N U E V A REVISTA DE FILOLOGÍA HISPÁNICA ANO I V NUM. 1 DOS OBSERVACIONES SINTÁCTICO-ESTILÍSTICAS A LAS COPLAS DE MANRIQUE 1 I E L POSESIVO PATÉTICO D E J O R G E MANRIQUE E n las famosas coplas de Jorge M a n r i q u e a la muerte de su padre encontramos muchas veces el tipo de posesivo expresado por una frase de relativo (que tenemos, etc.), en vez del pronombre, o también con el pronombre posesivo (o demostrativo) añadido pleonásticamente, H a n aducido ejemplos de esta construcción Diez, Rom. Gramm., I I I , pág. 78, Meyer-Lübke, Rom. Gramm., I I I , pág. 89, Henry R. L a n g , Canqoneiro d el Reí Dom Denis (verso 1550), y yo mismo en £RPh, X X X V , 1911, pág. 208. H e aquí la lista completa de los ejemplos sacados de las Copias: Estr. XII : "Los plazeres e dulgores / desta vida trabajada / que tenemos". Estr. x v i : "¿Qué [fué] de tanta jnuincjón / que truxeron?" Estr. x v i i : "¿Qué se hizo aquel trobar, / las músicas acordadas / que tanjan?" Estr. x x n i : " E las sus claras hazañas / que hizieron en las guerras / i en las pazes". Estr. x x i x : " I en las lides que venció / quántos moros e cauallos / se perdieron, / i en este officio ganó / las rentas e los vasallos / que le dieron". Estr. x x x : "Después que fechos famosos / fizo en esta mjsma guerra / que hazía, ¡ fizo tratos tan honrosos, / que le dieron haun más tierra / que ten j a " . Estr. x x x i : "Estas sus viejas estonias / que con su brago pintó / en jouentud". Estr. x x x n : "Pues nuestro rey natural, / si de las obras que obró / fué seruido". Estr. x x x v n : " E con la fe tan entera / que tenéys". Puesto que los romanistas mencionados no dan ninguna explicación psicológica del tipo un hijo (el hijo) que tenía, en vez de mi hijo, n i del pleonasmo (un) su hijo que tenía, este hijo que tenía, habrá que establecer claramente la naturaleza de estas construcciones, antes de pro} C o n m o t i v o de l a publicación d e l l i b r o de PEDRO SALINAS, Jorge tradición y originalidad, Buenos A i r e s , 1947. 1 Manrique, 2 LEO NRFH, I V SPITZER ceder a u n a valoración estilística de su empleo en l a poesía de Jorge Manrique. L a construcción un hijo que tenía se distingue, claro está, de mi hijo (o un hijo mío) por su carácter verbal, lo que implica una reconstrucción del hecho de la posesión ante nuestros ojos en el acto de poseer: un hijo que tenía es dinámico, mi hijo estático. Y , además, esta reconstrucción se hace para el interlocutor, pues el hablante se coloca en el sitio del oyente, no presupone l a evidencia de l a posesión propia, ya lograda, sino que la reconstruye para beneficio del*público: un hijo que tenía es más explicativo, más expansivo, más "social" que mi hijo . E l i n tento natural de todo hablante sería expresar como cosa evidente el hecho de l a posesión: el hecho de que hay un ser llamado mi hijo n o debería admitir ninguna duda o discusión. Por consiguiente, decir un hijo que tenía representa u n esfuerzo de objetividad, un refinamiento, una victoria sobre el egoísmo nativo. A h o r a bien: cuando sustituímos con el artículo definido el indefinido un hijo que tenía > el hijo que tenía, algo paradójico ocurre: el sustantivo se presenta como conocido por el interlocutor: el hijo. Parecería que l a oración relativa que tenía, donde se construye l a posesión como fenómeno que se desenvuelve a los ojos del interlocutor, no fuera l a indicada: ya se sabe de l a existencia del hijo. Claro está que este uso redundante tiene un matiz retórico: el hijo que tenía hace "nacer" l a posesión del hijo, conocido por el interlocutor, a quien se toma como testigo simpatético de su existencia: 'el hijo (que tú sabes) que tenía . N o cabe duda de que hay mucho énfasis emocional, mucho pathos en tal manera de hablar, y por eso he escogido el título de "posesivo patético". Ejemplos españoles como los de D i e z : el deseo que tenía de verla, la vida que tenía, son paralelos a otros italianos, como il gran piacere ch'avea, ant. franceses: la paour qu ele a, alemanes Gieb sie dem Kanzler, den du hast ( G O E T H E , Der Sánger), en los cuales l a construcción se ha trasladado a la segunda y tercera persona sin disminución de su fuerza conjuratoria. Por ejemplo, en el caso del verso de Goethe, Da la cadena al canciller que tienes, palabras dirigidas al príncipe por el poeta que no exige paga material para su canto, es como si dijera el hablante: 'sé que tienes canciller; dale a él l a cadena que yo, poeta, no quiero'. Aquí es el hablante (no-poseedor) quien reconstruye el acto de poseer para beneficio de su interlocutor (poseedor); si dijera: ¡da la cadena a tu canciller!, el hecho de l a posesión de un canciller (tan importante por contraste con l a situación del poeta, que no puede ser 2 5 3 D i e z c i t a l a frase, e n c o n t r a d a e n cantos populares españoles, una madre que tenía. A q u í h a y u n a estilización excesiva de parte d e l pueblo, u n a especie d e h i p e r - u r b a n i d a d o préciosité, fenómeno c o n o c i d o incluso e n lingüística; p a r a a p a recer u r b a n o y ponerse e n e l sitio d e l i n t e r l o c u t o r , e l l o c u t o r parafrasea l a expresión espontánea mi madre según e l m o l d e mi hijo > un hijo que tenía, c u a n d o t a m p o c o diría e l i n t e r l o c u t o r *una madre suya. 2 NRFH, I V DOS O B S E R V A C I O N E S A L A S "COPLAS" DE MANRIQUE 3 posesión de ningún príncipe) no resaltaría con igual énfasis. ' E l canciller que tienes implica una simpatía cortés, una "proyección sentimental que se identifica con el interlocutor. De l a misma manera, no es casual que el fiel M i n a y a A l v a r Fáñez en el Poema de Mió Cid, v. 1411, cuando ha recobrado l a familia de su señor, diga a los mensajeros que manda al C i d , en estilo reiterativo: 5 55 Dezid al Canpeador — q u e Dios le curie de m a l — que su mugier e sus fijas el rey sueltas me las ha. . . de aquestos quinze días, si Dios nos curiare de mal, 1411 sermos i yo e su mugier e sus fijas que él a y todas las dueñas con ellas quantas buenas ellas han, lo que es repetición del v. 384: A l abbat don Sancho tornan de castigar [Minaya y los otros cómmo sirva a doña X i m e n a e a las fijas que ka, vasallos] e a todas sus dueñas que con ellas están. Se ve cómo en forma repetida las fijas que ha y sus fijas se trueca en sus fijas que él a, es decir, en una expresión más calurosa . Compárese también el tono solemne de los dos ejemplos portugueses de L a n g : " A y velho, o je perdiste o teu nome que avias em todo Europa y "Senhor, porque desemparaste e moviste mea nobreza e mea honra que eu havia sóbrelos Reis d A f r i c a ! L a insistencia enfática y emocional resulta aún más fuerte cuando el artículo definido se sustituye por un demostrativo, con el cual insistimos en el carácter conocido del objeto poseído y pedimos al interlocutor que atestigüe la posesión: Diez cita un ejemplo sacado de Corneille: "avec cette soif que j ai de la ruine (cette soif = Ta sed que conocéis 3 55 5 55 5 55 Q u i z á e l concepto m e d i e v a l de l a f a m i l i a y de los vasallos era distinto d e l m o d e r n o , y e l verbo haber, tener, subrayaba ese m o d o d e posesión: c u a n d o u n p a d r e m o d e r n o d i c e mi familia, mi mujer, mi hija, no quiere d e c i r que l a f a m i l i a , etc., l e pertenecen, sino sólo que él y l a f a m i l i a están en relación ' f a m i l i a r ' , que él es u n yo que pertenece'. E n l a E d a d M e d i a e l pater familias, quizá, posee a su f a m i l i a . Se ve esto en l a expresión p a r a l e l a los que ha, en vez de los suyos, e n relación c o n los vasallos: " A l e g r e era e l C a m p e a d o r c o n todos los que h a " (v. 1219), frase que no se e m p l e a r í a hoy en situación p a r a l e l a , p o r q u e u n general n o posee su ejército. E n v e r d a d , cabe en los tiempos m o d e r n o s cierto e q u í v o c o : n o se puede saber, p o r e j e m p l o , si u n presidente de u n i v e r s i d a d en los Estados U n i d o s , c u a n d o d i c e " m i u n i v e r s i d a d " , piensa f e u d a l m e n t e e n su u n i v e r s i d a d , e n u n a Presidentas university, o s i e m p l e a e l posesivo mi en e l sentido e n que l o entend e r í a c u a l q u i e r m i e m b r o de l a u n i v e r s i d a d , ' l a u n i v e r s i d a d a l a c u a l yo pertenezco'. L a E d a d M e d i a era más sincera; tener vasallos era señal de poder, c o m o l o era e l tener riquezas. E s m u y frecuente en el r o m a n c e r o l a a l t e r n a n c i a de averes que tenía y vasallos que tenía. T a m b i é n encontramos esta e q u i v a l e n c i a en nuestro poema : 3 c i en este officio ganó las rentas e los vasallos que le dieron. LEO 4 SPITZER NRFH, I V vosotros ), que coincide también con el carácter didáctico y retórico de l a tragedle classique. Pero también en ambientes artísticos menos elevados podemos encontrar esta actitud de hacer del público un colaborador simpático: " Y o haré que a este buen señor le disminuyan esos carrillos de monja boba que tiene" ( T R U E B A ) . ¿Cómo explicar la frecuente contaminación de los dos tipos un (el, este) hijo que tengo y un hijo mío (mi hijo), que Diez y Meyer-Lübke documentan en las lenguas románicas, en latín medieval y en medio alto alemán? Gf. ant. fr. sa prouece que il avoit, vostre vair qu'avez; esp. un hermano suyo que tenía (Patrañuelo) ; ant. port. era um meu soo filho que tiinha; lat. med. de filio vestro quem habetis (capitular carol i n g i o ) ; m . a. al. sine liste, die er hat. Si hay contaminación de dos tipos, algún provecho habrá que el hablante saque de este procedimiento : no se contaminan dos modismos sólo por ignorancia, sino porque el hablante quiere combinar los efectos de ambos, no perder el uno sumiéndolo en el otro. Incluso en las contaminaciones "ignorantes" del tipo cminzipiá (alto it.) = cominciare -f- principiare se combina el efecto popular del primero con el efecto culto del segundo miembro de l a pareja. L a contaminación por sí sola nunca basta como razón de ser psicológica. L o que obtiene, pues, el individuo hablante al decir un hermano suyo que tenía es combinar la reconstrucción dinámica del hecho de la posesión (. . .que tenía) con el sentimiento natural y tranquilo de la posesión ya existente (un hermano suyo), según el pesimista proverbio inglés you carít eat the cake and have it too (en español se diría "repicar y andar en la procesión"). Los dos efectos contrarios deberían aniquilarse mutuamente, pero el hablante logra así representar la posesión a la vez como hecho estable y como dinámico, con expresión a la vez espontánea y adaptada al público. T a l actitud contradictoria es evidentemente popular e irracional, y por eso no será frecuente encontrarla en las civilizaciones modernas. Por el contrario, hallamos el mismo cruce, esta vez sin oración de relativo, en ant. it. aveva un suo único figlio (= aveva un único figlio -f- un suo figlio); el hablante empieza por contar objetivamente aveva un. . ., pero luego se siente obligado a injertar el posesivo sao, porque quizá no puede considerar términos de parentesco in abstracto; solamente los ve como poseídos; no existe u n 'hijo', sólo 'el hijo mío', 'el hijo de' (sabido es que en húngaro la palabra amigo no se emplea a secas, sólo mi amigo, tu amigo; que hay en ant. irlandés un uso regular redundante del posesivo, "que yo corte su cabeza del impúdico"; que en ciertas lenguas de primitivos no hay casa, cerdo, sino mi, tu, su casa o cerdo. Gf. H Ä V E R S , Handbuch der erklärenden Syntax, pág. 111. Schuchardt habla en estos casos de nomina finita, porque los posesivos de uso obligado con el sustantivo forman una especie de flexión: mi-, tu-, su- amigo como quiero, -es, -e). Conozco a u n norteamericano, de origen griego, que a menudo dice incorrectamente / had a friend of mine, exactamente paralelo al ant. it. aveva un suo 5 NRFH, IV DOS O B S E R V A C I O N E S A LAS "COPLAS" DE MANRIQUE 5 figlio, no sé si inspirado por el griego moderno. Aquí debernos enumerar también los casos de pronombre posesivo redundante que trae Meyer» Lübke en el mismo parágrafo que el tipo un hijo mío que tenía: ant. esp. Félez Muñoz, so sobrino del Campeador; antes de la noche en Burgos del entró su carta ". También aquí, como en el ejemplo del ant. irlandés, habrá compromiso entre la representación de la posesión espontánea (so sobrino, el sobrino a quien no se puede imaginar sino como sobrino poseído) y l a representación objetiva (el sobrino del Campeador). E l poeta adopta l a manera "endopática", el sentimiento que debe tener el C i d mismo: mi sobrino, que el poeta traspone en su sobrino (del Campead o r ) . Claro está que en todos los casos arriba citados la construcción natural y espontánea es la del posesivo: suo figlio, a friend of mine, su sobrino, etc., y que la construcción ampliatoria (ave va, I had, del Campeador) es un posterior compromiso con el punto de vista del interlocutor; pero el sentimiento espontáneo prorrumpe indebidamente e introduce los posesivos espontáneos al lado de las frases expositivas. L a oración de relativo . . .que tengo, claro está, puede variarse en . . .que hago, si el objeto poseído es una acción: los lingüistas dan ejemplos como it. lo troppo dimandar ch'io jo, ant. fr. pur le mesfait qu'il fist, ant. port. de seus pecados que fiz, ant. esp. saliólos reqebir con grant gozo que faze (Cid, v. 1478), a los cuales añadiré el m. a. al. diz sehen daz ich in han getán ( H . P A U L , Prinzipien der Sprachgeschichte, pág. 114). L a acción puede expresarse o por un nomen actionis o por el infinitivo sustantivado (que es, por lo demás, el nomen actionis por excelencia, como que, en las lenguas que lo poseen, puede formarse de todo verbo). Aquí no encontramos tan a menudo el pronombre posesivo redundante (pero hay el ejemplo ant. port. del tipo ' m i pecado que hice'), esto es, yuxtapuesto a la oración de relativo. Es que aquí l a oración de relativo . . .que hago no se debe tanto a motivos de cortesía, que en fin de cuentas el hombre puede obedecer o no, cuanto a u n sentimiento íntimo de que nuestras acciones no nos pertenecen como posesiones materiales (mi casa) o ideales del tipo de las de parentesco (mi hijo); mi preguntar, mis hechos, no son "míos" como aquellas otras posesiones; no pueden separarse del yo, son el yo, el yo en cuanto agente, y por lo tanto deben presentarse en la forma dinámica que construye la posesión ante nuestros ojos. E n el Poema del Cid, saliólos 4 4 T a m b i é n se c o m b i n a l a construcción c o n de y l a oración de r e l a t i v o : Cessem do sabio G r e g o e do T r o i a n o as navegacoes grandes que fizeram; calle-se de A l e x a n d r o e de T r a i a n o a f a m a das victorias que tiveram . . . Lusiadas, I , 3. Nótese aquí también el p a r a l e l i s m o de los posesivos patéticos fizeram) y de posesión n a t u r a l (que tiveram,). de acción (que 6 LEO NRFH, I V SPITZER regebir con grant gozo que faze es uno de los procedimientos familiares al juglar que recita su narración para un público (al cual puede también dirigirse con un ¡oíd!'), y casi equivale a otro verso, Hy yacen essa noche y tan grand gozo que fazen ( = 'y [ved] tan grand gozo que fazen'), exclamación que introduce al público en el ámbito de la narración. E n el tipo el pecado que hizo el sustantivo es un objeto interior que pertenece al verbo de la oración de relativo. A h o r a me encuentro convencido de que lo dimandar ch'io jo, le mesfait qu'il fist, etc., no son las construcciones primitivas, sino que fueron precedidas de construcciones con "figura etimológica" : Ho dimandar ch'io domando, He mesfait qu'il mesfist, *de seus pecados que pecou, que son las que encontramos en Jorge M a n r i q u e : obras que obró, hazañas que hizieron. E l objeto interior apareció primero con igualdad de temas (nominal y verbal) en lenguas más primitivas que, por principio, no evitaban l a repetición de temas idénticos, porque esa repetición producía u n efecto mágico de insistencia, de solemnidad, etc.: Reckendorf escribió u n libro sobre l a paronomasia en las lenguas semíticas, hebr. "morir una muerte", "ensoñar un sueño"; esta segunda forma, a través de l a Biblia, h a pasado a las lenguas modernas . Actualmente l a figura etimológica pura se emplea sólo con intención poética, es decir, arcaizante (ensoñar un sueño); en prosa lógica, por una especie de disimilación temática, o bien se varía el verbo (tener un sueño en vez de ensoñar un sueño), o se añade u n adjetivo (ensoñar un sueño encantador). E s decir: l a lógica moderna de las grandes lenguas mundiales permite el objeto interior sólo en el caso de 5 6 7 8 H a s t a cierto p u n t o cabe d u d a r si ese hacer es u n v e r d a d e r o verbum vicarium: hacer gozo e n ant. esp. e q u i v a l e a l ant. f r . mener joie, que es 'manifestar gozo', y esa manifestación exterior d e l sentimiento, ese gesto d e l gozo es l o que e l j u g l a r , c o m o tantos poetas medievales, quiere expresar. C o m o veremos m á s adelante, t a m b i é n e l t i p o el hijo que tenía a d m i t e variantes que n o e q u i v a l e n a l v e r b o de l a posesión s i m p l e . P o r consiguiente, tiene p o s i b i l i d a d e s d e m a y o r e x p r e s i v i d a d q u e el p r o n o m b r e posesivo. Se notará e l presente histórico grant gozo que faze, aunque e l verbo d e l a oración a n t e r i o r aparezca e n e l pretérito (saliólos regebir), l o q u e significa q u e el j u g l a r construye u n m e d a l l ó n p a r a e l p ú b l i c o : ¡grant gozo que faze!, c o m o u n c o m e n t a r i o p e r s o n a l , u n aparte q u e d i r i g e a l público. L a c o n t e m p o r a n e i d a d que finge e l j u g l a r m e d i e v a l c o n los acontecimientos relatados (ésa es l a base d e l e m p l e o d e l presente histórico; cf. A . G . H A T C H E R , Tense usage in the "Roland", e n SPh, X X X I X , 1932, pág. 597) es también u n expediente p a r a atraer a l p ú b l i c o a l a órbita de su relato. U n caso p a r a l e l o sería e l d e l a respuesta a f i r m a t i v a e n r o m a n c e : e n todas estas lenguas se e n c u e n t r a n vestigios de u n lenguaje-eco: Venitne pater? —Venit, luego sustituidos p o r (Venitne pater?) —(Hoc) (sic) facit, y más tarde p o r l a s partículas afirmativas sí, oui, oc. C f . VoxR, I I , 1938, pág. 49, y AILing, I I , 1942, pág. 40. L e n g u a s menos intelectualizadas conservan aún, e n nuestros días, l a figura etimológica, q u e e r a l a expresión p r e d i l e c t a e n ant. francés, español, etc.: p o r e j e m p l o e l r u m a n o avisa un vis 'soñar'. C l a r o está que e l objeto i n t e r i o r ( c o n o 5 6 7 8 NRFH, IV 7 DOS OBSERVACIONES A L A S " C O P L A S " D E M A N R I Q U E que se ofrezca algo nuevo, no algo ya implícito en el verbo, de manera que las construcciones con objeto interior aparecen muy semejantes a las de objeto exterior: tener un sueño, a l a par que construir una cafa. E l tipo más común es sin duda el que lleva ver bum vicarium, ilustrado por los ejemplos lo troppo dimandar ch'io jo, le mesfait qu'il fist, de seus pecados que fiz, diz sehen daz ich in hän getan, que sustituyen a las construcciones paronomásticas primitivas. E n los casos con infinitivo sustantivado se ve que l a construcción con hacer puede emplearse, al menos hoy, sólo en oración relativa: no se dice en italiano moderno faccio (troppo) domandare (sólo faccio una domanda, y quizá en frases este- reotipadas faceva un gran lavorare, il cuore faceva un gran battere), n i tampoco en alemán moderno *ein Sehen tun * 'hacer u n ver , tipo que subsiste muy fuertemente en italiano moderno cuando tenemos u n a 5 oración de relativo : Maria non era contenta di tanto scriver che faceva 9 la mamma; il mormorare che facevano di fuori dimostrava chiaramente che . ..; il guardare che egli ha fatto qui dentro; narrando . . . i lunghi soliloqui. . «, gli pasimi atroci dell'impazienza. . racconciarmi, che tratto tratto facevo alla necessità inesorabile. Esta construcción se h a mantenido gracias a l a aversión que los italianos sienten contra l a presentación de actos humanos como poseídos de una vez por todas (^dello scrivere della mamma, *il loro mormorare, *il suo guardare, *il mio acconciarmi, construcciones que el alemán no objetaría), y, por otra parte, a l a comodidad que ofrecía el infinitivo sustantivado para l a presentación de esa actividad como hecho conocido, con todas sus particularidades del momento ( i l troppo dimandare, di tanto scrivere, il guardare q u i dentro, racconciarmi tratto tratto alla necessità inesorabile), comodidad que comparte el italiano con el alemán (das %u-viel- Fragen, mit so viel Schreiben, das Sich allmählich-an-die-unerbittliche- Notwendigkeit-anpassen). E n dialecto siciliano (cf. Aufsätze, pág. 139) hay también una construcción paralela con gerundio : in cantando che fa [=cantando-\-nel cantare che fa), que tiene similitud con las cons- trucciones populares españolas al volver que volvió, en llegando que llegue, en dando que den las doce, en trayendo que le trajese buen despacho, que a su vez pueden compararse con el hebr. " l o protegió del invierno cuando invernaba . Obviamente, el siciliano in cantando 55 1 0 s i n p a r o n o m a s i a ) es u n a creación tardía c o n respecto a l objeto exterior. Admi- t i e n d o c o n S c h u c h a r d t q u e l a oración p r i m i t i v a e r a u n a oración consistente e n una p a l a b r a , y q u e las raíces originales eran verbales, l a oración-palabra o r i g i n a l e r a u n verbo i n t r a n s i t i v o . S ó l o c u a n d o e l p r e d i c a d o y su modificación, e l objeto, se d e s a r r o l l a r o n , es decir, sólo c u a n d o e l h o m b r e h u b o a p r e n d i d o a l i m i t a r e l v e r b o p o r e l objeto exterior, l a limitación p u d o extenderse también a l objeto i n t e r i o r : construir 9 Stilistik, 1 0 una casa — soñar un sueño. H e dado m u c h o s ejemplos e n m i s Aufsätze pág. 138, n o t a 1. C f . m i artículo e n HMP, I , pág. 5 8 . zur romanische Syntax und 8 NRFH, LEO SPITZER IV che ja (también en ant. francés al partir que il faiseient) contiene l a forma secundaria con verbum vicarium, mientras que la forma paronomástica (en español, hebreo) es la primitiva. Se trata en ambos casos (al volver que volvió — al partir que il faiseient) de una reacción popular contra la abstracción realizada por los giros al volver, al partir, que pertenece al fondo intelectual de la lengua. Al volver, al partir, son más "abstractos que cuando volvió, quand ils partirent, menos quizá que después de la partida, apres le départ; pero seguramente, desprendidos como están estos modismos de las personas y del tiempo del verbo finito, el sentimiento popular tenía que reintegrarlos en el sistema de volver: añadiendo a al volver un que volvió se deshace, por decirlo así, el carácter abstracto de al volver. Como en el caso de un su hijo que tenía, presenciamos la actitud de have the cake and eat it too! Aquí se desea conciliar el abstracto supratemporal con el carácter concreto, temporal, de l a acción. E l pueblo se queda a medio camino, sin tratar de resolver el dilema. 11 Y volvamos ahora a l a poesía de Jorge Manrique, en la cual encontramos los posesivos patéticos tanto del tipo el (aquel) hijo que tenía como del otro, el "posesivo de acción", el pecado que hizo. A l primer tipo hay que adscribir desta vida trabajada que tenemos ( x n ) , que tiene el sentido conjuratorio o exhortativo a que antes nos referíamos: el poeta se dirige a todos los hombres y les habla de un hecho por todos conocido. E l plan didáctico de la obra de Manrique, magistralmente delineado por Pedro Salinas, consiste en proceder, a la manera medieval (ut in pluribus), de la suerte común de la humanidad — l a m u e r t e — a la muerte de un individuo, el maestro don Rodrigo, padre del autor. Habiendo empezado por "Nuestras vidas son los ríos" (estr. m ) , "Este mundo es el camino. . . Partimos. . . andamos. . . llegamos" (estr. v ) , e insistiendo como Dante (nel mezzo del cammin di nostra vita) en el carácter común de peregrinación que tiene la vida humana, el poeta refuerza luego la idea de esa comunidad con los versos mencionados: "Los plazeres e dulcores / desta vida trabajada / que tenemos"; con el posesivo patético esta. . . que tenemos, logra M a n rique atraer al lector al ámbito de su sermón, construyendo la experiencia común ante sus ojos. Este rasgo estilístico encaja muy bien en el estilo generalmente exhortativo o didáctico de una poesía que en verdad es un sermón, y también en la narración dialogada de la muerte del Maestre, que sirve de ejemplo para el ars moriendi. Salinas ya ha puesto de relieve los subjuntivos (No se, engañe nadie, no) y las formas vocaT a m b i é n au penre congié qu'il fesoit a aus (JOINVILLE, acotación de D a m o u r e t t e - P i c h o n , I V , 6 9 0 ) , au preñare congié, más usual; or est remes le sueu fuir / qu'il voloit faire le matin (BÉROAL, ibid., 6 8 5 ) . K E N I S T O N , The syntax of Castilian prose, pág. 497, d a u n e j e m p l o de J u a n de V a l d é s : aquel pronunciar con la garganta que los moros hacen. 1 1 NRFH, IV DOS OBSERVACIONES A LAS "COPLAS" DE MANRIQUE 9 tivas (Ved, decidme); añadiré las interrogaciones retóricas a lo Cicerón (¿Quién lo duda?), las fórmulas de raciocinio como Pero digo que. . ., Así que. . , , y, particularmente, la manera "temática", como de predicador en el pulpito, de adelantar lo que se piensa será su sujeto, reforzándolo con un demostrativo, sin preocuparse de la alteración sintáctica en que la oración acabará por resolverse: "Esos reyes poderosos / . . .fueron sus buenas venturas / trastornadas" ( x i v ) , "Pues aquel gran C o n d e s t a b l e / . . .non cumple que del se hable" ( x x i ) , "Tantos duques excellentes / . . .di, muerte, do los escondes" ( x x m ) ; también el protagonista se introduce por "el Maestre don Rodrigo / Manrique. . . / sus hechos grandes e claros / non cumple que los alabe" ( x x v ) . E l segundo ejemplo de posesivo patético es "e con la fe tan entera / que tenéys" ( x x x v n ) , versos puestos en boca de la figura alegórica de la Muerte que habla al Maestre, versos de elogio al moribundo que la Muerte misma pronuncia, para tranquilizarlo en su última hora. E s a muerte bondadosa no sólo aterroriza con su aparición, sino que habla al caballero a punto de morir como a un amigo, apelando a una verdad de la cual él no es menos consciente que su interlocutora: el admirable tan crea una atmósfera de mutuo entendimiento, del mismo modo que el que tenéis. U n a ligera variante del tipo aquel hijo que tenía es "aquellas ropas chapadas / que trayan" ( x v i i ) , que siguen al verso "sus tocados e vestidos, / sus olores", y reconstruyen el clima de la civilización estéticocortesana de la corte de Juan I I : " C u a n d o el poeta habla de las ropas chapadas —escribe Pedro Salinas— casi se las siente táctiles con su pesada y suntuosa sensualidad". Estas ropas no sólo se poseían, se "traían". Otra variante es "tanta jnuincjón / que truxeron [los poetas de esta corte]" ( x v i ) , con un traer distinto, y un tanto re-evocador. Aquí advertiremos que el poeta ha sabido usar de oraciones relativas breves, tanto del tipo el hijo que tenía como del el pecado que hizo, para lograr un maravilloso efecto de onomatopeya sentimental: a menudo se encuentran esas oraciones de relativo (que traían, que tenéis) en los versos de pie quebrado de la estrofa , los cuales, por su brevedad, 12 1 3 14 C f . el proposición". 1 2 verso de Gómez Manrique, en una poesía similar: "Para mi T a m b i é n en los romances el verbo de posesión aparece c o n variantes que a ñ a d e n e x p r e s i v i d a d a las designaciones de posesión, l o que p r o p o r c i o n a a l p o e t a r i m a s nuevas comodísimas. C f . m i colección en £RPh, X X X V , 1911, pág. 208: " c o n l a priesa que tenía", " c o n el gozo que t r a e " , " c o n soberbia que h a t o m a d o " , " c o n el temor que h a l l e v a d o " , " e l rostro a i r a d o que p o n e " (port. el amor que Ihe ha). P u e d e ser que nuestro rasgo, en l a poesía de Jorge M a n r i q u e , se h a y a t o m a d o de l a técnica de los romances, género épico-lírico e histórico p o r excel e n c i a . C f . el no r e p e t i d o de " n o se engañe n a d i , n o " , también m u y usual en los romances. 1 3 C l a r o que en el " p i e q u e b r a d o " se encuentran oraciones relativas de t i p o distinto d e l que e s t u d i a m o s : " q u e le d i e r o n h a u n más tierra / que t e n j a " ( x x x ) . 1 4 10 LEO SPITZER NRFH, IV producen un efecto acústico de eco, de recogimiento estoico, de solemnidad amortiguada, de marcha fúnebre que marca monótonamente el paso de la larga procesión de estrofas. E l breve sintagma se sujeta a la brevedad del verso . E l tipo más frecuente en nuestro texto es el (aquel). . . que hizo, esto es, el posesivo activo, lo que no sorprende en un panegírico dedicado a un hombre de acción, cuyos hechos deben ser presentados como y a conocidos y famosos. Aquí tengo que hacer un pequeño reparo a Pedro Salinas, el cual, tratando del epicedio, compara las estrofas siguientes de Jorge Manrique : 15 N o n dexó grandes thesoros. . . , mas fizo guerra a los moros, ganando sus fortalezas e sus villas; i en las lides que venció quántos moros e cauallos se perdieron; i en este officio ganó las rentas e los vasallos que le dieron. . . Después que fechos famosos fizo en esta mjsma guerra que hazía, fizo tratos tan honrosos. . . Estas sus viejas estorias que con su braco pintó en jouentud, con otras nueuas victorias agora las renouó L a s glosas que a m p l i a r o n e l texto o r i g i n a l de las Coplas (Coplas de Don Jorge Manrique .. . con las glosas en verso de Francisco de Guzmán, etc., M a d r i d , 1779 ) también i n j e r t a r o n nuevos posesivos patéticos. P o r e j e m p l o , los versos o r i ginales " L o s plazeres e d u l ç o r e s . . . que t e n e m o s " están precedidos de los siguientes : " ¿ Q u é a p r o v e c h a n pecadores, / a l a fin de esta jomada / que hacemos?" (pág. 4 0 ) . S a b i d o es que M a l h e r b e , en su p o e m a Consolation à Monsieur Du Périer, e m p l e a los versos cortos, estoicamente fúnebres, de l a m i s m a m a n e r a : 1 5 . . . aime U n e o m b r e c o m m e une o m b r e et des cendres éteintes Éteins le souvenir. V o u l o i r ce que D i e u veut est l a seule science Q u i nous m e t en repos. T a m b i é n e n M a l h e r b e h a y repeticiones paronomásticas que d a n e l tono de recog i m i e n t o y resignación. C o m p á r e n s e c o n e l último dístico los versos de M a n r i q u e (xxxvra) : que querer h o m b r e v i u i r q u a n d o D i o s quiere que m u e r a es l o c u r a . NRFH, IV DOS O B S E R V A C I O N E S A L A S " C O P L A S " DE MANRIQUE I I en senectud. Por su grand abilidad, por méritos e ancianía bien gastada, alcangó la dignidad de la grand cauallería dell Espada con estrofas panegíricas de los Loores de los claros varones de España de Pérez de Guzmán como las que siguen: Éste ganó de paganos castillos e villas fuertes, non sin sangres e sin muertes de moros e de cristianos. . . Trabajos exteriores asaz ovo con paganos, non menos interiores con sus propios castellanos. Dice Salinas: " E s el mismo tono de sencilla relación que n i se pierde en la vaguedad n i se apesadumbra de detalles; idéntico el propósito de que presenciemos al caballero haciéndose en sus propias obras, realzando su grandeza paso a paso", y continúa Salinas sacando a luz los dos procedimientos de Jorge M a n r i q u e en su panegírico: primero, de mirar a l Maestre "desde el miradero, retóricamente obligatorio , de la hipérbole cultista, de l a avezada fórmula de la serie de comparaciones superpuestas con las celebridades de la antigüedad"; después, de verlo "en su persona, en su tierra, como ser humano cabal y no como figura apersonajada. L a estilización cede el paso al realismo histórico". Salinas piensa que los dos procedimientos, "estilización e historia real", no llegan a fundirse: " N o parece que el muerto ingrese en el rango de héroe de museo, de personaje de galería, al que le empujaban las estrofas heroicas". Y o , por m i parte, a) veo mayor diferencia entre Jorge M a n r i q u e y Pérez de Guzmán, y b) veo l a diferencia entre l a parte del epicedio de M a n r i q u e que compara al Maestre con los héroes de la antigüedad y la dedicada 16 D e vez en c u a n d o Salinas presenta aquellas partes d e l p o e m a que a p e l a n menos a su s e n s i b i l i d a d m o d e r n a c o m o " c o m p r o m i s o s " de J o r g e M a n r i q u e c o n su t i e m p o . D i r é a q u í que e l concepto de " c o m p r o m i s o " m e parece peligroso p a r a e l h i s t o r i a d o r de l a l i t e r a t u r a , y a que supone que e l p o e t a antiguo conocía e l b u e n c a m i n o pero ( l o de video meliora proboque, deteriora sequor) se dejó embelesar p o r falsos artificios de su t i e m p o p o r q u e quería a g r a d a r a su siglo, p o r v a n i d a d , o p o r t u n i s m o o f a l t a de carácter. H u b i e r a p o d i d o e s c r i b i r de o t r a m a n e r a , p e r o h i z o c o m p r o m i s o s . Semejante suposición, q u e se h a a p l i c a d o y a a las más grandes personalidades poéticas, así a D a n t e o a l A r c i p r e s t e de H i t a c o m o a V i l l o n , es g r a t u i t a : ¿ c ó m o se puede p r o b a r que e l genio d e l p o e t a n o residía precisa e i n t r a n sigentemente en l o que críticos m o d e r n o s p u e d e n a d m i t i r sólo c o m o " c o m p r o m i s o " ? S i G u r t i u s a c i e r t a c o n su Kaisergedanke a p l i c a d o a M a n r i q u e , e l poeta p o r su p a r t e gustó d e l catálogo de emperadores semi-cristianos. 1 6 LEO SPITZER 12 NRFH, IV al valor personal del Maestre menos fuerte que Salinas. E n cuanto a a), ya se ve que Pérez de Guzmán relata cosas nuevas para el autor, mientras que M a n r i q u e recapitula cosas ya conocidas: basta, después de las aclaraciones previas, comparar "Éste ganó de paganos / castillos e villas fuertes", de Guzmán, con "ganando sus fortalezas / e sus villas. . . / i en las lides que venció / . . . ganó / las rentas e los vasallos / que le dieron. . . / en esta mjsma guerra / que hazía. . . / estas sus viejas estorias / que. . . pintó", de Manrique. Aquí las fortalezas y villas son y a 'suyas' (del Maestre) cuando las gana; los combates son precisamente las lides, esta misma ( ! ) guerra, estas sus viejas historias, es decir, son históricos y glorificados por la historia antes que el poeta los glorifique . E l busto del Maestre ya está en el Templo de la F a m a antes que su hijo lo coloque allá. N o presenciamos tanto al caballero "haciéndose en sus propias obras" cuanto el monumento ya antes erigido al caballero, que nos expone el poeta rasgo por rasgo, con didáctico énfasis en lo que hay, no en lo que está haciéndose. Son "viejas estorias" que pintó no sólo el Maestre en el libro de la memoria histórica, sino también el poeta en su poema; son "claras hazañas" que ya se celebraron antes. Como dice el poeta mismo en la estrofa introductoria, x x v : 17 E l Maestre don Rodrigo Manrique, tanto famoso e tan valiente, sus hechos grandes e claros non cumple que los alabe, pues los vieron, nj los quiero hazer caros, pues qu'el mundo todo sabe quáles fueron, lo que Salinas mismo (pág. 182) resume con sus palabras: " L o que siga no será, pues, sino a modo de recapitulación [subrayado por mí] de ese saber común". Son precisamente los posesivos patéticos y pleonásticos, que imploran l a simpatía del lector y lo hacen testigo de la fama del protagonista, los que dan al panegírico su tono retórico. E n el caso del pronombre patético, por ejemplo, en esta misma guerra que hacía, todavía podemos aislar los dos componentes contradictorios, como antes para el tipo este (su) hijo que tenía. En esta misma guerra presenta la guerra, del Maestre como ya conocida y famosa, pero l a oración de relativo que hacía construye la guerra de M a n r i q u e ante los ojos del lector, a la manera didáctica . E l que M a n r i q u e glorifique a 18 Se podrían c o m p a r a r c o n tipos de construcción de estas dos frases f r a n cesas: " A l o r s V i c t o r H u g o connut un succès retentissant" y "Le succès retentissant de V i c t o r H u g o l u i o u v r i t les portes de l ' A c a d é m i e " . P a r e c i d a es u n a construcción c o m o ( x v ) " n o n curemos de saber / lo d aquel siglo passado / qué fué d'ello": e l ú l t i m o verso es lógicamente r e d u n d a n t e , p e r o 1 7 1 8 3 NRFH, IV DOS OBSERVACIONES A LAS "COPLAS" DE MANRIQUE 13 su padre presentándolo como ya glorificado es una estratagema de n o b i lísima retórica — y si hay estratagema, ya presenciamos un no sé qué d e artificial y estilizado, y ya nos encontramos en plena oposición a la idea b) de Salinas de que en la parte dedicada a la persona del padre haya sólo realismo histórico, sin estilización . Claro que debe estar estilizada toda figura monumental de un héroe del honor o de la fama petrarquesca, como pinta el poeta a su héroe, que con su fama se gana el paraíso. E l Maestre nunca deja de ser un personaje ejemplar: él no es tan importante como padre "empírico" del poeta, sino como héroe de valor universal que, accidentalmente, ocurre que es el padre del poeta . Se puede decir con Salinas que aquél es "varón de virtudes humanas", pero no que es "héroe de carne y hueso", y esto por dos razones: porque el poeta no nos describe las flaquezas de l a carne inherentes a todo ser humano (el Maestre no tiene vicios n i debilidades, es inmaculado y ejemplar como el C i d ) . Es en Dante, el primer realista moderno, donde las almas se describen como juzgadas por Dios, y los hombres se nos 19 20 construye ante el lector l a e n t i d a d " l o d ' a q u e l siglo passado". P a r a el lector m o derno, dello, tan p r ó x i m o a aquel, puede parecer de u n a pesadez i n t o l e r a b l e . C o m p a r a b l e s con éstos son los versos de x x v : " n j los [los hechos d e l M a e s t r e ] quiero hazer c a r o s , / pues q u ' e l m u n d o todo sabe / quáles f u e r o n " (cuáles f u e r o n : desarrollo ante el l e c t o r ) . P u e d e ser que el esquema rítmico h a y a l l e v a d o a l e m p l e o de estas prolepsis c o n desarrollo añadido, pero creo que M a n r i q u e h a u s a d o p a r a fines artísticos construcciones orales de origen m u y p o p u l a r y de c a r á c t e r m u y p r i m i t i v o : cf. e l t i p o ant. fr. veez de Raoul cora il est justisiez; ant. esp. desde allí mira su gente cómo iba de vencida; ant. irlandés " a u n q u e lo habéis o í d o que lo es" ( p o r 'aunque habéis oído que él lo es') : las lenguas p r i m i t i v a s n o p u e d e n usar verbos transitivos sin objeto (cf. además i n g l . to lord it, fr. le remporter). Estas construcciones populares encajan b i e n e n el estilo d e l sermón y se o p o n e n a los muchísimos esquemas cultos de l a sintaxis de nuestro autor ( p o r e j e m p l o l a posición de los adjetivos, las expresiones b i m e m b r e s , e t c . ) . N o sé c ó m o Salinas (pág. 194) puede c o m p a r a r las dos partes de l a poesía que l l a m a " e s t i l i z a d a " y " r e a l i s t a " c o n los dos ambientes literarios distintos r e p r e sentados p o r los discursos altisonantes de C a l i s t o y p o r el h a b l a p o p u l a r de C e l e s t i n a ("los latines d e l P e t r a r c a y el r o m a n c e de las c o m a d r e s " ) . ¿ D ó n d e aparece en las Coplas, tan m o n u m e n t a l e s , l a jerga celestinesca? 1 9 C f . m i artículo sobre el " y o d i d á c t i c o " en l a E d a d M e d i a , en Traditio, I V , pág. 414. N o m e a d h i e r o a l j u i c i o de Salinas sobre las elegías españolas e n general, tanto las medievales c o m o las m o d e r n a s , que según él obedecen sólo " a las estimaciones h u m a n a s , de p r ó j i m o a p r ó j i m o , de sangre o de valoración i n d i v i d u a l " : p o r e j e m p l o l a e l e g í a d e l A r c i p r e s t e sobre T r o t a c o n v e n t o s se e x p l i c a r í a así: " T r o t a c o n v e n t o s estaba m u y cerca d e l protagonista d e l Libro de buen amor y, p o r esa p r o x i m i d a d a él, se ganó l a elegía, p o r razón personal y no g e n e r a l " . P e r o T r o t a c o n v e n t o s no es u n " p r ó j i m o " d e l poeta; a l c o n t r a r i o , a q u i e n está p r ó x i m a es al " y o d i d á c t i c o " , que es el protagonista d e l Libro de buen amor, y es u n a abstracción que t o m a v i d a c o n el texto, c o m o he m o s t r a d o en m i artículo. D e m o d o que no se puede c o m p a r a r l a elegía d e l A r c i p r e s t e con las de poetas m o d e r n o s c o m o E s p r o n c e d a y L o r c a : en aquélla tenemos el " y o didáctico p e c a d o r " , que se a p i a d a de l a m u e r t e de otro ser p e c a d o r ; esa p i e d a d general c r i s t i a n a es l a sola relación íntima entre e l protagonista y l a alcahueta. 2 0 14 LEO NRFH, I V SPITZER presentan con todas las flaquezas de la carne. Y M a n r i q u e no nos describe en absoluto la carne, el exterior físico del padre: el Maestre no tiene cuerpo, muy a l contrario de las almas por supuesto desencarnadas de Dante, y menos también que el C i d , que tiene siquiera unas barbas por las cuales jurar. E l Maestre sólo tiene de humano lo bastante para ser u n individuo ejemplar; muere patriarcalmente, como el protagonista de una novela de Pereda, en el seno de su familia: una muerte semi-pública, representativa de la buena muerte. E l Maestre "representa" también en l a muerte, aunque su alma esté sola con Dios, como diremos más adelante. E l toque realista (muy bien puesto de relieve por Salinas) de esa " v i l l a d'Ocaña" donde lo llama la Muerte está destinado a indicar u n lugar geográfico determinado; l a Muerte es quien nos saca de un ambiente preciso para hundirnos en una eternidad inabarcable, en el m a r "qu'es el m o r i r " ; tampoco vemos con los ojos a Ocaña, punto de referencia puro. Y es más bien en " l a su villa d'Ocaña" que en " O c a ñ a " donde se presenta l a M u e r t e ; esto es, en l a casa que le pertenece y de donde lo sacará la muerte igualadora. ¿ Y cómo podrá la figura d e l Maestre no ser estilizada si tiene el privilegio de encararse con l a alegoría de la Muerte? Esta sobrehumana presencia refluye sobre el héroe, que así adquiere dimensiones sobrenaturales, más sobrenaturales que el C i d . Es como si hubiera ingresado ya en el rango de héroe de museo, al contrario de lo que dice Salinas, quien, a pesar de su reconocimiento de l a tradición, de los moldes objetivos prevalentes en el poema, quizá haya cedido demasiado a la tendencia moderna de ver en él más Erlebnis, más "vivencia" de lo que se debe. E l panegírico de un individuo ejemplar excluye a priori el carácter de vivencia: el panegírico presupone juicio moral; l a vivencia aceptaría en el ser querido todo lo que hubiera en él, tanto lo malo como lo bueno. Volviendo a l a explicación gramatical, encontramos en nuestro poema: Z) el tipo original del objeto interior, el paronomástico, 2) el derivado con el verbo vicario, 3) el tipo moderno con diferencia temática. E l último es para nosotros el menos interesante (las músicas acor- dadas que tañían; las lides que venció; sus viejas historias que pintó, con un sus redundante). Por el contrario, el primer tipo (las obras que obró, sus claras hazañas que hicieron, con sus redundante) puede mostrarnos el clima de magia solemne en el cual se mueve el poema. Habrá que añadir aquí el caso del sujeto interior paronomástico: "dellas [ciertas cosas deshacen] casos desastrados / que acahegen" , que nos recuerda 2 1 T a m p o c o l a construcción d e l objeto i n t e r i o r debe haber sido t r i v i a l , c o m o se puede v e r p o r " a n d a r esta j o r n a d a " , que s i m b o l i z a l a v i d a d e l p e c a d o r crist i a n o e n l a estrofa v : " E s t e m u n d o es e l c a m i n o / p a r a e l o t r o . . . / mas c u m p l e tener b u e n t i n o / p a r a a n d a r esta j o r n a d a / s i n errar. / P a r t i m o s . . . / a n d a m o s . . . / y l l e g a m o s . . . " Se ve que andar esta jornada conserva a q u í t o d a su fuerza i n i c i a l y su frescura metafórica (es d e c i r , que está e n e l p o l o c o n t r a r i o d e frases hechas c o m o it. andar via, a l e m . weggehen, i n g l . go away): y a G o n z a l o d e B e r c e o h a b í a d i c h o : "todos somos romeros que c a m i n o a n d a m o s " . 2 1 NRFH, I V DOS OBSERVACIONES A L A S " C O P L A S " D E M A N R I Q U E 15 el tipo primitivo el trueno truena (Plauto: eventus evenit, Shakespeare: the rain it radneth every day, húngaro esik az eso 'Hueve', literalmente 'llueve el llovedor'). E n cuanto a l tipo 2) con verbo vicario, l a estrofa x x x nos ofrece e l ejemplo "fizo en esta mjsma guerra / que hazla , y quizá también "después que Jechos famosos / fizo en esta mjsma guerra". Sorprende aquí la repetición del tema hacer, cuatro veces, en esta estrofa que, al cabo, repite circunstancialmente el motivo de l a estrofa x x m : "e las sus claras hazañas / que hizieron en las guerras / i en las pazes". ¿Y por qué u n a expresión tan prosaica, esta misma guerra, mucho menos poética que las sus claras hazañas? Salinas no nos dice nada de esta estrofa, que debe ser desconcertante en su prosaísmo para u n poeta moderno. H o y resulta trivial l a paronomasia lograda con el verbo architrivial hacer, esa "bonne á tout faire", mientras que para el poeta cuatrocentista l a repetición se inspiraba en l a solemnidad arcaizante, como de predicador, e insistía en el carácter activo del héroe. Y tono de predicación tiene también esta misma guerra, usado por el mismo poeta que ha dicho antes pero 33 yo digo que.. . II. E LINFINITIVO SUSTANTIVADO Encontramos en nuestro poema algunos casos de infinitivo sustantivado con significación estilística particular. ( N o hablo de casos gramaticalizados tradicionales en todas las épocas, como pesar o poder): "¿Qué se hizo aquel trobar, / las músicas acordadas / que tanjan? / ¿Qué se hizo aquel dancar, / aquellas ropas chapadas / que trayan?" (estr. x v n ) . "Sus infinitos thesoros, / sus villas e sus lugares / su mandar,/¿qué le fueron sino lloros?" (estr. x x i ) . " E n ventura Octavjano; / Julio César en uencer / e batallar; / en l a virtud, Affricano; / Haníbal en el saber je trabajar; / en la bondad v n Trajano" (estr. x x v n ) . Y en el diálogo final con l a Muerte, que pone en acción el hecho ineluctable que asentaron los versos del principio: "Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en l a mar / qu'es el morir , el Maestre expresa su libre aceptación de l a muerte y su conformidad con el plan providencial en las palabras monumentales: ". . .consiento en mj morir / con voluntad plazentera, / clara, p u r a " ; esto es, emplea el infinitivo sustantivado con el posesivo "espontáneo" y no una construcción parecida a las que había usado l a M u e r t e : "esta afruenta / que vos l l a m a " (estr. x x x i v ) , " l a batalla temerosa / qu'esperáys" (estr. x x x v ) . N o dice el Maestre algo como "muerte que me espera". 2 2 33 T a m b i é n a q u í a m p l í a n las Glosas en verso: " e n grandeza fué A u r e l i a n o , / M a n l i o en la ley defender / y guardar / . .. C o r n e l i o S i l l a e n v e n t u r a , / B e l e r o f o n t e y M a r c e l l o / en el osar, / Scipión N a s i c a en c o r d u r a , / M a c e d ó n i c o M e t e l l o / en el callar, / en justo, C l a u d i o R o m a n o , / T r i m e g i s t o en entender / y alcanzar", e t c . , etc. (loe. cit., p á g . 162). 2 2 i6 LEO NRFH, I V SPITZER Aquí hay que intercalar algunas observaciones sobre el infinitivo sustantivado en general. Es una forma intermedia, abstracta y concreta a la vez, una forma más abstracta que los otros sustantivos verbales (cf. el danzar, frente a danza; el morir frente a muerte), porque pone de relieve la actividad pura, no su resultado; por otra parte, es u n a forma concreta, por el hecho de que sugiere la presencia de una persona que realiza la acción expresada por el verbo, lo que no hacen los otros sustantivos verbales. El danzar, el morir, son actividades; danza, muerte, son acontecimientos. E n el danzar, en el morir, un ser individual se manifiesta en sus acciones, y los infinitivos nominales participan de l a animación del verbo finito. Y a decía M a d a m e de Staël en su libro De VAllemagne, cap. 9, refiriéndose a la posibilidad del alemán de acuñar libremente infinitivos sustantivados, que 'el vivir , 'el querer', 'el sentir' son menos abstractos que 'la vida', 'la voluntad', 'el sentimiento' y que dan más animación al estilo. Los infinitivos sustantivados deben ser m u y antiguos en romance, pues los víveres, los comeres y beberes (plurales) son tipos inter-románicos ; lo es una derivación verbal de bibere sustantivado (da bibere > *ad-biber-are > abrevar); al. Bier 'cerveza' parece ser u n biber del latín conventual sustantivado en gramáticos latinos da biber = da potum ( S T O L Z - S C H M A L Z , pág. 577 ) . Pero no cabe duda de que este tipo de formación es de origen culto, y hasta filosófico : tanto Cicerón como San Agustín imitan con él construcciones griegas con TÓ - j - infinitivo ( así TÓ eívai > esse sust. ). A l comienzo de las literaturas románicas ya debió haber una decadencia de l a fuerza abstracta de los infinitivos sustantivados. Es ésta la situación que encontramos en los primeros textos del ant. fr. : Damourette-Pichon, I V , 678, nos dicen que son muy pocos en el Saint Alexis y la Chanson de Roland, que se hacen muy frecuentes en los siglos xn-xiv, disminuyen en el x v y resurgen con el Renacimiento, especialmente en Montaigne, bajo la influencia griega, para volverse arcaicos en francés moderno. E n efecto, los infinitivos sustantivados de los primeros textos son muy triviales, expresan posesiones u ocupaciones regulares necesarias y aparecen en fórmulas: De cest avoir nos n'avons cure; tans est del herberger, al comer; del mismo modo en el Poema del Cid: "el cometer fué malo", " a l partir de la l i d " , "caballeros de prestar". Desde el siglo x n es cuando aparecen 5 2 3 L a concretización de los infinitivos sustantivados h a tenido consecuencias morfológicas en español: bajo l a influencia de sinónimos concretos pasaron a l fem e n i n o y a d o p t a r o n incluso u n a f o r m a f e m e n i n a en -a: ant. esp. yantar, f e m . (bajo l a i n f l u e n c i a de cena, comida); esp. mentira = ^mentir f e m . + -a según l a b r i l l a n t e demostración de Z a u n e r , en ZRPh, X L I I , 1922, pág. 79. A ñ a d i r é a estos ejemplos e l esp. y port, piara rebaño', que debe ser u n *piar sustantivado y femen i n o bajo l a i n f l u e n c i a de grey, manada, l i t e r a l m e n t e u n atar (las bestias p o r e l p i e ) ' de * pedia 'lazo p a r a e l p i e de las bestias' ( > port. pe(j)a, cast. pihuela; cf. C o R O M i N A s , en RFH, V I , 1944, p á g . 163). Esas formaciones españolas tienen su antecedente en e l latín v u l g a r : singulas biber es, f e m . p l u r . , m o l d e a d o sobre potiones, e n las reglas de S a n B e n i t o ( S T O L Z - S C H M A L Z , 5* e d . , p á g . 5 7 7 ) . 2 3 NRFH, I V DOS O B S E R V A C I O N E S A LAS "COPLAS" DE MANRIQUE 17 los infinitivos sustantivados con insistencia y con expansión semántica como para expresar u n estilo de vida, actitudes deliberadamente escogidas, como si dijéramos programáticas: Por n u l besoinz q u i l i créust l i rois ne leassast son chacier, son deduire, son rivoier. M A R I E DE FRANGE,, Equitan. A tant laist le mangier ester, et tot le rire et tot le juer, le boire lest et le dormir, cil se criement de son morir. Flor et Blancheflor, 397. Icis venirs, icis alers, Icis velliers, icis parlers, Font as amans sous lar drapiaux durement amegrir. Román de la Rose, 2254. Éstas son formas nuevas, no estereotipadas, que apuntan hacia un ideal de vida, de acuerdo con ciertos principios. E l auge de estas construcciones se conseguirá cuando veamos expresado en ellas u n ser ideal, generalmente una mujer que realiza el i d e a l . A h o r a bien, precisamente en el ideal cortesano de l a E d a d M e d i a entraba la concepción de 24 E l reverso d e l a presentación d e u n a persona c o m o s u m a d e rasgos abstractos es l a presentación de u n rasgo abstracto c o m o persona. Y a se sabe q u e ésa es l a definición de l a personificación o alegoría m e d i e v a l . N o extraña e n c o n t r a r a l l a d o de nomina actionis y a dados p o r l a l e n g u a ( d e l t i p o de Bel-Accueil, Deduit) infinitivos sustantivados q u e a c a d a paso n a c e n e n l a imaginación d e l p o e t a medieval: 2 4 Outrecuidiers et m a fole pensee m e fait c h a n t e r et s i ne sai p o r q u o i . GAUTIER D'ESPINAL. M e s amors si f o r m e n t m ' a t i r e que p a r tretons mes pensers chace. Román de la Rose. Q u a n t l i moiens devient granz sires, lors vient flaters et naist mesdires. RUTEBEUF. L a s abstracciones p u e d e n servir también de objetos alegóricos: e n e l Román de la Rose e l personaje alegórico F r a n c h i s e tiene u n a l a n z a de douce priere, D a n g i e r u n escudo d'estoutoier y de gens viltoier ( de ser orgulloso', 'de m a l t r a t a r l a g e n t e ' ) . E n e l Miracle de la Nativité uno de los siete remos d e l A r c a de N o é es Craindre Dieu ('temer a D i o s ' ; otros remos son 'fe', 'paz', ' j u s t i c i a ' , e t c . ) . T o d o s estos e j e m p l o s los he t o m a d o d e D a m o u r e t t e - P i c h o n , quienes nos d i c e n también q u e p a r a e l francés m o d e r n o t o d a n u e v a creación de infinitivos sustantivados ( n a t u r a l m e n t e n o los estereotipados c o m o plaisir, le manger, etc.) suenan a arcaísmo. ¿ N o se c i8 LEO SPITZER NRFH, I V un ser (ideal) que se manifiesta en acciones (ideales), y era la potencialidad para esas acciones lo que importaba más que la acción m i s m a : he aquí algunos ejemplos en antiguo francés: Nicolete, biax esters, biax venirs et biax parlers, biax borders et biax jouers, biax baisiers, biax acolers, por vos sui si adolés. Aucassin et Nicolete, V I I , 12. T o z tens m'est plus s'amors fresche et novele quant recors a loisir ses euz, son vis qui de joie sautele, son oler, son venir, son bon parler et son gent contenir. G A U T I E R D'ESPINAL,, Chanson VI. 25 reconoce a q u í e l espíritu r a c i o n a l i s t a m o d e r n o , más h o n d a m e n t e a r r a i g a d o e n los franceses m o d e r n o s que e n ningún otro p u e b l o ? N o p u e d e n crear abstracciones nuevas c o m o sus abuelos medievales ( y eso que la Patrie, la Gloire, la Raison, son abstracciones v i e j a s ) . L a s otras lenguas románicas h a n conservado l a p o s i b i l i d a d de sustantivar los infinitivos, esto es, l a e t a p a que en F r a n c i a representa M o n t a i g n e ( p o r e j e m p l o Car le ríoser parler rondement de soy accuse quelque faulte du coeur, c o m o esp. el no saber. . . , i t . il non sapere ...). L a "desabstractización" e n francés h a d a d o también e l golpe d e m u e r t e a las f o r m a c i o n e s abstractas derivadas d e l t i p o -erium (desiderium, improperium) q u e existían en ant. fr. y p r o v . : desirier, pensier, reprovier, etc., erróneamente i n c l u i d a s p o r D a m o u r e t t e - P i c h o n entre los infinitivos sustantivados p o r q u e su sentido es e l m i s m o . C u a n d o los infinitivos ant. f r . e n -ier (< -are, después d e consonante p a l a t a l ) c e d i e r o n a los e n -er (cerchier > chercher), e l t i p o e n -ier (<^-erium) corrió l a m i s m a suerte f o n é t i c a : pensier > penser se m a n t u v o hasta e l siglo x v n y desapareció luego; e l g a l i c i s m o pensier o, en i t a l i a n o , es e l único sobreviviente d e u n a serie de abstractos en antiguo francés. S e p u e d e ver e l v a l o r carismático d a d o a esos c u m p l i m i e n t o s cortesanos e n u n a frase c o m o l a de l a biografía d e l t r o v a d o r p r o v e n z a l B e r n a r t d e V e n t a d o r n : "Deus l i det b e l l a p e r s o n a . . . , e g e n t i l cor, e det l i sen e saber e cortesía e gen parlar' ( e d . A p p e l , pág. x x n ) . E n las canciones d e B e r n a r t m i s m o e n c o n t r a m o s u n a i m p l o r a c i ó n a D i o s p a r a que l e conserve e l gen parlar de su d a m a : " P e r D e u e per m e r c e l h sia / q u e ' l b e l solatz que m ' a v i a / n o ' m t o l h a n i i seu parlar ge?!" ( n ú m . 17). Gen parlar está en ambos casos a l m i s m o n i v e l que los nomina actionis c o m o cortesía y solatz. Y así vemos en l a poesía p r o v e n z a l acoplados los nomina actionis y los infinitivos sustantivados s i n l a m e n o r d i f i c u l t a d . A P P E L , Prov. Chrest., 3 3 , 17: "[no f a l t a n a d a e n l a d a m a ] bentatz, honors n i jovens / e a b o n grat e dous rire ab faitz, ab d i t z a v i n e n s " ( G . R i q u i e r ) ; 2 0 : [la d a m a " s i n t é t i c a " de Bertrán de B o r n t o m a r á d e u n a d a m a i n d i v i d u a l su] esgart amoros, [de otra] son adreich parlar gabán, [de otra] sas bellas dentz . .., Vaculhir e'l gen respos. 2 5 . . . c a n d i u z m o n cor r e m i r e son dous vis e son gen rire. 38, 26 ( B O N I F A C I CALVO). M o l t m i p l a t z d e p o r t z e gaieza, condugz e donars e proeza. 44 (MONJE DE MONTAUDON). NRFH, I V DOS O B S E R V A C I O N E S A L A S " C O P L A S " D E M A N R I Q U E 19 Todos esos ejemplos muestran un ideal cortesano expresado en formas de creación individual, en neologismos, por decirlo así. L o que adora el caballero en su dama no es tanto el paso, l a palabra, el beso, como el caminar, el hablar, el besar, o más bien su ser caminante, hablante y besante, y más que todo su s e r : el biax esters (j en vocativo!) implica una identificación del ser abstracto-concreto (del estar) de Nicolete, dotado de infinita potencialidad de acción, con su persona . E n ese clima nacieron expresiones francesas hoy estereotipadas, pero que debieron ser entonces creaciones originales, como le baiser (en lugar de 26 *bais — esp. beso < b a s i u m ) , le rire (en vez de risa, riso < r i s u s ) , cf. ^FSL, X L V I I I , 1922, pág. 3 7 3 : 'el besar', 'el reír' expresan en su origen u n a abstracción concretamente relacionada con el agente, lo presentan como u n ser que puede exteriorizarse en actos de besar o reír, en vez de presentar los resultados materiales de la acción: la civilización estética del siglo x n , sumamente refinada, da importancia al ser presente tras el acto. Claro que estas expresiones originales concretas y abstractas debían ceder más tarde a l a concretización total: el ant. it. tiene baciari y abbracciari (plurales) que ya son 'besos' y 'abrazos', y el m . a. a l . pasajes corno los siguientes de Walter von der Vogelweide: " M i r wart von ir i n alien gáhen [ = ' ¡ c o n toda rapidez!'] / ein küssen und ein umbefáhen" '. ' U n besar', 'un abrazar' equivalen a 'un beso', 'un abrazo . Cf. también: " i c h erwirb ein lachen w o l von i r " (ibid.). 'Conquistar u n reír' es ya conquistar una posesión material; cf. ant. prov. "per qu'ieu l'embles un dous baizar", en Bertrán de Born. Pero el ver el ideal en el 'ser-acción' y a la vez el acuñar nuevos infinitivos sustantivados, cargados de significación, se mantuvo en nuestras literaturas hasta el pleno 5 21 S i se c o m p a r a n los casos e n francés m o d e r n o q u e c i t a n D a m o u r e t t e - P i c h o n ( I I I , 473) p a r a e l a c o p l a m i e n t o d e i n f i n i t i v o sustantivado c o n otros abstractos, se verá c u a n artificiales resultan ( t a l v e z sea l a introducción p o r l a preposición de l o que les d a su carácter s u s t a n t i v a d o ) . P a r a l a E d a d M e d i a e l i n f i n i t i v o sustant i v a d o expresaba u n a p l e n i t u d d e l ser que h o y n o sentimos y a . N o h a y m u c h a d i s t a n c i a de este p r o c e d i m i e n t o a l que hace de u n i n f i n i t i v o sustantivado u n n o m b r e p r o p i o : l a d a m a a q u i e n e l t r o v a d o r p r o v e n z a l B e r n a r t de V e n t a d o r n l l a m a Bel-Vezer será u n a persona c u y a existencia q u e d a s u m i d a e n e l ' m i r a r h e r m o s a m e n t e ' (cf. e l otro n o m b r e poético Douz-Esgar), n o precisamente 'algo que p e r m i t e u n a h e r m o s a v i s t a ( = i t . Belvedere). 2 6 5 V e o que e n l a colección d e ejemplos d e infinitivos sustantivados m . a. a l . que d a B e h a g h e l , e n Z i ^rift für deutsche Wortforschung, V I I I , p á g . 329, h a y casos de gütlich umbefahen, ein liebez bit en, ein grüzen, küssen e n e l Nibelungenlied. B e h a g h e l cree q u e n o se encuentran e n esa é p o c a infinitivos sustantivados c o n verbos compuestos c o n prefijos c o m o be-, er-, que t i e n e n sentido p e r f e c t i v o : l a s sustantivaciones tienen l u g a r sólo c o n verbos de sentido i m p e r f e c t i v o ; n o t a m p o c o c o n verbos perfectivos c o m o 'encontrar', ' d a r ' , 'venir'. Este estado de cosas c u a d r a m u y b i e n c o n m i i d e a de q u e los infinitivos sustantivados d e l r o m a n c e expresan u n s e r , n o u n h a c e r ; y c l a r o que todas las " a c t i v i d a d e s sociales" c o m o 'saludar', 'abrazar', 'preguntar', 'besar' ( q u e encontramos e n infinitivos sustantivados e n m . a. a l . ) son manifestaciones d e u n m o d o de ser cortesano. 2 7 e tsc 20 LEO NRFH, I V SPITZER Renacimiento, gracias al dolce stil nuovo y al petrarquismo. Así, en u n soneto de Camoens: Um mover d'olhos, brando e piadoso, sem ver de què; u m sorriso brando e honesto, quasi f oreado; u m doce e humilde gesto, de qualquer alegría duvidoso; u m despejo u m repouso urna pura bondade, manifesto indicio da alma, limpo e gracioso; um encolhido ousar; urna brandura; u m medo sem ter culpa; u m ar sereno; u m longo e obediente sofrimento : esta foi a celeste formosura da minha Circe, e o mágico veneno que pode transformar meu pensamento. Líricas, núm. 19 (ed. Rodrigues L a p a ) . N o cabe duda de que aquí lo que canta el poeta es el ser abstractoconcreto de la dama, con sus potencialidades : su retrato consiste, no en rasgos físicos, sino en cualidades abstractas de su alma que pueden manifestarse en su cuerpo (manifesto indicio da alma) ; los infinitivos sustantivados aparecen naturalmente cuando los abstractos tradicionales no existen para expresar el ser particular de esa " C i r c e : Um mover 28 55 d'olhos, brando e piadoso, sem ver de que; um encolhido ousar; vemos acoplados aquí los infinitivos sustantivados en una enumeración parecida a la med. fr. de los siete remos del A r c a de Noé, donde figuraba u n infinitivo sustantivado al lado de otros nomina actionis . 29 U n a de las amadas de G a m o e n s se l l a m a Dinamene l a que p u e d e = ' l a que es p o t e n c i a l m e n t e ' . A q u í h a y que n o t a r que m i i d e a d e l ser p r o d u c t o r d e acciones n o está e n contradicción c o n l a d e O r t e g a de que l o que c a r a c t e r i z a a l a m u j e r e n las grandes c i v i l i z a c i o n e s es e l que se contente c o n s e r sin q u e r e r a c t u a r , y que es e l c a b a l l e r o perfecto e l que viene h a c i a e l l a y m a n i f i e s t a sus p o t e n c i a l i d a d e s de acción, en acciones i m p e r f e c t i v a s (cf. l a n o t a a n t e r i o r ) que tien e n su sentido gracias a l ser de l a d a m a . 2 8 c 5 L a erudición siempre p r o n t a d e m i a m i g o C h a r l e s S i n g l e t o n m e h a a y u d a d o a i d e n t i f i c a r c o m o fuente de este soneto d e C a m o e n s e l de P e t r a r c a Grazie eh'a pochi il ciel largo destina ( C C X I I I e n l a ed. C h i o r b o l i ) . C o m p a r a n d o los dos sonetos, en los cuales l a h e r m o s u r a d e l a m u j e r se e x p l i c a p o r m e d i o d e u n a e n u m e r a c i ó n de rasgos abstractos que se expresan e n su aspecto físico (entre ellos, t a m b i é n e n P e t r a r c a , infinitivos sustantivados c o m o E'l andar che ne l'anima si sente, Uandar celeste ... col dir pien d'intelletti dolci et alti), se puede observar e l progreso de C a m o e n s h a c i a e l i n d i v i d u a l i s m o y hasta e l i m p r e s i o n i s m o m o d e r n o : e n P e t r a r c a los abstractos están sin artículo, esto es, son nombres p r o p i o s d e abstracciones, o c o n e l artículo d e f i n i d o , esto es, son cualidades conocidas, d e v e z e n c u a n d o subrayadas p o r u n d e m o s t r a t i v o retórico ("Leggiadria singulare e p e l l e g r i n a / E 7 cantar che n e l ' a n i m a si sente . . . / e que b e l l i o c c h i che i c o r 2 9 3 NRFH, I V DOS O B S E R V A C I O N E S A LAS "COPLAS" DE MANRIQUE 21 A h o r a bien, no vacilo en relacionar los aquel trovar y aquel danzar de M a n r i q u e con los biax venirs et biax parlera. . . del siglo x m , puesto que M a n r i q u e es un representante "de l a poesía de corte, empapada de sensualismo cortesano" (SALINAS, pág. 175) y caracteriza l a corte artística de Juan I I con las mismas expresiones tradicionales que se venían usando en los ambientes cortesanos desde aquella época, Después de Jorge M a n r i q u e , Hernando de Ludueña describirá en téminos casi medievales l a verdadera cortesía, centrada en torno a mujeres (SALINAS,, pág. 4 0 ) : "El cantar dulce, placiente, / y el danzar alegremente, / justar, vestir, yo diría / que sin ellas [las damas] tal sería / como sin agua l a fuente". También para el ambiente varonil en que se mueve el Maestre, el poeta usa el infinito sustantivado: . . .su mandar. . . en vencer e batallar. . . en el saber e trabajar, que expresa más bien las potencialidades activas de un ser virtuoso que sus hazañas particulares. L o había precedido en este uso su tío Gómez M a n r i q u e , precisamente en el panegírico acumulativo a base de personajes históricos: " E t o r en l a valentía / . . .Aníbal en el conquistar, / en defender Qipión, / en el seso Salamón, / en virtud otro Catón, / Jullio César en osa?' (Cf. CURTIUS, en %RPh, L I I , 1932, pág. 144). Y ahora trataremos de ese deslumbrante consiento en mi morir, eco individual de la verdad general la mar qu'es el morir, que está en u n nivel más alto que el ant. fr. cil se criement de son morir, porque en mi morir no se expresa como en Flor et Blancheflor el simple hecho de morir ('tienen miedo de que yo muera'), sino un acto deliberado anclado en el ser del Maestre, el cual hace suya l a decisión de l a Providencia. Todo el poema culmina en esa pasividad activa, "plazentera, clara, pura". Dice Salinas (pág. 181): " L a s veinticuatro estrofas primeras son l a vía abierta por el poeta hacia su padre y que, iniciada en su mayor anchura — l a inmortalidad—, va estrechándose — l o m o r t a l — , se angosta más y más — l o s muertos—, hasta ir a dar en su vértice y final — e l m u e r t o — don R o d r i g o " ; y (pág. 217) : "Primero, en las estrofas iniciales, la muerte abstracta; . . .luego la muerte hecha muertos, encarnizándose con unos grandes hombres. Y porfin,el muerto, don Rodrigo; pero ese muerto a su vez va pasando por una especie de purificación. . . D o n Rodrigo. . . acaba por mostrársenos, en el instante de su muerte, . . .desnudo, sin tesoros, solo con su alma. . . Cuanto menos tiene más es". Y o diría que el poema, tan medieval como el de Dante, ejemplifica con el yo del Maestre el nos de la humanidad, que ofrece como ejemplo de vida cristiana un morir conforme, que va "estrechándose", como muy bien dice Salinas, que va ciñéndose al yo que tiene que morir, esto es, fanno s m a l t o ) , m i e n t r a s que C a m o e n s y a tiene e l s e n t i m i e n t o de l a i n d i v i d u a l i d a d s i n i g u a l de su d a m a , e l m a t i z d e l artículo i n d e f i n i d o (um mover d'olhos.. . um despejo) que postula u n a v a r i e d a d p a r t i c u l a r , r e n u n c i a n d o a definirlo. E l artículo i n d e f i n i d o expresa l o i n d e f i n i b l e d e l individuum ineffabile, eso que define P e t r a r c a c o n los epítetos singulare e pellegrina. 55 22 LEO SPITZER NRFH, IV que tiene que pasar individualmente, en su persona, como Cristo, aisladamente, por la puerta estrecha reservada a los elegidos que se han ganado la otra vida en esta tierra : la muerte cristiana, concebida como u n "aislamiento" (cf. A . RÜSTOW, V ereinzelung, Estambul, 1948). L a religión cristiana, como las otras religiones de redención (la persa, l a islámica, etc.), en oposición a las religiones de l a naturaleza, debe insistir en el paso a l a otra vida de cada alma sola y señera ("je einzeln"), delante de su juez, Sola cum solo. Rüstow habla de la acción "desarraigante" de las religiones de redención, que tienden hacia el "rebajamiento y destrucción de los ambientes y vínculos naturales del hombre". Cristo dice: " D i c o vobis: in illa nocte erunt duo in lecto uno: unus assumetur, et alter relinquetur" (S. Lucas, X V I I , 3 4 ) . Pues bien, nuestro poema no nos muestra la parte negativa del rechazo; nos muestra, al contrario, con el Maestre, el unus assumetur, el hombre que es aceptado porque hace la voluntad de Cristo: " I n illa hora qui fuerit in tecto, et vasa eius i n domo, ne descendat tollere i l l a : et qui in agro, similiter non redeat retro" ( X V I I , 31 ). E l Maestre, que no dejó vajillas (estr. x x i x ) = vasa, abandona sin amargura "esta vida mezquina" y se da a Cristo, que también pasó por la puerta estrecha (las estrofas v i y x x x i x se corresponden en la mención del Dios-hombre). Esa muerte cristiana es, por consiguiente, un mi morir de un alma sola, emancipada de l a necesidad y que supera l a pasividad, una acción deliberada de estar conformes y de hacer propia l a voluntad divina ; acción : no una muerte, sino un m o r i r . Las múltiples actividades del héroe, sus hazañas que hizo, sus obras que obró, podían exponerse mirando de soslayo al lector ante quien se construían ; pero su morir solo, consigo mismo delante de 30 31 C l a r o está que ese mi morir, d o n d e e l yo h u m a n o acepta el punto de v i s t a de l a d i v i n i d a d , de l o n o - h u m a n o , d e l más allá, n o tiene n a d a que ver c o n las tentativas modernas ( R i l k e , M a l r a u x , H e i d e g g e r ) de ver l a m u e r t e c o m o acontec i m i e n t o humano, i n t e g r a d o e n l a v i d a h u m a n a , a l a c u a l , p o r supuesto, d a su sentido (el Dasein de H e i d e g g e r que es Sein zum Tode) c o m o demuestra m u y b i e n Sartre, L'être et le néant, págs. 615 y sigs. P a r a Sartre l a muerte no existe d e n t r o de l a c o n c i e n c i a h u m a n a ; es u n hecho i r r e a l i z a b l e , a b s u r d o : " l a m o r t n'est pas m a possibilité"; p o r consiguiente, si Sartre t i t u l a su capítulo Ma mort, esta expresión debe entenderse c o m o entre c o m i l l a s . 3 0 Y o veo e n l a firmeza de l a perspectiva t e m p o r a l de M a n r i q u e l o que m á s lo distingue de sus predecesores medievales, su v e r d a d e r a o r i g i n a l i d a d : l a m o n u m e n t a l i d a d p r o p i a d e l arte de l a p a l a b r a que se d e s a r r o l l a necesariamente en e l t i e m p o consiste en ofrecer escalones de u n " d e v e n i r " c o n t i n u o en e l c u a l n o se repite n a d a , sino que el escalón posterior supera a l anterior y todos ellos están subordinados a l o r d e n t e m p o r a l d e l todo. E s a perspectiva de m o n u m e n t a l i d a d faltó en general a l a E d a d M e d i a , que procede más b i e n p o r sumandos, puestos todos a l m i s m o n i v e l . H a y u n " d e s o r d e n bajo el ojo de D i o s " en ciertas obras medievales, desconcertante p a r a el lector m o d e r n o . Jorge M a n r i q u e hizo lo que habían hecho en I t a l i a los D a n t e y P e t r a r c a : i n t r o d u c i r l a perspectiva firmemente cronológica, indispensable p a r a nosotros los modernos en l a lírica c u l t a . E n nuestro p o e m a , p o r e n c i m a de l a p l a c i d e z i g u a l i t a r i a de las estrofas, b r o t a u n r i t m o i n t e r i o r 3 1 NRFH, I V DOS O B S E R V A C I O N E S A LAS "COPLAS" DE MANRIQUE 23 Cristo, no admite al lector; es un acto únicamente suyo, que le pertenece más que todas las actividades enumeradas en el Poema (léanse las hermosísimas páginas 201-202 de Salinas sobre el valor de los tres después anafóricos de la estr. X X X I I I ) . N o hay duda de que el poeta no podía expresar esa sublime decisión de cooperar con l a muerte mediante u n 32 ^consiento en mi muerte, o ^consiento en la muerte que me espera. Debía ser consiento en mi morir, n i más n i menos. A h o r a bien, si queremos investigar l a génesis de ese conciso y poderoso mi morir, encontramos el hecho indiscutible de que la sustantivación de morir está anticipada en la poesía juguetona, amorosa y cortesana de Jorge Manrique. Salinas (pág. 17) cita versos como: C o n m i vida no me hallo porque estoy ya tan usado del morir, que lo sufro, muero y callo pensando ver acabado mi vivir; mi vivir que presto muera, muera porque viva yo. . . O bien: mi vivir quiere que viva, mi morir quiere que muera. Salinas titula el capítulo en que trata estos pasajes "muerte de juego", y dice que en ellos l a muerte es más bien un eufemismo por el amor; una muerte "servidora de propósito vital, muerte de quita y pon, del todo distinta de la que señorea las coplas". Nosotros vemos en los infinitivos sustantivados el encadenamiento estilístico con l a poesía cortesana de la E d a d M e d i a ; por ejemplo, con el pasaje ant. fr. cil se criement de son morir, donde el morir aparecía como una de las proezas del verdadero amante: como debe por su amor perder el sueño, así también debe sufrir el proceso físico de morir. E l Ars amandi requiere aquí l a muerte. E l frivolo jugueteo con l a muerte se deriva, en Manrique, del altísimo concepto del amor-sacrificio de los trovadores provenzales, y algo de su seriedad ha podido reverdecer en el mi morir de las Coplas, que ya no refleja la muerte —muerte de juego del Ars amandi, que no es u n acto físico como en Flor et Blanchejlor—, sino que pertenece al Ars moriendi. L a expresión mi morir se debe a l a poesía cortesana, pero h a podido recobrar su nobleza: este rasgo estilístico particular refleja el carácter que nos e m p u j a h a c i a adelante, a través d e su p r i n c i p i o , su m e d i o y su final (según l a definición de S a n A g u s t í n ) . L a f a m i l i a y los amigos son, c o m o d i j i m o s antes, más b i e n e l a m b i e n t e n a t u r a l f u e r a d e l c u a l l a M u e r t e saca a l M a e s t r e . Estos testigos m u d o s no i m p i d e n su s o l e d a d básica. 3 2 24 LEO SPITZER NRFH, IV de toda l a obra de M a n r i q u e : tantas poesías amorosas inconcluyentes, frente a una poesía, inmortal, de la M u e r t e ; tanto jugueteo con el morir y una descripción imperecedera de la más seria decisión del hombre, del consentimiento de su muerte. L E O SPITZER T h e U n i v e r s i t y of J o h n s H o p k i n s .