Resolución del Ararteko, de 23 de septiembre de 2013 2013, por la que se recomienda al Ayuntamiento de Llodio que asuma las obligaciones derivadas del uso público sobre rasante de una propiedad privada. privada. Antecedentes 1. D. (…), actuando en nombre y representación de la comunidad de propietarios de las viviendas de los edificios (…) 8, (…) 3 y 5 y (…) 1 de Llodio, presentó una queja en esta institución por la disconformidad con el Decreto nº 756/2011, del 7 de abril del Alcalde de Llodio. La resolución municipal rechazaba la solicitud de que el Ayuntamiento de Llodio abonara las obras de conservación de la plaza Untzueta o, en otro caso, lo gastado por las comunidades y propietarios de los locales comerciales, por el uso público de una propiedad privada, de conformidad con la normativa que regula la servidumbre de uso público. La comunidad de propietarios discrepaba de los motivos aducidos por el ayuntamiento en la resolución, así como de la motivación complementaria contenida en los informes técnicos (referencias B-053/11 y G-013/11). La fundamentación de las alegaciones de la comunidad de propietarios venía motivada en la recomendación de esta institución de 31 de agosto de 2010, sobre reembolso de gastos en un espacio privado con servidumbre de uso público1. A la vista de la queja y la documentación aportada solicitamos información al ayuntamiento sobre el régimen urbanístico y el planeamiento que había dado origen a la ejecución de los garajes y que impuso el gravamen del uso público peatonal, junto con las condiciones para su ejercicio. 2. El Ayuntamiento de Llodio contestó a nuestra solicitud de información y aportó diversa documentación que analizaremos y valoraremos pormenorizadamente en el siguiente apartado junto con la documentación aportada por la comunidad reclamante, referida tanto a la resolución denegatoria de abono de gastos como a los informes técnico y jurídico que sirven de motivación al acto administrativo sobre el que discrepa la comunidad de propietarios. Finalmente, el Alcalde de Llodio indica en su respuesta que la cubierta del edificio destinado a garajes, desde su origen, por razón de su diseño y localización, permite la estancia y paso indiscriminado de peatones para acceso a los edificios colindantes. Estos antecedentes históricos, al igual que las 1 Resolución del Ararteko, de 31 de agosto de 2010, por la que se recomienda al Ayuntamiento de Bermeo que reembolse los gastos realizados por una comunidad de propietarios en un espacio privado con servidumbre de uso público. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net características de las propias edificaciones, deben tenerse muy presentes para valorar y solucionar la habitual problemática de reclamación de responsabilidades o ayudas parciales para reparar elementos existentes (terrazas, soportales, jardines, etc.) de titularidad privada, pero susceptibles de un uso público indistinto como es legítimo y habitual en ciudades y pueblos. A la vista de estos antecedentes, hemos considerado oportuno elaborar esta resolución, en conformidad con las siguientes: Consideraciones 1. El Decreto de la Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento de Llodio, de 7 de abril de 2011, señala que 4 comunidades de propietarios, solicitan el reintegro de gastos por la ejecución de obras (no precisadas y sin concretar importe) de conservación de la denominada “plaza” Untzueta, por razón de ser particular pero de uso público (no obstante formar parte de la cubierta de un garaje privado). La resolución determina rechazar, por ser jurídicamente indebida e infundada, la solicitud de abono que se reclama y, en segundo lugar resuelve: “Rechazar asimismo que el deterioro y humedades de los garajes existentes bajo la denominada Plaza Untzueta tenga su causa y suponga responsabilidad de este Ayuntamiento por el uso público superficial de una propiedad privada, así como que su naturaleza y regulación se deba corresponder con una servidumbre de uso público, puesto que es más bien una carga original relacionada con el diseño, construcción y aprovechamiento de la planta semisótano destinada a garajes particulares. “ En primer lugar, analizaremos el marco jurídico-urbanístico del ámbito de la “plaza” citada, según la documentación e información aportada. El ayuntamiento en su respuesta indica que: a) Con respecto al régimen urbanístico de los garajes, garajes y el espacio de uso público peatonal de referencia, no existe ficha urbanística y plano específico para los mismos, encontrándose incluidos dentro de la Zona Vivienda Z.V. 31 (Lateorro Consolidado). b) Con respecto al planeamiento de origen, origen la licencia de edificación concedida por acuerdo de la Comisión Permanente el 11-07-73, es anterior a la aprobación definitiva el 8-10-74 del Plan Parcial Latiorro por la Comisión Provincial de Arquitectura y Urbanismo. Esta licencia concedida inicialmente para 115 viviendas, locales comerciales y aparcamientos subterráneos se refiere al plano de urbanización de toda la propiedad que presenta el promotor garantizando la ubicación de 225 plazas de aparcamiento, una por vivienda, según señalaba el entonces vigente Plan de Ordenación del Valle, así como Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net planos en los que se especifica el acceso peatonal a las viviendas y jardines de la zona. En dicho acuerdo también se indica que esta promoción de 225 viviendas de la manzana se va a incorporar al Plan Parcial de Latiorro, resolviéndose a nivel técnico, los problemas de integración de dicha manzana. Finalmente el acuerdo de concesión de la licencia condiciona a que previamente a la concesión de la licencia de habitabilidad será necesaria la certificación de la existencia de la urbanización con pavimentación, aceras, jardines y alumbrado. En las Normas Urbanísticas del Plan Parcial no constan las condiciones de ejercicio del uso peatonal indistinto para la parte superior del edificio de garajes. c) No consta en el expediente ni licencia de primera utilización, ni de conformidad de la “urbanización” del espacio de uso público superior a los garajes. Se aporta como documento indicativo de las dificultades en la ocupación por la falta de urbanización, el escrito remitido el 11 de octubre de 1977 por el Alcalde al Gobernador Civil de Álava, sobre la necesidad de uniformar y supeditar este proyecto de urbanización con el redactado para el Grupo Francisco Franco que está en tramitación. El alcalde le informa que una vez aprobado definitivamente el mencionado proyecto podrá el Ayuntamiento de Llodio conceder las licencias de ocupación de las viviendas referenciadas. En suma, estamos ante una licencia urbanística que no determina obligación ni condicionante específico alguno sobre la urbanización y su conservación, ni especifica su carácter público o privado, ni de donde se infiere la atribución del uso público a la plaza. Se indica por parte del alcalde que es una carga original o en origen, pero sin señalar el título habilitante para el establecimiento de esa carga original ni su contenido obligacional para los particulares. El acuerdo de concesión de la licencia urbanística se refiere al “vigente Plan de Ordenación del Valle” y debemos suponer, al no informarnos de ello el Ayuntamiento en su respuesta, que aquel planeamiento vigente nada especificaba sobre este particular. Desde luego, la obligación tampoco pudo ser impuesta por el Plan Parcial Latiorro que es posterior a la concesión de la licencia de edificación, sin perjuicio de que, de conformidad con el condicionante de la licencia de edificación, se estableció la obligación de resolver ”a nivel técnico” los problemas de integración de la manzana en el citado plan parcial. A estos efectos, cabe indicar que la licencia urbanística es un acto administrativo de autorización por cuya virtud se lleva a cabo un control previo de la actuación proyectada por el solicitante verificando si se ajusta o no a las exigencias de la ordenación vigente en el momento de Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net concederse, de tal forma que el promotor materializó el aprovechamiento de la parcela con el cumplimiento de las cargas exigidas y, en concreto, a los efectos que aquí interesan, con la certificación de la existencia de la urbanización con pavimentación, aceras, jardines y alumbrado. Por tanto, hasta lo aquí indicado el planeamiento vigente en el momento de concederse la licencia urbanística, no arroja ninguna luz sobre de donde deriva la supuesta obligación “en origen” y su alcance. 2. La legalidad vigente al tiempo de concederse la licencia era la Ley de 12 de mayo de 1956, de Régimen de Suelo y Ordenación Urbana. En principio, según esta Ley las licencias de edificación quedaban condicionadas al cumplimiento de las obligaciones previstas en el artículo 67, que determinaba lo siguiente: “1. El suelo urbano estará sujeto a la limitación de no poder ser edificado hasta que !a respectiva parcela, por contar con los servicios mínimos de urbanización a que se refiere el artículo sesenta y tres, mereciere la calificación de solar. 2…. 3. Los propietarios de terreno de suelo urbano deberán: ·a) Ceder los terrenos viales y de parques y jardines y costear la urbanización del modo y en la proporción a que se refiere el artículo ciento catorce; y b) Edificar los solares bajo la carga de expropiación, en el plazo _que rija según el artículo ciento cuarenta y dos.” A su vez, el artículo 114, referido a las disposiciones generales de los distintos sistemas de actuación, determina que los propietarios de fincas emplazadas en sectores que fueren objeto de urbanización, en justa compensación a los beneficios que su ejecución habrá de reportarles, deberán ceder los terrenos libres de gravámenes y costear las obras, del modo y en la proporción establecidos por el planeamiento. Así, la regla general en cualquiera de los sistemas de ejecución del planeamiento era que los propietarios tenían la obligación de ceder los terrenos libres que el planeamiento determinara, costear la urbanización correspondiente y edificar los solares. Una vez cedida la urbanización a la administración, ésta asumía la obligación de su mantenimiento y conservación. Frente a esta regla general de ceder los terrenos viales y de parques y jardines, la regulación preveía supuestos como el de las urbanizaciones particulares. En algún documento de los manejados en esta queja se menciona que estamos ante una urbanización privada (así el informe jurídico del Técnico de Administración General del Ayuntamiento de Llodio de 6 de abril de 2011). El artículo 41 de esta Ley se refiere a las urbanizaciones particulares y obliga a que estos proyectos consignen, Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net necesariamente, la previsión sobre la futura conservación de las obras y los compromisos que se hubieren de contraer entre el urbanizador y el Ayuntamiento, y entre aquel y los futuros propietarios de solares. Ahora bien, la posible consideración de la actuación como urbanización particular, no se infiere de la documentación e información facilitada. Tal como hemos indicado en el apartado anterior, se utiliza en todo momento el término “urbanización” sin adjetivos. En todo caso, incluso la calificación como urbanización particular, además de la circunstancia de que no se hubieran establecido los pactos debidos para la futura conservación de las obras, no daría respuesta al origen de la carga impuesta a los propietarios privados del uso público del espacio en superficie, carga que resultaría contradictoria con el propio carácter de una urbanización particular. Una cosa es el uso conforme al plan de los espacios libres de edificación de carácter privado en una urbanización particular y otra distinta es la carga impuesta de destinar un espacio de titularidad privada al uso público en superficie. Finalmente, cabe citar la otra opción prevista por la Ley del Suelo de 1956, que no es otra que la posibilidad de constituir servidumbres cuando no fuere menester la expropiación sobre el dominio, según el derecho privado o administrativo, bien a través de convenio o mediante su imposición (artículo 55.1). Esta posibilidad está prevista en aquellos casos en los que para la ejecución de un plan no fuere menester la expropiación del dominio y bastare la constitución de alguna servidumbre sobre el mismo. De lo indicado en este apartado, cabe reseñar que en la regulación de la Ley del Suelo de 1956 la regla general era la cesión de la urbanización destinada a terrenos libres a la Administración. Por otra parte, la calificación de la urbanización como “particular”, aparte de que no tenga ningún soporte documental, tampoco solventaría la carga “impuesta” de soportar el uso público en superficie de la plaza, por resultar en principio contradictoria con el propio carácter de las urbanizaciones privadas. De ahí que, a nuestro entender, la figura de la servidumbre de uso público, en defecto de convenio, pacto o planeamiento que sustente las relaciones recíprocas, podría servir para determinar el contenido jurídico de los derechos y obligaciones de las partes. 3. Ello nos lleva a analizar la fundamentación jurídica de la resolución de la Alcaldía-Presidencia, que niega que la naturaleza y regulación se deba corresponder con una servidumbre de uso público, al indicar que la carga original está relacionada con el diseño, construcción y aprovechamiento de la planta de semisótano destinada a garajes particulares. La motivación de la resolución municipal a este respecto se contiene en el informe jurídico emitido por el Técnico de Administración General, Jefe del Área de Urbanismo y Medio Ambiente, de 6 de abril de 2011 (en adelante informe jurídico). Sin entrar en las aseveraciones gratuitas además de innecesarias que realiza el técnico municipal sobre la resolución de esta institución de 31 de agosto Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net de 2010, referenciada en los antecedentes, analizaremos las consideraciones jurídicas que motivan la desestimación de la solicitud de las comunidades de propietarios reclamantes. El informe, en primer lugar, se refiere a la existencia de un deber de conservación de bienes inmuebles vinculado con la función social de la propiedad privada y con los derechos y deberes de su régimen estatutario, recomendando estudiar las normas legales sobre los deberes legales de los propietarios privados respecto al mantenimiento ordinario y extraordinario de sus bienes. La normativa que menciona (Constitución, Ley de Propiedad Horizontal (LPH), Texto _Refundido de la Ley del Suelo de 2008 (TRLS), Ley del Suelo y Urbanismo del País Vasco -LSU), no resuelve en absoluto el problema de fondo que plantea la queja. Las obligaciones de la comunidad de propietarios de la LPH se refieren al mantenimiento de sus propiedades privadas, pero no regula los derechos y obligaciones con respecto a terceros beneficiarios del uso en parte de esa propiedad privada, que es a lo que nos estamos refiriendo en este caso. El artículo 10 de la LPH que cita el informe, se refiere a los supuestos en los que el propietario es usuario de la cosa, pero no del nudo propietario titular del espacio que por” imposición municipal” está destinado a un uso público. Con respecto a las menciones del régimen urbanístico del derecho de propiedad del suelo que consagra el artículo 7.1 y 9 del TRLS/2008, efectivamente el régimen urbanístico de la propiedad del suelo es estatutario, como se encarga de subrayar el informe técnico. En tal sentido, justamente, resulta necesario conocer la vinculación a los concretos destinos del uso público del espacio de la plaza, es decir en virtud de qué legislación y ordenación urbanística se ha impuesto la “carga original”, conocimiento que tal como hemos señalado anteriormente no ha quedado acreditado, de tal forma que se desconoce propiamente tanto el origen como su contenido “estatutario”. La administración únicamente puede imponer las cargas urbanísticas que, de conformidad con la Ley, se concreten en el planeamiento correspondiente. Este principio es una constante en la legislación urbanística, tanto en la Ley del 56, vigente cuando se concedió la licencia y se ejecutó la urbanización, como en las sucesivas legislaciones urbanísticas que han regido la materia. Así la sentencia del Tribunal Supremo (referida al Reglamento de Gestión Urbanística de 1978 pero perfectamente extrapolable al régimen de la Ley del 56), de 1 de febrero de 1999 determina: “TERCERO.- El articulo 67 del Reglamento de Gestión Urbanística establece que la conservación de las obras de urbanización y el mantenimiento de las dotaciones e instalaciones de los servicios públicos serán de cargo de la Administración actuante, una vez que se haya efectuado la cesión de aquellas, salvo el supuesto previsto en el articulo siguiente, en que tal Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net obligación es asumida por los propietarios del polígono o unidad urbanizada, cuando así se imponga por el Plan de Ordenación o por las bases de un programa de actuación urbanística o resulte expresamente de las disposiciones legales, en cuyo caso los propietarios de dicho ámbito han de integrarse en una Entidad de conservación, obligatoriamente, tal como dispone el articulo25.3 del propio Reglamento de Gestión Urbanística.” Urbanística En tal sentido, la mención que el informe jurídico realiza al deber de conservación de las obras de urbanización en los supuestos de las urbanizaciones particulares (artículo 197.3 de la LSU) ha quedado respondido en los apartados anteriores, al no constar tal situación excepcional derivada del planeamiento de origen. Por el contrario, el vigente artículo 197.1 de la LSU viene a coincidir con lo indicado, al determinar que la urbanización, desde su entrega y recepción por la administración conlleva el deber de conservación por parte del ayuntamiento. No obstante, los propietarios de los terrenos quedarán obligados a costear la conservación de las obras de urbanización cuando así se imponga, de forma justificada y necesariamente con carácter temporal, por el planeamiento o por el programa de actuación urbanizadora o resulte expresamente de disposiciones legales. A nuestro entender, no se discuten las obligaciones de los propietarios privados con respecto a sus bienes privados, sino que el objeto de discusión es si los reclamantes deben asumir todas las obligaciones que puedan derivarse por razón de la carga impuesta “en origen” del uso público de un espacio privado o si, por el contrario, el titular beneficiario de ese uso público, es decir el ayuntamiento, tiene alguna obligación en función del aprovechamiento público que realiza. El planteamiento municipal parece que quiere negar la existencia de una relación jurídica con los correspondientes derechos y obligaciones de las partes, es decir entre quien tiene la carga y quien la disfruta, pero lo cierto es que tal relación a nuestro entender existe y lo que se trata de dilucidar es el contenido de esa relación. 4. El informe jurídico señala que “… más que una detracción o gravamen impuesto por el Ayuntamiento sobre una propiedad ajena, por razón de su diseño, naturaleza y localización, la impropiamente denominada “plaza” Untzueta, desde su origen, tiene la función de espacio de uso público peatonal peatonal (además de ser parte exterior de la cubierta de un semisótano destinado a garajes). En otras palabras, desde su construcción por Bastola, S.A., esta cubierta privada tiene la “carga” de soportar su uso público peatonal (carga en sentido técnico jurídico: algo que hay que hacer o cumplir para obtener un beneficio o evitar un perjuicio) no es un gravamen posterior o detracción a la propiedad impuesta por el Ayuntamiento.” Continúa señalando el informe que “… hay que destacar en este caso (como en otros de Llodio….) el hecho de no ser un uso propiciado o potenciado por el Ayuntamiento sino herencia de la ciudad edificada y uso urbanístico consolidado como preexistente por el planeamiento.” Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net Las cargas urbanísticas las impone el ayuntamiento en virtud de la potestad que en materia urbanística le confieren las leyes. Ya en tiempos de la Ley del Suelo de 1956 se establecía que la competencia urbanística en orden al régimen del suelo procurará que el suelo se utilice en congruencia con la utilidad pública y la función social de la propiedad, debiendo el planeamiento, entre otras facultades establecer espacios libres para parques y jardines públicos en cada polígono, en proporción adecuada a las necesidades colectivas y no inferior al diez por ciento de la superficie (artículo 1). El ayuntamiento, en el ejercicio de sus competencias, dio el visto bueno a una urbanización concreta, aplicando la legalidad urbanística en aquel momento y en cumplimiento del Plan General entonces en vigor que, necesariamente, debía dar cobertura al diseño proyectado, estableciendo la compatibilidad de usos privados y públicos que estimaron oportunos para el concreto espacio ordenado. Además, tales usos han sido consolidados en el planeamiento vigente. Toda ciudad evoluciona y es dinámica y en tal sentido siempre hay una herencia que se recibe, aunque en el ejercicio de las potestades urbanísticas la administración competente siempre tiene la opción de potenciar, modificar, rectificar e incluso eliminar los usos urbanísticos al revisar su planteamiento general. En suma, el contenido “estatutario” de la propiedad resulta ser el previsto en su régimen urbanístico, dado que es la ordenación urbanística la que vincula el suelo a los destinos correspondientes y le atribuye los usos permitidos mediante la clasificación y la calificación urbanística pertinentes y todas estas facultades competen al ayuntamiento. Según el informe del arquitecto municipal, la situación edificatoria que combina usos privados (generalmente destinados al uso de guardería-aparcamiento) bajo rasante y usos públicos a nivel de rasante o planta baja resulta habitual en las zonas de uso residencial de alta densidad del municipio de Laudio/Llodio, tanto en las zonas de edificación consolidada con anterioridad a la aprobación del vigente planeamiento general como en las zonas resultantes de la ejecución del vigente Plan General de Ordenación Urbana. De la importancia de esta solución de ordenación urbanística da idea el hecho de que, aproximadamente, un 20% del total de zonas del suelo urbano con uso predominante de vivienda con edificación consolidada con anterioridad al vigente planeamiento general y otro tanto, es decir en otro 20 % de las zonas, como resultado del vigente planeamiento, tienen aprovechamientos privados bajo rasante y usos públicos a nivel de rasante. Por tanto, a la vista de estas cifras no es sólo que estemos ante una solución urbanística que se ha heredado de los planes antiguos, sino que ha seguido potenciándose en el vigente planeamiento general. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net Ante una situación que afecta a amplias zonas urbanas del municipio, el vigente Plan General de Ordenación Urbana clasifica los usos según el régimen de propiedad del suelo y/o la edificación y distingue entre usos públicos, usos de la administración pública, uso de la administración pública sobre propiedad privada y usos privados (1.4.15). Así, indica que se incluirán en el apartado de uso de la Administración Pública sobre propiedad privada, aquellos espacios que estando por el Planeamiento destinados a estar incluidos en las áreas de propiedad privada, el propio Planeamiento les impone de manera expresa servidumbres de paso público o de utilización pública en su subsuelo, suelo o vuelo, según la siguiente casuística (artículo 1.4.18): • • Los espacios de propiedad privada destinados en el subsuelo a un uso privado y en la superficie a un uso público de espacio libre, itinerario peatonal o calzada rodada Cualquier otra modalidad que suponga una servidumbre o restricción a la propiedad privada del suelo, es decir a las denominadas áreas para usos privados. El informe del arquitecto municipal señala que para la zona ZV.31 (Latiorro consolidado) el Plan admite las tres posibilidades reguladas en el artículo 1.4.15, sin que la normativa establezca en esta zona (Z.V.31) diferencias de tratamiento urbanístico para cada una de las tres modalidades y añade que en la totalidad de las zonas en las que es habitual esta situación edificatoria el tratamiento urbanístico normativo de los usos públicos y privados es sustancialmente idéntico. Las normas específicas de ordenación de la esta Zona se difieren al Plan Leteorro, que tampoco regula el régimen jurídico sobre este particular. Así, partiendo de que existe un uso público de un espacio privado, aunque desconozcamos el título que dio origen a ese derecho y en defecto de régimen jurídico propio que regule las condiciones para su ejercicio, el Código Civil determina que en defecto de leyes y reglamentos especiales, todo lo referente a las servidumbres establecidas para la utilidad pública o comunal se regirá por las disposiciones del presente título (artículo 550 del C.C.). Además, el vigente Plan General se refiere a las servidumbres para estos supuestos, aunque no defina el régimen jurídico propio. Llegados a este punto, a nuestro entender, resulta de plena aplicación la consideración primera de nuestra resolución, de 31 de agosto de 2010, que señalaba: “La proliferación de los espacios que tienen un aprovechamiento privado en el subsuelo, habitualmente garajes, junto con un uso público en superficie destinado a plaza o zona verde, ha sido propiciada y potenciada por las administraciones locales en los instrumentos de planeamiento urbanístico. Esta fórmula ha resultado idónea para compatibilizar los usos privados con los Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net usos públicos, sobre un recurso como el suelo que siempre es limitado y como solución a la demanda de aparcamientos para vehículos en los municipios. Con todo, esta compatibilidad de usos también ha traído consigo problemas en las relaciones recíprocas que, en su momento, no se tuvieron en cuenta y que ahora, caso por caso, hay que solventar. La legislación urbanística2, tradicionalmente, ha previsto que cuando, para garantizar el uso público de un espacio, sea suficiente la constitución de una servidumbre, se establezca esta alternativa frente a la expropiación, según la regulación prevista en el derecho privado o administrativo. Una vez que el planeamiento urbanístico legitima el establecimiento de la servidumbre de uso público sobre un espacio privado como la mejor opción para el interés público, debieran ser las normas urbanísticas del propio Plan o los correspondientes documentos de desarrollo los que regularan, de manera pormenorizada, los derechos y obligaciones tanto del propietario como de la administración beneficiaria. Sin embargo, en muchas ocasiones y sobre todo en actuaciones más o menos antiguas, no están plasmados los derechos y obligaciones recíprocas que las partes asumen, por lo que en defecto de pactos, acuerdos o lo que el planeamiento determine, resulta necesario acudir a la regulación que el Código Civil realiza sobre la servidumbre voluntaria, para solventar los conflictos que se generan entre los afectados y el ayuntamiento. El artículo 531 del Código Civil determina que pueden establecerse servidumbres en provecho de una comunidad a quien no pertenezca la finca gravada. Por su parte, el artículo 543 del Código Civil regula los derechos y obligaciones entre las partes (el propietario del predio sirviente y el ayuntamiento), correspondiendo al titular de la servidumbre el mantenimiento y reparación de la cosa para permitir la continuación del uso público previsto.” En parecidos términos se pronuncia también la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de 30 de abril de 2008, para un supuesto en el que había un uso público en superficie y un aprovechamiento de garajes bajo rasante. Así el fundamento de derecho cuarto, con referencia a la STS de 1 de febrero de 1999, a la que antes nos hemos referido, señala que: Del contenido de dicha sentencia resulta que desde el momento en que ese espacio de uso público es cedido al Ayuntamiento para que pueda usarse conforme a su destino, no ofrece ninguna duda que los gastos de conservación que conlleve ese uso deberá correr a cargo del Ayuntamiento, y no solo por corresponder esta competencia al Ayuntamiento en términos generales y como premisa, sino porque además en el presente caso no se ha 2 Artículo 181.1 de la vigente Ley 2/2006, de 30 de junio, de Suelo y Urbanismo o artículo 68 de la Ley sobre el Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, T. R. de 9 de abril de 1976. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net contemplado en su momento ni aprobado al respecto que tal obligación sea asumida por los propietarios del polígono o unidad urbanizada por imponerlo el Plan de Ordenación o por resultar de las bases de un programa de actuación urbanística o por resultar expresamente de las disposiciones legales, en cuyo caso los propietarios de dicho ámbito habrían de haberse integrado en una Entidad de conservación, obligatoriamente, lo que tampoco ha ocurrido.” … “Por tanto, la normativa administrativa trascrita es clara al respecto al prever a cargo del Ayuntamiento la obligación de llevar a efecto las obras de conservación y mantenimiento de tales zonas de uso público; pero es que también si se acudiera a la normativa del Código Civil, como lo hace la parte apelada, y considerásemos que estamos ante una servidumbre de uso público, según el art. 543 del C.Civ., corresponde según la aplicación analógica de este precepto al titular del predio dominante, en este caso al titular de la servidumbre realizar "las obras necesarias para el uso y conservación de la servidumbre"; y si considerásemos que estamos ante un derecho real de uso, ya lo sea por aplicación analógica del art. 528 como por aplicación analógica del art. 500, ambos del Código Civil, no ofrece ninguna duda que corresponde al Ayuntamiento como titular del uso público la obligación de llevar a cabo las reparaciones ordinarias que necesiten las cosas dadas en uso.” 5. Señalado lo anterior, interesa valorar el alcance de la responsabilidad tanto de la administración municipal como de las comunidades propietarias de los garajes, una vez considerado que el ayuntamiento tiene que asumir las obligaciones que deriven por el uso público sobre rasante de una propiedad privada. La resolución de alcaldía que rechaza la solicitud de abono que se reclama, determina en segundo lugar que: “Rechazar asimismo que el deterioro y humedades de los garajes existentes bajo la denominada Plaza Untzueta tenga su causa y suponga responsabilidad de este Ayuntamiento por el uso público superficial de una propiedad privada, así como que su naturaleza y regulación se deba corresponder con una servidumbre de uso público, puesto que es más bien una carga original relacionada con el diseño, construcción y aprovechamiento de la planta semisótano destinada a garajes particulares. “ El informe emitido por el arquitecto técnico municipal, Jefe del Área de Obras, Servicios y Mantenimiento, el 4 de abril de 2011, menciona que la cuestión ha sido tratada en numerosas ocasiones, sin que en nada hayan cambiado los criterios de aplicación para la asunción por parte del Ayuntamiento de los costes derivados de la reparación solicitada. Sobre este particular, señala como antecedente, el informe de 25 de mayo de 1990, que indicaba que: Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net “Habiéndose realizado una inspección de las humedades y su transmisión al garaje inferior, se han observado tanto sus consecuencias en el interior, como su procedencia de la plaza superior, resultando todo ello consecuencia, o bien de la inexistencia de impermeabilización de los elementos de cubierta y contorno ó bien por deterioro de la misma(……).En opinión del técnico informante, parece que los propietarios de los garajes deben de protegerse de la incidencia de agentes externos, sin perjuicio del criterio jurídico que pueda evacuarse al efecto.” El arquitecto técnico señala que el contenido del citado informe sigue vigente y amplia sus reflexiones indicando que el término plaza y la realidad constructiva es que la denominada plaza no es tal, sino la cubierta de los garajes privados, a la que se atribuye un uso público público. úblico Desde un principio, las humedades se han producido por fisuras producidas en los encuentros con fachadas, antepechos perimetrales o encuentros con los sumideros, todos ellos elementos constructivos del volumen edificado para los garajes. Además, indica que: “El estado de conservación del pavimento del espacio de uso público llamado Plaza Untzueta, no es diferente al de la mayoría del resto del municipio, pudiendo ser mantenido o mejorado a criterio municipal, ya que no es el estado del pavimento, la causa de las humedades que se producen. Este comentario, se expone ya que aunque no se indique nada al respecto, también existen criterios de colaboración de las administraciones en situaciones que puedan considerarse análogas, siempre que la colaboración se pudiera producir en elementos constructivos situados por encima de la impermeabilización.” A nuestro entender, tal como ya hemos tenido ocasión de indicar en otras ocasiones, las obligaciones de la Administración municipal por los derechos de uso que dispone sobre una propiedad ajena, deben referirse a aquellos elementos constructivos y de mobiliario urbano necesarios para atender la finalidad pública a la que se destina la cubierta y, en tal sentido, la impermeabilización y demás elementos constructivos por debajo de aquella deben ser a cargo, exclusivamente, del que obtiene el aprovechamiento lucrativo privado, es decir las comunidades de propietarios afectadas. El único matiz o precisión sobre este particular, que ya apuntábamos en nuestra recomendación de 31 de agosto de 20103, es que por el efecto de las características constructivas de este tipo de edificaciones de los años 70, con sistemas de impermeabilización que exigen su renovación cada diez o quince años, resultaría que los propietarios del garaje se harían cargo indefinidamente de la reposición del pavimento cuando la renovación no venga dada por el estado de conservación propiamente, sino por mor de la necesidad de levantar el pavimento para actuar sobre la impermeabilización. 3 Ver nota 1 Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net Así, sólo bastaría alegar esta circunstancia, para que el espacio de uso público fuera renovado a costa exclusivamente de los propietarios de los garajes cada vez que fuera necesaria la intervención sobre la impermeabilización, además de tener que hacerse cargo de otras actuaciones relativas a la necesidad de adecuar el diseño de los espacios públicos a la normativa en cada caso en vigor (p.e.: accesibilidad). Ahora bien, tampoco ello puede representar que cada vez y en el momento en que los propietarios requieran levantar el pavimento, el ayuntamiento deba hacerse cargo de su reposición. De ahí que planteemos que debería regularse esta cuestión determinando, entre otros, aspectos tales como: • • • • Los criterios generales de actuación ante estas situaciones. Por ejemplo: vida útil media del pavimento. El procedimiento para su tramitación: documentación a presentar, presupuestos, plazos, informes técnicos. Aprobación de la colaboración, programación según disponibilidad presupuestaria, pautas sobre este particular (p.e. compromisos económicos anuales, prioridades por circunstancias y antigüedad de los espacios, etc.) Alcance de la colaboración municipal: además del pavimento y sus características, los elementos de mobiliario urbano a valorar, costos de las mejoras que resulten como consecuencia de la adecuación a las nuevas normativas tales como la accesibilidad a considerar, etc. De hecho, el informe jurídico señala que “No obstante, el Ayuntamiento pacíficamente colabora en estas situaciones en el mantenimiento ordinario (limpieza, alumbrado, mobiliario, etc.) de este tipo de espacios de uso comunitario, donde los primeros y más frecuentes usuarios son los vecinos residentes y propietarios de locales.” Por lo tanto, el ayuntamiento ya se hace cargo de una parte de las obligaciones derivadas por el uso público del espacio, aunque quedaría pendiente de determinar y asumir aquellos aspectos derivados del mantenimiento que no tiene carácter ordinario. En conclusión, esta regulación municipal representaría un marco jurídico claro de los derechos y deberes tanto para las comunidades de propietarios afectadas como para la administración. Esta situación edificatoria singular que combina usos privados bajo rasante con usos públicos a nivel de rasante o planta baja requiere, a nuestro entender, de una solución global y definida con vocación de medida duradera a futuro y máxime cuando en aproximadamente en un 40% de las zonas del suelo urbano residencial existen espacios de este tipo. Según las consideraciones expuestas, sobre la concreta reclamación formulada por las comunidades de propietarios que se dirigieron a esta institución, estimamos que el Ayuntamiento de Llodio debiera revisar la resolución Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net denegatoria de abono de los gastos generados por las obras de conservación del espacio de uso público, previos los trámites que resulten pertinentes. Esta resolución, debiera tener en cuenta, entre otros, la antigüedad de la urbanización a la hora de valorar el grado de participación del ayuntamiento en los gastos generados en la renovación del espacio en cuestión, en la parte derivada por el uso público del espacio privado. Por todo ello, en conformidad con lo preceptuado en el artículo 11 b) de la Ley 3/1985, de 27 de febrero, por la que se crea y regula esta institución, se eleva la siguiente: RECOMENDACIÓN 1. Que el Ayuntamiento de Llodio reconozca a las comunidades de propietarios reclamantes, previa presentación del desglose y la documentación que se estime pertinente, el derecho a recibir la compensación por los gastos generados en el espacio de uso público sobre propiedad privada denominado “plaza” Untzueta. 2. Que los elementos constructivos y de mobiliario urbano a considerar en los gastos a compensar por el ayuntamiento deben corresponder a los derivados del uso público de la cubierta, mientras que la impermeabilización y demás elementos constructivos por debajo de aquella deben ser a cargo, exclusivamente, del que obtiene el aprovechamiento lucrativo privado, es decir las comunidades de propietarios. 3. Que el Ayuntamiento de Llodio regule, en ejercicio de su potestad reglamentaria y urbanística los derechos y obligaciones por el uso público de los espacios sobre propiedad privada de los que es titular. Prado, 9 01005 VITORIA-GASTEIZ Tel.: (+34) 945 135 118 Faxa: (+34) 945 135 102 E-mail: [email protected] www.ararteko.net