JUICIO DE PROTECCIÓN DE DERECHOS FUNDAMENTALES EXPEDIENTE: 31/2013. SC-E-JPDF- QUEJOSO: ALMA GARCÍA CALDERÓN. DELIA TERCERO INTERESADO: JOSUÉ ISAEL HERNÁNDEZ GARCÍA Y OTROS. AUTORIDAD RESPONSABLE: JUEZA TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA DEL RAMO PENAL. MAGISTRADO PONENTE: JOSÉ MIGUEL MADERO ESTRADA. SECRETARIO: JOSÉ RICARDO CARRAZCO MAYORGA Tepic, Nayarit; a veintiuno de junio de dos mil trece. V I S T O S para resolver, los autos del Juicio de Protección de Derechos Fundamentales SC-E-JPDF-31/2013, promovido por Alma Delia García Calderón; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. JUICIO DE PROTECCIÓN DE DERECHOS FUNDAMENTALES. Por escrito presentado el cinco de abril de dos mil trece, en la Oficialía de Partes de la Sala ConstitucionalElectoral, Alma Delia García Calderón, por su propio derecho, promovió Juicio de Protección de Derechos Fundamentales, en contra de las autoridades y por los actos que a continuación se indican: AUTORIDAD RESPONSABLE: a) Jueza Tercero de Primera instancia del Ramo Penal con sede en Tepic, Nayarit. 1 ACTO RECLAMADO: Del escrito de demanda presentado por el quejoso se desprende que el mismo hace valer como acto reclamado: […] constituye el acto reclamado los acuerdos de fecha uno de marzo, - y veintiuno de marzo de esta anualidad, en el primero que determina la caución y monto total de la garantía que la suscrita debo depositar a favor de ese juzgado para gozar del beneficio de libertad provisional bajo caución, toda vez que la misma es sumamente excesiva, y carente de motivación y fundamentación y sobre todo de ninguna manera individualiza a las precarias condiciones económicas de la suscrita, así mismo causa agravio a la suscrita el acuerdo en que niega la continuación de proceso judicial a que he sido injustificadamente sometida, sin que el acuerdo de referencia encuentre sustento legal menos que este debidamente motivado y fundado en dispositivo legal aplicable, contrario a ello infringiendo en mi agravio el derecho a que se desahogue el proceso penal de manera pronta y cumpliendo literalmente con los dispositivos procesales, en el mismo sentido en este acto me inconformo del sentido del acuerdo de fecha veintiuno de marzo del año dos mil trece, en que prejuzga y señala que la garantía fijada no es excesiva y manifiesta que no ha lugar a proveer de conformidad el incidente de reducción de garantías propuesto por mi defensora particular sin darle previamente el tramite que legalmente se encuentra establecido, y requiere a la suscrita para que en un término que no exceda de cinco días efectúe el deposito de la garantía fijada y me apercibe de que en caso de no hacerlo en un termino de cinco días librara en mi contra una orden de reaprehensión, violando así el derecho de petición y de debida fundamentación y motivación así como mi derecho a que se administre justicia de manera pronta completa e imparcial y que consagran a mi favor los artículos 8, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. TERCERO INTERESADO: En términos del artículo 11, fracción III, de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, les deviene el carácter de terceros interesados a Josué 2 Isael, Yesenia, Mariela y Zamaira Ximena, todos de apellidos Hernández García, quienes son parte ofendida en la causa penal 118/2012 substanciada ante la Jueza Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de esta ciudad de Tepic, Nayarit. Ello de conformidad a la aplicación por analogía de la tesis II.2o.P.239 P, sostenida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, visible en la página 1093, del tomo XXVIII, de Diciembre de 2008, en el Semanario Judicial de la Federación, Novena Época, de rubro: TERCERO PERJUDICADO EN EL JUICIO DE AMPARO EN MATERIA PENAL. CUANDO EL ACTO RECLAMADO CONSISTA EN LA NEGATIVA DEL JUEZ DE LA CAUSA DE REDUCIR EL MONTO DE LA CAUCIÓN EXIGIDA AL INCULPADO PARA GARANTIZAR LA REPARACIÓN DEL DAÑO, DEBE RECONOCERSE DICHO CARÁCTER AL OFENDIDO O A LAS PERSONAS QUE TENGAN UNA EXPECTATIVA DE ESE DERECHO Y RESPETARSE SU GARANTÍA DE AUDIENCIA EN EL JUICIO CONSTITUCIONAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). En términos del artículo 5o., fracción III, inciso b), de la Ley de Amparo, son partes en el juicio de amparo el tercero o terceros perjudicados, pudiendo intervenir con ese carácter, el ofendido o las personas que conforme a la ley tengan derecho a la reparación del daño o a exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito, en su caso, en los juicios de amparo promovidos contra actos judiciales del orden penal, siempre que éstas afecten dicha reparación o responsabilidad; luego entonces, si el inculpado en un proceso penal promueve el juicio de amparo contra la negativa del Juez de reducir el monto de la garantía atinente a la reparación del daño, para gozar de su libertad provisional bajo caución, es obvio que de llegar a obtener una resolución favorable se afectarían los intereses del ofendido, pues es éste quien tiene una expectativa del derecho a que se le resarza del daño que resintió por la comisión de un delito, según se advierte del artículo 338, fracción III, último párrafo, del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, que establece que la caución para garantizar la reparación del daño se hará efectiva a favor de la víctima o el afectado por el delito; por tanto, debe reconocérsele al ofendido o a las personas que tengan una expectativa de ese derecho el carácter de tercero perjudicado y respetarse su garantía de audiencia en el juicio constitucional. La parte quejosa considera como preceptos constitucionales violados, los artículos 8, 14, 16, y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así mismo, la impetrante narró los antecedentes del caso y expresó los conceptos de violación que estimó pertinentes. 3 SEGUNDO. REGISTRO Y TURNO. Recibida la demanda en esta Sala Constitucional-Electoral, el Magistrado Presidente de este ente colegiado, mediante proveído de cinco de abril de dos mil trece, ordenó el registro del medio de control constitucional con el número de expediente SC-E-JPDF-31/2013, y por razón de turno y con base en el artículo 29 de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, se designó al Magistrado José Miguel Madero Estrada como instructor a fin de poner el proceso en estado de resolución. Lo cual fue informado mediante oficio 627/2013. TERCERO. ADMISIÓN. Mediante acuerdo de ocho de abril de dos mil trece, se admitió a trámite la demanda de juicio de protección de derechos fundamentales, asimismo se solicitó a la autoridad señalada como responsable, informara sobre los hechos atribuidos, se concedió la suspensión del acto reclamado y se dio vista del medio de control constitucional al Fiscal General de Justicia del Estado de Nayarit, para los efectos correspondientes. CUARTO. RECEPCIÓN DE INFORMES. En proveído de quince de abril de dos mil trece, se tuvo por rendido el informe de los hechos atribuidos a la autoridad Juez Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal, del que se ordenó dar vista a las partes para los efectos legales conducentes. Asimismo, del informe se advirtió que les devenía el carácter de terceros interesados Josué Isael, Yesenia, Mariela y Zamaira Ximena, todos de apellidos Hernández García, quienes fueron debidamente emplazados por conducto de su autorizado a la presente litis constitucional. QUINTO. AUDICENCIA PÚBLICA, ALEGATOS Y CIERRE DE INSTRUCCIÓN. A las doce horas del treinta y uno de mayo 4 de dos mil trece, tuvo verificativo la celebración de la audiencia de ley en la que se tuvieron por desahogadas las probanzas ofrecidas, así mismo se abrió la etapa de alegatos sin que existiera manifestación alguna al respecto; y no habiendo más diligencias pendientes por desahogar se decretó el cierre de la instrucción, quedando los autos en estado de dictar sentencia; y C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. COMPETENCIA. Esta Sala ConstitucionalElectoral es competente para conocer y resolver el presente juicio, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 116, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 82, fracciones I y II; 91, fracción V, de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Nayarit, así como en relación con los diversos 1º, 88 y 89 de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, en virtud de que se trata de un juicio protector de la posible violación de derechos fundamentales, promovido en contra de actos emitidos por una autoridad con asiento en el territorio sobre el que ejerce jurisdicción esta Sala Constitucional-Electoral cuya constitucionalidad es susceptible de fiscalizar, por ende a este órgano de control constitucional le deviene competencia para ello. SEGUNDO. FORMA. El Juicio de Protección de Derechos Fundamentales se presentó por escrito ante la Oficialía de Partes de la Sala Constitucional-Electoral del Poder Judicial del Estado de Nayarit, documento del cual se desprende se satisfacen los requisitos previstos en el artículo 25 de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, pues el actor señala la autoridad que considera responsable y domicilio de la misma; los actos que considera violatorios de sus derechos fundamentales; la pretensión y los preceptos constitucionales 5 que estima vulnerados; la manifestación de los hechos que generaron su inconformidad y los conceptos de invalidez; y finalmente se hace constar el nombre y firma autógrafa de la ciudadana que resiente una afectación en sus derechos fundamentales. TERCERO. PRECISIÓN DE LOS ACTOS RECLAMADOS. En términos de lo dispuesto en el artículo 45, fracción I, de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, en principio deben precisarse cuáles son los actos objeto del medio de control en el presente juicio, ello antes de verificar la certeza o inexistencia del mismo. De ahí que lo procedente es fijar de manera clara los actos reclamados por el impetrante, para lo cual se examinará de forma integral el escrito inicial de demanda y las constancias de autos, a fin de resolver la cuestión efectivamente planteada. En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha establecido algunos lineamientos que el juez constitucional debe observar para determinar cuáles son los actos reclamados, a saber: a) analizar en su integridad el escrito de demanda y sus anexos con un criterio amplio y no restrictivo, para determinar la verdadera intención del promovente, pero sin cambiar su alcance y contenido; b) prescindir de los calificativos relativos a la constitucionalidad o inconstitucionalidad que se hagan al enunciar los actos reclamados en la demanda; y c) tratándose de juicio contra leyes, para determinar el precepto o preceptos que se combaten, debe atenderse a lo expuesto en los conceptos de violación. Al respecto, es aplicable por identidad jurídica, la jurisprudencia de rubro y texto: DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU INTEGRIDAD. Este Alto Tribunal, ha sustentado reiteradamente el criterio de que el juzgador debe interpretar el escrito de demanda en su integridad, con un sentido de liberalidad y no restrictivo, para determinar con exactitud la intención del 6 promovente y, de esta forma, armonizar los datos y los elementos que lo conforman, sin cambiar su alcance y contenido, a fin de impartir una recta administración de justicia al dictar una sentencia que contenga la fijación clara y precisa del acto o actos reclamados, conforme a lo dispuesto en el artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo.1 Con base en estas premisas, de la lectura integral de la demanda del juicio de protección de derechos fundamentales, se advierte que en la especie, los actos que el quejoso le reclama a la Juez Tercero de Primera Instancia del ramo Penal de Tepic, Nayarit, se hacen consistir en: 1. El acuerdo de fecha primero de marzo de dos mil trece, mediante el cual se le tiene a la quejosa acogiéndose al beneficio de su libertad provisional bajo caución, además de determinarse los montos que deberá cubrir por concepto de libertad provisional bajo caución, por concepto de posible sanción pecuniaria y por concepto de reparación del daño. 2. Acuerdo de fecha once de marzo de dos mil trece, mediante el cual determina no ha lugar a declarar cerrada la instrucción de la causa penal y dar vista al Agente del Ministerio Público para formular conclusiones en el término de ley, en virtud de no haber precluído el término concedido para acogerse al beneficio de la libertad provisional bajo caución, por resultar indispensable para continuar con el trámite respectivo de la causa, dado que la procesada deberá cumplir con dicho requisito para continuar con la causa y así encontrarse ya a disposición del juzgado. 3. El acuerdo de fecha veintiuno de marzo de dos mil trece, en el cual se le tiene a la quejosa por conducto de su autorizada, promoviendo incidente de reducción de garantías, concluyendo la autoridad que no ha lugar a proveer de conformidad a la petición formulada por las razones que expone. 1 Jurisprudencia de clave: P./J. 40/2000, sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 32, del Tomo XI, de Abril de 2000, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª Época. 7 Una vez precisados los actos reclamados, por cuestión de método, lo procedente es analizar la inexistencia o certeza de los mismos. CUARTO. CERTEZA DE ACTOS RECLAMADOS: La autoridad judicial responsable, Juez Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal con residencia en Tepic, Nayarit, al rendir su informe y anexos manifestó que era cierto el acto reclamado, y admitiendo la existencia de los proveídos de fecha primero y veintiuno de marzo de dos mil trece. Por ende, se demuestra la existencia de los actos combatidos, dada la confesión expresa realizada por la autoridad señalada responsable, cobrando aplicación por analogía la Jurisprudencia de rubro y texto: INFORME JUSTIFICADO AFIRMATIVO. Si en él confiesa la autoridad responsable que es cierto el acto que se reclama, debe tenerse éste como plenamente probado, y entrarse a examinar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de ese acto.2 Además de la declaración expresa de la autoridad responsable, la certeza del acto se corrobora con las copias certificadas de la causa penal 118/2012 substanciada en el Juzgado Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, remitidas a este órgano de control constitucional, causa penal instruida en contra de la aquí quejosa como probable responsable de la comisión del delito de violencia familiar, cometido en agravio de sus menores hijos José Isael, Yesenia, Mariela y Zamaira todos de apellidos Hernández García, ilícito previsto y sancionado por el artículo 273 bis del Código Penal para el Estado de Nayarit; constancias de las que se advierten los proveídos de fecha primero, once y veintiuno de marzo del año dos mil trece, a las cuales se les concede valor de prueba plena de conformidad a lo dispuesto en el artículo 238, fracción 2 Jurisprudencia 278, sostenida por el Pleno de la Suprema Corte, visible en la página 231, del tomo VI, parte SCJN, publicada en el Apéndice de 2000, de consulta rápida bajo el número de registro electrónico 917,812. 8 VI, en relación con el diverso 176, fracción I, inciso a), ambos del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Nayarit, de aplicación supletoria a la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit por disposición expresa del artículo 2º, párrafo segundo, de este último ordenamiento legal, por tratarse de documentos certificados por un funcionario público en ejercicio de su encargo. Siendo ilustrativa al efecto, la jurisprudencia sostenida por el Pleno de la Suprema Corte, visible en la página 153, del tomo VI, parte SCJN, publicada en el Apéndice de 1995, de consulta rápida bajo el número de registro electrónico número 394,182, de epígrafe y texto: DOCUMENTOS PÚBLICOS, CONCEPTO DE, Y VALOR PROBATORIO. Tienen ese carácter los testimonios y certificaciones expedidos por funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones, y, por consiguiente, hacen prueba plena. Ahora, el hecho de que la responsable hayan confesado la certeza de los actos que se le reclaman, por ende éste debe tenerse como plenamente comprobado, pero sin que ello sea suficiente para la concesión de la protección constitucional, por lo que lo procedente es examinar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados. En este sentido, es aplicable por identidad jurídica, la tesis consultable en la página 29, del Tomo 10, Séptima Parte, en el Semanario Judicial de la Federación 7ª época, de epígrafe y texto: INFORME JUSTIFICADO AFIRMATIVO DE LAS RESPONSABLES. NO TRAE COMO CONSECUENCIA INDISPENSABLE LA CONCESION DEL AMPARO. El hecho de que las autoridades señaladas como responsables, admitan la existencia de los actos reclamados, no trae como consecuencia indispensable la concesión del amparo, pues no todos los actos de autoridad son inconstitucionales y para que se conceda la protección federal es necesario demostrar que los reclamados son de este tipo. De manera que al acreditarse la certeza de los actos reclamados, lo procedente es analizar mediante estudio 9 correspondiente, si los mismos sostienen o no vicios de inconstitucionalidad. QUINTO. CAUSAS DE IMPROCEDENCIA. Del análisis de los autos no se advierte de manera evidente la actualización de alguno de los supuestos que obligan a sobreseer en el presente juicio, conforme a lo dispuesto por el artículo 23 de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, ni de alguna de las causas de improcedencia previstas en el artículo 22 del mismo ordenamiento. No obstante ello, en virtud de que pudiera estimarse que se actualiza la causal de improcedencia prevista por la fracción VI del artículo 22 de la Ley de Control Constitucional del Estado, este órgano de control constitucional realizará consideraciones al respecto. En ese sentido, cuando se trata de las garantías que otorgan los artículos 16, 19 y 20 de la Constitución federal, no es necesario que previo a la instauración del juicio de protección de derechos fundamentales se acuda al recurso de apelación, ya que de dichos artículos, se desprenden diversas garantías que no necesariamente aluden al del dictado del mandato de formal prisión, sino que el ámbito de su aplicación es de mayor latitud, dentro de las que se encuentra la garantía de obtener el acusado la libertad bajo fianza, en los casos y bajo las condiciones que las normas determinan, por lo que es dable colegir que el juicio de protección de derechos fundamentales puede interponerse de modo inmediato sin agotar la apelación, tanto en contra del auto que niega el beneficio caucional, como del que otorgándolo se aparta de cánones de proporcionalidad, correspondiendo al fondo del asunto, establecer si existen violaciones aducidas por tratarse de un acto que puede importar privación de la libertad. 10 En ese sentido, es orientadora por identidad jurídica, la tesis emitida por el Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, visible en la página 45, Volumen 63, Sexta Parte, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto: LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCION. PROCEDENCIA DEL AMPARO, SIN NECESIDAD DE AGOTAR RECURSOS ORDINARIOS, CONTRA EL AUTO QUE LA NIEGA O CONTRA EL QUE, CONCEDIENDOLA, NO CUMPLE CON LO DISPUESTO POR EL ARTICULO 20 CONSTITUCIONAL. La tesis jurisprudencial de la H. Suprema Corte que con el número 40 se contiene en el Apéndice editado en 1965, parte correspondiente a la Primera Sala, dice: "AUTO DE FORMAL PRISION, PROCEDENCIA DEL AMPARO CONTRA EL, SI NO SE INTERPUSO RECURSO ORDINARIO. Cuando se trata de las garantías que otorgan los artículos 16, 19 y 20 constitucionales, no es necesario que previamente se acuda al recurso de apelación". Lo que primordialmente incumbe a los fines del derecho no es el rubro que ostenta el criterio judicial obligatorio, ni la clasificación alfabética que a éste le asigna el compendio, sino el argumento del Máximo Tribunal del país que en su totalidad configura el contexto de la tesis y el sentido filosófico jurídico que a la estructura jurisprudencial sirve de base. Es por ello, que si la citada tesis se refiere a las garantías del artículo 20 constitucional, precepto que no alude al mandato de formal prisión, resulta obvio que la jurisprudencia no se constriñe al auto de bien preso, sino que el ámbito de su aplicación es de mayor latitud, lo que se puede constatar, analizando las ejecutorias que la formaron. Una labor hermenéutica adecuada exige por lo tanto, relacionar esa tesis con el artículo 37 de la Ley de Amparo, conforme al cual la violación a las garantías del artículo 20 de la Constitución Federal, en sus fracciones I, VIII y IX, párrafos primero y segundo, podrá reclamarse ante el Juez de Distrito que corresponda o ante el superior del tribunal que haya cometido la violación, casos en que de acuerdo con el invocado criterio jurisprudencial y además porque sería absurdo que antes de acudir ante el superior del Juez responsable se tramitaran recursos ordinarios, pues éstos sólo adquieren en tales hipótesis, el carácter de optativos. Ahora bien, si la fracción I, del artículo 20 constitucional regula exclusivamente la garantía de obtener el acusado la libertad bajo fianza, en los casos y bajo las condiciones que la propia norma fundamental determina, es doble colegir que el amparo puede interponerse de modo inmediato, tanto en contra del auto que niega el beneficio caucional, como del que otorgándolo se aparta, según reclama el quejoso, de los cánones señalados por la aludida fracción I; corresponderá por ende al fondo del asunto, establecer si existen las violaciones aducidas En el mismo sentido, es orientadora la tesis emitida por el Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, consultable en la página 95, Volumen 127-132, Sexta Parte, en el Seminario Judicial de la Federación, de epígrafe y texto: 11 LIBERTAD CAUCIONAL, CAUCION EXCESIVA PARA LA. NO DEBE AGOTARSE RECURSO CUANDO SE RECLAMA EN AMPARO EL AUTO QUE LA FIJA. Si se reclama un auto que concede la libertad caucional, solicitada con fundamento en el artículo 20 constitucional, fracción I, estimando que se fija una caución excesiva, dicho acto constituye una excepción al principio de definitividad establecido en la fracción III del artículo 107 de la Constitución General de la República y en el artículo 73 de la Ley; por lo que no es necesario agotar los recursos que las de Amparo, en virtud de que afecta la libertad personal del procesado, y puede implicar una violación directa a la fracción I del artículo 20 de la Carta Magna leyes ordinarias establecen, antes de acudir al juicio de garantías. SEXTO. CONCEPTOS DE AGRAVIO. Los conceptos de agravio que expresó la impetrante en su escrito de demanda son al tenor siguiente: PRIMER CONCEPTO DE VIOLACIÓN.- Consistente en la violación a mi garantía de legalidad que consagra a mi favor el artículo 16 constitucional, que establece a cargo de las autoridades de cualquier nivel, fundar y motivar debidamente cada acto de autoridad, siendo el caso que ninguno de los actos combatidos en esta vía esta debidamente fundado, menos motivado. SEGUNDO CONCEPTO DE VIOLACIÓN.- Consistente en la violación a mi garantía de debido proceso penal, que consagra a mi favor el artículo 17 Constitucional, pues no obstante de que he hechos diversas peticiones a la Juez de la causa ha omitido acordar de conformidad u dar seguimiento al proceso, retardándolo de manera injustificada. SÉPTIMO. ESTUDIO DE FONDO. En el caso particular de lo narrado por el impetrante, así como de las constancias remitidas por la autoridad judicial responsable relativas a la causa penal 118/2012 substanciada en el Juzgado Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, se aprecia que se atribuye a la quejosa la probable responsabilidad penal del ilícito de violencia familiar, en agravio de sus menores hijos José Isael, Yesenia, Mariela y Zamaira todos de apellidos Hernández García, ilícito previsto y sancionado por el artículo 273 bis del Código Penal para el Estado de Nayarit, tipo penal de los que la ley castiga con pena privativa de libertad. Destacando que dentro de dichas actuaciones obran los 12 acuerdos del primero, once y veintiuno de marzo del año dos mil trece, los que en la especie constituyen los actos reclamados. a) Primer concepto de invalidez Ahora bien, éste órgano de control constitucional, considera esencialmente fundado el primer concepto de invalidez formulado por la quejosa, por las razones siguientes. Al respecto, el acuerdo del primero de marzo de dos mil trece reviste vicios de inconstitucionalidad pues en el mismo se incurrió en una indebida fundamentación y falta de motivación; lo que contraviene la garantía de legalidad, prevista en el artículo 16 de la Constitución General de la República, el cual en su párrafo primero dispone: Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. El artículo 16 constitucional, consagra uno de los derechos fundamentales que el orden constitucional mayor protección otorga al gobernado, a saber, la de legalidad, cuya eficacia jurídica reside en el hecho de que dada su extensión y efectividad, protege al gobernado de todo acto de autoridad que le provoque afectación a su esfera de derechos, que no sólo sea arbitrario, es decir, que no esté basado en norma legal alguna, sino también que sea contrario a cualquier precepto legal, independientemente de la jerarquía o naturaleza del ordenamiento a que éste pertenezca, o bien, que no contenga las razones de hecho y de derecho que le den sustento. Del mismo modo, la motivación de los actos y resoluciones de autoridad es una exigencia esencial para tratar de establecer, sobre bases objetivas, la racionalidad y legalidad de aquéllos, para procurar eliminar, en la medida de lo posible, la subjetividad y la arbitrariedad de las decisiones de autoridad, pues permite a 13 los afectados impugnar los razonamientos de estas y al órgano que debe resolver la impugnación, determinar si son fundados o no los motivos de inconformidad que se formulan en ese sentido, al contar con todos los elementos para llevar a cabo el estudio relativo a la materia de la impugnación ya sea esta ordinaria o mediante un juicio constitucional como lo es el juicio de protección de derechos fundamentales. De modo, que la autoridad judicial responsable en la emisión del acuerdo del primero de marzo de dos mil trece, en el cual señala que se tiene a la procesada Alma Delia García Calderón, acogiéndose al beneficio de su libertad provisional bajo caución, en lo que respecta al desglose de las cantidades que deberá cubrir para gozar de dicho beneficio, incurrió en una indebida fundamentación y una ausencia de motivación en virtud de que no expone las razones por las cuales considera pertinente fijar las cantidades por los conceptos de libertad provisional bajo caución, posible sanción pecuniaria y reparación del daño, lo que contraviene el derecho fundamental que protege el artículo 16 constitucional. Del examen de la anterior disposición constitucional, se advierten los requisitos de forma que debe tener todo acto de autoridad; esto es, que en términos de ese precepto, el acto reclamado debe estar debidamente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal exactamente aplicable al caso y, por lo segundo, que han de señalarse también con precisión todas las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tomado en consideración para la emisión del acto, y es necesario además que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, a fin de determinar si se surten los datos indispensables para arribar a la conclusión que se desea. 14 Es aplicable a lo anterior, la jurisprudencia doscientos cuatro, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página ciento setenta y seis, del tomo VI, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación mil novecientos diecisiete a dos mil, que dice: FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particular-es o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas. En ese sentido, el acuerdo de fecha primero de marzo del año dos mil trece, literalmente dispone: TEPIC, NAYARIT; A 01 UNO DE MARZO DEL AÑO 2013 DOS MIL TRECE.------------------------------------------------------------------------------VISTO, el estado procesal que guardan los presentes autos: PRIEMRO (Sic): SE tiene a la licenciada ROSA ORALIA LOZOYA MORALES, aceptando el cargo de defensor, protestando su fiel y leal desempeño. SEGUNDO: Se tiene a la procesada ALMA DELIA GARCIA CALDERÓN, acogiéndose al beneficio de su libertad provisional bajo caución. Notifíquese a la procesada, que deberá depositar dentro del termino (Sic) de cinco días, la cantidad de $ 2,000.00 dos mil pesos 00/100 moneda nacional por concepto de libertad provisional bajo caución: $ 1,500.00 mil quinientos pesos 00/100 moneda nacional por concepto de posible sanción pecuniaria. $500.00 quinientos pesos 00/100 moneda nacional por concepto de reparación del daño. Apercíbasele que de no dar cumplimiento dentro del termino (Sic) señalado, se girara orden de reaprehensión en su contra. Artículo 36, 352 párrafo tercero del enjuiciamiento penal en vigor. NOTIFÍQUESE.--------------------------------------------------------------------- Al respecto, el acuerdo de mérito contiene vicios de inconstitucionalidad, pues como se ha señalado fue dictado en contravención a lo dispuesto por el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por carecer el acto reclamado de una debida fundamentación y una falta de motivación, ello puesto que aun cuando la juez responsable al 15 calce del documento invoca dos numerales, no expresa con precisión el precepto legal exactamente aplicable al caso, mientras que la falta de motivación se actualiza dado que no se señalan con precisión todas las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tomado en consideración para la emisión del mismo, ya que la Juez de la causa, no motiva la forma y las razones por las que en su concepto fija las cantidades que la quejosa deberá depositar para gozar del beneficio de la libertad provisional bajo caución, pues únicamente se concretó a afirmar que respecto de los conceptos de libertad provisional bajo caución, posible sanción pecuniaria y reparación del daño, correspondía respectivamente depositar una cantidad sin argumentar las razones para llegar a esa determinación, siendo además necesario que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, a fin de determinar si se surten los datos indispensables para arribar a la conclusión que desea. Ello es así, puesto que la naturaleza jurídica de la libertad provisional bajo caución es un beneficio constitucional consistente en que el indiciado no vea restringida su libertad personal durante la sustanciación del juicio respectivo, de ahí que inmediatamente que el inculpado lo solicite, el juez deberá otorgarle la libertad provisional bajo caución, siempre y cuando no se trate de delitos en que, por su gravedad, la ley expresamente prohíba conceder este beneficio; además, que la mencionada garantía del inculpado se rige por el principio de inmediatez, según el cual el juzgador debe acordar lo conducente a la brevedad pero sin que ello implique prescindir de la obligación constitucional de fundar y motivar debidamente el acuerdo que la otorgue, ya que la determinación del juzgador respecto a la procedencia de la libertad provisional debe ajustarse a la mecánica establecida en el artículo 16 por el constituyente para el ejercicio de la aludida garantía. 16 Máxime, que de conformidad con el artículo 342 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Nayarit, se advierte la obligación de la autoridad de tomar en cuenta para fijar el monto de la caución: los antecedentes del inculpado; la gravedad y circunstancias del delito imputado; el mayor o menor interés que pueda tener el inculpado en substraerse a la acción de la justicia; las condiciones económicas del inculpado; y la naturaleza de la garantía que se ofrezca, sin que en la especie la autoridad judicial responsable haya tomado en cuenta las circunstancias apuntadas para fundar y motivar razonadamente el monto de la caución fijada. Al respecto cobra aplicación por analogía, la tesis emitida por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito, visible en la página 397, del Tomo I, Segunda Parte-1, de EneroJunio de 1998, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto: LIBERTAD PROVISIONAL, INTERPRETACION DE LA FRACCION I DEL ARTICULO 20 CONSTITUCIONAL AL RESOLVER SOBRE LA PETICION DE. (EXPOSICION DE MOTIVOS DE LA REFORMA). En atención a las reformas sufridas por el artículo 20 de la Constitución General de la República, se obliga al juzgador para que al resolver sobre la petición de la libertad provisional bajo caución de todo procesado, considere para su otorgamiento o negativa, las modalidades en que incurrió al cometer el delito; en efecto, hay que entender que en la exposición de motivos para la reforma aludida, se expresa la voluntad del legislador en la que impuso al juzgador la obligación de que, para resolver si procedía o no conceder la libertad provisional bajo caución, había que atender "a las modalidades" en que se presente el ilícito, esto es, a las calificativas acaecidas en su comisión y que deberán ser tomadas de las constancias procesales; y, fue precisamente esto, lo que se desprende hizo la autoridad responsable en su acuerdo de fecha dos de diciembre de mil novecientos ochenta y siete, al negar al procesado la libertad provisional bajo caución solicitada; lo que desde luego no significa que decida sobre la responsabilidad y calificativa del delito imputado al quejoso, pues esto no será sino hasta al resolver en definitiva, en base a las pruebas que se aportaron durante el sumario cuando el juez del conocimiento falle con fundamento en aquéllas el grado de responsabilidad en que incurrió el inculpado. Luego entonces, la autoridad responsable al emitir el acto reclamado debió tomar en cuenta las exigencias que prevé el 17 artículo 342 del enjuiciamiento penal, de manera adecuada, racional y lógica, con base en una apreciación de las circunstancias propias que redundan el caso concreto. De manera que, lo procedente es dejar insubsistente el acto reclamado consistente en el acuerdo del primero de marzo de dos mil trece, mediante el cual la autoridad judicial responsable desglosaba el monto de las cantidades a cubrir por concepto de libertad provisional bajo caución, posible sanción pecuniaria y reparación, por lo tanto, dado que los acuerdos de fecha once y veintiuno de marzo de dos mil trece se encuentran inescindiblemente vinculados al ser una consecuencia del acuerdo emitido el primero de marzo de dos mil trece, lo procedente es del mismo modo, dejarlos insubsistentes, ya que hasta en tanto no se emita nuevo acuerdo que fije las cantidades para gozar del beneficio de libertad provisional bajo caución, no es posible cumplir con ese requerimiento, y por otra parte, al haberse dejado sin efectos el acuerdo del primero de marzo de dos mil trece, ha desaparecido la razón de la promoción del incidente de reducción de garantías interpuesto y negado mediante acuerdo del veintiuno de marzo de dos mil trece indicado, de ahí que los mismos deban quedar sin efectos. De ahí que, por las razones apuntadas se declara esencialmente fundado el primer concepto de invalidez, dada la evidente confrontación del acto reclamado con la garantía de legalidad prevista en el artículo 16 constitucional. b) Segundo concepto de invalidez Por otra parte, no obstante de haber quedado sin efectos, el acuerdo del once de marzo de dos mil trece, este órgano de control constitucional, procede a contestar el segundo concepto de invalidez, ya que la parte quejosa mantiene el interés de que la causa penal de mérito continúe su cauce legal, ello con 18 independencia de cumplir con las exigencias requeridas para gozar del beneficio de la libertad provisional bajo caución. En ese sentido, la quejosa señala, que la falta de continuación de la causa penal, atenta contra el debido proceso penal, que consagra el artículo 17 constitucional, ya que no obstante de haber realizado diversas peticiones a la juez de la causa para continuar con el procedimiento, ha omitido acordar su seguimiento, retardándolo de manera injustificada. Al respecto, resulta infundado dicho concepto de invalidez, en atención a las razones siguientes. En primer término se destaca que la ciudadana Alma Delia García Calderón, en virtud de que promovió juicio de amparo indirecto 1081/2012-V substanciado en el Juzgado Segundo de Distrito de amparo en materia penal, en el cual se le otorgó la suspensión definitiva emitida en el incidente de suspensión del veintiocho de agosto de dos mil doce (Anexo I, fojas 233-235), en el sentido de que no se ejecutara la orden de aprehensión girada en su contra, esto para que no fuera privada de su libertad personal, quedó a disposición del juzgado federal de referencia en cuanto a su libertad personal, y a disposición de la juez responsable en cuanto al proceso para la continuación del proceso penal seguido en su contra, de ahí que con base en dicha medida cautelar, le fue posible rendir su declaración preparatoria. Luego, al haberse sobreseído el juicio de garantías indicado y al haber causado ejecutoria la resolución de mérito, dictada en el juicio de amparo promovido por la procesada en contra de la orden de aprehensión librada en su contra, es evidente que dejó de tener efectos la suspensión que le fue concedida conforme a la cual se encontraba a disposición del juez federal respecto de su libertad personal y a disposición del juez de la causa por lo que hace a la continuación del proceso, de ahí que la procesada 19 quedó sometida a la jurisdicción de la juez natural por lo que a su libertad se refiere para la continuación del proceso en el que ya se le decretó formal prisión. En ese sentido, es orientadora la jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 573, del tomo XXXI, de Marzo de 2010, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª época, de rubro y texto: LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN CONCEDIDA DENTRO DEL INCIDENTE DE SUSPENSIÓN. SIGUE VIGENTE AUN CUANDO SE HAYA RESUELTO EN DEFINITIVA EL JUICIO DE AMPARO PRINCIPAL (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 20, APARTADO A, FRACCIÓN I, DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA ANTERIOR A LA REFORMA PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008). La libertad provisional bajo caución concedida en el incidente de suspensión constituye un derecho fundamental de todo indiciado y procesado, que cobra autonomía del propio incidente e incluso del juicio principal, en virtud de que únicamente podrá revocarse cuando incumpla en forma grave con cualquiera de las obligaciones que en términos de ley deriven a su cargo en razón del juicio de amparo o del procedimiento penal respectivo. En ese tenor, se concluye que terminado el juicio -lo cual incluye la debida ejecución del fallo- el aludido beneficio seguirá vigente y el juez de garantías debe devolver al juez de la causa natural, plena jurisdicción sobre la libertad personal del quejoso, en su caso, con las garantías ya exhibidas, o bien, con la determinación acerca del monto y forma de la caución, a partir de ese momento, aquél reasumirá en plenitud la jurisdicción indicada, lo que implica que ante el conocimiento de que el juicio de amparo ha concluido deberá solicitar al juez de control constitucional el envío de las garantías concedidas, si éste no lo ha hecho, y ordenar al inculpado su presentación para la continuación del proceso en libertad provisional; por su parte, el órgano de control constitucional habrá de acordar lo conducente para que de manera efectiva el agraviado quede, por lo que se refiere a dicho beneficio, a disposición del juez del proceso. Bajo esta premisa, con la finalidad de dar seguridad jurídica al agraviado, no deben quedar sin materia las incidencias procesales derivadas de la libertad provisional bajo caución concedida en el incidente de suspensión o los recursos intentados respecto de ellas en el juicio de amparo, mientras el juez natural no recobre plenamente la jurisdicción sobre la libertad personal del quejoso, sin importar que haya causado ejecutoria la sentencia dictada en el cuaderno principal. En ese tenor, al haberse sobreseído el juicio de amparo 1081/2012-V, el juez de garantías devolvió al juez de la causa natural, plena jurisdicción sobre la libertad personal de la 20 impetrante, de manera que la responsable reasumió plenitud de jurisdicción, lo que implica que ante el conocimiento de que el juicio de amparo concluyó, por ende mediante acuerdo del primero de febrero de dos mil trece, se le requirió a la indiciada para efectos de que dentro de un término no mayor de tres días, manifestara si era su deseo acogerse al beneficio de la libertad provisional bajo caución, apercibiéndola que de no comparecer sin causa justificada se procedería a librar la correspondiente orden de reaprehensión en aras de hacer efectivo el auto de formal prisión a que se encuentra sujeta. Luego, mediante acuerdo del primero de marzo del año dos mil trece, el cual como se ha evidenciado reviste vicios de inconstitucionalidad, se le tuvo a la procesada acogiéndose al beneficio de la libertad provisional bajo caución, fijándosele las cantidades a cubrir para gozar del beneficio para no ver restringida su libertad personal. Posteriormente, en virtud de un escrito presentado por la defensora particular de la procesada hoy quejosa, en el que solicitó a la juez natural tuviera a bien decretar el cierre de la instrucción y continuar con el procedimiento judicial, de dicha solicitud recayó un acuerdo con fecha once de marzo del año dos mil trece, que como se ha indicado deberá dejarse insubsistente, acuerdo que es del tenor literal siguiente: TEPIC, NAYARIT; A ONCE DEL MES DE MARZO DEL AÑO DOS MIL TRECE. Se tiene por recibido el escrito de cuenta firmado por la licenciada ROSA ORALIA LOZOYA MORALES, en su calidad de defensor particular de la procesada ALMA DELIA GARCÍA CALDERÓN, y proveyendo el mismo dígase que no ha lugar a proveer de conformidad su petición, pues de actuaciones se advierte que a esta fecha no ha precluído el término concedido a su defendida, para efectos de que comparezca con tercera persona a acogerse al beneficio de su libertad provisional bajo caución, pues el mismo resulta se (sic) indispensable para continuar con el tramite (sic) respectivo a la causa que nos ocupa, dado que la procesada deberá cumplir con dicho requisito para continuar con la causa y así encontrarse ya a disposición de este Juzgado.- Artículo 36 del Código de Procedimientos Penales en Vigor. NOTIFIQUESE. 21 En ese sentido, la quejosa se duele que contrario a las garantías que consagra el artículo 17 constitucional, se le retarla la continuación del proceso de manera injustificada. Empero dicha premisa resulta inexacta en virtud que, la autoridad judicial responsable, tal y como se ha indicado debe reasumir plena jurisdicción de la indiciada, respecto del proceso pero también de su libertad personal, de ahí que dicha negativa sostenía un basamento fundado, pues la juez de la causa penal aún no tiene la potestad de su libertad personal ya que al haber dejado de surtir efectos la suspensión del amparo antes indicado, la responsable debe reasumir jurisdicción no sólo del proceso sino también respecto de su libertad personal, lo que precisamente se realiza con el cumplimiento de las exigencias legales necesarias para gozar de la libertad provisional bajo caución y con base en ello seguir gozando de la libertad, por lo que el juicio no puede continuar si no se ven garantizados los conceptos de libertad provisional, posible sanción pecuniaria y reparación del daño, siendo precisamente éste último concepto, quien importa al ofendido o víctima, pues representa una prerrogativa constitucional que garantiza el resarcimiento del bien jurídicamente tutelado por la comisión del ilícito, así como que la indiciada no se sustraiga a la acción de la justicia, por lo que de no garantizarse podría generar que dictada sentencia definitiva su incumplimiento por ejemplo por causas de encontrarse la condenada prófuga de la justicia haría nugatorio el cumplimiento de la sentencia y del pago de la reparación del daño en favor del ofendido o víctima. De manera que una negativa de continuar con el procedimiento en ese sentido es legítima, no obstante de negar la continuación del procedimiento penal, ya que ello se funda en el requisito de que la indiciada comparezca al juzgado con tercera persona para acogerse del beneficio de la libertad provisional bajo caución, es decir, con tercera persona que tenga 22 el carácter de fiador, acompañando además los depósitos que garanticen los conceptos de libertad provisional, posible sanción pecuniaria y reparación del daño, pues mientras ello no acontezca sigue la indiciada sin encontrarse a disposición de la causa tanto respecto de su libertad como del proceso, lo cual es un imperativo para el juicio penal respectivo. Lo anterior, en virtud de que la naturaleza jurídica de la libertad provisional bajo caución es la de ser un beneficio constitucional consistente en que el indiciado no vea restringida su libertad personal durante la sustanciación del juicio al que es sometido, de ahí que inmediatamente que el inculpado solicite la libertad provisional bajo caución el juez debe otorgarla, siempre y cuando no se trate de delitos graves o de aquellos que la ley prohíba; además, en caso de delitos no graves el juzgador puede a solicitud del Ministerio Público negar la libertad provisional cuando el inculpado haya sido condenado con anterioridad por algún delito calificado como grave por la ley, o cuando el representante social aporte elementos para establecer que la libertad del inculpado representa un riesgo para el ofendido o para la sociedad, aunque por otra parte, resulta una garantía del ofendido o víctima que al gozar el indiciado del beneficio de la libertad provisional bajo caución, se encuentre depositada la fianza necesaria para que en el eventual dictado de una sentencia condenatoria, ya esté garantizada la reparación del daño, así como que se cumpla la finalidad consistente en que el reo no se sustraiga a la acción de la justicia. Lo que no podría acontecer si la premisa de la quejosa fuera correcta, ya que de continuar el procedimiento con independencia de cubrir las exigencias para gozar de la libertad provisional bajo caución, puede generar que la inculpada hoy quejosa nunca se encuentre respecto de su libertad personal a disposición del juez, de manera que llegado el momento en su 23 caso de cumplir con una sentencia que traiga como efecto una pena restrictiva de libertad y entre otros conceptos cubrir la reparación del daño, esta podría evadirse dado que la indiciada podría estar prófuga de la justicia y al nunca cubrirse los montos de libertad provisional, posible sanción pecuniaria y reparación del daño, generaría imposibilidad de cumplirse la sentencia respectiva. Antes bien, la actuación del juez penal debe limitarse a informar al procesado sobre su derecho a solicitar tal beneficio, para que de esta forma, éste decida si lo ejerce o no, incluso debiendo fijar un término para ello; esto, en el entendido de que si el procesado no le solicita y garantiza el otorgamiento del beneficio dentro del proceso, aquél puede ordenar su reaprehensión ya que la continuación del proceso es de orden público. Al respecto, es orientadora la tesis de jurisprudencia emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 5, del Tomo IX, de Junio de 1999, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª época, de rubro y texto: MEDIDA DE ASEGURAMIENTO. LA PREVISTA EN LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 269 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL ESTADO DE OAXACA, PARA GARANTIZAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES PROCESALES QUE CONTRAIGA EL SUJETO QUE OBTENGA LA LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN, NO ES CONCULCATORIA DE LA GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA PREVISTA EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL. La exigencia que impone la fracción III del artículo 269 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Oaxaca, en el sentido de que el inculpado podrá obtener su libertad provisional cuando, además de las garantías relativas al monto estimado de la reparación del daño y de las sanciones pecuniarias que, en su caso, puedan imponérsele, también se le exija otra para asegurar el cumplimiento de las obligaciones que, en términos de ley, deriven a su cargo en razón del proceso que se le instruye, no es conculcatoria de la garantía de seguridad jurídica consagrada en la fracción I del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud de que siempre ha sido una condición que en forma explícita se exigía en el texto original del citado precepto 24 constitucional para la obtención del beneficio de la libertad provisional bajo caución; y aunque tal disposición ha sido materia de varias modificaciones, siempre se ha reconocido, aunque sea de manera implícita que, para el otorgamiento de tal beneficio, debe exhibirse una garantía que asegure al inculpado y lo constriña al cumplimiento de sus obligaciones procesales. En el mismo sentido, es aplicable la tesis visible en la página 1017, del Tomo VII, de Mayo de 1998, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9a. Época, de rubro y texto: FIANZAS OTORGADAS PARA OBTENER LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. SON EXIGIBLES EN SU TOTALIDAD CUANDO EL FIADO SE SUSTRAE A LA ACCIÓN DE LA JUSTICIA. AUN CUANDO EN EL MONTO SE INCLUYA LA GARANTÍA DEL PAGO DE LA REPARACIÓN DEL DAÑO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIHUAHUA). Según lo dispuesto por el artículo 426 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua, para obtener la libertad provisional durante el proceso, el encausado debe otorgar fianza que garantice no sólo el cumplimiento de las obligaciones derivadas del proceso sino el monto de la sanción pecuniaria. Por otra parte, el artículo 32 del código sustantivo penal de la misma entidad, dispone que el importe de las fianzas que garanticen la libertad caucional del inculpado, se aplicará al pago de la sanción pecuniaria cuando el delincuente se sustraiga a la acción de la justicia, aun cuando esto último se verifique antes de pronunciarse sentencia. Conforme a lo anterior, cuando el fiado se sustrae de la acción de la justicia y la afianzadora no cumple con su obligación de presentarlo dentro del plazo que el Juez le otorga, la fianza es exigible en su totalidad, pues no puede perderse de vista que la caución se otorga para obtener la libertad provisional del indiciado y aun cuando la causa se suspenda debido a la sustracción de éste, la reparación del daño puede exigirse en la vía incidental como lo establece la última parte del artículo 521 del Código de Procedimientos Penales de Chihuahua. De manera que, por las razones expuestas, resulta infundado el segundo concepto de invalidez formulado por la impetrante del juicio de protección de derechos fundamentales. OCTAVO. Efectos de la sentencia. Corresponde ahora en términos de los artículos 45, fracción IV y 100, fracción I, de la Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, establecer cuáles son, en este caso, los efectos de la protección por violación a la garantía de legalidad establecida por el artículo 16 25 constitucional, por lo que la Juez Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, deberá: 1. Dejar insubsistente el acuerdo del primero de marzo de dos mil trece, en la que se establecen las cantidades a depositar para gozar del beneficio de la libertad provisional bajo caución, en consecuencia del mismo modo, dejar insubsistentes los acuerdos del once y veintiuno de marzo de dos mil trece. 2. Con plenitud de jurisdicción, emitir otro acuerdo en el que purgándose los vicios de indebida fundamentación y falta de motivación se fije el monto de la caución, posible sanción pecuniaria y reparación del daño para obtener el beneficio de la libertad provisional bajo caución, por lo que la juez responsable para fijar el monto de las cantidades respectivas deberá tomar en cuenta los antecedentes del inculpado; la gravedad y circunstancias del delito imputado; el mayor o menor interés que pueda tener el inculpado en substraerse a la acción de la justicia; las condiciones económicas del inculpado; y la naturaleza de la garantía que se ofrezca, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 342 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Nayarit. 3. Dicha facultad deberá ejercerse de manera adecuada, racional y lógica, con base en una apreciación de las circunstancias propias del caso concreto, atendiendo -entre otros- a la naturaleza de la violación y a las características intrínsecas del asunto, como lo son la dificultad jurídica y la complejidad de los temas que involucra; si han sido abordados previamente o si son novedosos. 4. Por otra parte, en virtud de que el nuevo acuerdo será dictado con plenitud de jurisdicción, por lo tanto, el monto de la caución que en el nuevo auto se fije, si a criterio del procesado es excesiva sin debida justificación fundada y motivada, se 26 podrán tener en cuenta los motivos y fundamentos que la finquen para impugnarlo nuevamente. Lo anterior de conformidad con lo que dispone el criterio sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, visible en la página 660, del Tomo XIV, de Julio de 1994, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de epígrafe y texto: LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCION. EFECTOS DEL AMPARO CONTRA EL AUTO QUE LA CONCEDE. Cuando el juez federal concede el amparo para el efecto de que el juez natural funde y motive el auto por el que concede su libertad provisional al quejoso, sin declarar que la caución impuesta es excesiva, la resolución del juez federal no le causa agravio al inconforme, puesto que el juez del conocimiento al dictar la nueva resolución deberá hacerlo con plenitud de jurisdicción y debidamente fundada y motivada. Si el monto de la caución que en el nuevo auto se fije, a criterio del procesado es excesiva, se podrán tener en cuenta los motivos y fundamentos que la finquen para impugnarlo. El presente considerando no es limitativo, exhaustivo ni taxativo de la concesión y ejecución de la sentencia, la cual deberá cumplimentarse hábilmente y en la forma restitutiva más amplia posible para establecer al quejoso el derecho fundamental de seguridad jurídica y adecuada defensa. Por lo anteriormente expuesto y fundado; se R E S U E L V E: PRIMERO. SE CONCEDE LA PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL LOCAL en favor de ALMA DELIA GARCÍA CALDERÓN, en contra de dos de los actos reclamados emitidos por la Juez Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, precisados en el considerando tercero, por las razones expuestas en el considerando séptimo y para los efectos del considerando octavo de la presente resolución. 27 SEGUNDO. SE NIEGA LA PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL LOCAL en favor de ALMA DELIA GARCÍA CALDERÓN, en contra de uno de los actos reclamados emitidos por la Juez Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, precisados en el considerando tercero, por las razones expuestas en el considerando séptimo de la presente resolución. Publíquese esta sentencia en el Boletín Judicial, órgano oficial de publicación de las resoluciones de las salas del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nayarit, así como en el portal de transparencia del Poder Judicial. NOTIFÍQUESE Por oficio a la autoridad responsable acompañando copia certificada de esta sentencia; personalmente a las partes, así como por estrados, a lo demás interesados. Así, por mayoría de votos, lo resolvieron los Magistrados que integran la Sala Constitucional-Electoral del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nayarit, PEDRO ANTONIO ENRÍQUEZ SOTO, Presidente; JOSÉ MIGUEL MADERO ESTRADA, ponente; RAÚL GUTIÉRREZ AGÜERO y RAFAEL PÉREZ CÁRDENAS; con el voto en contra del Magistrado ISMAEL GONZÁLEZ PARRA, quien emite voto particular, ante el Secretario de Acuerdos GABRIEL GRADILLA ORTEGA, que autoriza y da fe. Magistrado Presidente PEDRO ANTONIO ENRÍQUEZ SOTO. 28 Magistrado Magistrado JOSÉ MIGUEL MADERO ESTRADA RAÚL GUTIÉRREZ AGÜERO Magistrado RAFAEL PÉREZ CÁRDENAS Secretario de Acuerdos GABRIEL GRADILLA ORTEGA VOTO PARTICULAR AL PROYECTO SC-E-JPDF-31/2013 Voto particular que formula el MAGISTRADO ISMAEL GONZÁLEZ PARRA, en el Juicio de Protección de Derechos Fundamentales, expediente SC-E-JPDF-31/2013, promovido por la actora Alma Delia García Calderón, en contra de la resolución de la Juez Tercero Penal con sede en la ciudad de Tepic. Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 46 de la Ley de Control Constitucional para el Estado de Nayarit y los artículos 23.9 y 28 de la Ley Orgánica del Poder Judicial para el Estado de Nayarit, presento voto disidente, respecto de la decisión tomada por la mayoría de los Magistrados, que integramos la 29 Sala Constitucional-Electoral, al resolver Protección de Derechos Fundamentales, el Juicio de identificado con clave SC-E-JPDF-31/2013, respecto del apartado que se señalará y por las razones siguientes: Primero. Resulta importante destacar que el acuerdo emitido por el juez de origen en fecha once de marzo de dos mil trece, resulta con una indebida fundamentación y motivación, toda vez que el fundamento legal no resulta aplicable a su determinación y además es carente de una argumentación adecuada, al no establecer con claridad las razones legales que sustentan su acuerdo. Por lo anterior, resulta suficiente para conceder la protección de la justicia local. Segundo. Ahora bien, en el supuesto que se considerará debidamente fundado y motivado, estimo que contrariamente a lo sostenido en la sentencia mayoritaria, debió concederse la protección de la justicia local, respecto al concepto de validez señalado como segundo, toda vez que se le está negando a la quejosa la protección para que continúe el procedimiento penal, por ende, confirmando la determinación del juez de origen, en el acuerdo del once de marzo de dos mil trece, a saber: “que no ha lugar a declarar cerrada la instrucción en la causa penal y dar vista al agente del Ministerio Publico para formular conclusiones en el término de Ley, en virtud de no haber prelucido el término concedido para acogerse al beneficio de la libertad provisional bajo caución por resultar indispensable para continuar con el tramite respectivo de la causa”. A respecto, la sentencia mayoritaria señala: b).- Segundo concepto de invalidez 30 Por otra parte, la quejosa precisa como diverso acto reclamado el acuerdo de once de marzo de dos mil trece, ello porque considera como segundo concepto de invalidez que la resolución de mérito atenta contra el debido proceso penal, que consagra el artículo 17 constitucional, ya que no obstante de haber realizado diversas peticiones a la juez de la causa para continuar con el procedimiento, ha omitido acordar su seguimiento, retardándolo de manera injustificada. Al respecto, resulta infundado dicho concepto de invalidez, en atención a las razones siguientes. [] De manera que el acuerdo dictado por la autoridad judicial responsable es legítimo, no obstante de negar la continuación del procedimiento penal, ya que ello se funda en el requisito de que la indiciada comparezca al juzgado con tercera persona para acogerse del beneficio de la libertad provisional bajo caución, es decir, con tercera persona que tenga el carácter de fiador, acompañando además los depósitos que garanticen los conceptos de libertad provisional, posible sanción pecuniaria y reparación del daño, pues mientras ello no acontece sigue la indiciada sin encontrarse a disposición de la causa tanto respecto de su libertad como del proceso, lo cual es un imperativo para el juicio penal respectivo. [] De manera que, por las razones expuestas, resulta infundado el segundo concepto de invalidez formulado por la impetrante del juicio de protección de derechos fundamentales, por tanto, el acuerdo del once de marzo del dos mil trece deberá quedar incólume. (Sic). 31 Respecto a lo anterior, considero que contrario a declarar infundado el citado concepto de invalidez, debió haberse declarado fundado y por ende haber concedido la protección de la justicia local, pues efectivamente si se trastoca en perjuicio de la actora, el principio de justicia pronta y expedita. Esto es, el proceso penal se considera orden público e interés social y no puede ser objeto de suspensión alguna, ya que de hacerlo, se estaría en contravención con los intereses de la sociedad, misma que está interesada en que se concluyan los juicios que inician en los Tribunales que para tal efecto estatuyó, y en el presente asunto, el acuerdo mismo, implica una “suspensión” del proceso penal, aún cuando no se establece como una “suspensión expresa” del mismo, de manera imbíbita se está suspendiendo dicho causa penal. Al respecto, resulta aplicable de manera análoga, la jurisprudencia emitida por el Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, visible en el Tomo 217-228, sexta parte, página seiscientos treinta y siete, de la Séptima Época, del Semanario Judicial de la Federación, la cual establece: “SUSPENSION DE PROCEDIMIENTO, IMPROCEDENTE POR SER ESTE DE ORDEN PUBLICO.- La continuidad del procedimiento es de orden público y si se suspende afectaría el interés general, de manera que la suspensión no puede otorgarse para detener la tramitación de un juicio; máxime que dichos efectos ya no serían para mantener las cosas en el estado que se encuentran, sino que las retrotraerían el estado en que se encontraban antes de dictarse el acto reclamado; efectos que sólo puede tener la sentencia que se dicte en cuanto al fondo del amparo”. 32 De igual manera, es aplicable al caso, el contenido del artículo 395 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Nayarit, el cual no establece en ninguna de sus hipótesis, que lo referente a la caución o pago de daños y perjuicio, sea una hipótesis legal, para la suspensión del proceso, numeral que a letra dice: Artículo 395.- Iniciado el procedimiento judicial, no podrá suspenderse sino en los casos siguientes: I. Cuando el responsable se hubiere substraído a la acción de la justicia; II. Cuando pierda la razón el procesado, cualquiera que sea el estado del proceso; y, (ADICIONADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004) III. Cuando se ejercite acción penal con detenido, en el que el indiciado se encuentre inconsciente en un hospital de la jurisdicción del juez, se levantará el acta circunstanciada y justificando la imposibilidad de declarar, se suspenderá el procedimiento. Desaparecidas las causas se ordenará la continuación del procedimiento siempre y cuando se trate de delitos que se sancione con pena privativa de libertad. (ADICIONADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004) IV. Cuando se hubiere promovido amparo contra el auto de formal prisión, se suspenderá el procedimiento una vez cerrada la instrucción respecto del quejoso hasta en tanto se notifique la resolución que recaiga en el amparo; (ADICIONADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004) V. Cuando exista apelación en contra de un auto de formal prisión o de un incidente de desvanecimiento de datos que haya negado la libertad, se suspenderá el procedimiento una vez cerrada la instrucción hasta en tanto se resuelve dicho recurso por el superior; (REFORMADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004) VI. En los demás casos en que la ley ordene expresamente la suspensión del procedimiento. 33 Por todo lo anterior, debe concederse la protección para los efectos de que se declare procedente la petición de la actora, en relación a la hipótesis indicadas, como lo son, por falta de fundamentación y motivación, o bien, que en la causa penal, se declare cerrada la instrucción y continuar con las etapas del proceso penal correspondiente. Magistrado Licenciado Ismael González Parra. 34