Nicolás Copérnico (1473-1543):

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Nicolás Copérnico (1473-1543):
Nació en Torún, Polonia, el 19 de febrero de 1473. Su padre murió cuando
Nicolás tenía sólo 10 años, quedando a cargo de su tío Lucas Watzelrode,
canónigo y futuro Príncipe-Obispo de Warmia, quien le posibilitó una excelente
educación y una vida sin preocupaciones materiales.
En 1491 ingresó a la Universidad de Cracovia. Allí recibió enseñanzas
astronómicas de Alberto Brundzewski, astrónomo muy competente. Copérnico
deja Cracovia y es enviado por su tío Lucas a estudiar a Italia. Llegó primero a
la Universidad de Bolonia, acompañado por su hermano Andrés. Allí conoció
al astrónomo Doménico María de Novara (1454-1504). Su ejemplo impulsó a
Copérnico a observar el cielo, pero jamás fue un observador destacado.
En 1497 es nombrado canónigo de la Diócesis de Warmia. Con eso obtuvo
su independencia económica y continuó estudiando en Italia. Después de una
breve estadía en Roma se dirige a Padua a estudiar Medicina y Derecho
Canónico; obtiene el grado en Derecho Canónico de la Universidad de Ferrara.
No es claro si obtuvo el título de médico en Padua pero en 1506 regresa
definitivamente a Polonia. Hasta 1512 fue secretario y médico personal de su
tío Lucas. Posteriormente se dirige a Frauenburg para tomar su puesto de
canónigo. Compartió su tiempo entre el ejercicio de la medicina, sus estudios
sobre varias disciplinas entre las cuales destaca la astronomía, con esporádicas
responsabilidades administrativas en la Diócesis.
Posiblemente concibió en Italia la idea original de la rotación terrestre en 24
horas y el giro de la Tierra en torno del Sol. A partir de 1513 desarrolla la teoría
matemática que permite realizar cálculos planetarios basados en el sistema
heliocéntrico. El sistema geocéntrico de Ptolomeo, desarrollado en el siglo II,
era el modelo de universo aceptado en tiempos de Copérnico. La idea de un
sistema heliocéntrico había sido discutida en la antigüedad por los griegos
(Aristarco lo propuso en el siglo III a.C.) pero había sido desechada porque la
física aristotélica no podía aceptar el movimiento de la Tierra. En 1533 escribió
su primer libro, el Commentariolus, un bosquejo de sus hipótesis sobre los
movimientos celestes. Esta obra tuvo excelente acogida en los círculos oficiales
de la Iglesia y en 1536 el Cardenal Schönberg insta a Copérnico a escribir un
tratado donde se presente su teoría detalladamente.
En 1539 recibe la visita en Frauenburg de un joven matemático alemán
Georg Joachim von Lauchen (de Porris), conocido por su nombre latinizado
de Rético. Este lo motiva para completar su obra y le ayuda en su
preparación. Rético permaneció dos años en Frauenburg trabajando con
Copérnico. Desgraciadamente no pudo ayudar en las últimas etapas de
impresión del tratado en la ciudad alemana de Wittenberg, dejándola en
manos de Andreas Osiander. Sin autorización y sin firmarlo, Osiander
agregó un prólogo al libro, en el que expresa que el sistema heliocéntrico es
un artificio útil para el cálculo de posiciones planetarias pero no es necesario
que sea cierto, ni siquiera probable. Ese no era el punto de vista de
Copérnico quien sin duda creía en la verdad de su hipótesis.
Desgraciadamente Copérnico recibió una copia del libro en su lecho de
muerte. El libro titulado “De Revolutionibus Orbium Coelestium” apareció
en marzo de 1543 y su autor falleció el 24 de mayo del mismo año. Con
Nicolás Copérnico, su sabiduría e intuición, se cierra la Edad Media en
ciencias y se inician los Tiempos Modernos. Su brillante libro es el punto de
partida que un siglo y medio más tarde conducirá al tratado de Newton,
pasando por el trabajo previo de gigantes como Tycho Brahe, Kepler y
Galileo.
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