UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA Obtención de Helicoverpa zea (Boddie) resistente a la δ-endotoxina Cry1Ac de Bacillus thuringiensis Tesis que Presenta Jesús Oswaldo Medina López Como Requisito para Obtener el Título Profesional de: Biólogo San Nicolás de los Garza N. L. Marzo, 2014 Obtención de Helicoverpa zea (Boddie) resistente a la δ-Endotoxina Cry1Ac de Bacillus thuringiensis TESIS QUE PRESENTA JESUS OSWALDO MEDINA LOPEZ COMO REQUISITO PARA OBTENER EL TITULO PROFESIONAL DE: BIOLOGO APROBADA COMISION DE TESIS _______________________ Presidente Dr. Benito Pereyra Alférez _______________________ Secretario Dr. Carlos Francisco Sandoval Coronado _______________________ Vocal Dra. María Magdalena Iracheta Cárdenas _______________________ Suplente Dr. Hugo Alberto Luna Olvera _______________________ Asesor Externo Dr. Víctor Ricardo Moreno Medina ii Obtención de Helicoverpa zea (Boddie) resistente a la δ-Endotoxina Cry1Ac de Bacillus thuringiensis Este trabajo se llevó a cabo en el Laboratorio L4 del Instituto de Biotecnología, de la Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León bajo la Dirección del Dr. Benito Pereyra Alférez iii INDICE Sección Dedicatoria Agradecimientos Lista de Abreviaturas Lista de Figuras Lista de Tablas 1.Introducción 2.Importancia 3.Hipotesis 4.Objetivos 4.1.Objetivo general 4.2. Objetivos específicos 5.Antecedentes 5.1.Características de Helicoverpa zea (Boddie) 5.2.Características de Gossypium hirsutum 5.3.Algodón GM en México 5.4.Características de B. thuringiensis 5.5.Cristales paraesporales 5.6.Modo de acción de las toxinas Cry 5.7.Receptores asociados a la resistencia a las toxinas Cry 5.7.1.APN 5.7.1.1.APN como una proteína de unión a toxinas Cry 5.7.2.Cadherinas 5.7.3.ALP 5.8.Resistencia a toxinas de B. thuringiensis. 5.8.1.Pruebas de Selección en laboratorio de otros insectos. 5.8.1.1.Pruebas de Selección en laboratorio de Helicoverpa zea. 5.8.2.Características genéticas ligadas a la resistencia. 6.MATERIALES Y METODOS 6.1.Muestreo de algodón GM 6.2.Purificación de toxinas a partir de cepas recombinantes de B. thuringiensis 6.2.1.Obtención de proteínas Cry 6.2.2.Solubilización 6.3.Procedencia de las colonias de insectos. 6.3.1.A partir de larvas 6.3.2.En el caso de las pupas 6.3.3.Cría de insectos 6.4.Concentración letal media (LC50) de la protoxina Cry1Ac Pág. v vi vii ix x 1 3 4 5 5 5 6 6 8 8 10 10 12 15 15 15 16 17 18 19 20 21 23 23 6.5.Determinación de resistencia 25 6.6.Ensayos de segregación 25 23 23 23 24 24 24 24 24 iv 6.7.Identificación de genes de los receptores asociados al mecanismo de resistencia 6.7.1.Extracción de ADN 6.7.2.Extracción de RNA con Tripure reagent® 6.7.3.Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) 7.Resultados 7.1.Expresión de Toxina Cry1Ac, Cry2Ab y resistencia a glifosato (CP4 EPSPS) 7.2.Obtención de proteínas Cry 7.3.Determinación de la LC50 7.4.Bioensayos de resistencia 7.5.Cruza de colonias 7.6.Bioensayos de resistencia con la cruza de colonias 7.7.Segunda cruza de colonias 7.8.Genes de los receptores asociados al mecanismo de resistencia 26 8.Discusion 39 9.Conclusiones 44 10.Literatura citada 45 26 27 28 29 29 31 33 33 35 36 37 38 v DEDICATORIA A mis padres: A Irma y Jesús, porque gracias a su apoyo pude realizar mis deseos de estudiar la carrera de biología y continuar hasta la culminación con esta tesis, tal vez con algunas quejas de por medio pero aun así permitiéndome elegir mis propias decisiones. Todos mis éxitos de aquí en adelante estarán influenciados por ustedes. A mi hermana A Jessica, por su apoyo además de las bromas relacionadas acerca de mi carrera y la suya, por todos los momentos divertidos que hemos pasado juntos a través de los años, porque siempre serás una conexión con mi pasado, mi presente, y esperemos también mi futuro, porque posiblemente no leas esto al menos que te lo muestre (Es un hecho que tendré que mostrártelo para presumir mi tesis), gracias por todo. A mis amigos Mencionarlos a todos sería bastante problemático ya que puedo decir que cuento con una gran cantidad de amigos de los cuales conozco desde años, otros con menos tiempo de conocerlos pero de igual importancia, añadiendo que la mayoría de ustedes son bastante sensibles y se molestarían por una lista en orden alfabética, lo mejor será dejarlo con una clásica frase "Ustedes saben quiénes son", gracias por todos los momentos, los consejos, las risas, las pláticas profundas, las pláticas sin sentido que podemos llegar a tener, ustedes son parte de lo que soy ahora y agradezco bastante eso, gracias a todos. vi AGRADECIMIENTOS A la Ciencia Si no conozco una cosa, la investigaré. Louis Pasteur (1822-1895) Químico y microbiólogo francés. A los hombres les encanta maravillarse. Esto es la semilla de la ciencia. Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense. Me has entregado tanto a cambio de solo mi atención y mi tiempo, no me parece un intercambio justo, pero prometo regresarte todo lo que mi capacidad pueda ofrecer y un poco más, el gusto de estudiar biología es algo que tratare de inculcar a cualquier persona que se cruce por mi camino. Dr. Benito Pereyra Alférez Doctor, muchas gracias por recibirme en su laboratorio. Muchas gracias por los consejos tanto académicos como para la vida diaria, por su confianza tomando en cuenta que llegue a este laboratorio con solo una idea para un proyecto de un concurso y termine deseando quedarme, porque la frase "No queremos ser técnicos, queremos ser científicos", se ha impreso en mi mente como una ley, espero seguir trabajando con usted en el futuro. Tiene todo mi respeto y admiración. Dra. Licet Villarreal Treviño Doctora, muchas gracias por permitirme realizar mi servicio social en el laboratorio de microbiología general, y además tener una estadía como becario, esos fueron mis primeros pasos hacia donde me encuentro ahora, sus consejos siempre fueron bien recibidos, incluso aquellos que tenían relación con mi forma de vestir, mi cabello y presencia, tome nota de cada uno de ellos, no se preocupe, cada vez me veo más como un profesional, le agradezco todas sus atenciones. Gracias a la beca y los apoyos otorgados por CONACyT y CIBIOGEM Proyecto: 164429 durante la realización de esta investigación A todos los compañeros con los cuales pase mi estadía de servicio social y becario en el Laboratorio de Microbiología General de la Facultad de Ciencias Biológicas, gracias a ustedes aprendí bastante y me divertí mucho, gracias por los recuerdos. A todos los integrantes del Laboratorio L4 del Instituto de Biotecnología, a pesar del hecho de no verme tanto en el laboratorio siempre han procurado ayudarme en cualquier cosa que necesite o sobre alguna duda y eso lo aprecio bastante. vii LISTA DE ABREVIATURAS Bacillus thuringiensis Bt ingeniería genética IG Ha Hectárea(s) °C Grado(s) Celsius mm Milimetro(s) ml Mililitro(s) ADN Acido desoxirribonucleico GM Genéticamente Modificado OGM Organismo geneticamente modificado pH Potencial de hidrogeno kDa Kilodaltones ANP Aminopeptidasa ALP Fosfatasa alcalina Mg Magnesio GPI Glicosilfosfatidilinositol BBMV( por sus siglas en inglés) Vesículas del intestino medio ppm Partes por millón h Hora(s) M Molar mM Milimolar Xg Aceleración por gravedad TA Temperatura ambiente µg Microgramo(s) viii g Gramo(s) Min Minuto(s) µl Microlitro(s) mg Miligramo(s) rpm Revoluciones por minuto nM Nano molar SDS Dodecil-sulfato de sodio PM Peso molecular EPA Enviromental protection agency PCR Reacción en cadena de la polimerasa Hz10 Helicoverpa zea resistente a 10 µg/g de dieta Helicoverpa zea resistente a 20 µg/ g de dieta Pares de bases Hz20 pb LC50 LC99 Concentración a la cual muere el 50% de los organismos Concentración a la cual muere el 99% de los organismos ix LISTA DE FIGURAS Figura 1 Titulo Pág. Estadios de larva, pupa y adulto de H. zea............................................. 7 2 Imagen de microscopía electrónica de transmisión de una cepa de B. thuringiensis en estado de esporangio................................................... 11 3 Mecanismo de acción de proteínas Cry en insectos lepidópteros.......... 13 4 Estructura tridimensional de diferentes toxinas Crya............................ 14 5 Inmunotiras Agdia® presentando positivo a Cry1Ac, Cry2Ab y resistencia a glifosato (CP4 EPSPS)...................................................... 29 6 Hojas utilizadas en el diagnóstico de expresión del algodón GM......... 30 7 Inmunotiras Agdia® presentando positivo a Cry1Ac, Cry2Ab y resistencia a glifosato (CP4 EPSPS)...................................................... 30 Desarrollo en agar nutritivo de la cepa HD73 expresante de la protoxina Cry1Ac.................................................................................. 31 Tinción en Cristal Violeta de la cepa HD73 de Bacillus thuringiensis mostrando la proteína Cry1Ac en su forma bipiramidal........................ 32 Gel de poliacrilamida-SDS al 10% de la protoxina Cry1Ac (130 KDa) presente en la cepa de Bacillus thuringiensis HD73................... 32 Placa de 24 orificios empleada en la determinación de la LC50 y los bioensayos de resistencia....................................................................... 33 Diferencia de tamaño entre una larva control y una larva expuesta a una concentración de 10 µg/g de protoxina Cry1Ac después de una semana.................................................................................................... 35 Determinación de sexos en H. zea del lado izquierdo se encuentra un macho y del lado derecho una hembra................................................... 36 PCR con los iniciadores Apn1Ha, Apn2Ha y CadLHz......................... 37 8 9 10 11 12 13 14 x LISTA DE TABLAS Tabla Titulo Historial de producción máxima de algodón............................................ 1 Pág. 9 2 Historial de producción de Algodón GM en México............................... 10 3 Asociaciones entre los principales tipos de cristales de B. thuringiensis, proteínas Cry y su espectro de actividad insecticida................................ 11 Iniciadores utilizados para la amplificación de genes de los receptores involucrados en la resistencia en lepidópteros......................................... 28 5 Transcurso cronológico de los ensayos en H. zea.................................... 34 6 Cruza de colonias de H. zea...................................................................... 35 7 Bioensayos de resistencia con la cruza de colonias.................................. 36 8 Segunda cruza de colonias de H. zea........................................................ 37 4 xi RESUMEN El algodón biotecnológico BollgardII® es un material que expresa las toxinas Cry1Ac y Cry2Ab de Bacillus thuringiensis. Estas semillas, también llamadas algodón Bt es el cultivo de mayor cobertura a nivel mundial. Entre las principales plagas del algodonero y razón de este estudio se encuentra el gusano bellotero, Helicoverpa zea. La preocupación de aparición de resistencia en campo al algodón Bt, ha generado preocupación y motivo de estudio. El objetivo de este trabajo fue la obtención de colonias de H. zea resistentes a la protoxina Cry1Ac y la forma de herencia de la resistencia. Visitamos campos cultivados con BollgardII® en San Pedro de Las Colonia, Coah., Sonoyta, Son., y el valle de Mexicali, BC., en busca de H. zea y Pectinophora gosypiella (gusano rosado). Demostramos que las plantas de los campos visitados expresan Cry1Ac, Cry2Ab y resistencia al herbicida glifosato. Sin embargo no encontramos adultos, huevos, larvas o pupas de ninguno de los insectos buscados. A partir de una colonia de laboratorio iniciamos los ensayos de sensibilidad y resistencia. El resultado de los bioensayos con protoxina de Cry1Ac, mostró una LC50 de 1.309 g/gramo de dieta. La búsqueda de los posibles receptores indicó la presencia de genes que codifican para dos alelos de aminopeptiodasa N y uno de cadherina. Cuando larvas neonatas fueron expuestas a la protoxina Cry1Ac a dos concentraciones altas, 10 y 20 µg/g dieta, el número de sobrevivientes en los bioensayos, sugiere que la resistencia podría estar asociada a un alelo parcialmente dominante. Las larvas resistentes son, en su mayoría machos en proporción 2:1 con respecto a hembras. En las colonias se observó bajo peso larval, bajo peso en estado de pupa, prolongación de los estadios larvales y el estado de pupa, pupas deformes, y adultos con problemas de copula. La búsqueda de la F2, cruza 1: hembras R x machos S; cruza 2: machos R x hembras S; cruza 3, machos R x hembras R, demostró que: i) cruza 1, hubo oviposición, pero ninguno fértil; ii) cruza 2, oviposición fértil, pero muy reducida con respecto a lo esperado; iii) cruza 3, oviposición infértil. El costo de aptitud de H. zea está directamente relacionado con la selección de resistencia a Cry1Ac. El estudio de la resistencia en laboratorio sirve para crear mejores estrategias de control en los cultivos a campo abierto. Las medidas en campo abierto como lo es la expresión de altas dosis de toxina y refugios es un método efectivo para evitar que las poblaciones de plagas puedan generar una resistencia. 1. INTRODUCCION El algodón representa alrededor del 40% de la fibra natural a nivel mundial y es cultivado comercialmente en 78 países. Sin embargo, éste puede ser el blanco de >1300 especies de insectos, entre los que destacan más de 30 especies de lepidópteros, principalmente Helicoverpa zea and Heliothis sp., Pectinophora gossypiella, y Earias sp. (Benedict y Ring. 2004; Naranjo. 2011). El control de los insectos plaga se realiza, tradicionalmente con insecticidas químicos, como piretroides, organoclorados y organofosforados. Sin embargo, éstos tienen la limitante de ser inespecíficos y afectan, no solo a la fauna silvestre sino también al ser humano. Por tanto, el control de las plagas se modificó con el uso de organismos enemigos naturales de las plagas: entomopatógenos y entomófagos. Entre los agentes de mayor uso se encuentra Bacillus thuringiensis (Bt). Bt es un organismo esporulado que sintetiza un cristal de naturaleza proteica (δ-endotoxinas) con actividad tóxica hacia ciertos organismos, especialmente insectos Lepidópteros, Dípteros y Coleópteros (Ferré et al., 2008; Iracheta et al., 2000; Marroquín. 2006). Los productos comerciales a base de Bt se aplican en forma de polvos humectables sobre el área foliar de los cultivos, con la desventaja de la inactivación por radiación solar y lavado por lluvia. La clonación y expresión de genes de δ-endotoxina en otras bacterias y en plantas ha incrementado el uso de Bt como el insecticida biológico de mayor uso (Tabashnik et al., 2009). El cultivo de plantas modificadas por ingeniería genética (IG), entre 1996 y 2009 representaron cerca de mil millones de Ha en varios países alrededor del mundo, con un incremento constante de 10 millones de Ha/año desde 1996 (James. 2009; Naranjo. 2011). En el 2009, plantas modificadas por ingeniería genética (IG) fueron sembradas en más de 134 millones de Has en 25 países, representando alrededor de 63% del total. Entre las plantas de mayor cultivo se encuentran las tolerantes a herbicidas como glifosato o glufosinato (James. 2009). Mientras que las resistentes a insectos produciendo las toxinas de Bt comprenden el resto, pero comparten el 57% con las tolerantes a herbicidas (Benedict y Ring. 2004; Naranjo. 2011). Entre los principales productos biotecnológicos del algodonero, se encuentran Bollgard® y Bollgard II®. Bollgard sintetiza solo la toxina Cry1Ac, pero el Bollgard II® produce dos; Cry1Ac y Cry2Ab (Moar y Anilkumar. 2007). En los Estados Unidos la patente de Bollgard® finalizó en el 2009, por lo que ha sido reemplazado por el Bollgard II® y el Widestrike®. Con éste último, se obtiene el plus de la tolerancia a herbicidas (Naranjo. 2011). A pesar de todos estos desarrollos biotecnológicos, se ha reportado la aparición de resistencia a las toxinas de Bt en varios insectos plaga, entre los que se encuentra Pectinophora gossypiella "el gusano rosado", la principal plaga del algodonero (Tabashnik et al., 2009; Soberón et al., 2007; Ferré et al., 2008), además de otros insectos plaga como Helicoverpa zea (Sivasupramaniam et 1 al., 2008; Anilkumar et al., 2009; Jackson et al., 2006 ) y Heliothis virescens ( Jurat et al., 2003, 2004, 2006). Una solución, parcial, al problema de resistencia ha sido la obtención de semillas que generen plantas que sinteticen dos toxinas, como el Bollgard II®, las dos proteínas actúan independientemente, uniéndose a receptores distintos en el intestino del insecto (Moar y Anilkumar. 2007). Otra posible solución podría ser la generación de plantas con toxinas modificadas, como la Cry1Ab, donde se demostró que la αhélice 5 es la responsable de la resistencia en "el gusano rosado" (Soberón et al., 2007). Con respecto a las plantas Bt y las combinaciones con tolerancia a herbicidas, quedó de manifiesto que solo las plantas Bt rinden ahorros significativo. Mientras que las plantas con tolerancia a herbicidas en la mayoría de los casos no mostraron diferencias con las normales, al ser necesario aplicar mayor cantidad del herbicida para eliminar a las malezas (Cataneo et al., 2006.) En las zonas algodoneras del país como Mexicali, BC., La Laguna, Sonoyta, Son., Delicias, Chih., y Tamaulipas, los insectos P. gossypiella, H. zea, H. virescens y Spodoptera exigua son las principales plagas del algodón y afectan gravemente su producción, causando cuantiosas pérdidas año con año. En nuestro país la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en asociación con la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) solicitaron revisar el estado de la entomofauna asociada al algodón biotecnológico, especialmente Bollgard II® (CIBIOGEM. 2011). Ante esta situación, el objetivo de nuestro trabajo consistió en: i) revisar el estado de colonización de los cultivos biotecnológicos Bollgard II® con los insectos mencionados; ii) establecer una colonia de H. zea en el laboratorio, conocer la línea basal de susceptibilidad, inducir resistencia y conocer la forma de herencia de la misma. 2 2. IMPORTANCIA Aún y cuando previo a la comercialización del algodón Bt en EUA, Canadá y la Unión Europea se evaluaron los potenciales riesgos ambientales de las plantas transgénicas resistentes a insectos, se ha requerido de una enorme inversión de recursos económicos para evaluar el impacto ambiental en cultivos a "cielo abierto" (EPA. 2007). Un primer paso es la determinación del potencial riesgo de toxicidad hacia entomofauna benéfica o no blanco (Duan et al., 2010; Wolfenbarger et al., 2008). De no existir daño de muerte o toxicidad, entonces se juzga como de riesgo mínimo (Rose. 2006; Romeis et al., 2006). En 2010, Duan y cols. dirigieron un estudio para evaluar el impacto sobre organismos no blanco, concluyendo que, aún y cuando no existe un efecto, estadísticamente significativo, sobre los organismos no blanco es preciso realizar el estudio ambiental (Duan et al., 2010). A pesar de la enorme importancia económica y ecológica, poco es conocido sobre la genética de la mayoría de los lepidópteros, debido a su gran número de cromosomas, en algunas especies un gen recesivo autosómico es el que confiere resistencia a, por lo menos, cuatro toxinas de Bt (Heckel et al., 1999). El conocimiento de la fisiología, bioquímica y genética para el desarrollo de resistencia en insectos es esencial para designar estrategias efectivas para el manejo de plagas resistentes, la investigación en esta área tiene como objetivo aportar información sobre las características de unión implicadas principalmente, de acuerdo a estudios realizados, en el comportamiento de la resistencia hacia la toxina Cry1Ac de Bt sobre H. zea como insecto plaga de los algodoneros de México. 3 3. HIPOTESIS La presión constante de la δ-endotoxina Cry1Ac en una población de H. zea podría generar en el insecto una resistencia progresiva a dicha toxina. 4 4. OBJETIVOS 4.1. Objetivo General Obtener colonias de H. zea resistentes a la protoxina Cry1Ac e incrementar el conocimiento sobre la resistencia de esta plaga a la proteína Cry presente en los cultivos transgénicos de algodón de nuestro país. 4.2. Objetivos Específicos 1. Analizar la susceptibilidad de H. zea presente en la zona algodonera de México hacia la protoxina Cry1Ac de Bacillus thuringiensis HD-73. 2. Determinar la LC50 de la protoxina Cry1Ac en la población de H. zea presente en el laboratorio de cría de insectos del Instituto de Biotecnología, UANL. 3. Lograr generar una resistencia inducida en laboratorio hacia la protoxina Cry1Ac en la población de H. zea. 4. Identificar la forma de herencia de la resistencia a Cry1Ac en H. zea. 5. Detectar el gen para cadherina, y aminopeptidasa N en las colonias resistentes y susceptibles a Cy1Ac 5 5. ANTECEDENTES 5.1. Características de Helicoverpa zea (Boddie) H. zea (Boddie) está registrado como polífago en hábitos alimenticios pero parece mostrar una preferencia definida en Norteamérica por las mazorcas y espigas jóvenes de maíz, y particularmente para cultivares de maíz dulce y palomero y también para el sorgo. Tiene como preferencia alimenticia a las flores y frutos de la planta hospedera. Muchos hospederos se registran dentro de la familia Poaceae, Malvaceae, Fabaceae y Solanaceae; en total se registran más de 100 especies de plantas como hospederos. Los cultivos más comúnmente registrados como hospederos son maíz, sorgo, algodón, Phaseolus, chícharo, tomate, berenjena, chile, haba y, en menor grado, Trifolium, okra, col, lechuga, fresa, tabaco, girasol, Cucurbitaceae y muchas otras leguminosas (Smith et al., 1992). Distribución geográfica: desde Norteamérica, hasta Sudamérica, incluyendo Centroamérica y el Caribe. Biología: los huevecillos son ovipositados en los pelos del jilote del maíz en pequeños números (uno a tres), pegados a los tejidos de las plantas. Hasta 3,000 huevecillos han sido ovipositados por una sola hembra en cautiverio, pero es más usual en forma silvestre que sea de 1000 a 1,500 por hembra. La eclosión ocurre después de 2-4 días y los huevecillos cambian de color de verde a rojo o gris. Las pequeñas larvas grises primero se alimentan del cascarón del huevo y después de un corto descanso se vuelven muy activas derivado de lo cual empiezan a alimentarse de la planta. El desarrollo larval usualmente toma de 14-25 (promedio 16) días, pero bajo condiciones frías requiere 60 días. En el instar final, usualmente el sexto, deja de alimentarse y la larva completamente desarrollada abandona la planta y desciende al suelo. Esta se entierra en el suelo a unos 10-12 cm y forma una celda cubierta de tierra, donde descansa en un estado prepupal por 1-2 días, antes de que pupe finalmente. Los adultos son de hábitos nocturnos y emergen en las tardes. Los campos de maíz de EUA regularmente producen 40,000 a 50,000 palomillas adulto/Ha. El vuelo de los adultos responde a las radiaciones de luz nocturna y son atraídos por trampas de luz (Hardwick. 1968), especialmente el tipo ultravioleta, en compañía de muchos otros noctuidos locales. La longevidad del adulto es registrada por ser cercana a 17 días en cautiverio; éstos beben agua y se alimentan de néctar de nectarios florales y extraflorales. Las palomillas vuelan fuertemente y son migrantes estacionales regulares, vuelan cientos de kilómetros de EUA a Canadá. El ciclo biológico puede ser completado en 28-30 días a 25°C y en los trópicos puede haber hasta 10-11 generaciones por año. Todos los estados del insecto son encontrados a lo largo del año si el alimento está disponible, pero el desarrollo disminuye o se detiene por sequía o el frío. 6 Síntomas: las plantas jóvenes tienen hoyos severos en las hojas siguiendo la alimentación en la hoja apical. En plantas grandes las sedas son rozadas y los huevecillos pueden ser encontrados pegados a las sedas. Morfología: Los huevecillos son subesféricos, con surcos radiales, de 0.52 mm de alto y 0.59 mm de diámetro, depositados en forma individual en el sustrato de la planta, verdes cuando se ovipositan, turnándose rojos y finalmente grises antes de la eclosión. Las larvas recién emergidas son pequeñas, grises, tienen una cápsula cefálica negruzca; pasan usualmente por seis instares, pero cinco o siete no son comunes, el tamaño final del cuerpo es de aprox. 40 mm de largo. En el tercer instar se pueden desarrollar dos fases de color: café (la fase predominante) y verde (menos frecuente). Están presentes líneas longitudinales de color blanco, crema o amarillo, y la banda espiracular es la más distintiva. Conforme la larva se desarrolla, el patrón se define mejor, pero en el instar final (sexto) la coloración cambia abruptamente en un patrón brillante, frecuentemente rosado y con estriaciones extra. Pupa: una pupa típica de un noctuido, de color café rojiza brillante, de aprox. 16 mm de largo, y con dos espinas cremaster distintivas. Adulto: palomilla de coloración café con expansión alar de 35-40 mm; ala anterior café pálido a verdosa con marcas oscuras transversales, alas posteriores pálidas con una banda marginal ancha oscura. Los adultos son muy similares en apariencia y ambos son indistinguibles morfológicamente de Helicoverpa armígera, pero difieren en varios detalles de su genitalia (Hardwick. 1965). Figura 1. Estadios de larva, pupa y adulto de H. zea. 7 5.2. Características de Gossypium hirsutum El algodón pertenece al género Gossypium, familia Malvaceae, el cual comprende un amplio número de especies. Citológicamente las especies de este género se pueden dividir en: diploides (n=13) y tetraploides (n=26), cuya distribución geográfica se encuentra por todo el mundo. De las especies diploides únicamente G. herbaceum y G. arboreum han sido cultivadas comercialmente, y aún son importantes en áreas restringidas de la India, Asia y África. Entre las tetraploides, del Nuevo Mundo, solamente G. hirsutum y G. barbadense se les cultiva ampliamente y son las responsables del 98% de la producción mundial de fibra de algodón. La especie de algodón que se cultiva comercialmente en el país es Gossypium hirsutum L. y es originaria de México y Centro América, en donde se pueden encontrar plantas nativas creciendo como arbustos de carácter perenne y crecimiento indeterminado. A través del mejoramiento genético el hábito de crecimiento de esta planta ha sido modificado para adaptarla a la producción comercial, pasando de las plantas nativas, perennes e indeterminadas a plantas anuales y de crecimiento más o menos determinado que producen algodón semilla más temprano que las plantas nativas (Cadena. 2000). Existen actualmente zonas de producción en diversos estados del norte del país. - La Comarca Lagunera (Coahuila y Durango) es la zona en la que se cultiva la mayor cantidad de algodón en México. Los estados en los que el algodón se cultivó con éxito durante 2011 fueron: Sinaloa, Sonora, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Durango. De acuerdo con el Comité Nacional Sistema Producto Algodón, A.C., el historial de producción máxima en México se ilustra en la tabla 1. 5.3. Algodón GM en México Desde hace 15 años, la ingeniería genética, también llamada tecnología del ADN recombinante, se está aplicando para obtener plantas de algodón GM (Genéticamente Modificados) resistentes a insectos y tolerantes a herbicidas, existiendo un gran potencial para introducir otras características deseables en la planta. Esta nueva tecnología es considerada como un instrumento alternativo para modificar y mejorar los cultivos; particularmente en el caso del algodón donde las pérdidas por insectos y malezas son altamente significativas. Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), el uso de semillas GM en los cultivos de algodón reduce significativamente el volumen del agua requerido para el riego. Además, los cultivos son menos dañinos para el medio ambiente debido al uso racional de pesticidas. El algodón GM puede aumentar la productividad y la renta notablemente y, por tanto, pueden ser un motor de crecimiento económico rural que contribuya a mejorar las condiciones de vida de los agricultores. 8 Tabla 1. Historial de producción máxima de algodón (Adaptada del Comité Nacional Sistema Producto Algodón, A.C, 2011). AÑO 1950-1951 1955-1956 1957-1958 1958-1959 1960-1961 1962-1963 1963-1964 1965-1966 1968-1969 1970-1971 1974-1975 1977-1978 1983-1984 1989-1990 1996-1997 2001-2001 2001-2002 2008-2009 2009-2010 2010-2011 SUPERFICIE Y PRODUCCIONES POR CICLO MILES DE MILES DE RENDIMIENTO HAS. TON. (TON./HA) 878.0 261.51 0.290 1,042.2 504.75 0.480 905.8 471.47 0.520 1,007.8 531.32 0.530 904.4 473.98 0.520 832.9 546.78 0.650 788.9 476.33 0.600 792.9 593.03 0.750 723.3 554.87 0.770 404.7 326.92 0.810 580.9 512.76 0.880 389.4 372.02 0.950 227.0 229.12 1.010 191.0 175.46 0.920 285.0 263.81 0.920 71.68 76.47 1.060 79.58 96.85 1.220 101.50 130.38 1.280 68.80 94.37 1.370 183.778 287.43 1.560 Hasta el año 2010 se han aprobado 182 permisos de liberación al ambiente de algodón genéticamente modificado, es decir el 58.5% del total de permisos de OGM’s otorgados por el gobierno mexicano. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) afirmó que los cultivos GMs son una de las herramientas claves para permitir que la actividad agrícola siga siendo productiva (Agro-Bio México, 2011). 9 Tabla 2. Historial de producción de Algodón GM en México (Adaptada de Medel. 2011). AÑO 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 SUP. TOTAL Ha 314,776 214,378 249,602 149,229 80,166 91,898 40,482 62,892 110,007 129,533 117,655 111,575 104,741 72,251 Algodón GM (Ha) 897 16,677 35,629 18,677 26,760 25,211 15,195 26,058 65,230 78,550 54,750 58,794 63,347 39,729 Algodón GM (%) 0.3% 7.8% 14.3% 12.5% 33.4% 27.4% 37.5% 41.4% 59.3% 60.6% 46.5% 52.3% 60.5% 54.9% 5.4. Características de B. thuringiensis Es una bacteria Gram-positiva, aerobia estricta, que durante su ciclo de vida presenta dos fases principales: crecimiento vegetativo, donde las bacterias se duplican por bipartición, y esporulación, un programa de diferenciación de bacteria a espora. Bt es considerada una bacteria ubicua, ya que se ha aislado de todas partes del mundo y de muy diversos sistemas, como suelo, agua, hojas de plantas, insectos muertos, telarañas, etc. A Bt se le caracteriza por producir un cuerpo paraesporal conocido como cristal durante su fase de esporulación, el cual es de naturaleza proteínica y tiene propiedades insecticidas (Soberón y Bravo. 2007). 5.5. Cristales paraesporales Desde el instante en el que ocurre el englobamiento de la pre-espora hasta su maduración, en simultaneidad con la formación de la espora, tiene lugar en B. thuringiensis la síntesis de uno o varios cristales parasporales, que pueden representar hasta un 30% del peso seco del esporangio (Bulla et al., 1980). Estos cristales pueden presentar distintas morfologías y pueden clasificarse en bipiramidales, cúbicos, cuadrados aplanados, esféricos y otras formas atípicas menos frecuentes (Khetan. 2001). Se logró en muchos casos establecer asociaciones entre la morfología del cristal, sus proteínas Cry constituyentes, el peso molecular de éstas y su espectro de actividad insecticida (Tabla 3) (López e Ibarra. 1996). 10 Tabla 3. Asociaciones entre los principales tipos de cristales de B. thuringiensis, proteínas Cry y su espectro de actividad insecticida (Adaptada de Sauka. 2008). Tipo de Cristal Grupo Bipiramidal Cry1 Peso molecular (kDa) 130.0 Cúbico Cry2 65.0 Cuadrado aplanado Esférico Cry3 72.0 Cry4A,Cry4B, Cry10 y Cry11 135.0, 128.0, 78.0, 72.0 Toxicidad Lepidópteros Lepidópteros y Dípteros Coleópteros Dípteros Sin embargo, existen trabajos en los que se describieron cristales parasporales que, a pesar de tener morfologías asociadas a una toxicidad específica, no parecen poseer actividad insecticida alguna. Los cristales de B. thuringiensis pueden ser degradados por la acción de los microorganismos del suelo (West. 1984) y, al igual que sus esporas, también pueden ser inactivados por la acción de la luz ultravioleta (Pusztai et al., 1991). El cristal parasporal se ubica en el interior del esporangio y, por lo general, fuera del exosporio de la espora, y ambos son finalmente liberados tras la lisis celular. Figura 2. Imagen de microscopía electrónica de transmisión de una cepa de B. thuringiensis en estado de esporangio. C: cristal parasporal; E: espora. Barra, 0,5 mm (Imagen tomada de Sauka. 2008). Existen algunos casos donde se describieron cristales dentro del exosporio, por lo que estos continúan junto a las esporas tras la lisis. En otro caso muy atípico, se pudo observar que los cristales se forman fuera del exosporio, pero ambos permanecen 11 indefinidamente dentro de un esporangio que no se lisa, preservándolos de una rápida degradación. Cada cuerpo de inclusión cristalino puede estar constituido por proteínas Cry de una o varias clases que se agrupan entre sí mediante puentes disulfuro (Knowles. 1994). La estabilidad de estas uniones condiciona el pH de solubilización particularmente en el caso de los cristales bipiramidales. El cristal proteínico está constituido por proteínas denominadas δ-endotoxinas también conocidas como proteínas Cry. Se han encontrado δ-endotoxinas activas contra insectos lepidópteros (mariposas y palomillas), coleópteros (escarabajos), dípteros (mosquitos), himenópteros (hormigas), ácaros y también contra otros invertebrados como nematodos, gusanos planos y protozoarios (Soberón y Bravo, 2007). 5.6. Modo de acción de las toxinas Cry Los síntomas que se observan a partir de que las larvas de insectos susceptibles ingieren los cristales y esporas de Bt son: cese de la ingesta, parálisis del intestino, diarrea, parálisis total y finalmente la muerte. De manera general se acepta que las toxinas Cry son toxinas formadoras de poro que ejercen su actividad tóxica al provocar un desequilibrio osmótico en las células epiteliales donde se insertan en la membrana. Soberon y Bravo ( 2007) proponen el modo de acción donde existe la formación de un poro lítico una vez que las toxinas se insertan a la membrana. Las proteínas Cry son producidas como protoxinas que requieren ser procesadas proteolíticamente por proteasas presentes en el intestino de insectos susceptibles. Este procesamiento proteolítico libera fragmentos tóxicos de 55 a 65 kDa que interaccionan con proteínas receptoras presentes en la microvellosidad de las células intestinales de los insectos blanco. Posteriormente, las toxinas se insertan en la membrana formando un poro lítico. A la fecha se han resuelto las estructuras tridimensionales de varias toxinas Cry activas contra insectos coleópteros, lepidópteros, dípteros y una con actividad dual. A pesar que la identidad entre estas toxinas es baja (en algunos casos menores al 25 %), muestran una estructura similar compuesta por tres dominios. El dominio I está constituido por siete hélices a antiparalelas y anfipáticas. Seis de éstas forman un ramillete que rodea a la hélice α 5. Éste es el dominio que forma el poro iónico 12 Bacillus thuringiensis (Bt) Solubilizacion Activacion 1 Maiz Bt Algodón BT Unión con el receptor Células del intestino medio 4 Cadherina Monomero Toxico 2 3 Septicemia Muerte de la larva Inserción en membrana Muerte Celular Activación de la vía de muerte celular Figura 3. Posterior a la ingesta, solubilización y activación en el intestino medio, el modo de acción celular es: 1) Unión de la toxina a cadherina y corte desde su extremo C-terminal para generar la forma monomérica activa; 2) inicio de la cascada de señalización dependiente de Mg2+, estimulación de exocitosis de cadherina desde vesículas intracelulares hacia la membrana apical y consiguiente muerte celular; 3) formación de la estructura oligomérica pre-poro; 4) unión del oligómero a la aminopeptidasa N (APN) y/o fosfatasa alcalina (ALP) y migración a zonas específicas de la membrana, formación del poro y, finalmente desequilibrio osmótico y consiguiente muerte celular (Imagen tomada de Jurat-Fuentes) (Bravo et al., 1998; Zhang et al., 2006). El dominio menos conservado en secuencia y estructura terciaria entre las toxinas Cry es el dominio II. Este dominio está formado por tres láminas plegadas b y por tres asas. En las asas de estas láminas β se observa la mayor diferencia estructural. El dominio II juega un papel fundamental en la especificidad de la toxina, donde las asas interaccionan con el receptor localizado en las microvellosidades de las células epiteliales del intestino medio. El dominio III está formado por dos láminas plegadas β antiparalelas formando un sándwich. El dominio III también está involucrado en la interacción con receptores. 13 Figura 4. Estructura tridimensional de diferentes toxinas Cry, el dominio I, dominio II y dominio III están mostrados en rojo, verde y azul respectivamente. El dominio de la protoxina N-terminal de Cry2Aa esta mostrado en amarillo (Imagen tomada de Piggot y Ellar. 2007). Las proteínas que se han propuesto como posibles receptores de las toxinas Cry1A en insectos lepidópteros son la aminopeptidasa N (APN) y una proteína de la familia de las cadherinas (BtR). La APN es una proteína con masa aparente de 120 kDa que se encuentra anclada a la membrana a través de un grupo glicosilfosfatidilinositol (GPI), mientras BtR tiene una masa de entre 175 a 210 kDa dependiendo del insecto lepidóptero. La interacción de la toxina con el receptor cadherina promueve un corte adicional del extremo amino terminal, facilitando la formación de un oligómero o preporo formado por cuatro monómeros que es el responsable de la inserción a la membrana y la formación del poro. Para que el pre-poro se inserte a la membrana, se requiere que interaccione con el receptor APN. Las proteínas ancladas a la membrana por GPI se distribuyen de manera preferencial en regiones específicas de la membrana, conocidas como balsas lipídicas, que tienen características particulares debido a su alto contenido de colesterol y glucolípidos. La interacción del pre-poro de la toxina Cry con la APN facilita la inserción del oligómero en las balsas lipídicas membranales, lo que resulta en la formación del poro (Soberón y Bravo. 2007). 14 5.7. Receptores asociados a la resistencia a las toxinas Cry La unión de las toxinas Cry en los receptores epiteliales del intestino medio de insectos es un importante factor determinante de la especificidad. La correlación entre los unión y la toxicidad se demostró primero en las vesículas del intestino medio (BBMV por sus siglas en inglés) preparado a partir de microvellosidades mediante el uso de una técnica desarrollada por Wolfersberger (1984). Después de haber sido demostrado la alta afinidad y la toxicidad en los sitios de unión presentes en el intestino medio del insecto, los esfuerzos para identificar y clonar los receptores se intensificaron. Muchos posibles receptores de las toxinas Cry ya se han informado, de los cuales el mejor caracterizado es el receptor aminopeptidasa N (APN) ( Knight et al., 1994; Rajagopal et. al., 2003) y los receptores de cadherina (Gahal et al., 2001; Nagamatsu et al., 1998) identificados en lepidópteros. Recientemente se ha estudiado otro posible receptor, la fosfatasa alcalina (ALP) (Jurat-Fuentes; 2004, 2006; Caccia et al., 2012) y se ha asociado a la resistencia adquirida hacia las toxinas Cry. En las siguientes secciones, cada clase de receptores se ser discutido con un enfoque particular en las interacciones de unión del receptor de la toxina y la capacidad de los receptores para conferir susceptibilidad a la toxina. 5.7.1. APN La familia APN es una clase de enzimas que desdoblan aminoácidos neutros desde el extremo N-terminal de los polipéptidos. Tienen una variedad de funciones en una amplia gama de especies, pero en la intestino medio de larvas de lepidópteros, trabajan en cooperación con endopeptidasas y carboxipeptidasas para digerir proteínas derivadas de la dieta del insecto (Wang et al., 2005). 5.7.1.1. APN como una proteína de unión a toxinas Cry Las proteínas Cry son tóxicas para los lepidópteros, y varias toxinas diferentes, incluyendo, Cry1Aa Cry1Ab, Cry1Ac, Cry1Ba, Cry1C, ay Cry1Fa, han demostrado que se unen a la APN (Piggot y Ellar. 2007). Sobre la base de los experimentos llevados a cabo hasta el momento, APN y proteínas dentro de estas familias muestran diferentes patrones de unión. Algunas APN se unen a múltiples toxinas Cry y algunas toxinas Cry se unen a múltiples APN, y en otros casos, los pares únicos de APNToxinas han sido reportados. Mientras que muchas combinaciones de unión a la toxina-APN aún no se han probado, los datos preliminares están proporcionando una idea de los factores determinantes de la unión al receptor. La importancia biológica de la interacción entre las APN y las toxinas Cry demuestra la importancia en el proceso de resistencia. Hasta la fecha, diecisiete diferentes APN han sido reportadas para unirse a las toxinas Cry y, sin embargo, sólo 2 15 han demostrado mediar en la susceptibilidad de la toxina. Doce de las diecisiete APNs no se han estudiado para identificar la funcionalidad por cualquier método. Los métodos in vivo para probar la funcionalidad de las APN han mostrado una promesa considerable, y el uso de estos métodos para estudiar las APNs restantes puede conducir a una mejor comprensión de la importancia global de esta clase de receptor de la toxina Cry (Piggot y Ellar. 2007). 5.7.2. Cadherinas La superfamilia de proteínas cadherina es muy diversa y sirve en una variedad de funciones, incluyendo la adhesión celular, la migración, la organización del citoesqueleto, y la morfogénesis (Angs et al., 2001). La expresión de cadherinas está muy regulada, tanto espacial como temporalmente, y es a menudo única para un tipo de célula particular. La proteínas se definen por la presencia de repetidos dominios de unión de calcio o repeticiones de cadherina de aproximadamente 110 aminoácidos de longitud. La proteína receptora para CryIAb (BT-R,), fue el primer receptor que se clonó y expresó a partir de un cDNA de Manduca sexta, este receptor mostró un 30 - 60% de similitud y un 20- 40% de identidad a los miembros de la familia de las cadherinas, que son glicoproteínas transmembranales encargadas de mediar la agregación celular, dependiente de calcio; pueden estar involucradas en el transporte membranal, posiblemente esta función es similar al transporte de péptidos en las proteínas tipo cadherinas de humanos (Vadlamudi et al., 1995). En H. virescens se rebeló la identificación de una cadherina como proteína de unión a la toxina Cry esto se logró por Gahan y cols. (2001), donde se estudió una cepa de laboratorio de H. virescens, YHD2, con un máximo nivel de resistencia recesiva a Cry1Ac (relación de resistencia, 10,128X). Los estudios genéticos revelaron que un solo gen fue el mayor responsable de 40 a 80% de la resistencia. Con el conocimiento que en algunos insectos, la resistencia va acompañada de una pérdida en la unión de la toxina, los investigadores analizaron los genes de las conocidas proteínas de unión a la toxina Cry para ver si se asignan a la región que confiere resistencia. Dos genes de codificación de APNs (clase 1 y clase 3) se les realizaron pruebas de la vinculación, pero dieron un resultado en el cual se unían a diferentes regiones del genoma. Se sabía que era una cadherina la encargada de la unión a la toxina Cry pero aún no se podía aislar en H. virescens. Por esta razón, los investigadores buscaron y encontraron un homólogo BtR175 en una cepa susceptible. El gen era 70% idéntica a BtR175 y fue nombrado HevCaLP. Posteriormente, el gen fue cartografiado en resistente insectos y se han encontrado a residir en el locus de resistencia (Gahan et al., 2001). A la fecha, todos los genes clonados y expresados de cadherina en cultivos celulares, han demostrado que se unen a la toxina. El éxito de este enfoque puede ser debido en parte al hecho de que la glicosilación hace parecer no ser esenciales para la 16 unión a la toxina, y por lo tanto las diferencias en la glicosilación entre las proteínas expresadas en el intestino medio y proteínas expresadas en las células cultivadas pueden ser irrelevantes. Por lo tanto, la validación de las proteínas cadherina como receptores de la toxina comparativamente más fácil que la validación de APN, donde glicosilación, en algunos casos, es crítico para la unión. Aunque las proteínas cadherina como mediadores son claramente importantes de la susceptibilidad de las toxinas Cry, parece poco probable que sean receptores de la toxina Cry universales. Por ejemplo, en la cepa de H. virescens YHD2 expresa una forma truncada de HevCaLP y es altamente resistente a las toxinas Cry1A pero muestra poca resistencia cruzada a Cry2Aa, Cry1Ca, o Cry1Ba (Gould et al., 1995). 5.7.3. ALP Las ALP (alcalino fosfatasas) también han sido identificadas como receptores de la toxina Cry. Sin embargo, el trabajo es muy limitado en comparación con la investigación sobre la APN y los receptores de cadherina, no obstante, los resultados preliminares sugieren que la ALP puede actuar como un receptor de Cry1Ac en M. sexta (McNall y Adang, 2003) y H. virescens (English y Readdy. 1989, Caccia et al., 2012) y como un receptor Cry11Aa en Aedes aegypti. En H. virescens, ALP es una glicoproteína GPI anclada en la membrana de 68-kDa (Jurat-Fuente y Adang. 2004). La unión a Cry1Ac se demostró por análisis de transferencia de ligando de BBMV y parece ser dependiente la presencia de un oligosacárido enlazado a la sección Nterminal que contiene un residuos de GalNAc. Curiosamente, los niveles de expresión de fosfatasa alcalina se redujeron en una cepa resistente de H. virescens, lo que sugiere una papel funcional en la toxicidad. La presencia de un anclaje de GPI y la importancia de GalNAc en la unión de la toxina muestra un claro paralelismo a la APN y su interacción con Cry1Ac (Knight et al., 1994). En M. sexta, una proteína de 65 kDa en las BBMV se identificó como un proteína de unión a Cry1Ac por electroforesis en gel de dos dimensiones seguido por un análisis de transferencia de ligando (McNall y Adang. 2003). Se identificó como ALP por las búsquedas de bases de datos de huellas dactilares de masas de péptidos y detección con un anticuerpo ALP-específico. La proteína se predijo para ser una GPI anclada, pero no estaba presente en las proteínas liberadas de las BBMV por tratamiento con PI-PLC. El papel de las ALP en M. sexta como mediadora de la susceptibilidad a Cry1Ac tiene todavía que ser establecido, al igual que la importancia de la glicosilación de ALP en la unión a la toxina, sin embargo, la proteína se ha demostrado que acopla con las toxinas Cry1A en las microvellosidades de las celulares epiteliales del intestino medio de M. sexta (Chen et al., 2005). 17 5.8. Resistencia a toxinas de B. thuringiensis. Debido al gran uso de formulaciones de Bt, los insectos han estado expuestos en continuas generaciones a las toxinas y por lo tanto desarrollando una condición ideal para la resistencia. Las cepas resistentes de Filipinas (PHI), Hawai (NO-QA) y Pensilvania (PEN) desarrollaron resistencia a tres toxinas presentes en el formulado (Cry1Aa, Cry1Ab y Cry1Ac) y permanecen susceptibles a Cry1C y otras toxinas no presentes en el formulado. Ballester y cols. (1999), sugirieron que Cry1Aa y Cry1F poseen diferentes determinantes de unión pero se unen al mismo sitio, interfiriendo la unión de Cry1Ab y Cry1Ac. Además, propone modelos de unión donde Cry1Aa, Cry1Ab, Cry1Ac y Cry1F comparten el mismo sitio y Cry1B posee un solo sitio de unión a lo igual que Cry1C. Un comportamiento similar es encontrado en la cepa PHI la cual es resistente a Cry1Ab y posee un diferente determinante de unión que puede cambiar sin afectar la unión de otras toxinas. Esto es encontrado también en una cepa de Malasia donde se observa una unión reducida para Cry1Ab pero no hacia Cry1Aa, Cry1Ac y Cry1C. Algunos cambios ocurridos en el receptor han ocasionado que una toxina, por ejemplo, posea 2 sitios de unión de alta afinidad pero no es suficiente para indicar toxicidad. Por otro lado se ha demostrado en una muestra que una toxina no relacionada (Cry1C) es efectiva en superar la resistencia hacia Plodia interpunctella, dado que incremento la sensibilidad y la cantidad de receptores para Cry1C en el insecto, el cual había mostrado una disminución en la sensibilidad a Cry1Ab. Ferré y cols. (2008), trabajando con una cepa resistente de Plutella xylostella encontraron que dicha población del campo es menos susceptible a Cry1Ab, debido a la disminución en la concentración de receptores y en la unión a la toxina. Además encontró insectos susceptibles a Cry1B y Cry1C, proteínas no presentes en el formulado Dipel. Esto demuestra que la resistencia a Cry1Ab no causa resistencia cruzada a toxinas no presentes en el formulado. Los mecanismos de acción de las proteínas con actividad insecticida es un proceso de dos pasos: 1) la unión específica y 2) el rompimiento de la membrana. Esto podría decir que la toxicidad es solamente en parte determinada por las características de unión. La unión específica parece esencial para la toxicidad pero quizás no es suficiente, dado que algunas toxinas se unen a la membrana del insecto sin ser tóxicas (Ferré et al., 2008). Aunque en muchos casos una correlación positiva entre parámetros de unión (Kd y concentración de sitios de unión) y toxicidad fue asociada, algunos autores han reportado excepciones en el cual esta correlación no es directa, por ejemplo en Phthorinaea operculella se presenta una alta afinidad de unión hacia Cry1Ab y Cry1C, pero a aun posee la misma afinidad la toxicidad para Cry1Ab es cinco veces mayor que para Cry1C (Pigott y Ellar. 2007). 18 5.8.1. Pruebas de Selección en laboratorio de otros insectos. El estudio de las bases moleculares de la resistencia contra toxinas seleccionadas hacia insectos plaga merece un intensivo estudio y podría proveer un importante indicio para el entendimiento de la resistencia y el desarrollo de apropiadas estrategias. Es por eso que se han realizado algunos avances para el entendimiento de las bases bioquímicas de la resistencia. La selección artificial en el laboratorio que ha producido un número de líneas resistentes en diferentes especies: P. interpunctella, H. virescens, Leptinotarsa decemlineata entre otras, permitirá entender la resistencia (Gould et al., 1992). P. interpunctella que fue el primer insecto plaga en el que se estudió la resistencia en laboratorio hacia B. thuringiensis subsp. kurstaki HD-1, se encontró que al utilizar toxinas de otra cepa de Bt la resistencia disminuía. Una hipótesis atractiva es que la cepa seleccionada es resistente solamente a toxinas Cry1A pero no a otras toxinas. Los insectos que han desarrollado tolerancia a toxinas de Bt, han mostrado un mecanismo que interfiere en algún paso involucrado en el modo de acción. Este evento fue demostrado en P. interpunctella donde la base molecular de la resistencia involucró un cambio en el receptor y una correlación entre la reducción de la toxicidad y disminución en la afinidad de unión. La unión al receptor ha sido caracterizada, así como analizada la usando vesículas (BBMV) del intestino de varias larvas de lepidópteros y de ciertas proteínas de Bt. Los sitios de alta afinidad fueron identificados y correlacionados con la toxicidad observada. Wolfersberger (1990) reportó una correlación cualitativa de actividad insecticida y unión a dos toxinas de B. thuringiensis, Cry1Ac y Cr1Ab, donde a su vez más tarde encuentra relación inversamente cuantitativa entre la actividad insecticida de estas proteínas y la unión al receptor para Lymantria dispar. En un ensayo con una cepa sensible de H. virescens se observó que las proteínas Cry1Ab y Cry1Ac compiten de igual manera por el mismo sitio. En cambio en una cepa del mismo insecto seleccionada artificialmente en laboratorio, se observó que Cry1Ab es menos efectiva para desplazar a Cry1AC. Estos datos sugieren que la especificidad al receptor, en el insecto resistente ha sido modificada a estas dos proteínas. Las cepas resistentes producidas en laboratorio poseen algunas desventajas biológicas a las que no son sometidas como los insectos resistentes del campo, tal como son: migración del insecto, refugios, un vasto número de insectos presentes en el campo, además los factores estresantes en el campo son mayores (Ferré et al., 2008). 19 5.8.1.1. Pruebas de Selección en laboratorio de Helicoverpa zea. Los pruebas de selección en laboratorio realizadas se han enfocado principalmente hacia Pectinophora gossypiella por ser la principal plaga del algodón cultivado, sin embargo, en términos de importancia las investigaciones en H.zea han aumentado en años recientes por la capacidad de la especie para infectar diferentes cultivos, el algodón entre uno de ellos. Las toxinas Cry1Ac y Cry2Ab (Presentes en el algodón transgénico Bollgard II®), han sido las más utilizadas en este tipo de experimentos, Sivasupramaniam y cols. (2008) llevaron a cabo una investigación en lepidópteros plaga. El espectro de actividad de Cry2Ab2 en dicho experimento indicó que es complementario a la de Cry1Ac, con aumento de la toxicidad contra especies tolerantes a Cry1Ac. H. virescens, H. zea y P. gossypiella todos tenían bajos valores de LC50 (1 ppm) para Cry1Ac. Suponiendo la expresión en las plantas, insectos con valores de LC50 inferiores a 1 ppm en la dieta suelen ser controlado con una " alta dosis " cuando ese mismo compuesto se expresa en las plantas (Bartlett et al., 1995; Gould. 1998). La definición actual de dosis alta es 25 veces LC99 (EPA. 1998). Los llamados criterios de dosis saltas son generalmente aceptados para aplicar en especies muy sensibles para algodón Bollgard®, como H. virescens y P. gossypiella (Bartlett et al., 1995; Gould. 1998). Las larvas de H. zea ( Boddie ) muestra cierta tolerancia a la toxina Cry1Ac de Bt, y pueden sobrevivir sobre algodón que expresa dicha toxina, lo que debería aumentar las preocupaciones de desarrollo de resistencia. Sin embargo, aún no se ha observado resistencia de campo. En un estudio previo una población de H. zea fue seleccionada para la resistencia estable a la toxina Cry1Ac. Los resultados muestran que las poblaciones de H. zea no pueden completar el desarrollo larval sobre algodón GM , a pesar de ser 150 veces más resistente a la toxina Cry1Ac en laboratorio y capaz de sobrevivir hasta la pupación en concentraciones de toxina Cry1Ac mayor que la presente en el algodón GM (Animulkar et al., 2009). Ferré y Hernández (2005) a base de estudios de unión utilizando 125I-Cry1Ac y toxinas Cry1Fa biotinilados indicaron la ocurrencia de un común receptor para Cry1Ac, Cry1Fa, y Cry1Ja en Helicoverpa armigera, Helicoverpa zea, y Spodoptera exigua. Estos resultados, junto con los datos de unión anteriores y los casos observados de la resistencia cruzada, sugieren que este patrón parece ser generalizado entre las especies de lepidópteros. Medel (2007) previo a la implementación de algodón GM de manera extensiva desarrollo un estudio para determinar la susceptibilidad a la δ-endotoxina Cry2Ab en larvas neonatas de cinco poblaciones (una susceptible y cuatro de campo) de H. zea. Los valores que se obtuvieron en el estudio de toxicidad a la δ-endotoxina Cry2Ab en larvas de H. zea se consideran como respuesta inicial o punto de referencia, dado que 20 dicha toxina aún no se utilizaba en campo y sirvió para estimar la proporción de cambio a través del tiempo una vez que el algodonero Bollgard II® se llegara a utilizar en México. En los últimos años se han llevado a cabo investigaciones para profundizar en la variación genética de la resistencia a la toxinas Cry a través de cruzas entres poblaciones susceptibles y poblaciones resistentes de H. zea críticamente importante para la determinación de las estrategias de manejo de resistencia apropiados que afectan la sostenibilidad del algodón GM, Gossypium hirsutum (L.) (Jackson. 2006). A su vez, experimentos cuyo objetivo es esclarecer los receptores involucrados y elementos complementarios (APN, ALP, Cadherinas, proteasas) han demostrado un avance al comprender a fondo el proceso molecular de la resistencia (Caccia. 2012), a la par de los estudios de la heredabilidad, la estabilidad, y el costo asociado a la resistencia a dichas toxinas (Animulkar et al., 2008). 5.8.2. Características genéticas ligadas a la resistencia. El desarrollo de resistencia en laboratorio es probable que involucre poligenes (múltiples genes que cada uno tiene pequeño impacto en la característica seleccionada), dado que ellos son propensos a ser seleccionados bajo condiciones donde los factores estresantes, biológicos y ambientales son mínimos. Por otro lado, la resistencia desarrollada en campo es más probable que involucre un simple gen, el cual puede ser seleccionado de un amplio pool genético regido bajo más condiciones estresantes (Ferré et al., 2008). Los cambios observados en la resistencia se dirigen hacia cambios en la afinidad de unión y en la concentración de sitios de unión, lo cual sugiere que los mecanismos de resistencia son complicados y resultan de múltiples cambios genéticos. Esta conclusión es soportada por análisis genéticos que revelan un modo de herencia parcialmente recesivo, esto es encontrado en H. virescens seleccionada en laboratorio (Ferré et al., 2008). Gould y cols. (1992), al realizar cruzas genéticas con cepas resistentes de H. virescens seleccionadas en laboratorio y sensibles, encontró al realizar la primera cruza, que el híbrido de la F1 posee una mortalidad intermedia entre el control y la resistente, es decir la resistencia es parcialmente recesiva en la F1, además la progenie de la F1 con la resistente es similar a la cepa seleccionada para la resistencia, aquí la resistencia es heredada como una característica completamente recesiva. Además se observó que la resistencia no es ligada al sexo. Aunque la resistencia a las toxinas de Bt en P. xylostella es recesiva y parece ser controlada por uno o pocos loci y sus bases genéticas son aún desconocidas. Tabashnik y cols. (2000) menciona sobre los refugios temporales donde el insecto no está expuesto por muchas generaciones a las toxinas y por lo tanto conduce a la perdida 21 de resistencia, ya que encontró una población de P. xylostella que era resistente y al dejarla de exponer al insecticida determino que de nuevo era sensible a las toxinas. Si no ocurriera inestabilidad se pensaría que los alelos que confieren resistencia se encuentran fijos, o si las modificaciones ocurridas en los alelos mejoran el estado de la resistencia, es decir la resistencia podría ser estable. El modelo de unión de Ballester et al. (1999) explica la resistencia fenotípica; un gen puede conferir resistencia a Cry1A(a), Cry1A(b), Cry1A(c) y Cry1F, sin embargo en algunas cepas relacionadas de P. xylostella donde se presenta resistencia a Cry1C, la resistencia se segrega independientemente de la Cry1A. Es decir la genética de la resistencia en base a este modelo de unión predice que un gen es el responsable en la alteración mayor del sitio de unión y uno u otros genes confieren resistencia a Cry1C. Heckel y cols. (1999), realizaron cruzas con cepas resistente y sensibles, debido a que la resistencia a Bt es recesiva, la F1 podría ser susceptible, y esperado que la progenie de la F1 con la cepa resistente segregue en una proporción 1:1 (fenotipo resistente y susceptible) y posteriormente se mapeo el gen que confiere resistencia a Bt, en base a los antecedentes de los ensayos moleculares de mapeo realizados a Bombyx mori encontrando que un locus (BtR- 1) en cual consiste de un simple gen, es el que confiere resistencia a múltiples toxinas, dicha resistencia es reflejada en la alteración del sitio de unión en el intestino de la larva. Si este mecanismo de resistencia tiene una base genética común para todos los insectos plaga que desarrollen resistencia permitirá el diseño de estrategias para el control de estos insectos. Morin y cols. (2002) identificaron 3 alelos de la proteína cadherina responsables de la resistencia a la toxina Cry1Ac en el gusano rosado (P. gossypiella), la principal plaga para el algodón. Al ser la principal plaga del algodón, la mayoría de los estudios actuales han sido enfocados al gusano rosado (Morin et al., 2002; Tabashnik et al., 2009), y en menor medida a las demás plagas entre ellas Helicoverpa sp., Heliothis sp. , este proyecto está dirigido a incrementar la información acerca de la resistencia a la toxina Cry1Ac en una población de H. zea inducida en laboratorio. 22 6. MATERIALES Y METODOS 6.1. Muestreo de algodón GM Toma de muestras de hojas, flores, bellotas y algodón fueron obtenidas en viajes a campo en las hectáreas donde el algodón transgénico es sembrado para verificar la expresión de las proteínas Cry1Ac y Cry2Ab y resistencia a glifosato, dicha prueba fue realizada a base de inmunotiras Agdia® y el protocolo fue seguido de acuerdo a la instrucciones del producto. 6.2. Purificación de protoxinas a partir de cepas recombinantes de B. thuringiensis Microorganismos: Utilizamos la cepa de B. thuringiensis HD73, la cual expresa solo Cry1Ac. La cepa HD-73 perteneciente a la colección del laboratorio L-4 del Instituto de Biotecnología, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León. 6.2.1. Obtención de proteínas Cry 1. Con una asada de la cepa inocular matraces conteniendo caldo nutritivo que serán puesto a incubar a 29°C en agitación constante hasta esporulación (48-96 h). 2. Mediante centrifugación separar la mezcla esporas-cristales, eliminar el sobrenadante y agregar al precipitado NaCI 1M, e inmediatamente centrifugar a 7 000 Xg, 3. Lavar el precipitado dos veces con NaCl 1M, EDTA 5 mM frío y resuspender en KC1 10 mM. 6.2.2. Solubilización 1. Resuspender el precipitado resultante, en un tampón de carbonatos (Na2C03, 50 mM; NaCl, 0.1 M; DTT, 10 mM) pH 11.5 . 2. Incubar 2 h en agitación constante a TA. 3. Centrifugar a 14 000 Xg y separar el sobrenadante. 4. Determinar la concentración de proteínas del sobrenadante mediante Bradford. 5. Observar los productos de la digestión enzimática en geles de poliacrilamida-SDS al 10%. 23 6.3. Procedencia de las colonias de insectos. La cría fue establecida a partir de una colecta de campo y mantenidas en el laboratorio por cinco generaciones para eliminar a organismos infectados y enfermos. Una vez establecerá la cría en el Lab. de Cría de insectos del Instituto de Biotecnología/FCB-UANL. 6.3.1. A partir de larvas Fueron alimentadas en copas de 25 ml con 15 ml de dieta artificial. La dieta fue preparada de acuerdo a la dieta preestablecida para la cría de insectos del instituto. Las colonias fueron mantenidas en cámara bioclimática a 28°C y 70 % de humedad relativa con fotoperiodos de 14 h luz y 10 h de oscuridad. 6.3.2. En el caso de las pupas Las pupas fueron lavadas con una solución de hipoclorito de sodio (Cloralex) al 2.5% por dos minutos, enjuagadas con agua corriente, secadas y colocadas en las cámaras de emergencia. 6.3.3. Cría de insectos Para la generación de colonias, colocamos 30-50 pupas/cámara de emergencia. En cada cámara se colocó un trozo de algodón impregnado de solución azucarada (azúcar de mesa al 10% en agua). En cada cámara se ingresaron papeles especiales para la ovoposición. Los huevecillos fueron retirados e incubados por separado para la eclosión. 6.4. Concentración letal media (LC50) de la protoxina Cry1Ac Los bioensayos para determinar la LC50 se llevaron a cabo usando ocho concentraciones distintas de la protoxina Cry1Ac. La protoxina fue preparada esencialmente de acuerdo a lo reportado previamente (Iracheta et al., 2000; Marroquín et al., 2009). Como control negativo usamos dieta normal a la cual agregamos agua estéril en lugar de protoxina. En breve: Los experimentos fueron hechos en placas plásticas de 24 orificios con 2 ml de dieta artificial c/u a la cual se le adicionó la protoxina. Iniciamos con siete dosis preliminares: 01., 0.5, 1, 5, 10, 20, 50, 100 µg/g de dieta más el testigo sin protoxina. Los bioensayos fueron realizados con 48 larvas por dosis. 24 Las placas cubiertas con plástico delgado con pequeñas incisiones de alfiler. Las placas fueron incubadas durante siete días en cámaras a 28ºC y 70% de humedad. La mortalidad fue evaluada y comparada con el control. 6.5. Determinación de resistencia Una vez establecida la colonia, fueron iniciados los bioensayos con larvas neonatas. La protoxina Cry1Ac solubilizada, colocada por separado a dos dosis, 10 y 20 μg/g de dieta. Usamos lotes de 200-400 larvas por dosis. El control de este experimento, fueron colonias no sujetas a presión artificial. El bioensayo se realizó de la siguiente manera: La dieta con la protoxina incluida fue colocada en placas plásticas de 24 orificios cada una, posteriormente una larva fue colocada en cada orificio e incubadas 7 días bajo las condiciones señaladas. Las larvas sobrevivientes a 10 μg/g de dieta fueron consideradas como resistentes (Tabashnik et al., 2000). Estas fueron llevadas hasta adultos y repetimos los ensayos de resistencia por dos generaciones más para obtener mayor cantidad de adultos para los ensayos de segregación. 6.6. Ensayos de segregación Después de conseguir colonias resistentes de H. zea, las pupas fueron sexadas y colocadas en camaradas de oviposicion para realizar un experimento del costo de selección a la toxina y herencia de la resistencia en las siguientes generaciones, siguiendo este arreglo: ♂ Susceptibles X ♀ resistentes ♀ Susceptibles X ♂ resistentes ♀ Resistentes X ♂ resistentes ♀ Susceptibles X ♂ Susceptibles 25 6.7. Identificación de genes de receptores asociados al mecanismo de resistencia 6.7.1. Extracción de ADN Fue utilizado un protocolo modificado de extracción de ADN realizado por el laboratorio UEG (2009) con fenol:cloroformo:alcohol Isoamilíco (24:24:1) Tejido utilizado: Larva completa, intestino, pupa o adulto. 1. Precalentar el buffer de extracción a 55°C por 10 min en un tubo de 1,5 ml introducir 20 g de tejido. 2. Agregar 500 µl del buffer de extracción precalentado. 3. Picar el tejido con la tijera hasta tener trozos muy pequeños. 4. Agregar 10 µl de Proteinasa K (20 mg/ml). Incubar a 55°C por una noche entera. 5. Agregar 500 µl de fenol:cloroformo:alcohol isoamilíco. Resuspender por inversión cuidadosamente hasta que se forme una emulsión (unas 30 inversiones). El fenol:cloroformo es sumamente tóxico y todo el trabajo con este reactivo debe hacerse en campana de extracción. 6. Centrifugar a 8000 rpm durante 10 min. 7. Transferir la fase acuosa (la de arriba) con una pipeta a un tubo nuevo de 1,5 ml. 8. Repetir la limpieza con fenol:cloroformo:alcohol Isoamilíco (pasos 7-8-9). 9. Agregar un volumen de NaCl (5 M) correspondiente al 10% de la muestra, y mezclar bien. 10. Agregar un volumen de isopropanol frío correspondiente al volumen de la muestra resultante del punto 10. Incubar a -20°C de 2 h en adelante. 11. Centrifugar a TA, a 12000 rpm durante 5 min y descartar líquido por inversión del tubo. 12. Agregar 400 µl de etanol frio al 70% 13. Centrifugar a TA a 12000 rpm durante 3 min y descartar el líquido por inversión del tubo. Dejar secar el ADN a TA, con el tubo abierto. 14. Resuspender en 50 µl de T10E1 (10mM) y agregar 1 µl de RNasa (10 mg/ml). En su defecto resuspender en agua milliQ autoclavada. 15. Incubar A 37°C por 20 min 26 6.7.2. Extracción de RNA con Tripure reagent® 1. 1 ml/tubo del reactivo TRIPURE 2. 0.1 ml/tubo de muestra. Mezclar bien con ayuda del vortex. Incubar 5 min a TA. Centrifugar unos segundos, un pulso de centrífuga, para eliminar restos de muestra de la tapa. 3. Añadir 0.2 ml/tubo de cloroformo. Agitar en vortex 15 min. Incubar 10 min a TA agitando varias veces. Centrifugar a 4ºC 10000 rpm 15 por min. 4. Recoger la fase superior, con cuidado de no arrastrar interfase y pasarla a otro tubo. 5. Añadir 0.5 ml de isopropanol y mezclar bien por inversión. Incubar 10 min a TA. 6. Centrifugar a 4ºC a 13.000 rpm. 10 min. 7. Retirar el sobrenadante con cuidado de no arrastrar el pellet. 8. Lavar el pellet con 500 µl de etanol 75% frío. Agitar ligeramente, invertir los tubos para lavar las paredes. 9. Centrifugar a 4ºC a 13.000 rpm. 5 min (Poniendo los tubos en la misma orientación que en la centrifugación anterior). 10. Retirar el sobrenadante con cuidado de no arrastrar el pellet pero tratando de eliminar todo el etanol. Secar a TA unos 10 min. hasta que no queden restos de etanol. 11. Resuspender en 10 µl de H2O estéril, agitar en vortex evitando dejar gotas por las paredes. Guardar a -20ºC hasta su uso ( o a 4ºC si se va a emplear en 1-2 h desde su obtención). 27 6.7.3. Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) Los iniciadores diseñados a partir de las secuencias nucleotídicas depositadas en el Genbank de los receptores. Se utilizaron los iniciadores específicos cadLHz (GenBank: AY909578.1), apn1Ha (GenBank: EU568874.1) y apn2Ha (GenBank: AY279536.1) para amplificar las regiones específicas para la cadherina y dos diferentes tipos de aminopetidasas a partir de 10 ng de DNA genómico con una mezcla de reacción que incluye Tris -HCl 10 mM, pH 8.5, KCl 50 mM, MgCl2 1.5 mM, 200 μM de cada dNTP´s (dATP, dCTP, dGTP, dTTP), 100 nM de cada iniciador y 0.5 U de Taq DNA polimerasa. Los productos se observaron en geles de poliacrilamida-SDS al 10%. Tabla 4. Iniciadores utilizados para la amplificación de genes de los receptores involucrados en la resistencia en lepidópteros. Iniciador Secuencia (5'-3') Tamaño Clave (pb) CadLHzF ATGGAGGAAACTGCGATGACCCTG CadLHzR CTCTGGCACTTCGAAGTCCAGCAT Apn1HaF AATTCCAGCCTGGCCACGCTC Apn1HaR GCGCTCCATGACTTCCAAGAGA Apn2HaF CACATGTGGTTCGGTAACCTGG Apn2HaR CGAGAAGATGCTCAGTCATTCTG 190 AY909578.1 346 EU568874.1 291 AY279536.1 28 7. RESULTADOS 7.1. Expresión de Toxina Cry1Ac, Cry2Ab y resistencia a glifosato (CP4 EPSPS) Las inmunotiras fueron depositadas en una solución donde previamente se había macerado hojas del algodón GM de las zonas de producción del norte del país, en la figura 5 y la figura 7 muestran en la parte superior de la tira la línea control y la parte inferior la línea positiva a la presencia de Cry1Ac, Cry2Ab o resistencia a glifosato. Línea control Línea positiva Figura 5. Inmunotiras Agdia® presentando positivo a Cry1Ac, Cry2Ab y Resistencia a herbicidas (CP4 EPSPS), en la localidad San Pedro de las Colonias, Coah. 2013. 29 Figura 6. Hojas utilizadas en el diagnóstico de expresión del algodón GM Figura 7. Inmunotiras Agdia® presentando positivo a Cry1Ac, Cry2Ab y resistencia a glifosato (CP4 EPSPS), en las localidades de San Rafael, Mexicali en Baja California norte y Sonoyta en Sonora, 2013 30 7.2. Obtención de proteínas Cry La protoxina Cry1Ac fue extraída a partir del cultivo de la cepa de Bt HD73, realizándose primeramente en placas de agar nutritivo y posteriormente transfiriéndolas en matraces con caldo nutritivo para su extracción. Se obtuvieron concentraciones desde 1-6 mg/ml de la proteína solubilizada la cual fue almacenada a -20°C hasta el momento de su uso. Figura 8. Desarrollo en agar nutritivo de la cepa HD73 de Bacillus thuringiensis. 31 Proteina Cry1Ac bipiramidal Proteína Cry1Ac bipiramidal Figura 9. Tinción en Cristal Violeta de la cepa HD73 de Bt mostrando la proteína Cry1Ac en su forma bipiramidal. Figura 10. Gel de poliacrilamida-SDS al 10% de la protoxina Cry1Ac (130 kDa) presente en la cepa de Bt HD73. Carril 1. Marcador molecular. Carril 2-7. Albumina (BSA). Carril 8-10. Toxina Cry1Ac. 32 7.3. Determinación de la LC50 Después de tres bioensayos realizados durante la cría de H. zea sometiendo a las larvas a diferentes concentraciones los resultados fueron ingresados al programa BMDS (Benchmark Dose Software) proporcionado por la EPA dando la cifra promedio de 1.309 µg/gramo de dieta como la LC50 referente para el estudio. Figura 11. Placa de 24 orificios empleada en la determinación de la LC50 y los bioensayos de resistencia. 7.4. Bioensayos de resistencia Desde enero del 2013 se realizaron bioensayos de exposición progresiva de Cry1Ac en las cuales fueron establecidas dos colonias de H. zea resistentes a 10 µg/g y 20 µg/g. La tabla siguiente describe el transcurso cronológico de los ensayos. Durante el desarrollo de los bioensayos se presentaron aparte de la alta mortalidad de larvas, prolongación de los estadios larvales, prolongación del estado de pupa, pupas deformes, una mayor producción de machos en comparación a las hembras y baja producción de huevecillos. 33 Tabla 5. Transcurso cronológico de los ensayos en H. zea. Fecha Clave 21/01/13 Hz0 19/02/13 27/02/13 Hz20a (F1) Hz20a (F1) Hz50a (F1) Hz20b(F1) Hz20a (F2) Hz20b (F2) Hz20a (F3) Hz10a(F1) Hz20c(F1) Hz20b (Hz20b(F1) y Hz20a(F3) 01/04/13 30/04/13 10/05/13 20/05/13 26/06/13 26/06/13 Hz20b* Concent Larvas ración expuestas 0.1-100 216 µg/g 20 µg/g 20 µg/g 50 µg/g 20 µg/g 20 µg/g 20 µg/g 20 µg/g 10 µg/g 20 µg/g Dieta sin protoxi na Dieta sin protoxi na 20 µg/g 10 µg/g Porcentaje 96 120 120 432 96 68 19 216 216 105 Larvas sobrevivientes Utilizadas para determinación de la LC50 32 12 0 68 19 24 7 127 79 76 ** ** ** Hz20c (F2) 240 67 Hz10a (F2) 240 113 *No contabilizado **La colonia colapso al producir huevecillos infértiles. * 33.3% 10% 0% 15.74% 19.79% 35.29% 36.84% 58.79% 36.57% 72.38% 27.91% 47.08% 34 Figura 12. Diferencia de tamaño entre una larva control (lado izquierdo) y una larva expuesta a una concentración de 10 µg/g de protoxina Cry1Ac (lado derecho) después de una semana. 7.5. Cruza de colonias La cruza de colonias fue realizada el 15 de julio del 2013 entre colonias resistentes de 20 µg/g (machos y hembras) y 10 µg/g (machos y hembras) con colonias susceptibles pertenecientes al laboratorio de cría de insectos del Instituto de Biotecnología. Tabla 6. Cruza de colonias de H. zea. Machos Hembras Resultado 12 machos de Hz10a (F2) 18 hembras susceptibles 10 machos susceptibles 20 hembras de Hz10a (F2) Huevecillos viables (F3). Huevecillos infértiles 12 machos de Hz20c (F2) 18 hembras susceptibles 10 machos susceptibles 19 hembras de Hz20c (F2) Huevecillos viables (F3). Huevecillos infértiles. 35 Figura 13. Determinación de sexos en H. zea del lado izquierdo se encuentra un macho y del lado derecho una hembra. 7.6. Bioensayos de resistencia con la cruza de colonias Después de la cruza de las colonias se procedió a realizar más ensayos de resistencia a la protoxina Cry1Ac, en la tabla 7 se muestra el seguimiento en los ensayos de resistencia a partir de los huevecillos fértiles procedentes de la cruza de colonias. Tabla 7. Bioensayos de resistencia con la cruza de colonias. Fecha Clave 30/07/13 Hz10 Hz20 04/10/13 Hz10 Hz20 *Proteína degradada. Concentración Larvas expuestas 10 µg/g 370 20 µg/g 370 Larvas Porcentaje sobrevivientes 313* 84.59%* 326* 88.1%* 10 µg/g 20 µg/g 101 93 360 360 28.05% 25.8% 36 7.7. Segunda cruza de colonias La segunda cruza de colonias fue realizada el 6 de noviembre del 2013 entre colonias resistentes de 20 µg/g (machos y hembras) y 10 µg/g (machos y hembras) con colonias susceptibles pertenecientes al laboratorio de cría de insectos del Instituto de Biotecnología. Tabla 8. Segunda cruza de colonias de H. zea. Machos Hembras Resultado 10 machos de Hz10 13 hembras susceptibles Huevecillos viables 7 machos susceptibles 8 hembras de Hz10 Huevecillos infértiles 9 machos de Hz20 10 hembras susceptibles Huevecillos infértiles 10 machos susceptibles 14 hembras de Hz20 Huevecillos infértiles. 37 7.8. Genes de receptores asociados al mecanismo de resistencia Los iniciadores establecidos para los dos tipos de aminopeptidasas y una cadherina fueron amplificados mediante PCR y observados por electroforesis en gel de poliacrilamida al 10%, esperando un tamaño de 346 pb para Apn1Ha, 291 pb para Apn2Ha y 190 pb para CadLHz. M 1 L 2 P 3 A 4 5 L 6 P 7 A Figura 14.PCR con los iniciadores Apn1Ha, Apn2Ha y CadLHz. Carril superior M-Marcador molecular. Carril superior 1- Apn1 en larva. Carril superior 2-Apn1 en pupa. Carril superior 3-Apn1 en adulto. Carril superior 5-Apn2 en larva. Carril superior 6-Apn2 en pupa. Carril superior 7-Apn2 en adulto. Carril inferior 1-CadLHz en larva. Carril inferior 2-CadLHz en pupa. Carril superior 3-CadLHz en adulto. Electroforesis en gel de agarosa al 1.0% en buffer TAE. 38 8. DISCUSION La plantación del algodón Bollgard II® el cual expresa las toxinas Cry1Ac y Cry2Ab cada una de ellas con un sitio de unión diferente en el intestino de las larvas maximizando la toxicidad combinada, una formación conocida como pirámide (Moar. 2010) ha generado ganancias económicas desde su implementación en México, la preocupación constante ha sido la posibilidad de resistencia a dichas toxinas en campo. Hay un desacuerdo considerable en la literatura científica sobre la definición de resistencia, especialmente "resistencia de campo" (Andow. 2008; Tabashnik et al., 2009). El Consejo Nacional de Investigación (1986) propuso que se define resistencia a los insecticidas como un rasgo individual, que es una capacidad heredada de un insecto de tolerar dosis de un tóxico que probarían letal para la mayoría de los individuos en la población normal de la especies. Andow (2008) sugirió que un alelo de resistencia importante a un cultivo Bt está presente cuando los individuos homocigotos resistentes pueden crecer y madurar en el cultivo Bt, tener copula y producir descendencia viable. Tales genes mayores de resistencia se han detectado en varias plagas objetivo de los cultivos Bt (Tabashnik et al., 2008). Sin embargo, la búsqueda de los principales alelos de resistencia en poblaciones de insectos de campo no significa que la resistencia de campo está presente. El Comité de Acción de Resistencia a los Insecticidas (2010) define la resistencia de campo cuando hay un "incumplimiento reiterado de un producto para alcanzar el nivel de control cuando se utiliza de acuerdo con la recomendación de la etiqueta para las especies de plagas”. Por lo tanto, la resistencia de campo es una característica de una población, y depende de muchos factores, entre ellos la frecuencia del alelo de resistencia, la aptitud de los individuos resistentes, y la densidad de población en el campo. La diferenciación entre la resistencia "individual" y la resistencia de campo es necesaria porque la resistencia individual no siempre se traducirá en la resistencia de campo, la resistencia de campo se produce sólo cuando la resistencia individual es común. En base a esta definición de la resistencia en el campo, la resistencia a un cultivo Bt se produce cuando hay un fallo de control de campo o de reducción de la eficacia de los cultivos Bt. Después de 15 años de uso de los cultivos Bt en el mundo, la resistencia de campo o falta de control se ha documentado claramente en tres casos (Huang et al., 2011) por eso conocer la susceptibilidad de H. zea a la toxina Cry1Ac proveniente de Bt es determinante para ajustar, mejorar, o cambiar los actuales usos del algodón GM en México. En el caso de H. zea la susceptibilidad a la protoxina Cry1Ac presento una LC50 de 1.309 µg/gramo de dieta, este resultado fue comparado con reportes previos, Sivasupramaniam y cols. (2008) reportaron una LC50 inferior a la nuestra de 0.870 µg/gramo de dieta para Cry1Ac, mencionando en adición que plagas susceptibles a dosis menores a 1ppm son controladas por las "dosis altas" presentes en el algodón GM, una dosis alta es referida por la EPA (1998) como veinticinco veces más la LC99. El valor más alto reportado por Ali y cols. (2006) fue de 1.746 µg/gramo de dieta, 39 ambas cantidades cercanas a la nuestra por 0.4- 0.5 µg/gramo de dieta, un valor mayor a los anteriores fue encontrado por Zenner de Polanía y cols. (2008), en cuyo estudio la LC50 varió entre 3,42 y 6,12 µg/g dieta demostrando además como al aumentar la dosis de la toxina disminuía el peso y obtuvo un alto porcentaje de pupas deformes. El valor reportado por Medel y Maciel (2011) entre las nueve regiones que muestrearon en las zonas algodoneras vario entre 13.5-23.7 µg/g dieta. La diferencia de susceptibilidad a Cry1Ac en H. zea se ha analizado y se han expuesto diferentes opciones al caso, por ejemplo Iracheta (1999) menciona los siguientes puntos referentes a la susceptibilidad de la toxina;1) Condiciones en las que se realiza el bioensayo (incorporación de la proteína en la dieta, extensión en superficie; tiempo de incubación). 2) Fuente de las toxinas (diferentes toxinas se expresan en cepas recombinantes de E. coli o en Bt. 3) La colonia del insecto (origen geográfico, distribución y migración). La variabilidad geográfica de las diferentes poblaciones de H. zea como una respuesta a los cambios en la susceptibilidad mas allá de la resistencia asociada también es mencionado por Sivasupramaniam y cols. (2008). Medel y cols. (2007) y Zenner de Polania y cols. (2011) concuerdan que la implementación de una línea base de susceptibilidad de Cry1Ac como la nuestra es importante por las diferencias entre poblaciones de diferentes regiones. De acuerdo a los datos obtenidos, las colonias de nuestra línea base siguen siendo susceptibles a la toxina Cry1Ac presente en el algodón Bollgard II®. La proteína Cry1Ac utilizada durante los ensayos de resistencia mostro una anomalía el 30/07013 en un ensayo al obtener un porcentaje de sobrevivencia mucho mayor al esperado, corriendo un gel de poliacrilamida-SDS al 10% se encontró que la protoxina Cry1Ac utilizada que usualmente muestra una banda de 130 kDa mostraba dos bandas de aproximadamente 50 y 80 kDa, estudios se han realizado con anterioridad ejemplificando las diferencias entre el uso de la proteína Cry1Ac en su manera toxica activa o en forma de protoxina aún no procesada, (Van Frankenhyuze. 2009; Caccia et al., 2012; Tabashnik et al., 2009) y el rango de la resistencia producida por las plagas a estas variaciones, además de los estudios realizados a proteínas Cry modificadas ( Soberón et al., 2007; ) así como los procesos necesarios para obtener la toxina en su forma activa (Karim et al., 2000; Bravo et al., 2011). Comparando la literatura con nuestros resultados de los anteriores y posteriores bioensayos sugiere que la protoxina llego separada antes del proceso de solubilizacion y activación en el intestino de las larvas, el núcleo de la toxina Cry1Ac proviene de la mitad N terminal de la protoxina eliminando entre 500 a 600 aminoácidos desde el extremo C terminal y los primeros 27 a 29 aminoácidos del extremo N terminal (Lightwood et al., 2000; Bravo et al., 2011; Piggot y Ellar. 2007) creando la forma activa de aproximadamente 60 kDa, al ingresar al intestino de las larvas productos de 50 a 80 kDa la probabilidad para que la actividad proteolítica pueda crear regiones activas de la proteína Cry1Ac serían muy bajas y su capacidad toxica reducida, por ende el manejo adecuado de la 40 toxina y la forma de utilizarla (Protoxina o toxina activada) interfiere significativamente en el proceso de resistencia en laboratorio (Animulkar. 2008). El algodón Bollgard II® expresa en complemento Cry2Ab, si llegara a provocarse una resistencia en campo a la toxina Cry1Ac, la segunda toxina presente entra para ejercer el grado de toxicidad necesario para mantener la eficiencia contra las plagas, Medel y cols. (2007,2011) y Lutrell y Jackson (2012) así como Tabashnik y cols. (2002) han realizado estudios en H. zea y Pectinophora gossypiella respectivamente, demostrando en dichos estudios la inexistencia de la resistencia cruzada entre las dos proteínas expresadas por el algodón GM utilizado para el control de las plagas de lepidópteros en las zonas algodoneras. Colonias resistentes a 100 hasta 400 µg/gramo de dieta criadas en laboratorio se han reportado antes (Animulkar. 2008), las colonias resistentes a 10 µg/ml y 20 µg/ml en nuestro estudio se mantuvieron de esta manera para evitar ejercer demasiada presión y poder realizar las cruzas consecuentes para el diagnóstico de la variación genética, heredabilidad y costo de resistencia a la toxina Cry1Ac (Jackson. 2006, Animulkar; 2008,2009). Sin embargo, durante el desarrollo de los ensayos se presentaron aparte de la alta mortalidad de larvas, prolongación de los estadios larvales, inhibición del desarrollo en el tercer instar, prolongación del estado de pupa, pupas deformes, una mayor producción de machos en comparación a las hembras y baja producción de huevecillos. Estos resultados coinciden con estudios previos realizados por Jackson (2006) y Animulkar (2008) en H. zea y Williams (2009) en Pectinophora gossypiella. Jackson y cols. (2006) menciona sobre la base de estudios previos de Burd et al. (2000,2003), la herencia de H. zea para la resistencia a Cry1Ac es dominante o incompletamente dominante. Por lo tanto, algunos de los organismos que llevan alelos de resistencia eran propensos a sobrevivir en una dosis discriminante de la toxina Cry1Ac en la dieta artificial. Este tipo de herencia permite a heterocigotos sobrevivir cuando se selecciona en la dieta. Los heterocigotos también serían los portadores más probables de alelos de resistencia en las poblaciones en campo, los apareamientos más probables en la población general se producirían entre los heterocigotos y homocigotos susceptibles. Analizando los resultados en los bioensayos de selección partimos desde la línea base donde los alelos de resistencia son particularmente raros en poblaciones grandes (Huang et al., 2011), nuestros resultados marcan porcentajes de sobrevivencia promedio de 35% para colonias expuestas a 20 µg/ g dieta, y 47-58% para colonias expuestas a 10 µg/g dieta antes de haber realizado las cruzas, después de las cruzas los porcentajes se colocaron en un aproximado de 25%, para ambas colonias, porcentajes menores fueron descartados por la ausencia de larvas muertas que escaparon durante los siete días que se mantuvieron en la dieta. Basándose en genética mendeliana y estudios anteriores (Jackson et al., 2006; Burd et al., 2003) estos porcentajes sugieren la presencia de un alelo dominante o parcialmente dominante como el causante de la 41 resistencia en las colonias de H. zea, estudios anteriores ejemplifican a los alelos recesivos como productores de la resistencia a diferentes especies de insectos como Plutella xylostella ( Sayyed et al., 2000; Zhao et al., 2002; Tabashnik et al., 2003; Ferre y Hernández. 2005) y el gusano rosado Pectinophora gossypiella ( Morín et al., 2003, 2004; Xu et al., 2005; Tabashnik et al., 2003), sin embargo, en el caso de poblaciones de H. zea como la nuestra, las investigaciones llevadas a cabo sugieren que el responsable es un alelo parcialmente dominante o dominante el cual confiere la resistencia a la toxina Cry1Ac (Tabashnik et al., 2003,2008; Jackson et al., 2006; Burd et al., 2003; Moar et al., 2010) comparando los resultados obtenidos con las investigaciones realizadas, nuestras colonias exhiben un comportamiento genético emparentado a la teoría del alelo parcialmente dominante. Animulkar (2008) en respuesta a selección con Cry1Ac, reporto valores altos de heredabilidad para la colonia resistente en las generaciones 4 a7 y la disminución en las generaciones 11 a 19. La colonia resistente había aumentado significativamente en mortalidad pupal, una relación de sexo machos:hembras desproporcional, y éxito de apareamiento menor en comparación con la colonia parental no seleccionada. Los machos resistentes tenían más costos de apareamiento en comparación con las hembras, mayor mortalidad de las larvas, menor peso de las larvas, período alargado de desarrollo en las larvas, menor peso de pupa, mayor duración de pupa, y una mayor cantidad de adultos morfológicamente anormales en comparación con la colonia susceptible. En comparación a estos resultados la única diferencia con los nuestros fue durante la cruza de colonias, las hembras de las dos colonias resistentes produjeron huevecillos de manera deficiente y no viables, solo las colonias con machos resistentes y hembras susceptibles además de las colonias con machos susceptibles y hembras susceptibles produjeron huevecillos viables, estos resultados sugieren que durante la selección con Cry1Ac probablemente el costo de aptitud afecto la fisiología en la producción y fertilidad de los huevecillos en las hembras (Animulkar. 2008; Jackson. 2006). Este estudio demostró que los costos de aptitud están estrechamente vinculados con la selección para la resistencia a Cry1Ac en H. zea en el laboratorio, y los costos de aptitud permanecen, y en algunos casos, incluso aumentan después de ser eliminada la presión de selección. Con respecto a los genes de receptores asociados se encontró la presencia de dos aminopetidasas y una cadherina, dichos receptores han sido confirmados como participes en el mecanismo de resistencia asociado a los lepidópteros (Piggot y Ellar. 2007; Soberón y Bravo. 2008). La amplificación de los iniciadores deberían mostrar bandas de entre 300 y 350 pb para las aminopeptidasas y 200 pb para la cadherina, los resultados obtenidos mostraron bandas de alrededor de 500 pb para las aminopeptidasas y 300 para la cadherina, los iniciadores al ser preparados a partir de RNA mensajero permitió la 42 posibilidad de la presencia de intrones en el genoma de H. zea lo cual explicaría el aumento de pb observados en el gel (Brown. 2002). Estos resultados junto con la recopilación de Moar (2010) aunados a los nuestros apoyan la falta de éxito de la selección, y el mantenimiento de las poblaciones de Cry1Ac resistentes de H. zea en laboratorio, y puede ayudar a explicar por qué la resistencia en campo aún no se ha observado en esta importante plaga del algodonero. 43 9. CONCLUSIONES 1. Se obtuvo una LC50 de 1.309 µg/g de dieta para la población de H. zea presente en el Instituto de Biotecnología, UANL. 2. La susceptibilidad de H. zea hacia la toxina Cry1Ac es variable y puede deberse a la región geográfica de la población, el estado de la toxina y su incorporación en la dieta. 3. La eficacia del Bollgard II ® para contrarrestar el ataque de las plagas está presente en la expresión de dos tipos de toxina Cry (Cry1Ac y Cry2Ab). 4. Dos colonias de H. zea resistentes a 10 y 20 µg/g de dieta fueron establecidas en el criadero del Instituto de Biotecnología, UANL. 5. Los alelos que confieren la resistencia a las poblaciones de H. zea son parcialmente dominantes o dominantes. 6. El costo de aptitud de H .zea está directamente relacionado con la selección de resistencia a Cry1Ac. 7. Los genes amplificados de los receptores asociados a la resistencia (Aminopeptidasas y Cadherinas) resultaron de mayor tamaño al esperado por la presencia de intrones en el genoma de H. zea, estos no se presentan en el RNA mensajero del cual fueron hechos los iniciadores para PCR. 44 10. LITERATURA CITADA 1. Agro-Bio México. 2011. Algodón GM. Aplicaciones y beneficios de la biotecnología agrícola en México y el mundo. Disponible en red: http://www.agrobiomexico.org.mx/index.php?option=com_k2&view=item&lay out=item&id=94&Itemid=28 [Revisado el 12 de Febrero del 2014] 2. Ali M.I., Luttrell R.G. y Young S.Y. 2006. Susceptibilities of Helicoverpa zea and Heliothis virescens (Lepidoptera: Noctuidae) populations to Cry1Ac insecticidal protein. 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