“Gral. Martín Miguel de Güemes Héroe de la Nación Argentina” FALLOS DE LA CORTE DE JUSTICIA DE SALTA RELATORÍA CONSTITUCIONAL Y PÚBLICO TOMO 174 CADUCIDAD DE INSTANCIA. Recurso de inconstitucionalidad. Actos interruptivos de la caducidad: oficio que requiere el expediente principal; retiro del expediente por el letrado. Carácter restrictivo. Comienzo del cómputo del plazo. CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el incidente de caducidad de instancia interpuesto a fs. 82/83 vta. Con costas. DOCTRINA: (Mayoría) Constituyen actos idóneos para interrumpir la caducidad de la instancia recursiva, el oficio dirigido al juzgado de origen para la remisión de los autos principales y su contestación con el envío de éste. El retiro del expediente por parte del recurrente, que operó la notificación de la providencia que ponía los autos a la oficina para la presentación de memoriales, tiene idoneidad para interrumpir el curso de la caducidad. La declaración judicial de la caducidad debe interpretarse con carácter excepcional y es, por lo tanto, de aplicación restrictiva, debiendo optarse en caso de disyuntiva por la decisión de mantener viva la instancia. No cabe iniciar el cómputo del plazo de caducidad el día en que justamente se realizó una actividad procesal impulsora de los trámites del recurso. (Del voto de los Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris y Kauffman) (Minoría) Para que un acto procesal pueda ser calificado como interruptivo ha de connotar entidad suficiente a fin de servir al impulso del juicio, acelerando su marcha con miras a cumplir una etapa procesal y debe ser, además, compatible con el estado de la litis La notificación del apoderado de los actores mediante el retiro del expediente no resulta idóneo para sacar al proceso de su estancamiento al no haberse efectuado la notificación a la contraria para que comience a correrle el término para presentar el memorial, la que recién se practicó cuando el plazo de caducidad ya estaba cumplido. (Del voto de los Dres. Vittar, Catalano y Posadas) TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “GASPAR, RAÚL RODOLFO; REBOLLEDO, CRISTINA DEL VALLE VS. GÓMEZ, ROBERTO - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. N° CJS 33.713/10) (Tomo 174: 983/990 – 12 /abril /2013) EXCUSACIÓN. Magistrado que es consuegro de la actora. CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 123 por el Sr. Presidente de la Corte de Justicia Dr. Guillermo Alberto Posadas, para intervenir en autos. DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por el Sr. Presidente de esta Corte con sustento en que es consuegro de la actora. La garantía constitucional de ser oído por un tribunal competente e imparcial, prevista en los arts. 8º inc. 1º del Pacto de San José de Costa Rica y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, conduce a interpretar razonablemente las normas relativas a la inhibición de magistrados, de manera que las situaciones por ellos invocadas, aun cuando trasciendan los límites trazados por la reglamentación contenida en las normas procesales, den lugar a su apartamiento. TRIBUNAL: Dres. Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris y Kauffman. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “TOMAGHELLI, SUSANA LILIA VS. UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SALTA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.847/12) (Tomo 174: 637/640 – 11/abril/2013) EXCUSACIÓN. Parentesco. Art. 17 inc. 1º del C.P.C.C. CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 1096 por la señora Juez de Corte Dra. Susana Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos. DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por la señora Juez de Corte con sustento en que su hijo es el apoderado de la actora. La causal alegada excede el plano meramente subjetivo de quien la invoca, fundándose en una circunstancia objetiva que tiene encuadre legal en el art. 17 inc. 1º del C.P.C.C. TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “QUISPE, VICENTA VS. NAVARRO PONCE DE GOTTIFREDI, ANA MARÍA Y/O GOTTIFREDI, JUAN CARLOS –RECONSTRUCCIÓN –RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte Nº CJS 29.646/06) (Tomo 174:427/430 – 14/marzo/2013) EXCUSACIÓN. Parentesco. Art. 17 inc. 1º del C.P.C.C. CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 43 por la Sra. Juez de Corte Dra. Susana Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos. DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la excusación formulada con sustento en que su cónyuge y sus hijos son apoderados de la actora. La causal alegada excede el plano meramente subjetivo de quien la invoca y se funda en una circunstancia objetiva que tiene encuadre en el art. 17 inc. 1º del C.P.C.C. 1 TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas y Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “PEREDA, VALERIA DEL MILAGRO VS. ARAMAYO, JOSÉ LUIS Y/O MÁRQUEZ, CLAUDIA QUEJA POR RECURSO DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.385/12) (Tomo 174: 1065/1068 – 16/abril /2013) EXCUSACIÓN. Prejuzgamiento. Art. 17 inc. 7º del C.P.C.C. CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 84 por la señora Juez de Corte Dra. Susana Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos. DOCTRINA: Corresponde aceptar la excusación formulada por la señora Juez de Corte con sustento en que ha concurrido a dictar las resoluciones impugnadas como integrante de la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial. La causal invocada con fundamento en el art. 17 inc. 7º del Código Procesal Civil y Comercial requiere, para su configuración, que la opinión o dictamen emitidos por el juez hayan sido respecto del pleito sometido a su conocimiento; y las circunstancias descriptas en este inciso configuran la causal corrientemente llamada “prejuzgamiento”, en cuya virtud es admisible apartar del proceso al juez que, sea como apoderado, letrado, perito o funcionario, haya exteriorizado su opinión acerca de la forma de resolver las cuestiones debatidas. TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “CERUTTI, ENRIQUE FRANCISCO VS. QUIROGA, ADRIANA DEL VALLE; WILDE, WALTER GUSTAVO; DEL OLMO RUIZ, MARÍA CECILIA; VÉLEZ, SERGIO JUAN – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 33.424/10) (Tomo 174: 861/864 – 12/abril/2013) HONORARIOS. Recurso extraordinario federal. CUESTIÓN RESUELTA: I. REGULAR los honorarios del Dr. Bernardo Américo Cornejo en la suma de $ 1.000 (pesos un mil), por la labor desarrollada en el recurso extraordinario federal, con más el porcentaje correspondiente al IVA sobre tales aranceles. DOCTRINA: Corresponde regular los honorarios del letrado apoderado de la demandada, que contestó el traslado del recurso extraordinario federal, teniendo en cuenta las pautas indicativas contenidas en los arts. 31; 4º incs. b), c) y d) y 5º del Decreto Ley 324/63 y lo preceptuado por los arts. 15 de la Ley 6730 y 1º del Decreto Nº 1173/94. Ello implica ponderar, para la determinación de su monto, el mérito jurídico, la extensión del trabajo realizado, la complejidad o novedad de la cuestión, el resultado obtenido y demás factores de legal cómputo. TRIBUNAL: Dres. Kauffman, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “HEREDIA, EDUARDO ROBERTO; FEDELICH DE HEREDIA, CONSTANCIA ROSA VS. BANCO FRANCÉS DEL RÍO DE LA PLATA (BBC BANCO FRANCÉS S.A.) –QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 34.310/11) (Tomo 174: 611/614 – 21/marzo/2013) RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Doctrina de la arbitrariedad. Desalojo: legitimación. Posesión. Reenvío. CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 209/213 del expediente principal y, en su mérito, revocar la sentencia de fs. 201/204 vta. de esos autos. Con costas. II. HACER LUGAR al recurso de apelación deducido a fs. 154 de aquellos autos y, en consecuencia, revocar la sentencia de fs. 144/150 y disponer el rechazo de la demanda de desalojo deducida. Con costas al actor en ambas instancias. III. ORDENAR que se agregue copia de esta sentencia al expediente principal. DOCTRINA: (Mayoría) La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un debido proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Se hallan legitimados para interponer la acción de desalojo el propietario, el locador, el locatario principal, el poseedor, el usufructuario, el usuario y el comodatario. Al ser el titular registral del inmueble la Provincia de Salta y haber el actor perdido el juicio de posesión veinteñal deducido por él, no puede ser considerado dueño del bien. Para juzgar la calidad de poseedor invocada por el actor se debió considerar lo dispuesto en el art. 2456 del Código Civil que prescribe que se pierde la posesión cuando se deja que alguno la usurpe, entre en posesión de la cosa y goce de ella durante un año, sin que el anterior poseedor haga durante ese tiempo acto alguno de posesión o haya turbado la del que la usurpó. El poseedor que despojó a otro está expuesto a las acciones posesorias para recuperar la cosa que puede iniciar el ex poseedor, pero, una vez pasado el año, transcurrido el cual se prescriben esas acciones, su posesión se consolida, no teniendo contradicción; ello, sin perjuicio de las acciones petitorias. Es atribución de esta Corte no adoptar el camino del reenvío y sí decidir sobre el fondo del asunto cuando, como en este caso, así lo aconsejan razones de economía, celeridad y certeza, atendiendo a la naturaleza de la cuestión suscitada y al tiempo transcurrido. Corresponde rechazar la acción de desalojo intentado por quien no es titular registral, ha perdido la posesión por un plazo aproximado de 9 años mientras que el demandado acreditó que se encuentra realizando actos posesorios. (Del voto de los Dres. Posadas, Vittar, Kauffman y Cornejo). (Minoría) El recurso de inconstitucionalidad resulta de carácter excepcional y de interpretación restrictiva y su admisión se circunscribe a los supuestos en que una cuestión constitucional, oportuna y debidamente introducida, deviene esencial para la resolución de la causa. Por ello, el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias pronunciadas por los jueces de la causa, en tanto y en cuanto ellas no presenten vicios de entidad grave que lesionen un principio constitucional, o que impliquen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La correcta deducción del recurso extraordinario exige la crítica concreta de la sentencia impugnada, desde el estricto punto de vista constitucional, para lo cual el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos en los que se apoya el “a quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian. De este modo, si el recurrente no controvierte la totalidad de los razonamientos en los cuales se apoyan las conclusiones del fallo, es inconducente el tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria. 2 No procede el recurso extraordinario en tanto el impugnante no logra rebatir los fundamentos de la Cámara que sostuvo la procedencia del desalojo por existir dos sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgadas, que han reconocido la posesión del actor y la falta del derecho del demandado para continuar ocupando el predio: la dictada por el Juzgado Correccional y de Menores por el delito de usurpación y la recaída en la acción posesoria de retener o recuperar la posesión La doctrina de la arbitrariedad tiende a resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un debido proceso, al exigirse que las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Sólo supuestos muy particulares en cuestiones de prueba pueden tornar descalificable una sentencia por aplicación de la doctrina de la arbitrariedad. Ellos han sido caracterizados por Carrió como prescindir de prueba decisiva, invocar prueba inexistente, o bien contradecir otras constancias de los autos. La circunstancia de acordarse preferencia a determinados elementos probatorios no configura un supuesto de arbitrariedad, pues los jueces no están obligados a seguir a las partes en todas sus argumentaciones ni a ponderar una por una y exhaustivamente todas las pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas estimadas conducentes para fundar sus conclusiones. (Del voto del Dr. Catalano) TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo y Kauffman. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “VUJOVICH, UBALDO TOMISLAV VS. YAPURA, ALBERTO –RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 34.123/10) (Tomo 174: 525/538 – 21/marzo/2013) RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Doctrina de la arbitrariedad. Servicio doméstico. Prescripción. Plazo. Aplicación del artículo 256 de la Ley de Contrato de Trabajo. CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 375/378 del expediente principal y, en su mérito, REVOCAR el punto I de la parte dispositiva de la sentencia de fs. 364/367 de dichos autos. Con costas por el orden causado. II. ORDENAR que los autos bajen a la Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones del Trabajo, a los fines del dictado de un nuevo pronunciamiento, con arreglo al presente. III. DISPONER que se remita testimonio a la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones del Trabajo. DOCTRINA: La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un debido proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Si bien la Ley de Contrato de Trabajo excluye de su ámbito de aplicación a los trabajadores del servicio doméstico en el art. 2º, lo cierto es que el artículo 256 –según lo que expresamente dispone– excede el marco de los trabajadores amparados por aquel cuerpo legal parta trascender a aquellos que se desempeñan en relación de dependencia; como se desprende de sus términos, el plazo de prescripción allí establecido comprende no sólo a las acciones relativas a créditos provenientes de las relaciones individuales del trabajo, sino en general, de disposiciones de convenios colectivos, laudos con eficacia de tales y disposiciones legales y reglamentarias del derecho del trabajador, de las que no cabe excluir a los que conciernen al servicio doméstico. Un análisis integral y razonable de las normas, y del principio “pro debilis”, lleva a descartar la aplicación del plazo de un año del art. 4035 del Código Civil y computar el fijado en la Ley de Contrato de Trabajo. TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “QUISPE, VICENTA VS. NAVARRO PONCE DE GOTTIFREDI, ANA MARÍA Y/O GOTTIFREDI, JUAN CARLOS –RECONSTRUCCIÓN –RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte Nº CJS 29.646/06) (Tomo 174: 431/438 – 14/marzo/2013) RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalidad. Competencia del juzgado laboral. Accidente de trabajo. Demanda de reparación integral de los daños sufridos. Relación de empleo público CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 84/87 vta. del expediente principal. Con costas. DOCTRINA: (Mayoría) El recurso de inconstitucionalidad constituye un ámbito de tratamiento de carácter excepcional y de interpretación restrictiva, características estas que limitan casuísticamente la admisibilidad de su consideración y procedencia, según lo ha subrayado constantemente este Tribunal con diferentes integraciones. Lejos de constituir la apertura de una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad, razón esta que impone que su admisión no puede importar en modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias pronunciadas por los respectivos tribunales de apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad grave como para informar una lesión a un principio constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad. Las resoluciones que deciden cuestiones de competencia no son –en principio- susceptibles de recurso de inconstitucionalidad, pues no constituyen sentencias definitivas en los términos del art. 297 del Código Procesal Civil y Comercial, si no ponen fin al pleito ni impiden su continuación, salvo cuando media denegación del fuero federal o en otras hipótesis excepcionales que permitan equiparar esos interlocutorios a pronunciamientos definitivos. No resulta arbitraria la sentencia que se pronuncia por la competencia del juzgado laboral para entender en un caso en que la demanda se sustenta en el accidente de trabajo denunciado, aún cuando los actores hayan cuestionado la constitucionalidad de la reparación prevista en la Ley 24557, ya que la determinación de la procedencia de la acción, más allá de la extensión de la indemnización pretendida, es propia de los tribunales del trabajo. La Ley 24557 ha establecido un sistema de cobertura de los riesgos de trabajo mediante un seguro obligatorio que el empleador debe contratar con una A.R.T. Este régimen legal es aplicable a todos los trabajadores en relación de dependencia, sean del sector público o privado. No resulta de aplicación la doctrina de la Corte Federal en la causa “Barreto” ya que debe tenerse en cuenta que en ese antecedente judicial se tuvo en miras la determinación de la competencia originaria de la Corte Suprema por razón de la distinta vecindad o de extranjería, definiendo a tales efectos un nuevo contorno del concepto de causa civil, limitándolo a aquellos litigios regidos exclusivamente por normas y principios de derecho privado, tanto en lo que concierne a la relación jurídica de que se trata como en el examen sobre la concurrencia de cada uno de los presupuestos de la responsabilidad patrimonial ventilada y, en su caso, en la determinación y valuación del daño resarcible. Ello así porque no puede concluirse válidamente que mediante la doctrina de dicha resolución se pueda determinar la competencia contencioso administrativa en esta Provincia con olvido de lo que 3 al respecto disponen los códigos procesales locales y las leyes de organización de la justicia provincial, en desmedro de la autonomía local respecto de la posibilidad constitucional de darse sus propias instituciones y regirse por ellas. Para que proceda la acción contencioso-administrativa es preciso que se produzca la vulneración de un derecho de carácter administrativo, reconocido por preexistentes normas de ese carácter y, como consecuencia, las controversias no regidas por el derecho administrativo local se sustancian al margen de la jurisdicción contencioso administrativa. (Del voto de los Dres. Díaz, Ferraris, Kauffman y Vittar) (Minoría) Si bien los autos que resuelven cuestiones de competencia no constituyen sentencia definitiva a los efectos del recurso extraordinario, cabe hacer excepción a ese principio cuando media denegación del fuero federal u otras circunstancias que permitan equiparar esos interlocutorios a pronunciamientos definitivos, entre ellas, cuando la decisión atacada afecta de manera no susceptible de revisión y reparación ulterior el principio del juez natural y la consecuente garantía a un debido proceso y el derecho de defensa en juicio, sellando de manera definitiva lo relativo a dicha defensa sin posibilidad de plantearla en adelante. La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un debido proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Si bien la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho desde antiguo que para dilucidar las cuestiones de competencia es preciso atender de modo principal a la exposición de los hechos que el actor hace en la demanda y después, sólo en la medida en que se adecue a ello, el derecho que se invoca como fundamento de la acción, igualmente ha señalado que, a ese fin, también debe indagarse la naturaleza de la pretensión, examinar su origen, así como la relación de derecho existente entre las partes. Corresponde pronunciarse por la competencia del juzgado contencioso administrativo en tanto los hechos relatados en la demanda evidencian que la relación jurídica en la cual se funda la pretensión contra el Estado Provincial, como causa origen del reclamo, constituye un contrato administrativo por tratarse de una relación de empleo público, que en tal carácter, quedó sujeta en todas sus fases a normas de derecho público administrativo, cuyos efectos deben regirse por lo que disponen las leyes administrativas provinciales. La Corte Federal en los pronunciamientos dictados en las causas “Barreto” ,“Contreras” y “Galfetti de Chalbaud” definió un nuevo contorno del concepto de causa civil, limitándolo a aquellos litigios regidos exclusivamente por normas y principios de derecho privado, tanto en lo que concierne a la relación jurídica de que se trata como en el examen sobre la concurrencia de cada uno de los presupuestos de la responsabilidad patrimonial ventilada y, en su caso, en la determinación y valuación del daño resarcible, quedando excluido entonces de tal concepto todo reclamo resarcitorio por lesión a derechos individuales, aunque se trate de indemnizaciones de naturaleza civil, cuando se encuentre en juego la normativa de orden público. Dado que todo lo relativo al contrato administrativo de empleo público es competente “ratione materiae” el fuero contencioso administrativo, cabe admitir la configuración de los agravios invocados por la recurrente, en tanto la asignación de competencia de dicho fuero es de orden público e improrrogable, por lo que el procedimiento a utilizar no puede ser otro que el establecido por la ley 793 de procedimiento contencioso administrativo (cfr. Ley 6569), que es el que responde a la naturaleza pública de la cuestión debatida y que precisamente fue establecido por el Estado Provincial en uso de sus facultades no delegadas al gobierno nacional. (Del voto de los Dres. Catalano, Posadas y Cornejo) TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas y Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “ORIETA, JOSÉ ELÍAS VS. POLICÍA DE LA PROVINCIA DE SALTA – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 33.802/10) (Tomo 174: 1079/1106 – 16/abril/2013) RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Litisconsorcio pasivo necesario. Diferencia con la intervención de terceros. Oportunidad de la citación. CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad de fs. 264/266 vta. del expediente principal. Con costas. DOCTRINA: (Mayoría) En el litisconsorcio necesario la relación es única y vincula a todos los intervinientes en forma indivisible (son los casos clásicos de simulación, división de condominio, escrituración, demanda contra la herencia, obligaciones indivisibles). La legitimación de todos los intervinientes aparece por los efectos inevitables de la sentencia sobre todos ellos y por su necesaria participación en el proceso. Lo contrario llevaría a una sentencia inútil o de ejecución imposible. No puede confundirse la integración de la litis contemplada en el art. 89 del C.P.C.C. –fundada en la existencia de un litisconsorcio necesario- con la citación coactiva de terceros prevista en el art. 94. En efecto, cuando existe un litisconsorcio necesario no es posible omitir el llamamiento a todos los sujetos que lo conforman, pues el conflicto no puede ser válidamente decidido sin integrar el contradictorio en debida forma, mientras que en la segunda hipótesis nada impide que el pleito sea dirimido sin llevar a cabo esa convocatoria. No es arbitraria la sentencia que declaró la nulidad de la escritura sin la intervención del tercero que renunció a sus derechos, al no advertirse de qué modo su participación podría haber modificado la suerte del juicio y no haber los demandados requerido su citación ya que la pidieron recién al responder los agravios de la apelación ordinaria. El recurso de inconstitucionalidad resulta de carácter excepcional y de interpretación restrictiva. Su admisión se circunscribe a los supuestos en que una cuestión constitucional, oportunamente introducida, deviene esencial para la resolución de la causa. Por ello, el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias pronunciadas por los jueces de la causa, en tanto y en cuanto ellas no contengan vicios de entidad grave que lesionen un principio constitucional, o que importen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. (Del voto de los Dres. Cornejo, Ferraris, Posadas y Catalano) (Minoría) La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un debido proceso al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. Existe una clara diferencia entre la citación coactiva de tercero legislada en el artículo 94 del C.P.C.C. y el litisconsorcio necesario establecido por el art. 89 del mismo cuerpo legal. En el litisconsorcio necesario los sujetos procesales se encuentran legitimados sustancialmente en forma inescindible, de modo que la sentencia de 4 mérito debe ser pronunciada indefectiblemente con relación a todos los litisconsortes. Ello se produce cuando la relación o situación jurídica sobre la que versa el litigio vincula a varios sujetos de manera tal que se presentan como partícipes indispensables en el desenlace y la suerte del pleito. La integración de la litis con el litisconsorte necesario se impone aún de oficio, debiendo realizarse la citación de la parte omitida con independencia de la rogación de las partes, pues su falta de intervención acarrea como consecuencia el dictado de una sentencia que en sus efectos resultará estéril. En cambio, la citación coactiva de tercero procede cuando cualquiera de las partes originarias lo requiere; pero esta intervención no es necesaria para el proceso como en el supuesto del art. 89 del Código de rito sino que depende de la petición de la parte. En estos casos el fundamento de la intervención es evitar que en la eventual pretensión regresiva que se podría ejercer con posterioridad contra el tercero, éste alegue la excepción de “negligente defensa” (“exceptio mali processus”) o de proceso mal articulado. En el supuesto de la citación coactiva, debe respetarse la oportunidad procesal para convocar al tercero y la sentencia puede dictarse válidamente sin su participación, lo que no sucede cuando la intervención es litisconsorcial necesaria, pues si bien el art. 89 del C.P.C.C. dispone la citación hasta antes de dictar la providencia de apertura a prueba, “cabe una interpretación flexible del momento último conferido al juez para disponer la integración de la litis, desde que mientras se salvaguarde el contradictorio de las partes, el límite temporal marcado por la resolución que dispone la apertura a prueba de la causa no puede considerarse como tope infranqueable. Si ulteriormente se verifica la omisión de citación de alguno de los litisconsortes necesarios subsiste y opera la potestad judicial de disponerla, en cualquier tiempo, aun con posterioridad al llamamiento de autos en primera instancia e inclusive al tiempo de pronunciar sentencia en cualquiera de las instancias”. Cuando se plantea la nulidad de un acto jurídico, por tratarse de un complejo indivisible, se constituye un litis-consorcio necesario pues dicha nulidad debe intentarse de manera ineludible contra todos los sujetos que en él intervienen, a fin de que el pronunciamiento pueda surtir respecto de todos ellos los efectos de la cosa juzgada. Resulta nulo todo el proceso sustanciado hasta antes de la apertura de la causa a prueba a fin de permitir la citación de quien figuraba como comprador en un boleto de compra venta sobre el inmueble; que compareció la escritura –cuya nulidad se resuelve– renunciando a sus derechos y aclaró que hizo comparecer al titular registral sólo al efecto de su suscripción. (Del voto del Dr. Díaz) TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “CERUTTI, ENRIQUE FRANCISCO VS. QUIROGA, ADRIANA DEL VALLE; WILDE, WALTER GUSTAVO; DEL OLMO RUIZ, MARÍA CECILIA; VÉLEZ, SERGIO JUAN – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 33.424/10) (Tomo 174: 865/880 – 12/abril/2013) RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Medida cautelar. Sentencia definitiva. Doctrina de la arbitrariedad. Anotación de litis. Juicio sucesorio. CUESTIÓN RESUELTA: I HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 57/63 vta. del Expte. Nº INC 263652/09 y, en su mérito, revocar la sentencia de fs. 56 y vta. de dichos autos. Con costas. II. ACOGER el recurso de apelación deducido por la Asociación Cultural del Norte y, en su mérito, dejar sin efecto, la anotación de litis ordenada en el sucesorio de Francisco Noreiko, Expte. Nº 243078/08. Con costas. DOCTRINA: (Mayoría) Las resoluciones sobre medidas cautelares no constituyen sentencia definitiva a los fines del recurso de inconstitucionalidad, pero deben considerarse asimilables a sentencias de ese carácter cuando impidan la continuación del proceso, provoquen agravios de imposible o insuficiente reparación o cuando lo decidido revista gravedad institucional. La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un debido proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa. El art. 229 del C.P.C.C. establece que la anotación de litis procede cuando se ha deducido una pretensión que pudiere tener como consecuencia la modificación de una inscripción en el registro de la propiedad mobiliaria o inmobiliaria, agregando dicha norma que cuando la demanda hubiere sido desestimada, la medida se extinguirá con la terminación del juicio, y cuando hubiese sido admitida, se mantendrá hasta que la sentencia haya sido cumplida o haya vencido el plazo del artículo 207. La anotación de litis requiere en forma insoslayable la sustanciación de un juicio en el que se debata una cuestión litigiosa sobre un bien, de modo tal que exige como presupuesto la existencia de una pretensión jurídica de objeto determinado sometida a controversia judicial. Atento a que los inmuebles objeto de la cautelar son de la recurrente y que la anotación de litis ha sido trabada en un sucesorio, que es un proceso de jurisdicción voluntario y que tiene por objeto determinar los sucesores universales y conocer el valor de los bienes que integran el acervo hereditario, la medida cautelar trabada sobre bienes de la impugnante ha sido dictada con evidente apartamiento de lo dispuesto en la normativa procesal vigente (art. 229 del C.P.C.C.) En ejercicio de la jurisdicción positiva, corresponde hacer lugar a la apelación decidida y revocar la decisión de anotar la litis –juicio sucesorio– sobre los inmuebles de la impugnante. (Del voto de los Dres. Cornejo, Díaz, Posadas y Vittar) (Minoría) El recurso de inconstitucionalidad resulta de carácter excepcional y de interpretación restrictiva. Su admisión se circunscribe a los supuestos en que una cuestión constitucional, oportunamente introducida, deviene esencial para la resolución de la causa. Por ello, el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias pronunciadas por los jueces de la causa, en tanto y en cuanto ellas no contengan vicios de entidad grave que lesionen un principio constitucional, o que importen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Las resoluciones que se pronuncian sobre medidas cautelares, sea que las acuerden, denieguen o modifiquen, no constituyen, en principio, sentencia definitiva a los fines del recurso de inconstitucionalidad, y la ausencia de tal carácter no puede ser suplida por la invocación de garantías constitucionales supuestamente vulneradas, o la acusación de arbitrariedad del pronunciamiento, o la interpretación errónea del derecho aplicable al caso. No basta para demostrar la existencia de una situación de inconstitucionalidad, el hecho de invocar la vulneración de derechos constitucionales si, como en el caso sucede, no se prueba la afectación puntual de esos derechos. 5 La aplicación de la doctrina de la arbitrariedad resulta excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en los que se verifique un apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia de fundamentación y no procede el recurso si la sentencia impugnada, con fundamentos válidos, ha otorgado una solución posible a la cuestión, no advirtiéndose la vulneración de los derechos de raigambre constitucional que se invocan ni la existencia de un “caso constitucional”. (Del voto del Dr. Catalano) TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: "NOREIKO, FRANCISCO - PIEZAS PERTENECIENTES - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. N° CJS 33.505/10) (Tomo 174: 1029/1042 – 15/abril/2013) RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia. Acordada 10910. Copia del escrito de contestación del memorial de agravios y de los recibos que invoca como decisivos. CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR la queja interpuesta a fs. 30/36. DOCTRINA: Esta Corte mediante Acordada 10910 publicada en B.O. Nº 18576 del 24/4/11, reglamentó los escritos de interposición de queja por recurso de inconstitucionalidad denegado, sistematizando sus requisitos formales. Esta normativa entró en vigencia el 16/05/11. Corresponde el rechazo del recurso de queja en tanto la impugnante omitió acompañar la copia correspondiente al escrito de contestación del memorial de agravios de la apelación ordinaria como también los recibos que invoca como prueba decisiva para la solución del pleito y que no habría sido valorada por el “a quo”, recaudos previstos en el apartado I, puntos 3º y 7º respectivamente, de la Acordada citada. TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo y Ferraris. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “COLQUE ÁVILA, SIMONA VS. GOYTIA DE RIVERO, MARÍA SUSANA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 34.910/11) (Tomo 174: 391/394 – 14/marzo/2013) RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia. Acordada 10910. Copias no firmadas por el letrado. Falta de copias de la contestación del memorial y de la constancia de notificación. CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 47/52 vta. de autos. DOCTRINA: A través de la Acordada 10.910 (B.O. Nº 18576 de fecha 27/04/11), esta Corte precisó el concepto de “recaudos necesarios” a que refiere dicha norma procesal y que concierne a la admisibilidad formal de los escritos mediante los cuales se interpone queja por recurso de inconstitucionalidad denegado. Corresponde desestimar el recurso de queja presentado en tanto las piezas glosadas carecen de firma del abogado del recurrente y se ha omitido acompañar la copia de la contestación del memorial de agravios y de la copia de la cédula o constancia de notificación de la resolución denegatoria del recurso de inconstitucionalidad TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “FRICKE ABELA, ISABEL VS. TARTAGAL COMBUSTIBLE S.A. –QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.522/12) (Tomo 174: 605/610 – 21/marzo/2013) RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia. Acordada 10910. Sentencia de primera instancia. Prueba no valorada. CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 12/13 de autos. DOCTRINA: Esta Corte, mediante Acordada 10.910 (B.O. Nº 18.576 de fecha 27/04/11), precisó los recaudos necesarios a que refiere el art. 276 del C.P.C.C. y que deben contener los escritos mediante los cuales se interpone la queja por recurso de inconstitucionalidad denegado. Esta disposición comenzó a regir el 16 de mayo de 2011. Corresponde rechazar la queja intentada al haber omitido la recurrente las copias correspondientes a la resolución de primera instancia y a la declaración testimonial cuya valoración se cuestiona en el recurso. La queja debe autoabastecerse, vale decir, debe ser posible resolverla con los recaudos acompañados por el recurrente y, si bien es factible requerir la remisión del expediente principal, se trata de una facultad discrecional de esta Corte que no puede ser utilizada para suplir la omisión de quien no cuida el cumplimiento de los recaudos esenciales, sino tan sólo juzgar sobre la base de lo que hayan ofrecido los propios interesados. TRIBUNAL: Dres. Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “FERNÁNDEZ, MÁXIMO ELADIO VS. CARNES PAMPEANAS Y/O BURGOS, ERNESTO Y/O BURGOS, EDGAR Y/O ERNESTO Y EDGAR BURGOS S.H. Y/O QUIEN RESULTE PROPIETARIO – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. N° CJS 35.842/12) (Tomo 174: 731/736 – 11/abril/2013) RECURSO DE QUEJA. Finalidad. Procedencia. Caducidad de la segunda instancia. Sentencia definitiva. CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 101/103 vta. de autos. DOCTRINA: La queja es una institución necesaria en el sistema procesal vigente, pues la impugnación se deduce ante el tribunal que dictó la sentencia, de lo cual resulta que si el recurso se dedujese ante el tribunal superior directamente, carecería de objeto esta categoría. La queja, empero, no constituye propiamente un recurso ni un medio de impugnación de los actos jurisdiccionales sino sólo un medio para obtener la concesión de otro recurso declarado inadmisible. La decisión que declara la caducidad de la segunda instancia es equiparable a definitiva pues cancela la vía recursiva y produce por efecto que la sentencia dictada en primera instancia quede firme y adquiera fuerza de cosa juzgada, lo que causa al actor un perjuicio irreparable pues ello le impide reiterar el reclamo. El tribunal “a quo” no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe efectuar un juicio de probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por el impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perderse de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen infringidos. Resulta descalificable la resolución que desestima dogmáticamente los agravios del recurrente y omite valorar la probable afectación de los derechos constitucionales invocados. Corresponde hacer lugar a la queja interpuesta toda vez que se imputa arbitrariedad al decisorio por haber prescindido de considerar actos que –según el impugnante- tendían al avance de la instancia recursiva. TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Ferraris, Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “SALADO, GONZALO ANTONIO VS. LINARES LÓPEZ, GUADALUPE MILAGROS; DE LUCA, 6 RUBÉN EDUARDO – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.707/12) (Tomo 174: 977/982 – 12/abril/2013) RECURSO DE QUEJA. Fundamentación. Recurso de inconstitucionalidad: fundamentación, finalidad. Relación laboral. Condena solidaria. CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 38/41 vta. de autos. DOCTRINA: (Mayoría) Es esencial que la queja contenga argumentos claros y convincentes de la insuficiencia de los fundamentos esgrimidos por el tribunal “a quo” al clausurar la viabilidad del recurso. De este modo, los agravios deben dirigirse a controvertir los fundamentos desarrollados al denegar el recurso de inconstitucionalidad a fin de demostrar la falta de razonabilidad de ellos y no de la sentencia tachada de inconstitucional. Y la falta de debida fundamentación de la queja, conforme con la constante doctrina de este Tribunal, provoca la desestimación del recurso. Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que sus fundamentos se hagan cargo, a través de una critica concreta y circunstanciada, de las razones en las que se apoya el fallo apelado; resulta así ineficaz la formulación de una determinada solución jurídica con prescindencia de esos motivos. El recurso de inconstitucionalidad no tiene por objeto corregir pronunciamientos que se estimen equivocados o erróneos, dado que sólo comprende aquellos casos de omisiones o desaciertos de gravedad extrema que impiden su calificación como acto judicial, al vulnerar la exigencia constitucional de que las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias concretas de la causa. Ello es así, habida cuenta de la naturaleza excepcional del recurso intentado. Corresponde el rechazo del recurso de hecho en tanto la impugnante no consigue rebatir lo señalado por la alzada respecto a que la solidaridad de las demandadas, no había sido planteada en la demanda por lo que se trataba de una cuestión no sometida a consideración del juez de primera instancia. (Del voto de los Dres. Catalano, Cornejo, Diaz, Ferraris y Vittar) (Minoría) Esta Corte ha señalado que el tribunal “a quo” no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica de la recurrente, debe efectuar un juicio de probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por la impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perder de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen infringidos. Corresponde hacer lugar a la queja ya que el material de agravios traído por la recurrente constituye fundamento suficiente para abrir la vía del control de constitucionalidad que autoriza el art. 297 del CPCC, toda vez que se cuestiona el decisorio de la alzada con sustento en la doctrina de la arbitrariedad por desestimar el requerimiento de atribución de solidaridad por los montos objeto de la condena, con fundamento en que se trató de una cuestión no sometida a consideración del juez de la instancia anterior, a pesar de que los demandados fueron condenados en el carácter de coempleadores, según lo prescripto en el art. 26 de la LCT (Del voto del Dr. Posadas) TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “PEREDA, VALERIA DEL MILAGRO VS. ARAMAYO, JOSÉ LUIS Y/O MÁRQUEZ, CLAUDIA QUEJA POR RECURSO DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.385/12) (Tomo 174: 1069/1078 – 16/abril /2013) RECURSO DE QUEJA. Procedencia. CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 113/122 vta. DOCTRINA: (Mayoría) Corresponde hacer lugar a la queja toda vez que de la lectura del fallo impugnado de inconstitucionalidad surge que la Cámara no se habría pronunciado sobre uno de los capítulos constitutivos de la apelación ordinaria, que radica en la invocada inexistencia de ejercicio abusivo del “ius variandi”. De este modo, al haber efectuado la accionada una correcta relación entre la materia de que se trata y los derechos constitucionales que se consideran vulnerados, es posible concluir, dentro del análisis provisional propio de este recurso de hecho, que la queja cuenta con argumentos suficientes para abrir la vía del control de constitucionalidad que autoriza el artículo 297 del C.P.C.C. (Del voto de los Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris y Catalano) (Minoría) Resulta esencial que la queja contenga claros argumentos convincentes de la inexactitud de los fundamentos esgrimidos por el “a quo” al clausurar la viabilidad del recurso, lo que, en el caso, la impugnante no ha concretado y torna inaplicable la constante doctrina de este Tribunal en el sentido de que tal falencia provoca la articulación del remedio articulado. El recurso de inconstitucionalidad es inadmisible cuando se lo dirige contra sentencias en las cuales se resuelven cuestiones de hecho, prueba o derecho común, como tampoco resulta procedente en los supuestos de discrepancia con la valoración, interpretación y conclusiones efectuadas por los jueces. En efecto, sólo opera en casos de sentencias arbitrarias, en el sentido interpretado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a fin de corregir desaciertos de gravedad extrema que las descalifiquen como pronunciamientos judiciales. En materia de arbitrariedad, la vía propuesta no debe constituir la apertura de una tercera instancia donde se intente reproducir el debate ordinario acerca de los hechos considerados anteriormente. Por ello y para que los agravios referidos a cuestiones fácticas hagan procedente la vía extraordinaria, la decisión recurrida debe presentar serios y graves defectos de fundamentación, traducidos, a su vez, en evidente menoscabo de derechos constitucionales. Si el apelante no controvierte de manera eficaz la totalidad de los razonamientos en que se apoyan las conclusiones del “a quo”, es inconducente el tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria. Las cuestiones entre empleados y empleadores que atañen a derechos que emanan de la relación laboral, no dan lugar a la vía extraordinaria por ser extremos de hecho, prueba y derecho común, salvo que prescindan de la ley aplicable o presenten una manifiesta falta de fundamentación, que en el caso no logra demostrarse. (Del voto de los Dres. Vittar y Kauffman) TRIBUNAL: Dres. Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris y Kauffman. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “TOMAGHELLI, SUSANA LILIA VS. UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SALTA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.847/12) (Tomo 174: 641/648 – 11/abril/2013) RECURSO DE QUEJA. Procedencia. 7 CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 115/124 de autos, y declarar mal denegado el recurso de inconstitucionalidad. DOCTRINA: El tribunal “a quo” no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe efectuar un juicio de probabilidad sobre la afectación de principio constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por el impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perder de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen infringidos. Corresponde hacer lugar a la queja ya que puede afirmarse que el material de agravios traído por la recurrente constituye fundamento suficiente para abrir la vía del control de constitucionalidad que autoriza el art. 297 del C.P.C.C., toda vez que se cuestiona el decisorio de la alzada atribuyéndole arbitrariedad por incurrir en un excesivo rigor formal al analizar la validez de la representación invocada para efectuar, en nombre de la actora, las intimaciones contenidas en la correspondencia inicial dirigida al demandado. Agravios que, vinculados a una posible vulneración del debido proceso y del derecho de propiedad, poseen entidad suficiente “prima facie” como para habilitar el control de constitucionalidad por la vía del remedio intentado, sin que ello importe, de manera alguna, anticipar opinión sobre la solución de fondo. TRIBUNAL: Dres. Kauffman, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz y Ferraris. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: RODRÍGUEZ, NATALIA ILIANA VS. BURGOS, WALTER HUMBERTO – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.747/12) (Tomo 174: 1043/1048 – 15/abril/2013) RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL. Acordada 4/07. Requisitos de la queja. Fundamentación. CUESTIÓN RESUELTA: I. DENEGAR el recurso extraordinario federal interpuesto a fs. 58/72. Con costas. DOCTRINA: A esta Corte no le incumbe juzgar sus propios pronunciamientos cuando es llamada a decidir sobre la concesión o denegación del recurso extraordinario, pero ello no la dispensa del deber de examinar, además de la admisibilidad formal, la cuestión federal propuesta por el impugnante y analizar, cuando se invoque la causal de arbitrariedad, si la apelación federal, “prima facie” valorada, cuenta, a la luz de la conocida doctrina del más alto Tribunal de la República, con fundamentos suficientes para dar sustento a un caso que reviste un inequívoco carácter excepcional A través de la Acordada 4/07 (Adla, LXVII-B, 1751), la Corte Suprema de Justicia de la Nación reglamentó la presentación de los escritos mediante los cuales los interesados interponen el recurso extraordinario federal, sistematizando sus requisitos formales. No procede el recurso extraordinario intentado en tanto la apelante ha omitido controvertir adecuadamente los fundamentos que sustentan el rechazo de la queja, centrados en su falta de autosuficiencia por no haberse acompañado las copias requeridas en el art. 276 del C.P.C.C. y precisadas por esta Corte en la Acordada 10910 (B.O. nº 18576, de fecha 27/04/11) –de la sentencia de primera instancia, de la denegatoria del recurso de inconstitucionalidad y del escrito de interposición del recurso extraordinario-, por lo cual se concluyó que a mérito de lo indicado en la normativa citada correspondía desestimar la queja deducida. La doctrina de la arbitrariedad reviste carácter excepcional y no resulta apta para corregir fallos equivocados, o que el recurrente estime tales según su criterio, sino que atiende sólo a supuestos de gravedad extrema en los que se verifique un apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia de fundamentación. Lo contrario importaría extender la jurisdicción de la Corte Suprema para revisar todos los pronunciamientos que se dicten en el país, con menoscabo de los límites establecidos por la Constitución y las leyes. Constituye una carga procesal del recurrente demostrar que existe una relación directa entre la materia del pleito y la invocada cuestión constitucional, extremo que no se satisface con la simple alegación de que el fallo cuestionado lesiona garantías constitucionales si no se precisa ni demuestra en concreto cómo se ha efectivamente operado tal violación en la sentencia impugnada. TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris y Kauffman. DOCTRINA. Dra. Solá de Arias. CAUSA: “SÁNCHEZ, BENIGNA VS. ROMERO, JUAN MANUEL – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 34.764/11) (Tomo 174: 939/946 – 12/abril/2013) RECUSACIÓN. Recusación sin causa. Arts. 14 y 15 del C.P.C.C. EXCUSACIÓN. Razones de decoro y delicadeza. Art. 30 del C.P.C.C. CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la recusación sin expresión de causa deducida a fs. 84 respecto de la Sra. Juez de Corte Dra. Susana Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos. II. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 86 por el Sr. Juez de Corte Dr. Gustavo Adolfo Ferraris, para intervenir en autos. DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la recusación sin causa deducida, toda vez que la solicitud ha sido interpuesta en legal tiempo y forma. Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por el Sr. Juez de Corte con sustento en motivos graves de decoro y delicadeza por haber el profesional interviniente presentado una reacusación en su contra –en otro expediente– conteniendo términos agraviantes. En materia de excusación, las razones invocadas por los magistrados, cuando no se consideran en libertad de opinión para dictar sentencia, deben ser evaluadas con amplitud. Los conceptos de decoro o delicadeza indicados en la norma procesal han de ser analizados sin violentar el fuero íntimo que ha llevado al juez a expresar la necesidad de su apartamiento. La garantía constitucional de ser oído por un tribunal competente e imparcial, prevista en los arts. 8o inc. o 1 del Pacto de San José de Costa Rica y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, conduce a interpretar razonablemente las normas relativas a la inhibición de magistrados, de manera que las situaciones por ellos invocadas, aun cuando trasciendan de los límites trazados por la reglamentación contenida en las normas procesales, den lugar a su apartamiento. TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: "NOREIKO, FRANCISCO - PIEZAS PERTENECIENTES - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. N° CJS 33.505/10) (Tomo 174: 1023/1028 – 15/abril/2013) 8