Valdés Leal, Juan de (Pintor)

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Artistas
Valdés Leal, Juan de (Pintor)
España Este pintor nunca piso América sin embargo es notable su influencia a través de la importación de sus obras a nuestro continente, esto fue debido, a la cercanía que tenía con el pensamiento jesuítico, de tal forma que hoy en día podemos apreciar su obra en la colección de San Pedro de Lima.
El 4 de mayo de 1622, es bautizado en Sevilla, Juan de Valdés Leal, hijo del platero lusitano Fernando de Nisa y de la hispalense Antonia de Valdés Leal.
Datos
Fecha de nacimiento: 1622
Fecha de fallecimiento: 1690
Inicio de actividad: 1647
Fin de actividad: 1690
Oficios: Pintura
Siglos: XVII
Actividad en países: España
Bibliografía
Sobre su formación artística no se dispone de información; al parecer, fue discípulo de Antonio del Castillo en Córdoba y allí se casó, en 1647, con Isabel. Los encargos pronto empezaron a aparecer y Valdés Leal dispuso de casa propia con taller en la calle de la Feria. La epidemia de peste que sufre Córdoba en 1649 motivará la marcha de Valdés Leal y su familia al año siguiente a Sevilla, donde arrienda una casa en la calle Boticas.
Su primer encargo en la capital andaluza está documentado en 1652: un ciclo de pinturas para el convento de Santa Clara en Carmona entre las que destaca la Retirada de los sarracenos. En 1654
de nuevo regresa a Córdoba, bautizando a su primera hija, Luisa Rafaela. Posiblemente al año siguiente realizaría un breve viaje a Madrid, contratando en 1655 la ejecución del Retablo de la iglesia del convento de los Carmelitas Calzados de Córdoba. Esta sería la razón por la que Valdés Leal se instaló definitivamente en la capital sevillana en 1656.
Su segunda hija -Eugenia María- nace en 1657 y al año siguiente Valdés Leal se dirige al cabildo municipal sevillano para solicitar que se le eximiese de la realización del obligado examen como maestro pintor, aludiendo a su precaria economía, situación que le acompañará a lo largo de su vida. El cabildo le concedió una licencia temporal que le permitió desempeñar su oficio sin ningún impedimento, alcanzando en 1659 el cargo de examinador municipal del gremio de pintores sevillanos. Al año siguiente fundó junto a Herrera el Mozo y Murillo- la Academia de Pintura, ocupándose en primera instancia de recaudar las cuotas de los académicos para sufragar los gastos de la institución. Cuando Murillo abandonó la dirección de la Academia será Valdés Leal el encargado de dirigirla. Fue elegido, por esas fechas, mayordomo de la cofradía de San Lucas, del gremio de pintores.
En 1661 nacerá su tercer hijo, Lucas, futuro heredero de su taller aunque no de su talento artístico. Entre 1664 y 1667 nacerán dos hijas más -María de la Concepción y Antonia Alfonsa-. Precisamente en 1667 ingresará en la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla, para cuya iglesia del Hospital realizaría entre 1671-72 sus obras más famosas: los Jeroglíficos de las Postrimerías, formando parte del programa iconográfico diseñado por don Miguel de Mañara, artífice de estos magníficos trabajos. Destacan entre esta serie de cuadros In ictu oculi y Finis gloriae mundi, obras de tema macabro y alusivos a la banalidad de la vida terrena y a la igualdad
humana en la vida de ultratumba que reflejan el pesimismo reinante a finales del barroco español, contrastando con la dulce visión de la vida que ofrece su contemporáneo, el pintor Murillo.
En 1673 pintó una serie de cuadros sobre la vida de San Ambrosio para el oratorio bajo del Palacio Arzobispal de Sevilla por encargo del arzobispo don Ambrosio Spínola. En 1682, a la muerte de Murillo, Valdés Leal quedaba como el más importante pintor en Sevilla, a pesar de sufrir este mismo año un ataque de apoplejía que mermó sus condiciones físicas. Esta última década la dedicará a la realización de importantes ciclos decorativos en diferentes edificios religiosos sevillanos como el Hospital de la Caridad, la iglesia del Monasterio de San Clemente o la iglesia del Hospital de los Venerables, decoración esta última que compartió con su hijo Lucas ya que su salud se iba resintiendo paulatinamente. El 9 de octubre de 1690 Valdés Leal redacta su testamento, falleciendo a los pocos días para ser enterrado el 15 de octubre de 1690 en la iglesia de san Andrés de la capital hispalense.
Genealogía
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