Sexualidad en la infancia

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Reporte de Lectura
Sexualidad Infantil
Como mencioné antes, para Freud la pulsión sexual es la fuerza motivacional más importante. Éste creía que
esta fuerza no era solo la más prevalente para los adultos, sino también en los niños, e incluso en los infantes.
Cuando Freud presentó sus ideas sobre sexualidad infantil por primera vez, el público vienés al que se dirigió
no estaba preparado para hablar de sexo en los adultos, y desde luego menos aún en los niños.
Es cierto que la capacidad orgásmica está presente desde el nacimiento, pero Freud no solo hablaba de
orgasmo. La sexualidad no comprende en exclusiva al coito, sino todas aquellas sensaciones placenteras de la
piel. Está claro que hasta el más mojigato de nosotros, incluyendo bebés, niños y adultos, disfrutamos de las
experiencias táctiles como los besos, caricias y demás.
Sexualidad
Una crítica más general de la teoría freudiana recae sobre su énfasis en la sexualidad. Todo, ya sea malo o
bueno, es el resultado de la expresión o represión de la pulsión sexual. Muchas personas lo critican, y se
preguntan si no habría más fuerzas en juego. El mismo Freud añadió más tarde la pulsión de muerte, pero solo
para convertirse en otra de sus ideas menos populares.
Ante todo, quiero aclarar que de hecho, muchas de nuestras actividades están motivadas de alguna manera por
el sexo. Si echamos una mirada penetrante a nuestra sociedad moderna, podemos ver como la mayoría de la
publicidad usa imágenes sexuales, las películas y los programas de televisión no venden muy bien si no
incluyen cierto grado de estimulación, la industria de la moda se basa en un juego continuo de enseñar y
esconder y nosotros pasamos una considerable cantidad de tiempo cotidiano jugando a ligar. Pero aún así, no
creemos que todo en la vida sea sexual.
Si embargo, el énfasis sobre la sexualidad en Freud no estaba basado en la gran cantidad de sexualidad obvia
en su sociedad; más bien estaba basada en la intensa evitación de la misma, especialmente en clases medias y
altas y particularmente en mujeres. Lo que olvidamos demasiado fácilmente es que nuestra sociedad ha
cambiado bastante en los últimos cien años. Olvidamos que los médicos recomendaban un castigo severo ante
la masturbación, que la palabra pierna era sucia, que las mujeres que deseaban sexualmente eran
inmediatamente consideradas potenciales prostitutas y que los eventos de la noche de bodas de una recién
casada le tomaban completamente por sorpresa, pudiéndose desplomarse literalmente con solo pensarlos.
Es crédito de Freud, no obstante, el moverse intelectualmente por encima de las actitudes sexuales de su
cultura. Ni siquiera su mentor Breuer y el brillante Charcot no pudieron reconocer por completo la naturaleza
sexual de los problemas de sus pacientes. El error de Freud fue más una cuestión de generalización extrema y
de no tomar en cuenta los cambios culturales. Es irónico ver que muchos de los cambios culturales relativos a
actitudes sexuales fueron debidos en parte al trabajo de Freud.
El descuido de lo infantil: Forma parte de la pulsiòn sexual, la afirmación de que ea falta la infancia y sólo
despierta el periodo de las vida llamado pubertad. La práctica sexual en niños temprana acerca de erecciones,
de masturbación, y de acciones parecidas al coito, que se mencionan de manera que los toman como un
pecado en ciertas ocasiones o como algo sucio, comprobando que en la niñez existen pulsiones sexuales.
Amnesia Infantil. Esta etapa cubre los primeros años de la etapa infantil , hasta el sexto y octavo año de vida,
en esta etapa no se conserva la memoria si no unos jirones incomprensibles, exteriorizando dolor, alegría, de
una manera humana sin hipocresías , y siendo la infancia la mejor etapa de la capacidad de reproducción y de
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recepción ya que es mayor, justamente en esta. Siendo importante descubrir la importancia de brindar y
enseñar a dar amor en esta etapa, ya que es la que determina la personalidad de el niño en su mayoría, porque
conforme al crecimiento se nos va formando.
El Periodo de Latencia sexual de la infancia y sus rupturas
Parece seguro que el neonato trae en consigo gérmenes de mociones sexuales que siguen desarrollándose
durante cierto lapso, pero después sufren una progresiva sofocación; esta a su vez, puede ser quebrada por
oleadas regulares de avance del desarrollo sexual o suspendida por peculiaridades individuales.
Determinaciones Sexuales : Los poderes anímicos que más tarde presentaran como inhibiciones en el camino
de la pulsión sexual y angostarán su curso a la manera de que unos diques(el asco, el sentimiento de
vergüenza, los reclamos de lo esotérico y lo moral).
Pero en realidad este desarrollo es de condicionamiento orgánico, fijado hereditariamente, y llegado el caso
puede producirse sin ninguna ayuda de la educación.
Formación Reactiva y Sublimación: A expensas de las mociones sexuales infantiles, periodo de latencia, pero
cuya energía en su totalidad o en su mayor parte es desviada del uso sexual y aplicada a otros fines. Ya que la
desviación de las fuerzas de las pulsiones sexuales de sus metas, y su orientación hacia metas nuevas
(sublimación) Siendo probable que lo que hasta ahora se le ha llamado pubertad no sea si no una segunda gran
fase de la pubertad, que se inicia a mediados de la segunda década de vida.
Las mociones sexuales son el conjunto de mecanismos de sublimación, los cual constituye el carácter
principal del período de latencia; por otra parte, serían en si perversas, esto es, partirían de zonas erógenas y se
sustentarían en pulsiones que dada la dirección del desarrollo del individuo sólo provocaría sensaciones de
displacer, surgiendo las anímicas contrarias (mociones reactivas).
Rupturas del Periodo de Latencia: Es el empleo dela sexualidad infantil constituyendo un ideal pedagógico,
formando de los poderes de defensa morales a expensas de la sexualidad infantil como si supieran que ellos
degustan de los vicios, conformando originariamente la pulsiòn sexual.
La exteriorizaciones de la sexualidad Infantil
El Chupeteo: Aparece en el lactante y puede conservarse hasta la madurez o persistir toda la vida,
consistiendo el contacto en un contacto de succión de la boca. Una pulsiòn de prensiòn que emerge al mismo
tiempo suele manifestarse mediante un simultáneo tironeo rítmico del lóbulo de la oreja y el apoderamiento de
una parte de la otra persona, en la crianza el chupete es equiparado a las otras malas costumbres sexuales del
niño, diciendo que la satisfacción sexual como el chupeteo es el somnífero perfecto, confundiendo lo sexual
con lo genital.
Autoerotismo: Es una práctica sexual sonde se satisface en el cuerpo propio, nombrándolo también
autoeròtica, que es la satisfacción que se obtiene muchas veces mamando rítmicamente un sector de la pues el
o de mucosa.
Su primer actividad, la más importante para su vida, el mamar del pecho materno o de sus subgrados, no pudo
menos que familiarizarlo con ese placer. Diríamos que los labios del niño se comportaron como una zona
erógena. Para la estimulación causando una sensación placentera, siendo la satisfacción de la zona erógena la
que se asoció con la satisfacción de la necesidad de alimentarse. El quehacer sexual se apuntala primero en
una de las funciones que sirven a la conservación de la vida, y sólo más tarde se independiza de ella.
Un divorcio tiene que sudecer siendo a veces inevitable, cuando aparecen los dientes, cabe recalcar que no
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todos los niños chupetean. Que algunos llegan a hacerlo en quienes esta constitucional izado reforzado el
valor erógeno de la zona de los labios, llegados a adultos, serán grandes gustadores del beso, se inclinarán
besos perversos, o si, son hombres tendrán una potente motivación intrínseca para beber y fumar, aunque
actualmente son ambos.
Siendo la zona labial un campo de acción reciproca, con trastornos alimenticios, estrangulamiento de la
garganta, por ejemplo las bulímicas se dice que este proceso de su vida aún no lo han superado y por ello
presentan fijaciones, ya que de pequeños fueron enérgicos chupeteadores.
Pues es auto erótica y su meta sexual se encuentra bajo el imperio de una zona erógena.
La meta sexual de la Sexualidad Infantil
Caracteres de las Zonas Erógenas: Es un sector de piel o de mucosa en el que estimulaciones de cierta clase
provocan una sensación placentera de determinada cualidad, imponiéndose la analogía con las cosquillas, ya
que la sensación placentera provocada por el estimulo, o de cualquier otro sector, puede prestar los servicios
de una zona erógena, para lo cual es forzoso que conlleve una cierta aptitud. El niño chupete ador busca por su
cuerpo y escoge algún sector para mamarselo con fruición; después por acostumbramiento.
Pasando a ser el preferido, cualquier otro sector del cuerpo puede ser dotado de la excitabilidad de los
genitales y elevarse a la condición de zona erógena.
Meta Sexual Infantil: Consiste en producir satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona
erógena, la necesidad de repetir la satisfacción se trasluce por dos cosas: un peculiar sentimiento de tensión,
que posee más bien el carácter del displacer, y una sensación de estímulo o de picazón condicionada
centralmente y proyectada a la zona erógena periférica.
La propiedad de la erògenidad es que es en todas las partes del cuerpo, y hasta en los órganos internos.
Siendo un poco sorprendente que para cancelarse un estímulo requiera de un segundo estímulo aplicado al
mismo lugar.
Las exteriorizaciones Sexuales Masturbación
La masturbación es sólo la descarga genital de la excitación sexual perteneciente al complejo, y a esta
referencia deberá su significatividad para todas las épocas posteriores. El complejo de Edipo ofrecía al niño
dos posibilidades de satisfacción: una activa y una pasiva. Pudo situarse de manera masculina en el lugar del
padre y, como él, mantener comercio con la madre, ante lo cual el padre fue sentido pronto como obstáculo
(activo); o quiso sustituir a la madre y hacerse amar por el padre, ante lo cual la madre quedó sobrando.
La aceptación de la posibilidad de la castración, la intelección de que la mujer es castrada, puso fin a las dos
posibilidades de satisfacción derivadas del complejo de Edipo; ya que ambas conllevan la pérdida del pene;
una masculina, en calidad de castigo y una femenina como premisa. Si la satisfacción amorosa en el terreno
del complejo de Edipo debe costar el pene, entonces por fuerza estallará el conflicto entre el interés narcisista
en esta parte del cuerpo y la investidura libidinosa de los objetos parentales. Ante esto, triunfará normalmente
el primero; el Yo del niño se extraña del complejo de Edipo.
Las investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad del padre, o de ambos
progenitores, introyectada en el Yo, forma ahí el núcleo del Súper Yo, que toma prestada del padre la
severidad, perpetúa la prohibición del incesto y, así, asegura el yo contra el retorno de las investiduras
libidinosas de objeto. (las aspiraciones libidinosas pertenecientes a este complejo son en parte desexualizadas
y sublimadas, lo cual sucede por introyección, y en parte son inhibidas en su meta y mudadas en mociones
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tiernas. El proceso en su conjunto salvó una vez a los genitales, alejó de ellos el peligro de la pérdida, y
además los paralizó, canceló su función. Con este proceso se inicia el período de latencia, que viene a
interrumpir el desarrollo sexual del niño.
La masturbación en los hombres.
La masturbación es casi siempre una actividad solitaria. La mayoría de los hombres piensan en una actividad
sexual durante su masturbación y pueden aumentar su excitación con imágenes eróticas.
Sus fantasías suelen ser actividades sexuales que nunca practican en la vida real como el sadomasoquismo, la
violación o la relación sexual con una persona del sexo opuesto al de su pareja.
La técnica masculina es mover una o ambas manos arriba y abajo a lo largo del pene, como el movimiento
que se tiene dentro de la vagina. Para que la sensación sea más parecida se utiliza en coacciones, algún tipo de
lubricante. Sin embargo, la fricción necesaria se puede conseguir de innumerables formas.
La masturbación en las mujeres.
La masturbación en las mujeres es una actividad solitaria. En la masturbación femenina desempeña un papel
importante las fantasías de episodios románticos, de seducciones, coitos, violaciones y otras situaciones
exóticas.
La técnicas de la masturbación de las mujeres son mas variadas, lo más frecuente es que utilicen los dedos
para acariciar los lados del clítoris hasta obtener un orgasmo. La masturbación intravaginal es menos
frecuente ya que siempre deberá ir acompañada de la estimulación del clítoris ya que en este esta concentrado
todas las determinaciones de placer.
Las niñas a las que se les enseño a avergonzarse de tocar sus órganos genitales a menudo son las que más se
masturban sin usar las manos ya que tan solo requieren de un cojín para presionarlo con las piernas o contraer
los músculos de forma rítmica y así obtener el orgasmo.
Niños y jóvenes.
Se ha observado que los bebes tanto varones como niñas, se pueden masturbar hasta el orgasmo cuando solo
tienen un mes de edad. Dado que la auto estimulación genital proporciona placer, esta es natural en cuanto el
bebe desarrolla el control muscular necesario para realizar acciones de liberadas con sus manos.
Con la pubertad las hormonas sexuales alcanzan niveles de adulto permitiendo cimas de excitación y
respuestas eróticas. El crecimiento y los cambios físicos de los órganos sexuales en esta etapa necesitan que
los adolescentes aprendan acerca de sus nuevos cuerpos y sus órganos genitales, y que se familiaricen con las
sensaciones de las respuestas sexuales adultas.
Pulsiones Parciales: Ya en la niñez se consuma una elección de objeto como la que hemos supuesto
característica de la pubertad. El conjunto de las aspiraciones sexuales se dirigen hacia una persona única, y en
ella quieren alcanzar la meta. He aquí, el máximo acercamiento posible en la infancia a la conformación
definitiva que la vida sexual presentará después de la pubertad. La diferencia entre la infancia y la pubertad, es
que en la pubertad se produce la unificación de las pulsiones parciales y su subordinación al primado de los
genitales (no son establecidas en la infancia, o lo son de manera muy incompleta). La instauración de ese
primado al servicio de la reproducción, es la última fase por la que atraviesa la organización sexual.
Luego Freud dice, que no está conforme con la idea de que el primado de los genitales no se consuma en la
primera infancia. Si bien no alcanza una verdadera unificación de las pulsiones parciales bajo el primado de
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los genitales, en el apogeo del proceso de desarrollo de la sexualidad infantil el interés por los genitales y el
quehacer genital cobran un significado importante.
La característica principal de esta organización genital infantil , es que para ambos sexos, solo desempeña un
rol importante un genital, el masculino. Por tanto no hay primacía genital, hay primacía del falo. Para el NIÑO
es natural presuponer en todos los otros seres vivos, humanos y animales, un genital parecido al que el mismo
posee; aún en las cosas inanimadas busca una forma análoga a su miembro. Someten a esa parte del cuerpo
lleno de sensaciones a un análisis con experimentos puestos al servicio de la investigación sexual.
La investigación Sexual Infantil
La pulsiòn de saber no puede computarse entre los componentes punciónales elementales ni subordinarse de
manera exclusiva para la sexualidad, los niños recae, forma insospechada esto de la pulsiòn con inesperada
intensidad, sobre los problemas sexuales, y aún quizá es despertada por estos.
El Enigma de la Esfinge: Este enigma es el mismo que proponía la esfinge de Tebas, que para el varón era de
suponer que las personas poseen un genital como el suyo, y le resulta imposible unos su falta a la
representación que tiene de ellas.
Complejo de Castración y envidia del Pene: Hay buenas razones para creer que en la niño las fantasía sobre el
deseo de tener un hijo del padre, fue la fuerza pulsional de su onanismo infantil. El complejo de Edipo tiene
en ellas una larga prehistoria y el complejo de Edipo sería una formación secundaria. Ella nota un pene bien
visible y de notable tamaño, y al punto lo discierne como el correspondiente, superior de su propio órgano,
pequeño, escondido; a partir de ahí cae víctima de la envidia del pene.
Cuando el varoncito ve por primera vez la región genital de una niña, se muestra irresoluto, poco interesado al
principio; no ve nada, desmiente su percepción, busca subterfugios para hacerla acordar con su expectativa.
Sólo más tarde, cuando cobró influencia sobre él una amenaza de castración, aquella observación se volverá
significativa. Dos reacciones pueden resultar del encuentro con la zona genital de una niña:
1.− Horror frente a la criatura mutilada.
2.− Menosprecio triunfalista hacia ella.
Nada de esto le ocurre a la niña pequeña. En el acto se forma su juicio y su decisión. Ha visto eso, sabe que no
lo tiene y quiere tenerlo.
Complejo de masculinidad de la mujer: Puede deparar grandes dificultades al prefigurado desarrollo hacia la
feminidad. Se presenta como la esperanza de recibir alguna vez, a pesar de todo, un pene igualándose así al
varón.
Desmentida: En el adulto puede llevar a una psicosis. La niñita se rehúsa a aceptar el hecho de su castración,
se afirma y acaricia la convicción de que empero posee un pene, y se ve llevada más tarde a comportarse
como un varón.
Sentimiento de inferioridad: Superado el primer intento de explicar su falta de pene como castigo personal, y
tras aprehender la universalidad de este carácter sexual, empieza a compartir el menosprecio del varón por ese
sexo mutilado en un punto decisivo, y al menos en este juicio, se mantiene en paridad con el varón.
Aunque la envidia del pene haya renunciado a su objeto genuino, no cesa de existir; pervive en el rasgo de
carácter de los celos, con leve desplazamiento. Otra consecuencia de la envidia del pene, tiene que ver con el
surgimiento de vínculos tiernos con el objeto−madre. La madre, que echó al mundo a la niña con una dotación
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insuficiente, es responsable por esa falta de pene. Tras el descubrimiento de la desventaja de los genitales,
pronto afloran los celos hacia otro niño a quien la madre supuestamente la madre ama más, con lo cual se
adquiere una motivación para desasirse de la ligazón−madre (los vínculos tiernos hacia la madre se debilitan).
Con ellos, ese niño preferido por la madre sea el primer objeto de fantasía, que desemboca en masturbación.
Teorías del nacimiento: Se interesaron en el periodo de cuando los niños se preguntan de donde provienen, y
se daban muchas teorías con respecto a ellos sin saber la verdadera, estas traen a la memoria modalidades del
reino animal.
Concepción Sádica del Comercio Sexual: El pequeño no comprende nada de lo sexual, ya que concibe el acto
como maltrato o sojuzgamientos, la primera infancia contribuye mucho a la disposición para un ulterior
desplazamiento sádico de la meta sexual, proporcionadas por las funciones de micción o la defecación.
El Típico Fracaso de la Investigación Sexual: La Investigación ignora dos elementos, el papel el semen
fecundante y la existencia de la abertura sexual femenina, los mismos puntos por los demás. La investigación
sexual de la primera infancia es siempre solitaria; implica un primer paso hacia la orientación autónoma en el
mundo y establece un fuerte extrañamiento del niño respecto de las personas de su contorno.
Fases de Desarrollo de la Organización Sexual
La Consecución de placer se ha puesto al servicio de la función de reproducción y las pulsiones parciales, bajo
el primado de una única zona erógena, han formado una organización sólida para el logro de la meta sexual en
un objeto ajeno.
Organizaciones Pregenitales: Esto permite individualizar esbozos y etapas previas de una organización de las
pulsiones parciales como la aludida, que al mismo tiempo da por resultado una suerte de régimen sexual,
llamando pregenitales a las organizaciones de vida sexual en que las zonas genitales todavía no han alcanzado
su papel hegemónico.
Una primera organización es la oral o canibàlica. La actividad sexual todavía no se ha apoderado todavía de la
nutrición. La meta sexual consiste en la incorporación del objeto, el paradigma de lo que más tarde en calidad
de identificación, desempeñará un papel psíquico tan importante. El chupete que anteriormente lo menciono
explícitamente Freud en su ensayo y yo en el reporte este como fase hipotética, que es una fase sexual
desasida de la actividad de alimentación.
La Segunda es la sádico anal, no se les puede llamar masculino y femenino, si no activo y pasivo, se
constituye ante toda la mucosa erógena de el intestino, en esta fase por tanto ya son psequiables la polaridad
sexual y el objeto ajeno.
Los pares de opuestos pulsionales están plasmados en un grado aproximadamente igual, estado de cosas que
se designa con el feliz término introducido: Ambivalencia.
Las organizaciones pre−genitales descansa el análisis de la neurosis a menudo o regularmente, ya en las niñez
se consuma la elección de objeto como la que hemos supuesto característica de la fase de desarrollo de la
pubertad.
La infancia a la confortación definitiva que la vida sexual presentará después de la pubertad, por tanto la
reproducción es la última fase por la que atraviesa la organización sexual.
Los Dos Tiempos de la Elección del Objeto: La elección primera se inicia entre los dos, como la fase genital
muestra un objeto pero se diferencia de un punto esencial de la organización definitiva de la madurez
genésica, y el periodo de latencia la detiene o la hace retroceder; se caracteriza por la naturaleza infantil de sus
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metas sexuales, la segunda proviene de la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida sexual.
Sus metas sexuales han experimentado un atemperamiento y figuran únicamente lo que podemos llamar
corriente tierna de la vida sexual. La elección del objeto de la época de la pubertad tiene que renunciar a los
objetos infantiles y empezar de nuevo como corriente sensual. Que no pueda alcanzarse uno de los ideales de
la vida sexual.
Fuentes de la Sexualidad Infantil
Una crítica más general de la teoría freudiana recae sobre su énfasis en la sexualidad. Todo, ya sea malo o
bueno, es el resultado de la expresión o represión de la pulsión sexual. Muchas personas lo critican, y se
preguntan si no habría más fuerzas en juego. El mismo Freud añadió más tarde la pulsión de muerte, pero solo
para convertirse en otra de sus ideas menos populares.
Ante todo, quiero aclarar que de hecho, muchas de nuestras actividades están motivadas de alguna manera por
el sexo. Si echamos una mirada penetrante a nuestra sociedad moderna, podemos ver como la mayoría de la
publicidad usa imágenes sexuales, las películas y los programas de televisión no venden muy bien si no
incluyen cierto grado de estimulación, la industria de la moda se basa en un juego continuo de enseñar y
esconder y nosotros pasamos una considerable cantidad de tiempo cotidiano jugando a ligar. Pero aún así, no
creemos que todo en la vida sea sexual.
Si embargo, el énfasis sobre la sexualidad en Freud no estaba basado en la gran cantidad de sexualidad obvia
en su sociedad; más bien estaba basada en la intensa evitación de la misma, especialmente en clases medias y
altas y particularmente en mujeres. Lo que olvidamos demasiado fácilmente es que nuestra sociedad ha
cambiado bastante en los últimos cien años. Olvidamos que los médicos recomendaban un castigo severo ante
la masturbación, que la palabra pierna era sucia, que las mujeres que deseaban sexualmente eran
inmediatamente consideradas potenciales prostitutas y que los eventos de la noche de bodas de una recién
casada le tomaban completamente por sorpresa, pudiéndose desplomarse literalmente con solo pensarlos.
Es crédito de Freud, no obstante, el moverse intelectualmente por encima de las actitudes sexuales de su
cultura. Ni siquiera su mentor Breuer y el brillante Charcot no pudieron reconocer por completo la naturaleza
sexual de los problemas de sus pacientes. El error de Freud fue más una cuestión de generalización extrema y
de no tomar en cuenta los cambios culturales. Es irónico ver que muchos de los cambios culturales relativos a
actitudes sexuales fueron debidos en parte al trabajo de Freud.
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