instituciones del derecho 6

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Facultad de Ciencias Económicas
Licenciatura en Hotelería
Instituciones del Derecho
N° 6
Profesor:
Dr. Eduardo Varela
Fascículo nro: 6Universidad de Belgrano.
Licenciatura en Hotelería. Facultad de Ciencias Económicas.
Instituciones del derecho
Profesores: Eduardo D. Varela. Virginia E. Urdangarín
FASCÍCULO NRO 6.CORRESPONDE A LAS UNIDAD NUMERO SEIS DEL PROGRAMA DE LA MATERIA
INSTITUCIONES DEL DERECHO DE LA LICENCIATURA EN HOTELERIA.
I) PRIMERA PARTE: JURISPRUDENCIA APLICADA A LA ACTIVIDAD HOTELERA. LOS DERECHOS
INTELECTUALES Y EL COBRO DE ARANCELES EN LAS HABITACIONES DE LOS HOTELES.
1) Autos: “AADI CAPIF ACR c/ANSEDE y Cia S.R.L y otro s/cobro de sumas de dinero” Exp. Nº
110.983/01.
Buenos Aires, 21 de noviembre de 2002.
Y VISTOS:
Estos autos para dictar sentencia, de los que
RESULTA:
Que a fs. 42/50 se presenta AADI CAPIF Asociación Civil Recaudadora, promoviendo demanda
contra Ansede y Cia S.R.L., por el cobro de aranceles derivados de comunicación al público de
grabaciones fonográficas por monto indeterminado, más sus intereses y costas. Reclama también el
cumplimiento de la obligación de hacer consistente en formular y entregar planillas previstas en el
art. 40 de la ley 41.233/34. Pide en su caso indemnización sustitutiva, para el caso de
incumplimiento.
Sentado ello, señala la normativa constitucional, legal y jurisprudencial que regulan la recaudación
de aranceles originados en comunicación al público de grabaciones fonográficas, explicando el
fenómeno de la utilización pública de fonogramas, precisando el caso de la comunicación que se
efectúa en sitios públicos de uso o acceso privado.
Señala que el establecimiento que explota el demandado, llamado “Rits Hotel”, sito en la Av. de
Mayo 1111, resulta un establecimiento hotelero que durante el horario de atención al público, utiliza
grabaciones fonográficas cuyo sonido se reproduce y comunica al público y clientela asistente en las
habitaciones del mismo.
Tal situación origina la obligación del demandado de abonar la tarifa prevista por el rubro de la tabla
arancelaria establecida por la secretaría de Prensa y difusión, con fecha 18 de septiembre de 1989,
nº 100/89, rubro nº 51, destinado a Hoteles en los cuales se propale música grabada en las
habitaciones destinadas a la clientela, resaltando que los hoteles de pasajeros pagarán el
equivalente a un importe igual al ciento cincuenta por ciento de la tarifa diaria de la habitación de
mayor precio del mismo. Reclama en este caso los aranceles devengados desde el 1 de octubre de
1999 hasta la fecha de la presente demanda y los que se devengaren con posterioridad sin
continuara su uso.
Reitera que tampoco cumplió con la confección de las planillas mencionadas
en el decreto 41.233.
Ofrece prueba. Funda su derecho. Pide que oportunamente se haga lugar a
la demanda, con intereses y costas.
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Corrido el traslado pertinente, se presenta a fs. 81/3 la demandada Ansede
y Cia S.R.L., titular del Hotel Ritz, negando todos aquellos hechos que no reconozca.
Dice que conforme la ordenanza municipal nº 36.136, el Hotel debe
someterse a sus exigencias de “servicios”, pero en el mismo no se transmite o retransmite música,
ni se utiliza la misma por medio de altavoces en los ámbitos de vivienda o en los lugares de
recepción y circulación del edificio.
Señala también que la habitación que se concede al pasajero es de carácter
doméstico, como si se tratara de “su propia casa”. En dicha habitación no se le proporciona música
sino un artefacto, el televisor o la radio, que maneja a su arbitrio, encendiéndolo o apagándolo, o tal
vez sin utilizarlo en algún momento. Puntualiza también que así como se lo provee de otros
elementos como toallas, ropa de cama, teléfono, etc., se le proporciona un aparato de televisión o
radio, el que se le entrega “apagado” para que lo use, si quiere a discreción.
Agrega que la naturaleza jurídica de la prestación se hilvana con el contrato
de hospedaje, destacando que se da una real locación para uso privado y a nadie se le ocurriría, por
analogía, que quien alquiló una habitación amueblada en la que se incluía radio y televisión, deba
responder ante los autores de las obras emitidas con un derecho adicional por el uso que le da el
locatario.
Ofrece prueba. Funda su derecho. Pide que oportunamente se rechace la
demanda, con costas.
A fs. 87 se abre la causa a prueba, produciéndose la que luce en autos,
quedando a fs. 179vta en estado de dictar sentencia en la fecha prevista en audiencia preliminar.
CONSIDERANDO:
I.Que las publicaciones fonográficas son un bien inmaterial protegido por la
propiedad intelectual dentro de la enumeración del art. 1º de la ley 11.723.
La expresión “discos fonográficos” obedece a los avances técnicos de la
época en que se sancionó la ley 11.723 de propiedad intelectual y no a la intención del legislador de
proteger el mero soporte material de la obra y no la obra en sí, pues el objeto de la protección es la
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creación, es decir un fruto o resultado que a su vez necesita una materialización original, sin que ello
signifique que el objeto de la protección se confunda con el medio material de expresión.
También se ha dicho que el objeto del decreto 1670/74 –al proteger a los
productores de fonogramas frente a la extensión e incremento de la reproducción no autorizada de
los mismos- descansa en los presupuestos establecidos en la Convención de Roma de 1961,
consideración del fonograma como una obra original digna de protección y en el reconocimiento de
los productores sobre sus fonogramas (CNCiv, Sala D, 8-10-99, “AADI CAPIF Asociación civil
Recaudadora c. Establecimiento Puerto Caribe”, L.L. 2000-D-127, con todas sus citas legales,
doctrinarias y jurisprudenciales).
Ha sido también argumentado que la protección del fonograma tiene su
fundamento en el derecho de propiedad y se manifiesta en la posibilidad de autorizar o de prohibir la
reproducción directa o indirecta de su obra, así como de su derecho a percibir una remuneración
equitativa en caso de difusión al público, sin perjuicio de los derechos concurrentes de artistas
intérpretes y ejecutantes.
La ejecución de una obra –en caso, un fonograma, tiene carácter público
cuando se realiza en un lugar abierto al público, en un lugar en el que se encuentre presente un
número importante de personas que no integren el círculo normal de la familia, aunque el lugar no
sea público, incluyéndose la ejecución en lugares tales como restaurantes, bares, hoteles, “pubs”,
fábricas u oficinas e incluso en clubes privados.
Asimismo y en cumplimiento de lo preceptuado por el art. 4º del decreto nº
1671/74, con fecha 18 de septiembre de 1989, la Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia
de la Nación dictó la resolución nº 100/89, que establece detalladamente los aranceles a pagar por
los usuarios.
II.A fs. 96/7 luce un informe expedido por SADAIC, que señala la inscripción
de Ritz Hotel como usuario del repertorio musical, que administra.
Asimismo informa que ha constatado la difusión pública de repertorio
musical bajo la modalidad de aparatos de televisión y radio receptores, encontrándose el
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demandado comprendido en el rubro III de la tabla de aranceles, puntualizando además que durante
el período señalado por el oficio de informes (1/01/1999 hasta 13/05/02) no se registran pagos de la
entidad en concepto de derechos de autor.
A fs. 102 se agrega un informe expedido por la Secretaría de Gobierno y
Control Comunal, Dirección General de verificaciones y habilitaciones del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires, que señala que según su padrón de locales, en el Av. de Mayo nº 1111, hay
constancia de una habilitación a nombre de Pallares Ansede y Cía, para desarrollar el rubro “Hotel”.
A fs. 128/132 la perito contadora designada brinda su dictamen, indicando
los precios de las habitaciones, simples y dobles del hotel de la parte demandada, como también
que de los libros contables de la misma no surge hasta la presentación de dicho informe, constancia
de haberse abonado a SADAIC arancel alguno; sí en cambio existen constancias de pago a la
empresa de televisión por cable Multicanal S.A (puntos 3.1ª, 3.1 b, 3.1 c, 3.1.d).
Respecto al dictamen, la parte demandada se limitó a cuestionar las cuentas
efectuadas por la experta, en razón de los aranceles que correspondería abonar según la tarifa
prevista por el rubro de la tabla arancelaria establecida por la Secretaría de Prensa y Difusión con
fecha 18 de septiembre de 1989, nº 100/89, rubro nº 51.
A fs. 145 declara Hilda Villegas como testigo de la demandada, quien se
desempeña como mucama del hotel, manifestando que durante el horario en que trabaja no vio
aparatos que reproduzcan música y que cuando están las habitaciones ocupadas por los pasajeros
no puede entrar. A fs. 146 declara otro testigo de la demandada, Nicolás Novas, quien también
trabaja en el hotel de ésta, manifestando que aparatos de televisión hay en algunas habitaciones,
pero que el hotel no provee de ningún elemento de música
ni tiene aparatos especiales,
declaraciones ambas que no se compadecen estrictamente con lo que resulta del resto de pruebas
acompañadas.
A fs. 154 se agrega otro informe de la Dirección de Verificaciones y
Habilitaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el que se indica que la categoría del
hotel de la demandada es de dos estrellas.
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Finalmente a fs. 160 un informe brindado por Multicanal S.A señala que el
hotel de la demandada, tuvo el servicio prestado por la empresa desde 01/02/00 hasta el 19/04/02,
en que se le dio de baja por morosidad.
III.Ahora bien, según surge de la prueba analizada precedentemente, como también del acta obrante a
fs. 180, en el local sito en Av. de Mayo 1111, de la demandada y habilitado como hotel, se difunde
música fonográfica, lo cual ha sido impugnado por Ansede.
Admitida entonces la explotación del hotel, niega que en las habitaciones se
difunda música fonograbada, agregando que si bien hay aparatos de televisión no le consta que
sean utilizados por el pasajero que eventualmente ocupe las habitaciones, y que en el caso de que
alguno lo hiciera, se trata de un ámbito exclusivamente privado o de extensión del uso doméstico.
Por otro lado ninguna prueba que demuestre la no utilización de los mismos
ha sido traída por la encartada.
En cuanto a esta música que se difunde o puede difundir en el interior de las
habitaciones del hotel, cabe señalar que no corresponde hacer distinción alguna respecto de la
modalidad de la comunicación que el establecimiento proporciona a sus huéspedes. En efecto, sea
que la emisión se trate de “música funcional”, o que esté o no originada en el propio hotel, por
ejemplo a través de un servicio de radiodifusión abierto, estaremos siempre en presencia de un acto
de comunicación pública. Ello es así por cuanto la habitación que el hotel pone a disposición del
público mediante el contrato de hospedaje, no configura un ámbito familiar ni doméstico (Rodríguez
Miglio, Leandro D.: “Los Derechos de Remuneración”, publicado en el “X Congreso Internacional
sobre Protección de los Derechos Intelectuales del Autor, Artista y Productor”, Quito, 1995, pág. 125,
citado por la CNCiv, Sala A, 50-4-02, “AADI CAPIF Asociación Civil Recaudadora c. Pantel S.A
s/cobro de sumas de dinero”).
El art. 50 de la ley 11.723 considera representación o ejecución pública a la
transmisión radiotelefónica, exhibición cinematográfica, televisión o cualquier otro procedimiento de
reproducción mecánica de toda obra literaria o artística. Y en estos mismos términos el art. 33 de su
decreto reglamentario nº 41.233/34 prevé que es aquella que se efectúa en todo lugar que no sea
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domicilio exclusivamente familiar y aún dentro de éste, cuando la representación o ejecución sea
proyectada o propalada al exterior. Y así no habría acto de comunicación pública si ésta se limita al
ámbito familiar y, como es obvio, tampoco cuando el servicio es prestado por el propio huésped “per
se” como si viajara provisto de un aparato de radio portátil (obra citada precedentemente, pág. 126,
en la misma sentencia de la Sala A).
Mal puede insistirse en que la difusión de la música queda “dentro del
ámbito de la morada”, “de la privacidad, del domicilio transitorio en los términos del art. 91 y 92 del
Código Civil”, toda vez que, en esta materia se ha sostenido que el término “lugar público” debe ser
entendido más que por su circunstancia espacial o de acceso, por el hecho de que allí la música
difundida forma parte del giro comercial del lugar. Se considera “público” a los efectos de esta ley al
lugar que difunde música como elemento comercial inherente al negocio y con innegable ánimo de
lucro (conf. Emery, Miguel A., en Belluscio-Zannoni: “Código Civil Comentado, Anotado y
Concordado”, T. 1, pág. 405, citado el fallo antes mencionado).
Desde esta perspectiva, la jurisprudencia ha señalado que la ley protege el
derecho del “autor” cuando el uso de la música por parte de terceros tiene fines comerciales, ánimo
de lucrar o significación económica secundaria. En síntesis, lo que la normativa prevé es el uso
público patrimonialmente significativo más que una referencia ambiental específica sobre lo que en
más o menos público o privado sea el lugar donde se difunde la música (conf. Cám. Civ y Com.
Rosario, Sala II, 10-3-93, “in re” “Diverimentos S.R.L y otro c. Sociedad Argentina de Autores y
Compositores”, L.L. 1997-D, pág. 151).
A la luz de todo ello resulta indudable el aprovechamiento económico que la
demandada realiza con los aparatos de televisión, toda vez que gracias a éstos obtiene un beneficio
indirecto derivado de las mayores ganancias que a no dudar significa contar con ese servicio
adicional. La presencia de ellos aumenta la categoría en cuanto a los servicios que presta a los
pasajeros, lo que conduce a que sus propietarios puedan pedir un precio mayor por el alquiler de
sus habitaciones. Por ello se requiere de una licencia por derechos de comunicación pública y por
tanto, la demandada se encuentra obligada al pago de los cánones respectivos.
IV.-
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A fs. 128/132 la experta presenta su dictamen, que sólo es objetado por la
demandada, en cuanto a los cálculos efectuados a fin de fijar el arancel que le corresponde abonar
(ver fs. 142).
Analizada la cuestión, según surge de lo previsto por el rubro 51 de la
resolución 100/89 de la SPD, los hoteles deberán abonar una tarifa mensual del 150% de la
habitación de mayor precio, de modo que tal operación no implica adicionar al cálculo el precio de la
habitación, sino que el importe a considerar para efectuar la cuenta correspondiente, es el que
resulte de calcular el 150% de la habitación de precio más alto.
Ahora bien, respecto al monto por el cual ha de prosperar, se tomará en
consideración el período comprendido entre el 1º de octubre de 1999 hasta la iniciación del presente
proceso, debiéndose proceder a recalcularlo de acuerdo a lo previsto por el párrafo anterior, con
más la suma que corresponda de la liquidación que deberá practicarse desde el momento de
iniciación de la presente hasta la fecha de esta sentencia.
V.Solicita también la actora que se le entreguen las planillas que la
demandada debe confeccionar en virtud de lo previsto por el art. 40 del decreto 41.344 (t.o. decreto
1670/70, art. .2), reglamentario de la ley 11.723 de Propiedad Intelectual).
La hermenéutica del derecho que le cabe a fabricantes, productores e
intérpretes, a reclamar aranceles por la difusión de los fonogramas, tiene fundamento precisamente
en la protección legal, por lo que la reglamentación impone a quienes usufructúan su difusión, la
confección y presentación de planillas, sin las cuales la entidad que los representa no estará en
condiciones de establecer los importes respectivos.
Y como el incumplimiento de una obligación legal constituye en mora al
obligado, no puede constituir sustento de su defensa haber omitido ejecutar aquello que le venía
impuesto legalmente. En consecuencia debe admitirse el reclamo de la parte actora en cuanto a la
entrega de las planillas pertinentes.
VI.La actora pidió intereses. La tasa que debería aplicarse a las deudas
dinerarias sería la activa. Discrepamos en este tema con la Excma. Cámara; ha establecido por
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plenario tomar la tasa pasiva. Creemos que las tasas bancarias pasivas, en un verdadero contexto
de estabilidad, tienen otro origen y otra función; no tienen como finalidad ni están presentadas al
ahorrista o mutuario para enjugar desfasajes inflacionarios ni “mantener incólume el contenido
económico de la sentencia” (sic del D. 941/91, art. 10). Fluctúan en base a la política, y a políticas
financieras y mercantiles bancarias no siempre ajustadas a la realidad inflacionaria (ver Rougés “Ley
de convertibilidad e intereses”, L.L. 1995-C, 1317; Barbero. “El interés moratorio en las obligaciones
civiles”, L.L. 1996-C, 1165).
Por plenario del fuero comercial se aplica la tasa activa, y lo mismo ocurre
por plenario virtual en el fuero civil y comercial federal. La Corte Suprema, por mayoría, aplica la tasa
que percibe el BNA en operaciones ordinarias de descuento (CSJN, 2-11-95 “Hidronor S.A c.
Neuquen, Provincia del s/expropiación”, causa H., L.XIX; 28-4-98, “Zacarías c. Córdoba, Provincia
de”, E.D 181-209*22.
En realidad, ya varias Salas se han apartado de la doctrina obligatoria que
este tribunal cuestionara desde que se conociera porque significaba una mutación de criterios
tradicionales más ajustados a la realidad del acreedor, y adhesión a una política de licuación de
deuda estatal y de otros deudores institucionales. Finalmente, ocurre que hacía obligatorio lo que el
PEN, excediendo facultades y arrogándose judiciales, sólo sugería a los jueces.
Así, conforme doctrina obligatoria del plenario “Vázquez c. Bilbao”, del
2/8/93, se aplicará la tasa pasiva promedio publicada por el BCRA mencionada por el D.941/91, los
que correrán desde cada mes de arancel vencido.
Por todo ello y las normas legales citadas, FALLO: Admitiendo la demanda
entablada por AADI CAPIF A.C.R y condenando a ANSEDE Y CIA. S.R.L., titular del establecimiento
RITZ HOTEL, a pagarle en diez días la suma que resulte de la liquidación que se practicará en la
etapa de ejecución de acuerdo a las pautas establecidas en los considerandos precedentes, los
intereses en la forma dispuesta, y las costas del juicio (art. 68 del C. Procesal); y hacerle entrega de
las planillas previstas por el art. 40 del decreto 41.344/34 (t.o decreto 1670/70, art. 2), reglamentario
de la ley 11.723 de Propiedad Intelectual), también en el plazo de diez días de notificado y bajo
apercibimiento de aplicar sanciones conminatorias si no cumpliere. Difiérese regular honorarios para
el momento en que se apruebe la liquidación definitiva. Hácese saber que hasta tanto no esté paga
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la tasa judicial y demás condenaciones accesorias sólo serán cancelatorios los pagos efectuados
por depósito judicial. Regístrese, notifíquese y oportunamente
archívese. FDO: VICTOR
FERNANDO LIBERMAN. JUEZ.
V.G. Juz. Nº 31 Exp. Nº 110.983/01 Sala M: 367.416 I.M.M.
Fallo de segunda instancia. Poder Judicial de la Nación
ACUERDO Nº.- En Buenos Aires, a los 30 días del mes de junio del año dos mil tres, hallándose
reunidos los señores jueces de la Sala “M” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Gladis
S. Alvarez, Hernán Daray y Miguel A. Villar, a fin de pronunciarse en los autos “AADI CAPIF a.c.r.
c/ANSEDE y CIA s.r.l y otro s/cobro de sumas de dinero”, el Dr. Vilar dijo:
Contra la sentencia de fs. 182/86, que hizo lugar a la acción condenando al
hotel demandado a pagar la suma que resulte de la liquidación que se practique, en concepto de
aranceles por comunicación al público de grabaciones fonográficas y a entregar las planillas
previstas en el art. 40 del decreto n: 41.344/34 (t.o;dec. Nº 1670/70, art.2), apela el accionado.
Expresa agravios a fs. 195/8.
Expresa que la pretensión de la actora de cobrar los derechos por utilización
de grabaciones fonográficas en las habitaciones del hotel, destinadas a la clientela, carece de
sentido y de lógica toda vez que su establecimiento no difunde música en ninguno de los ámbitos
comunes o públicos y que solamente existen televisores en los cuartos del hotel. Asimismo señala
que el reclamo de la accionante de que suministre planillas diarias por riguroso orden de ejecución,
conforme el decreto citado más arriba, es de cumplimiento imposible. Sostiene que, de ninguna
manera niega los derechos de los autores o compositores pero que la exigencia de la actora, de
cobrar por los televisores, excede arbitrariamente la interpretación de las normas de protección
autoral, siendo violatoria de la tutela acordada por el art. 28 de la Constitución Nacional. Pide que se
revoque el fallo y consecuentemente, que se rechace la demanda. Plantea el caso federal.
A fs. 200/207 contesta “AADI CAPIF A.C.R”, manifiesta que el cuarto de
hotel si bien es privado para el huésped mientras dura su período de ocupación, es un sitio público y
que la calidad de público o privado de un sitio no influye sobre la soberanía del propietario intelectual
porque solamente se considera tácitamente licenciados los usos privados que alguien practique en
su ámbito doméstico, y que el cuarto de un hotel no presenta esta característica.
Agrega que la obligación, por parte de los usuarios de las planillas es el único medio para que el
sistema de licencia legal pueda funcionar correctamente en su aspecto de distribución; solicita que
se confirme la sentencia y también, hace reserva de caso federal.
II. A los efectos de resolver las cuestiones propuestas en el presente proceso, estimo conveniente
establecer, primeramente, la índole jurídica de la habitación de un hotel ocupado por su huésped.
1.- El Código Civil describe en que otras situaciones se conforma el domicilio de las personas, con
independencia del asiento principal de su residencia y de sus negocios, esto es, el domicilio real
(art. 89), y que por ser también domicilios tienen análogos efectos como tutela.
Así el art. 90, en su inciso 5º, enumera a los “transeúntes”, los cuales, según la doctrina, son
aquellas personas que residen transitoriamente en un sitio, considerándose a las que moran en un
hotel con tal calidad (con. Aráuz Castex, M. Derecho Civil, Pte. Gral, ed Técnicojurídica. Bs. As, t I,
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pág 386, nº 634; Belluscio-Zanoni, Código Civil, Com Anot y conc, 1978, t. I, pág. 425. art. 90). Cabe
significar la trascendencia de este domicilio, dado que él puede determinar la competencia de un
juez, como el lugar de notificación de la demanda (art. 5, inc. 3 in fine, Código Procesal).
Pero lo que le otorga su mayor importancia y gravitación es que se encuentra amparado,
expresamente, por la Constitución Nacional (art. 18); es por ello que un fallo –que cita la
demandada-, se decretó la nulidad de un allanamiento practicado en la habitación de un hotel,
porque en dicho procedimiento se violó la garantía constitucional de inviolabilidad del domicilio toda
vez que se lo hizo sin la autorización o permiso de sus moradores (Cám. Federal, La Plata, Sala
Penal, octubre 10-985, “Vega, Juan C. y otros” en La Ley, T. 1986-B), esta garantía, especialmente
referida al cuarto de un hotel, es también formulada por la doctrina (conf. Zarina, H.J, Derecho
Constitucional, Astrea, 2da, ed, 1999, pág. 603, nº 320).
Como dice este autor, la habitación del hotel es un lugar reservado a la persona o
personas que allí residen, en el que desenvuelven toda plenitud su vida privada y libertad.
Asimismo, puede agregarse que cualquier hecho, en la estancia de un hotel, que de
cualquier modo perturbe la intimidad del morador, constituirá un ataque a sus derechos
personalísimos, susceptible de la acción legal correspondiente para hacerlo cesar y a ser
indemnizado (art. 1071-bis- del Código Civil).
2. Todos estos elementos, precedentementes enumerados con respecto a los
caracteres que presenta la residencia en la habitación de un hotel (privacidad, reserva, intimidad,
etc), como el resguardo jurídico que la tutela (inviolabilidad, acciones judicial, etc), son también
comunes y afines al ámbito familiar o doméstico y, no obstante que existen algunos matices
divergentes –obviamente, no puede decirse que sean exactamente iguales-, de ninguna manera se
contraponen, sino todo lo contrario, exhibiendo semejanzas que para el caso resultan sustanciales.
Por eso habida cuenta el sentido de la ley en juego y la voluntad del legislador, que
más adelante analizaré con mayor amplitud, creo que en la especie, corresponde extender el
concepto de “ámbito familiar” o “doméstico”, (ver Decreto 41.233/34, art. 33 t.o 9723/45) sobre el
cual hace hincapié la actora, al uso del televisor en un cuarto de hotel. Porque, entiendo, que al
emplear estas palabras se quiso robustecer, reafirmar que lo que exceptúa el cobro de los derechos
es el servirse de un aparato en un lugar absolutamente privado, donde la persona posee pleno
albedrío, calidad que también tiene la residencia en un hotel, ya que, como en mi casa, prendo o
apago el televisor a mi antojo o no lo enciendo nunca; tampoco importa que el hotel ponga el
televisor, porque así como en mi hogar, el artefacto me lo pueden prestar o alquilar, etc. o sea
infinidad de situaciones similares.
III.1- Resulta bien clara la dirección de la ley, ya que luego de mencionar las
personas que tienen derecho al cobro, indica muy bien, ejemplificando, los lugares comprendidos
por la norma:…”bares, cinematógrafos, teatros, clubes sociales, centros recreativos, restaurants,
cabarets…”, como asimismo el hecho generador: “…la utilización pública de una reproducción del
fonograma…”, “…quien los comunique al público por cualquier medio directo o indirecto…” (ver
decreto 1670/74), art. 1º).
Como puede verse, de la misma ley surge de manera inconstrastable que la
retransmisión, difusión o propalación de la obra debe ser pública, vale decir, “a la vista de todos”,
como lo define el Diccionario de la Real Academia y así también lo entiende todo el mundo. Por tal
razón, el ya citado art. 33 del Decreto 41.233/34 (t.o decreto 9723/45), en su parte final expresa que
se considera ejecución pública la “difusión por altavoces”.
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Un sistema integral de hermenéutica nos lleva a puntualizar que los ejemplos
formulados por el legislador, en el texto legal citado, responden a una operación del intelecto,
reflexiva y deliverada para dar una expresión fiel de su voluntad como del sentido e intención de la
ley para aventar todo aquello que pueda dar lugar a falsas interpretaciones; en tal inteligencia,
teniendo en cuenta lo dicho en el capítulo anterior, de ninguna manera puede asimilarse o
compararse el lugar, como la condición en que se encuentra el asistente de un bar, restaurante,
club, etc., con el habitante de un cuarto de hotel, -en aquellos sitios en donde los discos
fonográficos o los otros soportes de fonogramas le son trasmitidos de acuerdo al arbitrio del titular o
responsable del local, que en un sentido lato conforman un auditorio-, en cambio el que reside en un
hotel, en su habitación, se halla regido por su propio albedrío e intimidad, como se vió anteriormente.
Además, la trasmisión de música en aquellos locales –obviamente- es
perfectamente controlable por los operadores e inspectores de la recaudadora civil AADI-CAPIF, no
así con respecto al televisor de un cuarto de hotel.
2.- El art. 17 de la Constitución Nacional establece que todo autor es propietario
exclusivo de su obra, o sea que contempla dos aspectos, uno el de derecho moral, que hace a su
inspiración y creatividad y creatividad y el segundo, a lo que es fruto de ellas esto es, el producto de
su trabajo, la obra.
Para que esta disposición se concrete en los hechos y el autor o productor de
fonogramas, perciba lo que le corresponde por su labor y por su obra es necesario que quede bien
determinado, con toda precisión que producto se está difundiendo, quien es el autor, el intérprete o
el productor.
Es por eso que la actora, recaudadora, exige a los obligados al pago a “anotar en
planillas diarias por riguroso orden de ejecución, el título de todas las obras ejecutadas y el nombre o
seudónimo de los intérpretes principales y el del productor de fonogramas o su sello o marca de
reproducción utilizada en su caso”.
Estimo correcto el procedimiento indicado para salvaguardar los derechos autorales
de los productores, como también que ello es factible de realizarlo sólo con la emisión pública, como
racionalmente lo marcan las disposiciones citadas más arriba.
No cabe dentro de la lógica que dicha planilla la pueda llenar el hotelero, ya que
tendría que estar las 24 horas del día viendo televisión y todos los canales al mismo tiempo (con el
fárrago de noticieros, audiciones políticas, deportivas, teleteatros, etc, más programas extranjeros, si
tiene cable) para poder determinar si se ha trasmitido una pieza musical, su autor, productor, etc,
menos aún corresponde que lo informe el residente en la habitación del hotel, pues, como ya vimos,
ese lugar pertenece a su mundo íntimo y no tiene porqué exteriorizarlo, toda vez que ello constituiría
una violación al art. 19 del Constitución Nacional como el art. 75, inc 22 del Pacto de San José de
Costa Rica.
Asimismo, la garantía constitucional, acerca de la exclusividad de la pertenencia de
la obra, hace que se deban individualizar con rigor y perfecta y acabadamente en todos los rubros
que se indican en las planillas mencionadas, la autoría y demás elementos que se detallan porque,
de otra manera daría lugar a que se apropie de los beneficios de la obra a quien no le corresponde o
que ellos se quedaran en la recaudadora, todo lo cual sería ilegal.
Por último, estimo que el hecho de que el hotelero, eventualmente, aumente el
precio de la habitación, es simplemente para dar una mayor comodidad, facultativa del usuario,
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como el aire acondicionado o la calefacción, pero no específicamente con la finalidad de propalar
música, en ámbitos comunes o públicos, como es el caso de un bar, restaurant, etc.
IV.- Conforme a las consideraciones vertidas, entiendo que los recaudadores, en
este caso, ha extralimitado sus funciones, efectuando una excesiva e inapropiada interpretación de
la ley respectiva de la Resolución SPD, 100/89, rubro 51 y por consiguiente, voto porque se revoque
en todas sus partes la sentencia de fs. 182/86, rechazándose la demanda instaurada, con costas a
la actora, que resultó vencida (art. 68 del Código Procesal).
Los Dres. Daray y Álvarez adhirieron por análogas consideraciones al voto
precedentemente. Con lo que terminó el acto, firmando los señores jueces por ante mi que doy fe.
Fdo: Miguel A. Vilar, Hernán Daray y Gladys S. Álvarez. Ante mi, Mario J. Isola (Secretario). Lo
transcripto es copia fiel de su original que obra en el libro de la Sala. Conste.
Buenos Aires, de junio de 2003.Y VISTO:
Lo deliberado y conclusiones establecidas en el Acuerdo
precedentemente, el Tribunal Resuelve: revocar en todas sus partes la sentencia de fs. 182/86,
rechazándose la demanda instaurada, con costas a la actora, que resultó vencida (art. 68 del
Código Procesal). Diferir el pronunciamiento sobre los honorarios de la Alzada para su oportunidad.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
Fdo: Miguel A. Vilar, hernán Daray, Gladys S. Alvarez y Mario J. Isola (Secretario).
CITAS LEGALES:
CONVENIOS. Ley 25.140. Apruébanse el Convenio de Berna para la Protección de las Obras
Literarias y Artísticas, el Tratado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual —OMPI—
sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas y el Tratado de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual, estos dos últimos, abiertos a la firma en Ginebra. Artículo 11 bis: “Derechos de
radiodifusión y derechos conexos: 1. Radiodifusión y otras comunicaciones sin hilo, comunicación
pública por hilo o sin hilo de la obra radiodifundida, comunicación pública mediante altavoz o
cualquier otro instrumento análogo de la obra radiodifundida; 2. Licencias obligatorias; 3. Grabación;
grabaciones efímeras.”
LEY 11.723 - REGIMEN LEGAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL. DE LOS INTERPRETES.
Art.. 56. “El intérprete de una obra literaria o musical, tiene el derecho de exigir una retribución por
su interpretación difundida o retransmitida mediante la radiotelefonía, la televisión, o bien grabada o
impresa sobre disco, película, cinta, hilo o cualquier otra substancia o cuerpo apto para la
reproducción sonora o visual. No llegándose a un acuerdo, el monto de la retribución quedará
establecido en juicio sumario por la autoridad judicial competente. El intérprete de una obra literaria o
musical está facultado para oponerse a la divulgación de su interpretación, cuando la reproducción
de la misma sea hecha en forma tal que pueda producir grave e injusto perjuicio a sus intereses
artísticos. Si la ejecución ha sido hecha por un coro o una orquesta, este derecho de oposición
corresponde al director del coro o de la orquesta. Sin perjuicio del derecho de propiedad
perteneciente al autor, una obra ejecutada o representada en un teatro o en una sala pública, puede
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CITAS LEGALES (continuación):
ser difundida o retransmitida mediante la radiotelefonía o la televisión, con el solo
consentimiento del empresario organizador del espectáculo.”
CONVENCIONES. Ley Nº 23.921. Apruébase la Convención Internacional sobre la
Protección de los Artistas Intérpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas
y los Organismos de Radiodifusión, adoptada en Roma. Articulo: 3
“A los efectos de la presente convención, se entenderá por:
a) "Artista intérprete o ejecutante", todo actor, cantante, músico, bailarín u otra persona que
represente un papel, cante, recite, declame, interprete o ejecute en cualquier forma una
obra literaria o artística;
b) "Fonograma", a toda fijación exclusivamente sonora de los sonidos de una ejecución o
de otros sonidos;
c) "Productor de fonogramas", la persona natural o jurídica que fija por primera vez los
sonidos de una ejecución u otros sonidos;
d) "Publicación", el hecho de poner a disposición del público, en cantidad suficiente,
ejemplares de un fonograma;
e) "Reproducción", la realización de uno o más ejemplares de una fijación;
f) "Emisión", la difusión inalámbrica de sonidos o de imágenes y sonidos para su recepción
por el público;
g) "Retransmisión", la emisión simultánea por un organismo de radiodifusión de una
emisión de otro organismo de radiodifusión.”
Dec 9723/45: modifica el art 33 del dec reglamentario d la Ley 11723.REPRESENTACION O EJECUCION PUBLICA. RESPONSABLE POR LOS ACTOS. (al
empresario u organizador del espectáculo) copiar el art. 1 y 2 de dicho decreto.DEC. 1670/74. Modificación de los artículos 35 y 40 del decreto reglamentario 41.233/34.copiar art. 35 y art. 40.- Necesidad de contar con autorización expresa de los autores para
la difusión de discos fonográficos en público y; deber de llevar planillas con orden de
ejecución de las obras para aquellos que las difundan.
DEC 1671/74.- Creación de la Asociación Argentina de intérpretes. AADI CAPIF, con
facultad recaudatoria.-
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CITAS LEGALES (continuación):
DEC. 746/73.- Reglamentación del art. 56 de la Ley 11.723.- determinación de a quien debe
considerarse intérprete y medios idóneos para transmitir el trabajo de los intérpretes. Copiar
arts 1 y 2 de dicho decreto.
RESOLUCION 100/89.- Secretaría de prensa y difusión.- Art. 1ª establece los derechos
retributivos que deberán pagar los usuarios por la utilización de discos u otras reproducciones
fonográficas en ejecuciones públicas o difusión por cualquier medio. ANEXO ó RUBRO 51:
“HOTELES EN LOS CUALES SE PROPALE MUSICA GRABADA EN LAS HABITACIONES
DESTINADAS A LA CLIENTELA. Los hoteles de pasajeros, pagarán mensualmente un
importe igual al ciento cincuenta por ciento (150%) de la tarifa diaria de la habitación de
mayor precio del mismo.
Los hoteles alojamiento, albergues transitorios y similares, pagarán mensualmente un
importe equivalente al precio de siete (7) turnos de utilización de la habitación de mayor
precio del mismo para el día sábado.”
Comentario al fallo:
A modo informativo diremos que actualmente y recientemente se ha dictado un
fallo plenario en el ámbito de la Capital Federal, por el cual la Sala Civil reunida en
pleno ha resuelto el tema con la resolución que ha continuación se transcribe.
Buenos Aires, 15 de septiembre de 2005.
Y Vistos: por lo que resulta del Acuerdo que antecede, como doctrina obligatoria
(art. 303 del Código Procesal), SE RESUELVE:
La comunicación al público de grabaciones fonográficas que difunde el hotelero
dentro de las habitaciones del establecimiento no se considera comprendida en la
excepción prevista en el artículo 33 del decreto-ley 414.233 –domicilio
exclusivamente familiar- (t.o. conforme decreto 9723/45) a efectos de la exención
del pago de los aranceles a los que se refieren los decretos 1670/74 y 1671/74”.
Diremos como conclusión que pone punto final con la discusión que se ha venido
planteando desde hace largo tiempo atrás entre los hoteleros y AADI CAPIF, por el
cobro de aranceles en las habitaciones de los hoteles con motivo de la difusión de
música o imágenes en las mismas. Este fallo plenario es de cumplimiento
obligatorio para todos los casos análogos o similares planteados o a plantearse en
el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo no será
legalmente obligatorio en las otras jurisdicciones, sin perjuicio de ser un importante
precedente o antecedente para este tipo de reclamos o pleitos. Seguramente el tema
no concluirá aquí y las disputas teóricas y de carácter económico no se habrán
cerrado totalmente por el dictado de este fallo, mas allá de los aspectos legales
señalados.
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II) SEGUNDA PARTE: JURISPRUDENCIA APLICADA
A LA ACTIVIDAD HOTELERA. FALLOS
LABORALES APLICADOS A LA HOTELERIA.
INTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO:
Si tuviéramos que adentrarnos en el concepto de lo que representa el Derecho del Trabajo, diríamos que
adentrarnos en los principios que lo rigen la materia bajo examen, los que los encontramos en la ley 20.744,
Ley de Contrato de Trabajo:
 Principios y características que lo rigen:
 Orden Público relativo.
 Desigualdad entre las partes.
 Relación de dependencia o subordinación.
 Sustitución de cláusulas nulas. Art. 13LCT
 Conservación del contrato. Art. 10 LCT
 In dubio pro operario. Art. 9 lct
 Estabilidad relativa
 Nulidad por fraude laboral (lo podemos encontrar en el caso del Reconquista Plaza de este material)
 Protectorio
 De irrenunciabilidad
 De continuidad
 De primacía de la realidad
 Principios de buena fe
 Justicia social
 equidad
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 Gratuidad
Sin perjuicio de ello debemos decir que el texto de la Constitución de la Nación Argentina ha receptado este
derecho, de reciente aparición para la concepción misma del derecho. Tomemos en cuenta que la tradición
jurídica de la Argentina, tiene como origen al Derecho Romano, el que ha quedado plasmado en la
normativa del Código Civil por ejemplo en el instituto de la Compra Venta. Es decir que la Constitución de
1853/60, de manera alguna preveía este tipo de derecho, siendo regidas las relaciones de este tipo
por el derecho civil o comercial.
Así el art. 14bis, previsto en la primera parte de la Constitución Nacional, incorporado por la reforma de 1957,
dice que: Art. 14 bis.- “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que
asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones
pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las
ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el
despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por
la simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al
arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el
cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.
Así aparecen los llamados convenios colectivos de trabajo aplicables a la actividad hotelera son dos en la
actualidad: siendo ellos CCT Nº 125/90, reemplazado por el CCT Nº 389/2004, que tiene como partes a la
F.E.H.G.R.A. Y a la U.T.H.G.R.A, mientras que por otro lado encontramos históricamente al CCT Nº 130/90,
reemplazado por el CCT Nº 362/2003, que tiene como partes intervinientes a la AHT y a la U.T.H.G.R.A.
Que podemos decir que esos convenios colectivos de trabajo, nacen como un acuerdo, siendo que
además necesitan de una homologación por parte de la autoridad competente, esto es en la actualidad
el Ministerio de Trabajo, empleo y Seguridad Social.
Siendo ésta una particularidad de esta rama del derecho de reciente data, podemos decir que tiene como
premisa la concepción de que existe una clara desigualdad jurídica y económica, entre las partes que
conforman la relación laboral.
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Así las normas laborales, son normas de orden público, en donde para ser precisos existe un orden
público relativo.
Sin lugar a dudas, el Estado no aparece inerte frente a los nuevos paradigmas planteados y, conforme su
potestad constitucional legisla en la materia con un claro sentido protector de quien entiende está en una
situación de desventaja, esto es el trabajador. Así le impone al empleador consignas y obligaciones a efectos
de proteger a aquél.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En
especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o
provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del
Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección
integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una
vivienda digna.”
A su vez, esa norma se complementa no lo expresamente previsto en el cuerpo legal citado, previsto en el
art. 75, de la Segunda Parte: correspondiente a las Autoridades de la Nación.
Corresponde entonces en el Capítulo Cuarto Atribuciones del Congreso, conforme la reforma del año
1994, dice: Art. 75.- “Corresponde al Congreso: ….12. Dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería,
y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las
jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las
cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda
la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en
beneficio de la argentina; así como sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y
documentos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por jurados.”
Ahora bien, podemos decir que los orígenes del Derecho del Trabajo lo encontramos a finales del siglo XIX,
principios del siglo XX, siendo un ejemplo de ello la ley 11.544, titulada de JORNADA DE TRABAJO,
publicada en el Boletín Oficial el 17 de septiembre de 1929.
En este mismo orden de ideas, es que podemos decir que el texto mismo de la ley de contrato de trabajo, que
no es un código de trabajo, que de manera sistemática y abarcativa aborda al derecho del trabajo, es del 27
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de septiembre del año 1974 conforme la publicación efectuada en el Boletín Oficial, y con su texto ordenado
del año 1976, conforme el decreto 390/76.
Así el art. 4º de la LCT, nos dice conceptualizando al trabajo que: “Art. 4° — Concepto de trabajo.
Constituye trabajo, a los fines de esta ley, toda actividad lícita que se preste en favor de quien tiene la facultad
de dirigirla, mediante una remuneración.
El contrato de trabajo tiene como principal objeto la actividad productiva y creadora del hombre en sí. Sólo
después ha de entenderse que media entre las partes una relación de intercambio y un fin económico en
cuanto se disciplina por esta ley.”
A modo de ejemplo y sistematización de lo dicho podemos decir que el derecho laboral se caracteriza por la
existencia de una relación de dependencia del empleado frente al empleador, lo que podemos graficar de la
siguiente manera:
Este esquema que planteamos aquí nos sintetiza y
nos ilustra cuando estamos en presencia de una
relación de dependencia, que es el distintivo y
Características del contrato de trabajo
revelador de la existencia de un derecho de trabajo.
Así es que a efectos de ser ilustrativos y
SUBORDINACION
ECONOMICA
Relación de dependencia
(Caso Alaniz)
pragmáticos hemos tomado el ejemplo del caso
SUBORDINACION
Alaniz en donde la jurisprudencia destaca que para
JURIDICA
que exista relación de dependencia debe aparecer
el concepto de subordinación. ECONOMICA,
JURIDICA O TECNICA.
SUBORDINACION
TECNICA
Finalmente diremos que a este concepto tradicional del derecho del trabajo se le han ido agregado institutos
que lo ido adjornando, como por el ejemplo el período de prueba, el de trabajo temporario, de tiempo parcial,
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de aprendizaje, el de temporada (aunque en verdad este tipo de contratación ya estaba previsto en el texto
original de la ley de contrato de trabajo), contratos eventuales, pasantías.
En suma estamos diciendo que la regla para la relación de trabajo, es el contrato de tiempo indeterminado y,
que la excepción a esta regla es la del contrato de tiempo determinado, que es una excepción a la regla, que
el empleador deberá probar cada vez que quiera hacer valer esta particularidad contractual en su beneficio.
Por último citamos la última ley de erradicación del trabajo infantil, que nos resulta trascendente enunciar
dado que es una reforma importante de la LCT, y que particularmente eleva la edad mínima de trabajo, de
niño de 14 a 16 años, quedando una brecha de dos años –desde los 16 a los 18 años bajo un régimen
especial de protección que brinda la ley laboral 20.744-.
La ley en cuestión es la ley 26.390 que hemos citado en oportunidad del SEGUNDO FORO INTERNACIONAL
AMBIENTAL BUENOS AIRES 2010, llevado a cabo en el CPACF y en la UNIVERSIDAD DE BELGRANO, en
donde hemos sido invitados a ser panelistas y en la Presentación de Ponencia: “El Código de Conducta
y
la
Protección
de
Niñas
y
Niños
en
Turismo
en
la
OMT
de
la
ONU,
el
Ministerio de Turismo y el rol de la Universidad de Belgrano, La Responsabilidad Social Universitaria”,
el vie 22 de oct de 2010, a las 15:00hs, en el Séptimo Panel: Ambiente, Sociedad. El rol de la Universidad.
Moderado por la Dra. VIRGINIA E. URDANGARIN, hemos relacionado este tema de la explotación de los
niños en turismo y en viaje, con la explotación en el trabajo.
Citamos el art. ARTICULO 2º - “La presente ley alcanzará el trabajo de las personas menores de dieciocho
(18) años en todas sus formas.
Se eleva la edad mínima de admisión al empleo a dieciséis (16) años en los términos de la presente.
Queda prohibido el trabajo de las personas menores de dieciséis (16) años en todas sus formas, exista o no
relación de empleo contractual, y sea éste remunerado o no.
Toda ley, convenio colectivo o cualquier otra fuente normativa que establezca una edad mínima de admisión
al empleo distinta a la fijada en el segundo párrafo, se considerará a ese solo efecto modificada por esta
norma.”
La inspección del trabajo deberá ejercer las funciones conducentes al cumplimiento de dicha prohibición.”
LEY 26390 (BO del 25/6/2008). De Prohibición del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente.
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A modo de referencia este trabajo, se relaciona con la ponencia mencionada y el trabajo conjunto entre el
Ministerio de Turismo, la OIT, la protección de niños en turismo y en particular la Universidad de Belgrano.
A modo de corolario incluimos la filmina del foro ilustrativa de lo antedicho en donde surge la protección del
niño también en el trabajo, a saber:
Código de Conducta Nacional para la Protección de los Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo
Art. 1. OBJETO.
El presente Código es una declaración formal de libre
adhesión que tiene por objeto establecer las normas de conducta para todas las
personas que trabajan directa e indirectamente en la industria turística,
encaminadas a sensibilizar a través de los distintos programas, a su personal,
a las comunidades anfitrionas y emisoras, a sus proveedores y a los turistas,
sobre la importancia de respetar, mantener y generar la sustentabilidad socio
cultural, a través de la protección de los derechos de infantes y adolescentes,
previniendo su explotación sexual comercial, y en forma anexa la explotación
laboral y la trata de niños, niñas y adolescentes.
SEGUNDO FORO INTERANCIONAL AMBIENTAL BUENOS AIRES 2010
Como complemento de lo aquí establecido diremos que aparecen normas laborales, que sin pretender ser el
total de normas vinculadas a la materia, las citamos como una referencia para el nuestros estudiantes de la
hospitalidad.
LEGISLACION APLICADA EN EL DERECHO DEL TRABAJO:
Constitución de la Nación Argentina.
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.
Ley de Contrato de Trabajo, ley 20.744 y sus modificatorias. Decreto reglamentario.
Ley modificatoria de ley de Concursos y Quiebras, ley 26086 (B.O 11/4/06), en particular el art. 132. pronto pago.
Ley que reestablece la acción del ius variandi, ley 26088, (B.O 24/04/06).
Ley de días no laborables para los habitantes de la Nación Argentina que profesan la religión judía, ley 26089
(B.O 21/4/06).
Ley 24700, ley de beneficios sociales.
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Ley 26341, beneficios sociales y alimentarios (derogación de la ley 24700), deroga inc b) y d) de art. 103 bis LCT
y art. 4ª ley 24700.
Ley 26428, ley de modificación de LCT, modif. Art. 9ª de la ley 20744.
Ley 26474, ley de modificación de LCT, modif.. Art. 92ter de la ley 20744.
Ley 25972, prórroga de suspensión de despidos. Dec. 1224/2007.
Dec. Reglamentario 198/2008, reglamentación de la ley 26341.
Ley 26390, prohibición del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente.
Ley de Empleo 24.013.- Decreto reglamentario.
Ley de accidentes de trabajo - 24.028.
Ley de fomento de empleo, Ley 24.065.- (B.O. 28/03/95).
Flexibilización Laboral, Ley 24.467 (B.O. 28/03/95). PYMES.
Ley de Flexibilización laboral, Ley 25.013.- de 1998.
Ley de reforma laboral, Ley 25.877.- de 2004
Ley 26.427, sistema de pasantías educativas, y decretos reglamentarios.
CCT Nº 125/90, reemplazado por el CCT Nº 389/2004.
CCT Nº 130/90, reemplazado por el CCT Nº 362/2003.
Decreto de pasantías, D 340/92.
Ley 24557. Riesgos de trabajo.
Ley 19.587. Ley de higiene y seguridad en el trabajo.
Ley 25.323. Indemnizaciones laborales.
Ley de procedimiento laboral, ley 18.345 (modificación Ley 24.635, decreto 106/98).
Ley 24.573, ley de Mediación y conciliación. Decreto 91/98.
Ley 19918, Convenio de Bruselas.
CCT Nº 24/1988, pizzerías-Grill, Pizza-Café, Rotiserías, casas de empanadas.
Ley. 26390, de prohibición del trabajo infantil.
Convenio Colectivo de Trabajo Nro. 547/08, para la actividad turística.
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1) Repisarda Jorge Omar c/ Cia. Gral. De Comercio e Industria S.A (CNTrab Sala VIII 28/09/01).
El contrato de trabajo. Propinas. Carácter de las mismas. Remuneración. Base a
tomar en cuenta en la liquidación por despido. Salario.
Síntesis del caso:
1.- En cuanto a la ambigüedad que presenta el art. 106 del C.C.T. 130/90 al prohibir la percepción de
las propinas, sin disponer sanción ante su inobservancia, encuentra, a mi entender, adecuada
respuesta en los antecedentes legales de esta recompensa y en la transacción de las partes
colectivas. Lo expuesto, no me conduce a interpretar que se consagró su permisión y por ende su
carácter remuneratorio, razonamiento en pugna con las previsiones de los arts.102, 105 y 106 del
C.C.T. 130/90. A través de este cuerpo normativo se suprimió la percepción de las propinas, que
fueron reemplazadas por un adicional aplicable a todo el personal comprendido en el ámbito del
convenio .En este orden de ideas, no es dable soslayar que las propinas, son, según la definición del
art.105 de la L.C.T., con la modificación introducida por la Ley 24.700 (art.2°), un presupuesto de
remuneración, vale decir: la oportunidad de obtener beneficios o ganancias. En consecuencia, lo que
constituye, estrictamente, remuneración no son las sumas no obligatorias que espontáneamente
donan los terceros fuera del control del empleador, sino la oportunidad de su ganancia.
Cita: Pag. 3 Suplemento 7/02 (AJ 3-7/02).
Repisarda Jorge Omar c/ Cia. Gral. De Comercio e Industria S.A s/ Despido.
Sumarios:
1.- En cuanto a la ambigüedad que presenta el art. 106 del C.C.T. 130/90 al prohibir la percepción de
las propinas, sin disponer sanción ante su inobservancia, encuentra, a mi entender, adecuada
respuesta en los antecedentes legales de esta recompensa y en la transacción de las partes
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colectivas. Lo expuesto, no me conduce a interpretar que se consagró su permisión y por ende su
carácter remuneratorio, razonamiento en pugna con las previsiones de los arts.102, 105 y 106 del
C.C.T. 130/90. A través de este cuerpo normativo se suprimió la percepción de las propinas, que
fueron reemplazadas por un adicional aplicable a todo el personal comprendido en el ámbito del
convenio .En este orden de ideas, no es dable soslayar que las propinas, son, según la definición del
art.105 de la L.C.T., con la modificación introducida por la Ley 24.700 (art.2°), un presupuesto de
remuneración, vale decir: la oportunidad de obtener beneficios o ganancias.
En consecuencia, lo que constituye, estrictamente, remuneración no son las sumas no obligatorias
que espontáneamente donan los terceros fuera del control del empleador, sino la oportunidad de su
ganancia.
En la ciudad autónoma de Buenos Aires, a los 28 días del mes de Septiembre del 2001, se reúnen
en acuerdo los jueces de la Sala VIII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo para dictar
sentencia en la causa del epígrafe, y, de acuerdo con el resultado del sorteo realizado, proceden a
votar en el siguiente orden:
EL DOCTOR HORACIO Y. BILLOCH DIJO:
Contra la sentencia de primera instancia, que rechazó parcialmente la demanda, se alzan en
apelación el actor y el perito contador.
El accionante, a tenor de las argumentaciones inscriptas en la presentación de fs.252/258, se
agravia, en concreto, por cuanto no se hizo lugar al rubro propinas. Reitera el planteo de invalidez y
en subsidio de inconstitucionalidad del art. 106 dci C.C.T. 130/90, por infringir los artículos 31, 17 y
14 bis de la Constitución Nacional. Solicita también en subsidio la inconstitucionalidad del art. 44
inc.3 del C.C.T. 125/90. Luego objeta que no se haya incluído el importe de los vales alimentarios
en la base salarial indemnizatoria. Por último cuestiona la forma en que han sido impuestas las
costas.
El perito contador a fs247/249 recurre sus honorarios por interpretarlos bajos.
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Adelanto que, por mi intermedio, la queja articulada por el actor no obtendrá los alcances
revocatorios que impulsaron su formulación y, el corolario inevitable de ello será la confirmatoria del
pronunciamiento anterior.
El artículo 113 de la L.C.T. contempla expresamente la posibilidad de establecer la interdicción de
los ingresos que el trabajador, con motivo de su labor, logre obtener en concepto de propinas; y tal
actividad puede concretarse en el marco de una relación individual, un convenio colectivo o una
disposición legal.
En conclusión, la propia ley consagra tal facultad y la consecuencia de no atribuirle a las sumas así
obtenidas el carácter de remuneración, si concurren los extremos que prevé al efecto (art. 1 de la
L.C.T. y 3 1 de la C.N.).
En cuanto a la ambigüedad que presenta el art. 106 del C.C.T. 130/90 al prohibir la percepción de
las propinas, sin disponer sanción ante su inobservancia, encuentra, a mi entender, adecuada
respuesta en los antecedentes legales de esta recompensa y en la transacción de las partes
colectivas. Lo expuesto, no me conduce a interpretar que se consagró su permisión y por ende su
carácter remuneratorio, razonamiento en pugna con las previsiones de los arts.102, 105 y 106 del
C.C.T. 130/90. A través de este cuerpo normativo se suprimió la percepción de las propinas, que
fueron reemplazadas por un adicional aplicable a todo el personal comprendido en el ámbito del
convenio. Por lo tanto, al ser el número de trabajadores alcanzado con dicho beneficio mayor - el
adicional por complemento del servicio se extendió a aquellos que en la práctica no tenían contacto
con los clientes- su determinación se fijó en el 12% del salario básico convencional de cada
categoría.
De ahí que, reconocido este adicional, el actor no sólo percibe un plus que importa el 12% de su
salario básico convencional, sino además los importes variables que, en satisfacción del servicio
prestado, un tercero le entregue como liberalidad. Situación que no redunda en sanción disciplinaria
para el trabajador.
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En este orden de ideas, no es dable soslayar que las propinas, son, según la definición del art.105
de la L.C.T., con la modificación introducida por la Ley 24.700 (art.2°), un presupuesto de
remuneración, vale decir: la oportunidad de obtener beneficios o ganancias. En consecuencia, lo que
constituye, estrictamente, remuneración no son las sumas no obligatorias que espontáneamente
donan los terceros fuera del control del empleador, sino la oportunidad de su ganancia.
Desde esta óptica, el artículo 106 del C.C.T. 130/90 se ajusta a las normas legales que rigen las
instituciones del derecho del trabajo, no presenta condiciones menos favorables para el trabajador
que las previstas en la norma legal, ni afecta las disposiciones que constituyen el basamento del
orden público laboral; no mediando en la especie concurrencia conflictiva de normas legales y
convencionales ( arts. 7, 8, 9 y 13 de la L.C.T., 1,4, 5 y 7 L.14250).
Por otra parte, estimo infecundo el planteo articulado en subsidio. Las claúsulas contenidas en las
convenciones colectivas de trabajo no parecen ser susceptib1 de ser tachadas de inconstitucionales.
El convenio colectivo es en esencia un contrato nacido de la voluntad común de las partes
concertantes, y no constituye ley en sentido formal. En consecuencia, la declaración de
inconstitucionalidad solicitada respecto de un de sus cláusulas resulta improcedente, al igual que la
solicitada en subsidio, por una normativa convencional análoga (art.44 inc. 3° del C.C.T. 125/90),
pero ajena a la controversia, ya que no integró el sustento fáctico-jurídico de la pretensión.
No merecerá mejor suerte el agravio referido a la inclusión de los importes correspondientes a los
vales alimentarios en la base salarial indemnizatoria; y menos aún planteo de inconstitucionalidad de
la Ley 24.700.
En efecto, los vales alimentarios y las canastas de alimentos otorgados a través de empresas
habilitadas por la autoridad de aplicación, hasta un tope máximo de un 20% de la remuneración
bruta de cada trabajador comprendido en el convenio colectivo de trabajo y hasta un 10% en el caso
de aquéllos trabajadores que no lo están, son beneficios sociales: prestaciones de la seguridad
social, no remunerativas, no dinerarias, no acumulables ni sustituibles en dinero, que brinda el
empleador al trabajador por sí o por medio de terceros, que tiene por objeto mejorar la calidad de
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vida del dependiente o de su familia a cargo (cfme art.103 bis, agregado a la L.C.T., por el art. 1° de
la Ley 24700).
- Sin perjuicio de lo expuesto, el memorial en examen no contiene una indicación numérica,
respaldada en las constancias de la causa, sobre los descuentos que se dicen practicados en los
vales alimentarios con destino a la seguridad social. Ni en el escrito liminar del proceso se alegó que
la empleadora le haya atribuído a dichos vales carácter remuneratorio a todos los efectos legales
(liquidación del aguinaldo, vacaciones, aportes jubilatorios, etc.).
También será desestimado el planteo de inconstitucionalidad de la Ley 24700 (pub.B.O. 14/10/96),
cuya aplicación resultaba previsible al momento de la interposición de la demanda (25/10/99). La
tardía invocación e insuficiente fundamentación, obstan su tratamiento. (arts.271 y 277 del
C.P.C.C.N.).
A influjo de las razones que anteceden, no encuentro motivos válidos que justifiquen apartarse de lo
dispuesto en grado en materia costas (art. 71 del C.P.C.C.N.).
Por último, teniendo en cuenta la importancia, mérito y extensión de los trabajos realizados por el
perito contador, sus honorarios lucen equitativos y acordes a las pautas que dimanan de las normas
arancelarias de aplicación (arts.3 del Decreto-Ley 1663 8/57 y 38 de la Ley 18345).
En definitiva, de prosperar mi criterio, correspondería: I) Confirmar el fallo apelado en todo lo que ha
sido materia de recursos y agravios. II) Desestimar los planteos de inconstitucionalidad articulados.
III) Imponer las costas de Alzada al actor (art.68 del C.P.C.C.N.). IV) Regular los honorarios de la
representación y asistencia letrada de la demandada y de la dirección y asistencia letrada del actor,
por sus trabajos en esta instancia, en el 25%, respectivamente, de lo asignado a fs.245.
EL DOCTOR JUAN CARLOS E. MORANDO DIJO:
Que, por compartir sus fundamentos, adhiere al voto que antecede.Por ello, el TRIBUNAL RESUELVE:
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1) Confirmar el fallo apelado en todo lo que ha sido materia de recursos y agravios.
II) Desestimar los planteos de inconstitucionalidad articulados.
III) Imponer las costas de Alzada al actor.
IV) Regular los honorarios de la representación y asistencia letrada de la demandada y de la
dirección y asistencia letrada del actor, por sus trabajos en esta instancia, en el 25%,
respectivamente, de lo asignado a fs.245.
Regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvanse.- JUAN CARLOS MORANDO.- HORACIO H.
BILLOCH .- ALICIA E. MESERI.
CITAS LEGALES:
Ley 20744. Art. 1º “Fuentes de regulación El contrato de trabajo y la relación de trabajo se rigen: a) Por esta
ley; b) Por las leyes y estatutos profesionales; c) Por las convenciones colectivas o laudos con fuerza de tales;
d) Por la voluntad de las partes; e) Por los usos y costumbres.”
Ley 20744. Art. 7º “Condiciones menos favorables. Nulidad Las partes, en ningún caso pueden pactar
condiciones menos favorables para el trabajador, que las dispuestas en las normas legales, convenciones
colectivas de trabajo o laudo con fuerza de tales, o que resulten contrarias a las mismas. Tales actos llevan
aparejada la sanción prevista en el artículo 44 de esta ley. “
Ley 20744. Art. 8º “Condiciones más favorables provenientes de convenciones colectivas de trabajo Las
convenciones colectivas de trabajo o laudos con fuerza de tales, que contengan normas más favorables a los
trabajadores, serán válidas y de aplicación. Las que reúnan los requisitos formales exigidos por la ley y que
hubieran sido debidamente individualizadas, no estarán sujetas a prueba en juicio.”
Ley 20.744. Art. 9º “El principio de la norma más favorable para el trabajador En caso de duda sobre la
aplicación de normas legales o convencionales prevalecerá la más favorable al trabajador, considerándose la
norma o conjunto de normas que rija cada una de las instituciones del derecho del trabajo. Si la duda recayese
en la interpretación o alcance de la ley, los jueces o encargados de aplicarla se decidirán en el sentido más
favorable
al
trabajador.”
Ley 20.744. Art. 13 “Substitución de las cláusulas nulas Las cláusulas del contrato de trabajo que modifiquen
en perjuicio del trabajador normas imperativas consagradas por leyes o convenciones colectivas de trabajo serán
nulas y se considerarán substituidas de pleno derecho por éstas. “
Ley 20744. Art. 103 Bis “Beneficios Sociales Se denominan beneficios sociales a las prestaciones de
naturaleza jurídica de seguridad social, no remunerativas, no dinerarias, no acumulables ni sustituibles en dinero,
que brinda el empleador al trabajador por sí o por medio de terceros, que tiene como objeto mejorar la calidad de
vida del dependiente o de su familia a cargo. Son beneficios sociales las siguientes prestaciones: a) Los servicios
de comedor de la empresa. b) Los vales de almuerzo, hasta un tope máximo por día de trabajo que fije la
autoridad de aplicación. c) Los vales alimentarios y las canastas de alimentos otorgados a través de empresas
habilitadas por la autoridad de aplicación, hasta un tope máximo de un 20 %(veinte por ciento) de la
remuneración bruta de cada trabajador comprendido en convenio colectivo de trabajo y hasta un 10 % (diez por
ciento) en el caso de trabajadores no comprendidos. d) Los reintegros de gastos de medicamentos y gastos
médicos y odontológicos del trabajador y su familia que asumiera el empleador, previa presentación de
comprobantes emitidos por farmacia, médico u odontólogo, debidamente documentados. e) La provisión de ropa
de trabajo y de cualquier otro elemento vinculado a la indumentaria y al equipamiento del trabajador para uso
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Citas legales (continuación):
exclusivo en el desempeño de sus tareas. f) Los reintegros documentados con comprobantes de gastos
de guardería y/o sala maternal, que utilicen los trabajadores con hijos de hasta 6 (seis) años de edad
cuando la empresa no contare con esas instalaciones. g) La provisión de útiles escolares y guardapolvos
para los hijos del trabajador, otorgados al inicio del período escolar. h) El otorgamiento o pago
debidamente documentado de cursos o seminarios de capacitación o especialización. i) El pago de los
gastos de sepelio de familiares a cargo del trabajador debidamente documentados con comprobantes.”
Ley 20744. Art. 105 “Formas de pago - Prestaciones complementarias El salario puede ser
satisfecho en dinero, especie, habitación, alimentos o mediante la oportunidad de obtener beneficios o
ganancias. Las prestaciones complementarias, sean en dinero o en especie, integran la remuneración del
trabajador, con excepción de: a) Los retiros de socios de gerentes de sociedades de responsabilidad
limitada, a cuenta de las utilidades del ejercicio debidamente contabilizada en el balance. b) Los
reintegros de gastos sin comprobantes correspondientes al uso del automóvil de propiedad de la empresa
o del empleado, calculado en base a kilómetro recorrido, conforme los parámetros fijados o que se fijen
como deducibles en el futuro por la Dirección General Impositiva. c) Los viáticos de viajantes de comercio
acreditados con comprobantes en los términos del artículo 6º de la ley 24.241, y los reintegros de
automóvil en las mismas condiciones que las especificadas en el inciso anterior. d) El contrato de casahabitación de propiedad del empleador, ubicado en barrios o complejos circundantes al lugar de trabajo, o
la locación, en los supuestos de grave dificultad en el acceso a la vivienda.”
Ley 20744. Art. 113 “Propinas Cuando el trabajador, con motivo del trabajo que preste, tuviese
oportunidad de obtener beneficios o ganancias, los ingresos en concepto de propinas o recompensas
serán considerados formando parte de la remuneración, si revistieran el carácter de habituales y no
estuviesen prohibidas.”
CCT 130/90. “Art. 102 - Remuneraciones: La remuneración del personal incluido en este convenio se
compondrá de un salario básico convencional con m s los adicionales que se establecen en el articulado
siguiente. Estos adicionales integrar n la remuneración a todos los efectos legales; sin perjuicio de ello, su
importe y concepto se consignar por separado en los recibos de haberes.”
CCT 130/90. “Art. 105 - Adicional por complemento de servicios: Se establece con este nombre un
adicional remuneratorio consistente en el 12 (doce) por ciento del salario básico convencional de cada
categoría profesional, en concepto de sustitutivo de propina.”
CCT 130/90. “Art. 106 - Atento el adicional establecido en el artículo anterior, y en los términos previstos
por el articulo 113, "in fine", de la ley de contrato de trabajo, se prohíbe la percepción de propinas por
parte de todo el personal comprendido en el ámbito del presente convenio. En el supuesto caso de que
libremente un cliente entregue una propina a un dependiente, se considera este acto como mera
liberalidad, sin consecuencia laboral alguna; en consecuencia, no integra de modo alguno la
remuneración del dependiente ni podrá ser considerado como causal de sanción disciplinaria. Este
adicional comenzará a regir a partir del segundo mes siguiente al de homologación de este convenio.”
CCT 125/1990. “Art. 44. Adicional por complemento de servicio: 1)Se aplicará sobre el sueldo básico
convencional percibido del respectivo dependiente cualquiera sea su categoría profesional. 2)Su monto
será equivalente al doce por ciento (12%) del sueldo indicado en el punto anterior. 3)Queda establecida la
prohibición de recibir ´propinas´ por parte de todo el personal dependiente, a los fines previstos por el
artículo 113 de la actual Ley de contrato de Trabajo (20.744 t.o y sus complementarias). En función de
este adicional, la eventual entrega de propinas al trabajador por parte del cliente se considerará un mero
acto de liberalidad de este último sin ninguna consecuencia, a ningún efecto, para la relación de empleo
entre trabajador y empleador, y no originará derecho alguno a favor del trabajador, en cuanto a
determinación del salario, ni del empleador para aplicar sanciones disciplinarias. 4)Este adicional
comenzará a regir al segundo mes posterior al de la homologación de la presente convención colectiva, o
al mes siguiente de dicha homologación si la misma se produjese con posterioridad al mes de agosto de
1990.”
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Citas legales (Continuación):
C.N. Art. 14. bis.- “El trabajo en sus diversas formas gozara de la protección de las leyes, las que
aseguraran al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y
vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea;
participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la
dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado publico; organización sindical
libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al
arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozaran de las garantías necesarias para el
cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.
El Estado otorgara los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable.
En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o
provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación
del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones movibles; la
protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el
acceso a una vivienda digna.”
C.N. Art. 17. “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino
en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad publica, debe ser calificada
por ley y previamente indemnizada. Solo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el
artículo 4. Ningún servicio personal es exigible, sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo
autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le
acuerde la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal argentino.
Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie.”
C.N. Art. 31.- “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el
Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades
de cada provincia están obligadas a conformarse a ellas, no obstante cualquiera disposición en contrario
que contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los
tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de 1859.”
2) (C. Nac. Trab., sala 3ª, 23/02/2004, Cantero, José G. v. Hoteles Sheraton de Argentina S.A.).
LNL 2004-9-582.
CONTRATO DE TRABAJO
Derecho del trabajo. Trabajadores. Contrato eventual. Características. Régimen.
Prueba.
2ª INSTANCIA.- Buenos Aires, febrero 23 de 2004.
El Dr. Eiras dijo:
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Contra la sentencia de la instancia anterior, que rechazó el reclamo de autos, se alza la parte actora
a tenor del memorial que luce a fs. 370/372, mereciendo réplica de la contraria a fs. 376/377.
Se queja la recurrente porque el a quo entendió que el trabajo desempeñado por Cantero quedó
incluido dentro de las previsiones del CCT. 130/1990 como "extra especial de banquetes" y que
entre las partes no existió un vínculo laboral de tiempo indeterminado. Sostiene que las sucesivas
renovaciones contractuales convirtieron la relación en una por tiempo indeterminado y que tal
extremo se encuentra demostrado por las declaraciones testimoniales de Maturana y Vallejos.
El art. 71 bis inc. b CCT. 130/1990 define al "extra especial o para banquetes" como "...el trabajador
contratado al solo efecto de atender un evento que tenga lugar en una o más jornadas, y que no se
realice en el establecimiento sino esporádica e irregularmente (...)" y establece que "...cumplido cada
evento para el que fue contratado, cesa de pleno derecho el contrato de trabajo del extra especial o
para banquetes".
Esta última característica de la prestación no puede llevar a desconocer los derechos que la Ley de
Contrato de Trabajo reconoce a los trabajadores que, como el actor, han prestado sus servicios en
forma habitual durante un prolongado lapso (Cantero lo hizo por siete años), ya que es sabido que como principio- las convenciones colectivas de trabajo (así como cualquier estipulación de partes
referidas a los derechos del trabajador) no pueden válidamente reducir aquellos derechos
establecidos por ley.
De este modo, la cláusula convencional transcripta sólo resulta legítima en tanto se trate
efectivamente de prestaciones ocasionales o eventuales, correspondientes a eventos que tengan
igual carácter. Pero si, como ocurre en autos, se trata de prestaciones habituales referidas a eventos
ocasionales (esto, porque cada evento, individualmente considerado, es excepcional), desarrollados
en el ámbito de una empresa que cuenta con una estructura específicamente destinada a tal
actividad (la demandada tiene salones en los que realiza eventos), no se advierte circunstancia
objetiva alguna que justifique aplicar a quienes prestaron tales servicios un trato diferente del que
corresponde a los trabajadores permanentes, es decir, a quienes se desempeñan en el marco de un
contrato por tiempo indeterminado (en sentido análogo, SD 82090 del 9/4/2001).
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En relación con la habitualidad de las prestaciones y la frecuencia de las mismas, resulta de suma
claridad lo expuesto por los testigos Vallejos (fs. 123/124) y Maturana (fs. 130/132), los que
manifestaron que el actor trabajó junto con ellos como mozo "extra especial", que ello significa que
trabaja cuatro o cinco veces por semana, que tiene que llamar a la oficina de maîtres, que ellos son
los encargados de distribuir el trabajo, que había diferentes eventos y que por ello no tenían horario
fijo. Maturana agregó que había semanas en que trabajaban los siete días.
En efecto, y aun cuando de las declaraciones de los testigos de la demandada se extrae que la
frecuencia de la prestación era menor a la denunciada en el inicio, y conforme a lo expuesto por los
restantes deponentes, lo cierto es que al momento de producir el informe contable el experto no
pudo informar acerca de la cantidad de eventos que lleva a cabo la accionada, como tampoco
respecto de aquellos en los que el accionante se desempeñó activamente.
De la prueba contable de 261/264 y fs. 271/272 no surge con claridad con qué periodicidad se
abonaban los salarios, pero sí se encuentra acreditado que ello acontecía en forma semanal,
liquidándose jornadas cortas y largas, y mediante depósito bancario, extremo que no se condice con
la previsión final del artículo convencional invocado, esto es, que "...cumplido cada evento para el
que fue contratado, cesa de pleno derecho el contrato de trabajo del extra especial o para
banquetes".
Todo lo expuesto lleva a concluir que el actor estuvo ligado a la accionada mediante un contrato de
trabajo por tiempo indeterminado (art. 90 RCT. [1]), y es desde tal perspectiva que debe ser
analizada la procedencia de los reclamos del inicio.
No existe controversia acerca del modo en que quedara disuelto el vínculo laboral, pues sobre el
punto la demandada reconoció haber negado la categoría laboral pretendida en la primera de las
comunicaciones, pero luego nada dijo acerca de las restantes comunicaciones cursadas con fecha
3/9/2000 y 15/9/2000, por la que finalmente el accionante se consideró despedido en forma indirecta
(ver responde de fs. 67/68).
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El actor intimó por asignación de tareas y pago de diferencias adeudadas, a lo que la accionada
respondió que no resultaba procedente la intimación, pues no había sido convocado para nuevas
prestaciones como personal extra porque no existía necesidad en la empresa. Luego, el trabajador
responde manifestando que no es cierto que la empresa no tenga necesidad sino que ha constatado
que existe otro personal cumpliendo sus funciones, reiterando reclamos salariales y la correcta
registración de la relación laboral en los términos de la ley 24013 (2). Ante el silencio de la accionada
a esta última comunicación es que se consideró despedido.
Entiendo que la decisión se ajustó a derecho, pues del análisis efectuado en relación con la
categoría laboral, el desconocimiento de tal circunstancia por parte de la empleadora, como así
también el posterior silencio a los puntuales reclamos efectuados por el trabajador, constituyeron
causa justificada suficiente en los términos del art. 242 RCT. para proceder como lo hizo.
Ello así, considerando que el actor fue para la accionada trabajador por tiempo indeterminado,
procederán la totalidad del los rubros reclamados pero por los montos que determinó la pericial
contable de fs. 263 vta., los que no merecieran observación alguna de las partes, y que, a su vez,
considero ajustados a derecho.
Por ello propicio que se haga lugar a la demanda por la suma de $ 11.969,89, la que llevará los
intereses fijados por la Cámara, la que en pleno acordó dejar sin efecto el art. 6 de la resolución
6/1991 y su modificación contenida en el acta 2100 (24/6/1992), acordando a su vez, por mayoría,
un nuevo criterio para la fijación de intereses: 24% anual desde el 1/4/1991 hasta el 31/3/1992, 15%
desde el 1/4/1992 hasta el 31/3/1993 y 12% desde el 1/4/1993 en adelante. Posteriormente, por acta
2357 y su modificatoria se acordó que, sin perjuicio de la tasa aplicable hasta el 31/12/2001, a partir
del 1/1/2002 se aplicará la tasa de interés activa fijada por el Banco de la Nación Argentina para el
otorgamiento de préstamos, según la planilla que difundirá la Prosecretaría General de la Cámara.
Amén de destacar que el parecer expresado tiene en la especie efectos semejantes a los de un
plenario virtual, expreso mi concordancia con el mismo y en razón de ello he de propiciar que en el
caso se fijen los intereses del modo indicado.
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Ante el nuevo resultado del litigio que propicio y lo normado por el art. 279 CPCC. (3), corresponde
dejar sin efecto la imposición de costas y la regulación de honorarios practicadas en la instancia
anterior y proceder a su determinación en forma originaria, razón por la cual deviene abstracto el
tratamiento de los agravios vertidos sobre el punto.
Las costas deberán ser soportadas en su totalidad en ambas instancias por la demandada, vencida
(art. 68 CPCCN.).
Teniendo en cuenta la calidad, extensión e importancia de los trabajos desempeñados por los
profesionales intervinientes y las normas arancelarias vigentes, propongo regular los honorarios de
las representaciones letradas de las partes actora y demandada por sus trabajos en ambas
instancias y los del perito contador en el 17%, 14% y 6% del monto de condena con sus intereses.
Por ello, propicio revocar la sentencia apelada y por ende, acoger la demanda incoada por José G.
Cantero contra Hoteles Sheraton de Argentina S.A.C. y condenar a ésta a abonar al actor la suma
de $ 11.969,89, la que llevará los intereses fijados supra. Imponer las costas en su totalidad en
ambas instancias a la demandada, vencida (art. 68 CPCCN.). Regular los honorarios de las
representaciones letradas de las partes actora y demandada por sus trabajos en ambas instancias y
los del perito contador en el 17%, 14% y 6% del monto de condena con sus intereses.
El Dr. Guibourg dijo:
Que, por compartir sus fundamentos, adhiere al voto que antecede.
Por lo tanto, el tribunal resuelve: I. Revocar la sentencia apelada y, por ende, acoger la demanda
incoada por José G. Cantero contra Hoteles Sheraton de Argentina S.A.C. y condenar a ésta a
abonar al actor la suma de $ 11.969,89, la que llevará los intereses fijados supra. II. Imponer las
costas en su totalidad en ambas instancias a la demandada, vencida (art. 68 CPCCN.). III. Regular
los honorarios de las representaciones letradas de las partes actora y demandada por sus trabajos
en ambas instancias y los del perito contador en el 17%, 14% y 6% del monto de condena con sus
intereses.
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Cópiese, regístrese, notifíquese y, oportunamente, remítanse.- Roberto O. Eiras.- Ricardo A.
Guibourg.
NOTAS:
(1) t.o. 1976, ALJA 1976-A-128 - (2) LA 1991-C-2895 - (3) t.o. 1981, LA 1981-B-1472.
CITAS LEGALES:
Art. 90. Ley 20744. “Indeterminación del plazo El contrato de trabajo se entenderá celebrado por
tiempo indeterminado, salvo que su término resulte de las siguientes circunstancias: a) Que se haya fijado
en forma expresa y por escrito el tiempo de su duración. b) Que las modalidades de las tareas o de la
actividad, razonablemente apreciadas, así lo justifiquen. La formalización de contratos por plazo
determinado en forma sucesiva, que exceda de las exigencias previstas en el apartado b) de este
artículo, convierte al contrato en uno por tiempo indeterminado.”
Art. 242. Ley 20744. “Justa causa Una de las partes podrá hacer denuncia del contrato de trabajo en
caso de inobservancia por parte de la otra de las obligaciones resultantes del mismo que configuren
injuria y que, por su gravedad, no consienta la prosecución de la relación. La valoración deberá ser hecha
prudencialmente por los jueces, teniendo en consideración el carácter de las relaciones que resulta de un
contrato de trabajo, según lo dispuesto en la presente ley, y las modalidades y circunstancias personales
en cada caso.”
Se cita ley 24.013 (ley de empleo) sin que se haga mención a artículo específico alguno en el fallo.
CCT 130/90. Art. 71 bis – “Personal extra o eventual: Para el personal que se desempeñe
eventualmente en el marco de este convenio se establecen las siguientes categorías, modalidades de
trabajo y remuneraciones:
a) Extra común: es el trabajador contratado al solo efecto de prestar servicios transitorios originados en
necesidades operacionales extraordinarias y ocasionales o en ausencias temporarias de personal
permanente. En esas condiciones podrá acumular en el tiempo reiteradas prestaciones dentro de un
mismo establecimiento, en igual o disímil categoría, sin que ello signifique habitualidad y permanencia, y
sin que pueda considerárselo personal permanente. Por lo tanto, una vez concluidas las causas por las
que fuera contratado, cesar la relación laboral. Su remuneración y r‚gimen de francos ser n iguales a los
del personal efectivo de similar categoría profesional para el establecimiento. Al cesar la relación, y como
liquidación final, percibir los importes que le correspondan por vacaciones y sueldo anual
complementario, calculados proporcionalmente según el tiempo trabajado. Estos trabajadores ser n
siempre contratados por escrito, con expresión de la causa que justifique el régimen o mención del
personal efectivo transitoriamente reemplazado, según el caso.
b) Extra especial o para banquetes: es el trabajador contratado al solo efecto de atender un evento que
tenga lugar en una o m s jornadas, y que no se realice en el establecimiento sino esporádica e
irregularmente. Para calcular el valor de la remuneración por cada jornada de trabajo de hasta nueve
horas se dividir por veinticinco la remuneración que por todo concepto corresponda a la categoría
profesional del empleado, y al resultado se le adicionar en concepto de sueldo anual
complementario un 8,33%. En caso que la jornada de trabajo no supere las cinco horas, el trabajador
percibir la mitad de la remuneración diaria. Si durante el transcurso de un mes calendario el trabajador
hubiese prestado servicios durante al menos veinte jornadas, percibir adicionalmente el importe de la
remuneración de una jornada de trabajo de nueve horas, en concepto de compensación de vacaciones.
Cumplido cada evento para el que fue contratado, cesa de pleno derecho el contrato de trabajo del extra
3) CONTRATO
TRABAJO. Caracteres esenciales /Relación de dependencia /Subordinación
especial o paraDE
banquetes.”
/Contrato y relación de trabajo /Generalidades /Forma y prueba /Principios generales
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/Diferencias con otros contratos /Mandato /Carácter autónomo. Alaniz, Estela A. c. Turismo
Perrota S.R.L y otro.
1. Son los hechos que configuran la relación los que formarán el sustracto fáctico de un
contrato de trabajo, cada vez que aparezcan las notas tipificantes de dependencia laboral
manifestada a través de subordinación económica, jurídica y técnica.
2. Carece de relevancia la denominación que las partes hayan asignado a la relación, debiendo
prevalecer siempre el contenido de las mismas, porque es la realidad de los hechos lo que
define la relación; no así la calificación asignada por las partes.
3. cuando los hechos conduzcan a la aplicación de las normas laborales depende de las
circunstancias, que deben ser insoslayablemente probadas porque solo se presume la
existencia del contrato de trabajo a partir de la efectiva prestación de los servicios (art. 23,
ley de contrato de trabajo –DT, 1976-238-).
4. En el supuesto de que exista contrato de mandato por el cual una de las partes (mandatario)
se obliga a realizar actos o negocios jurídicos por cuenta y encargo de la otra parte, si bien
la actividad del mandatario tiene la naturaleza de trabajo, en tanto actividad humana
realizada por cuenta ajena se trata de un trabajo autónomo y no subordinado caracterizado
por la realización de un acto jurídico o una serie de actos (art. 1869, Cód. Civil) y que
supone además facultades liberativas para el mandatario que lo autoriza en ciertos casos a
apartarse de las instrucciones recibidas, hace colocar a la relación fuera de la órbita
normativa laboral.
C.2da Trab. Mendoza, 1998/07/07. –Alaniz, Estela A. c. Turismo Perrota S.R.L y otro.
Mendoza, julio 7 de 1998.1ra Existencia de la relación laboral. 2da Procedencia de la demanda. 3ra Costas.
1ra Cuestión. –El doctor Balducci dijo:
I. Sobre esta primera cuestión debe resolverse como se preanunció en el veredicto dictado a
fs. 170 por no haber logrado acreditar la actora el vínculo laborativo invocado al demandar.
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La misma accionante reconoció que fue apoderada de la coaccionada Josefa C. Zanin
Kubler según consta en el poder que se acompaña, pero sostuvo que además se desempeñó como
secretaria administrativa, de aquélla y de la firma demandada desde junio de 1985 hasta julio de
1986.
Cabe destacar que al respecto, el análisis debe limitarse a la relación entre la actora y Zanin
Kubler ante el desistimiento de la acción operado a fs. 169 respecto a “Turismo Perrota S.R.L”.
La parte demandada negó categóricamente la relación laboral invocada y afirmó que la
actora concurría a la empresa únicamente en el carácter de apoderada de Zanin Kubler, socia
mayoritaria, con las facultades que surgen del poder acompañado.
II. Reiteradamente han dicho nuestros tribunales que carece de relevancia la denominación
que las partes hayan asignado a la relación, debiendo prevalecer en todo momento el contenido de
las mismas porque es la realidad de los hechos, más allá e las calificaciones, las que definen aquella
relación.
Es por ello que aún cuando las partes hayan designado al vínculo como mandato, locación
de obra o alguna otra denominación, son los hechos que configuran la relación los que formarán el
sustrato de trabajo, cada vez que aparezcan las notas tipificantes de la dependencia laboral
manifestada a través de la subordinación económica, jurídica y técnica.
Así por ejemplo carecería de relevancia que las partes calificaran como mandato a la
relación si en definitiva los hechos conducen en realidad a la aplicación de las normas laborales.
Pero dicha subsunción legal, depende de aquellas circunstancias que deben ser
insoslayablemente probadas porque solo puede presumirse la existencia del contrato de trabajo a
partir de la efectiva prestación de los servicios (art. 23, Ley de Contrato de trabajo-DT, 1976-238-) y
en este caso debe estimarse que el único vínculo que quedó probado en autos es el mandato que
celebraron la actora y la codemandada Josefa C. Zanin Kubler.
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En efecto, la demandada desconoció expresa y categóricamente la relación laboral, tanto al
contestar el telegrama intimatorio del 2/7/86 como en la réplica de fs. 29/32 lo que puso a la
accionante en la necesidad de probar dicha relación (arts. 45 y 55, Cód. Procesal Laboral). La actora
no aportó ninguna prueba instrumental demostrativa del pretendido vínculo laboral y renunció
expresamente a la testimonial ofrecida, luego de varios intentos fallidos ordenados a producir dicha
prueba, resultando a tal efecto insuficiente la confesión ficta ante la ausencia de prueba que en el
caso pueda corroborar la mera presunción que emana del art. 57 del Cód. Procesal Laboral (Conf.
Art. 45 in fine, Cód. Procesal Laboral).
Este informe pericial contable no arrojó ninguna luz sobre este principal punto de la
controversia quedando solamente en pie la actuación notarial 281 del 6/6/85, agregada a fs. 2/3 que
revela la existencia del mandato celebrado entre la actora y la codemandada J. C. Zanin Kubler,
fuera del marco jurídico de las relaciones laborales.
En efecto, como consecuencia de dicho convenio, en la fecha indicada, Zanin Kubler confirió
a la actora un poder especial para que en su nombre y representación intervenga en todos los
asuntos en quesea parte la mandante en relación a su calidad de socia de la firma “Turismo Perrota
S.R.L.” facultándola para realizar los actos que allí se describen (ver poder de fs. 2/3).Emerge claro de los términos de la procura, que la misma obedeció la contrato de mandato
celebrado entre Alaniz y Zanin Kubler. Dicho contrato es aquel por el cual una de las partes -el
mandatario- se obliga a realizar por cuenta y encargo de la otra parte -mandante- actos o negocios
jurídicos (art. 1869 y sigtes., Cód. Civil), y si bien la actividad del mandatario tiene la naturaleza de
un trabajo –en tanto actividad humana realizada por cuenta ajena-, no debe perderse de vista que se
trata de un trabajo autónomo y no subordinado caracterizado por la realización de un acto jurídico o
una serie de actos (art. 1869, Cód. Civil), y que supone además facultades deliberativas para él
mandatario, que lo autoriza en ciertos casos para apartarse de las instrucciones recibidas (arts. 1906
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y 1907, Cód. Civil; conf. Mosset Iturraspe “Resp. Por daños”, t, II, Parte Especial, p. 269, nota 1; y
p. 787 y sigtes, Nº 175; Srdegna, “Ley cont. Trab.” P. 93; Julián A. De Diego, “Manual de der. Del
trab. Y de la seg. Soc.”, p. 105, Nº 4, letra d, Ed. Abeledo Perrot, 1997), todo lo cual coloca a la
relación fuera de la órbita de la normativa laboral.
Es la subordinación o dependencia la nota esencial que permite distinguir el contrato de
trabajo de las demás figuras contractuales del derecho privado que regulan la actividad humana,
pero prestada en forma autónoma o independiente (Vázquez Vialard, Antonio, “Trab. Del der. Del
trab”, t. 3, ps. 331/2, Nº 19, letra b). El mismo autor enseña que a diferencia del trabajo autónomo
donde se compromete un opus, en el trabajo dirigido solamente hay una obligación de poner la
capacidad de trabajo a disposición del otro que la dirige y utiliza (aut. y ob. Cit., ps. 233/4, Nº 37,
letra B): “La situación no se define por la tarea realizada sino por el modo en que se la ejecuta” (p.
240).
Y en tal sentido, forzozo resulta reconocer que ninguna prueba ha rendido la actora
tendiente a demostrar la pretendida relación laboral. No se ha probado que se pagaran salarios, ni
se han acompañado recibos de sueldos; no se demuestra el goce de vacaciones o de licencias;
tampoco que se observara un horario determinado ni que se impartieran órdenes, por lo que se
concluye que la relación entre las partes quedó estrictamente enmarcada dentro del contrato de
mandato que, vale decirlo, fue expresamente admitido por ambos litigantes.
En tal sentido ha dicho el Tribunal de Trabajo Nº 1 de Bahía Blanca, en la causa “Ojinaga, E.
O c. Unión Arg. De Trab. Rurales y Estibadores” en fallo del 3/8/94, publicado en DT, 1994-B-2342,
que “No puede inferirse que el actor fuese dependiente de la demandada, pues no se acreditó que
se abonara algún salario, ni que se abonara con recibo de sueldo y en cuanto a las modalidades de
su tarea, no estaba obligado a cumplir horarios o recibir directivas concretas y precisas de sus
supuestos empleadores, por lo que queda claro que la actividad del reclamante se encuadraba en la
denominada civilmente figura del mandato” (sum.2).
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Cabe concluir consecuentemente que carece la actora de todo derecho de actuar como lo
hace en contra de la demandada, por no haber acreditado la relación laboral invocada, razón por la
cual corresponde responder negativamente a la primera cuestión propuesta, desestimando
consecuentemente la demanda instaurada en autos. Así voto.
2da Cuestión.- El doctor Balducci dijo:
I. No habiendo acreditado la actora el vínculo laborativo invocado, como se dejó establecido
en la cuestión anterior, corresponde el rechazo de los reclamos efectuados. Así voto.
3ra Cuestión.- El doctor Balucci dijo:
I. Las costas del presente proceso deben ser impuestas a la parte actora por resultar vencida (art.
31. Cód. Procesal Laboral). Así voto.
Sobre las mismas cuestiones los doctores Ursomarso y Alvarez, dijeron que por razones
análogas adhieren a los votos que anteceden.
Con lo que se dio por terminado el acto, pasándose a dictar sentencia, la que a continuación
se inserta:…
El acuerdo que antecede, el tribunal resuelve: I. Rechazar la demanda instaurada a fs. 4/5 y
vta, por Estela A. Alaniz en contra de Josefa C. ZaninKubler y tener por desistida a la actora de la
acción incoada en contra de “Turismo Perrota S.R.L.”; II. Imponer las costas a la parte actora (art.
31, Cód. Procesal Laboral); III. Diferir la regulación de los honorarios profesionales hasta el
momento de practicar liquidación definitiva por contaduría de cámaras, al solo efecto regulatorio; IV.
Emplazar a la parte actora en 10 días, para que abone los aportes de la ley 5059, bajo
apercibimiento de ley. Notifíquese a la caja forense. Regístrese, notifíquese y cúmplase.- José J.
Balducci.- José Pl Ursomarso.- Jorge A. Alvarez.-
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Cita de publicación del fallo: DERECHO DEL TRABAJO- 2000-A, DERECHO INDIVIDUAL Y
COLECTIVO. EDITORIAL LA LEY. Pag. 908 a 910.CITAS LEGALES:
Art. 23. Ley 20744. “Presunción de la existencia del contrato de trabajo El hecho de la prestación de
servicios hace presumir la existencia de un contrato de trabajo, salvo que por las circunstancias, las
relaciones o causas que lo motiven se demostrase lo contrario. Esa presunción operará igualmente aún
cuando se utilicen figuras no laborales, para caracterizar al contrato, y en tanto que por las circunstancias
no sea dado calificar de empresario a quien presta el servicio.”
Art. 1869 Código Civil. “El mandato, como contrato, tiene lugar cuando una parte da a otra el poder, que
ésta acepta, para representarla, al efecto de ejecutar en su nombre y de su cuenta un acto jurídico, o una
serie de actos de esta naturaleza.”
4) DERECHO DEL TRABAJO. Autos: ARANDA, Ramón O. c/ LA CANTINA DE ARNOLDO SRL
S/ DESPIDO. Expte. Nº 737. sentencia. Nº 634.
Fallo de primera instancia:
Buenos Aires, mayo 19 de 1993.1.- El actor sostuvo haber sido “ayudante de cocina” de la accionada, habiendo ingresado el 21-2-89
y dijo haber trabajado de martes a domingos de 8 a 16 hs., aunque pronto comenzó a laborar hasta
las 18 hs. Adujo un salario de $130. Contó que el 8-4-91 fue despedido imputándosele un hecho
falso consistente en haber amenazado e insultado a su empleador, y que impugnó la causal.
Reclamó los resarcimientos por despido, horas extras y salarios adeudados.
2.-La empresa sostuvo que el demandante fue solo “peón de cocina”, que ingresó el 1-6-90 y que su
mejor sueldo fue de $ 119,71.- Confirmó que lo cesanteó por haber insultado y amenazado a uno de
los socios de la firma.
3.-Fecha de ingreso.
No voy a tomar en cuenta los dichos del testigo SOSA (fs. 105/vta) ya que su declaración no
se condice con lo afirmado siquiera por el actor. Por ejemplo afirmó que éste ingresó el dia 21 de
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febrero (no explicó como pudo recordar con exactitud el dia), pero de 1991, mencionó que Aranda
laboraba en horario cortado (cuando está fuera del debate que era continuo), y que vio al
demandante laborando para la demandada en 1992 (cuando el contrato se extinguió en abril 91).
Sus dichos, como amigo, por otra parte, carecen de todo viso de credibilidad (art. 386 CPCCN).
RODRÍGUEZ (fs. 105vta) con increíble precisión también recordó que el ingreso del
accionante se produjo el dia 21 (y acertó el año 1989) pero, muy extrañamente, no supo precisar en
que mes. Por ende, al respecto poco valor tiene su indicación.
Tampoco SUAREZ (fs. 107/vta) aporta precisiones ya que, en desacuerdo con todos (incluso
con el actor) situó el inicio del vínculo a fines de 1988, casi 1989.
Finalmente, ARCE (fs. 107/8) dijo, si, que Aranda ingresó a principios de 1989.
Pues bien, considero que esta única declaración mas o menos favorable al actor carece de
detalle, precisión y fundamentación como para darle pleno crédito y la juzgo insuficiente para
considerar que Aranda haya ingresado antes del 1-6-89, analizada según la sana crítica (art. 386
CPCCN). Por ende, no encuentro probada tal afirmación inicial.
4.-El distracto.
ARCE (fs. 107/8) contó que, efectivamente, escuchó que el actor discutió con el sr. Arnaldo
(el titular de la empresa) y que se insultaron. SUAREZ (fs. 107/vta) fue en éste punto más preciso y
señaló haber presenciado que el demandante además desafió a dicha persona a salir a pelear.
Ambos testimonios, no impugnados, me persuaden, por su concordancia en lo esencial, que
Aranda, tal como lo sostuvo la demandada, faltó el respeto a un superior jerárquico de un modo
descomedido e inaceptable en el marco de la convivencia laboral.
No voy a entrar a juzgar si los insultos fueron mutuos ya que el demandante, con mala fe
procesal, ocultó el hecho en su demanda, de modo que esa omisión impide tratar la cuestión para no
vulnerar el derecho de defensa de la contraria (arts. 163 CPCCN y 18 CN).
Juzgo, pues, que el solo hecho de haber insultado a su superior jerárquico, agravado por
amenazarlo con una pelea, constituyó un incumplimiento suficientemente grave para justificar el
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distracto ya que esa conducta hizo imposible la prosecución del vínculo (art. 242 LCT). Por lo tanto,
rechazaré los reclamos indemnizatorios.
5.-Horas extras.
El propio reclamante contradijo su reclamo al absolver la posición 2da. (fs. 81vta) ya que
reconoció un horario limitado de 8 a 16 hs y solo adujo como excepción, no probada como
seguidamente se verá, el domingo. Por ende, hallo reconocido que los otros días de labor no realizó
trabajaos suplementarios.
Ninguna prueba se produjo que me convenza de que sea cierto que los domingos, ni ningún
otro día, Aranda trabajaba horas suplementarias. RODRÍGUEZ, que tiene interés en el punto, pues
mantiene juicio por horas extra, dejó entrever su deseo de favorecer al demandante aduciendo que
aquel laboraba hasta las 19 o 19,30, pese a que el escrito inicial señaló que el desempeño se
extendía solo hasta las 18 hs. Por ende, este testimonio no es objetivo, ni creible.
ARCE dijo desconocer este aspecto de la relación laboral del accionante, y SUAREZ fue en
esto muy impreciso al decir que “muy rara vez hacía horas extras el actor”.
Por ende, reitero, no encuentro probado el desenvolvimiento de labores en exceso de la
jornada legal máxima semanal.
6.-Salarios adeudados.
El accionante reconoció al absolver la posición 4ta. Fs. 81vta que su mejor salario fue de
$119,71, pero los recibos de fs. 37 y 57 evidencian, en concordancia con lo indicado a fs. 98//
Fs. 161vta.//por el informe contable, que el mjor salario fue el de febrero por $186,11, al que me atendré.
La demandada no acreditó haber abonado el salario de marzo 91 ni los dias laborados de
abril 91, asi como tampoco el SAC y las vacaciones proporcionales, rubros por los que progresará la
demanda por las siguientes sumas:
a.-salario marzo ................................$186,11.b.-7 dias abril.....................................$ 43,42.-
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c.-vacaciones 91 (4 dias)...................$ 29,78.d.-SAC s/vacaciones..........................$ 2,48.e.-SAC 1ra. cuota prop.......................$ 49,46.Ello hace un total de 4311,25, que diferiré a condena con intereses (art. 622 C. Civil y Acta
2100/92 CNAT).
7.-Por lo expuesto, consideraciones fácticas y jurídicas realizadas, sobre la base de las pruebas
evaluadas y de las normas citadas precedentemente, RESUELVO:
1°)Admitir parcialmente la demanda iniciada por RAMON OSVALDO ARANDA y condenar a LA
CANTINA DE ARNOLDO SRL a pagarle, dentro de los cinco días por depósito en autos, la suma de
PESOS TRESCIENTOS ONCE con veinticinco ($311,25), con intereses a la tasa del Acta 2100/92
CNAT contados desde el distracto y hasta el efectivo pago;
2°)Imponer las costas en el SETENTA (70) por ciento al accionante y en el TREINTA (30) por ciento
a la demandada, en virtud de los mutuos vencimientos y la proporción de éxito de las pretensiones
(art. 68 CPCCN), regulando los honorarios profesionales de la representación letrada del actor y de
la demandada, así como los del perito contador, teniendo en cuenta la importancia, calidad y
extensión de los trabajos, en las sumas ya actualizadas de PESOS TRESCIENTOS ($300),
TRESCIENTOS OCHENTA ($380) y TRESCIENTOS CINCUENTA ($350), respectivamente (arts.
6/10, 19, 22, 39 y concs. Ley 21.839; 38 LO , y 3 y concs. dec.ley 16.638/57);
3°)Condenar a la demandada a entregar al accionante, dentro de los CINCO (5) días, por depósito
en autos, las certificaciones del art. 80 L.C.T., bajo apercibimiento de imponerle sanciones
conminatorias (arts. 80 L.C.T y 666 bis C. Civil);
4|)Regístrese, notifíquese y cúmplase.MIGUEL ANGEL NAZA
JUEZ NACIONAL
Segunda Instancia. Fallo de cámara:
SENTENCIA N°: 18929 CAUSA N°: 48.860/91
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AUTOS: “ARANDA, RAMON OSVALDO C/LA CANTINA DE ARNOLDO S.R.L S/DESPIDO”.
JUZGADO N°: 62.SALA: VIII.En la ciudad de Buenos Aires, a los 31 días del mes de Agosto de 1993, reunidos en la Sala VIII de
la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo para dictar sentencia en los autos caratulados:
“ARANDA, RAMON OSVALDO C/LA CANTINA DE ARNOLDO S.R.L S/DESPIDO”, de acuerdo a la
correspondiente desinsaculación se procede a votar en el siguiente orden:
El Doctor CARLOS A. PIGRETTI dijo:
Apela la parte actora la sentencia de grado –que acogió parcialmente las
pretensiones articuladas en el escrito de inicio- en los términos vertidos en su presentación de fs.
169 y vta.
Se agravia por cuanto el Sr. Juez “a quo” considera suficientemente acreditada la
existencia de las causales que dieran motivo a la medida rescisoria unilateralmente dispuesta por la
accionada. Discrepa la quejosa con el criterio, conforme las argumentaciones que introduce en la
memoria en tratamiento. Asimismo, cuestiona la forma en que han sido distribuidas las costas del
proceso.
Recurre también la parte demandada, a fs. 166, atento reputar elevados los
honorarios regulados a la totalidad de los profesionales intervinientes en las presentes actuaciones.
A fs. 165, apela el perito contador designado de oficio, por entender reducidos los
emolumentos fijados a su favor.
En cuanto al fondo de la cuestión se refiere, adelanto mi opinión en el sentido que//
Fs. 173vta.//no asiste razón a la recurrente.
Encuentro que las manifestaciones vertidas por la reclamante con el propósito de
revertir la decisión de origen no pasan de ser una mera discrepancia con la forma en que el
judiciante ha valorado las constancias probatorias aportadas a la causa, de las que no aparece en
modo alguno dato o elemento concreto que otorgue el indispensable sustento fáctico a la postura en
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que voluntariamente decide situarse, resultando al respecto el decisorio impugnado lo
suficientemente detallado y claro como para detenerme en reiteraciones que aparecerán
manifiestamente inoficiosas.
Básteme decir que, en coincidencia con el Sentenciante de grado observo
acabadamente demostrado el comportamiento que provocó la ruptura del vínculo contractual,
plasmado en la notificación del distracto.
Entiendo que hechos de esta naturaleza resultan perturbadores del buen orden y de la disciplina que
debe imperar en toda organización laboral, que bajo ningún punto de vista pueden ser tolerados ni,
menos aún, apreciados con benevolencia, configurando, a mi ver, injuria de tal gravedad que no
consiente la prosecución de la relación, sin que las contingencias relatadas por la apelante tornen
justificada la reacción habida en su momento.
A todo evento, deviene oportuno memorar que “la selección y la valoración de las
pruebas es función privativa de los jueces de la causa, quienes, por otra parte, no están obligados a
seguir a las partes en todas sus alegaciones, sino a tomar en cuenta sólo aquéllas que estimen
conducentes para la mejor solución del litigio” (cfo. C. S., 22-12-81, in re “Silanes Artaza
c/Columbia”).
En suma, no hallo fundamentos válidos como para apartarme de los resulto en
origen sobre el particular, por lo que corresponderá no dotar de trascendencia recursiva a los
reparos deducidos al respecto.
Tampoco alcanzará la finalidad perseguida la disconformidad referidas al modo en
que han sido discernidas las costas del proceso, toda vez que el resultado del pleito ha sido
parcialmente favorable a ambos litigantes, motivo por el cual no encuentro mérito como para
desestimar lo decidido en el pronunciamiento objetado, resultando de la correcta aplicación de lo
prescripto por el art. 71 del C.P.C.C.N.
En lo que hace a los honorarios fijados a favor de los profesionales actuantes, en
atención a la importancia, mérito y extensión de las labores desarrolladas, teniendo en consideración
la solución final del litigio y la normativa arancelaria de aplicación, los mismos lucen ajustados a
derecho (cfr. Art. 38 L.O.; L.A. 21.839 y Dec. 16638/57).
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Por lo expuesto, de prosperar mi voto correspondería: Confirmar la sentencia
apelada en todo cuanto ha sido materia de recurso y agravios. Sin costas en la Alzada, atento la
inexistencia de répplica.
Los doctores HORACIO E. ARCAL y HORACIO V. BILLOCH dijeron: Que adhieren
por análogos fundamentos al voto precedente.
Por ello, el Tribunal RESUELVE: Confirmar la sentencia apelada en todo cuanto ha
sido materia de recurso y agravios. Sin costas en la Alzada, atento la inexistencia de réplica.
Regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase.
HORACIO A. ARCAL
JUEZ DE CAMARA
CARLOS A. PIGRETTI
JUEZ DE CAMARA
HORACIO V. BILLOCH
JUEZ DE CAMARA
CITAS LEGALES:
Art. 18.-C.N. “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la
causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra si mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable como
también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinara en que casos y con que
justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por
causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para
seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a
mortificarlos mas allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice.”
Art. 80 Ley 20744. “Deber de observar las obligaciones frente a los organismos sindicales y de la seguridad
social. Certificado de trabajo La obligación de ingresar los fondos de seguridad social por parte del empleador y los
sindicales a su cargo, ya sea como obligado directo o como agente de retención, configurará asimismo una obligación
contractual. El empleador, por su parte, deberá dar al trabajador, cuando éste lo requiriese a la época de la extinción
de la relación, constancia documentada de ello. Durante el tiempo de la relación deberá otorgar tal constancia cuando
medien causas razonables. Cuando el contrato de trabajo se extinguiere por cualquier causa, el empleador estará
obligado a entregar al trabajador un certificado de trabajo, conteniendo las indicaciones sobre el tiempo de prestación
de servicios, naturaleza de éstos, constancia de los sueldos percibidos y de los aportes y contribuciones efectuados
con destino a los organismos de la seguridad social.”
Art. 242. Ley 20744. “Justa causa Una de las partes podrá hacer denuncia del contrato de trabajo en caso de
inobservancia por parte de la otra de las obligaciones resultantes del mismo que configuren injuria y que, por su
gravedad, no consienta la prosecución de la relación. La valoración deberá ser hecha prudencialmente por los jueces,
teniendo en consideración el carácter de las relaciones que resulta de un contrato de trabajo, según lo dispuesto en
la presente ley, y las modalidades y circunstancias personales en cada caso.”
CITAS LEGALES (continuación):
Art. 622 Código Civil. “El deudor moroso debe los intereses que estuviesen convenidos en la obligación,
desde el vencimiento de ella. Si no hay intereses convenidos, debe los intereses legales que las leyes
especiales hubiesen determinado. Si no se hubiere fijado el interés legal, los jueces determinarán el interés
que debe abonar.”
Art. 666bis. Código Civil. “Los jueces podrán imponer en beneficio del titular del derecho, condenaciones
conminatorias de carácter pecuniario a quienes no cumplieron deberes jurídicos impuestos en una
resolución judicial. Las condenas se graduarán en proporción al caudal económico de quien deba
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satisfacerlas y podrán ser dejadas sin efecto o reajustadas si aquél desiste de su resistencia y justifica total
o parcialmente su proceder.”
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5) DERECHO DEL TRABAJO. RELACION LABORAL. DESPIDO. INDEMNIZACION. DOBLE
INDEMNIZACION. CONVERTIBILIDAD. ACTUALIZACION MONETARIA. ACTOS SIMULADOS.
RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS.
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN. JUZGADO NACIONAL DE PRIMERA INSTANCIA DEL
TRABAJO Nº 56
SENTENCIA NRO 4719. Fallo de primera instancia.
EXPTE NRO. 18.238/2002
AUTOS: “J.Fc/RECONQUISTA SUITE S.R.L Y OTROS s/DESPIDO”.Buenos Aires, cuatro de marzo de 2005.Y VISTOS:
JLF demanda a Reconquista Suite S.R.L., a Maraco S.R.L., a Marcos Héctor
Attar Cohen, a Adrían Gustavo Atta Cohen, a Alberto Fabián Attar Cohen y a Luis Marcelo Attar
Cohen por el cobro de la suma indicada en la liquidación inicial, y por los conceptos allí
discriminados.
Refiere que ingresó a trabajar a las órdenes de la demandada el 1-7-98,
desempeñándose como gerente alrededor de 12 horas diarias y percibiendo una remuneración de
$5.914 mensuales.
Manifiesta que en forma intempestiva y sin que mediara cualquier tipo de
explicación, el actor recibió una comunicación por la cual se lo suspendía en sus tareas por el
término de dos meses sin goce de sueldo, la que fue rechazada por el actor mediante la CD Nº
446783438 del 9-04-02, en los siguientes términos: “…Debo rechazar enfáticamente su
comunicación de suspensión por sesenta días. La misma no se encuentra causada, en ninguno de
los términos de la Ley de Contrato de Trabajo, por lo que deviene improcedente, ilegal, arbitraria y
carente de sustento fáctico-jurídico. Intimo plazo de 24 horas revea medida, y la deje sin efecto,
comunicándome la resolución, en forma documentada a mi domicilio constituido, además abone
salarios caídos, bajo apercibimiento de ley. La medida de mantenerse será recurrida e impugnada,
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administrativa y judicialmente sin perjuicio de que la entidad del agravio, podría ser motivo suficiente
para el distracto por su exclusiva culpa. Esta intimación se cursa además al resto de los requeridos
en atención a la solidaridad prevista en la ley de sociedades, ante la eventualidad de “fraude laboral”
y ser la sociedad (controlada por el Sr. Marcos Attar Cohen) sólo una “pantalla” a través de la cual se
opera el negocio hotelero, de la calle Reconquista, el cual gerenció. Conforme información que he
recibido tanto el titular de dominio como la sociedad explotadora, pertenecen al mismo grupo
societario. En caso de silencio y/o negativa y/o incumplimiento procederé conforme a derecho…”
Destaca que asimismo, intimó la correcta registración de la relación laboral, así como también el
sueldo correspondiente al mes de marzo, siendo contestada por las personas físicas desconociendo
cualquier tipo de relación laboral a título personal.
Afirma que atento los términos de la misiva remitida por el actor, la
demandada dejó sin efecto la suspensión y lo intimó a retomar tareas; y al regresar o ocupar su
trabajo, la empleadora le pidió que tomara la licencia anual del año 2001 que se encontraba
pendiente, la cual se extendería desde el 18-4-02 hasta el 1-5-02.Sostiene que sin esperar a que terminara el período de vacaciones, la
demandada procedió a despedir al actor el 29-4-02, haciendo saber que el despido operaba a partir
del 2-5-02, la que fue rechazada por el actor mediante las misivas transcriptas a fs. 13vta-14vta.
Alberto Fabián Cohen, Adrián Attar Cohen y Marcos Attar Cohen contestan
a fs. 53-59, 71-77 y 89-95 respectivamente, oponiendo excepción de falta de legitimación pasiva y
negando la relación laboral a título personal, así como también todos y cada uno de los hechos
vertidos en el escrito inicial.
Por su parte, indican que el formar parte en carácter de socio de la
codemandada Reconquista Suite S.R.L., no los convierte en responsables solidarios, ya que el actor
nunca trabajó personalmente para los mismos.
Plantean la inconstitucionalidad del art. 16 de la ley 25.561 y del decreto
264/02 y sus modificatorias de conformidad con los fundamentos vertidos en el punto VI de sus
contestaciones.
A fs. 161-169 responde Maraco S.R.L oponiendo excepción de falta de
legitimación pasiva y desconociendo la totalidad de los hechos relatados en la demanda.
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Expresa que cedió a la empresa Reconquista Suite S.R.L el inmueble
ubicado en la calle Reconquista 602 por el término de cinco años, contados los mismos desde el 111-98 y hasta el 31-10-03, fecha en la cual operó el vencimiento del contrato de pleno derecho.
Agrega que el destino que dio el locatario a la propiedad arrendada es el de
un Hotel 4 estrellas, toda vez que aquélla se dedica a la hotelería.
Plantea la inconstitucionalidad del art. 16 de la ley 25.561 y del decreto
264/02 y sus modificatorias de conformidad con los fundamentos vertidos en el punto VI del
responde.
A fs. 190-198 contesta Reconquista Suite S.R.L reconociendo la relación
laboral, que el actor se desempeñó como gerente general, que las decisiones operativas les eran
delegadas en su totalidad y que le comunicó el despido invocando las causales del art. 247 de la
L.C.T.
Por lo demás, niega todos y cada uno de los hechos vertidos en el líbelo
inicial.
Señala que la demandada se dedica a la actividad hotelera, explotando el
hotel sito en la calle Reconquista 602, y en tal sentido, a los fines del desenvolvimiento de la
actividad, con fecha 31-10-98 alquiló a la codemandada Maraca S.R.L el inmueble ubicado en la
dirección mencionada.
Relata que si bien desde un principio se desplegaron una serie de técnicas y
programas a los fines de brindar un servicio óptimo, los objetivos del gerenciamiento comenzaron a
evidenciar pérdidas, las cuales tuvieron su origen en la depresión del mercado turístico, el comienzo
de la recesión y demás factores económicos, llevando a la empresa a tomar decisiones y limitar
gastos que no eran susceptibles de ser mantenidos, como ser el drástico recorte en el presupuesto y
la baja de distintos puestos de trabajo.
Informa que la evolución de las tarifas de ocupación promedio del hotel
desde 1998 y hasta el 2001 fueron decreciendo paulatinamente frente a la falta de contingente y la
depresión del mercado turístico, trayendo como consecuencia un detrimento en la evolución del
porcentaje de recuperación de activos así como también la depresión en la facturación neta
mensual, sumado obviamente a la crisis económica que atravesaba el país.
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Resalta que la falta de facturación determinó la falta de trabajo así como una
crisis interna, situación ésta que desencadenó en la decisión final de despedir personal por la
evidente falta de trabajo, tal como se expresó en el telegrama cursado al actor.
Plantea la inconstitucionalidad del art. 16 de la ley 25.561 y del decreto
264/02 y sus modificatorias de conformidad con los fundamentos vertidos en el punto VII de su
conteste.
El codemandado Luis Marcelo Attar Cohen se encentra rebelde en los
términos del art. 71 de la L.O (ver fs. 281).
Y CONSIDERANDO:
Atento los términos en que ha sido trabada la litis, corresponde a cada una
de las partes demostrar la veracidad de las afirmaciones en que sustentan sus posturas, de
conformidad con lo dispuesto por el art. 377 del C.P.C.C.N.No es un hecho controvertido que el actor fue despedido mediante la misiva
fechada el 29-4-02, en la cual se invocaba la existencia de fuerza mayor y falta de trabajo, por lo que
correspondía a la demandada acreditar las causas invocadas para denunciar el contrato de trabajo,
extremo que a criterio de la suscripta no se ha verificado. Ello es así, por cuanto la misma se limitó a
denunciar la situación general del país que le habrían ocasionado pérdidas operativas generadas,
sin explicar en que consistían ni cuales fueron las causas que motivaron dicha situación. Por lo
demás, no existe elemento de prueba alguno que permita acreditar tal extremo, máxime cuando no
se le suministraron al perito contador los elementos necesarios para poder obtener esos datos, sin
perjuicio de lo cual informó a fs. 638 que entre los años 2000 y 2001 sólo se redujeron 3 puestos de
trabajo (pasó de 39 a 36 personas). Además, debemos recordar que el actor ocupaba el cargo de
gerente general del hotel que explotaba la demandada, por lo que sólo un cese total de actividades
hubiera justificado el despido del más alto personal jerárquico dentro del organigrama hotelero. Es
más, del testimonio de Otero (ver fs. 365-367) se infiere que el deponente ocupó el lugar del actor
luego de su despido, de lo que se puede concluir que el cargo siguió estando en la empresa, lo que
sella la suerte del presente litigio.
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Asimismo, las circunstancias que originaron el despido, participan del riesgo
propio de la empresa, del cual el trabajador es ajeno. Tampoco se ha demostrado que la empresa
hubiese adoptado las medidas necesarias tendientes a evitar, o al menos atenuar, la situación
deficitaria, por la que supuestamente estaba atravesando.
En definitiva, no se ha verificado en autos la imprevisibilidad, la inevitabilidad
y la irresistibilidad de tal circunstancia, en los términos del art. 513 del C. Civil (cuya prueba estaba a
cargo de la demandada), y mucho menos, que tal situación no le fuera imputable, o dicho de otra
manera, no se han corroborado las circunstancias objetivas y la falta de culpa o negligencia
empresaria, que no obedezcan al riesgo propio de la empresa, necesarias para convalidar la fuerza
mayor.
En lo que respecta a la fecha de ingreso estaré a la denunciada en el escrito
inicial. Ello es así, por cuanto la demandada recién registró al actor el día en que el hotel comenzó a
funcionar y los testigos coincidieron en señalar que el accionante participó en la etapa de selección
del personal que prestaría servicios en dicho lugar. Así, Silveira (ver fs. 380-381) indicó que ingresó
a trabajar en setiembre u octubre de 1998 y lo hizo por medio de un aviso, mandó un curriculum y lo
entrevistó el actor. Vázquez (ver fs. 382-383), quien asesoró contablemente al hotel, señaló que el
actor le pidió asesoramiento antes de la inauguración del mismo, así como también en forma en que
debían proceder a la contratación del personal y las fichas que debían completar. Finalmente, Bach
(ver fs. 424-425) refirió que el actor lo entrevistó en agosto o setiembre de 1998, es decir, antes que
el hotel comenzara a funcionar.
También se ha acreditado que el actor percibía comisiones que no eran
asentadas en recibos oficiales, aunque por un importe menor a la remuneración denunciada en la
demanda. En efecto, de la documental acompañada que se encuentra reservada en Secretaría y
cuya copia luce a fs 216, que fuera expresamente reconocida por la demandada a fs. 465 surge que
el actor percibía sumas en concepto de comisiones. Esto coincide con las declaraciones de Otero,
quien cumplió idénticas funciones a las del actor cuando éste fue despedido. Adviértase que el
testigo indicó que había que había concertado el pago de medio punto sobre las ganancias del hotel,
por lo cual es factible deducir que si el actor fue el que realizó el diseño original, hubiera acordado el
pago del 1% sobre la facturación mensual. En cambio, no existe elemento de prueba alguno que
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permita inferir que además de ese importe, el actor recibiera alguna otra suma fija fuera de recibo.
Para cuantificar el importe mensual estaré tanto a la documental cuya copia luce a fs. 216, como a
los propios dichos del actor, quien manifestó que el hotel tenía una facturación promedio mensual de
$100.000, por lo que, de conformidad con las facultades conferidas por el art. 56 de la L.C.T y 56 de
la L.O., estimo razonable establecer el monto de las comisiones en la suma de $1.000.En consecuencia, y toda vez que se ha acreditado debidamente que el actor
ingresó a trabajar en julio de 1998 resulta aplicable la L.C.T., y por ende, el actor será acreedor de
las indemnizaciones establecidas en los arts. 232, 233 y 245 de la L.C.T., así como también de los
haberes adeudados, S.A.C proporcional y vacaciones no gozadas, toda vez que no se ha
acompañado constancia documentada alguna, con las formalidades previstas por los arts. 138 y
siguientes de la L.C.T., que permitan verificar su pago.
Igual suerte correrá el reclamo por la indemnización dispuesta por el art. 2
de la ley 25.323, toda vez que el actor intimó fehacientemente, mediante el telegrama fechado el a605-02, el pago de las indemnizaciones legales por despido incausado, y el incumplimiento de la
demandada lo obligó a iniciar la presente acción. Estimo que en el presente caso, no existen causas
justificantes de la conducta del empleador para reducir o eximir su pago, ya que no se ha acreditado
la invocada en el despacho rescisorio. Adviértase que la norma en ningún momento exige la malicia
o el dolo del empleador en la omisión del pago de las indemnizaciones, o la acreditación de que
inventó la causa del distracto, sino sólo que se verifique que el mismo fue incausado y que se intime
el pago de las indemnizaciones correspondientes, lo que se aprecia en la presente causa. Sólo a
mayor abundamiento, conviene señalar que ni siquiera la demandada abonó la indemnización en los
términos del art. 247 de la L.C.T., ni cuando procedió a extinguir el vínculo laboral, ni cuando
contestó la presente demanda, por lo que no se puede afirmar válidamente que haya tenido
intención de abonar las indemnizaciones que a su criterio, le hubiera correspondido percibir al actor.
Por último, también prosperará la indemnización establecida en el art. 16 de
la ley 25.561, atento que la demandada procedió a despedir sin causa al actor, dentro del plazo de
suspensión de los despidos previstos por la citada normativa, por lo que corresponde duplicar todos
los rubros indemnizatorios originados con motivo de la extinción del contrato de trabajo (conf. Art. 4
del decreto 264/02 –indemnización por antigüedad, preaviso y vacaciones no gozadas-).
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En cuanto al planteo de inconstitucionalidad del art. 16 de la ley 25.561 y del
decreto 264/02 impetrado por la demandada, me adelanto a concluir que el mismo no tendrá
favorable acogida en esta instancia. Ello es así, por cuanto el art. 16 en realidad no produce una
verdadera suspensión de los despidos, porque, siguiendo a Carlos Etala, “suspender significa diferir
por algún tiempo algún acto” y en este caso no se difiere el perfeccionamiento del despido hasta la
finalización del período de emergencia, ni tampoco configura una prohibición, porque en este
supuesto el acto jurídico de despido sería nulo (arts. 18, 1044, 1050 CCiv.), y se tendría como si
nunca hubiera existido. (Conf. Etala, Carlos “La duplicación de las indemnizaciones durante el
período de emergencia”, en Suplemento Especial de la Revista Derecho del Trabajo, “La
Emergencia Económica en el Derecho del Trabajo”, octubre 2002, p. 24 y ss.) En la inteligencia del
dispositivo legal, la intención del legislador no fue diferir los efectos del despido a la expiración del
plazo, sino evitar que el mismo se produzca y, en caso contrario, incrementar la sanción por su
conducta ilícita, pero válida y eficaz para producir los efectos deseados. De ahí, que el artículo bajo
análisis, de ningún modo introduzca un sistema de estabilidad propia, como parece entenderlo la
demandada, sino sólo agrava económicamente la decisión rupturista del empleador, pero no veda ni
coarta ese derecho constitucional.
En idéntico sentido, se ha dicho que “la norma no prohibió la facultad del
empleador de despedir, prueba de ello es que durante el año 2002 se produjeron 492.000 despidos,
sino que tornó más gravosa esa medida. De ahí que dicha disposición no viole ni el derecho de
comercial y ejercer toda industria lícita previsto por el art. 14 CN, ni el derecho de propiedad
consagrado en el art. 17 CN., toda vez que no se priva al empleador del derecho de despedir, sin
que establece una protección contra el despido arbitrario acorde con la emergencia ocupacional
declarada” (Grisolía Julio A.- Hierrezuelo Ricardo D. “Constitucionalidad de los decretos que
prorrogan la suspensión de los despidos”, Lexis Nexos Laboral y Seguridad Social, 2003/Número 11,
págs. 722-726).
Tampoco considero que el art. 4 del decreto 264/02 incurra en un exceso de
reglamentación, pues como apuntó Etala en la obra antes citada, el vocablo “indemnización” en el
texto de la ley está tomado como nombre genérico comprensivo de todas las especies, tipos o
rubros de carácter indemnizatorio que nazcan con motivo del despido. Y agrega que
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gramaticalmente, el singular, además de aludir muchas veces a un solo ejemplar de la clase en
cuestión, puede también referirse al conjunto total de objetos incluidos en ella, con la cual resulta
equiparable con el plural. Adviértase, que el empleador que despide sin causa al trabajador al menos
debe pagar la indemnización por antigüedad y la de preaviso, a la que se adiciona la integración del
mes de despido, para los trabajadores ingresados antes de la vigencia de la ley 25.013.En consecuencia, considero que tanto el art. 16 de la ley 25.561 y los
decretos reglamentarios no son inconstitucionales, por lo que corresponde desestimar el planteo de
la demandada.
En cuanto al reclamo fundado en la Ley Nacional de Empleo, parcial
acogida tendrá en esta instancia. En efecto, corresponde desestimar el reclamo por la indemnización
establecida en los arts. 9 y 10 de la ley citada, toda vez que no se ha dado cumplimiento a o
dispuesto por el art. 11 inc. B) de la ley 24.013 que exige que el trabajador remite a la AFIP copia de
la intimación formulada dentro de las 24 horas hábiles siguientes de practicada la misma. En cambio,
concuerdo con la Sala X de la CNAT, cuando dispone que “La falta de cumplimiento de la exigencia
prevista en el art. 11 inc. B) (agregada por el art. 47 de la ley 25345) sólo puede traer como
consecuencia la pérdida del derecho a obtener cualquiera de las multas previstas en los arts. 8, 9 o
10 de la ley 24.013, pero en modo alguno obsta a la procedencia de la duplicación a que alude el art.
15 de esta última norma, en tanto –como ha sucedido en el caso concreto- se hubiera cursado la
intimación dirigida al empleador, de manera plenamente justificada” (conf. CNAT, Sala X, Expte
8297/01 Sent. 10787 del 27-6-02, en autos “Milessi, Juan c/Teb S.R.L y otros s/despido”). En el
presente supuesto, el actor intimó la registración de la relación laboral mediante el TCL 55631496
del 9-4-02, y recién comunicó tal circunstancia a la AFIP el 21-2-02 mediante la CD Nº 4524486634,
por lo cual corresponde desestimar las indemnizaciones de los arts. 9 y 10 pero acoger la prevista
en el art. 15 de la misma.
También corresponde desestimar el reclamo fundado en el art. 80 de la
L.C.T (texto según art. 45 ley 25.345), por cuanto no ha dado cumplimiento a lo dispuesto por el art.
3 del decreto 146/01, que recién habilita al trabajador a formular la intimación prevista en el art. 80
de la L.C.T., si el empleador no hiciera entrega de los certificados dispuestos en dicha norma, dentro
de los 30 días de haberse extinguido, por cualquier causa, el vínculo laboral. Demás está decir que
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esta indemnización incluye cualquier perjuicio que la falta de entrega de dichos certificados pudiera
generarle al trabajador. No obstante ello, la demandada deberá acompañar los correspondientes
certificados de trabajo y aportes provisionales.
Igual suerte correrá el reclamo por las sanciones conminatorias establecidas
en el art. 132 bis de la L.C.T (texto según art. 43 ley 25.345), toda vez que no se ha dado
cumplimiento a lo dispuesto por el art. 1 del decreto 146/01 que supedita la procedencia de tales
sanciones a que el trabajador intime por el plazo de 30 días la integración de los aportes omitidos.
En cuanto a la responsabilidad de la codemandada Maraco S.R.L., me
adelanto a concluir que será condenada solidariamente con la empleadora, pues a mi criterio se
encuentran configurados los extremos previstos por el art. 31 de la L.C.T. En efecto, de la copia del
estatuto social de Maraco S.R.L (ver fs. 318-322) y de Reconquista Suite S.R.L (ver fs. 333-341) se
infiere que se trataba de empresas familiares que tenían un socio en común que, además, era socio
gerente de ambas, esto es, el codemandado Marcos Héctor Attar Cohen. Por otro lado el domicilio
real de Reconquista Suite S.R.L es Reconquista 602 (ver fs. 190), cuya titularidad detenta Maraco.
Asimismo, el testigo Otero indicó que conocía a esta persona jurídica porque era la oficina que
estaba al lado del hotel, y fue el lugar donde se reunió para arreglar las tratativas del ingreso al hotel
como gerente general. En idéntico sentido se expidió la testigo Ibarra (ver fs. 386-387), quien refirió
también que el dueño de Maraco era Attar Cohen. Por su parte, Bach (ver fs. 424-425) expresó que
el actor lo entrevistó para ingresar al hotel Reconquista en la oficina sita en Pueyrredón y Corrientes,
que después el testigo averiguó que pertenecía a Maraco. Adviértase que el domicilio indicado por el
testigo coincide con el real denunciado por la persona jurídica en la contestación de demanda (ver
fs. 161).De todo lo expuesto, se deduce que ambas empresas conformaban un
conjunto económico de carácter permanente. No escapa a la suscripta que para extender la
responsabilidad en los términos del art. 31 de la L.C.T., se requiere la acreditación de elemento
subjetivo, esto es, la existencia de maniobras fraudulentas o conducción temeraria, pero ese
extremo ha sido debidamente demostrado en la causa. En primer lugar, se aprecia la existencia de
dos contratos de locación, ambos autenticados por el mismo escribano aunque en fechas distintas.
Así a fs. 420 y 423 el escribano Simón Lisman reconoció la autenticidad de los contratos cuyas
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copias lucen a fs. 105-108 y 156-158. El primero de ellos está fechado el 6-8-98 y fue autenticado el
día siguiente, y el alquiler fue fijado en la irrisoria suma de $1.200. El segundo, que recién fue
autenticado el 4-7-02, esto es, después de la iniciación de la presente demanda, estableció un
alquiler de $25.000, y parece más un instrumento destinado a regularizar una situación que resulta
inexplicable, salvo que ambas empresas constituyeran simples pantallas para darle marco legal a
una relación ficticia, que en realidad encubría a una misma persona física. A ello hay que sumarle, el
hecho de que Reconquista Suite S.R.L se trata de una sociedad infracapitalizada, ya que posee una
capital social de $4.000, lo cual no se compadece con su actividad que era la explotación de un hotel
4 estrellas. Además, el perito contador informó que a fs. 635 que las personas físicas codemandadas
vendieron la sociedad a Roberto Ramón Volante y Cecilia del Carmen Arévalo por la suma de
$4.000, importe que no resiste el menor análisis. Es cierto que en la actualidad esa empresa no
tiene actividad alguna, como lo sostuvo la demandada al impugnar la pericia contable (ver. Fs. 655658), pero ello también se debe a una nueva maniobra pergeñada por uno de los titulares de la
persona jurídica, ya que los testigos fueron contestes en señalar que creó una nueva empresa que
actualmente explota el hotel (Vivayo) y que los mismos fueron obligados a renunciar a Reconquista
Suite para poder ser contratados por la nueva entidad. Por todo lo expuesto, considero que la
condemandada Maraco S.R.L deberá responder solidariamente por la totalidad de la deuda.
En lo que respecta al pedido de extensión de la responsabilidad a los socios
gerentes, considero oportuno efectuar previamente algunas reflexiones. En primer lugar, la actora
invocó como sustento de su pretensión las previsiones del art. 54 tercer párrafo de la ley de
sociedades que expresamente prevé “La actuación de la sociedad que encubra la consecución de
fines extrasocietarios, constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o
para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la
hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados”. De la
lectura del mentado texto se infiere que el artículo regula dos situaciones bien distintas. La primera
se verifica cuando la sociedad encubra fines extrasocietarios, lo que importa que la misma fue
creada para el cumplimiento de fines distintos a los dispuestos por el art. 1 de la L.S.C., lo cual no
se aplica a la irregularidad registral, pues para ello, habría que acreditar que la sociedad fue creada
con el único propósito de tener personal parcialmente en negro. La segunda situación se da cuando
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la sociedad constituye un “mero recurso para violar la ley, el orden público, o la buena fe o para
frustrar derechos de terceros es decir, cuando la misma es sólo una pantalla utilizada por los socios
o controladores par el cumplimiento de intereses particulares, distintos de los sociales. El registrar
sólo en forma parcial la relación laboral, es un acto ilícito pero no deja de ser un acto dispuesto en
cumplimiento del interés social y no particular de cada uno de los socios. Además, existen otros
remedios legales tendientes a sancionar este tipo de conductas, como por ejemplo las multas
previstas en la L.N.E., cuya procedencia fue admitida anteriormente. Por otra parte, si la ley hubiera
querido sancionar a los socios en forma personal por tales hechos, lo hubiera contemplado
expresamente, razón por la cual no procede la extensión de condena por la simple circunstancia de
revestir los demandados el carácter de socios.
Sin embargo, de la copia del contrato social acompañado por la I.G.J a fs.
333-341 surge que la administración de la sociedad está a cargo de dos de los socios, Marcos
Héctor Attar Cohen y Alberto Fabián Attar Cohen quienes son designados gerentes. En
consecuencia, resulta aplicable el art. 157 de la L.S.C cuyo párrafo tercero pone en cabeza de los
gerentes los mismos derechos, obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades que los directores
de la sociedad anónima. A su vez, el cuarto párrafo establece que los mismos serán responsables
individual o solidariamente, según la organización de la gerencia y la reglamentación de su
funcionamiento establecidas por el contrato; el cual culmina previendo que son de aplicación las
disposiciones relativas a la responsabilidad de los directores cuando la gerencia fuere colegiada.
Esta última parte, nos remite indefectiblemente al art. 274 de la L.S.C que justamente establece la
responsabilidad ilimitada y solidaria de los directores por el mal desempeño de su cargo, según el
criterio del art. 59, así como por violación de la ley, el estatuto o el reglamento y por cualquier otro
daño producido por dolo, abuso de facultades o culpa grave. Pero, conviene destacar, que esta
disposición no permite inferir que deba extenderse la condena en forma generalizada a la totalidad
de los gerentes, sino sólo al que tuvo participación en el hecho ilícito.
En el presente caso, tanto de la propia demanda como de la prueba
testimonial surge que el codemandado Marcos Héctor Attar Cohen era el que en realidad
administraba y dirigía ambas empresas. Así, era él a quien el actor dirigía las cartas, era el que
tomaba las decisiones en la persona jurídica, el que contrataba al personal; sin que se haya
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acreditado que los restantes codemandados tuvieran incidencia alguna en la dirección de la
empresa. Cabe destacar que la situación procesal en que se encuentra el codemandado Luis Attar
Cohen no es suficiente para extenderle la responsabilidad, ya que ni siquiera ocupaba ningún cargo
gerencial en la demandada. En consecuencia, corresponde rechazar la demanda contra Adrián
Gustavo, Alberto Fabián y Luis Marcelo Attar Cohen.
Por último, conviene destacar que la responsabilidad solidaria e ilimitada del
socio gerente que actuó en el acto ilícito, no abarca la totalidad de la deuda salarial mantenida por la
demandada con la accionante, sino sólo aquellas obligaciones que se hubieran generado como
consecuencia de su obrar violatorio de la ley. Esto significa, que el codemandado deberá responder
por las indemnizaciones legales por despido incausado, por la indemnización establecida en el art. 2
de ley 25323, en el art. 16 de la ley 25.561 y por las indemnizaciones previstas en el L.N., no así por
los haberes adeudados, S.A.C prop. y vacaciones no gozadas, toda vez que las mismas se
hubieran devengado independientemente de la conducta ilícitaz del socio gerente.
A fin de fijar el monto de condena, tendré en cuenta la remuneración
percibida por el trabajador mediante recibo de haberes ($3.414), a la que se le deberá adicionar la
suma de $1.000 en concepto de facturación, lo que arroja un total de $ 4.414. Por lo tanto, la
demanda prosperará por los siguientes conceptos: 1) Abril/02: $ 4.414; 2) Mayo e integración mes
de despido: $ 4.414; 3) Preaviso: $ 4.414; 4) S.A.C s/preaviso: $ 367; 5) Vac. No gozadas: $ 819; 6)
S.A.C prop. y s/integración: $ 1.839; 7) Indemnización por antigüedad: $ 17.656; 8) Art. 2 ley
25.323: $ 13.242; 9) Art. 15 L.N.E.: $ 26.484; 10) Art. 16 ley 25.561: $ 26.484; TOTAL: $ 100.133.
En consecuencia, el actor será acreedor de la suma de $100.133, con más
los intereses según la tasa de interés activa fijada por le Banco de la Nación Argentina para el
otorgamiento de préstamos, según la planilla que difundirá la Prosecretaría General de la C.N.A.T.,
desde que cada suma fue debida y hasta su efectivo pago. Para las fracciones de período mensual
que se halle en curso, se aplicará el promedio del mes anterior (conf. Acta CNAT 2357 del 7/5/02 y
Resolución de Cámara Nº 8 del 30-5-02). Cabe destacar, que el codemandado Marcos Héctor Attar
Cohen deberá responder solidariamente por la suma de $ 93.061 que resulta del restar al importe
total los rubros 1, 5 y 6.
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En lo que respecta al planteo de inconstitucionalidad de los arts. 7 y 10 de la
ley 23.928 y art. 4 de la ley 25.561, me adelanto a concluir que el mismo no habrá de prosperar. En
este sentido el Alto Tribunal ha sostenido que las leyes que aluden a emergencias son la expresión
jurídica de un estado de necesidad generalizado cuya existencia y gravedad corresponde analizar al
Congreso de manera privativa, sin que los órganos judiciales puedan revisar su decisión ni la
oportunidad de la medida que escoja para remediar aquellas situaciones, siempre que los métodos
resulten razonables (Fallos 200:450; 205:71; etc).
Sin perjuicio de lo expuesto, y cuando la cuestión planteada es propia de política legislativa y
económica, cabe señalar que si bien la paridad cambiaria entre el peso y el dólar que rigió en
nuestro país durante once años, pudo haber tenido como fin dar certeza y estabilidad a las
relaciones entabladas, lo cierto es que la sujeción de nuestra moneda con alguna otra, no está
necesariamente relacionada con la pérdida del poder adquisitivo de la misma, y de su valor como tal.
Otra cosa distinta es, justamente la pérdida del poder adquisitivo de la moneda, y el proceso
inflacionario que luego de una década, comienza a apreciarse en nuestro país, y en ese caso,
conviene destacar existen distintos mecanismos para remediar tal desfasaje, no siendo el único
previsto, la actualización monetaria, que se encuentra vedada por ley. Y hoy por hoy considero
prematuro la utilización de mecanismos indexatorios, pues la pérdida adquisitiva se puede corregir,
al menos por el momento, con la tasa activa implementada por la CNAT; por lo que corresponde
desestimar el planteo de inconstitucionalidad de los arts. 7 y 10 de la ley 23.928 y art. 4 de la ley
25.561.
Por todo lo expuesto, normas legales citadas y disposiciones de la L.C.T y
L.N.E.; FALLO: 1) Haciendo lugar a la presente demanda y condenando solidariamente a
RECONQUISTA SUITE S.R.L y a MARACO S.R.L a abonar al actor dentro del plazo de cinco días
la suma de PESOS CIEN MIL CIENTO TREINTA Y TRES ($ 100.133), con más los intereses según
las pautas precedentemente establecidas, de los cuales $ 93.061 lo hará también en forma solidaria
con el codemandado MARCOS HECTOR ATTAR COHEN. Costa a los codemandados vencidos.
Regúlense los honorarios de la representación letrada de la parte actora, codemandada Reconquista
Suite S.R.L, codemandada Maraco S.R.L, codemandado Marcos Héctor Attar Cohen y perito
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contador en el 15%, 12%, 12%, 12% y 6% respectivamente, todos sobre el monto de condena, con
más los intereses correspondientes (Conf. Arts. 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13 de la ley 24.432). Intímese a
las demandadas para que dentro del plazo de cinco días acompañen los certificados de trabajo y
aportes provisionales, bajo apercibimiento de aplicar una multa de $ 5 por cada día de demora. 2)
Rechazando la demanda interpuesta por JLF contra Adrián Gustavo Attar Cohen, Alberto Fabián
Attar Cohen y Luis Marcelo Attar Cohen. Con costas (Conf. Art. 68 CPCCN).
Regúlense
los
honorarios de la representación letrada del codemandado Adrián Gustavo Attar Cohen y Alberto
Fabián Attar Cohen en la suma de $ 10.000 y $ 10.0000 respectivamente, a valores actuales, los
que devengarán intereses de la tasa activa fijada por el Banco de la Nación Argentina, en caso de
mora. Cópiese, regístrese, notifíquese y previa citación de la Sra. Representante del Ministerio
Público, archívese.
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CITAS LEGALES (continuación):
L.S. “. Art. 1. Concepto. Tipicidad. Habrá sociedad comercial cuando dos o más personas en forma
organizada, conforme a uno de los tipos previstos en esta ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la
producción o intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas.”
L.S “(3) DE LOS ÓRGANOS SOCIALES).. Art. 157.– Gerencia: designación. La administración y
representación de la sociedad corresponde a uno o más gerentes, socios o no, designados por tiempo
determinado o indeterminado en el contrato constitutivo o posteriormente. Podrá elegirse suplentes para casos
de vacancia.
Gerencia plural. Si la gerencia es plural, el contrato podrá establecer las funciones que a cada gerente
compete en la administración o imponer la administración conjunta o colegiada. En caso de silencio se entiende
que pueden realizar indistintamente cualquier acto de administración.
Derechos y obligaciones
Los gerentes tienen los mismos derechos, obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades que los directores de
la sociedad anónima. No pueden participar, por cuenta propia o ajena, en actos que importen competir con la
sociedad, salvo autorización expresa y unánime de los socios.
Responsabilidad. Los gerentes serán responsables individual o solidariamente, según la organización de la
gerencia y la reglamentación de su funcionamiento establecidas por el contrato. Si una pluralidad de gerentes
participaron en los mismos hechos generadores de responsabilidad, el juez puede fijar la parte que a cada uno
corresponde en la reparación de los perjuicios, atendiendo a su actuación personal. Son de aplicación las
disposiciones relativas a la responsabilidad de los directores cuando la gerencia fuere colegiada.
Revocabilidad
No puede limitarse la revocabilidad, excepto cuando la designación fuere condición expresa de la constitución
de la sociedad. En este caso se aplicará el art. 129 , segunda parte, y los socios disconformes tendrán derecho
de receso.”
L.S. Art. 274.– “Mal desempeño del cargo. Los directores responden ilimitada y solidariamente hacia la
sociedad, los accionistas y los terceros, por el mal desempeño de su cargo, según el criterio del art. 59, así
como por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento y por cualquier otro daño producido por dolo, abuso
de facultades o culpa grave.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, la imputación de responsabilidad se hará atendiendo a la
actuación individual cuando se hubieren asignado funciones en forma personal de acuerdo con lo establecido en
el estatuto, el reglamento o decisión asamblearia. La decisión de la asamblea y designación de las personas
que han de desempeñar las funciones deben ser inscriptas en el Registro Público de Comercio como requisito
para la aplicación de lo dispuesto en este párrafo.
Exención de responsabilidad
Queda exento de responsabilidad el director que participó en la deliberación o resolución o que la conoció, si
deja constancia escrita de su protesta y diere noticia al síndico antes de que su responsabilidad se denuncie al
directorio, al síndico, a la asamblea, a la autoridad competente, o se ejerza la acción judicial.”
Art. 18. C.C. “Los actos prohibidos por las leyes son de ningún valor, si la ley no designa otro efecto para el
caso de contravención.”
Art. 513. C.C. “El deudor no será responsable de los daños e intereses que se originen al acreedor por falta de
cumplimiento de la obligación, cuanto éstos resultaren de caso fortuito o fuerza mayor, a no ser que el deudor
hubiera tomado a su cargo las consecuencias del caso fortuito, o éste hubiere ocurrido por su culpa, o hubiese
ya sido aquel constituido en mora, que no fuese motivada por caso fortuito, o fuerza mayor.”
Art. 1044 C.C. “Son nulos los actos jurídicos en que los agentes hubiesen procedido con simulación o fraude
presumido por la ley, o cuando fuese prohibido el objeto principal del acto, o cuando no tuviese la forma
exclusivamente ordenada por la ley, o cuando dependiese para su validez de la forma instrumental, y fuesen
nulos los respectivos instrumentos.”
Art. 1050 C.C. “La nulidad pronunciada por los jueces vuelve las cosas al mismo o igual estado en que se
hallaban antes del acto anulado.”
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CITAS LEGALES (continuación):
Art. 8. Ley 24013 (LE). “El empleador que no registrare una relación laboral abonará al trabajador afectado una
indemnización equivalente a una cuarta parte de las remuneraciones devengadas desde el comienzo de la
vinculación, computadas a valores reajustados de acuerdo a la normativa vigente.
En ningún caso esta indemnización podrá ser inferior a tres veces el importe mensual del salario que resulte de la
aplicación del artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo (t.o. 1976).”
Art. 9. Ley 24013 (LE). “El empleador que consignare en la documentación laboral una fecha de ingreso
posterior a la real, abonará al trabajador afectado una indemnización equivalente a la cuarta parte del importe de
las remuneraciones devengadas desde la fecha de ingreso hasta la fecha falsamente consignada, computadas a
valores reajustados de acuerdo a la normativa vigente.”
Art. 10. Ley 24013 (LE). “El empleador que consignare en la documentación laboral una remuneración menor
que la percibida por el trabajador, abonará a éste una indemnización equivalente a la cuarta parte del importe de
las remuneraciones devengadas y no registradas, debidamente reajustadas desde la fecha en que comenzó a
consignarse indebidamente el monto de la remuneración.”
Art. 11. Ley 24013 (LE). “Las indemnizaciones previstas en los artículos 8°, 9° y 10 procederán cuando el
trabajador o la asociación sindical que lo representen cumplimente en forma fehaciente las siguientes acciones:
a. intime al empleador a fin de que proceda a la inscripción, establezca la fecha real de ingreso o el verdadero
monto de las remuneraciones, y b. proceda de inmediato y, en todo caso, no después de las 24 horas hábiles
siguientes, a remitir a la Administración Federal de Ingresos Públicos copia del requerimiento previsto en el inciso
anterior.
Con la intimación el trabajador deberá indicar la real fecha de ingreso y las circunstancias verídicas que permitan
calificar a la inscripción como defectuosa. Si el empleador contestare y diere total cumplimiento a la intimación
dentro del plazo de los treinta días, quedará eximido del pago de las indemnizaciones antes indicadas.
A los efectos de lo dispuesto en los artículos 8°, 9° y 10 de esta ley, solo se computarán remuneraciones
devengadas hasta los dos años anteriores a la fecha de su entrada en vigencia.”
Art. 15. Ley 24013 (LE). “Si el empleador despidiere sin causa justificada al trabajador dentro de los dos (2) años
desde que se le hubiere cursado de modo justificado la intimación prevista en el artículo 11, el trabajador
despedido tendrá derecho a percibir el doble de las indemnizaciones que le hubieren correspondido como
consecuencia del despido. Si el empleador otorgare efectivamente el preaviso, su plazo también se duplicará.
La duplicación de las indemnizaciones tendrá igualmente lugar cuando fuere el trabajador el que hiciere denuncia
del contrato de trabajo fundado en justa causa, salvo que la causa invocada no tuviera vinculación con las
previstas en los artículos 8, 9 y 10, y que el empleador acreditare de modo fehaciente que su conducta no ha
tenido por objeto inducir al trabajador a colocarse en situación de despido.”
Art. 31. Ley 24013 (LE). “Los contratos de trabajo que se celebren bajo las modalidades reguladas en este
capítulo, salvo el contrato de trabajo de temporada, deberán instrumentarse por escrito y entregarse copias al
trabajador y a la asociación sindical que lo represente, en el plazo de treinta (30) días. Dentro de este mismo
plazo, el empleador deberá registrar los contratos celebrados bajo las modalidades promovidas en el registro
previsto en el artículo 18, inciso b).”
Art. 80. Ley 24013 (LE). “Si la empresa de servicios eventuales fuera sancionada con la cancelación de la
habilitación para funcionar, la caución no será devuelta y la autoridad de aplicación la destinará a satisfacer los
créditos laborales que pudieran existir con los trabajadores y los organismos de la seguridad social. En su caso, el
remanente será destinado al Fondo Nacional de Empleo. En todos los demás casos en que se cancela la
habilitación, la caución será devuelta en el plazo que fije la reglamentación.”
Ley 23928. Art. 7. (Texto según ley 25561, art. 4). “El deudor de una obligación de dar una suma determinada de
pesos cumple su obligación dando el día de su vencimiento la cantidad nominalmente expresada. En ningún caso
se admitirá actualización monetaria, indexación por precios, variación de costos o repotenciación de deudas,
cualquiera fuere su causa, haya o no mora del deudor, con las salvedades previstas en la presente ley.
Quedan derogadas las disposiciones legales y reglamentarias y serán inaplicables las disposiciones contractuales
o convencionales que contravinieren lo aquí dispuesto.”
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CITAS LEGALES (continuación):
Ley 23928. Art. 10.– (Texto según ley 25561, art. 4). “Mantiénense derogadas, con efecto a partir del 1 de abril
de 1991, todas las normas legales o reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por precios,
actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de las deudas, impuestos,
precios o tarifas de los bienes, obras o servicios. Esta derogación se aplicará aun a los efectos de las relaciones
y situaciones jurídicas existentes, no pudiendo aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal, reglamentaria,
contractual o convencional -inclusive convenios colectivos de trabajo- de fecha anterior, como causa de ajuste en
las sumas de pesos que corresponda pagar.”
Ley 20740 (LCT). Art. 56 “Remuneraciones. Facultad de los jueces En los casos en que se controvierta el monto
de las remuneraciones y la prueba rendida fuera insuficiente para acreditar lo pactado entre las partes, el Juez
podrá, por decisión fundada, fijar el importe de crédito de acuerdo a las circunstancias de cada caso.”
Ley 20740 (LCT).Art. Artículo 132 bis. “Si el empleador hubiere retenido aportes del trabajador con destino a
los organismos de la seguridad social, o cuotas, aportes periódicos o contribuciones a que estuviesen obligados
los trabajadores en virtud de normas legales o provenientes de las convenciones colectivas de trabajo, o que
resulten de su carácter de afiliados a asociaciones profesionales de trabajadores con personería gremial, o de
miembros de sociedades mutuales o cooperativas, o por servicios y demás prestaciones que otorguen dichas
entidades, y al momento de producirse la extinción del contrato de trabajo por cualquier causa no hubiere
ingresado total o parcialmente esos importes a favor de los organismos, entidades o instituciones a los que
estuvieren destinados, deberá a partir de ese momento pagar al trabajador afectado una sanción conminatoria
mensual equivalente a la remuneración que se devengaba mensualmente a favor de este último al momento de
operarse la extinción del contrato de trabajo, importe que se devengará con igual periodicidad a la del salario
hasta que el empleador acreditare de modo fehaciente haber hecho efectivo el ingreso de los fondos retenidos.
La imposición de la sanción conminatoria prevista en este artículo no enerva la aplicación de las penas que
procedieren en la hipótesis de que hubiere quedado configurado un delito del derecho penal.”
Ley 20740 (LCT) Art. 232 “Indemnización sustitutiva. La parte que omita el preaviso o lo otorgue de modo
insuficiente deberá abonar a la otra una indemnización sustitutiva equivalente a la remuneración que
correspondería al trabajador durante los plazos señalados en el artículo 231. A los contratos celebrados a partir
de la vigencia de la Ley 25013 (3/10/98), se aplica el Régimen del Capitulo II de la mencionada norma.”
Ley 20740 (LCT) Art. 233 . “Los plazos del artículo 231 correrán a partir del día siguiente al de la notificación del
preaviso. Cuando la extinción del contrato de trabajo dispuesta por el empleador se produzca sin preaviso y en
fecha que no coincida con el último día del mes, la indemnización sustitutiva debida al trabajador se integrará con
una suma igual a los salarios por los días faltantes hasta el último día del mes en el que se produjera el despido.
La integración del mes de despido no procederá cuando la extinción se produzca durante el período de prueba
establecido en el artículo 92 bis.” (texto conf. ley 25877).
Ley 20740 (LCT Art. 245. Indemnización por Despido sin Justa Causa. “En los casos de despido dispuesto por
el empleador sin justa causa, habiendo o no mediado preaviso, éste deberá abonar al trabajador una
indemnización equivalente a UN (1) mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de TRES (3)
meses, tomando como base la mejor remuneración mensual, normal y habitual devengada durante el último año
o durante el tiempo de prestación de servicios si éste fuera menor.
Dicha base no podrá exceder el equivalente de TRES (3) veces el importe mensual de la suma que resulte del
promedio de todas las remuneraciones previstas en el convenio colectivo de trabajo aplicable al trabajador, al
momento del despido, por la jornada legal o convencional, excluida la antigüedad. Al MINISTERIO DE
TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL le corresponderá fijar y publicar el promedio resultante, juntamente
con las escalas salariales de cada Convenio Colectivo de Trabajo.
Para aquellos trabajadores excluidos del convenio colectivo de trabajo el tope establecido en el párrafo anterior
será el del convenio aplicable al establecimiento donde preste servicios o al convenio más favorable, en el caso
de que hubiera más de uno.
Para aquellos trabajadores remunerados a comisión o con remuneraciones variables,será de aplicación el
convenio al que pertenezcan o aquel que se aplique en la empresa o establecimiento donde preste servicios, si
éste fuere más favorable.
El importe de esta indemnización en ningún caso podrá ser inferior a UN (1) mes de sueldo calculado sobre la
base del sistema establecido en el primer párrafo.” (texto conf. ley 25877).
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CITAS LEGALES (continuación):
Ley 20744 Cap V(De la extinción del contrato de trabajo por fuerza mayor o por falta o disminución de
trabajo). Art. 247 “Monto de la indemnización En los casos en que el despido fuese dispuesto por causa de
fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador fehacientemente justificada, el
trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización equivalente a la mitad de la prevista en el artículo 245 de
esta ley. En tales casos el despido deberá comenzar por el personal menos antiguo dentro de cada especialidad.
Respecto del personal ingresado en un mismo semestre, deberá comenzarse por el que tuviere menos cargas de
familia, aunque con ello se alterara el orden de antigüedad.”
Ley 25561. LEY DE EMERGENCIA ECONOMICA. .Art. 4. “Modifícase el texto de los artículos 3°, 4°, 5°, 6°, 7° y
10 de la Ley N° 23.928 y su modificatorio, que quedarán redactados del siguiente modo…(ver. Texto completo
actualizado de la ley 23928, modificado por esta ley, citada en su parte pertinente para este fallo).”
Ley 25561. LEY DE EMERGENCIA ECONOMICA. .Art. 16. “Suspéndese la aplicación de la Ley N° 25.557, por el
término de hasta NOVENTA (90) días. Por el plazo de CIENTO OCHENTA (180) días quedan suspendidos los
despidos sin causa justificada. En caso de producirse despidos en contravención a lo aquí dispuesto, los
empleadores deberán abonar a los trabajadores perjudicados el doble de la indemnización que les
correspondiese, de conformidad a la legislación laboral vigente.”
Dec. 264/02. Art. 4° “La duplicación prevista en el artículo 16 de la Ley N° 25.561 comprende todos los rubros
indemnizatorios originados con motivo de la extinción del contrato de trabajo.”
Dec. 214/02. ART. 5° “Lo dispuesto en el artículo precedente, no deroga lo establecido por los artículos 7° y 10 de
la ley N° 23.928 en la redacción establecida por el Artículo 4° de la ley N° 25.561. Las obligaciones de cualquier
naturaleza u origen que se generen con posterioridad a la sanción de la ley N° 25.561, no podrán contener ni ser
alcanzadas por cláusulas de ajuste.”
Ley 25323. Art. 2. “Cuando el empleador, fehacientemente intimado por el trabajador, no le abonare las
indemnizaciones previstas en los arts. 232, 233 y 245 de la ley 20744 (t.o. en 1976) y los arts. 6 y 7 de la ley
25013, o las que en el futuro las reemplacen, y, consecuentemente, lo obligare a iniciar acciones judiciales o
cualquier instancia previa de carácter obligatorio para percibirlas, éstas serán incrementadas en un 50%.
Si hubieran existido causas que justificaren la conducta del empleador, los jueces, mediante resolución fundada,
podrán reducir prudencialmente el incremento indemnizatorio dispuesto por el presente artículo hasta la eximición
de su pago.”
Dec. 146/2001. Art. 3. (Reglamentación del art. 45 de la ley 25345, que agrega el último párrafo al art. 80 de
la Ley de Contrato de Trabajo). “El trabajador quedará habilitado para remitir el requerimiento fehaciente al que
se hace alusión en el artículo que se reglamenta, cuando el empleador no hubiere hecho entrega de las
constancias o del certificado previstos en los aps. 2 y 3 del art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo 20744 (t.o. por
decreto 390/1976 ) y sus modifs., dentro de los treinta (30) días corridos de extinguido, por cualquier causa, el
contrato de trabajo.”
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COMENTARIO AL FALLO:
Algunas consideraciones merece el presente fallo, que adelantamos fue confirmado por la Cámara laboral en su
aspecto sustancial. En primer lugar ha de decirse que a este tipo de reclamo (demanda) no se le aplica el
convenio colectivo respectivo. Recordemos que en la hotelería rigen dos convenios colectivos, actualmente son
el CCT Nro. 389/04 y 362/03, que han reemplazado respectivamente a los convenios Nro. 125/90 y 130/90. Es
decir no se aplica el convenio 389/04 o el viejo 125/90, a personal que desempeñe funciones gerenciales o a
personal jerárquico no comprendido en las categorías del convenio.
Es interesante resaltar que el reclamo deviene de un despido injustificado o incausado. Que acreditada la
relación laboral el empleado a reclamado la indemnización prevista en la LCT más la aplicación de las sanciones
y multas previstas en las leyes laborales. También es cierto que ese régimen de sanciones (ante
incumplimientos del empleador) tiene un procedimiento que debe ser respetado. El fallo se encarga de resaltar
que para despedir o para suspender a un empelado es necesario seguir lo que se llama “procedimiento de crisis”
–procedimiento previsto en la propia ley de empleo.
En otro orden de ideas es importante ver el análisis que ha hecho el juez al determinar y vislumbrar que detrás
COMENTARIO AL FALLO (continuación):
de la pantalla utilizada por los demandados se encubría una única realidad, cual es que se trataba de una
empresa familiar que utilizaba la creación de personas jurídicas para simular actos, y en el caso
concreto para evadir las normas laborales.
Téngase presente que la excepción prevista en el art. 247 de la LCT no es genérica sino que la falta o
disminución del trabajo debe ser en el caso concreto y que, aval de ello es la realización de un
procedimiento de crisis, tal como la ley 24013 lo prevé y exige.
También es importante resaltar que en ciertos casos las personas que representan a las personas
jurídicas pueden llegar a ser responsables de los actos de las sociedades que ellos forman, aunque sólo
habrán de responde aquellos que han tenido una participación directa en el ilícito, o un grado de
decisión en la sociedad, en el caso el socio gerente.
También que ese socio gerente responderá por algunos rubros reclamados, es decir de las obligaciones
que se hubieran generado como consecuencia de su accionar (así excluye a los haberes adeudados, a las
vacaciones no gozadas, al SAC proporcional).
En lo que respecta a la normativa que duplica o duplicaba al indemnización frente al despido, es bueno
resaltar que el juez no declaró su inconstitucionalidad, atento a que es sabido que el mérito y
conveniencia de una normativa es privativo del Congreso, en tanto no sea irrazonable el dictado de esa
norma.
Finalmente, en lo que hace a la inconstitucionalidad de la ley 23928, ley de convertibilidad, es
interesante ver como no la declara inconstitucional, (con la reforma hecha de la ley 25561), aunque
reconoce la existencia de inflación, denegando la indexación o actualización de capital, pero
imponiendo intereses mas fuertes (como los utilizados en materia comercial), para compensar de alguna
manera la depreciación monetaria provocada por la inflación incipiente.
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FALLO DE SEGUNDA INSTANCIA. CUASA NOR. 18.238/2002.- JLF c/RECONQUISTA PLAZA SUITE
S.R.L Y OTROS s/DESPIDO.
En la ciudad de Buenos Aires, Capital de la República Argentina, a 17 de junio de 2005 reunidos en la sala
de Acuerdos los señores miembros integrantes del tribunal, a fin de considerar el recurso deducido contra la
sentencia apelada, se procede a oír las opiniones de los presentes en el orden de sorteo practicado al efecto,
resultando así la siguiente opinión de fundamentos y votación.
El doctor Guibourg dijo:
Contra la sentencia de la instancia anterior, que acogió parcialmente el reclamo de
autos, se alzan las partes a tenor de los memoriales que lucen a fs. 794/797, fs. 798/801, fs. 806/810 y fs.
813/814, y merecieron réplicas de la contraria a fs. 818/820, fs. 821/823, fs. 824/827, fs. 829/830 y fs.
831/832. A su vez, el perito contador apela sus honorarios por considerarlos reducidos.
Razones de orden metodológico imponen tratar en primer término los agravios vertidos por la codemandada
Reconquista Suite S.R.L., que se queja porque la sentenciante concluye que no se verificaron la fuerza mayor
ni la disminución de trabajo invocadas y porque hizo lugar al pago de comisiones, al art. 2 de ley 25323, al art.
16 de ley 25.561 y al art. 15 de la ley 24.013.
En punto al primer tema, cabe señalar que llega a esta instancia que la demandada
despidió al actor por razones de fuerza mayor y falta de trabajo en los términos del art. 247 de la L.C.T. Esta
sala ha sostenido en reiteradas oportunidades que para que se declare la existencia del despido motivado,
que contempla el art. 247 R.C.T., el empleador debe demostrar: 1) la falta o disminución de trabajo; 2) que tal
extremo no le es imputable y se debe a circunstancias objetivas que afectaron a su actividad sin culpa o
negligencia suya; 3) que se ha respetado el orden de los despidos. Estas circunstancias no se verifican en las
presentes actuaciones tal como concluye la sentenciante.
Las impugnaciones a la prueba de libros, a las que hace referencia la recurrente,
resultan ineficaces para acreditar que la emleadora adoptase medidas tendientes a evitar la situación de crisis
invocada y, aun considerando que el experto hubiera informado el estado financiero de la empresa y éste
fuera decreciente, resultaría insuficiente para demostrar que intentó diligentemente evitarlo previendo la futura
marcha de su negocio y que adoptó –reitero- las medidas del caso. En los agravios vertidos no se controvierte
la decisión del sentenciante, ya que ni se mencionan las medidas adoptadas para revertir la situación, lo que
basta para justificar el rechazo de la queja (ver, entre otros el fallo Nª 65.011 del 30/06/93 en autos “Glinski,
José c/Gesteuner S.A” y SD Nª 64.893 del 28/06/93 in re “Herredorf, Silvia Nora c/Dade El Juri”, ambas del
registro de esta Sala).
Además, la accionada no se hace cargo de los argumentos esgrimidos por la
sentenciante acerca de que en un año hubo sólo tres empleados menos (ver fs. 782 in fine/783, primer
párrafo y prueba de libros a fs. 638, punto 11 y fs. 751, punto g) y que luego de despedir al accionante, el Sr.
Otero ocupó su lugar y cumplió idénticas tareas de gerente de hotel, hecho también corroborado por Ranni y
Rivière (ver fs. 364 y 379, respectivamente).
Por tales razones, propondré que se confirme la sentencia apelada en este aspecto.
Con relación al pago de comisiones, coincido con la sentenciante de grado acerca
de que ellas se encuentran acreditadas por la documental cuya copia luce a fs. 216 y la declaración de Otero
(ver fs. 365/367), cuya impugnación, referida a que el dicente tiene juicio pendiente contra la demandada (a la
que hace referencia el recurrente), no invalida su declaración sino impone, en su caso, analizarla con mayor
estrictez. Ahora bien, analizados los dichos a la luz de las reglas de la sana crítica (art. 386, C.P.C.C.N y art.
90, L.O.), ellos resultan convincentes para acreditar que Otero reemplazó al actor como gerente general del
hotel, que percibía una parte de su remuneración en negro y que había convenido medio punto sobre las
ganancias del hotel. Por todo lo expuesto, aunado al erróneo registro de la fecha de ingreso del actor, que
llega firme y torna aplicable la presunción prevista por el art. 55 de la L.C.T., propicio confirmar también el
fallo recurrido en cuanto tuvo por acreditado el pago de comisiones al accionante.
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La queja esgrimida en torno a la procedencia del art. 2 de lay 25.323 debe
desestimarse: la mera puesta a disposición de la liquidación final no alcanza para eximirse del agravamiento
de las indemnizaciones, ya que en su caso, debió consignar. Por otro lado, no existe elemento de juicio
alguno que acredite que haya sido la actora quien imposibilitó el pago o se negó a recibirlo, sin perjuicio de lo
cual reitero que la recurrente debió haber consignado la suma que entendía corresponder para eximirse y, tal
como lo destaca la sentenciante de grado, ni siquiera abonó la indemnización reducida dispuesta por el art.
247 de la L.C.T.
En lo que respecta a la cuestionada procedencia de la duplicación prevista en el
art. 16 de la ley 25.561 y art. 15 de la ley 24.013, la expresión de agravios debe consistir en una exposición
jurídica que contenga el análisis serio, razonado y crítico de la sentencia que se recurre, que demuestre la
errónea aplicación del derecho o la injusta valoración de la prueba producida (art. 116, segundo párrafo,
L.O.), extremos que no se ven satisfechos con las alegaciones contenidas en el memorial que examino (ver
fs. 800, apartados 4 y 5). No se indican los pretendidos errores y omisiones que se atribuyen al
pronunciamiento anterior. En efecto, respecto de las inconstitucionalidades planteadas en torno al art. 16 de la
ley 25.561 y sus normas reglamentarias, la recurrente se limita a remitir a los mismos argumentos expuestos
en el responde de modo genérico (ver fs. 194 vta., apartado VII/197 vta.) y, respecto del art. 15 de la ley
24.013, la referencia que hace dicha norma al art. 11 sólo remite a que el trabajador haya formulado la
intimación pero no a la procedencia de la norma en cuestión. Por lo demás, en ningún caso se cuestionan
específicamente las razones tenidas en cuenta por la sentenciante para fundar su decisión. En consecuencia,
corresponde declarar desierto el recurso interpuesto en este aspecto.
Seguidamente, trataré la queja esgrimida por Maraco S.R.L sobre su condena
solidaria. En primer lugar, cabe destacar que la sentenciante fundó su condena en el art. 31 de la L.C.T y de
los términos del recurso surgen agravios fundados en lo sustancial en el art. 30 de la L.C.T., supuesto disímil
del de autos. Además, la recurrente ninguna referencia hace respecto a que el domicilio de Reconquista 602,
donde funcionaba la codemandada Maraco S.R.L., que tenía la oficina lindera con el hotel donde se entrevistó
al personal. Tampoco se hace cargo de que las irregularidades que enumera la sentenciante y surgen de los
contratos de locación, por un alquiler irrisorio del hotel cuatro estrellas de $1.200 y de la irrisoria suma de
$4.000 en la que se vendió la sociedad. También llega firme que Reconquista Suite S.R.L está
infracapitalizada, puesto que su capital social es de $4.000, y que se creó una nueva empresa para explotar el
hotel, por lo que el personal tuvo que renunciar para ser contratado por ésta nueva firma, “Vivayo”. Los
hechos invocados, en torno a destacar la diversidad de objetos sociales y que cada demandada posee
personalidad jurídica propia, no desvirtúan el supuesto previsto por el art. 31 de la citada norma.
Por todo ello, coincido con la sentenciante en cuanto a que todas estas
circunstancias constituyen las maniobras fraudulentas y la conducción temeraria del grupo económico
permanente que conforman las codemandadas y expresamente previsto por el art. 31 de la L.C.T., por lo que
propongo declarar también desierto este recurso y, en consecuencia, confirmar el fallo de la anterior instancia.
Seguidamente trataré la queja vertida por el coaccionado Marcos Héctor Attar
Cohen en relación con la condena solidaria establecida en la sentencia anterior.
Al respecto cabe señalar que se encuentra fuera de controversia la consideración
de la magistrado en cuanto a que la referida persona física codemandada es socio gerente y administrador de
las sociedades codemandadas y que la relación laboral se hallaba parcialmente registrada en los libros de las
codemandadas.
Tal como sostuviera este Tribunal (SD Nª 73.685 del 11/04/1997 in re “Delgadillo
Linares, Adela c/ Shatell S.A y otros s/ despido), dicha conducta constituye un típico fraude laboral y
provisional, ya que tiene normalmente por objeto y efecto disminuir en forma ilegítima la incidencia del salario
normal en las prestaciones complementarias o indemnizatorias y en los aportes al sistema de seguridad
social. El registro de una falsa fecha de ingreso y el pago en negro perjudican al trabajador, que se ve privado
de aquella incidencia; al sector pasivo, que es víctima de la evasión, y a la comunidad comercial en cuanto, al
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disminuir los costos laborales, pone al autor de la maniobra en mejor condición, para competir en el mercado,
que la reservada a otros empleadores respetuosos de la ley.
Ahora bien, el art. 54 de la ley 19.550, en el último párrafo agregado por la ley
22.903, dispone: “La actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines extrasocietarios,
constituye un mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de
terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible, quienes
responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados”.
No podría decirse que la errónea fecha de ingreso y el pago en negro encubre en
este caso la consecución de fines extrasocietarios, puesto que el principal fin de una sociedad comercial es el
lucro; pero sí que constituye un recurso para violar la ley, el orden público laboral expresado en los artículos
7º, 12, 13 y 14 de la L.C.T.), la buena fe (que obliga al empresario a ajustar su conducta a lo que es propio de
un buen empleador, art. 63 de la L.C.T.) y para frustrar derechos de terceros (a saber, el trabajador, el
sistema previsional, los integrantes del sector pasivo y la comunidad empresarial, según ya se ha indicado).
En efecto, en un supuesto como el de autos, en el que el empleador registra
falsamente el vínculo laboral y abona parte del salario de modo clandestino, no existe un simple
incumplimiento legal, como sería el caso de falta de pago de salarios al trabajador, sino una destinada a
incumplir la ley (laboral, impositiva, comercial, etc.).
En este caso, existe un ardid destinado a ocultar hechos y conductas con la
finalidad de sustraer al empleador del cumplimiento de sus obligaciones legales. En la especie, se advierte
una metodología de pago generalizada encaminada a ocultar la verdadera retribución, por lo menos, de los
gerentes generales.
Por otro lado, mal puede sostenerse que el tercer párrafo del art. 54 de la ley de
sociedades sólo resulte aplicable cuando la persona jurídica ha sido creada con la única finalidad de violar la
ley y frustrar derechos de terceros, pues la sociedad formada con esa única finalidad es la que tiene objeto
ilícito, que merece una regulación propia en la citada ley de sociedades (arts. 18 y 19).
En el caso, la sociedad tiene un objeto lícito, está formalmente constituida y
también es lícita su actividad, pero en su gestión incurre en actos prohibidos por las leyes aun cuando
persiga fines sociales lucrativos, por lo cual viola el criterio de funcionalidad consagrado por el art. 2 de la ley
de sociedades.
El legislador, mediante la reforma introducida por la ley 22.903, dispuso que dichos
actos se imputen en forma directa a los socios o a los controlantes que los hicieron posibles y esta
responsabilidad por los perjuicios causados es solidaria e ilimitada, sin que sea necesaria la demostración
previa de la insolvencia del ente social (arts. 54, 59, 274 y 157 de la ley 19550; ver SD Nro. 82.960 Del Sol
Construcciones en autos “Frankenbenger, Roberto Walter c/Carmelo Sciacca e Hijos S.A y otros”, del
23.11.2001, ambas del registro de esta Sala). Así las cosas, las personas físicas coaccionadas deben
responder solidariamente .
Si bien recientemente la Corte suprema de Justicia de la Nación ha sostenido un
criterio contrario al analizar una situación análoga en los autos “Palomeque, Aldo René c/Benemeth S.A y
otro” (sentencia del 3/4/03, P. 1013, XXXVI), entiendo que las razones de economía procesal que aconsejan a
los Tribunales inferiores adaptar sus decisiones a las pautas establecidas por el máximo tribunal no resultan
suficientes para dejar de lado en la especie los razonamientos expuestos en el citado precedente “Delgadillo”,
por lo que entiendo que éstos son aplicables en autos.
Por lo hasta aquí expuesto, sugiero confirmar el fallo anterior en este aspecto.
Asimismo propicio, ante las irregularidades registrales verificadas, que
oportunamente se libren por Secretaría oficios a la Administración Federal de Ingresos Públicos, en los
términos del artículo 46 de la ley 25.345 y de conformidad con las pautas establecidas mediante resolución
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Nro. 27 de esta Cámara del 14/12/00, y al Sistema Único de Registro Laboral, según las previsiones del art.
17 de la ley 24.013.
Considero que el régimen de costas debe modificarse por entender que el actor
pudo considerarse con derecho a litigar contra los restantes codemandados, por lo que propongo imponerlas
por su orden (art. 68, segundo párrafo, C.P.C.C.N.). Las correspondientes a la alzada serán soportadas por
los demandados vencidos (art. 68, C.P.C.C. N.).
En cuanto a los honorarios de la anterior instancia, teniendo en cuenta la calidad y
la extensión de las tareas desempeñadas y lo dispuesto por las normas arancelarias vigentes, considero que
su regulación es justa, por lo que propongo su confirmación.
Voto, en consecuencia, para confirmar la sentencia de la instancia anterior,
modificar el régimen de costas que se imponen por su orden (art. 68, segundo párrafo, C.P.C.C.N.) y
confirmar las regulaciones de honorarios practicadas. Propongo que oportunamente se libren oficios a la
Administración Federal de Ingresos Públicos (art. 46, ley 25.345) y al Sistema Único de Registro Laboral (art.
17, ley 24.013). Propongo, asimismo, imponer las costas en la Alzada a cargo de los demandados vencidos
(art. 68, C.P.C.C.N.) y regular los honorarios de los profesionales firmantes de fs. 794/797, fs. 798/801, fs.
806/810 y fs. 813/814 en 25 % de lo que corresponda percibir por sus actuaciones en la instancia previa. Se
hará saber al obligado al pago del honorario de abogados y procuradores que, en caso de corresponder,
deberá adicionar al monto de la regulación el de la contribución prevista en el inc. 2) del art. 62 de la ley 1181
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se hará saber también que el obligado a afrontar las costas del
juicio deberá adicionar, en ocasión de abonar la tasa de justicia, la contribución prevista en el inciso 3 del
citado artículo 62, todo bajo apercibimiento de comunicar la situación a CASSABA (art. 80, ley 1181 de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y punto II Acordada CSJN Nº 6/05.
La doctora Porta dijo:
Que adhiere al voto que antecede por compartir sus fundamentos.
Por ello, el Tribunal Resuelve: I.- Confirmar la sentencia de la Instancia anterior en
lo principal. II.-Modificar el régimen de costas que se imponen en su orden (art. 68, segundo párrafo,
C.P.C.C.N.). III.- Confirmar las regulaciones de honorarios practicadas. IV.- Oportunamente, librar oficios a la
Administración Federal de Ingresos Públicos (art. 46, ley 25.345) y al Sistema Único de Registro Laboral (art.
17, ley 24.013). V.- Imponer las costas en la alzada a cargo de los demandados vencidos (art. 68,
C.P.C.C.N.). VI.- Regular los honorarios de los profesionales de los profesionales firmantes de fs. 794/797, fs.
798/801; fs. 806/810 y fs. 813/814 en 25% de lo que les corresponda percibir por sus actuaciones en la
instancia previa. VII.- Hacer saber al obligado al pago del honorario de abogados y procuradores que, en caso
de corresponder, deberá adicionar al monto de la regulación el de la contribución prevista en el inc. 2) del art.
62 de la ley 1181 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se hace saber también que el obligado a afrontar
las costas del juicio deberá adicionar, en ocasión de abonar la tasa de justicia, la contribución prevista en el
inciso 3 del citado artículo 62, todo bajo apercibimiento de comunicar la situación a CASSABA (art. 80, ley
1181 del Ciudad Autónoma de Buenos Aires y punto II Acordada CSJN Nº 6/05).
Regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase. Elsa Porta. Juez de Cámara. Ricardo A. Guibourg. Juez
de Cámara. Ante mí: Pablo Candal. Secretario Interino.
CITAS LEGALES: En esta instancia judicial no se hacen citas legales que deban ser agregadas o
consingnadas en este trabajo, dado que la Cámara laboral confirma el fallo apelado con idénticos fundamentos
legales.
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COMENTARIO AL FALLO:
Encontramos en este fallo de la Cámara una confirmación de lo resuelto por el juez de primera instancia, con la
salvedad de las costas en las que resultara vencido el actor por demandar y no prosperar su petición respecto
de los codemandados: Adrián Gustavo Attar Cohen, Alberto Fabián Attar Cohen y Luis Marcelo Attar Cohen.
En este tópico, la Cámara modifica la resolución que fuera apelada y deja sin efecto la condenación en costas
a la actora, entendiendo que pudo haberse creído con derecho para demandar a los codemandados mas
arriba citados. Es decir, que no obró con intención de perjudicar a los mismos y que lo hizo convencido que le
asistía el derecho para ello. Desde este punto se aparta del principio de la derrota, que condena en costas,
tomando en cuenta que estamos en el ámbito del derecho laboral, el cual guarda un principio protectorio.
Por otro lado, merece destacarse el aspecto social contemplado en este fallo de alzada, a la luz de la
apreciación que hacen los jueces superiores en lo que respecta a la falta de aportes a consecuencia de la no
registración o registración incompleta. Recordemos que en el caso: hubo o existió una doble falta de
registración, la una en lo que hace al tiempo o período trabajado, dado que ello incide sobre la antigüedad del
trabajador, la segunda en lo que respecta a la consignación del salario del empleado por debajo de lo que
verdaderamente percibía como remuneración.
Es que sin duda hay una evasión a la ley de la seguridad social, en un aspecto individual y también en un
aspecto social, atento a que el sistema de la seguridad social, es verdaderamente un sistema en donde la falta
de aportes (por la tardía registración) o el deficiente aporte (por la consignación de un salario menor al real),
hace que esos ingresos o aportes no ingresen a un sistema que se reparte entre todos los trabajadores y en
particular entre los trabajadores que no están en actividad, y que necesitan de esos aportes para gozar de sus
beneficios sociales. Es que en esos beneficios sociales encontramos a las jubilaciones, las pensiones y los
sistemas de salud para los que se encuentran en situación de retiro o pasiva, los cuales dependen de los
aportes del sector activo es decir de los trabajadores a través de sus empleadores que ingresan ese dinero al
sistema para que este lo reparta. En este sentido es que también existe una defraudación individual y social, es
decir al sistema mismo de la seguridad social.
6) CONTRATO DE TRABAJO. Trabajo eventual. Artículos 29 y 99 de la ley de contrato de
trabajo/ Artículos 75 y 77 a 80 de la ley 24.013/Decreto 342/92 /Carga de la prueba /Empresa
usuaria y prestataria /Responsabilidad solidaria.
1. El artículo 75 de la ley 24.013 (DT, 1991-B, 2333) cuando modifica el art. 29 de la ley de contrato
de trabajo (DT, 1976-238), establece que los trabajadores contratados por empresas de servicios
eventuales habilitados por autoridad competente para desempeñarse en los términos de los arts. 99
de la ley de contrato de trabajo y 77 a 80 de la ley 24.013, serán considerados en relación de
dependencia, con carácter permanente continuo o discontinuo, con dichas empresas.
2. El último párrafo del art. 4º del dec. 342/92 (DT, 1992-A, 455) reglamenta que los trabajadores que
la empresa de servicios eventuales contrate para prestar servicios bajo la modalidad de “contrato de
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trabajo eventual”, serán considerados vinculados a la empresa de servicios eventuales por un
contrato de trabajo de trabajo permanente discontinuo.
3. Los artículos 29 de la ley de contrato de trabajo y 77 a 80 de la ley 24.013 (DT, 1976-238; 1991-B,
2333) no habilitan por sí solo la modalidad de trabajo eventual, pues el art. 99 de la ley de contrato
de trabajo modificado por la ley nacional de empleo impone al empleador que pretenda que el
contrato inviste esta modalidad eventual, la carga de la prueba e su aseveración.
4. La carga que pesa sobre el empleador de probar que el contrato inviste la modalidad eventual que
invoca, no puede suplirse por la caracterización del art. 75 de la ley 24.013 (DT, 1991-B, 2333) que
tampoco obsta al principio de indeterminación el plazo establecido por el art. 90 de la ley de contrato
de trabajo (DT, 1976-238) en su inc. b) al no disponer el contrato de trabajo eventual la forma
escrita.
5. Si la demandada se encuentra habilitada para actuar como empresa de servicios eventuales y se
acredita que el actor fue contratado para una acción promocional de la empresa usuaria, delimitada
en una tiempo relativamente corto (reposición de mercaderías en un supermercado), mientras que
se demuestra asimismo que firmó un documento a través del que se le notificó la suspensión del
contrato de trabajo por tiempo determinado previsto por el art. 6º, inc. 1 del dec. 342/92 (DT, 1992-A,
455), cabo concluir que la naturaleza de la prestación requerida por la usuaria resulta demostrativa
de una necesidad meramente transitoria y permite calificar a la labor como eventual.
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CNTrab., sala II, marzo 25-999.- Chaparro, Adolfo c. Spell S.A y otro.
Buenos Aires, marzo 25 de 1999.
El doctor Bermúdez dijo:
Apela la codemandada Spell S.A la sentencia de la anterior instancia criticando el encuadre jurídico
de la vinculación habida entre las partes. A su vez la representación letrada de la parte actora apela
por bajo los honorarios regulados a su favor.
Los argumentos de la quejosa como el examen de las constancias de la causa permiten adelantar que el
cuestionamiento resultará admisible ya que el art. 75 de la ley nacional de empleo (DT, 1991-B, 2333) cuando
modifica el art. 29 de la ley de contrato de trabajo (DT, 1976-238), establece que los trabajadores contratados
por empresas de servicios eventuales habilitados por autoridad competente para desempeñarse en los
términos de los arts. 99 de la ley de contrato de trabajo y 77 a 80 de la ley 24.013, serán considerados en
relación de dependencia, con carácter permanente continuo o discontinuo, con dichas empresas. A su vez, el
último párrafo del art. 4º del dec. 342/92 (DT, 1992-A, 455) reglamenta que los trabajadores que la empresa
de servicios eventuales contrate para prestar servicios bajo la modalidad de contrato de trabajo eventual,
serán considerados vinculados a la empresa de servicios eventuales por un contrato de trabajo de trabajo
permanente discontinuo. Esta interpretación que no varía con la realizada por el recurrente, tiene su punto de
inflexión al advertirse que este último no repare o da por supuesto que las normas citadas, por sí solas
habilitan la modalidad del trabajo eventual, cuando no es así; pues el art. 99 de la ley de contrato de trabajo,
también modificado por la ley nacional de empleo, impone al empleador que pretenda que el contrato inviste
esta modalidad (eventual), la carga de la prueba de su aseveración, carga que no se encuentra suplida por la
caracterización del art. 75 de la ley nacional de empleo que tampoco obsta al principio de indeterminación del
plazo delineado por el art. 90 de la ley de contrato de trabajo, en la especie enmarcado por el inc. b) de la
citada disposición al no disponer el contrato de trabajo eventual la forma escrita. Es decir que tanto la
empresa usuaria como la de servicios, como partícipes de dicha forma de contratación deben acreditar los
presupuestos de hecho habilitantes de la modalidad, en caso de no reunirse tales extremos el trabajador es
considerado trabajador permanente de la usuaria y solidariamente responsable de los efectos de la
vinculación de la empresa de servicios por corresponsabilidad en la celebración al considerársela persona
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interpuesta (art. 29, ley de contrato de trabajo). En cambio probado el contrato de trabajo eventual, el mismo
se inserta en los particularismos y condiciones a las que alude el decreto 342/92, con exención de
responsabilidad de la usuaria.
En síntesis la ley admite a modo de excepción al principio de indeterminación del plazo, el contrato de trabajo
eventual. A su vez se admite que esta modalidad de contratación se realice a rtavés de una empresa de
servicios eventuales, considerándose a los trabajadores que se destinan a prestar servicios para terceros
empleador permanentes-discontinuos de la empresa de servicios, siempre que el motivo de la vinculación se
encuentre enmarcada en alguno de los supuestos del art. 99 de la ley de contrato de trabajo.
En la especie la actora invoca haber sido contratada como repositora en supermercados de los
productos comercializados por la empresa usuaria. La demandada por su parte le reconoce tal
categoría, enmarcándola en el requerimiento de una campaña de promoción de productos;
desconoce en cambio que la usuaria sea aquélla a quien demandó. De acuerdo al informe de fs. 199
la empresa que requirió personal fue Smith Group S.A para cubrir tareas originadas en las acciones
promocionales que Seagram Argentina S.A le encomendará a aquélla, habiéndose desempeñado el
reclamante como repositor en supermercados.
La demandada se encuentra habilitada para actuar como empresa de servicios eventuales, el testigo Orsi
empleado de la empresa usuario refiere que el actor fue contratado para una acción promocional que iba a
durar un tiempo, que podía ir de tres meses a un tiempo no determinado, que son acciones cuyo objetivo es
promover la venta, siempre por un tiempo relativo, relativamente corto, que debía mantener los stocks en
función de la demanda del lugar. Por su parte Brea, jefa de personal de la accionada expresa que el actor se
desempeñó como repositor en supermercados para la empresa usuaria Smith Group S.A dedicada a realizar
campañas promocionales de “merchandasin” y reposición que su contrato de trabajo se suspendió o cuando
la usuaria le comunicó que cesaba el requerimiento. También el actor a fs. 211 reconoce su firma y contenido
en le documento de fs .53 a través del cual se le notificó la suspensión del contrato de trabajo por el tiempo
previsto en el art. 6º inc. 1 del dec. 342/92.
Los elementos relacionados, como al naturaleza de la prestación requerida por la usuaria resultan
demostrativas de una necesidad meramente transitoria destinada a la satisfacción de una acción promocional
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o de mercadeo que revisten la calidad de exigencia extraordinaria y permiten calificar a la labor como
eventual. Sentado ello y notificado el actor de la previsión del art. 6º inc. 1 del dec. 342/92, habiendo ejercido
la empresa de servicios en forma razonable un derecho que le era propio al situar al dependiente en la
suspensión limitada en el tiempo, la conducta del trabajador deviene apresurada y carente de causa legal que
la justifique en el marco del inc. 6º de la citada norma.
Por lo expuesto, se propiciará revocar y rechazar la demanda en todas sus partes.
La nueva forma de resolverse el litigio, determina dejar sin efecto la imposición de costas y las regulaciones
de honorarios practicadas en la instancia previa y proceder a u determinación en forma originaria en virtud de
lo normado en el art. 279 del Cód. Procesal.
En mérito a la conclusión que antecede las costas de ambas instancias serán discernidas a cargo de la parte
actora (art. 68, Cód. Procesal).
En tal sentido tomando en consideración el resultado del litigio, el mérito y extensión de las tareas
desarrolladas en ambas instancias, por la representación y patrocinio letrado de la parte demandada, de la
parte actora, y por el contador, estimo sus honorarios en las respectivas sumas de $... (….+….), $.... (….+….)
y a valores actuales (art. 38, ley orgánica, arts. 6º, 7º,9º, 19, 39 y concs., ley 21.839 –DT, 1978-689– y 3º,
dec.- ley 16.638/57).
La doctora Rodríguez dijo:
Adhiero al voto del doctor Bermúdez por compartir sus fundamentos.
Por lo que resulta del acuerdo que antecede 125, parte 2ª, ley 18.345 (DT, 1969-625; t.o. 1998-83), el tribunal
resuelve: 1. Revocar la sentencia de
y rechazar la demanda instaurada por Chaparro contra Spell S.A; 2.
Costas en ambas instancias a cargo del actor; 3. Regular los honorarios de la representación y patrocinio
letrado de la parte demandada y de la parte actora, y del perito contador, en las respectivas sumas $....
(….+….), $.... (….+….) y $.... a valores actuales.- Jorge G. Bermúdez.- María L. Rodríguez.
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CITAS LEGALES:
Ley 20744. Art. 27 “Socio. Empleado Las personas que, integrando una sociedad, prestan a ésta toda su
0
actividad
o parte principal de la misma en forma personal y habitual, con sujeción a las instrucciones o directivas
que se le impartan o pudieran impartírseles para el cumplimiento de tal actividad, serán consideradas como
trabajadores dependientes de la sociedad a los efectos de la aplicación de esta ley y de los regímenes legales o
convencionales que regulan y protegen la prestación de trabajo en relación de dependencia. Exceptúanse las
sociedades de familia entre padres e hijos. Las prestaciones accesorias a que se obligaren los socios, aun
cuando ellas resultasen del contrato social, si existieran las modalidades consignadas, se considerarán
obligaciones de terceros con respecto a la sociedad y regidas por esta ley o regímenes legales o
convencionales aplicables.”
Ley 20744. Art. 29 “Interposición y mediación. Solidaridad Los trabajadores que habiendo sido contratados
por terceros con vista a proporcionarlos a las empresas, serán considerados empleados directos de quien utilice
su prestación. En tal supuesto, y cualquiera que sea el acto o estipulación que al efecto concierten, los terceros
contratantes y la empresa para la cual los trabajadores presten o hayan prestado servicios responderán
solidariamente de todas las obligaciones emergentes de la relación laboral y de las que deriven del régimen de
la seguridad social. Los trabajadores contratados por empresas de servicios eventuales habilitadas por la
autoridad competente para desempeñarse en los términos de los artículos 99 de la presente y 77 a 80 de la Ley
Nacional de Empleo, serán considerados en relación de dependencia, con carácter permanente contínuo o
discontínuo, con dichas empresas.”
Ley 20744. Art. 90 “Indeterminación del plazo El contrato de trabajo se entenderá celebrado por tiempo
indeterminado, salvo que su término resulte de las siguientes circunstancias: a) Que se haya fijado en forma
expresa y por escrito el tiempo de su duración. b) Que las modalidades de las tareas o de la actividad,
razonablemente apreciadas, así lo justifiquen.
La formalización de contratos por plazo determinado en forma sucesiva, que exceda de las exigencias previstas
en el apartado b) de este artículo, convierte al contrato en uno por tiempo indeterminado.”
Ley 20744. Art. 99 “Caracterización Cualquiera sea su denominación, se considerará que media contrato de
trabajo eventual cuando la actividad del trabajador se ejerce bajo la dependencia de un empleador para la
satisfacción de resultados concretos, tenidos en vista por éste, en relación a servicios extraordinarios
determinados de antemano o exigencias extraordinarias y transitorias de la empresa, explotación o
establecimiento, toda vez que no pueda preverse un plazo cierto para la finalización del contrato. Se entenderá
además que media tal tipo de relación cuando el vínculo comienza y termina con la realización de la obra, la
ejecución del acto o la prestación del servicio para el que fue contratado el trabajador. El empleador que
pretenda que el contrato inviste esta modalidad, tendrá a su cargo la prueba de su aseveración.”
Ley 24013. Art. 75.- Derógase el ultimo párrafo del articulo 29 de la Ley de Contrato de Trabajo (t.o. 1976), el
que se sustituye por el siguiente: "Los trabajadores contratados por empresas de servicios eventuales
habilitadas por la autoridad competente para desempeñarse en los términos de los artículos 99 de la presente y
77 a 80 de la ley Nacional de Empleo, serán considerados en relación de dependencia con carácter permanente
continuo o discontinuo, con dichas empresas".
Ley 24013. Art. 77.- “Las empresas de servicios eventuales deberán estar constituidas exclusivamente como
personas jurídicas y con objeto único. Sólo podrán mediar en la contratación de trabajadores bajo la modalidad
de trabajo eventual.”
Ley 24013. Art. 78. “Las empresas de servicios eventuales estarán obligadas a caucionar una suma de dinero
o valores además de una fianza o garantía real. Los montos y condiciones de ambas serán determinadas por la
reglamentación.”
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CITAS LEGALES (continuación):
Ley 24013. Art. 79. “Las violaciones o incumplimientos de las disposiciones de esta ley y su reglamentación
por parte de las empresas de servicios eventuales serán sancionadas con multas, clausura o cancelación de
habilitación para funcionar, las que serán aplicadas por la autoridad de aplicación según lo determine la
reglamentación.
Todo ello sin perjuicio de las responsabilidades que puedan corresponder a la empresa usuaria en caso de
violación del artículo 29 bis de la Ley de Contrato de Trabajo (t.o. 1976), de acuerdo a las disposiciones de la
ley 18.694.”
Ley 24013. Art. 80. “Si la empresa de servicios eventuales fuera sancionada con la cancelación de la
habilitación para funcionar, la caución no será devuelta y la autoridad de aplicación la destinará a satisfacer
los créditos laborales que pudieran existir con los trabajadores y los organismos de la seguridad social. En su
caso, el remanente será destinado al Fondo Nacional de Empleo. En todos los demás casos en que se
cancela la habilitación, la caución será devuelta en el plazo que fije la reglamentación.”
Dec. 342/92. Art. 4 “Los trabajadores que la empresa de servicios eventuales contrate para prestar servicios
en su sede, filiales, agencias u oficinas, serán considerados vinculados por un contrato de trabajo
permanente continuo. Para la contratación de este tipo de trabajadores, la empresa de servicios eventuales
podrá utilizar las modalidades previstas por la Ley N. 24.013. En tales supuestos, se le aplicarán las normas
del Título III, Capítulos 1 y 2 de la citada norma. Los trabajadores que la empresa de servicios eventuales
contrate para prestar servicios bajo la modalidad de contrato de trabajo eventual, serán considerados
vinculados a la empresa de servicios eventuales por un contrato de trabajo permanente discontinuo.”
Dec. 342/92. Art. 6. “Cuando la relación de trabajo entre la empresa de servicios eventuales y el trabajador
fuere permanente y discontinua, la prestación de servicios deberá sujetarse a las siguientes condiciones: 1)
El período de interrupción entre los distintos contratos de trabajo eventual en empresas usuarias no podrá
superar los SESENTA (60) días corridos o los CIENTO VEINTE (120) días alternados en UN (1) año
aniversario….”
COMENTARIO AL FALLO:
En este fallo se destacan algunas ideas. En primer lugarel presente fallo caso trata de un tipo de contrato distinto
y desdoblado del contrato de trabajo por tiempo indeterminado.
Así en este fallo se recrea el concepto de contrato de trabajo eventual. Dicha modalidad contractual laboral se
haya inserta en el artículo 99 de la ley de contrato de trabajo ley 20744, a través de la modificación introducida
por la ley de empleo ley 24013. En ese tipo de contrato se prevé que el empleador por un lado contrate a un
empleado o personal en relación de dependencia, para la satisfacción de resultados concretos tenidos en vistas
por el empleador en relación a servicios extraordinarios determinados de antemano o, por exigencias
extraordinarias y transitorias de la empresa, teniendo en cuenta (y esta es la característica saliente de este tipo
de contrato) que no puede preverse un plazo cierto para la finalización del contrato.
Esto es lo que lo diferencia del contrato, por ejemplo de plazo fijo, en el cual el comienzo y la finalización están
previstos antes de la celebración del contrato, a diferencia del contrato de trabajo eventual.
En este caso concreto, el fallo de segunda instancia rechazó, o revocó la sentencia del juez de primera instancia
y condenó al trabajador en costas.
También se desprende de este caso que había además de la existencia de un contrato de trabajo eventual, la
existencia de una empresa de servicios eventuales. Esta modalidad, así como la del contrato de trabajo eventual
fue introducida por la ley de empleo. Hasta la aparición de dicha ley no estaba permitido este tipo de modalidad y
de intermediación en la contratación laboral. Las dos características esenciales de esta modalidad cuando
interviene una empresa de servicios eventuales es que: por un lado el empleado es permanente-discontinuo de
la empresa de servicios, la segunda es que se genera una responsabilidad solidaria entre la empresa que
contrata los servicios eventuales y la propia empresa de servicios eventuales serán responsables por todas las
obligaciones emergentes de la relación laboral y de la seguridad social (como los aportes y cargas previsionales).
Por último no es un contrato que la ley obligue a celebrarse por escrito, por lo que habrá que considerarse cada
caso en concreto, debiendo demostrar el empleador la existencia del contrato de trabajo eventual.
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7) Contrato de trabajo. Subcontratación y delegación. Fabricación y comercialización de
productos alimenticios. Contrato de franquicia. Alcances de la solidaridad.
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala 7ª
21 de septiembre de 2005
Pereyra, Liliana M. v. Arista, Marcelo D. y otro
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala 7ª
2ª INSTANCIA.- Buenos Aires, 21 de septiembre de 2005
El Dr. Rodríguez Brunengo dijo:
I. Apela la codemandada Franquicias Argentinas S.A. el fallo de primera instancia que la condenó en
forma solidaria e hizo lugar a la demanda por despido incausado entablada con invocación de las
normas de la Ley de Contrato de Trabajo (1).
II. Con denodado esfuerzo, la recurrente intenta oponer el contrato de franquicia como un elemento
defensivo determinante que, a su modo de ver, permitiría apartarse del principio general en materia
de solidaridad regido por el art. 30 LCT.
No le veo razón. Me explicaré.
En primer lugar, porque no ataca debidamente una conclusión esencial del fallo; allí se juzgó que la
actividad propia de Franquicias Argentinas S.A. consiste en elaborar, producir, comercializar y
distribuir alimentos para el consumo humano (siendo las empanadas de "Sólo empanadas" uno de
ellos). En tal sentido, en el recurso sólo se agravia por que la a quo no habría distinguido entre
"objeto y actividad social", sin mayores indicaciones acerca de cómo y en qué medida influiría tal
diferenciación en el sentido final del decisorio (art. 116 LO. [2]).
Firme entonces esta conclusión del decisorio de grado, cabe colegir sin hesitación que -en el caso
de autos- no se trata de un empresario que "suministra a otro un producto determinado,
desligándose expresamente de su ulterior procesamiento, elaboración y distribución..." (como
sostuvo nuestra Corte Suprema en el mentado fallo "Rodríguez..." Fallos 316:713 [3]), sino que la
venta por terceros de los productos que ella elabora (y de los que se reserva también la posibilidad
de "comercializar y distribuir") hace a su actividad propia y específica y al cumplimiento de ese objeto
social para el cual fue creada Franquicias Argentinas S.A.: está entonces a la vista que ésta no se
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limita pura y exclusivamente a la fabricación de productos alimenticios, sino que se concreta y nutre
esencialmente con la comercialización de los mismos, sin los cuales -hasta parece obvio- no tendría
ningún sentido producirlos (conf. arg. art. 30 LCT.).
Admitir lo contrario implicaría aceptar que un fraccionamiento artificial del ciclo comercial le permitiría
a la apelante desentenderse de obligaciones que la legislación laboral y previsional ponían a su
cargo (ver de esta sala, en: "Escalante, Patricia S. v. Grupo Meflur S.A. y otro s/despido"; sentencia
definitiva 37545 del 19/5/2004).
III. A fin de complementar el análisis de la cuestión traída a debate, quiero poner especial énfasis
también en que -tal como se vislumbra del análisis del responde (ver fs. 36/40)- la coaccionada basó
su estrategia defensiva en que, conforme al contrato de franquicia suscripto con el Sr. Arista, la
mentada "comercialización y distribución" se habría plasmado sólo en la venta del producto al
franquiciado para que éste procediera a su posterior comercialización (claro está, bajo determinadas
pautas y condiciones establecidas previamente en el contrato de franquicia).
Sin embargo, no hay ninguna prueba de que tales operaciones comerciales se hayan concertado en
la forma indicada (ver auto de fs. 181, consentido y firme, por el cual se dejó sin efecto el cometido
del perito contador); ni siquiera de los términos de los propios contratos que intenta hacer oponibles
(ver fs. 19/32) surge referencia alguna a quién, de qué forma, y cómo se plasmaba el suministro de
la mercadería, sino que allí sólo se comprometen a "la comercialización exclusiva de los productos
elaborados por el franquiciante" (sic, cláusula 4ª), circunstancia que es bien distinta (art. 377
CPCCN." [4]).
De esta forma, su postura queda muy debilitada, y -a mi juicio- se torna estéril el argumento
defensivo ensayado por el cual intentó demostrar cierta "ajenidad", a partir de esa acusada y
supuesta (lo destaco una vez más, no probada) "venta" de los productos al franquiciado (art. 386
CPCCN.).
IV. Tampoco se esgrimen fundamentos atendibles y convincentes por los cuales deba disminuirse,
en algún grado (que tampoco se precisa), la condena en lo inherente al incremento de las
indemnizaciones según lo dispone la ley 25561 (5) y el decreto 264/2002 (6), ya que no está
discutido que el distracto se produjo con posterioridad a la entrada en vigencia de dicha norma, y -tal
como esta sala tiene decidido- corresponde incrementar las indemnizaciones previstas en la Ley de
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Contrato de Trabajo y todas (lo destaco) las derivadas de la extinción del contrato de trabajo en
razón de la normativa laboral vigente (sentencia definitiva 36628 del 25/4/2003; autos: "Machin,
Rubén D. v. Crocco Hermanos Soc. de Hecho y otros s/despido").
Por lo expuesto, propongo la confirmación íntegra del fallo recurrido.
V. Sobre la base de los trabajos efectivamente realizados por los profesionales intervinientes, opino
que las sumas reguladas en su favor en concepto de honorarios son adecuadamente retributivas,
por lo que propongo su confirmación (art. 38 ley 18345 [7] -modificada por ley 24635- y arts. 3 y 6
decreto ley 16638/1957).
VI. De tener adhesión mi voto, propongo que las costas de alzada sean soportadas por la
codemandada Franquicias Argentinas S.A. (art. 68 CPCCN.) y que se fijen a favor de las
representaciones y patrocinios letrados de las partes intervinientes en el 25% de lo regulado, a favor
de cada una de ellas, por su actuación en la instancia anterior (art. 14 ley 21839 [8] -modificada por
ley 24432 [9]-).
La Dra. Ferreirós dijo:
Por compartir sus fundamentos, adhiero al voto que antecede.
El Dr. Juan A. Ruiz Díaz no vota (art. 125 ley 18345 -modificada por ley 24635 [10]-).
Por lo que resulta del acuerdo que precede, el tribunal resuelve:
1) Confirmar el fallo recurrido.
2) Confirmar también los honorarios fijados en favor de los profesionales intervinientes en la
instancia anterior.
3) Imponer las costas de alzada a cargo de la codemandada Franquicias Argentinas S.A.
4) Fijar los emolumentos de esta instancia en favor de las representaciones y patrocinios letrados de
las partes en el 25% de lo regulado, a favor de cada uno de ellos, por su actuación en la anterior. Se
hace saber al obligado al pago del honorario de abogados y procuradores que, en caso de
corresponder, deberá adicionar al monto de la regulación el de la contribución prevista en el art. 62
inc. 2 ley 1181 (11) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se hace saber también que el obligado
a afrontar las costas del juicio deberá adicionar, en ocasión de abonar la tasa de justicia, la
contribución prevista en el citado art. 62 inc. 3, todo bajo apercibimiento de comunicar la situación a
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CASSABA. (art. 80 ley 1181 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y pto. II Ac. Corte Sup.
6/2005).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
Néstor M. Rodríguez Brunengo.- Estela M. Ferreirós.
(1) t.o. 1976, ALJA 1976-A-128 - (2) t.o. 1998, LA 1998-A-160 - (3) JA 1993-II-718 - (4) t.o. 1981, LA 1981-B-1472 - (5)
LA 2002-A-44 - (6) LA 2002-A-96 - (7) ALJA 1969-B-161 - (8) LA 1990-A-1159 - (9) LA 1995-A-45 - (10) LA 1996-B-1683
- (11) LA 2003-D-4597.
CITAS LEGALES:
Ley 20744. Art. 30 “Subcontratación y delegación. Solidaridad Quienes cedan total o parcialmente a otros el
establecimiento o explotación habilitado a su nombre, o contraten o subcontraten, cualquiera sea el acto que le dé
origen, trabajos o servicios correspondientes a la actividad normal y específica propia del establecimiento, dentro o
fuera de su ámbito, deberán exigir a sus contratistas o subcontratistas el adecuado cumplimiento de las normas
relativas al trabajo y los organismos de seguridad social. Los cedentes, contratistas o subcontratistas deberán
exigir además a sus cesionarios o subcontratistas el número del Código Único de Identificación Laboral de cada
uno de los trabajadores que presten servicios y la constancia de pago de las remuneraciones, copia firmada de los
comprobantes de pago mensuales al sistema de la seguridad social, una cuenta corriente bancaria de la cual sea
titular y una cobertura por riesgos del trabajo. Esta responsabilidad del principal de ejercer el control sobre el
cumplimiento de las obligaciones que tienen los cesionarios o subcontratistas respecto de cada uno de los
trabajadores que presten servicios, no podrá delegarse en terceros y deberá ser exhibido cada uno de los
comprobantes y constancias a pedido del trabajador y/o de la autoridad administrativa. El incumplimiento de alguno
de los requisitos hará responsable solidariamente al principal por las obligaciones de los cesionarios, contratistas o
subcontratistas respecto del personal que ocuparen en la prestación de dichos trabajos o servicios y que fueren
emergentes de la relación laboral incluyendo su extinción y de las obligaciones de la seguridad social.”
COMENTARIO AL FALLO:
Este es caso en el cual se deja sentado que en el caso de las franquicias la relación entre franquiciante y
franquiciado no es ajena frente a los empleados o dependientes de éste último.
Dicho de otra manera, el franquciante y el franquiciado realizan o celebran un contrato de colaboración
empresarial. Por el tipo de contrato comercial que celebran, ambos dos no pueden ser ajenos al negocio o
resultado que el otro produce. Es decir, como se sostiene en el presente caso, el franquiciante no actúa con el
franquiciante como si hubiera celebrado un contrato de suministro, simplemente porque en verdad el franquiciante
no se limita a proveer un producto a entregarlo en tiempo y forma y a desentenderse del negocio y de la suerte
del producido con esa materia prima aportada a quien la ha de elaborar.
Todo lo contrario, en verdad el franquciante tiene una actitud bien distinta. Es una parte importante y esencial no
sólo en la elaboración sino tam bién en la comercialización del producto, en el presente caso de la elaboración,
producción, comercialización y distribución de empanadas. Empanadas que son hechas conforme a las propias
pautas impuestas por él mismo.
A mayor detalle y abundamiento, al decir de los jueces ello se desprende del propio contrato de franquicia
aportado por el franquiciante.
La conclusión es que aunque el personal esté registrado y formalmente sea dependiente del franquciado, a los
efectos de la legislación laboral es de aplicación el régimen de solidaridad laboral (del franquiciante y franqiciado)
por los incumplimientos laborales y previsionales frente al empleado –del franquiciado- sin que el franquiciante
pueda liberarse de estas obligaciones vía contrato de franquicia.
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INDICE DEL FASCICULO NRO 6:
Primera Parte.
JURISPRUDENCIA APLICADA A LA ACTIVIDAD HOTELERA. LOS DERECHOS INTELECTUALES Y EL
COBRO DE ARANCELES EN LAS HABITACIONES DE LOS HOTELES.
Pág.1……………………………………………1)DERECHOS INTELECTUALES. Sentencia de
primera instancia. “AADI CAPIF ACR c/ANSEDE y Cia S.R.L y otro s/cobro de sumas de dinero”
Exp. Nº 110.983/01. Buenos Aires, 21 noviembre, 2002.
Pág.9.…………………………………………… Sentencia de segunda instancia. Poder Judicial de
la Nación. ACUERDO Nº.- Buenos Aires, 30 de junio, año dos mil tres, Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, Sala “M” a fin de pronunciarse en los autos “AADI CAPIF a.c.r.
c/ANSEDE y CIA s.r.l y otro s/cobro de sumas de dinero”.
Pág.12………………………………………………………………….….……….…….Citas legales.
Pág.13………………………………………………………………..…..Citas legales (continuación).
Pág.14….………………………………………………………………...Citas legales (continuación).
Pág.14……………………………………………………………………….……Comentario al fallo.
Segunda Parte.
JURISPRUDENCIA APLICADA A LA ACTIVIDAD HOTELERA. FALLOS LABORALES APLICADOS A LA
HOTELERIA.
Pág.14………………………………………..INTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO.
Pág.20……………………………………….LEGISLACION APLICADA AL DERECHO
LABORAL.
Pág.22………………………………………...1) El contrato de trabajo. Propinas. Carácter de
las mismas. Remuneración. Base a tomar en cuenta en la liquidación por despido. Salario.
Síntesis del caso.
Pág.22……………………………………………………….Sentencia de segunda instancia.
Repisarda Jorge Omar c/ Cia. Gral. De Comercio e Industria S.A s/ Despido. (CNTrab Sala VIII 28/09/01).
Pág.27.………………………………………………………………………..…………Citas legales.
Pág.28……………………………………………………..…………..…Citas legales (continuación).
Pág.29…………………………………………………………..Citas legales (continuación).
Pág.29………………………………………….2) Derecho del trabajo. Trabajadores. Contrato
eventual. Características. Régimen. Prueba. (C. Nac. Trab., sala 3ª, 23/02/2004, Cantero, José
G. v. Hoteles Sheraton de Argentina S.A.). LNL 2004-9-582. Sentencia de segunda instancia.
Buenos Aires, febrero 23 2004.
Pág.34……………………………………………………………………………………Citas legales.
Pág.35………………………………………….3) CONTRATO DE TRABAJO. Caracteres
esenciales /Relación de dependencia /Subordinación /Contrato y relación de trabajo /Generalidades
81
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/Forma y prueba /Principios generales /Diferencias con otros contratos /Mandato /Carácter
autónomo. Sentencia de segunda instancia. Alaniz, Estela A. c. Turismo Perrota S.R.L y otro.
Pág.35………………………………………….. Sentencia de segunda instancia. C.2da Trab.
Mendoza, 1998/07/07. –Alaniz, Estela A. c. Turismo Perrota S.R.L y otro, Mendoza, julio 7 1998.Pág.40.……………………………………………………………………………………citas legales.
Pág.40…………………………………………..4) DERECHO DEL TRABAJO. Aranda, Ramón O.
c/ La cantina de Arnoldo SRL S/ despido Expte. Nº 737. sentencia. Nº 634. Fallo de primera
instancia. Buenos Aires, mayo 19, 1993.Pág.44…………………………………………...Segunda Instancia. SENTENCIA N°: 18929
CAUSA N°: 48.860/91, “ARANDA, RAMON OSVALDO C/LA CANTINA DE ARNOLDO
S.R.L S/DESPIDO”. SALA: VIII.-Ciudad de Buenos Aires, 31 Agosto, 1993.
Pág.46……………………………………………………………………………..……...citas legales.
Pág.47……………………………………………………………………Citas legales (continuación).
Pág.47…………………………………………..5) DERECHO DEL TRABAJO. RELACION
LABORAL.
DESPIDO.
INDEMNIZACION.
DOBLE
INDEMNIZACION.
CONVERTIBILIDAD.
ACTUALIZACION
MONETARIA.
ACTOS
SIMULADOS.
RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS. Juzgado Nacional de 1ra Instancia del trabajo Nº 56.
Sentencia nro 4719. Fallo de primera instancia. Expte. Nro. 18.238/2002. “J.F c/Reconquista Suite
S.R.L Y otros s/Despido”.- Buenos Aires, 4 marzo, 2005.Pág.60……………………………………………………………………………………Citas legales.
Pág.61……………………………………………………………………Citas legales (continuación).
Pág.62……………………………………………………………………Citas legales (continuación).
Pág.63……………………………………………………………………Citas legales (continuación).
Pág.64……………………………………………………………………Citas legales (continuación).
Pág.64…………………………………………………………………………….Comentario al fallo.
Pág.65…………………………………………………………….Comentario al fallo (continuación).
Pág.65……………………………………………Segunda instancia Expte. Nro. 18.238/2002. “J.F
c/Reconquista Suite S.R.L Y otros s/Despido”.-……………………………………………………
Pág.69……………………………………………………………..Citas legales de segunda instancia.
Pág.69…………………………………………………...…Comentario al fallo de segunda instancia.
Pág.70…………………………………………..6) CONTRATO DE TRABAJO. Trabajo eventual.
Artículos 29 y 99 de la ley de contrato de trabajo/ Artículos 75 y 77 a 80 de la ley 24.013/Decreto
342/92 /Carga de la prueba /Empresa usuaria y prestataria /Responsabilidad solidaria. Sumario.
Pág.71…………………………………………..Sentencia de segunda instancia. CNTrab., sala II,
marzo 25-999.- Chaparro, Adolfo c. Spell S.A y otro. Buenos Aires, marzo 25, 1999.
Pág.74……………………………………………………………………………………Citas legales.
Pág.75……………………………………………………………….. ….Citas legales (continuación).
Pág.75……………………………………………………………………Comentario al fallo.
Pág.76………………………………………7) Contrato de trabajo. Subcontratación y
delegación. Fabricación y comercialización de productos alimenticios. Contrato de franquicia.
Alcances de la solidaridad. Sentencia de segunda instancia. Cámara Nacional de Apelaciones del
Trabajo, sala 7ª, 21 septiembre, 2005. Pereyra, Liliana M. v. Arista, Marcelo D. y otro.
Pág.79…………………………………………………………………………………...Citas legales.
Pág.79…………………………………………………………………………….Comentario al fallo.
82
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