juicio de protección de derechos fundamentales expediente: sc-e-jpdf

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JUICIO DE PROTECCIÓN DE
DERECHOS FUNDAMENTALES
EXPEDIENTE:
31/2013.
SC-E-JPDF-
QUEJOSO:
ALMA
GARCÍA CALDERÓN.
DELIA
TERCERO
INTERESADO:
JOSUÉ ISAEL HERNÁNDEZ
GARCÍA Y OTROS.
AUTORIDAD RESPONSABLE:
JUEZA TERCERO DE PRIMERA
INSTANCIA DEL RAMO PENAL.
MAGISTRADO PONENTE: JOSÉ
MIGUEL MADERO ESTRADA.
SECRETARIO: JOSÉ RICARDO
CARRAZCO MAYORGA
Tepic, Nayarit; a veintiuno de junio de dos mil trece.
V I S T O S para resolver, los autos del Juicio de
Protección de Derechos Fundamentales SC-E-JPDF-31/2013,
promovido por Alma Delia García Calderón; y,
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. JUICIO DE PROTECCIÓN DE DERECHOS
FUNDAMENTALES. Por escrito presentado el cinco de abril de
dos mil trece, en la Oficialía de Partes de la Sala ConstitucionalElectoral, Alma Delia García Calderón, por su propio derecho,
promovió Juicio de Protección de Derechos Fundamentales, en
contra de las autoridades y por los actos que a continuación se
indican:
AUTORIDAD RESPONSABLE: a) Jueza Tercero de
Primera instancia del Ramo Penal con sede en Tepic, Nayarit.
1
ACTO RECLAMADO: Del escrito de demanda presentado
por el quejoso se desprende que el mismo hace valer como acto
reclamado:
[…] constituye el acto reclamado los acuerdos de fecha uno de
marzo, - y veintiuno de marzo de esta anualidad, en el primero
que determina la caución y monto total de la garantía que la
suscrita debo depositar a favor de ese juzgado para gozar del
beneficio de libertad provisional bajo caución, toda vez que la
misma es sumamente excesiva, y carente de motivación y
fundamentación y sobre todo de ninguna manera individualiza a
las precarias condiciones económicas de la suscrita, así mismo
causa agravio a la suscrita el acuerdo en que niega la
continuación
de
proceso
judicial
a
que
he
sido
injustificadamente sometida, sin que el acuerdo de referencia
encuentre sustento legal menos que este debidamente motivado y
fundado en dispositivo legal aplicable, contrario a ello infringiendo
en mi agravio el derecho a que se desahogue el proceso penal de
manera pronta y cumpliendo literalmente con los dispositivos
procesales, en el mismo sentido en este acto me inconformo del
sentido del acuerdo de fecha veintiuno de marzo del año dos
mil trece, en que prejuzga y señala que la garantía fijada no es
excesiva y manifiesta que no ha lugar a proveer de conformidad el
incidente de reducción de garantías propuesto por mi defensora
particular sin darle previamente el tramite que legalmente se
encuentra establecido, y requiere a la suscrita para que en un
término que no exceda de cinco días efectúe el deposito de la
garantía fijada y me apercibe de que en caso de no hacerlo en un
termino de cinco días librara en mi contra una orden de
reaprehensión, violando así el derecho de petición y de debida
fundamentación y motivación así como mi derecho a que se
administre justicia de manera pronta completa e imparcial y que
consagran a mi favor los artículos 8, 14, 16 y 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
TERCERO INTERESADO: En términos del artículo 11,
fracción III, de la Ley de Control Constitucional del Estado de
Nayarit, les deviene el carácter de terceros interesados a Josué
2
Isael, Yesenia, Mariela y Zamaira Ximena, todos de apellidos
Hernández García, quienes son parte ofendida en la causa
penal 118/2012 substanciada ante la Jueza Tercero de Primera
Instancia del Ramo Penal de esta ciudad de Tepic, Nayarit. Ello
de conformidad a la aplicación por analogía de la tesis
II.2o.P.239 P, sostenida por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito, visible en la página 1093,
del tomo XXVIII, de Diciembre de 2008, en el Semanario Judicial
de la Federación, Novena Época, de rubro:
TERCERO PERJUDICADO EN EL JUICIO DE AMPARO EN
MATERIA PENAL. CUANDO EL ACTO RECLAMADO
CONSISTA EN LA NEGATIVA DEL JUEZ DE LA CAUSA DE
REDUCIR EL MONTO DE LA CAUCIÓN EXIGIDA AL
INCULPADO PARA GARANTIZAR LA REPARACIÓN DEL
DAÑO, DEBE RECONOCERSE DICHO CARÁCTER AL
OFENDIDO O A LAS PERSONAS QUE TENGAN UNA
EXPECTATIVA DE ESE DERECHO Y RESPETARSE SU
GARANTÍA DE AUDIENCIA EN EL JUICIO CONSTITUCIONAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). En términos del
artículo 5o., fracción III, inciso b), de la Ley de Amparo, son partes
en el juicio de amparo el tercero o terceros perjudicados, pudiendo
intervenir con ese carácter, el ofendido o las personas que
conforme a la ley tengan derecho a la reparación del daño o a
exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un
delito, en su caso, en los juicios de amparo promovidos contra
actos judiciales del orden penal, siempre que éstas afecten dicha
reparación o responsabilidad; luego entonces, si el inculpado en
un proceso penal promueve el juicio de amparo contra la negativa
del Juez de reducir el monto de la garantía atinente a la
reparación del daño, para gozar de su libertad provisional
bajo caución, es obvio que de llegar a obtener una resolución
favorable se afectarían los intereses del ofendido, pues es éste
quien tiene una expectativa del derecho a que se le resarza del
daño que resintió por la comisión de un delito, según se advierte
del artículo 338, fracción III, último párrafo, del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de México, que establece
que la caución para garantizar la reparación del daño se hará
efectiva a favor de la víctima o el afectado por el delito; por tanto,
debe reconocérsele al ofendido o a las personas que tengan una
expectativa de ese derecho el carácter de tercero perjudicado y
respetarse su garantía de audiencia en el juicio constitucional.
La
parte
quejosa
considera
como
preceptos
constitucionales violados, los artículos 8, 14, 16, y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así
mismo, la impetrante narró los antecedentes del caso y expresó
los conceptos de violación que estimó pertinentes.
3
SEGUNDO. REGISTRO Y TURNO. Recibida la demanda en
esta Sala Constitucional-Electoral, el Magistrado Presidente de
este ente colegiado, mediante proveído de cinco de abril de dos
mil trece, ordenó el registro del medio de control constitucional
con el número de expediente SC-E-JPDF-31/2013, y por razón
de turno y con base en el artículo 29 de la Ley de Control
Constitucional del Estado de Nayarit, se designó al Magistrado
José Miguel Madero Estrada como instructor a fin de poner el
proceso en estado de resolución. Lo cual fue informado
mediante oficio 627/2013.
TERCERO. ADMISIÓN. Mediante acuerdo de ocho de abril
de dos mil trece, se admitió a trámite la demanda de juicio de
protección de derechos fundamentales, asimismo se solicitó a la
autoridad señalada como responsable, informara sobre los
hechos atribuidos, se concedió la suspensión del acto reclamado
y se dio vista del medio de control constitucional al Fiscal
General de Justicia del Estado de Nayarit, para los efectos
correspondientes.
CUARTO. RECEPCIÓN DE INFORMES. En proveído de
quince de abril de dos mil trece, se tuvo por rendido el informe
de los hechos atribuidos a la autoridad Juez Tercero de Primera
Instancia del Ramo Penal, del que se ordenó dar vista a las
partes para los efectos legales conducentes. Asimismo, del
informe se advirtió que les devenía el carácter de terceros
interesados Josué Isael, Yesenia, Mariela y Zamaira Ximena,
todos de apellidos Hernández García, quienes fueron
debidamente emplazados por conducto de su autorizado a la
presente litis constitucional.
QUINTO. AUDICENCIA PÚBLICA, ALEGATOS Y CIERRE
DE INSTRUCCIÓN. A las doce horas del treinta y uno de mayo
4
de dos mil trece, tuvo verificativo la celebración de la audiencia
de ley en la que se tuvieron por desahogadas las probanzas
ofrecidas, así mismo se abrió la etapa de alegatos sin que
existiera manifestación alguna al respecto; y no habiendo más
diligencias pendientes por desahogar se decretó el cierre de la
instrucción, quedando los autos en estado de dictar sentencia; y
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. COMPETENCIA. Esta Sala ConstitucionalElectoral es competente para conocer y resolver el presente
juicio, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 116,
fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 82, fracciones I y II;
91, fracción V, de la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Nayarit, así
como en relación con los diversos 1º, 88 y 89 de la Ley de
Control Constitucional del Estado de Nayarit, en virtud de que se
trata de un juicio protector de la posible violación de derechos
fundamentales, promovido en contra de actos emitidos por una
autoridad con asiento en el territorio sobre el que ejerce
jurisdicción
esta
Sala
Constitucional-Electoral
cuya
constitucionalidad es susceptible de fiscalizar, por ende a este
órgano de control constitucional le deviene competencia para
ello.
SEGUNDO. FORMA. El Juicio de Protección de Derechos
Fundamentales se presentó por escrito ante la Oficialía de
Partes de la Sala Constitucional-Electoral del Poder Judicial del
Estado de Nayarit, documento del cual se desprende se
satisfacen los requisitos previstos en el artículo 25 de la Ley de
Control Constitucional del Estado de Nayarit, pues el actor
señala la autoridad que considera responsable y domicilio de la
misma; los actos que considera violatorios de sus derechos
fundamentales; la pretensión y los preceptos constitucionales
5
que estima vulnerados; la manifestación de los hechos que
generaron su inconformidad y los conceptos de invalidez; y
finalmente se hace constar el nombre y firma autógrafa de la
ciudadana que resiente una afectación en sus derechos
fundamentales.
TERCERO. PRECISIÓN DE LOS ACTOS RECLAMADOS.
En términos de lo dispuesto en el artículo 45, fracción I, de la
Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, en principio
deben precisarse cuáles son los actos objeto del medio de
control en el presente juicio, ello antes de verificar la certeza o
inexistencia del mismo.
De ahí que lo procedente es fijar de manera clara los actos
reclamados por el impetrante, para lo cual se examinará de
forma integral el escrito inicial de demanda y las constancias de
autos, a fin de resolver la cuestión efectivamente planteada.
En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
ha establecido algunos lineamientos que el juez constitucional
debe observar para determinar cuáles son los actos reclamados,
a saber: a) analizar en su integridad el escrito de demanda y sus
anexos con un criterio amplio y no restrictivo, para determinar la
verdadera intención del promovente, pero sin cambiar su
alcance y contenido; b) prescindir de los calificativos relativos a
la constitucionalidad o inconstitucionalidad que se hagan al
enunciar los actos reclamados en la demanda; y c) tratándose
de juicio contra leyes, para determinar el precepto o preceptos
que se combaten, debe atenderse a lo expuesto en los
conceptos de violación. Al respecto, es aplicable por identidad
jurídica, la jurisprudencia de rubro y texto:
DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU
INTEGRIDAD. Este Alto Tribunal, ha sustentado reiteradamente
el criterio de que el juzgador debe interpretar el escrito de
demanda en su integridad, con un sentido de liberalidad y no
restrictivo, para determinar con exactitud la intención del
6
promovente y, de esta forma, armonizar los datos y los
elementos que lo conforman, sin cambiar su alcance y contenido,
a fin de impartir una recta administración de justicia al dictar una
sentencia que contenga la fijación clara y precisa del acto o
actos reclamados, conforme a lo dispuesto en el artículo 77,
fracción I, de la Ley de Amparo.1
Con base en estas premisas, de la lectura integral de la
demanda del juicio de protección de derechos fundamentales, se
advierte que en la especie, los actos que el quejoso le reclama a
la Juez Tercero de Primera Instancia del ramo Penal de
Tepic, Nayarit, se hacen consistir en:
1. El acuerdo de fecha primero de marzo de dos mil trece,
mediante el cual se le tiene a la quejosa acogiéndose al
beneficio de su libertad provisional bajo caución, además de
determinarse los montos que deberá cubrir por concepto de
libertad provisional bajo caución, por concepto de posible
sanción pecuniaria y por concepto de reparación del daño.
2. Acuerdo de fecha once de marzo de dos mil trece,
mediante el cual determina no ha lugar a declarar cerrada la
instrucción de la causa penal y dar vista al Agente del Ministerio
Público para formular conclusiones en el término de ley, en
virtud de no haber precluído el término concedido para acogerse
al beneficio de la libertad provisional bajo caución, por resultar
indispensable para continuar con el trámite respectivo de la
causa, dado que la procesada deberá cumplir con dicho requisito
para continuar con la causa y así encontrarse ya a disposición
del juzgado.
3. El acuerdo de fecha veintiuno de marzo de dos mil
trece, en el cual se le tiene a la quejosa por conducto de su
autorizada, promoviendo incidente de reducción de garantías,
concluyendo la autoridad que no ha lugar a proveer de
conformidad a la petición formulada por las razones que expone.
1
Jurisprudencia de clave: P./J. 40/2000, sustentada por el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 32, del Tomo XI, de Abril de 2000,
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª Época.
7
Una vez precisados los actos reclamados, por cuestión de
método, lo procedente es analizar la inexistencia o certeza de
los mismos.
CUARTO. CERTEZA DE ACTOS RECLAMADOS: La
autoridad judicial responsable, Juez Tercero de Primera
Instancia del Ramo Penal con residencia en Tepic, Nayarit, al
rendir su informe y anexos manifestó que era cierto el acto
reclamado, y admitiendo la existencia de los proveídos de fecha
primero y veintiuno de marzo de dos mil trece. Por ende, se
demuestra la existencia de los actos combatidos, dada la
confesión
expresa
realizada
por
la
autoridad
señalada
responsable, cobrando aplicación por analogía la Jurisprudencia
de rubro y texto:
INFORME JUSTIFICADO AFIRMATIVO. Si en él confiesa la
autoridad responsable que es cierto el acto que se reclama, debe
tenerse éste como plenamente probado, y entrarse a examinar la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de ese acto.2
Además
de
la
declaración
expresa
de
la
autoridad
responsable, la certeza del acto se corrobora con las copias
certificadas de la causa penal 118/2012 substanciada en el
Juzgado Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal de Tepic,
Nayarit, remitidas a este órgano de control constitucional, causa
penal instruida en contra de la aquí quejosa como probable
responsable de la comisión del delito de violencia familiar,
cometido en agravio de sus menores hijos José Isael, Yesenia,
Mariela y Zamaira todos de apellidos Hernández García, ilícito
previsto y sancionado por el artículo 273 bis del Código Penal
para el Estado de Nayarit; constancias de las que se advierten
los proveídos de fecha primero, once y veintiuno de marzo del
año dos mil trece, a las cuales se les concede valor de prueba
plena de conformidad a lo dispuesto en el artículo 238, fracción
2
Jurisprudencia 278, sostenida por el Pleno de la Suprema Corte, visible en la
página 231, del tomo VI, parte SCJN, publicada en el Apéndice de 2000, de consulta
rápida bajo el número de registro electrónico 917,812.
8
VI, en relación con el diverso 176, fracción I, inciso a), ambos del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Nayarit, de
aplicación supletoria a la Ley de Control Constitucional del
Estado de Nayarit por disposición expresa del artículo 2º, párrafo
segundo, de este último ordenamiento legal, por tratarse de
documentos certificados por un funcionario público en ejercicio
de su encargo. Siendo ilustrativa al efecto, la jurisprudencia
sostenida por el Pleno de la Suprema Corte, visible en la página
153, del tomo VI, parte SCJN, publicada en el Apéndice de 1995,
de consulta rápida bajo el número de registro electrónico número
394,182, de epígrafe y texto:
DOCUMENTOS PÚBLICOS, CONCEPTO DE, Y VALOR
PROBATORIO. Tienen ese carácter los testimonios y
certificaciones expedidos por funcionarios públicos, en el
ejercicio de sus funciones, y, por consiguiente, hacen prueba
plena.
Ahora, el hecho de que la responsable hayan confesado la
certeza de los actos que se le reclaman, por ende éste debe
tenerse como plenamente comprobado, pero sin que ello sea
suficiente para la concesión de la protección constitucional, por
lo que lo procedente es examinar la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de los actos reclamados. En este sentido, es
aplicable por identidad jurídica, la tesis consultable en la página
29, del Tomo 10, Séptima Parte, en el Semanario Judicial de la
Federación 7ª época, de epígrafe y texto:
INFORME
JUSTIFICADO
AFIRMATIVO
DE
LAS
RESPONSABLES.
NO
TRAE
COMO
CONSECUENCIA
INDISPENSABLE LA CONCESION DEL AMPARO. El hecho de
que las autoridades señaladas como responsables, admitan la
existencia de los actos reclamados, no trae como consecuencia
indispensable la concesión del amparo, pues no todos los actos de
autoridad son inconstitucionales y para que se conceda la
protección federal es necesario demostrar que los reclamados son
de este tipo.
De manera que al acreditarse la certeza de los actos
reclamados, lo procedente es analizar mediante estudio
9
correspondiente, si los mismos sostienen o no vicios de
inconstitucionalidad.
QUINTO. CAUSAS DE IMPROCEDENCIA. Del análisis de
los autos no se advierte de manera evidente la actualización de
alguno de los supuestos que obligan a sobreseer en el presente
juicio, conforme a lo dispuesto por el artículo 23 de la Ley de
Control Constitucional del Estado de Nayarit, ni de alguna de las
causas de improcedencia previstas en el artículo 22 del mismo
ordenamiento.
No obstante ello, en virtud de que pudiera estimarse que se
actualiza la causal de improcedencia prevista por la fracción VI
del artículo 22 de la Ley de Control Constitucional del Estado,
este órgano de control constitucional realizará consideraciones
al respecto.
En ese sentido, cuando se trata de las garantías que otorgan
los artículos 16, 19 y 20 de la Constitución federal, no es
necesario que previo a la instauración del juicio de protección de
derechos fundamentales se acuda al recurso de apelación, ya
que de dichos artículos, se desprenden diversas garantías que
no necesariamente aluden al del dictado del mandato de formal
prisión, sino que el ámbito de su aplicación es de mayor latitud,
dentro de las que se encuentra la garantía de obtener el
acusado la libertad bajo fianza, en los casos y bajo las
condiciones que las normas determinan, por lo que es dable
colegir que el juicio de protección de derechos fundamentales
puede interponerse de modo inmediato sin agotar la apelación,
tanto en contra del auto que niega el beneficio caucional, como
del que otorgándolo se aparta de cánones de proporcionalidad,
correspondiendo al fondo del asunto, establecer si existen
violaciones aducidas por tratarse de un acto que puede importar
privación de la libertad.
10
En ese sentido, es orientadora por identidad jurídica, la tesis
emitida por el Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, visible en
la página 45, Volumen 63, Sexta Parte, en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto:
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCION. PROCEDENCIA
DEL AMPARO, SIN NECESIDAD DE AGOTAR RECURSOS
ORDINARIOS, CONTRA EL AUTO QUE LA NIEGA O CONTRA
EL QUE, CONCEDIENDOLA, NO CUMPLE CON LO DISPUESTO
POR EL ARTICULO 20 CONSTITUCIONAL. La tesis
jurisprudencial de la H. Suprema Corte que con el número 40 se
contiene en el Apéndice editado en 1965, parte correspondiente a
la Primera Sala, dice: "AUTO DE FORMAL PRISION,
PROCEDENCIA DEL AMPARO CONTRA EL, SI NO SE
INTERPUSO RECURSO ORDINARIO. Cuando se trata de las
garantías que otorgan los artículos 16, 19 y 20 constitucionales, no
es necesario que previamente se acuda al recurso de apelación".
Lo que primordialmente incumbe a los fines del derecho no es el
rubro que ostenta el criterio judicial obligatorio, ni la clasificación
alfabética que a éste le asigna el compendio, sino el argumento del
Máximo Tribunal del país que en su totalidad configura el contexto
de la tesis y el sentido filosófico jurídico que a la estructura
jurisprudencial sirve de base. Es por ello, que si la citada tesis se
refiere a las garantías del artículo 20 constitucional, precepto que
no alude al mandato de formal prisión, resulta obvio que la
jurisprudencia no se constriñe al auto de bien preso, sino que el
ámbito de su aplicación es de mayor latitud, lo que se puede
constatar, analizando las ejecutorias que la formaron. Una labor
hermenéutica adecuada exige por lo tanto, relacionar esa tesis con
el artículo 37 de la Ley de Amparo, conforme al cual la violación a
las garantías del artículo 20 de la Constitución Federal, en sus
fracciones I, VIII y IX, párrafos primero y segundo, podrá
reclamarse ante el Juez de Distrito que corresponda o ante el
superior del tribunal que haya cometido la violación, casos en que
de acuerdo con el invocado criterio jurisprudencial y además
porque sería absurdo que antes de acudir ante el superior del Juez
responsable se tramitaran recursos ordinarios, pues éstos sólo
adquieren en tales hipótesis, el carácter de optativos. Ahora bien, si
la fracción I, del artículo 20 constitucional regula exclusivamente la
garantía de obtener el acusado la libertad bajo fianza, en los casos
y bajo las condiciones que la propia norma fundamental determina,
es doble colegir que el amparo puede interponerse de modo
inmediato, tanto en contra del auto que niega el beneficio caucional,
como del que otorgándolo se aparta, según reclama el quejoso, de
los cánones señalados por la aludida fracción I; corresponderá por
ende al fondo del asunto, establecer si existen las violaciones
aducidas
En el mismo sentido, es orientadora la tesis emitida por el
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, consultable en la página
95, Volumen 127-132, Sexta Parte, en el Seminario Judicial de la
Federación, de epígrafe y texto:
11
LIBERTAD CAUCIONAL, CAUCION EXCESIVA PARA LA. NO
DEBE AGOTARSE RECURSO CUANDO SE RECLAMA
EN AMPARO EL AUTO QUE LA FIJA. Si se reclama un auto que
concede la libertad caucional, solicitada con fundamento en el
artículo 20 constitucional, fracción I, estimando que se fija
una caución excesiva, dicho acto constituye una excepción al
principio de definitividad establecido en la fracción III del artículo
107 de la Constitución General de la República y en el artículo 73
de la Ley; por lo que no es necesario agotar los recursos que las
de Amparo, en virtud de que afecta la libertad personal del
procesado, y puede implicar una violación directa a la fracción I del
artículo 20 de la Carta Magna leyes ordinarias establecen, antes de
acudir al juicio de garantías.
SEXTO. CONCEPTOS DE AGRAVIO. Los conceptos de
agravio que expresó la impetrante en su escrito de demanda son
al tenor siguiente:
PRIMER CONCEPTO DE VIOLACIÓN.- Consistente en la
violación a mi garantía de legalidad que consagra a mi favor el
artículo 16 constitucional, que establece a cargo de las
autoridades de cualquier nivel, fundar y motivar debidamente
cada acto de autoridad, siendo el caso que ninguno de los
actos combatidos en esta vía esta debidamente fundado,
menos motivado.
SEGUNDO CONCEPTO DE VIOLACIÓN.- Consistente en la
violación a mi garantía de debido proceso penal, que consagra
a mi favor el artículo 17 Constitucional, pues no obstante de
que he hechos diversas peticiones a la Juez de la causa ha
omitido acordar de conformidad u dar seguimiento al proceso,
retardándolo de manera injustificada.
SÉPTIMO. ESTUDIO DE FONDO. En el caso particular de lo
narrado por el impetrante, así como de las constancias remitidas
por la autoridad judicial responsable relativas a la causa penal
118/2012 substanciada en el Juzgado Tercero de Primera
Instancia del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, se aprecia que se
atribuye a la quejosa la probable responsabilidad penal del ilícito
de violencia familiar, en agravio de sus menores hijos José
Isael,
Yesenia,
Mariela
y
Zamaira
todos
de
apellidos
Hernández García, ilícito previsto y sancionado por el artículo
273 bis del Código Penal para el Estado de Nayarit, tipo penal
de los que la ley castiga con pena privativa de libertad.
Destacando que dentro de dichas actuaciones obran los
12
acuerdos del primero, once y veintiuno de marzo del año dos mil
trece, los que en la especie constituyen los actos reclamados.
a) Primer concepto de invalidez
Ahora bien, éste órgano de control constitucional, considera
esencialmente fundado el primer concepto de invalidez
formulado por la quejosa, por las razones siguientes.
Al respecto, el acuerdo del primero de marzo de dos mil trece
reviste vicios de inconstitucionalidad pues en el mismo se
incurrió en una indebida fundamentación y falta de motivación; lo
que contraviene la garantía de legalidad, prevista en el artículo
16 de la Constitución General de la República, el cual en su
párrafo primero dispone:
Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento.
El artículo 16 constitucional, consagra uno de los derechos
fundamentales que el orden constitucional mayor protección
otorga al gobernado, a saber, la de legalidad, cuya eficacia
jurídica reside en el hecho de que dada su extensión y
efectividad, protege al gobernado de todo acto de autoridad que
le provoque afectación a su esfera de derechos, que no sólo sea
arbitrario, es decir, que no esté basado en norma legal alguna,
sino también que sea contrario a cualquier precepto legal,
independientemente
de
la
jerarquía
o
naturaleza
del
ordenamiento a que éste pertenezca, o bien, que no contenga
las razones de hecho y de derecho que le den sustento.
Del mismo modo, la motivación de los actos y resoluciones
de autoridad es una exigencia esencial para tratar de establecer,
sobre bases objetivas, la racionalidad y legalidad de aquéllos,
para procurar eliminar, en la medida de lo posible, la subjetividad
y la arbitrariedad de las decisiones de autoridad, pues permite a
13
los afectados impugnar los razonamientos de estas y al órgano
que debe resolver la impugnación, determinar si son fundados o
no los motivos de inconformidad que se formulan en ese sentido,
al contar con todos los elementos para llevar a cabo el estudio
relativo a la materia de la impugnación ya sea esta ordinaria o
mediante un juicio constitucional como lo es el juicio de
protección de derechos fundamentales.
De modo, que la autoridad judicial responsable en la emisión
del acuerdo del primero de marzo de dos mil trece, en el cual
señala que se tiene a la procesada Alma Delia García
Calderón, acogiéndose al beneficio de su libertad provisional
bajo caución, en lo que respecta al desglose de las cantidades
que deberá cubrir para gozar de dicho beneficio, incurrió en una
indebida fundamentación y una ausencia de motivación en virtud
de que no expone las razones por las cuales considera
pertinente fijar las cantidades por los conceptos de libertad
provisional bajo caución, posible sanción pecuniaria y reparación
del daño, lo que contraviene el derecho fundamental que protege
el artículo 16 constitucional.
Del examen de la anterior disposición constitucional, se
advierten los requisitos de forma que debe tener todo acto de
autoridad; esto es, que en términos de ese precepto, el acto
reclamado debe estar debidamente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con
precisión el precepto legal exactamente aplicable al caso y, por
lo segundo, que han de señalarse también con precisión todas
las circunstancias especiales, razones particulares o causas
inmediatas que se hayan tomado en consideración para la
emisión del acto, y es necesario además que exista adecuación
entre los motivos aducidos y las normas aplicables, a fin de
determinar si se surten los datos indispensables para arribar a la
conclusión que se desea.
14
Es aplicable a lo anterior, la jurisprudencia doscientos cuatro,
emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, visible en la página ciento setenta y seis, del tomo VI,
del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación mil
novecientos diecisiete a dos mil, que dice:
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. De acuerdo con el artículo
16 de la Constitución Federal, todo acto de autoridad debe estar
adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose
por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto
legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deben señalarse,
con precisión, las circunstancias especiales, razones particular-es
o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la
emisión del acto; siendo necesario, además, que exista
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es
decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas.
En ese sentido, el acuerdo de fecha primero de marzo del
año dos mil trece, literalmente dispone:
TEPIC, NAYARIT; A 01 UNO DE MARZO DEL AÑO 2013 DOS MIL
TRECE.------------------------------------------------------------------------------VISTO, el estado procesal que guardan los presentes autos:
PRIEMRO (Sic): SE tiene a la licenciada ROSA ORALIA LOZOYA
MORALES, aceptando el cargo de defensor, protestando su fiel y
leal desempeño.
SEGUNDO: Se tiene a la procesada ALMA DELIA GARCIA
CALDERÓN, acogiéndose al beneficio de su libertad provisional
bajo caución.
Notifíquese a la procesada, que deberá depositar dentro del
termino (Sic) de cinco días, la cantidad de $ 2,000.00 dos mil pesos
00/100 moneda nacional por concepto de libertad provisional bajo
caución: $ 1,500.00 mil quinientos pesos 00/100 moneda nacional
por concepto de posible sanción pecuniaria. $500.00 quinientos
pesos 00/100 moneda nacional por concepto de reparación del
daño. Apercíbasele que de no dar cumplimiento dentro del termino
(Sic) señalado, se girara orden de reaprehensión en su contra.
Artículo 36, 352 párrafo tercero del enjuiciamiento penal en vigor.
NOTIFÍQUESE.---------------------------------------------------------------------
Al respecto, el acuerdo de mérito contiene vicios de
inconstitucionalidad, pues como se ha señalado fue dictado en
contravención a lo dispuesto por el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, por carecer el acto
reclamado de una debida fundamentación y una falta de
motivación, ello puesto que aun cuando la juez responsable al
15
calce del documento invoca dos numerales, no expresa con
precisión el precepto legal exactamente aplicable al caso,
mientras que la falta de motivación se actualiza dado que no se
señalan con precisión todas las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tomado
en consideración para la emisión del mismo, ya que la Juez de la
causa, no motiva la forma y las razones por las que en su
concepto fija las cantidades que la quejosa deberá depositar
para gozar del beneficio de la libertad provisional bajo caución,
pues únicamente se concretó a afirmar que respecto de los
conceptos de libertad provisional bajo caución, posible sanción
pecuniaria y reparación del daño, correspondía respectivamente
depositar una cantidad sin argumentar las razones para llegar a
esa determinación, siendo además necesario que exista
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables,
a fin de determinar si se surten los datos indispensables para
arribar a la conclusión que desea.
Ello es así, puesto que la naturaleza jurídica de la libertad
provisional
bajo
caución
es
un
beneficio
constitucional
consistente en que el indiciado no vea restringida su libertad
personal durante la sustanciación del juicio respectivo, de ahí
que inmediatamente que el inculpado lo solicite, el juez deberá
otorgarle la libertad provisional bajo caución, siempre y cuando
no se trate de delitos en que, por su gravedad, la ley
expresamente prohíba conceder este beneficio; además, que la
mencionada garantía del inculpado se rige por el principio de
inmediatez, según el cual el juzgador debe acordar lo
conducente a la brevedad pero sin que ello implique prescindir
de la obligación constitucional de fundar y motivar debidamente
el acuerdo que la otorgue, ya que la determinación del juzgador
respecto a la procedencia de la libertad provisional debe
ajustarse a la mecánica establecida en el artículo 16 por el
constituyente para el ejercicio de la aludida garantía.
16
Máxime, que de conformidad con el artículo 342 del Código
de Procedimientos Penales para el Estado de Nayarit, se
advierte la obligación de la autoridad de tomar en cuenta para
fijar el monto de la caución: los antecedentes del inculpado; la
gravedad y circunstancias del delito imputado; el mayor o menor
interés que pueda tener el inculpado en substraerse a la acción
de la justicia; las condiciones económicas del inculpado; y la
naturaleza de la garantía que se ofrezca, sin que en la especie la
autoridad judicial responsable haya tomado en cuenta las
circunstancias apuntadas para fundar y motivar razonadamente
el monto de la caución fijada.
Al respecto cobra aplicación por analogía, la tesis emitida por
el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito,
visible en la página 397, del Tomo I, Segunda Parte-1, de EneroJunio de 1998, en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, de rubro y texto:
LIBERTAD
PROVISIONAL,
INTERPRETACION
DE
LA
FRACCION I DEL ARTICULO 20 CONSTITUCIONAL AL
RESOLVER SOBRE LA PETICION DE. (EXPOSICION DE
MOTIVOS DE LA REFORMA). En atención a las reformas sufridas
por el artículo 20 de la Constitución General de la República, se
obliga al juzgador para que al resolver sobre la petición de la
libertad provisional bajo caución de todo procesado, considere para
su otorgamiento o negativa, las modalidades en que incurrió al
cometer el delito; en efecto, hay que entender que en la exposición
de motivos para la reforma aludida, se expresa la voluntad del
legislador en la que impuso al juzgador la obligación de que, para
resolver si procedía o no conceder la libertad provisional bajo
caución, había que atender "a las modalidades" en que se presente
el ilícito, esto es, a las calificativas acaecidas en su comisión y que
deberán ser tomadas de las constancias procesales; y, fue
precisamente esto, lo que se desprende hizo la autoridad
responsable en su acuerdo de fecha dos de diciembre de mil
novecientos ochenta y siete, al negar al procesado la libertad
provisional bajo caución solicitada; lo que desde luego no significa
que decida sobre la responsabilidad y calificativa del delito
imputado al quejoso, pues esto no será sino hasta al resolver en
definitiva, en base a las pruebas que se aportaron durante el
sumario cuando el juez del conocimiento falle con fundamento en
aquéllas el grado de responsabilidad en que incurrió el inculpado.
Luego entonces, la autoridad responsable al emitir el acto
reclamado debió tomar en cuenta las exigencias que prevé el
17
artículo 342 del enjuiciamiento penal, de manera adecuada,
racional y lógica, con base en una apreciación de las
circunstancias propias que redundan el caso concreto.
De manera que, lo procedente es dejar insubsistente el acto
reclamado consistente en el acuerdo del primero de marzo de
dos mil trece, mediante el cual la autoridad judicial responsable
desglosaba el monto de las cantidades a cubrir por concepto de
libertad provisional bajo caución, posible sanción pecuniaria y
reparación, por lo tanto, dado que los acuerdos de fecha once y
veintiuno de marzo de dos mil trece se encuentran
inescindiblemente vinculados al ser una consecuencia del
acuerdo emitido el primero de marzo de dos mil trece, lo
procedente es del mismo modo, dejarlos insubsistentes, ya que
hasta en tanto no se emita nuevo acuerdo que fije las cantidades
para gozar del beneficio de libertad provisional bajo caución, no
es posible cumplir con ese requerimiento, y por otra parte, al
haberse dejado sin efectos el acuerdo del primero de marzo de
dos mil trece, ha desaparecido la razón de la promoción del
incidente de reducción de garantías interpuesto y negado
mediante acuerdo del veintiuno de marzo de dos mil trece
indicado, de ahí que los mismos deban quedar sin efectos.
De ahí que, por las razones apuntadas se declara
esencialmente fundado el primer concepto de invalidez, dada la
evidente confrontación del acto reclamado con la garantía de
legalidad prevista en el artículo 16 constitucional.
b) Segundo concepto de invalidez
Por otra parte, no obstante de haber quedado sin efectos, el
acuerdo del once de marzo de dos mil trece, este órgano de
control constitucional, procede a contestar el segundo concepto
de invalidez, ya que la parte quejosa mantiene el interés de que
la causa penal de mérito continúe su cauce legal, ello con
18
independencia de cumplir con las exigencias requeridas para
gozar del beneficio de la libertad provisional bajo caución.
En ese sentido, la quejosa señala, que la falta de
continuación de la causa penal, atenta contra el debido proceso
penal, que consagra el artículo 17 constitucional, ya que no
obstante de haber realizado diversas peticiones a la juez de la
causa para continuar con el procedimiento, ha omitido acordar
su seguimiento, retardándolo de manera injustificada.
Al respecto, resulta infundado dicho concepto de invalidez,
en atención a las razones siguientes.
En primer término se destaca que la ciudadana Alma Delia
García Calderón, en virtud de que promovió juicio de amparo
indirecto 1081/2012-V substanciado en el Juzgado Segundo de
Distrito de amparo en materia penal, en el cual se le otorgó la
suspensión definitiva emitida en el incidente de suspensión del
veintiocho de agosto de dos mil doce (Anexo I, fojas 233-235),
en el sentido de que no se ejecutara la orden de aprehensión
girada en su contra, esto para que no fuera privada de su
libertad personal, quedó a disposición del juzgado federal de
referencia en cuanto a su libertad personal, y a disposición de la
juez responsable en cuanto al proceso para la continuación del
proceso penal seguido en su contra, de ahí que con base en
dicha medida cautelar, le fue posible rendir su declaración
preparatoria.
Luego, al haberse sobreseído el juicio de garantías indicado
y al haber causado ejecutoria la resolución de mérito, dictada en
el juicio de amparo promovido por la procesada en contra de la
orden de aprehensión librada en su contra, es evidente que dejó
de tener efectos la suspensión que le fue concedida conforme a
la cual se encontraba a disposición del juez federal respecto de
su libertad personal y a disposición del juez de la causa por lo
que hace a la continuación del proceso, de ahí que la procesada
19
quedó sometida a la jurisdicción de la juez natural por lo que a
su libertad se refiere para la continuación del proceso en el que
ya se le decretó formal prisión.
En ese sentido, es orientadora la jurisprudencia emitida por
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en la página 573, del tomo XXXI, de Marzo de 2010, en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª época, de
rubro y texto:
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN CONCEDIDA
DENTRO DEL INCIDENTE DE SUSPENSIÓN. SIGUE VIGENTE
AUN CUANDO SE HAYA RESUELTO EN DEFINITIVA EL JUICIO
DE AMPARO PRINCIPAL (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO
20, APARTADO A, FRACCIÓN I, DE LA CONSTITUCIÓN
GENERAL DE LA REPÚBLICA ANTERIOR A LA REFORMA
PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL
18 DE JUNIO DE 2008). La libertad provisional bajo caución
concedida en el incidente de suspensión constituye un derecho
fundamental de todo indiciado y procesado, que cobra autonomía
del propio incidente e incluso del juicio principal, en virtud de que
únicamente podrá revocarse cuando incumpla en forma grave con
cualquiera de las obligaciones que en términos de ley deriven a su
cargo en razón del juicio de amparo o del procedimiento penal
respectivo. En ese tenor, se concluye que terminado el juicio -lo
cual incluye la debida ejecución del fallo- el aludido beneficio
seguirá vigente y el juez de garantías debe devolver al juez de la
causa natural, plena jurisdicción sobre la libertad personal del
quejoso, en su caso, con las garantías ya exhibidas, o bien,
con la determinación acerca del monto y forma de la caución, a
partir de ese momento, aquél reasumirá en plenitud la
jurisdicción indicada, lo que implica que ante el conocimiento
de que el juicio de amparo ha concluido deberá solicitar al juez
de control constitucional el envío de las garantías concedidas,
si éste no lo ha hecho, y ordenar al inculpado su presentación
para la continuación del proceso en libertad provisional; por su
parte, el órgano de control constitucional habrá de acordar lo
conducente para que de manera efectiva el agraviado quede, por lo
que se refiere a dicho beneficio, a disposición del juez del proceso.
Bajo esta premisa, con la finalidad de dar seguridad jurídica al
agraviado, no deben quedar sin materia las incidencias procesales
derivadas de la libertad provisional bajo caución concedida en el
incidente de suspensión o los recursos intentados respecto de ellas
en el juicio de amparo, mientras el juez natural no recobre
plenamente la jurisdicción sobre la libertad personal del quejoso,
sin importar que haya causado ejecutoria la sentencia dictada en el
cuaderno principal.
En ese tenor, al haberse sobreseído el juicio de amparo
1081/2012-V, el juez de garantías devolvió al juez de la causa
natural, plena jurisdicción sobre la libertad personal de la
20
impetrante, de manera que la responsable reasumió plenitud de
jurisdicción, lo que implica que ante el conocimiento de que el
juicio de amparo concluyó, por ende mediante acuerdo del
primero de febrero de dos mil trece, se le requirió a la indiciada
para efectos de que dentro de un término no mayor de tres días,
manifestara si era su deseo acogerse al beneficio de la libertad
provisional bajo caución, apercibiéndola que de no comparecer
sin causa justificada se procedería a librar la correspondiente
orden de reaprehensión en aras de hacer efectivo el auto de
formal prisión a que se encuentra sujeta.
Luego, mediante acuerdo del primero de marzo del año
dos mil trece, el cual como se ha evidenciado reviste vicios de
inconstitucionalidad, se le tuvo a la procesada acogiéndose al
beneficio de la libertad provisional bajo caución, fijándosele las
cantidades a cubrir para gozar del beneficio para no ver
restringida su libertad personal.
Posteriormente, en virtud de un escrito presentado por la
defensora particular de la procesada hoy quejosa, en el que
solicitó a la juez natural tuviera a bien decretar el cierre de la
instrucción y continuar con el procedimiento judicial, de dicha
solicitud recayó un acuerdo con fecha once de marzo del año
dos mil trece, que como se ha indicado deberá dejarse
insubsistente, acuerdo que es del tenor literal siguiente:
TEPIC, NAYARIT; A ONCE DEL MES DE MARZO DEL AÑO DOS
MIL TRECE.
Se tiene por recibido el escrito de cuenta firmado por la licenciada
ROSA ORALIA LOZOYA MORALES, en su calidad de defensor
particular de la procesada ALMA DELIA GARCÍA CALDERÓN, y
proveyendo el mismo dígase que no ha lugar a proveer de
conformidad su petición, pues de actuaciones se advierte que a
esta fecha no ha precluído el término concedido a su defendida,
para efectos de que comparezca con tercera persona a acogerse al
beneficio de su libertad provisional bajo caución, pues el mismo
resulta se (sic) indispensable para continuar con el tramite (sic)
respectivo a la causa que nos ocupa, dado que la procesada
deberá cumplir con dicho requisito para continuar con la causa y así
encontrarse ya a disposición de este Juzgado.- Artículo 36 del
Código de Procedimientos Penales en Vigor.
NOTIFIQUESE.
21
En ese sentido, la quejosa se duele que contrario a las
garantías que consagra el artículo 17 constitucional, se le retarla
la continuación del proceso de manera injustificada. Empero
dicha premisa resulta inexacta en virtud que, la autoridad judicial
responsable, tal y como se ha indicado debe reasumir plena
jurisdicción de la indiciada, respecto del proceso pero también
de su libertad personal, de ahí que dicha negativa sostenía un
basamento fundado, pues la juez de la causa penal aún no tiene
la potestad de su libertad personal ya que al haber dejado de
surtir efectos la suspensión del amparo antes indicado, la
responsable debe reasumir jurisdicción no sólo del proceso sino
también respecto de su libertad personal, lo que precisamente
se realiza con el cumplimiento de las exigencias legales
necesarias para gozar de la libertad provisional bajo caución y
con base en ello seguir gozando de la libertad, por lo que el
juicio no puede continuar si no se ven garantizados los
conceptos de libertad provisional, posible sanción pecuniaria y
reparación
del
daño,
siendo
precisamente
éste
último
concepto, quien importa al ofendido o víctima, pues representa
una prerrogativa constitucional que garantiza el resarcimiento del
bien jurídicamente tutelado por la comisión del ilícito, así como
que la indiciada no se sustraiga a la acción de la justicia, por
lo que de no garantizarse podría generar que dictada sentencia
definitiva su incumplimiento por ejemplo por causas de
encontrarse la condenada prófuga de la justicia haría nugatorio
el cumplimiento de la sentencia y del pago de la reparación del
daño en favor del ofendido o víctima.
De
manera
que
una
negativa
de
continuar
con
el
procedimiento en ese sentido es legítima, no obstante de negar
la continuación del procedimiento penal, ya que ello se funda en
el requisito de que la indiciada comparezca al juzgado con
tercera persona para acogerse del beneficio de la libertad
provisional bajo caución, es decir, con tercera persona que tenga
22
el carácter de fiador, acompañando además los depósitos que
garanticen los conceptos de libertad provisional, posible sanción
pecuniaria y reparación del daño, pues mientras ello no
acontezca sigue la indiciada sin encontrarse a disposición de la
causa tanto respecto de su libertad como del proceso, lo cual es
un imperativo para el juicio penal respectivo.
Lo anterior, en virtud de que la naturaleza jurídica de la
libertad provisional bajo caución es la de ser un beneficio
constitucional consistente en que el indiciado no vea restringida
su libertad personal durante la sustanciación del juicio al que es
sometido, de ahí que inmediatamente que el inculpado solicite la
libertad provisional bajo caución el juez debe otorgarla, siempre
y cuando no se trate de delitos graves o de aquellos que la ley
prohíba; además, en caso de delitos no graves el juzgador
puede a solicitud del Ministerio Público negar la libertad
provisional cuando el inculpado haya sido condenado con
anterioridad por algún delito calificado como grave por la ley, o
cuando el representante social aporte elementos para establecer
que la libertad del inculpado representa un riesgo para el
ofendido o para la sociedad, aunque por otra parte, resulta una
garantía del ofendido o víctima que al gozar el indiciado del
beneficio de la libertad provisional bajo caución, se encuentre
depositada la fianza necesaria para que en el eventual dictado
de una sentencia condenatoria, ya esté garantizada la
reparación del daño, así como que se cumpla la finalidad
consistente en que el reo no se sustraiga a la acción de la
justicia.
Lo que no podría acontecer si la premisa de la quejosa fuera
correcta,
ya
que
de
continuar
el
procedimiento
con
independencia de cubrir las exigencias para gozar de la libertad
provisional bajo caución, puede generar que la inculpada hoy
quejosa nunca se encuentre respecto de su libertad personal a
disposición del juez, de manera que llegado el momento en su
23
caso de cumplir con una sentencia que traiga como efecto una
pena restrictiva de libertad y entre otros conceptos cubrir la
reparación del daño, esta podría evadirse dado que la indiciada
podría estar prófuga de la justicia y al nunca cubrirse los montos
de libertad provisional, posible sanción pecuniaria y reparación
del daño, generaría imposibilidad de cumplirse la sentencia
respectiva.
Antes bien, la actuación del juez penal debe limitarse a
informar al procesado sobre su derecho a solicitar tal beneficio,
para que de esta forma, éste decida si lo ejerce o no, incluso
debiendo fijar un término para ello; esto, en el entendido de que
si el procesado no le solicita y garantiza el otorgamiento del
beneficio
dentro
del
proceso,
aquél
puede
ordenar
su
reaprehensión ya que la continuación del proceso es de orden
público.
Al respecto, es orientadora la tesis de jurisprudencia emitida
por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en la página 5, del Tomo IX, de Junio de 1999, en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 9ª época, de
rubro y texto:
MEDIDA DE ASEGURAMIENTO. LA PREVISTA EN LA
FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 269 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL ESTADO DE
OAXACA, PARA GARANTIZAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS
OBLIGACIONES PROCESALES QUE CONTRAIGA EL SUJETO
QUE OBTENGA LA LIBERTAD PROVISIONAL BAJO
CAUCIÓN, NO ES CONCULCATORIA DE LA GARANTÍA DE
SEGURIDAD JURÍDICA PREVISTA EN LA FRACCIÓN I DEL
ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL. La exigencia que impone la
fracción III del artículo 269 del Código de Procedimientos Penales
para el Estado de Oaxaca, en el sentido de que el inculpado podrá
obtener su libertad provisional cuando, además de las garantías
relativas al monto estimado de la reparación del daño y de las
sanciones pecuniarias que, en su caso, puedan imponérsele,
también se le exija otra para asegurar el cumplimiento de las
obligaciones que, en términos de ley, deriven a su cargo en razón
del proceso que se le instruye, no es conculcatoria de la garantía
de seguridad jurídica consagrada en la fracción I del artículo 20 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
virtud de que siempre ha sido una condición que en forma
explícita se exigía en el texto original del citado precepto
24
constitucional para la obtención del beneficio de la libertad
provisional bajo caución; y aunque tal disposición ha sido
materia de varias modificaciones, siempre se ha reconocido,
aunque sea de manera implícita que, para el otorgamiento de
tal beneficio, debe exhibirse una garantía que asegure al
inculpado y lo constriña al cumplimiento de sus obligaciones
procesales.
En el mismo sentido, es aplicable la tesis visible en la página
1017, del Tomo VII, de Mayo de 1998, en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, 9a. Época, de rubro y texto:
FIANZAS
OTORGADAS
PARA
OBTENER
LIBERTAD
PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. SON EXIGIBLES EN SU
TOTALIDAD CUANDO EL FIADO SE SUSTRAE A LA ACCIÓN
DE LA JUSTICIA. AUN CUANDO EN EL MONTO SE INCLUYA
LA GARANTÍA DEL PAGO DE LA REPARACIÓN DEL DAÑO
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIHUAHUA). Según lo
dispuesto por el artículo 426 del Código de Procedimientos Penales
del Estado de Chihuahua, para obtener la libertad provisional
durante el proceso, el encausado debe otorgar fianza que garantice
no sólo el cumplimiento de las obligaciones derivadas del proceso
sino el monto de la sanción pecuniaria. Por otra parte, el artículo 32
del código sustantivo penal de la misma entidad, dispone que el
importe de las fianzas que garanticen la libertad caucional del
inculpado, se aplicará al pago de la sanción pecuniaria cuando el
delincuente se sustraiga a la acción de la justicia, aun cuando esto
último se verifique antes de pronunciarse sentencia. Conforme a lo
anterior, cuando el fiado se sustrae de la acción de la justicia y
la afianzadora no cumple con su obligación de presentarlo
dentro del plazo que el Juez le otorga, la fianza es exigible en
su totalidad, pues no puede perderse de vista que la caución
se otorga para obtener la libertad provisional del indiciado y
aun cuando la causa se suspenda debido a la sustracción de
éste, la reparación del daño puede exigirse en la vía incidental
como lo establece la última parte del artículo 521 del Código de
Procedimientos Penales de Chihuahua.
De manera que, por las razones expuestas, resulta
infundado el segundo concepto de invalidez formulado por la
impetrante del juicio de protección de derechos fundamentales.
OCTAVO. Efectos de la sentencia. Corresponde ahora en
términos de los artículos 45, fracción IV y 100, fracción I, de la
Ley de Control Constitucional del Estado de Nayarit, establecer
cuáles son, en este caso, los efectos de la protección por
violación a la garantía de legalidad establecida por el artículo 16
25
constitucional, por lo que la Juez Tercero de Primera Instancia
del Ramo Penal de Tepic, Nayarit, deberá:
1. Dejar insubsistente el acuerdo del primero de marzo de
dos mil trece, en la que se establecen las cantidades a
depositar para gozar del beneficio de la libertad provisional bajo
caución, en consecuencia del mismo modo, dejar insubsistentes
los acuerdos del once y veintiuno de marzo de dos mil trece.
2. Con plenitud de jurisdicción, emitir otro acuerdo en el que
purgándose los vicios de indebida fundamentación y falta de
motivación se fije el monto de la caución, posible sanción
pecuniaria y reparación del daño para obtener el beneficio de la
libertad provisional bajo caución, por lo que la juez responsable
para fijar el monto de las cantidades respectivas deberá tomar
en cuenta los antecedentes del inculpado; la gravedad y
circunstancias del delito imputado; el mayor o menor interés que
pueda tener el inculpado en substraerse a la acción de la
justicia; las condiciones económicas del inculpado; y la
naturaleza de la garantía que se ofrezca, de conformidad a lo
dispuesto por el artículo 342 del Código de Procedimientos
Penales para el Estado de Nayarit.
3. Dicha facultad deberá ejercerse de manera adecuada,
racional y lógica, con base en una apreciación de las
circunstancias propias del caso concreto, atendiendo -entre
otros- a la naturaleza de la violación y a las características
intrínsecas del asunto, como lo son la dificultad jurídica y la
complejidad de los temas que involucra; si han sido abordados
previamente o si son novedosos.
4. Por otra parte, en virtud de que el nuevo acuerdo será
dictado con plenitud de jurisdicción, por lo tanto, el monto de la
caución que en el nuevo auto se fije, si a criterio del procesado
es excesiva sin debida justificación fundada y motivada, se
26
podrán tener en cuenta los motivos y fundamentos que la
finquen para impugnarlo nuevamente.
Lo anterior de conformidad con lo que dispone el criterio
sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, visible en la página 660, del Tomo XIV, de Julio de
1994, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de
epígrafe y texto:
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCION. EFECTOS DEL
AMPARO CONTRA EL AUTO QUE LA CONCEDE. Cuando el
juez federal concede el amparo para el efecto de que el juez
natural funde y motive el auto por el que concede su libertad
provisional al quejoso, sin declarar que la caución impuesta es
excesiva, la resolución del juez federal no le causa agravio al
inconforme, puesto que el juez del conocimiento al dictar la nueva
resolución deberá hacerlo con plenitud de jurisdicción y
debidamente fundada y motivada. Si el monto de la caución que
en el nuevo auto se fije, a criterio del procesado es excesiva, se
podrán tener en cuenta los motivos y fundamentos que la finquen
para impugnarlo.
El presente considerando no es limitativo, exhaustivo ni
taxativo de la concesión y ejecución de la sentencia, la cual
deberá cumplimentarse hábilmente y en la forma restitutiva más
amplia
posible
para
establecer
al
quejoso
el
derecho
fundamental de seguridad jurídica y adecuada defensa.
Por lo anteriormente expuesto y fundado; se
R E S U E L V E:
PRIMERO. SE CONCEDE LA PROTECCIÓN DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL LOCAL en favor de ALMA
DELIA GARCÍA CALDERÓN, en contra de dos de los actos
reclamados emitidos por la Juez Tercero de Primera Instancia
del
Ramo
Penal
de
Tepic,
Nayarit,
precisados
en
el
considerando tercero, por las razones expuestas en el
considerando séptimo y para los efectos del considerando
octavo de la presente resolución.
27
SEGUNDO. SE NIEGA LA PROTECCIÓN DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL LOCAL en favor de ALMA
DELIA GARCÍA CALDERÓN, en contra de uno de los actos
reclamados emitidos por la Juez Tercero de Primera Instancia
del
Ramo
Penal
de
Tepic,
Nayarit,
precisados
en
el
considerando tercero, por las razones expuestas en el
considerando séptimo de la presente resolución.
Publíquese esta sentencia en el Boletín Judicial, órgano
oficial de publicación de las resoluciones de las salas del
Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nayarit, así como en
el portal de transparencia del Poder Judicial.
NOTIFÍQUESE Por oficio a la autoridad responsable
acompañando
copia
certificada
de
esta
sentencia;
personalmente a las partes, así como por estrados, a lo
demás interesados.
Así, por mayoría de votos, lo resolvieron los Magistrados
que integran la Sala Constitucional-Electoral del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de Nayarit, PEDRO ANTONIO
ENRÍQUEZ SOTO, Presidente; JOSÉ MIGUEL MADERO
ESTRADA, ponente; RAÚL GUTIÉRREZ AGÜERO y RAFAEL
PÉREZ CÁRDENAS; con el voto en contra del Magistrado
ISMAEL GONZÁLEZ PARRA, quien emite voto particular, ante
el Secretario de Acuerdos GABRIEL GRADILLA ORTEGA, que
autoriza y da fe.
Magistrado Presidente
PEDRO ANTONIO ENRÍQUEZ SOTO.
28
Magistrado
Magistrado
JOSÉ MIGUEL MADERO ESTRADA
RAÚL GUTIÉRREZ AGÜERO
Magistrado
RAFAEL PÉREZ CÁRDENAS
Secretario de Acuerdos
GABRIEL GRADILLA ORTEGA
VOTO PARTICULAR AL PROYECTO SC-E-JPDF-31/2013
Voto particular que formula el MAGISTRADO ISMAEL
GONZÁLEZ PARRA, en el Juicio de Protección de
Derechos Fundamentales, expediente SC-E-JPDF-31/2013,
promovido por la actora Alma Delia García Calderón, en
contra de la resolución de la Juez Tercero Penal con sede
en la ciudad de Tepic.
Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 46 de la Ley de
Control Constitucional para el Estado de Nayarit y los artículos
23.9 y 28 de la Ley Orgánica del Poder Judicial para el Estado de
Nayarit, presento voto disidente, respecto de la decisión
tomada por la mayoría de los Magistrados, que integramos la
29
Sala
Constitucional-Electoral,
al
resolver
Protección de Derechos Fundamentales,
el
Juicio
de
identificado con
clave SC-E-JPDF-31/2013, respecto del apartado que
se
señalará y por las razones siguientes:
Primero. Resulta importante destacar que el acuerdo emitido
por el juez de origen en fecha once de marzo de dos mil trece,
resulta con una indebida fundamentación y motivación, toda
vez que el fundamento legal no resulta aplicable a su
determinación y además es carente de una argumentación
adecuada, al no establecer con claridad las razones legales
que sustentan su acuerdo. Por lo anterior, resulta suficiente
para conceder la protección de la justicia local.
Segundo. Ahora bien, en el supuesto que se considerará
debidamente fundado y motivado, estimo que contrariamente a lo
sostenido en la sentencia mayoritaria, debió concederse la
protección de la justicia local, respecto al concepto de validez
señalado como segundo, toda vez que se le está negando a la
quejosa la protección para que continúe el procedimiento penal,
por ende, confirmando la determinación del juez de origen, en el
acuerdo del once de marzo de dos mil trece, a saber: “que no
ha lugar a declarar cerrada la instrucción en la causa penal y
dar vista al agente del Ministerio Publico para formular
conclusiones en el término de Ley, en virtud de no haber
prelucido el término concedido para acogerse al beneficio de
la libertad provisional bajo caución por resultar indispensable
para continuar con el tramite respectivo de la causa”. A
respecto, la sentencia mayoritaria señala:
b).- Segundo concepto de invalidez
30
Por otra parte, la quejosa precisa como diverso acto
reclamado el acuerdo de once de marzo de dos mil
trece, ello porque considera como segundo concepto de
invalidez que la resolución de mérito atenta contra el
debido proceso penal, que consagra el artículo 17
constitucional, ya que no obstante de haber realizado
diversas peticiones a la juez de la causa para continuar
con
el
procedimiento,
ha
omitido
acordar
su
seguimiento, retardándolo de manera injustificada.
Al respecto, resulta infundado dicho concepto de
invalidez, en atención a las razones siguientes.
[]
De manera que el acuerdo dictado por la autoridad
judicial responsable es legítimo, no obstante de negar la
continuación del procedimiento penal, ya que ello se
funda en el requisito de que la indiciada comparezca al
juzgado con tercera persona para acogerse del beneficio
de la libertad provisional bajo caución, es decir, con
tercera persona que tenga el carácter de fiador,
acompañando además los depósitos que garanticen los
conceptos de libertad provisional, posible sanción
pecuniaria y reparación del daño, pues mientras ello no
acontece sigue la indiciada sin encontrarse a disposición
de la causa tanto respecto de su libertad como del
proceso, lo cual es un imperativo para el juicio penal
respectivo.
[]
De manera que, por las razones expuestas, resulta
infundado el segundo concepto de invalidez formulado
por la impetrante del juicio de protección de derechos
fundamentales, por tanto, el acuerdo del once de marzo
del dos mil trece deberá quedar incólume. (Sic).
31
Respecto a lo anterior, considero que contrario a declarar
infundado el citado concepto de invalidez, debió haberse
declarado
fundado
y
por
ende
haber
concedido
la
protección de la justicia local, pues efectivamente si se
trastoca en perjuicio de la actora, el principio de justicia pronta
y expedita.
Esto es, el proceso penal se considera orden público e interés
social y no puede ser objeto de suspensión alguna, ya que de
hacerlo, se estaría en contravención con los intereses de la
sociedad, misma que está interesada en que se concluyan los
juicios que inician en los Tribunales que para tal efecto
estatuyó, y en el presente asunto, el acuerdo mismo, implica
una “suspensión” del proceso penal, aún cuando no se
establece como una “suspensión expresa” del mismo,
de
manera imbíbita se está suspendiendo dicho causa penal.
Al respecto, resulta aplicable de manera análoga, la
jurisprudencia emitida por el Tribunal Colegiado del Décimo
Circuito, visible en el Tomo 217-228, sexta parte, página
seiscientos treinta y siete, de la Séptima Época, del
Semanario Judicial de la Federación, la cual establece:
“SUSPENSION DE PROCEDIMIENTO, IMPROCEDENTE POR
SER
ESTE
DE
ORDEN
PUBLICO.-
La
continuidad
del
procedimiento es de orden público y si se suspende afectaría el
interés general, de manera que la suspensión no puede otorgarse
para detener la tramitación de un juicio; máxime que dichos
efectos ya no serían para mantener las cosas en el estado que se
encuentran, sino que las retrotraerían el estado en que se
encontraban antes de dictarse el acto reclamado; efectos que sólo
puede tener la sentencia que se dicte en cuanto al fondo del
amparo”.
32
De igual manera, es aplicable al caso, el contenido del artículo
395 del Código de Procedimientos Penales del Estado de
Nayarit, el cual no establece en ninguna de sus hipótesis, que
lo referente a la caución o pago de daños y perjuicio, sea una
hipótesis legal, para la suspensión del proceso, numeral que
a letra dice:
Artículo 395.- Iniciado el procedimiento judicial, no podrá
suspenderse sino en los casos siguientes:
I. Cuando el responsable se hubiere substraído a la acción de la
justicia;
II. Cuando pierda la razón el procesado, cualquiera que sea el
estado del proceso; y,
(ADICIONADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004)
III. Cuando se ejercite acción penal con detenido, en el que el
indiciado se encuentre inconsciente en un hospital de la
jurisdicción del juez, se levantará el acta circunstanciada y
justificando la imposibilidad de declarar, se suspenderá el
procedimiento.
Desaparecidas
las
causas
se
ordenará
la
continuación del procedimiento siempre y cuando se trate de
delitos que se sancione con pena privativa de libertad.
(ADICIONADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004)
IV. Cuando se hubiere promovido amparo contra el auto de formal
prisión, se suspenderá el procedimiento una vez cerrada la
instrucción respecto del quejoso hasta en tanto se notifique la
resolución que recaiga en el amparo;
(ADICIONADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004)
V. Cuando exista apelación en contra de un auto de formal prisión
o de un incidente de desvanecimiento de datos que haya negado
la libertad, se suspenderá el procedimiento una vez cerrada la
instrucción hasta en tanto se resuelve dicho recurso por el
superior;
(REFORMADA, P.O. 25 DE DICIEMBRE DE 2004)
VI. En los demás casos en que la ley ordene expresamente la
suspensión del procedimiento.
33
Por todo lo anterior, debe concederse la protección para los
efectos de que se declare procedente la petición de la actora,
en relación a la hipótesis indicadas, como lo son, por falta de
fundamentación y motivación, o bien, que en la causa penal,
se declare cerrada la instrucción y continuar con las etapas del
proceso penal correspondiente.
Magistrado
Licenciado Ismael González Parra.
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