Agosto 2016

Anuncio
11
agosto
2016
Selección quincenal de artículos y noticias
publicados en nuestro sitio digital
www.cubanet.org
CUBANET
01
ÍNDICE
03
Béisbol o fútbol,
¿qué prefieren
los jóvenes?
04
05
06
07
08
Otro cebo para
los ingenuos
El transporte en Cuba,
al borde del colapso
La primera vez
de un cubano
en el extranjero
El interminable Período
Especial
A cincuenta años
de Paradiso
CUBANET
02
Béisbol o fútbol,
¿qué prefieren
los jóvenes?
Muchos se cuestionan si el béisbol
debería seguir teniendo el título
de “Deporte Nacional”
LA HABANA, Cuba.- En las calles hondean banderas del Real Madrid o del FC
Barcelona. El más universal de los deportes ha logrado atrapar la atención de
la gran mayoría de los jóvenes cubanos
mientras el béisbol, oficialmente Deporte
Nacional en la Isla, ha perdido espacio. Los
bajos resultados obtenidos en eventos internacionales como el Clásico Mundial, la
Copa del Mundo y los Juegos Panamericanos han influido negativamente en cuanto
a cantidad de seguidores y practicantes del
deporte en la Isla.
“No me gusta decir que el fútbol ha tomado el lugar del béisbol, pero es una realidad muy tangible que el fútbol ha ganado
muchísimo espacio; sólo hay que salir a las
calles para ver como lo viven y lo sienten
los jóvenes. Una de las causas que el béisbol esté perdiendo pudieran ser los bajos
resultados obtenidos en eventos internacionales en los últimos años. A esto se le
suma que hoy en día se trasmite mucho
más fútbol que antes y que es más factible
la posibilidad de ver un partido de liga europea en vivo que en los años 90, por ejemplo. Pero es real que el fútbol ha ganado
mucho terreno entre la juventud que lo
practica y lo sigue”, comentó para CubaNet
Clemente Vicente Reinoso, entrenador del
equipo Cuba de Fútbol Sala.
Según el ranking publicado por la WBSC
(Confederación de Béisbol y Softball Mundial, por sus siglas en inglés), Cuba descendió dos escaños, cayendo así hasta el
quinto puesto. Este listado toma los resultados internacionales de hasta cuatro años
de cada país en todas las competiciones,
desde menores de doce años hasta adultos.
“El béisbol cubano ha dejado de tener
resultados internacionales, los mejores peloteros han desertado siempre; ya hasta los
menores de edad tienen claro que desertar
es el único camino. Pienso que el fútbol lo
ha desplazado por completo aunque siga
siendo política seguir promocionando el
béisbol como Deporte Nacional. La pelota es el deporte más politizado en Cuba y
eso debe erradicarse si se quiere volver a
levantar”, dijo Lázaro Hernández, licenciado en Cultura Física y máster en Ciencias
del Deporte que se encontraba en el Hotel
Habana Libre disfrutando de un partido
de fútbol en vivo.
“La pelota (el béisbol) no nos interesa
para nada. La Serie Nacional ya no es lo
que era antes porque todos los peloteros
de calidad siempre se quedan. El béisbol
cubano ha perdido muchos seguidores.
Sin embargo las ligas de fútbol europeas,
la Champions, la Copa del Rey o la Eurocopa sí captan la atención de nosotros los
jóvenes cubanos. El fanatismo en Cuba
por el fútbol es total; nosotros hacemos lo
que sea para ver en vivo un partido”, añadió Andrés Estrada, un joven fanático del
Real Madrid que se encontraba en el salón
de los embajadores en el Hotel Habana Libre, donde se encuentra la peña madridista
más grande de Cuba.
El Hotel Habana Libre, el Bruzón, así
como el restaurante Dos Gardenias y la Cafetería Pan.com en Playa, y muchos otros
lugares, son escenario de reunión para los
jóvenes aficionados que no les queda otra
opción que pagar hasta diez dólares la entrada (dependiendo del partido) en muchos de estos sitios para poder disfrutar un
encuentro en vivo.
“Los juegos de la Liga de Campeones los
trasmiten en la televisión sin previo aviso y muchas veces los suspenden sin dar
explicaciones y nos quedamos a medias.
Se las ingenian para cortar los comerciales y silenciar a los comentaristas cuando
hablan de las cifras que se les paga a los
jugadores de fútbol en el mundo. Aunque
últimamente están trasmitiendo muchos
más partidos que antes en vivo, todavía
nosotros los jóvenes amantes del fútbol
tenemos que buscar vías alternativas para
mantenernos informados”, describió para
este diario Jorge Oliva, fanático del Real
Madrid.
Alain González, entrenador de fútbol del
municipio Boyeros, señaló las dificultades
y escasez de medios e implementos que
día a día debe superar para entrenar sus
equipos escolares y en primera categoría.
Alain manifestó que el INDER (Instituto
Nacional de deporte y recreación), apoya
con mucho más recursos al béisbol que a
su deporte, y que aun así los jóvenes prefieren practicar fútbol.
“El estado apoya mucho más el béisbol
que el fútbol y eso no es un secreto para
nadie, siempre ha sido política en Cuba. A
mí hace más de dos años no me dan ni un
balón para poder entrenar a mis atletas. A
pesar de esto, el fútbol ha ganado más espacio y preferencia de los niños y jóvenes
cubanos, existen muchos más campeonatos interbarrios de fútbol, organizados por
los mismos jóvenes. Todos quieren imitar
a Messi o a Cristiano. Ya no existen muchos peloteros en Cuba referentes para los
niños y jóvenes”.
En los municipios Bejucal, Quivicán y
San José de las Lajas de la provincia Mayabeque, dos veces por año se organizan
torneos interbarrios de fútbol, fuera del
control del INDER, los jóvenes forman sus
equipos y recogen la suma de cinco CUC
por cada participante. Al final de cada
campeonato, el equipo vencedor puede llegar a ganar de 300 a 400 CUC, a repartir
entre sus integrantes. Para el arbitraje de
dichos partidos, así como para la organización de los esquemas competitivos los
jóvenes, les pagan de sus bolsillos a expertos que muchas veces son trabajadores del
mismo INDER.
Aunque para algunos fanáticos “el béisbol sólo se encuentra pasando por una
mala racha”, muchos seguidores del más
universal de los deportes en Cuba plantearon que el fútbol debería ser más atendido
por parte del INDER. Altos dirigentes del
béisbol cubano como Heriberto Suárez Pereda, Comisionado Nacional de Béisbol y
Germán mesa, director técnico del equipo
Industriales, se negaron a dar su opinión
sobre el tema y a ser entrevistados para
este trabajo.
Orlando González y Pablo González
CUBANET
03
Otro cebo para
los ingenuos
La “conceptualización”
que dice perseguir
el régimen no es, para
nada, democrática
GUANTÁNAMO, Cuba.- Desde el pasado 15 de junio se discute en Cuba el documento “Conceptualización del Modelo
Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista”.
Según el editorial de Granma, publicado ese día con el título “Un debate por
el futuro de Cuba”, será analizado hasta
el 20 de septiembre de forma profundamente democrática, pero la práctica empleada hasta ahora lo desmiente.
Recientemente, varias denominaciones religiosas fueron invitadas a La Habana para debatir el documento. Escuchadas todas las opiniones, los funcionarios
del partido comunista que dirigían el
debate pidieron a los participantes que
se pronunciaran sobre la aprobación del
documento levantando la mano, algo
que provocó algunas protestas debido a
que eso no se les había informado a los
participantes.
Algunos alegaron que no se estaba votando por un documento definitivo sino
sujeto a modificaciones, que la versión
final es la que debía ser votada. No obs-
tante muchos de los presentes votaron
a favor. Ahora los comunistas dirán que
el documento fue aprobado también por
las distintas denominaciones religiosas,
aunque hasta la fecha ninguna de estas
instituciones ha convocado a sus fieles
con tal objetivo. Así son las manipulaciones de los comunistas.
El documento incide sobre todo el
pueblo y todos los cubanos deberíamos
tener el derecho de discutirlo amplia y
democráticamente, según expuso el editorial de Granma. Pero ya sabemos cómo
funciona el concepto de democracia para
el régimen.
Tratándose de un documento trascedente —como afirman las autoridades y
sus correveidiles—, todos los cubanos debían participar con iguales derechos en
su discusión y validarlo en un plebiscito
bajo observación internacional, pero el
régimen le teme al pueblo, lo reprime y
le coarta derechos universalmente reconocidos.
Al propiciar únicamente la participación de los militantes del partido, de la
juventud comunista, de grupos de trabajadores y de personas escogidas, se excluye a una parte considerable de la población. Ese proceder no es democrático.
Algunas objeciones teóricas
El 17 de noviembre del 2005, Fidel
Castro afirmó en la Universidad de La Habana: “Una conclusión que he sacado al
cabo de muchos años: entre los muchos
errores que hemos cometido todos, el
más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien
sabía de cómo se construye el socialismo”.
Pero fue Fidel Castro, no el pueblo de
Cuba, quien proclamó el carácter socialista de la revolución en 1961. Fue también Fidel Castro quien afirmó exaltado,
a mediados de la década de los ochenta:
“¡Ahora si vamos a construir el socialismo!”, frase que confirmó que la improvisación permeaba a la llamada dirigencia
histórica de la revolución.
El principal defecto de este documento es precisamente que no ofrece un
concepto del socialismo. ¿Cómo vamos a
decir que somos socialistas si desconocemos qué es ese sistema? ¿Cómo admitir
que en Cuba hay socialismo si hay menos
derechos económicos, culturales, civiles
y políticos que en los países capitalistas?
¿Cómo los cubanos podemos sentirnos
orgullosos del término sabiendo que en
Corea del Norte hay un régimen despótico y genocida que se califica de socialista y es un aliado cercano del castrismo?
¿Cómo podemos afirmar que China es socialista cuando más de dos tercios de los
miembros del comité central del partido
son millonarios?
Numerosos postulados teóricos del
documento, referidos a la igualdad de
los ciudadanos, al respeto a la legalidad,
a las garantías civiles y políticas, existen
en la Constitución de la República y se
violan de forma sistemática por las autoridades cubanas. ¿Qué garantías tiene el
pueblo de que no ocurrirá lo mismo con
este documento?
Se afirma que está escrito en tiempo
presente para la sociedad del mañana
pero no se ofrece ningún detalle sobre
cómo se implementará. Además, si fuera
cierta la intención del gobierno cubano
de hacer más democrática nuestra sociedad, ¿por qué no comienzan a dar pasos
concretos con ese objetivo? Si el gobierno cubano dejara de golpear, encarcelar,
detener y robarle los bienes a los opositores pacíficos, estaría en sintonía con lo
que, por ejemplo, expresa el párrafo 68,
inciso h, donde se asegura: “El reconocimiento moral y jurídico de la igualdad
de derechos y deberes de la ciudadanía
y de las garantías para hacerlos efectivos
con equidad, inclusión y justicia social,
expresados en la igualdad de oportunidades, y el enfrentamiento a toda forma
de discriminación por el color de la piel,
género, identidad de género, orientación
sexual, discapacidad, origen territorial
y nacional, creencia religiosas, edad y
cualquier otra distinción lesiva a la dignidad humana”. Si se hubiera consignado
expresamente que la discriminación política también es lesiva a la dignidad humana sería algo alentador, pero no es así.
Si los comunistas realmente desean
garantizar la igualdad de derechos de los
ciudadanos habría un párrafo disponiendo que todos los cubanos podrían invertir en el desarrollo del país, residentes o
no. Pero en el documento la prioridad es
para los extranjeros. Según gustan decir
los comunistas, la república cubana desde 1902 hasta 1959 fue “entreguista y colonizada”, pero esa discriminación jamás
se plasmó entonces en un programa político como sí lo han hecho ellos en éste.
Si quisieran democratizar nuestra sociedad —aun conservando el sistema de
partido dictatorial que impusieron ilegalmente— permitirían la prensa alternativa, el control real del pueblo sobre
la administración del estado, incluidos
el Ministerio del Interior, la fiscalía y
los tribunales, el ejercicio privado de la
abogacía y otras profesiones, la elección
mediante voto popular del presidente
del país, de los presidentes de las asambleas del Poder Popular y de los principales cargos públicos, el reconocimiento
a la sociedad civil que no está controlada
por el partido, el ejercicio del derecho
de los padres a escoger la educación que
desean para sus hijos y la incorporación
a la Constitución y al sistema jurídico de
todos los derechos humanos y no sólo los
que convienen a la dictadura.
Nada de esto aparece contemplado en
el documento del que tanto hablan hoy
los comunistas y sus perritos falderos.
Por esa razón, y sobre todo porque el
partido y el gobierno cubanos han sido
incapaces de cumplir su propia Constitución, estoy convencido de que es otro
cebo para los ingenuos.
Roberto Jesús Quiñones Haces
CUBANET
04
El transporte en Cuba,
al borde del colapso
El recorte de combustible en 50%
ha provocado una reducción de la frecuencia
con que circulan ruteros y taxis privados
LA HABANA, Cuba.- A pocos días de
iniciada la temporada vacacional en Cuba,
y luego de que voceros institucionales
aseguraran que todo estaba óptimamente
dispuesto para que los cubanos disfrutaran de un “merecido descanso”, aderezado
con variedad de ofertas recreacionales, fue
anunciada una drástica reducción de las
cuotas de combustible debido a la crisis
energética que enfrenta el país.
Mientras el sector estatal se impone
programas draconianos para disminuir el
consumo de energía eléctrica en un 50 por
ciento, la escasez de petróleo ha tenido un
impacto muy negativo en el transporte urbano. La baja frecuencia con que circulan
los ruteros, autobuses o taxis privados; el
aumento de los precios; la indisciplina ciudadana y la constante temperatura de 35
grados que caldea los ánimos más apacibles, generan una dinámica diaria que se
ha tornado insoportable para los cubanos.
A toda hora hay concentraciones de personas que esperan largamente la llegada
de su ruta. Los taxis no dan abasto entre
la persecución de los inspectores, el temor
a las denuncias anónimas —que pueden o
no ser justas—, el flujo creciente de pasajeros y la imposibilidad de adquirir combustible. Según funcionarios del transporte
público, todo está bien y la política de ahorro se debe a la necesidad de garantizar reservas para cuando inicie el curso escolar.
“… En septiembre todo va a mejorar”, comentó triunfalmente un inspector. Lo cierto es que el transporte en la capital se comporta pésimo durante todo el año. Pero
desde que comenzó la cacería de brujas
con los choferes de taxis privados, la situación ha empeorado de modo significativo.
Mientras tanto, los cubanos deben pensarlo diez veces antes de decidirse a salir de
casa. Por mucho que quieran lanzarse en
busca de las cacareadas ofertas recreativas,
la promesa de horas de espera bajo un sol
despiadado sin ver aparecer un transporte,
anula la voluntad de los más atrevidos.
Ana León
CUBANET
05
La primera vez de un cubano
en el extranjero
Los efectos de no salir de una isla
durante demasiado tiempo
LA HABANA, Cuba.- Fui uno de los
tantos cubanos que pensaban que su
vida se extinguiría sin conocer otro país.
Pero la suspensión de la “tarjeta blanca”
coincidió con una invitación a Buenos Aires y en poco tiempo me vi montado en
un avión, alejándome a ver el mundo, y
confieso que todo me deslumbró, desde
la sensación de grandeza producto de la
altura hasta los tres grados centígrados
anunciados por el capitán de la nave al
tocar suelo argentino.
Para el viaje me habían prestado una
vieja maleta rusa y el primer contratiempo lo tuve en el momento de chequear
en el aeropuerto José Martí. Debido al
aumento de la inmigración que escapaba
de la isla, un día antes Colombia decidió
exigir a los cubanos visa de tránsito para
las escalas, y como no la tenía, el viaje se
estropeó.
Casi me desplomo al comprender que
“el sueño” no se haría, pero un supervisor
quiso ayudarme y ordenó que cambiaran
el boleto vía Perú, entonces corrí hasta un
avión a punto de despegar… y ahí fue donde la maleta perdió las rueditas.
Como llegué a Buenos Aires antes de
la hora fijada, tuve que esperar a que
amaneciera y los anfitriones fueran a
buscarme. Al ver tantas bellas maletas,
me había dado pena la mía, y la puse en
un rincón. Me acurruqué en un banco
cercano, donde podía vigilarla. El frío
me estaba matando porque no llevaba
abrigo, cuando de pronto se formó un
alboroto en el aeropuerto y militares armados, con perros, comenzaron a dar
vueltas alrededor de mi maleta.
Creí se debía a su deterioro y la falta
de ruedas, una ofensa a la perfección del
entorno, pero al confesar que era mía
los militares me increparon: “¡¿Usted no
sabe que una maleta abandonada en un
aeropuerto es el indicio más claro de un
ataque terrorista?!”
“Soy cubano”, dije. Como si ser cubano fuera una disculpa.
Cuando al fin me llevaron al hotel, los
rascacielos y la inmensa urbe bonaerense terminaron por marearme. Me sentí
una hormiga. Era lo más grande que había visto.
No relataré mi fascinación por todo lo
que vi. Parecía un guajiro de monte adentro. Lo tragicómico sucedió a mi regreso,
cuando debido a los regalos la maleta
apenas cerraba y también perdió el asa,
y tuve que empujarla, y por tramos arrastrarla, y la gente me miraba como diciendo: “Esto qué es, ¿una cámara oculta?”
Nueve horas estuve en el aeropuerto
de Perú, en la escala de regreso, y casi
enloquezco dando vueltas como un zombi, ensimismado en el mundo capitalista.
Hasta que me dio hambre y fui a ver los
precios. Traía unos dolaritos, pero recordar las necesidades que me esperaban en
casa, me quitaron el valor para gastar en
un café porque lo hallé muy caro. Cuando por fin llegué a La Habana me esperaba la sorpresa final: mi maleta no aparecía. ¿Se habría quedado en Argentina? Al
cabo de una hora, cuando todos los pasajeros se marcharon, quedó un bulto de
nylon dando vueltas por la estera. Después de observarlo en varias pasadas me
aventuré a recogerlo y abrirlo y dentro
estaba ella, con una etiqueta que decía:
“Equipaje en estado inseguro”. Al pasar
por la pesa arrastrando aquel bulto, tuve
que desembolsar varios dolaritos que me
dolieron en el alma. Para colmo el taxi
me dio una mordida final, que me obligó
a decidir que, si vuelvo a viajar, regresaré
del aeropuerto en ómnibus.
Frank Correa
CUBANET
06
El interminable Período Especial
Fidel Castro, quien jamás lo ha padecido gracias a su gran
vida de privilegios, fue su gran arquitecto
LA HABANA, Cuba.- El trauma psíquico que padece Fidel Castro con los Estados Unidos no tiene parangón con cualquier otro en la historia de Cuba.
A qué se debió dicho trauma, ni él
mismo lo sabe. Al menos, nunca lo ha
explicado.
Pero lo cierto es que fue y es la razón
del comienzo de un interminable Período Especial, que ha durado más de medio siglo, para desgracia de los cubanos.
¿Por qué, nos preguntamos hoy, Fidel
Castro no previó la hecatombe que podía
ocasionar a la economía cubana, con los
pasos que daba ya en el poder?
Por ejemplo, ¿por qué no supo que
al convertirse en enemigo acérrimo del
capitalismo norteamericano, el gobierno
estadounidense defendería sus bienes de
forma tajante contra la política económica agresiva de su régimen?
¿Por qué no previó que la industria y
el transporte cubanos se afectarían, privados de piezas de repuesto norteamericanas, imprescindibles para su buen funcionamiento?
¿No pasó nunca por su mente acalorada la magnitud del impacto que recibiría
un país pequeño, puesto que casi todo
procedía del vecino del Norte, desde las
plantas de generación eléctrica y los medios de transporte, hasta los preservativos?
El régimen de Fidel Castro no se derrumbó, bien apertrechado de armas
para reprimir los brotes opositores del
pueblo, pero la economía sufrió tanto, que comenzó, de manera definitiva,
un interminable Período Especial, cuya
culpa total recae sobre el máximo líder,
quien jamás lo ha padecido, gracias a su
gran vida de privilegios. En una ocasión
expresó: ¨Si me dijeran que el Período
Especial va a durar toda la vida, yo respondería, que da igual¨.
A las penurias del pueblo cubano, le
siguió una libreta de abastecimiento, impuesta también por aquella temprana
fecha, que jamás nos ha abastecido, idea
que fue de Lenin, puesta en vigor en Rusia en 1918, más conocida como ¨Cartilla
individual del consumidor¨.
A partir de los años noventa, es que
se le pone nombre al oscuro escenario
cubano, así como al fracaso del régimen,
que nunca ha logrado una verdadera
prosperidad económica del pueblo: Período Especial
Fue cuando dejamos de ser “el hijo
bobo” de los soviéticos, porque ni siquiera socios comerciales pudimos ser durante años.
Estamos pues ante un gobierno que
se ha pasado décadas buscando justificaciones al colapso de una economía que
comenzó a caer en picada, allá por el año
1959.
¿Cuándo, podríamos preguntarle al
General, salimos de la fase aguda de
aquel Período Especial? ¿Cuáles son las
“mejores condiciones” que vivimos hoy,
en medio de tanta corrupción, indisciplinas, aumento de delitos, conductas
marginales, valores morales perdidos,
que no son otra cosa que CONTRARREVOLUCIÓN del pueblo, el gran enemigo a
temer, cansado del inútil modelo comunista que impone y define soberanamente un grupo de políticos ‘vive-bien’?
La tiranía es el paliativo crónico del
desorden. No lo olvide.
Puede verse hasta cuando en sus grandes crisis, a los asustados gobernantes
autócratas —fíjese en Maduro— se les desinfla la barriga.
Tania Díaz Castro
CUBANET
07
A cincuenta años de Paradiso
La cultura oficialista nos quiere convencer
de que su autor, José Lezama Lima,
nunca fue un enemigo de la revolución
LA HABANA, Cuba.- No hay dudas de
que la novela Paradiso, de José Lezama
Lima, es la gran catedral de la literatura
cubana. No obstante, muchos de los que
presumen de haberla leído, lo más probable es que no hayan pasado más allá
del capítulo VIII, aquel de las andanzas
eróticas de Farraluque que tanto dio de
qué hablar.
Fue precisamente aquel capítulo, con
su homoerotismo, el que en 1966, cuando se publicó Paradiso, escandalizó a
los comisarios culturales del castrismo,
siempre con muy elevados niveles de
moralina y machismo. El libro, calificado
de hermético, pornográfico y otras cosas
peores, fue proscrito, y no se volvería a
reeditar hasta 25 años después. Su autor
permanecería relegado hasta su muerte,
el 9 de agosto de 1976.
Mediocres hacedores de “políticas
culturales” condenaron al ostracismo a
Lezama por los pecados de ser burgués,
católico, incompatible con los códigos
morales del castrismo-machismo-leninismo y políticamente poco confiable, particularmente después que formó parte del
jurado que concedió en 1968 el Premio
UNEAC al poemario “Fuera del juego” de
Heberto Padilla.
En aquellos días, Lezama escribía a su
hermana Eloísa, en cartas que están en-
tre los más patéticos testimonios de las
secuelas del castrismo en el alma: “Vivo
en la ruina y la desesperación”.
En aquellas cartas que durante 15 años
escribió el genio de la calle Trocadero a
su hermana en Miami, lamentaba la desintegración forzosa de su familia, la monotonía enloquecedora, el aislamiento
inexorable, el agobio de ignorar la culpa
que expiaba.
Luego de la rehabilitación póstuma
de la figura de Lezama por la cultura
oficial y su conversión en un enigmático
escritor de culto sólo para iniciados, nos
quieren convencer de que el autor de
Paradiso nunca fue un enemigo de la revolución. Para ello, cada vez que se presenta la oportunidad, citan la ambigua
invocación de Lezama al Ángel de La Jiribilla y aquel muy usado y abusado mareo
teleológico del escritor, todavía deslumbrado por enero de 1959, cuando afirmó
que “la Revolución Cubana significa que
todos los conjuros negativos han sido decapitados”.
Para estas reinterpretaciones de Lezama, la cultura oficial se ha valido, entre otros, del periodista y escritor Ciro
Bianchi, asiduo de la casa de Trocadero
y discípulo del curso délfico. En sus artículos en el periódico Juventud Rebelde
y en el extenso prólogo de Lezama dis-
perso (Ediciones Unión, 2009), una recopilación de artículos y ensayos de Lezama, Ciro Bianchi ha dicho que Lezama
exageraba en cuanto a las vicisitudes que
pasaba y ha puesto en duda que las autoridades le hubieran negado de manera
continuada e invariable el permiso para
viajar al exterior: según él, Lezama no
viajó y se condenó a la condición de “peregrino inmóvil para siempre” porque le
tenía miedo a los aviones.
A pesar de que Ciro Bianchi llegó a
culpar a los escritores de Lunes de Revolución del hostigamiento a Lezama,
tuvo un atisbo de sinceridad, aunque sin
mencionar nombres, cuando al referir
el velorio de Lezama en el tercer piso
de la funeraria de Calzada y K, escribió:
“También y sin que se separaran un solo
momento del féretro, los que fueron brazos ejecutores de la persecución contra
Lezama. Algunos de los que asistieron no
tenían nada que hacer allí como no fuera
cumplir un compromiso oficial y simular,
y a veces ni eso, un pesar que estaban
muy lejos de sentir”.
En el prólogo de “Lezama disperso”,
Ciro Bianchi Ross refiere la batalla campal que se produjo en los portales del Palacio del Segundo Cabo, sede del Instituto del Libro, cuando en 1991 se presentó
la segunda edición cubana de Paradiso.
La rebatiña de la muchedumbre impidió que la ensayista italiana Alexandra
Riccio, el poeta César López y el propio
Bianchi hicieran la presentación de la
edición de Letras Cubanas de la novela.
El libro tuvieron que venderlo a través de
los barrotes de una reja. Todo un símbolo.
El revuelo por el libro no era para
menos. Cuando se publicó un cuarto de
siglo antes, en 1966, la tirada de 5 000
ejemplares se agotó en un abrir y cerrar
de ojos. Muchos de los ejemplares fueron
recogidos por las autoridades. Presuntamente y como era costumbre, fueron
convertidos en pulpa.
Ahora, cuando Paradiso arriba a los
50 años y también se han cumplido 40 de
la muerte de su autor, la cultura oficial sigue sacando réditos de Lezama y su obra.
Ya se anuncia la próxima realización de
un congreso, con la participación de académicos de ocho países, para conmemorar el medio siglo de la publicación de la
más monumental de las novelas cubanas.
Los anfitriones serán los mismos que en
su momento la prohibieron. ¡Si tendrán
gandinga! Puedo imaginar al Maestro revolviéndose en su tumba profanada.
Luis Cino Álvarez
CUBANET
08
ENCUÉNTRANOS ADEMÁS EN
ESCRÍBENOS A
[email protected]
CUBANET
09
Descargar