1 2 3 4 Tabla de Contenido 7 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART César Rodríguez Chacón 17 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN COMPETENTES Raymundo GARCÍA QUINTANA Elizabeth GONZÁLEZ MATAMOROS 27 LA FUNCIÓN DEL ABOGADO EN EL ESTADO DE DERECHO Rodolfo Mario CRUZ Y MIRAMONTES 35 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO. Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR 53 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS José Caín LARA DÁVILA 79 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ ESTUDIANTES 107 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO José Luis SÁENZ DOMÍNGUEZ 117 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA Eduardo MEDRANO FLORES 5 127 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL Jaime A. ACEVEDO BALCORTA 147 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS Jaime A. CARAVEO Alicia RAMOS FLORES Octavio CARRETE MEZA 157 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE 179 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS 195 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH Alicia RAMOS FLORES 205 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO. Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ 6 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART César Rodríguez Chacón 1 En su exposición del “Formalismo y Escepticismo Ante Las Reglas”, Capítulo VII de su obra: “El Concepto de Derecho”, Hart 2 sostiene la teoría a la que denomina “La Textura Abierta del Derecho” planteando de inicio que “en cualquier grupo grande el principal instrumento de control social tiene que consistir en reglas, pautas o criterios de conducta y principios generales, y no en directivas particulares impartidas separadamente a cada individuo” (sic), agregando que para ello el derecho tiene que referirse a „clases‟ de personas, de actos, de cosas y de circunstancias, que el derecho agrupa en “clasificaciones generales”, mediante dos tipos de recursos: a) Un recurso consistente en que el derecho hace un uso máximo de las palabras clasificadoras generales, y que él identifica con la legislación, y b) Otro recurso clasificatorio, en el cual el derecho hace un uso mínimo de dichas palabras clasificadoras, al que tipifica como precedentes. Independientemente de su explicación a través de “palabras” clasificadoras generales de las “clases de personas, actos, cosas y circunstancias”, que nos parece interesante porque introduce la temática del lenguaje como instrumento del derecho -idea que compartimosestimamos que su teoría, aplicable a los sistemas jurídicos inglés y norteamericano (Common law), no necesariamente puede tener validez para sistemas diversos al del Common law, o sean los de derecho escrito, como el nuestro, en el que las fuentes del derecho se encuentran, 1 Maestro de Tiempo Completo (ATC) de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Hart, Herbert Lionel Adolphus: “El concepto del Derecho”, Traducción de Genaro R. Carrió, Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires, Argentina, 1963. Páginas 155 y siguientes. 2 7 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART claramente establecidas,3 por lo que consideramos que el “precedente” es una reminiscencia del derecho consuetudinario, si bien ahora podríamos llamarle “costumbre jurisdiccional”, o la manera en como los órganos encargados de la aplicación del derecho a los casos concretos, suelen llevar a cabo su cometido. Al respecto, el ilustre jurista mexicano Eduardo García Máynez, señala: “Históricamente, las costumbres fueron anteriores a la obra del legislador. En los estadios primitivos de la evolución social existía una costumbre indiferenciada, mezcla de prescripciones éticas, religiosas, convencionales y jurídicas. Al independizarse el derecho de la religión y la moral, conservó su naturaleza consuetudinaria, y no fue sino en época relativamente reciente cuando el proceso legislativo se inició y aparecieron los primeros códigos. La historia -escribe Du Pasquier- revela un constante impulso hacia el derecho escrito. En la Edad Media, las aspiraciones a la fijeza del derecho manifestábanse, sea en la redacción de cartas que establecían los derechos respectivos del señor y los súbditos, sea en la redacción de costumbres, primeramente a iniciativa privada, más tarde a título oficial. Por otra parte, el derecho romano, reunido en las recopilaciones de Justiniano (Digesto, lnstitutas, etc.), ocupa el sitio de honor entre los juristas: denominábasele el derecho escrito; las regiones meridionales de Francia, en donde su influencia era preponderante, eran llamadas pays de droít écrit, en oposición al pays de coutumes (norte de Francia). En Alemania, este vasto fenómeno, ocurrido principalmente en los siglos XIV y XV, ha recibido en la historia el nombre de recepción del derecho romano. 3 “El término fuente -escribe Claude Du Pasquier- crea una metáfora bastante feliz, pues remontarse a la fuente de un río es llegar al lugar en que sus aguas brotan de la tierra; de manera semejante inquirir la fuente de una disposición jurídica es buscar el sitio en que ha salido de las profundidades de la vida social a la superficie del derecho.” De la cita de Eduardo García Máynez en su obra: Introducción al estudio del derecho, 29ª. Edición revisada, Editorial Porrúa, S.A., México, 1978. Página 52. 8 César Rodríguez Chacón Bajo Luis XIV y Luis XV, las Grandes Ordenanzas señalaron una importante ofensiva del derecho legislado contra el consuetudinario. En el siglo XVIII, diversos Estados de la América del Norte formularon las primeras constituciones escritas. En la misma época, los códigos prusiano y bávaro abrieron la era de las codificaciones, cuya floración más rica se extendió bajo Napoleón." En la mayoría de los Estados modernos la formulación del derecho es casi exclusivamente obra del legislador; sólo en Inglaterra y los países que han seguido el sistema anglosajón predomina la costumbre. La tendencia, siempre creciente, hacia la codificación del derecho, es una exigencia de la seguridad jurídica. A pesar de su espontaneidad, el derecho consuetudinario carece de una formulación precisa, lo que hace difícil su aplicación y estudio. Por otra parte, su ritmo es demasiado lento. El legislado, en cambio, además de su precisión y carácter sistemático, puede modificarse con mayor rapidez, y se adapta mejor a las necesidades de la vida moderna.” 4 Por su parte, Hart continúa diciendo, que buena parte de la teoría jurídica de este siglo ha consistido en hacerse progresivamente cargo (y a veces en exagerar) del hecho importante de que la distinción entre la falta de certeza de la comunicación mediante el ejemplo dotado de autoridad (precedente) 5 y la certeza de la comunicación mediante el lenguaje general dotado de autoridad (legislación), es mucho menos simple de lo que sugiere este contraste ingenuo, y con el ejemplo que utiliza sobre la regla que prohíbe vehículos en un parque, encuentra muchas dificultades para que en un momento dado el juzgador pueda discernir, por ejemplo, si una bicicleta cae dentro de la previsión contenida en la norma a través de la palabra “vehiculo”, sosteniendo que cualquiera que sea la técnica, precedente o legislación, para comunicar pautas o criterios de conducta, y por mucho que éstos operen sin 4 5 Obra citada, páginas 52 y 53. (Las cursivas son nuestras, sobre lo cual volveremos más adelante). Las cursivas son nuestras, sobre lo cual volveremos igualmente más adelante. 9 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART dificultades respecto de la gran masa de casos ordinarios, en algún punto en que su aplicación se cuestione las pautas resultarán ser indeterminadas; tendrán, concluye Hart, lo que se ha dado en llamar una “textura abierta”, manifestando que en el caso de la legislación, se manifiesta una característica general del lenguaje humano; la falta de certeza en la zona marginal es el precio que hay que pagar por el uso de términos clasificatorios generales en cualquier forma de comunicación relativa a cuestiones de hecho. En éste punto, habremos de volver al subrayado nuestro de líneas arriba (Nota 5), para señalar que cuando nuestro autor se refiere al “ejemplo dotado de autoridad (precedente)” (sic), no nos explica en virtud de qué el precedente se encuentra dotado de autoridad, ni desde luego, la naturaleza de tal “autoridad”, lo que parece demostrar que Hart ha utilizado un lenguaje de textura abierta, para tratar de explicar la misma, lo que en nuestra opinión, demuestra lo aseverado por García Máynez en el sentido de que: “A pesar de su espontaneidad, el derecho consuetudinario carece de una formulación precisa.” 6 Desde luego los comentarios de Hart en cuanto al problema que plantea, nos parecen plausibles, y por supuesto legítima su preocupación en cuanto a dilucidar el alcance del derecho; sin embargo, diferimos de su punto de vista por lo que toca a considerar el problema como un problema de interpretación derivado de la “textura abierta” del lenguaje, sobre todo si consideramos que tanto la legislación, como los precedentes del sistema del Common law, como incluso las labores de interpretación que del derecho se hagan, en cualquiera de los sistemas jurídicos existentes, finalmente no pueden expresarse todos sino a través del lenguaje, respecto del cual Hart nos ha convencido de su “textura abierta”. Es precisamente por ello que nos parece que el problema, más que de interpretación, debe situarse en el ámbito de la legislación, es decir no es un problema de la interpretación del derecho sino de la elaboración (redacción) del mismo, con lo cual queremos significar que el problema 6 Véase Nota 3. 10 César Rodríguez Chacón se remonta cronológicamente hacia atrás, hasta el momento en que los creadores del derecho están produciéndolo. Así, en relación con los problemas que plantea, utilizando sus mismos ejemplos, no debieran tratar de resolverse intentando desentrañar el alcance de la regla que ordena: “están prohibidos los vehículos en este parque”, o de que las industrias deben “cobrar precios justos”, como tampoco nos parece plausible la propuesta de Hart cuando dice: “En lugar de dejar que las diferentes empresas apliquen estos standards vagos por sí mismos, con el peligro de que ex post facto se determine que los han violado, puede entenderse que es mejor no castigar las violaciones hasta que el órgano o cuerpo administrativo haya dictado reglas que especifiquen qué es lo que ha de entenderse, para una industria determinada, por “tarifa o precio justo” o “sistema seguro”. El ejercicio de esta potestad de elaborar reglas puede supeditarse a algo semejante a una investigación judicial de los hechos relativos a la industria de que se trata, y a la celebración de una audiencia para oír argumentos en pro y en contra de una determinada forma de regulación.” (sic) Nos parece que el propio Hart, cuando pide que el ejercicio de la potestad de elaborar reglas puede supeditarse a algo semejante a una investigación judicial de los hechos relativos a la industria de que se trata… olvida que su propuesta es igualmente “ex post facto” pues es obvio que ninguna investigación puede darse respecto de hechos que aún no hayan sucedido. Por otro lado, al menos en nuestro sistema jurídico, su propuesta de que se oigan argumentos en pro y en contra resulta ociosa, pues como es sabido, nunca se aplica en definitiva disposición jurídica alguna, sin respetar la llamada doctrinalmente entre nosotros “garantía de audiencia” consagrada en nuestra Carta Magna, y que se agota incluso en los llamados “procedimientos económicos coactivos” y los “procedimientos ejecutivos”. Finalmente nos parece que su propuesta de que una autoridad “administrativa” (sic) dicte reglas para que especifiquen “que es 11 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART lo que ha de entenderse” (sic) resulta violatoria de la división de poderes igualmente plasmada en nuestra Constitución. En virtud de lo anterior, es que estimamos que más que un problema de interpretación, el planteamiento de Hart se traduce en un problema de “Técnica Legislativa”, en donde el órgano constitucionalmente facultado para la creación del derecho, debe ser especialmente cuidadoso en la elaboración y redacción de las reglas, dada la trascendental importancia de su función pública, y emitir reglas que dijeran, para utilizar los mismos ejemplos en comento: “En los parques públicos está prohibida la utilización de vehículos con capacidad de exceder la velocidad tal… y aquéllos cuya circulación no esté prohibida deben respetar las áreas peatonales….” O bien: “Las industrias a, b, c, y d, no deben exceder en el precio al público de sus productos, de un margen de x % de ganancia sobre el costo de la producción y distribución de los mismos”, etc., o redacciones similares y ajustadas al objeto de su regulación de acuerdo con la finalidad que se pretende con la norma, lo que desde luego exige una mayor preparación e investigación del legislador, como labores previas a la expedición de las reglas jurídicas, pero que evitarían la cauda de problemas a los que Hart se refiere en su interesante trabajo, y que en materia jurídica revelan una “Dispraxis Legislativa”, temática que cobra interés en nuestro país, con la publicación del libro: Dispraxis,7 presentado en el Auditorio “Dr. Héctor Fix Zamudio” del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el pasado 9 de marzo de 2011. El día 11 del mismo mes, Enrique Cáceres Nieto comentó: “No es cierto que haya una relación directamente proporcional, entre nuestras leyes y nuestras instituciones y la creación del estado de cosas socialmente deseado, probablemente necesitemos revisar, desde sus cimientos, los supuestos mismos del pensamiento jurídico.” (sic).8 7 Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas. 20 de febrero de 2012. Fernando Cano Valle, Alberto Campos Campos, Enrique Cáceres Nieto y Enrique Díaz Aranda – Coordinadores. 8 Dispraxis – Comentario, disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=ZJkZrgQ3mZo 12 César Rodríguez Chacón En cuanto a la práctica judicial en general, es indiscutible que los problemas planteados por Hart están cobrando particular importancia, y preocupación, entre quienes ejercen la función jurisdiccional; al respecto, en el Foro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Verónica Rodríguez Blanco académica de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, sostuvo recientemente, a principios del presente mes, que es inevitable que las legislaciones y los sistemas legales fallen en la construcción de normas más avanzadas para las necesidades sociales: “Basados en características objetivas para hacer el bien… Las autoridades legales de algunos sistemas legales van a perseguir lo que ellas creen que son características para hacer el bien, pero que no lo son”. Explicando que los criterios objetivos sobre lo que son buenas acciones, hacen creer que hay en general buenas leyes, buenas comunidades o buenos actos; esto se refleja, dijo, en la ilusión de crear normas perfectas, adecuadas para todas las acciones de los individuos en la sociedad, y llamó a replantear criterios normativos desde una perspectiva más amplia y sencilla para que todos los ciudadanos puedan entenderlas y ejercerlas.9 Por su parte José Ramón Cossío Díaz, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, afirmó que los legisladores deberían tener un servicio profesional vinculado con especialistas que vuelva más sólida la creación de normas.10 En este orden de ideas es valioso el trabajo de Hart que se estudia, al poner énfasis en el problema de la interpretación de las reglas; nosotros por nuestra parte agregaríamos también el de la creación de las mismas, independientemente del sistema jurídico al que pertenezcan. Por otro lado, en nuestro sistema jurídico, la protección e los derechos de toda persona física o moral, consagrados en nuestra Constitución general, contra su violación por las autoridades públicas así como la preservación de la constitucionalidad y legalidad de todos los actos de autoridad y la interpretación de la ley, está conferida a las autoridades 9 Información disponible en: http://canaljudicial.wordpress.com/category/justicia/ Igual a la anterior. 10 13 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART federales en materia jurisdiccional, mediante el Juicio de Amparo consagrado en los artículos 103 y 107 de la propia Constitución, y su ley reglamentaria, la Ley de Amparo, que en sus artículos conducentes señala: “ARTÍCULO 192.- La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia, funcionando en Pleno o en Salas, es obligatoria para éstas en tratándose de la que decrete el Pleno, y además para los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del orden común de los Estados y del Distrito Federal, y tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales. Las resoluciones constituirán jurisprudencia, siempre que lo resuelto en ellas se sustenten en cinco sentencias ejecutorias ininterrumpidas por otra en contrario, que hayan sido aprobadas por lo menos por ocho ministros si se tratara de jurisprudencia del pleno, o por cuatro ministros, en los casos de jurisprudencia de las salas. También constituyen jurisprudencia las resoluciones que diluciden las contradicciones de tesis de Salas y de Tribunales Colegiados.” “ARTÍCULO 193.- La jurisprudencia que establezca cada uno de los Tribunales Colegiados de Circuito es obligatoria para los tribunales unitarios, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del fuero común de los Estados y del Distrito Federal, y los tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales. Las resoluciones de los Tribunales Colegiados de Circuito constituyen jurisprudencia siempre que lo resuelto en ellas se sustente en cinco sentencias no interrumpidas por otra en contrario, y que hayan sido aprobadas por unanimidad de votos de los magistrados que integran cada tribunal colegiado.” Lo anterior, podría constituir el equivalente al sistema de “precedentes” del common law, aunque nos parece que de una manera más sistemática y metodológica, ya que en materia de interpretación no se deja al arbitrio 14 César Rodríguez Chacón de cada juzgador, local o federal, la interpretación de la regla sino que ésta función se encuentra atribuida al máximo órgano jurisdiccional de nuestro país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, actuando en Pleno o en Salas, o bien a través de los Tribunales Colegiados de Circuito, con las reglas o requisitos de control que se establecen en los artículos transcritos, lo que nos parece una solución adecuada sobre el criterio, sustentado por Hart de las “elecciones” o “discernimiento” de cualquier autoridad judicial; lo que puede evitar, al menos en cierta medida, lo que nuestro autor denomina “congelamiento” del significado de la regla, sin necesidad de caer en lo que denomina: “el paraíso de los conceptos”, sistema que nos parece que no llega a caracterizar totalmente, en términos de Hart, una “textura abierta” del derecho y la “actividad judicial creadora” que se da dentro de ella. Sin embargo, debemos admitir que cuando leemos la parte del trabajo de Hart relativa a las incertidumbres de las reglas de reconocimiento, habremos de admitir que en todo sistema, cualquiera que éste sea, y con mayor o menor reglamentación de control en cuanto al procedimiento (órganos específicos, locales o federales, unitarios o colegiados, con sistemas de votación por mayoría simple o calificada, etc.) como en nuestro sistema, por ejemplo, siempre será una autoridad jurisdiccional, si bien de orden superior, como lo es la Suprema Corte de Justicia de la Nación, actuando en Pleno o en Salas o a través de los Tribunales Colegiados de Circuito, con las reglas consagradas en el texto de la Constitución y su ley reglamentaria, quien resuelva al final, en definitiva, el significado y alcance del contenido de las reglas jurídicas, emanadas de las autoridades legislativas propiamente dichas, a quienes corresponde la potestad de la creación del derecho. Visto así, nuestro propio sistema sólo tendría una diferencia de grado, más no substancial, respecto de la crítica de Hart, pues si nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través del Juicio de Amparo, resuelve en definitiva el alcance interpretativo del contenido o significado de las normas, es claro que no queda incólume el principio de división de poderes en Legislativo, Jurisdiccional y Ejecutivo, lo que nos parece por cierto, más trascendente que la mera inclusión de nuestro sistema en 15 REFLEXIONES EN TORNO AL FORMALISMO Y ESCEPTICISMO ANTE LAS REGLAS DE H.L.A. HART alguna de las Teorías del Derecho, y sin desconocer las diversas teorías de la representación política, nos lleva a reflexionar, a propósito de la dispraxis, si no tendrán razón quienes afirman que el modelo “moderno” del “Estado Democrático de Derecho” está agotado.- BIBLIOGRAFÍA CANO VALLE, Fernando, Alberto CAMPOS CAMPOS, Enrique CÁCERES NIETO y Enrique DÍAZ ARANDA (Coordinadores): “Dispraxis”, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2012. GARCÍA MÁYNEZ, Eduardo: “Introducción al Estudio del Derecho”, 29ª. Edición revisada, Editorial Porrúa, S.A. de C.V., México, 1978. HART, Herbert Lionel Adolphus: “El concepto del Derecho”, Traducción de Genaro R. Carrió, Editorial Abeledo - Perrot, Buenos Aires, Argentina, 1963. FUENTES DIGITALES CACERES NIETO, Enrique: Entrevista sobre Dispraxis, disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=ZJkZrgQ3mZo RODRÍGUEZ BLANCO, Verónica: Foro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, disponible en: http://canaljudicial.wordpress.com/category/justicia/ 16 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN ESTUDIANTES COMPETENTES Raymundo GARCÍA QUINTANA Elizabeth GONZÁLEZ MATAMOROS SUMARIO: I. Introducción. II. Antecedentes de las competencias. III. El enfoque por competencias. IV. Necesidad de un nuevo perfil docente para asegurar el desarrollo de competencias en los estudiantes V. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN Por mucho tiempo se ha considerado que la educación es la única que puede mejorar las condiciones de vida de los pueblos, evitar los conflictos y resolver los ya existentes, enfrentar los retos personales del individuo ante la vida, y como parte de una sociedad cada vez más globalizada y con nuevas necesidades. Esta situación ha hecho que cada país diseñe sus políticas educativas de acuerdo a las necesidades que tiene y a las problemáticas que enfrenta, de manera que a lo largo de la historia hemos visto en nuestro país, en particular, el interés por abatir el rezago educativo y reducir el analfabetismo a su máxima expresión, dar cobertura y ampliarla a todos los niveles, dotar de la infraestructura necesaria a las instituciones educativas e incluir en ella a las nuevas tecnologías. Aunque los objetivos no se han logrado en su totalidad, se puede afirmar que hemos avanzado. El único renglón que todavía no alcanza a ser remarcable es el de la docencia. La política educativa ha dedicado un buen esfuerzo a la 17 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN ESTUDIANTES COMPETENTES preparación, formación y actualización de los futuros docentes y de los que ya están en servicio en los diferentes niveles, pero parece que no ha sido suficiente para despertar la motivación en ellos. Lograr que los estudiantes mejoren en sus actitudes, en sus hábitos de estudio, se interesen por aprender para la vida y no para un examen, ha sido uno de los más grandes retos que la educación de todos los tiempos ha enfrentado, más aún en los albores del siglo XXI. Las necesidades del mundo actual son muchas y muy grandes. Este hecho demanda mejores individuos, más capacitados y competentes en áreas multidisciplinarias. Ya no podemos hablar de ciudadanos de un país, hoy debemos prepararnos para ser ciudadanos del mundo, y la llave que abre todas las puertas está en manos de nuestros maestros. De ahí la necesidad de contar con docentes competentes para asegurar alumnos más competentes, aún. II. ANTECEDENTES DE LAS COMPETENCIAS La Declaración de Bolonia (1999) marcó la diferencia entre el enfoque de la educación tradicional y la educación actual. Sentó las bases para la creación de un área europea de educación superior como vía clave para la movilidad de los ciudadanos, la capacidad para conseguir empleo y lograr el desarrollo general del continente, adaptado a las necesidades cambiantes, las demandas de la sociedad y los avances científicos y tecnológicos. Más de 175 universidades europeas participaron en este esfuerzo. Como consecuencia inmediata de la declaración de Bolonia surgió el Proyecto Tunning, que más que un proyecto es toda una metodología y una herramienta creada por las universidades para integrar a los países europeos como un corredor para académicos y profesionistas con libre tránsito, siempre y cuando se cumplan ciertos criterios establecidos para tal efecto, la mejora de la calidad en la educación y la necesidad de centrar la educación en el aprendizaje del individuo. El impacto de Tunning llegó hasta Latinoamérica, que con el patrocinio de Tunning Europa inició el debate para afinar sus estructuras 18 Raymundo GARCÍA QUINTANA Elizabeth GONZÁLEZ MATAMOROS educativas, basadas en una educación superior para el desarrollo de la calidad, efectividad y transparencia. El Proyecto Alfa Tunning, como fue denominado, permitirá a las instituciones educativas: 1. Establecer un sistema de acreditación unificado 2. Facilitar los procesos de titulación 3. Reconocimiento académico y profesional, tanto transnacional como transregional 4. Movilidad académica y profesional.1 Se instalaron 19 Centros Nacionales Tunning en Latinoamérica que trabajaron con 12 áreas: Administración, Arquitectura, Derecho, Educación, Enfermería, Física, Geología, Historia, Ingeniería Civil, Matemáticas, Medicina y Química. En cada una de ellas se especificaron las Competencias genéricas y específicas que se deberían desarrollar en los estudiantes. Estas competencias son las responsables de dirigir el proceso de diseño y elaboración de los actuales planes y programas de estudio. Los contenidos programáticos son el mero pretexto para que los docentes, con su trabajo, logren determinados resultados de aprendizaje que activen las competencias deseadas. III. EL ENFOQUE POR COMPETENCIAS Por definición, un enfoque es una forma de ver ciertas cosas, en este caso, la educación. El enfoque por competencias que se le ha dado a la educación tiende a los cuatro saberes fundamentales: saber, saber hacer, saber ser y saber convivir en sociedad. Independientemente del método de trabajo de cualquier institución educativa, este enfoque les permite organizar los tipos de conocimiento de manera que, tanto alumnos como docentes, puedan trabajar con claridad en el desarrollo o construcción de sus propias competencias. Pensar que una competencia es sólo la sustitución del término “objetivos” o “propósitos” planteados en los enfoques anteriores, es un 1 Pimienta, Julio., Las competencias en la docencia universitaria. Preguntas frecuentes., México, Pearson Educación, 2012, pp. 15-16 19 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN ESTUDIANTES COMPETENTES error. Una competencia va más allá, pues en ella se evidencia un desempeño integral del sujeto, resultado de una actuación, a través de productos específicos que fueron realizados con base a un proceso. Las competencias deben ayudar a los individuos a resolver problemas en situaciones diversas, poniendo en juego todo tipo de conocimientos y a lograr la reflexión para encontrar las soluciones más viables y mejores. No son una actividad final, sino que implican un proceso. Son necesarias para llevar a cabo profundos cambios en la educación, que respondan a los retos locales, nacionales e internacionales, a la vez que permiten lograr el desarrollo integral del ser humano, como lo establece el Artículo 3° Constitucional, en nuestra Carta Magna. Los docentes ahora tienen mayor libertad para elegir las estrategias y metodologías, pues lo importante no es el conocimiento adquirido por el alumno, sino que demuestre su nivel de competencia en una situación determinada, y que lo haga con eficiencia y eficacia. Lo anterior significa que ha llegado la hora de vincular la escuela con la vida real para que nuestros estudiantes no solo hagan cosas bien hechas, sino que sus conductas sean adecuadas y reflejen los principios éticos en su actuar. Las competencias llegaron para quedarse, pues corresponden a aprendizajes significativos, útiles para la vida. Son holísticas, abarcan muchas áreas en la esfera de la personalidad del ser humano, como individuo y como miembro de la gran sociedad que convive en este planeta. IV. NECESIDAD DE UN NUEVO PERFIL DOCENTE PARA ASEGURAR EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS EN LOS ESTUDIANTES El informe de la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors considera que la educación tiene una “función ambiciosa en el desarrollo de los 20 Raymundo GARCÍA QUINTANA Elizabeth GONZÁLEZ MATAMOROS individuos y las sociedades”2 por tal motivo se espera mucho de los docentes, ya que de ellos dependerá que se convierta en realidad. Reconoce en ellos un papel fundamental como agentes de cambio, en el desarrollo de competencias y la formación de los estudiantes. Este reconocimiento implica un trabajo consciente y responsable por parte de todos los trabajadores de la educación, de manera que se establezcan nuevas relaciones entre docentes y alumnos que favorezcan la creación de ambientes adecuados para el aprendizaje. En ese mismo documento se identifica la necesidad de mejorar la forma de contratación de docentes y proporcionar mejores condiciones a los que ya están inmersos en el ambiente educativo, pues sabe que, de descuidarse estos aspectos, los docentes no responderán a las expectativas. La necesidad de de formar un nuevo tipo de estudiantes requiere una formación mejor en los docentes. Grandes son los retos a enfrentar. Por una parte, la primera tarea es convertir la escuela en un lugar más agradable para los alumnos y lograr un entendimiento verdadero con la sociedad de la información. Por otro lado, los problemas socioeconómicos y culturales de los estudiantes, no pueden ser dejados de lado. Sus efectos deben ser combatidos. Por lo tanto, se espera que los profesores tengan éxito donde los padres y otros agentes educadores han fallado. Además deben procurar que el proceso educativo se prolongue e impacte hacia el exterior de la escuela, logrando la vinculación de la teoría con la práctica en contextos reales. Nuevos roles son asignados al docente que trabaje con el enfoque de competencias. La relación del docente dejará de ser la del expositor o conferencista para convertirse en la del mediador o acompañante del estudiante. Se retoma una figura que, aunque fue típica de la época medieval y de ciertos grupos, nunca debió dejarse: la del tutor. 2 Delors, Jacques, La educación encierra un tesoro, Guanajuato, Dower Arrendamiento, 1997, p. 157 21 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN ESTUDIANTES COMPETENTES La acción tutorial surge por la necesidad de identificar situaciones que pongan en riesgo el avance académico y la formación de los estudiantes, tales como las cuestiones socioeconómicas que los limitan en sus estudios, y de cualquier otra índole que los obligan a desertar. En la actualidad, la esfera de acción del tutor comprende 4 aspectos como mínimo: A. Establecimiento de un contacto positivo con el estudiante.Para permitir una interacción apropiada en un marco de respeto, comprensión, colaboración y confianza a fin de conocer y atender las problemáticas que lo afectan en su desempeño. B. Identificación del problema.- Capacidad para identificar el tipo de problema que aqueja al estudiante para buscar alternativas de solución. C. Toma de decisiones.- Ayudar al estudiante a canalizar los problemas buscando las mejores soluciones. Darle seguimiento a cada caso le permitirá ser asertivo en la guía y orientación al estudiante, así como en la canalización a otras instancias para los casos que así lo requieran. D. Comunicación.- Esta debe darse en distintos niveles, no solo con el estudiante, sino con los otros miembros de la institución, padres de familia y especialistas que atenderán los casos que fueron canalizados.3 Estudios realizados en algunas instituciones para identificar las causas de la deserción escolar, ya sea temporal o definitiva, han demostrado que un buen programa de tutorías puede disminuirla y, en algunos casos, hasta erradicarla.4 Para cumplir con esta tarea y con todas las que se señalan al docente, se requiere que cuente con una serie de competencias, las cuales dependerán de ciertos criterios y de los estándares complementarios del contexto. Esto significa que aunque existan competencias docentes 3 Badillo Guzmán., Jéssica, “La Tutoría como Estrategia Viable de Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior: Reflexiones en Torno al Curso”, CPU-e Revista de Investigación Educativa 5, Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad Veracruzana, México, julio-diciembre de 2007, pp. 14-15 4 Zúñiga Vázquez, Ma. Guadalupe, Deserción estudiantil en el nivel superior. Causas y solución. México, Edit. Trillas, 2006. 22 Raymundo GARCÍA QUINTANA Elizabeth GONZÁLEZ MATAMOROS “genéricas”, también se requerirán las “específicas” del nivel educativo y del escenario de aprendizaje en que se desenvuelva. Perrenoud, apoyando las ideas de Meirieu considera que la docencia es una nueva profesión, ya que el desafío es hacer aprender, más que enseñar.5 Esta afirmación corrobora lo expresado por la Comisión de la UNESCO al respecto de las exigencias al docente. Con base a lo anterior, Phillipe Perrenoud propuso diez nuevas competencias para enseñar, que son: 1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje; 2. Gestionar la progresión de los aprendizajes; 3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación; 4. Implicar al alumnado en su aprendizaje y en su trabajo; 5. Trabajar en equipo; 6. Participar en la gestión de la escuela; 7. Informar e implicar a los padres; 8. Utilizar las nuevas tecnologías; 9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión, 10. Organizar la formación continua.6 Por tal motivo, quien se dedique a la docencia o piense hacerlo en el futuro, deberá estar convencido de que es la profesión más exigente de todas. No se puede dar el lujo de cometer errores, ya que cualquiera de ellos impactará de manera inmediata en un ser humano, y de manera indirecta, en toda la sociedad. Los docentes que trabajan con este enfoque, deben contar, como mínimo, con las siguientes competencias: 5 6 Perrenoud, Philippe, Construir competencias desde la escuela, Santiago, Chile, J. C.Sáez Editor, 2006, p.70 Perrenoud, P. Diez nuevas competencias para enseñar, Educatio, Núm. 23, Barcelona, 2005 pp. 223-229 23 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN ESTUDIANTES COMPETENTES A. Académicas Dominio de los contenidos temáticos de la(s) materia(s) que imparten. Dominio de los aspectos técnico-pedagógicos propios de la actividad docente. Dominio de las etapas del desarrollo de los estudiantes y sus características principales. B. Sociales Capacidad para relacionarse adecuadamente con los demás. Capacidad para generar espacios académicos que promuevan la reflexión en un clima de armonía y promoción de los valores aceptados por la sociedad. C. Profesionales Identificarse con las políticas educativas nacionales, estatales y locales, con pleno respeto a la institución y su normatividad, con el compromiso de alcanzar los objetivos de calidad que demanda la sociedad. Capacidad de gestión y administración escolar. Liderazgo que refleje la congruencia entre el “decir” y el “hacer”, los docentes son modelos de vida para los estudiantes. Trabajo en equipo y/o grupos colaborativos, tanto con los estudiantes como con otros docentes y padres de familia Manejo de las TIC y de las nuevas formas de educación virtual y a distancia. Todo cambio genera una resistencia, especialmente cuando se tiene que romper con esquemas fuertemente establecidos; pero quien labora como docente, de cualquier nivel educativo, sabe que la actualización es parte inherente de su trabajo, ya que continuamente se realiza investigación que tiende a buscar el mejoramiento en las formas de educar. No prestarles atención implica un rezago en perjuicio de sí mismo, de sus alumnos y de la institución. La docencia nunca ha sido fácil. Demanda una profunda vocación de servicio, una formación profesional completa y la actualización continua y 24 Raymundo GARCÍA QUINTANA Elizabeth GONZÁLEZ MATAMOROS permanente. Es hora de terminar con el viejo pensamiento de Bernard Shaw: “Aquí el que sabe hace y el que no sabe, enseña”7 que desafortunadamente sigue vigente en muchos lugares. Esta afirmación nos debe dar idea de la importancia que tiene la actividad docente, la cual se refleja en el gran impacto de una sociedad, cuyos problemas dependen del nivel de educación de los individuos que la componen. Este artículo no pretende culpar a los docentes de los errores o deficiencias que presenta la educación en nuestro país, sino ser motivo de reflexión para quienes de manera voluntaria, y hasta involuntaria ingresaron a las filas de la docencia, o están por tomar esta decisión. Es una invitación a ver en la educación una oportunidad de desarrollo personal y progreso social. Si la escuela es la prolongación de los hogares, especialmente en cuanto a la formación del individuo, es preciso reconocer en cada uno de nuestros alumnos a nuestros hijos, pensando qué queremos que logren y buscando las mejores opciones para orientarlos, guiarlos, en síntesis, acompañarlos en la hermosa aventura del saber, del saber hacer, del saber ser y del saber vivir en sociedad. V. BIBLIOGRAFÍA ARGUDÍN, Yolanda, Educación basada en competencias: nociones y antecedentes, Trillas, México, 2009 BADILLO GUZMÁN, Jéssica, La Tutoría como Estrategia Viable de Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior: Reflexiones en Torno al Curso, CPU-e Revista de Investigación Educativa 5, Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad Veracruzana, México, julio-diciembre de 2007, pp. 14-15. BERNARD SHAW, en Santos Guerra, Miguel Ángel, Pasión por la escuela. Cartas a la comunidad educativa, Santa Fe, Argentina, Homo Sapiens Ediciones, 2010. 7 Bernard Shaw, en Santos Guerra, Miguel Ángel, Pasión por la escuela. Cartas a la comunidad educativa, Santa Fe, Argentina, Homo Sapiens Ediciones, 2010, p. 17 25 DOCENTES COMPETENTES LOGRAN ESTUDIANTES COMPETENTES CÁZARES APONTE, Leslie, Estrategias Educativas para fomentar competencias: crearlas, organizarlas, diseñarlas y evaluarlas, Trillas, México, 2011. CÁZARES APONTE, Leslie y J. F. Cuevas De la Garza, Planeación y evaluación basadas en competencias: fundamentos y prácticas para el desarrollo de competencias docentes, desde preescolar hasta el posgrado, Trillas, México, 2010. DELORS, Jacques, La educación encierra un tesoro, Guanajuato, Dower Arrendamiento, 1997. DÍAZ BARRIGA ARCEO, Frida, Metodología de diseño curricular para educación superior, Trillas, México, 2011. MONCADA CERÓN, Jesús Salvador, Modelo Educativo Basado en Competencias, Trillas, México, 2011. PERRENOUD, Philippe, Construir competencias desde la escuela, Santiago, Chile, J. C.Sáez Editor, 2006. PERRENOUD, P. Diez nuevas competencias para enseñar, Educatio, Núm. 23, Barcelona, 2005. PIMIENTA, JULIO., Las competencias en la docencia universitaria. Preguntas frecuentes., México, Pearson Educación, 2012. RUIZ IGLESIAS, Magaly, El Proceso Curricular por Competencias, Trillas, México, 2010. ZÚÑIGA VÁZQUEZ, Ma. Guadalupe, Deserción estudiantil en el nivel superior. Causas y solución. México, Edit. Trillas, 2006. 26 LA FUNCIÓN DEL ABOGADO EN EL ESTADO DE DERECHO Rodolfo Mario CRUZ Y MIRAMONTES Cuando se han tenido profesores de gran calidad y sobre todo maestros que se preocupan no sólo de informar sino más que nada de formar al estudiante, nos abren caminos inimaginados por los cuales transitar en el futuro. Nosotros los abogados tal vez como ningún otro profesional tenemos una posición en la sociedad civil muy comprometida, pues debemos ser actores en la tarea de facilitar que día con día, se consolide el estado de Derecho, base y entendimiento de la acción política en busca del bien común y fundamentalmente base de la convivencia pacífica en la Comunidad Internacional. Por ello debemos estar preparados adecuadamente. Entender esta función es elemental para cumplir adecuadamente con nuestro compromiso universitario, social y desde luego personal para lograr una realización lo más cabal posible de nuestras inquietudes individuales y familiares Siendo como somos, entes “políticos” en el concepto comunitario como lo señaló Aristóteles, la convivencia es parte de la naturaleza intrínsica de cada miembro de la misma. De ahí que no podemos concebir a la persona como un ser aislado, encerrado en un cajón. Estamos inmersos en un universo que se amplía constantemente aunque no nos percatemos las más de las veces. Cada día se abren al conocimiento descubrimientos sin fin que van desde el mundo ínfimo de los átomos estudiados en la nanología hasta el universo sideral en donde ya hemos logrado vislumbrar objetos más allá no solamente de nuestro sistema solar, sino de la vía láctea tanto hacia el 27 LA FUNCIÓN DEL ABOGADO EN EL ESTADO DE DERECHO núcleo como hacia afuera de la misma y no está muy lejos ya el día, en que descubramos el origen del universo, desde luego del nuestro pues ya se dice que hay otros más, interrelacionados. El seno de la Universidad sigue siendo el crisol donde se fragua el profesionista y por añadidura el futuro humanista. De ahí partirá su visión universal. Esto nos explica la presencia de ciudadanos que por igual se ocupan de las matemáticas, de la medicina, como de la astronomía, de la física y hasta de la poesía conformando así lo que llamamos el humanismo. Precisemos al concepto. Me refiero concretamente a la formación intelectual y moral que fomenta el desarrollo de las cualidades esenciales del ser humano. Si bien es cierto que fue en la Edad Media cuando se desarrolló esta tendencia ya desde épocas anteriores concretamente en la clásica, los filósofos griegos la cultivaban a través de un sistema de formación ciudadana al que llamaban “Paideia”.1 Por ello no debe extrañarnos la presencia de personas para quienes la vida es un reto de conocimientos convencidos de que la complejidad de la vida conforma un todo, armónica e íntimamente vinculado cuyo centro es la persona. Me atrevo a decir que estas personas buscan constantemente causas de asombro y no se cansan de experimentarlo. Recordemos algunos de estos personajes: el ya mencionado Aristóteles, Averroes, Maimónides, Erasmo de Rótterdam, Luis Vives y tantos más que sería innecesario enunciar. Lo importante es para mis propósitos, consignar un hilo conductor entre todas estas facetas del saber y éste es su complementaridad. ¿Por qué el señalamiento? 1 Debemos al filósofo alemán Werner Jaeger la difusión y conocimiento de la misma en su obra “Paideia” FCE1967. 28 Rodolfo Mario CRUZ Y MIRAMONTES ¿Para ser abogados debemos ser expertos en todas las ciencias? No desde luego que no, si por abogado entendemos a la persona que se contenta con revisar la norma legal positiva para luego constatar si el hecho concreto en estudio, se ajusta o no a la misma. Triste visión de nuestra profesión que tienen incluso algunos colegas como es el caso del profesor de Yale Fred Rodela.2 El profesional al que me refiero es al abogado tradicional, aquel cultivador del derecho que se preocupa no solamente por cumplir con sus funciones de representante de su cliente sino además de asesorarlo, ayudarlo a cumplir con sus compromisos y a tomar las decisiones más convenientes pese a que en ocasiones signifique perder un posible asunto que a nuestro entender, carece de posibilidades de sacarlo adelante o bien porque no le asiste la razón. La precisión del concepto no la da con gran elegancia el maestro José Luis Siqueiros al afirmar que: “El jurista no es sólo un técnico en Derecho. Es un procurador de los ideales de la justicia”.3 Si bien es cierto que hay ocasiones en las que es necesario contar con quienes cumplan estas tareas elementales ante la ausencia de abogados e incluso se les autoriza como jueces simplemente por ser “letrados”, como recuerdo que hubo una época en Chihuahua que sucedió así particularmente en los pueblos de difícil acceso. Esta carencia de profesionistas provocada por la falta de centros de estudios superiores, llevó a crear escuelas de Derecho las que expedían títulos de abogados que se conocían como “colorados”, los títulos no los abogados. Me tocó conocer cuando fui juez, algunos litigantes autorizados en estas condiciones recordando a un activo litigante, el señor Crisóstomo Zarracino con su cigarrillo eterno en los labios, cuya ceniza siempre amenazaba derrumbarse sobre el escritorio cuando acudía a formular “alegatos de oreja”. Todo un personaje. 2 ¡Ay de vosotros, abogados! – Ediciones DePalma, Buenos Aires, Argentina.- 1963 p.p. 30 a 36. “La responsabilidad ética del abogado” Ars Juris – Número Especial – Universidad Panamerica – México 2010 p. 528. 3 29 LA FUNCIÓN DEL ABOGADO EN EL ESTADO DE DERECHO Volviendo a lo que estimo debe ser el abogado. Si sabemos incorporar a los conocimientos universitarios la información necesaria derivada del avance de la ciencia, podremos estar en posibilidades de cumplir con nuestra obligación profesional y ser actores en el estado de derecho. Sin embargo poco éxito lograremos si nuestro quehacer no está nutrido de una concepción firme de la ética profesional y la moral social conforme a los valores que estimamos deben orientarnos. En otras palabras si la norma jurídica regula el quehacer o la conducta “exterior” de la persona, dicha norma deberá estar conformada y nutrida de un sólido contenido ético que vincule en cada ocasión al acto con el andamiaje jurídico existente para hacer del estado de Derecho, una realidad, más allá de un mero enunciado o código de procesos. Recientemente a principios del presente año, se dio en Francia un caso en donde se pusieron en la balanza dos aspectos del quehacer humano del mismo individuo, al acordar el Ministro de Cultura cancelar el homenaje que poco antes, se había previsto en memoria de un gran representante de las letras galas Louis Ferdinan Céline por haber menospreciado públicamente a la comunidad judía faltando así a un deber fundamental de respeto a los demás. Esta decisión confirmó que los valores morales son superiores a los particulares tal como hace varios siglos Protágoras lo subrayó al decir que las habilidades individuales son dignas de admiración y respeto pero que su falta de ejercicio no afecta a la comunidad; en cambio el desconocimiento de las obligaciones morales atenta contra la sociedad y afecta la convivencia y el orden social4. Esta visión tradicional de ningún modo está reñida con los capítulos actuales de las numerosas ramas del derecho o con las especialidades que nunca estudiamos por ser sólo optativas, porque no aparecían en la pantalla de los programas de estudio o aún no existían. 4 Aurelio Arteta: “La lección del “caso Celine”.- El País- Opinión p. 29- 19 de marzo del 2011. 30 Rodolfo Mario CRUZ Y MIRAMONTES Teniendo una sólida formación general como señalamos, se podrán abordar las páginas de los capítulos desconocidos pues los principios generales y la capacidad de entenderlos, están ya con nosotros. ¡Son tantos los caminos que seguir que nos abruman! Pero no hay que temer pues nuestro mejor aliado es lo que algunos analistas llaman el humanismo jurídico. La globalización mundial nos obliga a incursionar en varios campos nunca imaginados pero regidos mutatis mutandi por principios iguales o bien con otros sistemas jurídicos como sucede con el Common Law, con el Derecho Hebreo5, con el Musulmán, etc. Alguna vez me sucedió que un experto en Derecho Marítimo me afirmaba que su especialidad era única, difícil de abordar salvo que se cursarse todo un doctorado. Dudé desde luego de su afirmación pues los elementos rectores de cualquier rama del Derecho son los mismos. Los conocemos pero sus particularidades no. Cosa similar acontece con los temas de la regulación comercial internacional, del arbitraje y de los medios alternativos de solución de controversias, del sistema financiero internacional y toda su complejidad, del derecho ambiental y tantos más. Desde luego que lo adecuado es estudiarlos a detalle por lo que los centros de estudios superiores deben abrirse a estas especialidades y dotar al profesionista del bagaje necesario para acometer la tarea. Es mejor sin duda que ser autodidacta. Quienes hemos explorado y practicado alguna de estas nuevas especialidades lo hemos constatado. Más importante resulta sin embargo preocuparnos igualmente por conocer bien, no a medias, nuestro idioma expresando con precisión y elegancia nuestras ideas. 5 Así nos lo informa la Lic. Miriam Leizorek en su obra “El arbitraje en el derecho judío” – Universidad Iberoamericana- México, 2001, p.p. 2004 a 2024. 31 LA FUNCIÓN DEL ABOGADO EN EL ESTADO DE DERECHO Las universidades europeas y otras de nuestro Continente se preocupan grandemente de que se respete el idioma propio y así califican por igual lo que se dice y el como se dice. Si no conocemos nuestro idioma lo que digamos carecerá de precisión y por ende lo que se diga no es lo que se piensa.6 Le preguntaron en una ocasión a Confucio por donde se debe empezar a gobernar un país respondiendo: “Yo quisiera mejorar el lenguaje. Si se trata de gobernar una nación, lo más importante es la precisión del lenguaje”.7 La relación entre el Derecho y la literatura es estrecha, íntima, ya el Quijote nos da buena cuenta de ello.8 Los abogados sabemos muy bien esto pues de la interpretación de una norma legal, no sólo con base a su expresión gramatical sino fundamentalmente conforme a su espíritu trátase de un contrato o aún de un Tratado internacional podemos armar todo un argumento que nos puede resultar exitoso. No olvidemos que el Derecho es una ciencia social y por ende su función primordial es facilitar la vida comunitaria. Sin derecho, no existirá un orden jurídico lo que impedirá que haya seguridad y peor aún que se dé la paz. Sin ella será prácticamente imposible la vida en sociedad y el individuo jamás podrá realizarse con plenitud. 6 Sobre estro resulta muy ilustrativo el estudio del Dr. Diego Valadés intitulado “La lengua del Derecho y el Derecho de la lengua” –UNAM, Academia Mexicana de la Lengua- México 2005 7 Tomado de Pérez Gay José María “El Imperio perdido”, Editorial Cal y Arena, México 1991, p. 191. Por afortunada coincidencia al terminar de preparar el presente documento los medios dieron cuenta de una entrevista al escritor Mario Vargas Llosa en Montevideo en la que fustigo al lenguaje utilizado en el Internet calificándolo de “aterrador” y textualmente dijo; “Si escribes así, es que hablas así; si hablas así, es que piensa así y si piensas así, es que piensas como un mono y eso me parece preocupante” –“Excelsior” la entrevista fue realizada por el periódico “Búsqueda” de Uruguay.- Ver la Sección Expresión del citado periódico mexicano del pasado día 29 de abril (2011) p.9. 8 .El maestro Niceto Alcala Zamora y Castillo realizó un estupendo estudio sobre esta vinculación cuya lectura resulta deliciosa intitulado “Estampas procesales de la literatura española”-EJEA-Buenos Aires-1961. Siendo numerosos y muy importantes los estudios sobre el Quijote y el Derecho solamente mencionaré dos que fueron escritos por maestros de la Facultad de Derecho de UACH que son del Dr. Armando Pruneda “Reflexiones de un Jurista en torno a Don Quijote” (Universidad de Chihuahua-Escuela de Derecho, 1958) y de José Luis Siqueiros Prieto “Don Quijote y la Justicia”. 32 Rodolfo Mario CRUZ Y MIRAMONTES La libertad, el derecho y la justicia eran para el Caballero de la Triste Figura, los más altos valores humanos y divinos. Los postulados anteriores los proclaman los juristas y los hechos, registrados por la historia, la gran maestra, los confirman. Más cosas podría abordar pero basta con estas reflexiones surgidas del estudio y de la práctica profesional para proyectar una visión de lo que hacemos cotidianamente. Bibliografía Werner Jaeger “Paideia” FCE-1967. ¡Ay de vosotros, abogados! – Ediciones DePalma, Buenos Aires, Argentina.- 1963 p.p. 30 a 36. “La responsabilidad ética del abogado” Ars Juris – Número Especial – Universidad Panamerica – México 2010 p. 528. Aurelio Arteta: “La lección del “caso Celine”.- El País- Opinión p. 29- 19 de marzo del 2011. Miriam Leizorek “El arbitraje en el derecho judío” – Universidad Iberoamericana- México, 2001, p.p. 2004 a 2024. Valadés, Diego “La lengua del Derecho y el Derecho de la lengua” – UNAM, Academia Mexicana de la Lengua- México 2005 Pérez Gay José María “El Imperio perdido”, Editorial Cal y Arena, México 1991, p. 191. Niceto Alcala Zamora y Castillo Estampas procesales de la literatura española, EJEA, Buenos Aires, 1961. 33 LA FUNCIÓN DEL ABOGADO EN EL ESTADO DE DERECHO PRUNEDA, Armando, Reflexiones de un Jurista en torno a Don Quijote (Universidad de Chihuahua-Escuela de Derecho, 1958) y de José Luis Siqueiros Prieto “Don Quijote y la Justicia”. México y España Revista del Colegio Mayor Hispanoamericano, Nuestra Señora de Guadalupe, Madrid 1956.- p. 33 Siete Partidas como Publicación Especial del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, (SIC) en coedición con el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados. Ver asimismo “Resumen de los Privilegios …..”de Joseph Berni y Catalá – Edición Facsimilar , Joseph th Lucas Impresos de S. Oficio 1764Colección Biblioteca Valenciana, 1992. 34 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO. Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR SUMARIO: I. Nota introductoria. II. El principio antirreeleccionista en México. III. Bibliografía. I. NOTA INTRODUCTORIA La necesidad de reformas estructurales en el Estado Mexicano es un tema por demás actual. Dentro de los cambios que se plantean como impostergables podemos señalar los relativos al ámbito fiscal, el laboral, y la reforma política, esta última la cual fue ya discutida a la luz de la iniciativa de reforma presentada por el Presidente Calderón desde el 15 de diciembre del año 2009, y que fue aprobada únicamente de manera parcial, dejando intocado el tema de la reelección inmediata de los legisladores federales que buscaba, en palabras del propio documento, “fortalecer el vínculo entre la ciudadanía y el sistema político e instituir mecanismos que permitan consolidar nuestras instituciones”1. Lo acotado de la propuesta provocó que en todas las esferas políticas, económicas y sociales, se desatara una efervescente y acalorada discusión acerca de la posibilidad y necesidad de trastocar el hasta ahora dogmático principio antirreeleccionista consagrado en los artículos 59, 83, 115 y 116 Constitucionales. Cabe recalcar que, aunque esta propuesta no incluía de ninguna manera la reforma al artículo 83, en el cual se establece la prohibición de reelección del Presidente de la República, esto no impidió que, como casi cada sexenio, se desataran suspicacias acerca de si lo que en realidad se buscaba con dicha propuesta es tantear la opinión pública para preparar el terreno a una eventual propuesta sobre la reelección del Ejecutivo Federal. 1 Iniciativa de Decreto del Presidente de la República de 15 de diciembre de 2009, por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pág. 4. 35 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO Al llegar a este punto es necesario reflexionar, de donde proviene este principio inmerso en nuestra constitución de manera casi indeleble, para poder concluir si es posible o no su eventual modificación. Entre los constitucionalistas de ideas anti reeleccionistas podemos encontrar a Jorge Carpizo, quien ha opinado que este principio representa una realidad histórica del país que no se debe soslayar, porque cumple con el cometido de fortalecer al sistema democrático2. Este autor afirma que, en México, la limitación al Presidente en el tiempo, obtenida a través del principio de no reelección, constituye una de las principales reglas del sistema político, cuya alteración modificaría el equilibrio sobre el cual se sustentan las bases constitucionales y extraconstitucionales, siendo muy difícil de precisar cuáles serían las consecuencias3. De la misma opinión es Ignacio Burgoa, quien establece que, tratándose del dilema entre la re elegibilidad del presidente y la no reelección del mismo, las meditaciones que se realicen con base en la historia política de México, deben inclinarnos hacia la aceptación de éste último principio4. Por otro lado, entre quienes están a favor de derogar el principio anti reeleccionista, podemos mencionar a Emilio Rabasa, quien afirma que la prohibición no solo es inútil sino atentatoria, y que no hay que recurrir a remedios artificiales, existiendo uno de carácter natural consistente en hacer efectiva la función del pueblo en la sucesión presidencial5. Por su parte, Felipe Tena Ramírez califica de antidemocrático el principio anti reeleccionista, pero reconoce, al mismo tiempo, que ha sido necesario establecerlo en México con la finalidad de proteger su democracia incipiente6. Así mismo, Daniel Moreno, cuestiona el impedimento al pueblo de reelegir un presidente cuando se ha desempeñado con eficacia y patriotismo, y se contesta a si mismo diciendo que “para permitir la reelección, primero debe existir una libre elección, porque si no ¿Quién va a calificar la eficacia y el patriotismo de un presidente?”7. 2 Carpizo, Jorge, Derecho Constitucional, México, UNAM 1991, pág. 67. Carpizo, Jorge, El Presidencialismo Mexicano, 14ª Edición, México, Siglo XXI Editores, 1998, pág. 61. 4 Burgoa, Ignacio, Derecho Constitucional Mexicano, México, Editorial Porrúa, 1973, pág. 836. 5 Rabasa, Emilio, La constitución y la dictadura, México, Editorial Porrúa, 1956, pág. 94. 6 Tena Ramírez, Felipe, Derecho Constitucional Mexicano, México, Editorial Porrúa, 1972, pág. 444. 7 Moreno, Daniel, Síntesis del Derecho Constitucional, México, UNAM, 1965, pág. 391. 3 36 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR Así mismo, es menester distinguir que en la Carta Magna solo al Presidente de la República y a los Gobernadores de los Estados se les aplica el principio anti reeleccionista en forma absoluta. A los demás puestos de elección popular se les aplica el mismo principio pero en forma relativa, es decir, se permite que vuelvan a contender por el cargo una vez pasado un período de haberlo dejado. Con referencia al principio anti reeleccionista, para Giovanni Sartori, el mexicano “es un caso muy especial”8. La particularidad de esta figura en el caso de México seguramente proviene, como casi cualquier figura constitucional, de los sucesos históricos, sociales, políticos y culturales que han condicionado su naturaleza hasta otorgarle las características con las que lo conocemos actualmente. Es así que nos proponemos plantear de manera objetiva los sucesos históricos que han condicionado la morfología de la figura de la reelección en México, para de esta manera poder comprender la etiología del fenómeno. II. EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO A. Evolución histórica de la no reelección en México. 1. Textos Legislativos del siglo XIX. El primer antecedente legal del actual artículo 83 constitucional, que prohíbe la reelección del Presidente de la República, lo localizamos en los puntos 8º y 9º de los Elementos Constitucionales elaborados por el abogado insurgente, Ignacio López Rayón. Aunque el mismo Rayón censuraría con posterioridad su creación ante el propio José María Morelos, al señalar que esta no era una verdadera Constitución, el proyecto de Rayón sirvió, sobre todo, para estimular la expedición de una ley fundamental.9 Su texto disponía la conformación de un Ejecutivo pluripersonal integrado por cinco miembros, de entre los cuales cada uno ejercería en funciones de presidente del llamado “Supremo Congreso” durante un año y cesarían en sus funciones una vez transcurrido el 8 Sartori, Giovanni, Ingeniería Constitucional Comparada, 3ª Ed., México, Fondo de Cultura Económica, 2004, pág. 190. 9 Tena Ramírez, Felipe, Leyes Fundamentales de México, 1808 – 2005, 25ª ed., México, Porrúa, 2008, pág. 23. 37 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO término de cinco años, es decir, no se permitía la reelección inmediata, pero tampoco prohibía la posibilidad de reelegirse luego de haber dejado el cargo. Posteriormente, el Decreto Constitucional de la Declaración de la Independencia de la América Septentrional, sancionado en Apatzingán el 22 de octubre de 1814 y que constaba de 242 artículos, es el primer documento legal que proclama la separación de la Nueva España con respecto a la Metrópoli Española. A pesar de que nunca tuvo aplicación efectiva, es importante conocerla porque constituye el cimiento de la Constitución de 1824. Este documento tenía la particularidad de establecer, de nueva cuenta, un ejecutivo pluripersonal, integrado por tres personas, señalando que sus integrantes no podían ser reelectos sino una vez que hubiere pasado un trienio después de su administración, es decir, permitía la reelección mediática de sus miembros. La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, sancionada por el Congreso General constituyente el 4 de octubre de ese año, fue la primera Constitución que rigió en el México independiente. La razón principal de su génesis fue dar respuesta al rechazo generalizado al comportamiento de Agustín de Iturbide, al haberse proclamado emperador, luego de la declaración de Independencia. Al haber permanecido incólume en su redacción hasta 1835, el texto constitucional de referencia siguió la línea marcada por la Constitución de 1814, estableciendo la reelección mediática del Presidente en sus artículos 77 y 95. Para 1835, la ideología política en el país se había polarizado en dos partidos: El Liberal y el Conservador. El Congreso federal integrado el 4 de enero de 1835, se conformó en su mayoría por miembros del llamado Partido Conservador, que como su nombre lo indica, era de ideología arcaica, centralista y oligárquica, con lo que necesariamente difería de los fundamentos contenidos en la Norma Fundamental de 1824. Al inicio del segundo período de sesiones, el 16 de julio de 1835, ambas cámaras aprobaron erigirse en Congreso constituyente y se dispusieron a elaborar un nuevo texto constitucional que abrogara al de 1824, llevando a cabo lo que se conoce como un “golpe de Estado técnico”. 38 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR El Congreso confió el proyecto de reformas a una comisión, misma que pocos días después presentó un proyecto de bases constitucionales, de ideología puramente conservadora, que el 23 de octubre de 1835 se convertiría en la ley constitutiva con el nombre de Bases para la nueva Constitución, que dio fin al sistema federal.10 Este texto Constitucional disponía en su artículo 6º, que la elección del presidente sería en forma periódica e indirecta, dejando la reglamentación de las circunstancias de su ejercicio a la Ley Reglamentaria. No prohibía la reelección. El Congreso constituyente de 1835, luego de la elaboración de las Bases Constitucionales, continuó con su misión dividiendo la nueva ley fundamental en siete estatutos, razón por la cual a la Constitución Centralista de que se trata se le conoce como la Constitución de las Siete Leyes.11 Los artículos 1º, 5º y 9º de la Cuarta de las Leyes Constitucionales de la República Mexicana, suscritas en la ciudad de México el 29 de diciembre de 1836, además de permitir la reelección inmediata del titular del ejecutivo, ampliaba el término del encargo a ocho años, es decir, el doble de los cuatro que preveía la abrogada Constitución de 1824. Además estatuía expresamente, y por primera ocasión en el México independiente, la posibilidad de reelección inmediata del ejecutivo federal, con lo que un presidente que se reeligiera cuando menos en una ocasión, podía durar en el cargo hasta dieciséis años. Apenas iniciada la vigencia de la Constitución de 1836, la hostilidad hacia ella se hizo sentir en todas sus formas por parte de los federalistas. La penuria del fisco, los trastornos de Texas, y la guerra con Francia instaron en 1839 a autorizar las reformas solicitadas, invistiendo al Congreso de la función constituyente. El primer esbozo de modificación tomó forma en el Proyecto de Reforma presentado el 30 de junio de 1840 por una comisión conformada por los diputados José María Jiménez, Pedro Barajas, Demetrio del Castillo, Eustaquio Fernández y José Fernando Ramírez, el cual sin 10 11 Tena Ramírez, Felipe, Op. Cit. Pág. 202. Tena Ramírez, Felipe, Op. Cit. Pág. 202. 39 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO embargo, a la postre resultaría insuficiente para las necesidades de la época12. Al igual que lo previsto en el texto que pretendía transformar, este Proyecto en sus artículos 74 y 86, expresamente aceptaba la reelegibilidad presidencial, sin sujeción al transcurso de ningún tipo de lapso y conservaba la duración de ocho años para el encargo del ejecutivo federal. El 23 de diciembre de 1842, el Presidente de la República, Nicolás Bravo, hizo la designación de los ochenta notables que, integrando la Junta Nacional Legislativa, debían elaborar las bases constitucionales. Una vez instalada la Junta el 6 de enero de 1843, se acordó, por mayoría, que no se reduciría a formular simples bases constitucionales, sino que expediría una verdadera Constitución. Las Bases de organización política de la República Mexicana fueron sancionadas por el General Antonio López de Santa Anna, quien ya había reasumido la presidencia, el 12 de junio de 1843 y publicadas el día 14 del mismo mes y año.13 Este documento, el último de corte centralista que tuvo vigencia en México, estableció en sus artículos 83 y 165 que el Presidente duraría cinco años en su encargo, e implícitamente admitía la reelección, al hacer alusión a la fecha en que tomaría el cargo “el nuevamente nombrado”. La Carta Magna de 5 de febrero de 1857, se promulgó como una reacción al régimen de Santa Anna, mismo que encerró un cúmulo de problemas financieros y territoriales que incluyen la Guerra con Estados Unidos, la invasión francesa y la pérdida de la mitad del territorio que incluía los Estados de Texas, Arizona, Nuevo México y California. Este texto constitucional además de reimplantar la forma de gobierno federal, constituye el antecedente inmediato de la actual Constitución de 1917. El artículo 78 de este ordenamiento no propuso la prohibición de la reelección presidencial, ni la consideró diferible, ya que al respecto establecía que: “El presidente entrará a ejercer sus funciones el primero de diciembre y durará en su encargo cuatro años.”14 12 Tena Ramírez, Felipe, Op. Cit. Pág. 251. Tena Ramírez, Felipe, Op. Cit. Pág. 403. 14 Ibídem, pág. 278. 13 40 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR Consideramos desafortunada la anterior redacción, pues, a nuestro juicio, los legisladores cometieron el error de olvidarse de la historia y, seguramente por impaciencia, optaron por reproducir el texto de la Constitución Norteamericana, estableciendo que el Jefe de Estado duraría en su encargo 4 años, sin restricciones de ninguna índole para lo futuro, permitiendo, en consecuencia, la reelección indefinida15. Es imposible estudiar el principio antirreeleccionista mexicano, sin mencionar las reformas Porfiristas al artículo 78, y es que no ha existido Ejecutivo más manipulador de la reelección en la historia de México que el General José de la Cruz Porfirio Díaz Mori. Durante su mandato, este personaje de la historia de México promovió la reforma del precepto respectivo en 1878, 1887 y 1890, con la evidente intención de liberalizar gradualmente la reelección presidencial.16 Durante el Porfiriato, la reelegibilidad absoluta e inmediata del Presidente de la República se sustituyó por la diferida mediante las modificaciones practicadas a su artículo 78, el 5 de mayo de 1878 y el 21 de octubre de 1887, ambas a instancia del General Porfirio Díaz. El General Díaz entró a ocupar la Presidencia de la república desde el año de 1876, luego de sublevarse contra el presidente Lerdo de Tejada mediante el plan de Tuxtepec, que contenía como principio fundamental, curiosamente, el principio de no reelección.17 Cuando Díaz llega a la presidencia, a fin de cumplir con la promesa de Tuxtepec, reformó la constitución el 5 de mayo de 1878, asentando que el Presidente no podría ser reelecto para el período inmediato, pero dejando la puerta abierta para poder serlo después. Tras dicha reforma el artículo 78 quedó redactado de la siguiente manera: “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1º de Diciembre y durará en el cuatro años, no pudiendo ser reelecto para el período inmediato, ni ocupar la presidencia 15 Lanz Duret, Miguel, Derecho constitucional Mexicano y Consideraciones sobre la Realidad Política de nuestro régimen, 2ª ed., México, 1933, pp. 231 y 232. 16 AA.VV., Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Tomo II, 14ª ed., México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Porrúa, UNAM, 1999, pág. 875. 17 CARPIZO, Jorge, El Presidencialismo Mexicano, 14ª Ed., México, Siglo XXI, 1998, pág. 56. 41 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO por ningún motivo sino hasta pasados cuatro años de haber cesado en el ejercicio de sus funciones”.18 Por su parte, ya no con la misma convicción, promovió la modificación de 1887, estableciendo una fórmula que permitía la reelección inmediata por una sola vez. Lo anterior solamente podía acontecer si se dejaba pasar un período sin ocupar el cargo o, lo que es lo mismo, permitía al Presidente ocupar el puesto por un lapso de ocho años, y regresar a la función una vez transcurridos cuatro años. La citada reforma de 1887, que trajo como resultado la aprobación de la reelección para el período inmediato, fue resultado de una iniciativa presentada por la legislatura de Puebla el 29 de marzo de 1886, al término del segundo período del presidente Díaz. Esto con la intención de que ante los méritos logrado por un presidente en turno, pudiera el Congreso prorrogar por dos años más el periodo normal de cuatro. Esta iniciativa fue apoyada por las legislaturas de Colima, Chiapas, Oaxaca y Yucatán. No obstante lo anterior, debido a que la prórroga estaba confiada al Congreso, Díaz encontró más conveniente proponer la reelección para el periodo inmediato sin participación de ningún otro órgano de gobierno. Para esto, la legislatura de Jalisco propuso el 29 de marzo de 1887 la reelección para el cuatrienio siguiente. Inmediatamente se adhirieron a esta iniciativa la legislatura de Querétaro y varios diputados al Congreso de la Unión. Según la iniciativa de los diputados federales del 2 de abril de 1887, la reelección venía a ser la única fórmula adecuada y la que más en armonía se encontraba con la conveniencias sociales y las necesidades de la nación. El 20 de abril de 1887 se discutió y aprobó el dictamen y pasado al Senado este lo aprobó por unanimidad el 3 de mayo de ese mismo año. Como esta última sustitución de cualquier manera implicaba un obstáculo jurídico para que el General Porfirio Díaz siguiese ocupando la presidencia sucesiva y continuadamente, en consecuencia decidió 18 AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Tomo VII, Antecedentes y evolución de los artículos 76 al 102 Constitucionales, México, XLVI Legislatura de la Cámara de Diputados, 1967, Pág. 280. 42 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR abandonar, de plano, la ideología anti reeleccionista que en su momento le permitió accesar a la Presidencia de la República. Por tal motivo, se avocó a promover, de nueva cuenta, la reforma al artículo 78 constitucional el cual se volvió a modificar el 20 de diciembre de 1890 en el sentido de restaurar el original precepto 78, permitiendo en consecuencia la reelección inmediata e indefinida19. Ese hecho a la postre traería como consecuencia el estallido de la revolución mexicana, y la consecuente salida de Díaz del poder. El comportamiento del General Díaz, que en un principio se pronunciara contra el reeleccionismo a través del plan de la Noria de noviembre de 1871, para diecinueve años después dedicarse a establecer las bases para su propia reelección indefinida, constituye la principal motivación del principio anti reeleccionista en México como lo conocemos actualmente. 2. EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EMANADO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA. El 4 de marzo de 1908, tras 28 años del General Díaz en el poder, apareció publicada en el Diario “El Imparcial”, una entrevista realizada al mandatario por el periodista norteamericano James J. Creelman. En ella el Presidente daba a entender que su mandato llegaba a su fin y que se encontraba dispuesto a permitir la celebración de comicios democráticos e imparciales. Al efecto Díaz comentó a Creelman que: He aguardado durante muchos años pacientemente, a que el pueblo de la República estuviera preparado para elegir y cambiar el personal de su Gobierno, en cada período electoral, sin peligro ni temor de revolución armada y sin riesgo de deprimir el crédito nacional o perjudicar en algo al progreso de la Nación, y hoy presumo que ese tiempo ha llegado ya…”20 y continuaba: “…No obstante cuales sean las razones que mis personales amigos y mis partidarios puedan aducir, me retiraré cuando mi actual período termine y no aceptaré una nueva elección. Piense usted en que pronto cumpliré ochenta años.” Siete meses después de la “Conferencia Creelman”, apareció en San Pedro, Coahuila, el libro titulado “La sucesión presidencial en 1910”, 19 20 AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Tomo VII, Op. Cit. pág. 281. AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Tomo VII, Op. Cit. pág. 281. 43 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO escrito por Francisco I. Madero.21 En él, su autor, participaba de la opinión común en esos momentos; continuación de Díaz, con la suficiente libertad para elegir en los comicios al vicepresidente; rechazaba el recurso de las armas y proponía la creación de El partido antirreeleccionista con dos principios fundamentales “Libertad de Sufragio y no reelección”. No obstante todo lo anterior, el Presidente Díaz fue convencido por sus colaboradores de aceptar una nueva reelección, e incluso llevó a cabo la designación de Ramón Corral como su compañero de fórmula para la Vicepresidencia. Lo anterior, aunado a la simpatía que Madero percibió en la gente a través de las giras que emprendió por diversos Estados de la República, y sobre todo la imposibilidad de llegar a una transacción con el General Díaz, crearon la convicción en el primero de que el recién creado Partido Nacional Antirreeleccionista, debía tener sus propios candidatos. En consecuencia, en la convención nacional celebrada al efecto, se designó como candidatos para la Presidencia y Vicepresidencia a Francisco I. Madero y al Dr. Francisco Vázquez Gómez, respectivamente22. El 10 de junio de 1910, encontrándose en plena campaña en la ciudad de Monterrey, Madero fue apresado acusado de sedición, fomentar la rebelión, e insultar a las autoridades, y fue conducido a San Luis Potosí en compañía de su secretario Roque Estrada. Con Madero preso, se celebraron los comicios declarándose como vencedor indiscutible a Porfirio Díaz. El 5 de octubre del mismo año, Madero consigue fugarse de prisión y huye a la ciudad de San Antonio, Texas, redactando con sus colaboradores un documento para convocar una lucha armada contra Porfirio Díaz. Para no tener repercusiones políticas por parte del Gobierno norteamericano, que mantenía relaciones diplomáticas con México, el documento fue denominado “Plan de San Luis” y se fechó el 5 de octubre, último día que pasó Madero en la ciudad de San Luis Potosí. Por la suma importancia de este plan en la conformación del principio antireeleccionista, a cuyo estudio se encuentra dedicado el presente 21 22 TENA RAMIREZ, Felipe, Op. Cit., Pág. 723. TENA RAMIREZ, Felipe, Op. Cit., Pág. 275. 44 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR trabajo, a continuación se transcriben en lo conducente los puntos relativos que integran el Plan de San Luis: “Punto 1º del Plan.- Se declaran nulas las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República, Magistrados a la suprema Corte de justicia de la Nación y Diputados y Senadores, celebradas en junio y julio del corriente año. Punto 4º.- Además de la Constitución y leyes vigentes, se declara ley suprema de la República, el principio de No Reelección del Presidente y Vicepresidente de la República, Gobernadores de los Estados y Presidentes Municipales, mientras se hagan las reformas constitucionales respectivas. Punto 5º.- Parte conducente.- Asumo el carácter de Presidente Provisional de los Estados Unidos Mexicanos, con las facultades necesarias para hacer la guerra al Gobierno usurpador del General Díaz. Punto 7º.- El día 20 del mes de noviembre, de las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del Poder a las autoridades que actualmente gobiernan. (Los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán desde la víspera)23.” El movimiento convocado por Madero se esparció rápidamente a partir de marzo de 1911 y, luego de un armisticio de negociaciones estériles entre el gobierno y los antireeleccionistas, finalmente el 10 de mayo de ese año cayó ciudad Juárez en poder de los insurgentes. Esto apresuró la conclusión de un tratado en la propia ciudad el día 21, en el que se asentó que Díaz y Corral renunciarían. Las respectivas dimisiones fueron presentadas, en efecto, el 25 de mayo de ese año y el General Díaz, consecuentemente, procedió a abandonar el país de manera inmediata24. Una vez derrotada la dictadura, y ya como presidente de la República, Madero publica, el 28 de noviembre de 1911, la reforma que consagraría, por segunda ocasión en la historia de México, el principio de la no reelección tal como lo había anticipado en el Plan de San Luis Potosí: "...se declara Ley Suprema de la República, el principio de no reelección 23 AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Tomo VII, Op. Cit. pp. 283 y 284. 24 TENA RAMIREZ, Felipe, Op. Cit. Pág. 726. 45 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO del presidente y del vicepresidente de la República, gobernadores de los estados y presidentes municipales...". Nótese que la prohibición establecida por el Presidente Madero, atañe solamente a los titulares del poder ejecutivo en los diversos niveles de gobierno. Así las cosas, el principio de no reelección del titular del Ejecutivo Federal fue la exigencia y el impulso inicial de la Revolución de 1910 y una de las conquistas políticas más importantes que con ella se lograron. Este pensamiento surgió del Partido Anti reeleccionista fundado por Francisco I. Madero y se plasmó en su famoso Plan de San Luis de 5 de octubre del mismo año. De esa forma el principio antireeleccionista se convertiría en el lema político de la revolución mexicana, institucionalizado por Madero en la reforma de 1911 y retomado por Venustiano Carranza al expedirse la nueva Constitución de 1917. La vital importancia del principio en el génesis del movimiento revolucionario, ocasionó que al momento de la discusión sobre su inclusión en el original artículo 83 del Texto de 1917, fuera aprobado por unanimidad de 142 votos en la 49ª Sesión Ordinaria celebrada la noche del jueves 18 de enero de 191725. Al respecto fue establecido en forma de imposibilidad absoluta para volver a ocupar la presidencia. Dicha prohibición se contrajo únicamente para el presidente llamado “constitucional”, es decir, al nominado popularmente por un período de cuatro años, sin comprender al “sustituto” ni al “interino”, quienes si podían ser reelectos después de transcurrido el lapso gubernativo inmediato. 3. LA EVOLUCIÓN DEL PRINCIPIO ANTIREELECCIONISTA DESDE SU INCLUSIÓN EN LA CARTA MAGNA DE 1917. Luego de que el General Álvaro Obregón resultara electo Presidente de la República y desempeñara el cargo durante el período de 1920 a 1924, fue sucedido en el poder por el General Plutarco Elías Calles para el período comprendido de 1924 a 1928. Obregón había apoyado el ascenso de Calles con el deseo de sustituirlo al término de los 4 años de éste último26. 25 26 AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Tomo VII, Op. Cit. pág. 289. CARPIZO, Jorge, Op. Cit., pág. 58. 46 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR A escasos dos años del gobierno de Calles, se inició el debate acerca de la reelección presidencial y de la ampliación del periodo de gobierno de cuatro a seis años. Se argumentaba que este principio no debía interpretarse de manera absoluta pues solo era inmoral que pudiera ser candidato quien ocupa ya el cargo en ese momento, pero no es inmoral si alguien que ha probado su capacidad, habiendo transcurrido un periodo, volviese a aspirar al puesto. Se discutía además que un término de espera para asumir nuevamente el puesto, podría ser aprovechado por los líderes para compenetrarse mejor con las necesidades populares y para que nadie se perpetuara en el poder, sólo se permitirá una reelección, es decir, únicamente se podría ocupar la presidencia de la República dos veces, con un espacio intermedio entre ambos periodos. En una medida típicamente Porfirista, en octubre de 1925, Obregón, a través del Partido Agrarista propuso la modificación constitucional que autorizaba su reelección, propuesta que se basó en la iniciativa del senador de Jalisco, Francisco Labastida Izquierdo, presentada el 4 de noviembre de 1924. La iniciativa de Labastida Izquierdo se desechó por ser personalista y contravenir la forma de gobierno republicano en México, según el dictamen presentado el 24 de noviembre de 1925. No obstante este antecedente en el Senado, la cámara de diputados aprobó en enero de 1926 el proyecto del partido agrarista y, seguido el proceso de reforma constitucional, se publicó la reelección inmediata, por una única ocasión, el 22 de enero de 1927, que permitió a Obregón lanzar su candidatura a la reelección en junio de 192727. Dicha modificación de 1927 reemplazó la no reelección por la reelegibilidad diferida del presidente constitucional, en el sentido de que este podía “desempeñar nuevamente el cargo” pero “solo por un período más”, terminado el cual quedaría “definitivamente incapacitado para ser electo” en cualquier tiempo. Antes se había aumentado de cuatro a seis años el periodo presidencial, a tres años la duración de las diputaciones y la de las 27 AA.VV., Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Tomo II, Op. Cit., pág. 876. 47 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO senadurías a seis años, con el único argumento de que era demasiado poco el tiempo entre cada elección lo que traía constante inestabilidad en el país. En junio de 1927, Obregón manifestó lo que ya todo México sabía: que aceptaba su candidatura a la Presidencia de la República. En respuesta, el Partido Nacional Antirreeleccionista se reorganiza y proclama como su candidato al General Arnulfo R. Gómez. Por su parte, el general Francisco R. Serrano renuncia a su cargo de gobernador del Distrito Federal para buscar también la presidencia de la República. Se inician las campañas electorales a partir de julio de 1927. Ante la fuerza de Obregón, los Serranistas y los Gomistas entablan negociaciones para formar un frente único antirreeleccionista y son acusados de promover una sublevación. Serrano es detenido en Cuernavaca y asesinado en Huitzilac el 3 de octubre, y Gómez que se encuentra en Perote, Veracruz, es perseguido y fusilado en Coatepec el 4 de noviembre de 1927. Ya en posición franca de ocupar de nuevo la silla presidencial, y no satisfecho con la reforma que encabezara en 1927, Obregón promovió otra reforma Constitucional inmediatamente. La misma fue publicada el 24 de enero de 1928, y estableció una especie de reelección intermitente, en cuanto a que el presidente constitucional sólo estaba imposibilitado para ocupar el cargo en el período inmediato, pero no en varios mediatos, es decir, para volver después de 6 años. Una vez obtenido el triunfo electoral, Obregón regresa a México en julio de 1928 donde los candidatos guanajuatenses a Diputados le ofrecen un banquete el 17 de julio de 1928, en donde trágicamente sería asesinado por un atirreeleccionista28. La muerte de Obregón probablemente salvó a México de contar con un segundo Porfirio Díaz, pues difícilmente se le hubiera podido remover de la Presidencia. Baste confrontar la reforma de Díaz de 1878 y la de Obregón de 192729. 28 El convite se celebró en el restaurante La Bombilla. Mientras la orquesta interpretaba “El Limoncito”, pieza favorita del presidente electo, Obregón recibió los disparos del revolver que llevaba escondido León Toral, quien había logrado acercársele con el pretexto de dibujarlo. 29 CARPIZO, Jorge, El presidencialismo Mexicano, 14ª ed., Siglo XXI, México, 1998, pág. 59. 48 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR El 1º de septiembre de 1928, el presidente Calles, en su último informe señaló la necesidad definitiva y categórica de pasar de un sistema más o menos velado, de "gobiernos de caudillos" a un más franco "régimen de instituciones", lo que en sus palabras lo llevaron a declarar solemnemente: “que nunca y que por ninguna consideración y en ninguna circunstancia volverá el actual Presidente de la República a ocupar esta posición”. Como consecuencia del célebre informe de Plutarco Elias Calles y con el recuerdo vivo del asesinato de Obregón, durante la celebración del Primer Congreso Nacional de Legisladores de los Estados convocado en 1932 por el comité Ejecutivo Nacional del Partido Nacional Revolucionario en Aguascalientes, cambiaría la titubeante reelección presidencial de manera definitiva. El presidente del PNR, Manuel Pérez Treviño, convencido de que la reelección era expresión de la democracia y, en consecuencia, un derecho, explicó que se sacrificaría esta facultad por el establecimiento de un principio: el de no reelección30. El resultado de ese Congreso de Aguascalientes, fue el de que se implantara, con el pesar de todos, el apotegma de la no reelección. Sin embargo, sorprendentemente, se generalizó para todos los poderes con el argumento de que si el Presidente de la República se sacrificaba, lo deberían acompañar todos los demás funcionarios de elección popular.31 En opinión de Manuel González Oropeza32 esto fue una generalización indebida y sin ningún fundamento histórico ni político, toda vez que los inicios que habían causado serios problemas al sistema político mexicano habían sido sobre los presidentes reelectos, pero no los gobernadores, ni los diputados o senadores o las autoridades municipales. Así las cosas, el 15 de diciembre de 1932 se aprobó la iniciativa de reforma al artículo 83 constitucional, con alcances plenos y absolutos para el Presidente de la República en el sentido de que la persona que 30 AA.VV., Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Tomo II, Op. Cit., pág. 877. Texto del Dictamen elaborado por la 1ª comisión de puntos constitucionales y la 1ª comisión de Gobernación respecto de la Iniciativa de Reforma al artículo 59 presentado los diputados del Partido Nacional Revolucionario el 10 de noviembre de 1932, consultada en AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Antecedentes y evolución de los artículos 54 al 75 Constitucionales, Tomo VI, XLVI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 1967, pág. 230. 32 AA.VV., Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Tomo II, Op. Cit., pág. 878. 31 49 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO bajo cualquier carácter haya ocupado dicho cargo “en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”. Esta modificación presenta como principal innovación la inclusión, también en esa prohibición, a los gobernadores de los Estados. Asimismo, se establece la no reelección relativa, es decir, para el periodo inmediato, de los demás cargos de elección popular, que hasta entonces habían podido reelegirse sin restricción alguna, como los diputados y los senadores. Los términos de la reforma de 1933 resultaron más severos que los del originario artículo de 1917, ya que entonces los presidentes con carácter interino, provisional y sustituto no podían ser electos para el período inmediato, pero sí después. En cambio a partir de 1933, el titular del ejecutivo, sin importar el carácter que haya tenido, nunca podrá volver a ocupar la presidencia. Ahora se tiene una prohibición absoluta con la cual Jorge Carpizo33 está de acuerdo, al haber sido diseñada por la historia; sin embargo tal parece que en 1933 se sentía arrepentimiento y vergüenza de la reforma de 1927, por lo que se quiso ir más allá del texto original de 1917. 4. CONCLUSIONES De esta manera, podemos concluir que en el texto de la Constitución vigente, el principio de no reelección presenta diversas modalidades, según los casos que a continuación se exponen: a) Al igual que para el Presidente de la República, es prohibición absoluta también tratándose de los gobernadores de los estados electos popularmente. Artículo 115, fracción III, párrafo quinto. b) Es relativa en el caso de los senadores y diputados al Congreso de la Unión de conformidad con el artículo 59 constitucional, que permite la reelección alterna, es decir, mediando un periodo legislativo, aunque históricamente no se pueden localizar razones directas que justifiquen la adopción de esta medida en cuanto a los legisladores. c) Igualmente es relativa la disposición de no reelección para los ciudadanos que hayan desempeñado el cargo de gobernadores de los estados con el carácter de interinos, provisionales, sustitutos o 33 CARPIZO, Jorge, Op. Cit., pág. 62. 50 Gustavo Arnoldo MENA ESCOBAR encargados del despacho, quienes no pueden ser electos para el periodo inmediato. Artículo 115, fracción III, incisos a) y b). d) La misma característica de relatividad reviste el principio analizado, en lo referente a diputados de las legislaturas de los Estados, Artículo 115 fracción III. Inciso b), cuarto párrafo; y para los Presidentes Municipales, Regidores y Síndicos de los ayuntamientos, electos popularmente, sin que exista un sustento histórico que lo justifique. Artículo 115, fracción I, segundo párrafo. III. BIBLIOGRAFÍA AA.VV., Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Tomos I y II, 14ª ed., Instituto de Investigaciones Jurídicas, Porrúa, UNAM, México, 1999. AA.VV., Derechos del Pueblo Mexicano, México a través de sus Constituciones, Tomo VII, Antecedentes y evolución de los artículos 76 al 102 Constitucionales, XLVI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 1967. BURGOA ORIHUELA, IGNACIO, Derecho Constitucional, Porrúa, México, 1989. CARPIZO, JORGE, El Presidencialismo Mexicano, Siglo XXI, 14ª ed., México, 1998. CARPIZO JORGE y MADRAZO JORGE, Derecho Constitucional, UNAM, México, 1991. LANZ DURET, MIGUEL, Derecho constitucional Mexicano y Consideraciones sobre la Realidad Política de nuestro régimen, 2ª ed., México, 1933. 51 EL PRINCIPIO ANTIRREELECCIONISTA EN MÉXICO MORENO, DANIEL, Síntesis del Derecho constitucional, UNAM, México, 1965. RABASA, EMILIO, La Constitución y la dictadura, Porrúa, México, 1956. SARTORI, GIOVANNI, Ingeniería Constitucional Comparada, 3ª Ed., Fondo de Cultura Económica, México, 2004. TENA RAMIREZ, FELIPE, Leyes Fundamentales de México, 1808 – 2005, 25ª ed., Porrúa, México, 2008. TENA RAMIREZ, FELIPE, Derecho constitucional Mexicano, Porrúa, México, 1972. 52 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS José Caín LARA DÁVILA1 SUMARIO: I. Introducción. II. Generalidades. III. El Derecho Comparado. IV. Los Sistemas Jurídicos. V. Conclusiones. VI. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN El fenómeno de la globalización que nos ha tocado presenciar tiene repercusiones en diversos ámbitos del quehacer humano, y el jurídico no es la excepción. Hoy en día es necesario que los abogados tengan, entre otros conocimientos, al menos un panorama general de cómo funciona el derecho en otras latitudes. Lo anterior, ha traído como consecuencia que las universidades donde se enseña el derecho se hayan visto obligadas a reformar sus planes de estudio para incorporar una serie de materias que tienen como propósito proporcionar información, aunque sea general, acerca de los principales sistemas jurídicos que existen en el mundo actualmente. Por supuesto, que no es posible, ni necesario, estudiar todos los sistemas jurídicos, ya que atendiendo a una serie de criterios, es posible, al menos para efectos académicos, hacer una clasificación de los mismos y ubicarlos en alguna de las grandes tradiciones jurídicas existentes o familias jurídicas, entre las que destacan la romano-germánica, en la que podríamos ubicar nuestro sistema jurídico, al menos en lo que toca al derecho privado, y la del common law, al que pertenecen, entre otros, los sistemas jurídicos de Estados Unidos e Inglaterra. 1 Profesor de Tiempo Completo en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Penal y en Derecho Financiero por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Especialista en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México. Doctor en Derecho por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado y Doctorando por la Universidad Complutense de Madrid. 53 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS II. GENERALIDADES Para ubicar y entender el tema de los sistemas jurídicos es necesario comenzar por hablar del Derecho Comparado, cuyo objeto de estudio son precisamente los diversos sistemas jurídicos que existen en el mundo. El Derecho Comparado es considerado como una disciplina jurídica auxiliar de acuerdo con la clásica clasificación de las disciplinas jurídicas que se enseña en la materia de Introducción al Estudio del Derecho. A pesar de que son ya más de siete décadas de que se imparte la materia de Derecho Comparado en México2, no se le ha dado la importancia que en realidad reviste, pues incluso actualmente ya son contadas las escuelas en las que se enseña esta materia. Puede afirmarse que la enseñanza del Derecho Comparado ha dejado de existir en México, para dejar su lugar a la materia de Sistemas Jurídicos Contemporáneos. Así, en 1993 se modificó el plan de estudios de la licenciatura en derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México y se incluyó en el mismo la materia de Sistemas Jurídicos Contemporáneos. Dicho cambio tuvo repercusión en la mayoría de las escuelas de derecho, en las cuales, hasta hace muy poco tiempo se seguía prácticamente el mismo plan de estudios de la citada universidad nacional. III. EL DERECHO COMPARADO A. Concepto. Como acontece en la mayoría de las disciplinas jurídicas, en esta no existe un concepto generalmente aceptado. 2 Según apunta el Dr. Héctor FIX-ZAMUDIO, en su obra Metodología, Docencia e Investigación Jurídicas, Editorial Porrúa, México, p. 261, fue en el año de 1940 cuando se estableció la materia de Derecho Comparado en la UNAM, misma que impartió hasta el año de 1949, el jurista español Felipe Sánchez Román. Después la impartieron Javier Elola Fernández y Roberto Molina, entre otros. 54 José Caín LARA DÁVILA Así por ejemplo, para Konrad Zweigert, el Derecho Comparado es la comparación de los diferentes sistemas legales del mundo.3 Eduardo García Máynez, en su clásico libro Introducción al Estudio del Derecho, que por cierto es la obra jurídica mexicana con mayor número de ediciones, sostiene que: El Derecho Comparado es una disciplina que tiene por objeto el estudio comparativo de instituciones o sistemas jurídicos de diversos lugares o épocas, con el fin de determinar las notas comunes y las diferencias que entre ellos existen, y derivar de tal examen conclusiones sobre la evolución de tales instituciones o sistemas y criterios para su perfeccionamiento y reforma4. Consuelo Sirvent en su libro Sistemas Jurídicos Contemporáneos, que en la actualidad es la obra más difundida5 sobre la materia en nuestro país, pues cuenta con doce ediciones, considera que el Derecho Comparado es una disciplina que confronta las semejanzas y las diferencias de los diversos sistemas jurídicos vigentes en el mundo con el propósito de comprender y mejorar el sistema jurídico de un Estado determinado6. El Derecho Comparado, se originó en París, Francia, en el año de 1900, cuando se celebró el Congreso Internacional de Derecho Comparado, en el que participaron juristas de muchas partes del mundo, entre los cuales destacaron Édouard Lambert y Raymond Saleilles, quienes tenían en mente el desarrollo de un derecho común de la humanidad (droit commun de l´humanité), siendo esta una misión que debería cumplir el Derecho Comparado, la cual sigue pendiente hasta la fecha. 3 ZWEIGERT, Konrad, Introducción al Derecho Comparado, Editorial Oxford, México, 2002, p.3. GARCÍA MAYNEZ, Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, Sexagésima primera edición, Editorial Porrúa, México, 2009, p.162. 5 A pesar de que esta obra sea el libro de texto en varias universidades, en el mismo no se incluyen todos los temas que se contemplan en los más recientes programas de estudio de la materia, razón por la cual ha habido necesidad de que varios profesores hayan decidido elaborar sus propios textos, como los del Dr. Manuel González y del maestro Raymundo García Quintana, en la Universidad Autónoma de Chihuahua. 6 SIRVENT GUTIÉRREZ, Consuelo, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Décima segunda edición, Editorial Porrúa, México, 2010, p. 1. 4 55 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS B. Macrocompración y microcomparación. Los comparatistas se dedican a comparar los sistemas jurídicos de diferentes países, lo cual pueden hacer en mayor o menor escala. La comparación del espíritu y el estilo de los diferentes sistemas legales, los métodos de reflexión y los procedimientos que se emplean se engloban con el nombre de macrocomparación. En este caso, en vez de centrarse en problemas individuales concretos y sus soluciones, la investigación se concentra en los métodos de consulta de los materiales legales, en los procedimientos para resolver y dirimir disputas o en los papeles que desempeñan algunos actores dentro del sistema jurídico. Por ejemplo, acorde a lo señalado, es posible comparar diferentes técnicas legislativas, estilos de codificación y métodos de interpretación del derecho, la contribución de los académicos al desarrollo del derecho, las diferentes formas de resolver conflictos que adoptan los distintos sistemas legales. La atención también puede centrarse en los tribunales estatales. La microcomparación, por su parte, se relaciona con instituciones o problemas legales específicos, es decir, con los principios a los que se recurre para resolver situaciones reales o conflicto de intereses particulares. No obstante la anterior delimitación, debe decirse que la línea divisoria entre la macrocomparación y la microcompración es difícil de ubicar, pues con frecuencia hay que realizar ambos tipos de comparación al mismo tiempo, ya que a menudo es necesario estudiar los procedimientos mediante los cuales se aplican los principios a fin de entender por qué un sistema extranjero resuelve determinado problema de una u otra manera. Zweigert7, señala que ninguna ilustración de las reglas que se aplican en los casos de negligencia médica puede ser completa, a menos que se describa la forma en que se definen en los tribunales las conductas ilegales o inmorales; asimismo, dicha descripción deberá indicar si los expertos son designados por el tribunal o si son escogidos por las propias 7 op.cit. p.6. 56 José Caín LARA DÁVILA partes para litigar en las salas, como sucede en los países regidos por el common law. Para entender la esencia del Derecho Comparado, es necesario determinar qué ejercicios comparativos no encajan dentro de lo que es el Derecho Comparado. Zweigert, señala que sólo puede hablarse de Derecho Comparado cuando median reflexiones comparativas específicas acerca del problema del que tratan los estudios. Y agrega que la experiencia indica que la mejor forma de alcanzar esto consiste en que el autor defina en primer lugar los aspectos esenciales de los sistemas legales nacionales, país por país, para luego utilizar este material como base de la comparación crítica, terminando con conclusiones acerca de la política más apropiada por adoptar, lo cual puede exigir una reinterpretación del propio sistema del investigador. A este respecto cita, que en el año de 1937, la Liga de las Naciones elaboró un estudio titulado La Posición de la Mujer en el Mundo, que no era otra cosa que informes de diferentes países en torno a las soluciones que proponía cada nación, sin existir una verdadera comparación de las propuestas que se planteaban, de ahí que, en el mejor de los casos, ese trabajo se podía denominar Derecho Comparado descriptivo del método empleado en dicho estudio. C. Funciones y fines del Derecho Comparado 1. Según K. Zweigert Para Zweigert8, el derecho comprado tiene como función diluir los prejuicios de la nacionalidad y nos sirve para penetrar en las diferentes sociedades y culturas del mundo, contribuyendo así a enriquecer el entendimiento entre los países; es de gran utilidad para la reforma de las leyes en los países en vías de desarrollo y para el crecimiento del propio sistema. 8 op.cit.p.17. 57 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS Sin embargo, agrega el autor en consulta, existen otras funciones que merecen un trato especial, estas son: a) Como instrumento para el legislador; Los legisladores de todos los países del mundo han descubierto que, en muchos sentidos, no es posible forjar leyes adecuadas sin la participación del Derecho Comparado, ya sea en forma de estudios generales o de informes elaborados especialmente en torno a un tema específico. Tras la desaparición del sistema soviético, el Derecho Comparado ha jugado un papel importantísimo en la construcción de los sistemas jurídicos en los países de Europa central y oriental. Zweigert, sostiene que siempre que se proponga adoptar una solución de origen extranjero que se repute como mejor, conviene plantearse dos preguntas: Primera, si ha resultado satisfactoria en su país de origen y, Segunda, si funcionará en el país donde se propone su implantación. b) Como herramienta de construcción en la interpretación de los preceptos jurídicos nacionales; Zweigert afirma que el legislador moderno toma sus soluciones del Derecho Comparado, gracias a la más amplia visión que le proporciona esta disciplina, por lo que se debe incluir el método comparativo en los criterios que, tradicionalmente se aplican a la interpretación de los principios nacionales. En términos generales, puede afirmarse que el Derecho Comparado tiene un papel mucho más importante que desempeñar en la aplicación y el desarrollo de la ley. A este respecto, consideramos que en nuestro sistema jurídico esta función del Derecho Comparado no tiene gran aplicación en virtud de las limitantes constitucionales previstas en el artículo 14 constitucional. 58 José Caín LARA DÁVILA En otros sistemas jurídicos como en el Common Law, la función que se analiza tiene una mayor influencia, a grado tal que en los juicios se acostumbran citar formas de interpretación aplicadas en diferentes casos. c) Como elemento de los programas universitarios cumpliendo una función en la enseñanza del derecho; Zweigert señala que es un signo de soberbia, a la vez que de estrechez mental y de regresión, limitarse a estudiar el propio derecho nacional, en especial para las universidades y las escuelas de derecho en una época de dinamismo y movilidad social en todos los confines del mundo. El Derecho Comparado ofrece al estudiante de leyes una dimensión totalmente nueva: con base en ella, aprende a respetar los aspectos más especiales de otras culturas del derecho, entiende mejor sus propias leyes, puede crear las normas imprescindibles para el mejoramiento de aquéllas y aprende a reconocer la influencia de la dinámica social sobre el derecho, así como las diferentes formas que puede adoptar dicha influencia. Basta mencionar la utilidad del Derecho Comparado en el conflicto de leyes, para la interpretación de los tratados, para quienes se ocupan de tareas relacionadas con la adjudicación, el arbitraje o la administración internacionales o, en fin, para las personas a quienes preocupa la unificación del derecho. No obstante lo anterior, el lugar que ocupa el Derecho Comparado en los programas universitarios sigue siendo muy modesto. Zweigert señala que en Alemania casi todas las instituciones universitarias imparten un curso general del Introducción al Estudio del Derecho Comparado. d) Como contribución a la unificación sistemática del derecho; Desde la creación del Derecho Comparado acontecida en 1900, el fin más importante ha sido la Unificación del derecho. 59 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS El método que se ha venido usando consiste en generar un derecho uniforme con base en el trabajo realizado por expertos en Derecho Comparado, para luego incorporarlo, mediante un tratado que obliga a los signatarios, como asunto de derecho internacional a tomar y aplicar dicho derecho uniforme como si se tratara de un derecho local. La ventaja del derecho unificado reside en que facilita la realización de negocios legales en el plano internacional. El derecho unificado favorece, la predictibilidad y la seguridad. Hasta ahora, los esfuerzos de unificación se han limitado a una área geográfica de aplicación específica, más por la fuerza de las circunstancias que por designio. El más claro ejemplo de unificación es lo que actualmente está aconteciendo en la Unión Europea. 1. Según Hector Fix-Zamudio Para Héctor Fix-Zamudio9, los objetivos del Derecho Comparado, son los siguientes: a) La obtención del verdadero nivel científico de los estudios jurídicos; Según René David, citado por Fix-Zamudio, la función esencial del Derecho Comparado es devolver al derecho el carácter universal de toda ciencia, pues entre todas las disciplinas científicas sólo el derecho ha creído falsamente que podía se puramente nacional. Entre los juristas, se va abriendo paso, cada vez con más frecuencia la idea de que no se puede alcanzar un verdadero nivel científico en los estudios jurídicos sin el empleo del método comparativo, que va aproximando a los diferentes sistemas legales. b) El mejor conocimiento del derecho nacional; Sin el auxilio del método comparativo, el jurista se acostumbra a considerar las soluciones de la legislación, la doctrina y la jurisprudencia 9 FIX-ZAMUDIO, Héctor, Metodología, Docencia e Investigación Jurídicas, Editorial Porrúa, México, p. 261. 60 José Caín LARA DÁVILA de su país como las únicas posibles, lo cual es incorrecto, y por el contrario, si acude al contraste de su sistema jurídico con otros puede ampliar sus horizontes culturales. c) El perfeccionamiento del lenguaje jurídico; Gracias al estudio del Derecho Comparado, los estudiosos del derecho prestan atención al sentido exacto de los términos extranjeros que se descubren en el análisis de los diversos sistemas jurídicos. d) La comprensión internacional del derecho; El estudio del Derecho Comparado hace posible la mejor comprensión internacional del derecho, pues, como René David lo señala es necesario un esfuerzo entre los juristas para comprender el punto de vista ajeno y para exponer a otros nuestras ideas sobre el propio derecho. e) La unificación o armonización de los ordenamientos jurídicos; Esta ha sido una de las grandes aspiraciones del Derecho Comparado, aún inconclusa, de hecho la original plasmada en el Congreso Internacional de Derecho Comparado, celebrado en 1900. f) El conocimiento dinámico de los ordenamientos jurídicos Sólo los juristas que utilizan el método comparativo poseen la sensibilidad y la comprensión indispensables para lograr, en el ejercicio de las diversas profesiones jurídicas, la adaptación oportuna y adecuada del ordenamiento jurídico propio a los cambios constantes de la vida social. 2. Según Scialoja El examen comparativo de derechos o de instituciones jurídicas distintas debe emprenderse según, Scialoja10, con las siguientes finalidades: 10 Citado por GARCÍA MAYNEZ, Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, México, 2002, p.163. 53 edición, Editorial Porrúa, 61 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS a) Dar al estudioso una orientación acerca del derecho de otros países; b) Determinar los elementos comunes y fundamentales de las instituciones jurídicas y señalar el sentido de la evolución de éstas; c) Crear un instrumento adecuado para futuras reformas. 3. Según Najiro Sujiyama Para el profesor de la Universidad Imperial de Tokio, Naojiro Sujiyama11, las diversas finalidades asignadas al Derecho Comparado por las escuelas y tendencias más importantes pueden resumirse en las siguientes: a) Investigar la esencia del derecho y las leyes o ritmos de su evolución; b) Investigar el mismo derecho positivo, ya sea comparando diversos sistemas jurídicos, distintos grupos de sistemas o diferentes conceptos jurídicos, ordenados por categorías, y c) Hacer efectivos los progresos del derecho positivo. D. Objeto del Derecho Comparado. De un estudio elaborado por el profesor Sujiyama, se desprende que las discrepancias surgidas entre los autores del Derecho Comparado no se refieren al objeto inmediato de esta disciplina sino a las finalidades a que debe servir el análisis de las notas comunes y diferencias de los sistemas jurídicos de distintos países y tiempos. El objeto inmediato del Derecho Comparado, queda indicado en la siguiente definición propuesta por el autor citado: “El Derecho Comparado consiste en comprobar positivamente, por medios determinados y con un objeto fijo, lo que hay de particular y lo que hay de común entre dos o varios derechos nacionales o supranacionales, tomados en el más amplio sentido de la palabra”. 11 Citado por GARCÍA MAYNEZ, Eduardo, op.cit. p. 164. 62 José Caín LARA DÁVILA En lo que toca a la extensión concedida al objeto del Derecho Comparado y al método comparativo, Sujiyama establece las siguientes clasificaciones: Primera clasificación. Se hace desde el punto de vista de las ramas del derecho a que ha de aplicarse el método comparativo. Segunda clasificación. Se establece según que se limite la comparación a legislaciones de tendencias similares o se extienda a sistemas de tipos diferentes. Tercera clasificación. Consiste en dividir las escuelas o tendencias en el grupo de las que tienden a la comparación de las legislaciones en su conjunto, y el de las que se preocupan solamente por la comparación de determinadas materias. Cuarta clasificación. Consiste en agrupar, por una parte, las tendencias o escuelas que estudian únicamente las relaciones jurídicas internas y, por otra, las que consideran a un tiempo las internas y las externas. Algunos autores estiman que la comparación debe limitarse a las legislaciones de diferentes países y épocas, otros, como Eduardo Lambert y Georges Cornil, sostienen que el estudio comparativo debe referirse, para ser completo, a la costumbre, a las decisiones judiciales y a la doctrina de los juristas. IV. LOS SISTEMAS JURÍDICOS A. Concepto de sistema. De acuerdo con sus raíces griegas y latinas, la palabra sistema alude al conjunto de reglas y principios, enlazados entre sí, por los que se rige una materia determinada. En otras palabras, sistema es un conjunto de elementos complejos, cualitativamente diversos entre sí, que se rigen por principios generales. 63 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS La Dra. Rossana Schiaffini Aponte, sostiene que sistema es el grupo o conjunto de diversos elementos, interrelacionados y que se afectan mutuamente para formar una unidad compleja12. B. Concepto de Sistema Jurídico. Para Consuelo Sirvent, sistema jurídico es el conjunto de instituciones gubernamentales, normas jurídicas, actitudes y creencias vigentes en un país sobre lo que es el derecho, su función en la sociedad y la manera en que se crea o debería crear, aplicar, perfeccionar, enseñar y estudiar13. Para Sirvent y Villanueva, sistema jurídico es el conjunto de normas e instituciones que integran un derecho positivo y que rigen una determinada colectividad. Para García Máynez, citado por Sirvent, sistema jurídico es el conjunto de normas jurídicas objetivas que están en vigor en determinado lugar y época, y que el Estado estableció o creó con objeto de regular la conducta o el comportamiento14. Para John Henry Merryman, un sistema legal, es un conjunto operativo de instituciones, procedimientos y reglas legales15. André-Jean Arnaud y María José Fariñas, consideran que el sistema jurídico, es un subsistema del sistema social, al cual se le asigna como función básica la de integración social o control social, que se puede desglosar en otras dos, a saber: la función de orientación de los comportamientos y la de resolución de conflictos16. 12 SCHIAFFINI APONTE, Rossana, El sistema de planeación mexicano hacia el siglo XXI, El conflicto binacional México-USA en torno al agua, Editorial Porrúa-Instituto Internacional del Derecho y del Estado, México, 2006, p.1. 13 SIRVENT, Consuelo, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Novena edición aumentada, Editorial Porrúa, México, 2006, p.5. 14 op.cit, p.5 15 MERRYMAN, John Henry, La Tradición Jurídica Romano-Canónica, Segunda edición, Fondo de Cultura Económica, México, 1998, p.15. 16 ARNAUD, André-Jean y FARIÑAS DULCE, María José, Sistemas Jurídicos: Elementos para un análisis sociológico, Universidad Carlos III de Madrid, Madrid, 1996, p.31. 64 José Caín LARA DÁVILA Para José Castán Tobeñas, sistema jurídico es el conjunto de reglas e instituciones de derecho positivo por las que se rige una determinada colectividad17. Tales reglas e instituciones, según los autores Arminjon, Nolde y Wolf, citados por Castán Tobeñas18, deben ser suficientemente completas e importantes para que los hombres a los cuales se aplican estén ligados entre sí por una comunidad de Derecho. Para los autores citados los elementos esenciales de un sistema jurídico son los siguientes: a) Una legislación que sirve de vínculo a la colectividad que rige, y b) Una cierta autonomía, cuando menos legislativa. C. Sistema legal o tradición legal John H. Merrryman, en su libro La Tradición Jurídica RomanoCanónica usa el término de "tradición legal", no el de "sistema legal" y explica19que al hacerlo quiere distinguir entre dos ideas muy diferentes. Un sistema legal, dice, es un conjunto operativo de instituciones, procedimientos y reglas legales. En este sentido, hay un sistema federal y cincuenta sistemas estatales legales en los Estados Unidos, sistemas legales separados en cada una de las otras naciones, y aun otros sistemas legales distintos en organizaciones tales como la Comunidad Económica Europea y las Naciones Unidas. En un mundo organizado en estados soberanos y en organizaciones de estados, hay tantos sistemas legales como estados y organizaciones. Los sistemas legales nacionales, dice, se clasifican con frecuencia en grupos o familias. Por ejemplo, los sistemas legales de Inglaterra, Nueva Zelanda, California y Nueva York se llaman sistemas de "derecho común" y hay buenas razones para agruparlos en esta forma. Pero no debe sugerirse que tengan instituciones, procesos y reglas legales idénticas. Por el contrario, hay gran diversidad entre ellos, no sólo en sus reglas de derecho sustantivo, sino también sus instituciones y procedimientos. 17 CASTÁN TOBEÑAS, José. Et al. Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Prólogo de Manuel Albaladejo, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1999, p.15. 18 op. cit. p.15. 19 op.cit. p.15. 65 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS De igual modo, agrega Merryman, Francia, Alemania, Italia y Suiza tienen sus propios sistemas legales, como los tienen Argentina, Brasil y Chile. Es cierto que frecuentemente se les llama naciones de "derecho civil", y en su libro trata de explicar por qué se justifica su agrupamiento en esta forma. Pero es importante reconocer, sigue diciendo el autor en consulta, que hay grandes diferencias entre los sistemas legales que operan en estos países, los que tienen reglas, procedimientos e instituciones legales muy diferentes. Tales diferencias entre los sistemas legales reflejan el hecho de que, durante varios siglos, el mundo ha sido dividido en estados individuales, bajo condiciones intelectuales que han subrayado la importancia de la soberanía estatal y alentado un énfasis nacionalista en las características y tradiciones nacionales. En este sentido, no existe nada que pueda llamarse el sistema del derecho civil, el sistema del derecho común o el sistema del derecho socialista. Existen muchos sistemas legales diferentes dentro de cada uno de estos tres grupos o familias de sistemas legales. Pero el hecho de que se agrupen diferentes sistemas legales bajo un rubro tal como el del "derecho civil", por ejemplo, indica que tienen algo en común, algo que los distingue de los sistemas legales clasificados como de "derecho común" o "derecho socialista", Es esta comunión peculiar lo que se llama aquí la tradición legal y la que nos permite hablar de los sistemas legales de Francia y Alemania (y muchos otros) como sistemas de derecho civil. El autor en consulta afirma que, como lo implica el término, una tradición legal no es un conjunto de reglas de derecho acerca de los contratos, las sociedades anónimas y los delitos, aunque tales reglas serán casi siempre, en cierto sentido, un reflejo de esa tradición. Es más bien un conjunto de actitudes profundamente arraigadas, históricamente condicionadas, acerca de la naturaleza del derecho, acerca del papel del derecho en la sociedad y el cuerpo político, acerca de la organización y la operación adecuadas de un sistema legal, y acerca de la forma en que se hace o debiera hacerse, aplicarse, estudiarse, perfeccionarse y enseñarse el derecho. La tradición legal relaciona el sistema legal con la 66 José Caín LARA DÁVILA cultura de la que es una expresión parcial. Ubica al sistema legal dentro de la perspectiva cultural. D. Criterios para la clasificación de los Sistemas Jurídicos en Familias Jurídicas. Han existido diversas propuestas en torno a la clasificación de las Familias Jurídicas. Entre estas pueden citarse, las siguientes: 1. Esmein. Este autor tratando de clasificar las legislaciones que representan un sistema de derecho original, dentro de la civilización occidental, distingue los grupos latino (Francia, Bélgica, Italia, España, Portugal, Rumania y América latina) germánico (Alemania, Suiza, Austria, Hungría y países escandinavos) anglosajón (Inglaterra, Estados Unidos, colonias de lengua inglesa) y eslavo (Rusia y demás países eslavos). La crítica que se le formula a este autor es que no precisa el criterio para hacer dicha clasificación. 2. Arminjon/Nolde/Wolf. Existe también la propuesta por Arminjon/Nolde/Wolff, quienes criticaron la clasificación elaborada por Esmein, considerando que no se percibía el criterio de tal división. Arminjon/Nolde/Wolff, sostenían la idea de que los sistemas jurídicos modernos deben clasificarse de acuerdo con sus respectivas sustancias., prestando la atención debida a la originalidad, la derivación y a los elementos comunes, sin hacer referencia a factores extrínsecos como la geografía o la raza. Estos autores dividieron en siete a las familias jurídicas: a) Francesa, b)Alemana, c)Escandinava, d)Inglesa, e)Rusa, f)Islámica e g) Hindú. 3. René David. 67 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS René David, al publicar en 1950 su obra denominada Los Grandes Sistemas Jurídicos Contemporáneos, también criticó las clasificaciones existentes, señalando que no presentaban criterios de distinción convincentes. Para este autor sólo existían dos criterios: a) La ideología, producto de la religión, la filosofía, o la estructura política, económica o social y la b) Técnica jurídica, si las diferencias en las técnicas legales son secundarias, el principal criterio de diferenciación es la base filosófica o la concepción de la justicia. A partir de este principio, este autor concibe cinco familias jurídicas: a) Los sistemas occidentales, b) Los sistemas socialistas, c)El derecho islámico, d) El derecho hindú, y e) El derecho chino. Posteriormente, el autor ratificó su postura y redujo a tres familias jurídicas: a) La romano-germánica, b) El common Law, y c) Familia socialista. Junto con un grupo adicional al que llamó “otros sistemas”, en el que incluyó al derecho judío, al derecho hindú y al derecho del lejano oriente, y un nuevo grupo en el que incluía los sistemas africano y malgache. En justificación de esta clasificación René David sostiene que la oposición entre el grupo del derecho inglés y afines a él y el de los derechos de los países latinos o germánicos, por esencial que sea, no es del mismo orden que la existente entre el derecho francés o el inglés, de una parte, y el derecho soviético, el musulmán, el hindú o el chino, de otra parte. La oposición entre el derecho francés y el inglés existe en otro plano diferente; un plano esencialmente técnico, no ideológico. Aun así, parece incorrecta la denominación que da David al que llama "grupo del derecho francés", incluyendo en él no sólo las legislaciones de los países hispánicos y latinos en general, sino también la de los pueblos germánicos. Es consideración poco decisiva la que hace el autor recordando que fue Francia, a principios del siglo XIX, la que tomó la 68 José Caín LARA DÁVILA iniciativa, con su codificación, de renovar y rejuvenecer la tradición del Derecho Romano, inaugurando una técnica que ha servido de modelo a los demás países, pues lo cierto es que ni todos los pueblos del continente europeo adoptaron la técnica del Código francés, ni la evolución jurídica de muchos de ellos deja de mostrarnos la introducción de principios y técnicas nuevas, muy distintos a los del Código napoleónico. Carece así de justificación, a nuestro juicio, en la clasificación de René David, el no darse relieve alguno a los derechos de los países escandinavos, afiliándolos al grupo de derecho francés, cuando lo cierto es que el derecho escandinavo tiene características muy originales y no es, en sus orígenes y en su evolución, ni francés, ni siquiera romano. Hay que tener en cuenta que nuestro autor, para caracterizar a los derechos fundados en la tradición romana, atiende, más que a la recepción legislativa del Derecho Romano, a su recepción científica o doctrinal, por obra de los juristas; pero, de todos modos, hay que reconocer que los principios del Derecho Romano juegan, en los países escandinavos, un papel muy secundario. 4. Konrad Zweigert. En opinión de Zweigert, la división propuesta por Arminjon/Nolde/Wolff, es la más convincente, particularmente porque prescinde de los criterios externos, dichos autores sostenían que cualquier clasificación racional de los sistemas jurídicos modernos debe basarse en el estudio de sus respectivas sustancias. Zweigert, sostiene que siempre que nos ocupemos de la identificación de las familias jurídicas o de la clasificación de un sistema en particular, debemos tener en mente dos aspectos especiales: a) Hasta ahora, la teoría de las familias jurídicas se ha aplicado como si el único derecho que mereciera la pena de tomarse en cuenta fuera lo que los abogados europeos denominan derecho privado. Esto se debe en parte a que, aún en nuestros días, los comparatistas suelen concentrarse en este tipo de derecho, y también porque han sido 69 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS los juristas especialistas en derecho privado, los únicos que se interesan en dicha teoría. Los autores Arminjon/Nolde/Wolff, establecen claramente que su división se basa en el derecho privado. Por consiguiente, dichas clasificaciones resultan relativas, pues por ejemplo, es posible que se asigne un sistema jurídico a una familia para efectos del derecho privado y a otra familia en relación con el derecho público, como el constitucional. Así, es indudable que el derecho privado alemán pertenece a la familia jurídica alemana, aunque bien podríamos situar el derecho constitucional de ese país en un grupo en el que se incluyera a Estados Unidos, Italia y excluyera a Inglaterra y a Francia, dependiendo de la importancia que se atribuya a la presencia o la ausencia de la revisión del actuar constitucional de los juzgadores, la cual representa uno de los rasgos distintivos de todo sistema constitucional. Puede suceder también que si tomamos como referencia el derecho privado, ubiquemos a los países árabes en el derecho islámico en lo que se refiere a leyes familiares, aún cuando las leyes económicas hayan sido influidas por el pensamiento legal del poder colonial y mandatario del common law. Por tal razón, en la teoría de las familias jurídicas, mucho depende del área del derecho que se tenga en mente. b) De igual forma, mucho depende del periodo al que se aluda. Por lo general los comparatistas, pasan por alto numerosos cambios legislativos, ya que la sustancia del Derecho Comparado no es la comparación positiva, sino la crítica. Sin embargo, la división de los sistemas jurídicos del mundo en familias, especialmente la atribución de un sistema a una familia en particular, puede prestarse a modificaciones como resultado de 70 José Caín LARA DÁVILA legislaciones u otros acontecimientos, por lo que puede sistemas temporales o provisorios. tratarse de Por ejemplo, los acontecimientos actuales de Japón hacen difícil la clasificación de este país en la familia jurídica del Lejano Oriente, pues últimamente la tradición hasta hace poco imperante relativa a los principios legales ha desaparecido por lo que ya no se puede ubicar a Japón en esta familia jurídica. Es posible que con el tiempo surja una familia jurídica completamente nueva, al grado de que tengamos que clasificar los sistemas africanos del sur del Sahara dentro de una familia jurídica africana. Según Zaweigert, el aspecto decisivo de los sistemas jurídicos lo constituyen los estilos20, en virtud de que los estilos de los sistemas jurídicos y de los grupos compuestos por éstos son los que definen sus diferencias. El comparatista debe esforzarse por entender estos estilos jurídicos y emplear los rasgos estilísticos como base para clasificarlos. El concepto de estilo se encuentra prácticamente en todos los ámbitos. En derecho encontramos el uso de dicho concepto en el Codex Iuris Canonici. Por consiguiente, cabe preguntarse cuáles son los factores que conforman el estilo jurídico de grupos enteros de sistemas legales, en tal sentido, es la experiencia, la que se debe usar como guía. No son las diferencias triviales entre los sistemas legales las que han de identificarse como elementos de estilo; sólo las características significativas o diferenciales pueden considerarse como características propias. Una señal de la importancia de un aspecto de un sistema legal es que el comparatista de otro sistema lo visualice como novedoso. En consecuencia, sostiene el autor en consulta, es más fácil descubrir los elementos relevantes desde el punto de vista estilístico en un sistema extranjero que en el propio. 20 op.cit.p.75. 71 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS Factores que determinan el estilo de un sistema jurídico Según Zweigert, los siguientes factores son cruciales para el estilo de un sistema o familia legal: a) Sus antecedentes y desarrollo históricos El desarrollo histórico es uno de los factores que determina el estilo de los sistemas legales modernos. b) Su modo característico y predominante de reflexión en asuntos legales Otra de las características decisivas de un sistema o familia legal es el modo de reflexión legal. Así por ejemplo, las familias germánica y romana se distinguen por una tendencia a emplear normas jurídicas abstractas, por contar con un sistema bien articulado y compuesto por áreas jurídicas definidas y por concebir y razonar en términos de construcciones jurídicas. Mientras que, los sistemas jurídicos del common law, se rige por los precedentes, no por las leyes. Tales diferencias de estilo se corresponden con las diferencias en las mentalidades. El europeo continental tiende a trazar planes, a regular todo de antemano y por consiguiente –en términos legales- a extraer principios y sistematizarlos. Enfrenta la vida con ideas fijas y actúa de manera deductiva. Por su parte, el inglés improvisa, sin tomar una decisión hasta que se ve obligado a ello. El inglés es empírico. Para el sólo cuenta la experiencia. Las teorías les resultan poco atractivas. c) La presencia de instituciones con rasgos únicos Ciertas instituciones del derecho poseen características tan propias, que prestan un estilo particularísimo a los sistemas. Dentro de la familia romana, se puede mencionar el concepto de causa, la acción directa, la acción de regreso, la institución del negotiorum gestio común en los sistemas europeos, pero del todo 72 José Caín LARA DÁVILA desconocida en el common law, dentro del cual existen instituciones como el fideicomiso, el concepto de organismo, los diferentes tipos de daños. d) El tipo de fuentes de derecho que reconoce y la forma en que las aplica, y El estilo de los sistemas jurídicos depende también de la elección de las fuentes que reconozcan aquellos, sí como de los métodos de interpretación y operación vinculados con el aparato de los tribunales y las reglas de los procedimientos. Para el Derecho Comparado en general y para la teoría de las familias legales en particular, la cuestión de las fuentes del derecho es de importancia secundaria. e) Su ideología. El estilo de un sistema jurídico puede estar marcado por una ideología, es decir, una concepción religiosa o política en torno a la organización de la vida social o económica. Los derechos islámicos e hindú constituyen ejemplos de dicha función ideológica, y hasta hace poco también lo eran los sistemas socialistas. La clasificación que propone Zweigert, clasifica a las familias jurídicas en: 1) Familia romana, 2) Familia germánica, 3) Familia nórdica y 4) Familia del common law. Y dedica otros apartados al derecho de la República Popular China, Japón y a los sistemas islámico e hindú. 5. John Merryman Del concepto de Tradición Jurídica que propone Merryman21, se desprenden diversos criterios para clasificar un sistema jurídico: a) 21 Sus orígenes históricos op.cit. p.17. 73 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS Es decir, la peculiar personalidad derivada del pasado histórico a lo largo del cual evolucionó el sistema hasta su momento actual. Dado que el desconocimiento de ese pasado le resta perspectiva a la comprensión del presente. b) Su naturaleza jurídica Este es un concepto esencial y abstracto que necesariamente deberá ser explicado conjuntamente por aquellos procesos de creación de la norma jurídica conocidos como fuentes del derecho, así como por los principios metajurídicos del sistema, tales como sus fundamentos filosóficos, económicos, políticos y sociales. c) Su estructura Esto es la forma en que se organiza a través de sus instituciones legales características, con un marcado énfasis en las divisiones, áreas o ramas del derecho, así como en el sistema judicial que lo decide, sus atribuciones y jerarquía. d) Su operatividad Derivada de la técnica y la metodología privilegiadas por el sistema jurídico para el desarrollo de la labor de los juristas, incluida la interpretación del derecho. e) Su tradición intelectual Representada por los hábitos de pensamiento adquiridos durante el proceso de formación del jurista, hábitos que emanan del enfoque particular y necesariamente limitado, asimilado en las instituciones educativas que enseñan el derecho y que más tarde es consolidado con la vivencia diaria de la profesión jurídica. Por nuestra parte, consideramos que los cambios tan frecuentes que sufren los distintos sistemas jurídicos ponen en tela de duda cualquier clasificación que se proponga. A manera de ejemplo puede afirmarse que actualmente existe una tendencia de incorporar en la mayoría de los sistemas jurídicos de la tradición romanista lo relativo a los juicios orales, 74 José Caín LARA DÁVILA tomando como base la experiencia de algunos sistemas legales, como el inglés o el americano, que tienen una tradición jurídica distinta. No obstante lo anterior, y para fines académicos, consideramos que actualmente es factible hablar de la existencia de las siguientes familias jurídicas. E. Concepto de Familia Jurídica. Con base en lo anteriormente afirmado puede decirse que Familia Jurídica es un conjunto de sistemas jurídicos que comparten determinadas características. F. Familias Jurídicas Contemporáneas 1) La Familia Romano-germánica o Neorromanista. La integran los países cuya ciencia jurídica se ha elaborado sobre los fundamentos del derecho romano y de la tradición germánica, los cuales se fusionaron en el occidente de Europa a partir del siglo V. En la actualidad es la familia dominante en Europa Occidental, centro y sudamérica, en algunos países de África y de Asia, en incluso tiene sus enclaves en el mundo del common law, como Lousiana y Quebec. 2) La Familia del Common Law. Este derecho se fue formando por las decisiones judiciales (precedentes) emanadas de los tribunales reales. Es un derecho eminentemente jurisprudencial. Es el sistema vigente en Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. 3) La Familia Socialista Este sistema se implantó en Rusia a raíz de la revolución bolchevique de 1917. Con anterioridad a este el derecho ruso era de filiación neorromanista. Con el colapso del sistema socialista prácticamente desapareció esta familia jurídica. Algunos países se reincorporaron a la familia mixta. 4) Los Sistemas Religiosos 75 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS Estos sistemas no constituyen una familia, sino que son conjuntos de normas que regulan en determinados países las relaciones humanas, sea en su totalidad, o bien en algunos de sus aspectos. No existe en estos sistemas interés alguno por los derechos individuales, en ellos el acento se coloca sobre las obligaciones que pesan sobre el hombre justo. El más importante sistema es el musulmán. 5) Los Sistemas Mixtos Existen algunos sistemas jurídicos que por sus características que por sus características resultan difíciles de clasificar dentro de una familia jurídica determinada, ya que en ellos están presentes elementos que pertenecen a dos o más sistemas. Pertenecen a este sistema países como Israel, Japón y Filipinas. V. CONCLUSIONES Conforme a lo anteriormente señalado, puede concluirse que: a) No existe un criterio inobjetable para clasificar los sistemas jurídicos. b) Nuestro sistema jurídico lo podemos ubicar dentro de la tradición romano-germánica, pero sólo en lo que atañe al derecho privado, pues si atendemos al derecho público se podría afirmar que pertenece a la familia del common law. c) El sistema jurídico mexicano al estar importando figuras pertenecientes a otros sistemas legales se perfila como un sistema mixto. d) El sistema jurídico de Estados Unidos, si bien se formó con base en el derecho inglés, desde sus inicios ha incorporado figuras e instituciones que no existían en aquel, lo cual lo perfila como un sistema mixto. e) La familia jurídica socialista no ha desaparecido, por más que haya dejado de existir la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, donde tenía su mayor bastión, pues aún existen países que siguen dicho modelo, además de que se vislumbra un renacimiento de las ideas socialistas en varios países, principalmente en América latina. 76 José Caín LARA DÁVILA f) Los sistemas religiosos, si bien han permanecido con su tradición jurídica no han estado exentos del fenómeno de la globalización. g) La experiencia de la Unión Europea debe aplicarse en otras regiones, en aras de la unidad económica y legislativa. VI. BIBLIOGRAFÍA ARNAUD, André-Jean y FARIÑAS DULCE, María José, Sistemas Jurídicos: Elementos para un análisis sociológico, Universidad Carlos III de Madrid, Madrid 1996. CASTÁN TOBEÑAS, José, et al, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Prólogo de Manuel Albaladejo. Abeledo-Perrot, Buenos Aires. 1999. DAVID, René, Los Grandes Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Aguilar, Madrid, 1973. DAVID, René y JAUFFRET-SPINOSI, Camile, Les Grands Systemes de Droit Contemporains, 10e. Édition. Éditions Dalloz, Paris, 1992. DAVID, René y BRIERLEY, John E.C. Major Legal Systems in the World Today. An Introduction to the Comparative Study of Law, Second Edition, The Free Press, New York, 1978. GARCÍA MÁYNEZ, Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, Prólogo de Virgilio Domínguez, 53 edición, Editorial Porrúa, México 2002. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Manuel B., Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Segunda edición, Ediciones del Azar, Chihuahua, México, 2005. LÓPEZ AYLLÓN, Sergio, Las transformaciones del sistema jurídico y los significados sociales del derecho en México, La encrucijada entre tradición y modernidad, Serie E. Varios 86, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México,1997. LOSANO, Mario G., Los Grandes Sistemas Jurídicos, Editorial Debate, España, 1993. LUHMANN, Niklas. Sociedad y Sistema: la ambición de la Teoría, Introducción de Ignacio Izuzquiza, Trad. Santiago López Petit y Dorothee Schmitz, Ediciones Paidós, Barcelona España, México, 1990. 77 EL DERECHO COMPARADO Y LOS SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS RAZ, Joseph, El concepto de sistema jurídico, Una introducción a la teoría del sistema jurídico, Traducción, prólogo y notas de Rolando Tamayo y Salmorán, Serie G. Estudios Doctrinales, Núm. 93, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México 1986. ---The Concept of a Legal System, An Introduction to the Theory of Legal System, Second edition, Clarendon Press, Oxford University Press, 1980. RUIZ SANZ, Mario, Sistemas Jurídicos y Conflictos Normativos, Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de las Casas”, Universidad Carlos III de Madrid, Madrid, 2002. SARFATTI, Mario, Introducción al estudio del Derecho Comparado, Orlando Cárdenas Editor, Irapuato, México, 1998. SCHIAFFINI APONTE, Rossana, El Sistema de Planeación Mexicano hacia el siglo XXI, El Conflicto Binacional México-USA en Torno al Agua, Instituto Internacional del derecho y del Estado-Editorial Porrúa, México, 2006. SIRVENT, Consuelo, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Novena edición aumentada, Editorial Porrúa, México, 2006. TAMAYO Y SALMORÁN, Rolando, Sobre el Sistema Jurídico y su Creación, Serie G. Estudios Doctrinales 16, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1976. VON BERTALANFFY, Ludwing, Teoría General de los Sistemas, Trad. Juan Almela, Edición conmemorativa 70 aniversario, Fondo de Cultura Económica, México, 2006. ZARATE PÉREZ, José Humberto, et. al, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Serie Jurídica, McGRAW-HILL, México, 1997. ZWEIGERT, Konrad y KÖTZ, Hein, Introducción al Derecho Comparado, Traducción de la tercera edición en inglés Arturo Aparicio Vázquez, Editorial Oxford, México, 2002. 78 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ Sumario: I. Introducción. II. Referencia Histórica. III. Antecedentes en el derecho comparado. IV. Antecedentes en la legislación federal mexicana. V. Antecedentes en las legislaciones de los estados. VI. Exposición de motivos de la reforma que introdujo las acciones colectivas a la legislación mexicana. VII. Breve reflexión de la reforma en el contexto de sus antecedentes. VIII. Conclusiones. IX. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN En diciembre de 2009, el Senado de la República aprobó una iniciativa para introducir las acciones colectivas al orden jurídico nacional, para lo cual se estimó pertinente adicionar un párrafo al artículo 17 constitucional. El párrafo referido establece: “El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen las acciones colectivas. Tales leyes determinarán las materias de aplicación, los procedimientos judiciales y los mecanismos de reparación del daño. Los jueces federales conocerán de forma exclusiva sobre estos procedimientos y mecanismos.” Luego, el 25 de marzo de 2010, la Cámara de Diputados aprobó dicha reforma, la cual posteriormente fue validada por las legislaturas de las entidades federativas. La modificación constitucional fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de julio de 2010, entrando en vigor al día siguiente. En su articulado transitorio se estableció el plazo de un año para la emisión de las reformas a la legislación secundaria que reglamentarían 79 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES los presupuestos de procedencia, los requisitos formales, las materias tuteladas y los procedimientos que permitieran a los gobernados el ejercicio de este tipo de acciones tuitivas de sus intereses grupales. El 28 de abril de 2011, el Congreso de la Unión aprobó el decreto que reglamenta la reforma constitucional en materia de acciones colectivas, para lo cual no se creó una legislación específica, sino que se reformaron y adicionaron el Código Federal de Procedimientos Civiles, el Código Civil Federal, la Ley Federal de Competencia Económica, la Ley Federal de Protección al Consumidor, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, la Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros. En la parte sustantiva de la reforma, básicamente se introdujo la posibilidad de una tutela colectiva para derechos previstos en las materias ecológica, de competencia económica, de relaciones de consumo y de relaciones financieras. En la parte procesal, se creó un capítulo que reglamenta el trámite de las acciones colectivas. El decreto referido fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de agosto de 2011, y de conformidad con lo dispuesto en su artículo Primero Transitorio, tuvo una vacatiolegis de seis meses. Así, el 1° de marzo de 2012 entró en vigor la reforma que introdujo específicamente las acciones colectivas a la legislación federal mexicana. Estas acciones tutelan intereses jurídicos cuya protección, en la práctica, puede escapar de la cobertura que ofrecen las acciones individuales, o por lo menos dificultarla o encarecerla1. Además, fomentan la economía procesal, porque pueden llegar a sustituir a una pluralidad de acciones individuales, y también eliminan la posibilidad de dar lugar a sentencias contradictorias. 1 Gaxiola, Jorge. “Claroscuros de las Acciones Colectivas”, Revista El Mundo del Abogado. México. Enero 2012. P.35. 80 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ Tales acciones existen para proteger a un grupo de personas afectadas por la misma causa. La identidad del grupo la determina el daño presente o inminente2. Su finalidad es la reparación del daño mediante una indemnización. También, pueden ser preventivas, esto es, destinarse a la preservación de un derecho difuso.3 Derecho difuso es, en términos muy llanos, el interés protegido por una norma, de cuyo goce nadie puede ser excluido.4 En la legislación federal mexicana existen algunos antecedentes que presentan ciertas notas que pueden considerarse precursoras de las acciones colectivas. Los encontramos en materias como la ambiental, la del consumidor, la agraria, e incluso, en el juicio de amparo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el ejercicio de la acción correspondía a una institución pública dependiente generalmente del poder ejecutivo. Además de los antecedentes referidos, algunas entidades federativas como Morelos, Coahuila y Puebla, contaban ya con normas que regulaban esta clase de instrumentos jurídicos plurales. Sin embargo, con la reforma constitucional mexicana y con su instrumentación en las legislaciones secundarias, las normas estatales han quedado derogadas de manera tácita. En efecto, el texto reformatorio indica, que los jueces federales conocerán de esta materia en forma exclusiva, y también que la expedición de leyes relativas a esta materia corresponde al Congreso de la Unión. 2 Lorenzetti, Ricardo Luis. Justicia Colectiva, Argentina, Rubinzal-Culzoni Editores, 2010, p. 22. Noyola Zarco, Raquel, “Perspectivas de las Acciones Colectivas”, Pluralidad y Consenso, agosto 2011, pp. 23-25. 4 AgirrezabalGrünstein, Maite. Algunas Precisiones en torno a los Intereses Supraindividuales (Colectivos y Difusos). Pontificia Universidad Católica de Chile. Chile. Link http://scielo.cl/scielo.php? Junio 12, 2012, 18:36. 3 81 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES La reforma que aquí se refiere, elimina la legitimación procesal exclusiva de una instancia de autoridad para el ejercicio de estas acciones, y les confiere legitimación activa en el proceso, tanto a los gobernados de índole particular en número mínimo de treinta, como a las asociaciones civiles cuyo objeto sea la protección de los derechos sobre los que verse la materia de la acción. Sin embargo, subsiste la legitimación a favor de instancias públicas de representación social, como son PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor, PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), CONDUCEF (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros), COFECO (Comisión Federal de Competencia) y PGR (Procuraduría General de la República). Las acciones colectivas pueden desempeñar un papel subsidiario en el cumplimiento de ciertas atribuciones correspondientes originalmente a la autoridad, y específicamente al poder ejecutivo, como pudieran ser las que se refieren al cuidado del medio ambiente o el fomento de la competencia económica. En estos casos, el ejercicio exitoso de las acciones colectivas provoca el pronunciamiento judicial, que a su vez redunda en la generación de medidas que atienden aspectos de la vida pública cuyo control ha sido omitido o realizado deficientemente por aquellas instituciones a quienes originalmente correspondía su instrumentación. Entonces, pueden ser subsidiarias en la tutela de intereses esencialmente comunes y también de derechos difusos. La reforma constitucional de 2011, en la cual prácticamente se sustituyó el control de las garantías constitucionales, por el de los derechos humanos reconocidos no sólo en la carta magna, sino en los tratados internacionales, es decir, aquella en la que se sustituyó el control constitucional por el llamado “control convencional”, comparte algunas de sus notas características más importantes con las acciones colectivas, sobre todo en materia de derechos difusos. 82 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ Este carácter “colectivizador” de la reforma constitucional en materia de amparo, es tan importante, que su inclusión en nuestro sistema jurídico prácticamente ha sido el factor determinante para que se dé por concluida la Novena Época Jurisprudencial, y se inicie la Décima. Doctrinalmente, los derechos tutelados por las acciones colectivas, es decir, los derechos colectivos lato sensu, se clasifican en; a) derechos individuales homogéneos; b) derechos colectivos en sentido estricto; y, c) derechos difusos. En los dos primeros casos, el propósito básico de la acción es el resarcimiento, mediante el pago de una indemnización. En el último, la indemnización sólo existe de modo excepcional, porque la acción tiene un fin generalmente preventivo. Es oportuno definir los antecedentes nacionales e internacionales que pudieron servir como referencia a la reforma que ocupa este texto, porque esta perspectiva nos puede aportar un primer criterio de evaluación de su eficacia, de su pertinencia y de su integralidad. II. REFERENCIA HISTÓRICA Las acciones colectivas nacieron en Inglaterra, en el siglo XVII, donde grupos de personas con intereses comunes se unían para acudir a los tribunales en busca de justicia. Esa práctica se volvió costumbre y es el antecedente conocido más remoto de una petición o una denuncia, planteada ante un juez por una pluralidad de personas. Las Cortes de Equidad del Reino Unido, como fueron denominadas posteriormente, se convirtieron en la tribuna en donde se presentaban las acciones propias de todas aquellas personas que se sentían afectadas por algún decreto, y que por su número, resultaba imposible citarlas a un tribunal ordinario de manera simultánea. 83 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES La primera referencia doctrinal a las expresiones “acciones colectivas” e “intereses difusos” fue realizada por el jurista italiano Mauro Cappelletti en la Facultad de Jurisprudencia de Pavía, Italia, en el encuentro patrocinado por la Asociación Italia Nostra, celebrado en junio de 1974.5 En dicho encuentro académico, Cappelletti se refirió al caso “Eisen vs. Carlisle and Jaquelin”, resuelto por la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos. En ese litigio, el actor era un pequeño accionista de una gran empresa norteamericana, que demandó el respeto a algunos de sus derechos corporativos, y no sólo lo hizo a nombre propio, sino en representación de miles de accionistas tan pequeños como él. Esto lo hizo sin contar con facultades formales y explícitas de representación de los demás. Sin embargo, la claridad y contundencia de sus razonamientos lógico jurídicos no permitió a los ministros del máximo tribunal norteamericano eludir el conocimiento, y luego la resolución de dicha controversia. Actualmente, las acciones colectivas existen en la gran mayoría de los países del mundo occidental, tanto en aquellos de tradición romanista o continental como en los que provienen del common law. En América Latina destacan las legislaciones brasileña y argentina, porque ofrecen un conjunto de normas promotoras de la justicia colectiva con una amplia cobertura de temas. III. DERECHO COMPARADO Entre las legislaciones más representativas en materia de acciones colectivas, destacan la colombiana, la brasileña, la norteamericana, la argentina y la española, cuyas particularidades más relevantes se refieren en los apartados siguientes: 5 Capelletti, Mauro. AccessoallaGiustizia, A. GiufrréEditore, Milán, 1979. P. 603. 84 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ 1. Colombia. El artículo 88 de la Constitución Política de Colombia señala: La ley regulará las acciones populares para la protección de los derechos e intereses colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre competencia económica y otros de similar naturaleza que se definan en ella. También regulará las acciones originadas por los daños ocasionados a un número plural de personas, sin perjuicio de las correspondientes acciones particulares. Asimismo, definirá los casos de responsabilidad civil objetiva por el daño inferido a los derechos e intereses colectivos. Ahora bien, la regulación secundaria colombiana en la materia, contenida en la Ley 472 de 1998 establece, que las acciones populares son el medio por el cual se tutelan los derechos colectivos en sentido amplio y se ejercen para evitar el daño contingente, hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o el agravio sobre los derechos e intereses colectivos, y de ser posible, restituir las cosas a su estado anterior. Por otra parte, las acciones de grupo permiten a un conjunto de personas que hayan resentido daños y perjuicios en condiciones uniformes respecto a una misma causa, demandar la satisfacción de sus intereses individuales, permitiéndoles acceder al servicio de administración de justicia, de una manera más sólida, económica y contundente. Entonces, de la normatividad colombiana de las acciones colectivas, destacan las notas características que a continuación se relacionan: Se tutelan intereses colectivos en sentido estricto, derechos difusos, y también intereses individuales de una pluralidad de sujetos identificados por una unidad en la causa. La enumeración constitucional de las hipótesis de procedencia no es taxativa, sino enunciativa, lo que le confiere flexibilidad a la normatividad 85 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES secundaria para ir incorporando nuevas materias a tutelar adaptando el instrumento jurídico al permanente devenir de la sociedad. El ejercicio de una acción colectiva es opcional, porque no implica la pérdida de las acciones individuales de cada uno de los actores, aunque si está prohibido el ejercicio simultáneo de ambos instrumentos procesales. Se incorpora un concepto para la cobertura de daños y perjuicios que resulta más amplia que la tradicional de “derechos colectivos”, y es la noción mucho más flexible de “intereses colectivos”. Las acciones colectivas no sólo pueden tener propósitos restitutivos o indemnizatorios, sino que pueden tener fines preventivos, sobre todo cuando se demanda la tutela de intereses difusos. 2. Brasil. La Constitución Brasileña, en su artículo 5, fracción LXXIII establece: Cualquier ciudadano es parte legítima para promover la acción popular que pretenda anular un acto lesivo para el patrimonio público o de una entidad en la que el Estado participe, para la moralidad administrativa, para el medio ambiente o para el patrimonio histórico y cultural, quedando el actor, salvo mala fe comprobada, exento de las costas judiciales y de los gastos de sucumbencia. Adicionalmente, a través del trabajo jurisprudencial se admitió el ejercicio de dicha acción para la tutela de otros derechos e intereses difusos, colectivos e individuales homogéneos. A manera de ejemplo, en Brasil, la defensa colectiva de los derechos de los consumidores en juicio, tiene incluso una vía especial regulada por la Ley 8.078 del 11 de septiembre de 1990, la cual establece, que la defensa colectiva será ejercida cuando se trate de: En primer término, de intereses o derechos difusos, que son aquellos supraindividuales, de naturaleza indivisible y no excluyente, cuyos 86 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ titulares son personas indeterminadas que están coaligadas por circunstancias de hecho de carácter universal. En segundo término, de intereses o derechos colectivos en sentido estricto, que son aquellos supraindividuales y de naturaleza indivisible, cuyo titular es un grupo, categoría o clase de personas coaligadas entre sí por una relación jurídica base. Además, de intereses o derechos individuales homogéneos, que corresponden originalmente a individuos en particular, pero que se ven colocados en una situación jurídica proveniente de una misma causa, y que por su pluralidad hace más práctico coaligarlas para fines procesales. Así, las notas características más sobresalientes de la regulación de las acciones colectivas en Brasil, son las que se enlistan a continuación: El universo de supuestos de legitimación activa es muy amplio, lo que le da versatilidad y utilidad práctica a este tipo de instrumentos de tutela jurídica. Se otorga cobertura a una materia fundamental para el ejercicio de todo buen gobierno: la moralidad administrativa de los funcionarios públicos. Otro aspecto importante que se incluye en la cobertura, que en otros países se ha omitido, y que además es indispensable para consolidar la identidad nacional, son los patrimonios histórico y cultural. Se incentiva el ejercicio de estas acciones a través de disposiciones como la que exime a la parte actora de cualquier eventual condena en costas judiciales o de los llamados “gastos de sucumbencia”, que son una especie de indemnización por juicio perdido. Se prevé una vía jurisdiccional específica para la tramitación de las acciones colectivas. Se definen de manera muy clara, pero no taxativa, las hipótesis de procedencia, lo que ha permitido que a través del trabajo jurisdiccional se amplíe la cobertura de la justicia colectiva. 87 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES 3. Estados Unidos. En los Estados Unidos de América la vía indicada para defender los derechos de un grupo de personas es la denominada acción de clase (classaction). Su finalidad es facilitar el acceso a la justicia a una colectividad, mediante la acumulación en un solo procedimiento de varias reclamaciones individuales. Las acciones de clase reguladas principalmente por las denominadas Reglas Federales de Procedimiento Civil (Federal Rules of Civil Procedure), en particular, las contenidas en los apartados 23, 23.1 y 23.2. Las acciones de clase son procedentes en una gran diversidad de materias, como accidentes con daños a una colectividad, libre competencia económica, derechos de autor, propiedad industrial, derechos del consumidor, derechos de los accionistas de las corporaciones, e incluso, temas como discriminación y desempeño administrativo del gobierno. Adicionalmente, en los Estados Unidos se han creado vías de procedencia de las acciones de clase estatales en materias de competencia de las autoridades locales. Es importante mencionar que uno de los mayores impulsos que ha tenido el desarrollo de las acciones de clase proviene de la actividad jurisprudencial. Así, los elementos característicos más relevantes de las acciones de clase norteamericanas son los siguientes: Las rige un principio de procedencia muy amplio, porque la diversidad de materias que reciben este tipo de cobertura es muy variada y no es limitativa. Proceden para la tutela de derechos individuales homogéneos, derechos colectivos y derechos difusos. Su normatividad fortalece el federalismo, pero al mismo tiempo con ello puede generar conflictos de competencia, porque establece acciones 88 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ de clase procedentes en el ámbito de la justicia federal como en el estatal. Siguiendo una de las notas más características que corresponden a la familia del common law, evolucionan gracias al impulso de la actividad jurisprudencial. El impulso jurisprudencial les permite evolucionar de una manera más rápida. 4. Argentina. En Argentina existe una regulación dual de las acciones colectivas, ya que las hay de carácter federal y también local. Cada provincia tiene sus propias normas regulatorias de esta clase instrumentos legales y analizarlas en detalle sería tan abundante, que desbordaría el propósito del presente texto. Sin embargo, es posible enlistar algunos de los derechos tutelados por las diversas legislaciones argentinas, refiriendo además, que en ese país existe la figura del “Defensor del Pueblo”, basada en el artículo 86 de la Constitución Federal, que tiene como misión la defensa de los derechos humanos, y por ende, posee legitimación para la promoción de acciones colectivas. Luego entonces, algunos de los derechos tutelados son los siguientes: a la participación ciudadana, a la salud, a la información, a la reparación del daño al patrimonio público, al daño moral colectivo, a las emisiones televisivas de partidos de futbol, a la igualdad de la mujer en el trabajo, a la alimentación, al cuidado ambiental, a la educación y a la construcción de una escuela y a la accesibilidad de las personas con discapacidad motriz. 5. España. En España, la acción colectiva se define como una acción mediante la cual un “demandante cualificado” (por ejemplo una organización de consumidores), puede pedir reparación en justicia en nombre de un grupo de personas que sufren, como consecuencia de la acción de un mismo demandado, daños particulares que tienen un origen común, y que en razón de esa identidad, son llamados “daños en masa”. 89 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES La reciente crisis financiera europea ha puesto de manifiesto, una vez más, la inadecuación de los procedimientos judiciales individuales clásicos para el resarcimiento de los daños causados a un gran número de víctimas. El tratamiento de los recursos de índole individual se revela inoperante e insuficiente para responder adecuadamente a los litigios de masa. Las acciones colectivas son, por tanto, no sólo necesarias, sino imprescindibles para asegurar una mejor indemnización de las víctimas. Las acciones colectivas ofrecen una serie de ventajas muy importantes para los consumidores: Se facilita el acceso a la justicia, sobre todo para las personas de ingresos limitados. Se facilita el acceso a reclamaciones de pequeña cuantía, que nunca se interpondrían individualmente, debido a las costas procesales. Se fomenta la economía procesal, y por ende, el ahorro en juicios, jueces y abogados. Se promueve el equilibrio en las relaciones económicas de consumo, y por ende, en el buen funcionamiento del mercado, ya que los consumidores se erigen en contrapeso real de los proveedores de bienes y servicios. Se provoca un efecto preventivo y regulador del mercado, porque el resultado de un determinado litigio puede incitar a un sector a modificar a poner fin a una práctica determinada que sea incompatible con la sentencia. Es oportuno referir, que la Unión de Consumidores y Usuarios, una importante agrupación social de origen español, ha considerado que la legislación en materia de acciones colectivas es ya insuficiente6, y por 6 “La OCU ante las Acciones Colectivas”, http//www.ocu.org.consumo/familia. nc.noticias.na/oc 90 Organización de Usuarios y Consumidores, Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ ende, que amerita una serie de modificaciones y adiciones basadas en los principios siguientes: Deben tener un ámbito de aplicación lo más amplio posible, de manera tal, que cubra todas las situaciones donde los intereses de los consumidores se puedan ver perjudicados, y no sólo en materia de consumo. El objetivo debe ser una reparación efectiva y rápida, bajo diversas formas: pago, restitución sustitución de un producto o servicio defectuoso, etc. Todos los tipos de daños deben poder ser cubiertos, cualquiera que sea su origen (contractual o extracontractual) o su tipo (financiero, material, físico o moral). Las organizaciones de consumidores deben tener la legitimación suficiente para iniciar cualquier acción colectiva que tenga por objeto la protección de los intereses de los consumidores. Sólo las organizaciones de consumidores representativas según la ley, deben estar habilitadas para asumir la defensa procesal de los intereses difusos. Deben cubrirse tanto los casos nacionales como los llamados transfronterizos. Los jueces deben extremar los controles de admisibilidad frente a demandas temerarias o infundadas, para evitar la injerencia de “cazadores de rentas”. El sistema debe contemplar procedimientos “opt-in” como “opt-out”, y en éste último caso al menos para los procedimientos en defensa de los intereses difusos. Cualquier resolución amistosa de conflictos debe poder ser sometida a la tutela de un juez. 91 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Se deben dictar medidas para asegurar una distribución equitativa de la indemnización. En los casos en que sea posible la compensación individual, deben preverse mecanismos efectivos para que las indemnizaciones obtenidas repercutan realmente en la protección de los intereses de los consumidores en forma colectiva. Deben existir mecanismos para lograr el financiamiento eficaz de los litigios. Las organizaciones de consumidores a las que se reconozca legitimación activa, deben estar exentas de cualquier costa ligada al procedimiento. Es oportuno hacer notar, que la reforma mexicana que entró en vigor el 1 de marzo de 2012, ya recoge algunos de los principios formulados por la OCU para el fortalecimiento de la legislación española frente a la Unión Europea. Sin embargo, otros muy importantes se han quedado fuera. IV. ANTECEDENTES EN LA LEGISLACIÓN FEDERAL MEXICANA En nuestro país, específicamente en la legislación federal, antes de la reforma a que se refiere el presente texto, existían algunas notas dispersas en diversas materias que pueden considerarse antecedentes de las acciones colectivas. Tales precedentes son los siguientes: 1. La fracción II del artículo 213 de la Ley de Amparo, que atribuye representación legal supletoria para formular la demanda de garantías, en nombre de un núcleo de población, a cualquier ejidatario o comunero. En lo conducente, dicho numeral previene: “Tiene representación legal para interponer el juicio de amparo en nombre de un núcleo de población: …II. Los miembros del comisariado o del Consejo de Vigilancia o cualquier ejidatario o 92 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ comunero perteneciente al núcleo de población perjudicado, si después de transcurridos quince días de la notificación del acto reclamado, el comisariado no ha interpuesto la demanda de amparo…” 2. El artículo 26 de la Ley Federal de Protección al Consumidor contiene la tutela de intereses colectivos, al establecer: “Cuando se realicen actos, hechos u omisiones que vulneren derechos e intereses de una colectividad o grupo de consumidores, la Procuraduría, así como cualquier legitimado a que se refiere el artículo 585 del Código Federal de Procedimientos Civiles, podrán ejercitar la acción colectiva de conformidad con lo dispuesto en el Libro Quinto de dicho Código.” 3. Los numerales 161 y 163 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, contienen normas que son usuales en materia de justicia colectiva, atribuyendo representación procesal a quien bajo las normas de las acciones individuales no la tiene, y confiriendo a una sentencia efectos protectivos, que van más allá de las personas intervinientes en el juicio: “La responsabilidad de los Administradores sólo podrá ser exigida por acuerdo de la Asamblea General de Accionistas, la que designará la persona que haya de ejercitar la acción correspondiente, salvo lo dispuesto en el artículo 163.” “Los accionistas que representen el treinta y tres por ciento del capital social, por lo menos, podrán ejercitar directamente la acción de responsabilidad civil contra los Administradores, siempre que se satisfagan los requisitos siguientes: I. Que la demanda comprenda el monto total de las responsabilidades en favor de la sociedad y no únicamente el interés personal de los promoventes, y II. Que, en su caso, los actores no hayan aprobado la resolución tomada por la Asamblea General de Accionistas sobre no haber lugar a proceder contra los Administradores demandados. Los bienes que se 93 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES obtengan como resultado de la reclamación serán percibidos por la sociedad.” 4. La interpretación integral de las disposiciones de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación, relacionadas con el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, han dado lugar a la jurisprudencia cuyo rubro es tan elocuente, que no amerita comentario alguno: “Partidos políticos nacionales. Pueden deducir acciones tuitivas de intereses difusos contra los actos de preparación de las elecciones”. V. ANTECEDENTES EN LAS LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS Las legislaciones estatales que contaban con una normatividad regulatoria de acciones colectivas, antes de la reforma a la constitución federal, son las siguientes: 1. Morelos. El artículo 14 del Código Civil del Estado de Morelos previene: “Los habitantes del Estado de Morelos tienen la obligación e ejercer sus actividades y de usar y disponer de sus bienes, no sólo en forma que no perjudiquen a la colectividad, sino también de manera que redunde en beneficio de la misma, bajo las sanciones establecidas en éste Código y las leyes relativas. También tienen la obligación de ejercer sus derechos, de usar y disponer de sus bienes, cuando por el no ejercicio, uso o disposición, se cause un perjuicio general o se impida un beneficio colectivo. Cuando se quebrante la obligación prevista en el párrafo anterior podrá ejercitarse la pretensión de tutela de tutela de intereses colectivos de grupos indeterminados y estarán legitimados para promover el proceso correspondiente, el Ministerio Público, cualquier interesado o las instituciones o asociaciones de interés social no políticas ni gremiales, que a juicio del tribunal garantice una adecuada defensa del interés comprometido.” 94 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ De la lectura de dicho numeral de desprenden las notas características de las acciones colectivas en la referida entidad federativa, que son las que se indican a continuación: Se atribuye expresamente a la propiedad privada una función primordialmente social. Cualquier acto que vulnere esa función social podrá ser impugnado mediante el ejercicio de una acción civil. Esas acciones tutelan los intereses colectivos de cualquier grupo social indeterminado. Tienen legitimación en el proceso, el Ministerio Público, cualquier interesado y las instituciones o asociaciones de interés social. Para que dichas instituciones y asociaciones sean admitidas como representantes colectivas, no deben tener una connotación política o gremial. Además, el tribunal debe considerarlas aptas para garantizar una adecuada defensa de los intereses tutelados. 2. Coahuila. El artículo 89 del Código Civil del Estado de Coahuila, en sus fracciones V y VI, reconoce capacidad procesal al Ministerio Público, en los casos que puedan afectar los intereses de la sociedad, y regula las acciones colectivas de manera muy similar a la legislación de Morelos, y únicamente agrega algunas notas distintivas respecto de ésta: Introduce el concepto de “intereses difusos” como elemento esencial de las acciones colectivas. Reconoce la tutela de los intereses de grupos indeterminados, aun cuando no constituyan una persona moral. 3. Puebla. El artículo 11 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, establece los lineamientos generales para el ejercicio de las acciones colectivas, de entre los cuales destacan las notas siguientes: 95 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Reconoce la legitimación activa de instituciones y asociaciones con objeto de interés social y legalmente constituidas, siempre. Excluye a aquellas instituciones y organizaciones que tengan carácter político o gremial. Reconoce legitimación al Ministerio Público, y también a cualquier ciudadano, pero en este último supuesto únicamente en los casos relativos a la defensa del medio ambiente, de valores culturales, históricos, artísticos, urbanísticos y de otros análogos. Hace responsables por daños y perjuicios a quienes hicieren un ejercicio indebido de su derecho. Abre la posibilidad de que la autoridad judicial decrete la suspensión de una obra o de un servicio, pero para ello, la colectividad accionante deberá otorgar caución. VI. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS DE LA REFORMA QUE INTRODUJO LAS ACCIONES COLECTIVAS A LA LEGISLACIÓN MEXICANA La iniciativa que dio lugar al proceso que culminó con la introducción de las acciones colectivas a la legislación federal mexicana se formuló en base a una exposición de motivos que ahora resulta oportuno invocar, a fin de confrontarla con el paquete legislativo que fue su resultado, y de éste modo obtener una primera conclusión. Esta primera conclusión deberá servir para establecer hasta qué punto la reforma correspondió a las razones justificativas que originalmente la impulsaron, y en función de ello, podremos anticipar, al menos en un primer nivel, si la modificación normativa servirá para fomentar el bienestar común de sus destinatarios, y en qué medida. La exposición de motivos de la iniciativa que culminó en la reforma introductoria de las acciones colectivas en la legislación federal mexicana indica, que la realidad evoluciona a un ritmo tal, que siempre parece ir un 96 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ paso adelante de su consideración por parte de las autoridades, y por ende de su normativización. Que es misión de los legisladores, jueces y miembros de la administración pública, el mantener permanentemente su disposición y apertura para interpretar y asimilar esa realidad y las necesidades sociales imperantes, para así poder establecer las normas jurídicas adecuadas que permitan a la sociedad mexicana la realización de aquellos valores considerados como supremos en cada momento histórico. Que en materia de derechos humanos, nuestro sistema jurídico ha ido incorporando, en un proceso evolutivo permanentemente inacabado y en constante progreso, aquellos derechos humanos denominados de primera generación (civiles y políticos), de segunda generación (económicos, sociales y culturales) y de tercera generación (colectivos y de solidaridad). Que sin embargo, para el establecimiento de un verdadero estado de derecho, al que toda sociedad debe aspirar, no es suficiente la incorporación al sistema jurídico de derechos sustantivos, sino que es necesario establecer aquellas acciones y procedimientos sencillos y eficaces que permitan su ejercicio y defensa adecuada, ya que de lo contrario estaremos ante un sistema distorsionado en el que exista sólo una justicia de papel, pero una realidad injusta. Que la falta de un adecuado sistema de acceso a la justicia genera una gran desconfianza en las instituciones del Estado y una percepción de que éste, es incapaz de establecer aquellos mecanismos que puedan resolver satisfactoriamente los conflictos sociales, elevando con ello la tensión y disgregación social, que redunda en una menor calidad de vida institucional y social. Que nuestro sistema jurídico en general, y el procesal en particular, fueron diseñados a partir de una visión liberal e individualista que permite la titularidad de derechos y la protección de los mismos mediante mecanismos que privilegian la actuación individual sobre la colectiva. 97 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Que si bien esta visión logró satisfacer las necesidades sociales en un momento histórico determinado, la creciente complejidad de las relaciones sociales, y el aumento en número y en situaciones comunes de las interrelaciones entre los diversos miembros de la sociedad, hace necesario rediseñar el enfoque de nuestras instituciones jurídicas y dirigirlo hacia el establecimiento de acciones y procedimientos que permitan a los individuos su organización para la mejor defensa de sus intereses y derechos. Que el derecho comparado nos muestra que en otras jurisdicciones este nuevo enfoque (la defensa colectiva de derechos e intereses) ha tenido un énfasis mucho más marcado que aquel que hemos experimentado en nuestro país. Que esta situación, con el transcurso del tiempo ha traído como consecuencia que en otros países la protección de derechos e intereses de las personas y colectividades sea mucho más vigorosa y efectiva, y que los conflictos interpersonales y sociales sean procesados adecuadamente por las instituciones jurídicas, reduciendo con ello la tensión social. Que una de las instituciones que en otros sistemas jurídicos han permitido la tutela colectiva de derechos e intereses, así como la organización y asociación de personas para la defensa de los mismos son las acciones y procedimientos colectivos. Que estos son instrumentos que permiten la defensa, protección y representación jurídica colectiva de derechos e intereses de los miembros de una colectividad o grupo dentro de una sociedad. Que el término derechos colectivos comprende los llamados derechos difusos, así como los colectivos en sentido estricto y los individuales de incidencia colectiva. Que los derechos e intereses difusos y colectivos en sentido estricto son aquellos derechos e intereses supraindividuales, de naturaleza indivisible de los que es titular una colectividad indeterminada (derechos 98 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ difusos) o determinada (derechos colectivos en sentido estricto) cuyos miembros se encuentra vinculados por circunstancias de hecho o de derecho. Que por su parte, los derechos o intereses individuales de incidencia colectiva son aquellos de carácter individual y divisible que, por circunstancias comunes de hecho o de derecho, permiten su protección y defensa en forma colectiva. Que aún y cuando en otras jurisdicciones las acciones y procedimientos colectivos han recibido distintos nombres y sus mecanismos divergen en lo accidental, al extraer su funcionalidad esencial podemos observar que regulan en forma relativamente similar el mismo fenómeno y con similares propósitos normativos. Que en los años recientes académicos y agrupaciones de la sociedad civil han realizado encuentros académicos sobre acciones y procedimientos colectivos, con la participación de expertos nacionales e internacionales sobre la materia, así como a legisladores mexicanos de distintas fracciones parlamentarias. Que la conclusión general de dichos coloquios fue la imperiosa necesidad de incluir dentro de nuestro sistema jurídico acciones y procedimientos que permitieran la defensa de derechos colectivos, ello con el propósito de mejorar las condiciones de acceso a la justicia y alcanzar una verdadera efectividad de los derechos consignados en nuestro marco normativo. Que a consecuencia de dichos encuentros, un grupo de académicos dirigidos por el Maestro Alberto Benítez Tiburcio, el Doctor Eduardo Ferrer McGregor y el Doctor Fernando García Sías, así como asociaciones de la sociedad civil realizaron un proyecto de reforma constitucional que permitiera incluir dentro de nuestro sistema jurídico las acciones y procedimientos colectivos. Que una vez elaborado, dicho proyecto fue presentado a un grupo plural de legisladores quienes determinaron integrar un grupo de trabajo 99 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES que tuviera como propósito analizar el proyecto referido, para eventualmente impulsarlo como proyecto legislativo. Que dicho grupo estuvo formado por académicos, agrupaciones de la sociedad civil y legisladores de distintas procedencias partidistas, y la iniciativa original de la reforma es resultado de los acuerdos tomados por ese grupo de trabajo. Que el propósito principal de la iniciativa fue el establecimiento en la Constitución de las acciones y procedimientos colectivos como medios para la tutela jurisdiccional de los derechos e intereses colectivos, para luego introducirlos en la legislación secundaria. Que el término derechos e intereses colectivos comprende, los difusos, los colectivos en sentido estricto y los individuales de incidencia colectiva. Que se consideró, que a través de su incorporación en el ordenamiento jurídico mexicano, se estará tomando un paso vital hacia el mejoramiento de acceso a la justicia de todos los mexicanos y habitantes de este país, así como, hacia una verdadera posibilidad de hacer efectivos muchos derechos que hoy no encuentra una vía adecuada para su ejercicio, protección y defensa. Que en última instancia, la reforma tuvo como propósito coadyuvar en la construcción de un estado de derecho más efectivo, en donde todo aquel que tenga un derecho o interés, pueda encontrar la forma de protegerlo y defenderlo adecuadamente, a través del sistema de las instituciones de administración de justicia. Que en tales condiciones, el propósito impulsor ha sido que el legislador federal, haga un adecuado desarrollo de la reforma constitucional, a efecto de establecer acciones y procedimientos ágiles, sencillos y flexibles que permitan la protección colectiva de derechos e intereses mencionados, en las materias en las que sea necesaria su regulación. 100 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ Que para ello resulta indispensable, incluir, sin exclusión de otras, a las materias siguientes: El cuidado del medio ambiente, el equilibrio ecológico y el desarrollo sustentable. El uso y disfrute de los espacios públicos. El uso y la protección de los bienes del dominio público. La libre competencia económica. El adecuado acceso a servicios públicos. Los derechos de los consumidores y de los usuarios. La moralidad administrativa. En general, todos aquellos previstos en la legislación secundaria y en los tratados internacionales. Que además, se deberán instrumentar medidas que fomenten por un lado, la organización de individuos para la protección y defensa de sus derechos, y por otro una mayor difusión y un mejor acceso a la información sobre dichos derechos e intereses, ello con el propósito de robustecer el ejercicio de la ciudadanía y la promoción de los deberes cívicos de los miembros de nuestra comunidad. Que el legislador deberá también prever mecanismos de participación ciudadana, en los procedimientos judiciales que le que permitan a los miembros de la comunidad coadyuvar en la mejor resolución de los litigios, sobre todo en aquellos en los que haya un evidente interés público en juego. Que en la legislación secundaria se deberá velar por el establecimiento de reglas adecuadas en materia de legitimación activa, pruebas no individualizadas, cosa juzgada, efectos de las sentencias, financiamiento de procedimientos, responsabilidad civil objetiva, entre otras, que sean compatibles con las acciones y procedimientos colectivos. 101 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Que por su parte, los juzgadores tendrán la importantísima misión de cuidar que los principios de interpretación para las acciones y procedimientos colectivos sean compatibles con espíritu de éstos y con la protección de los derechos e intereses de los individuos, grupos o colectividades. Que ello implicará necesariamente que nuestros juzgadores deberán comenzar a elaborar estándares y guías que les auxilien en su labor, pues los paradigmas procesales actuales, en muchos aspectos, serán insuficientes e incluso contrarios al espíritu y propósito de las acciones y procedimientos colectivos. Que en un inicio será necesario que nuestros juzgadores revisen el espíritu de éstos de acuerdo con las interpretaciones que se han llevado a cabo en otras jurisdicciones. Que deberán asimismo abstraer su función esencial y adaptarlos a las peculiaridades del sistema procesal mexicano. VII. BREVE REFLEXIÓN EN TORNO A LA REFORMA EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES La introducción de las acciones colectivas en la legislación procesal federal constituye un verdadero avance democrático porque provee a los gobernados más vulnerables de instrumentos jurídicos que les significan un acercamiento a sus anhelos de justica.7 Ahora bien, la reforma a la legislación secundaria que ha implementado las acciones colectivas en nuestro país, limita a las materias ecológica, de competencia económica, de relaciones consumo, y de relaciones financieras. Entonces, si confrontamos el listado de materias sobre las cuales se extiende la cobertura de la justicia colectiva planteada en la reforma que 7 Dresser, Denise,El País de Uno, Aguilar, Primera Edición, México. 2011, p. 126. 102 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ es materia de este texto, con las opciones que nos ofrece el derecho comparado, y con su propia exposición de motivos, resulta ineludible concluir, que la reforma aludida no sólo representa un avance sustantivo tardío, sino insuficiente. En el contexto del derecho comparado, observamos, que nuestra reforma es tardía, porque en otras naciones existe la justicia colectiva desde hace décadas, pero tampoco podemos desdeñar la circunstancia de que llegar tarde en materia de innovación legislativa normalmente representa una enorme ventaja, porque les permite al legislador, al juzgador, e incluso al justiciable, abrevar de las experiencias ajenas y construir una legislación más amplia, sólida, completa y eficaz. Sin embargo, los aspectos sustantivos de la reforma le confieren cobertura a muy pocos derechos, lo que la vuelve insuficiente a la luz de la amplitud y flexibilidad que tiene la justicia colectiva en otras latitudes. Esta insuficiencia se confirma mediante la simple comparación de la exposición de motivos que dio inicio al proceso legislativo que concluyó con la reforma del texto constitucional y de la legislación secundaria, con el propio articulado del catálogo reformatorio. En efecto, la moralidad administrativa, el uso y disfrute de los espacios públicos, el uso y la protección de los bienes del dominio público, y el adecuado acceso a los servicios públicos, entre otros aspectos, son temas que explícitamente fueron referidos en la exposición de motivos como parte de la cobertura indispensable que debía tener la justicia colectiva en México, y sin embargo, en el texto final de la reforma fueron omitidos. VIII. CONCLUSIONES La reforma que introdujo las acciones colectivas al régimen jurídico mexicano, como toda medida legislativa de esta índole, representa un avance democrático. 103 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Sin embargo, la reforma limita la tutela de las acciones colectivas a las materias ecológica, de competencia económica, de relaciones del consumidor y de relaciones de servicios financieros. En el contexto del derecho comparado, la cobertura sustantiva de la reforma resulta evidentemente muy reducida, ya que quedaron excluidas infinidad de materias tuteladas en otras jurisdicciones. Además, la reforma está planteada en términos que permiten afirmar, que las materias que reciben cobertura de las acciones colectivas son excluyentes, esto es, no pueden hacerse extensivas. Por otra parte, también se excluyen de la reforma relaciones jurídicas cuya necesidad de cobertura fue expresamente reconocida en la exposición de motivos que dio lugar al propio proceso legislativo. En conclusión, aun reconociendo que la introducción de las acciones colectivas al sistema normativo nacional constituye un avance democrático, es indudable que se trata de un avance incompleto. Adicionalmente, es oportuno referir, el contenido de la reforma, es omiso, impráctico e impreciso, pero esos aspectos deberán abordarse por separado, bajo una óptica distinta a la retrospectiva. IX. BIBLIOGRAFÍA BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia. Fondo de Cultura Económica. Tercera edición. México 2002. DRESSER, Denise. El País de Uno. Aguilar. Primera Edición. México. 2011. GARCÍA ROSAS, Elías – Lovera Estévez, Benjamín. Derecho y Vulnerabilidad Social. Universidad Autónoma del Estado de México. México. 2010. 104 Jorge Arturo CHÁVEZ ÁLVAREZ GUADARRAMA LOPEZ, Enrique. La Protección Jurídica de los Consumidores en Materia Inmobiliaria. Universidad Autónoma de México, Procuraduría Federal del Consumidor. México. 2006. LORENZETTI, Ricardo Luis. Justicia Colectiva. Rubinzal - Culzoni Editores. Argentina. Primera Edición. 2010. SARTORI, Giovanni. La Democracia en 30 Lecciones. Editorial Taurus. México. 2008. ZWEIGERT, Konrad. Introducción al Derecho Comparado. Oxford. Tercera Edición. México. 2002. Hemerográficas. GAXIOLA, Jorge. Claroscuros de las Acciones Colectivas. Revista El Mundo del Abogado. México. Enero 2012. NOYOLA ZARCO, Raquel. Perspectivas de las Acciones Colectivas. Revista Pluralidad y Consenso. México. Octubre 2008. Legislativas. Código Federal de Procedimientos Civiles. México. 1942. Constitución Brasileña. 1988. Constitución de la República Argentina. 1994. Constitución Política de Colombia. 1991. Ley de Amparo. México.1936. Ley Federal de Competencia Económica. México. 1993. Ley Federal de Derechos de Autor. México. 1997. Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. México. 2003. Ley Federal de Protección al Consumidor. México. 1992. 105 LAS ACCIONES COLECTIVAS EN EL RÉGIMEN JURÍDICO MEXICANO, ANALIZADAS EN EL CONTEXTO DE SUS ANTECEDENTES Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. México. 2002. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. México. 1988. Ley de la Propiedad Industrial. México. 1991. Electrónicas. LINK http://buscon.rae.es/draeI/SvrltConsulta? AgirrezabalGrünstein, Maite. Algunas Precisiones en torno a los Intereses Supraindividuales (Colectivos y Difusos). Pontificia Universidad Católica de Chile. Chile. Link http://scielo.cl/scielo.php? LINK http://www.ocu.org./Ecomerce/Register.aspx. La OCU ante las acciones judiciales colectivas. 106 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO José Luis SÁENZ DOMÍNGUEZ Sumario: I. Parte Introductoria. II. Actual Marco Constitucional. III. Importancia de la libertad religiosa IV. México: Estado Laico. V.- La tolerancia religiosa y conflictos surgidos. VI. Libertad de conciencia y culto. VII. Marco regulatorio de las asociaciones religiosas. VIII. Bibliografía. I. PARTE INTRODUCTORIA Lo religioso y lo político son dos temas en los que ciertamente es difícil estar de acuerdo, en el primer caso porque discutir sobre cuestiones dogmáticas es razonar en la fe como principal instrumento de convicción y tratándose del quehacer político, estamos ante la presencia de una ciencia social de vital importancia, pero profundamente inexacta y convencional. Concluido el episodio de la revolución, la paz vino empezando con el gobierno de Plutarco Elías Calles, 1924-28, el cual había sucedido en la presidencia al General Álvaro Obregón, que fue asesinado al ser reelecto en 1928. La dictadura del General Porfirio Díaz Morí concluyó en 1911 después de poco más de tres décadas de férreo gobierno, sólo interrumpido por el gobierno del General Manuel González, y desde entonces hasta el ascenso de Elías Calles, el país había pasado por el asesinato de dos presidentes, Madero y Carranza y de los dos principales líderes del movimiento revolucionario, Zapata y Villa. Ante esta inestabilidad política, la iglesia católica que había tenido un discreto silencio, vio la oportunidad de recuperar parte del poder político y 107 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO económico que había perdido a manos del gobierno juarista, emprendiendo un alzamiento armando contra el gobierno del llamado jefe máximo en 1926. Tres años después la llamada guerra cristera llegó a su fin, tras una penosa negociación entre la iglesia y el gobierno del Presidente Lic. Emilio Portes Gil. Desde la promulgación de las leyes juaristas en 1859 hasta el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, las relaciones iglesia-estado, estuvieron marcadas por una política de simulación, al margen de lo establecido en la constitución y su ley reglamentaria. Las reformas del gobierno salinista a los artículos 24 y 130 de nuestra ley suprema, vinieron a actualizar dicha relación en aspectos que eran necesarios, como el de darle personalidad jurídica a las iglesias y agrupaciones religiosas y el de otorgarle el voto activo a los ministros religiosos, entre otros. La postura del Presidente Juárez fue de avanzada para su tiempo, porque los monismos político-religiosos, históricamente sólo han traído enfrentamientos, retrocesos y estancamientos en la vida de los pueblos. II. ACTUAL MARCO CONSTITUCIONAL Las diversas situaciones religiosas en la que hemos vivido los mexicanos con sus respectivos matices, a lo largo del proceso histórico que se inicia con la Conquista Española a partir de 1519, ha pasado por etapas que a grandes rasgos han sido de religión oficial durante los tres siglos de Virreinato y ya en el México independiente hasta las leyes de reforma de 1859. A siglo y medio de distancia vemos que en muchos países la libertad religiosa todavía es una asignatura pendiente, como es el caso de las Naciones Arabes, donde no en todos los casos, pero sí en su mayoría se sigue teniendo una visión teocéntrica de la vida del hombre en la tierra. Cuando el art 24 constitucional señala que el congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna, atinadamente el constituyente entiende que no debe ser el estado el que interfiera en tan importante y delicada situación, debiendo quedar como algo que atañe a 108 José Luis SÁENZ DOMÍNGUEZ la conciencia de cada persona el creer o no creer en una o en ninguna religión. La reforma salinista a este precepto y al art. 130 del mismo ordenamiento, vino por una parte a actualizar las relaciones iglesia estado, pero también a reforzar una serie de principios necesarios en dicha relación, como son todos aquellos a los cuales el estado mexicano no debe sustraerse, por ejemplo el que los Ministros de cualquier culto no puedan desempeñar cargos públicos; el no poder asociarse con fines políticos, ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna; y tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios. Por otra parte hay un reconocimiento a derechos inherentes que en todo estado democrático deben existir a favor de las iglesias, como es el que las autoridades no deben intervenir en la vida interna de las asociaciones religiosas. A esto agréguese que la reforma reconoce que las iglesias y las agrupaciones religiosas tendrán personalidad jurídica como asociaciones religiosas una vez que obtengan su correspondiente registro. Este reconocimiento implica que dichas asociaciones como personas morales tienen la vía judicial abierta, al ser sujetos de ejercer directamente sus derechos así como cumplir con sus obligaciones. La reforma que nos ocupa termina con una etapa de simulación, resultado de la negociación de 1929, que ya hemos señalado, poniendo fin a una relación donde el gobierno veía lo que quería ver, y fingía no ver lo que debiera ver, y la iglesia católica hacía lo propio, pues dicha situación convenía a ambas partes. III. IMPORTANCIA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA Reconocer la libertad religiosa como derecho fundamental tardó siglos en concretarse. Durante la antigüedad, el poder religioso estuvo sometido al político, y las manifestaciones religiosas previas al cristianismo fueron el animismo creencia de que todas las cosas albergan espíritus, el 109 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO totemismo uso de un imagen para representar a un animal o una planta, presuntamente destinados a proteger a los habitantes de una tribu y los tabúes, costumbres de capital importancia para una tribu, a las que se atribuye un origen divino y que son temidas y reverenciadas. Más tarde, el cristianismo originó la idea de separar los poderes religiosos y políticos, pero esto no logró más que la persecución de cristianos, culminada con el Edicto de Milán (313), que les concedió la libertad de culto. 1 En una época de la Edad Media, el poder papal se impuso al de los señores feudales, situación que genero el hierocratismo. Por otro lado, con el surgimiento de la reforma protestante se crearon los estados confesionales, cuya influencia alcanzó a los católicos. Culminado el medievo, los postulados del liberalismo se difundieron por el mundo occidental. Una de sus metas radicaba en someter la iglesia al estado y alentar la libertad de cultos. La ilustración contribuyó ampliamente al desarrollo de las ideas liberales, al proponer el rechazo a los dogmas religiosos y a la institución eclesiástica. La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano se pronunció a favor de esta libertad en su artículo 10. En América, en la primera enmienda a la constitución estadounidense se estableció que el Congreso no podría aprobar leyes para establecer una sola religión, ni para prohibir el ejercicio de cualquier creencia religiosa. Para el siglo XIX, la expansión del liberalismo tendió a secularizar a la sociedad y fortalecer los estados nacionales, y trató de ampliar el número de opciones religiosas para garantizar la libertad de cultos, que la Organización de las Naciones Unidas plasmó en el artículo 18 de la Declaración Universal de los derechos del hombre. Por fin, en el siglo XX, al término de la Segunda Guerra Mundial, desapareció el antagonismo entre el liberalismo y el catolicismo y se generó un clima de tolerancia que propició el ejercicio de la libertad religiosa. 1 Badillo, Elisa, Los Derecho Humanos en México, Ed. Porrúa, CNDH, México,2001, Pág. 95,96. 110 José Luis SÁENZ DOMÍNGUEZ IV. MÉXICO: ESTADO LAICO En el caso de México, el estado que gobernaba a la Nueva España era de tipo misional, pues los reyes castellanos tenían una profunda vocación evangelizadora. Para el mejor logro de la cristianización y el dominio de las tierras americanas que se habían descubierto a partir de 1492, el Papa Alejandro VI expidió las bulas Inter Caetera y EximiaeDevotionis, que otorgaron a españoles y portugueses, respectivamente, la soberanía sobre los territorios que hubieran descubierto. Posteriormente, el 28 de julio de 1508, el Papa Julio II expidió la bula UniversalísEcclesiae, que concedió a los reyes de Castilla el patronato universal sobre la iglesia de las Indias. Con todo, la relación entre el estado español y la iglesia católica en América no fue estable durante la colonia. Muchos estudiosos se pronunciaron sobre esa relación a través de libros que se incluyeron en el índex de obras prohibidas, pues llegaban a estimar que el rey español dominaba a la iglesia de Indias. 2 Consumada la independencia, la ideología liberal se introdujo en México con la intención de secularizar a la sociedad e instaurar la libertad de cultos. Del 15 de diciembre de 1833 al 24 de abril de 1834, los esfuerzos de Valentín Gómez Farías llamado Padre del Liberalismo Mexicano y José María Luis Mora trajeron consigo una pre reforma liberal que se tradujo, por ejemplo, en una reforma educativa tendiente a secularizar la educación, así como en la expedición de la ley de 17 de octubre de 1833, que ordenó el cese del pago de diezmos en toda la República. Con independencia de esto, las constituciones de 1824, 1836, 1843 y 1857 abogaron por la intolerancia religiosa, pues permitieron únicamente la existencia de la religión católica en el país. No obstante en 1860 se expidió la Ley sobre la Libertad de Cultos, cuyo artículo inicial señaló: Las leyes protegen el ejercicio del culto católico y de los demás que se establezcan en el país, como la expresión y efecto de la libertad religiosa, que siendo un derecho natural del hombre, no tiene ni puede tener más 2 Burgoa O. Ignacio, Las Garantías Individuales, Edit. Porrúa, México, 2002, Pág. 411,414. 111 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO limites que el derecho de tercero, y las exigencias del orden público. En todo lo demás, la independencia entre el estado por una parte, y las creencias y prácticas religiosas por otra, es y será perfecta e inviolable. El triunfo de los liberales juaristas en 1867 consolidó la expedición de las leyes de reforma, que reiteraron la voluntad de separar la iglesia del estado, reforzar la libertad de cultos, desamortizar los bienes de corporaciones civiles y eclesiásticas, secularizar a la sociedad y extinguir las órdenes religiosas. El contenido de esas leyes se reflejaría en el texto constitucional. V. LA TOLERANCIA RELIGIOSA Y CONFLICTOS SURGIDOS La tolerancia a la iglesia volvió con el gobierno de Porfirio Díaz, quien atenuó la aplicación de las leyes de reforma. Tras la revolución de 1910, en la constitución de 1917 se postularon como principios fundamentales la educación laica; la prohibición de formar corporaciones religiosas, de hacer votos y de establecer ordenes monásticas; y la obligación de practicar el culto publico solo dentro de los templos, entre otros aspectos. El gobierno de Plutarco Elías Calles fue sumamente antirreligioso, a grado tal que dio pie a la Guerra Cristera (1926-1929), culminada por un arreglo entre el gobierno y la jerarquía eclesiástica, consistente en no derogar ni aplicar las disposiciones constitucionales en materia religiosa. En los sexenios presidenciales que se sucedieron de 1934 en adelante, la actitud gubernamental fue tolerante en el aspecto religioso. Los preceptos constitucionales que regulan la materia no fueron tocados sino hasta 1992, mediante una reforma a los artículos 3, 5, 24, 27 y 130 constitucionales, que entre otras cosas determinaron que la educación publica fuera laica, que el clero no interviniera en asuntos políticos y que no se acumulan bienes temporales en manos de iglesias o agrupaciones religiosas. El artículo 24 constitucional dispone. Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que mas le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. El congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna. Los actos 112 José Luis SÁENZ DOMÍNGUEZ religiosos de culto público se celebran ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de estos se sujetaran a la ley reglamentaria. VI. LIBERTAD DE CONCIENCIA Y CULTO El artículo 24 contiene dos tipos de libertad: de conciencia y de culto. La primera es la libertad de pensamiento, pero específicamente referida a las ideas religiosas, mientras que la segunda es la manifestación externa de esa libertad. Una religión es una filosofía teológica sustentada en una serie de principios de carácter dogmático, tendientes a lograr la elevación moral de sus adeptos y la salvación del alma. Esta concepción no es obviamente única, considerando que cada religión tiene diferencias muy peculiares. En cambio, el culto se constituye por ceremonias y practicas rituales, que sirven para afianzar los postulados predicados por la doctrina, pero que no son la doctrina misma. La ley reglamentaria del artículo 24 constitucional es la ley de asociación religiosa y culto público, cuyo primer artículo indica que ser trata de un cuerpo legal fundado en el principio histórico de la separación del estado y las iglesias. A la vista de las previsiones del artículo 24 constitucional, el artículo 2 de la mencionada ley expone los derechos y las libertades que en materia religiosa garantiza el estado mexicano: a) Tener o adoptar la creencia religiosa que más le agrade y practicar, en forma individual o colectiva, los actos de culto o ritos de su preferencia. b) No profesar creencias religiosas, abstenerse de practicar actos y ritos religiosos y no pertenecer a una asociación religiosa. c) No ser objeto de discriminación, coacción u hostilidad por causa de sus creencias religiosas, ni ser obligado a declarar sobre las mismas. Los artículos 24 y 130 constitucional establecen circunstancias que aseguran el ejercicio de la libertad del culto: 113 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO a) El congreso no pude dictar leyes que establezcan o prohíban alguna religión, tal como lo marca el segundo párrafo del artículo 24 constitucional. b) El segundo párrafo del artículo 130 de la ley fundamental ordena que sólo el Congreso de la Unión puede legislar en materia de culto público, iglesias y agrupaciones religiosas. c) Según el inciso b) del propio artículo 130, las autoridades no deben intervenir en la vida interna de las asociaciones religiosas; y el inciso d) Del mismo precepto determina que los ministros de los cultos no deben asociarse con fines políticos o partidistas. “Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios”. En cuanto a la libertad de culto, tiene dos restricciones fijadas en el artículo 24 constitucional: a) La profesión de la creencia religiosa que más le agrade al individuo, así como la práctica de ceremonias del culto respectivo, no deben constituir un delito o falta penados por la ley. b) Los actos de culto deben celebrarse ordinariamente en los templos. En casos extraordinarios, la celebración se sujetará a las disposiciones de la ley reglamentaria del artículo 24 constitucional, que es la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público. VII. MARCO REGULATORIO DE LAS ASOCIACIONES RELIGIOSAS El artículo 8 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público impone como deber, para las asociaciones religiosas, ceñirse a los dispuesto por la constitución y las leyes emanadas de ella, y la fracción III 114 José Luis SÁENZ DOMÍNGUEZ del artículo 9 contempla la restricción señalada en el inciso a), al disponer que las asociaciones religiosas tendrán derecho a “realizar actos de culto público religioso, así como propagar su doctrina, siempre que no se contravengan las normas y previsiones de este y demás ordenamientos aplicables”. En relación al inciso b), referente a donde deben celebrarse los actos de culto artículo 21 de la mencionada ley es explícito: Los actos religiosos de culto público se celebran ordinariamente en los templos y solamente podrán realizarse extraordinariamente fuera de ellos, en los términos de lo dispuesto en esta ley y en los demás ordenamientos aplicables. Para saber qué requisitos deben cubrirse a fin de realizar actos culturales extraordinarios fuera de los templos, conviene revisar los requisitos impuestos por el artículo 22 de la ley en comento, del que se desprende que los organizadores de esos deben avisar, por lo menos con quince días de anticipación al evento, a las autoridades federales del Distrito Federal, estatales o municipales competentes. Este aviso contendrá la fecha, el lugar y la hora del acto, junto con el motivo por el que pretende celebrarse. Lo anterior no ocurre en los supuestos establecidos por el artículo 23, a saber: a) La afluencia de grupos para dirigirse a los locales destinados ordinariamente al culto. b) El tránsito de personas entre domicilios particulares con el propósito de celebrar conmemoraciones religiosas. c) Los actos que se realicen en locales cerrados o en aquellos en que el público no tenga acceso. VIII. BIBLIOGRAFÍA BADILLO, Elisa, Los Derechos Humanos en México, Edit. Porrúa, CNDH, México, 2001, Pág. 95,96. BURGOA O. Ignacio, Las Garantías Individuales, Edit. Porrúa, México, 2002, Pág. 411,414. 115 LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MÉXICO 116 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA Eduardo MEDRANO FLORES La democracia es una forma superior de gobierno, porque se basa en el respeto del hombre, como ser racional Autor:John F. Kennedy SUMARIO: I. Introducción. II. Antecedentes Históricos. III. El impulso de las nuevas corrientes democráticas. IV. La Defensa de la Constitución; como Legítima aspiración Democrática. V. La correcta funcionalidad de los sistemas democráticos. VI. Conclusión. VII. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN Sin lugar a dudas uno de los temas que mayor discusión ha generado, ha sido la funcionalidad de un Tribunal Constitucional en el fortalecimiento y evolución de un Sistema Democrático de un país. Tradicionalmente la función jurisdiccional se ha centrado en la aplicación de la norma general al caso concreto y en consecuencia en resolver en forma enérgica, la disputa que en su origen ha sido planteada. Lo cual es correcto, sin embargo, esa es tan solo una visión limitada del ejercicio de la función del Tribunal Constitucional. Si bien es cierto, su esfera de atribuciones se enfoca en decidir las controversias de acuerdo a las leyes que emanan de su propio sistema jurídico, pero también lo es que su naturaleza, es el máximo defensor de los sistemas democráticos de un país. No obstante, cabe cuestionarnos si verdaderamente ¿es todo lo que puede decirse acerca del papel de un Tribunal Constitucional? 117 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA La presente interrogante debe ser respondida en el sentido de que los Tribunales Constitucionales, deben ser instituciones de justicia capaces de ser garantes de los valores intrínsecos que resguardan una Democracia plena, como una forma de establecer puntos de equilibrios entre las relaciones entre los particulares y el propio Estado. En un primer orden, existen razones de carácter histórico para reafirmar el papel activo de los Tribunales Constitucionales en el fortalecimiento y consolidación de los regímenes democráticos. II. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Debe establecerse que la democracia, se ha declarado victoriosa, sobre el esquema Nacional-Socialista, así como también sobre los regímenes fascistas que reinaron durante el siglo XX, causando múltiples desequilibrios a la paz y orden mundiales.1 Es indudable que la experiencia histórica nos ha llevado a reflexionar sobre los diversos sistemas políticos contrarios a los postulados democráticos, pero también la reflexión nos ha conducido a cuestionar la viabilidad de los regímenes de gobierno, basados en la tortura, el miedo y la discriminación. Ante la difícil lección histórica del holocausto, los ciudadanos del mundo, han optado por elegir preferentemente los regímenes de libertades, por encima de los gobiernos totalitarios y absolutistas del pasado. Prueba de ello, fue que a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, un número mayoritario de países se han unido cada vez más a la comunidad de las democracias modernas, al valorar plenamente los beneficios que presenta su incorporación en sus propios sistemas jurídicos contemporáneos. Y lo que es mejor aún, actualmente muchos de los países se encuentran en vías de procesos de democratización de sus instituciones. Tan solo por mencionar un ejemplo vivo y palpable acerca de sus beneficios democráticos, podemos señalar: la protección jurídica de los Derechos Humanos, la transparencia, la rendición de 1 BARACK AHARON.- Un Juez reflexiona su labor: El papel del Tribunal Constitucional en una Democracia. Edición. Suprema Corte de Justicia de la Nación. México 2008. Página 10. 118 Eduardo MEDRANO FLORES cuentas, la clarificación de los procesos de selección, el respeto al derecho al voto. Todos ellos han servido como modelos ideales para la obtención de avances democráticos que los países pueden optar, lo cual implica un progreso significativo en las esferas: sociales, políticas, tecnológicas, económicas, cultura y desde luego en el Derecho. Al estar relacionado el concepto de democracia y los derechos humanos, cobra un sentido particular el avance democrático de cada uno de los países. En este tenor, es conveniente traer a colación el pensamiento de Carl Schmitt al referirse de la democracia: “La mayor parte de las definiciones de democracia hablan de un imperio de la mayoría. Esa mayoría es la de los ciudadanos activos, es decir con derecho a voto. No necesita en sí misma ser ni la mayoría de los súbditos del Estado, ni la mayoría de los habitantes de su territorio. Moderadamente se ha añadido, sin embargo, que no baste con que “impere” la mayoría de los ciudadanos activos, sino que, además es preciso que tengan derechos ciudadanos la gran masa de la población. No debe ser suficiente con que se decide por mayoría dentro de una minoría que tiene a su disposición una masa entes privadas de derechos o de esclavos”.2 III. EL IMPULSO DE LAS NUEVAS CORRIENTES DEMOCRÁTICAS Los ideales democráticos poco a poco deben de ir permeando cada uno de los diversos sectores de la sociedad hasta alcanzar la cristalización de los esfuerzos por obtener una mejor sociedad. Al margen de las consideraciones anteriores, los Tribunales Constitucionales juegan un papel importante en la democratización de las instituciones, pero sobre todo en mantener vigentes los valores y principios que tutelan y salvaguardan los Derechos fundamentales. Por ese motivo deben ser considerados a todas luces como la piedra angular del desarrollo de las 2 CARL SCHMITT, Teoría de la Constitución. Página 260. México. 2008. 119 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA naciones, porque emiten una serie de directrices y lineamientos a cumplir por parte del Estado Constitucional de Derecho. Cabe aclarar que su función no se enfoca únicamente en la defensa de una democracia formal, sino también en una democracia sustantiva, que se traduce en el respeto a los Derechos Humanos. Esa es precisamente una de las grandes enseñanzas claves del holocausto, el pueblo a través de sus representantes, pudo destruir la democracia y en consecuencia los derechos humanos del pueblo judío. A partir de esa experiencia, todos los países del orbe aprendimos que los derechos humanos son el núcleo de cualquier democracia sustantiva. Lo cierto es que la protección jurídica de los Derechos Humanos, -así como de todo individuo o grupo minoritario-, no se puede quedar solo en manos del legislativo o del Ejecutivo, quienes por su naturaleza política, reflejan una decisión de las mayorías. En consecuencia se retoma la interrogante formulada en líneas anteriores, ¿si la función de un Tribunal Constitucional en una democracia, representa tan solo la aplicación de la ley al caso concreto? Obviamente que no, su función se engloba en establecer pesos y contrapesos a los intereses de las mayorías. En este tenor la defensa de la dignidad de los seres humanos, siempre debe estar presente en las mentes de los ministros, a pesar de las corrientes políticas o sociales dominantes, que en contrario pudieran colisionar con los Derechos fundamentales, ya que ha quedado plenamente demostrado que las mayorías pueden estar equivocadas. Es decir a todo ser humano nos preocupa que en cualquier momento, una democracia se vuelva incontrolable y que el poder desenfrenado obstaculice la operatividad de las instituciones democráticas del país. Bajo las consideraciones anteriores, puede válidamente afirmarse que los Estados Democráticos, exigen la existencia y operatividad de un régimen de libertades que permitan al individuo, poner a su alcance un número de posibilidades de elección para su buen desarrollo. De lo expuesto es acorde afirmar que: “La democracia reclama por lo tanto, la protección de al menos de aquellas libertades que el pueblo necesita para la libre formación de su voluntad, esto es de aquellos derechos 120 Eduardo MEDRANO FLORES fundamentales que articulan el proceso de la libre formación de la opinión en lo que concierne a las decisiones políticas”. 3 Al margen de la defensa activa de los valores democráticos, se encuentra vinculado, el deber de todo Estado de investigar cualquier tipo de violaciones a los derechos fundamentales. El Estado por sí mismo al signar tratados Internacionales en la materia, se obliga en el cumplimiento irrestricto de las diversas disposiciones contenidas en los Pactos y Convenios Internacionales. El interés en tutelar y proteger derechos humanos, ha permeado a los Juzgadores del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, al asentar en distintos criterios internacionales lo siguiente: “El deber de investigar. La obligación de investigar, debe cumplirse con seriedad, y no como una simple formalidad condenada de antemano a ser infructuosa. La investigación que el Estado lleve a cabo en cumplimiento de ésta obligación, debe tener sentido y ser asumida por el mismo como un deber jurídico propio y no como una simple gestión de intereses particulares, que dependa de la iniciativa procesal de la víctima o de sus familiares o de la aportación privada de elementos probatorios, sin que la autoridad pública busque efectivamente la verdad.”4 Desde luego al visualizar el contexto internacional, la democracia, debe tener un pleno entendimiento con la naturaleza de la actividad jurisdiccional. Como Tribunal Constitucional, tiene el deber ineludible de exigir el deber de investigar de cada uno de los Estados. Dicho en otras palabras, los Juzgadores deben de estar conscientes de la tensión que existe entre la necesidad de proteger al Estado y los derechos de los individuos. Esta tensión puede intensificarse y puede volverse cada vez más pronunciada en los momentos más agudos de crisis. Inevitablemente por las circunstancias imperantes de inseguridad, pueden ser propicias para forzar los fallos inclinando la balanza hacia determinados intereses. Es precisamente en estos momentos, cuando el Tribunal Constitucional, 3 GORLITZ, AXEL. Diccionario de Ciencia Política. Madrid, 1980. Pp. 126 a 127. Resolución emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Villagrán Morales y Otros. Caso: los niños de la calle. Página 226. 4 121 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA tiene la valiosa oportunidad emitir sus resoluciones atendiendo exclusivamente a la fuerza del derecho y al valor de la legitimidad del Estado. Es de esta manera cuando se cumple a cabalidad, la defensa legítima de la democracia a través de las resoluciones acertadas de un Tribunal Supremo. IV. LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN; COMO LEGÍTIMA ASPIRACIÓN DEMOCRÁTICA Por otra parte no debemos olvidar que la debida funcionalidad de un Tribunal Constitucional en un esquema democrático, lo es la defensa inherente de la Constitución como norma suprema. Si queremos conservar un sistema democrático, este debe ser resguardado invariablemente por un Modelo Constitucional de Derecho. La Constitución es una formula declarativa que no es propia de un orden normativo, apunta como elementos definitorios: “considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida, fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. 5 Desde luego no podemos partir de la base que la democracia es un producto acabado, por el contrario bajo ninguna condición o hipótesis, podemos dar por sentada su permanencia, sino que debemos luchar diariamente por vivirla y desde luego edificarla habitualmente en cada una nuestras acciones para su exacta observancia. A modo de guisa, podemos invocar la opinión de Aharon Barak, Presidente del Tribunal Constitucional Israelí al resaltar que: “La lucha por el Derecho es incesante. La necesidad de cuidar el Estado de Derecho existe en todo momento. Los árboles que hemos nutrido por años pueden ser arrancados de tajo con el golpe de un hacha. Nunca debemos relajar la protección del Estado de Derecho. Todos nosotros –todas las ramas de gobierno-, todos los partidos y 5 ARTEAGA NAVA. Derecho Constitucional. Tercera Edición. Editorial Oxford. University press. 2010. 122 Eduardo MEDRANO FLORES facciones, todas las instituciones- debemos proteger a nuestra joven democracia. Esta función protectora recae en el Poder Judicial en general, y en el Tribunal Constitucional en particular. Una vez más los jueces de esta generación, estamos encargados de cuidar nuestros valores básicos y proteger de aquellos que los desafían.” 6 V. LA CORRECTA FUNCIONALIDAD DE LOS SISTEMAS DEMOCRÁTICOS DE DERECHO Tomando en consideración los razonamientos que anteceden, la democracia constitucional no puede ser un obstáculo para el buen desempeño de las instituciones, sino que -por su propia y especial naturaleza-, la democracia debe ser concebida como una causa generadora del reconocimiento de los principios y valores básicos de justicia subyacentes a la igualdad y a la tolerancia. Por ese motivo, la democracia no puede ser entendida solamente con el concepto tradicional al referirse únicamente a la elección del gobierno de las mayorías, porque su alcance es limitativo y restrictivo, lo correcto es que el término sea enfocado de una manera más integral, es decir a través de la conformación de instrumentos eficaces al servicio de la dignidad humana. De tal suerte que la democracia al ser concebida de una manera integral y desde luego al ser emprendida con una madurez política, traerá resultados positivos inmediatos que podrán ser palpables a todas luces, en virtud de la estricta observancia de los derechos del ciudadano. Por el contrario, cuando la operatividad de un sistema democrático, no lograr brindar una mayor efectividad en la cubertura de los derechos fundamentales, ni tampoco llega a resolver los conflictos que formalmente le son planteados a los órganos de Estado, podemos arribar a la conclusión que el aparato institucional del Estado, tiene serias fallas e inconsistencias en su estructura y en su forma de abordar los problemas 6 BARACK AHARON.- El papel del Tribunal Constitucional en una Democracia. Edición. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Página 15 123 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA sociales. Sin embargo, no todo está perdido son los propios valores democráticos quienes ofrecen una respuesta clara y efectiva: La democracia debe ser constantemente evaluada, ya que si no brinda los resultados deseados en los individuos, las técnicas democráticas otorgan la oportunidad de perfeccionarse hasta lograr la obtención de los resultados deseados. VI. CONCLUSIÓN Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que uno de las funciones más importantes de todo Tribunal Constitucional es la defensa de la Democracia. Estimo que cada caso que sea planteado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, éste deberá de ser abordado desde una perspectiva superior tendiendo como eje central las bases democráticas del país, ello implica que los Ministros deben de abordar su planteamiento, su análisis, su discusión y desde luego su argumentación para fortalecer el sistema constitucional democrático, solo de esta manera sus resoluciones serán emblemáticas, porque su argumentación tendrá un nivel mayor y sus respuestas tendrán el peso de la razonabilidad democrática, basada en la protección de derechos. Lo cierto es que a la par de las autoridades domésticas o de Derecho interno que defienden y resguardan los valores democráticos, existen los Tribunales internacionales que son los encargados de vigilar el cumplimiento de las obligaciones internacionales en el marco de respeto y goce de los derechos humanos. En un sentido general, podremos válidamente concluir que los Sistemas Democráticos de Derecho tienen una gran responsabilidad con sus ciudadanos al tutelar y salvaguardar el régimen de libertades. Desde luego al existir algún tipo de pugna o colisión entre derechos expresamente reconocidos en las normas nacionales, serán los Tribunales Constitucionales los encargados de resolver la controversia, tendiendo como eje fundamental el fortalecimiento integral de los procesos democráticos del país. 124 Eduardo MEDRANO FLORES VII. BIBLIOGRAFÍA ARTEAGA NAVA. Derecho Constitucional. Tercera Edición. Editorial Oxford. University Press. 2010. BARACK ARHON.-El papel del Tribunal Constitucional en una Democracia. Edición. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Página 10. CARL SCHMITT, Teoría de la Constitución. Editorial Oxforf. 2008. México. GORLITZ, AXEL. Diccionario de Ciencia Política. Madrid, 1980. LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Un cuarto de siglo 1979-2004. Jurisprudencia Internacional. 2004. SITIOS DE INTERNET Página de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). www.un.org/ Página de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. www.corteidh.or.cr/ Página de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. www.cidh.org/ Página de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. www.cndh.gob.mx 125 EL PAPEL DE UN TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN UNA DEMOCRACIA 126 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL Jaime A. ACEVEDO BALCORTA 1 SUMARIO: I. Introducción. II. Requisitos literales del pagare. Problemática. III. Los intereses en los títulos denominados “Pagaré”. IV. Conclusiones. V. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN Como es sabido, el pagaré suele definirse como el título a la orden, de crédito, singular, de inversión, principal y abstracto, mediante el cual una persona llamada suscriptor, promete pagar a otra llamada beneficiario o tomador, incondicionalmente, una cantidad determinada de dinero, en el plazo establecido en el documento o por la ley2. La versatilidad de éste documento y su gran aceptación en la práctica mercantil mexicana, se están viendo afectadas por interpretaciones inadecuadas ante una regulación legal desactualizada e insuficiente derivada de la rigidez que la literalidad imprime a éste tipo de documentos, y en forma parcial a favor de los acreedores cambiarios, lo que provoca un importante desequilibrio en perjuicio ordinario del o los deudores cartulares. Por ello, en éste artículo examinaré algunas cuestiones que me parecen muy interesantes y que son de acaecer cotidiano: los pagares seriados con vencimientos sucesivos; y, los intereses o réditos usurarios en dichos documentos. 1 Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Acevedo Balcorta Jaime. Títulos valores y operaciones de Crédito. Supremo Tribunal de Justicia del Estado y Universidad Autónoma de Chihuahua. Tercera Edición. México 2005. Pág. 25. 2 127 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL II. REQUISITOS LITERALES DEL PAGARE. PROBLEMÁTICA Los artículos 1 y 14 de la LGTOC establecen con meridiana claridad que los títulos de crédito son cosas mercantiles que consignan actos absolutamente comerciales, y que, para que alcancen los efectos y privilegios que el propio ordenamiento otorga a sus titulares, deben reunir los requisitos y menciones que señala la ley. Así, conforme al artículo 170 de la LGTOC, el pagaré debe contener: 2.1. La mención de ser pagaré, inserta en el texto del documento. Al igual que en la letra de cambio, esta cláusula debe entenderse en forma sacramental, de manera que no se permite la utilización de equivalentes. Los tribunales de amparo han señalado en algunas ejecutorias que es indistinto que el vocablo se emplee como verbo o como sustantivo, en singular o en plural, tesis que resultan a nuestro juicio muy discutibles dada la sacramentalidad de la mención de “ser pagaré”, que sin duda es un sustantivo singular. Los tribunales de amparo han sido muy laxos en la interpretación de este requisito, pues por una parte permiten que la expresión de “ser pagaré” se emplee como verbo o como sustantivo, a pesar de que la redacción legal no deja lugar a dudas en el sentido de que está siendo empleado ontológicamente3, esto es como la designación que se da a la cosa mercantil en términos del artículo 1 de la LGTOC, llamada “pagaré”, y no conforme con ello, ha permitido que se emplee en plural, mediante el uso de la palabra “pagaremos”, conculcando con ello el principio de literalidad que rige en materia de títulos crediticios, los que para surtir los efectos previstos en la ley, deben contener las menciones que la ley establece, so pena de no surtir los efectos privilegiados que la ley establece para los titulares de esos documentos. Las tesis aisladas a que aludimos son las siguientes: 3 Técnicamente, la ontología es el estudio del ente en tanto que ente; o en términos más sencillos, el estudio del ser. Ente es todo aquello que tiene ser: los objetos físicos, los psíquicos, los meramente imaginados o pensados... La ontología estudia los seres en la medida en que participan del ser, igual que la biología estudia los seres vivos pero en la medida en que tienen vida. Es la disciplina filosófica más importante. Las dos cuestiones fundamentales de la ontología son en qué consiste el ser y cuáles son los seres o géneros de seres más importantes. http://www.e-torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Ontologia.htm Consulta 25 de septiembre de 2012. 128 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA PAGARÉS, INTERPRETACIÓN DE LA PALABRA “PAGARÉ” EN LOS. La exigencia que previene la fracción I del artículo 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, al establecer que el pagaré deberá contener “la mención de ser pagaré, inserta en el texto del documento”, debe entenderse en el sentido de que tal título de crédito contenga inserta la contraseña formal, por medio de la cual se vea claramente la intención del suscriptor de crear, precisamente, un documento cuya naturaleza traiga aparejada ejecución. Por lo tanto, si en el título de crédito en cuestión existen equivalentes que sustituyan la mención, denotando claramente la intención de crear una obligación que traiga aparejada ejecución, que establece la certeza por parte del obligado (suscriptor), de crear un documento formal, solemne, como lo es el pagaré, es posible jurídicamente el empleo de tales equivalentes. En esas condiciones, es evidente que se está en lo correcto al estimar que la palabra “pagaremos”, inserta en el documento de crédito en cuestión, reúne los requisitos exigidos por la fracción I del artículo 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, puesto que siendo el propósito fundamental de la mención de ser pagaré, la de eliminar la posibilidad de confusión con respecto a otra clase de títulos de crédito, tales como la letra de cambio o el cheque, y, por ende, precisar y asegurar su claridad e interpretación, es evidente que lo verdaderamente sacramental, lo constituye precisamente la expresión “pagaré”; no siendo admisible el concebir que la ley llegue al extremo de exigir la estricta inclusión de determinadas palabras, pues no es posible dejar de advertir, que pudiendo emplearse la palabra “pagaré”, en dos sentidos, como sustantivo o como verbo, es lógico, como en la especie, el uso de la palabra pagaré, como verbo, cuyo empleo satisface no solo el requisito de utilizar la palabra sacramental, sino de hacer la promesa incondicional de pagar una determinada cantidad de dinero, la cual se consigna en el pagaré. (Séptima época, registro: 249964, instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, tesis aislada, fuente: 129 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL Semanario Judicial de la Federación, 169-174, sexta parte, materia(s): civil, p. 241).4 PAGARÉ. CUANDO NO SE ELABORE EN UN FORMATO COMERCIAL, SINO EN UNA HOJA SIMPLE EN LA QUE SE ASIENTE LA EXPRESIÓN “RECONOCEMOS Y PAGAREMOS INCONDICIONALMENTE”, ELLO CUMPLE CON LA FÓRMULA SACRAMENTAL QUE EXIGE EL ARTÍCULO 170, FRACCIÓN I, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO.5 Si bien es cierto que en términos del artículo 170, fracción I, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, la mención de ser “pagaré”, inserta en el texto del documento constituye la frase sacramental de la que no puede adolecer, ya que tiene como finalidad distinguirlo del resto de los títulos de crédito que reconoce la ley, como el cheque o la letra de cambio; también lo es que esa exigencia legal no puede limitar su uso únicamente a la expresión “pagaré”, ya que si se toma en cuenta que su denominación proviene de la promesa escrita por la cual una persona se obliga a pagar, por sí misma, una suma determinada de dinero (lo que se traduce en la promesa incondicional de pago), en ese sentido es claro que la expresión “pagaré”, puede utilizarse como sustantivo o como verbo. Por ello, si del propio documento se obtiene que quienes lo suscribieron fueron dos personas, en el que la primera lo hizo como deudor principal y, la segunda, como aval, ello denota que ambos se obligaron a cubrir la cantidad de dinero ahí estipulada. En ese tenor es válido concluir que aun cuando no se haya elaborado en un formato comercial, sino en una hoja simple, en la que se asentó “reconocemos y pagaremos incondicionalmente”, tal oración cumple con la fórmula sacramental que exige el citado numeral 170, fracción I, pues la expresión gramatical “pagaré” se utilizó en plural y como verbo al asentarse “pagaremos”, por lo que, en ese 4 IUS 2011. Edición electrónica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en CD-ROM de Jurisprudencia y tesis aisladas. 5 IUS 2011. Todas las referencias de tesis y jurisprudencia, se localizan en ésta obra. en su versión CD ROM, o USB. 130 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA sentido, indiscutiblemente se está ante la presencia de un título de crédito, en la especie “pagaré”. (Novena época, registro: 168081, instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, tesis aislada, fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXIX, enero del 2009, materia(s): civil, tesis: VI.1o.C.116 C, p. 2783). Hay que poner en relieve que estas tesis contradicen implícitamente a la tesis de jurisprudencia que dice: “LETRAS DE CAMBIO. EL PRINCIPIO DE LITERALIDAD EXIGE LA INCLUSIÓN DE ESAS PALABRAS EN SU TEXTO. Atendiendo al principio de la literalidad de los títulos-valor, deben incluirse necesariamente los vocablos “Letra de Cambio” en los títulos de crédito de que se trata, ya que de acuerdo con el artículo 76, fracción I, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, en dichos documentos se estableció el carácter literal del derecho que a ellos se incorpora, porque su eficacia para engendrar derechos y obligaciones depende exclusivamente del elemento formal de la escritura como causa eficiente de la relación jurídica contractual, pues la declaración literal estampada en el título, será la pauta y medida de la obligación del que lo suscribe y constituye el rasgo característico que señala la doctrina cuando habla de la literalidad; además, porque el propio legislador cuando quiso admitir fórmulas equivalentes cuidó de decirlo expresamente, como lo demuestran los artículos 34, in fine, 35, 36, 111 y 141 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. (Contradicción de tesis 5/89. Entre las sustentadas por el Tercero y el Cuarto Tribunales Colegiados en Materia Civil del Primer Circuito, 9 de octubre de 1989, cinco votos, ponente: Salvador Rocha Díaz, secretario: Jorge Estrada Méndez)”. Y esto es así, porque en éste caso, a nuestro juicio en forma correcta, la cláusula cambiaria es sacramental e insustituible, como lo enseña gran parte de la doctrina mexicana. 2.2. La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero.- El ofrecimiento de hacer el pago ha de referirse precisamente a 131 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL una cantidad determinada de dinero, la cual, como sabemos, puede estar expresada en moneda nacional o extranjera, o en unidades de inversión, según el decreto de su creación.6 Este elemento distingue al pagaré del “vale”, pues mientras el primero tiene por objeto una suma de numerario, el objeto del segundo son cosas o mercancías distintas al dinero. A diferencia de la letra de cambio, la ley autoriza que en el pagaré se pacten intereses, sean ordinarios (por la utilización del capital ajeno) o moratorios (como sanción por el incumplimiento en el pago), lo que no desvirtúa en forma alguna el requisito de que el pagaré consigne una “suma determinada de dinero, pues tal determinación se efectúa al momento de hacerse el pago mediante simples operaciones aritméticas (art. 174 LGTOC). Sobre éste tema, volveremos mas adelante para examinar la legitimidad del pago de intereses usurarios pactados en un título de crédito. 2.3. El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago.- El pagaré es un título a la orden, de manera que por disposición expresa de la ley, no puede suscribirse al portador. 2.4. La época y lugar de pago.- El pagaré tiene las mismas formas de vencimiento que la letra de cambio, es decir, a la vista, a cierto tiempo de visto, a cierto tiempo fecha y a día fijo, en términos del artículo 174 en relación con el 79 de la ley cartular. Sin embargo, el vencimiento “a cierto tiempo vista” no puede darse en esta clase de títulos, toda vez que el pagaré se traduce en una manifestación unilateral de la voluntad merced a la cual el suscriptor se obliga al pago del documento, y por ende no existe un tercero a quien pueda presentársele para su aceptación como en el caso de la letra de cambio, en cuya creación interviene el girado, figura que no se presenta en el pagaré. Si en esta forma de vencimiento el plazo comienza a correr desde la fecha de la aceptación hecha por el girado, resulta lógico que la ausencia de este elemento personal determine la imposibilidad jurídica de 6 Decreto por el que se establecen las obligaciones que podrán denominarse en Unidades de Inversión y reforma y adiciones diversas disposiciones del Código Fiscal de la Federación y de la Ley del impuesto sobre la Renta. Diario Oficial de la Federación del 1 de abril de 1995. 132 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA que se produzca esta especie de vencimiento en títulos que, como el pagaré, carecen de girado-aceptante. Al igual que en la letra, la ley no permite otras formas de vencimiento y las reglas comentadas a propósito de aquel título, son aplicables al pagaré, por lo que en este tópico nos remitimos a ellas. En éste punto, queremos llamar la atención en el sentido de que los Tribunales de Amparo han venido a crear una quinta forma de vencimiento de los títulos de crédito, sin mayor análisis o reflexión que lo justifique. Nos referimos al caso específico de los “PAGARES EXPEDIDOS EN SERIE CON VENCIMIENTOS SUCESIVOS. PARA QUE OPERE EL VENCIMIENTO ANTICIPADO DE LOS RESTANTES POR FALTA DE PAGO DE UNO O MAS DE ELLOS, SE REQUIERE QUE CONTENGAN LA CLÁUSULA QUE ASÍ LO ESTABLEZCA. De conformidad con el principio de literalidad que rige la eficacia de los títulos de crédito, contenido en los artículos 5o. y 17 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, el derecho de crédito está incorporado al documento, de tal forma que lo escrito en su texto es lo que constituye el derecho del acreedor, mientras que el suscriptor se compromete en los términos redactados como única medida y alcance de su obligación; por tal motivo, si el compromiso del suscriptor de una serie de pagarés con vencimientos sucesivos, es que ante la falta de pago de uno o más de ellos, opere el vencimiento anticipado de los restantes y, en consecuencia, que sean exigibles a la vista, es necesario que tal circunstancia conste en el texto de todos y cada uno de dichos títulos valor, esto es, que se inserte una cláusula en la que se establezca que el pagaré forma parte de una serie de determinado número de documentos, y que la falta de pago de uno o más de ellos dará lugar al vencimiento anticipado de los que le sigan, haciéndose pagaderos a la vista. Ello es así, porque de no estar inserta dicha cláusula, el vencimiento de cada pagaré se dará conforme a la fecha de vencimiento que contenga, atento el referido principio de 133 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL literalidad, sin que sea óbice a esto último lo dispuesto por el artículo 79 de la mencionada ley, en cuanto señala que "Las letras de cambio ... con vencimientos sucesivos, se entenderán siempre pagaderas a la vista por la totalidad de la suma que expresen.", pues tal disposición no resulta aplicable a los pagarés emitidos en serie, sino sólo respecto de aquellas letras de cambio o pagarés, en los cuales en un solo documento se establece un beneficiario y una suma determinada de dinero a pagar, pero se pactan diversas fechas para efectuar varios pagos parciales o amortizaciones por la cantidad total que representa, en cuyo caso se entiende que no son aplicables las fechas convenidas para efectuar los pagos parciales, sino que se trata de un documento pagadero a la vista.” 7 Esta tesis de jurisprudencia por unificación de criterios, autoriza un vencimiento anticipado cuando los pagarés u otros títulos cuya naturaleza lo permita, cuando dejare de pagarse uno o mas de la serie. Así, v.gr. los pagares 1/6, 2/6, 3/6, 4/6, 5/6, 6/6, que son seriados, se vencerán conjuntamente al incumplirse con el pago de cualquiera de ellos. Al examinar los antecedentes jurisprudenciales y de criterios sustentados por los Tribunales Federales de Amparo, no encontramos previsión expresa que estudiara o explicara la admisión de ésta forma de vencimiento condicionada, pues evidentemente no está en la LGTOC que, como vimos solo admite cuatro (a la vista, a cierto tiempo vista, a cierto tiempo fecha y a día fijo), y ésta sería una quinta8, lo que atenta contra los principios rectores de los títulos de crédito, particularmente en el caso del pagaré. Adicionalmente al hecho de que ésta forma de vencimiento no está prevista por la ley, y cuya admisión por los tribunales es desacertada, mediante la fórmula en estudio se somete a condición el vencimiento de los pagarés posteriores al primero, pues si se contiene la cláusula de que la falta de pago de cualquiera de ellos, dará lugar a que se tengan por vencidos los que le sigan en número. Por consiguiente, los 7 IUS número 188782. Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En el mismo sentido el jurista mexicano Fernando Flores Pérez. http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoPrivado/2/jyr/jyr18.pdf Consultado el 24 de septiembre de 2012. 8 134 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA pagarés así redactados atentan contra el texto expreso de los artículos 79 y 174 de la LGTOC, así como contra el tenor de la fracción III del 76 y II del 170 de la ley en consulta, pues se somete el vencimiento de los ulteriores letras y pagarés de la serie, a una condición para su pago, de suerte que dejan de contener la orden incondicional de pagar en determinada fecha, en el primer caso; y la promesa incondicional de pagar en cierto tiempo, en el segundo, por lo que en rigor, no pueden surtir efectos como títulos de crédito, o en forma mas flexible, debe entenderse que vencen a la vista, y no en forma sucesiva. Por ello, nos permitimos señalar que las tesis de jurisprudencia que dan por sentada la legalidad de tal cláusula en los títulos con vencimientos sucesivos, sujetos al incumplimiento de alguno de ellos, corrijan el rumbo para orientar adecuadamente la interpretación de la norma, pues el artículo 79 de la LGTOC es muy claro cuando prohíbe ésta forma de vencimiento, que es distinta a las autorizadas por el citado ordenamiento, lo que conduce a la conclusión de que los pagares seriados cuyo vencimiento se condiciona al incumplimiento de cualquiera de los anteriores títulos, debe entenderse a la vista. Luego, debe entenderse, como en algunas tesis lo han hecho las autoridades jurisdiccionales, que se trata de títulos a la vista, y que por ende, el tenedor cuenta con seis meses para su presentación para su pago o aceptación en su caso contados a partir de su giro o suscripción; y a partir de los cuales comenzará a correr el plazo para el ejercicio de las acciones cambiarias respectivas. Desde el punto de vista práctico, la fórmula de vencimiento anticipado en títulos seriados es muy conveniente en el mercado del crédito y documentación inherente, por lo cual es menester darle una acogida legal más acertada, sea mediante una interpretación legal que permita su admisión justificada en el orden jurídico vigente, sea mediante la reforma legal pertinente que, hoy por hoy, lo último nos parece lo mas propio. Aquí encontramos asimismo, la problemática de la que he denominado “fecha imposible”, que es aquella que asentada como de vencimiento del pagaré, no ha de llegar, como el 31 de abril o de septiembre, meses que 135 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL solo tienen treinta días. Al respecto, los Tribunales de Amparo han pretendido resolver el problema con criterios muy rígidos en beneficio del acreedor, al decir en tesis aislada: “TITULOS DE CREDITO. SEÑALAMIENTO PARA SU VENCIMIENTO EL DIA TREINTA Y UNO CUANDO EL MES SOLO CONSTA DE TREINTA. Aun cuando en un pagaré se señale como fecha de vencimiento el día treinta y uno de un mes, resultando inexistente esa fecha por traer ese mes sólo treinta días, lo cierto es que el artículo 79 de la ley de títulos, aplicable al pagaré por reenvío del diverso artículo 174 de la misma ley, establece que la letra de cambio puede ser girada a la vista, a cierto tiempo vista, a cierto tiempo fecha y a día fijo, y que las letras de cambio con otra clase de vencimiento o con vencimiento sucesivo, se entenderán siempre pagaderas a la vista por la totalidad de la suma que expresen; por lo que habiéndose señalado en el documento un vencimiento distinto a los indicados en las cuatro fracciones del artículo 79 citado, se entiende pagadero a la vista. Es verdad que el tratadista Joaquín Rodríguez y Rodríguez, en el tomo primero de su obra "Derecho Mercantil", página 303, cuarta edición, dice que: "La época de vencimiento ha de referirse a una fecha posible y cierta, de tal modo que la expresa indicación de una fecha de vencimiento imposible o incierta determinaría la nulidad de la letra"; sin embargo, tal interpretación está en contra de lo expresamente señalado por el citado artículo 79 de la ley de títulos, que establece en términos generales que la letra de cambio con otra clase de vencimiento, incluyendo desde luego el imposible e incierto, se entiende pagadera a la vista, todo ello por aplicación del principio de derecho de que donde la ley no distingue no se deben hacer distinciones; siendo más aceptable la opinión del tratadista Felipe de J. Tena, quien en su "Derecho Mercantil Mexicano", página 481, cuarta edición, sostiene que "si el girador se vale de alguna otra forma distinta de las anteriores, o la omite en absoluto, no 136 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA será nula la letra de cambio, pues se entenderá pagadera a la vista."9. Sin embargo, el hecho de que en el pagare no se encuentre plasmado el día del vencimiento por no existir éste nominalmente expresado, debe aplicarse, por remisión equiparada localizada en el artículo 174 de la LGTOC, el artículo 80 del mismo ordenamiento en la parte que dice: “Una letra de cambio…vence el día correspondiente al de su otorgamiento o presentación del mes en que debe efectuarse el pago. Si éste no contuviere día correspondiente al del otorgamiento o presentación, la letra vencerá el último del mes…” Luego, si lo que le falta al pagaré en cuestión es el día del mes, puesto que éste y el año si aparecen, debe aplicarse en la forma interpretada, el artículo 80 de la LGTOC, y no el 79 como lo apunta la tesis indicada; sin que pase inadvertido que ésta forma de aplicar el artículo 80, es mas ajustada, a la notoria intención del obligado que suscribió el documento. Por lo que hace al lugar de pago, si se omitiere en el título, se tendrá como tal el domicilio del suscriptor (art. 171 LGTOC). Si se tratare de pagaré domiciliado, este deberá ser presentado para su pago a la persona indicada como domiciliatario, y si no se hubiere señalado el nombre de este, al suscriptor mismo, en el domicilio indicado en el título (art. 173 LGTOC). Si se tratare de pagaré domiciliado, este deberá ser presentado para su pago a la persona indicada como domiciliatario, y si no se hubiere señalado el nombre de este, al suscriptor mismo, en el domicilio indicado en el título (art. 173 LGTOC). 2.5. La fecha y el lugar en que se suscribe el documento.Sabemos que la fecha es importante para determinar si el suscriptor era o no capaz al momento de signar el título. La omisión de estos requisitos puede originar la ineficacia del documento como título valor. 9 IUS 2011. Séptima Época, Registro: 241909, Instancia: Tercera Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, 52 Cuarta Parte, Materia(s): Civil, Tesis: Página: 51 137 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL 2.6. La firma del suscriptor o de la persona que firme a su ruego o en su nombre.- Las reglas que sobre este particular se estudian en relación con la letra de cambio10, son aplicables al pagaré en lo conducente, por lo que, por obvio de repeticiones, nos remitimos a ellos. III. LOS INTERESES EN LOS TÍTULOS DENOMINADOS “PAGARÉ”. Es sabido que en los pagarés, existe la posibilidad de que el suscriptor se obligue a pagar intereses al tenedor legitimado en el documento, sean ordinarios por el uso del crédito implícito en el título y/o moratorios como sanción por el incumplimiento oportuno del pago del adeudo. También resulta conocido el criterio de los Tribunales de Amparo que establecen la posibilidad de que el suscriptor se obligue a pagar simultáneamente ambas clases de interés, haciendo así mas oneroso el adeudo a su cargo, y que éstas prácticas están plenamente legitimadas por los Tribunales de Amparo, en sendas tesis como lo es la J/29/2000, sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, localizable en el registro IUS 190896: “INTERESES ORDINARIOS Y MORATORIOS EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL. COEXISTEN Y PUEDEN DEVENGARSE SIMULTÁNEAMENTE. El artículo 362 del Código de Comercio señala que los deudores que demoren el pago de sus deudas, deberán satisfacer, desde el día siguiente al del vencimiento, el interés que para ese caso se encuentre pactado en el documento y que a falta de estipulación, el interés será del seis por ciento anual; por su parte, los artículos 152, fracción II y 174, párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito refieren, el primero, a la acción que se ejerce por incumplimiento de pago del documento base y determina que los intereses moratorios se fincan al tipo legal establecido para ello, a partir del día de su vencimiento y, el segundo, a las opciones para 10 Acevedo Balcorta. Op. Cit. P. 48 138 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA la determinación del interés moratorio del documento cuando no se encuentre expresamente estipulado en el mismo o cuando éste se encuentra preestablecido. Esto es, los referidos numerales en ningún momento disponen que los intereses ordinarios y moratorios no pueden coexistir y aunque en ellos se indica a partir de cuándo habrá de generarse el interés moratorio, no se señala que con ese motivo deban dejar de generarse los intereses normales. En estas condiciones y tomando en consideración que los intereses ordinarios y moratorios tienen orígenes y naturaleza jurídica distintos, puesto que mientras los primeros derivan del simple préstamo e implican la obtención de una cantidad como ganancia por el solo hecho de que alguien otorgó a otro una cantidad en dinero que éste necesitaba para satisfacer sus propias necesidades; los segundos provienen del incumplimiento en la entrega de la suma prestada y consisten en la sanción que se impone por la entrega tardía del dinero de acuerdo con lo pactado en el contrato, debe concluirse que ambos intereses pueden coexistir y devengarse simultáneamente, desde el momento en que no es devuelta la suma prestada en el término señalado y por ello, recorren juntos un lapso hasta que sea devuelto el dinero materia del préstamo”. Con independencia de las observaciones que pudiéramos hacer a la tesis trascrita, en cuanto a la naturaleza y coexistencia de los intereses ordinarios y moratorios, me parece pertinente advertir que implican una forma de usura, de aprovechamiento del acreedor sobre el deudor cuando se reclaman en forma coetánea, pero la usura o desproporción de los intereses pactados en el pagaré a que nos queremos referir, es al mero acuerdo entre el suscriptor y el beneficiario que genera la obligación de aquel de pagar intereses a tasas desmesuradas respecto a las prevalecientes en el mercado, y que es posible determinar con base en los indicadores económicos que se traducen en una serie de variables que ejercen gran influencia en el desarrollo económico financiero de un 139 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL país, muchos de los cuales el Banco de México proporciona, tales como CETES, CPP11, TIIE, UDIS, entre otros. En nuestro medio es frecuente encontrar personas que se dedican al préstamo con interés, lo cual es sabido de todos. Las casas de empeño, los centros comerciales, sociedades financieras e instituciones de crédito, entre otras, suelen cobrar intereses desproporcionados a sus clientes quienes al contratar recibieron información incompleta de las condiciones del contrato, a través de la figura del “CAT INFORMATIVO”1213, que suele ser distinto del real. No obstante ello, se privilegia el principio de autonomía de la voluntad en su máxima expresión, y se ha dicho que el deudor sí conocía los términos y condiciones del contrato que suscribió para recibir el préstamo de dinero, cuando en muchas ocasiones es menester la intervención de contadores públicos para desentrañar las variadas fórmulas que se emplean en los contratos para el cálculo de los intereses; luego, no es exacto afirmar que el deudor o acreditado sabía, en todos los casos, lo que firmaba. Suele invocarse el “dolo bueno” del comerciante que otorga el crédito para justificar su irregular conducta. Por otra parte, los Tribunales de Amparo han protegido el principio de autonomía de la voluntad en forma sistemática, como se lee en el registro IUS 215955, que dice: “INTERESES MORATORIOS PACTADOS EN EL PAGARE, POR EXISTIR DISPOSICIONES EXPRESAS Y DE EXACTA APLICACION, NO ES SUPLETORIA LA LEY CIVIL COMUN A LA MERCANTIL TRATANDOSE DE. Tratándose de intereses moratorios pactados en los títulos mercantiles, no es supletorio el Código Civil local, en razón de que versa respecto a un juicio derivado de un acto mercantil, que se rige por las disposiciones que contemplan tanto el Código de Comercio como la Ley General 11 MORALES Castro, Arturo. http://fcasua.contad.unam.mx/2006/1237/docs/3.pdf Consultado el 24 de septiembre de 2012. 12 Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, publicada en el año 2007. 13 CAT: al costo anual total de financiamiento expresado en términos porcentuales anuales que, para fines informativos y de comparación, incorpora la totalidad de los costos y gastos inherentes a los créditos, préstamos o financiamientos que otorgan las Entidades. Fuente: Ley para la Transparencia y Ordenamiento mencionada en la cita anterior. 140 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA de Títulos y Operaciones de Crédito; pues la circunstancia de que se hayan impugnado los intereses moratorios pactados alegando que resultan usurarios, en nada puede influir en el sentido de la resolución, pues conforme a lo dispuesto por el artículo 362 del Código de Comercio, que en la parte que interesa, establece: "... Los deudores que demoren el pago de sus deudas deberán satisfacer, desde el día siguiente al de su vencimiento, el interés pactado para este caso...", y el diverso artículo 174, párrafo segundo de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, dispone en lo conducente que: "... Los intereses moratorios se computarán al tipo estipulado para ellos..."; en el pagaré; luego entonces, al existir disposiciones expresas y de exacta aplicación, es evidente que no procede la aplicación supletoria de la ley civil común a la mercantil”. También se puede consultar el diverso registro número 21000414, que dice: “INTERESES USURARIOS CONSTITUTIVOS DE DELITO. DEBEN RECLAMARSE EN LA VIA PENAL Y NO CIVIL. Si en un juicio mercantil el demandado estima que el interés pactado es usurario y que con su cobro el actor obtiene un lucro indebido y que por ende su conducta encuadra en la fracción VIII del artículo 317 del Código Penal vigente en el Estado de México, que tipifica el fraude específico, ello en todo caso podrá hacerse valer en la vía penal no en la civil”. En tal orden de ideas, se advierte un sistema jurídico que protege desmedidamente al acreedor en materia mercantil, en la especie, al legitimado activamente para el pago del título. Pueden existir normas que suavicen el trato desproporcionado que reciba el demandado en materia mercantil, como la figura de la lesión, o como el artículo 388 del Código Penal Federal,15 que castiga con pena de 14 IUS 2011 …al que valiéndose de la ignorancia o de las malas condiciones económicas de una persona, obtenga de esta ventajas usuarias(sic) por medio de contratos o convenios en los cuales se estipulen réditos o lucros superiores a los usuales en el mercado… 15 141 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL prisión la usura, o el Código Civil del Estado de Chihuahua, que adopta el principio de rebus sic stantibus, o el Código Penal para ésta misma entidad federativa16 que tipifica como delito el pacto de intereses superiores al 60% anual17. Así, me pregunto: ¿Cómo es posible, como justificar, la coexistencia de normas jurídicas que por una parte califiquen una conducta como delito, y por otra se justifique la misma conducta con el principio de la autonomía de la voluntad? Me parece un verdadero despropósito la connivencia de normas contrarias, no solo por su origen estatal-federal (Código Penal y Civil del Estado frente a la LGTOC), sino entre las mismas leyes federales (Código Penal Federal y LGTOC). Es necesario repensar el tema y dar una solución al abuso en el cobro de intereses. Por lo pronto, recientemente se ha dado un paso importante para la vida jurídica mercantil en materia de intereses, orientada a combatir la usura a través de títulos de crédito, cuenta habida que el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, en tesis consultable en el Libro VIII; Mayo de 2012 tomo 2, pagina 1932, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, con el rubro “INTERÉS DESPROPORCIONADO EN TÍTULOS DE CRÉDITO. POSIBILIDAD DE SU REDUCCIÓN CONFORME AL ARTÍCULO 2395 DEL CODIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL”, ha establecido que existe la posibilidad de reducir los intereses desproporcionados en títulos de crédito, conforme al artículo 2395 del Código Civil para el Distrito Federal, siempre que el título no haya circulado, al oponerse por el suscriptor como excepción personal dicha circunstancia18. Dicho precepto, es 16 Se aplicará prisión de seis meses a ocho años y multa de sesenta a ciento veinte veces el salario, a quien mediante convenios, documentos, o de cualquier otra forma estipule comisiones, réditos o lucros usurarios. El monto de la reparación del daño será, por lo menos, igual a la desproporción de la ventaja económica obtenida, o de los intereses devengados en exceso, o de ambos según el caso. 17 …Para los efectos de los artículos que anteceden se entenderá que las comisiones, réditos y lucros son usurarios si su importe global, anualizado, excede de sesenta por ciento del valor real que el sujeto pasivo haya recibido con motivo de la transacción de la que derive la ganancia. Para valorar este porcentaje se aplicará, en su caso, la legislación supletoria que corresponda. 18 Artículo 2395. El interés legal es el nueve por ciento anual. El interés convencional es el que fijen los contratantes, y puede ser mayor o menor que el interés legal; pero cuando el interés sea tan desproporcionado que haga fundadamente creer que se ha abusado del apuro pecuniario, de la inexperiencia o de la ignorancia del 142 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA esencialmente del mismo contenido que el artículo 2291 del Código Civil del Estado, que establece: “El interés legal es el nueve por ciento anual. El interés convencional es el que fijen los contratantes y puede ser mayor o menor que el interés legal, pero cuando el interés sea tan desproporcionado que haga fundadamente creer que se ha abusado del apuro pecuniario, o de la inexperiencia o de la ignorancia del deudor, a petición de parte, el juez teniendo en cuenta las especiales circunstancias del caso, podrá modificarlo para establecer una equidad en el monto del mismo, tomando en cuenta el índice inflacionario que publica mensualmente el Banco de México”. 19 Mas recientemente, el Primer Tribunal Colegiado del Trigésimo Circuito, dictó una tesis localizable en la página 1735, del Libro XI, Agosto de 2012, Tomo 2, Décima Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice: “INTERESES MORATORIOS EN UN TÍTULO DE CRÉDITO. EL ARTÍCULO 174 DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO, QUE PERMITE SU PACTO IRRESTRICTO TRANSGREDE EL DERECHO HUMANO DE PROHIBICIÓN LEGAL DE LA USURA ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 21, NUMERAL 3, DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. La usura en su sentido gramatical se define como el interés excesivo en un préstamo. Por su parte, el artículo 78 del Código de Comercio consagra el principio pacta sunt servanda, esto es lo estipulado por las partes, en cualquier forma que se haya establecido, debe ser llevado a efecto. Empero, esa libertad contractual tiene la limitante prevista en el numeral 77 de la codificación en cita, que se refiere a que tiene que versar sobre convenciones lícitas. En vista de ello, la Convención Americana sobre Derechos Humanos -suscrita el veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve en San José de Costa Rica, que entró en vigor el dieciocho de julio de mil novecientos setenta y ocho, de exigibilidad en México a partir del deudor, a petición de éste el juez, teniendo en cuenta las especiales circunstancias del caso, podrá reducir equitativamente el interés hasta el tipo legal. 19 Suprema Corte de Justicia de la Nación. http://200.38.163.161/paginas/tesis.aspx consultado el 23 de septiembre del 2012. 143 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL veinticuatro de marzo de mil novecientos ochenta y uno- establece en su artículo 21, numeral 3, que la usura y cualquier otra forma de explotación humana por el hombre, deben ser motivo de prohibición legal; luego, dicha disposición se trata de un derecho fundamental, pues el artículo 1o. de la Carta Magna amplía el catálogo de éstos no sólo a los contenidos en el ordenamiento supremo del orden jurídico nacional, sino también en los tratados internacionales aprobados por el Estado Mexicano. En ese orden de ideas, se destaca que el artículo 174, segundo párrafo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito no fija límite para el pacto de intereses en caso de mora en un título de crédito, pues la voluntad de las partes rige -en principio- para dicho acuerdo, en correlación con el mencionado numeral 78 de la codificación mercantil, y con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que proscribe la usura. De ello se colige que si bien la legislación mercantil contempla la posibilidad de cobrar intereses por los préstamos, basada en el principio de libre contratación, en atención al contenido de los artículos 21, numeral 3, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 1o. de la Constitución Federal, debe reconocerse la protección al deudor frente a los abusos y a la eventualidad en el cobro de intereses excesivos, por constituir usura. De este modo, permitir que la voluntad de las partes esté sobre dicha disposición convencional sería solapar actos de comercio que conculquen derechos humanos. Así, el artículo 77 del Código de Comercio, es acorde con el texto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con el de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, al regular que los pactos ilícitos no producen obligación ni acción; pero la aplicación del artículo 174 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en el sentido de permitir el pacto irrestricto de intereses en caso de mora, es inconvencional, pues tolera que los particulares se excedan en su cobro con la eventualidad de que éstos sean usurarios”. 144 Jaime A. ACEVEDO BALCORTA IV.CONCLUSIONES La expresión legal relativa a la mención de “ser pagaré”, debe interpretarse como sustantivo, en forma ontológica, cosificando al documento, no a la promesa de pago. La forma de vencimiento de los pagarés que consignan como fecha para ello el día 31 de un mes que solo trae treinta, debe interpretarse en el sentido de que el documento vence el último día del mes de que se trate, y no a la vista. Es necesario que los Tribunales de Amparo corrijan el rumbo en lo que toca a la inclusión en el sistema jurídico mexicano, de títulos de crédito seriados con vencimientos sucesivos y sujetos a la condición de que el incumplimiento de uno de ellos, da lugar al vencimiento de los demás. El reconocimiento de la posibilidad de reducir los intereses desproporcionados, constituye un avance de suma importancia en orden a la eliminación de los intereses usurarios en el mercado financiero mexicano, sea formal o informal. Resultaría sano y oportuno que el Código de Comercio, mediante norma general aplicable a la toda la materia mercantil, proveyese al establecimiento de límites máximos de intereses, tanto ordinarios como moratorios, tomando en cuenta factores, variables si es necesario, como CPP, CCP, TIIE, o cualquiera otra, pero elementos objetivos en cualquier caso, en beneficio de los millones de acreditados o deudores del país, que con frecuencia son víctimas de abusos en materia de intereses, comisiones, y otros renglones por parte de los acreedores. Poner los límites señalados, será un acto de justicia. V. BIBLIOGRAFÍA ACEVEDO BALCORTA, Jaime. Títulos valores y operaciones de Crédito. Supremo Tribunal de Justicia del Estado y Universidad Autónoma de Chihuahua. Tercera Edición. México 2005. 145 BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN CON EL PAGARÉ Y SU INTERPRETACIÓN JUDICIAL Código Civil del Estado de Chihuahua. Código Civil para el Distrito Federal. Código Penal del Estado de México. Código Penal Federal Diario Oficial de la Federación del 1 de abril de 1995. Decreto por el que se establecen las obligaciones que podrán denominarse en Unidades de Inversión y reforma y adiciones diversas disposiciones del Código Fiscal de la Federación y de la Ley del impuesto sobre la Renta. FLORES PÉREZ, Fernando. “Vencimiento Anticipado de los títulos de crédito”. http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoPrivado/2/jyr/jyr18.pd f Artículo consultado el 20 de septiembre de 2012. IUS 2011. Edición electrónica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en CD-ROM de Jurisprudencia y tesis aisladas. Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros 2007. Cámara de Diputados. http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm MORALES CASTRO, http://fcasua.contad.unam.mx/2006/1237/docs/3.pdf Arturo. Suprema Corte de Justicia de la Nación. IUS 2011. CD-ROM. Voz: ONTOLÓGICO: torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Ontologia.htm de septiembre de 2012. 146 http://www.eConsulta 25 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS Jaime A. CARAVEO Alicia RAMOS FLORES Octavio CARRETE MEZA El presente artículo es una traducción del capítulo sobre el sistema judicial de los Estados Unidos que apareció en el texto American Government publicado por la editorial Cliffs Notes de Lincoln, Nebraska, siendo sus autores Paul Soifer, Ph.D. y Abraham Hoffman, Ph.D. Por lo excelso de su contenido se creyó conveniente hacer su traducción. En los Estados Unidos existen dos sistemas de tribunales, la Suprema Corte y sus subalternos que los crea en forma vaga el Artículo III de la Constitución y los tribunales estatales. Hoy en día, los tribunales federales pueden recibir apelaciones de los tri bunales estatales, teniendo la Suprema Corte jurisdicción final en asuntos de naturaleza constitucional. El Sistema Estatal Este sistema está organizado jerárquicamente que consta de tribunales superiores que funcionan también como ordinarios, de apelación y el Tribunal Superior de Justicia del Estado. Generalmente, los jueces son por elección. Los tribunales superiores usualmente funcionan al nivel de condados. El juez que conduce el proceso, o sea que determina la evidencia, (en el caso que el acusado lo solicite) es para que el jurado pueda emitir su veredicto. Estos tribunales desahogan asuntos penales y civiles. Los penales son el homicidio, robo a mano armada, violaciones, delitos sin violencia como lo es el fraude. Un buen número de casos no llegan a los tribunales en razón de que el acusado se confiesa culpable o plea bargain, o sea, un convenio por el 147 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS cual se le reduce la sentencia. El fiscal puede convenir a dicha confesión, lo cual ahorra tiempo y dinero al sistema judicial en razón de que los cargos son probablemente difíciles de probar. Los casos civiles tratan de conflictos sobre la propiedad inmobiliaria, dinero, contratos y el bien estar personal (calumnias, lesiones personales dentro del juicio y otros). El actor o plantiff usualmente reclama daños compensatorios, pérdida de dinero, así como daños punitivos o sea aquella compensación monetaria exigida al acusado o defendant para que no entable futuros juicios reclamatorios. Algunos de estos casos son de grupo. A. Tribunales de Apelación Si el acusado pierde el juicio y hay dudas sobre el curso legal de éste, el caso puede ser apelado. En este caso se discute ante un panel de jueces en lugar de un jurado, siendo su decisión o sentencia por mayoría de votos. Este tribunal puede confirmar, revertir el veredicto original o pedir un nuevo juicio. De los millones de casos que presentan en los tribunales sin jurado, son pocos los que se llevan a estos tribunales. B. Tribunal Superior de Justicia No obstante la decisión del tribunal de apelaciones, el caso puede presentarse ante el tribunal en cuestión que es de última instancia. Casi todos los juicios de apelación son presentados por los acusados. En forma colegiada los jueces o magistrados, magistrates emiten su resolución, misma que se convierte en la ley de mayor jerarquía en la entidad. C. Elección de los Jueces (Magistrados) Los jueces de primera instancia, de apelación y del supremo tribunal son usualmente electos, los municipales y de condado son por cuatro años y los tribunales superiores de 8 a 12 años, a efecto de liberarlos de influencia política. D. El Sistema Tribunalicio Federal 148 Jaime A. CARAVEO Alicia RAMOS FLORES Octavio CARRETE MEZA Con excepción de la Suprema Corte, la Constitución deja a la consideración del Congreso la organización del Poder Judicial. El Congreso inició su estructuración con la Ley Judicial de 1789 que creó tres niveles de tribunales: de distrito, de apelación y la Corte. Adicionalmente, existen tribunales legislativos y especiales que les compete desahogar determinados conflictos que son de menor importancia. C. Tribunales de Distrito Son 94 tribunales de distrito que funcionan como de primera instancia y de apelación, ubicándose estos geográficamente. Los tribunales de primera instancia tienen jurisdicción sobre delitos federales como son el fraude de correos, falsificaciones, contrabando y robos bancarios. En lo civil, sobre derechos de aguas, comercio interestatal y cuestiones ambientales. La mitad de los casos son resueltos por un jurado. Dentro del nivel federal, estos tribunales son los primeros en oír controversias constitucionales. D. Tribunales de Apelación Las decisiones de los tribunales de distrito y de los organismos descentralizados o agencies pueden presentarse en estos tribunales. Hay 17 tribunales, cada uno en determinada zona geográfica denominada circuito. Los 11 circuitos abarcan varios estados. El Tribunal Federal de Apelación para el noveno circuito se integra de 8 estados y Alaska. Existe un tribunal en el Distrito de Columbia y otro que se especializa en patentes y reclamaciones contractuales en contra del gobierno federal. Estos tribunales rinden sus sentencias por mayoría de votos en un panel de 3 jueces o magistrates. Igual que en el sistema estatal existen un sin número de casos en apelación. Aproximadamente de los 276,000 casos anuales que les son presentados, sólo 48,500 se tramitan. La Suprema Corte recibe hasta 7000 para su consideración pero sólo se estudian 100 por año. 149 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS E. Tribunales Legislativos y Especiales Algunos tribunales federales estudian asuntos de naturaleza técnica o jurisprudencial. Dos clases de casos llegan a la Suprema Corte de los estados: los de apelación y los de jurisdicción original que involucran a los estados y al personal diplomático de otros países. F. Nombramiento de Jueces o Magistrates Todos los jueces federales incluyendo a los de la Suprema Corte son nombrados por el Ejecutivo Federal. La Barra Americana y la Organización Nacional de Abogados califican a los candidatos, sin tener influencia alguna en su nombramiento, de “excepcional bien calificado” y “no calificado”. El Ejecutivo no tiene la obligación de respetar dichas calificaciones. Los jueces deben estar confirmados por la mayoría del Senado, después de haber comparecido ante el Comité Judicial del mismo. Los jueces federales pueden ser impedidos de ejercer su cargo y asimismo pueden ser removidos si son encontrados culpables de los cargos que se les imputen. Los jueces de distrito y de apelación están obligados a vivir dentro de los límites geográficos de sus tribunales. G. La Suprema Corte en funciones La Constitución implica, pero no dice específicamente, que la Suprema Corte tiene la facultad de declarar las leyes de inconstitucionalidad, ya sean del Congreso Federal como de los estados. Este principio, que se conoce como judicial review o revisión judicial, fue aplicado al caso Marbury v. Madison (1803). Esta sentencia, emitida por el Presidente de la Corte, John Marshall, fue la primera que invalidó un ley del Congreso (parte del la Ley Judicial de 1789). Bajo Marshall, otros casos fueron decididos en el mismo sentido fortaleciendo la postura de la Suprema Corte. En el caso Fletcher v. Peck (1810), por ejemplo, la santidad de los contratos fue confirmada y la ley estatal se declaró inconstitucional. 150 Jaime A. CARAVEO Alicia RAMOS FLORES Octavio CARRETE MEZA La Suprema Corte bajo Marshall ejerció el judicialismo nacional, favoreciendo con sus sentencias al gobierno federal a costa de los estados. En el caso McCulloch v. Maryland (1819), se definió cláusula elástica en el sentido a que un estado no podía gravar un banco federal, y en Gibbons v. Ogden (1824) se declaró que los estados no podían regular el comercio interestatal. Sin embargo, la Corte no siempre a dado latitud de actuación al gobierno federal. Tomando una posición proempresa, este tribunal encontró que durante la administración de Franklin Roosevelt la legislación del Nuevo Tratado en gran parte era inconstitucional. Roosevelt trató de aumentar el tamaño de la Corte para así poder designar magistrados que tuvieran simpatía por su programa de gobierno. Este esfuerzo fue un fracaso. Bajo el Presidente de la Corte, Earl Warren (1953-1969), la Corte expandió el ámbito de las libertades individuales, tomando una actividad más dinámica respecto a los derechos civiles, revirtiendo una sentencia de la Corte, pues en el caso de Brown v. Board of Education of Topeka, se estableció que la segregación racial en las escuelas públicas era inconstitucional. H. Nombramiento de los magistrados de la Suprema Corte Debido a que los magistrados de la Corte tienen nombramiento vitalicio, sus decisiones o sentencias tienen un gran impacto en la sociedad americana. Su nombramiento por el Presidente es uno de los actos más comprometedores en su mandato. Históricamente, el 90% de los magistrados pertenecen al mismo partido político que el Presidente. K. Cuando un caso llega a la Suprema Corte Los casos que se apelan ante la Suprema Corte se tramitan mediante un mandamiento de avocación o Writ of Certiorari. Dicho tribunal recibe alrededor de 7000 apelaciones al año; siendo estas revisadas y resumidas por los abogados auxiliares, para después ser discutidas por los magistrads, en juntas ex profeso, que se celebran dos veces por semana. Bajo la Regla de los Cuatro o Rule of Four, sólo cuatro de los 151 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS nueve magistrados hacen un estudio previo del caso antes de ser este puesto en la lista de la agenda de la Corte o Docketed Usualmente la Corte acepta 100 casos por año; los restantes se quedan con la sentencia de los tribunales inferiores. L. Los casos ante la Corte Los abogados de ambas partes interponen sus resúmenes o Briefs que contienen sus argumentos sobre los hechos y los puntos controvertidos en la apelación. El resumen no es el término correcto pues este puede constar de cientos de páginas que pueden incluir argumentos sociológicos, históricos, científicos y como es lógico legales. Los grupos o individuos que no esté directamente ligados pero que tienen interés en el resultado, pueden comparecer ante la Corte, sin presentar un escrito, previa autorización, en su calidad de Amicus Curie manifestando su posición como tal. Después que los resúmenes son archivados, los abogados pueden presentar su caso directamente ante la Corte en la vía oral. A cada abogado se le permite 30 minutos de presentación, pudiendo ser interrumpidos por las preguntas de los magistrados. Posteriormente los magistrados se reúnen en conferencia a discutir el caso y dar su voto. Para ser mayoría deben ser 5 votos de los 9 integrantes de la Corte. M. Sentencia de la Corte Después de revisar los resúmenes y oír los argumentos, los magistrados se reúnen para discutir el caso y luego dar su voto. La mayoría es de 5 de los 9 magistrados. A este punto, su opinión se plasma en borrador, pudiéndolo hacer el Presidente, aunque en la realidad lo hace otro magistrado de la votación mayoritaria. Cuando el Presidente de la Corte esté en la minoría, el magistrado decano de la mayoría hará la designación. La opinión o dictamen de los magistrados se hace en un sin número de borradores que circulan entre ellos provocando su opinión. Pueden recibirse votos adicionales, dando lugar a que un magistrado pase de mayoritario a minoritario y viceversa. Una vez que se tomó la decisión 152 Jaime A. CARAVEO Alicia RAMOS FLORES Octavio CARRETE MEZA final, la opinión mayoritaria o sentencia, debe presentarse en forma circunstanciada. La sentencia o decisión puede ser a favor del tribunal inferior siguiendo el principio del Stare Decisis. El magistrado que acepte la sentencia pero no su razonamiento, podrá dictar su opinión concurrente o Concurrent Opinion. Aquellos magistrados que estén en desacuerdo también podrán emitir su opinión. Algunos disidentes han tenido tanta influencia que se les recuerda más que los que dieron su voto mayoritario. Sucede también que con el tiempo, la Corte cambia de óptica y el sentido minoritario cambie a mayoritario en el caso siguiente. N. La racionalización de las sentencias Cada caso que se presenta ante la Corte es diferente pues contiene diferentes argumentos legales. La Corte es generalmente renuente de dictar sentencias contrarias a la precedente, o que exista en el cúmulo de sentencias ya dictadas. Esto no quiere decir que esto no se haya hecho. En el caso Brown que se refiere a la segregación racial en las escuelas, los magistrados votaron en contra de la sentencia anterior que establecía la doctrina de “separados pero iguales” en el caso Plessy y .Ferguson (1896). Ellos también utilizan la interpretación de la ley o Staturory Construction. Aquí la Corte acude a la interpretación gramatical de la ley para determinar el sentido que le imprimió el Congreso o las legislaturas estatales, o también puede acudir a la exposición de motivos de la norma. Los estudiosos de la Suprema Corte catalogan a los magistrados en liberales, moderados y conservadores. Como es obvio estos funcionarios de la Corte tienen sus puntos de vista personales que lógicamente influyen en sus decisiones. Lo que es mas importante es como los magistrados ven el punto de vista de la Corte. Algunos de ellos proponen limitarse a una interpretación estricta de la ley, y no hacer una nueva ley por lo que se rigen por lo estatuido y los precedentes. Aquellos que son partidarios del activismo judicial, actúan con más liberalidad sin tomar en cuenta los precedentes, pues consideran que la actuación de la Corte estimula la política económico social. 153 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS Ñ. Implementación de las sentencias de la Suprema Corte La Suprema Corte carece de la facultad de ejecutar sus decisiones. No puede ordenar al ejército, ni obligar al Congreso como al Presidente. La Corte depende de los poderes legislativo y ejecutivo para hacer cumplir sus sentencias. Citando una vez mas al caso Brown, la Corte mencionó con toda rapidez el término “desagregar”. ¿Qué se debe entender con rapidez? Los magistrados no hicieron ningún conteo, ni tampoco explicaron como la desagregación se haría. También, estudiantes en muchas partes del país continúan rezando en las escuelas públicas no obstante la Corte ha prohibido hacerlo. Dicha sentencia se ha interpretado en el sentido de que el rezo sea obligatorio y no voluntario. Sentencias Importantes de la Suprema Corte Marbury v. Madison (1803): Estableció el principio de la revisión judicial al declarar parcialmente inconstitucional la Ley Judicial de 1789. Fletcher v. Peck (1810): Este es el caso donde se declara inconstitucional una ley estatal. McCullock v. Maryland (1819): Un estado no puede gravar al gobierno federal. Trustees of Darmouth College v. Woodward (1819): Los contratos privados están protegidos por la Constitución. Cohens v. Virgina (1821): Los tribunales federales tienen jurisdicción sobre los estados en los casos de derechos federales. Gibbons v. Ogden (1824): El gobierno federal tiene la facultad de controlar el comercio interestatal. Cherokee Nation v. Georgia (1831): Al declararse los Cherokee como nación doméstica tiene cierta soberanía. Worcester v. Georgia (1832): El Estado de Georgia no puede ejercer la fuerza dentro del territorio Cherokee. 154 Jaime A. CARAVEO Alicia RAMOS FLORES Octavio CARRETE MEZA Commonwealth v. Hunt (1842): organizarse. Los obreros tienen el derecho de Dred Scott v. Sandford (1857): Los esclavos son propiedad y quedan como propiedad no obstante sean trasladados a territorios o estados no esclavistas. Ex Parte Milligan (1866): Cuando los tribunales federales, en período de guerra, estén abiertos, los militares no pueden entrar en funciones. Munn v. Illinois (1877) Cuando los tribunales federales en tiempo de guerra estén abiertos, los militares no pueden entrar en funciones. Wabash, St. Louis, and Pacific Railroad Co. v. Illinois (1886) Únicamente el gobierno federal puede regular el comercio interestatal. U.S. v. E.C. Knight Co. (1895): El primer caso en que se aplicó la Ley Sherman Antitrust se estableció en que manufacturar no es lo mismo que comerciar. Plessy v. Ferguson (1886): Se estableció el principio que dice “separados pero iguales” (segregación) Insular Cases (1901,1903,1904): La Constitución no sigue a la bandera, el Congreso es quien debe determinar los derechos procesales de los territorios. Northern Securities Co. v. U.S. (1904) La compañia controladora propietaria de acciones de ferrocarriles competidores, viola el Sherman Antitrust Act. Muller v. Oregon (1908) Confirmó las horas laborales de las mujeres en la ley. Dunbury Hatters Case (Lowe v. Lawler) (1908): El boicot syndical viola la Ley Sherman Antitrust o anti monopolios 155 EL PODER JUDICIAL DE LOS ESTADOS UNIDOS Schenck v. U.S. (1919): La libertad no es absoluta; cada acto debe ser juzgado de acuerdo con las circunstancias; el Magistrdo Holmes estableció la prueba ”clear and present danger”. U.S. v. Butler. (1936) Se declaró inconstitucional la Ley de Ajuste Agrícola. National Labor Relations Board v. Jones and Laughlin Steel Corp. (1937) : Confirmó la Ley Nacional de Relaciones Laborales. West Virginia Board of Educatión v. Barnette (1943) : Se revocó la sentencia del caso Gobitis de 1940, que confirmó la expulsión de la escuela de algunos jóvenes Testigos de Jehovah por rehusar saludar a la bandera Americana. Korematsu v. U:S: (1944) : Confirmó el arrestro and convicción de Federico Korematsu por no cumplir la orden castrense para aquellos con descendencia japonesa de acudir a los centros de concentración. Brown v. Board of Educatión of Topeka (1954): segregación en la escuelas públicas. Se terminó la Gideon v. Wainwright (1963): El abogado debe de proveer aquellos acusados de un delito mayor aún cuando no puedan pagar. Escobedo v. Illinois (1964): Si se solicita que el abogado esté presente durante el interrogatorio policial, esto debe de ser antes que la acusación esté hecha. Miranda v. Arizona (1966) El acusado tiene el derecho de guardar silencio, debiendo de ser informado de sus derechos. Roe v. Wade (1973) La mujer tiene el derecho si aborta o no. 156 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA PRIMERA PARTE Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE SUMARIO: I. Antecedentes generales de la presunción de inocencia. II. Bibliografía. El 6 de marzo del año 2008 quedaron definitivamente aprobadas las Reformas Constitucionales a los artículos 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 73,115 y 123 de Nuestra Constitución Política quedando aprobado el artículo 20 de Nuestra Carta Magna que establece en su inciso b) fracción V como derecho de toda persona imputada: 1.- A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el Juez de la Causa; este principio que llama nuestra atención es casi la más importante de las Reformas pues no existía explícitamente en los textos Constitucionales anteriores aún cuando algunos tratadistas pretenden deducirlos de otros principios constitucionales anteriores a las Reformas por lo que primeramente nos ocupamos de los antecedentes de la presunción de inocencia. I. ANTECEDENTES GENERALES DE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA I.1 ETIMOLOGÍA, CONCEPTO Y DEFINICIÓN DEL TÉRMINO “PRESUNCIÓN DE INOCENCIA” El término “presunción” proviene del latín praesumptio-ónis, que se traduce como idea anterior a toda experiencia. Por su parte, inocencia 157 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE deriva de innocensentis que en latín significa virtuoso, calidad del alma de quien no ha cometido pecado.1 El Diccionario Jurídico Mexicano define el principio de Presunción de Inocencia como: “Derecho de toda persona acusada de la comisión de un delito a ser considerada y tomada como inocente, en tanto no se establezca legalmente su culpabilidad.”2 “Es un principio jurídico penal que establece la inocencia de la persona como regla. Solamente a través de un proceso o juicio en el que se demuestre la culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una pena o sanción. La contracara de la presunción de inocencia son las medidas precautorias como la prisión preventiva. En el derecho penal moderno solamente se admiten medidas precautorias cuando hay riesgo de fuga o peligro cierto de que la persona afecte la investigación del hecho de forma indebida.”3 El doctor chileno Colombo Campbell, considera que muchas veces este principio se ha visto restringido al proceso penal, cuando su ámbito es mucho más amplio, ya que afecta al resto de los habitantes y en síntesis, dice que la presunción de inocencia: ”es el derecho a recibir de la sociedad un trato de no autor de los actos antijurídicos que se le imputan, y que va más allá de no haber participado en un hecho delictivo.”4 Luzón Cuesta, citado por el autor Raúl Cárdenas Rioseco señala que: “…la presunción de inocencia es un derecho subjetivo público, que se ha elevado a la categoría de derecho humano fundamental que posee su eficacia en un doble plano: por una parte, opera en las situaciones extraprocesales y constituye el 1 MARTÍNEZ CISNEROS, Germán, La Presunción de Inocencia, De la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al Sistema Mexicano de Justicia Penal, Revista del Instituto de la Judicatura Federal, México, http://www.ijf.cjf.gob.mx/publicaciones/revista/26/RIJ26-12DMartinez.pdf 2 DICCIONARIO JURÍDICO MEXICANO, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Autónoma de México, Editorial Porrúa, México, Tomo P-Z, p. 2991 3 DICCIONARIO JURÍDICO, Presunción de Inocencia, España, http://www.derecho.com/c/Presunci%C3%B3n_de_inocencia 4 COLOMBO CAMPBELL, Juan, Garantías constitucionales del debido proceso penal. Presunción de Inocencia”, en Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano, 2007, p. 359, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2007, p. 359, http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/dconstla/cont/20071/pr/pr18.pdf 158 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE derecho a recibir la consideración y el trato de no autor o no partícipe en hechos de carácter delictivo o análogos a éstos; por otro lado, el referido derecho opera fundamentalmente en el campo procesal, con influjo decisivo en el régimen jurídico de la prueba”5. Por su parte, el doctor Humberto Nogueira Alcalá, director de la Asociación Chilena de Derecho Constitucional, dice que: “La presunción de inocencia es…el derecho que tienen todas las personas a que se considere a priori como regla general que ellas actúan de acuerdo a la recta razón, comportándose de acuerdo a los valores, principios y reglas del ordenamiento jurídico, mientras un tribunal no adquiera la convicción, a través de los medios de prueba legal, de su participación y responsabilidad en el hecho punible determinada por una sentencia firme y fundada, obtenida respetando todas y cada una de las reglas del debido y justo proceso, todo lo cual exige aplicar las medidas cautelares previstas en el proceso penal en forma restrictiva, para evitar el daño de personas inocentes mediante la afectación de sus derechos fundamentales, además del daño moral que eventualmente se les pueda producir.” 6 En el Libro Verde7 de la Comisión Europea se define la presunción de inocencia como “principio que constituye, tanto en Derecho internacional como a nivel europeo, un derecho fundamental que se reconoce a cualquier acusado, sin restricciones, sea cual fuere la naturaleza del procedimiento que le concierne.”8 5 CÁRDENAS RIOSECO, Raúl F., La Presunción de Inocencia, Editorial Porrúa S.A., 2da. Edición, México, 2006, p. 23, 6 NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto, Consideraciones sobre el Principio Fundamental de la Presunción de Inocencia, Revista Ius et Praxis, 11(1)221-241, 2005, http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071800122005000100008&script=sci_arttext 7 Nota: Los Libros Verdes son documentos publicados por la Comisión Europea cuyo objetivo es estimular una reflexión a nivel europeo sobre un tema concreto. Los Libros Verdes invitan a las partes interesadas (organismos y particulares) a participar en un proceso de consulta y debate sobre las propuestas que presentan, y pueden dar origen a desarrollos legislativos que se reflejan en Libros Blancos. 8 Libro Verde de la Comisión Europea de 26 de abril de 2006, Presunción de Inocencia, http://europa.eu/legislation_summaries/justice_freedom_security/judicial_cooperation_in_criminal_matters/l16032_ es.htm 159 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE A través del Libro Verde, la Comisión Europea se dirige a los profesionales del Derecho y al conjunto de los ciudadanos de la Unión Europea para saber si el principio de presunción de inocencia y los derechos que de ésta se derivan se entienden de la misma manera en todos los Estados miembros. Es decir, la Comisión propone esclarecer la interpretación de los Estados miembros sobre el tema.9 El Libro Verde trata del principio de presunción de inocencia, que se aplica durante el procedimiento penal en el que intervienen varios principios de Derecho relacionados: el derecho a no inculparse el que está vinculado al derecho a guardar silencio El acusado puede negarse a contestar preguntas y a presentar pruebas. La razón de ser de este derecho es proteger al acusado de posibles presiones por parte de las autoridades con el fin de obtener elementos de prueba; el derecho a guardar silencio se aplica durante el interrogatorio por la policía y en el proceso. Para la Comisión, el acusado debería tener derecho a no prestar declaración. Los Estados miembros reconocen el derecho a guardar silencio, pero la Comisión destaca que el acusado debería ser sistemáticamente informado de este derecho. También destaca el derecho a negarse a presentar pruebas autoinculpatorias para garantizar un proceso justo.10 En la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Comisión ha encontrado situaciones en las que la carga de la prueba no recae exclusivamente en la acusación y es ésta la que debe demostrar la culpabilidad del acusado fuera de toda duda razonable.11 I.2 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA El jurista romano Ulpiano, casi doscientos años antes de Cristo, dijo que: “Es preferible dejar impune el delito de un culpable que condenar un inocente”12. De alguna manera esa idea persistió no solo entre los 9 Idem Idem 11 Idem 12 Citado por MONTAÑEZ PARDO, Miguel Ángel en La presunción de Inocencia. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Ed. Arazandi, Pamplona, España,. 1999., p 29. 10 160 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE romanos sino en las naciones influidas por este imperio, la que fue enriquecida por el cristianismo. Pero el Derecho Romano se vio invertido por las prácticas inquisitivas de la baja Edad Media y tuvieron que pasar muchos siglos hasta que por efecto de una diferente concepción y ejercicio del poder político se tornan reales las influyentes ideas del iluminismo, con una diferente perspectiva epistemológica del concepto de verdad, lo que posibilitó que la presunción de inocencia y su corolario In dubio pro reo dejara de ser una simple regla dirigida a la virtud del juzgador, para convertirse en un derecho fundamental de todos los ciudadanos.13 La presunción de inocencia no era ni un derecho, ni una garantía procesal. Era tan solo un principio jurídico de origen romano que el nuevo pensamiento reformista quería introducir y utilizar para la construcción de un nuevo sistema penal, racional y humanitario.14 Señala Ferrajoli15 que el principio de presunción de inocencia fue oscurecido por las prácticas inquisitivas desarrolladas en la Baja Edad Media, época en la que en el proceso penal la insuficiencia de prueba, cuando dejaba subsistente una sospecha o una duda de culpabilidad, equivalía a una semi-prueba, que comportaba un juicio de semiculpabilidad y la semi-condena a una pena menos grave. El sistema de “justicia” se sustentaba en la represión; la clase gobernante no tenía prejuicio alguno en admitir pruebas ilegales y en recurrir al uso indiscriminado de la tortura como un medio válido para obtener la confesión. El acusado no era considerado un simple sospechoso; antes bien, se le estimaba y se le trataba como culpable; por tanto, a él le correspondía el deber de destruir las pruebas o las simples conjeturas de culpabilidad para demostrar su inocencia. 13 LANGEVIN, Julián Horacio, Vinculaciones entre Prueba, Crimen y Pena en el Proceso Inquisitivo, 2º Seminario Internacional para Actuarios Judiciales de Paraguay sobre la Reforma Procesal Penal, http://www.institutouejn.org.ar/seminario_sifjupar/Langevin_1.pdf 14 OVEJERO PUENTE, Ana María, Régimen Constitucional del Derecho Fundamental a la Presunción de Inocencia, Universidad Carlos III de Madrid, http://earchivo.uc3m.es/bitstream/10016/11277/1/tesis_ovejero_2004.pdf 15 FERRAJOLI Luigi, Derecho y Razón, Editorial Trotta, Madrid, España, 1997, p. 550 161 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE Al finalizar la época emblemática de la inquisición (1670), en Francia se dictó una ordenanza que incluía el siguiente párrafo: “Todos se presumen buenos mientras no se pruebe que son malos”.16 Fue esa ordenanza la que posteriormente, en la segunda mitad del siglo XVIII, motivó severas críticas de Voltaire. Entendida como principio inspirador de la investigación penal, la presunción de inocencia tiene raíces en la cultura iusnaturalista y racionalista de siglo XVII europeo. Quilibet praesumitur bonus,donec probetur contrarium (toda persona se presume inocente, hasta que no se demuestre lo contrario) escribía Samuel Pufendorf en su obra De Jure Naturae et Gentium, fechada en 1672.17 El ilustre italiano Cesare Bonesana, Marqués de Beccaria, autor de la obra “De los Delitos y de las Penas” (1764) y considerado fundador de la ciencia penal moderna, postuló una reforma total en materia penal y procesal penal. En la época de Beccaria el sistema penal se caracterizaba por su enorme crueldad: torturas, mutilaciones y pena de muerte agravada por crueles suplicios; la prueba más utilizada era la confesión, la cual generalmente se obtenía mediante la tortura; gran desproporción existía entre el delito y la pena que le correspondía; se permitía la aplicación analógica de la ley penal; el procesado carecía de una debida defensa en juicio; y las cárceles carecían de higiene.18 Para Beccaria el encarcelamiento preventivo es una pena anticipada y por ello exigió para su procedencia, que la ley estableciera suficientes elementos que fundaran una probabilidad satisfactoria sobre la participación del individuo en el delito que se le acusaba; demandó la separación en los recintos carcelarios entre acusados y convictos, fundada en que: 16 Citado por HERNÁNDEZ PLIEGO, Julio Antonio, No existe la Presunción de Inocencia, Revista del Instituto Federal de Defensoría Pública, núm. 4, México, diciembre de 2007, p. 86. 17 Citado por ORLANDI, Renzo, El Respeto a la Presunción de Inocencia en la Lucha Contra la Criminalidad Organizada, Universidad de Bolonia, http://www.usergioarboleda.edu.co/santamarta/institucional/escuelas/derecho/eventos/1er_congreso_penal/ponenc ias/respeto_renzo.pdf 18 QUISBERT, Ermo, De los Delitos y de las Penas de César Bonessana, Márquez de Beccaria, Apuntes Jurídicos, La Paz, Bolivia, http://jorgemachicado.blogspot.com/2009/09/delosdelitos.html 162 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE “Un hombre no puede ser llamado reo antes de la sentencia del juez, ni la sociedad puede quitarle la pública protección sino cuando esté decidido que ha violado los pactos bajo los que le fue concedida…no se debe atormentar a un inocente, porque tal es, según las leyes, un hombre cuyos delitos no están probados ”19. El mérito de Beccaria fue escribir sobre la necesidad de reestructurar el sistema penal de la época, tanto material como procesal, obra que por la difusión que alcanzó influyó en la modificación de varias legislaciones penales: Catalina de Rusia en 1766, ordena, entre otras reformas penales, la abolición de la tortura. Diez años después, María Teresa de Austria da un mandato en el mismo sentido. Luis XVI suprime en su monarquía la tortura en 1780. Ya en plena Revolución Francesa, las ideas de Beccaria se plasman en las Constituciones de 1789 y 1793. Su pensamiento sigue teniendo relevancia contemporánea, no sólo porque las ideas que plantea tienen vigencia atemporal, sino porque los males que pretendía subsanar no fueron erradicados. En 1789, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se sanciona en forma explícita la presunción de inocencia. En el artículo 9 de esta Declaración se establece: “Artículo 9. Toda persona, siendo presumida inocente hasta que sea declarada culpable, si se juzga indispensable su detención, la ley debe de reprimir severamente todo rigor que no sea necesario para el aseguramiento de su persona.”20 Para el Doctor Renzo Orlandi de la Universidad de Bolonia: “Anteriormente, la presunción de inocencia, al igual que otras presunciones, era una regla probatoria traída del sentido común. Sólo en la época iluminista el principio se transforma en regla 19 BECCARIA, Tratado de los Delitos y de las Penas, Porrúa, 3ª edición, México, 1988, p. 61 Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, 1789, http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/30/pr/pr23.pdf 20 163 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE jurídica, en norma, abandonando el terreno empírico sobre el cual hasta aquel momento se había desarrollado.”21 La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano constituyó un hito dentro del movimiento iluminista que reaccionó a toda una organización político-social totalitaria, que tenía como uno de sus principales instrumentos un modelo de justicia penal represivo, fundado en las pruebas legales y en el uso indiscriminado de la tortura como un medio válido para obtener la confesión. Según la lógica del sistema inquisitivo pre-revolucionario, el acusado no era considerado un simple sospechoso, más bien se le estimaba culpable, al cual le correspondía el deber de destruir las conjeturas de culpabilidad, demostrando su inocencia; esto respondía a que en este modelo de enjuiciamiento se invirtió la máxima actori incumbit probatio lo que trajo como consecuencia natural, incluso después de la comprobación de la insuficiencia de pruebas, medidas cautelares de carácter personal. La forma inquisitiva de enjuiciamiento criminal de la Edad Media fue instrumento eficaz para uno de los postulados de la ideología absolutista que tuvo su apogeo a mediados de la Edad Moderna, cual era el poder de castigar entre los atributos personales del soberano unido al poder de prisión extraprocesal, mediante los cuales el rey o sus representantes disponían arbitrariamente de la libertad de súbditos, sin ningún juicio. Toda esta discrecionalidad del despotismo, que usó y abusó de sus ilimitados poderes, tanto en lo político como en lo judicial, no fue suficiente para detener la creciente delincuencia directamente relacionada con el desarrollo productivo generado por la Revolución Industrial y la creciente migración de la población rural hacia las ciudades. Se hizo necesaria una reestructuración de la justicia penal, la máxima era: “no castigar menos, pero castigar mejor.”22 La crítica certera al Derecho represivo y a todo el sistema político que lo sustentaba, vino de la mano del pensamiento iluminista del siglo XVIII, 21 22 ORLANDI, Renzo, ob.cit. nota 17 Idem 164 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE “que se caracterizó por ser racionalista, utilitario y jusnaturalista”23, cuyos personajes más destacados fueron Montesquieu, Voltaire y Rousseau, los que junto con otros intelectuales crearon el ideario reformista de todo un sistema político-social. Para Montesquieu “La libertad política consiste en la seguridad, o al menos, en creer que se tiene la seguridad. Esta seguridad no está nunca más comprometida que en las acusaciones públicas o privadas. Por consecuencia, de la bondad de las leyes criminales depende principalmente la libertad del ciudadano, de manera que: cuando la inocencia de los ciudadanos no está asegurada, tampoco lo está su libertad.” 24 Por su parte, Voltaire fue de los más críticos del Derecho Penal de su tiempo y a propósito de la Ordenanza Criminal Francesa de 1670, postuló el juzgamiento por jurados en juicio oral y público; defendió la asistencia judicial por abogado; apoyó el sistema de íntima convicción en la valoración de la prueba; calificó como irracional la tortura, consecuencia del sistema de prueba legal y abogó por la libertad de defensa. En Inglaterra, Jeremías Bentham hizo alusión al estado de inocencia al referirse a las cartas selladas como: “Una orden de castigar sin prueba, un hecho contra el cual no hay ley”25, tratando el tema de excluir lo arbitrario como medio de precaver los abusos de autoridad. Para este autor todo hombre es inocente por naturaleza y el acusado debe ser escuchado en juicio y darle la oportunidad de probar. En el siglo XIX, imperaron las ideas de la denominada Escuela Clásica Italiana, en la que destaca Francesco Carrara (1805-1888), quien respecto al estado de inocencia expresó: "El postulado de que parte la ciencia en esta segunda serie de estudios es la presunción de inocencia, y así la negación de la culpa... Aquí dice ella: Protejo a este hombre porque es inocente, 23 BUSTOS RAMÍREZ, Juan Manuel, Manual de Derecho Penal, Parte General, Editorial Ariel, 3ª. Edición, Madrid,1989, p.105 24 MONTESQUIEU, El Espíritu de las Leyes, Libro XII, Capítulo 2, Editorial El Ateneo, Madrid, 1951, p.234 25 BENTHAM Jeremías, Tratados de Legislación Civil y Penal, Editorial Nacional, Madrid, 1981, p. 412 165 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE así lo proclamo hasta que no hayáis probado su culpabilidad... con los modos y las forma que yo prescribo, y que debéis respetar porque ellas proceden también de dogmas de absoluta razón”26 La Escuela Clásica quiso ver en el texto de Ulpiano el precedente romano del favor rei y el principio in dubio pro reo.27 Carrara, hará de la presunción de inocencia el centro de todo el proceso penal, enlazando a ella prácticamente todas las normas expedidas en garantía del imputado.28 A esta exaltación del principio correspondió en el debate italiano, una reacción de tipo anti-garantista, liderada por los principales exponentes de la recién nacida Escuela positiva: Enrico Ferri y Raffaele Garofalo. Éste último, aprovechando el preocupante aumento de la criminalidad, culpará de ello a los sostenedores del garantismo: en 1892, escribía: “A aquellos que repiten la usual frase vacía de la presunción de inocencia, respondo que muchas veces el juicio es anticipado y la condena es pronunciada por el tribunal de la opinión pública.”29 Enrico Ferri afirmaba que la presunción de inocencia en el proceso penal resulta contraria a la lógica. Para hacer patente esa aseveración, puso como ejemplo los casos de delitos cometidos en flagrancia o los casos cuando existe una confesión del procesado, confirmada por otros datos, o en el supuesto de estar en presencia de un delincuente habitual, autor de una criminalidad atávica.30 Una postura similar puede encontrarse en el pensamiento del principal artífice de la reforma penal fascista, Alfredo Rocco, quien veía en la presunción de inocencia “una extravagancia derivada de aquellos arcaicos conceptos originados en los principios de la Revolución 26 CARRARA, Francesco, Opúsculo de Derecho Criminal, Edit. Temis, Bogotá, 2000, p.481 VERGER GRAU, Joan, Los Juicios Paralelos y la Presunción de Inocencia con especial referencia al Jurado, Universidad Santiago de Compostela, España, http://books.google.com.mx/books?id=hd43UE01Lk4C&pg=PA191&lpg=PA191&dq=presunci%C3%B3ndeinocenci a,ulpiano&source=bl&ots=gWoSxW7KPj&sig=GZGUduzvmylgLoSOTieRpApnNHs&hl=es&ei=GkMaTt2XEYH2swP 41qzzDQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4&ved=0CCsQ6AEwAw#v=onepage&q&f=false 28 ORLANDI, Renzo, ob.cit. nota 17 29 Idem 30 Citado por MARTÍNEZ CISNEROS, ob.cit. nota 1 27 166 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE francesa, por los cuales las garantías individuales se llevan a los más exagerados e incoherentes excesos.”31 También la nombrada “Escuela Técnico-Jurídica”, en voz de su máximo exponente, Vicenzo Manzini, niega la existencia de la presunción de inocencia a favor del imputado. Para Manzini, la presunción de inocencia sería una cuestión insensata, dado que la experiencia ha demostrado que la mayor parte de los imputados resultan ser culpables y que el orden natural de las cosas hace presumible la procedencia de la imputación.32 Es así como la historia moderna del Derecho Penal registra una falta de consenso en el reconocimiento de la presunción de inocencia a favor del imputado en el proceso criminal. Sin embargo, la presunción de inocencia ha sido proclamada como un derecho humano en los principales instrumentos internacionales de la materia. I.3 NATURALEZA DE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA La presunción de inocencia comparte la naturaleza de ser un derecho humano, el que a partir de su reconocimiento en los textos constitucionales y en los tratados internacionales, es también un derecho fundamental, una garantía individual. También puede considerarse la presunción de inocencia: como valor humano; como obligación de respeto de las autoridades para con el gobernado; como principio general de derecho; como figura jurídica, constitucional y procesal. 1.3.1 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO: DERECHO HUMANO, DERECHO FUNDAMENTAL Y GARANTÍA INDIVIDUAL Antes de referirnos a la presunción de inocencia como derecho humano, derecho fundamental y garantía individual, consideramos importante esclarecer estos conceptos: 31 32 Citado por ORLANDI, ob.cit. nota 17 Idem 167 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE En primer lugar, toda persona posee una serie de derechos inherentes a su naturaleza humana, los cuales se basan en el respeto a su dignidad, libertad, igualdad, seguridad e integridad. Para referirse a estos derechos, numerosos autores utilizan los términos “Derechos Humanos”, “Derechos Fundamentales” o “Garantías Individuales”, pero como aclara el doctor Miguel Carbonell del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México: aunque éstos suelen ser usados indistintamente, la garantía es el medio, la obligación que deriva de un derecho; los derechos fundamentales son los derechos previstos en el texto constitucional y en los tratados internacionales; los derechos humanos son una categoría más amplia que suele usarse con menor rigor jurídico que la de los derechos fundamentales y que incluye expectativas que no están comprendidas de forma clara en alguna norma jurídica.33 Para la doctora Mirelille Roccati: “Se entiende por Derechos Humanos al conjunto de garantías que establecen los ordenamientos legales nacionales e internacionales con objeto de proteger frente al poder público los derechos fundamentales de los seres humanos, en cuanto a su dignidad y el respeto que merecen por el mero hecho de pertenecer a la especie humana.” 34 El tema de los Derechos Humanos aunque data del mundo de la posguerra, históricamente ha tenido numerosos precedentes que registran la evolución del pensamiento en torno a estos derechos en diversas etapas de la vida social y en las distintas latitudes del orbe, como señala el distinguido especialista en la materia, el doctor Sergio García Ramírez: “El tema de los Derechos Humanos que como tal, tiene 33 CARBONELL, Miguel, Los Derechos Fundamentales en México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Serie Doctrina Jurídica, número 185, 1ª Edición, México, 2004, http:www.bibliojuridica.org/libros/3/1408/pl1408.htm 34 ROCCATI, Mirelille, Los Derechos Humanos y la Experiencia del Ombudsman en México, Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, México, 1996, p.20.. 168 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE una historia relativamente corta, no obstante contar con raíz remota y precedentes más que milenarios… “35 En el mismo sentido, Quintana Roldán y Sabido Peniche, dicen que “Si bien las ideas y los conceptos relativos a los Derechos Humanos son de cuño reciente y corresponden al mundo de la posguerra, no por ello ha de pensarse que históricamente se ha carecido de precedentes sobre la materia.”36 Uno de estos precedentes, quizá el más importante es la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, por la trascendencia universal que generó hacia todo el mundo y que hizo surgir en el constitucionalismo una etapa caracterizada por el reconocimiento de los Derechos Humanos con una orientación liberal: “(…) teniendo como modelos tanto la Declaración francesa como los precedentes de la Unión Americana, se fueron incorporando garantías individuales a la gran mayoría de las Constituciones de los Estados democráticos-liberales modernos.” 37 Para el Doctor Miguel Ángel Contreras: “La idea de los Derechos Humanos considerados como aquellos que tiene una persona por el solo hecho de existir, es engañosamente simple, porque en realidad tienen profundas repercusiones sociales y políticas. Hoy en día puede afirmarse que los Derechos Humanos que posee toda persona y que puede oponer ante el Estado y los demás individuos, constituyen también el marco ideal para la organización política democrática y constituyen auténticos baremos, tanto para la legitimidad de 35 GARCÍA RAMÍREZ, Sergio. La reforma jurídica y la protección de los Derechos Humanos. Biblioteca Jurídica Virtual: http://www.bibliojuridica.org/libros/3/1088/10.pdf 36 QUINTANA ROLDÁN, Carlos y SABIDO PENICHE, Norma D. Derechos Humanos. Porrúa, 2ª Edic., México 2001 p.3 37 Ibidem p.16 169 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE origen, como para la legitimidad de ejercicio de la función pública.”38 La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en lo pertinente a la presunción de inocencia ha servido de modelo para su consagración tanto en textos universales como nacionales. De la consagración de la presunción de inocencia en los textos constitucionales, hay que comprender éstos desde la prospectiva garantista que como expresa el doctor italiano Luigi Ferrajoli, las constituciones deben ser: “…entendidas, hobbesianamente, como pactos de convivencia, tanto más necesarios y justificados cuanto más heterogéneas y conflictuales son las subjetividades políticas, culturales y sociales que están destinadas a regular. No sirven por tanto, para representar la común voluntad de un pueblo o para recoger una cierta homogeneidad o identidad colectiva o sentido de pertenencia, sino para garantizar los derechos de todos, incluso contra la mayoría, y por lo tanto, para asegurar la convivencia pacífica entre sujetos e intereses diversos y virtualmente en conflicto. Son, en suma, pacto de no agresión, cuya razón social es la garantía de paz y de los derechos fundamentales de todos, que son más necesarios cuando son mayores, por las fuertes desigualdades y diferencias, los peligros de guerra o los atropellos.” 39 Este mismo autor, considera que una Constitución es democrática, no tanto porque es querida por todos, sino porque sirve para garantizar a todos sus derechos fundamentales, descansando la legitimación política del Estado en la función tutelar de esos derechos.40 38 CONTRERAS NIETO, Miguel Ángel, El Derecho al Desarrollo como Derecho Humano, Editorial de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, diciembre de 2006 pp.7 y 8. 39 FERRAJOLI Luigi. De la Carta de Derechos, la Formación de una Esfera Pública Europea, traducción de CARBONELL, Miguel, en la obra La Constitucionalización de Europa. PETER HÄBERLE, JÜRGEN HABERMAS, LUIGI FERRAJOLI y ERMANNO VITALE, traducción de BALAGUER CALLEJÓN, Francisco, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, CARBONELL Miguel y SALAZAR Pedro, Editores. Universidad Autónoma de México, Serie Estudios Jurídicos, Núm. 65, México 2004 pp. 82 y 83 40 Idem 170 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE Ahora bien, es un hecho, que en los últimos años, los derechos humanos son un referente de la modernidad y a decir de Norberto Bobbio, son un “signo de los tiempos”41, advirtiéndose en la actualidad un notable fenómeno expansionista de derechos y sus garantías, como elementos que dan significado al Estado democrático de nuestro tiempo; fenómeno que ha producido una creciente atención en la protección jurisdiccional de los derechos fundamentales y libertades públicas42, destacando como premisa la dignidad del hombre, que en la concepción de Häberle, del Estado antropocéntrico: “(…), los ciudadanos y las personas, su dignidad humana, son la premisa antropológica y cultural.”43 Es así, como la presunción de inocencia contemplada en diversos instrumentos internacionales de derechos humanos, es un derecho humano, un derecho fundamental y consagrada en las constituciones nacionales una garantía individual que debe gozar del respeto y protección por parte de las autoridades, tratándose además, de una de las características del estado constitucional y democrático. La consideración de la presunción de inocencia como derecho fundamental y garantía constitucional, implica que sólo puede ser regulado por la potestad legislativa, la que tiene como límite la no afectación de su contenido esencial; como derecho es de aplicación directa e inmediata y obliga a todos los órganos y agentes del Estado. Este derecho se encuentra relacionado con el principio in dubio pro reo como criterio auxiliar; constituye además un criterio básico que condiciona la interpretación de las normas jurídicas en cuanto ellas deben interpretarse conforme a la Constitución y los derechos fundamentales en una interpretación finalista y sistemática.44 Son varios los instrumentos internacionales que contemplan la presunción de inocencia, a los que nos referimos en los siguientes apartados. 41 BOBBIO, Norberto, citado por CARBONELL, Miguel y FERRER MC GREGOR, Eduardo en Compendio de Derechos Humanos. Textos, Prontuario y Bibliografía. Porrúa-Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México, 2004, Presentación, p.IX 42 FERRER MCGREGOR, Eduardo. Del Amparo Nacional al Amparo Internacional. Seminario sobre instrumentos de protección regional e internacional de Derechos Humanos. http://www.relidad.juridica.uabc.mx/realidad/files/amparo.doc 43 Ver: HÄBERLE Peter El Estado Constitucional Europeo, en ob.cit. nota 39 pp.23-30 44 NOGUEIRA ALCALÁ, ob.cit. nota 6 171 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE I.3.1.1 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Después de la Segunda Guerra Mundial, a fines de 1948, la Asamblea General de Naciones Unidas, reunida en París y casi por votación unánime, proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta Declaración contiene todos los elementos de un proceso justo en materia criminal y respecto del principio de inocencia, señala su artículo 11.1: ”Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.”45 Además del reconocimiento del estado de inocencia, la Declaración recoge los principios de legalidad y publicidad junto con exigir el efectivo acceso a la defensa, postulados todos de un modelo procesal garantista en materia penal. Si bien, esta Declaración, como en general los instrumentos internacionales con calidad meramente declarativa, no tiene la naturaleza de un tratado o convención, por lo que por sí misma no cuenta con obligatoriedad legal, su objetivo es establecer una interpretación común de los derechos humanos y las libertades fundamentales a que se refiere la Carta de la ONU, y de esa manera ser la norma orientadora común de todos los pueblos y todas las naciones.46 I.3.1.2 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN LA DECLARACIÓN AMERICANA DE DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE En América, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en Bogotá, Colombia, en 1948, expresamente se pronuncia sobre la presunción de inocencia en el apartado XXVI: “Se presume que todo acusado es inocente, hasta que se pruebe que es culpable”.47 45 Declaración Universal de los Derechos del Hombre, París, 1948, http://www.unicef.org/spanish/crc/images/Declaracion_Derechos_Humanos.pdf 46 GARCÍA RAMÍREZ, ob. cit. nota 35 47 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948, 172 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE I.3.1.3 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN EL CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DE LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos del Hombre y de las Libertades Fundamentales, acordada en Roma a fines de 1950, también contempla la presunción de inocencia en su artículo 6° apartado 2: “Toda persona acusada de una infracción se presume inocente hasta que su culpabilidad haya sido legalmente declarada.”48 Esta convención crea una Comisión Europea de Derechos del Hombre, así como el Tribunal Europeo de Derechos del Hombre, mecanismos que aseguran la eficacia de sus normas. I.3.1.4 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN EL INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS PACTO El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos adoptado por la Asamblea General de Naciones Unidas, el 16 de diciembre de 1966, con entrada en vigor internacionalmente hasta el 23 de marzo de 1976, en su artículo 14, apartado 2, señala: “Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a ley”. 49 I.3.1.5 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS Casi en términos semejantes, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también conocida como “Pacto de San José”, en su artículo 8, apartado 2, refiere: http://www.cidh.org/basicos/Basicos1.htm 48 Convenio Europeo para la Protección de los Derechos del Hombre y de las Libertades Fundamentales, Roma, 1950, http://www.echr.coe.int/NR/rdonlyres/1101E77A-C8E1-493F-809D-800CBD20E595/0/ESP_CONV.pdf 49 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966, http://www2.ohchr.org/spanish/law/ccpr.htm 173 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”50 I.3.1.6 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN EL DOCUMENTO DE LA ONU: CONJUNTO DE PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN DE TODAS LAS PERSONAS SOMETIDAS A CUALQUIER FORMA DE DETENCIÓN O PRISIÓN. En el documento Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1988, en su numeral 36 se establece: “1. Se presumirá la inocencia de toda persona sospechosa o acusada de un delito y se le tratará como tal, mientras no haya sido probada su culpabilidad conforme al derecho en un juicio público en el que haya gozado de todas las garantías necesarias para su defensa.”51 I.3.1.7 LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN REGLAS MÍNIMAS PARA LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA DE MENORES O REGLAS DE BEIJING DE LA ONU En Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores o Reglas de Beijing, adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de noviembre de1985, la regla 7 señala: “7. 50 Derecho de los Menores. Convención Americana sobre Derechos Humanos, San José Costa Rica, 1969 http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-32.html 51 Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas sometidas a cualquier forma de Detenciòn o Prisión, http://www.google.es/#sclient=psyab&hl=es&source=hp&q=ONU:+CONJUNTO+DE+PRINCIPIOS+PARA+LA+PROTECCI%C3%93N+DE+TODAS+ LAS+PERSONAS+SOMETIDAS+A+CUALQUIER+FORMA+DE++DETENCI%C3%93N+O+PRISI%C3%93N.+&pb x=1&oq=ONU:+CONJUNTO+DE+PRINCIPIOS+PARA+LA+PROTECCI%C3%93N+DE+TODAS+LAS+PERSONA S+SOMETIDAS+A+CUALQUIER+FORMA+DE++DETENCI%C3%93N+O+PRISI%C3%93N.+&aq=f&aqi=&aql=&g s_sm=s&gs_upl=217828l217828l1l222290l1l0l0l0l0l0l0l0ll0l0&bav=on.2,or.r_gc.r_pw.,cf.osb&fp=5016a0d442079f0 3&biw=1280&bih=570 174 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE 7.1 En todas las etapas del proceso se respetarán garantías procesales básicas, tales como la presunción de inocencia.”52 II. BIBLIOGRAFÍA ARBONELL, Miguel, Los Derechos Fundamentales en México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Serie Doctrina Jurídica, número 185, 1ª Edición, México, 2004. BECCARIA, Tratado de los Delitos y de las Penas, Porrúa, 3ª edición, México, 1988. BUSTOS RAMÍREZ, Juan Manuel, Manual de Derecho Penal, Parte General, Editorial Ariel, 3ª. Edición, Madrid,1989. BENTHAM Jeremías, Tratados de Legislación Civil y Penal, Editorial Nacional, Madrid, 1981. CARRARA, Francesco, Opúsculo de Derecho Criminal, Edit. Temis, Bogotá, 2000. BOBBIO, Norberto, citado por CARBONELL, Miguel y FERRER MC GREGOR, Eduardo en Compendio de Derechos Humanos. Textos, Prontuario y Bibliografía. Porrúa-Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México, 2004. CÁRDENAS RIOSECO, Raúl F., La Presunción de Inocencia, Editorial Porrúa S.A., 2da. Edición, México, 2006. Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas sometidas a cualquier forma de Detención o Prisión. COLOMBO CAMPBELL, Juan, Garantías constitucionales del debido proceso penal. Presunción de Inocencia”, en Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano, 2007, p. 359, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2007. 52 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beiging) http://www2.ohchr.org/spanish/law/reglas_beijing.htm 175 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE CONTRERAS NIETO, Miguel Ángel, El Derecho al Desarrollo como Derecho Humano, Editorial de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, diciembre de 2006. DICCIONARIO JURÍDICO, Presunción de Inocencia, España. DICCIONARIO JURÍDICO MEXICANO, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Autónoma de México, Editorial Porrúa, México, Tomo P-Z. FERRAJOLI Luigi, Derecho y Razón, Editorial Trotta, Madrid, España, 1997. FERRAJOLI Luigi. De la Carta de Derechos, la Formación de una Esfera Pública Europea, traducción de CARBONELL, Miguel, en la obra La Constitucionalización de Europa. PETER HÄBERLE, JÜRGEN HABERMAS, LUIGI FERRAJOLI y ERMANNO VITALE, traducción de BALAGUER CALLEJÓN, Francisco, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, CARBONELL Miguel y SALAZAR Pedro, Editores. Universidad Autónoma de México, Serie Estudios Jurídicos, Núm. 65, México 2004 pp. 82 y 83. FERRER MCGREGOR, Eduardo. Del Amparo Nacional al Amparo Internacional. Seminario sobre instrumentos de protección regional e internacional de Derechos Humanos. GARCÍA RAMÍREZ, Sergio. La reforma jurídica y la protección de los Derechos Humanos. Biblioteca Jurídica Virtual. HÄBERLE Peter El Estado Constitucional Europeo. HERNÁNDEZ PLIEGO, Julio Antonio, No existe la Presunción de Inocencia, Revista del Instituto Federal de Defensoría Pública, núm. 4, México, diciembre de 2007. LANGEVIN, Julián Horacio, Vinculaciones entre Prueba, Crimen y Pena en el Proceso Inquisitivo, 2º Seminario Internacional para Actuarios Judiciales de Paraguay sobre la Reforma Procesal Penal. MARTÍNEZ CISNEROS, Germán, La Presunción de Inocencia, De la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al Sistema Mexicano de Justicia Penal, Revista del Instituto de la Judicatura Federal, México. 176 Reyes Humberto DE LAS CASAS DUARTE MONTAÑEZ PARDO, Miguel Ángel en La presunción de Inocencia. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Ed. Arazandi, Pamplona, España,. 1999. MONTESQUIEU, El Espíritu de las Leyes, Libro XII, Capítulo 2, Editorial El Ateneo, Madrid, 1951. NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto, Consideraciones sobre el Principio Fundamental de la Presunción de Inocencia, Revista Ius et Praxis, 11(1)221-241. ORLANDI, Renzo, El Respeto a la Presunción de Inocencia en la Lucha Contra la Criminalidad Organizada, Universidad de Bolonia. OVEJERO PUENTE, Ana María, Régimen Constitucional del Derecho Fundamental a la Presunción de Inocencia, Universidad Carlos III de Madrid. QUISBERT, Ermo, De los Delitos y de las Penas de César Bonessana, Márquez de Beccaria, Apuntes Jurídicos, La Paz, Bolivia. QUINTANA ROLDÁN, Carlos y SABIDO PENICHE, Norma D. Derechos Humanos. Porrúa, 2ª Edic., México 2001. ROCCATI, Mirelille, Los Derechos Humanos y la Experiencia del Ombudsman en México, Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, México, 1996. VERGER GRAU, Joan, Los Juicios Paralelos y la Presunción de Inocencia con especial referencia al Jurado, Universidad Santiago de Compostela, España. Declaración Universal de los Derechos del Hombre, París, 1948. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948. Convenio Europeo para la Protección de los Derechos del Hombre y de las Libertades Fundamentales, Roma, 1950. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966. Convención Americana sobre Derechos Humanos, San José Costa Rica, 1969. 177 PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. PRIMERA PARTE Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beiging) 178 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS SUMARIO: I. Notas Introductorias. II. La Penología como disciplina. III. La Pena. IV. El sentido de la Pena, ¿Finalidad preventiva o correctiva?. V. Catálogo de Penas en la Legislación del Estado de Chihuahua. VI. Conclusiones.VII. Bibliografía. I. NOTAS INTRODUCTORIAS La finalidad de las siguientes líneas radica en el estudio y reflexión del sentido u objetivo actual de las penas en nuestro sistema jurídico. Pudiera resultar una obviedad a la luz del contenido del artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el que se establece con meridiana claridad el vehemente anhelo de reinserción social en base a la educación, el deporte, el trabajo y la capacitación para el mismo, no obstante lo anterior hemos sido capaces de advertir, la incorporación a nuestro sistema jurídico de penalidades tales como la Prisión Vitalicia, o el incremento en la duración de las penas privativas de libertad de manera casuista en delitos como la extorsión, homicidio o secuestro, por lo que vale la pena dedicar un espacio para reflexionar si prevalece la tendencia correctiva como regla general o bien estamos aproximándonos a posturas retributivas o intimidatorias (preventivas) de la pena, que han surgido como una reacción a la grave situación de violencia que los grupos criminales han provocado en nuestro país. II. LA PENOLOGÍA COMO DISCIPLINA A. Noción 179 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO No es el propósito de los siguientes párrafos realizar un tratado sobre penología, ni profundizar en su evolución histórica, no obstante conviene al tema que nos ocupa realizar un breve análisis de „La Pena‟, aquella consecuencia que resulta de la culminación de un enjuiciamiento penal, en que se determinó la existencia de un delito y la responsabilidad del acusado, esto es, una sentencia condenatoria. En efecto, de manera general, el procedimiento penal tiene como finalidad determinar si las situaciones fácticas que son puestas al conocimiento del órgano jurisdiccional, una vez que el Ministerio Público ejercitó la acción penal, se adecúan al supuesto previsto por la norma punitiva, y en su caso aplicar la consecuencia jurídica que dicha norma contempla, dicho en otras palabras, conocer la verdad histórica, y una vez hecho lo anterior, en caso de emitir una sentencia condenatoria aplicar la pena que corresponda. En esta tesitura, encontramos actualmente a la penología que tal y como anota Ramírez Delgado, “…..el concepto de penología fue usado por primera vez por Francis Lieber, descrito como la rama de la ciencia criminal que trata del castigo del delincuente; es decir se veía en ella el aspecto vengativo y castigador propio del Derecho Penal, lo cual era válido en aquellas épocas, pues téngase presente que Lieber vivió del año 1800 al 1872, tiempo en que impera la idea retribucionista en esa materia del derecho, pero que en la actualidad y debido a la evolución de los sistemas punitivos a partir del presente siglo ya no se concibe ni acepta como válido el concepto de referencia. Por ello llama más la atención el hecho de que a casi doscientos años de distancia aún no se hable de la importancia del estudio de la penología, y que a pesar de que en los albores del siglo XX se pregona una justicia penal más humana e igualitaria y los dogmáticos tradicionalistas del Derecho Penal se pierden en un intrincado camino de la Teoría del Delito con absurdas y vagas proposiciones sobre finalismo y causalismo que no conducen a nada concreto. Mientras miles de seres humanos se “pudren” en las prisiones debido a la abulia de quienes les 180 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS compete estudiar y analizar las consecuencias de todo hecho delictuoso: La coerción Jurídica o Sanción; ignorándose por consecuencia las funciones que la pena puede realizar de modo accesorio a la conducta criminal, su naturaleza como sanción jurídica y los fines que se persiguen”1 Podremos, bajo este marco, definir a la penología como “La ciencia que estudia las Diversas Penas y Medidas de Seguridad aplicables al sujeto de conducta antisocial”. 2 B. Objeto De Estudio De La Penología El análisis de las líneas anteriores, nos hace capaces de advertir que la penología estudia la diversidad de penas en sí mismas, su objeto y caracteres propios, su historia, y su desarrollo, sus efectos prácticos, sustitutivos; lo mismo hace con relación a las medidas de seguridad. En síntesis, la penología tiene por objeto el estudio de las penas, su finalidad y ejecución.3 No debemos soslayar que la penología del mismo modo comprende como objeto de estudio, las reacciones o respuestas de la sociedad que son generadas por conductas desplegadas por individuos que son considerados de manera mayoritaria dentro de la pluralidad de sujetos que conforman la sociedad como perjudiciales o peligrosos. Estas reacciones son estudiadas como situaciones fácticas que se presentan dentro de un contexto político y económico determinado, ya que en cada época, en cada lugar, se ha reaccionado de manera distinta ante estas conductas. III. LA PENA A. Definiciones Una vez desarrollado el punto inmediato anterior, nos hace capaces de advertir que podemos apartar o desglosar del Derecho Penal una ciencia 1 RAMÍREZ DELGADO, Juan Manuel, “Penología Estudio de las Diversas Penas y Medidas de Seguridad”, Segunda Edición, México, Porrúa, 1997, p.p. 1 2 Ibíd., pp. 05 3 CASTELLANOS TENA, Fernando, “Lineamientos elementales de derecho penal”, México, Porrúa, 1973, p.305. 181 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO que se dedica al estudio particular de las Penas, en lo tocante a sus causas, fines y naturaleza. Para Rodríguez Manzanera, la pena es la efectiva privación o restricción de bienes de que se hace objeto al sujeto que ha sido sentenciado por haber cometido un delito. Es la ejecución de la punición y se da en la instancia o fase ejecutiva, por lo general es la autoridad administrativa la encargada de la ejecución aunque pueden mostrarse variantes en los diferentes ordenamientos jurídicos. 4. Según afirma Reynoso Dávila, “La pena debe ser un contra estímulo, que sirva para disuadir del delito y que cometido éste, trate corregir al delincuente y vigorizar sus fuerzas inhibitorias para el porvenir”.5 De manera muy sucinta y para efectos de esta obra, podemos señalar que la pena, es la consecuencia que el legislador penal contempla, para aquellos sujetos que realicen o desplieguen una conducta catalogada como delito. El anterior señalamiento se puede ilustrar de la siguiente manera: SITUACIÓN FÁCTICA + SUPUESTO NORMATIVO= CONSECUENCIA JURÍDICA. HECHO + LEY PUNITIVA = PENA B. Justificación de la Pena Diferentes doctrinarios, según las distintas épocas y corrientes que hayan predominado en su pensamiento, han aportado una definición para describir y justificar la pena como medida de coactiva en el sistema jurídico penal. Francisco Muñoz Conde, explica la naturaleza y finalidad de la pena: “Si se quiere conseguir algo de claridad en este asunto, deberán 4 5 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis, “Penología”, Porrúa, México 1998, p.p. 94 REYNOSO DÁVILA, Roberto, “Teoría General de las Sanciones Penales”, Porrúa, México, 1996, p.p.528, 182 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS distinguirse, desde el principio, tres aspectos de la pena: su justificación, su sentido y su fin. Mientras que con relación al primer aspecto puede decirse que existe unanimidad, no ocurre lo mismo con respecto a los otros dos. La pena se justifica por su necesidad como medio de represión indispensable para mantener las condiciones de vida fundamentales para la convivencia de personas de una comunidad". Sin la pena, la convivencia humana en la sociedad actual sería imposible. "Se trata de un elemental recurso al que debe acudir el Estado para posibilitar la convivencia entre los hombres más su justificación no es, por consiguiente, una cuestión religiosa ni filosófica, sino una "amarga necesidad en una sociedad de seres imperfectos como lo son los hombres.”6 IV. EL SENTIDO DE LA PENA, ¿FINALIDAD RETRIBUTIVA, PREVENTIVA O CORRECTIVA? Consideramos, sin temor a equivocarnos, que la fina y delicada función del Estado para aplicar su facultad punitiva, merece una especial atención y detenernos un poco para reflexionar sobre su legitimidad y finalidad. “Los sistema penales modernos viven un profundo cambio es verdad. Y el mismo cambio se observa venturosamente en la mayoría de los sistemas de encarcelamiento. Pero si hemos edificado magníficos reclusorios que son en alguna forma la culminación del proceso de humanización en el campo de las penas ha llegado la hora de reflexionar sobre el papel del individuo dentro de esos reclusorios. Y no solo nos referimos al papel previsto en el derecho penal, sino fundamentalmente en la filosofía del derecho penal. En otras palabras, ya no es el cuerpo el objetivo mayor de la represión penal. ¿Lo son acaso el alma, el espíritu, la conciencia? ¿Cuál es el objetivo mayor de la represión penal? ¿O ya no se trata de represión? ¿Es que la Función Punitiva del Estado se ha transformado en función readaptadora y resocializadora?”7 6 MUÑOZ CONDE, Francisco, “Introducción al Derecho Penal”, Segunda Edición, Argentina, B de F Ltda. Montevideo- Buenos Aires, 2001, p.p. 69-71 7 CARRANCA Y RIVAS, Raúl, “El Drama Penal”, México, Porrúa, 1982, p.p. 105 183 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO El anterior planteamiento precisa que nos cuestionemos, si la finalidad de la pena radica en imponer su poder sobre el ámbito corpóreo del sujeto activo, apareciendo el Estado como todo un verdugo, o bien remplazar esa óptica de la pena, por una fuerza y voluntad que se inclina mas hacia el espíritu o la psique del condenado, es decir remplazar al verdugo por especialistas que realicen un estudio científico, diagnósticos clínicos-criminológicos, un dictamen respecto del perfil del delincuente para estar en aptitud de darle un adecuado tratamiento penitenciario con finalidad resocializadora. A. Noción Retributiva. Cuando utilizamos la palabra retribución, nos referimos a la idea de imponer un mal al delincuente por haber cometido un delito, esto es castigarlo; La imposición de un mal, dolor o sufrimiento, por un mal, dolor o sufrimiento causado, un arraigado sentido vengativo de la pena, aunque quienes defienden este término, han llegado a sostener que no debe confundirse retribución con la llamada expiación, esto es hacerle sentir al delincuente remordimiento por el daño causado, ni tampoco debe confundirse con la venganza. Sino que “la retribución constituye una medida objetiva de restauración del orden jurídico quebrantado, de restablecimiento, siquiera sea solo simbólico del desorden producido por la acción ilegal, de restitución de las cosas a su estado correcto, de compensación, si es que no material, al menos ideal, del entuerto cometidos”8 No obstante, aún de esta forma y con esta explicación, se desprende que la retribución implica una actividad reactiva del Estado ante la conducta antisocial del criminal, implica demostrarle al súbdito del estado que a toda actitud antisocial le sigue invariablemente una consecuencia, un sufrimiento por el mal ocasionado, por haberse apartado del camino del derecho, y desplegar una conducta prevista por el legislador penal. B. Noción Preventiva Cuando nos referimos a esta noción, tendremos que visualizar la tendencia a evitar la comisión o perpetración del delito que la represión 8 DIAZ ARCINIEGA, Esther, “La Coercitividad Jurídica”, Porrúa, México, 1964, p.p. 163,164. 184 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS de este. Esto es una, la creación de la norma punitiva con una finalidad predominantemente intimidatoria, que obliga al grueso de la sociedad a seguir el camino del derecho, no por un imperativo de carácter ético, sino meramente por temor a la pena que se le pudiese aplicar. Verbigracia, “No mato a mi suegra por estar convencido de que no es lo correcto y que debo respetar la vida humana, sino por el temor de que me lleven a Aquiles Serdán9” Como podemos ver, la Represión (retribución), o Prevención, son elementos que mas que definir la pena, sirven para justificarla. En esta tesitura, vale la pena cuestionarnos si resulta válido imponer una penalidad ejemplar a una persona determinada para que los demás no incurran en la misma conducta. Particularmente, consideramos que en la situación actual, en nuestro marco jurídico (Estado de Chihuahua), se ha adoptado en algunos casos esta medida, verbigracia la „prisión vitalicia‟, incorporada en el año 2010 en nuestro Código Penal, para delitos de alto impacto como la extorsión o el multi-homicidio. Consideramos claramente la Prisión Vitalicia, no cuenta con una finalidad resocializadora, sino que en realidad, se pretendió que los criminales pensaran dos veces antes de cometer estos delitos, por correr el riesgo de ser capturados y permanecer de por vida privados de su libertad. C. Noción Correctiva En un plano distinto justifica la pena, como un mecanismo estatal que sirve para estudiar al delincuente, realizar un diagnóstico, y aplicar los medios necesarios para reinsertarlo a su grupo social, por diversos medios como la educación, el trabajo, e incluso tratamientos clínicospsicológicos, con la finalidad de crearle consciencia y evitar reincida en su conducta antisocial. Implica una conducta del Estado que gravita en el diagnóstico, y tratamiento del delincuente con la finalidad de educarlo, capacitarlo, sanarlo y procurar en todo momento su regreso a la sociedad de la que provino, esto es resocializarlo. 9 Aquiles Serdán, como alusión al Centro de Reinserción Social ubicado en dicha circunscripción del Estado de Chihuahua. 185 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO V. CATÁLOGO DE PENAS EN LA LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIHUAHUA El legislador de nuestro estado, prevé un catalogo de diversas especies de penalidades que pueden ser impuestas a los delitos sometidos a su jurisdicción, dicha enunciación de penas se encuentra contenida en trece porciones normativas del arábigo 29 de la Codificación Punitiva del Estado, como lo son: I.-Prisión temporal o vitalicia. II.-Relegación. III.-Confinamiento. IV.-Prohibición de Residir en un lugar Determinado. VI.-Tratamiento en Semilibertad. VII.-Sanciones pecuniarias. VIII.-Suspensión de Derechos e inhabilitación para obtener o ejercer un cargo. IX.-Decomiso de los instrumentos, objetos y productos del delito. X.-Inhabilitación, destitución o suspensión de cargos o empleos públicos. XI.-Trabajo en favor de la comunidad. XII.-Trabajo obligatorio para la reparación del daño. XIII.-Suspensión de derechos para conducir vehículos de automotor. A su vez, el legislador penal de nuestro estado se dio a la tarea de definir cada una de las penas ya expuestas dedicando posteriores dispositivos del mismo Código únicamente para explicar los alcances y modalidades de cada una de ellas, mismos que se complementan para su Ejecución en la Ley de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales. A. La prisión en el Código Penal del Estado de Chihuahua 186 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS La prisión es la más gravosa de todas las penas existentes en nuestra legislación. Se encuentra contemplada y explicada en el dispositivo 32 del Código Penal de nuestro Estado, el legislador expone que dicha pena consiste en la privación de la libertad personal del sentenciado, que por su duración podrá ser temporal (Nunca menor de seis meses ni mayor de setenta años), o incluso vitalicia. Podemos señalar, que según la concepción del que redacta, la prisión temporal es aquella comprendida en un lapso de tiempo determinado y que por su naturaleza habrá de fenecer al vencimiento del tiempo que el Tribunal haya determinado en cada caso concreto. Por el contrario la prisión vitalicia es aquella que tendrá por duración la vida misma del sentenciado, esto es que con el solo transcurso del tiempo no perderá su vigencia, sino hasta el momento mismo en que el sentenciado deje de vivir. En cuanto al cómputo de la prisión temporal, podemos decantar que el dispositivo 32 de nuestro Código Punitivo contempla que en toda pena de prisión impuesta en una sentencia ejecutoriada, se computará desde el momento mismo de la detención, no obstante si se trata de dos o más penas de prisión impuestas en sentencias diferentes, deberán de cumplirse de manera sucesiva, pero sin que la suma de ellas sea mayor de setenta años, es decir que aún por acumulación de penas el condenado no podrá ser recluido por mas de dicho lapso de tiempo; Con excepción del delito de homicidio doloso en perjuicio de mujeres o menores de edad, en los que deberá imponerse pena por cada delito cometido, aún y cuando con ello se exceda el máximo de la pena de prisión temporal. No obstante lo antes expuesto, la tolerancia respecto de la duración de la prisión se desvanece cuando varios delitos dolosos sean cometidos por miembros de corporaciones policíacas, autoridades ministeriales, judiciales o de ejecución de penas y medidas judiciales, cualquiera que sea su grado de participación, deberá imponérseles la pena que corresponda para cada uno de ellos, pudiendo aumentarse a la suma total de la pena impuesta, de una a dos terceras partes de aquélla, aun cuando con ello se exceda el máximo de la pena de prisión temporal; Asimismo de conformidad con el numeral en estudio, la penalidad 187 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO siempre se aumentará de una a dos terceras partes a la suma total de la pena impuesta, si entre los delitos cometidos se encuentra el Homicidio, Extorsión, Robo, Amenazas o Daños, en los supuestos del artículo 237 10 del código penal. Del mismo modo será aplicable a los ex integrantes de las instituciones o corporaciones citadas, cuando empleen cualquier tipo de conocimiento, habilidad o información que hubiesen adquirido u obtenido durante el ejercicio del cargo anterior, siempre y cuando, dentro de los delitos dolosos se encuentre el Homicidio, Extorsión, Robo, Amenazas o Daños, en los supuestos del artículo 237. Por lo que respecta a la -prisión vitalicia-, podemos destacar que fue incluida en la legislación del Estado de Chihuahua en delitos como la extorsión o el homicidio doloso en contra de tres o mas personas, mediante decreto número 15-2010 I P.O., publicado en el Periódico Oficial del Estado el 23 de Octubre de 2010, es decir, resulta ser una pena de reciente incorporación a nuestro marco jurídico. Ya se anticipó por parte del que redacta, que consideramos que la duración perpetua de la pena privativa de libertad, se aparta totalmente de las finalidades de resocialización del delincuente. Asimismo al tenor de lo expuesto en este apartado, resulta un contrasentido determinar que un criminal que ha cometido varios delitos, en cuanto a la acumulación de sus penas no deberá de exceder de setenta años de prisión, pero en caso de delitos como la extorsión poco importa si es un primo delincuente recién reclutado con posibilidades de reinserción social, ya que se le impondrá la privación vitalicia de su libertad. En efecto a nuestro criterio, la incorporación de la prisión vitalicia en el Código Punitivo de nuestro Estado de Chihuahua, resulta una transgresión directa a la finalidad del sistema penitenciario, situación esta parece no causar mucho impacto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación al determinar que 11“es importante señalar que el hecho de que la prisión vitalicia no tenga como consecuencia que el reo se readapte a la 10 El artículo 237 contiene una calificativa cuando el delito de daños se provoque por medio de incendio, inundación, explosión o causas similares. 11 Semanario Judicial De La Federación, No. Registro: 175,844, Jurisprudencia, Materia(s): Constitucional, Penal, Novena Época, Instancia Pleno Tomo: XIII, Febrero de 2006, Página: 6 188 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS sociedad, dado que éste no volverá a reintegrarse a ella, tampoco determina que sea una pena inusitada, toda vez que el Constituyente no estableció que la de prisión tuviera como única y necesaria consecuencia la readaptación social del sentenciado, ni que ese efecto tendría que alcanzarse con la aplicación de toda pena, pues de haber sido esa su intención lo habría plasmado expresamente”. Esta postura de la Corte determina que si bien es cierto, la pena privativa de libertad es la mas gravosa de todas las sanciones o penalidades que puedan existir en un sistema jurídico, esta resulta ser necesaria para la conservación de la paz social, es decir que permite que las olas del lago que se agitaron abruptamente por el delito vuelvan a la calma en la que se encontraban. Consideramos que al sostener esta postura la Corte se adhiere o al menos tolera la corriente que determina que la pena es un mecanismo de defensa social y debe corresponder proporcionalmente a la gravedad del ilícito cometido, dejando en segundo plano o mejor dicho, desechando la finalidad de readaptación social del delincuente sobre la base del trabajo, la capacitación sobre el mismo y la educación para que pueda convivir dentro de su comunidad. En efecto, Los anteriores razonamientos han llevado a la corte a apartarse del criterio que sostenía como inconstitucional a la prisión vitalicia, para sostener que la pena privativa de la libertad de por vida no es inusitada ni trascendental, dado que lo que determina la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es el contenido de la pena, para evitar que se convierta en un mecanismo inhumano como la tortura, o la pena trascendental. La Corte sostiene que si el Constituyente originario o permanente hubiera tenido la intención de establecer un límite en la duración prisión, así lo hubiera hecho. El que redacta, considera que si analizamos el artículo 22 Constitucional de manera aislada, por supuesto que habremos de llegar a la conclusión antes expuesta; No obstante, si realizamos un análisis sistémico de nuestro ordenamiento jurídico, encontramos un contrasentido en la incorporación de la prisión vitalicia por un solo hecho delictivo – verbigracia la extorsión-, con los fines del Sistema Penitenciario; En efecto, consideramos que la prisión vitalicia tiene 189 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO implícito un fin intimidatorio para la no realización de conductas delictuosas, así como aislante y represivo en caso de materialización de la misma. Consideramos a la prisión vitalicia una medida que fue incorporada para subsanar la problemática que gira en torno a la política criminal en los rubros de seguridad pública, prevención del delito y sobre todo de ejecución de sentencias condenatorias en instituciones carcelarias poco efectivas. La duración perpetua de la pena es una medida delicada, que en realidad obedece a una finalidad intimidatoria para intentar prevenir la comisión de los ilícitos que la contemplan, además de un reconocimiento tácito de la grave situación del sistema penitenciario en cuando a las dificultades de diagnosticar, tratar, educar y reincorporar al delincuente a la sociedad. La corte ha determinado, como se analizó anteriormente, que resulta ser cierto que la prisión vitalicia se aparta de la finalidad de reinserción social, sin embargo obedece a un fin más alto como lo es el aseguramiento de la paz social. Nosotros consideramos que para garantizar la paz social, debemos poner especial atención en la política criminal aplicada, en particular en materia de seguridad pública, corporaciones policiales preventivas eficientes, comprometidas, capacitadas, quienes son por excelencia los encargados de velar por la paz, tranquilidad y prevención del delito, con la finalidad de no apostar a la intimidación legislativa con penalidades severas para tal efecto. Por todo lo anterior, es que podemos sostener que actividad estatal deberá de aplicar especial atención y esfuerzo por fortalecer, y ganar el respeto de los cuerpos policiales, cuya presencia y eficiencia tiene el impacto más sensible en la prevención del delito. Debemos garantizar procedimientos para una adecuada selección de agentes policiales, capacitación, suministro de equipo necesario como lo son unidades, armamento, equipo de protección, y desde luego la suficiencia no solo cuantitativa sino cualitativa de los elementos, brindándoles capacitación constante pero además óptimas condiciones de trabajo, es decir buenas prestaciones como un servicio médico adecuado, seguro de vida, y salarios dignos para quienes deben arriesgar su vida para la protección de los ciudadanos si es que esperamos que realicen bien su trabajo. 190 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS Consideramos que este es un enfoque crucial para la política criminal del estado, más sensible y más efectivo que apostar a las modificaciones legislativas con penas intimidatorias, las cuales no son garantía de prevención. El que redacta considera que un sicario o un extorsionador no tiene consciencia de las repercusiones que puede implicar su actividad delictuosa, o si la tiene no es su impedimento para continuar realizándola, ya que al desplegar su conducta arriesga incluso su vida, sabe que puede incluso morir en un altercado y aun así esta dispuesto a seguir con su „modus vivendi‟, así acontece con quienes aceptan iniciarse y ser reclutados por los grupos ya existentes, por lo que consideramos que la prisión vitalicia no es el mejor instrumento de combate para el crimen y sistémicamente no resulta coherente con los principios fundamentales del procedimiento penal y el sistema penitenciario. VI. CONCLUSIONES De manera esencial, según las ideas expresadas con anterioridad, podemos destacar que existen dos grandes corrientes, una de ellas la Absoluta, que asevera que la pena es un medio de retribución (venganza) por la comisión de conductas anti-sociales (delitos), y la segunda que relativiza su utilidad como intimidatoria y en caso de materializarse el delito, se actualiza su función correctora. Desde luego, como en infinidad de corrientes y escuelas de lo jurídico, éstas son extremistas, surgiendo las tendencias eclécticas o unificadoras. Es incuestionable, que la regla general de las tendencias actuales en materia de Política Criminal, tienen como aspiración que los Estados busquen la Reinserción Social con la aplicación de penas derivadas de un debido proceso jurisdiccional, circunstancia que atañe particularmente al Sistema Penitenciario, tal como de manera expresa y clara se consagra en el artículo 18 de La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: ‘Artículo 18. Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar a prisión preventiva. El sitio de ésta será distinto del que se destinare para la extinción de las penas y estarán completamente separados. 191 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO El sistema penitenciario se organizará sobre la base del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley.‟ En efecto, bajo esta tesitura, no debemos negar, que la aspiración y finalidad esencial de la Pena, en particular la privativa de libertad, (y por lo tanto del sistema, penitenciario) es precisamente resocializar al delincuente. Utilizamos el término resocialización toda vez que, efectivamente el delito es una conducta que atenta contra la unidad y estabilidad social; El hombre es un ser insuficiente por sí mismo, y es por ello que se une a otros de su misma naturaleza para satisfacer sus necesidades, por ello para el hombre, sobrevivir implica convivir, pero esta convivencia no es „color de rosa‟, toda vez que la generalidad de los hombres es consciente de que se debe a su grupo, a la sociedad, por lo que busca su preservación, no obstante surgen conductas de personas que anteponen sus intereses y necesidades como individuos, y sacrifican los intereses de la colectividad, lastimando la sana convivencia social. En efecto, quien roba no respeta el derecho de propiedad de su semejante, quien viola no respeta la integridad física y la libertad sexual de su semejante, es por ello que quien se aparta de este camino, particularmente hablando de la norma punitiva, realiza una conducta antisocial, hoy en día denominada „Delito‟. Tras la realización de esta conducta antisocial, la finalidad esencial de la „pena‟, actualmente no es Retribuir el mal causado, sino buscar la resocialización del delincuente para prevenir su reincidencia. No desestimamos la existencia de tendencias o medidas de control de criminalidad, que implican agravar las penas como medio de intimidación y prevención del delito, como lo es la prisión vitalicia en delitos de alto impacto social, lo anterior como una reacción legislativa ante la problemática actual, cumpliendo en este caso las penitenciarías la función de institución aislante, aseguradora y que custodia, como único medio para prevenir la reincidencia, en los casos contemplados por la norma penal, reconociendo en determinados casos la imposibilidad de 192 Jaime Ernesto GARCÍA VILLEGAS lograr los deseados resultados resocializadores en determinados delincuentes que representan un peligro para nuestro entorno social, en estar hipótesis desde luego el legislador ha decidido sacrificar la búsqueda de resocialización, buscando la intimidación como medio de prevención. En este orden de ideas es que sostenemos que en nuestro marco jurídico, hoy en día no todas las penas tienen como fin la resocialización alejándose del sentido del Artículo 18 Constitucional, aunque afortunadamente sigue siendo la regla general, esperando que el Sistema Penitenciario de nuestro país se vea en algún momento lo suficientemente nutrido para lograr sus objetivos. VII. BIBLIOGRAFÍA CARRANCA Y RIVAS, Raúl, El Drama Penal, México, Porrúa, 1982. CASTELLANOS TENA, Fernando, Lineamientos elementales de derecho penal, México, Porrúa, 1973. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos DÍAZ ARCINIEGA, Esther, La Coercitividad Jurídica, Porrúa, México, 1964. El Código Penal del Estado de Chihuahua. MUÑOZ CONDE, Francisco, Introducción al Derecho Penal, Segunda Edición, Argentina, B de F Ltda. Montevideo- Buenos Aires, 2001. RAMÍREZ DELGADO, Juan Manuel, Penología Estudio de las Diversas Penas y Medidas de Seguridad, Segunda Edición, México, Porrúa, 1997. REYNOSO DÁVILA, Roberto, Teoría General de las Sanciones Penales, Porrúa, México, 1996. RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis, Penología, Porrúa, México 1998. 193 REFLEXIONES EN TORNO AL SENTIDO ACTUAL DE LA PENA EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO Semanario Judicial de la Federación, No. Registro: 175,844, Jurisprudencia, Materia(s): Constitucional, Penal, Novena Época, Instancia Pleno Tomo: XIII, Febrero de 2006. 194 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH Alicia RAMOS FLORES SUMARIO: I. Antecedentes históricos. II. Principios teóricos de Adam Smith. III. Conclusión. IV. Bibliografía. De los tratadistas que han elaborado principios teóricos para fundamentar el establecimiento de los impuestos se destaca Adam Smith por lo que a continuación nos referiremos a los principios doctrinales que desarrolló su importancia e influencia en nuestro sistema jurídico y su vigencia en la actualidad. I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Correspondió al economista escocés Adam Smith, catedrático de la Universidad de Glasgow en el siglo XVIII, llevarse las palmas cuando planteó en su obra la Riqueza de las Naciones los principios a que debe subordinarse toda norma jurídica a efecto de integrar un orden social justo, que aliente el esfuerzo de los contribuyentes en torno de la producción de riqueza.1 Adam Smith ha sido calificado como individualista, capitalista, sin embargo se tiene que reconocer como lo señala el economista Eric Roll, que si bien es cierto Adam Smith representaba una sola clase social también es cierto que el éxito de su defensa de un interés particular se debió al hecho que al mismo tiempo era la defensa del bien común, al atacar a los miembros de las clases privilegiadas que constituían los obstáculos más formidables al desarrollo del capitalismo industrial2 y como tal era el modelo económico mas promisorio frente al ya agotado modelo feudal. II. PRINCIPIOS TEÓRICOS DE ADAM SMITH 1 Smith, Adam, Investigación de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, Libro V, Tomo II, Publicaciones Cruz O. México, 1978, Pág. 411. 2 Roll, Eric, Historia de las doctrinas económicas, Fondo de Cultura Económica, México 1964, Pág. 139. 195 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH A. Principio de Proporcionalidad o Justicia Este principio nos dice que todo ciudadano debe contribuir al sostenimiento del Estado bajo cuya soberanía reside, en una proporción lo más cercana posible a su verdadera capacidad económica. La palabra “proporción” resulta interesante para Smith pues con ella persigue un sistema tributario justo y equitativo. Esto quiere decir que no basta que quienes ganen más contribuyan en forma cuantitativamente mayor que las personas de menores ingresos, sino que es necesario que esa mayor aportación económica se haga en forma cualitativa. Es decir, si a dos contribuyentes que perciben un ingreso de $100 y $1000 respectivamente se les aplica la misma tasa impositiva del 10%, el que gana $1000 contribuirá cuantitativamente más que el gana $100, pero no lo hará en forma cualitativa, puesto que en ambos casos el impacto fiscal será exactamente el mismo, pues equivaldrá al 10% del ingreso obtenido. Esto desde luego no nos da un claro ejemplo de proporcionalidad impositiva, pues para ello es necesario acudir a las tasas progresivas como ocurre en el Impuesto sobre la Renta. Para que un impuesto en verdad sea proporcional, debe afectar los patrimonios de los sujetos pasivos desigualmente en función de sus respectivas capacidades económicas. O sea, que el impacto fiscal debe ser cualitativamente más fuerte en el caso de los contribuyentes que obtengan elevados ingresos y cualitativamente más leve tratándose de contribuyentes de menores recursos. Es lógico sostener que el Principio de Proporcionalidad atiende básicamente a los porcentajes de contribución al exigir una tributación porcentual más elevada en el caso de ganancias altas y porcentualmente más reducidas en los casos de ganancias medias y pequeñas. De ahí que las contribuciones a tasa o porcentaje fijos se consideren, en términos generales, como contrarias a este importante principio. Cabe resaltar que el maestro de Glasgow hace hincapié que las cargas impositivas deben repartirse en todas las fuentes de riqueza de la 196 Alicia RAMOS FLORES nación para que así no se concentren los gravámenes y se produzca un desarrollo asimétrico. Smith en su tratado nos habla de “igualdad o desigualdad de imposición”, conceptos que no deben confundirse pues deben entenderse en la forma que a continuación se expresa: Existirá igualdad en la imposición cuando a contribuyentes con ingresos distintos se le grave en proporción a su capacidad económica, aplicándoseles tarifas basadas en porcentajes diferenciales. Por el contrario, habrá desigualdad en la tributación cuando a sujetos pasivos que posean diferente capacidad económica se les apliquen tarifas basadas en cuotas, tasas o porcentajes fijos. La igualdad en la imposición se obtiene mediante la aplicación de tarifas progresivas como ocurre en el siguiente ejemplo: Límite inferior $ Límite superior $ Cuota fija Tasa aplicable sobre el Excedente al Límite Inferior 0.01 112,500.00 0.00 2.6 112,500.01 216,500.00 2,925 7.6 216,600.01 291,000.00 10,829 11.6 291,000.01 en adelante 19,471 14.6 Con esta tarifa progresiva vamos a ilustrar la proporcionalidad según Smith en forma cualitativa. Primero tenemos al contribuyente XX con un ingreso mensual de $150,000.00 y al contribuyente AA con un ingreso también mensual de $260,000.00. El resultado se obtiene utilizando la siguiente fórmula: Se ubica la cantidad o base del impuesto dentro del ámbito que le corresponda y se le resta a la cantidad del límite inferior, y a este resultado se le aplica el porcentaje al límite inferior correspondiente y a este resultado se le suma el porcentaje de la cuota fija. 197 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH El ejemplo anterior, nos ilustra que no sólo el ciudadano debe contribuir a los gastos públicos según su capacidad económica es decir proporcionalmente, sino también en forma cualitativa o sea en forma progresiva, pues así se cumple con el Principio en cuestión. Por capacidad económica se debe entender lo que el contribuyente puede pagar sobre rendimientos de capital (utilidades, acciones, arrendamientos, rentas, regalías), salarios, honorarios, entre otros. Es conveniente destacar que los impuestos no deben ser confiscatorios o absorber la totalidad o una parte sustancial de los ingresos del contribuyente ya fuesen salarios, y utilidades pues los gravámenes concebidos en tales términos desalientan el esfuerzo, la producción, el ahorro y la inversión, teniendo como consecuencia el desequilibrio económico y por consiguiente la pobreza. Para observar fielmente tal principio se debe: Gravar cualitativamente mediante tasas porcentuales de tipo diferencial a quienes posean una mayor capacidad económica, a fin de que el impacto patrimonial que sufran sea más elevado que el que tengan que soportar los ciudadanos de mediana o menor capacidad económica. El distribuir por igual las cargas públicas entre todas las fuentes de riqueza gravable disponibles en una nación en un momento dado, con el objeto de que el peso de la contribución nacional no recaiga exclusivamente sobre una o varias de esas fuentes. El establecer tasas tributarias que incidan sobre porción razonable del ingreso, ya sean rendimientos de capital o del trabajo obtenidos por los ciudadanos, sin que tal incidencia implique, bajo ninguna circunstancia, la confiscación de la totalidad de una parte sustancial del patrimonio o del producto legítimo del trabajo y del esfuerzo del propio ciudadano. B. Principio de Certeza o Certidumbre Citando a Smith de su obra la Riqueza de las Naciones tenemos lo siguiente: “El tributo que cada individuo está obligado a pagar debe ser 198 Alicia RAMOS FLORES cierto y determinado, y en modo alguno arbitrario. El tiempo de su cobro, la forma de pago, la cantidad que deba satisfacerse, todo ha de ser claro, llano e inteligible para el contribuyente y para cualquier otra persona. Porque donde se verifique lo contrario, estará cada vasallo, que contribuye más o menos, bajo el poder no del Gobierno, sino del recaudador de tributos, quien puede muy bien, con esta libertad agravar el impuesto sobre cualquier contribuyente que no se atreva a reclamar, o sacar, a impulsos del terror de semejantes gravámenes, regalos, presentes o gratificaciones inicuas para él. La certidumbre de la contribución es ocasión para la insolencia, favoreciendo las astucias de algunos de los empleados en aquellos destinos, quienes suelen ser cuando menos desatentos e intratables. La certeza de lo que cada individuo debe pagar es materia de tanta importancia, que una desigualdad considerable en el modo de contribuir no acarrea, según han experimentado todas las naciones, un mal tan grande como la más leve incertidumbre en la cuantía del tributo”. Del párrafo anterior podemos destacar que todo tributo debe poseer la fijeza en sus elementos constitutivos, ya que de otra manera se da paso al abuso y a la arbitrariedad de las autoridades encargadas de su recaudación y su cobro, las que a su capricho pueden llegar a fijar las cuotas impositivas, fechas y lugares de pago, obligaciones a satisfacer, entre otras. Ahora bien, ¿cuáles son esos elementos constitutivos? Adam Smith habla de tiempo de cobro, la cantidad y forma de pago; sin embargo, como la técnica fiscal ha evolucionado, los elementos formativos de las contribuciones se han ampliado a saber: Sujeto pasivo: la ley debe identificar con precisión al contribuyente sea persona física o moral. Objeto: la autoridad debe definir con precisión cuál es la correspondiente hipótesis normativa (ley) o hecho generador del tributo (conducta). 199 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH Tasa, cuota o tarifa: es vital que la ley especifique claramente, ya sea numérica o porcentual, la unidad aritmética así como la formula matemática que deba utilizarse para efectuar el cálculo y la determinación de cada tributo. Base gravable: la ley igualmente debe indicar la manera precisa y objetiva cuál es la porción del ingreso, rendimiento o utilidad gravables a la que deberá aplicarse la tasa, cuota o tarifa para fijar en cantidad líquida el monto del pago. Fecha y lugar de pago: Como garantía de seguridad, además de certeza es menester que la ley señale los plazos y fechas en las que los sujetos pasivos están obligados a enterar los tributos que hayan causado, ya que dentro de un correcto régimen jurídico, los mismos deben cubrirse en fechas predeterminadas, a fin de que los contribuyentes puedan planear y soportar los impactos del las contribuciones. Sanciones aplicables: El poder sancionador del fisco, que normalmente se expresa a través de la imposición de multas y del cobro de recargos y gastos de ejecución, debe encontrarse perfectamente regulado por la legislación aplicable, aclarando la tipificación de cada infracción sancionable, señalando el monto mínimo y máximo de las multas, y recargos. El Principio de Certidumbre, nos dice Arrioja Vizcaíno, “confiere al ciudadano común y corriente un poderoso medio de defensa frente a los excesos de la Hacienda Pública, al permitirle conocer correctamente y de antemano hasta dónde llegan sus obligaciones tributarias cuál es límite de la potestad recaudatoria. Por esa razón, es de vital importancia que los elementos constitutivos de todo tributo estén previstos con fijeza en las leyes respectivas son los únicos instrumentos capaces de crear situaciones jurídicas de aplicación general; lo que, en esencia, significa que no debe permitirse que dichos elementos constitutivos se consignen en los Reglamentos, Circulares o Miscelánea, ya que, independientemente de que los primeros tienen como única misión la de facilitar el campo de aplicación de las disposiciones generales contenidas en una ley, a la que no pueden sustituir, y las segundas, jurídicamente 200 Alicia RAMOS FLORES hablando, no producen derechos ni obligaciones para los contribuyentes, al tratarse en ambos casos de ordenamientos emanados del Ejecutivo, pues su contenido rara vez resulta imparcial y equitativo. El principio en estudio exige que los ordenamientos sean claros y precisos y así lo contempla el mismo Código Fiscal de la Federación en su artículo 33 que señala que las autoridades fiscales procurarán: “Explicar las disposiciones fiscales utilizando en lo posible un lenguaje llano alejado de tecnicismos y en los casos en que sean de naturaleza compleja, elaborar y distribuir folletos a los contribuyentes”. Por ultimo, cabe señalar que la certeza en las disposiciones fiscales evita la corrupción y altanería de los servidores públicos, los que con toda razón, sostiene Adam Smith, “suelen ser cuando menos desatentos e intratables”. C. Principio de Comodidad Este principio atiende a los plazos o fechas que deben establecerse en las leyes tributarias para el pago de las contribuciones. Plazos y fechas que deben fijarse en forma tal que a los contribuyentes les resulte práctico y poco gravoso el cumplir con sus deberes fiscales. Acertadamente MargainManatou dice: “Si el pago de un impuesto significa para el particular un sacrificio, el legislador debe hacer cómodo su entero. Por lo tanto, para cumplir con este principio, debe escogerse aquellas fechas o períodos, que en atención a la naturaleza del gravamen, sean más propicias y ventajosas para que el causante realice su pago”. Continúa, “Que el legislador tome en consideración este principio, traerá como resultado una mayor recaudación y, por ende, una menor evasión por parte del causante”. Afortunadamente nuestra legislación fiscal respeta el principio en estudio, pues así encontramos que el Impuesto sobre la Renta en lo que se refiere al Ingreso Global de las Empresas, que debe pagarse dentro de los tres meses siguientes a la fecha en que se celebró el balance. 201 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH Cabe aclarar que la comodidad se extiende también a los lugares en donde se deben pagar los impuestos y al procedimiento de pago, pues los lugares deben ser cómodos, amplios, limpios y accesibles, y la forma de pagar debe hacerse mediante formatos entendibles y fáciles de cumplimentar. Esto también encierra el Principio de Certeza. D. Principio de Economía Dicho principio se refiere a que la diferencia entre el monto total de lo recaudado y lo que ingresa a las arcas del Erario Público debe ser la menor posible. Emilio MargainManautou citando a Luigi Einaudi, sostiene que: “Cuando el costo de la recaudación exceda del 2% del rendimiento total del impuesto, éste es incosteable”. De ahí que el costo de la recaudación fiscal sea un asunto de especial trascendencia, puesto que cuando el mismo es excesivo o desproporcionado a la percepción neta del Fisco, por una parte priva al Estado de ingresos tributarios indispensable para el desarrollo de sus actividades, obligándolo a obtener mayores ingresos financieros que, por lo común, suelen incrementar el déficit presupuestario, y por la otra, genera sentimientos de inconformidad entre los gobernados que no reciben en servicios públicos y en obras de interés general, un beneficio equivalente a las cantidades que en aras de la relación jurídico tributaria sacrifican de sus ingresos, utilidades o rendimientos. III. CONCLUSIÓN El maestro de Glasgow concluye la Parte II del Libro V, de su investigación de la naturaleza y causas de la Riqueza de las Naciones, en los siguientes términos: “Las cuatro máximas citadas, por su justicia clara y evidente, a la vez por su manifiesta utilidad, han sido siempre recomendadas y han merecido la mayor atención en todas las naciones. Todas han procurado que sus tributos fuesen lo más iguales que ha sido posible, tan fijos y ciertos en cantidad, y tan cómodos al contribuyente en el tiempo y en el modo de la exacción o cobranza, como proporcionados a la renta que efectivamente 202 Alicia RAMOS FLORES rinden para el príncipe. Igualmente, han procurado que sean lo menos gravosas al pueblo, según las circunstancias del Estado. Pero las cosas, al fin, se han de manejar siempre por hombres. Sus talentos, por grandes que sean, están sujetos a la flaqueza humana que por fatal herencia nos legaron nuestros primeros padres, y las siguientes reflexiones, sobre algunos de los principales impuestos que se conocen, harán ver cómo en diferentes siglos y países, los bien intencionados esfuerzos de todas las naciones no han sido igualmente felices en este respecto”. El pensamiento de Adam Smith no ha caído en desuso pues en varios países, como en el nuestro se han plasmado en las leyes fiscales, sus principios de proporcionalidad, de certidumbre, de comodidad y de economía. IV. BIBLIOGRAFÍA ROLL, Eric, Historia de las doctrinas económicas, Fondo de Cultura Económica, México 1964. SMITH, Adam, Investigación de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, Libro V, Tomo II, Publicaciones Cruz O. México, 1978. 203 LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES DE ADAM SMITH 204 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO.1 Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ2 SUMARIO: I. Introducción. II. Los planteamientos esenciales del denominado “amparo de los intelectuales”. III. Análisis y reflexiones sobre la problemática planteada en relación a la violación del derecho de libre expresión. IV. Bibliografía. I. INTRODUCCIÓN Como es ya conocido, mediante decreto de fecha 6 de noviembre de 2007, publicado el día 13 del mismo mes y año, se dio por terminado el proceso de revisión de la Constitución que modifico entre otros el artículo 41 de la misma, estableciendo un nuevo esquema constitucional de regulación de uso y distribución de espacios en medios de comunicación masiva con fines electorales. De las modificaciones en comento, destaca por la polémica desatada, la fracción III, inciso g), párrafo tercero, que a la letra dice: “Ninguna otra persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra de partidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular. Queda prohibida la transmisión en territorio nacional de este tipo de mensajes contratados en el extranjero.” 1 El presente trabajo forma parte de una ponencia disertada en la mesa redonda sobre “Libertad de expresión y Derechos Humanos”, organizada por la Casa de la Cultura Jurídica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con sede en ciudad Juárez, Chihuahua en noviembre de 2011. 2 Profesor e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua, titular de las asignaturas de Derecho Constitucional, Garantías Individuales y Derecho Procesal Constitucional. 205 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO En efecto, el texto citado fue motivo de controversia y amplio debate, pues entre otras cosas con todo y lo ilógico que en principio nos parezca, se tildó de “inconstitucional” pues se interpusieron varios juicios de amparo en contra de la misma, y uno de los argumentos más serios fue el de que la restricción mencionada violaba el derecho fundamental de libertad de expresión. Así las cosas, el mes de diciembre de 2007, fue interpuesta una demanda de amparo en contra de la citada reforma, signada por un grupo de 15 escritores, periodistas e informadores, razón por la cual se le conoció como “el amparo de los intelectuales”. En la citada demanda, los quejosos argumentaron una serie de conceptos de violación sobre los cuales vale la pena detenernos a hacer una reflexión, pues como se sabe, en el mes de marzo de 2011, la Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó la demanda por considerar improcedente el juicio de amparo contra reformas constitucionales. II. LOS PLANTEAMIENTOS ESENCIALES DEL DENOMINADO “AMPARO DE LOS INTELECTUALES” A) Actos reclamados. Entre los actos reclamados en esta demanda, cabe destacar los siguientes: a). “Del H. Congreso de la Unión, en su calidad de integrante del Órgano Revisor de la Constitución Federal, reclamamos el procedimiento legislativo llevado a cabo para reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 41, fracción III, párrafo tercero. “Ninguna otra persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra departidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular. Queda prohibida la transmisión en territorio nacional de este tipo de mensajes contratados en el extranjero.” 206 Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ b). “De las autoridades antes mencionadas, reclamamos todas las consecuencias y efectos inmediatos de la enmienda constitucional, realizables a partir de su entrada en vigor, conforme a su artículo primero transitorio, entre las que se pueden mencionar, a guisa de ejemplo, las siguientes: la imposición de restricciones contrarias a sus derechos humanos; inhibir y frustrar el pleno ejercicio de la libertad de expresión de las ideas a que tienen derecho; porque restringen la garantía de acceso y aliento a la vida democrática deliberativa; porque modifican los valores constitucionales del régimen democrático deliberativo; el reducir el campo del ejercicio de la libertad de expresión de las ideas, así como de la libertad para deliberar e ir más allá del rol de votante, espectador y encuestado, arrancando y eliminando de dicha esfera el derecho de los quejosos para acceder a los medios masivos de comunicación, con igualdad y equidad; el suprimir y hacer nugatorio el derecho humano de los quejosos para crear espacios para la deliberación pública bajo una base razonable de igualdad y sin ninguna coerción; el trato desigual e inequitativo para los quejosos a quienes se les ha restringido su garantía de expresión y deliberación frente a los partidos políticos que tienen el derecho al uso permanente de los medios de comunicación social; porque frustran y restringen el derecho humano de los quejosos a crear una opinión pública crítica y democrática, desplegando actividades y corrientes de opinión en una esfera pública, sobre cuestiones que afectan a la comunidad; la supresión de la garantía de libertad de expresión para debatir sobre cualquier tema de la cosa pública en época electoral; el derecho a informar y la correlativa garantía a escuchar y poder ser escuchado en un ambiente que favorezca la independencia de los individuos y que garantice las condiciones del debate para que la sociedad determine el interés y destino colectivos; inhibir y frustrar el pleno ejercicio de la libertad para asociarse o no a que tienen derecho; porque frustran, suspenden y restringen la garantía de acceso y aliento a la vida democrática; el desconocimiento y atentado de los derechos humanos de los quejosos derivados de los Tratados Internacionales que el Gobierno de la República ha suscrito.” 207 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO B) Conceptos de violación. Los conceptos de violación fueron diversos, pero en un afán sintetizador se pueden resumir en tres tipos a saber: a). Los que refieren que el órgano reformador de la Constitución carece de competencia para modificar “valores fundamentales de la Constitución”, y que se argumentaron en los siguientes términos: “La reforma del artículo 41, fracción III, párrafo tercero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que aprobó el Órgano Revisor de la Constitución, implica el desconocimiento y ruptura del régimen de distribución de competencias establecido por los artículos 39 y 40 de la Carta Fundamental de la República y vulnera los valores fundamentales del régimen democrático deliberativo que acogen los artículos 3º y 6º de la mencionada Constitución, como a continuación se demostrará. Consecuentemente, los valores superiores son temas reservados al poder constituyente originario y no pertenecen al ámbito de los órganos constituidos en la misma Carta Suprema, con competencia expresa y limitada para reformar y adicionar la propia Constitución. En otras palabras, los órganos instituídos por el Congreso constituyente y dotados de competencia para reformar y adicionar el texto constitucional, no se convierten en titulares o sujetos del poder Constituyente originario, porque éste no les confirió expresamente esa facultad libérrima, por tanto, no prolongan, ni como ficción, la existencia y funciones del Congreso constituyente originario. Sentadas las anteriores premisas, resulta evidente que el Órgano Revisor de la Constitución carece de competencia para generar la mutación de los valores superiores que vertebran el régimen democrático deliberativo que consagra la Constitución de1917. b) Aquellos que refieren directamente una violación a la libertad de expresión, y que se resumen a continuación: 208 Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ “El texto del artículo 6º constitucional otorga a toda persona el derecho a manifestar libremente sus ideas y prohíbe a las autoridades que sometan dicha manifestación a inquisición judicial o administrativa, salvo que ataquen la moral, los derechos de tercero, provoquen algún delito o perturben el orden público. La formulación constitucional del artículo 6° proyecta una concepción negativa de la libertad que requiere o implica únicamente la inhibición del Estado, esto es, la no injerencia a través de intromisiones por parte de aquél, frente a la capacidad de las personas de expresar libremente su opinión; libertad de expresión que conectada con su ejercicio colectivo genera la opinión pública y, en última instancia, el derecho a la información. La libertad de expresión, señala Segundo V. Linares Quintana, “es verdaderamente esencial a la naturaleza del estado democrático, que precisamente es definido por algunos como el gobierno de la opinión pública”. Añade que: “Sin ella resultaría prácticamente imposible la existencia de la opinión pública, ni la crítica y el contralor de la actuación de los gobernantes, como tampoco el cumplimiento por la oposición de su elevado cometido institucional, que requiere por parte de ésta el goce del derecho de expresar su desacuerdo. Es decir, que no tendrá vida el Estado democrático”. En esta perspectiva, la libertad de expresión ampara genéricamente la expresión de las ideas, cualquiera que sea la naturaleza del instrumento utilizado: la palabra oral o escrita, la imagen, el sonido, la actitud, el gesto, etc. Por consiguiente, incluye todas las formas y modalidades de la expresión del pensamiento, a través de la tribuna, la cátedra, el foro, el púlpito, el estrado, la prensa, el cinematógrafo, la radiotelefonía, la televisión, y cualquier otra que sea producto de la ciencia y el desarrollo científico. Como establece la Declaración Universal de los derechos Humanos, en su artículo 19 que dice: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus pociones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier modo de expresión”. Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 19, determina que “Nadie 209 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO podrá ser molestado a causa de sus opiniones. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección”. Ahora bien, el reformado párrafo tercero, fracción III, del artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, previene que: “Ninguna otra persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra departidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular. Queda prohibida la transmisión en territorio nacional de este tipo de mensajes contratados en el extranjero.” De la lectura del precitado artículo 41 reformado se desprende que el Órgano Revisor de la Constitución trastocó y modificó los valores en que se apoya el régimen democrático deliberativo, pues que limitó el ejercicio del derecho a la libertad de expresión. En efecto, desde el momento mismo en que el artículo 41constitucional reformado modifica los valores superiores de la democracia deliberativa y limita a los hoy quejosos el ejercicio libre de su autonomía para expresarse, informar y generar la discusión pública sobre los temas que interesan a la sociedad; desde el momento mismo en que el citado artículo 41 reformado impone a los quejosos la obligación inmediata de abstenerse de contratar espacios en los medios de comunicación masiva, radio y televisión, en los que promuevan el debate público sobre la dirección social y donde prevalezcan los principios más que los intereses; y desde el momento mismo en que la reforma constitucional desalienta el ejercicio democrático, en tanto que éste exige la deliberación libre y pública sobre los méritos de las políticas a adoptar en el ámbito público; resulta que esta modificación constitucional altera y frustra el derecho humano a la libre expresión de las ideas y, por consecuencia, del derecho a informar. 210 Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ III. ANÁLISIS Y REFLEXIONES SOBRE LA PROBLEMÁTICA PLANTEADA EN RELACIÓN A LA VIOLACIÓN DEL DERECHO DE LIBRE EXPRESIÓN En el presente trabajo, por razones de concreción temática, sólo abordaremos la problemática específica relacionada a la libertad de expresión, lo cual se hará al menos desde dos puntos de vista, uno jurídico y otro político. A. Desde el punto de vista eminentemente jurídico, no parece que el agravio del que se duelen los quejosos en la demanda analizada al menos respecto a la supuesta modificación o en su caso violación de la libertad de expresión, es incorrecto, por lo siguiente: a) Si bien es cierto que la libertad de expresión está determinada en nuestra Constitución en forma general y negativa, en el artículo 6º lo cual implica que el Estado y sus autoridades deben de abstenerse de interferir en todas las actividades que los gobernados desarrollen y mediante las cuales expresen su pensamiento; también lo es que esta libertad no es en ningún caso irrestricta o absoluta, pues es claro que incluso el mismo texto del artículo 6º establece límites, como lo son: 1) que no se ataque a la moral pública; 2) los derechos de tercero; 3) no se provoque algún delito; o 4) se perturbe el orden público. Ahora bien, hay que entender que esas son limitantes especificar que establece el artículo 6º Constitucional, pero no son las únicas, pues existen dentro del texto de la Constitución algunas más como la establecida en el artículo 130 inciso e) de la Constitución. Estas limitantes en su mayoría obedecen a que el Constituyente considera que existen otros valores o principios que también deben ser protegidos por la Constitución y que en principio se debe tratar de conciliar con todo el texto de la Constitución. Con esta intención de conciliar, podemos decir que el artículo 41, fracción III, apartado A, inciso g) párrafo tercero, no viola la Constitución al menos por las siguientes razones: 211 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO - De la lectura del texto mencionado, no parece derivar una limitación directa a la libertad de expresión, pues la Constitución no prohíbe expresar nuestras ideas en materia política-electoral aún y cuando sea ante algún medio de comunicación, lo que prohíbe es contratar espacios de tiempo aire para apoyar o atacar a algún partido y candidato en época electoral. Parece claro que lo que está limitando es la libertad contractual y no la libertad de expresión. - Ahora bien, puede decirse (y tal vez con algo de razón) que, al limitar esa libertad contractual, indirectamente se está afectando la libertad de expresión, sin embargo, aún aceptándolo, en una interpretación armónica y conforme a la Constitución, se debe entender que esta limitación es constitucional, pues el artículo 1 párrafo primero de la Constitución en el momento en que se presento la demanda permitía (y aun después de la reforma de junio de 2011, sigue permitiendo), establecer límites y/o restricciones a las garantías individuales, siempre y cuando estos estuvieren contemplados en el propio texto de la Constitución. - Además de lo anterior, cabe destacar que si bien la democracia es un valor constitucional en México, antes de argumentar su violación o mutación, debemos especificar su estructura e integración, y en este sentido habría que concluir que constitucionalmente estamos frente a una democracia representativa que tiene como base de la representación, la acción de los partidos políticos a través del sufragio universal, libre, secreto y directo en la elecciones periódicas organizadas por el Estado Mexicano; según se desprende de los artículos 39, 40, 41 y 135 de la Constitución. B. Desde el punto de vista político también es necesario reflexionar sobre los vínculos entre libertad de expresión y democracia, ya que como dice Duverger: 212 Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ “No toda la actividad del poder se desarrolla dentro del marco del derecho, y un análisis puramente jurídico de las instituciones políticas proporcionaría una visión parcial y falsa.”3 En este sentido, coincidimos con los quejosos en el amparo en que la libertad de expresión es un elemento indispensable para la democracia, pues en razón de esta, se puede integrar una opinión pública bien informada, además es indispensable un debate político plural que pueda servir de base para conformar las preferencias políticas. No obstante lo anterior, lo que no compartimos con los peticionarios del amparo, es la visión de que la reforma atacada sea contraria al correcto desenvolvimiento de la democracia mexicana ya que nos parece que más que perjudicar, favorece la equidad en las contiendas electorales. Se dice lo anterior, en razón de que consideramos que la libertad en sociedad no puede ser absoluta e irrestricta, porque el libre ejercicio de los derechos siempre debe ser presentarse de tal manera que sea de utilidad social, tal y como lo planteó Kelsen, hay que pasar del liberalismo a la democracia, es decir como una cooperación del individuo a los fines del Estado.4 Con lo anterior se quiere expresar que la libertad no debe ser un fin en sí mismo, sin más ni más, sino que debe considerarse como un valor fundamental que sirve de medio para alcanzar otros fines como son la democracia y el bien común de los miembros de la sociedad. En este sentido hay que considerar que una libertad de expresión sin límites tal y como puede ser fuente de una opinión pública fuerte, también puede ser fuente de vejaciones de ciertos derechos de las personas, de la sociedad o del propio Estado, además de que puede tener los efectos exactamente contrarios a los que se buscan en la democracia, ya que como indica Badeni, la censura se puede presentar de diversas formas como por ejemplo: 3 Duverger Maurice, Instituciones políticas y derecho constitucional, Ed. Ariel, España, Quinta reimpresión de la sexta edición en españo, 1996, p. 33 4 Kelsen Hans, Esencia y valor de la democracia, Ediciones Coyoacán, México, 2005, p. 25 213 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO “El monopolio de los medios de difusión; las subvenciones gubernamentales a ciertos medios de difusión en detrimentos de otros y con el deliberado propósito de modificar o cercenar su línea editorial; la violación del secreto profesional que asiste a periodistas…”5 En este contexto, hay que tener presente la sociedad en la que se ejerce la libertad de expresión, pues en una sociedad con escaza educación y madurez política, es fácil que determinados grupos de intereses manipulen la información para verse favorecidos o favorecer a terceros. Consideramos pertinente en este punto hacer referencia a lo que Kurt L. Shell establece como elemento comunes a todos los enfoques de la democracia, y que son: “1. El principio de soberanía popular; 2. El concepto pueblo comprende todos los ciudadanos que residen permanentemente en un territorio y que disfrutan de la mayoría de edad; 3. En el seno del pueblo reina el principio de igualdad en lo que atañe a la participación en el proceso de formación de la voluntad política; 4. La democracia exige que existan instituciones que permitan al “pueblo soberano” expresar su voluntad y participar de esta manea en el proceso de formación de la voluntad política…; 5. La democracia reclama, por tanto, la protección de al menos aquellas libertades que el pueblo necesita para la libre formación de su voluntad, esto es aquellos derechos fundamentales que articulan el proceso de la libre formación de la opinión en lo que concierne a las decisiones políticas; 6. Ha de existir igualdad social por lo menos hasta el extremo de que ninguna parte de la población, a causa de deficiente preparación, se vea excluida de la posibilidad de percatarse de sus propios intereses; hasta el punto de que la concentración del poder no sea monolítica que suponga 5 Citado por Miguel Carbonell en Los Derechos Fundamentales en México, Editorial Porrúa, México, 2005, p. 380 214 Júpiter QUIÑONES DOMÍNGUEZ una imposibilidad para la representación y la imposición de intereses individuales o grupales; y finalmente hasta el punto de que el poder económico-social no determine el proceso político de una manera unilateral y al margen de la voluntad mayoritaria.”6 Si reflexionamos acerca de estos elementos mínimos que debe tener toda democracia, podemos concluir que no basta con defender la libertad de expresión en términos absolutos, porque en una sociedad con amplios márgenes de desigualdad, las bondades de la misma se pueden tornar en formas de manipulación y anulación de la voluntad mayoritaria, y aunque se puede criticar que la reforma le da exclusividad a los partidos políticos para efectos de hacer proselitismo en televisión y radio, hay que decir que al menos esta restricción tiene dos puntos a favor: a) Es congruente con el sistema constitucional, ya que, hasta el día de hoy, estos son el medio por el cual se integra la representación nacional y se posibilita el acceso de los ciudadanos al poder político, según reza el artículo 41, fracción I, párrafo segundo de la Constitución; y b). Los partidos políticos son instituciones de interés público que por ley deben de respetar criterios mínimos de equidad y transparencia en su integración, y sus actividades están fiscalizadas por el Estado, esto es algo que no podemos decir de los grupos de poder económico-social, que llegan a constituir lo que Norberto Bobbio denominó el Poder Invisible7. IV. BIBLIOGRAFÍA ARTEAGA, Elisur, Derecho Constitucional, Editorial Oxford, Tercera edición, México, 2008, p. 116. BOBBIO, Norberto, El futuro de la Democracia, Fondo de Cultura Económica, México, Tercera edición, 2001, p. 36. 6 Citado por Elisur Arteaga en Derecho Constitucional, Editorial Oxford, Tercera edición, México, 2008, p. 116. Cfr. Bobbio Norberto, El futuro de la Democracia, Fondo de Cultura Económica, México, Tercera edición, 2001, p. 36 7 215 LIBERTAD DE EXPRESIÓN VS. EQUIDAD ELECTORAL, UN DEBATE INCONCLUSO CARBONELL, Miguel, Los Derechos Fundamentales en México, Editorial Porrúa, México, 2005, p. 380. DUVERGER, Maurice, Instituciones políticas y derecho constitucional, Ed. Ariel, España, Quinta reimpresión de la sexta edición en españo, 1996, p. 33. KELSEN, Hans, Esencia y valor de la democracia, Ediciones Coyoacán, México, 2005, p. 25. 216 217 218 219 LECTURAS JURÍDICAS Época VI, Número 20 Se terminó de imprimir en los Talleres Gráficos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua, A cargo de Isidro Díaz Tarango, Durante el mes de noviembre de 2012. 220