Tercer Encuentro Nacional de Estudiantes de Pedagogía y Ciencias de la Educación Titulo del trabajo Nietzsche ¿Filósofo o profeta educativo? (Ponencia) Por Erick Jonathan Templos Díaz Temática Problemas actuales de la educación Fecha 5 de Mayo de 2004 Nietzsche ¿Filósofo o profeta educativo? Introducción: Una manera de abordar el pensamiento de Nietzsche en el área educativa es reflexionar sobre esta pregunta: ¿cómo se refleja en la educación la cosmovisión de este gran filósofo? En este breve estudio intentaré describir cómo sus ideas y aportaciones tienen un impacto en el ámbito pedagógico, sin perder de vista el objetivo principal de este ensayo que es hacer pensar al docente y a toda persona sobre qué tipo de educación se está impartiendo en nuestros días y a qué rumbo se dirige. Antecedentes: Como ya es sabido, que todo pensamiento de un filósofo está ligado a los acontecimientos que ocurrieron en su contexto, ante los cuales configura su manera de ver el universo y su propio pensamiento, a esto le llamamos cosmovisión. Pues he aquí el contexto de Nietzsche. Vivió una era muy caótica en la que era muy fácil cuestionar la existencia de Dios. Fueron los tiempos de transición marcados por la Revolución Industrial, hasta una segunda Revolución Francesa entre 1850 y 1860, en cuanto al entorno político. Si hacemos referencia al campo intelectual, tendríamos que hacer mención de filósofos importantes de la talla de Marx y Kierkegaard o Hegel. Cabe mencionar que éste último era idealista, por lo que Nietzsche, como buen vitalista contrario a toda forma de idealismo, no tuvo mucho acercamiento con él, a pesar de ser ambos alemanes. Considerando el aspecto personal, Nietzsche fue un filósofo nacido en Alemania, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que Friedrich Nietzsche se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin embargo, Friedrich Nietzsche abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. Después pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo y a la creación de obras como: La muerte de Dios, El superhombre y La voluntad de poder. A continuación se dará una explicación breve y esencial de cada una de las ideas necesarias para entender a grandes rasgos su cosmovisión y posteriormente considerar sus repercusiones en la educación. La muerte de Dios: Cuando Dios muere desaparece aquel demiurgo que regula la ley moral y la natural y aparte se pierde la identidad misma que se había dado. También desde el momento en que no hay una explicación trascendental del origen de cada individuo pues es lógico pensar que en cada persona radica una crisis de ¿quién soy?, ¿a dónde voy? Desde el momento en que se mata a Dios ya no se encuentra quién pueda explicar estos enigmas ni quién pueda ser un modelo que nos muestre cómo vivir. En otras palabras, el hombre cuando mata a Dios suele pasar por un viajero sin brújula. El superhombre: El superhombre de Nietzsche es un espécimen bastante raro de encontrar en la raza humana porque es el resultado de la autosuperación. El superhombre implica un cambio esencial en el hombre mismo. En otras palabras, lo que lleva a ser superhombre es la superación y la trasformación. Uno de los principales cambios que ha de pasar el hombre para llegar a este nivel es el matar a Dios porque una vez que Dios está fuera del camino del hombre, ya todo va dirigido al mismo individuo. En sí el hombre tiene un autoconocimiento más amplio. Después de matar a Dios el superhombre se encarga de encontrar las verdades científicas, de no rendirse y de tener una actitud pasiva hacia el camino de la búsqueda de la verdad. La voluntad de poder: Después de matar a Dios hay que afrontar el vacío que deja en nuestro ser y esto es aterrador, pero cuando el hombre se ve solo logra ver que puede ir tomando el margen de su propia libertad. Esto significa que tendrá que hacerse responsable de lo que pasa en su entorno y dentro de él mismo. Para llegar a esto se requiere una autorresponsabilidad y voluntad muy bien definidas. Pero la cuestión es la siguiente ¿Qué provoca la libertad del ser humano? Pues la misma voluntad de poder, porque ser libre implica ser valiente y responsable. Ser libre es la capacidad para decidir los compromisos que se van a afrontar, en otras palabras, ser libre es elegir nuestras ataduras. Ya se mencionaron algunas de las obras de Nietzsche, y no parecerían muy pedagógicas ¿Cuál es la relación que existe entre la filosofía existencialista de este autor y la educación? Partiendo del salvoconducto de que la definición de filosofía es amor a la sabiduría, la filosofía ha ido fortificando a muchas ciencias y entre ellas a la disciplina a la cual nos dedicamos que es la pedagogía, desde cierto punto de vista es gratificante pensar que nuestra ciencia descansa en los hombros de la filosofía. Decir que la filosofía es educativa es hacer énfasis en que esta ciencia posee ciertas funciones las cuales son: demostrar verdades, estipular conceptos, tender a ser sistemática y por lo tanto científica. Por eso al decir que Nietzsche es filósofo podemos referirnos a él como educador. Y como educador, él fue parte de un sistema educativo al cual tuvo la valentía de criticar en su obra “El porvenir de nuestros establecimientos de enseñanza”:La idea de la universidad en Alemania en donde ataca a la educación tradicionalista. Haciendo una comparación de lo que Nietzsche decía de la educación en Alemania con lo que es la educación en estos tiempos en nuestro país, no se ve mucha diferencia. En gran parte se han descubierto los errores y se ha tratado de atacarlos o erradicarlos, pero esto es una gran batalla que no va a terminar tan rápido. Para no dejar esto en el área abstracta se dará un ejemplo: ¿Cuántos de ustedes han tenido desde su primaria hasta la universidad profesores que piensan que toda la verdad la poseen ellos? ¿Y que nada de lo que uno les propone es cierto y ni siquiera tomado en cuenta como discusión de la clase? Estas experiencias educativas podría compararse con la frase de Nietzsche que dice “El filosofo impide filosofar“. Pero impedir la expresión de los alumnos no es nuevo. Es bien sabido que los discípulos de Pitágoras tenían que esperar cinco años para poder manifestar una opinión o que pudieran sacar sus propios argumentos. En este punto cabe cuestionarse sobre: ¿dónde está la libertad en este estilo educativo? ¡Con este tipo de docentes, que prefieren hacer exámenes severos y retacados de preguntas y dejar abajo la estimulación a una posible reflexión, crítica o análisis a un posible tema! Es aquí donde nos debemos preguntar los pedagogos que se quieren dedicar a la docencia o que se dedican a la docencia ¿Qué clase de docentes quieren ser el día de mañana? En sí ¿qué quieren ser: maestros formadores o simples impartidores de conocimientos que ven en la educación más un medio que un fin? También está por demás mencionar que en la metodología elegida habrá que cuidar que no eduquemos a nuestros alumnos para ser del tipo que Nietzsche calificaba como “siervos” por no haber ejercido su libertad responsable. Hay que tener presente que la materia prima del pedagogo son las personas y que por lo tanto tienden a ser diferentes. Por otro lado, la metodología debe tener el enfoque que estimule a la reflexión y al autoconocimiento y es bien sabido que para tener un autoconocimiento hay que procurar estar solos. Vale la pena hacer énfasis en esto ya que el hombre es el único que puede educar a otro hombre. Y la primera cuestión es ¿cómo? Ante tal pregunta se plantea una disyuntiva: podemos educar a un hombre por el camino del condicionamiento y la memoria o podemos seguir el camino de la luz que deja la reflexión. Y si en verdad uno como docente quiere en esta vida trascender por encima de la muerte debe tomar la decisión de educar por el camino de la reflexión para bien del discente, estimulándolo a que el mismo alumno produzca un análisis o pueda ensimismarse. Al lograr esto el maestro estará haciendo trabajar las facultades propias del hombre que lo distinguen del resto de los seres vivos: inteligencia y voluntad. Además siguiendo la razón estaremos educando a los superhombres del mañana, ya lo dice Savater el superhombre es el héroe, mas la conciencia es el héroe pensador. Tampoco hemos de dejar de lado otro factor importante al que hay que educar: la voluntad. Ya hemos considerado una educación libre en el área intelectual, pero el aspecto de la voluntad, Nietzsche propone la idea de La voluntad de poder. Éste es un factor limitativo para cualquier docente, porque si el alumno no quiere aprender, por más que se esfuerce el profesor no podrá transferir ningún conocimiento. Aquí la labor del pedagogo o del educador consiste en nunca dejar de insistir sobre el alumno porque cada vez que se insista es una esperanza de que el mundo pueda cambiar. Contexto – Educación: Estamos de acuerdo que las exigencias del contexto de los tiempos de Nietzsche eran muy diferentes a las de ahora, sin embargo ahora como entonces, se ve la educación de una manera pragmática o utilitarista, en la cual el criterio de éxito se ve reflejado en “cuánto dinero ganas o tienes”. Tal parece que la misión de algunas instituciones hoy en día es formar hombres con conocimientos para que después de sus conocimientos lleguen a sacarle el máximo provecho económico y haciendo ver que la inteligencia se mede en el factor riqueza. En busca de dinero o de oportunidades de trabajo algunos hombres hacen especialidades o maestrías y no es que se esté en contra de ellas sino que esto hace al hombre profesionista semejante a un obrero que, sin poder ejercer su libertad, se ha esclavizado a una misma función toda su vida. Lo malo es que este fenómeno no se verifica sólo en la actualidad, sino que sucedía ya desde los tiempos de Nietzsche. Él, visionario, ya veía venir estas cuestiones desde la pragmaticidad en la educación hasta la metodología al educar. Estamos hablando del siglo diecinueve. Ahora podemos ver a Nietzsche como un profeta educativo porque él se dio cuenta de estas cuestiones y aún en la época actual continúan dándose estos fenómenos. Para fundamentar la propuesta de este trabajo se mencionará que en nuestro país diariamente tiene mayor número de personas que se interesan más por la educación técnica. La demanda en la sociedad es grande ya que los individuos cada vez están más interesados en una preparación que permita en el menor lapso de tiempo (dos años, por ejemplo) ingresar al mundo laboral. No es que esté mal querer estudiar una carrera así porque ya se sabe que desde que el hombre nace tiene que hacer frente a un contexto o un ambiente y ese contexto le exige trabajar para su supervivencia. Pero lo que Nietzsche observó en esta clase de centros educativos es que no se da una educación tal cual, porque la verdadera educación consiste –en mi opinión- en la transmisión de los valores y –en palabras de Nietzsche- en la formación de la voluntad de poder. Como institución o centro educativo integral es insuficiente que sólo se dé como único contenido los conocimientos de cada materia y no se estimule para nada a los valores, ya que éstos son el pilar de la educación. Un ejemplo clarificará esta última idea: Es de todos visto que los conocimientos cambian y se actualizan según el paso del tiempo y los adelantos científicos. Un ingeniero en sistemas computacionales que culminó sus estudios hace 6 años ¿serán suficientes para satisfacer las demandas de la actualidad? En realidad no porque su rama -como todas las demás- ha ido evolucionando y actualizándose al grado que los conocimientos adquiridos en un momento quedan completamente obsoletos pasados sólo algunos años. ¡Pero lo que sí queda y es permanente es: el valor de la perseverancia, de la dedicación, la responsabilidad…! Y se preguntarán ¿para qué sirven estos valores? Veamos los ejemplos: la perseverancia es para estar siempre dedicado a su trabajo cuando sea trabajador porque lo fue en sus estudios en su tiempo de estudiante; y de la dedicación para que siempre esté en el hombre la inquietud por querer estar a la vanguardia y estar siempre investigando con relación a su área; y el valor de la responsabilidad para estar siempre comprometido consigo mismo y con su trabajo y que vea que su trabajo está beneficiando a otros. Conclusiones Por medio de este trabajo nos pudimos percatar que las ideas de Nietzsche pueden ser ilustrativas en la educación y que nosotros -al igual que él - estamos viviendo tiempos caóticos y de cambio. Podemos ahora retomar la idea fundamental de Nietzsche que es la de trasformar los valores a fin de ir en busca de la verdad para el crecimiento personal e institucional; desarrollo que debe ir a la par de los conocimientos y de los avances científicos para que con ayuda de los valores podamos tener un acercamiento más amplio a la verdad educativa. El fin educativo en el pensamiento de Nietzsche es llegar a ser lo que se es. Esto radica en ver que nosotros, los seres humanos, somos seres inacabados por lo cual necesitamos una educación integral, en la cual haya conocimientos suficientes para afrontar al mundo que nos espera, pero también tengamos los valores que van a ser las herramientas que se utilizarán y serán útiles para el hombre hasta el último día de su existencia en la tierra, porque los valores configuran nuestro propio ser. Por último hablaremos de la voluntad en la educación. Ya lo decía Aristóteles: “para ponerle precio a un hombre yo me basaría en el valor de su voluntad”. Y es deber del educador enfocarse a este aspecto para poder facilitar su camino, rumbo a una educación integral. Aquel pedagogo que se encargue de ser docente y no se enfoque a la voluntad; si está estudiando puede irse saliendo de la carrera; si se tituló, no dedicarse a esta área; si está estudiando el doctorado que se dedique a hacer libros (que no vayan a ser leídos, por favor); porque el educar la voluntad es el primer objetivo del educador ya que educando la voluntad crearemos a los hombres libres del mañana. Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan. Bibliografía. Zagal Arreguín, Héctor. Ética para Publicaciones Cruz O. S.A. Junio 2002. Polo, Leonardo. Puntos Centrales del Pensamiento de Nietzsche. 1994. Valle Vázquez Ana Maria La educación desde las ideas fundamentales de Friedrich Nietzsche, México D.F. 1999. Nietzsche Friedrich”El porvenir de nuestros establecimientos de enseñanza”. En La idea de la universidad en Alemania. Sudamerica , Buenos Aires (s/f) adolescentes posmodernos. Nombre: Erick Jonathan Templos Díaz Domicilio: Jardines de Zaragoza # 114 colonia Jardines de la Asunción Teléfono: 014499139167 Correo electrónico: [email protected] y [email protected] Institución educativa de procedencia: Universidad Bonaterra Equipo didáctico: Retroproyector de acetatos