11 agosto 2016 Selección quincenal de artículos y noticias publicados en nuestro sitio digital www.cubanet.org CUBANET 01 ÍNDICE 03 Béisbol o fútbol, ¿qué prefieren los jóvenes? 04 05 06 07 08 Otro cebo para los ingenuos El transporte en Cuba, al borde del colapso La primera vez de un cubano en el extranjero El interminable Período Especial A cincuenta años de Paradiso CUBANET 02 Béisbol o fútbol, ¿qué prefieren los jóvenes? Muchos se cuestionan si el béisbol debería seguir teniendo el título de “Deporte Nacional” LA HABANA, Cuba.- En las calles hondean banderas del Real Madrid o del FC Barcelona. El más universal de los deportes ha logrado atrapar la atención de la gran mayoría de los jóvenes cubanos mientras el béisbol, oficialmente Deporte Nacional en la Isla, ha perdido espacio. Los bajos resultados obtenidos en eventos internacionales como el Clásico Mundial, la Copa del Mundo y los Juegos Panamericanos han influido negativamente en cuanto a cantidad de seguidores y practicantes del deporte en la Isla. “No me gusta decir que el fútbol ha tomado el lugar del béisbol, pero es una realidad muy tangible que el fútbol ha ganado muchísimo espacio; sólo hay que salir a las calles para ver como lo viven y lo sienten los jóvenes. Una de las causas que el béisbol esté perdiendo pudieran ser los bajos resultados obtenidos en eventos internacionales en los últimos años. A esto se le suma que hoy en día se trasmite mucho más fútbol que antes y que es más factible la posibilidad de ver un partido de liga europea en vivo que en los años 90, por ejemplo. Pero es real que el fútbol ha ganado mucho terreno entre la juventud que lo practica y lo sigue”, comentó para CubaNet Clemente Vicente Reinoso, entrenador del equipo Cuba de Fútbol Sala. Según el ranking publicado por la WBSC (Confederación de Béisbol y Softball Mundial, por sus siglas en inglés), Cuba descendió dos escaños, cayendo así hasta el quinto puesto. Este listado toma los resultados internacionales de hasta cuatro años de cada país en todas las competiciones, desde menores de doce años hasta adultos. “El béisbol cubano ha dejado de tener resultados internacionales, los mejores peloteros han desertado siempre; ya hasta los menores de edad tienen claro que desertar es el único camino. Pienso que el fútbol lo ha desplazado por completo aunque siga siendo política seguir promocionando el béisbol como Deporte Nacional. La pelota es el deporte más politizado en Cuba y eso debe erradicarse si se quiere volver a levantar”, dijo Lázaro Hernández, licenciado en Cultura Física y máster en Ciencias del Deporte que se encontraba en el Hotel Habana Libre disfrutando de un partido de fútbol en vivo. “La pelota (el béisbol) no nos interesa para nada. La Serie Nacional ya no es lo que era antes porque todos los peloteros de calidad siempre se quedan. El béisbol cubano ha perdido muchos seguidores. Sin embargo las ligas de fútbol europeas, la Champions, la Copa del Rey o la Eurocopa sí captan la atención de nosotros los jóvenes cubanos. El fanatismo en Cuba por el fútbol es total; nosotros hacemos lo que sea para ver en vivo un partido”, añadió Andrés Estrada, un joven fanático del Real Madrid que se encontraba en el salón de los embajadores en el Hotel Habana Libre, donde se encuentra la peña madridista más grande de Cuba. El Hotel Habana Libre, el Bruzón, así como el restaurante Dos Gardenias y la Cafetería Pan.com en Playa, y muchos otros lugares, son escenario de reunión para los jóvenes aficionados que no les queda otra opción que pagar hasta diez dólares la entrada (dependiendo del partido) en muchos de estos sitios para poder disfrutar un encuentro en vivo. “Los juegos de la Liga de Campeones los trasmiten en la televisión sin previo aviso y muchas veces los suspenden sin dar explicaciones y nos quedamos a medias. Se las ingenian para cortar los comerciales y silenciar a los comentaristas cuando hablan de las cifras que se les paga a los jugadores de fútbol en el mundo. Aunque últimamente están trasmitiendo muchos más partidos que antes en vivo, todavía nosotros los jóvenes amantes del fútbol tenemos que buscar vías alternativas para mantenernos informados”, describió para este diario Jorge Oliva, fanático del Real Madrid. Alain González, entrenador de fútbol del municipio Boyeros, señaló las dificultades y escasez de medios e implementos que día a día debe superar para entrenar sus equipos escolares y en primera categoría. Alain manifestó que el INDER (Instituto Nacional de deporte y recreación), apoya con mucho más recursos al béisbol que a su deporte, y que aun así los jóvenes prefieren practicar fútbol. “El estado apoya mucho más el béisbol que el fútbol y eso no es un secreto para nadie, siempre ha sido política en Cuba. A mí hace más de dos años no me dan ni un balón para poder entrenar a mis atletas. A pesar de esto, el fútbol ha ganado más espacio y preferencia de los niños y jóvenes cubanos, existen muchos más campeonatos interbarrios de fútbol, organizados por los mismos jóvenes. Todos quieren imitar a Messi o a Cristiano. Ya no existen muchos peloteros en Cuba referentes para los niños y jóvenes”. En los municipios Bejucal, Quivicán y San José de las Lajas de la provincia Mayabeque, dos veces por año se organizan torneos interbarrios de fútbol, fuera del control del INDER, los jóvenes forman sus equipos y recogen la suma de cinco CUC por cada participante. Al final de cada campeonato, el equipo vencedor puede llegar a ganar de 300 a 400 CUC, a repartir entre sus integrantes. Para el arbitraje de dichos partidos, así como para la organización de los esquemas competitivos los jóvenes, les pagan de sus bolsillos a expertos que muchas veces son trabajadores del mismo INDER. Aunque para algunos fanáticos “el béisbol sólo se encuentra pasando por una mala racha”, muchos seguidores del más universal de los deportes en Cuba plantearon que el fútbol debería ser más atendido por parte del INDER. Altos dirigentes del béisbol cubano como Heriberto Suárez Pereda, Comisionado Nacional de Béisbol y Germán mesa, director técnico del equipo Industriales, se negaron a dar su opinión sobre el tema y a ser entrevistados para este trabajo. Orlando González y Pablo González CUBANET 03 Otro cebo para los ingenuos La “conceptualización” que dice perseguir el régimen no es, para nada, democrática GUANTÁNAMO, Cuba.- Desde el pasado 15 de junio se discute en Cuba el documento “Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista”. Según el editorial de Granma, publicado ese día con el título “Un debate por el futuro de Cuba”, será analizado hasta el 20 de septiembre de forma profundamente democrática, pero la práctica empleada hasta ahora lo desmiente. Recientemente, varias denominaciones religiosas fueron invitadas a La Habana para debatir el documento. Escuchadas todas las opiniones, los funcionarios del partido comunista que dirigían el debate pidieron a los participantes que se pronunciaran sobre la aprobación del documento levantando la mano, algo que provocó algunas protestas debido a que eso no se les había informado a los participantes. Algunos alegaron que no se estaba votando por un documento definitivo sino sujeto a modificaciones, que la versión final es la que debía ser votada. No obs- tante muchos de los presentes votaron a favor. Ahora los comunistas dirán que el documento fue aprobado también por las distintas denominaciones religiosas, aunque hasta la fecha ninguna de estas instituciones ha convocado a sus fieles con tal objetivo. Así son las manipulaciones de los comunistas. El documento incide sobre todo el pueblo y todos los cubanos deberíamos tener el derecho de discutirlo amplia y democráticamente, según expuso el editorial de Granma. Pero ya sabemos cómo funciona el concepto de democracia para el régimen. Tratándose de un documento trascedente —como afirman las autoridades y sus correveidiles—, todos los cubanos debían participar con iguales derechos en su discusión y validarlo en un plebiscito bajo observación internacional, pero el régimen le teme al pueblo, lo reprime y le coarta derechos universalmente reconocidos. Al propiciar únicamente la participación de los militantes del partido, de la juventud comunista, de grupos de trabajadores y de personas escogidas, se excluye a una parte considerable de la población. Ese proceder no es democrático. Algunas objeciones teóricas El 17 de noviembre del 2005, Fidel Castro afirmó en la Universidad de La Habana: “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo”. Pero fue Fidel Castro, no el pueblo de Cuba, quien proclamó el carácter socialista de la revolución en 1961. Fue también Fidel Castro quien afirmó exaltado, a mediados de la década de los ochenta: “¡Ahora si vamos a construir el socialismo!”, frase que confirmó que la improvisación permeaba a la llamada dirigencia histórica de la revolución. El principal defecto de este documento es precisamente que no ofrece un concepto del socialismo. ¿Cómo vamos a decir que somos socialistas si desconocemos qué es ese sistema? ¿Cómo admitir que en Cuba hay socialismo si hay menos derechos económicos, culturales, civiles y políticos que en los países capitalistas? ¿Cómo los cubanos podemos sentirnos orgullosos del término sabiendo que en Corea del Norte hay un régimen despótico y genocida que se califica de socialista y es un aliado cercano del castrismo? ¿Cómo podemos afirmar que China es socialista cuando más de dos tercios de los miembros del comité central del partido son millonarios? Numerosos postulados teóricos del documento, referidos a la igualdad de los ciudadanos, al respeto a la legalidad, a las garantías civiles y políticas, existen en la Constitución de la República y se violan de forma sistemática por las autoridades cubanas. ¿Qué garantías tiene el pueblo de que no ocurrirá lo mismo con este documento? Se afirma que está escrito en tiempo presente para la sociedad del mañana pero no se ofrece ningún detalle sobre cómo se implementará. Además, si fuera cierta la intención del gobierno cubano de hacer más democrática nuestra sociedad, ¿por qué no comienzan a dar pasos concretos con ese objetivo? Si el gobierno cubano dejara de golpear, encarcelar, detener y robarle los bienes a los opositores pacíficos, estaría en sintonía con lo que, por ejemplo, expresa el párrafo 68, inciso h, donde se asegura: “El reconocimiento moral y jurídico de la igualdad de derechos y deberes de la ciudadanía y de las garantías para hacerlos efectivos con equidad, inclusión y justicia social, expresados en la igualdad de oportunidades, y el enfrentamiento a toda forma de discriminación por el color de la piel, género, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, origen territorial y nacional, creencia religiosas, edad y cualquier otra distinción lesiva a la dignidad humana”. Si se hubiera consignado expresamente que la discriminación política también es lesiva a la dignidad humana sería algo alentador, pero no es así. Si los comunistas realmente desean garantizar la igualdad de derechos de los ciudadanos habría un párrafo disponiendo que todos los cubanos podrían invertir en el desarrollo del país, residentes o no. Pero en el documento la prioridad es para los extranjeros. Según gustan decir los comunistas, la república cubana desde 1902 hasta 1959 fue “entreguista y colonizada”, pero esa discriminación jamás se plasmó entonces en un programa político como sí lo han hecho ellos en éste. Si quisieran democratizar nuestra sociedad —aun conservando el sistema de partido dictatorial que impusieron ilegalmente— permitirían la prensa alternativa, el control real del pueblo sobre la administración del estado, incluidos el Ministerio del Interior, la fiscalía y los tribunales, el ejercicio privado de la abogacía y otras profesiones, la elección mediante voto popular del presidente del país, de los presidentes de las asambleas del Poder Popular y de los principales cargos públicos, el reconocimiento a la sociedad civil que no está controlada por el partido, el ejercicio del derecho de los padres a escoger la educación que desean para sus hijos y la incorporación a la Constitución y al sistema jurídico de todos los derechos humanos y no sólo los que convienen a la dictadura. Nada de esto aparece contemplado en el documento del que tanto hablan hoy los comunistas y sus perritos falderos. Por esa razón, y sobre todo porque el partido y el gobierno cubanos han sido incapaces de cumplir su propia Constitución, estoy convencido de que es otro cebo para los ingenuos. Roberto Jesús Quiñones Haces CUBANET 04 El transporte en Cuba, al borde del colapso El recorte de combustible en 50% ha provocado una reducción de la frecuencia con que circulan ruteros y taxis privados LA HABANA, Cuba.- A pocos días de iniciada la temporada vacacional en Cuba, y luego de que voceros institucionales aseguraran que todo estaba óptimamente dispuesto para que los cubanos disfrutaran de un “merecido descanso”, aderezado con variedad de ofertas recreacionales, fue anunciada una drástica reducción de las cuotas de combustible debido a la crisis energética que enfrenta el país. Mientras el sector estatal se impone programas draconianos para disminuir el consumo de energía eléctrica en un 50 por ciento, la escasez de petróleo ha tenido un impacto muy negativo en el transporte urbano. La baja frecuencia con que circulan los ruteros, autobuses o taxis privados; el aumento de los precios; la indisciplina ciudadana y la constante temperatura de 35 grados que caldea los ánimos más apacibles, generan una dinámica diaria que se ha tornado insoportable para los cubanos. A toda hora hay concentraciones de personas que esperan largamente la llegada de su ruta. Los taxis no dan abasto entre la persecución de los inspectores, el temor a las denuncias anónimas —que pueden o no ser justas—, el flujo creciente de pasajeros y la imposibilidad de adquirir combustible. Según funcionarios del transporte público, todo está bien y la política de ahorro se debe a la necesidad de garantizar reservas para cuando inicie el curso escolar. “… En septiembre todo va a mejorar”, comentó triunfalmente un inspector. Lo cierto es que el transporte en la capital se comporta pésimo durante todo el año. Pero desde que comenzó la cacería de brujas con los choferes de taxis privados, la situación ha empeorado de modo significativo. Mientras tanto, los cubanos deben pensarlo diez veces antes de decidirse a salir de casa. Por mucho que quieran lanzarse en busca de las cacareadas ofertas recreativas, la promesa de horas de espera bajo un sol despiadado sin ver aparecer un transporte, anula la voluntad de los más atrevidos. Ana León CUBANET 05 La primera vez de un cubano en el extranjero Los efectos de no salir de una isla durante demasiado tiempo LA HABANA, Cuba.- Fui uno de los tantos cubanos que pensaban que su vida se extinguiría sin conocer otro país. Pero la suspensión de la “tarjeta blanca” coincidió con una invitación a Buenos Aires y en poco tiempo me vi montado en un avión, alejándome a ver el mundo, y confieso que todo me deslumbró, desde la sensación de grandeza producto de la altura hasta los tres grados centígrados anunciados por el capitán de la nave al tocar suelo argentino. Para el viaje me habían prestado una vieja maleta rusa y el primer contratiempo lo tuve en el momento de chequear en el aeropuerto José Martí. Debido al aumento de la inmigración que escapaba de la isla, un día antes Colombia decidió exigir a los cubanos visa de tránsito para las escalas, y como no la tenía, el viaje se estropeó. Casi me desplomo al comprender que “el sueño” no se haría, pero un supervisor quiso ayudarme y ordenó que cambiaran el boleto vía Perú, entonces corrí hasta un avión a punto de despegar… y ahí fue donde la maleta perdió las rueditas. Como llegué a Buenos Aires antes de la hora fijada, tuve que esperar a que amaneciera y los anfitriones fueran a buscarme. Al ver tantas bellas maletas, me había dado pena la mía, y la puse en un rincón. Me acurruqué en un banco cercano, donde podía vigilarla. El frío me estaba matando porque no llevaba abrigo, cuando de pronto se formó un alboroto en el aeropuerto y militares armados, con perros, comenzaron a dar vueltas alrededor de mi maleta. Creí se debía a su deterioro y la falta de ruedas, una ofensa a la perfección del entorno, pero al confesar que era mía los militares me increparon: “¡¿Usted no sabe que una maleta abandonada en un aeropuerto es el indicio más claro de un ataque terrorista?!” “Soy cubano”, dije. Como si ser cubano fuera una disculpa. Cuando al fin me llevaron al hotel, los rascacielos y la inmensa urbe bonaerense terminaron por marearme. Me sentí una hormiga. Era lo más grande que había visto. No relataré mi fascinación por todo lo que vi. Parecía un guajiro de monte adentro. Lo tragicómico sucedió a mi regreso, cuando debido a los regalos la maleta apenas cerraba y también perdió el asa, y tuve que empujarla, y por tramos arrastrarla, y la gente me miraba como diciendo: “Esto qué es, ¿una cámara oculta?” Nueve horas estuve en el aeropuerto de Perú, en la escala de regreso, y casi enloquezco dando vueltas como un zombi, ensimismado en el mundo capitalista. Hasta que me dio hambre y fui a ver los precios. Traía unos dolaritos, pero recordar las necesidades que me esperaban en casa, me quitaron el valor para gastar en un café porque lo hallé muy caro. Cuando por fin llegué a La Habana me esperaba la sorpresa final: mi maleta no aparecía. ¿Se habría quedado en Argentina? Al cabo de una hora, cuando todos los pasajeros se marcharon, quedó un bulto de nylon dando vueltas por la estera. Después de observarlo en varias pasadas me aventuré a recogerlo y abrirlo y dentro estaba ella, con una etiqueta que decía: “Equipaje en estado inseguro”. Al pasar por la pesa arrastrando aquel bulto, tuve que desembolsar varios dolaritos que me dolieron en el alma. Para colmo el taxi me dio una mordida final, que me obligó a decidir que, si vuelvo a viajar, regresaré del aeropuerto en ómnibus. Frank Correa CUBANET 06 El interminable Período Especial Fidel Castro, quien jamás lo ha padecido gracias a su gran vida de privilegios, fue su gran arquitecto LA HABANA, Cuba.- El trauma psíquico que padece Fidel Castro con los Estados Unidos no tiene parangón con cualquier otro en la historia de Cuba. A qué se debió dicho trauma, ni él mismo lo sabe. Al menos, nunca lo ha explicado. Pero lo cierto es que fue y es la razón del comienzo de un interminable Período Especial, que ha durado más de medio siglo, para desgracia de los cubanos. ¿Por qué, nos preguntamos hoy, Fidel Castro no previó la hecatombe que podía ocasionar a la economía cubana, con los pasos que daba ya en el poder? Por ejemplo, ¿por qué no supo que al convertirse en enemigo acérrimo del capitalismo norteamericano, el gobierno estadounidense defendería sus bienes de forma tajante contra la política económica agresiva de su régimen? ¿Por qué no previó que la industria y el transporte cubanos se afectarían, privados de piezas de repuesto norteamericanas, imprescindibles para su buen funcionamiento? ¿No pasó nunca por su mente acalorada la magnitud del impacto que recibiría un país pequeño, puesto que casi todo procedía del vecino del Norte, desde las plantas de generación eléctrica y los medios de transporte, hasta los preservativos? El régimen de Fidel Castro no se derrumbó, bien apertrechado de armas para reprimir los brotes opositores del pueblo, pero la economía sufrió tanto, que comenzó, de manera definitiva, un interminable Período Especial, cuya culpa total recae sobre el máximo líder, quien jamás lo ha padecido, gracias a su gran vida de privilegios. En una ocasión expresó: ¨Si me dijeran que el Período Especial va a durar toda la vida, yo respondería, que da igual¨. A las penurias del pueblo cubano, le siguió una libreta de abastecimiento, impuesta también por aquella temprana fecha, que jamás nos ha abastecido, idea que fue de Lenin, puesta en vigor en Rusia en 1918, más conocida como ¨Cartilla individual del consumidor¨. A partir de los años noventa, es que se le pone nombre al oscuro escenario cubano, así como al fracaso del régimen, que nunca ha logrado una verdadera prosperidad económica del pueblo: Período Especial Fue cuando dejamos de ser “el hijo bobo” de los soviéticos, porque ni siquiera socios comerciales pudimos ser durante años. Estamos pues ante un gobierno que se ha pasado décadas buscando justificaciones al colapso de una economía que comenzó a caer en picada, allá por el año 1959. ¿Cuándo, podríamos preguntarle al General, salimos de la fase aguda de aquel Período Especial? ¿Cuáles son las “mejores condiciones” que vivimos hoy, en medio de tanta corrupción, indisciplinas, aumento de delitos, conductas marginales, valores morales perdidos, que no son otra cosa que CONTRARREVOLUCIÓN del pueblo, el gran enemigo a temer, cansado del inútil modelo comunista que impone y define soberanamente un grupo de políticos ‘vive-bien’? La tiranía es el paliativo crónico del desorden. No lo olvide. Puede verse hasta cuando en sus grandes crisis, a los asustados gobernantes autócratas —fíjese en Maduro— se les desinfla la barriga. Tania Díaz Castro CUBANET 07 A cincuenta años de Paradiso La cultura oficialista nos quiere convencer de que su autor, José Lezama Lima, nunca fue un enemigo de la revolución LA HABANA, Cuba.- No hay dudas de que la novela Paradiso, de José Lezama Lima, es la gran catedral de la literatura cubana. No obstante, muchos de los que presumen de haberla leído, lo más probable es que no hayan pasado más allá del capítulo VIII, aquel de las andanzas eróticas de Farraluque que tanto dio de qué hablar. Fue precisamente aquel capítulo, con su homoerotismo, el que en 1966, cuando se publicó Paradiso, escandalizó a los comisarios culturales del castrismo, siempre con muy elevados niveles de moralina y machismo. El libro, calificado de hermético, pornográfico y otras cosas peores, fue proscrito, y no se volvería a reeditar hasta 25 años después. Su autor permanecería relegado hasta su muerte, el 9 de agosto de 1976. Mediocres hacedores de “políticas culturales” condenaron al ostracismo a Lezama por los pecados de ser burgués, católico, incompatible con los códigos morales del castrismo-machismo-leninismo y políticamente poco confiable, particularmente después que formó parte del jurado que concedió en 1968 el Premio UNEAC al poemario “Fuera del juego” de Heberto Padilla. En aquellos días, Lezama escribía a su hermana Eloísa, en cartas que están en- tre los más patéticos testimonios de las secuelas del castrismo en el alma: “Vivo en la ruina y la desesperación”. En aquellas cartas que durante 15 años escribió el genio de la calle Trocadero a su hermana en Miami, lamentaba la desintegración forzosa de su familia, la monotonía enloquecedora, el aislamiento inexorable, el agobio de ignorar la culpa que expiaba. Luego de la rehabilitación póstuma de la figura de Lezama por la cultura oficial y su conversión en un enigmático escritor de culto sólo para iniciados, nos quieren convencer de que el autor de Paradiso nunca fue un enemigo de la revolución. Para ello, cada vez que se presenta la oportunidad, citan la ambigua invocación de Lezama al Ángel de La Jiribilla y aquel muy usado y abusado mareo teleológico del escritor, todavía deslumbrado por enero de 1959, cuando afirmó que “la Revolución Cubana significa que todos los conjuros negativos han sido decapitados”. Para estas reinterpretaciones de Lezama, la cultura oficial se ha valido, entre otros, del periodista y escritor Ciro Bianchi, asiduo de la casa de Trocadero y discípulo del curso délfico. En sus artículos en el periódico Juventud Rebelde y en el extenso prólogo de Lezama dis- perso (Ediciones Unión, 2009), una recopilación de artículos y ensayos de Lezama, Ciro Bianchi ha dicho que Lezama exageraba en cuanto a las vicisitudes que pasaba y ha puesto en duda que las autoridades le hubieran negado de manera continuada e invariable el permiso para viajar al exterior: según él, Lezama no viajó y se condenó a la condición de “peregrino inmóvil para siempre” porque le tenía miedo a los aviones. A pesar de que Ciro Bianchi llegó a culpar a los escritores de Lunes de Revolución del hostigamiento a Lezama, tuvo un atisbo de sinceridad, aunque sin mencionar nombres, cuando al referir el velorio de Lezama en el tercer piso de la funeraria de Calzada y K, escribió: “También y sin que se separaran un solo momento del féretro, los que fueron brazos ejecutores de la persecución contra Lezama. Algunos de los que asistieron no tenían nada que hacer allí como no fuera cumplir un compromiso oficial y simular, y a veces ni eso, un pesar que estaban muy lejos de sentir”. En el prólogo de “Lezama disperso”, Ciro Bianchi Ross refiere la batalla campal que se produjo en los portales del Palacio del Segundo Cabo, sede del Instituto del Libro, cuando en 1991 se presentó la segunda edición cubana de Paradiso. La rebatiña de la muchedumbre impidió que la ensayista italiana Alexandra Riccio, el poeta César López y el propio Bianchi hicieran la presentación de la edición de Letras Cubanas de la novela. El libro tuvieron que venderlo a través de los barrotes de una reja. Todo un símbolo. El revuelo por el libro no era para menos. Cuando se publicó un cuarto de siglo antes, en 1966, la tirada de 5 000 ejemplares se agotó en un abrir y cerrar de ojos. Muchos de los ejemplares fueron recogidos por las autoridades. Presuntamente y como era costumbre, fueron convertidos en pulpa. Ahora, cuando Paradiso arriba a los 50 años y también se han cumplido 40 de la muerte de su autor, la cultura oficial sigue sacando réditos de Lezama y su obra. Ya se anuncia la próxima realización de un congreso, con la participación de académicos de ocho países, para conmemorar el medio siglo de la publicación de la más monumental de las novelas cubanas. Los anfitriones serán los mismos que en su momento la prohibieron. ¡Si tendrán gandinga! Puedo imaginar al Maestro revolviéndose en su tumba profanada. Luis Cino Álvarez CUBANET 08 ENCUÉNTRANOS ADEMÁS EN ESCRÍBENOS A [email protected] CUBANET 09