó de negativo para el menor el cambio brusco en el hábitat y entorno,
teniendo en cuenta la integración del menor a la nueva familia de sus guardadores y
los vínculos que desarrolló con el tiempo destacó que no deben priorizarse los
deseos, voluntad y sentimientos de la madre por sobre la conveniencia del niño.
Disconforme con tal pronunciamiento, la progenitora interpuso recurso de
inaplicabilidad de ley -impugnó la decisión en sí y el procedimiento previo a su
dictado- que fue estimado por el STJ, mandando que previo al decreto de
otorgamiento de guarda se cite a la madre a los fines previstos por el art. 317 del
CCivil.
SUMARIOS:
Se trata la deducida de una vía de gravamen admisible. Se dirige contra un
pronunciamiento que, si bien podría ser dejado sin efecto en la excepcional
circunstancia prevista por el art. 308 del Código Civil, se torna equiparable a una
sentencia definitiva, considerando que la prolongación a través del tiempo de los
efectos que la privación de la patria potestad acarrea, autoriza a suponer un perjuicio
de tardía o insuficiente reparación ulterior (sentencia Nº 104 dictada el 09/11/12 en el
Expte Nº 10257/12,"M., R. A. y Otros s/ Prevencional - Santa Lucía").
Nadie puede poner en dudas la supremacía del interés superior del niño. Mas, si en
el caso oportunamente fue dispuesta y efectivizada una medida de protección tutelar
y urgente, disponiéndose la entrega en guarda provisoria del menor, no existe ningún
motivo razonable para que en el proceso se haya privado a la progenitora, como de
hecho se la privó, de los derechos que le garantiza el debido proceso.
La singularidad que introdujo la ley 24.779 es la judicialización de la guarda, por lo
que es de relevancia destacar las reglas procesales que se han establecido para el
juicio de guarda preadoptiva y para el juicio de adopción, como también las
sanciones de nulidad absoluta o relativa para el caso de inobservancia de tales
directrices. Esto implica que, como toda acción que se instaura judicialmente, debe
existir un pedido formal de guarda preadoptiva y a su turno, la citación a la
progenitora para que comparezca al tribunal a prestar su consentimiento al respecto,
en resguardo de su garantía de defensa y por un elemental principio de justicia, ya
que "puede tener que decir algo" (La Ley, Antecedentes Parlamentarios ley 24.779,
&96).
Conforme ha expresado la Juez “a quo” y ha convalidado la Alzada, luego de que los
guardadores expresaran en audiencia su voluntad de adoptar al niño, se ha
prescindido del consentimiento de la progenitora, […]. Y esto, porque el supuesto
que nos ocupa no refiere al supuesto legal de desamparo citado. No estamos ante un
menor desamparado por su madre, sino ante un menor en riesgo por los problemas
psíquicos que su madre sufre. Este no es un tema menor, ya que si bien refiere a
una cuestión de hecho, arrastra gravísimas consecuencias jurídicas, en tanto aquella
declaración judicial de desamparo y preadoptabilidad es la que habilita a otorgar una
adopción plena, prescindiendo justamente del consentimiento del progenitor (inc. c 2°
parte del art. 325 del Código Civil).
Surge claramente, en el caso particular, que estamos frente a una madre con un
problema psiquiátrico que le dificulta la asunción de su rol; enfermedad que requiere
de un tratamiento continuo y para lo cual no cuenta con la necesaria contención
familiar como para enfrentarlo, razón por la cual su pronóstico es incierto. De allí que
no puede hablarse razonablemente de dolo o culpa de la madre en no proteger a su
hijo. Las constancias del expediente nos dan certeza acerca de que A. fue dado en
guarda porque corría peligro, al estar al cuidado de una madre en crisis por
abstinencia de medicación. Mas, esta incapacidad materna que ella admite no
configura el supuesto de desamparo que la ley exige sea voluntario.
La sentencia recurrida adolece de un vicio sustancial, cual es la incorrecta aplicación
de la ley, que acarrea una grave violación al trámite procesal del otorgamiento de la
guarda con fines de adopción, cual es el prescindir del debido consentimiento de la
progenitora.
Hiere con razón a la recurrente, como también al orden jurídico, que los jueces
declaren un estado de desamparo y de adoptabilidad de su hijo, cuando que antes,
frente a sus reiterados y persistentes reclamos de restitución y/o fijación de un
régimen de visitas, le hicieron saber que debía ocurrir "a la vía procesal civil
pertinente", y a pesar de haberlo hecho, así, sin más, se la sorprende con esta
decisión. El valor seguridad jurídica no consiente a las partes y menos aún a la
jurisdicción, volver en contra de sus propios actos, los que deben tener la implicancia
que da la estabilidad, esto es, certeza, previsibilidad.
En lo que refiere a los vínculos desarrollados por el menor en la nueva familia,
debemos ser sumamente cuidadosos, ya que es la misma dilación en los
procedimientos la que termina a veces provocando situaciones irreversibles que
pueden volverse perjudiciales para los intereses de los niños y, en su caso, de los
padres biológicos (Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso "Forneron
e hija vs. Argentina", Sentencia del 27 de abril de 2012). Esto es, si en sede
prevencional se remite a la madre a la sede civil para reclamar un régimen de visitas,
y luego allí la escuchan recién a los dos años, sin que hubiera llegado la respuesta
de la justicia, luego, utilizar el factor tiempo para justificar una declaración de esta
clase se convierte en un argumento avieso.
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