ESCRIBIR TAMBIÉN ES COMUNICAR Naturaleza, condiciones y finalidades de la comunicación Inicia el ciclo de la comunicación Emisor Idea comprendida Receptor Recibe y decodifica el mensaje Mensaje Idea que se desea compartir Participación Debe existir Comunicación Barreras El receptor se convierte en emisor y viceversa Entropía o ruido Canal Normas que permiten la comunicación efectiva: el éxito en la trasmisión y comprensión de un mensaje depende de ello. Medio a través del cual es transmitido el mensaje Código Conjunto de significados y significantes Según el canal Según el objetivo Según la audiencia De acuerdo a la dicotomíasignificadosignificante Representa pérdida total o parcial del mensaje Clasifica tus hallazgos Ruido en la comunicación escrita Reflexión La comunicación escrita es muy importante ya que es una forma de comunicarnos cuando no podemos hacerlo mediante otro medio, ya sea porque no disponemos de ese medio o porque talvez no los han prohibido, aquí nos dan muestra de que es posible que participe una paloma. ¿Cómo lograr transmitir sentimientos en la comunicación escrita? Cada persona tendrá una manera diferente de transmitirlo, esto dependerá del tipo de vocabulario al que se esté acostumbrado a hablar, y la transmisión se logra a partir del entendimiento que haya, en este caso el receptor mal entiende la idea. ¿Cuáles son los riesgos en la comunicación escrita, si la redacción no es clara? Que según el tema del que se hable, habrá riesgos si la idea no es concisa y clara o si se ponen abreviaturas como en el caso de la lectura Wells Chapel, y también depende del tipo de persona con la que se hable en el caso de la lectura como era un pastor pues él no tenía ni idea de lo que era WC. Y pues lógico que lo que el pensó fue que le habían preguntado sobre la iglesia. ¿Qué estrategias puedes poner en práctica para asegurar que tus escritos logren una comunicación efectiva? Pues que yo trate de compartir la idea pero que tenga claridad, utilizando el vocabulario de una manera correcta, tratar de que se entienda y así el significado y significante serán comprendidos correctamente. Tarea 3: Bosquejando Suicidio Introducción El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia vida. El comportamiento suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir, como tomar una sobredosis de fármacos o estrellar un automóvil de forma deliberada. Evolución histórica La actitud de los hombres ante la muerte no ha sido la misma a través de los tiempos; cuando un hombre de hoy habla de su muerte, piensa que si le fuera dado escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. El hombre del medioevo se sentiría aterrado de ello, porque como lo expresa el padre de Hamlet, en la famosa obra de Shakespeare, moriría «en la flor del pecado»; por eso el hombre de la Edad Media prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres, incluso en las oraciones medievales se rezaba «líbranos Señor de la muerte repentina». En la Edad Media y hasta bien entrada nuestra Edad Moderna en Europa occidental las Iglesias cristianas sacralizaron la muerte, la domesticaron, integrándola en un sistema de ritos y creencias que la convertían en una etapa más del destino final de cada ser humano. La Iglesia Católica rechazaba al suicida y se le negaba la sepultura en el Campo Santo. En la Inglaterra anglicana de 1800 el cuerpo del suicida era castigado por la justicia públicamente siendo arrastrado por el suelo y estaqueado en el cruce de los caminos, sus bienes confiscados y la viuda desheredada y deshonrada. Solo se aceptaba el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor. En el siglo XV, Castilla, Aragón, Florencia, Francia, Reino Unido, Milán, Venecia y Portugal sancionaban el suicidio, rematando incluso a los muertos suicidados. En Castilla y Aragón, la práctica se recoge en una constitución de 1497, cuando un pastor almeriense se suicidó porque le despidieron, y fue rematado en Córdoba en 1498. En sociedades donde la sacralidad era la cosmovisión vigente, es lógico que el comportamiento suicida se rechazara, pues el hombre no tenía permitido modificar su destino, que estaba en las manos de Dios. El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, según refiere la historia, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio, y en el Lejano Oriente los japoneses se hacían el seppuku para lavar la deshonra. Fue a partir del siglo XIX cuando se perdió ese sentido de socialización, inserto en la ritualidad. La sociedad emergente rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo. De este modo, la sociedad occidental se había desvinculado de la muerte y del suicidio en particular. Muchas religiones monoteístas lo consideran un pecado, y en algunas jurisdicciones se considera un delito. Por otra parte, algunas culturas, especialmente las orientales, lo ven como una forma honorable de escapar de algunas situaciones humillantes o dolorosas en extremo. Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal y el motivo del acto, y no solo una consecuencia casi ineludible. Así los mártires no son considerados suicidas, dado que se sacrifican en nombre de una creencia. Tampoco son suicidas los que se sacrifican por otros en caso de emergencias ni los soldados que mueren en una guerra y, en estos casos, los muertos no son proscritos por la ley. En el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir, así como la propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio. Puede que dicho proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio. Según Guillon y Le Bonniec (1982) “el cómplice es todo aquel que, sin llevar a cabo personalmente los elementos constitutivos de la infracción imputable del autor, solamente ha facilitado o provocado la acción principal por medio de actuaciones de una importancia material secundaria: ayuda, suministro de medios o instigación” figura del derecho penal donde sería posible una sanción penal. La Psicología y la Psiquiatría se revelan como las principales ciencias de la salud para prevenir el suicidio. El suicidio y la ley En España la relación de terceros respecto al suicidio es discutida. El caso de no evitarse un suicidio, pudiendo hacerse, podría ser considerado como una omisión del deber de socorro, lo que está tipificado como delito en diversas legislaciones. Este hecho es justificado en que un intento de suicidio podría ser debido, por ejemplo, a un estado de locura transitorio, a un estado depresivo muy grave u otras situaciones análogas. No obstante, si el acto de suicidio se toma con el supuesto ejercicio pleno de las facultades mentales nadie podría impedirlo hipotéticamente, ya que lo contrario podría tratarse de un delito de coacción, que castigaría al que «sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe» (art. 172 del CP). Hay que hacer notar, a este respecto, que el suicidio «es un acto que la ley no prohíbe», como ha señalado el Tribunal Constitucional de España. Aunque el Tribunal Constitucional Español señala que no existe en el ordenamiento jurídico de este país el «derecho al suicidio», «ello no impide, sin embargo, reconocer que, siendo la vida un bien de la persona que se integra en el círculo de su libertad, pueda aquélla fácticamente disponer sobre su propia muerte, pero esa disposición constituye una manifestación del agerelicere, en cuanto que la privación de la vida propia o la aceptación de la propia muerte es un acto que la ley no prohíbe» (Fundamento Jurídico 7.º). En todo caso, inducir a otra persona para que cometa suicidio, o cooperar con actos necesarios en un suicidio o en una eutanasia sí que son delitos, aunque castigados con penas distintas (artículo 143 del CP). De igual manera, en legislaciones como la chilena, el auxilio al suicidio es punible según señala el art. 393 del Código Penal: «El que con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide, sufrirá la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo, si se efectúa la muerte». Aquí la muerte opera como condición objetiva de punibilidad; es decir, sólo será culpable la conducta en la medida que se verifique el resultado de muerte; y siendo así, incurrirá el autor en la pena señalada (541 días a 5 años). No está de más mencionar que además hay leyes que protegen a las aseguradoras de vida. Según Guillon y le Bonniec (1982) “el seguro de vida en caso carece de efecto, si el acta de defunción del asegurado demuestra que el asegurado ha muerto por suicidio, a pesar de que algunas aseguradoras ignoran dicha ley y hacen el pago a los beneficiarios de todas formas”.6 Desarrollo Causas El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con: Trastorno bipolar Trastorno límite de la personalidad Depresión Dependencia del alcohol y de las drogas Esquizofrenia Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a: Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para los demás. Sentirse como víctima. Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad. Los comportamientos suicidas pueden ser causados por una situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales como: El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de suicidio). La muerte de un ser querido. La dependencia de las drogas o del alcohol. Un trauma emocional. Enfermedades físicas graves. El desempleo o los problemas financieros. Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes abarcan: Acceso a armas de fuego. Miembro de la familia que cometió suicidio. Antecedentes de autoagresión deliberada. Antecedentes de abandono o maltrato. Vivir en comunidades en donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes. Ruptura sentimental. La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en muerte. Muchos de estos intentos se llevan a cabo en una forma en que el rescate sea posible. Estos intentos a menudo representan un grito desesperado en busca de ayuda. Algunas personas intentan suicidarse de una manera que no sea violenta, como envenenamiento o sobredosis. Los hombres, especialmente los ancianos. tienen mayor probabilidad de escoger métodos violentos, como dispararse. Como resultado, los intentos de suicidio por parte de ellos tienen mayor probabilidad de consumarse. Los parientes de personas que intentan o cometen suicidio a menudo se culpan o se enojan mucho y pueden ver el intento o el acto como egoísta. Sin embargo, las personas que intentan cometer suicidio con frecuencia creen erróneamente que les están haciendo un favor a sus amigos y parientes al irse de este mundo. Síntomas A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos síntomas o comportamientos antes de un intento de suicidio, entre ellos: Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente. Regalar las pertenencias. Hablar acerca de marcharse o la necesidad de "dejar todos mis asuntos en orden". Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma después de un período de ansiedad. Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba. Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo. Tener dificultad repentina en el colegio o el trabajo. Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso declarar el deseo de hacerse daño. Hablar acerca de sentirse desesperado o culpable. Cambiar los hábitos de sueño o comidas. Tratamiento Una persona puede necesitar tratamiento de emergencia después de un intento de suicidio. Se pueden necesitar primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar o respiración boca a boca. Las personas que intentan cometer suicidio pueden necesitar hospitalización para tratarlos y reducir el riesgo de futuros intentos. La terapia es una de las partes más importantes del tratamiento. Se debe tratar la afección que puede haber causado el intento de suicido. Esto abarca: Trastorno bipolar. Trastorno límite de la personalidad. Dependencia del alcohol o las drogas. Depresión mayor. Es posible que las personas que están en riesgo de comportamiento suicida no reciban tratamiento por muchas razones: Creen que nada va a ayudar. No desean contarle a nadie que tienen problemas. Piensan que buscar ayuda es un signo de debilidad. No saben adónde acudir por ayuda. Expectativas (pronóstico) Tome siempre en serio las amenazas e intentos de suicidio. Cerca de un tercio de las personas que tratan de suicidarse lo intentarán de nuevo dentro de un período de un año. Cerca del 10% de las personas que amenazan o intentan suicidarse finalmente se quitan la vida. La persona necesita atención en salud mental inmediatamente. No le reste importancia a la persona como que simplemente está tratando de llamar la atención. Complicaciones Las complicaciones dependen del tipo de intento de suicidio. Cuándo contactar a un profesional médico Llame a un médico de inmediato si usted o alguien que usted conozca está teniendo pensamientos suicidas. Prevención El hecho de evitar el alcohol y las drogas (diferentes a los medicamentos recetados) puede reducir el riesgo de suicidio. En hogares con niños o adolescentes: Almacene todos los medicamentos recetados en una parte alta y bajo llave. No guarde alcohol en la casa o manténgalo asegurado bajo llave. No guarde armas de fuego en la casa. Si las tiene, guárdelas bajo llave y las balas aparte. Muchas personas que tratan de suicidarse hablan de ello antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a quien le importe y que no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de suicidio. Por esta razón, los centros de prevención de suicidio tienen servicios de "línea directa" telefónica. Nunca ignore una amenaza o intento de suicidio. Conclusion Algunas personas que ponen fin a sus vidas o intentan suicidarse pretenden escapar de sentimientos de rechazo, dolor o pérdida. Otros están enfadados, avergonzados o se sienten culpables por algo. A algunos les preocupa decepcionar a sus amigos o familiares. Y otros se sienten no queridos, inatractivos, maltratados o que son una carga para los demás. Bibliografía http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001554.htm Tarea 4: ensayando Suicidio Introducción El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia vida. El comportamiento suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir, como tomar una sobredosis de fármacos o estrellar un automóvil de forma deliberada. Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren depresión y que los parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado (hasta cinco veces más) de padecer tendencias al respecto.3Los padecimientos psíquicos se encuentran presentes en 9 de cada 10 casos de suicidio; entre ellos, aparte de la depresión se encuentran también los trastornos de ansiedad y las dependencias.4 Muchas religiones monoteístas lo consideran un pecado, y en algunas jurisdicciones se considera un delito. Por otra parte, algunas culturas, especialmente las orientales, lo ven como una forma honorable de escapar de algunas situaciones humillantes o dolorosas en extremo. Desarrollo El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con: Trastorno bipolar Es una afección en la cual las personas alternan entre períodos de un estado de ánimo muy bueno o irritable y depresión. Las "fluctuaciones en el estado de ánimo" entre manía y depresión pueden ser muy rápidas. Causas En la mayoría de las personas con trastorno bipolar, no hay una causa clara para los episodios maníacos o depresivos. Los siguientes factores pueden desencadenar un episodio maníaco en personas con trastorno bipolar. Cambios en la vida como un parto. Medicamentos como antidepresivos o esteroides. Períodos de insomnio. Consumo de drogas psicoactivas. La fase depresiva de ambos tipos de trastorno bipolar incluye los siguientes síntomas: Tristeza o estado de ánimo bajo diariamente Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones Problemas en la alimentación o pérdida del apetito y pérdida de peso o consumo exagerado de alimentos y aumento de peso Fatiga o desgano Sentimiento de minusvalía, desesperanza o culpa Pérdida de interés en actividades que alguna vez disfrutaba Pérdida de la autoestima Pensamientos de muerte y suicidio Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado Alejarse de los amigos o las actividades que disfrutaba Síntomas La fase maníaca puede durar de días a meses y puede abarcar los siguientes síntomas: Distraerse fácilmente Poca necesidad de sueño Deficiente capacidad de discernimiento Control deficiente del temperamento Tratamiento Los períodos de depresión o manía retornan en la mayoría de los pacientes, incluso con tratamiento. Los mayores objetivos del tratamiento son: Evitar moverse de una fase a otra. Evitar la necesidad de una hospitalización. Ayudar a que el paciente se desempeñe lo mejor posible entre episodios. Prevenir la autoagresión y el suicidio. Hacer que los episodios sean menos frecuentes Trastorno límite de la personalidad Es un padecimiento en el cual las personas tienen patrones prolongados de emociones turbulentas o inestables, como sentimientos acerca de sí mismos y de los demás. Estas experiencias interiores a menudo los llevan a tomar acciones impulsivas y tener relaciones interpersonales caóticas. Causas Las causas del trastorno límite de la personalidad se desconocen. Se cree que los factores genéticos, familiares y sociales juegan un papel. Entre los factores de riesgo que predisponen a este trastorno están: Abandono en la niñez o en la adolescencia Vida familiar disociada Comunicación deficiente en la familia Abuso sexual Este trastorno de la personalidad tiende a ocurrir más a menudo en las mujeres y entre pacientes psiquiátricos hospitalizados. Síntomas Las personas con este trastorno a menudo presentan incertidumbre acerca de su identidad y como resultado sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente. Otros síntomas de este trastorno abarcan: Miedo de ser abandonado Sentimientos de vacío y aburrimiento Manifestaciones frecuentes de ira inapropiada Impulsividad con el dinero, el consumo de sustancias, las relaciones sexuales, el apetito desenfrenado y el hurto en tiendas Intolerancia a la soledad Crisis repetitivas y actos de lesionarse a sí mismo, como hacerse cortes en las muñecas o tomar sobredosis Tratamiento Muchos tipos de psicoterapia, como la terapia conductual dialéctica, pueden tratar eficazmente este tipo de trastorno. Además, la terapia de grupo puede ayudar a cambiar los comportamientos autodestructivos. En algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a nivelar los altibajos en el estado de ánimo y tratar la depresión u otros trastornos que se pueden presentar con esta afección. Depresión La depresión se puede describir como sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o con el ánimo por el suelo. La mayoría de nosotros nos sentimos de esta manera una que otra vez durante períodos cortos. La verdadera depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante semanas o por más tiempo. Causas Se desconoce la causa exacta de la depresión. Muchos investigadores creen que es causada por cambios químicos en el cerebro. Esto puede deberse a problemas con los genes o se puede desencadenar por ciertos eventos estresantes. Lo más probable es que sea una combinación de ambos. Algunos tipos de depresión se transmiten de padres a hijos, pero ésta también se puede presentar en personas que no tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Cualquier persona puede deprimirse, incluso los niños. Los siguientes factores pueden jugar un papel en la depresión: Alcoholismo o drogadicción. Ciertas afecciones médicas, como hipotiroidismo, cáncer o dolor prolongado. Ciertos medicamentos como los esteroides. Problemas para dormir. Hechos estresantes en la vida, como: o romper con un novio o novia; o desaprobar una asignatura; o enfermedad o muerte de alguien cercano; o divorcio; o maltrato o rechazo en la niñez; o pérdida del trabajo; o aislamiento social (común en los ancianos). Síntomas La depresión puede cambiar o distorsionar la forma como usted se ve a sí mismo, a su vida y a las personas a su alrededor. Las personas que padecen depresión por lo general ven todo con una actitud más negativa y son incapaces de imaginar que cualquier problema o situación se puede resolver de un modo positivo. Los síntomas de depresión pueden abarcar: Agitación, inquietud e irritabilidad. Cambio drástico en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso. Mucha dificultad para concentrarse. Fatiga y falta de energía. Sentimientos de desesperanza y abandono. Sentimientos de minusvalía, odio a sí mismo y culpa. Volverse retraído o aislado. Pérdida de interés o placer en actividades que alguna vez se disfrutaban. Pensamientos de muerte o suicidio. Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño. Tratamiento En general, los tratamientos para la depresión abarcan: Medicamentos llamados antidepresivos. Terapia psicológica, llamada psicoterapia. Si usted tiene depresión leve, posiblemente sólo necesite uno de estos tratamientos. Las personas con depresión más grave generalmente necesitan una combinación de ambos medicamentos. Toma tiempo sentirse mejor, pero generalmente hay mejorías día tras día. Si usted es suicida o está sumamente deprimido y no puede desempeñarse, posiblemente necesite tratamiento en un hospital psiquiátrico. Depresión en adolescentes Es un trastorno que afecta a los adolescentes y que lleva a que se presente tristeza, desánimo, pérdida de la autoestima y pérdida de interés en actividades habituales. Causas La depresión puede ser una respuesta a muchas situaciones y factores de estrés en los adolescentes. En ellos, el estado anímico depresivo es común debido a: El proceso normal de maduración y el estrés que se presenta con éste. La influencia de las hormonas sexuales. Los conflictos de independencia con los padres. También puede ser una reacción a un suceso perturbador, como: La muerte de un amigo o pariente. La ruptura con la novia o novio. El fracaso en la escuela. Los adolescentes que son más propensos a resultar deprimidos cuando experimentan eventos estresantes: Tienen baja autoestima. Son muy autocríticos. Sienten poco control sobre los acontecimientos negativos. Las niñas adolescentes presentan el doble de posibilidades de experimentar depresión que los niños. Un antecedente de depresión en la familia también pone a los adolescentes en mayor riesgo Síntomas Los adolescentes con depresión por lo general ven todo más negativamente y son incapaces de imaginar que cualquier problema o situación se puede resolver de un modo positivo. Todos o algunos de estos síntomas de depresión pueden estar presentes: Cambios en el apetito (por lo general pérdida del apetito pero a veces aumento). Dificultad para concentrarse. Dificultad para tomar decisiones. Episodios de pérdida de la memoria. Fatiga. Sentimiento de agitación, inquietud e irritabilidad. Sentimientos de minusvalía, desesperanza, tristeza u odio hacia sí mismo. Pérdida del interés o el placer en actividades que alguna vez eran divertidas. Pensar o hablar acerca del suicidio o la muerte. Problemas para dormir, sueño excesivo o somnolencia diurna. Algunas veces, el comportamiento de una persona puede cambiar o puede haber problemas en el hogar o en la escuela sin ningún síntoma de depresión. Comportamiento inadecuado (incumplimiento de toques de queda, actitud desafiante poco común). Conducta delictiva (como el hurto). Comportamiento irresponsable. Rendimiento escolar deficiente; baja en las calificaciones. Distanciamiento de la familia y los amigos (pasar más tiempo solo). Consumo de alcohol u otras sustancias ilegales. Si estos síntomas duran por lo menos dos semanas y afectan el estado de ánimo o la capacidad para desempeñarse, consiga tratamiento. Tratamiento Las opciones terapéuticas para los adolescentes con depresión abarcan: Tratamiento complementario por parte de un médico Psicoterapia Medicamentos antidepresivos (posiblemente) El tratamiento se debe acomodar al adolescente y a los síntomas. Las familias con frecuencia ayudan en el tratamiento de la depresión del adolescente. Suicidio en general Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a: Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para los demás. Sentirse como víctima. Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad. Los comportamientos suicidas pueden ser causados por una situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales como: El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de suicidio). La muerte de un ser querido. La dependencia de las drogas o del alcohol. Un trauma emocional. Enfermedades físicas graves. El desempleo o los problemas financieros. Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes abarcan: Acceso a armas de fuego. Miembro de la familia que cometió suicidio. Antecedentes de autoagresión deliberada. Antecedentes de abandono o maltrato. Vivir en comunidades en donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes. Ruptura sentimental. La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en muerte. Muchos de estos intentos se llevan a cabo en una forma en que el rescate sea posible. Estos intentos a menudo representan un grito desesperado en busca de ayuda. Síntomas A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos síntomas o comportamientos antes de un intento de suicidio, entre ellos: Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente. Regalar las pertenencias. Hablar acerca de marcharse o la necesidad de "dejar todos mis asuntos en orden". Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma después de un período de ansiedad. Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba. Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo. Tener dificultad repentina en el colegio o el trabajo. Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso declarar el deseo de hacerse daño. Hablar acerca de sentirse desesperado o culpable. Cambiar los hábitos de sueño o comidas. Tratamiento Una persona puede necesitar tratamiento de emergencia después de un intento de suicidio. Se pueden necesitar primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar o respiración boca a boca. Las personas que intentan cometer suicidio pueden necesitar hospitalización para tratarlos y reducir el riesgo de futuros intentos. La terapia es una de las partes más importantes del tratamiento. Se debe tratar la afección que puede haber causado el intento de suicido. Esto abarca: Trastorno bipolar. Trastorno límite de la personalidad. Dependencia del alcohol o las drogas. Depresión mayor. Es posible que las personas que están en riesgo de comportamiento suicida no reciban tratamiento por muchas razones: Creen que nada va a ayudar. No desean contarle a nadie que tienen problemas. Piensan que buscar ayuda es un signo de debilidad. No saben adónde acudir por ayuda Expectativas (pronóstico) Tome siempre en serio las amenazas e intentos de suicidio. Cerca de un tercio de las personas que tratan de suicidarse lo intentarán de nuevo dentro de un período de un año. Cerca del 10% de las personas que amenazan o intentan suicidarse finalmente se quitan la vida. La persona necesita atención en salud mental inmediatamente. No le reste importancia a la persona como que simplemente está tratando de llamar la atención. Complicaciones Las complicaciones dependen del tipo de intento de suicidio. Cuándo contactar a un profesional médico Llame a un médico de inmediato si usted o alguien que usted conozca está teniendo pensamientos suicidas. Prevención El hecho de evitar el alcohol y las drogas (diferentes a los medicamentos recetados) puede reducir el riesgo de suicidio. En hogares con niños o adolescentes: Almacene todos los medicamentos recetados en una parte alta y bajo llave. No guarde alcohol en la casa o manténgalo asegurado bajo llave. No guarde armas de fuego en la casa. Si las tiene, guárdelas bajo llave y las balas aparte. Muchas personas que tratan de suicidarse hablan de ello antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a quien le importe y que no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de suicidio. Por esta razón, los centros de prevención de suicidio tienen servicios de "línea directa" telefónica. Nunca ignore una amenaza o intento de suicidio. Suicidios en Puebla De acuerdo con las cifras de la Procuraduría General de Justicia de Puebla, cada tres días una persona se quita la vida en la ciudad y hay un promedio de cien al año; esto sucede cuando las personas tienen conflictos en el área social, familiar, económica o emocional. Los estudios de la PGJ arrojan que el 80% de los suicidios exitosos se dieron en hombres entre 14 y 50 años, siendo el método más utilizado el ahorcamiento (antes eran la sobredosis de pastillas con sustancias químicas). En Puebla, el suicidio es tema preocupante desde aproximadamente 2005 cuando las tasas aumentaron y sonó el caso del suicidio de un niño de 10 años en la Junta Auxiliar de San Sebastián de Aparicio. Actualmente las estadísticas van a la baja cuando en el 2003 el Estado era el 7º lugar nacional y actualmente es el 11º (con 76 suicidios anuales), colocándose por debajo de Tabasco, Veracruz, Chihuahua, Jalisco, Nuevo León, DF, Guanajuato, Oaxaca, Sonora y Coahuila. Sin embargo, Puebla superó al DF en el 2004 alcanzando la cifra de 190 suicidios al año. Las principales causas, según el INEGI, son amorosas, económicas, disgustos familiares, enfermedades graves o incurables, entre otras. Los datos precisan que el lugar para hacerlo es la casa habitación, la principal arma es la de fuego, el sexo predominante es el masculino, la religión con más suicidados son católicos, el estado civil ‘ganador’ es el de los solteros, la profesión son campesinos u obreros y su escolaridad es la primaria. Conclusión El suicidio afecta a todas las edades especialmente a los jóvenes y no diferencia clases sociales. Creo que el suicidio puede ser evitado. Con información y ayuda cualquier persona que haya considerado esa opción como salida a sus problemas puede revertir su situación. El suicidio no es una solución a los problemas, es evitar los problemas y dejarlos sin solución. Solo con solidaridad, voluntad y apertura al servicio de los demás podemos revertir la situación. Bibliografías es.wikipedia.org/wiki/Suicidio www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/.../001554.htm http://www.statuspuebla.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=140 8&catid=50:ecos&Itemid=60