EL PASADO, EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LA COMPENSACIÓN EQUITATIVA POR COPIA PRIVADA (I) EL PASADO Los avances tecnológicos, concretamente la introducción de la imprenta en nuestras sociedades y posteriormente el acceso generalizado a los medios de reproducción mecánica, propiciaron que los estados que preveían el límite de copia privada, originariamente pensado para los amanuenses, lo ampliaran incluyendo las reproducciones en el ámbito privado y reconocieran a favor de los titulares de derechos de propiedad intelectual el derecho a ser compensados por la disminución de sus ingresos. Así, el Convenio de Berna, de 9 de septiembre de 1886, para la protección de las obras literarias y artísticas (ratificado por el Estado español en fecha 05/09/1887) faculta a los estados signatarios a permitir la reproducción de obras protegidas en determinados supuestos, siempre que no atente a la explotación normal de la obra ni cause un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del autor (la conocida “regla de los 3 pasos”). En nuestro ordenamiento jurídico el límite de copia privada no se introduce hasta finales del siglo XX con la promulgación de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, con que se establece a su vez una remuneración compensatoria a favor de los autores, editores y productores de obras así como de los artistas, intérpretes o ejecutantes cuyas actuaciones se hallan fijadas en las mismas. Sin embargo, debido a la contraposición de intereses en juego, la regulación de esta compensación (en la actualidad denominada compensación equitativa) no ha sido pacífica en nuestro ordenamiento jurídico, como se desprende de los numerosos cambios legislativos (se han dictado once disposiciones normativas entre leyes y reglamentos desde su introducción en 1987 hasta su regulación actual) y la abundante jurisprudencia al respecto. Asimismo, la decisión de la Unión Europea de unificar la legislación interna de los Estados miembros en materia de propiedad intelectual con el objetivo de eliminar obstáculos para la unidad del mercado único europeo a raíz de la elaboración en 1989 por la Comisión de las Comunidades Europeas de un Libro Verde sobre los derechos de autor y el reto de la tecnología, constituye otro elemento determinante de las sucesivas modificaciones legislativas. A pesar de que la compensación equitativa por copia privada no ha sido objeto de regulación específica en el derecho europeo, la Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, relativa a la armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en la sociedad de la información (en adelante, la “Directiva”) faculta a los Estados miembros en su artículo 5.2 letra b) a regular en sus legislaciones internas “las reproducciones en cualquier soporte efectuadas por una persona física para uso privado y sin fines directa o indirectamente comerciales, siempre que los titulares de los derechos reciban una compensación equitativa, teniendo en cuenta si se aplican o no a la obra o a la prestación de que se trate las medidas tecnológicas contempladas en el artículo 6”. La transposición de esta Directiva supuso la reforma de la ley de propiedad intelectual vigente en aquel momento (el Real Decreto 1/1996 por el que se regula el texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia, en adelante, el “TRLPI”) y, en particular, que se ampliara la tipología de equipos, aparatos y soportes materiales gravados con el pago de dicha compensación en aquellos aptos para realizar reproducciones digitales (el denominado canon digital). No obstante, como consecuencia de la cuestión prejudicial planteada por la Sección 15ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea1 declaró en el año 2010 que el régimen de compensación equitativa previsto en el TRLPI en su redacción dada por la Ley 23/2006, de 7 de julio, por la que se modificaba el TRLPI, aplicaba la compensación equitativa de forma indiscriminada a equipos, aparatos y soportes de reproducción digital destinados a usos distintos a la realización de copias privadas (concretamente, aquellos adquiridos por profesionales, empresas o Administraciones públicas) contraviniendo la Directiva y, por tanto, el derecho comunitario. (II) EL PRESENTE El referido pronunciamiento judicial obligaba al legislador español a adaptar la regulación de la compensación equitativa por copia privada al ordenamiento comunitario, pudiendo optar por: (i) eliminar el límite de copia privada, (ii) corregir el entonces marco vigente estableciendo el gobierno las excepciones al pago de la compensación a través del artículo 25.7 letra d) del TRLPI o (iii) asignar dicha compensación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Por otra parte, el 22 de marzo de 2011 la Audiencia Nacional2, con objeto de los recursos presentados por distintas empresas tecnológicas y asociaciones de internautas, declaró la nulidad de la Orden 1734/2008, de 18 de junio que regulaba la compensación equitativa por la copia privada digital en base a motivos puramente formales en la tramitación de la misma, al no haber seguido el procedimiento establecido. Esto implicaba la aplicación del régimen transitorio previsto en la Ley 23/2006 vigente hasta la aprobación de la orden anulada. Finalmente, el Gobierno español, mediante la disposición adicional décima del Real Decretoley 20/2011, de 30 de diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público (en adelante, el “RD 20/2011”), suprimió el sistema de canon, y estableció que el importe de dicha compensación se fijaría reglamentariamente y con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, tomando como base para el cálculo de la cuantía la estimación del perjuicio causado. El vigente Real Decreto 1657/2012, de 7 de diciembre (en adelante, el “RD 1657/2012”) establece que el importe de la compensación equitativa por copia privada con cargo a los Presupuestos Generales del Estado se determinará anualmente, dentro de los límites presupuestarios establecidos para cada ejercicio, mediante orden del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y teniendo en cuenta el perjuicio causado a los titulares de derechos. El cálculo del importe se realiza de acuerdo con, entre otros, los siguientes criterios objetivos: (i) la estimación del número de copias realizadas, excluyendo aquellas reproducciones realizadas mediante equipos, aparatos y soportes de reproducción digital manifiestamente reservados a usos distintos y los casos en que queda exceptuado por ley el pago de la compensación; (ii) el impacto de la copia privada sobre la venta de ejemplares de las obras; (iii) el precio medio de la unidad de cada modalidad reproducida, el porcentaje del precio de la copia original que va destinado a remunerar los derechos de propiedad intelectual y la vigencia de los derechos de 1 Sentencia de la Sala Tercera, de 21 de octubre de 2010 (Asunto C-467-2010). Sentencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo nº 0000704/2008 (Ponente Francisco Díaz Fraile). 2 propiedad intelectual de las obras y prestaciones reproducidas; (iv) el diferente perjuicio del establecimiento del límite de copia privada según el carácter digital o analógico de las reproducciones efectuadas al amparo de la excepción o la calidad y el tiempo de conservación de las reproducciones; y (v) la disponibilidad y aplicación de medidas tecnológicas efectivas adoptadas sobre las obras. Por otro lado, permanecen intactos otros principios de la normativa anterior como: (i) la irrenunciabilidad de dicha compensación por parte de sus titulares, (ii) la gestión colectiva obligatoria por parte de las entidades de gestión, (iii) la distribución en cada modalidad de reproducción por parte de sus distintos beneficiarios (autores, artistas, intérpretes y ejecutantes, productores y editores), y (iv) los requisitos para que una publicación de contenido cultural, científico o técnico pueda ser beneficiaria de dicha compensación. No obstante, en la actualidad, y como consecuencia del recurso presentado por las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual contra el RD 1657/2012, está pendiente de resolución la cuestión prejudicial formulada por el Tribunal Supremo al Tribunal de Justicia de la Unión Europea3, que plantea si es acorde al artículo 5.2 b) de la Directiva un sistema de compensación equitativa por copia privada que se sufrague con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y, en caso de respuesta afirmativa, si es conforme a dicha Directiva que deba fijarse dentro de los límites presupuestarios establecidos para cada ejercicio. Y por otra parte, la Ley 21/2014, de 4 de noviembre, por la que se modifica el TRLPI así como la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (en adelante, la “Ley 21/2014”) excluye del artículo 31.2 del TRLPI que regula el límite de copia privada los usos profesionales o empresariales y define como acceso legal: (i) la reproducción, directa o indirectamente, a partir de un soporte que contenga una reproducción de la obra, autorizada por su titular, comercializado y adquirido en propiedad por compraventa mercantil; (ii) la reproducción individual de obras a las que se haya accedido a través de un acto legítimo de comunicación pública, mediante la difusión de la imagen, del sonido o de ambos, y no habiéndose obtenido dicha reproducción mediante fijación en establecimiento o espacio público no autorizada. Por tanto, la nueva regulación española de la compensación equitativa con cargo a los Presupuestos Generales del Estado podría verse nuevamente modificada como consecuencia del pronunciamiento del Tribunal de Justicia respecto a la cuestión prejudicial pendiente formulada. Sin embargo, debe tomarse en consideración que, de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea4, la Directiva únicamente establece, para los Estados miembros que prevean en sus legislaciones el límite de copia privada, una obligación de resultado: la de asegurarse de que los titulares de los derechos de propiedad intelectual sean compensados por los perjuicios que les causa la existencia de dicho límite. La Directiva no regula quién debe pagarla, la forma, las modalidades ni su posible cuantía, y por tanto los estados tienen libertad para regular siempre que aseguren la compensación a los titulares. En ese contexto, en la medida en que a través de la correspondiente asignación en los Presupuestos Generales del Estado se compense a los titulares de los derechos de propiedad intelectual por la existencia del límite de copia privada sería acorde a la Directiva. 3 Auto de la Sección 4ª de la Sala de lo Contencioso Administrativo, de 10 de septiembre de 2014 (Ponente Luis María Díez-Picazo Giménez). 4 Sentencia de la Sala Tercera, de 16 de junio de 2011 (Asunto C-462/09). No obstante lo anterior, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea5, al considerar que el concepto de compensación equitativa es un concepto autónomo de la Unión, ha declarado conformes a la Directiva sistemas en los que el deudor sea el que pone a disposición (i. e. el distribuidor, fabricante o importador) de personas físicas equipos, aparatos y soportes de reproducción, en la medida en que estos pueden controlar si se destinan a particulares y repercutir el coste de la compensación sobre los usuarios finales, al ser estos últimos quienes realizan las copias privadas y quienes deben reparar el perjuicio a los titulares de derechos de propiedad intelectual. Por tanto, de conformidad con dicha jurisprudencia, podría caber la posibilidad de que el mencionado tribunal considerase que la asignación de la compensación equitativa a través de los Presupuestos Generales del Estado no fuese conforme a derecho al aplicarse de forma indiscriminada sobre todos los contribuyentes (no contribuyen únicamente los particulares). (III) EL FUTURO Así, la falta de concreción de la Directiva en la aplicación de la compensación equitativa evidencia la necesidad de una nueva regulación a nivel comunitario con el fin de garantizar la seguridad jurídica así como un sistema más transparente, equitativo y uniforme tanto para los consumidores como para los creadores, capaz de eliminar las grandes disparidades en la percepción de esta compensación y su cuantía entre los sistemas nacionales. En este sentido se pronunció la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo en el Informe sobre cánones por copia privada (2013/2114(INI)) de fecha 17 de febrero de 2014; teniendo en cuenta, entre otros, las recomendaciones del proceso de mediación sobre los cánones por copia privada y reproducción privadas, de 31 de enero de 2013; en el que se insta a la Comisión Europea y a los Estados miembros a llevar a cabo un estudio de los elementos fundamentales de la copia privada y, en particular, de una definición común de los conceptos de “compensación equitativa” y “perjuicio”, así como a establecer de forma concreta los productos sujetos a canon (valorando incluso la posibilidad de introducir en estos los servicios de computación en nube que ofrecen posibilidades de grabación y almacenamiento con fines privados) y los criterios comunes para la modalidad de negociación de dichos baremos. En cualquier caso, la ordenación de esta materia a nivel comunitario deberá considerar los cambios tecnológicos en la explotación de contenidos en el mundo digital y, en concreto, en línea, mediante la puesta a disposición de los consumidores de los contenidos para que estos accedan desde el lugar y en el momento que decidan. A este respecto, cabe destacar que, de conformidad con la normativa vigente (artículo 31.3 letra a) y 161.5 del TRLPI), dichas reproducciones de contenidos por parte de los consumidores están exceptuadas del límite de copia privada al acceder estos a los mismos con autorización previa de sus titulares. Por tanto, estas nuevas formas de explotación deberán convivir con la compensación equitativa mientras los usuarios (sobre todo en algunos sectores determinados como puede ser el de la edición de libros y publicaciones) sigan realizando copias privadas, teniendo en cuenta que el legislador que, de conformidad con la regla de minimis establecida en la vigente Directiva, deberá mantenerla mientras exista dicho hábito entre los usuarios, procediendo periódicamente a su actualización e incluso supresión en caso de que en un futuro llegue un momento en el que el perjuicio causado a los titulares sea tan mínimo que no justifique su obligación de pago. 5 Sentencia de la Sala Cuarta, de 27 de junio 2013 (Asuntos C-457/11 y C-460/11) y Sentencia de la Sala Segunda, de 11 de julio de 2013 (Asunto C-521/11).