Facultad de Educación Elemental y Especial, Universidad Nacional de Cuyo. Proyecto SECyT Cód. 06/H029 Desarrollo Curricular de Formación Ética y Ciudadana. Directora: Lic. Delia Albarracín. ¿QUE TRASMITIMOS LOS DOCENTES CUANDO HABLAMOS DE VALORES? Lic. Analía Ferreyra Cuando nos construimos como seres sociales participamos activamente de un entramado de relaciones que nos facilita u obstaculiza el proceso de constitución humana. En ese interaprendizaje nos referenciamos mutuamente, y vamos creando una forma determinada de posicionarnos frente a la realidad que nos define. En ese proceso actúan de forma significativa la familia y posteriormente los docentes. Indudablemente en ese espacio de resignificaciones continuas que realizan los seres humanos, se encuentran perfiladas las diferentes formas valorativas que tenemos de uno, de los otros, de la sociedad, de la educación, de lo bueno, de lo malo... Ante esto es bueno preguntarnos ¿cuál es el mensaje que transmitimos a los niños cuando hablamos de valores, desde lo teórico y desde las actitudes? Para responder este interrogante es necesario plantear cómo se construye el rol docente y cómo a partir de la realidad socio-histórica cultural determinante, cada uno lo concibe, lo perfila y lo ejerce. De acuerdo con la manera en que enfrentamos determinados contextos concretos, tomamos determinadas actitudes que se llaman roles. La asunción de estos roles puede exigir dos tipos de procesos: por un lado lo podemos asumir consciente y voluntariamente; por el otro, el ambiente o los demás nos adjudican un determinado rol que, en muchos casos, podemos asumirlo en forma inconsciente. En las relaciones sociales se da un intercambio entre la asunción y la adjudicación de un determinado rol. Cada persona en su vida cotidiana desempeña varios roles, incluso de manera simultánea. Cuando se asume un rol se pone en funcionamiento una serie diferente de formas de reconocer y resolver las situaciones y problemas de la vida diaria. Los roles que la sociedad adjudica a las personas y las formas en que dichas personas los asumen pueden ser contradictorias; la manera en que cada uno resuelve esta situación conforma las diferentes maneras de actuar que se observan en cada rol. La docencia es una profesión estructurada alrededor de relaciones interpersonales. La práctica del maestro se realiza “con” otras personas: alumnos, padres, colegas, etc. Y para ejercer su oficio necesita conocer a aquellos con quienes se relaciona; en distintas circunstancias el docente categoriza a sus alumnos según las construcciones internas o matrices de significación que desde el proceso de constitución personal posibilitan una manera determinada de ordenar las cosas, las circunstancias, los fenómenos, las personas... Algunas de esas categorías son muy generales como por ejemplo: bueno-malo, interesado-desinteresado, fuerte-débil; el docente tipifica a su alumnos y es tipificado por ellos. Todos clasificamos y somos clasificados; ahora el etiquetamiento no es una Página 1 de 4 Facultad de Educación Elemental y Especial, Universidad Nacional de Cuyo. Proyecto SECyT Cód. 06/H029 Desarrollo Curricular de Formación Ética y Ciudadana. Directora: Lic. Delia Albarracín. operación inocente, no sólo describimos o nombrados “objetivamente” ciertas características reales de los niños sino que se contribuye a “constituir” aquello que se nombra. El niño se ve en el maestro como en un espejo y la imagen que le devolvemos puede tener un gran poder constitutivo. Claro que el maestro no es el único espejo del niño; éste también se ve a través de sus padres, amigos, etc. Pero el maestro “nombrado” por autoridad oficial a su vez tiene una autoridad particular, autoridad entendida como legítima, como reconocida. Esta autoridad hace que sus propias acciones consistentes en “poner nombre “ tengan una productividad particular. Esto también es una manera de transmitir valores, aquellos que son constitutivos y que además son los que nos hacen personas que nos permiten valorar a los otros y a la realidad como nos han valorado, porque desde ese lugar se construye la identidad humana, representación cognitiva y afectiva que nos acompaña a lo largo de toda la vida. ¿C UAL ES EL ROL DOCENTE NECESARIO EN LA ARGENTINA DE HOY? Un proyecto de transformación educativa que pretende una escuela comprometida con la calidad y la equidad, plantea la necesidad de un docente cuyo rol se expresa en la capacidad para: v Lograr compromisos efectivos en la relación con los alumnos, sus familias, la Institución Familiar y la comunidad en la cual desarrolla su función. v Asumir la profesionalidad de su trabajo. v Gestar cambios en sí mismo y en su práctica. El docente, por la naturaleza de su quehacer, facilita el desarrollo autónomo de las nuevas generaciones; requiere autonomía profesional, independencia intelectual suficiente, no para evitar los influjos contaminantes de los intereses, valores, y tendencias del contexto social, sino para comprenderlos, situarlos y procurar su transformación consciente hacia valores explícitos y públicamente debatidos y asumidos. La formación de ciudadanos autónomos, conscientes, informados y solidarios requiere una escuela donde pueda recrearse la cultura, no una academia para aprendizajes mecánicos o adquisiciones relevantes, sino una escuela viva y comprometida con el análisis y reconstrucción de las contingencias sociales, donde los estudiantes y docentes aprenden al mismo tiempo que viven y viven al mismo tiempo que aprenden, los aspectos más diversos de la experiencia humana”. 1 Ahora bien, el docente puede asumir su responsabilidad en el rol de forma estereotipada o bien de manera creativa. Estas distintas formas de asumir y actuar el 1 Angel Gómez “Auto no mía P ro fe s io na l y Cont ro l De mo cr átic o” Página 2 de 4 Facultad de Educación Elemental y Especial, Universidad Nacional de Cuyo. Proyecto SECyT Cód. 06/H029 Desarrollo Curricular de Formación Ética y Ciudadana. Directora: Lic. Delia Albarracín. rol docente, se pone en juego en los distintos estilos de relación y modos de conducción de las clases. En el desempeño del rol el docente pone en movimiento los contenidos teóricos y metodológicos por un lado y al mismo tiempo sus propias “matrices de aprendizaje”, como la concepción de autoridad construida y los modelos de docente con los cuales se ha identificado en su historia escolar y sus experiencias de vida. Ana Quiroga sostiene: “Hemos definido como matriz de aprendizaje a la modalidad en que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo de conocimiento; la matriz de aprendizaje está socialmente determinada e incluye no sólo aspectos conceptuales sino también afectivos, emocionales y esquemas de acción; esa matriz es una organización personal y social de la que resulta que los hechos de la realidad son seleccionados, percibidos, articulados e interpretados ...es algo íntimamente ligado a nuestra identidad porque condensa nuestra historia y contiene nuestras potencialidades y también nuestros obstáculos.” Es en el aula donde tienen lugar las prácticas pedagógicas, allí se ponen en juego diferentes estilos de relación, modos de conducción de la clase, a través de los cuales se manifiestan maneras de asumir y actuar el rol docente. Las matrices o supuestos son las creencias que cada docente adopta e internaliza desde la infancia, esto se pone de manifiesto en la formas de conocer e interpretar la realidad en general y los contenidos pragmáticos en particular; es un saber cargado de afectividad, de sentimientos, de sensaciones acumuladas a lo largo de sus historias de vida. Esto constituye el soporte sobre el cual el docente puede realizar sus proyectos en el aula, seleccionar contenidos, jerarquizarlos, establecer relaciones, organizar experiencias de aprendizaje, conducir una clase, transmitir valores... El docente ejerce un papel de nexo entre los alumnos y la sociedad adulta; en la práctica educativa se establece un vínculo particular entre el docente, su grupo de alumnos y el conocimiento o los contenidos escolares; este vínculo constituye un modo especial de interacción; se pone en juego una red de significaciones, valores, formas de ser, hacer y pensar. En esta trama, el docente como el alumno pueden colocarse como observadores receptores o bien como actores, productores o creadores de conocimiento. El estilo de las experiencias que el docente construya en el aula (y no sólo los temas específicos del diseño curricular), serán también fuentes de saber y aprendizaje; éstos siempre s e elaboran en función del tipo de mensajes que predominen en el circuito de comunicación dentro del aula y en la escuela; como se transmitirán, por ejemplo, determinado tipo de vivencias y creencias, valores y tradiciones, con el acento personal que le imprime cada docente. Página 3 de 4 Facultad de Educación Elemental y Especial, Universidad Nacional de Cuyo. Proyecto SECyT Cód. 06/H029 Desarrollo Curricular de Formación Ética y Ciudadana. Directora: Lic. Delia Albarracín. Las formas, los modos, los gestos, los señalamientos que realiza el docente, su forma de saludar, también forman parte y van creando un estilo particular, una forma de sentir y ver la escuela y los aprendizajes y valores que en ella se transmiten. QUÉ ESPERA EL SISTEMA EDUCATIVO DEL DOCENTE A PARTIR DE LA LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN Se requiere que el docente que pueda llevar a cabo este proceso de transformación sea un profesional interesado en la tarea que realiza con disposición para el trabajo en equipo: g v Un profesional que entiende la diversidad (categoría introducida recientemente, que tiene diversas acepciones técnicas), y que por ello selecciona y organiza los contenidos de manera tal que por diferentes caminos los alumnos pueden llegar a las mismas metas. v Un profesional que sabe que una de sus funciones principales es favorecer la asunción de una creciente autonomía en sus alumnos y que contribuye junto con la familia a su crecimiento y desempeño como ser social, crítico, y solidario. Página 4 de 4