7 RESOLUCION No. Quito, 8 de octubre de 2013 Dentro del juicio

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RESOLUCION No.
Quito, 8 de octubre de 2013
Dentro del juicio ordinario No. 1102-11 GNC que por reivindicación sigue LOS
REPRESENTANTES DE LA COOPERATIVA DE VIVIENDA “LA ALBORADA”
contra LOS REPRESENTANTES LEGALES DE LA DE LA COOPERATIVA DE
TAXIS “TERMINAL TERRESTRE”, se ha dictado lo que sigue:
Razón: Siento como tal que el presente juicio fue estudiado en relación por los señores
doctores, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Paul Iñiguez Ríos; y, Dra. María Rosa
Merchán Larrea, Jueces Nacionales de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional
de Justicia.- Certifico.- Quito, a 08 de octubre de 2013.- ff) Dra. Lucía Toledo Puebla,
Secretaria Relatora
Juicio No. 1102 - 2011
Juez Ponente: Dr. Eduardo Bermúdez Coronel
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.Quito, 8 de octubre de 2013, las 14h58.
VISTOS: 1. COMPETENCIA: En virtud de que los Jueces Nacionales que suscribimos
hemos sido debidamente designados por el Consejo de la Judicatura de Transición
mediante Resolución No. 004-2012 de 25 de enero de 2012 y, el Pleno de la Corte
Nacional de Justicia, en Resolución No. 04-2013 de 22 de julio de 2013, dispuso
reestructurar la conformación de las Salas Especializadas, con sujeción a lo previsto en el
artículo 183 del Código Orgánico de la Función Judicial, sustituido por el artículo 8 de la
Ley Orgánica Reformatoria del Código Orgánico de la Función Judicial, nos ratificó en la
integración de esta Sala Especializada; y, conforme el acta de sorteo que obra del
cuaderno de casación, tenemos jurisdicción y somos competentes para conocer esta causa,
en armonía con los artículos 184.1 de la Constitución de la República, 190.1 del Código
Orgánico de la Función Judicial y 1 de la Ley de Casación. 2. ANTECEDENTES: En
lo principal, sube el proceso a esta Sala en virtud del recurso de casación y de hecho
oportunamente interpuestos por Jenny Jessica Enriquez Santana y Juan Emiliano Moreno
Torres, en sus calidades de Gerente y Presidente de la Cooperativa de Vivienda “La
Alborada”, de la sentencia proferida por la Sala de la Corte Provincial de Justicia de Santo
Domingo de los Tsáchilas, misma que confirma en todas sus partes la sentencia de primer
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nivel dictada por el Juez Décimo Octavo de lo Civil de Pichincha, por la cual se desechan
la demanda como la reconvención, propuestas en su momento por la persona jurídica
recurrente y por la demandada Cooperativa de Taxis Terminal Terrestre, respectivamente.
3. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: La recurrente alega como infringidas en la
sentencia impugnada las normas de derecho contenidas en el artículo 82 de la
Constitución de la República, artículo 937 del Código Civil y artículo 166 del Código de
Procedimiento Civil. Deduce el recurso interpuesto con cargo en las causales primera y
tercera del artículo 3 de la Ley de Casación. Concluido el trámite de sustanciación y en
virtud de haberse fijado los límites dentro de los cuales se constriñe el recurso, para
resolver, se puntualiza: 4. CONSIDERACIONES RESPECTO DEL RECURSO DE
CASACIÓN: La casación es un medio de impugnación extraordinario, público y de
derecho estricto; es recurso limitado desde que la ley lo contempla para impugnar, por su
intermedio, sólo determinadas sentencias. Consecuencia de dicha limitación “es el
carácter eminentemente formalista de este recurso, (…), que impone al recurrente, al
estructurar la demanda con la cual lo sustenta, el inexorable deber de observar todas las
exigencias de la técnica de la casación, a tal punto que el olvido o desprecio de ellas
conduce a la frustración del recurso y aún al rechazo in limine del correspondiente libelo”
(Humberto Murcia Ballén, Recurso de Casación Civil, Ediciones Jurídicas Gustavo
Ibañez, sexta edición, Bogotá, 2005, p. 91). El objetivo fundamental de la casación es
atacar la sentencia que se impugna para invalidarla o anularla por los vicios de fondo o
forma de los que puede adolecer, hecho que se verifica a través del cotejamiento riguroso
y técnico de la sentencia con el ordenamiento jurídico vigente, lo que permite encontrar la
procedencia o no de las causales invocadas. Este control de legalidad, está confiado al más
alto Tribunal de Justicia Ordinaria, que en el ejercicio de ese control, así como el de
constitucionalidad, lo que busca es garantizar la defensa del derecho objetivo en procura
de la seguridad jurídica, pilar fundamental en el que se sustenta el Estado constitucional
de derechos y justicia, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, así como la unificación de
la jurisprudencia a través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados
en fallos de triple reiteración. La casación es recurso riguroso, restrictivo y formalista, por
lo que su interposición debe sujetarse necesaria e invariablemente a los requisitos
previstos en la ley. 5. ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO EN RELACIÓN A LA
IMPUGNACIÓN PRESENTADA. 5.1. ÚNICO CARGO. CAUSAL PRIMERA: Es
importante puntualizar que la Sala de Conjueces de lo Civil y Mercantil de la Corte
Nacional de Justicia, mediante auto de 22 de agosto de 2012, a las 09h00, inadmitió el
recurso por las causales primera y tercera, al no existir correlación entre las causales
determinadas y los artículos 82 de la Constitución de la República y 166 del Código de
Procedimiento Civil, alegados como normas infringidas; en tanto que, en relación al
artículo 937 del Código Civil, expresó que la recurrente “realiza la correlación con la
causal primera de la Ley de Casación, con la correspondiente fundamentación,
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cumpliendo en lo formal…”. Por lo manifestado anteriormente, se admitió el recurso de
casación exclusivamente en lo que respecta a la causal referida, vinculada al artículo 937
del Código Civil. 5.1.1. Por la causal primera del artículo 3 de la Ley de Casación, se
imputan vicios in iudicando por aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación de normas de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales en la
sentencia o auto, que hayan sido determinantes de su parte dispositiva. Este vicio de
juzgamiento por violación directa de la ley, concurre cuando: 1.- El juzgador deja de
aplicar la norma sustantiva al caso controvertido por absoluto desconocimiento de la
misma y por desconocer el rango o preferencia que tiene en relación con otras; por
ignorancia acerca de su naturaleza propia y la posibilidad de que pueda omitirse o
modificarse por voluntad de las partes. 2.- Por aplicación indebida, por el error que
ocurre al subsumir los hechos establecidos en la norma y al precisar las circunstancia de
hecho que son relevantes para que la norma entre en juego (yerro de diagnosis jurídica),
puede también surgir el error al establecer la diferencia o semejanza que media entre la
hipótesis legal y la tesis del caso concreto; y, 3.- El juzgador incurre en yerro de
hermenéutica, de interpretación jurídica, al errar acerca del contenido de la norma, “del
pensamiento latente en ella, por insuficiencia o exceso en el juicio del juzgador y de
acuerdo con las doctrinas sobre interpretación de la leyes.” (Manuel de la Plaza, La
Casación Civil, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944, p. 218). 5.1.2. La
recurrente alega que: “La Sala admite el cumplimiento del primer requisito en cuestión,
(Art. 937 del Código Civil) cuando afirma que hemos adquirido el dominio de un lote de
terreno de 62.810 metros cuadrados, dentro de los cuales (sic) están los lotes que pedimos
la reivindicación, considerando la sentencia judicial de prescripción extraordinaria
adquisitiva de dominio emitida el 2 de octubre de 1991, protocolizada el 7 de febrero de
1992 e inscrita el 12 de febrero de 1992 que, al tenor de lo prescrito en los artículos 2412
y 2413 del Código Civil, la sentencia da dominio, perfeccionando a través de la respectiva
escritura pública; y, el dominio y escritura pública surgen jurídicamente en esta clase de
acciones, (…). Más ocurre que la Sala, con el fin de desvirtuar el requisito (del dominio
contentivo de la escritura pública referida) que constitucional y legalmente hemos
introducido al proceso y referido en la sentencia, aduce reflexiones inadecuadas y fuera de
toda sustentación jurídica, como las de mencionar que tienen los demandados un título de
dominio e inscrito con anterioridad al nuestro. Respecto de lo primero es importante
resaltar que el título aludido y que en la sentencia lo indican a folios 156 a 166 (letra “l”
del considerando tercero), se refieren a la escritura de compraventa de derechos y acciones
celebrada el 12 de enero de 1989 entre los herederos Echanique-Cueva y la Cooperativa
de Taxis Terminal Terrestre; título de dominio que jamás puede tener condiciones de
supremacía sobre la de nuestra representada (…)”, y agrega infra: “la Sala ha realizado
una errónea interpretación del Art. 937 del Código Civil que es una norma de derecho que
alude a la existencia del título de dominio que debe tener el sujeto procesal que invoque
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una acción de reivindicación y que en el caso en estudio, si obstenta (sic) nuestra
representada (…). En otros términos, el mencionado Art. 937 del Código Civil no dice
que el operador de justicia debe escoger un título de dominio anterior o posterior para
demostrar que el reivindicador es el titular de lo que reclama (…). Por lo anterior, y
estimando que según el fallo impugnado, la escritura pública de derechos y acciones
hereditarias desplaza a la de nuestra representada, se da un alcance no propio del texto del
Art. 937 del Código Civil (…)”. 5.1.3. A la demanda presentada por la Cooperativa de
Vivienda “La Alborada” se incorpora como documento consustancial de fojas 6 a 9 vta.
del cuaderno de primera instancia, una escritura de protocolización de documentos en la
cual se inserta la sentencia proferida el 2 de octubre de 1991 por el Juez Décimo Noveno
de lo Civil de Pichincha, por la que se acepta la demanda incoada por dicha Cooperativa
en contra de los herederos de Lucila Cueva y su cónyuge sobreviviente Alberto Echanique
y se declara la prescripción adquisitiva de dominio de un inmueble de 62.810 metros
cuadrados de superficie, singularizado y descrito en la parte expositiva del fallo, ubicado
en la ciudad de Santo Domingo, excluyéndose veintiséis lotes de terreno que se hallan en
posesión de los demandados. Ahora bien, seguidamente de fojas 18 a 26, obra del proceso
copia de la escritura pública de compraventa de derechos y acciones otorgada por Wilson
Alcides Echanique Cueva y otros, a favor de la Cooperativa de Taxis Terminal Terrestre,
celebrada el 12 de enero de 1989 e inscrita en el Registro de la Propiedad del Cantón
Santo Domingo el 20 de enero de 1989, negocio jurídico que se inserta en la certificación
de gravámenes, que se encuentra reproducida a partir del 25 de agosto de 1967, (fecha de
inicio de gestión de dicha Dependencia, por vigencia de la disposición de la Ley de
Registro, contenida en el artículo 2), hasta el 6 de mayo de 2005, fecha de la certificación
emitida por el Registrador de la Propiedad de Santo Domingo, en contestación a un
requerimiento proveído por el Juez de la causa, constante a fojas 181 a 182, y del cual se
desprende, que “se encuentra inscrita la sentencia dictada el 02 de octubre de 1991, a las
10h00, por el Juzgado Décimo Noveno de lo Civil de Pichincha, protocolizada el 07 de
febrero de 1992, ante el Notario, Dr. Luis Suarez, por la cual se adjudica en favor de la
Cooperativa de Vivienda “La Alborada” (…), el lote de terreno de la superficie original de
setenta y dos mil ochocientos diez metros cuadrados, ubicado en el By Pass, que une las
vías Chone y Esmeraldas de este Cantón. (…) y agrega: “Al margen de esta inscripción
consta marginado lo siguiente: “Al verificarse los lotes vendidos de las Urbanizaciones
Echanique Cueva – Norte y Echanique Cueva – Sur, una vez que se han inscrito los
respectivos planos, se encuentra que los lotes 1,2,3,18,19 y 20 de la manzana J, de la
actual Urbanización de la Cooperativa de Vivienda La Alborada, fueron vendidos por
Wilson Alcides Echanique Cueva…” y otros, “…a favor de la Cooperativa de Taxis
Terminal Terrestre, como lotes de la urbanización Echanique, por escritura celebrada el 12
de enero de 1989, ante el Notario, Dr. Luis Suarez, inscrita el 20 de enero de 1989…”. En
cuanto al historial de dominio, mayor a quince años, (fojas 187 a 188), el Registrador de la
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Propiedad del Cantón Santo Domingo, en referencia a los lotes número 1,2,3,18,19 y 20,
ubicados en la manzana J, de la Urbanización Echanique, certifica que: “Los lotes
indicados, por la marginación realizada el 04 de Agosto de 2003 y por revisión que se
hace a los respectivos planos, se encuentran ubicados dentro de la Urbanización de la
Cooperativa de Vivienda La Alborada, cuya propiedad la obtuvo esta entidad, por
prescripción, concedida por el señor Juez Décimo Noveno de lo Civil de Pichincha, en
sentencia de 02 de Octubre de 1991, protocolizada el 07 de febrero de 1992, en la Notaría
del Dr. Luis Suarez, inscrita el 12 de Febrero de 1992, en proceso seguido a los herederos
de la Sra. Lucila Cueva y al cónyuge sobreviviente Alberto Echanique…”. 5.1.4. “Si en
una causa de reivindicación tanto el actor como el demandado alegan ser los legítimos
propietarios del bien en disputa y acreditan poseer títulos de dominio sobre el bien
disputado, el Juez debe entrar al análisis de los mismos para dilucidar esta situación (…),
en la acción reivindicatoria, quien alega ser propietario, “(…) y como lo enseña Juan
Larrea Holguín, «tiene que demostrar que le corresponde el derecho de dominio, y, si lo
adquirió por un título traslativo, también deberá probar que quien se lo transfirió era
realmente propietario, ya que nadie da lo que no tiene ni transfiere un derecho que no
tiene. Esta prueba puede resultar difícil y complicarse por la existencia de varias
transferencias. Pero si los títulos abarcan un período de más de quince años, se puede
tener la certeza de haber probado debidamente la propiedad. Porque cualquier derecho
anterior a esos quince años, estaría prescrito. En la situación actual de nuestro derecho,
solamente podría quedar la duda, tratándose de inmuebles, por la disposición de que los
bienes raíces públicos son imprescriptibles si alguien hace más de quince años ocupó uno
de estos bienes y posteriormente transfirió el dominio, por ejemplo, por herencia o venta,
y pasados más de quince años se discute sobre la propiedad, no valdría el argumento de
que ha transcurrido el tiempo de la prescripción extraordinaria, porque se trata de un bien
imprescriptible.» (Defensa jurídica de la propiedad, Edino, Guayaquil, 1996, p. 46)... ". Es
decir que, en el caso de que tanto el actor como el demandado presenten al mismo tiempo
títulos de propiedad y cada uno defienda la legitimidad de los suyos, el juzgador está en el
deber de examinar y resolver, dentro del mismo proceso iniciado en virtud de la acción
reivindicatoria, cuál es el válido y el eficaz para producir la tradición. (…); pueden los dos
títulos ser válidos porque cada uno de ellos reúna los requisitos de fondo y de forma
prescritos por la ley, lo cual no obsta para que uno de ellos sea ineficaz, como sucede, a
manera de ejemplo, en el caso de la compraventa de cosa ajena...” (Resolución No.
258-2004, publicada en el Registro Oficial No. 42 de 20 de junio de 2005). 5.1.5. El
vocablo jurídico reivindicar atañe a la recuperación o vindicación de una cosa que por
razón de dominio le pertenece a alguien, y que por razones exógenas ha sido perturbado;
en tal virtud, no se encuentra en capacidad de ejercitar fehacientemente su goce, ni puede
disponer libremente de aquél, alterándose su innato derecho de propiedad. “La
reivindicación jurídicamente constituye una categoría unisémica que expresa sin
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ambigüedades el derecho del dueño de perseguir la cosa de su propiedad y de perseguirla
por ella misma sin consideración a la persona que la detente. La acción reivindicatoria es
una acción esencialmente dominical, esto es real, que asiste al propietario para recaudar la
cosa propia de que ha sido desposeído, o de la que no ha entrado aún en posesión por no
haberle sido entregada…” (Leonardo Rivas Cadena, Derecho Civil, Estudios del Libro II
del Código Civil Ecuatoriano, tomo III, Corporación de Estudios y Publicaciones, Quito,
1982, p. 174). El derecho de dominio per se implica un ejercicio sin limitaciones o
cortapisas que puedan trastocar su desenvolvimiento dentro del marco jurídico
establecido; esta realidad puede variar únicamente por circunstancias o razones de
juridicidad, que por ejemplo, surgen de la potestad estatal de limitarlo o suprimirlo por
causas justificadas, con asidero y tuición del derecho público; así, un bien por razones
utilitarias puede ser expropiado en razón del interés colectivo, anteponiendo su justa
valoración y reconocimiento económico a su dueño o, generalmente por una decisión
judicial que lo modifique o extinga por razones legales. “La protección del dominio se
realiza mediante el ejercicio de acciones adecuadas. Con ellas el dueño puede recobrar la
posesión de la cosa que le pertenece y mantener dicha posesión. Las principales acciones
que tienden a proteger el derecho de dominio son la reivindicatoria, la publiciana y las
posesorias” (Eduardo Carrión Eguiguren, Curso de Derecho Civil, De los Bienes,
Imprenta del Colegio Técnico Don Bosco, Tercera Edición, Quito, 1979, p. 395). Ergo, su
perturbación conlleva que el Juez aquilate la situación jurídica presentada en el caso
específico, con la finalidad de “conservarle y garantizarle al propietario el tranquilo goce
de sus potestades sobre la cosa que le pertenece. Es obligado subrayar que en la
reivindicación el accionante propiamente no persigue que se declare su derecho de
dominio sobre la cosa, una vez que ontológicamente aquella acción conlleva la implícita
aserción de este derecho…” (Leonardo Rivas Cadena, op. cit., p. 175). 5.1.6. Para que la
acción reivindicatoria o de dominio pueda ser ejercitada y prospere, deben examinarse los
siguientes “elementos básicos que establece el Título XIII del Libro Segundo del Código
Civil (…): 1) que se trate de una cosa singular o una cuota determinada de una cosa
singular que esté claramente identificada (artículos 953 y 956) (actuales 933 y 936); 2) que
el actor o demandante tenga la propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa
cuya reivindicación se pretende (artículo 957) (actual 937); 3) que el demandado tenga la
actual posesión material de la cosa que se reivindica (artículo 959) (actual 939): y 4) que
exista plena identidad entre la cosa que reivindica el actor y la que posee el demandado
(artículo 953) (op. cit.)…” (Resolución 11, Registro Oficial 288, 20 de marzo de 2001).
5.1.7. La Ley de Registro, en su artículo 1 establece que la “inscripción de los
instrumentos públicos, títulos y demás documentos que la Ley exige o permite que se
inscriban en los registros correspondientes, tiene principalmente los siguientes objetos: a)
Servir de medio de tradición del dominio de bienes raíces y de los otros derechos reales
constituidos en ellos; b) Dar publicidad a los contratos y actos que trasladan el dominio de
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los mismos bienes raíces o imponen gravámenes o limitaciones a dicho dominio; y, c)
Garantizar la autenticidad y seguridad de los títulos, instrumentos públicos y documentos
que deben registrarse”. Es objetivo fundamental de la inscripción de documentos e
instrumentos públicos servir de medio de tradición del dominio de los bienes raíces, en
cuanto los saca del patrimonio del tradente para colocarlo en el del adquirente, en sentido
estricto lo que el vendedor transfiere al comprador es el derecho que tiene sobre la cosa
que entrega, éste se hace dueño de la cosa con fundamento en el dominio que le perteneció
al tradente. 5.1.8. Al derecho de propiedad va unida la posesión de la cosa, supuesto que,
por excepción, se altera cuando dominio y posesión quedan separados por haber el
propietario perdido involuntariamente ese segundo elemento que, se recupera, a través de
la acción petitoria que persigue a la cosa. Cabe la prescripción extraordinaria adquisitiva
de dominio contra título inscrito, conforme lo establece el artículo 2410.1 del Código
Civil, y su “efecto esencial (…) es hacer adquirir el dominio al poseedor una vez que ella
se ha cumplido” (Arturo Alessandri Rodríguez y Manuel Somarriva Undurrraga, Derecho
Civil, Los Bienes y los Derechos Reales; tomo II, Imprenta Universal, Santiago, 1987, p.
568), no debe descuidarse que la sentencia que admitió la demanda de prescripción
adquisitiva de dominio propuesta por la Cooperativa de Vivienda “La Alborada” en contra
de herederos de Lucila Cueva y cónyuge sobreviviente Alberto Echanique, excluyó
“veintiséis lotes de terreno que se hallan en posesión de los demandados”, lotes que fueran
materia de compraventa anterior en beneficio de la Cooperativa de Taxis Terminal
Terrestre, por lo que al haber existido al 20 de enero de 1989, un justo título traslaticio de
dominio, otorgado mediante compraventa en favor esa Cooperativa, no adquirió la
Cooperativa ahora recurrente los lotes objeto de la exclusión. Siendo este segundo evento
el que concurre en la especie, la demandada posee con mejor derecho, su título es eficaz y
constituye su antecedente de dominio en cuanto facultad de gozar y disponer de estos lotes
de terreno en armonía con la ley y con respeto al derecho ajeno, artículo 599 del Código
Civil. 5.1.9. El artículo 937 ejusdem, cuya interpretación errónea alegan los recurrentes,
dispone: “La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la propiedad
plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa”; sin embargo, el artículo siguiente (938), en
su inciso segundo, respecto a quién puede reivindicar, establece que la acción “no valdrá,
ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor derecho”. Por los
antecedentes expuestos, la alegación realizada por la casacionista deviene en
improcedente. 6. DECISIÓN EN SENTENCIA: Por la motivación que antecede, este
Tribunal de Casación de la Sala de lo Civil y Mercantil, ADMINISTRANDO
JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, no
casa la sentencia proferida por la Sala Especializada de la Corte Provincial de Justicia de
Santo Domingo de los Tsáchilas el 06 de junio de 2011, a las 10h45. Sin costas ni multas.
Notifíquese y devuélvase.- ff) Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Paul Iñiguez Ríos; y,
7
Dra. María Rosa Merchán Larrea, JUECES NACIONALES.- Certifico. ff) Dra. Lucía
Toledo Puebla.-SECRETARIA RELATORA.RAZON:- Siento por tal que la copia que antecede es igual a su original. Certifico. Quito,
a 08 de octubre de 2013.
Dra. Lucía Toledo Puebla
SECRETARIA RELATORA
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ACLARACION
Quito, 05 de noviembre de 2013
Dentro del juicio ordinario No. 1102-11 GNC que por reivindicación sigue LOS
REPRESENTANTES DE LA COOPERATIVA DE VIVIENDA “LA ALBORADA”
contra LOS REPRESENTANTES LEGALES DE LA DE LA COOPERATIVA DE
TAXIS “TERMINAL TERRESTRE”, se ha dictado lo que sigue:
Juez Ponente: Dr. Eduardo Bermúdez Coronel
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. SALA ESPECIALIZADA DE LO CIVIL Y
MERCANTIL. (1102-2011).- Quito, a 5 de noviembre de 2013, las 08h30.VISTOS: Jenny Jessica Enríquez Santana y Juan Emiliano Moreno Torres piden
aclaración de la sentencia proferida por este Tribunal de Casación, “se aclare la sentencia,
señalando los fundamentos constitucionales y legales por los que da valor al título de los
demandados, estando legalmente inscrito el nuestro …”. Al respecto, cabe puntualizar
que la sentencia constituye un todo, por ello que, particularmente sus considerandos no
pueden ni deben ser separados de la parte dispositiva, mismos que “… servirán, al menos,
para ilustrar a ésta, entenderla y poderla ubicar en el correcto límite (objetivo y subjetivo)
que informa su verdadero contenido y permite, por consiguiente, la impugnación si
corresponde” (Enrique Véscovi. Los Recursos Judiciales y Demás Medios Impugnativos
en Iberoamérica. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1998, p. 39). Los recursos
horizontales: reposición, aclaración, ampliación, son aquellos por los que “Se impugna el
sentido y contenido de una decisión ante el mismo juez que la dictó” (Armando Cruz
Bahamonde. Estudio Crítico del Código de Procedimiento Civil. Vol. V Editorial Justicia
y Paz, Guayaquil, 1988, p. 58). En este contexto, la aclaración, Art. 282 del Código de
Procedimiento Civil, tiene por finalidad que el juez o tribunal que ha dictado una
providencia (sea decreto, auto o sentencia) precise los puntos obscuros o de defectuosa
redacción, aquellas partes que resultan ininteligibles, evento que no concurre en la
especie. Además, este Tribunal puntualiza que, la casación es recurso extraordinario y
limitado “…porque, en relación con los demás, sólo se autoriza por motivos
preestablecidos, que constituyen un numerus clausus, y que no pueden ser ampliados ni
extendidos por interpretaciones analógicas; y porque, además, y también en contraste con
los recursos ordinarios, limita los poderes del tribunal ad quem, obligado a decidir dentro
del círculo que el recurso le traza y que no le es posible rebasar” (Manuel De La Plaza. La
casación civil. Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944, p. 35). Se debe tener
presente que la casación no faculta realizar un nuevo estudio de todos los puntos debatidos
en las instancias, pues su objeto no es propiamente el litigio suscitado entre las partes,
sino la sentencia de último grado; es decir, tiene como causa petendi no la primitiva
pretensión del impugnante, sino la validez o nulidad del fallo, por lo que la cuestión
decidida en casación es distinta a la ya decidida por la sentencia impugnada. No cabe, en
consecuencia, el recurso horizontal propuesto, que, por improcedente, se lo deniega.
Notifíquese. ff) Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Paul Iñiguez Ríos; y, Dra. María
Rosa Merchán Larrea, JUECES NACIONALES.- Certifico. ff) Dra. Lucía Toledo
Puebla.-SECRETARIA RELATORA.RAZON:- Siento por tal que la copia que antecede es igual a su original. Certifico. Quito,
a 05 de noviembre de 2013.
7
Dra. Lucía Toledo Puebla
SECRETARIA RELATORA
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