Severo Ochoa (Luarca, 1905−Madrid, 1993) Bioquímico español, nacionalizado estadounidense. Estudió medicina en Madrid y, tras doctorarse en 1929, viajó a Alemania como becario de la Junta de Ampliación de Estudios y trabajó con Otto Meyerhof en el Kaiser Wilhelm Institut de Heidelberg. Regresó a España y contrajo matrimonio con Carmen García Cobián en 1931, año en que fue nombrado profesor de fisiología en la Facultad de Medicina de Madrid. En 1935 se le encargó la dirección de la sección de fisiología en el nuevo Instituto de Investigaciones Médicas, también en la capital de España. Un año después regresó a Heidelberg como investigador y en 1937 pasó a Inglaterra, trabajando en el Laboratorio de Biología Marina de Plymouth y más tarde en la Escuela de Medicina de la Universidad de Oxford. En 1940 emigró a Estados Unidos, donde en 1942 se incorporó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, siendo nombrado catedrático y director del departamento de bioquímica en 1954, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1974. Desde 1956 era ciudadano norteamericano. El metabolismo intermedio y, especialmente, las reacciones enzimáticas del metabolismo de los carbohidratos y los ácidos grasos, han sido el objeto principal de las investigaciones de Ochoa. Su estudio de la fotosíntesis y, en particular, de las reducciones de coenzimas catalizadas por la luz, así como del papel que desarrollan en la síntesis de los carbohidratos, le llevaron a descubrir y aislar, a comienzos de los años cincuenta, un importante nucleótido, la trifosfopiridina (TPF). La síntesis enzimática del ácido ribonucleico, obtenida por primera vez por Ochoa en 1955 en el contexto de sus investigaciones sobre las reacciones en los fosfatos, le valió en 1959 el premio Nobel de fisiología y medicina, que compartió con A. Kornberg. El descubrimiento abrió el camino a la síntesis artificial de materia viva, y el propio Ochoa, junto con W. M. Stanley, consiguió la creación de un virus artificial en 1956. Falleció el 2 de noviembre de 1993 en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, a los 88 años, y recibió sepultura en su ciudad natal. 1