Mayo 2016

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ÍNDICE
BOLETÍN DIGITAL
ORDEN SOCIAL
Nº 4 MAYO DE 2016
EDICIÓN: AJFV
MAQUETADO Y
DISTRIBUCIÓN:
Secretaría AJFV
DIRECCIÓN:
COMITÉ NACIONAL
COORDINACIÓN:
Natalia Velilla Antolín
1.- Pensión de viudedad en pareja
separada y reconciliada que no lo puso en
conocimiento del juzgado que dictó la
sentencia de separación. Diferencia con
pareja de hecho.
STSSala Cuarta, Sección 1ª, 16 de febrero de 2016
Nº Recurso: 33/2014
Comentario realizado por el Ilmo. Sr. D. MARIANO
MECERREYES JIMÉNEZ, Magistrado del Juzgado de
lo Social nº 1 de Cáceres
2.- Validez en juicio cuyo objeto es una
infracción disciplinaria de un trabajador,
de la prueba obtenida mediante la
grabación de imagen en su centro de
trabajo.
STC nº 39/2016, de 3 de marzo de 2016
Nº Recurso de Amparo: 7222/2013
Comentario realizado por el Ilmo. Sr. D. CARLOS
ESCRIBANO VINDEL, Magistrado del Juzgado de lo
Social nº 26 de Barcelona
1.- STS SALA CUARTA, SECCIÓN 1ª, 16 DE FEBRERO DE 2016
Nº RECURSO: 33/2014
MARIANO MECERREYES JIMÉNEZ
Pensión de viudedad. Inexistencia del derecho en el caso de pareja
separada y reconciliada que no ha participado tal circunstancia al juzgado
que dispuso la separación. Diferencia entre matrimonio y pareja de hecho.
Naturaleza y condicionantes de ambos. Presunciones y obligaciones en el
caso del matrimonio. Prueba y requisitos en la segunda. El matrimonio no
disuelto con cónyuges reconciliados sin participarlo al juzgado no es
equiparable a la pareja de hecho. Interpretación del artículo 221. 2 LGSS
(anterior 174. 3 LGSS) en orden a que la inexistencia o impedimento para
contraer matrimonio, no ha de considerarse como relativos a terceros sino
entre la propia pareja. Cambio de criterio jurisprudencial.
COMENTARIO
La sentencia dictada por la sala cuarta del TS el 16 de febrero de
2016, de la que fue ponente el Excmo Sr. Souto Prieto resuelve el
caso de la viuda que reclama la pensión de viudedad en un
matrimonio: a) separado legalmente b) en el que a los cónyuges no
tienen derecho a cobrar la pensión compensatoria, derecho al que
renunciaron expresamente c) que se reconcilian d) que no comunican
al juzgado que dictó la sentencia de separación esta circunstancia f)
Entre la fecha de la separación y el fallecimiento han transcurrido
más de diez años. El problema radica en determinar si en esta
situación, es o no factible acudir a las normas reguladoras de la
pareja de hecho para que al supérstite le sea reconocida la pensión
de viudedad. Más claramente, si a los cónyuges que lo siguen siendo
por no estar divorciados, se les puede aplicar o no el régimen legal de
las parejas de hecho para ponderar la concurrencia de sus requisitos
y reconocerles a los viudos el derecho a la pensión ad hoc.
las parejas de hecho para ponderar la concurrencia de sus requisitos y
reconocerles a los viudos el derecho a la pensión ad hoc. La norma, el artículo
174 LGSS (actuales 219 a 221 del texto refundido 8 / 2015) instituye dos vías
de acceso a ella: a) el matrimonio y b) la pareja de hecho legalizada. En esta
han de concurrir los requisitos de convivencia more uxorio, el tiempo de
permanencia -cinco años anteriores al fallecimiento- y el requisito adveratorio
de inscripción en los registros o documento público. Puede recordarse aquí la
STS de 2 de marzo de 2016, de la que fue ponente el Excmo. Sr. Moralo
Gallego, que insiste, en línea con la STS de 20 de mayo de 2014, que el
derecho que la norma reconoce lo es en favor de las “parejas de parejas de
derecho" y no a las genuinas " parejas de hecho". A partir de ahí, el TS
distingue meridianamente entre el matrimonio y aquellas. De un lado, el
matrimonio implica ex lege la obligación de convivir y la presunción de
convivencia arts. 68 y 69 Cc. En la pareja de hecho, la convivencia es
voluntaria, debe desenvolverse en el modo en el que fija la ley y además, debe
acreditarse como dispone art. 174. 3 LGSS (actual 221. 2). Por otro lado, la
separación implica ex lege el cese de la convivencia conyugal y el de la
posibilidad de vincular los bienes del matrimonio, ex art 83 Cc. Por lo tanto,
una pareja casada, afirma categóricamente, no puede constituir una pareja de
hechoy la reconciliación del separado (fundamento de derecho tercero,
antepenúltimo párrafo) “no constituirá una convivencia con análoga relación
de afectividad a la conyugal” sino que renace o revive el deber de los cónyuges
de vivir juntos con todas sus consecuencias. No puede confundirse esta
situación con la de los divorciados, cuyo matrimonio disuelto sí permite la
ulterior constitución de la pareja de hecho. Esta sentencia sumamente
categórica modifica el criterio de la de 4 de marzo de 2014 que resolvió un
caso en la que a la pareja en cuestión, separada, sin derecho a pensión
compensatoria y reconciliada sin comunicación al juzgado ad hoc (aún con
reconciliación ante notario) se le reconoció elderecho que aquí se niega. Razonó el
TS entonces que el artículo 174. 3 LGSS (actual 221. 2) al aludir a no tener vínculo
reconciliación ante notario) se le reconoció el derecho que aquí se niega.
Razonó el TS entonces que el artículo 174. 3 LGSS (actual 221. 2) al aludir a
no tener vínculo matrimonial con otra persona se refería a no tenerlo con
terceros extraños o ajenos a la pareja. Su fundamento de derecho tercero,
penúltimo párrafo, afirmó que nada impedía la existencia de un vínculo
matrimonial entre ambos -entre ambos miembros de la pareja de hecho- sin
que ello fuere obstáculo para lucrar la pensión de viudedad.
Referencia CENDOJ: ROJ: STS 890/2016 - ECLI:ES:TS:2016:890
2.- STC Nº 39/2016, DE 3 DE MARZO DE 2016
Nº RECURSO DE AMPARO: 7222/2013
CARLOS ESCRIBANO VINDEL
Esta sentencia estudia la validez de las pruebas de grabación de la
imagen presentadas en juicio por la empresa para acreditar una eventual
infracción disciplinaria del trabajador, desde la perspectiva de los derechos
fundamentales a la intimidad personal (art. 18.1 de la Constitución –CE-) y a
la protección de datos de carácter personal (art. 18.4 de la CE). Aun sin
explicitarlo, supone un cambio de la doctrina jurisprudencial sobre el derecho
fundamental a la protección de datos de carácter personal fijada en la STC
29/2013, de 11 de febrero, no exento de polémica, que ha dividido al TC,
provocando dos votos particulares, y avivando un debate que, seguro, dará
lugar a futuros desencuentros.
COMENTARIO
En su día, la STC 29/2013 resolvió el recurso de amparo presentado por un
funcionario
de
la
Universidad
de
Sevilla
que
fue
sancionado
por
incumplimiento reiterado del horario laboral, contrastado mediante la
visualización de las cámaras de seguridad del recinto universitario.
El TC partió de considerar la imagen como un dato de carácter
personal, susceptible de protección, al amparo de la Ley Orgánica 15/1999,
de 13 de diciembre. Y siguiendo con el razonamiento, apuntó que la
captación, grabación y utilización de la imagen precisaba, si no el
consentimiento, al menos sí la información previa a los trabajadores, a
través de sus órganos de representación, de la instalación de los dispositivos
de grabación de la imagen, de su finalidad y, específicamente, de la posible
utilización a efectos disciplinarios.
En consecuencia, otorgó el amparo, declarando vulnerado el derecho
fundamental a la protección de datos, y la nulidad de la sanción y de las
sentencias que habían confirmado la misma. No sin un previo debate que
motivó un voto particular.
Nuestro Tribunal Supremo (TS) asumió esta doctrina; siendo aplicada
en la Sentencia (STS) de fecha 13 de mayo de 2014, dictada resolviendo el
recurso de casación para unificación de doctrina nº 1685/2013.
El asunto sometido a la consideración del TS versó sobre el despido de
la cajera de un supermercado que eludió pasar por el escáner varios
productos adquiridos por un familiar. Conducta que fue detectada por una
de las cámaras de seguridad, cuya instalación, que además era evidente,
estaba señalizada al público, y había sido comunicada a los representantes
de los trabajadores, aunque indicando como finalidad la de prevenir hurtos
por parte de clientes, y no controlar el cumplimiento por los trabajadores de
sus obligaciones laborales.
sus obligaciones laborales.
Confirmando la sentencia de suplicación, que había declarado la
nulidad del despido por vulneración del derecho fundamental a la
protección de datos de carácter personal, el TS desestimó el recurso de
casación para unificación de doctrina. Nuevamente con discrepancias
internas, reflejadas en otro voto particular.
La sentencia objeto de este comentario, la STC 39/2016, aun sin
reconocerlo expresamente, viene a rectificar la doctrina de la STC
29/2013.
Versa sobre el despido de la trabajadora de una cadena de tiendas de
ropa. Ante los frecuentes descuadres de caja se instaló una cámara que
enfocaba directamente a la caja registradora, que grabó imágenes que
pusieron de manifiesto que la trabajadora se apropiaba de dinero
contabilizando devoluciones falsas de prendas de ropa.
El TC desestima la demanda de amparo, a la que la trabajadora
acudió tras la declaración judicial de procedencia de su despido.
Y
para
sustentar
su
decisión
final
el
TC
realizó
una
serie
de
pronunciamientos que, aun sin admitirlo, vienen, como mínimo, a
flexibilizar la doctrina fijada en la STC 29/2013.
Así, parte de considerar, al igual que en la STC 29/2013, que la imagen
es un dato de carácter personal susceptible de protección.
Estima que el consentimiento para la captación, grabación y tratamiento de
la imagen puede considerarse implícito en la suscripción del contrato de
trabajo para facilitar el ejercicio de las potestades empresariales de control
del trabajo (art. 20.3 del Estatuto de los Trabajadores –ET-).
Y, lo que es verdaderamente relevante, considera que el requisito de la
información previa queda cumplido con los avisos genéricos, mediante
carteles, dirigidos al público, sobre la existencia de cámaras de seguridad en
el establecimiento. E incluso llega a afirmar que podría dispensarse el
cumplimiento de la obligación de información previa si se supera el juicio de
proporcionalidad respecto de otros derechos constitucionales, como el de
propiedad privada o el de libertad de empresa reconocidos en los art. 33 y
38 de la CE, lo que podría llegar a justificar la utilización de cámaras
ocultas en caso de existencia de indicios de incumplimientos laborales
relevantes.
Finalmente, y aunque esto último tiene menos relevancia, una vez
descartada la vulneración del derecho fundamental a la protección de datos
de carácter personal, entiende superado el triple juicio de proporcionalidad
(idoneidad, necesidad y proporcionalidad) para rechazar, también, la
alegación de vulneración del derecho a la intimidad personal.
La STC cuenta con dos votos particulares, especialmente críticos con la
posición mayoritaria; significativamente el suscrito por el ponente de la STC
29/2013, Fernando Valdés Dal-Ré, que ponen de manifiesto la división
interna del tribunal.
En definitiva, la parca, por no decir inexistente, regulación legal de una
materia tan sensible ha dado lugar a una encendida polémica doctrinal que
no puede considerarse, ni mucho menos, resuelta, y que dará lugar en los
órganos de instancia a indeseables vacilaciones e incertidumbres.
En cualquier caso, en mi modesta opinión, convenía flexibilizar los
pronunciamientos de la STC 29/2013, que estrictamente aplicados, como
en la STS de 13 de mayo de 2014, podían dar lugar a espacios de auténtica
impunidad de conductas contrarias a un esencial principio de buena fe.
No obstante, también según mi parecer, debe apuntarse que la
eventual vulneración del derecho fundamental a la protección de datos
de carácter personal debería determinar la inadmisión, o la no
valoración, del medio de prueba así obtenido (art. 11.1 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial –LOPJ-, y art. 90.2 de la Ley Reguladora de
la Jurisdicción Social –LRJS-); y no, en todo caso, la nulidad del despido
ex art. 55.5 del ET.
Referencia: BOE Nº 85/2016, DE 8 DE ABRIL
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