Lima, cinco de Noviembre del dos mil nueve.- La Sala Civil

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Lima, cinco de Noviembre del dos mil nueve.‐ La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, vista la causa número ochocientos trece – dos mil nueve en audiencia pública de la fecha, oído el informe oral y producida la votación de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante César Federico Valdivia Maldonado contra la sentencia de vista de fojas ciento noventa y seis, su fecha ocho de julio de dos mil ocho, expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual revoca la sentencia apelada de fojas ciento cincuenta y seis, su fecha veintisiete de abril de dos mil siete que fundada en parte la demanda y, reformándola, declara infundada, en todos sus extremos, la citada demanda interpuesta contra el Ministerio del Interior sobre indemnización por daños y perjuicios. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES HA SIDO DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante resolución de fecha doce de mayo de dos mil nueve, se ha declarado la procedencia del Recurso de Casación, por la causal y agravios que se precisan a continuación: I) Contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso: Sustentado en que “Se vulnera las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, por cuanto en el considerando sétimo, se está tomando en cuenta la propia Resolución Suprema 0500‐
96/IN/PNP del doce de julio de mil novecientos noventa y seis que dispone su pase al retiro, tantas veces impugnada desde el inicio del proceso, y emitida tres meses después de haber sido denunciado por la Policía Nacional del Perú, mediante el Oficio número 3371‐96‐DIPER‐
DAPO‐DMD/SPD.2C del once de abril de mil novecientos noventa y seis, por considerar hechos que no fueron debidamente investigados en la vía administrativa, tal como opinaba la Oficina de Asesoría Jurídica de la Policía Nacional y que en su oportunidad fueron evaluados con criterio de conciencia por el Consejo Supremo de Justicia Militar para declarar la absolución de los cargos imputados, Resolución Suprema que al dieciocho de abril de dos mil siete, publicada en el diario oficial El Peruano el tres de enero de dos mil ocho, ha sido declarada nula por el Tribunal Constitucional, como se aprecia de la Ejecutoria que se adjunta. (Expediente 08716‐
2006‐PA/TC); asimismo, se demuestra que la Justicia Militar había asumido jurisdicción y competencia con fecha once de abril de mil novecientos noventa y seis, por lo que la Resolución Suprema 0500‐96‐IN/PNP del doce de julio del año citado contraviene el debido proceso expresado en el artículo 139 inciso 2° de la Constitución Política del Estado, que establece taxativamente que “ninguna autoridad administrativa puede avocarse a resolver causas que se encuentran pendientes de solución en el Poder Judicial”, y que la propia Constitución en su artículo 139 inciso 1° considera a la Justicia Militar como órgano jurisdiccional, de donde se entiende que la Resolución Suprema antes citada estaba vulnerando otros derechos del recurrente, tales como: la presunción de inocencia, la defensa y el derecho a la cosa juzgada”. II) Infracción de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales: Sustentado en que “Asimismo, se comete infracción de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales, ya que la Resolución Suprema 0500‐96‐IN/PNP del doce de julio de mil novecientos noventa y seis ha dejado de tener vigencia en el tiempo y espacio, para así sustentar la impugnada, en mérito que esta resolución administrativa fue declarada nula e ineficaz por el Tribunal Constitucional mediante la resolución emitida en la causa número 8716‐2006‐PA/TC publicada en el Diario Oficial El Peruano con fecha tres de enero del dos mil ocho, en cuyo tenor dice: “17. De autos se aprecia que se ha cometido una manifiesta vulneración al debido proceso, desde que el titular del Ministerio del Interio r dispuso el pase de la situación de actividad a la situación de retiro del accionante, cesándolo así en su empleo, cuando los hechos que dieron motivo al inicio del proceso judicial ante el Fuero Privativo Militar no habían sido aun objeto de pronunciamiento definitivo, dicha situación importa la violencia del principio por el cual “nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho”, ne bis in idem, y que imponía al Ministerio del Interior el deber de abstenerse de continuar con el procedimiento administrativo disciplinario, por lo menos hasta culminado en definitiva el proceso ante el órgano jurisdiccional”. De donde se demuestra que para emitir el fallo que se impugna se esta tomando en cuenta pruebas carentes de toda eficacia y validez que vician al acto procesal en si”. 3. CONSIDERANDO: Primero.‐ Que, corresponde en primer término examinar el extremo I), el cual comparte un mismo fundamento con el extremo II), puesto que en el presente caso el cuestionamiento vertebral del recurso casatorio se reduce a lo siguiente: Constituye una afectación al derecho al debido proceso el que la resolución de la Sala de vista ampare su fallo en la Resolución Suprema número 0500‐96/IN/PNP, la cual fue declarada nula mediante Sentencia del Tribunal Constitucional número 08716‐2006‐PA/TC. En este sentido, y por extensión, un pronunciamiento respecto del extremo I), trae como consecuencia de su implicancia con el extremo II), un pronunciamiento también sobre este último agravio. Segundo.‐ Que, hecha la aclaración precedente, es conveniente a los efectos del examen de los agravios denunciados, transcribir el tenor literal del petitorio planteado por el accionante, ahora recurrente, en su demanda subsanada a fojas treinta y cinco, el cual es el siguiente: “En vía Proceso de Conocimiento demando por indemnización por daños y perjuicios a la Dirección General de la Policía Nacional del Perú, debidamente representada por su Director General (…), para que me abone la suma de quinientos cincuenta mil nuevos soles, indemnización que deberá cancelarme como consecuencia de haberme denunciado falsamente y causado daños morales y económicos, al haber el demandado formulado una denuncia falsa ante el Consejo Supremo de Justicia Militar, denuncia formulada mediante el Oficio número 3371‐96‐DIRPER‐
DAPO‐DMD/SPD.2C de once de abril de mil novecientos noventa y seis, denuncia que originó se aperture instrucción ante la Vocalía de Instrucción Permanente del Consejo Supremo de Justicia Militar y signada con el número 5296‐0045, por la presunta comisión del Delito de Función (contra el patrimonio) en agravio del Estado, lo que originó que sufriese ocho meses y quince días de Detención Definitiva en el Centro de Inculpados de la Policía Nacional (CENIN), proceso que terminó en primera instancia con la condena de ocho meses de prisión efectiva, la misma que dieron por compurgada con la mayor carcelería sufrida y al pago de una Reparación Civil ascendente a la suma de siete mil nuevos soles a favor del Estado, cargos de los cuales fui Absuelto en Sala Plena del Consejo Supremo de Justicia Militar luego que formulase el Recurso Extraordinario de Revisión (RERSE), como se aprecia de la Ejecutoria de fecha diez de junio de dos mil dos recaída en la Causa 939‐V‐2001, notificada el día seis de agosto de dos mil dos, que constituye última instancia en el Fuero Militar y que constituye cosa juzgada, determinándose los daños morales por haberse atentado contra mi honor, reputación e imagen así como mi buen nombre el mismo que se ha cuantificado en la suma de ciento treinta y ocho mil cuatrocientos nuevos soles. Asimismo por esta denuncia falsa la demandada mediante la Resolución Suprema número 500‐96‐IN/PNP del doce de julio de mil novecientos noventa y seis dispuso mi pase a la situación de retiro por Medida Disciplinaria, causándome daños económicos al verse disminuidos mis ingresos como Coronel PNP (…)”. La Sala Superior deja entrever, de los considerandos s exto y sétimo de la recurrida, que su análisis se vincula a la institución de la responsabilidad civil por denuncia calumniosa, y es desde este vértice, que analiza el caso concreto, en especial el presupuesto de la antijuricidad. Tercero.‐ Que, conforme se aprecia del petitorio, así como del propio contenido de la resolución del A‐quo y de los fundamentos de la STC número 08716‐2006‐PA/TC, se tiene que en el caso de autos, mediante Oficio número 3371‐96‐DIRPER‐DAPO‐DMD/SPD.2C de la Dirección de Personal de la Policía Nacional del Perú, de fecha once de abril de mil novecientos noventa y seis, se formalizó denuncia contra el recurrente ante el Consejo Supremo de Justicia Militar en razón a la imputación del delito de fraude y falsedad, por la supuesta venta indebida de ochenta y tres mil galones de gasolina de ochenta y cuatro octanos y cuatro mil quinientos galones del mismo combustible de noventa octanos equivalente a doscientos catorce mil ciento dieciocho nuevos soles con veintiún céntimos de nuevo sol. Por Resolución de fecha veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, la Sala de Guerra del Consejo Supremo de Justicia Militar abre instrucción en contra del demandante. Luego de iniciado y encontrándose en trámite el proceso judicial ante el Fuero Privativo Militar, por Resolución Suprema número 0500‐96‐IN/PNP, de fecha doce de julio de mil novecientos noventa y seis, se dispuso el pase de la situación de actividad a la situación de retiro del actor por medida disciplinaria, aplicándosele para ello lo señalado en el Decreto Supremo 0026‐89‐IN (Reglamento del Régimen Disciplinario de la Policía Nacional del Perú). Es el caso que por Resolución número 939‐V‐2001, de fecha diez de junio de dos mil dos, la Sala Revisora del Consejo Supremo de Justicia Militar, absolvió al demandante de todos los cargos denunciados por improbados. Es de precisar que el recurrente, con fecha veintitrés de octubre de dos mil tres, interpone demanda de amparo contra el Ministerio del Interior y el Director General de la Policía Nacional del Perú, solicitando que se declaren inaplicables las Resoluciones Supremas números 0500‐96‐IN/PNP y 0899‐97‐IN/PNP, así como la Resolución Ministerial número 1569‐
2003‐IN/PNP, que ordenaron su pase al retiro por medida disciplinaria, y que, por consiguiente, se disponga su reincorporación al servicio activo como Coronel de la Policía Nacional del Perú, con reconocimiento de todos los beneficios inherentes a su grado. Dicho proceso de amparo llega finalmente hasta el Tribunal Constitucional, resolviendo este, mediante sentencia número STC 08716‐2006‐PA/TC, de fecha dieciocho de abril de dos mil siete, declarar fundada la demanda del recurrente, en consecuencia, nulas la Resolución Suprema número 0500‐96‐IN/PNP, la Resolución Suprema número 0899‐97‐IN/PNP y la Resolución Ministerial número 1569‐2003‐IN/PNP, así como toda resolución o acto administrativo que, hasta esa fecha, implicase la continuidad del agravio producido por aquéllas. Cuarto.‐ Que, conforme a lo entendido por la Sala de vista, y como ya se ha indicado, el examen del petitorio de la demanda se constreñiría al examen de la responsabilidad civil por denuncia calumniosa, por cuanto lo que se cuestiona, es el haberse “formulado una denuncia falsa ante el Consejo Supremo de Justicia Militar” (sic) y que asimismo “por esta denuncia falsa la demandada mediante la Resolución Suprema número 0500‐96‐IN/PNP”, dispuso su pase a retiro. El Ad quem, en su resolución, entró primero a verificar la antijuricidad de la conducta denunciada por el recurrente, argumentando el Colegiado de mérito que no habría ninguna irregularidad jurídica en la conducta del demandado, por cuanto: “Los medios probatorios que obran en autos acreditan que la emplazada al denunciar al actor por la presunta comisión de delitos actuó en razonable situación de acudir ante la autoridad para que se establezca la responsabilidad de los presuntos responsables, ejercitando regularmen te su derecho, lo que obviamente no es reprobable por el ordenamiento jurídico y, si bien es cierto el actor fue absuelto en la vía penal, las investigaciones en la vía administrativa le atribuyen plena responsabilidad disciplinaria por la venta indebida de gasolina cuyo monto fuera destinado a su beneficio, así como también la inclusión de nombres ficticios de efectivos policiales para cubrir servicios de seguridad remunerado en las instalaciones de la Empresa Minera Buenaventura como consta de la Resolución número 0500‐96‐IN/PNP del doce de junio del año mil novecientos noventa y seis obrante a fojas tres y vuelta” (Considerando sétimo). “Si bien el Consejo Supremo de Justicia Militar en revisión revocó y absolvió al actor de los delitos de Falsedad y Fraude por no existir pruebas de la conducta ilícita del demandante, cierto es también que de lo expuesto en los considerandos precedentes se evidencia que se encuentra ausente el requisito de la antijuricidad del hecho que se le imputa al demandado al no existir accionar ilícito que suponga una conducta contraria a derecho” (Considerando noveno). Quinto.‐ Que, de todo lo hasta ahora expuesto, esta Sala Suprema aprecia que efectivamente, el Ad quem para determinar la juricidad de la conducta del demandado, se basa principalmente en la Resolución número 0500‐96‐IN/PNP, cuya copia aparece a fojas tres de este expediente. Sin embargo, es el caso que tal resolución fue declarada nula, mediante sentencia del Tribunal Constitucional número STC 08716‐2006‐PA/TC, de fecha dieciocho de abril de dos mil siete, esto es, con anterioridad al fallo del Ad quem, resolución que ahora el recurrente impugna vía casación, y que es de fecha ocho de julio de dos mil ocho. Por tanto, a la fecha en que la Sala Superior resolvió la presente litis, la Resolución número 0500‐96‐IN/PNP había dejado de pertenecer al Sistema de Fuentes del Derecho, dado que no tenía ya ninguna eficacia jurídica para el demandante, y resultaba en consecuencia inválida cualquier inferencia que se pudiera extraer de esta resolución, en especial para extraer argumentos contra el demandante. Sexto.‐ Que, el recurrente refiere que “para emitir el fallo que se impugna se esta tomando en cuenta pruebas carentes de toda eficacia y validez que vician el acto procesal en si”. Esta Sala Suprema es de la consideración, que la afectación al derecho al debido proceso en el presente caso, cuestión denunciada en casación por el recurrente, no deriva tan intensamente de un supuesto probatorio, que en todo caso, resulta excepcional en casación, sino más bien, de un desconocimiento por el Ad quem del valor jurídico de la cosa juzgada. Sétimo.‐ Que, efectivamente, la sentencia del Tribunal Constitucional número 08716‐2006‐
PA/TC había ya declarado inválida (nula) la Resolución número 0500‐96‐IN/PNP, por lo que tal pronunciamiento de fondo, no sólo constituía cosa juzgada material en un sentido negativo, sino también positivo. Y es que la vinculación que deriva de la cosa juzgada material, sigue además de una vertiente negativa, de impedir o excluir un nuevo enjuiciamiento cuando entre lo resuelto en el primer proceso y lo planteado en el segundo existe plena identidad de sujetos, objeto y fundamento (triple identidad), también una vertiente positiva, de no vedar un nuevo proceso pero sí condicionar la decisión de fondo referente a materias conexas con las ya anteriormente resueltas. El efecto positivo de la cosa juzgada implica, como refiere Montero Aroca “el deber de ajustarse a lo juzgado cuando haya de decidirse sobre una relación jurídica de la que la sentencia anterior es condicionante o prejudicial. La cosa juzgada no opera aquí como excluyente de la resolución de fondo posterior, sino que condiciona esta segunda decisión, y por eso se habla también de función prejudicial (…) La función positiva trata de evitar que dos relaciones jurídicas sean resueltas de modo contradictorio, cuando una de ellas entra en el supuesto fáctico de la o tra, cuando para decidir sobre la segunda se tendría que decidir sobre la primera y, sin embargo, ésta ha sido ya resuelta en un proceso anterior” (MONTERO AROCA, Juan. El Nuevo Proceso Civil. Editorial Tirant lo Blanch, Segunda edición, año dos mil). Octavo.‐ Que, por tanto, dado que la sentencia del Tribunal Constitucional número 08716‐
2006‐PA/TC declaraba nula la Resolución número 0500‐96‐IN/PNP y, en consecuencia, fuera del Derecho, al privársele de eficacia jurídica, no podía por tanto la Sala Superior de vista invocar una supuesta legitimidad o juricidad en el actuar del demandado, amparándose para ello en la referida resolución, que precisamente fue declarada inválida por antijurídica, por vulnerar concretamente los derechos fundamentales del recurrente, tal como lo tiene declarado el Tribunal Constitucional en su resolución de marras. De este modo, esta Sala de Casación aprecia que con tal pronunciamiento el Ad quem ha vulnerado el principio de cosa juzgada en su vertiente positiva, pues un evidente antecedente lógico de la presente litis, lo es la sentencia del Tribunal Constitucional número STC 08716‐2006‐PA/TC, de tal manera que no se puede resolver de manera contradictoria a lo ya fijado judicialmente en una sentencia que constituye cosa juzgada, al menos para concreta y específicamente pretender extraer alguna jurídidad o legitimidad de una resolución ya declarada judicialmente nula, como sucede en el presente caso. En consecuencia, no puede servir de ratio decidendi la Resolución número 0500‐96‐IN/PNP, para el específico fin de acreditar un ejercicio regular del Derecho por parte del demandado, so pena de entrar en contradicción con lo ya resuelto por otro Tribunal en una materia claramente vinculada. En consecuencia se ha caído en nulidad, dada la trascendencia de la afectación. 4. DECISIÓN: Estando a las consideraciones expuestas y a lo establecido por el artículo 396, inciso 2° apartado 2.1, del Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas doscientos dieciséis por César Federico Valdivia Maldonado; en consecuencia, NULA la resolución de vista de fojas ciento noventa y seis, su fecha ocho de julio de dos mil ocho, expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima. ORDENARON que la Sala Superior de origen expida nuevo fallo de acuerdo a las consideraciones vertidas; en los seguidos con la Dirección General de la Policía Nacional del Perú ‐ el Ministerio del Interior sobre indemnización por daños y perjuicios. DISPUSIERON la publicación de esta resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; intervino como Ponente el Juez Supremo Idrogo Delgado; y los devolvieron.‐ SS. PALOMINO GARCIA CASTAÑEDA SERRANO MIRANDA MOLINA IDROGO DELGADO ALVAREZ LOPEZ jd. PAGE PAGE 10 SENTENCIA CASACIÓN Nº 813‐2009 LIMA PAGE 
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