La seguridad en la maquinaria agrícola

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LUIS MÁRQUEZ, Dr. Ing. Agrónomo
L!! SEGURIDAD EN LIL
lY[AQUINARIH AGRÍCOII[
el desconcierto inicial, progresivamen[e, se ha pasado a
una aceptación plena por parte de los fabricantes, aunque todavía
se encuentren situaciones dudosas que
son aprovechadas por algunos para
ofrecer productos que no cumplen los
mínimos establecidos.
Por otra parte, se puede decir que
la aplicación de la Directiva de `seguridad en las máquinas' ha servido para
que los pequeños fabricantes de maquinaria agrícola mejoren su tecnología de fabricación, se preocupen de
^ Ágr^teC%1lCQ
ofrecer unos manuales más adecuados, en resumen, que al usuario está
Ilegando un producto más seguro y,
también, de mejor calidad.
No puede decirse lo mismo de la
maquinaria agrícola que habitualmente se utiliza en el campo; las condiciones de seguridad que ofrece son
notablemente deficientes: faltan protecciones, especialmente en la toma
de fuerza, y los aspectos relacionados
con la protección frente a las vibraciones, como son los asientos amortiguados o el aislamiento acústico del pues-
Han pasado cinco
años desde que se
pusiera en vigor la
normativa europea
sobre la seguridad
en las máquinas,
que como no podía
ser menos, afectaba
a toda la maquinaria
agrícola.
to de conducción apenas recibe una
mínima atención. Al usuario le interesa poco la seguridad.
Parece que con sólo una cabina o
bastidor de seguridad está todo resuelto, pero incluso se prescinde de esta
protección, retirándola o manipulándola después de haber matriculado el
tractor, o Ilevándola `plegada', con lo
que no proporciona ningún tipo de
protección.
En el momento actual, especialmente en todo lo que se relaciona
con ]a maquinaria agrícola, se han
SEPTIEMBRE 2000
publicado un conjunto de normas
que sirven como referencia de seguridad para el diseño y la fabricación
de las mismas. Ahora se inicia una
nueva etapa en la que se intenta dar
unas referencias también válidas para el utilizador, que poco a poco, serán exigidas por los organismos de
seguridad.
En este y otros artículos que le
seguirán, intentaremos ofrecer una
información práctica, sobre la forma
de conseguir, desde el diseño y la fabricación de las máquinas, una mejora de la seguridad de las personas
que las manejan, sin que esto signifique un encarecimiento del producto
final.
U N POCO
^ DE HISTORIA
En los [ Encuentros Nacionales de
Seguridad e Higiene en la Agricultura
(noviembre de 1985), se puso de manifiesto el escaso interés que se daba
en España a la seguridad en el diseño
y la fabricación de la maquinaria agrícola. La normativa aplicada se refería
esencialmente al tractor y de manera
especial a los aspectos relativos a la
seguridad vial.
Sin embargo, en la utilización de
la maquinaria se producían e140 % de
los accidentes del sector agrario, y
con menor o mayor gravedad esto
afectaba a 3 de cada 100 `agricultores' en el año.
Los riesgos que inducían este tipo
de accidentes se pueden agrupar como sigue:
• Fenómenos comunes a cualquier tipo de máquina: piezas en movimiento, ruido.
• Ligados a los desplazamientos:
vuelcos, vibraciones de baja frecuencia.
• Por su trabajo: proyección de piedras, productos tóxicos.
• Por mala utilización: incompetencia,
mal mantenimiento.
En consecuencia, se debería de
implantar un control de la maquinaria
en función de la gravedad del riesgo y
del coste de la protección.
SEPTIEMBRE 2000
LOS COMIENZOS D^
LA REGLAMENTACION
ESPANOLA
La reglamentación española que
se aplicaba en la década de los años
80 podía definirse como escasa y confusa, imposible de cumplir si se hubiera aplicado en su integridad.
Un ejemplo de ello es la Ordenanza Laboral del Campo (OM de 9 octubre 1969), que en su art. 96 ap. j) decía: "La maquinaria a emplear en las
explotaciones deberá contar con !ns
dispositivos de seguriclad necesarins,
principalmente en aquellas partes de
la mcíyuina gue se hacen mcís propensas al acciúente (transmi.ciones, ruedas dentadas, poleas, etc.), adaptándola al ReKlamento General de
Seguridad e Higiene. Para reali^ar
las labores agrícolas con tractnr será
preceptivo el uso de pórticos de seguridad'.
En mayo de 1971 con la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en
el Trabajo, se intentó resolver el problema, pero era una reglamentación
dirigida fundamentalmente a instalaciones fijas difícilmente aplicable a la
maquinaria agrícola.
En 1986 se publica el `Reglamento de Seguridad en las Máquinas' (RD
1495/1986 de 26 de mayo), que yuedaba sin desarrollar en sus aspectos
agrícolas, ya que debía de ser comple-
tado con la publicación de Instrucciones Técnicas Complementarias (1TC)
que nunca se Ilegaron a elahorar
INTEGRACIÓN DE LA
SEGURIDAD EN LA
CONSTRUCCION DE
LA MAQU I NA
Ante la irnposibilidad de alcanzar
la `seguridad total' en la utilización de
la maquinaria se han huscado modos
de reducir los riesgos, como son:
• Estudio de los métodos de trabajo
• Supresión de las causas (elementos
de seguridad)
• Dispositivos protectores
• Formación profesional
• Campañas de prevención
Esto se puede reducir a realizar lo
que se conoce como `contrul técnico
de seguridad' de la maquinaria, yue
debe de ir unido a la informaci6n y
capacitación profesional, dc manera
que se eviten las causas humanas quc
favorecen el accidente.
Con el control técnico de seguridad se consigue una mejor infonnación para los usuarios, a la vez que
una protección jurídica para el fahricante que lo realiza, y un apoyo puhlicitario para los productos quc lo cumplen, además del beneficio sorial
derivado de la reducción de acridentes. Para realizarlo de manera rigurosa
y flexible suele ser aconsejable la utilización de normas técnicas relacionadas con la seguridad, como la normas
DIN Il 001/..., ISO 4254/..., I?N
292/..., etc.
LA DIRECTIVA DE
'SEGURIDAD EN LA ^
MAQUINAS'
Con la integración de España en la
Unión Europea, la normativa de seguridad tiende a unificarse cun la yue se
aplica en los diferentes países Comunitarios.
Inicialmente se publican la Directiva 89/392/CEE (DOCE 29 de junio
de 1989) y la Directiva 91/i68/CE1?
(DOCE 22 de julio de 1991), yue quc8gi0/C'(77!('U
®
qi
dan transpuestas al derecho español
por el RD 1435/1992 de 27 de noviembre, aplicándose en el conjunto
de los países de la Unión Europea,
después de un periodo transitorio, en
el que coexiste esta normativa con la
legislación propia de cada país, desde
el I de enero de 1995
Básicamente obliga a que el fabricante realice una `Declaración de
Conformidad' (autocertificación) y un
marcado de la máquina (`Marcado
CE' ). En algunas máquinas consideradas especialmente peligrosas se realiza una homologación de `tipo CE'.
La base de esta legislación se corresponde con lo establecido por la
Directiva de `seguridad en las máquinas', que afecta, de manera directa, a
cualquier cosa que se pueda entender
como `máquina' y que la propia Directiva define como: `Conjunto de
piezas u órganos unidos entre si, de
los cuales uno por lo menos habrá de
ser móvil y, en su caso, de órganos de
accionamiento, circuitos de mando y
de potencia, u otros, asociados de
forma solidaria para una aplicación
determinada, en particular para la
transformación, tratamiento, desplazamiento y acondicionamiento de un
material'. Asimismo, se consideran
como `máquina' el conjunto de máquinas diferenciadas que funcionan
solidariamente y los equipos intercambiables que modifican la función
de una máquina, aunque no lo sean las
piezas de recambio.
En el caso de máquinas relacionadas con la agricultura y la ganadería, o
cualquier máquina fija o móvil que se
utilice en las explotaciones agropecuarias, o en las industrias de transformación, están afectadas, de manera
obligatoria, por una normativa de tipo
`general', pero que se aplica a cada
caso particular con clara responsabilidades para el fabricante o
comercializador que la
incumpla.
Pero, ^,cuáles son los
límites de esta obligatoriedad relacionada con la
seguridad'? La Directiva
(y el RD), en su artículo 2
establece que sólo podrán
comercializarse y ponerse
en servicio las máquinas
"si no comprometen la seguridad ni la salicd de las
persoitus, ni, en su caso,
de los animales domésti-
cos ni de los bienes, cuando estén instaladus y^ mantenidas convenientemente y se utilicen de acuerdo con su
destino".
Por otra parte, a diferencia
de lo que tradicionalmente se
acostumbraba, no existe una
`homologación' administrativa que haya que cumplir antes
de poner la máquina en el
mercado. Sólo en determinadas máquinas consideradas
como `muy peligrosas' se necesita un `examen de tipo',
pero, en general, basta con
que el fabricante, en el momento de la venta, entregue
firmada una `declaración de
^ agro teCll/Ca
conformidad' con lo que establece la
Directiva en relación con los requisitos esenciales de `seguridad' y que
marque la máquina con las letras CE,
para que tenga libre comercialización
en cualquier mercado europeo.
Esto puede parecer sencillo, se
marca la máquina y se firma lo que
haga falta y a vender. Sin embargo, la
propia Directiva establece acciones
legales contra el que coloque la marca
de manera indebida, obligando al infractor a retirar el producto del mercado, e impidiendo su comercialización.
Para que un fabricante pueda asegurar que su producto cumple los requisitos esenciales de seguridad y salud, en principio deberá seguir lo
indicado en el Anexo I de la Directiva,
que aunque limita la responsabilidad
del fabricante al estado de la técnica,
señala, desde el principio, yue la seguridad debe de estar integrada en el propio
diseño de la máquina, de manera que
sea apta para su función sin riesgo para
las personas, incluso en situaciones de
trabajo anormales, estableciendo como
principios de actuación:
- La eliminación o reducción de los
riesgos dentro de lo posible.
- La adopción de medidas de protección.
- La necesidad de informar al usuario de los riesgos residuales.
Todo esto debe de completarse
con instrucciones para el uso normal y
anormal de la máquina y con la entrega de todo lo que sea necesario para
su utilización sin riesgos.
El mismo Anexo I de la Directiva
analiza otros aspectos que se relacio-
SEPTIEMBRE 2000
nan con: mandos, medidas de seguridad contra peligros mecánicos, caracterización de resguardos y dispositivos de protección, medidas de
seguridad contra otros peligros (como
energía eléctrica, ruidos, vibraciones,
emisión de polvo o de gases, etc.),
mantenimiento, e indicaciones y advertencias informativas, además de
con el contenido del manual de instrucciones para el operador.
Hay otros requisitos complementarios que afectan a determinadas categorías de máquinas, como son las
agroalimentarias, entre las que hay
que incluir las de ordeño y refrigeración de leche, las máquinas portátiles
y las de trabajo de la madera, que requieren un tratamiento especial en
función de su peligrosidad, o por determinados riesgos yue ocasionan la
`movilidad' de las máquina (como el
relativo a las máquinas agrícolas de
campo), o cuando se trata de los conocidos como `equipos de elevación de
cargas' .
En relación con las máquinas
`agroalimentarias', la Directiva, en el
apartado 2.1 del Anexo A, particulariza que este tipo de máquinas deben de
cumplir con los requisitos esenciales
de seguridad y salud que afectan a
cualquier otro tipo de máquinas, además de tener un diseño `que evite los
riesgos de infección, enfermedad y
contagio', para lo que se establece un conjunto de normas de higiene que afectan a
los materiales en contacto
con los alimentos, el estado
de las superficies y la facilidad de limpieza.
.^ '
otra, el fabricante debe ^I^^
^
elaborar un 'expediente
técnico', que guardará en
sus instalaciones y que estará disponible ante cualquier control eventual de
las autoridades responsables, que puede hacerse,
bien porque se produzca ^m accidente,
bien por el rutinario control del mercado que realizan los organismos responsables de la seguridad.
EI `expediente técnico' debe de
incluir:
del apartado 2.1 del Ancxo A par,l
laS I11áqUlll^lti agroll^IIllelllallati.
• Lista de requisitos esenciales dc scguridad (incluidos en el Anexo I de
la Directiva), normas técnicas y
otras cspecificacioncs técnicas utilizadas en el diseño de I^l m,íquina.
• Desct'ipción dc las suluciones aduptadas pal'a prevenir los peligros presentados
por la máquinn, con la posibilidad de incluir, de manera opcional, cualquier informe térnico o certit'icado
obtcnido de un lahoraturio
u organisnw competente.
• Un ejemplar del manual de
instruccioncs que se enU'ega al romprador.
• Para máquinas que xe fabrican en
'serie', como podrían ser los pulsadores, por ejemplo, en un^l instalación de ordeño, las disposiciones internas para mantener la conformidad
de la producción en lu que se relaciona genéricamcnte con la 'segurid^ld'.
^^ EI fabricante está obligado a
elaborar y conservar un
expediente técnico relacionado
con la seguridad para todos sus
modelos en el mercado> >
Desde el punto de vista
teórico, siguiendo los diferentes apartados establecidos en la Directiva, podría
construirse una máquina `segura', con lo que el fabricante estaría en disposición de `marcarla' y firmar la correspondiente
`declaración de conformidad'.
La realidad, por desgracia, es bastante diferente. Por una parte, resulta
difícil aplicar los principios establecidos por la Directiva a los casos particulares de cada tipo de máquina, por
SEPTIEMBRE 2000
^^ ^
• Planos del conjunto de la máquina y
de sus circuitos de mando, acornpañados eventualmente de notas de
cálculo, resultados de las pruebas,
etc., que permitan comprobar que la
máquina cumple los requisitos esenciales de seguridad y salud, incluidos los que se derivan del contenido
agror C'('/ll('(I
^
El hecho de no presentar la documentación en respuesta a un requerimiento debidamente motivado de las
autoridades competentes, podrá ser razón suficiente para dudar de la presunción de conformidad con la Directiva.
Asimismo, esta documentación
deberá de conservarse hasta diez años
después de que la máquina haya dejado de fabricarse, pudiendo estar elaborada en cualquier de las lenguas oficiales de la UE.
Para los productos importados de
fuera de la UE, este expediente técnico es responsabilidad del conocido
como `mandatario', representante legal del fabricante en la UE y responsable, a todos los efectos, de los requisitos impuestos por la Directiva. Este
`mandatario' puede ser único para toda la UE, con independencia de que
existan varios importadores del mismo fabricante en los diferentes países
de la Comunidad.
ción Comunitaria, dando lugar a lo
que se conoce como Norma `Armonizada' .
Para que una Norma Técnica se
acepte como tal se necesita:
- Que sea elaborada por el Comité
Europeo de Normalización (CEN);
- Que esta elaboración se haya realizado por `mandato' de la Comunidad;
LAS NORMAS
^ 'ARMONIZADAS'
- Que su referencia se publique en el
D.O de las Comunidades Europeas;
- Que sea aceptada al menos por un
Estado Miembro.
La aplicación directa de los principios de seguridad que incluye la Directiva, resulta muy difícil, y nunca se
tiene la certeza de que se han interpretado correctamente para el caso particular del tipo de máquina considerada.
Esta dificultad se está intentando
resolver mediante un conjunto de
Normas Técnicas que reciben una
aceptación especial de la Administra-
< < Las normas
'armonizadas'
ofrecen la
presunción de
conformidad con la
Directiva> >
Cuando una máquina o instalación
se adapte a lo que establece la `norma
armonizada' que le es de aplicación,
queda establecida una `presunción de
conformidad' con la Directiva de `seguridad en las máquinas'.
Esto ha hecho que algunas asociaciones profesionales de fabricantes, como el CEMA (Agrude
pación
Europea
Fabricantes de Maquinaria
Agrícola), tomen una posición activa participando en
la elaboración este tipo de
Normas.
El Comité Europeo de
Normalización (CEN), que
se encarga de elaborar este
tipo de normas, nace como
una asociación internacional
de normalización, sin fines
lucrativos, sujeta al derecho
belga, e independiente jurídicamente de la UE y de la
^ AgiOteCY1lCQ
EFTA, con los objetivos de:
• Proteger los intereses de los diferentes estamentos sociales y económicos europeos,
• Asegurar que los documentos elaborados satisfagan las exigencias esenciales de protección a las personas,
animales o bienes,
mediante la publicación de normas europeas (EN) o documentos armonizados (HD), que favorezcan la
competitividad de la industria europea
en el contexto mundial. Esto se realiza
bien de manera directa, bien mediante
la implantación en Europa de determinadas normas ISO.
Los miembros del CEN son los
Organismos Nacionales de Normalización de los países de la UE y de la
EFTA, colaborando los miembros
asociados (organismos europeos), los
miembros afiliados (países observadores de Europa del Este) y los organismos de cooperación, que incluyen
a las diferentes asociaciones de fabricantes, consumidores, etc., de Europa.
Con las Normas Europeas (EN) se
pretende eliminar los obstáculos técnicos al consumo, y cada Norma obliga a todos los países miembros a:
• Un anuncio público de la misma, incluyendo su código y título
• Su adopción en el plazo de seis meses desde su publicación oficial,
bien mediante la traducción de un
texto idéntico (idioma del país) o
con su ratificación.
• La anulación de todas las Normas
nacionales técnicamente divergentes.
La iniciativa para elaborar una
Norma puede ser un `mandato', o bien
por petición de un miembro del CEN,
asociación sectorial u organismo técnico del CEN. Siempre incorpora una
propuesta (Formato A), a partir de la
cual se asigna a un CEN/TC, o se
ofrece el trabajo a ISO, o incluso se
puede rechazar el trabajo de manera
justificada.
Por otra parte, en función de un
acuerdo conocido como de `Statu
Quo', los países miembros del CEN
no pueden emprender trabajos nacionales de normalización en un campo en el que se está elaborando una
SEPTIEMBRE 2000
EN, ni después de su publicación, si
no están completamente en línea con
las EN o HD existentes.
Dentro de la estructura organizativa del CEN se encuentran los TC que
se encargan, de manera directa, de la
elaboración de Normas relacionadas
con la seguridad en las máyuinas,
siendo los que tienen mayor interés,
desde nuestro punto de vista:
• CEN/TC 114 - Seguridad en la mayuinaria
• CEN/TC 122 - Ergonomía
• CEN/TC 144 - Tractores y maquinaria agrícola y forestal
Este Wtimo Comité Técnico tendría asimismo la responsabilidad sobre el material para la agricultura y la
ganadería.
Para decidir sobre la conveniencia
de desarrollar una determinada norma
EN, en materia de seguridad, para un
grupo de máquinas, se toman en cuenta los criterios detallados a continuación:
• Que exista un nivel de riesgo razonable y suficientemente significativo
para las personas.
• Que se dé la presencia probable o
previsible de un conjunto de máquinas para las que sea aconsejable utilizar estas Normas.
• Que exista la petición por una parte
al menos de alguno de los interesados (usuarios, fabricantes, etc.).
• Que exista normas nacionales e internacionales y experiencia tecnológica suficiente, yue permita un desarrollo rápido del trabajo y la
aceptación de la norma.
Todas las normas EN que se desarrollan para la directiva `Máquinas'
SEPTIEMBRE 2000
«La iniciativa para
elaborar una Norma
puede ser un
'mandato' o bien por
petición de un
miembro del Comité
Europeo de
Normalización> >
atienden a los siguientes tipos:
A.- Que recogen principios y conceptos fundamentales de seguridad, terprocediminología,
mientos de elaboración
de normas, etc.
BL- Que recogen los aspectos específicos de
seguridad de un conjunto importante de máquinas, como nivel sonoro,
distancias de seguridad,
temperaturas de superficies, etc.
B^.- Sobre dispositivos
de seguridad que pueden ser utilizados como
elementos de protección (componentes neumáticos e hidráulicos, barrcras
fotoeléctricas de seguridad, etc. ).
C.- Especificaciones de seguridad para un tipo de máquinas o conjunto dc
tipos, incluyendo el listado de riesgos
que pueden aparecer.
Todas estas normas están siendo
elaboradas siguiendo cl procedimiento
`rápido' del CEN, y las correspondientes al tipo C para la maquinaria agrícola, ganadera y forestal, con la rolaboración directa de las organizaciones
profesionales de fabricantes integradus
en el CEMA. La iniciativa provicne en
muchos casos de un `Mandato' dc la
CEE, lo cual es importante desde cl
punto de vista de la financiación de la
actividad normalizadora.
Inicialmente se pretendía que las
normas estuvieran disponibles antes
del plazo en el que entraría en vigor la
directiva `Máquinas'. La realidad ha
sido bien distinta: sólo algunas de las
normas EN sobre temas de seguridad
general han finalizado con la suficiente antelación, mientras yue las otras
siguen su curso.
La verdad es que, en lo que respecta a la mayuinaria agrícola, ganadera y forestal, las necesidades y la diversidad de tipos de máquinas han
superado las expectativas iniciales y
los retrasos en su publicación son una
consecuencia lógica del enorme trabajo abordado.
8gi0ÍP('lll('U ^
DOCUMENTOS
^ DE REFERENCIA
Recientemente, y con bastante retraso respecto a lo inicialmente previsto, acaba de aparecer publicada la
Norma UNE-EN 1553, genérica para
todas las máquinas agrícolas, tanto
suspendidas como arrastradas o autopropul5adas, que ofrece unas orientaciones prácticas para cumpli ^- lo establecido por la Directiva de `seguridad
en las máquinas'.
Para otros ^rupos de máquinas, en
los que se detectan riesgos especíticos,
se han elaborado y se encuentran disponibles normas UNE-EN del tipo C, que
son una refereiTCia válida para fiabricantes y usuarios, como sucede con las cosechadoras autopropulsadas, los esparcidores de estiércol, los equipos para la
aplicación de agroquímicos, etc.
En artículos sucesivos pretendemos
analizar los aspectos esenciales de estas
normas, válidas para diferentes grupos
de máquinas agrícolas, dando recomendaciones prácticas para su aplicación.^^
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Fabricante :. . . . ..... . . . . .... . . . . . . . . . . . . . ... . .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (nombrel
Dirección :......................................................................................
DECLARAMOS QUE EL PRODUCTO
(descripción de la máquina: marca, tipo, número de serie, etcJ
• corresponde a las exigencias básicas de la directiva de la CE sobre máquinas (directiva 'CE' 89/392/CEE, incluidas las modificaciones de la misma y la correspondiente
transposición a la ley nacional)
• está, además, en conformidad con las exigencias de las siguientes directivas de la CE
(indicar sólo si es acertado):
/^DEMÁS DECLARAMOS QUE
• las siguientes normas armonizadas (o partes de ellas) fueron aplicadas (indicar sólo
si es acertado):
• las siguientes normas nacionales o internacionales y especificaciones técnicas fueron aplicadas (indicar sólo si es acertado):
Lugar y fecha ...................................................................................
Firma
(nombre, función y firma del encargado)
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