Estudio de la función sexual en la migraña y la cefalea en racimos

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ORIGINAL
Estudio de la función sexual en la migraña y la cefalea
en racimos
Elena Bellosta-Diago, Alba Velázquez-Benito, Alejandro Viloria-Alebesque, Cristina Iñíguez-Martínez,
Sonia Santos-Lasaosa
Introducción. La disfunción eréctil y sexual son síntomas comunes a muchas enfermedades crónicas cuyo diagnóstico va a
condicionar el manejo terapéutico de los pacientes.
Objetivo. Valorar la función sexual en varones con migraña o cefalea en racimos (CR) comparándola con un grupo control.
Sujetos y métodos. Estudio descriptivo transversal de 34 pacientes con migraña, 31 pacientes con CR y 60 sujetos control
de edad inferior a 46 años. La disfunción eréctil se valoró con el índice internacional de disfunción eréctil (IIEF), y el estado
emocional, mediante el inventario de depresión de Beck.
Resultados. La puntuación media en el IIEF fue de 68,41 ± 10,09, 64,26 ± 5,73 y 59,33 ± 15,89 en los grupos control, con
migraña y con CR, respectivamente (p = 0,041), y la diferencia es significativa entre controles y con CR (p = 0,036). En el
grupo de pacientes migrañosos, tres pacientes tenían disfunción eréctil leve, y uno, moderada. En el grupo de pacientes
con CR, 12 puntuaron en rango de disfunción eréctil leve y dos cumplieron criterios de disfunción eréctil grave (p < 0,05).
Al analizar las diferencias en los diferentes dominios del IIEF, éstas fueron significativas en el dominio de satisfacción global (p = 0,015) entre el grupo control y los pacientes con CR (p = 0,012).
Conclusiones. Hemos encontrado una mayor frecuencia de disfunción eréctil y afectación de la función sexual en términos
de satisfacción global en los pacientes con migraña y con CR. Creemos que la valoración de la función sexual en este tipo de
cefaleas debe integrarse en nuestra práctica clínica habitual.
Palabras clave. Cefalea en racimo. Disfunción eréctil. Disfunción sexual. IIEF. Migraña. Satisfacción sexual.
Introducción
Sujetos y métodos
Desde la década de los sesenta, diversos estudios
han puesto de manifiesto la existencia de cefaleas
provocadas por y durante la actividad sexual. Pro­
bablemente, la primera referencia a esta circuns­
tancia fue la realizada por Wolff [1] en el año 1963,
quien describió una cefalea asociada, específica y
exclusivamente, a la actividad sexual (coito o mas­
turbación). Desde entonces han surgido numerosas
líneas de investigación, como el estudio de disfun­
ción sexual en pacientes con otro tipo de cefalea
primaria. Si bien el carácter crónico del dolor y la
iatrogenia de los fármacos utilizados en su trata­
miento explican en gran medida la presencia de
disfunción sexual en estos pacientes, existen con
toda probabilidad otros factores que influyen en ma­
yor o menor grado.
Este trabajo plantea como objetivo valorar la
función sexual en general, y la disfunción eréctil en
particular, en varones con migraña episódica con y
sin aura y cefalea en racimos (CR), estableciendo
una comparativa con un grupo control.
Estudio descriptivo transversal de pacientes varo­
nes valorados de forma consecutiva en una consul­
ta monográfica de cefaleas en un hospital terciario.
El diagnóstico de migraña episódica con y sin aura
y de CR episódica se realizó de acuerdo con la Cla­
sificación Internacional de Cefaleas, tercera edición,
versión beta [2]. Todos los varones eran sexualmen­
te activos y menores de 46 años. Ninguno de ellos
presentaba antecedente de enfermedad vascular, me­
tabólica, endocrina, urológica o neurológica aso­
ciada que pudiera influir en la función sexual. Se
excluyeron también todos los pacientes en trata­
miento preventivo oral por su cefalea para evitar la
disfunción asociada a psicofármacos (antidepresi­
vos y neuromoduladores) y β-bloqueantes [3]. Se
obtuvo consentimiento informado previo a la inclu­
sión de los pacientes en el estudio.
Se recogieron prospectivamente las característi­
cas demográficas de los pacientes, así como el tipo
de cefalea primaria. Los sujetos control eran varo­
nes asintomáticos desde el punto de vista neuroló­
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Servicio de Neurología. Hospital
Clínico Universitario Lozano Blesa.
Zaragoza, España.
Correspondencia:
Dra. Elena Bellosta Diago. Servicio
de Neurología. Hospital Clínico
Universitario Lozano Blesa. San
Juan Bosco, 15. E-50009 Zaragoza.
E-mail:
[email protected]
Nota:
Trabajo presentado parcialmente
como comunicación oral en la
LXV Reunión Anual de la Sociedad
Española de Neurología.
Aceptado tras revisión externa:
22.02.16.
Cómo citar este artículo:
Bellosta-Diago E, Velázquez-Benito A,
Viloria-Alebesque A, IñíguezMartínez C, Santos-Lasaosa S.
Estudio de la función sexual en la
migraña y la cefalea en racimos.
Rev Neurol 2016; 62: 487-92.
© 2016 Revista de Neurología
487
E. Bellosta-Diago, et al
Tabla I. Índice internacional de función eréctil (IIEF).
1.
Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia logró una erección durante la actividad sexual?
2. Durante las últimas 4 semanas, cuando tuvo erecciones con la estimulación sexual, ¿con qué frecuencia fue suficiente la rigidez para la penetración?
3. Durante las últimas 4 semanas, al intentar una relación sexual, ¿con qué frecuencia logró penetrar a su pareja?
4. Durante las últimas 4 semanas, durante la relación sexual, ¿con qué frecuencia logró mantener la erección después de la penetración?
5. Durante las últimas 4 semanas, durante la relación sexual, ¿cuál fue el grado de dificultad para mantener la erección hasta completar
la relación sexual?
6. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuántas veces intentó una relación sexual?
7. Durante las últimas 4 semanas, cuando intentó una relación sexual, ¿con qué frecuencia resultó satisfactoria para usted?
8. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuánto ha disfrutado de la relación sexual?
9. Durante las últimas 4 semanas, durante la estimulación o relación sexual, ¿con qué frecuencia eyaculó?
10. Durante las últimas 4 semanas, durante la estimulación o relación sexual, ¿con qué frecuencia tuvo una sensación de orgasmo (con o sin eyaculación)?
11. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha sentido un deseo sexual?
12. Durante las últimas 4 semanas, ¿cómo calificaría su nivel de deseo sexual?
13. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuál ha sido el grado de satisfacción con su vida sexual en general?
14. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuál ha sido el grado de satisfacción con la relación sexual con su pareja?
15. Durante las últimas 4 semanas, ¿cómo calificaría la confianza que tiene en poder lograr y mantener una erección?
Preguntas 1-4, 7, 9 y 10: 0 (sin actividad sexual), 1 (casi nunca o nunca), 2 (menos de la mitad de las veces), 3 (la mitad de las veces), 4 (más de la mitad
de las veces), 5 (casi siempre o siempre). Pregunta 5: 0 (sin actividad sexual), 1 (extremadamente difícil), 2 (muy difícil), 3 (difícil), 4 (algo difícil), 5 (sin
dificultad). Pregunta 6: 0 (ninguna), 1 (1-2 veces), 2 (3-4 veces), 3 (5-6 veces), 4 (7-10 veces), 5 (11 o más). Pregunta 8: 0 (no realicé el acto), 1 (no disfruté
nada), 2 (no disfruté mucho), 3 (disfruté algo), 4 (disfruté bastante), 5 (disfruté mucho). Pregunta 11: 1 (casi nunca o nunca), 2 (en algunos momentos), 3
(buena parte del tiempo), 4 (la mayor parte del tiempo), 5 (casi siempre o siempre). Preguntas 12 y 15: 1 (muy bajo o nulo), 2 (bajo), 3 (moderado), 4 (alto),
5 (muy alto). Preguntas 13 y 14: 1 (muy insatisfecho), 2 (bastante satisfecho), 3 (ni satisfecho ni insatisfecho), 4 (bastante satisfecho), 5 (muy satisfecho).
gico, sin antecedentes de migraña o CR, pareados
por edad y seleccionados entre los trabajadores del
hospital y acompañantes de pacientes.
La situación emocional se valoró mediante el in­
ventario de depresión de Beck (BDI) [4]. Este cues­
tionario consta de 21 preguntas que analizan el ni­
vel emocional, cognitivo y motivacional del pacien­
te mediante la expresión de patrones de comporta­
miento específicos. De esta forma se establecen
cuatro categorías en función de la puntuación total:
estado psicológico normal (1-16 puntos), depresión
leve (17-20 puntos), moderada (21-30 puntos), gra­
ve (31-40 puntos) y extrema (> 40 puntos).
La disfunción eréctil se evaluó con el índice in­
ternacional de disfunción eréctil (IIEF) [5], test va­
lidado en España, con buena sensibilidad y especifi­
cidad (Tabla I). Consta de 15 preguntas que evalúan
cinco campos de la función sexual del varón. Para
488
cada pregunta existen varias respuestas (rango: 0-5).
Estos ítems pueden agruparse en cinco dominios:
– Función eréctil: cuestiones 1-5 y 15 (rango de pun­
tuación: 1-30).
– Función orgásmica: cuestiones 9-10 (rango de pun­
tuación: 2-10).
– Deseo sexual: cuestiones 11-12 (rango de pun­
tuación: 2-10).
– Satisfacción del acto sexual: cuestiones 6-8 (ran­
go de puntuación: 0-15).
– Satisfacción global: cuestiones 13-14 (rango de
puntuación: 2-10).
Permite estratificar la disfunción eréctil en función
de las puntuaciones obtenidas en el dominio de
función eréctil: ausencia de disfunción eréctil (≥ 26
puntos), leve (17-25 puntos), moderada (11-16 pun­
tos) y grave (6-10 puntos).
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Función sexual en la migraña y la cefalea en racimos
Se realizó un análisis descriptivo de las variables,
donde las variables continuas se expresaron me­
diante la media ± desviación estándar, y las variables
cualitativas, mediante frecuencias absolutas y por­
centajes. La comparación de controles y pacientes se
realizó mediante análisis de varianza (ANOVA) con
análisis post hoc de Bonferroni. Las variables cuali­
tativas se compararon mediante la prueba de la χ2.
Se utilizó el programa estadístico SPSS v. 22.
Resultados
Se incluyó a un total de 34 pacientes con migraña
episódica (13 de ellos con aura) con una media
de 2,5 crisis/mes, 31 pacientes con CR en período
asintomático y 60 sujetos control. Ninguno de ellos
(pacientes o controles) seguía tratamiento con fár­
macos asociados a la disfunción eréctil (Tabla I). La
edad media fue de 33,29 ± 6,46, 40,44 ± 4,96 y 32 ±
6,81 años, respectivamente.
En relación con el estado emocional, puntuaron
en rango de depresión leve cuatro pacientes con CR
y un paciente con migraña; en este último grupo se
detectó también un paciente con depresión mode­
rada. Todos los controles se situaron en el intervalo
de 1-16 puntos (normalidad). Al comparar la pun­
tuación media entre grupos, no se encontraron di­
ferencias significativas.
La puntuación media en el IIEF fue de 68,41 ±
10,09, 64,26 ± 5,73 y 59,33 ± 15,89 en el grupo con­
trol, de migraña y CR, respectivamente (p = 0,041)
siendo la diferencia significativa entre controles y
CR (p = 0,036). Al clasificar los pacientes en fun­
ción de la presencia y grado de disfunción eréctil,
ningún sujeto control cumplía los criterios de dis­
función. En el grupo de pacientes migrañosos, tres
pacientes tenían disfunción eréctil leve y uno mo­
derada. En el grupo de pacientes con CR, las cifras
se elevaron a 12 pacientes con disfunción eréctil
leve y uno con disfunción eréctil grave (p < 0,05).
Quisimos valorar si existían diferencias en los
diferentes dominios del IIEF. Tan sólo encontramos
diferencias en el dominio de satisfacción global (p =
0,015) entre el grupo control y los pacientes con CR
(p = 0,012). En el apartado de función eréctil, las di­
ferencias se aproximaron a la significación estadís­
tica (p = 0,066). Estos datos aparecen en la tabla II.
Discusión
Se entiende por disfunción sexual cualquier trastor­
no que dificulte el desarrollo de una o varias de las
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Tabla II. Resultados y comparativa de los valores del índice internacional de disfunción eréctil (IIEF).
Controles
(n = 60)
Migraña
(n = 34)
CR
(n = 31)
p
32 ± 6,81
33,29 ± 6,46
40,44 ± 4,96
< 0,05
68,41 ± 10,09
64,26 ± 5,73
59,33 ± 15,89
0,041
Normal
3 leve,
1 moderada
12 leve,
1 grave
< 0,05
Función eréctil
28,72 ± 4,67
29,15 ± 6,82
25,11 ± 6,91
0,066
Satisfacción con
la relación sexual
13,13 ± 2,76
12,26 ± 3,09
11,78 ± 4,13
NS
Satisfacción global
8,75 ± 1,27
8,26 ± 1,54
7,39 ± 2
0,015
Función orgásmica
9,59 ± 1,77
10,21 ± 3,41
8,83 ± 2,5
NS
Deseo sexual
8,22 ± 1,89
7,5 ± 1,81
7,17 ± 2,72
NS
Edad (años)
IIEF
Grado de
disfunción eréctil
Análisis
post hoc
Control frente a CR
(p = 0,036)
Control frente a CR
(p = 0,012)
CR: cefalea en racimos; NS: no significativo.
fases de la respuesta sexual (deseo, excitación, or­
gasmo y resolución) en grado suficiente para consi­
derar la satisfacción sexual como inadecuada [6].
La etiología es variada, y destacan como principales
causas, entre otras, la edad, problemas psicológi­
cos, neurológicos, vasculares, hormonales y farma­
cológicos. Se define la disfunción eréctil como la
incapacidad para conseguir o mantener la suficien­
te rigidez del pene para realizar una relación sexual
satisfactoria [7]. Este nuevo término no incluye los
trastornos de la libido, la disfunción eyaculatoria o
alteraciones del orgasmo, como ocurría con la im­
potencia. Así pues, el concepto de disfunción eréc­
til ha sustituido al de impotencia.
En España, un estudio multicéntrico sobre dis­
función eréctil en una muestra de varones peninsu­
lares de 25-70 años encontró una prevalencia del
12-19% (estudio EDEM [8]). La edad es un factor de
riesgo de disfunción eréctil reconocido ampliamen­
te en la bibliografía. Por eso, de forma arbitraria,
hemos considerado el límite de los 46 años para la
inclusión de pacientes en nuestro estudio, minimizan­
do de esta forma el riesgo de enfermedad cardiovas­
cular, metabólica, urológica, endocrina o neu­roló­
gica clínicamente silente que pudiera influir de for­
ma negativa en la erección.
Ambler et al [9] objetivaron, tras realizar un es­
tudio en pacientes en tratamiento en unidades de
489
E. Bellosta-Diago, et al
dolor, una mayor prevalencia de disfunción sexual
en los que tenían dolor crónico, no justificado sólo
por el estado de ánimo o el grado de discapacidad
del paciente. Años más tarde, Kwan et al [10] valo­
raron la presencia de disfunción sexual en los pa­
cientes con dolor crónico no oncológico y observa­
ron que se correlacionaba con el grado de depresión
y de forma inversa con la duración de los episodios
de dolor. Bestepe et al [11] evaluaron la disfunción
sexual en mujeres con migraña y cefalea tensional
respecto a controles. El tamaño muestral total fue
de 104 pacientes (44 con migraña, 30 con cefalea
tensional y 30 controles). En este estudio se utilizó
la Arizona Sexual Experiences Scale. En ambos ti­
pos de cefalea se demostró la existencia de disfun­
ción sexual, más intensa en el grupo de pacientes
con cefalea tensional. No se encontró relación algu­
na con la intensidad, duración o frecuencia de las
cefaleas. En este estudio no se evaluó el estado
emocional de las pacientes.
En el año 2012, un estudio taiwanés [12], si bien
de carácter retrospectivo, analizó la asociación en­
tre disfunción eréctil y migraña. Para ello, se obtu­
vo información de 5.736 pacientes y 17.289 contro­
les sanos pareados por edad a partir de una base de
datos a nivel nacional. La migraña demostró ser un
factor de riesgo independiente para la disfunción
eréctil (odds ratio: 1,63), y la franja etaria de mayor
riesgo fue la de 30-39 años. Se propuso como posi­
ble etiología la alteración de la regulación de neuro­
transmisores. Siguiendo este mismo hilo conductor,
en 2013 se publicaron los resultados de un es­tudio
turco que valoró la disfunción sexual (en concreto
la capacidad para lograr y mantener una erección
suficiente) en las cefaleas primarias más prevalen­
tes [13]. Para ello se seleccionaron 30 pacientes con
migraña, 31 con cefalea tensional y 30 controles sa­
nos. Se estudiaron los factores de riesgo más fre­
cuentemente relacionados con la disfunción sexual,
se realizaron perfiles hormonales, y se valoró el es­
tado emocional y la presencia de disfunción sexual
con los cuestionarios BDI e IIEF, respectivamente.
La puntuación en este último fue significativamen­
te inferior en ambos grupos de cefaleas respecto a
los controles, sin objetivarse relación directa con el
BDI, el índice de masa corporal y los niveles de tes­
tosterona.
En nuestro estudio se han incluido pacientes va­
rones con migraña episódica con y sin aura con baja
frecuencia de crisis (≤ 3 crisis/mes) y pacientes con
CR en período asintomático. Hemos sido muy rigu­
rosos en su selección, de forma que ninguno de
ellos seguía profilaxis vía oral. De esta forma se in­
tentó eliminar el efecto del tratamiento farmacoló­
490
gico sobre el funcionamiento sexual. Este efecto ha
sido estudiado por el grupo de Guerrero-Peral, que
encontraron una disfunción sexual atribuible a los
fármacos en el 52,1% de los tratados con β-blo­
queantes, el 40,4% de los que usaban neuromodula­
dores, el 37,5% de los que utilizaban antagonistas
del calcio y el 66,6% de los que recibían antidepresi­
vos [3]. En este trabajo evaluaron la función sexual
global con la versión española del cuestionario de
funcionamiento sexual del Hospital General de Mas­
sachusetts, aplicable a ambos sexos [14]. Sin em­
bargo, y a pesar de que este cuestionario recoge un
modelo de respuesta sexual más característico del
sexo masculino (más lineal y estable), en nuestro
estudio optamos por el IIEF, específico para el va­
rón, al igual que en el recientemente publicado por
Aksoy et al [13].
Tampoco encontramos diferencias en la puntua­
ción global en el BDI, por lo que, aun cuando fue­
ron diagnosticados cuatro pacientes en rango de
depresión leve en el grupo de CR y uno en el de mi­
graña (en el que también un paciente puntuó en
rango de depresión moderada), no creemos que las
diferencias encontradas en la función sexual entre
grupos puedan justificarse sólo por este hecho.
Si bien los estudios de disfunción sexual en mi­
graña y cefalea tensional son cada vez más numero­
sos, y la bibliografía en este sentido es muy amplia
[15], creemos que este aspecto en la CR no se ha
analizado suficientemente. En la década de los se­
tenta, autores como Kudrow y Nelson [16,17] des­
cribieron en diferentes investigaciones alteraciones
hipotalámicas en la CR, entre ellas una disminución
de los niveles de testosterona durante las crisis, que
se recuperaban en los períodos asintomáticos. Se
han documentado de forma anecdótica pacientes
cuyas crisis remitían totalmente con el orgasmo [18],
incremento de la actividad sexual tras la administra­
ción de testosterona frente a controles [19], pacien­
tes con remisión de la crisis durante el acto sexual
y reaparición inmediata después de finalizarlo [20], y
recientemente Rozen describió en un artículo el se­
gundo paciente que, siendo refractario a múltiples
tratamientos preventivos, mejoró con tratamiento
estimulador de liberación de testosterona [21].
En pacientes con enfermedad crónica se han su­
gerido diversos mecanismos como causa de disfun­
ción eréctil, entre los que destacan el daño de es­
tructuras vasculares o de neuronas pélvicas, la afec­
tación del estado anímico o los efectos secundarios
del tratamiento farmacológico. En nuestro estudio,
la puntuación en el IIEF era significativamente más
baja en los pacientes con CR respecto al grupo con­
trol y pacientes con migraña. Al analizar los dife­
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Función sexual en la migraña y la cefalea en racimos
rentes dominios, la satisfacción global también fue
significativamente inferior en los pacientes con CR.
Ningún paciente seguía tratamiento farmacoló­
gico y no se encontró correlación entre las medias
del IIEF y el BDI. Por ello es posible que la cefalea
per se sea la causa de la disfunción sexual en estos
pacientes, tal como ya apuntaban Bestepe et al [11].
La erección es un complejo proceso en el que parti­
cipan estructuras vasculares, mediadores centrales
y periféricos, y sistema nervioso. Investigaciones
recientes establecen que el dolor crónico desenca­
dena una serie de procesos a nivel del sistema ner­
vioso central que involucran a neurotransmisores
como la dopamina y la serotonina. Relacionando
este hecho con la migraña, Barbanti et al argumen­
taron que los ataques en esta cefalea podrían expli­
carse por la liberación aguda de dopamina en suje­
tos que en situación basal tienen una hipersensibili­
dad de los receptores dopaminérgicos [22]. Lepper
et al asociaron la CR con una alteración de la esti­
mulación dopaminérgica [23]. Ya con anterioridad
se había planteado la hipótesis de que la integridad
funcional del sistema dopaminérgico estaba dañada
en ambos tipos de cefalea [24].
Se conoce que la dopamina incrementa la moti­
vación y la actividad sexual en el varón, se libera
antes y durante la copulación en determinadas dia­
nas de integración claves para la función sexual, y
favorece el deseo. Por otro lado, la serotonina, al te­
ner un efecto antagónico con la testosterona, puede
causar disfunción sexual [25,26]. Por tanto, teoriza­
mos con la posibilidad de que una probable desre­
gulación en las vías de ambos neurotransmisores
podría justificar una alteración de la función sexual
en cualquiera de sus aspectos (erección, satisfac­
ción sexual y deseo sexual entre otros) en pacientes
con migraña y CR.
Si bien los resultados de este trabajo deben ana­
lizarse con cautela, creemos que se hacen necesa­
rios estudios con mayor tamaño muestral que valo­
ren el funcionamiento sexual en las distintas cefa­
leas primarias. Del mismo modo, la valoración de
la salud sexual debe incorporarse a nuestra práctica
clínica habitual, ya que condiciona el manejo tera­
péutico del paciente con cefalea y exige un enfoque
multidisciplinar.
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E. Bellosta-Diago, et al
A study of sexual function in migraine and cluster headache
Introduction. The sexual erectile dysfunction are common symptoms and many chronic diseases whose diagnosis will
determine the therapeutic management of patients.
Aim. To assess sexual function in men with migraine or cluster headache (CH) compared with a control group.
Subjects and methods. Cross-sectional study of 34 patients with migraine, 31 patients with CH and 60 control subjects less
than 46 years old. Erectile dysfunction was assessed using the International Index of Erectile Dysfunction (IIEF). Emotional
state was evaluated using the Beck Depression Inventory.
Results. The average score on the IIEF was 68.41 ± 10.09, 64.26 ± 5.73 and 59.33 ± 15.89 in the control group, migraine
and CH respectively (p = 0.041) being the significant difference between controls and CH (p = 0.036). In the group of
migraine patients, three patients had mild and one moderate erectile dysfunction. In the group of patients with CH, twelve
scored in rank of mild erectile dysfunction, and two met the criteria for severe erectile dysfunction (p < 0.05). By analyzing
differences in the different domains of IIEF, they were significant in the domain of overall satisfaction (p = 0.015) between
the control group and patients with CH (p = 0.012).
Conclusions. In our study we found a higher frequency of and involvement in sexual function in terms of overall satisfaction
in patients with migraine and CH. We believe that the evaluation of sexual function in this type of headache should be
integrated into our clinical practice.
Key words. Cluster headache. Erectile dysfunction. IIEF. Migraine. Sexual dysfunction. Sexual satisfaction.
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www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (11): 487-492
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