ORIGINAL Estudio de la función sexual en la migraña y la cefalea en racimos Elena Bellosta-Diago, Alba Velázquez-Benito, Alejandro Viloria-Alebesque, Cristina Iñíguez-Martínez, Sonia Santos-Lasaosa Introducción. La disfunción eréctil y sexual son síntomas comunes a muchas enfermedades crónicas cuyo diagnóstico va a condicionar el manejo terapéutico de los pacientes. Objetivo. Valorar la función sexual en varones con migraña o cefalea en racimos (CR) comparándola con un grupo control. Sujetos y métodos. Estudio descriptivo transversal de 34 pacientes con migraña, 31 pacientes con CR y 60 sujetos control de edad inferior a 46 años. La disfunción eréctil se valoró con el índice internacional de disfunción eréctil (IIEF), y el estado emocional, mediante el inventario de depresión de Beck. Resultados. La puntuación media en el IIEF fue de 68,41 ± 10,09, 64,26 ± 5,73 y 59,33 ± 15,89 en los grupos control, con migraña y con CR, respectivamente (p = 0,041), y la diferencia es significativa entre controles y con CR (p = 0,036). En el grupo de pacientes migrañosos, tres pacientes tenían disfunción eréctil leve, y uno, moderada. En el grupo de pacientes con CR, 12 puntuaron en rango de disfunción eréctil leve y dos cumplieron criterios de disfunción eréctil grave (p < 0,05). Al analizar las diferencias en los diferentes dominios del IIEF, éstas fueron significativas en el dominio de satisfacción global (p = 0,015) entre el grupo control y los pacientes con CR (p = 0,012). Conclusiones. Hemos encontrado una mayor frecuencia de disfunción eréctil y afectación de la función sexual en términos de satisfacción global en los pacientes con migraña y con CR. Creemos que la valoración de la función sexual en este tipo de cefaleas debe integrarse en nuestra práctica clínica habitual. Palabras clave. Cefalea en racimo. Disfunción eréctil. Disfunción sexual. IIEF. Migraña. Satisfacción sexual. Introducción Sujetos y métodos Desde la década de los sesenta, diversos estudios han puesto de manifiesto la existencia de cefaleas provocadas por y durante la actividad sexual. Pro­ bablemente, la primera referencia a esta circuns­ tancia fue la realizada por Wolff [1] en el año 1963, quien describió una cefalea asociada, específica y exclusivamente, a la actividad sexual (coito o mas­ turbación). Desde entonces han surgido numerosas líneas de investigación, como el estudio de disfun­ ción sexual en pacientes con otro tipo de cefalea primaria. Si bien el carácter crónico del dolor y la iatrogenia de los fármacos utilizados en su trata­ miento explican en gran medida la presencia de disfunción sexual en estos pacientes, existen con toda probabilidad otros factores que influyen en ma­ yor o menor grado. Este trabajo plantea como objetivo valorar la función sexual en general, y la disfunción eréctil en particular, en varones con migraña episódica con y sin aura y cefalea en racimos (CR), estableciendo una comparativa con un grupo control. Estudio descriptivo transversal de pacientes varo­ nes valorados de forma consecutiva en una consul­ ta monográfica de cefaleas en un hospital terciario. El diagnóstico de migraña episódica con y sin aura y de CR episódica se realizó de acuerdo con la Cla­ sificación Internacional de Cefaleas, tercera edición, versión beta [2]. Todos los varones eran sexualmen­ te activos y menores de 46 años. Ninguno de ellos presentaba antecedente de enfermedad vascular, me­ tabólica, endocrina, urológica o neurológica aso­ ciada que pudiera influir en la función sexual. Se excluyeron también todos los pacientes en trata­ miento preventivo oral por su cefalea para evitar la disfunción asociada a psicofármacos (antidepresi­ vos y neuromoduladores) y β-bloqueantes [3]. Se obtuvo consentimiento informado previo a la inclu­ sión de los pacientes en el estudio. Se recogieron prospectivamente las característi­ cas demográficas de los pacientes, así como el tipo de cefalea primaria. Los sujetos control eran varo­ nes asintomáticos desde el punto de vista neuroló­ www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492 Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza, España. Correspondencia: Dra. Elena Bellosta Diago. Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. San Juan Bosco, 15. E-50009 Zaragoza. E-mail: [email protected] Nota: Trabajo presentado parcialmente como comunicación oral en la LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología. Aceptado tras revisión externa: 22.02.16. Cómo citar este artículo: Bellosta-Diago E, Velázquez-Benito A, Viloria-Alebesque A, IñíguezMartínez C, Santos-Lasaosa S. Estudio de la función sexual en la migraña y la cefalea en racimos. Rev Neurol 2016; 62: 487-92. © 2016 Revista de Neurología 487 E. Bellosta-Diago, et al Tabla I. Índice internacional de función eréctil (IIEF). 1. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia logró una erección durante la actividad sexual? 2. Durante las últimas 4 semanas, cuando tuvo erecciones con la estimulación sexual, ¿con qué frecuencia fue suficiente la rigidez para la penetración? 3. Durante las últimas 4 semanas, al intentar una relación sexual, ¿con qué frecuencia logró penetrar a su pareja? 4. Durante las últimas 4 semanas, durante la relación sexual, ¿con qué frecuencia logró mantener la erección después de la penetración? 5. Durante las últimas 4 semanas, durante la relación sexual, ¿cuál fue el grado de dificultad para mantener la erección hasta completar la relación sexual? 6. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuántas veces intentó una relación sexual? 7. Durante las últimas 4 semanas, cuando intentó una relación sexual, ¿con qué frecuencia resultó satisfactoria para usted? 8. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuánto ha disfrutado de la relación sexual? 9. Durante las últimas 4 semanas, durante la estimulación o relación sexual, ¿con qué frecuencia eyaculó? 10. Durante las últimas 4 semanas, durante la estimulación o relación sexual, ¿con qué frecuencia tuvo una sensación de orgasmo (con o sin eyaculación)? 11. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha sentido un deseo sexual? 12. Durante las últimas 4 semanas, ¿cómo calificaría su nivel de deseo sexual? 13. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuál ha sido el grado de satisfacción con su vida sexual en general? 14. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuál ha sido el grado de satisfacción con la relación sexual con su pareja? 15. Durante las últimas 4 semanas, ¿cómo calificaría la confianza que tiene en poder lograr y mantener una erección? Preguntas 1-4, 7, 9 y 10: 0 (sin actividad sexual), 1 (casi nunca o nunca), 2 (menos de la mitad de las veces), 3 (la mitad de las veces), 4 (más de la mitad de las veces), 5 (casi siempre o siempre). Pregunta 5: 0 (sin actividad sexual), 1 (extremadamente difícil), 2 (muy difícil), 3 (difícil), 4 (algo difícil), 5 (sin dificultad). Pregunta 6: 0 (ninguna), 1 (1-2 veces), 2 (3-4 veces), 3 (5-6 veces), 4 (7-10 veces), 5 (11 o más). Pregunta 8: 0 (no realicé el acto), 1 (no disfruté nada), 2 (no disfruté mucho), 3 (disfruté algo), 4 (disfruté bastante), 5 (disfruté mucho). Pregunta 11: 1 (casi nunca o nunca), 2 (en algunos momentos), 3 (buena parte del tiempo), 4 (la mayor parte del tiempo), 5 (casi siempre o siempre). Preguntas 12 y 15: 1 (muy bajo o nulo), 2 (bajo), 3 (moderado), 4 (alto), 5 (muy alto). Preguntas 13 y 14: 1 (muy insatisfecho), 2 (bastante satisfecho), 3 (ni satisfecho ni insatisfecho), 4 (bastante satisfecho), 5 (muy satisfecho). gico, sin antecedentes de migraña o CR, pareados por edad y seleccionados entre los trabajadores del hospital y acompañantes de pacientes. La situación emocional se valoró mediante el in­ ventario de depresión de Beck (BDI) [4]. Este cues­ tionario consta de 21 preguntas que analizan el ni­ vel emocional, cognitivo y motivacional del pacien­ te mediante la expresión de patrones de comporta­ miento específicos. De esta forma se establecen cuatro categorías en función de la puntuación total: estado psicológico normal (1-16 puntos), depresión leve (17-20 puntos), moderada (21-30 puntos), gra­ ve (31-40 puntos) y extrema (> 40 puntos). La disfunción eréctil se evaluó con el índice in­ ternacional de disfunción eréctil (IIEF) [5], test va­ lidado en España, con buena sensibilidad y especifi­ cidad (Tabla I). Consta de 15 preguntas que evalúan cinco campos de la función sexual del varón. Para 488 cada pregunta existen varias respuestas (rango: 0-5). Estos ítems pueden agruparse en cinco dominios: – Función eréctil: cuestiones 1-5 y 15 (rango de pun­ tuación: 1-30). – Función orgásmica: cuestiones 9-10 (rango de pun­ tuación: 2-10). – Deseo sexual: cuestiones 11-12 (rango de pun­ tuación: 2-10). – Satisfacción del acto sexual: cuestiones 6-8 (ran­ go de puntuación: 0-15). – Satisfacción global: cuestiones 13-14 (rango de puntuación: 2-10). Permite estratificar la disfunción eréctil en función de las puntuaciones obtenidas en el dominio de función eréctil: ausencia de disfunción eréctil (≥ 26 puntos), leve (17-25 puntos), moderada (11-16 pun­ tos) y grave (6-10 puntos). www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492 Función sexual en la migraña y la cefalea en racimos Se realizó un análisis descriptivo de las variables, donde las variables continuas se expresaron me­ diante la media ± desviación estándar, y las variables cualitativas, mediante frecuencias absolutas y por­ centajes. La comparación de controles y pacientes se realizó mediante análisis de varianza (ANOVA) con análisis post hoc de Bonferroni. Las variables cuali­ tativas se compararon mediante la prueba de la χ2. Se utilizó el programa estadístico SPSS v. 22. Resultados Se incluyó a un total de 34 pacientes con migraña episódica (13 de ellos con aura) con una media de 2,5 crisis/mes, 31 pacientes con CR en período asintomático y 60 sujetos control. Ninguno de ellos (pacientes o controles) seguía tratamiento con fár­ macos asociados a la disfunción eréctil (Tabla I). La edad media fue de 33,29 ± 6,46, 40,44 ± 4,96 y 32 ± 6,81 años, respectivamente. En relación con el estado emocional, puntuaron en rango de depresión leve cuatro pacientes con CR y un paciente con migraña; en este último grupo se detectó también un paciente con depresión mode­ rada. Todos los controles se situaron en el intervalo de 1-16 puntos (normalidad). Al comparar la pun­ tuación media entre grupos, no se encontraron di­ ferencias significativas. La puntuación media en el IIEF fue de 68,41 ± 10,09, 64,26 ± 5,73 y 59,33 ± 15,89 en el grupo con­ trol, de migraña y CR, respectivamente (p = 0,041) siendo la diferencia significativa entre controles y CR (p = 0,036). Al clasificar los pacientes en fun­ ción de la presencia y grado de disfunción eréctil, ningún sujeto control cumplía los criterios de dis­ función. En el grupo de pacientes migrañosos, tres pacientes tenían disfunción eréctil leve y uno mo­ derada. En el grupo de pacientes con CR, las cifras se elevaron a 12 pacientes con disfunción eréctil leve y uno con disfunción eréctil grave (p < 0,05). Quisimos valorar si existían diferencias en los diferentes dominios del IIEF. Tan sólo encontramos diferencias en el dominio de satisfacción global (p = 0,015) entre el grupo control y los pacientes con CR (p = 0,012). En el apartado de función eréctil, las di­ ferencias se aproximaron a la significación estadís­ tica (p = 0,066). Estos datos aparecen en la tabla II. Discusión Se entiende por disfunción sexual cualquier trastor­ no que dificulte el desarrollo de una o varias de las www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492 Tabla II. Resultados y comparativa de los valores del índice internacional de disfunción eréctil (IIEF). Controles (n = 60) Migraña (n = 34) CR (n = 31) p 32 ± 6,81 33,29 ± 6,46 40,44 ± 4,96 < 0,05 68,41 ± 10,09 64,26 ± 5,73 59,33 ± 15,89 0,041 Normal 3 leve, 1 moderada 12 leve, 1 grave < 0,05 Función eréctil 28,72 ± 4,67 29,15 ± 6,82 25,11 ± 6,91 0,066 Satisfacción con la relación sexual 13,13 ± 2,76 12,26 ± 3,09 11,78 ± 4,13 NS Satisfacción global 8,75 ± 1,27 8,26 ± 1,54 7,39 ± 2 0,015 Función orgásmica 9,59 ± 1,77 10,21 ± 3,41 8,83 ± 2,5 NS Deseo sexual 8,22 ± 1,89 7,5 ± 1,81 7,17 ± 2,72 NS Edad (años) IIEF Grado de disfunción eréctil Análisis post hoc Control frente a CR (p = 0,036) Control frente a CR (p = 0,012) CR: cefalea en racimos; NS: no significativo. fases de la respuesta sexual (deseo, excitación, or­ gasmo y resolución) en grado suficiente para consi­ derar la satisfacción sexual como inadecuada [6]. La etiología es variada, y destacan como principales causas, entre otras, la edad, problemas psicológi­ cos, neurológicos, vasculares, hormonales y farma­ cológicos. Se define la disfunción eréctil como la incapacidad para conseguir o mantener la suficien­ te rigidez del pene para realizar una relación sexual satisfactoria [7]. Este nuevo término no incluye los trastornos de la libido, la disfunción eyaculatoria o alteraciones del orgasmo, como ocurría con la im­ potencia. Así pues, el concepto de disfunción eréc­ til ha sustituido al de impotencia. En España, un estudio multicéntrico sobre dis­ función eréctil en una muestra de varones peninsu­ lares de 25-70 años encontró una prevalencia del 12-19% (estudio EDEM [8]). La edad es un factor de riesgo de disfunción eréctil reconocido ampliamen­ te en la bibliografía. Por eso, de forma arbitraria, hemos considerado el límite de los 46 años para la inclusión de pacientes en nuestro estudio, minimizan­ do de esta forma el riesgo de enfermedad cardiovas­ cular, metabólica, urológica, endocrina o neu­roló­ gica clínicamente silente que pudiera influir de for­ ma negativa en la erección. Ambler et al [9] objetivaron, tras realizar un es­ tudio en pacientes en tratamiento en unidades de 489 E. Bellosta-Diago, et al dolor, una mayor prevalencia de disfunción sexual en los que tenían dolor crónico, no justificado sólo por el estado de ánimo o el grado de discapacidad del paciente. Años más tarde, Kwan et al [10] valo­ raron la presencia de disfunción sexual en los pa­ cientes con dolor crónico no oncológico y observa­ ron que se correlacionaba con el grado de depresión y de forma inversa con la duración de los episodios de dolor. Bestepe et al [11] evaluaron la disfunción sexual en mujeres con migraña y cefalea tensional respecto a controles. El tamaño muestral total fue de 104 pacientes (44 con migraña, 30 con cefalea tensional y 30 controles). En este estudio se utilizó la Arizona Sexual Experiences Scale. En ambos ti­ pos de cefalea se demostró la existencia de disfun­ ción sexual, más intensa en el grupo de pacientes con cefalea tensional. No se encontró relación algu­ na con la intensidad, duración o frecuencia de las cefaleas. En este estudio no se evaluó el estado emocional de las pacientes. En el año 2012, un estudio taiwanés [12], si bien de carácter retrospectivo, analizó la asociación en­ tre disfunción eréctil y migraña. Para ello, se obtu­ vo información de 5.736 pacientes y 17.289 contro­ les sanos pareados por edad a partir de una base de datos a nivel nacional. La migraña demostró ser un factor de riesgo independiente para la disfunción eréctil (odds ratio: 1,63), y la franja etaria de mayor riesgo fue la de 30-39 años. Se propuso como posi­ ble etiología la alteración de la regulación de neuro­ transmisores. Siguiendo este mismo hilo conductor, en 2013 se publicaron los resultados de un es­tudio turco que valoró la disfunción sexual (en concreto la capacidad para lograr y mantener una erección suficiente) en las cefaleas primarias más prevalen­ tes [13]. Para ello se seleccionaron 30 pacientes con migraña, 31 con cefalea tensional y 30 controles sa­ nos. Se estudiaron los factores de riesgo más fre­ cuentemente relacionados con la disfunción sexual, se realizaron perfiles hormonales, y se valoró el es­ tado emocional y la presencia de disfunción sexual con los cuestionarios BDI e IIEF, respectivamente. La puntuación en este último fue significativamen­ te inferior en ambos grupos de cefaleas respecto a los controles, sin objetivarse relación directa con el BDI, el índice de masa corporal y los niveles de tes­ tosterona. En nuestro estudio se han incluido pacientes va­ rones con migraña episódica con y sin aura con baja frecuencia de crisis (≤ 3 crisis/mes) y pacientes con CR en período asintomático. Hemos sido muy rigu­ rosos en su selección, de forma que ninguno de ellos seguía profilaxis vía oral. De esta forma se in­ tentó eliminar el efecto del tratamiento farmacoló­ 490 gico sobre el funcionamiento sexual. Este efecto ha sido estudiado por el grupo de Guerrero-Peral, que encontraron una disfunción sexual atribuible a los fármacos en el 52,1% de los tratados con β-blo­ queantes, el 40,4% de los que usaban neuromodula­ dores, el 37,5% de los que utilizaban antagonistas del calcio y el 66,6% de los que recibían antidepresi­ vos [3]. En este trabajo evaluaron la función sexual global con la versión española del cuestionario de funcionamiento sexual del Hospital General de Mas­ sachusetts, aplicable a ambos sexos [14]. Sin em­ bargo, y a pesar de que este cuestionario recoge un modelo de respuesta sexual más característico del sexo masculino (más lineal y estable), en nuestro estudio optamos por el IIEF, específico para el va­ rón, al igual que en el recientemente publicado por Aksoy et al [13]. Tampoco encontramos diferencias en la puntua­ ción global en el BDI, por lo que, aun cuando fue­ ron diagnosticados cuatro pacientes en rango de depresión leve en el grupo de CR y uno en el de mi­ graña (en el que también un paciente puntuó en rango de depresión moderada), no creemos que las diferencias encontradas en la función sexual entre grupos puedan justificarse sólo por este hecho. Si bien los estudios de disfunción sexual en mi­ graña y cefalea tensional son cada vez más numero­ sos, y la bibliografía en este sentido es muy amplia [15], creemos que este aspecto en la CR no se ha analizado suficientemente. En la década de los se­ tenta, autores como Kudrow y Nelson [16,17] des­ cribieron en diferentes investigaciones alteraciones hipotalámicas en la CR, entre ellas una disminución de los niveles de testosterona durante las crisis, que se recuperaban en los períodos asintomáticos. Se han documentado de forma anecdótica pacientes cuyas crisis remitían totalmente con el orgasmo [18], incremento de la actividad sexual tras la administra­ ción de testosterona frente a controles [19], pacien­ tes con remisión de la crisis durante el acto sexual y reaparición inmediata después de finalizarlo [20], y recientemente Rozen describió en un artículo el se­ gundo paciente que, siendo refractario a múltiples tratamientos preventivos, mejoró con tratamiento estimulador de liberación de testosterona [21]. En pacientes con enfermedad crónica se han su­ gerido diversos mecanismos como causa de disfun­ ción eréctil, entre los que destacan el daño de es­ tructuras vasculares o de neuronas pélvicas, la afec­ tación del estado anímico o los efectos secundarios del tratamiento farmacológico. En nuestro estudio, la puntuación en el IIEF era significativamente más baja en los pacientes con CR respecto al grupo con­ trol y pacientes con migraña. Al analizar los dife­ www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492 Función sexual en la migraña y la cefalea en racimos rentes dominios, la satisfacción global también fue significativamente inferior en los pacientes con CR. Ningún paciente seguía tratamiento farmacoló­ gico y no se encontró correlación entre las medias del IIEF y el BDI. Por ello es posible que la cefalea per se sea la causa de la disfunción sexual en estos pacientes, tal como ya apuntaban Bestepe et al [11]. La erección es un complejo proceso en el que parti­ cipan estructuras vasculares, mediadores centrales y periféricos, y sistema nervioso. Investigaciones recientes establecen que el dolor crónico desenca­ dena una serie de procesos a nivel del sistema ner­ vioso central que involucran a neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Relacionando este hecho con la migraña, Barbanti et al argumen­ taron que los ataques en esta cefalea podrían expli­ carse por la liberación aguda de dopamina en suje­ tos que en situación basal tienen una hipersensibili­ dad de los receptores dopaminérgicos [22]. Lepper et al asociaron la CR con una alteración de la esti­ mulación dopaminérgica [23]. Ya con anterioridad se había planteado la hipótesis de que la integridad funcional del sistema dopaminérgico estaba dañada en ambos tipos de cefalea [24]. Se conoce que la dopamina incrementa la moti­ vación y la actividad sexual en el varón, se libera antes y durante la copulación en determinadas dia­ nas de integración claves para la función sexual, y favorece el deseo. Por otro lado, la serotonina, al te­ ner un efecto antagónico con la testosterona, puede causar disfunción sexual [25,26]. Por tanto, teoriza­ mos con la posibilidad de que una probable desre­ gulación en las vías de ambos neurotransmisores podría justificar una alteración de la función sexual en cualquiera de sus aspectos (erección, satisfac­ ción sexual y deseo sexual entre otros) en pacientes con migraña y CR. Si bien los resultados de este trabajo deben ana­ lizarse con cautela, creemos que se hacen necesa­ rios estudios con mayor tamaño muestral que valo­ ren el funcionamiento sexual en las distintas cefa­ leas primarias. Del mismo modo, la valoración de la salud sexual debe incorporarse a nuestra práctica clínica habitual, ya que condiciona el manejo tera­ péutico del paciente con cefalea y exige un enfoque multidisciplinar. Bibliografía 1. Wolff HG. Headache and other head pain. New York: Oxford University Press; 1963. 2. Headache Classification Committee of the International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders, third edition (beta version). Cephalalgia 2013; 33: 629-808. www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492 3. Domínguez E, Ruiz L, Hernández MS, Muñoz I, Ruiz-Piñero M, Uribe F, et al. Disfunción sexual en pacientes migrañosos que reciben tratamiento preventivo: identificación mediante dos tests de cribado. Rev Neurol 2015; 60: 10-6. 4. Beck AT, Ward CH, Mendelson M, Mock J, Erbaugh J. An inventory for measuring depression. Arch Gen Psychiatry 1961; 4: 561-71. 5. Rosen L, Riley A, Wagner G, Oserloh I, Kirkpatrick J, Mishra A. The International Index of Erectile Dysfunction (IIEF): a multidimensional scale for assessment of erectile dysfunction. Urology 1997; 49: 822-30. 6. Shiri R, Koskimäki J, Hakama M, Häkkinen J, Tammela TM, Huhtala H, et al. Effects of chronic diseases on incidence of erectile dysfunction. Urology 2003; 62: 1097-102. 7. NIH Consensus Conference. Impotence. NIH Consensus Development Panel of Impotence. JAMA 1993; 270: 83-90. 8. Martín-Morales A. Epidemiología de la disfunción eréctil en España. Proyecto EDEM (estudio de la disfunción eréctil masculina). In Arrondo JL, ed. Actualización en andrología. Pamplona: Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea; 1999. p. 240-55. 9. Ambler N, Williams AC, Hill P, Gunary R, Crachtley G. Sexual difficulties of chronic pain patients. Clin J Pain 2001; 17: 138-45. 10. Kwan KS, Roberts LJ, Swalm DM. Sexual dysfunction and chronic pain: the role of psychological variables and impact on quality of life. Eur J Pain 2005; 9: 643-52. 11. Bestepe E, Cabalar M, Kucukgoncu S, Calikusu C, Ornek F, Yayla V, et al. Sexual dysfunction in women with migraine versus tension-type headaches: a comparative study. Int J Impot Res 2011; 23: 122-7. 12. Huang CY, Keller JJ, Sheu JJ, Lin HC. Migraine and erectile dysfunction: evidence from a population-based case-control study. Cephalalgia 2012; 32: 366-72. 13. Aksoy D, Solmaz V, Cevik B, Gencten Y, Erdemir F, Kurt SG. The evaluation of sexual dysfunction in male patients with migraine and tension-type headache. J Headache Pain 2013; 14: 46. 14. Sierra JC, Vallejo-Medina P, Santos-Iglesias P, Lameiras M. Validación del Massachusetts General Hospital-Sexual Functioning Questionnaire (MGH-SFQ) en población española. Aten Primaria 2012; 44: 516-26. 15. Ezpeleta D, Belvís R. Cefaleas primarias, vida sexual y salud mental. Kranion 2013; 10: 51-60. 16. Kudrow L. Changes of testosterone levels in the cluster headache syndrome. Preliminary study. Minerva Med 1976; 67: 1850-3. 17. Nelson RF. Testosterone levels in cluster and non-cluster migrainous headache patients. Headache 1978; 18: 265-7. 18. Gotkiner M, Steiner I, Biran I. Now dear, I have a headache! Immediate improvement of cluster headaches after sexual activity. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2006; 77: 1296. 19. Nicolodi M, Sicuteri F, Poggioni M. Hypothalamic modulation of nociception and reproduction in cluster headache. II. Testosterone-induced increase of sexual activity in males with cluster headache. Cephalalgia 1993; 13: 258-60. 20. Maliszewski M, Diamond S, Freitag FG. Sexual headaches occurring in cluster headache patients. Clin J Pain 1989; 5: 45-7. 21. Rozen TD. Clomiphene citrate as a preventive treatment for intractable chronic cluster headache: a second reported case with long-term follow-up. Headache 2015; 55: 571-4. 22. Barbanti P, Fofi L, Aurilia C, Egeo G. Dopaminergic symptoms in migraine. Neurol Sci 2013; 34: 67-70. 23. Lepper A, Frese A, Summ O, Nofer JR, Evers S. Hypothalamic dopaminergic stimulation in cluster headache. Cephalalgia 2013; 33: 1155-9. 24. D’Andrea G, Granella F, Perini F, Farruggio A, Leone M, Bussone G. Platelet levels of dopamine are increased in migraine and cluster headache. Headache 2006; 46: 585-91. 25. Hull EM, Muschamp JW, Sato S. Dopamine and serotonin: influence on male sexual behavior. Physiol Behav 2004; 83: 291-307. 26. Sicuteri F, Del Bene E, Fonda C. Sex, migraine and serotonin interrelationships. Monogr Neural Sci 1976; 3: 94-101. 491 E. Bellosta-Diago, et al A study of sexual function in migraine and cluster headache Introduction. The sexual erectile dysfunction are common symptoms and many chronic diseases whose diagnosis will determine the therapeutic management of patients. Aim. To assess sexual function in men with migraine or cluster headache (CH) compared with a control group. Subjects and methods. Cross-sectional study of 34 patients with migraine, 31 patients with CH and 60 control subjects less than 46 years old. Erectile dysfunction was assessed using the International Index of Erectile Dysfunction (IIEF). Emotional state was evaluated using the Beck Depression Inventory. Results. The average score on the IIEF was 68.41 ± 10.09, 64.26 ± 5.73 and 59.33 ± 15.89 in the control group, migraine and CH respectively (p = 0.041) being the significant difference between controls and CH (p = 0.036). In the group of migraine patients, three patients had mild and one moderate erectile dysfunction. In the group of patients with CH, twelve scored in rank of mild erectile dysfunction, and two met the criteria for severe erectile dysfunction (p < 0.05). By analyzing differences in the different domains of IIEF, they were significant in the domain of overall satisfaction (p = 0.015) between the control group and patients with CH (p = 0.012). Conclusions. In our study we found a higher frequency of and involvement in sexual function in terms of overall satisfaction in patients with migraine and CH. We believe that the evaluation of sexual function in this type of headache should be integrated into our clinical practice. Key words. Cluster headache. Erectile dysfunction. IIEF. Migraine. Sexual dysfunction. Sexual satisfaction. 492 www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492